IV
SEMANA TEOLÓGICA ARQUIDIÓCESIS DE COCHABAMBA
EVANGELIZAMOS A TODOS DESDE EL
ENCUENTRO CON CRISTO
MEMORIAS DE LOS EXPOSITORES
Vicaría Pastoral Arquidiócesis de Cochabamba Ilustraciones: ....... Diagramación: Vicaria de Pastoral MEMORIAS DE LOS EXPOCITORES IV Verción Semana Teológica
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DRA. BERNARDETH CAERO BUSTILLOS. La Dra. Bernardeth Caero Bustillos nació en Cochabamba Bolivia, realizó estudios de filosofía en la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” en Cochabamba. Luego viajó a Europa, estudió Teología en Paris- Londron UniversitatSalzburg en Austria. Además de estudiar teología aprendió Hebreo Bíblico y Alemán. Esto la ha capacitado para escribir algunos artículos y publicaciones en varios idiomas. Ha participado de simposios, seminarios y talleres a nivel nacional e internacional. Después de varios años de experiencia en el exterior retorna a Bolivia, especialmente a Cochabamba a la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”, y allí es actualmente docente.
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“SEÑOR, DANOS SIEMPRE DE ESE PAN”
Dra. Bernardeth Caero Bustillos
INTRODUCCIÓN El evangelio de Juan 6 relata que Jesús reprocha a la gente que lo busca después del signo de la multiplicación de los panes, pero no por haberle reconocido sino por haberles dado de comer … Jesús explica que el pan del cielo fue dado por Dios su Padre. • “Señor, danos siempre de ese pan ...”(Jn 6,34). • “Yo soy el pan de la vida …”(Jn 6,35).
1. LA ALIANZA CON ABRAHÁN Con Abrahán y Sara llamados a ser bendición para otros pueblos (Gn 12,1-3): 1. “YHWH dijo a Abrán: «Vete de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre a la tierra que yo te mostraré. 2. De ti haré una nación grande y te bendeciré. Engrandeceré tu nombre; y sé tú una bendición. 3. Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te maldigan. Por ti se bendecirántodos los linajes de la tierra.»”.
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Lang: Abrahán para los judíos es el patriarca de los israelitas, para los cristianos es el padre de la fe y para los musulmanes es el amigo de Dios, predecesor de Mohamed1. Por lo tanto “Tenemos un punto de partida común: la pasión por la vida”2. Consecuencias: amor personal, amor al prójimo, no es una bendición privada. Bendición: berakah, “fuerza inherente […] Dios mismo es el que da eficacia a la bendición […] se insta a contrarrestar la maldición de los enemigos con la bendición (Lc 6,27s; cfr. 1Cor 4,12; Rom 12,14)”3. Esta bendición tiene su origen en cuanto Abrahán tiene que despojarse de todas sus seguridades, como ser de su tierra natal, familiares y de antiguas divinidades, para darse por completo a Dios, quien le manda ser un instrumento de su bendición.
II. LA LEY DE LA SANTIDAD LV 19,1-2.11-18 La frase de Lv 19,2 “Sean santos, porque yo, YHWH, su Dios, soy santo”es la fórmula clave de la Ley de la Santidad4. “Como en el Deuteronomio, la ley es la condición para alcanzar la bendición”5. Esta orden refleja la confianza absoluta de Dios para con su pueblo de creerle capaz de llegar a serlo, esto si es que tiene presente, que fue creado a imagen y semejanza de Dios6. Cabe destacar que recién en el siglo II. a. C. se empieza a desarrollar un pensamiento bíblico de una vida después de la muerte; esto a
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Cfr. Lang Martin, «Abraham», en Kogler Franz, Herders Neues Bibellexikon, Freiburg /Basel / Wien, 2008, 6. 2 Suau Teodor, Abrahán el hombre del camino, Santos y Santas –70 Centre de Pastoral Litúrgica, Barcelona 2002, 21. 3 Reiterer Friedrich Vinzenz, en: Kogler Franz, Diccionario de la Biblia, Bilbao 2012, 92 4 Cfr. Briend Jacques, El Pentateuco, Cuadernos Bíblicos 13, Estella 200014, 46 5 Cfr. Briend Jacques, El Pentateuco, Cuadernos Bíblicos 13, Estella 200014, 47 6 (Cfr. Gn 1,26; Sal 8,2-10).
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pesar de que en Egipto ya tenía dentro de su concepción religiosa7. Silvia Schroer y Thomas Staubli: los encuentros con el otro o la otra, que hacen posible la vida, son al fin y al cabo lo que llamamos la experiencia de Dios8.
III. “NO SOY MÁS QUE UNA EXTRANJERA”(RUT 2,10) Esta obra fue escrita aproximadamente por los siglos V. –IV. a. C9. “Destierro o exilio es una desposesión de uno mismo, un desarraigo, un desgarro vital”10. Se derrumban los pilares que sostienen al pueblo israelita como ser: “la tierra, la monarquía y el Templo (Cfr. 2 Re 25,7-12)”11. Una de las primeras medidas de los exiliados que retornaron fue la reconstrucción del templo (520 a. d.C.), la cual estaba ligada también a intereses12. Esdras y Nehemías en cuanto a la posición crítica frente a los matrimonios mixtos (Esd 9-10; Ne 13,23-27). Nehemías se apoya en el texto del Dt 23,3-4, donde quedan excluidos de la comunidad el amonita, el moabita, entre otros13. La solidaridad social se transformó en una “categoría religiosa de profesión de fe, con la que, frente a los enormes retos de la crisis, debería decidirse la auténtica pertenencia a Yahvé”14.
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Cfr. Ernst Michael, «Leben», en Kogler, Franz (ed.), Herders Neues Bibellexikon, Freiburg / Basel / Wien 2008, 467. 8 (Schroer Silvia / Staubli Thomas, Die Körpersymbolik der Bibel, Darmstadt 1998, 62-63).
9 Cfr. Reiterer Friedrich Vinzenz, «Rutbuch», en Stubhann Matthias (comp.), Die Bibel von A-Z. Das aktuelle Lexikon zur Bibel, Salzburg 1985, 598.
10 (Campos Santiago Jesús, «Realidad, significado y lecturas del exilio», Reseña Bíblica 21(1999), 6. 11 Campos Santiago Jesús, «Realidad, significado y lecturas del exilio», Reseña Bíblica 21(1999), 6. 12 Cfr. Albertz Rainer, Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento. 2. Desde el exilio hasta la época de los Macabeos, Madrid 1999, 590). 13 Cfr. Noël Damien, En el tiempo de los imperios. Del Exilio a Antíoco Epífanes (587-175). Cuadernos Bíblicos 121, Estella 2004, 42. 14 Albertz Rainer, Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento. 2. Desde el exilio hasta la época de los Macabeos, Madrid 1999, 670.
