Como usar la libertad cristiana

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INTRODUCCION Vivimos en un mundo caído, habitado por personas pecaminosas y con entendimiento limitado; y en una sociedad egocéntrica, que valora y estimula las decisiones individuales por encima de cualquier otra cosa, especialmente por encima del nombre y la causa de Dios. Estas circunstancias hacen que sea difícil para muchos cristianos el transitar por las áreas “grises” de la vida El tema se hace más complejo al considerar que la Iglesia de Cristo está compuesta por individuos en diferentes etapas de su santificación, con diferentes grados de discernimiento y sabiduría, lo que hace que lo que para unos es obvio, para otros le resulte poco claro o no tan evidente. El discernimiento espiritual consiste en tener sabiduría para determinar lo que es verdad, apropiado y santo ante los ojos de Dios, independientemente de cómo luzcan las cosas. Eso no se tiene ni al principio de la vida cristiana, ni con poco estudio de la palabra, ni con una vida de oración pobre, ni con poca llenura del Espíritu. Las áreas grises son más numerosas mientras menos santificada está nuestra vida, como creo que todos podemos testificar al haber vivido a través de nuestro proceso de santificación. Lo que la gente me pregunta a menudo, sin embargo, son preguntas sobre cuestiones o actividades que no están tratadas específicamente en la Escritura –cuestiones que se sitúan entre lo que es obviamente bueno y obviamente malo. Los problemas no son en blanco y negro, sino que implican aspectos de la libertad cristiana, que caen en las “zonas grises.”


I. Puedo hacer lo que quiera hacer.

“¡Soy libre en Cristo!”


¿Qué clase de entretenimiento es aceptable? ¿Qué tipo de música está bien? ¿Qué pasa con lo que llevas puesto, a donde ir, o cómo usted pasa su tiempo libre? ¿Cómo es que la Biblia habla sobre estos temas? Algunos dirán, “No, la Biblia no habla sobre estos temas. Haz lo que quieras hacer - ¡Eres libre en Cristo!” Mientras sea verdad que la Biblia no habla específicamente sobre cada decisión que tendrás que hacer en tu vida, no cambian los principios que gobiernan la libertad cristiana. Cuando pasas las “áreas grises” por la red de los principios de la Palabra de Dios, confió que encontrarás claridad y verdadera libertad para vivir tu vida para la gloria de Dios. 1 Corintios 10:12 “Así que, si alguno presume de mantenerse firme, esté alerta, no sea que caiga.” (BHTI) Gálatas 5:13 “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; sólo que no uséis la libertad como pretexto para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.” o

Pero, realmente ¿a qué se le llama libertad?

Según el diccionario la libertad es: 1. Facultad que tiene el ser humano de obrar o no obrar según su inteligencia y antojo, por lo que es responsable de sus actos. 2. Estado o condición del que no está prisionero o sujeto a otro: libertad provisional. 3. Poder o privilegio que se otorga uno mismo. 4. Prerrogativa, privilegio, licencia. 5. Contravención desenfrenada de las leyes y buenas costumbres. Según la definición bíblica la libertad es: 1. Libertad, lo opuesto a la servidumbre o esclavitud ya sea física, moral o espiritual. 2. Eleutheria libertad, relacionado con C y con eleutheros


o ¿Qué es el discernimiento espiritual? Gotquestions nos dice: Discernimiento (identificación) de espíritus – Ciertos individuos poseen la habilidad única de distinguir entre el verdadero mensaje de Dios y el del engañador, Satanás, cuyos métodos incluyen sembrar doctrina errónea y engañosa. Jesús dijo que muchos vendrían en Su nombre y engañarían a muchos (Mateo 24:4-5), pero el don de discernimiento de espíritus es dado a la Iglesia para protegerla de engaños como estos. El discernimiento espiritual consiste en tener sabiduría para determinar lo que es verdad, apropiado y santo ante los ojos de Dios, independientemente de cómo luzcan las cosas. Mateo 24:4-5 “4 Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. 5 Porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: "Yo soy el Cristo", y engañarán a muchos.”

