www.shock.com.co
10 10 DEL
ESPECIAL DE NAVIDAD
ANTOLOGÍA DEFINITIVA DE LAS TENDENCIAS DEL AÑO
Qué hacer en caso de que LE REGALEN MEDIAS (otra vez) y cómo bailar EL AÑO VIEJO con el tío.
15
AÑOS
BIENVENIDO DE VUELTA
PARCE .
.
.
.
juanes salta al vacío con un disco que nadie –ni siquiera él– se esperaba
ENTREVISTAS EXCLUSIVAS TRON : JOHNNY KNOXVILLE : SYSTEMA SOLAR
Y PA DICIEMBRE…
La guía shock de la champeta y el picó ¡PA QUE AFINEN!
B OM
LATINOAMERICANO
LA NUEVA REVOLUCIÓN DE RENÉ, DE CALLE 13
016 Fotos Camilo Aldana y Gustavo Martínez
La reutilización de materiales. Ese es uno de los principios que intenta promover Samuel a través de su silla. ¿En qué consiste? Sencillo: antes de botar algo a la caneca, piénselo dos veces: tal vez aún tenga vida útil y pueda servir para otro fin. En vez de comprar y gastar recursos (y hacérselos gastar a la Tierra, de paso), piense si puede darle un nuevo uso a las cosas. Además de ahorrar billete, estará siendo un buen hijo de doña Pacha Mama.
www.shock.com.co
Al mejor estilo punk, la Silla Re-Uso se acoge al principio DIY de la autogestión. Para Samuel, más importante que vender la silla ($400 para adultos y $150 para niños), es enseñarle al que quiera a coger cartón y bisturí para hacerse su propio mueble. Así, le demuestra a la gente que en sus manos está la posibilidad de hacer diferencia, y que esa diferencia se puede hacer a través de acciones simples y objetos cotidianos.
Samuel ha dictado talleres a madres cabeza de familia en Ciudad Bolívar, a recicladores y a estudiantes universitarios. Sin proponérselo, en el camino se ha dado cuenta que su invento le permitía conocer las pequeñas batallas de las gente promedio y, sobre todo, formar y fortalecer pequeñas comunidades unidas por los mismos desafíos y la absoluta certeza de que, muchas veces, los problemas no son de recursos, sino de creatividad.
CAMBIAR EL MUNDO ES MÁS FÁCIL DE LO QUE DICEN. LA SILLA DE SAMUEL ES LA PRUEBA. LA PREGUNTA PARA USTED ES: ¿SE SENTARÁ? LA SILLA RE-USO DE SAMUEL CÓRDOBA Samuel Córdoba quiere cambiar el mundo con una silla. No con una de madera ni de plástico, ni desde la de un despacho burocrático. Su silla está hecha de viejas cajas de electrodomésticos. Así es: de cartón. Pero lo interesante de la silla de este arquitecto especializado en dirección de arte para cine no esto, sino lo que representa: un objeto pedagógico. Aparte de lo obvio y que no deja de ser fascinante –que está hecha 100% en cartón reciclado, que aguanta casi 180 kilos de peso y que puede ser hecha por cualquier cristiano– la Silla ReUso de Samuel es un pretexto para abordar y fortalecer algunos valores fundamentales para las sociedades actuales. P&R CON SAMUEL CÓRDOBA, CREADOR DE LA SILLA RE-USO ¿Cómo lograr que las pequeñas iniciativas generen impacto a mayor escala? Eso comienza por uno. Somos personas promedio que pueden actuar, irradiar a los demás y formar pequeñas comunidades que hagan diferencias y generen cambios. ¿En qué ha fallado las campañas ecológicas tradicionales? Creo que pasa lo mismo que cuando la gente hace dietas para adelgazar: que siempre fracasa porque las hace durante un tiempo como un sacrificio en lugar de asumirlas como un estilo de vida. ¿Se considera ambientalista o ecologista? Ninguna de las dos, eso sería entrar a etiquetar. Es como decir que hay bonitos, feos, buenos, malos, ambientalistas, los que van contra el medio ambiente… Todos los días uno tiene el reto de equilibrar una cantidad de comportamientos. Lo chévere es vivir a conciencia, hacer de la vida algo bonito y llevadero: una tarea diaria, que uno hace porque le provoca, no porque nadie le dice.
No es una ONG mamerta ni burocrática: es una fundación donde la gente promedio puede gestionar ideas que, desde la cultura y la creatividad, busquen proteger al medio ambiente. Samuel y su esposa Catalina López la crearon este año y hasta el momento, además de la Silla Re-Uso, difunden proyectos como su documental Tumaco Pacífico –sobre la contaminación de los ríos en esta región– o la Bolsa Re-Uso –costales con polipropileno reciclado para disminuir el uso de bolsas plásticas en los supermercados–. ¿Tiene alguna idea? ¡Escríbales!
Por Nicolรกs Vallejo-Cano Fotos Julieta Feroz
068 www.shock.com.co
cuántico de William en busca de
El Dorado Respetos quantic.org / tru-thoughts.co.uk / mochilla.com
Hace cuatro años, un famoso músico británico llegó a Colombia en busca de tesoros discográficos. Hoy, él mismo los produce desde su propia casa en Cali. Esta es la historia de un bárbaro.