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La violencia “es una fuerza de la noche. Es ciega y ciega a los demás. La violencia es ciega porque quiere reducirlo todo a ella misma por la fuerza. Niega la palabra original que «establece la diferencia». Su leitmotiv inconsciente es: «No hay Otro» o «No hay diferencia»”15. Pero “lo contrario de la violencia no es inmediatamente el amor, a pesar de que se le sitúa en un buen lugar; pero lo que figura en primer plano es el respeto”16. Teología: legitimar los antepasados moabitas de David, como propaganda para la dinastía davídica17. Rut es nombrada también dos veces en el Nuevo Testamento, en el árbol genealógico de Jesús (Lc 3,23-38; Mt 1,1-17). Es así que a Rut se la presenta como la primera madre de Jesús18. Rut, como moabita frente a los ojos del pueblo de Dios, tomará el estado de “extranjera / nŏkriyyâ”, pues ella se decide por aquello que no conoce19. Antiguo: “forastero o emigrante”, en hebreo llamado ger; el “advenedizo”tôšāb; el “extraño o laico”zār; el “extranjero o desconocido”nŏkrî; el “otro o el ajeno”’aher; “el país extranjero”nekāry la “residencia o la permanencia en el extranjero”māgôr20. La “rebusca”es el resto de la cosecha que se dejaba a los pobres, a las viudas, a los huérfanos y a los forasteros para su supervivencia (Lv 19,9-10; 23,22; Dt 24,19-22)21.
15 Beauchamp Paul / Vasse Denis, La violencia en la Biblia, Cuadernos Bíblicos 76, Estella 1992, 25. 16 Beauchamp Paul / Vasse Denis, La violencia en la Biblia, Cuadernos Bíblicos 76, Estella 1992, 20. 17 Cfr. Zenger Erich, Einleitung in das Alte Testament, Stuttgart 20045, 227). 18 Cfr. Zenger Erich, Einleitung in das Alte Testament, Stuttgart 20045, 228.
19 Cfr. Zakovitch Yair, Das Buch Rut. Ein jüdischer Kommentar, Stuttgart 1999, 97.
20 Cfr. Caero Bustillos Bernardeth Carmen, «“Liebt Gott den nŏkrî?”», Biblische Notizen111 (2002), 48-65, 77. 21 Cfr. Ernst Michael, «Nachlese», en: Stubhann Matthias (Ed.), Die Bibel von A-Z. Das aktuelle Lexikon zur Bibel, Salzburg 1985, 488.
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Rut en 2,10 se autodenomina como nŏkriyyâ, es decir como extranjera. Es pues aquella mujer, de la que hay que tener cuidado y de la que no se puede confiar mucho22. Este diálogo de Booz con Rut se basa en el de la vida, ya que tiene la finalidad de preservarla. Si él hubiera acatado al pie de la letra, lo que dice la ley, con respecto a la rebusca (Lv 19,9-10; 23,22 y Dt 24,19-22), donde se menciona solamente al “forastero”, entonces ni Rut y ni Noemí hubieran tenido la esperanza de supervivencia.
IV. “EL EVANGELIO DE JUAN”(JN 21) El lenguaje revela que no se trata de una traducción. Si bien el autor conoce el mundo helenístico y la Septuaguinta, su origen es semita23. Al Evangelio se lo data por “el primer cuarto del siglo II, llegando algunos a colocarla en los últimos años del siglo I o primeros años del siglo II”24. El lugar de redacción tampoco es conocido, hay teorías, que van desde Oeste de Asia, norte de Siria, Egipto hasta Palestina25. El Evangelio tuvo su origen en un escenario vivo y polémico, ya que surgieron “varias culturas y corrientes-religiosas de la época (helenismo, misticismo oriental, gnosis-hermetismo, judaísmoFilón ...)”26. Juan nos presenta una urbe donde Jesús interactúa con “galileos, judíos y griegos, transjordanos y samaritanos; en una palabra: «todo el mundo»”27. 22 Cfr. Fischer Irmtraud, Rut. Übersetzt und ausgelegt von Irmtraud Fischer, Freiburg / Basel / Wien 2001, 175. 23 Cfr. J. L. Espinel Marcos, Evangelio según San Juan. Introducción, traducción y comentario, Salamanca 1998, 34). 24 J. L. Espinel Marcos, Evangelio según San Juan. Introducción, traducción y comentario, Salamanca 1998, 42. 25 Cfr. M. Ernst, “Johannesevangelium”, en: F. Kogler, Herders Neues Bibellexikon, Freiburg / Basel / Wien 2008, 386. 26 Zevini, Giorgio, Evangelio según san Juan, Sígueme, Salamanca 1995, 19. 27 López Rosas, Ricardo / Richard, Pablo, Evangelio y Apocalipsis de san Juan, Biblioteca Bíblica Básica 17, Verbo Divino, Navarra 2006, 38.
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El Evangelio prefiere: “(amar, verdad, engendrar, conocer, testimoniar, creer, permanecer, odiar, conservar, mandato, vida, cosmos) [... evita] (evangelizar, recibir, predicar, exhortar, apóstol, escriba, poder, esperanza, anuncio, evangelio, parábola, fe, sabiduría) [...] Los miembros de la comunidad se reconocen a sí mismos como amigos(3Jn 15; cf. Jn 11,11; 15,14-15), hijos(13,33; 1Jn 2,1.12.28; 3,7.18; 4,4; 5,21), [de Dios] (1,12; 11,52; 1Jn 3,1.2.10; 5,2; 1Jn 1,4.13; 3Jn 4) o hermanos(20,17; 21,23, 3Jn 3.45.10)”28. Jn 13,34: Les doy un mandamiento nuevo:que se amen los unos a los otros.Que, como yo les he amado,así se amen también ustedes los unos a los otros.35 En esto conocerán todos que son discípulos míos: si se tienen amor los unos a los otros». 1. Reconocimiento del Espíritu Santo: Jn 10,10 vida “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”. DA 366: conversión personal => permanente conversión pastoral, lo cual implica escuchar lo que el Espíritu está diciendo a las iglesias Ap 2,29. DA 367: La pastoral de la Iglesia no puede prescindir del contexto histórico donde viven sus miembros … nuevos desafíos … De allí nace la necesidad, en fidelidad al Espíritu Santo que la conduce, de una renovación eclesial, que implica reformas espirituales, pastorales y también institucionales. DA 14: Aquí está el reto fundamental que afrontamos: mostrar la capacidad de la Iglesia para promover y formar discípulos y misioneros que respondan a la vocación recibida y comuniquen por doquier, por desborde de gratitud y alegría, el don del encuentro con Jesucristo. DA 95: fomentar el diálogo intercultural, interreligioso y ecuménico. 2. La pregunta sobre el propio discipulado antes del anuncio: ¿Cómo es mi propio discipulado? ¿Cuál es la vivencia en Cristo de nuestras comunidades? 28 Bartolomé, Juan José, Cuarto Evangelio Cartas de Juan. Introducción y Comentario, CCS. Madrid 2002, 23-24.
