Mateo 24:13 “Pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo.”
¿Deberíamos utilizar instrumentos musicales en la iglesia? Sin lugar a dudas, en el Antiguo Testamento se utilizaban instrumentos musicales en la adoración: 1 Crónicas 15:16 “David les ordenó a los jefes de los levitas que nombraran cantores de entre sus parientes para que entonaran alegres cantos al son de arpas, liras y címbalos.” Isaías 38:20 “El Señor me salvará, y en el templo del todos los días de nuestra vida cantaremos con instrumentos de cuerda.” Amós 6:5 “que, a la manera de David, improvisan canciones al son de la cítara e inventan instrumentos musicales;” El hecho de que el Nuevo Testamento no condena en ninguna parte los instrumentos musicales indica que la práctica se continuó en la iglesia del Nuevo Testamento. La iglesia primitiva estaba constituida casi enteramente por judíos. Es muy probable que hayan continuado utilizando instrumentos musicales en la iglesia, así como lo hicieron en sus cultos anteriores. Entonces, aún sin una referencia explícita en el Nuevo Testamento, es claro que la iglesia puede utilizar instrumentos musicales en la adoración. Sin embargo, existe una posible referencia en el Nuevo Testamento a los instrumentos musicales. Efesios 5:19 “Anímense unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales. Canten y alaben al Señor con el corazón,” Santiago 5:13 “¿Está afligido alguno entre ustedes? Que ore. ¿Está alguno de buen ánimo? Que cante alabanzas.”
ALABANZA (AS) psallo (ψάλλω) primariamente, puntear o rasgar (la cuerda de un arco), y por ende, tocar (un instrumento de cuerdas con los dedos). La palabra "alabando" es una traducción de la palabra griega “psallontes,” cuya raíz significaba "frotar o tocar" o "torcer o vibrar." Era comúnmente utilizada en griego para referirse a tocar un instrumento musical de cuerdas. Cualquiera sea el caso, la Biblia ni prohíbe ni ordena el uso de instrumentos musicales en la iglesia. Por lo tanto, la iglesia tiene la libertad de utilizarlos o no, según se sienta guiada por Dios.
¿Cómo yo sé que es la voluntad de Dios que sea músico? En mi libro titulado “A DIOS QUE SE MUEVA QUE ESTOY DESESPERADO” en su capítulo primero “Deléitate en el Señor” nos encontramos con un panorama de la vida de David, el joven más privilegiado de su tiempo. Cito: “David, quien nos escribe en este salmo no habla por querer brindarnos un mensaje de motivación sin experimentos ya hechos por el mismo, este mismo hombre de Dios tuvo que vivir primeramente toda una etapa de minorista en la casa de su padre (1 Samuel 16:11), luego cuando entraba en popularidad por las cosas que el Señor hacía en él tuvo que correr el riesgo de vivir como fugitivo, mezclarse entre gentes enemigas, fingirse de loco (1 Sam. 21:12-15), engañado y perseguido por su rey, escapar por su vida, convertirse en guerrillero, pasar por el desierto donde muchos de sus mejores salmos (que se les atribuyen 73 los escritos por David) están escritos con un carácter de alabanza, clamor y reconocimiento a Dios.”
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La historia de la música hebrea, tanto como la historia de la civilización más alta de Israel en general y la organización del servicio de música en el templo, comenzó con el reinado del rey David. Al rey David se le ha atribuido no sólo la creación y el canto de los salmos, sino también la invención de instrumentos musicales. 1 Crónicas 23:5 (Cf. 2 Crónicas 7:6) “cuatro mil eran porteros, y los otros cuatro mil estaban encargados de alabar al Señor con los instrumentos musicales que David había ordenado hacer para ese propósito.”
Descubre la voluntad de Dios ¡Descuido planificado!
Según la Biblia hay tres maneras fundamentales de conocer la voluntad de Dios: 1. Salmos 119:5 “Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero.” La Palabra nos guía negativamente, prohibiendo ciertas formas de comportamiento. Y nos guía positivamente, enseñándonos el camino correcto. Si bien no todo lo que concierne a nuestra vida lo podemos encontrar específicamente en la Biblia, en ella hay principios que nos ayudan a saber lo que Dios piensa en cada circunstancia. Además, es bueno tener en claro que Dios nunca se contradice a sí mismo, por lo que su voluntad actual es exactamente la misma que fue siempre.
