Yolitia 7 "Las mujeres indígenas

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YOLITIA Revista en lengua náhuatl Núm.7, Abril 2018

Siuamej j “Las mujeres”

Noikxiuan, ¿Kenke nikinneki tlan nikpiya noeltlapal tlen ika nipatlanis? Pies, ¿Para qué los quiero si tengo alas para volar?

Frida Kahlo

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Juez mexicano impide que se vendan muñecas de Frida Kahlo ¿Tu que piensas? “¿Ta tlen tikijtoa?”


Tlayekananij 1.Lengua Náhuatl: Mtro. Victoriano de la Cruz Cruz, profesor de lengua y Cultura Nahua en el ITESO. 2. Lengua Náhuatl: Mtra. Delfina de la Cruz de la Cruz, profesora de la Universidad Autónoma de Zacatecas y KANA. 3. Lengua Náhuatl: Mtra. Ofelia Cruz Morales, profesora del Ins tuto de Revitalización de la Lengua Náhuatl (KANA). 4. Lengua Náhuatl: Mtra. Catalina Cruz de la Cruz, profesora del Ins tuto de Revitalización de la Lengua Náhuatl (KANA).

Director General Mtro. Victoriano de la Cruz Cruz

Diseño y es lo Mtro. Victoriano de la Cruz Cruz

Imagen de Portada Mtro. Victoriano de la Cruz Cruz

Todos los derechos reservados @ De la Cruz Cruz, Victoriano. @ Editorial Tepoxteco @ Revista Electrónica Yoli a

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www.vitepoxteco.org Tlazcamatiliztli Revista Electrónica Yolitia “Agradecimientos”

Activismo digital Tlaskamatilistli

Mtro. Victoriano de la Cruz Director de la Revista Electrónica Yolitia

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yolitia Elecciones 2018. Ella quiso ser presidente. Ya kinekiyaya elis Tlayekanketl

María de Jesús Patricio Martínez Mujer nahua de Tochpan, Xalixko

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“Siuamej” Kaltlamachtiloyaj tlen Nauatlachamanaltianij “Mujeres” LEY GENERAL DE ACCESO DE LAS MUJERES A UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA ART CULO 7.Vio encia fami iar: Es e acto abusivo de poder u omisión intenciona , dirigido a dominar, someter, contro ar, o agredir de manera física, verba , psico ógica, patrimonia , económica y sexua a as mujeres, dentro o fuera de domici io fami iar, cuyo Agresor tenga o haya tenido re ación de parentesco por consanguinidad o afinidad, de matrimonio, concubinato o mantengan o hayan mantenido una re ación de hecho.

“Nauatl teyolchikaua ipampa chamani mojmostlaj”


T ujeres embranso istoria Estela Mayo Mendoza - - - -

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Na ñaá ñu savi ntuúna chi´baá: cuyoó caántavi naa´nayo shi naa´sanoyoo

2 Isaura Matilde García Hernández

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Ëtsj mëëdj'namäyëj, ëtsj náanëj Esther Juárez Martínez - - - - - -

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Ana Lilia García Cortéz-

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NÚMU 4 GU'JU Olivia Rosas Cruz

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Poesia en Tuún Savi

5 Ofelia Pineda Ortíz -

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Mujeres sembrando historia Estela Mayo Mendoza

E

n nuestras comunidades suceden varios acontecimientos que van marcando e rumbo de nuestras vidas, así también ciertos comportamientos, y específicamente en e hogar es o más re evante, por e proceso de enseñanza-aprendizaje que evan a cabo as mujeres indígenas con os niños y as niñas. Cuando estamos chicos creemos que o que ocurre en nuestro a rededor son hechos no trascendenta es, por ejemp o, e pape de as mujeres en as fiestas tradiciona es: trabajar en equipo desde muy temprano para preparar a comida, a bebida, acompañar a os principa es ( a gente que se dedica a hacer os rezos) y hacer que sucedan as cosas; en e seno fami iar, as madres y as abue as, nos enseñan a trabajar, vivir en armonía, con honestidad y respeto hacia as personas de a comunidad y a natura eza. Te das cuenta de todo aque o cuando sa es de ese entorno, cuando ya no estás cerca de esas mujeres que día a día te enseñaban cómo ser una verdadera persona contigo misma y con os demás, uego comprendes que e as son as auténticas educadoras, guías y consejeras,

porque son mujeres indígenas y sus conocimientos son ancestra es. En e estado de Chiapas, de os 1.7 mi ones de habitantes indígenas, e 51.2 por ciento son mujeres y e 48.8 por ciento son hombres, según datos de Diario de Chiapas de acuerdo a a Encuesta ntercensa 2015. A pesar de ser mayoría, a nive oca y naciona , as mujeres indígenas tienen menor participación en as actividades económicas si se compara con e porcentaje a nive naciona , esto se debe a que e trabajo no es remunerado, como se puede ver en as siguientes tab as:

En e caso de os hombres, es mucho más a participación y existe poca variación con e porcentaje naciona .