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“nosotros podemos evangelizar, cuando nosotros mismos primero nos hemos evangelizado”29. Ese seguimiento consiste en una conversión constante y en el reconocimiento cotidiano de lo correcto e incorrecto en el seguimiento, es decir ejercitarnos en la autocrítica, lo cual nos abre a renovarnos en Cristo y poder permanecer en diálogo con el mundo. Uno de los medios más importantes que tiene la Iglesia como puente al mundo es el diálogo30. 3. La apertura al diálogo: requiere de un lugar de encuentro. Jesús espera a sus discípulos con peces y pan (21,9). Es importante la confianza 21,20: Jesús y el discípulo amado. La amistad (no hay diferencias) 15,14-15. Esa amistad tiene como base el amor: “Les doy un mandamiento nuevo ...”(13,34).
29 Eckholt, Margit, La cultura como nuevo «Lugar teológico». La perspectiva para un pensamiento teológico en camino hacia una «Nueva Ecumene», en Fornet-Betancourt, R. (ed.), Resistencia y solidaridad. Globalización capitalista y liberación, Trotta, Madrid 2003, 301-317, 317. 30 Okure, Teresa, “La diversidad de Lenguaje Teológico en el Nuevo Testamento”, en Tomichá, Roberto, “Compartir la diversidad en la misionología. Cuestiones de lenguaje teológico”. Segunda Asamblea Mundial de Misionólogos Católicos, Cochabamba, del 29 de septiembre al 4 de octubre de 2004, Evangelio y Culturas 8, Verbo Divino, Cochabamba 2006, 3-22, 5.
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BIBLIOGRAFÍA TEXTO BASE PRIMER TESTAMENTO: •
Caero Bustillos Bernardeth, «Noemí y Rut, un diálogo de vida», en AA.VV., La vida que hemos visto y oído se la damos a conocer. Segundo Simposio de Misionología Cochabamba 17-19 septiembre del 2009, Evangelio y Culturas 13, Cochabamba 2010, 60-78.
TEXTO BASE SEGUNDOTESTAMENTO: •
Caero Bustillos Bernardeth, «Herr, was soll aber dieser? Eine theologische Überlegung zu Joh 21,21-22» en Luber Markus, Kontextualität des Evangeliums. Weltkirchliche Herausforderungen der Missionstheologie, Weltkirche und Mission 2, Regensburg 2012, 19-37.
OTROS TEXTOS: • • • • •
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Caero Bustillos Bernardeth,«Liebt Gott den yrik.n”?», Biblische Notizen111 (2002) 48-65. «El extranjero o forastero en el Antiguo Testamento», Yachayno39 (2004) 75-97. «Una mujer después del exilio. Reflexión teológica a partir del libro de Rut», Anatéllei no22 (2009) 65-79. «¿La mano de una mujer? Aspecto histórico, género literario y teología del libro de Rut», Anales de Teología. De la Universidad Católica de la Santísima Concepción no12.1 (2010) 91-103. «El derecho a la rebusca en el libro de Rut desde una perspectiva de justicia», en Eckholt Margit / Ortiz Gustavo, “Ciudadanía, democracia y perspectiva de género. Reflexiones en vista a la conmemoración del Bicentenario de la Independencia (2)”, Abya Yala, Ecuador 2010, 521-543. «El derecho a la rebusca en el libro de Rut desde una perspectiva de justicia», en Eckholt Margit / Ortiz Gustavo, “Ciudadanía, democracia y perspectiva de género. Reflexiones en vista a la conmemoración del Bicentenario de la Independencia (2)”, Abya Yala, Ecuador 2010, 521-543. «Allí vivieron unos diez años. Una reflexión teológica de Rut 1,4 y Dei Verbum», en Amerindia, A 50 Años del Concilio Vaticano II. Compendio de las Ponencias presentadas en la “Semana Teológica”CochabambaBolivia 2011, 111-132.
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PASTOR METODISTA MGR. GUSTAVO LOZA MACHICADO
Nació en La Paz Bolivia, obtuvo la maestría en Sociología de la Universidad Iberoamericana, de México. Realizó la Licenciatura en teología en el Instituto de Estudios Teológicos, en Buenos Aires- Argentina. Docente en la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” de Cochabamba y en los seminarios Evangélicos en Cochabamba y La Paz. Religioso, Pastor de la Iglesia Evangélica Metodista en Bolivia.
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“HACIA UNA EVANGELIZACIÓN CON SANTIDAD SOCIAL, POR UNA DIGNIDAD HUMANA Y DE LA CREACIÓN” Mgr. Gustavo Loza Machicado
INTRODUCCIÓN Asumimos que la misión es de Dios, el proyecto de vida en plenitud es de Él, y Él nos invita, nos convoca a comprometernos en ese proyecto de vida. El mundo (Cosmos) es el escenario donde se desarrolla este proyecto de Dios, por lo tanto, la acción de la Misión de Dios es holística (Pacha), histórica y dinámica, atraviesa los tiempos. El proyecto de vida en plenitud irrumpe como buena nueva con la encarnación de Nuestro Señor Jesucristo, indicando que ya está entre nosotros: “El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca;”1 “El Reino de Dios ya está entre vosotros”2 La buena Nueva viene con amor y la Gracia de Dios que es gratuita. En un contexto socio- religioso, cultural y político cambiante, no solo a nivel local, sino nacional, estamos convocados a reflexionar sobre
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Mr. 1: 15 (Biblia de Jerusalén) Lucas 17: 21 (Biblia de Jerusalén) 13
nuestra misión como iglesias y nuestra acción evangelizadora. Esto implica estar dispuestos a ser cuestionados por los desafíos que nos presenta la realidad de la vida de nuestros pueblos y encarnarnos en búsqueda junto con ellos y ellas a una redefinición de nuestro accionar de evangelización, como “Buena Nueva”. Hoy los desafíos no sólo vienen de los rostros de los pobres en general, sino que estos rostros se han hecho más visibles y diversos; hoy podemos distinguir rostros sufrientes, rostros de mujeres, indígenas, niños/ as, jóvenes, adultos mayores y un rostro más grande que llora y clama, que es la creación.
