Contexto de los 10 mandamientos

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Texto bíblico Éxodo 20:2-17 

2 Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre.

3 No tendrás otros dioses delante de mí.

4 No te harás ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.

5 No los adorarás ni los servirás; porque yo, el SEÑOR tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,

6 y muestro misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

7 No tomarás el nombre del SEÑOR tu Dios en vano, porque el SEÑOR no tendrá por inocente al que tome su nombre en vano.

8 Acuérdate del día de reposo para santificarlo. 9Seis días trabajarás y harás toda tu obra,

10 más el séptimo día es día de reposo para el SEÑOR tu Dios; no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el extranjero que está contigo.

11 Porque en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, el SEÑOR bendijo el día de reposo y lo santificó.

12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean prolongados en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.

13 No matarás.

14 No cometerás adulterio.

15 No hurtarás.

16 No darás falso testimonio contra tu prójimo.

17 No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo.


I.

CUÁL ES EL SENTIDO DE LOS 10 MANDAMIENTOS

Los Diez Mandamientos son un lugar sagrado para las tradiciones religiosas tanto cristianas como judías. Para muchos son el testimonio más antiguo de lo que llamamos religión. Incluso podríamos decir, que son una síntesis de la voluntad de Dios para toda la humanidad; no tienen límite, los destinatarios, son universales. Explicar los Diez Mandamientos es un tema de la teología moral, por lo que aquí vamos simplemente a explicar el contexto en que fueron escritos, para conocer cuál fue el significado que tuvieron para aquellos que los recibieron en sus orígenes. 

¿Cuáles eran los beneficios a recibir por la obediencia de estos mandamientos?

Si Israel, a la luz de su liberación divina de Egipto, obedeciera a “Jehovah”, entonces sería un pueblo especial... un reino de sacerdotes y una nación santa. La expresión reino de sacerdotes también puede traducirse “reyes-sacerdotes”, sugiriendo que los israelitas disfrutarían del privilegio de ser reyes y sacerdotes en relación con otros pueblos. Esto indica la importante función que Israel desempeñaría en los planes futuros de Dios. Sin embargo, su especial posición estaba condicionada por su obediencia a Dios. La idea de un “real sacerdocio” reaparece en el NT con referencia a la posición de todos los creyentes (1 Pedro 2:9; Apocalipsis1:6; 5:10; 20:6). 1Pedro 2:9 dice: “Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios , a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;” 

Sentido de la palabra mandamiento

A. La palabra se usa para traducir un número de palabras heb. Y gr. que significan ley, ordenanza, estatuto, palabra, juicio, precepto, dicho, mandato. La idea de autoridad que comunican estas palabras proviene del hecho que Dios como soberano Señor tiene derecho a ser obedecido. B. La ley moral. Está muy claro por los Diez Mandamientos —el Decálogo (Éxodo 20:317; Deuteronomio 5:7-21) que la moralidad no se encuentra en criterios humanos ni en el veredicto de la sociedad, sino en Dios. Los Diez Mandamientos declaran los principios, si bien a grandes rasgos, de la ley moral de Dios.


C. «mandamiento». Este nombre aparece 181 veces en el Antiguo Testamento. Se encuentra por primera vez en Gn 26.5 (RVA), donde mitswah es sinónimo de joq («estatuto») y de tôrah («ley»): “porque Abraham me obedeció, y guardó mi ordenanza, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes”. 

¿Para qué Dios le dio leyes al pueblo de Israel?

Los decretos bosquejados por Dios eran para regir la relación de Israel con él. Representan los requisitos principales que Dios puso sobre el pueblo de Israel para el establecimiento y la mantención de la relación de pacto entre ellos. El pueblo debía ser de una sola mente en su devoción a aquel que los había liberado de Egipto. Ellos debían adorarle sólo a él. Además, su conducta social debía seguir un modelo que ponía una alta prioridad en los derechos del individuo en relación con la vida, el matrimonio y las posesiones. Debían obedecer estos mandamientos por amor a Dios. 1) Primero, éste fue hablado directamente por Dios al pueblo; Moisés no actuó como intermediario. (Deuteronomio 4:12, 13; 5:4, 5, 22-27) Éxodo 20:1, dice: “Y habló Dios todas estas palabras, diciendo:” Éxodo 20:19, 22, dice: “19 Entonces dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros y escucharemos; pero que no hable Dios con nosotros, no sea que muramos. 22 Entonces el Señor dijo a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: "Vosotros habéis visto que os he hablado desde el cielo.” 2) Segundo, sólo éste fue escrito en tablas de piedra por “el dedo de Dios”. Todos los otros reglamentos e instrucciones fueron escritos por Moisés (Éxodo 31:18; cf. 24:12; 32:15, 16; 34:1, 28) Éxodo 31:18 dice: “Y cuando terminó de hablar con Moisés sobre el monte Sinaí, le dio las dos tablas del testimonio, tablas de piedra, escritas por el dedo de Dios.” 3) Tercero, los Diez Mandamientos difícilmente son preceptos detallados, puesto que no se menciona ningún castigo. (Si bien el segundo y el quinto mandamientos parecieran contener penalidades, éstas en realidad son “cláusulas que motivan” diseñadas para promover la observancia de las instrucciones divinas.) 4) Finalmente, ¿qué tribunal humano sería capaz de imponer la prohibición de codiciar descrita en el décimo mandamiento? Los decretos del pacto en el cap. 20 están listados en orden de prioridades descendentes y enfocadas sobre la relación de los israelitas con Dios y con otros pueblos.