o ¿Tomar decisiones que glorifiquen a Dios? Es por esta razón que se hace necesario el establecer una serie de principios sustentados por la Palabra, que nos ayuden a tomar decisiones que puedan glorificar a Dios. 1 Corintios 10:31 “Entonces, ya sea que comáis, que bebáis, o que hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.” Hay dos grandes reglas para guiarnos en nuestras vidas cristianas. La primera es la gloria de Dios, y la segunda es el bien de nuestros semejantes. Pablo nos da aquí la primera de ellas: Así, pues, ya sea que comáis, que bebáis, o que hagáis cualquier otra cosa, hacedlo para la gloria de Dios. Los jóvenes cristianos se encuentran a veces ante decisiones acerca de si un cierto curso de acción les es lícito o no. Aquí tenemos una buena norma que aplicar: ¿Hay gloria para Dios en aquello? ¿Puedes inclinar tu cabeza antes de participar en ello, pidiéndole al Señor que sea glorificado por lo que estás a punto de hacer?


Este solo versículo nos dice que Dios no es indiferente a ninguna de nuestras decisiones o actividades. Creo que la frase “o cualquier otra cosa” lo definen todo. Y la frase “para la gloria de Dios” nos deja ver que ninguna decisión o actividad de nuestras vidas es moralmente neutro. Entre tantas preocupaciones de la gente, no recuerdo que haya una vez que alguien me preguntó si es pecado mentir, engañar, robar, matar, cometer adulterio, o codiciar. También ha pasado mucho tiempo desde que alguien me ha preguntado si un cristiano debe leer la Biblia, orar, o compartir con otros la salvación de Jesucristo. La Biblia es clara en todas estas áreas.

o ¿Dios no está exento a nuestra libertad? Nuestro Dios nunca ha definido nada en términos relativos. Su esencia o carácter se lo impediría. Santiago 1:17 “Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación.” Aunque el contexto inmediato de este versículo tiene que ver con el carácter benevolente de Dios, la realidad es que el versículo nos deja ver el “absolutismo” de la esencia de Dios, en quien no hay áreas oscuras, ni sombrías, ni grises. Es a través de ese estándar de Su perfección que Dios ve y juzga todas las acciones de los hombres. Pongamos a prueba nuestra fe acerca de la cuestión de las tentaciones impías. ¿Alentamos a los malos pensamientos a que permanezcan en nuestras mentes, o los desalojamos rápidamente? Cuando pecamos, ¿decimos que no pudimos hacer nada para remediarlo? ¿Damos a Dios la culpa cuando somos tentados a pecar?


II. Limitaciones en nuestra libertad cristiana


Muchos creyentes entienden la libertad cristiana de tal forma que piensan tener libertad de hacer aquellas cosas que la Biblia no prohíbe directamente, según el dictamen de nuestra conciencia. Sin embargo, este es un concepto incompleto, que surge de una mala aplicación de pasajes como el de 1 Corintios 8, donde el apóstol Pablo da libertad para comer o no comer carne sacrificada a los ídolos, y de pasajes como el de Romanos 14, donde Pablo habla, entre otras cosas, de que unos consideraban un día como sagrado y para otros todos los días eran iguales. Romanos 14:5 “Uno juzga que un día es superior a otro, otro juzga iguales todos los días. Cada cual esté plenamente convencido según su propio sentir.” Otros miran esta frase que aparece en Romanos 14: 5b “...cada cual esté plenamente convencido según su propio sentir” (o mente, en RV 1960), para apoyar la idea de que en las cosas que la Biblia no prohíbe directamente, yo tengo completa libertad de actuar. Si esta fuera la única instrucción del apóstol, entonces quedaría abundantemente claro en qué consiste la libertad cristiana; pero este versículo tiene un contexto claramente definido, en relación a cómo guardar el día de reposo.