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Ejido Victorico Graja es, Palenque Chiapas

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En esta tab a se muestra e porcentaje de mujeres indígenas que se dedican a as diversas actividades de hogar, e más a to 78.4% se dedican a preparar o servir a imentos para su fami ia. Las mujeres indígenas de estado de Chiapas también son parte de esta estadística que día a día uchan por reivindicar su pape dentro de a comunidad. Pero, ¿qué sabemos de esas mujeres que trabajan desde sus hogares y e cho e ( a mi pa)?. Seguramente muy poco, porque casi no as vemos en as ca es de as ciudades, en as p azas, en as tribunas gritar por derechos y por as injusticias, porque no as vemos en os días festivos como e Día nternaciona de a Mujer con sus pancartas y consignas, o porque simp emente creemos que están en sus casas, en sus tareas domésticas, en sus comunidades encerradas. Pero a vida de esas mujeres es mucho más intensa e interesante: para e as e día empieza desde as 4 de a mañana y termina hasta as nueve de a noche, aproximadamente. Empiezan haciendo e fuego, e café, preparar a masa para as torti as, cocinar para e marido que se va a trabajar, preparar e pozo , se va e esposo a trabajar, uego empieza a atender a sus hijos para que se vayan a a escue a. Mientras e a se queda so a en casa, a veces con e hijo más pequeño, sus siguientes actividades de día son: impiar a casa, desgranar e maíz, dar e de comer a sus anima es de corra , ir a trabajar en su pequeña mi pa (todas as fami ias tienen en e patio de su casa un espacio para sembrar jitomate, ci antro,

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cebo ín, chi e, frijo y chayote), prepara a comida dependiendo de su cosecha, sa en de a escue a os niños, os atiende, ega e marido, e da de comer, e a come, sigue con sus pendientes de a mañana, puede que descanse un rato y así sucesivamente. Casi nunca está sentada.

De todas as actividades que rea iza durante e día, os niños y as niñas también participan, e as se encargan de invo ucrar os, de enseñar es (de forma indirecta, porque no te dan un instructivo) cómo es a vida en a comunidad, a forma de trabajar y cuidar su entorno.

De acuerdo a mi vivencia, dos mujeres han marcado y siguen marcando mi vida: mi abue a paterna y mi madre. La primera, ya no se encuentra en esta vida, pero uchó desde su espacio, desde su cosmovisión como mujer y madre rura a reve arse contra e machismo y e ma trato que vivía de su esposo (mi abue o). Tomó una decisión no permitida a as mujeres indígenas casadas: dejó a su marido y se evó a sus hijos en busca de nuevas tierras para vivir. Cuando e a se insta ó en a nueva comunidad con sus hijos, os seña amientos, as críticas nunca fa taron, pero tenía a fuerte convicción de querer o mejor para sus hijos, y por supuesto, para e a también. So a, es enseñó a


sus hijos a trabajar a tierra, a ser personas dependiendo de sus tareas, empieza con as TLAHCU LOHQU / V de buenas costumbres, pero, sobre todo, a actividades de hogar, e sigue en su pequeña vivir en comunidad, en armonía con todo o mi pa o en a mi pa donde trabaja mi papá. que está a su a rededor. Todos os días está de pie uchando para que su fami ia tenga as mejores condiciones, Toda su sabiduría, a transmitió a siempre poniendo de ejemp o su trabajo, en sus nietas y nietos hasta donde su a to e respeto hacia a gente y todo aque o energía e permitió. que produce a madre tierra. Y esto, es o más va ioso que puedes heredar, e conocimiento de tus antepasados mujeres, por tener un pape re evante en nuestra cosmovisión indígena, porque representan a a madre tierra y e sustento de a existencia.

Simone de Beauvoir dice que “ a actitud de a madre es definida por e conjunto de su situación y por e modo en que a asume”, y así e as asumieron contradecir ciertas reg as para mejorar su situación.

Su ucha, estuvo y está en e trabajo de hogar y e campo. Criar, educar y enseñar a trabajar a 12 no es una tarea fáci , sobre todo en situaciones difíci es, donde se a tenía que ingeniar para que todos tuviéramos o necesario para nuestra subsistencia.

sabe a López y Micae a Mendoza (o E ena, como e dice a gente), son mis heroínas y así como e as, existen muchas más en as diferentes comunidades indígenas de Chiapas y en todo e país. A pesar de que sus vidas transcurren entre e hogar y e campo, sus enseñanzas y hazañas van más a á de conseguir un pape que as reconozca como íderes o uchadoras socia es, más bien consiste en formar seres humanos trabajadores, responsab es y, sobre todo, respetuosos con a natura eza y todas sus manifestaciones. E as son mujeres ch´o de ejido Victorico Graja es, municipio de Pa enque, Chiapas, senci as, cotidianas y fuertes.

Ahí está mi admiración hacia su persona, en su ingenio y agi idad en todo e trabajo que rea iza. Desde as 3 o cuatro de a mañana,

Se reconocen muchas mujeres que han uchado o uchan por a igua dad de género en as ciudades, pero

La segunda mujer, se casó a os 15 años con e hombre que quería (mi padre), a pesar de que mi abue a aspiraba a que se casara con a guien económicamente estab e y no con un huérfano y de escasos recursos materia es, tuvo 12 hijos (6 mujeres y 6 hombres) a os que ama a pesar de todo.

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se sabe poco de as mujeres que transforman a vida de os inte-grantes de a fami ia desde sus comunidades.

ko em mi ak ko e bajche jiñi yaxtye´.

Necesitamos empezar a contar esas pe-queñas historias de as personas comunes, dar es voz para que sirvan de ejemp o a hombres y mujeres, inc uso, para os y as jóvenes, ya que as nuevas generaciones estamos dejando atrás ciertas prácticas ancestra es y necesitamos aprender de e as, recuperar os va ores que tanto se necesita en nuestra sociedad y hacer que su espíritu se mantenga vivo en nuestro quehacer diario.