070 www.shock.com.co
H
ace poco llegó a mis manos una canción bastante curiosa. Se trata de una versión muy especial de Blue Monday, aquel sencillo con el que los ingleses de New Order metieron el rock a la discoteca (y de paso se inventaron los ochenta), hecha por el galáctico Pernett con la participación de Lido Pimienta (la hermosa barranquillera que desde su exilio en Canadá fusiona a la madre cumbia con rumores electrónicos bjorkianos) y un inglés de nombre Quantic. El cover, cumbiambero en esencia, es simplemente genial. Pero también es mucho más. Es un milagro que pocas veces se sucede: cuando la música le da la vuelta al tiempo y al espacio. Lo que llaman un círculo perfecto. Y más si se tiene en cuenta que el del acordeón era el británico. La historia de ingleses sazonando la cocina de la música colombiana no es nueva. Finalmente, fue Richard Blair, inglés él, el principal responsable del boom del llamado electrocumblé, ese deliciosísimo sancocho que, luego de su Sidestepper, y mucho después de su trabajo fundamental con Totó La Momposina y Aterciopelados, tiene a bandas como Bomba Estéreo, ChocQuibTown y Systema Solar sonando en los estéreos del planeta. Esta historia es distinta, pero similar. La primera vez que me crucé con Quantic fue el año pasado en una tienda de discos de Miami. Allí, descubrí uno llamado Caja y Guacharacha (sí, así, con mala ortografía, debido al error de un inglés con paupérrimo español), producido bajo la casa creativa Mochilla (sí, otro accidente, pero este fue de un irlandés). Se trataba de un DJ mix de cumbias, puyas y porros tradicionales, un preciosísimo collar de perlas hiladas en un viaje trópicofantasmal de 45 minutos. Una página fascinante del álbum familiar de nuestro Atlántico. “¿Y quién es este Quantic?”, recuerdo haber pensado. Una googleada rápida me sacó de la duda. Se trataba de un chico de 30 años llamado William Holland. Un reputadísimo DJ, remixero, productor, multi-instrumentalista y director (famoso por crear ensambles de distintos estilos musicales, como su famoso Quantic Soul Orchestra) que, desde el 2000 y bajo un alias de connotaciones algebraicas, registraba más de 10 álbumes, aún más sencillos y centenares de canciones que, en el fondo, trascendían el sonido para dar cuenta de un concienzudo y exquisito estudio del camino que ha recorrido la música negra desde el África hasta el hip-hop (pasando por el soul y por el funk y por el dub y por el reggae y por la cumbia y por la salsa), tanto en el mapa del mundo como en el espíritu de los pueblos, y claro, el de sus habitantes. Pero una googleada aún más profunda revelaba algo más interesante.
Que hace pocos años, el hombre se había ido a vivir a Cali. Por lo que había que ir a buscarlo. *** Uno de los primeros barrios de Santiago de Cali se llama San Antonio. Es un lugar curioso. Parece un pueblo que quiere ser ciudad. Un suburbio de esquinas coloniales y remiendos modernistas
VER A UN BRITÁNICO TOCANDO EN EL PETRONIO ES EL EQUIVALENTE A ATESTIGUAR UNA PRESENTACIÓN DE DIOMEDES, EN KILT, EN UN FESTIVAL DE GAITAS EN ESCOCIA. ES EXTRAÑO. PERO TAMBIÉN ES HERMOSO. PARECE UNA AUTÉNTICA MOSCA EN LECHE PRESTA A CUMPLIR SU SUEÑO DE TOCAR EN UNA TARIMA QUE, DE CIERTA MANERA, TAMBIÉN ES SU CASA.
Ihilis saeptas il in nus magnimu sdanimporem quae voloresequi volescid et omnis sanis aut pore quist, voluptatur archicim nonsequ istius inciti officie nihillo consecum, quaeper.
donde, hoy día, se concentra la nueva bohemia del Valle. Allí, entre casonas tradicionales de portones robustos y ventanales de madera y hierro forjado se erige un viejo edificio llamado Guillermo Naranjo Martínez, donde en un piso gigante viven Quantic, su esposa (una valluna llamada Ariana), y una coqueta gatica gris bautizada en honor al viejo reggae de Ken Boothe: Artibella. Los objetos que llenan el espacio hablan sin titubear sobre sus habitantes. En la amplia sala de estar, que durante los últimos días ha servido más como sala de ensayo para un ensamble de ocho, hay micrófonos y cables, tamboras, acordeones y guitarras. Sobre los numerosos estantes reposan centenares de vinilos debidamente clasificados por género, libros como Construyendo sistemas de amplificación, Música, raza y nación, biografías como la del libertario del afrobeat Fela Kuti o la de
Lucho Bermúdez, y revistas de coleccionista como Wax Poetics. En las paredes cuelga un curioso tablero con un complejo diagrama que desmenuza la estructura de salsas, cumbias y pachangas, carteles de conciertos pasados (hay uno que muestra a El Malo en el trombón), y varias fotos de expediciones musicales a lugares Addis Ababa, la capital de Etiopía, a donde Holland viajó en el 2004 a conocer a Mulatu Astkake, rey absoluto del ethio-jazz. Hay una muy especial que, durante un reciente viaje que hicieron a Barranquilla, tomó un amigo de Quantic en una pensión de una barbería de barrio. Esta, captura el instante en el que un viejo toma sancocho sobre un catre miserable (o ni tanto, pues debajo se ocultaba una colección de reliquias discográficas de valor incalculable). A pesar de ser un joven músico bastante cotizado en el mundo (de enero a septiembre, sobre
todo como DJ, ha tocado 38 fechas, de Australia a Canadá, pasando por plazas en Líbano, México y Francia), William Holland tiene más aura de estudiante febril que de rockstar. A él poco le importan la fiesta o la moda, y a decir por su barba de guerrillero, la pancita que ha criado durante su estancia valluna, sus sucios Adidas Samba y sus jeans anchos y desaliñados, se puede aducir que en él la cuestión es de fondo, no de forma. De sustancia, no de empaque. Sus prioridades se reducen nada más que a la música y su alquimia. Tanto, que su pasión desborda todo lo demás. Hasta el lenguaje. “¿Comuestá?”, me saluda en un paupérrimo español, mientras limpia la sala de cables y vinilos de música colombiana. Y ante la primera pregunta que le hago acerca de su encuentro con nuestra música, el hombre se riega en un orgasmo
072 www.shock.com.co