o El trabajo de la conciencia Fuente WikiPedia: Conciencia se refiere al saber de sí mismo, al conocimiento que el espíritu humano tiene de su propia existencia, estados o actos. Conciencia se aplica a lo ético, a los juicios sobre el bien y el mal de nuestras acciones. Una persona cloroformizada recobra la conciencia al cesar los efectos del anestésico. Una persona "de conciencia recta" no comete actos socialmente reprobables. Es de vital importancia que yo entienda que mi conciencia por si sola no es suficiente para determinar qué hacer en todas las “áreas grises”, por varias razones. A. En primer lugar, la conciencia puede ser educada con el conocimiento de la Palabra, y hasta que esto no ocurra, esa conciencia pudiera


traicionarme llevándome a pensar que algo está bien, cuando en realidad no lo está. B. Segundo: La conciencia es iluminada por el Espíritu Santo, según la llenura concedida a cada quien. En parte es por eso que la Palabra insiste en que hay sabiduría en la multitud de consejeros “Donde no hay buen consejo, el pueblo cae, pero en la abundancia de consejeros está la victoria.” (Prov. 11:14). C. En tercer lugar, La conciencia es iluminada también según el grado de sabiduría concedido por Dios, y recordemos que la sabiduría es un don “Pues a uno le es dada palabra de sabiduría por el Espíritu; a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu;” (1 Cor. 12:8)

o Lo que piensa la otra persona de mi La libertad cristiana se ve limitada por varias ideas expresadas en la Palabra que tienen que ver con mi amor por el hermano por quien Cristo murió. 1 Corintios 8:9-13 “9 Mas tened cuidado, no sea que esta vuestra libertad de alguna manera se convierta en piedra de tropiezo para el débil. 10 Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un templo de ídolos, ¿no será estimulada su conciencia, si él es débil, a comer lo sacrificado a los ídolos? 11 Y por tu conocimiento se perderá el que es débil, el hermano por quien Cristo murió. 12 Y así, al pecar contra los hermanos y herir su conciencia cuando ésta es débil, pecáis contra Cristo. 13Por consiguiente, si la comida hace que mi hermano tropiece, no comeré carne jamás, para no hacer tropezar a mi hermano.” La cuestión de comer alimentos ofrecidos a los ídolos se trata en 8:1–11:1. Constituía un verdadero problema para los recién convertidos del paganismo a Cristo: quizá eran invitados a una fiesta social en el templo donde se celebraba un gran banquete con carnes anteriormente ofrecidas a los ídolos. O quizá iban al mercado a comprar carne y descubrían que el carnicero vendía carne que había sido ofrecida a ídolos. Esto, naturalmente, no afectaba a la calidad de la carne, pero, ¿debía comprarla un cristiano?


En otro caso, un creyente podía ser invitado a una casa y le servían alimentos que habían sido ofrecidos a los ídolos. Si esto lo sabía, ¿debía participar de la comida? Pablo hace frente a estas cuestiones. Pero aunque no hay nada que ganar comiendo tales cosas, podría haber mucho que perder si al hacerlo hago tropezar a un cristiano débil. Ahí es donde ha de intervenir el principio del amor. Un cristiano tiene libertad para comer carne que ha sido previamente sacrificada a los ídolos, pero sería totalmente malo de su parte hacerlo si con ello hace tropezar a los hermanos o hermanas débiles. Naturalmente, cuando Pablo habla aquí de comer sentado a la mesa en un lugar de ídolos, se refiere a algún acontecimiento social o alguna celebración general, como una boda. Nunca sería correcto comer en tal lugar si la comida involucraba participación en el culto idolátrico en la forma que fuere. En los versículos anteriores hemos resaltado varias frases que nos hablan de la limitación de mi libertad; de cómo el ejercicio de mi libertad me puede llevar a pecar no contra el hermano, sino contra Cristo, según el texto revisado. Como podemos ver, ciertamente hay diferentes “niveles”, “grados”, o “madurez” de conciencia, ya que algunos tienen una conciencia débil y otros no. En otros casos podemos hablar de una conciencia educada por la Palabra o iluminada por el Espíritu, mientras que otros carecen de esa cualidad. Podemos observar entonces la disposición de Pablo de sacrificarse de por vida (“no comeré carne jamás”) por amor a su hermano. En realidad, es el amor hacia nosotros mismos que muchas veces no nos deja ver la necesidad de limitar nuestra libertad.