2. 2 Crónicas 7:14 “si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra.” En la oración podemos tener un panorama de la situación vista desde arriba. Nos acercamos al corazón de Dios. Se cuenta que cuando un estudiante de doctorado en Princeton preguntó: « ¿Qué queda en el mundo para que podamos basar en ello una tesis original?», Albert Einstein respondió: «Investiga acerca de la oración. Hay algo increíble allí que todavía no sabemos.» Y es que en la oración genuina y profunda se nos revela el corazón de Dios. 3. Proverbios 11:14 “Sin dirección, la nación fracasa; el éxito depende de los muchos consejeros.” Consulta a tus pastores. Escúchalos. Acércate a tus líderes de jóvenes. Escucha a tus padres y discute los temas importantes con tus amigos. No te quedes con una sola opinión, sino sé dócil en buscar consejo de muchos. La Palabra de Dios nos enseña cómo podemos entender la voluntad de Dios para nuestras vidas, es cuestión de nuestra búsqueda. La Palabra nos enseña claramente: Santiago 1:22-25 “22 No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica. 23 El que escucha la palabra pero no la pone en práctica es como el que se mira el rostro en un espejo 24 y, después de mirarse, se va y se olvida en seguida de cómo es. 25 Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla.” Estamos en una de dos categorías; o somos oidores activos u oidores pasivos.
Un oidor activo, es aquel que escucha atentamente, presta atención a todas las enseñanzas que enriquezcan el conocimiento y el entendimiento de la voluntad de Dios. Adsorbe, extrae y más que todo eso su propósito es poner en práctica lo que recibe. Un oidor pasivo, es el que se sienta, escucha y luego se va; escuchan a la ligera y no tienen la intención de aplicar a su corazón, ni escuchar para que sus vidas sean transformadas por el poder de la Palabra. Una cosa es escuchar datos y otra es escuchar con propósito de aplicar a la vida.
Sigue Tocando, hasta que te hundas ¿Cómo yo sé cuál es mi llamado? El punto es que debemos comenzar por lo general, por la Biblia, la oración, y las experiencias y el consejo de otros. También te servirá el estar atento a estas dos cosas: 1. ¿Qué necesidades te conmueven? 2. ¿Qué cosas te apasiona hacer? Los llamados de Dios siempre han tenido que ver con necesidades de la humanidad y de la creación que conmueven el corazón de Dios y también conmueven el de ciertas personas. Por eso un excelente ejercicio para comenzar a distinguir tu llamado es descubrir necesidades. Busca a tu alrededor. ¿Qué necesita la gente con la que te rodeas? ¿Qué necesita la gente de tu país? ¿Qué necesitan otros jóvenes de tu edad? ¿Qué necesita el ser humano en general? Al ir identificando las distintas necesidades te darás cuenta de que unas te conmueven más que otras, y esto tiene que ver con lo que Dios te diseñó para hacer. Luego piensa en lo que te gusta hacer, ya que es un detalle no menos importante. Nunca debemos creer que Dios es un aguafiestas cósmico o que el solo quiere bromear con nuestra paciencia al mostrarnos un camino y luego de un tiempo hacernos dar cuenta de que realmente Él no quiso eso para nosotros. Aprende lo siguiente:
La gente sabe que Dios tiene un plan para cada creyente. Pensamos que se ha perdido la voluntad de Dios. Muchos piensan que se debe encontrar la voluntad de Dios en el trauma. Otros le tienen miedo a la voluntad de Dios. La idea de conformistas.
Mantente en el toque, pero cerca de Dios La orquesta Wallace Hartley Band, que tocó en el Titanic mientras se hundía, es recordada y valorada por gran parte de la humanidad. La historia dice también que el motivo por el que los músicos permanecieron en cubierta, fue un intento de mantener la calma y aun estando conscientes de que podrían ser los últimos momentos de sus vidas no dejaron de hacer lo que amaban. Se maneja la teoría de que las ultimas notas que tocaron fue el himno "Más cerca, mi Dios, de ti" (Nearer, My God, To Thee).
Si bien no sabemos hasta qué momento estaremos en este mundo, mantengamos estas dos reglas de vida:
Que en todo tiempo glorifiquemos a Dios con todo lo que puso en nuestras manos para hacerlo. Y pongamos al servicio de los demás todo lo que se nos dio y así ser de bendición para otros.
Así como la Orquesta que alabo a Dios y dio paz a los que los rodeaban antes de pensar en sí mismos, usemos lo que nos apasiona para ayudar a otros y sobre todo para dar honra al Creador.