Por todas as abue as y madres rura es e indígenas, as y os invito a vo tear a ver nuestro origen, para crecer tan fuertes y grandes como e árbo de a ceiba. Referencias h ps://www. ob.mx/cdi/ar culos/mujeres-indi enasdatos-estadis cos-en-el-mexico-actual?idiom=es h p://www.diariodechiapas.com/landin /chiapas-12pueblos-ori inarios-1-7-millones-indi enas/

Cha´añ pejtye o´ ak chuchuo´ ak ñaob añoba tyi ak uma , mik payety a´ a´ sutykiñ a k´e baki tyi emoñ a, chaañ weñ patya yik´oty

Simone de Beauvoir (2013). E segundo sexo. México, pág. 496

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APRENDE NÁHUATL

Naman

“Es ahora”

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INFORMES FB: Victoriano tepoxteco tepoxteco4@gmail.com 38


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Na ñaá ñu savi ntuúna chi´baá: cuyoó caántavi naa´nayo shi naa´sanoyoo Ser mujer ñu savi (mixteca) en el contexto urbano: somos un reflejo de nuestras madres y abuelas

Isaura Matilde García Hernández Ana Lilia García Cortéz

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ara entender e pape y e ro de as mujeres indígenas es necesario revisar a historia de os pueb os indígenas en México, es necesario reconstruir a para visibi izar a presencia de os pueb os indígenas en a historia naciona e internaciona . Y para acercarnos a a historia de os pueb os ñu savi (pueb o de a uvia), compartimos brevemente nuestra experiencia como mujeres ñu savi. Los mixtecos estamos distribuidos en os estados de Oaxaca, Guerrero y Pueb a, por o tanto, nuestras fami ias y comunidad pertenece a un pueb o ubicado en a región Mixteca a noroeste de Oaxaca, ahí se divide entre a mixteca a ta, media y baja. Nosotras pertenecemos a a mixteca baja, sin embargo, resu ta que muchas fami ias han optado por migrar a otros estados, muchos pueb os indígenas rura es se movieron a as grandes ciudades hace más de 35 años, es decir, a partir de a década de os 70 y 80; por o tanto, existen comunidades mixtecas distribuidas en gran parte de a Repúb ica Mexicana. Así existen nuevas generaciones en Monterrey,

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Ciudad de México, Guada ajara, León, Hermosi o, entre otras; por ejemp o, nosotras vivimos en Guada ajara.

En cuanto a tema de as mujeres indígenas, existen esfuerzos para visibi izar nuestra presencia a través de a voz, pero tenemos retos visib es. Existen ua vasta pero no suficiente ista de referencias que dan cuenta de nuestra voz como mujeres. Pero es una rea idad que as mujeres en genera , y as mujeres indígenas en específico tenemos un camino argo que recorrer, pero con a suma de esfuerzos estamos avanzando. Por o tanto, e interés de este texto es reconocer y resa tar as acciones de as mujeres de nuestros pueb os, ya que e as son nuestra inspiración, forta eza y motivación para ser o que actua mente somos. Es decir, queremos dar cuenta de proceso de ref exión persona que hemos rea izado como mujeres ñu savi para va orar y reconocer a as mujeres de nuestras fami ias, específicamente de nuestras madres y abue a


Nuestra intención es dar voz a e as a través de nosotras y que esto egue a hombres y mujeres que tienen interés de conocer a os pueb os mixtecos. Nuestra meta inmediata es aprender a escribir tuu savi, porque a mayoría de os que hab amos a guna engua originaria de México, no sabemos escribir a, esto se debe a que históricamente se ha invisibi izado as enguas y cu turas indígenas, por o tanto, se ha dado prioridad a aprendizaje esco arizado en a escritura y ectura de caste ano, por su

parte, os hab antes de as enguas indígenas han permanecido debido a a transmisión ora , de generación en generación. Entonces nuestra intención es eérse o a as seis personas que nos inspiraron a escribir este documento porque e as hab an y escuchan e tuu savi, a nuestras madres, abue as maternas y paternas, para que juntas nos demos cuenta de va or y a importancia que tenemos todas nosotras en nuestras fami ias y en nuestras comunidades.

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Ser ñu savi en e contexto urbano Para definir o que somos actua mente tuvimos que hacer una profunda ref exión, sobre o que somos. Para esto se p antea a siguiente pregunta ¿cómo es ser mujer ñu savi en e contexto urbano?, responder esta pregunta siempre nos remitimos a primera vez que escuchamos a pa abra “mixteco”, probab emente en a infancia. Es decir, a primera vez que escuchamos a pa abra “mixtecos/mixtecas” fue cuando a guien nos preguntó, tú, ¿de qué etnia eres? ¿De qué cu tura eres? ¿Qué indígena eres? ¿Qué engua hab as? ¿cuá es tu vestimenta? Hasta ese momento tratamos de buscar y encontrar una respuesta. Por otra parte, en nuestra casa con a fami ia y/o con a comunidad nos referimos a otro no mixteco naa daa y a os mixtecos nos decíamos: naa tavi, para nombrar a engua era; too daa para e españo o toon davi e mixteco. Nos damos cuenta que somos mixtecos o indígenas cuando entramos en contacto con nuestros pares en e espacio de a educación forma , porque ahí nos preguntan por primera vez. Ya más grandes nos dimos cuenta que no so o éramos nosotras, sino que hay otros compañeros de otras cu turas, por ejemp o; os wixaritari, os purépecha o os nahuat , para ref exionar sobre ser mixteco es todo un proceso argo de ref exión.

Después surgen otras preguntas de os demás y de nosotras mismas ¿tú de dónde eres? ¿Dónde naciste? ¿Hab as a engua? En cuanto a a engua, somos a ú tima generación que hab a tuu savi porque os ahora padres y madres no es enseñaron a engua a sus hijos e hijas debido a a fuerte discriminación que vivieron a egar en a ciudad, creyeron que esa era a única forma de proteger os. A a pregunta de dónde nacimos, hasta a actua idad o seguimos escuchando, para responder, siempre existe a necesidad de exp icar por qué somos mixtecas de Oaxaca, aparte de nacer en a ciudad, por ejemp o, respondemos; somos ñu savi de Oaxaca nacidas en Guada ajara, esto provoca un poco de confusión a muchas personas, e os no saben que nuestra identidad rebasa más a á de un espacio geográfico.