Son pruebas para la obediencia

Deuteronomio 8:1,2 dice: “1 Todos los mandamientos que yo os ordeno hoy, tendréis cuidado de ponerlos por obra, a fin de que viváis y os multipliquéis, y entréis y toméis posesión de la tierra que el Señor juró dar a vuestros padres. 2Y te acordarás de todo el camino por donde el Señor tu Dios te ha traído por el desierto durante estos cuarenta años, para humillarte, probándote, a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no sus mandamientos.” De nuevo Moisés animó al pueblo a obedecer a Dios, usando el amoroso cuidado protector de Dios como motivo. El Señor había permitido que vinieran pruebas en sus vidas para afligirlos, examinarlos y probar su obediencia. Pero también los sustentó con maná del cielo, proveyó vestido que nunca se envejeció y zapatos que mantuvieron sus pies sin hincharse durante los cuarenta años de peregrinación por el desierto. Dios sabía lo que había en los corazones del pueblo. No estaba tratando de aprender algo al probar a Israel en el desierto (v. 2), sino que más bien estaba manifestándole al mismo pueblo su naturaleza rebelde, para que pudiera apreciar mejor Su misericordia y gracia. Otra lección que los israelitas aprenderían en sus peregrinaciones era el temor de Dios. Éxodo 19:9 dice: “Y el Señor dijo a Moisés: He aquí, vendré a ti en una densa nube, para que el pueblo oiga cuando yo hable contigo y también te crean para siempre. Entonces Moisés comunicó al pueblo las palabras del Señor.” La obediencia a Dios no es solamente un asunto del entendimiento, sino de la voluntad y el corazón (Deuteronomio 6:5) y el corazón está propenso a seguir sus propios designios. El fuerte sentido que transmite Deuteronomio en cuanto a esta debilidad humana explica el porqué de los mandamientos como éste, y el estilo de enseñanza repetitivo en general. Deuteronomio 6:5 dice: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza.” La frase con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas es una manera de referirse a toda la persona. La idea bíblica del corazón cubre nuestra perspectiva de la voluntad y la mente; por eso, cuando Jesús citó este pasaje con palabras un tanto diferentes, también estaba señalando su significado esencial Mateo 22:37 dice: “Y Él le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.”


Qué pasa si se desobedecía la ley

El «mandamiento» puede ser una prescripción («haréis») o una proscripción («no haréis»). Los mandamientos se dieron al alcance del oído de los israelitas (Éx. 15.26; Dt. 11.13) Éxodo 15:26 dice: “Y dijo: Si escuchas atentamente la voz del Señor tu Dios, y haces lo que es recto ante sus ojos, y escuchas sus mandamientos, y guardas todos sus estatutos, no te enviaré ninguna de las enfermedades que envié sobre los egipcios; porque yo, el Señor, soy tu sanador.” Deuteronomio 11:13-14 dice: 13 Y sucederá que si obedecéis mis mandamientos que os ordeno hoy, de amar al Señor vuestro Dios y de servirle con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, 14El dará a vuestra tierra la lluvia a su tiempo, lluvia temprana y lluvia tardía, para que recojas tu grano, tu mosto y tu aceite.” Cualquier incumplimiento significaría:  Un rompimiento del Pacto Números 15:31 dice: “Porque ha menospreciado la palabra del Señor, y ha quebrantado su mandamiento, esa persona será enteramente cortada; su culpa caerá sobre ella.”  Transgresión 2 Crónicas 24:20 dice: “Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Zacarías, hijo del sacerdote Joiada; y él se puso en pie, en un lugar más alto que el pueblo, y les dijo: Así ha dicho Dios: "¿Por qué quebrantáis los mandamientos del Señor y no prosperáis? Por haber abandonado al Señor, Él también os ha abandonado.”  Apostasía 1 Reyes 18:18 dice: “Y él respondió: Yo no he perturbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, porque habéis abandonado los mandamientos del Señor y habéis seguido a los baales.”

NOTA: (19:10–20) Al pueblo se le instruyó que se preparara para una revelación de Dios, lavando sus vestidos y absteniéndose de relaciones sexuales. Esto fue con el propósito de enseñarles la necesidad de pureza en la presencia de Dios. El Monte de Sinaí fue lugar imponente. Ni hombre ni animal podía tocarlo bajo pena de muerte. El transgresor no podía ser perseguido sobre el monte sino apedreado o asaeteado desde una distancia. Solamente a Moisés y Aarón se les permitió ascender (v. 24), y sólo cuando sonaba la bocina. El monte estaba cubierto por una nube espesa… vinieron truenos y relámpagos y el humo subía;… y todo el monte se estremecía en gran manera.



II.