de palabras. Entonces se devuelve al 2006 para rememorar el episodio en el que descubrió a Colombia en una bodega de discos de Puerto Rico, para luego saltar, mediante un giro narrativo inesperado, a explicar la relación entre la cumbia y el reggae usando términos de genetista como “primos hermanos” o “árbol de familia”, exponer la diferencia antropológica entre la música del Caribe y la del Pacífico colombiano, cuestionar el concepto de folclor o comentar sobre la técnica de grabación de Mario Rincón, el gran productor de Discos Fuentes de los 60, y todo esto en ocho o nueve frases hiladas apenas por guiones y puntos suspensivos, pronunciadas mientras me mira fijamente, con sus ojos azules profundo inyectados de sangre. Al final, atropellado por el chorro de asociaciones que se precipitan sin piedad sobre su lengua, simplemente suelta algo como: “¡Es que aquí hay mucha puta buena música!”. Y eso es Quantic. “A veces se acuesta a dormir con el acord e ó n c o l g a d o ”, m e cuenta Ariana. Y es que William no siente la música. Él la padece sin dolor, como un yonqui su fix de H. Y eso es lo que convierte su universo en algo fascinante. En una de sus expediciones de Indiana Jones en busca del El Dorado musical, Holland llegó a La Sucursal del Cielo hace cuatro años invitado por un amigo suyo, el DJ y periodista Beto Gyemant (personaje
que, a propósito, hace poco sacó una antología muy recomendada: Colombia: The Golden Age of Discos Fuentes, The Powerhouse of Colombian Music 1960-76 bajo el sello Soundway Records). Allí, pasó lo que suele pasar en estos casos: se enamoró de la música colombiana. Emocionado, él confiesa que lo que lo sedujo de ésta no solo era su enorme diversidad, lo cual le resultaba muy interesante en términos de identidad, sino que era una música que, puesta en cualquier pista de baile, funcionaba. “Y eso, finalmente, es lo que importa”, afirma. En Cali, él se había enamorado de la vibra de la sultana, del perfume de su sangre mestizada, de su herencia musical (no hay que olvidar que, durante los 80, Cali fue el epicentro latino de la salsa), de los vientos que llegaban del Pacífico profundo y del Caribe, y, por supuesto, de una morena: Ariana. Allí, también, había tenido el placer de conocer gigantes de la música caliente como el maestro peruano Alfredo Linares (una gema de la música tropical que, entre otras orquestas, tocó con la Billos Caracas Boys), y de fantasear, entre los fantasmas de
SABROSURA
CUÁNTICA Discos que Quantic ha producido desde su Sonido del Valle. Recomendados.
Death of a Revolution, Quantic presents Flowering Inferno (2008) Calor tropical y psicodelia de verano, reggaecito para delirar.
Tradition in Transition, Quantic and his Combo Bárbaro (2009) Un viaje psicotrópico de Willie Colón por la autopista Panamericana.
Dog With a Rope, Quantic presents Flowering Inferno (2010) Como un trío entre entre Lee Perry y Prince Jammy y Rubén Blades.
Bermúdez y Landero que emanaban del vinilo que desenterraba de viejas colecciones locales, con la posibilidad de escribir un nuevo capítulo en la ya legendaria historia de Quantic: ensamblar un combo de verdad, como los de antes. Un all-star team de músicos contemporáneos y tradicionales que la rompiera con descargas de afrolatina voluptuosa, embrujada, versátil. Un combo bárbaro. Esas imágenes lo atormentaron durante un buen rato. Tanto, que algunos meses después, ya de vuelta en Inglaterra y justo después de la muerte de su padre en la Nochebuena del 2006 (“El mismo día que murió James Brown”, recuerda él), Holland vendería su carro, ignoraría las advertencias de su madre (quien le insistía que Colombia era el país más peligroso del mundo después de Irak) y volvería a la sultana a comienzos del año siguiente para darle cuerpo a sus ensoñaciones, casarse con su morenita y mudarse al barrio San Antonio, al edificio Guillermo Naranjo Martínez. A ese lugar que, en adelante, serviría de base a su Sonido del Valle, el estudio donde daría forma a su fantasía más arriesgada. Componer la banda sonora de esta nueva estación de su viaje. Lo primero fue ponerle nombre a su hazaña: inspirado en los combos nacionales panameños, esos ensambles bestiales que, para satisfacer a los distintos públicos del puerto entre los 60 y 70 tocaban popurrís de jazz, soul, cumbia, calypso, funk y guaracha, decidió bautizarla Quantic y su Combo Bárbaro. Lo segundo, fue convocar a sus integrantes. Para esto, reclutó al mismo Alfredo Linares en el piano; para las congas, invitó a un viejo del circuito sabroso de Cali, Freddy Colorado; para el bajo, a un virtuoso: Fernando Silva; de Inglaterra se trajo a su viejo amigo Malcolm Catto para sentarlo en la batería; él mismo se colgó la guitarra; en cuanto a la voz, en varias de sus canciones puso al frente del micrófono a una preciosa cantora del Pacífico colombiano, Nidia Góngora, del grupo folclórico Socavón; y para cerrar, contó con la participación de figuras de culto como el conductor brasilero Arthur Verocai. Lo tercero, fue ya más fácil: meter a este equipo de lujo en un mismo cuarto para ponerlo a tocar al tiempo y grabar, a la old school, un disco de antología llamado Tradition In Transition (Thru Thoughts, 2009), un camino que concilia los grooves modernos de esta América con los latidos de su madre: África. Lo cuarto fue girar por el mundo para presentar este trabajo, con una parada obligatoria en Inglaterra (donde el Combo se presentó nada menos que en el festival de Glastonbury e hizo una sesión muy especial en el programa de Mark Lamarr para la BBC Radio). Y lo quinto, lo más complicado: volver a Cali justo a tiempo para tocar en el Festival de Música del Pacífico. El legendario Petronio Álvarez. Habían pasado casi tres años desde su llegada a la capital del Valle. *** El Petronio Álvarez es la celebración máxima de la Africolombia. Esa república olvidada, usurpada,
Ihilis saeptas il in nus magnimu sdanimporem quae voloresequi volescid et omnis sanis aut pore quist, voluptatur archicim nonsequ istius incit.
