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JUSTICIA Y PAZ Interculturalidad para la sinodalidad

En el umbral del mundo digital

–Primera parte–

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Como humanidad nos encontramos inmersos en un mundo globalizado y digital. En este nuevo ecosistema emergen nuevos y amplios espacios de información, de expresión y opinión. Para la pastoral digital es crucial entender que en el mundo cibernético se gestan paradigmas sin precedentes que invitan a abrirse a nuevas perspectivas sobre la vida, la comprensión del ser humano, del tiempo, del espacio y del Absoluto.

¿Qué características tiene el mundo globalizado, cambiante y digital en el que vivimos? ¿Qué retos y oportunidades nos lanzan las nuevas tecnologías digitales? ¿De qué manera vivimos en este mundo los seguidores de Jesús? ¿Habrá un estilo específico para las mujeres discípulas misioneras de habitar en el mundo digital? ¿Cómo presentar las verdades eternas del Evangelio y testimoniar y hacer vida el proyecto de Jesús con «un nuevo ardor, nuevos métodos y nuevas expresiones»? En este artículo, intentaré responder a estas preguntas desde mi perspectiva y experiencia como misionera comboniana.

Soy una mujer comunicadora por opción y por vocación. Me gradué en Comunicaciones Sociales y Teología en la Universidad La Salle en Philadelphia, Pensilvania, Estados Unidos, en 1996. Fui directora del Departamento de Comunicaciones de la arquidiócesis de Jartum, Sudán, por 5 años; y posteriormente establecí y fui directora del Departamento de Comunicaciones de la diócesis de Wau, en el actual Sudán del Sur.

En 2006, con un equipo de misioneros y misioneras combonianas establecimos la cadena de radio católica en Sudán del Sur, CRN.

Encabezados por Radio Bakhita, de la cual fui directora, la cadena de radio desempeñó un papel crucial en el proceso que llevó a Sudán del Sur a la independencia el 9 de julio de 2011. Las ocho radios católicas se convirtieron en foro de información, formación y entretenimiento, a través de los cuales la población expresaba su sentir como ciudadanos y como Iglesia en sus idiomas locales. Al mismo tiempo, contribuí al establecimiento y fui la directora del Sudán Media Forum, SMF, formado por directores y dueños de medios de comunicación independientes en Sudán del Sur.

Posteriormente, en Guatemala contribuí al establecimiento de una estación de televisión comunitaria, Televida. Como mujer y líder comunicadora, me he comprometido a fomentar la capacitación, integración y participación de mujeres y grupos emergentes locales.

Hoy en día, facilito cursos en línea de pastoral misionera con la Universidad de Dayton; utilizo varias redes sociales, creo y subo videos a mi canal de Youtube y organizo sesiones virtuales de apoyo a mujeres, que se transmiten y graban en un grupo cerrado de Facebook.

Aun con toda esta trayectoria en el mundo de las comunicaciones, me siento al umbral del mundo digital, un mundo que me sobrepasa por su magnitud, progresión, densidad, relevancia, versatilidad, y carácter totalizante.

Encuentro inspiración en Jesús de Nazaret y en san Daniel Comboni. Viviendo en tiempos y culturas diversas, tanto Jesús como Comboni tenían clara su misión, su mensaje y metas; además, ambos tenían bien identificada a su audiencia. Para hacer su mensaje más efectivo, estos grandes comunicadores, utilizaron recursos disponibles de su tiempo y con creatividad e ingenio lograron superar obstáculos. Su vida y mensaje han trascendido tiempo, cultu-

ra, idioma y tradición. Sin embargo, el cambio de época y el mundo digital que enfrentamos presentan retos significativos que ni sus seguidores y seguidoras hoy ni las generaciones futuras podremos ignorar.

Aún con su carácter virtual, el mundo digital es real y «absolutizante». Incluso para los no nativos digitales es imposible vivir fuera de él. El mundo digital forma parte del «tejido de la sociedad», son «ambientes de vida, son realidades donde yo vivo», dijo el arzobispo Claudio Maria Celli.

Asimismo, el mundo cibernético se está convirtiendo en la industria del futuro con una capacidad de monetización inimaginable, como lo proyecta el «Metaverso», con sus juegos, salas o universos 3D, reglas y normas, avatares, bienes raíces virtuales, mercadotecnia y tokens.

Los seguidores de Jesús no podemos excusarnos detrás de la inocencia de la ignorancia. Una empresa española, Pymes y Autónomos, identifca varios «pecados» de los internautas. Los más destacados son intoxicar y bombardear a usuarios con un sinfín de mensajes spam; abrir perfles o páginas sin estrategia ni objetivos concretos, confar el manejo de cuentas a amateurs o personal no capacitado. Abrir «ventanas» digitales tiene riesgos, por lo cual, es preciso tener planes de emergencia y protocolos de actuación ante «los movimientos digitales de odio y destrucción» (Fratelli tutti 43) y cualquier otra forma de ataques cibernéticos. En «Redes sociales: portales de verdad y de fe; nuevos espacios para la evangelización», el Papa emérito, Benedicto XVI, señalaba que el mundo digital ha roto el paradigma del concepto tradicional de comunicación: la persona no sólo es emisora y receptora, sino que es también «objeto de la comunicación».

Continuará...

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