VERDADES DE LOS MANDAMIENTOS EN EL NUEVO TESTAMENTO 

¿Cuál es su función bíblica en el NT?

En vez de dejar de lado la ley moral, el NT reitera sus mandamientos, desarrolla detalladamente las verdades embrionarias que ella contiene y enfoca su atención en el espíritu de la ley en contraste con la letra solamente. El NT también enfatiza la ley del amor (Romanos 13:1-8). Gálatas 5:14 dice: “Porque toda la ley en una palabra se cumple en el precepto: Amaras a tu prójimo como a ti mismo.” Santiago 2:8 dice: “Si en verdad cumplís la ley real conforme a la Escritura: Amaras a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis.” La ley sensibilizó la conciencia de los seres humanos en cuanto a su estado pecaminoso, Los condenó como injustos (7:9-11) y, habiendo anulado toda esperanza de salvación por medio de su propia justicia, los trajo al lugar donde pudieran lanzarse sobre la gracia de Dios y confiar solamente en la justicia y méritos expiatorios del Salvador, Cristo Jesús. Romanos 7:7 dice: “¿Qué diremos entonces? ¿Es pecado la ley? ¡De ningún modo! Al contrario, yo no hubiera llegado a conocer el pecado si no hubiera sido por medio de la ley; porque yo no hubiera sabido lo que es la codicia, si la ley no hubiera dicho: No codiciaras.” Gálatas 3:24 dice: “De manera que la ley ha venido a ser nuestro ayo para conducirnos a Cristo, a fin de que seamos justificados por la fe.” 

AYO: Esta persona no era un maestro (1 Co. 4:15). Dicho cargo era designado con el nombre gr. didáskalos, distinguido claramente de paidagÇgós en los textos seculares griegos. El paidagÇgós era generalmente un esclavo de confianza en una familia griega, alguien que tenía la tarea de velar por los varoncitos de la familia. Los acompañaba a la escuela, permanecía con ellos en la clase, los corregía cuando se portaban mal o empleaban malas palabras, y era su custodio general. Cuando los niños llegaban a la mayoría de edad quedaban libres de su supervisión.

Los creyentes están obligados a guardar la ley moral (cf. Mateo 5:19 ss.; Efesios 4:28; 5:3; 6:2; Colosenses 3:9, 1 Pedro 4:15) y esto por amor del que los redimió (Romanos 13:810; 1 Juan 5:2, 3).


Mateo 5:19 dice: “Cualquiera, pues, que anule uno solo de estos mandamientos, aun de los más pequeños, y así lo enseñe a otros, será llamado muy pequeño en el reino de los cielos; pero cualquiera que los guarde y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.” 1 Juan 5:2-3 dice: “2 En esto sabemos que amamos a los hijos de Dios: cuando amamos a Dios y guardamos sus mandamientos. 3 Porque este es el amor de Dios: que guardemos sus mandamientos, y sus mandamientos no son gravosos.” Jesús resumió esta doble división como amor a Dios y amor al prójimo (Mateo 22:3739; Marcos 12:29-31). El amor a Dios debe ser primero, pero éste no puede nunca estar divorciado del amor al prójimo; el primero conduce automáticamente al otro. Mateo 22:37-39 dice: “37 Y Él le dijo: Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el grande y el primer mandamiento. 39Y el segundo es semejante a éste: Amaras a tu prójimo como a ti mismo.” Marcos 12:29-31 dice: “29 Jesús respondió: El más importante es: "Escucha, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es; 30 y amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza." 31 El segundo es éste: "Amaras a tu prójimo como a ti mismo." No hay otro mandamiento mayor que éstos.” 

La palabra “ley” en el Nuevo Testamento

En el NT la palabra "ley" se usa en 2 sentidos diferentes pero estrechamente relacionados: 1. La Escritura como revelación de la voluntad divina (Jn. 12:34; 15:24, 25; etc.). En la terminología judía, "ley" se podía referir al Pentateuco (los 5 libros de Moisés) en contraste con los Profetas y los Escritos (o Hagiógrafos), las 3 divisiones del AT de acuerdo con el canon hebreo (Lc. 24:44). De manera ocasional usaban la expresión "Ley de Moisés" cuando se referían al Pentateuco, pero más a menudo usaban "ley" (Mt. 7:12; 11:13; 12:5; 22:40; 23:23; Lc. 10:26; 16:16, 17; Jn. 1:45; 7:19; 15:25; Ro. 5:13, 20; 7; etc.). A veces la palabra "ley" se usa en relación con el Decálogo, aunque en algunos casos "ley" se puede referir específicamente al Pentateuco, del cual el Decálogo es parte integral (Mt. 22:36-40; Ro. 7:7; Stg. 2:10-12). 2. El sistema religioso judío como un todo, o alguna parte específica de él (Jn. 1:17; Hch. 18:13, 15; 22:3; Ro. 6:14, 15; Gá. 3:19-25; etc.). Por supuesto, se basaba en la revelación de la voluntad de Dios contenida en las Escrituras del AT, más particularmente en el Pentateuco. A veces el término "ley" se refiere en especial a la Ley ritual, el rasgo exterior característico del sistema religioso judío (Lc. 2:22-24; Hch. 15:5, 24; etc.). La expresión "obras de la ley" se refiere generalmente a las exigencias de la Ley ritual, aunque tal Ley también se menciona como "la ley del Señor" 712 (Lc. 2:23). En He. 7:12 "ley" se refiere a la parte de la ley de Moisés que trata del sacerdocio.