o “Todo me es lícito” Otra idea errada que está en la mente de muchos cristianos, en cuanto a la libertad cristiana, es que se puede hacer todo lo que sea moralmente lícito. Observemos las claras palabras de Pablo en 1 Corintios 10:23 1 Corintios 10:23 “Todo es lícito, pero no todo es de provecho. Todo es lícito, pero no todo edifica.”


Con esto Pablo nos aclara que aun aquellas cosas que son lícitas tienen sus limitaciones. ¿Qué pudiera limitar el que yo haga algunas de esas cosas lícitas? El apóstol pasa de la cuestión de la participación en las fiestas idolátricas y va a exponer algunos principios generales que deberían gobernar a los cristianos en sus vidas diarias. Cuando dice: todo me es lícito, no significa que lo sea todo en un sentido absoluto. Por ejemplo, ¡no está ni por un momento implicando que le sería lícito cometer asesinato o emborracharse! Una vez más, hemos de comprender esta expresión sólo en relación con cuestiones moralmente indiferentes. Hay una gran área en la vida cristiana en la que las cosas son perfectamente legítimas en sí mismas, y que sin embargo, por otras razones, no sería prudente que un cristiano participase en ellas. Así, Pablo dice: Todo me es lícito, pero no todo conviene. Por ejemplo, una cosa podría ser totalmente lícita para un creyente, pero podría ser también imprudente, considerando las costumbres nacionales de la gente con la que convive. Además, hay cosas que, siendo en sí mismas lícitas, podrían ser no edificantes. Es decir, que algo podría resultar en no edificar a un hermano en su santísima fe. ¿Debería entonces yo insistir en exigir mis derechos, o debería yo considerar lo que podría ser de ayuda a mi hermano en Cristo? 1 Corintios 10:24 “Nadie busque su propio bien, sino el de su prójimo.” 1 Corintios 10:32-33 “32 No seáis motivo de tropiezo ni a judíos, ni a griegos, ni a la iglesia de Dios; 33 así como también yo procuro agradar a todos en todo, no buscando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos.” En todas las decisiones que hacemos, no deberíamos estar sólo pensando egoístamente en qué nos beneficiará a nosotros mismos, sino que deberíamos pensar en aquello que redundará en interés del otro, en su bienestar. Los principios que estamos estudiando en esta sección podrían aplicarse muy bien en cuestiones de vestido, alimento y bebida, nivel de vida, y los entretenimientos en que podamos participar


Algunos preguntarán, ¿hasta dónde voy a permitir que el hermano débil me esclavice no permitiéndome hacer de nada? Recuerde que la motivación para no hacer aquello que ofende a tu hermano de conciencia débil es tu amor incondicional por él, y nada que sea hecho por amor al otro puede esclavizarme. La esclavitud es algo que otro me impone a la fuerza, y de la cual yo quisiera salir. Cuando Pablo dice: “si la comida hace que mi hermano tropiece, no comeré carne jamás, para no hacer tropezar a mi hermano”, eso es algo auto-impuesto y representa una situación de la cual él no está buscando salir.


III. Ejercicios en nuestra libertad cristiana


Algunos dirán, “No, la Biblia no habla sobre estos temas. Entonces que vamos a hacer con personas que se aferran a las actividades cotidianas donde la biblia no pone puntos claros de que si son pecados o no lo son, las cuestiones son muchas y largas, las personas buscan satisfacer sus necesidades y sus gustos tomando en cuenta de que si la palabra de Dios no prohíbe las cosas pues es buena conciencia hacerlas. Los límites de la participación del cristiano en las actividades de su mundo no siempre están claramente definidos; sobre todo a la hora de decidir si participamos o no en ciertas ocasiones donde la Biblia no nos provee claras directrices, y donde no todo cristiano está de acuerdo. A continuación una serie de preguntas y principios de aplicación.