1. LA CREACIÓN: MÁS QUE UN CONTEXTO Seres humanos y creación, todos provienen del mismo amor de Dios. La creación no es fruto del deseo o de la creatividad humana; el ser humano no vio el principio, porque el mundo es anterior a él; el mundo no le pertenece, pertenece a Dios su creador. Como se afirma en 1ª Corintios 8:6: “Para nosotros no hay más que un Dios, el padre, de quien procede el universo y a quien estamos destinados nosotros, y un solo Señor, Jesucristo, por quien existe el universo y por quien existimos nosotros. El ser humano aparece en un lugar singular, él no está encima sino dentro y en la frontera de la creación. El mundo le es dado como jardín que debe cultivar y cuidar, por lo tanto la relación con la creación es fundamentalmente de responsabilidad, es una relación ética. Sin embargo, nuestra sociedad se ha construido en base a un modelo de crecimiento ilimitado que supone la explotación del ser humano y la depredación de la naturaleza. Es así que el medio ambiente es degradado a un simple conjunto de recursos naturales o materias primas, de disponibilidad casi infinita para los intereses económicos y los seres humanos también se convierten en recursos para ser utilizados y explotados. En esta visión instrumental y mecanicista personas, animales, plantas, minerales, en fin, todos los seres pierden su autonomía relativa y su valor intrínseco, son reducidos a meros medios para un fin establecido que es el poder económico y político de unos pocos.
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El discurso de Pablo en el areópago, anuncia a Cristo en dimensiones universales, cósmicas. Cristo es aquí, más que el Mesías de Israel, el “nuevo Adán” de la humanidad y Dios es, más que el Dios de los antepasados de Israel, el creador del universo, “en el vivimos, nos movemos y existimos” (Hechos 17:24-28). La creación no es entonces un contexto o un entorno externo, sino que está intrínsecamente ligada a la experiencia de la vida humana. No hay, por tanto, redención personal sin la redención de la naturaleza humana y de la naturaleza de la tierra, a la que los seres humanos están ligados porque conviven con ella.
2. LA VIDA COTIDIANA COMO PUNTO DE PARTIDA Estamos llamados a evangelizar en una perspectiva del Reino de Dios, que irrumpe en el aquí y ahora, y convoca a comprometernos a partir de nuestra fe, en ser colaboradores del proyecto de vida en plenitud de Dios. Pero ¿de dónde partimos y con qué espíritu lo hacemos? Nos parece importante plantearnos estas preguntas, ya que determinan nuestra acción de evangelización. Hay una necesidad de volver nuestros ojos y corazón a Jesús, para comprender de dónde debemos partir, ya que somos colaboradores con él en la construcción de su proyecto de vida. Estar vivo significa existir en relaciones con otros. La vida es comunicación en comunión; por el contrario el aislamiento significan la muerte para todo ser viviente. Henry Lefevbre nos dice: “La vida cotidiana es reconocer y entender comportamientos, costumbres, proyección de necesidades, captar cambios a partir del uso de los espacios y tiempos concretos”3 Hay un punto de partida entonces, que es nuestra vida cotidiana, allí donde experimentamos nuestras vivencias diarias, donde tomamos contacto con otros u otras y con ellos/as sufrimos, luchamos y soñamos. Es un lugar donde vivimos nuestras emociones, donde sentimos necesidades y como colectividades construimos nuestras estrategias de vida o de sobrevivencia.
3 cit. En Irarrazaval, s/f 15
3. LOS ENCUENTROS DE JESUCRISTO EN LAS CALLES Jesús inicia su ministerio desde las calles, los caminos, como lugar no solo geográfico, sino socio – político. “Y Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena nueva del Reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia” (Biblia Jerusalén), afirmando la vida humana física, psicológica, espiritual, social y eterna. Allí estaban los “no - sujetos”, las “no – personas”: mujeres, niños/ as, jóvenes, enfermos, que estaban esperando un encuentro con Jesucristo, fuera de institucionalidades que prohibían que se ingrese a sus templos, fuera de las leyes y normas que solamente prohibían y sancionaban, fuera de leyes y normas que excluían y marginaban. Era en esos lugares donde se tenía que comenzar a sembrar la semilla de mostaza y que la levadura levantara e hiciera crecer el Reino de vida. Allí estaban los empobrecidos por la historia colonial y poscolonial, discriminados y estigmatizados por su condición de género, edad, etnia y discapacidad, los abandonados por las familias y el Estado, y desgarrados por la naturaleza (calentamiento global). Es en este caminar diario que “Jesús convoca a sus contemporáneos (sin restricciones, ni exclusiones) a ser libres, debido a la llegada del Reino de Dios. Nadie puede presentar méritos económicos o culturales para ingresar a la Basilea; ni se piden credenciales de buena conducta religiosa. Lo que pasa es que llega el gratuito Reino de Dios. Llega la salvación en forma absolutamente gratuita; porque así es el Amor de Dios. Es decir, es pura iniciativa divina, y de ello da testimonio Jesús. En su persona ha llegado la Buena Nueva (Velarde 2006) Jesús sale al encuentro de las personas, visibilizando a sujetos que vivían en una suerte de clandestinidad, apartados por la pobreza o los prejuicios. Todo encuentro implica una relación entre dos personas o grupos, sean iguales o desiguales (poder), diversos en género, cultura y/o generación, y en su ministerio Jesús tuvo numerosos encuentros:
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a)
Encuentro con el leproso: Mt 8,1-4, Mc1,40-45, Lc 5,12-16
Un leproso, considerado impuro, pecador; un excluido y recluido social y de la religión. Así lo determinaban las leyes, las normas, la moral judía y por supuesto era prohibido entrar en contacto o tener un encuentro con el leproso, porque uno se hacía parte de la impureza de él. Recordamos los diez leprosos que salen al encuentro de Jesús y alzaron su voz ¡Jesús ten misericordia de nosotros! (Lc.17: 11-18) Todos estos leprosos eran considerados no personas (no- sujetos) El clamor del leproso era “¡Quiero ser limpio!”, pero al mismo tiempo esto significaba “quiero ser persona, quiero ser apreciado, quiero ser un sujeto social”. Jesús portador de un proyecto lleno de amor, extendió la mano y le tocó y le dijo “quiero que seas limpio” y quedó limpio. No sólo curado físicamente, sino restaurado como persona en su ámbito social y religioso. Así se manifiesta el Reino de vida, mediante Jesucristo e incorpora en su proyecto de vida a aquellos que el sistema de muerte excluyó y marginó. b)
Encuentro con el ciego: Lc 18,35-43
En las calles se escuchan los gritos de las personas excluidas y marginadas: “Jesús Hijo de David, ten compasión de mí”. Con amenazas intentan acallar estos gritos desesperados, pero los gritos se hacen más fuertes, los que sufren no se amedrentan. Jesús escucha esos gritos y pide encontrarse con el que clama y en ese encuentro abre el diálogo, preguntado cuál es su necesidad: “Qué quieres que te haga” y en la respuesta manifiesta su necesidad: “quiero ver”, esta mi ceguera ha hecho que me convierta en mendigo, excluido, viviendo de la limosna de los demás, no soy tomado en cuenta como persona en la vida de mi pueblo. Jesús dice: “Ve tu fe te salvado” y el hombre recuperó su vista, diríamos su visión ya que no solo veía, sino que podía distinguir el camino para incorporase en la marcha del pueblo y ya no iba más a estar sentado en la vereda, sin ser sujeto de su historia y su comunidad.