3. SIGNIFICADO DE LOS 10 MANDAMIENTOS I MANDAMIENTO Éxodo 20:1-3 dice: “1 Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: 2 Yo soy el Señor tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre. 3 No tendrás otros dioses delante de mí.” Deuteronomio 5:6-7 dice: “6 Yo soy el Señor tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre. 7 No tendrás otros dioses delante de mí.” No tendrás dioses ajenos. Ésta es una prohibición contra la adoración de muchos dioses (politeísmo) o contra la adoración de cualquier otro dios salvo JEHOVÁ. La exclusiva alianza con Jehovah descansa en el corazón mismo de la relación de pacto. Es el fundamento sobre el cual el resto descansa. En la práctica el pueblo sería monoteísta, adorando sólo a Dios. Como es claro en otros lugares en el Pentateuco, el adorar a otros dioses era penado con la muerte (Números 25:1-18; Deuteronomio 13:1-18). II MANDAMIENTO Éxodo 20:4-6 dice: “4 No te harás ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5 No los adorarás ni los servirás; porque yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 6 y muestro misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.” Deuteronomio 5:8-10 dice: “8 No te harás ningún ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 9 No los adorarás ni los servirás; porque yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos, y sobre la tercera y la cuarta generación de los que me aborrecen, 10 pero que muestro misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.” No te harás imagen. No sólo estaba prohibida la adoración de ídolos, sino también su fabricación. Esto incluye cuadros, imágenes y estatuas usadas para cualquier culto religioso. Sin embargo, no incluye todo cuadro o estatua, puesto que el tabernáculo contenía querubines tallados. Además, Dios mandó a Moisés hacer una serpiente ardiente (Nm. 21:8). El mandamiento sin duda se refiere a cuadros o imágenes de deidades, usado en sentido religioso.


A diferencia de los pueblos contemporáneos, los israelitas no debían hacer ni adorar a representaciones visuales de su Dios. Tanto en Egipto como en Canaán, formas humanas y de animales cumplieron una función importante en representar los atributos de una deidad. Cualquier intento de parte de los israelitas de representar a Dios usando tales imágenes produciría un cuadro distorsionado de su verdadera naturaleza. El incidente del becerro de oro (cap. 32) revela tanto la necesidad de esta prohibición a la luz del deseo del pueblo de tener una imagen visual de Jehovah, como de las serias consecuencias de hacer caso omiso de este mandamiento. III MANDAMIENTO Éxodo 20:7 dice: “No tomarás el nombre del Señor tu Dios en vano, porque el Señor no tendrá por inocente al que tome su nombre en vano.” Deuteronomio 5:11 dice: “No tomarás en vano el nombre del Señor tu Dios, porque el Señor no tendrá por inocente a quien tome su nombre en vano.” No tomar el nombre del Señor en vano. Se prohíbe tomar el nombre de JEHOVÁ en vano. Esto se refiere a jurar por el nombre de Dios que una declaración falsa es la verdad. También puede incluir profanidad, palabrotas, palabrotas disimuladas, blasfemia, maldición, o juramentos de promesas sin cumplirlas. Mientras el segundo mandamiento prohíbe representación visual de Dios, el tercero enfoca las representaciones verbales. Como señal de su respeto por Dios, el pueblo ejercería un gran cuidado al hablar de él o al invocar su nombre. No deberían decir nada que pudiera detraer de una verdadera apreciación de su naturaleza y carácter. IV MANDAMIENTO Éxodo 20:8-11 dice: “8 Acuérdate del sábado, para consagrarlo al Señor. 9 Durante seis días trabajarás y harás en ellos todas tus tareas; 10 pero el séptimo es día de descanso consagrado al Señor, tu Dios. En ese día no realizarás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni el inmigrante que viva en tus ciudades. 11 Porque el Señor hizo en seis días el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y el séptimo día descansó. Por eso mismo bendijo el Señor el sábado y lo declaró día sagrado.” Deuteronomio 5:12-15 dice: “12 Observa el sábado, para consagrarlo como el Señor tu Dios te ha mandado. 13 Durante seis días trabajarás y harás en ellos todas tus tareas, 14 pero el séptimo es día de descanso consagrado al Señor tu Dios. En ese día no realizarás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguno de tus animales, ni el inmigrante que viva en tus ciudades, para que tu esclavo y tu esclava descansen igual que tú. 15 Recuerda que tú también fuiste esclavo en Egipto,


