Vinisfera Num. 2

Page 1

v i n o

e s

p a r a

c o m p a r t i r

$50 pesos www.vinisfera.com

e l

Baja California, viaje al corazón del vino mexicano • Brillantes y seductores vinos blancos • El Festival de las Conchas • Arquitectura y vino: ¡ Sí combinan! • Los misteriosos orígenes del taco • Arte contemporáneo: Alÿs y Oiticica • El Reporte de París • Ocio: Señor

Coconut • Frescas recomendaciones para liquidar el calor •






contenido La

viña del señor

10

Gadgets

14

Vino blanco, ¡brillantez

y seducción!

16

Historias del vino:

14 El Festival de las Conchas 32 Pregúntale al sommelier 34 Viaje a la Baja California . Repor taje

Repor te desde París

38

Arquitectura

40

Poema de Ricardo Yáñez

43

Vino y

La uva torrontés

44

El vino no es coca-cola

48

Gastronomía: Los misteriosos orígenes del

taco

Recomendaciones Ar te contemporáneo: Bailar o caminar

50 54

58

Siete preguntas para... Sofía Echeverri Ocio: Señor Coconut

68

Música

72

Cine

74

Libros

76

Crónica: El

whisky de los Bobos

El catador catado

64

78 84


editorial Es difícil hablar de la Baja California sin mencionar sus valles, o a la

ciudad de Ensenada, tema del reportaje principal en este número. Nuestra llegada estuvo marcada por el frío, con los característicos vientos primaverales y hasta una lluvia mañanera. Pero desde que conocimos a los protagonistas de nuestras historias, el clima cambió. Muchos nombres se podrían mencionar aquí, todos ellos acompañados de las más sinceras notas de agradecimiento, y de reconocimiento a la gran labor que están haciendo por los valles y por el vino mexicano. Pero preferimos que mejor leas la revista y te encuentres con ellos. Sólo te adelantamos que si bien Ensenada y sus alrededores ofrecen al visitante numerosos atractivos, el auténtico encanto de la ciudad, es la calidad y calidez de su gente. Así pues, te dejamos disfrutar de nuestra segunda entrega, no sin antes agradecerte tu interés e invitarte a que te involucres con nosotros y con este cada vez más sorprendente mundo del vino, mandándonos tus comentarios a través de nuestro sitio web, postal, o, por qué no, hasta echándonos un telefonazo. ¡Salud!

Carlos Valenzuela

Marco Martínez


Directorio: Dirección general: Marco Martínez, Carlos Valenzuela. Editor: Gerardo Lammers. Dirección de arte y diseño: Guillermo Escárcega. Colaboradores: Beatriz Bastarrica, Carlos Bermúdez, Felipe Coronado Vázquez, José Del Valle Rivas, Lorenzo García Guerra, Bernardo González Huezo, Oliver t Maldonado, Luiz Henrique Marcondes, Mariajo Mar tínez, Esperanza Mendiola, María Eugenia Monroy, Camilla Panhard, Aldo Prieto. Fotografía: Rodrigo Vázquez, Carlos Valenzuela. Corrección: Felipe Coronado Vázquez. Apoyo a diseño: Beatriz Guillén. Portada: Erándini. Ventas: Fernando Morales. Administración: Astrid Hernández. vinísfera es una revista bimestral del grupo Editorial Mexicana de Vinos S.A. de C.V. Oficinas generales: Aurelio L. Gallardo 380 - Guadalajara, Jalisco. Tel. (33) 1377-5647 / 48 info@vinisfera.com. Certificado de licitud y de contenido en trámite. Impreso en Grupo Obed Graphics de México S.A. de C.V. Prohibida la reprodución total o parcial por cualquier medio manual o electrónico, sin la autorización por escrito de los editores. El contenido de los artículos es responsabilidad de los autores.


colaboradores Ana Guerrerosantos Comunicóloga. Editora del suplemento Tapatío, del diario El Informador. Gusta del vino, principalmente el tinto de regiones como Argentina (la gama Zuccardi) o California (el favorito es Mondavi y del lado mexicano el Monte Xanic), pero también el rosado y en este caso el más disfrutado es el español Marqués de Cáceres. El maridaje predilecto: con chocolate amargo. Combinado a todo lo anterior, el gusto por la arquitectura -la mayor de las artes- que sin lugar a dudas es marco para su producción, su degustación y su acentuado deleite.