Nosotras tenemos una comunidad mixteca en Guada ajara, en rea idad existen tres co onias ubicadas en os municipios de Guada ajara y Tona á, ahí están nuestros paisanos, nuestra gente y fami ias mixtecas de mismo pueb o. Nos comunicamos y re acionamos con frecuencia, cuando nos invitan o os invitamos en fiestas, ce e-braciones, juntas, asamb eas, que orga-nizamos en Guada ajara. A parte frecuentamos en nuestro pueb o en Oaxaca

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cuando regresamos en os días de muertos y/o fiestas patrona es, ya que estas ce ebraciones son as más importantes para os mixtecos. Nuestra comunidad en a ciudad de Guada ajara se caracteriza por ser co onias de tres a cuatros manzanas, con fami ias mixtecas, en su mayoría de mismo pueb o, es decir, nuestros vecinos y vecinas son nuestros parientes, tíos/tías, primos/primas, hermanos/hermanas, etc. Cuando hacemos fiestas, bodas, bautizos, primeras comuniones, reuniones, cua quier otra ce ebración, se invita a os mixtecos de as tres co onias. Este tipo de reunión es importante para todos, por ejemp o, para as mujeres de se reúnen para preparar e a imento, para después convivir.

es interesante reconocer a diversidad que existe, y por o tanto as re aciones que podemos generar. Reconocemos estar acá, nos ha ayudado a acceder a a educación forma . Por otra parte, sabemos que somos parte de a comunidad a través de a re ación con os mixtecos, saber que tenemos que regresar con nuestras fami ias a cump ir sus cargos en nuestro pueb o, cuando otros mixtecos nos invitan en a guna ce ebración, cuando, saben que somos hijas de ta fami ia y cuando ven que nosotras seguimos presentes en todo momento dentro de as actividades de a comunidad.

Nuestra comunidad sabe que somos as estudia y trabaja, y en rea idad no tenemos idea de qué más pudiesen pensar. Por o tanto, sabemos que hemos hecho otras cosas que no son comunes con otras mujeres de nuestra edad, por ejemp o, terminar una icenciatura. Para eso, vo teamos a observar qué han hecho as mujeres de nuestras fami ias para que seamos o que somos. ¿Qué tuvieron que hacer nuestras abue as y nuestras madres para que nosotras fuéramos o que somos?

La ref exión hasta e momento es que vivir en a ciudad nos genera preguntas sobre nuestra identidad para identificar de dónde somos y quiénes somos, sin embargo también

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Nuestras vidas persona es y profesiona es son diferentes a as de as mujeres de nuestras comunidades, somos privi egiadas en


por toda a fami ia. E as nos enseñan a va orar nuestro pueb o, a través de e as vemos a importancia y e sentido de regresar a nuestro pueb o.

acceder a a educación superior en una universidad privada, e inc uso por acceder a un posgrado. Para eso se nos hace interesante ref exionar sobre e apoyo que observamos en as mujeres de nuestras fami ias, especia mente a nuestras madres y abue as. Porque sabemos que e as tuvieron mucho que ver en nuestra vida, nos damos cuenta que e as no saben con mucha certeza o que estamos haciendo fuera de casa, so o nos ven sa ir y entrar en e a. Además, nuestra intención es que as mujeres mixtecas nos demos cuenta que somos va iosas para nuestras fami ias, para nuestro pueb o, y para a comunidad.

Nuestras madres, tienen otros ta entos, son as cocineras principa es de as fiestas de nuestras comunidades porque tienen buen sazón y a habi idad de repartir equitativamente a comida para todos os invitados, e as responden a amado de otras mujeres, porque saben que e apoyo mutuo es importante. Nuestras madres son a ú tima generación de preparar a pa ma natura para hacer un canasto u/o cesto, una bo sa o en un a hajero. E as saben combinar perfectamente os co ores, y tienen e ta ento de diseñar y dibujar grecas en su artesanía.

Una vez haciendo conciencia de eso, nos damos cuenta que os va ores y presencia de nuestras abue as es fundamenta en a fami ia, e as nos cuentan a importancia de participar y hacer presencia en as ce ebraciones de a comunidad, nos enseñan a mediar en a fami ia, tienen a capacidad de enseñarnos a convivir de manera respetuosa entre nosotras, a nosotras sus nietas nos enseña a amarnos hermanas. E as son de a generación de mujeres mixtecas con varios fuertes ta entos, fuertes en e sentido físico, emociona y espiritua ; son sanadoras, sobadoras, parteras, a fareras, bordadoras y tejedoras. E as piden buena sa ud y trabajo

Nuestras madres y abue as son trabajadoras, artesanas, tejedoras, vendedoras, son as que unen y juntan a a fami ia. Las mujeres de nuestras fami ias son as que saben interpretar os sueños, y as que saben dar opiniones y/o consejos. E mensaje que nos dejan es reconocer que as mujeres de nuestras fami ias tenemos muchos ta entos, sabemos hacer muchas cosas, sabemos repartir equitativamente, sabemos interpretar os sueños, sabemos a canzar nuestras metas.

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Kiihtoaj: tlalli iuan eluikatl

Ser mujer ñu savi profesionista en e contexto urbano

Por estas razones, consideramos que no hay mejor heroína que nuestras madres y abue as que día con día nos muestran e va or de a “Ahora buscamos personas responsables” fami ia, a unión, a perseverancia, a ATTE. El cielo y la tierra motivación de hacer as cosas que nos gustan, porque no hay impedimento para actuar en e bienestar de uno mismo, de a fami ia, y de a comunidad.