abandonada a un destino de mierda que, en ciertos rincones de los departamentos del Chocó, el Valle, el Cauca, Nariño y Antioquia, alcanza proporciones simplemente prehistóricas. Esta fiesta es, pues, uno de los pocos escenarios que tiene el pueblo del Pacífico para celebrar una herencia milenaria que, más cercana a Ghana o a Nigeria que a Bogotá, encuentra en el llamado “piano de la selva”, la marimba de chonta, la máxima expresión de su patria. Una resistencia que es, en serio, de palo. El Petronio, que para este 2010 celebraba su edición número 14, más que un festival de bandas es una competencia feroz. De las profundidades más indómitas del mapa de Codazzi llegan agrupaciones dinásticas por tierra y chalupa para enfrentarse en la jornada más esperada del año. De por allá, del hambre, cerca de 90 grupos traen sus cununos, sus marimbas y sus guasás para derramar currulaos,
jugas y demás sobre la Plaza de Toros de Cañaveralejo durante cinco días de agosto, y competir en franquísima lid por los laureles de cuatro modalidades: marimba, chirimía, violines caucanos y versión libre. Esta última, precisamente, donde osó a tocar el inglés y su combo de bárbaros. Y es que ver a un británico parado en este escenario es el equivalente a atestiguar una presentación de Diomedes, en kilt, en un festival de gaitas en Escocia. Es extraño. Pero también es hermoso. Porque es verlo emerger de ese tablado giratorio como una auténtica mosca en leche, pero con el puño en alto, presto a cumplir su sueño de tocar en una tarima que, de cierta manera, también es su hogar: ese lugar al que pertenecen sus imaginaciones más cándidas. Porque este es su Wembley. Su encuentro con la pureza musical. Un lugar donde las voces son más pristinas. Donde las pieles carecen de maquillaje. Donde los instrumentos suenan a cuero y madera y donde las canciones son, en verdad, alientos de la naturaleza. Aquí, la música no es un producto. Es magia. Ese jueves 12 de agosto, Quantic y su Combo Bárbaro se subieron a la tarima del Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez a las 9:30 de la noche, y, como lo exigía el reglamento, frente al jurado y de cara a un público frenético y absolutamente embriagado de viche, tomaseca, tumbacatre y arrechón (destilados caseros que disponen el espíritu para las jornadas más alebrestadas), tocaron tres canciones en doce minutos, una de ellas Un canto a mi tierra, una preciosísima oda al Pacífico compuesta por Nidia, la cantante de la banda. Una pescadora original de Timbiquí que, a la salida del evento, en el puestico de comidas de su familia, me sirvió un sabrosísimo tostón con camarón y piangua. Al final, Quantic no ganó el Petronio. Pero no importaba. Esa noche, se emborrachó con ron. Luego volvió a su casa y se acostó con su mulata. ***
“LO HERMOSO DE LA MÚSICA COLOMBIANA ES QUE ES TREMENDAMENTE RICA EN TÉRMINOS DE DIVERSIDAD. ES MUCHAS NACIONES DENTRO DE UNA SOLA NACIÓN. UNA FINÍSIMA MEZCLA. AHORA, DEJANDO EL ASPECTO ANTROPOLÓGICO A UN LADO, ES MÚSICA QUE UNO PUEDE PONER EN CUALQUIER PISTA DE BAILE Y FUNCIONA. Y ESO, FINALMENTE, ES LO QUE IMPORTA”. -William Holland.
Por Juan Pablo Castiblanco Ilustraciones Andrés moncayo
DEL
MA @ DR z PRESENTADO POR:
SARA CORRALES
*
MES DE MADRES, MES DE MADRAZOS. PARA QUE APRENDA A MENTARLA COMO SE DEBE, SHOCK Y LA PICANTÍSIMA SARITA PRESENTAN ESTE MANUAL DE PUTA MADRE. ADVERTENCIA: NO LO APLIQUE EN CASA Advertencia: no lo aplique en casa
Fotografía: Pizarro / Maquillaje: Rey Tuk / Producción: Juanita Ávila / Body Art: Iván Chacón. www.chac-on.com
038 www.shock.com.co
El madrazómetro
¿Cómo ganarse un madrazo instantáneo?
¿Es en serio?
Flojo
Contundente
¿Qué tan letal es cada insulto? Compruébelo con esta chimba de artilugio.
Si quiere hacerse acreedor A un agravio inmediato, solo tiene que…
110°C: Sea varón
• Despedir, sin querer queriendo, una pequeña flatulencia en el ascensor. • Pellizcarle el derriere a una desconocida. • Poner La mona de Bonka en una fiesta punk. • Botar el balón al potrero más cercano durante el cotejo del domingo. • Pagarle a un taxista con un billete de 50. • Gritar “¡Viva la Revolución Bolivariana!”. • Ser un policía auxiliar. • Si es profesor, calificar un examen final con un 2,9. • Llevar al conjunto vallenato Los Ruidosos de Rafa a su casa a las 4:00 de la mañana. • Colarse en una fila para el baño en un concierto de Iron Maiden.
100°C: Hijueputa 90°C: Gonorrea 80°C: Malparido 70°C: Cabrón 60°C: Guevón 50°C: Idiota 40°C: Pendejo 30°C: Tonto 20°C: Lelo
Ser jugador de la Selección Colombia.
10°C: Bobo
Brazo Sin palabras, le están diciendo que si tuvieran una estaca, lo empalarían.
Puño La preferida de padres y tíos, su significado es un misterio para las nuevas generaciones.
¿Corto de palabras? No hay lío. En sus manos también hay DINAMITA.
hijo de la gra
Hu go C
hávez
ené Perez, Re sid
en
ob
nquis de mie rd a !”