y que el Señor tu Dios te sacó de allí con gran poder y destreza sin igual*. Por eso tu Dios te ordena observar el sábado.” Acuérdate del día de reposo. Primeramente mencionado en Génesis 2:1–3, y ordenado en conexión con la recolección de maná (Éx. 16), el día de reposo ahora se dio formalmente a la nación de Israel para ser estrictamente observado. Ilustra el descanso que goza el creyente ahora en Cristo, y que gozará la creación redimida en el Milenio. El día de reposo es el séptimo día de la semana desde la puesta del sol el viernes hasta la puesta del sol el sábado. En ninguna parte del Nuevo Testamento se le manda al cristiano guardar el día de reposo. El pueblo debía abstenerse de trabajar en el día séptimo, el sábado (heb., shabbath). Según Éxodo 31:12-18 el sábado fue la señal de la relación de pacto inaugurada en el Sinaí; como tal funcionó como la anterior señal del pacto de la circuncisión (Génesis 17:9-14). Cualquiera que fallara en observar el sábado mostraba un desprecio por la especial relación establecida entre Dios e Israel. Como resultado del nuevo pacto inaugurado por Cristo el sábado fue reemplazado por el día del Señor (domingo). La estricta observancia del sábado, como la circuncisión, ya no es obligatoria para los cristianos. NOTAS IMPORTANTES: Sábado (heb., shabbath; gr., sabbaton, sábado, desistir, cesar, descansar). Es el día de la semana de descanso y de adoración de los judíos. El sábado fue instituido en la creación. No hay mención diferente del sábado en Génesis, más un período de siete días se menciona varias veces en relación con el diluvio (Génesis 7:4, 10; 8:10, 12) y una vez en relación con los años de Jacob en Padan-aram (Génesis 29:27, 28), demostrando que la división del tiempo en números de siete tiene que haber sido conocida entonces. NOTAS: Circunstancia del AT que señala el cambio del día sábado 1- La universalidad de la dispensación evangélica, sugería un cambio en el día, de modo que puede ser observado universalmente también. El día estaba especificado al pueblo “ISRAEL” que adoraba de manera radical a Dios. Los israelitas contabilizaban los días de “caída del sol del viernes a caída del sol del sábado”. Salmos 22:27-31 dice “Todos los términos de la tierra se acordarán y se volverán al Señor, y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti. 31 Vendrán y anunciarán su justicia; a un pueblo por nacer, anunciarán que Él ha hecho esto.” 2- El cambio del día del señor, presupone un cambio en el día mismo que se ha de guardar. El cambio de significado.


El día señalado como el sábado, ha sido la razón de la culminación en el libro de Génesis de una gran obra, es por esto que en la declaración de los 10 mandamientos se exige la conmemoración de la obra culminada el en Génesis. El pueblo conmemoraba tanto el día por la obra de Dios como también la redención que ellos habían tenido. Cambios en el nuevo testamente 1- Nada se nos dice en el NT acerca de adorar el día sábado después de los evangelios. Pablo visitaba a las sinagogas los días sábado, esto es para poder predicarles a los judíos ya que ellos se reunían los sábados y Pablo obedeciendo el mandato expreso por Dios de “llevar el evangelio primero a los judíos”. 2- El énfasis que encontramos en el NT sobre el primer día de la semana, tanto en el ejemplo de Cristo como en el de los apósteles no deja fuera de importancia el cambio de culto. 

Cristo se levantó el primer día de la semana, y los 4 evangelios redactan este evento con mucha precisión.

Mateo 28:1 dice “Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María vinieron a ver el sepulcro.” Marcos 16:1, 2 dice “1 Pasado el día de reposo, María Magdalena, María, la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle. 2 Y muy de mañana, el primer día de la semana, llegaron al sepulcro cuando el sol ya había salido.” Lucas 24:1 dice “Pero el primer día de la semana, al rayar el alba, las mujeres vinieron al sepulcro trayendo las especias aromáticas que habían preparado.” Juan 20:1 dice “Y el primer día de la semana María Magdalena fue temprano al sepulcro, cuando todavía estaba oscuro, y vio que ya la piedra había sido quitada del sepulcro.” 

Los evangelistas no quisieron dejar esta información implícitamente, ellos quieren resaltar el hecho de que ha sido el primer día de la semana.

Las primeras apariciones de Cristo, siendo Cristo resucitado ocurrieron el primer día de la semana.

Juan 20:19 dice “Entonces, al atardecer de aquel día, el primero de la semana, y estando cerradas las puertas del lugar donde los discípulos se encontraban por miedo a los judíos, Jesús vino y se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros.”


Juan 20:26 dice “Ocho días después, sus discípulos estaban otra vez dentro, y Tomás con ellos. Y estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos, y dijo: Paz a vosotros.” 

La persona del espíritu santo descendió sobre los discípulos el primer día de la semana, dejando así manifestada la iglesia de Cristo.

Hechos 2:1 dice “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar.” 