Nosotras somos mujeres ñu savi, pertenecientes a a comunidad de San Andrés Montaña; persona mente somos comprometidas, responsab es, espiritua es, consideradas, atentas, amorosas, humi des, activas, creativas, optimistas, serias, amigab es, perseverantes. Profesiona mente somos psicó ogas, sa ubristas, educo ógas, ta eristas, conferencistas, docentes, investigadoras, críticas, autocríticas, asertivas, trabajadoras.

lengua

Fina mente creemos que una mujer es inspiradora, va iosa, heroína, uchadora, porque siempre demuestra su pasión, amor y perseverancia por cua quier cosa que haga.

Somos fie es a nuestras creencias, creemos en a unión entre as fami ias, entre comunidades; creemos en e apoyo mutuo, en a reciprocidad, en e tekio, en e poder de a comunidad, creemos en e poder de as mujeres para unir a fami iar y a comunidad, sabemos que nuestras acciones dicen más que nuestras pa abras. Ahora ref exionando sabemos que de nuestras abue as aprendimos o espiritua , o ancestra , a medicina tradiciona , y a creatividad; de nuestras madres, a forta eza, a fuerza, e amor, e ta ento, e compromiso, e respeto, e acompañamiento, a senci ez, o armoniosas, o creativas, o protectoras, o a egres, a escucha, o ref exivas, o pacientes, a cu tura y a tradición.

Ximokuitlaui motlal 21


Yolitia Totlajtol Conduce: Victoriano Tepoxteco

Jalisco Radio Domingos 8:00am 95.3 fm Guadalajara 107.1 fm Cuidad Guzmรกn 630am Guadalajara

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Ëtsj mëëdj'namäyëj, ëtsj náanëj “Mi amiga, mi madre”

Esther Juárez Martínez A os seis años de edad, o recuerdo, fui dichosa. A pie de una montaña, se observa un campo verde y e cie o azu , en e paraje denominado cerro águi a. Una pequeña oca idad, asentada por siete fami ias, ugar, adonde mi omb igo fue enterrado.

tiene una cicatriz.

Hoy, me acoge de inmemorab es recuerdos, de haber nacido en aque rincón Oaxaqueño fue una fortuna. E origen étnico, que me viste y e aprendizaje que me sitúa en una persona con va ores, tuvo una base principa , e seno fami iar, a enseñanza de mi padre y madre. Dos personajes innumerab es y distintos, a a que en e camino uno de e os se ade anta a cie o. Motivo por a que me genera admiración a a mujer maravi a que aún continúa entre nosotros.

Me consta mode ar a a protagonista “Ade aida”, mujer adu ta de 58 años, estatura media, de tez morena, de gada, cabe era negra, de cara redonda con ojos café c aro y debajo de a rodi a de su pierna derecha

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Es una madre de tres hijas y cuatro hijos, siempre ha sido una uchona, aunque regañona y gritona, jamás e he sabido su co or favorito ni de su comida favorita, pero o que si tengo certeza es cuan ama a su fami ia y es coherente en sus decisiones. Esa estabi idad fami iar que construyó durante treinta y cuatro años, bien ha va ido a pena, así como ahora, fuerte y ági en sus pasos, no


madre, hermanos y hermanas. Asimismo, emprendió varias sa idas para compra y venta de bienes de campo.

e fa tó vo untad para apoyar económicamente a sus padres, aún a su corta edad. Cuenta que apenas una niña de doce años, comenzó a trabajar de moza, junto a su padre, tías y abue a, para evar sustento a a casa. La necesidad era enorme que no bastó, por o que buscó nuevas a ternativas de sobrevivencia. Creer en sí misma,

También, conoció a ciudad de México, aún sin saber eer ni escribir, donde aprendió a hab ar e españo , en compañía de una tía que a guío. Pero su corazón, se encontraba apegado a campo, a a vida rura , a donde su origen y su fami ia a acechaban. Por ese motivo, so o estuvo un mes en a ciudad.

fue e impu so que a mantuvo de pie. Le tocó vivir en una fami ia vio enta, sumisa y trabajadora, además de a escasez a imenticia.

Tuvo a tibajos en su vida persona y fami iar, su padre que era un hombre dictador y a cohó ico, ofreció en varias ocasiones a su hija a cambio de itros de a coho ; a Ade aida, e evó contrarias a su padre, o que estuvo de su a cance, c aro, que en su desobediencia

En su vida de ado escente, su sueño más grande era tener ibertad, para no sentirse cohibida y ser a autora de sus propias decisiones. Por perseguir o, fue que a convirtió en una mujer de carácter fuerte y pasivo, decidida a casi todo, protectora de

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hermano, no so o egó a reconocer y escribir as voca es y e abecedario. Sino que supo escribir su nombre comp eto. Pero por fa ta de práctica y dedicación, se tuvo que conformar con o aprendido.

hubo consecuencias. Pero e a, siempre tuvo e va or de sobre evar o. Hasta que, a a edad de dieciséis, conoció a su príncipe azu , un año después, su camino tomó rumbo a formar su propia fami ia, a donde tuvo que defender o suyo con amor, ágrimas, dedicación y esfuerzo.

Años más ade ante, a educación de os adu tos mayores, en a primera generación, se ofreció cursos de instrucción, Ade aida, sin dudar o, se inscribió.

La educación, es otra ramificación en a vida de Ade aida, su papá, un hombre machista y vio ento, e negó e estudio. Según se refiere e a, cuando se fundó a escue a básica por primera vez en aque a época, os encargados de promoción y difusión educativa, egaban de casa por casa; a e a, junto con sus hermanas y hermanos, eran escondidos dentro de temazca para que as autoridades educativas no os vieran.