R a”
te
“E
lg
“Le voy a pegar en la cara, marica” Álvaro Uribe Vélez
ya o, aj
np
r
un
ut
es
ca
er p
Sara Corrales
“¡Váyanse al
" Horacio S
ador de Pto. R ico
ola
“¿Mi madrazo favorito? Mmm… ¿qué tal ‘carechimba’?”
e rn
am
a
"M
Madrazos célebres
Estar en las listas del Partido de Integración Nacional (PIN).
Manualidades del madrazo
Pístola Ese dedo inofensivo solo puede significar una cosa: insertar ahí. (Sí, ahí).
Frasecillas honorables que la historia se ha encargado de poner entre comillas.
Siendo jurado del Factor X.
• “Con el perdón de las damas: que la chupen y que la sigan chupando” Diego Maradona • Sapo hijueputa, foquiu man gonorrea” Judy, la morena de La vendedora de rosas • ¡Troglodita, tecnócrata, filoxera, hidrocarburo, ectoplasma, filacteria, filibusteros, piratas, naufragadores, vendedores de guano!” Capitán Haddock, de Tintín. • “Usté’ no sea tan sapo, tan lambón, ¡marica!” Extraído de una canción de Diomedes Díaz.
• “Y hasta aquí los deportes… ¡país de mierda!” César Augusto Londoño, en la emisión del Noticiero CM& del 13 de agosto de 1999, día del asesinato de Jaime Garzón. • “¡Así es que se canta, hijueputa!” Giovanny Ayala, cantante • ¡Darcy, Darcy: la cámara se la metieron por el culo!” Lucho Garzón, muy alicorado, refiriéndose a la periodista Darcy Quinn. • “Qué vejez tan hijueputa” Teresa Gutiérrez, sus últimas palabras antes de morir.
ALEMANIA : Scheißkerl
HOLANDA : Moeder neuker
ARGENTINA : La puta que te parió
INDONESIA : Pukimak
BRASIL
: Filho da puta
MALASIA
: Tha-yo-lee
CHILE
: Chucha e’ tu madre
SURINAM
: Yu ma pang pang
CHINA
: Wáng bā / gǒuzǎiz
VENEZUELA : Coño e’ tu madre
ESTADOS UNIDOS
: Motherfucker
FILIPINAS
: Putang ina mo
Madrazos globales Hoy desde Colombia, mañana desde cualquier lugar del mundo.
FINLANDIA : Paskiainen
FRANCIA
: Fils de pute
MÉXICO : Chinga tu madre
Cosas que nos hacen madrear
Pequeños incidentes que nos hacen soltar una que otra palabrota. • Descubrir, con los pantalones abajo, que se acabó el papel higiénico. • Estar viendo la final del Mundial, emocionado, y que se vaya la luz. • La siguiente frase: “Su llamada es muy importante para nosotros, por favor espere en la línea.” • Un vello en la sopa. Rizado.
Pegarse en el dedo pequeño del pie contra el borde de la cama.
Regar el jugo sobre el teclado del computador.
Decálogo del buen madreador Para tener en cuenta a la hora de vilipendiar al prójimo.
Dejar caer el celular al inodoro.
Pisar un espeso ejemplar de excremento canino.
• Sacar la basura. • El cabezote de Padres e Hijos. • Andrés Felipe Arias. • Abrir la puerta. Cerrar la puerta. Dejar las llaves adentro. • Aplicar 1 mL de Isodine sobre 1 cm² de raspón.
1. Nunca le eche la madre a su hermano. 2. Nunca le diga gorda a una mujer. En caso de que se haga inevitable, dígale “gordis”. 3. A la hora de madrear, bótelo todo, no se guarde nada. Un madrazo contenido puede devenir en hernia. 4. Nunca pida disculpas al final de un madrazo. Si su enemigo se arde, dígale “Sea varón”. 5. Nunca madree a su propia madre. Es como multiplicar por cero: estúpido. 6. Si madrea desde el carro, no olvide bajar la ventana. 7. Si va a madrear a un busetero, tenga un machete a la mano. 8. Si va a madrear por Internet, asegúrese de hacerlo en mayúsculas. 9. Jamás madree frente a niños que están aprendiendo a hablar. 10. Procure madrear en público para que su madrazo tenga efecto multiplicador.
040 www.shock.com.co
Hijos de presidente Porque nos mandan al DAS.
Borracho con revólver Porque mejor no. El conductor del bus Porque no se juega con la llegada a casa. El hijo de una prostituta Porque sería redundante.
Político Por político.
Los más madreables
Vicky Dávila “¿Por qué no te callas?”
Porque se lo merecen
*M
en c ió n esp e
Sara Corrales
c
“¿A quién madrearía? A Noemí por bruta, Luego sí a Chávez” l*
up e r esp ec
l*
i
s ón
George W. Bush Por terrorista.
en
c
Juez Porque no fue fuera. Porque sí fue fuera. Por lo que fuera.
ia
La suegra Por metiche.
*M
Porque a veces hay que aprender a cerrar la jeta… perdón, la boca.
Empleado de un call-center Por negligente.
ia
Los menos madreados
Paramilitar Porque siempre es bueno prescindir del uso de la motosierra.