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c)
Encuentro con la mujer: Lc 8,40-48
En medio de la multitud que iba caminando, donde es fácil ser ignorada o pasar desapercibida, ocultarse con su dolor en la multitud, una no – sujeto, no persona, “una mujer que padecía flujos de sangre”, que había recorrido caminos de dolor sin encontrar respuesta a su dolor y había gastado en médicos lo que tenía, se hace de coraje, asume una conciencia de persona y decide tener un encuentro con aquél en que había cifrado ahora sus esperanzas de ser persona llena de vida. Decide tocar el vestido de Jesús y este toque de dolor y amor, posibilita que su dolor llegue a su fin. Esto no queda ignorado por Jesús “¡Quién me ha tocado!...porque he sentido que una fuerza ha salido de mí”. Ante esta situación la mujer no solo toma conciencia, sino que sale de anonimato y se hace visible ante el pueblo y ante Jesús. Postrándose, seguramente asustada pero valiente, dice “yo te he tocado” y en este toque de encuentro he sido curada. “Hija tu fe te ha sanado; vete en paz”. Aquella mujer anónima, con mucha fe y que tiene el nombre de todas las mujeres, marchando con su pueblo, vive un proceso de hacerse sujeto – persona y seguir la marcha sin dolor, con esperanza. d)
Encuentro con un joven Lc 7,11-17
En su caminar Jesús también se encuentra con el cuadro de la muerte de un joven que es llevado por otros y la madre que le acompaña llorando. El joven como persona en esta imagen es “no – vida”, tiene que ser llevado por otros y transitar esas calles, ya no puede caminar por sí solo. Jesús al ver esta imagen y con mucha con-pasión, dirigiéndose a la madre le dice: “No llores”. Se acerca al joven muerto, toca féretro y dice: “Joven, a ti te digo: Levántate”. “El joven se incorporó y se puso a hablar”. Había sido restaurado de la muerte a la vida, volvía ser persona, sujeto de su caminar y acompañar a su madre que era viuda.
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4. CUANDO SALIMOS A LAS CALLES Cuando nos animamos a salir a las calles y comenzamos a caminar y a abrir los ojos para ver lo que otros y otras no ven, se nos aparecen rostros de niños y niñas solicitando un apoyo económico, otros ofreciendo sus servicios para limpiar parabrisas, otros ofreciéndote dar brillo a tus calzados, otros que en el mercado te ofrecen llevar tu canasta de compras. Niños y jóvenes cleferos que en grupos junto con sus perros comparten, tal vez, el robo que hicieron. Niñas vendedoras en las esquinas de las calles que ofrecen sus dulces y galletas. Es en las calles donde se los jóvenes se encuentra con diferentes muertes (alcohol, drogas, violencia, pandillas, etc.) que los aniquilan. Y desde la calle ves en el televisor de la tienda que informa que abandonaron a unos bebes recién nacidos en el basurero y siguen con las noticias relatando que unas niñas fueron violadas y asesinadas, que mujeres con rostros ensangrentados fueron golpeadas por sus maridos. En las calles también vemos muchas personas ofreciendo su trabajo de constructor, plomero, lavanderas, etc. Indígenas que siguen ofreciendo cargar pesos enormes en sus espaldas y otras sentadas con sus wawas pidiendo limosna. Calles llenas de vendedores y vendedoras que casi te gritan que les compres. Y en las noches especialmente, los borrachos, mujeres que venden su cuerpo como estrategia de vida, homosexuales siendo golpeados por hombres homofóbicos. •
La violencia y el maltrato
“Mi madre se emborrachaba y me pegaba y todo. Me sentía mal. Sufría en el interior. No importa que ella me golpeara dejando las marcas en el exterior, porque desaparecerán. Pero a usted le duele en el interior, porque siempre hay algo que permanezca allí, en su corazón.” - Damián, 15 •
La delincuencia
“Caminaba solo en las calles y quería robar pero el temor no me lo
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permitía. No comí un día y de repente pensé en pedir limosna y lo hice, pero me rechazaron. No me dieron nada, ni algo para comer. Lloré y lloré y fui a robar sin temor, porque la necesidad lo permitía. Y así pasó. Robaba más y más y no tenía miedo. Mientras tenía dinero también me drogaba, yo mismo me dañaba pero no me di cuenta de nada.” - Adolfo, 16 •
Las “casas”
“Una vez, cuando estaba durmiendo en la calle, estas señoras pasaron y dijeron: “Mira a esos vagos. Sólo deberían morir”. Yo estaba muy triste en ese momento. A veces, quieres hacer cosas locas. Yo quería ir allí, al puente y tirarme de allí. Pero no lo hice. Me eché un poco de agua y me tranquilicé. Pensé, “¿Por qué debería suicidarme? Ellas deberían ayudarme, ¡llévenme a su casa! “- Diego, 12 Todos estos rostros y presencias, nos hablan de la negación de la persona por un modelo impuesto de “no sujeto”; un sistema que los/nos reduce a cosas, a entes funcionales al mercado, que discrimina y separa. Las calles, con sus gritos y ajetreos, con las múltiples presencias, con toda su diversidad social y cultural, nos habla de aquellos y aquellas a quienes la sociedad prefiere olvidar y nos reclama que también son imagen y semejanza de Dios.