Aunque tenía as ganas de aprender más, se desanimó esta vez, porque egó a a conc usión que a una edad mayor es más comp icado a retención de as etras. Con esta experiencia, escribe su nombre cada vez que puede, hojea ibros de sus nietos, incu ca y fomenta a a educación. Ah, pero no so o a eso, para e a nacer hombre o mujer es o mismo, por eso a sus hijas e hijos e enseñó a mú tip es tareas de hogar y hacer de e as y e os unas personas de bien.

A pesar de a negación de su padre, a protagonista siempre quiso que sus hermanas y hermanos menores prosperaran. Así que, de casada, sus ideas siempre fueron apoyadas de su conyugue.

Durante su trayectoria de vida, no e teme a os pe igros, ha pasado por oscuridades argas caminando y trabajando, para apoyar en e ingreso fami iar.

Un día cua quiera, e hermano de e a, e pidió ayuda para estudiar, o que estuvo de sus manos a ofreció para que é estudiara hasta a secundaria.

Aunque haya carecido de o más necesario, no e fueron un impedimento para ser una buena madre, una buena esposa y una buena persona como a que yo conozco y admiro.

Ade aida tuvo siempre e afán de querer aprender a go más, con a ayuda de su

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Como a hija menor que a describe, es una mujer muy fuerte, sentimenta y corpora , muy ági en sus pasos, sabe abrar e campo con as yuntas, tejer con pa ma y carrizo, hace artesanías de barro y, siempre tiene a empatía de ayudar a as y os demás. Hoy en día, a señora Ade aida, ha sabido va erse por sí misma, aún en situaciones necesarias, también se ha empoderado dentro de a circunscripción sociopo ítica, de modo que, varios personajes que e he conocido, a describen como una mujer que

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sabe, puede y hace as cosas según e momento en a que se encuentra. Esta historia continuará…


O


GU'JU NÚMU “Mis Heroínas” Olivia Rosas Cruz esde que nací tuve a fortuna de conocer grandes heroínas, que me han impu sado a ser mejor persona, con e tiempo he comprendido que no se puede comparar con nada, as enseñanzas que me dieron.

D

Nákji nigumún nigu'do mbada'kjoo rí númun, ninu'wín gú'juu tsú wa'daa mbada'kjoo gámaku rí númun rí najumu' ikjún . Tsú nimbáyu' máni dxá'gú mejan', nájumu' xógi mbi'ji rí íkjin nisngué' nimañú'.

Recuerdo a a primera persona que tuve a oportunidad de conocer y agradecer todas as enseñanzas me dio mi abue ita, una mujer que en sus historias pude conocer cómo eran as mujeres de antes y me sorprendían; en su época a mujer tenía mucha desventaja en as decisiones fami iares y en muchas ocasiones eran go peadas y eso era visto norma en nuestra cu tura, pero en a actua idad eso ha cambiado y pensaba para mí misma, que no me gustaría que mi fami ia siguiera e mismo camino, aunque no todo era ma o porque a mujer conservaba a ea tad y respeto a a fami ia, era difíci que a mujer mencionara a guna grosería.

Nájumu' e'ni mbá á'gu tsú nínu'wín ando nexthaa, néxna í núma' á , tsú xíñu', na'ni ikjaa xtádun xújni ja'ni núni gújuu tsú wajiú'. Tsú gújuu wajiú' ndaá xú' mitríjña, rakjá' édi na' gú'jwá', mu tsíthani rí núthan' tsú ajmbáaye núxna', kajngoo nanigu' rí tá'ni xú'kjui ja'ni tsú ánu', rakjá má xógi raméjan'; nánigu' rí a'gu tsú wajiú', rí tsíthin ajngaa raméjan, ninu'wín' nájmin xíñu', ra'kjá á gu'ju tsú naskjún ndó mbááwi tsú nijáñu, tsú xó' xtaa gi'doo ákhu skiñú' wítsu mú tsigu'(85 años)', ra'kjá' a náskjoo nañajwin xoo', gí'do gakjuma xú mbá skiñú' tsiguu', nánigu' másNín, kjangó nánigu' madxáwun ajgúún tsú xabuwanu, wua'da mbada'kjoo gákjuma rí nú'thin.

Mis dos abue itas fueron as únicas que conocí, ambas muy trabajadoras, pero desafortunadamente una ya no vive, y mi abue ita Fe icita que aún vive a a edad de 85 años sigue trabajando y pareciera que tiene 20 años, tiene

Tsú rudú', mbá á'guu tsú nájumu' e'ni, tááyo nimbá mi'tsú nakiná wéñu', gaa ná'ni ando naa ñú e'yóó' jmaan numún ijioo, mbá mi'tsú nithán rí magujwa mbá adióó, gaa rí íkjaa, ndiyáá rí gínaa jma rí

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tantos deseos de hacer muchas cosas, eso es o que me gusta de e a. Me gusta tanto escuchar a os mayores, creo se aprende demasiado de su sabiduría y conocimiento.

ragí'doo mbúkja jmaá ánuu'. Na'thín rí ramejan mithagujwaa tsú a'diáá, tsé'ñu' mu ndó yája mi'tsú, mithaya tsú a'diáá magája. ndéyoo rí nigídoo gámaku jmaá númu ánuu'.

Mi mamá otra de as heroínas, una mujer genti y capaz de dar a su vida por sus hijos, a guna ocasión e ofrecieron dinero para que pudiera vender a uno de sus hijos, a ver a con carencias y pobreza con mi padre, como dice e a, no hay nada más importante que estar ado de tus hijos, ver os crecer es o más hermoso de a vida, aunque todos os días comiéramos muchos frijo es, creo que eso no importaba, mi mamá siempre respetó a mi padre.