42 www.shock.com.co
El Madrazo Madre:
Hijueput@ USOS • Para enfatizar una duda existencial: ¿Y ahora qué hijueputas hago? • Para especificar conceptos abstractos: ¿Te dolió? Como un hijueputa. • Para describir una hazaña futbolística: Gooool, hijueputa, gol. • Para definir el sujeto de una oración: Ese hijueputa de allá. • Para definir el objeto de un saludo: ¿Qué más hijueputa? • Para solicitar una parada en el autobús: ¿Qué hijueputa? ¿Me va a llevar hasta su casa? • Si usted es un refinado lord, que se toma su tiempo y habla con mesura hasta insultando, use hijo de puta. • Si usted vio TVE desde pequeño al desayuno, al almuerzo y a la comida, use joputa. • Si usted convivió desde pequeño con gallinas, alimentó cerdos, amansó caballos o quiere bautizar un ají, use jijueputa. • Si usted es todos los demás, use hijueputa. VARIACIONES • Si usted es un lord perfumado, le dicen “Gabo” o “Santi”, su abuelo fundó alguna organización benéfica y colecciona estampillas, use “hijo de puta”. • Si es hincha del “Aleti”, escucha corridas de toros por radio, oyó el Aserejé antes que lo “caspearan” y reconoce a la Infanta de Borbón, use “joputa”. • Si usted sabe despescuezar gallinas, cebar cerdos y amansar caballos use “jijueputa”. • Si usted tiene una boca extra-grande, repite tamal al desayuno, cambia una llanta con una sola mano y ama las vocales, use “hijoeputa”. • Si usted es todos los demás, use “hijueputa”.
• Que Lloren : Calle 13 • Fuck The Tomba : Odio a Botero • Mula Hijueputa : Octavio Mesa • La Cabra : Los Toreros Muertos • Fuck You : Lily Allen • Devuélveme a mi chica : Hombres G • Get in the ring : Guns n’ Roses Para cantar con odio. Con • Fuck You Lucy : Atmosphere mucho, pero mucho odio. • Mala Suerte : La Mala Rodriguez y Calle 13 • Surfacing : Slipknot • Killing In The Name : Rage Against The Machine • Señor Cobranza : Bersuit Vergarabat (cover de Las Manos de Filippi)
Canciones con madrazo
Puto : Molotov
The Beautiful People : Marilyn Manson
Baracunatana : Aterciopelados
Ingrata : Café Tacuba
Madrazos softcore Si por razones de pudor no puede emitir un buen hijueputazo, intente con… Si usted es una señora Su contendor no espera picante de su parte, por eso es bueno usar el factor sorpresa. ¿Cómo? Un buen “pirobo” salido de su boca, en situaciones de furia extrema, no cae mal y le dará, seguro, el round. Complemente con un par de amenazas de agresión Doña Patricia style.
Gilipollas Sonará como narrador de National Geographic, pero bueh…
Caracoles, recórcholis o diantres Ya sabemos que su madre no le deja decir “carajo”, pero fresco: no lo vamos a delatar.
Idiota, estúpido o cretino ¿Acaso me le cogieron una tetica? ¡Mujercita!
Gaznápiro ¿Gaznápiro?
Rayos o demonios ¿Trabajas doblando películas para Caracol?
Zonzo o menso Mejor intente con gaznápiro
Refuerce su madrazo Para potencializar su injuria al máximo… Si usted es un mecánico Multiplicar el madrazo y hacer constantes referencias a actos lascivos, le darán una posición privilegiada. No olvide complementar con ademanes que indiquen que en cualquier momento la situación puede irse al karate o, peor aún, al crucetazo.
Si usted es un yuppie Elimine todo matiz de sofisticación en su madrazo. Evite decir “shit”, “fuck” o cualquier otro insulto que no vaya a entender su rival y que incluso dé motivos para que sea objeto de risa. Y, sobre todo, SOBRE TODO, evite sacar en cara su estatus social diciendo el clásico: “Usted no sabe con quién se está metiendo”.
• Termine el improperio con un leve siseo, como se indica a continuación: “Cabrón de mierda… sss” • Escupa en el piso. • Sáquese las yucas de los dedos y/o el cuello. • Déle un giro paisa o caleño a su poesía: estos acentos SIEMPRE intimidan. • Finja un tic en el ojo. Con esto, su víctima se meará en los pantalones.
Madrazo según su personalidad No madree como cualquiera. Saque lo mejor de sí a la hora de la vulgaridad.
Si usted envía narcóticos al exterior En caso de que quiera solucionar un inconveniente por el lindo camino de las palabras, sabemos que le resultará complicado no hacer alusiones a actos como la mutilación de miembros, un súbito “accidente” o a prendas como la piyama de madera. Aún así, pruebe con decir solo “Cuidate, papá”. El país se lo agradecerá.
“A ciertos hombres no hay necesidad de decirles ‘perros’: uno les dice ‘gonogarbimbas’ y sale…”? Sara Corrales
Si usted es un académico Llénese de insultos que pudo haber usado Miguel de Cervantes, atribuya a su contrincante enfermedades desconocidas y compare a su rival con alguna tribu bárbara de la Edad Media o con alguna clase social despreciada en el Sacro Imperio Romano Germánico. No use palabras que el otro pueda entender o conocer. Si no queda satisfecho, golpéelo con un lápiz en un dedo.
Bonus track
Y no olvide lavarse la boca con jabón antes de pasar a la siguiente página. ¡Bocón!
Por Nicolรกs Vallejo-Cano @nikovc
040
B OM Latinoamericano
La nueva revolución de Residente CALLE 13 NO ESTÁ JUGANDO. SEGÚN SU JEFE, RESIDENTE, SU NUEVO DISCO ES UNA BOMBA CON LA QUE PRETENDEN ACTIVAR UNA NUEVA REVOLUCIÓN LATINOAMERICANA. LEAN LOS QUE QUIERAN. LOS QUE NO, PASEN LAS PÁGINAS.
042 www.shock.com.co
H
ace rato lo andábamos buscando. En octubre íbamos a ir a México a entrevistarlo, pero una semana antes el encuentro fue cancelado. ¿La razón? “René no quiere hablar”: esa era la respuesta que nos daban. Y a decir por el tono de sus tweets, que sugerían que gracias a dos o tres periodistas de esos que preguntan “¿Y cómo está ese corazoncito?”, él mismo lo confirmaba. Lástima. Le queríamos dar la portada, hacer dos o tres preguntas de rutina sobre su nuevo y cuarto disco, Entren los que quieran (que, a propósito, como todos los discos de Calle 13, solo puede definirse con las palabras “de puta madre”), y luego sí entrar en materia: hablar de la revolución que anda tramando. De la bomba que anda sembrando en nuestro patio: Latinoamérica.