5. CON QUE ESPÍRITU Y CORAZÓN SALIMOS A LAS CALLES ¿Con qué actitud salimos al encuentro de estas personas que tienen sus rostros marcados por su dolor? ¿Cuáles son los referentes morales y éticos con los que salimos a su encuentro? Aquí recojo la preocupación de Irarrázaval, a la cual me adhiero: “Me preocupa que ciertos esquemas morales atosiguen al cristiano con prohibiciones y culpabilidades. Cabe pues subrayar la libertad de amar.” No podemos salir cargados de nuestras leyes y prejuicios, porque éstos se constituyen en un muro que no nos permitirá abrir espacios de encuentro con el otro u otra y nublará la acción del Espíritu de Dios en el acto de evangelización. Es aquí que debemos recordar que Jesús no tiene leyes ni reglamentos, sino el amor y si el evangelio tiene una moral ésta es la del amor.
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Nuestro Señor no se dedicó a imponer normas, como lo hacían los escribas y fariseos, con los cuales tuvo muchos des-encuentros especialmente por la ley, la tradición y la moral que imponían como carga. Jesús denunció su hipocresía (Mt. 15:7) de atribuirse ser los que tienen la moral y por lo tanto atribuirse la conducción y el juzgamiento de la vida de los demás. Jesús decía: “Dejadlos: son ciegos que guían a ciegos, los dos caerán en el hoyo” (Mt. 15:14). Por lo tanto Él nos convoca con su amor a ser parte del proceso de evangelización y con la presencia del Espíritu Santo somos iluminados/as e inspirado/as, como sujetos, en el encuentro con otros sujetos. Entonces la evangelización es una construcción constante de evangelizarnos en el encuentro con Cristo, donde también nosotros nos descubrimos como vidas a ser evangelizadas y donde “la ética no es una imposición dogmática, es una obra colectiva que haya sus referencias en la defensa de la humanidad.” (Houtart, 2006) En una entrevista el Papa Francisco, reflexiona sobre este desafío de salir a las calles: “…la Iglesia de puertas abiertas no solo para recibir sino fundamentalmente para salir y llenar de Evangelio la calle y la vida de los hombres de nuestro tiempo”…“No podemos permanecer en el estilo ‘clientelar’ que, pasivamente, espera que venga el cliente, el feligrés, sino que tenemos que tener estructuras para ir hacia donde nos necesitan, hacia donde está la gente, hacia quienes deseándolo no van a acercarse” (ForumLibertas.com 18/03/2013).
6. SANTIDAD SOCIAL COMPROMETIDA Hablar de santidad suena a un tema conservador, antiguo y de escape de la realidad socio – política. Preferimos muchas veces callarnos y evitar un diálogo sobre la santidad. Pero debemos preguntarnos qué imagen hemos proyectado sobre la santidad a la sociedad, que esta la rehúye. Hemos recluido la santidad en espacios cerrados, la hemos atribuido a unos cuantos/as escogidos, la hemos acotado a una experiencia individual e intimista. Los encuentros con los otros y otras no tienen lugar en un cuarto cerrado, sino en medio de la sociedad, del barrio, de la comunidad, con los conflictos sociales, las necesidades de las personas, su
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pobreza, sus esfuerzos, sus esperanzas. Es allí donde debemos jugamos la vida en plenitud que Cristo nos promete y allí comenzamos a recorrer los caminos de la santificación. En el libro de Levítico 19:11-15 se nos hace recuerdo que la santidad tiene que ver con la justicia y nuestro Señor Jesucristo, en su caminar por las calles, campos y caminos, entreteje su ministerio en la vida del pueblo. Es difícil exigir un caminar correcto (orto praxis correcta) cuando el terreno es accidentado y resbaladizo, cuando el camino es transitado por una diversidad de personas hacia diferentes destinos. Este caminar exige una empatía con todos los caminantes. Vengo de una tradición cristiana, donde se nos ha enseñado a cultivar una santidad personal y una santidad social, como dos dimensiones de una sola santidad, donde ambas se complementan en un proceso guiado e iluminado por el Espíritu Santo. La santidad se constituye en un mandato y este proceso de santificación se lo debe vivir y experimentar con el pueblo y especialmente con los excluidos/as, los pobres, enfermos, presos y contextualizando hoy, diríamos con las mujeres, con los pueblos originarios, con los niños y niñas, con la diversidad sexual, con todos aquellos que son invisibilizados. Y desde esta posición, entendemos mejor hoy el llamado de Dios, convocándonos no solo a ser colaboradores, sino sujetos activos en el compartir la buena nueva, que no solo es noticia, sino un acontecimiento que se está desarrollando: “Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia a los pobres la buena nueva, ¡y dichoso aquél que no se escandalice de mí!”4 El ministerio de Jesucristo fue escandaloso e inmoral, para los cánones de su tiempo y para aquellos que desde su santidad farisaica-legal, murmuraban contra él: “Los fariseos y sus escribas murmuraban y decían a sus discípulos: “¿Por qué coméis y bebéis con los publicanos y pecadores?”5 4 5
(Lc 7: 22) Lc. 5:30
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”Ha venido el hijo del hombre, que come y bebe, y decís ‘Ahí tenéis a un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores”6 Jesús respondía ante estas murmuraciones: “No necesitan médicos los sanos, sino los que están mal”7 No debemos escandalizarnos del evangelio y en actitud de empatía (colocarnos en el lugar del otro/a), comprometernos y posibilitar que realmente el Evangelio sea una Buena Nueva. Murmurarán, nos insultarán e intentarán callarnos y bloquear nuestras acciones, aun así estamos desafiados a caminar con todos y todas, construyendo el proyecto de vida en plenitud, que se ya se ha manifestado en Jesucristo.