Nágixi i mi'tcha, ná'nimejun rí muphú, jma rí ma'gé mañajwin , nathátiun ikjún rí nan'gó mbada'kjoo nañajwin' xú xábiya, nákji tchákanxu' nesn'gáxi' muñajun, mujñá a xtíín, mú nadxáwun nuthan ajngáá ramejan naxnáxi' na' rawanxu', tsínigu' muthán xu'kjui ja'ni. Kajngó rí ando nekjiun ndayoo rí mejan xógi' rí ne'ni tsú rudú', kjangó naxna í núma' á rí xógi' nesn'gé', íkjaa rúdú' rí gí'ma magú'do gámakuu jman ínuú.

Para hacer os quehaceres de a casa todos días a veía evantarse muy temprano, yo decía de niña que mi mamá tenía mucho aguante, nos acostumbró desde pequeñas a trabajar, ayudar en casa y hacer e aseo y si en a guna ocasión decíamos a guna grosería, nos tocaba un go pe en a boca, aunque ahora en mi juventud comprendo muchas cosas y e agradezco eso a mí mamá, cada vez que me pasaba a go ma o, recordaba esas enseñanzas y me daban va or para continuar ade ante, mi mamá es una de as personas que más admiro y respeto.

Xóógín niñún' najumu' ándoo nakanún gu'jún, nuxura'je rí mi'tsú tsima ndásko rí núnimejan' , xógi rikjui najumu' me'jan na' édxu'.

Xtá mbá niñú' tsú nimbáyu' né'nigama na' gujuá rí nusngáá , íkjaa na'thín rí gí'ma mithambáyi tsú ándiaan ando ná má'ngo , mu ndayó' xánu' , mithiajun' , mithani ando ná má'nga' rí ndáyóó' mambá' mithanigájma. Nájumu' xújni nandujué ando na'thin xógí rí'kjui.

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Mi tías, tengo tan buenos recuerdos de e as, a mayoría mujeres nob es, a go curioso es, cuando so ía visitar as en su casas siempre te ofrecían a go para comer, todo de icioso, no sé por qué, pero eso me quedó en a memoria, y una de e as me impu só a continuar con mi estudios con su sonrisa y a autorización de mi mamá, emprendí a continuar con mis sueños, y su apoyo incondiciona me impu só a seguir ade ante, ' a fami ia es o más importante', como dice mi tíaes muy necesario hacer un esfuerzo mayor para ograr o que te propongas, porque as oportunidades no se crean so as, por eso es bueno que conozcas qué capacidades tienes para enfrentar un prob ema.

Por eso, cuando egué a a ciudad nunca supe diferenciar qué era ser una persona inferior o superior ante os demás, só o pensaba en todo o que aprendí en casa y tenía en a mente una fina idad no importaba qué tenía que enfrentar.

Monte Albán,

Por eso agradezco a todas as guerreras que conocí en mi camino, su apoyo incondiciona , su forta eza, sus enseñanzas, me han hecho ser a persona que soy, sin e as nunca hubiera ogrado nada. Y este re ato está dedicado a e as por toda a educación que de una forma u otra guiaron mi camino. Todas as enseñanzas no o aprendí de una so a persona, sino de varias mujeres y varios hombres que estuvieron en os procesos de mi vida. Aunque vengamos de una comunidad no significa que no tengamos

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Ando nikjanú na xuajin gubí' táyo mu xábú gínaa ñajun, tájumu mu tágu'do mbúkja ndó nájumu' xógi rí nisngé na' gú'jóó, ndó nájumu' rí gí'ma manúngo' rí gákgi, úmu ri júwa xóo andian rudá' mumbaya' ikhajngó naxna í núma' a jmaa ajngaa rí nathan xúgi', ra'kjá mbáwi a'guu ninmbáyuu', nijúwa xabékja mangaa, ando ñú mitani rí nánda', ra'kjá xábú gínaa ñajwan ú tsú xabu júbá, xógi' magó mithani rí manigua' kjanjgo tsitiyu' mathan rí ná'kja na júba rí gína, gaa nánigu' rí júwa gú'ju tsú nimbáyuu', gaa tsú gú'do gámaku jma ínúún. Nákji xóó' manu'wín' gú'ju tsú wua'daa númu. Xá'ngoo mbí'ji míthanu'wín xógí rí ndáyó' númba'.


hkino yowiyayahIChikometepet ta entos para hacer cosas como os demás, todas as personas tenemos as mismas oportunidades. Para mí, venir de a comunidad de a montaña A ta de estado de Guerrero, me ena de orgu o porque es donde están mis heroínas. Y todavía no término de conocer más heroínas, e camino es argo y e tiempo muy corto La autora es, perteneciente de a Comunidad Región de a Montaña A ta, T acoapa, Guerrero. Lengua Originaria E

T apaneco (Mi'phaa)

dedicación especia a mi madre.

Cuando muere una lengua las cosas divinas, T apaneco. estrellas, sol y luna; cosas humanas, Lingüistalas T apaneca Mi'phaa: Mtra. Ana Line Martínez Sixto pensar y sentir, no se reflejan ya en ese espejo. Agradecimientos por e apoyo en a escritura de

Cuando muere una lengua todo lo que hay en el mundo, mares y ríos, animales y plantas, ni se piensan, ni pronuncian con atisbos y sonidos que no existen ya.

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POESÍA en Tu'un savi /MixtecoBajo Ofelia Pineda Ortíz El Jicaral, Coicoyán de las Flores, Stgo. Juxtlahuaca.