La iglesia del señor se reunía todos los días, pero ya cuando el tiempo va pasando ocurre un cambio

Hechos 20:7 dice “Y el primer día de la semana, cuando estábamos reunidos para partir el pan, Pablo les hablaba, pensando partir al día siguiente, y prolongó su discurso hasta la medianoche.” 1 Corintios 16:1, 2 dice “1 Ahora bien, en cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también como instruí a las iglesias de Galacia. 2 Que el primer día de la semana, cada uno de vosotros aparte y guarde según haya prosperado, para que cuando yo vaya no se recojan entonces ofrendas.” 

la iglesia comenzando a reunirse el primer día de la semana “domingo”, pasó a ser nombrada como el “día del señor”. Domingo viene del latín DOMINE que significa “del Señor”

1 Corintios 11:20 dice “Por tanto, cuando os reunís, esto ya no es comer la cena del Señor,” La Cena del Señor, es una obra que está vinculada con la persona de Cristo y con la obra que el realizó al morir en la cruz. Apocalipsis 1:10 dice “Estaba yo en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz, como sonido de trompeta,” El término día del Señor aparece sólo en Apocalipsis 1:10, y es una adaptación natural de una costumbre romana de llamar al primer día del mes “día del Emperador”. Hacia el año 150 d. de J.C. la designación había sido aceptada a través del mundo cristiano. Al declinar la influencia de las iglesias hebreo-cristianas más fuertes, la tendencia a observar el sábado hebreo fue lentamente abandonada. Entonces ¿Por qué realizamos culto el día domingo?  

Porque fue en este día que Cristo resucitó. Porque fue en este día que se presentó a sus discípulos en más de una ocasión.


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Porque fue en este día que descendió el Espíritu Santo para establecer formalmente su iglesia. Porque fue en este día que se llevó a cabo la primera predicación evangélica, la primera cosecha de salvación, el primer bautismo cristiano. Porque fue en este día se pueden encontrar evidencias de que la iglesia se congregaba simplemente este día para celebrar la obra de Cristo y compartir el pan.

PUNTO HISTORICOS El apóstol Juan se refiere al «Día del Señor» como κυριακός ἡμέρα («Kyriaki himera») (Apocalipsis 1:10).2 «Kyriaki», que significa «Señor», más adelante se convirtió en la palabra griega para el domingo. La traducción al latín del término griego «Kyriaki himera» es «dominĭcus dies». Las lenguas procedentes del imperio romano occidental como el español y el italiano tomaron la palabra «dominĭcus» como nombre del primer día de la semana; de allí la palabra «Domingo», «Día del Señor». Sin embargo, a la luz de Marcos 2:28 y de Lucas 6:05, está escrito que el mismo Jesús (como «Hijo de Hombre») afirma que es el «Señor del sábado», el cual es el séptimo día bíblico. Algunos primeros cristianos observaban el sábado como día de reposo, mientras que otros se reunían para el culto el domingo. Sin embargo, en el año 363, las reuniones en el sábado como séptimo día fueron prohibidas por el Canon 29 del Concilio de Laodicea. CONCLUSION: Cuando nos reunimos el primero día de la semana, estamos celebrando la obra de Cristo hecha por nosotros, la resurrección de Cristo, tuvo una gran implicación donde Cristo dejó la tumba vacía donde ya él no está muerto. Hechos 2:32-33; 36 dice “32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. 33 Así que, exaltado a la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. 36 Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. ” 1 Corintios 15:20-22 dice “20 Mas ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicias de los que durmieron. 21 Porque ya que la muerte entró por un hombre, también por un hombre vino la resurrección de los muertos. 22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.” V MANDAMIENTO Éxodo 20:12 dice: “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean prolongados en la tierra que el Señor tu Dios te da.”


Deuteronomio 5:16 dice: “Honra a tu padre y a tu madre, como el Señor tu Dios te ha mandado, para que tus días sean prolongados y te vaya bien en la tierra que el Señor tu Dios te da.” Efesios 6:2-3 dice: “2 Honra a tu padre y a tu madre (que es el primer mandamiento con promesa), 3para que te vaya bien, y para que tengas larga vida sobre la tierra.” Honra a padre y a madre. Honrar aquí quiere decir obedecer. El versículo enseña que una vida de obediencia a los padres es la clase de vida que, en general, asegura larga vida. Una vida de desobediencia y pecado frecuentemente lleva a una muerta prematura. Éste es el primer mandamiento con promesa (Ef. 6:2). Nos enseña a respetar la autoridad. El concepto de honrar es generalmente asociado con Dios o sus representantes, los profetas y los reyes. Probablemente, los padres fueron considerados como representantes de Dios ante sus hijos; siendo la unidad familiar una miniatura de la nación. La seriedad de este mandamiento está reflejada en el hecho de que la pena de muerte era la sanción para aquellos hijos que conscientemente menospreciaban a sus padres (Éxodo 21:15,17). Si los padres, como figura autoritativa en el hogar, son respetados por los hijos, entonces el respeto por las figuras autoritativas en la sociedad sería su consecuencia. Éxodo 21:15, 17 dice: “15 El que hiera a su padre o a su madre, ciertamente morirá. 17 El que maldiga a su padre o a su madre, ciertamente morirá.” VI MANDAMIENTO Éxodo 20:13 dice: No matarás.” Deuteronomio 5:17 dice: “No matarás.” 1 Pedro 4:15 dice: “Que de ninguna manera sufra alguno de vosotros como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entrometido.” Mateo 5:21-22 dice: “21 Habéis oído que se dijo a los antepasados: "No mataras" y: "Cualquiera que cometa homicidio será culpable ante la corte." 22 Pero yo os digo que todo aquel que esté enojado con su hermano será culpable ante la corte; y cualquiera que diga: "Raca" a su hermano, será culpable delante de la corte suprema; y cualquiera que diga: "Idiota", será reo del infierno de fuego.” No asesinar. Este mandamiento, al prohibir matar o cometer homicidio, demuestra la alta prioridad en que Dios pone la vida humana. Ningún ser humano tiene el derecho de arrebatar la vida de otro porque cada persona es hecha a la imagen de Dios (cf. Génesis 1:27; 9:6). En el Pentateuco, el castigo por quitar la vida a otro es la muerte misma. Sin embargo, el mandamiento no incluye la ejecución judicial por las ofensas capitales o por las muertes legítimas como resultado de la guerra; y también debe ser destacado que las leyes