Insurrecto. Poeta. Iconoclasta. Rebelde con una causa sobradamente justificada. Desde que René Pérez Joglar apareció en escena hace 5 años junto con su hermano, el siempre genial Eduardo “Visitante” Cabra, esta tierra tiembla con cada uno de sus pasos. Y es que lo de la Calle 13 va en serio. Y ese “en serio” es en serio, como quien habla de Manu Chao o de Víctor
Jara. Se trata de un collage único que destila aires sonoros de todos los climas del mundo (en el nuevo trabajo hay merengue dominicano, cumbia colombiana, afrobeat nigeriano, banda mexicana…) para conciliarlos en una infusión sonora revitalizante, aderezada con rimas combustibles que también son balas ideológicas. Descargas que siempre, siempre, dan en el blanco. Y es que detrás de su música está la utopía de una casa digna. De una Latinoamérica para los latinoamericanos. Después de haber enterrado la posibilidad de hablar con él, por lo menos este año, nos entró un correo inesperado: entrevista con René vía telefónica. ¿Motivo? Calle 13 se presenta el 30 de diciembre, en Cartagena, y nada más ni nada menos que junto a uno de sus padres: Rubén Blades.
Calma, pueblo, que aquí viene Residente.
Pensé que nunca más iba a volver a dar entrevistas. Lo sentía bastante rayado por Twitter. No, pero yo tampoco me rayo por eso, no es nada personal. ¿Pero qué molestia tiene con los medios y los periodistas? No es una molestia. Es una preocupación… ¿Y cuál es esa preocupación? La preocupación tiene que ver con la forma en la que están educando a las nuevas generaciones, con el tipo de preguntas que se están haciendo y de respuestas que están dando… Es una preocupación genuina. Tenemos que echar para adelante, no para atrás. ¿Y siente que los medios van para atrás? Depende. Hay unos que contribuyen al desarrollo, pero hay cantidad de medios que van en retroceso al mantener a la masa entretenida con cosas que no son importantes, entonces tenemos generaciones enteras de gente que no se cuestiona, y yo creo que si tú no te cuestionas, te estancas… Siendo Calle 13 tan crítico con los medios, ¿por qué cree que tiene tanta figuración en estos, incluso en los más tradicionales? Creo que hemos ganado credibilidad con el tiempo, como que nos han entendido más. Nos hemos ganado el espacio, incluso sin tener la radio o los medios a favor. También suele darle mucho palo a su casa disquera. ¿Cómo hace para salirse con la suya? Como el Vaticano, las disqueras son una institución; sin embargo, no todos los curas son malos. Pasa lo mismo allí. En Sony Music hay gente infectada con el virus de Calle 13 y es gente que está con nosotros, trabajando a nuestro favor. Es-
tán adentro, pero piensan como nosotros, creen en nuestro mensaje, tienen el mismo espíritu y las mismas ganas de que las cosas cambien. Por ejemplo, todo lo que pasó en los Mtv, el incidente de las remeras con mensajes, ellos estuvieron de acuerdo. Yo lo hablé todo con ellos previamente. Yo les dije cómo iba a hacer la cosa hasta que terminaron convencidos. Al final quedaron contentos y celebraron… después del susto, claro. (Risas)... ¡Claro!, todos nos asustamos. Lo que yo hice fue darle voz a la gente. Independientemente de que esté a favor o en contra, a mí me interesa que la gente también tenga espacios para expresarse. Ya con eso valió la pena. La campaña de expectativa del nuevo álbum, Entren los que quieran, se centraba en un objeto particular: una bomba fabricada con elementos de la cultura popular latinoamericana. ¿Por qué? Sí, es una bomba diferente a las bombas comunes. Es una bomba que no explota sino que activa. Activa otros modos de pensar. Ideas. ¿Y qué tipo de ideas pretende activar con esta bomba? No hay nada específico. Creo que dentro de nuestro sistema como grupo, la bomba más importante que queremos activar es la de la honestidad dentro del arte. En el caso de nosotros, dentro de la música. Esa honestidad que ayuda a que las cosas estén mejor. Hablemos del disco. Hay buenas colaboraciones... Sí, están Ómar Rodríguez-López, Totó La Momposina, la peruana Susana Baca, la brasilera María Rita… también participó Seun Kuti, el hijo de Fela Kuti.
En tan solo 5 años, este par de hermanastros boricuas, Residente y Visitante, han logrado poner patas arriba el paisaje musical latinoamericano.
“YO SUEÑO CON LA REVOLUCIÓN EDUCATIVA. CREO EN ESA REVOLUCIÓN. NO EN LA DE LAS ARMAS. LA EDUCACIÓN DEBE SER UNA PRIORIDAD.