CONCLUSIONES Por lo tanto estamos llamados hoy a un recorrer los campos, los barrios, las calles, donde debemos ver y actuar, discerniendo los cambios y las nuevas direcciones de la misión y evangelización, para poder participar en la acción de Dios en el Universo-Creación y en nuestro pueblo. Su proyecto de vida pasa por restaurar la comunión de la vida en plenitud, reconciliando todas las cosas en el cielo y en la tierra, bajo el Señorío de Jesucristo, “de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra”8 Siempre debemos tener en cuenta que la evangelización es un proceso, un encuentro de amor y en libertad, que se da en una comunidad y se proyecta hacia el futuro en la esperanza de las promesas de vida de Dios. “Consumirá a la muerte definitivamente. Enjugará el Señor las lágrimas de todos los rostros, y quitará el oprobio de su pueblo de sobre toda la tierra.”9 La promesa de vida en plenitud no solo hace resplandecer los rostros humanos, sino también el rostro de la creación que es 6 7 8 9
Lc.7: 34 Lc.7: 31 Ef. 1:10. Is. 25:8
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restaurada e iluminada de vida, ya que no hay vida en plenitud para los seres vivientes, sin la restauración de la creación. Esto requiere no solo de fe, de amor y esperanza, sino de un apasionamiento por el evangelio de Jesucristo.
BIBLIOGRAFÍA: • • • • • •
Biblia de Jerusalén Editorial Española Desclee de Brouwer, Bilbao, Salamanca 1966 Biblia Reina Valera Revisión1960, Sociedades Bíblicas Unidas. Henry Lefebre Citado en Samuel F. Velarde, “Sociología de la vida cotidiana”, 2006 François Houtart “Los movimientos sociales y la construcción de un nuevo sujeto histórico” En Rev. Pasos N° 125, mayo – junio 2006, San José Costa Rica Samuel Velarde “Sociología de la vida cotidiana”, ponencia presentada en el Ciclo Temáticas, Problemáticas en Sociología, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, 4 abril 2006-04-08 Diego Irarrázaval “Ética evangélica y convivencia hoy”, paper, s/f.
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PADRE DR. MARCO TULIO CHACÓN RODRÍGUEZ MXY. Nació en Villa del Rosario Norte de Santander-Colombia. Ordenado Sacerdote Misionero Javeriano de Yarumalen 1995. Promotor vocacional en el occidente colombiano. Ha compartido su experiencia pastoral en África durante 7 años. Rector del Seminario de Misiones en Medellín Colombia durante 4 años. Licenciado en Filosofía en la Universidad Santo tomas de Aquino en Colombia. Licenciado en Teología en la Universidad Javeriana de Bogotá. Mgr. En Teología. Diplomado en escritos antiguos en Jerusalén. Fue docente de Sagradas Escrituras en el Seminario San José de Cúcuta- Colombia. En el año 2011 llegó a Bolivia a compartir su experiencia de vida de fe en la Parroquia“Santiago Apóstol de Cotagaita en Potosí”. Este segundo semestre será docente en la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”, de Sagradas Escrituras. En la última reunión regional de su congregación es nombrado Superior Regional en Bolivia.
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EL CAMINAR HISTÓRICO DEL EVANGELIO Y LA NUEVA EVANGELIZACIÓN Doc. Marco Tulio Chacón
INTRODUCCIÓN La ponencia la dividiré en cuatro partes que nos ayuden a dar una mirada global a la realidad del evangelio en la Iglesia haciendo énfasis en el siglo XVI con Bartolomé de las Casas, la religión del momento, el mundo neoliberal la interculturalidad como paso a la propuesta de la Nueva evangelización y la crisis de la Modernidad y sus consecuencias hasta nuestros días. 1. Breve lectura de la Palabra en la historia de la Iglesia. 2. Bartolomé de las Casas, la nueva religión y la interculturalidad. 3. La Crisis de la Modernidad el surgimiento de la postmodernidad y la cultura emergente o trans-modernidad. 4. Propuestas de la Nueva Evangelización.
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La expresión “Nueva Evangelización aparece, por primera vez, en el documento conclusivo de la III conferencia general del episcopado latinoamericano, que tuvo lugar en Puebla de los Ángeles (enero de 1979), inaugurada por el Papa Juan Pablo II durante el primer viaje apostólico de su pontificado, al visitar a México. “Situaciones nuevas que nacen de cambios socio-culturales –escribieron los obispos en ese documento (n° 366)- y requieren una nueva evangelización”. La conferencia de Puebla había tenido como tema precisamente: “el presente y el futuro de la evangelización en América Latina”, a la luz de un importante documento final del pontificado de Pablo VI, la exhortación apostólica EvangeliNuntiandi, fruto de la III asamblea ordinaria de los obispos, en la que las contribuciones de los padres sinodales latinoamericanas había sido importantísima. Después del llamamiento de Juan Pablo II una “nueva evangelización” durante su segundo viaje apostólico, en Polonia (1981), el Papa retomó esta expresión en el discurso pronunciado ante la Asamblea del CELAM en Puerto Príncipe (Haití), el 9 de marzo de 1983: “La conmemoración del medio milenio de evangelización tendrá su significado plena si es un compromiso vuestro (…) de una evangelización nueva. Nueva en su ardor, en sus métodos, en su expresión”. Y después, el 12 de octubre de 1984, al inaugurar en Santo Domingo el “novenario” de años de preparación del V centenario de la evangelización americana, llamada a una “nueva evangelización de América Latina, que despliegue con más vigor – como la de los orígenes- un potencial de santidad, un gran impulso misionero, una vasta creatividad catequética, una manifestación fecunda de colegialidad y comunión, un combate evangélico de dignificación del hombre, para generar un gran futuro de esperanza. Esta frecuente convocatoria adquiere mayor actualidad en América Latina con la creación del Consejo pontificio para la promoción de la nueva evangelización, con el desarrollo de la “misión continental”, lanzada por la V conferencia general del Episcopado Latinoamericano en Aparecida (mayo de 2007) y con el camino de la próxima asamblea ordinaria del Sínodo de los obispos sobre el tema: “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”, que se celebró en Roma en octubre de 2012. Pero antes del Sínodo para la nueva evangelización, en el año 2008 se lleva a cabo el Sínodo de la Palabra y la Exhortación apostólica Verbum Domini.