Kú'uva

Hermana/hermano

Yú'u kuu síi

soy mujer

yú'u kuu yúkuu

soy montaña

yú'u kuu yoo

soy una

yú'u kuu kíi

soy e día

yú'u kuu yaa

soy me odía

yú'u kuu xaníi

soy sueño

yú'u kuu tu'un víi

soy poesía

¿Ta ndakatu'un na chiñúu kuíi ínyuvi?

¿y tú me preguntas, que hago en este mundo?

a sana íniún ña yu'u taxíi tachí ndaún

Acaso o vidas que te di mi voz/idioma,

a sana íniún ña númii yo'o ta o'oun

Acaso o vidas que te acurruque cuando eras niño,

a sana íniun ña kuíi ku'uvaún

o vidas que soy tu hermana

a sana íniun ña yoo kixákoo

o vidas que somos inmigrantes en a tierra.

Ñú'una yùuve,

En a tierra de os ancestros

nuu iyona ña sí'i nani zie'ñu'u

en donde habita a mujer amada madre tierra.

Ta miio kuu kú'uva, sé'e índa sí'i

Tu y yo somos hermanos, hijos de una so a mujer

Kóoto sana íniun.

Nunca o o vides.

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Ndañuíi

Me perdí

Ndañuíi íi kíi

Un día me perdí

ta kíi'ka nduíi tachíi

ese día me convertí en viento

nduíi taxa, nduíi savi

en rayo, en uvia

ta xa'aíi nuu xikáa

me fui ejos

ta xíini míi, ta xíni yo'o

me vi a mi misma y te vi

ta ndadíkoo chíi sata.

y regrese en e pasado.

Ndadikooíi kakuíi

Reanude

ndikoíi nduíi kuñu

vo ví ser carne

ta ndadikooíi nduíi ñu'ú

retorné en a tierra

nduíi ita nani sí'i

y vo ví ser a f or amada mujer

ta nduíi ña ndáku'u

me hice fuerte

ta nduíi níi yoo

me convertí sangre unar

ta ñu'ú nikandíi

en fuego so ar

ta yu'u kuvíka'ii

ya no moriré mas

ni kíi ni tiempo

jamás moriré

chí'na yuve koo xíina.

porque os dioses no mueren.

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Kùni

Ayer

Ndachí tíkuva ñuu ita ta ndavii satarí,

Corrí tras mariposas que danzaban en cada f or,

ndavati sata yoo su kamaka mii,

caminé con a una y siempre corrí más que e a,

sasíkii xí'i vikoo ndavi xí'i nikándii.

me divertía con as nubes y e señor so .

Kùni ndaká'ayi mii,

Ayer me vestí de co ores y aprendí a escuchar a voz de as aves, eran mías.

tíaso'oíi yaa saa, sani xikurí Kunì taxa'ii xí'i tachíi nda xí'i savi

Ayer bai e con e viento y cuando egaba e señor uvia

Sandaxí'i mii.

me perdía en sus pasos.

Kunì kòo ña'a níi ndí'ini xa'a

Ayer no tenía preocupaciones,

miia kunì sanaíniña xa'ai kua'avaña,

r ayer se fue y me o vidó,

kunì shikuíi si'i o'o.

ayer fui niña.

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LEY GENERAL DE ACCESO DE LAS MUJERES A UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA

Humberto Ak'abal nació en Momostenango, Guatemala en 1952. Poeta guatemalteco de la etnia Maya K'iche.

ART CULO 6. Los tipos de vio encia contra as mujeres son:

. La vio encia psico ógica. Es cua quier acto u omisión que dañe a estabi idad psico ógica, que puede consistir en: neg igencia, abandono, descuido reiterado, ce otipia, insu tos, humi aciones, deva uación,marginación, indiferencia, infide idad, comparaciones destructivas, rechazo, restricción a a autodeterminación y amenazas, as cua es con evan a a víctima a a depresión, a ais amiento, a a deva uación de su autoestima e inc uso a suicidio; . La vio encia física.- Es cua quier acto que inf ige daño no accidenta , usando a fuerza física o a gúntipo de arma u objeto que pueda provocar o no esiones ya sean internas, externas, o ambas; . La vio encia patrimonia .- Es cua quier acto u omisión que afecta a supervivencia de a víctima. Se manifiesta en: a transformación, sustracción, destrucción, retención o distracción de objetos, documentospersona es, bienes y va ores, derechos patrimonia es o recursos económicos destinados a satisfacer sus necesidades y puede abarcar os daños a os bienes comunes o propios de a víctima; V. Vio encia económica.- Es toda acción u omisión de Agresor que afecta a supervivencia económica de a víctima. Se manifiesta a través de imitaciones encaminadas a contro ar e ingreso de sus percepciones económicas, así como a percepción de un sa ario menor por igua trabajo, dentro de un mismo centro abora ; V. La vio encia sexua .- Es cua quier acto que degrada o daña e cuerpo y/o a sexua idad de a Víctima y que por tanto atenta contra su ibertad, dignidad e integridad física. Es una expresión de abuso de poder que imp ica a supremacía mascu ina sobre a mujer, a denigrar a y concebir a como objeto, y V . Cua esquiera otras formas aná ogas que esionen o sean susceptib es de dañar a dignidad, integridad o ibertad de as mujeres.

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LEY GENERAL DE ACCESO DE LAS MUJERES A UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA Art. 6.

La violencia psicológica. Es cualquier acto u omisión que dañe la estabilidad psicológica, que puede consistir en: negligencia, abandono, descuido reiterado, celotipia, insultos, humillaciones, devaluación, marginación, indiferencia, infidelidad, comparaciones destructivas, rechazo, restricción a la autodeterminación y amenazas, las cuales conllevan a la víctima a la depresión, al aislamiento, a la devaluación de su autoestima e incluso al suicidio

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