Ahora que menciona a Fela, siempre lo he asociado con él. Quizá por el espíritu, por su lucha revolucionaria. ¿Es una inspiración para usted? Sí, ¿pero sabes qué? Fela Kuti es más mi hermano. La idea de hacer afrobeat es de él. Él lo tiene bien estudiado. Él fue quien me habló de él, luego yo me puse a mirar videos de Fela, a entenderlo, y de ahí salió la canción Todo se mueve, que habla de los movimientos en general. Todo se mueve, la tierra se mueve, la sangre se mueve… ¡El pueblo se mueve! Sí. De ahí salió el tema. Es de mis favoritos, pero de verdad que me gustan todos. Es la primera vez que me pasa, que siento que me gustan todos los temas del disco. Hablando de movimientos, ¿cuál es el sentimiento que lo mueve? ¿De dónde viene? ¿Cuál es el sentimiento que me mueve? Creo que es una semilla que tengo sembrada desde que era pequeño y que con el tiempo, al conocer diferentes países, ha ido creciendo y creciendo, haciéndose más fuerte. Es un sentimiento único. Es puro cariño por Latinoamérica. Por ahí en el disco también hay cumbia, un sonido que se está convirtiendo en una especie de fuerza alternativa en Latinoamérica. ¿Cómo ve el boom de la cumbia? Lo siento bien fuerte. Está chévere lo que está pasando con la cumbia, el nuevo rock latino-
americano. Y es que la cumbia es bien rockera… de hecho, para este disco yo quería hacer una con guitarra, iba a participar Zack de La Rocha, de Rage, pero al final no dio el tiempo… ¿No? ¡Qué lástima! Sí. Volviendo a Latinoamérica, en el disco hay un tema muy hermoso que se llama así (en el que a propósito colaboran Totó La Momposina y Susana Baca). ¿Es su principal obsesión? Sí, es mi tema favorito. Pero Latinoamérica no es una obsesión, tiene que ver más con lo que yo pretendo dejar aquí con mi hermano: por medio de la música, algo que valga la pena para las generaciones jóvenes.
044 www.shock.com.co
Ihilis saeptas il in nus magnimu sdanimporem quae voloresequi volescid et omnis sanis aut pore quist, voluptatur archicim nonsequ istius incit.
En la narrativa de Calle 13, Latinoamérica aparece retratada como un pueblo oprimido pero guerrero y alegre. ¿Cuáles cree que son las fuerzas que nos oprimen? ¿Quiénes son nuestros enemigos? Bueno, ahí el lío es con Estados Unidos, que ha sido un enemigo histórico de Latinoamérica. El hecho de que haya gente buena en el país no quiere decir que no tengamos enemigos a nivel político en su gobierno. No me refiero a la gente que vive ahí, de hecho allí tengo muchos amigos… pero hasta ellos mismos nos han puesto como enemigos en sus películas, fíjate en las de los ochenta, Depredador, Comando… los malos siempre son latinos y siempre se la tienen que romper es a ellos. Pero hay algo que es clave y es el enemigo propio. No darse el valor que uno debería darse como Latinoamericano. Ese enemigo también existe. El enemigo del racismo, que aquí es tan fuerte. Racismo contra el indígena, contra el negro… Es un enemigo más escondido.
ENTREN LOS
QUE QUIERAN La carátula del cuarto trabajo discográfico de Calle 13 es una bomba. Una bomba de ideas cuyo impacto, según Residente, “lo recibe el que quiera, por eso se llama Entren los que quieran: todos están bienvenidos”.
“¿CUÁL ES EL SENTIMIENTO QUE ME MUEVE? CREO QUE ES UNA SEMILLA QUE TENGO SEMBRADA DESDE QUE ERA PEQUEÑO Y QUE CON EL TIEMPO, AL CONOCER DIFERENTES PAÍSES, HA IDO CRECIENDO Y CRECIENDO, HACIÉNDOSE MÁS FUERTE. ES UN SENTIMIENTO ÚNICO. ES PURO CARIÑO POR LATINOAMÉRICA”.
Me parece inquietante la manera como usted, como puertorriqueño, siente más de cerca esa tensión entre Estados Unidos y Latinoamérica. Hablo de esa fuerza imperialista… Yo lo siento directamente, y lo que pasa es que eso te puede confundir, porque dentro de las formalidades que reciben los puertorriqueños de parte de Estados Unidos uno puede sentirse comprado. Pero hay cosas que no tienen valor, como la vida. Tú le puedes poner precio a todo, pero hay cosas que tú no puedes comprar. Hay cosas que tienen un gran valor que muchos puertorriqueños no entienden todavía, como el hecho de ser independiente, el hecho de tener la autoestima alta. En Puerto Rico parece que tuvieran la autoestima alta, pero no es real. Nuestra autoestima es el reflejo de la educación que hemos recibido por más de 100 años. Ahora, no te estoy viniendo con un panfleteo barato. Te estoy diciendo algo que para mí es real. ¿Sueña con una Latinoamérica unida? Eso sería ideal, que haya una unidad. Obviamente aprecio la multiculturalidad, ya sabes… a nivel musical, los acentos, las creencias que existen en los diferentes países de Latinoamérica, pero sí sería ideal que fuera más unida. Lo que pasa es que no se va a poder lograr. Dentro de este sistema, en el que vivimos, en el que nacimos y crecimos, es muy difícil… pero hay que trabajarlo. No me refiero a una unidad física, de fronteras y monedas… No. Hablo de una unidad real. De sentirnos orgullosos de ser Latinoamericanos. ¿Con qué tipo de revolución sueña? ¿Yo? Sueño con la revolución educativa. Cuando los presidentes le den a la educación la misma prioridad que le dan a la guerra, a las armas y a la milicia, el mundo va a estar mejor. Yo creo en esa revolución. No en la de las armas. La educación debe ser una prioridad. ¿Y cree que esa revolución se va a lograr? Depende. Depende de los presidentes. El tema de la educación va a tardar muchas generaciones en darse porque se necesita una serie de presidentes con los mismos principios, con el mismo compromiso, con las mismas ganas de cambiar el mundo, independientemente de sus partidos. Pero no es algo imposible: se puede lograr. Usted que ha viajado por toda Latinoamérica, ¿cómo la siente en espíritu? ¿Optimista y luchadora o pesimista y derrotada? La siento con poder. Se viene una generación mucho más fuerte que las anteriores. Una generación luchadora, orgullosa, educada. En 10 años vamos a ver los cambios. ¿O sea que espera que esa bomba que está sembrando con este disco estalle en 10 años? Sí. O puede estallar ahora pero los resultados se verán luego. Las consecuencias de la bomba atómica de Estados Unidos se vieron después, cuando a la gente se le empezó a caer el pelo, cuando empezaron a aparecer enfermos de cáncer… Nuestra bomba, por el contrario, va a dar resultados positivos.
046 www.shock.com.co