del AT trazan una cuidadosa distinción entre muertes premeditadas y las accidentales (véase Éxodo 21:1—22:20, en la sección “La santidad de la vida”). VII MANDAMIENTO Éxodo 20:14 dice: “No cometerás adulterio.” Deuteronomio 5:18 dice: “No cometerás adulterio.” Mateo 5:27-28 dice: “27 Habéis oído que se dijo: "No cometerás adulterio." 28 Pero yo os digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón.” No cometer adulterio. En el orden de prioridades de Dios, la santidad de la vida humana es seguida por la importancia de la relación matrimonial. Aquí adulterio significa relación sexual entre una mujer casada y un hombre que no es su marido. Aquellos que han sido encontrados en adulterio podrían ser ejecutados (Levítico 20:10; Deuteronomio 22:22). Las relaciones entre un hombre casado y una mujer no casada no eran calificadas como adulterio. Por lo tanto la poligamia no es automáticamente excluida por este mandamiento, si bien ésta era rara en los tiempos del AT. Igualmente, el divorcio era permitido, pero no estimulado. La enseñanza del NT sobre el matrimonio es, en ciertos aspectos, más exigente, reflejando una mayor cercanía al ideal de Dios para el matrimonio según está expresado en Génesis 2:24; la poligamia, un marido adúltero y el posible nuevo matrimonio todos están prohibidos (cf. Mateo 19:3-12; Marcos 10:2- 12: Lucas16:18). Como un todo, la Biblia revela que Dios desea el establecimiento de relaciones matrimoniales armoniosas y que ninguno de los cónyuges debe socavarlo. VIII MANDAMIENTO Éxodo 20:15 dice: “No hurtarás.” Deuteronomio 5:19 dice: “No hurtarás.” Efesios 4:28 dice: “El que roba, no robe más, sino más bien que trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, a fin de que tenga qué compartir con el que tiene necesidad.” No robar. El siguiente principio para gobernar la relación de los israelitas con Dios es el respeto por la propiedad de otros. Cualquier individuo encontrado culpable de despojar a otro sería castigado en concordancia con el valor de lo que había robado, y la parte afectada debía ser compensada en forma adecuada. Mientras otras culturas del antiguo Cercano Oriente a veces aplicaban la pena de muerte sobre un ladrón, en forma consecuente el AT rechaza tal posición, indicando


claramente que Dios valora la vida humana y la relación matrimonial por encima de la propiedad. Esto se refiere a cualquier acto por el cual una persona priva a otra de lo suyo. Enseña que hay que respetar la propiedad de los demás. IX MANDAMIENTO Éxodo 20:16 dice: “No darás falso testimonio contra tu prójimo.” Deuteronomio 5:20 dice: “No cometerás adulterio.” Colosenses 3:9 dice: “No mintáis los unos a los otros, puesto que habéis desechado al viejo hombre con sus malos hábitos,” No mentir. Este mandamiento prohíbe el dañar al carácter de otra persona haciendo declaraciones que no son ciertas, y de esta manera posiblemente causándole castigo o hasta ejecución. Enseña respeto hacia la reputación de una persona. Cualquier individuo encontrado culpable de despojar a otro sería castigado en concordancia con el valor de lo que había robado, y la parte afectada debía ser compensada en forma adecuada. Mientras otras culturas del antiguo Cercano Oriente a veces aplicaban la pena de muerte sobre un ladrón, en forma consecuente el AT rechaza tal posición, indicando claramente que Dios valora la vida humana y la relación matrimonial por encima de la propiedad. NOTA:

¿ES LÍCITO MENTIR? Hebreos 11:31/Josué 2:1-15 “Por la fe la ramera Rahab no pereció con los desobedientes, por haber recibido a los espías en paz.” Para entender debemos reconocer que esta mujer de quien se habla no llego a ser del común en la historia bíblica. De acuerdo con la genealogía de Mateo, ella no es solamente una de las cuatro mujeres mencionadas en el árbol familiar del Salvador, sino también la madre de Boz, el esposo de Rut, y la tatarabuela del rey David (Rut 4:18-21; Mateo 1:5). Entonces según el texto en mención, ¿es lícito mentir?, lícito por simple capricho o conveniencia egoísta, no lo es nunca; pues el apóstol Pablo nos dice: «No mintáis los unos a los otros, puesto que habéis desechado al viejo hombre con sus malos hábitos,» (Colosenses 3: 9). Sin embargo, puede haber ocasiones en que mentir no solamente sea