¿Me beneficiará espiritualmente? 1 Corintios 10:23 “Todo es lícito, pero no todo es de provecho. Todo es lícito, pero no todo edifica.” Una cosa de “provecho” es útil o para tu ventaja; y la idea detrás de la palabra “edifica” es para la madurez espiritual. Entonces basado en este versículo, pregúntate, “¿Hacer esto mejorará mi vida espiritual? ¿Cultivará piedad? ¿Me ayudará espiritualmente?” Si no, debes cuestionar si este comportamiento es la mejor decisión.

¿Me traerá bajo esclavitud? 1 Corintios 6:12 “Todas las cosas me son lícitas, pero no todas son de provecho. Todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna.” En la segunda parte de este versículo, Pablo está diciendo, “No seré dominado por el poder de cualquier cosa”. Si lo que estás considerando hacer puede empezar una mala costumbre, ¿por qué hacerlo? No permitas que seas dominado bajo algo o alguien. Eres siervo del Señor Jesucristo, y de Él solamente.


El Comentario Bíblico WILLIAM McDONALD dice: “El segundo principio es que algunas cosas podrían ser lícitas, pero podrían esclavizarme. Pablo dice: No me dejaré dominar de ninguna. Esto tiene un mensaje muy directo en la actualidad con respecto a los temas del licor, del tabaco y de las drogas. Estas cosas, como tantas otras, son aditivas, y el cristiano no debería permitirse ser llevado a la esclavitud por ellas.” Al iniciar una nueva actividad, piense si esta nueva tarea tiene el potencial de esclavizarme. Este es el caso del cigarrillo, el alcohol en cualquier cantidad que propicie el perder la inhibición, juegos de azar, ciertos juegos de computadoras, apuestas, el uso de tranquilizantes más allá de la prescripción médica o cualquier otra cosa o actividad.

¿Destruirá el templo de Dios? 1 Corintios 6:19-20 “19 ¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Pues por precio habéis sido comprados; por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.” No hagas nada que pueda dañar tu cuerpo o traerle vergüenza – es el único instrumento que tienes para glorificar a Dios. La forma en que uses tu cuerpo siempre debe reflejar tu deseo de honrar a Jesucristo. ¿Hay algún elemento de inmoralidad involucrado en esto? Como muchas veces se suscitan discusiones en torno a lo que es moralmente aceptable, pregúntese si otros supieran en su iglesia que usted participa en este tipo de actividad, ¿cuál sería su reacción? ¿Tendrían ellos confianza en usted como líder?

¿Causará que alguien más caiga? 1 Corintios 8:8-9 “8 Pero la comida no nos recomendará a Dios, pues ni somos menos si no comemos, ni somos más si comemos. 9 Mas tened cuidado, no sea que esta vuestra libertad de alguna manera se convierta en piedra de tropiezo para el débil.”


El Comentario Bíblico WILLIAM McDONALD dice: “La comida, por sí misma, no es cosa de gran importancia ante Dios. Privarnos de una cierta comida no nos da favor delante de Dios, ni participar de tal comida nos hace mejores cristianos. Pero aunque no hay nada que ganar comiendo tales cosas, podría haber mucho que perder si al hacerlo hago tropezar a un cristiano débil. Ahí es donde ha de intervenir el principio del amor. Un cristiano tiene libertad para comer carne que ha sido previamente sacrificada a los ídolos, pero sería totalmente malo de su parte hacerlo si con ello hace tropezar a los hermanos o hermanas débiles.” Este es el principio del amor. Así como dice Romanos 13:10: “El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor”. Si sabes que tu decisión – lo que consideres “entre los límites” y aprobado – causa a otro cristiano a tropezar y pecar, ama a ese hermano o hermana lo suficiente y resiste tu propia libertad. Eso no es popular en una sociedad egocéntrica, pero es bíblico. Complacerse uno mismo en su legítima libertad y causar problemas para otro cristiano es pecado. Considere siempre quién saldrá edificado o fortalecido en lo que vaya a hacer: ¿Yo? ¿Mi hermano? ¿Mi iglesia? ¿Mi carne?

