Empleados excepcionales
10 CLAVES PARA IDENTIFICARLOS
En toda empresa hay empleados que destacan. Por ello es importante que quienes estĂŠn a cargo logren identificarlos, valorarlos y aprovechar su potencial para el liderazgo. VĂctor Vargas IrausquĂn, presidente del B.O.D., comparte diez claves ofrecidas por Forbes para identificar a los empleados excepcionales que pueden hacer del entorno laboral un mejor espacio.
¡Empleado excepcional!
10 claves para identificarlo Recomendado por Víctor Vargas Irausquín Créditos: Forbes.es Los empleados excepcionales suelen caer bien a sus compañeros de oficina. Generan empatía y tienen auténticas habilidades de liderazgo
El mismo Albert Einstein lo avisó: “Hay que tener cuidado para no hacer del intelecto nuestro Dios; por supuesto que tiene músculos poderosos, pero carece de personalidad”. Una reciente encuesta a nivel global preguntó a más de 500 líderes empresariales qué diferencia a los empleados verdaderamente excepcionales. Los investigadores querían determinar los factores que hacen que unas personas tengan más éxito que otras en el ámbito laboral, y los resultados fueron sorprendentes: la personalidad fue el factor elegido como principal por 78% de los encuestados, por encima de la preparación cultural y las capacidades y conocimientos específicos para el puesto.
A continuación el portal web Forbes enlista estas características: Nunca dicen “esta tarea no está dentro de mi contrato”. Los empleados excepcionales trabajan por la excelencia, aunque ello suponga exceder los límites de lo pactado en el contrato de trabajo.
Son capaces de tolerar el conflicto. Los empleados excepcionales no buscan el conflicto, pero tampoco lo evitan si es algo necesario. Son capaces de mantener la compostura mientras defienden su postura de forma calmada y razonada.
Se centran en lo importante. A los aprendices de piloto se les suele dar un consejo: “Cuando las cosas empiecen a ir mal, no olvides mantener el avión volando”. Los empleados excepcionales comprenden este principio de “ante todo, que el avión siga volando”. No se distraen y son capaces de diferenciar los verdaderos problemas del mero ruido de fondo.
Tienen coraje. Los empleados excepcionales son aquellos dispuestos a alzar la voz cuando los demás no se atreven, ya sea para formular una pregunta difícil o embarazosamente simple o para afrontar una decisión complicada. Sin embargo, este coraje se ve compensado con sentido común para elegir el momento y la forma. Mantienen su ego bajo control. Por supuesto que los empleados excepcionales tienen egos. El ego es precisamente parte del motor que los mueve, pero nunca permiten que éste tenga más peso del necesario. Son capaces de admitir cuando se equivocan o cuando otro compañero ha tenido una mejor idea.
Nunca están satisfechos. Tienen la convicción de que las cosas siempre pueden hacerse mejor. “Así es suficiente” no son palabras que oirás de su boca, no importa lo bien que estén yendo las cosas. Se responsabilizan de sus errores. Si algo ha salido mal, un empleado excepcional no se excusa ante su jefe diciendo “no es mi culpa”, sino que se responsabiliza de su trabajo y sus decisiones, buenas y malas. Llevan sus errores ante su superior antes de que la bola de nieve se haga más grande en lugar de rezar por que nadie los descubra.
Son verdaderos “influencers” dentro de la empresa. Los empleados excepcionales suelen caer bien a sus compañeros de oficina. Generan empatía, tienen auténticas habilidades de liderazgo y dan apariencia de integridad, y los demás responden a todas esas percepciones. De forma externa ello significa que son dignos representantes de la organización.
Saben neutralizar a las personas tóxicas. Tratar con personas problemáticas siempre resulta frustrante. Sin embargo, los empleados excepcionales son capaces de controlar sus interacciones con la gente tóxica manteniendo sus sentimientos a raya y aproximándose al problema desde la razón. Así, no dejan que su propio enfado o frustración echen más leña al fuego, y son capaces de ponerse en el lugar del otro y entenderlo con el fin de llegar a soluciones comunes.