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CONCLUCIÓN DE LA EXPOSICIÓN Dice Ratzinger: “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”. DCE. 1. En el proceso de formación del discípulo misionero, el Documento de Aparecida n. 278 trae las siguientes etapas: a. el encuentro, b. la conversión, c. el discipulado, d. la comunión, e. la misión. Estamos aprendiendo, entonces, que lo primero para el cristiano no es aprender ni enseñar mandamientos sino proporcionar las mediaciones que estimulen el verdadero encuentro con Jesús, sin el cual toda practica cristiana carece de auténtico sentido. La Conferencia de Aparecida, siguiendo la renovación eclesial del Concilio Vaticano II y en continuidad con las anteriores Conferencias de Medellín, Puebla y Sto. Domingo, nos llama a ser hoy discípulos y misioneros. Al cumplirse la curta semana teológica en Cochabamba, tenemos la gracia y la responsabilidad de servir a la Iglesia y continuar hoy la misión de Jesús en nuestros días. Un tiempo ciertamente con problemas y dificultades en la sociedad y la Iglesia Universal y local, pero también lleno de signos de esperanza: deseos de paz y solidaridad, necesidad de conversión y purificación en la Iglesia, vitalidad de muchas comunidades y generosa disponibilidad de nuestros laicos. No podemos ignorar este momento de gracia ni dejar de responder al Señor. Somos y queremos ser una Iglesia que camina en la esperanza.
1. La espiritualidad de la comunión: La renovación del Concilio Vaticano II tiene su centro y su hilo conductor en la llamada “eclesiología de comunión”. La Iglesia de Jesucristo no es simplemente una institución, ni una sociedad perfecta, ni mucho menos una empresa. Es un misterio, un sacramento, y un sacramento de comunión. Comunión con Dios y con los seres humanos entre sí; comunión de vida, de caridad y de verdad (LG). En el único Cuerpo de Cristo, todos los bautizados compartimos la misma vocación a la santidad, participamos de la misma misión,
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somos hermanos en el Señor Jesucristo y estamos llamados a su seguimiento. Este fundamental sentido comunitario, que Pablo expresaba al hablar del Cuerpo de Cristo y la Conferencia de Puebla formuló como “comunión y participación”, da sentido a todas las comunidades cristianas. No excluye desde luego el hecho de que en la Iglesia haya diversas vocaciones específicas (formas concretas de realizar y vivir la única vocación bautismal), diversos carismas(dones o cualidades que el Señor otorga a cada uno para el bien de la comunidad) y diferentes ministerios (servicios prestados a los demás miembros de la comunidad). Lo que sí excluye es el individualismo y el sectarismo, la ruptura de la comunión eclesial por las divisiones y los enfrentamientos, las actitudes excluyentes y elitistas, el olvido de que el amor fraterno es el mandamiento de Jesús, cualquier actitud contraria a la de caminar juntos con una sola alma y un solo corazón en el Señor (Hech). La falta de comunión eclesial escandaliza y hace imposible el testimonio. Y en cada Iglesia local, la existencia y el funcionamiento de verdaderos modelos y estructuras de comunión es una exigencia fundamental para la autenticidad y la vitalidad de su vida y de su acción pastoral Queremos que nuestra Arquidiócesis crezca en la comunión y la participación, para que la legítima diversidad no rompa la necesaria unidad, para que nuestra Iglesia esté abierta a todos, pero nadie se crea en ella con derecho a excluir a otros ni a ignorar las exigencias prácticas de la comunión eclesial. De lo contrario, no podremos solucionar ninguno de nuestros problemas, ni mejorar nuestro servicio pastoral, ni cumplir adecuadamente con la misión evangelizadora en medio de una sociedad que necesita precisamente que seamos signo e instrumento de comunión para todos los bolivianas y bolivianos.
2. La conversión pastoral: Queremos cambiar, convertirnos. El Evangelio no cambia, pero la pastoral evangelizadora sí puede y debe cambiar: de acuerdo a los signos de los tiempos, de acuerdo a los nuevos problemas, de acuerdo a las necesidades de la Iglesia. No podemos hablar de nueva evangelización y seguir encadenados a lo que siempre hemos hecho.
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Urge pasar de una pastoral de simple conservación a una pastoral misionera, de una formación y una espiritualidad individualista a una formación y una espiritualidad de comunión y participación, de una opción por los pobres retórica a un compromiso real, de una pastoral de francotiradores a una pastoral orgánica y de conjunto. Todo ello está claramente afirmado en el Documento de Aparecida, que señala la elaboración de UN PROYECTO PASTORAL DIOCESANO como el principal camino de conversión pastoral y renovación eclesial.
SÍNTESIS. La Iglesia es Una, porque es la Iglesia del Padre, origen de todo; Católica, porque es la Iglesia del Hijo encarnado, recapitulador de todo; Santa, porque es la Iglesia del Espíritu santificador; Apostólica, porque es sacramento del mundo y para el mundo. No tenemos otra alternativa: reconocer nuestros defectos con espíritu de perdón o aceptar que otros nos los echen en cara como una acusación. Decía Juan Pablo II, en memorial enviado a los cardenales en la primavera de 1994: “Es necesario que la Iglesia, a la luz del Vaticano II, vuelva a analizar por iniciativapropia los aspectos oscuros de su historia, valorándolos a la luz de los principios del Evangelio... Dichoexamen no perjudicará en modo alguno el prestigio moral de la Iglesia, que incluso resultará reforzadopor los testimonios de lealtad y de coraje en el reconocimiento de los errores cometidos por sus hombres,y, en cierto sentido, en su nombre”.
“QUÉDATE CON NOSOTROS, PORQUE ATARDECE Y EL DÍA YA HA DECLINADO” (LC. 24,29).
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BIBLIOGRAFÍA • • • • • • • • • • • •
Capra, Fritjof. El punto crucial. Ciencia, sociedad y cultura naciente. Barcelona.1987. Cristianisme i Justícia. El tercer milenio como desafío para la Iglesia. Barcelona.1999. González Faus. J. I. ¿Podemos creer en la Iglesia? En Sal Terrae. Junio de 1998. Panikkar, Raimon. Ecosofía. Para una espiritualidad de la tierra. Madrid. 1993. Velasco, J Martín. Increencia y evangelización. Santander. 1998. Consejo Pontificio para el diálogo interrreligioso. JESUCRISTO PORTADOR DEL AGUA DE LA VIDA. Una reflexión cristiana sobre la “Nueva Era”.3º Brown, R.E. Las Iglesias que los Apóstoles nos dejaron. Bilbao 1986. Cuadernos C J. # 91. El tercer milenio como desafío para la Iglesia. González Faus, J. I. ¿Podemos creer en la Iglesia? En Sal Terrae. Junio de 1998. Rahner, K y Fries, H. La unidad de las Iglesias una posibilidad real. Barcelona. 1987. Sesboué, B. No tengáis miedo. Santander. 1998. Velasco, J Marín. Increencia y evangelización. Santander 1998.
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