¿Causará que el evangelio se expanda? 1 Corintios 10:32-33 “32 No seáis motivo de tropiezo ni a judíos, ni a griegos, ni a la iglesia de Dios; 33 así como también yo procuro agradar a todos en todo, no buscando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos.” Aún si eres consciente de ello o no, lo que permitas o no permitas en tu comportamiento afecta tu testimonio para Cristo – y el mundo lo está notando. Es un problema de testimonio – lo que tu vida hable de Dios. Tú testimonio o refleja la verdad de Dios o refleja una mentira. Las decisiones que haces en las áreas “grises” deben reflejar tu deseo de no ofender la reputación de Dios pero de traerle gloria.


¿Violará mi consciencia? Romanos 14:23 “Pero el que duda, si come se condena, porque no lo hace por fe; y todo lo que no procede de fe, es pecado.” Primera Corintios 10:25-29 contiene tres referencias para abstenerse de una cierta práctica “por motivos de consciencia”. Nunca entrenes a violar tu propia consciencia. Si tu consciencia se molesta por lo que estás considerando, no lo hagas. Si no estás seguro, no lo hagas. Es difícil exagerar el valor de una consciencia limpia, pero vale la pena mantener tu consciencia clara para que tu relación con Dios no sea obstruida. Si permaneces en oración y en el estudio de la Palabra de Dios, informarás tu consciencia para que “[andéis] como hijos de luz…comprobando lo que es agradable al Señor” (Efesios 5:8, 10). 1 Corintios 10:25-29 “25 Comed de todo lo que se vende en la carnicería sin preguntar nada por motivos de conciencia; 26 porque del Señor es la tierra y todo lo que en ella hay. 27 Si algún incrédulo os invita y queréis ir, comed de todo lo que se os ponga delante sin preguntar nada por motivos de conciencia. 28 Pero si alguien os dice: Esto ha sido sacrificado a los ídolos, no lo comáis, por causa del que os lo dijo, y por motivos de conciencia; porque del Señor es la tierra y todo lo que en ella hay. 29 Quiero decir, no vuestra conciencia, sino la del otro; pues ¿por qué ha de ser juzgada mi libertad por la conciencia ajena?”

¿Le traerá gloria a Dios? 1 Corintio 10:31 “Entonces, ya sea que comáis, que bebáis, o que hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.” Este versículo es claramente el resumen y la meta de todos los principios que yo he compartido. ¿No es el deseo de nuestro corazón poder glorificar a nuestro Señor y Salvador con nuestras vidas? Piensa en tu decisión - ¿Será Él glorificado, honrado, y alabado por medio de esto? Que podamos decir juntamente con Jesús, “Yo te he glorificado en la tierra” (Juan 17:4).


Todo creyente, pero sobre todo el liderazgo de la iglesia, no debe tomar decisiones en las llamadas áreas grises, sin preguntarse, ¿cuál es la posición de mi iglesia y del liderazgo de mi iglesia? A ellos ¿Les debo respeto, lealtad y consideración? Mi participación en eventos no deben violar las normas establecidas por mi iglesia, ya que mi pacto de compromiso me lleva a apoyar las normas de la iglesia a la que asisto. De estar en desacuerdo, el sentido común, el respeto, el amor y la consideración por mis líderes deben llevarme a conversar con ellos antes de participar en algo contrario a los lineamientos de la iglesia. En los casos donde quizás la Biblia no dicta la conducta a seguir, y donde tampoco me puedo poner de acuerdo con mis líderes, la Biblia no nos deja en silencio. Hebreos 13:17, nos advierte: “Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta. Permitidles que lo hagan con alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para vosotros.” Como podemos ver, la Biblia no nos da todos los lineamientos necesarios para cada situación en particular, pero tampoco nos deja sin directrices para saber qué hacer.



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