lícito sino necesario, como en este caso de Rahab y en otros ejemplos que hallamos en la Sagrada Escritura y en la Historia, teniendo en cuenta la ley de amor al prójimo y la virtuosa conveniencia del mal menor. Mentir es malo en sí; pero dejar que alguien sufra quebranto o incluso una muerte injusta por decir la verdad, sería un mal mucho peor. Tomás de Aquino dijo: «Abstraerse no es mentir». Esto significa decir una verdad general en la cual está encerrada tanto la verdad como la mentira, o sea que la idea general hace olvidar el detalle que no se quiere revelar, sin necesidad de negarla. Algunas veces cristianos de conciencia delicada se han limitado a decir una parte de la verdad, sin extenderse en dar detalles innecesarios. El comentario Siglo 21 nos ofrece un buen detalle sobre este asunto: “El reconocimiento, espionaje y el engaño son necesarios en la guerra, aun en la guerra santa (ver 1; cf. Jueces 7:9- 16). Rajab escondió a los espías y engañó a los exploradores del rey de Jericó con mentiras (2-7). Clandestinamente dejó que los espías escaparan y los instruyó sobre la forma de evitar ser descubiertos, escondiéndose en las cuevas de las montañas al occidente de la ciudad, lo opuesto a lo que podría esperarse como una posibilidad (16, 17). Los engaños de Josué y Rajab producen dudas. ¿Cómo pueden esos engaños ser una parte legítima de la guerra santa? (Cf. Mateo 5:33-37; Efesios 4:14, 15.).” Las analogías indirectas de situaciones donde el engaño y la desinformación son correctos y necesarios, pueden ayudar. Los cazadores usan trampas y escondrijos; los pescadores, cebos y anzuelos. En los deportes, los jugadores con frecuencia tratarán de engañar a sus oponentes moviendo una pelota o adoptando posturas engañosas.

Dios fue bondadoso con las parteras que engañaron al Faraón: Éxodo 1:19-21 “Respondieron las parteras a Faraón: Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias, pues son robustas y dan a luz antes que la partera llegue a ellas.20Y Dios favoreció a las parteras; y el pueblo se multiplicó y llegó a ser muy poderoso.21Y sucedió que por haber las parteras temido a Dios, El prosperó sus familias.” Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres durante tres meses Hebreos 11:23 “Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres durante tres meses, porque vieron que era un niño hermoso y no temieron el edicto del rey.”

En todas estas situaciones no acusamos a los participantes de actuar de acuerdo con principios carentes de ética de que un fin recto justifica medios injustos. Más bien, reconocemos que en dichas situaciones el engaño es legítimo, no erróneo. Así también el AT reconoce que en la inteligencia de guerra, la contrainteligencia y las trampas son todas partes de “el juego”. Josué preparó una emboscada Josué 8:9 “Josué los


envió, y fueron al lugar de la emboscada y se quedaron entre Betel y Hai, al occidente de Hai; pero Josué pasó la noche entre el pueblo.”, y David usó a Husai como una estructura en conjunción con una red de espías (2 Samuel 15:32-37; 16:15-22). En el NT, Pablo escapó de los judíos bajo el amparo de la noche Hechos 9:23- 26 “Tiempo después, se pusieron de acuerdo para matarlo; 24pero Saulo se dio cuenta de ese plan. Supo que la entrada de la ciudad era vigilada de día y de noche, y que habían puesto hombres para matarlo. 25Así que, una noche, los seguidores de Jesús lo escondieron dentro de un canasto y lo bajaron por la muralla de la ciudad., y el ángel tomó ventaja de los soldados dormidos para liberar a Pedro de las garras de Herodes (Hechos 12:6-10). Sin embargo, en la mayoría de las situaciones, las mentiras son incorrectas (Proverbios 30:7, 8) y se requiere la verdad (Efesios 4:15). El creyente debe escuchar al Espíritu de Dios por medio de la Escritura y la conciencia para no racionalizar la situación. X MANDAMIENTO Éxodo 20:17 dice: “No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo.” Deuteronomio 5:19 dice: “No codiciarás la mujer de tu prójimo, y no desearás la casa de tu prójimo, ni su campo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo.” Romanos 7:7 dice: “¿Qué diremos entonces? ¿Es pecado la ley? ¡De ningún modo! Al contrario, yo no hubiera llegado a conocer el pecado si no hubiera sido por medio de la ley; porque yo no hubiera sabido lo que es la codicia, si la ley no hubiera dicho: No codiciaras.” No codiciar. El décimo mandamiento va más allá de los hechos y llega hasta los pensamientos. Enseña que es pecado codiciar cualquier cosa que Dios nunca quiso que tuviéramos. Pablo declaró que este mandamiento produjo una profunda convicción de pecado en su vida (Ro. 7:7). A diferencia de todos los otros mandamientos, éste se dirige a los sentimientos y pensamientos tales como la envidia o la avaricia. Si los israelitas iban de disfrutar de una armoniosa relación de pacto con Dios, todo aspecto de sus vidas debía conformarse a su voluntad.



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