Lorenzo García Guerra Sommelier tapatío y gastrónomo. Catador continuo desde hace más de 20 años con un registro personal de más de 15 mil vinos catados. “Yo me defino como llamaba Curtnonsky a los que vamos por la vida en función de la gastronomia: gastronómada”

Esperanza Mendiola Maestra de apreciación de vinos. Cuenta con el Certificado Internacional Superior de Wine and Spirits Trust. Tiene otros, pero este es el chido. Desde el 2002 es juez del Concurso Internacional de Vinos de Ensenada.

Erándini Aparicio Es músico, poeta y monero. Actualmente trabaja en el proyecto del disco Sepulcro Bohemio, de próxima aparición, y colabora para el sitio elrespetable.com. “Estoy en el proceso de entender las cualidades del tinto y del blanco, no tengo un juicio real sobre cuál preferir, pues sus aromas y sus sabores me son subjetivos aún; nunca llego a dilucidar la profundidad que éste me ofrece en sus cualidades. Cuando llegan las demás preguntas, en ese momento ya es demasiado tarde, pues el vino desaparece de la botella”.


cartas Sugiere recetas con sus maridajes Hola. Quisiera decirles que me gustó mucho el primer número de su revista. En especial me encantó la impresión y el tipo de papel que usaron. Me gustó también la forma en que está editada, pero les sugiero que incluyan una página con una buena receta de un platillo y con qué vino maridarlo. Felicidades!! Kristel Friessen, Guadalajara. Menos formalidad Felicidades a todo el equipo de realizadores de la revista Vinísfera, por el buen nivel de su producto y, sobre todo, por el acierto de brindarlo de una manera menos formal a este mercado que gusta del mundo del vino. Me pareció muy bueno el reportaje de Aguascalientes-Zacatecas. León Vázquez, Guadalajara.

Bien por las recomendaciones pero... Qué onda, se me hizo chida la revista. Se me hace padre que se dirijan a la gente común y corriente que sabemos poco de vinos. Por ese lado, la seguiría comprando. Estaría bueno que en las recomendaciones incluyeran vinos más comerciales, para principiantes como yo. Felicidades y tienen mucha tela de donde cortar. Jackie Sahagún, 28 años, diseñadora.

Amigable y fresca Al tener en mis manos el primer número de la revista tuve la sospecha de que se trataba de una revista más de tantas que ofrece actualmente el mercado. Sin embargo, me llevé una agradable sorpresa, pues la encontré amigable y fresca. No pensé que una revista sobre vinos, gastronomía y arte me fuera a interesar. ¡Enhorabuena y éxito en sus futuras publicaciones! Fernando Calderón Quezada, Guadalajara.

Piropos para compartir Recibo con agrado a Vinísfera que conjunta tres de los placeres que más disfruto: el arte, la gastronomía y por supesto el deleite etílico que te da un buen caldo. Y qué mejor que sea una revista editada en la ciudad por un joven equipo. A seguir aprendiendo sobre las distintas variedades y sus maridajes en el mundo. Fresca se hace la lectura con el estilo de las diferentes plumas que colaboran, y muy enriquecedores los diversos temas relacionados al vino. En lo visual se agradece la buena fotografía, el tamaño del texto y el diseño limpio. Muy nutridos algunos de los artículos. Enhorabuena al equipo que da forma a esta revista, espero que sean muchos años que nos acompañemos y disfrutemos. Laura Covarrubias, Guadalajara.

Mándanos tus cartas a: info@vinisfera.com



La vina del senor

Óscar Niemeyer cien años, reserva especial.

Unos de los arquitectos más emblemáticos del siglo xx celebró el pasado 15 de diciembre sus 100 años, y lo hizo trabajando en su despacho de Río de Janeiro. Las obras del carioca tienen bases funcionalistas —colaboró con Le Corbusier para el edificio de las Naciones Unidas de Nueva York— y mucha voluptuosidad, misma que se hace patente en el gusto por las líneas curvas. Entre sus proyectos más conocidos están los edificios de Brasilia, la capital del gigante amazónico, proyecto conjunto con Lucio Costa. En un hecho sin precedentes, la ciudad fue diseñada y construida en un lapso de cuatro años, inaugurándose en 1960. Una de sus obras más llamativas es el museo de arte contemporáneo de la ciudad brasileña de Niteroi (vecina de Río de Janeiro), construido durante la década de los noventa. El propio Niemeyer ha dicho de este espectacular edificio construido en una colina, frente al mar: “La arquitectura ocurrió espontánea como una flor”.

10

vinísfera. mayo-junio, 2008


México tuvo una destacada participación en el Concurso Mundial de Vinos de Bruselas, celebrado en abril pasado (curiosamente en Burdeos, Francia). Junto con el Vinitaly (Italia) y el International Wine Challenge (Inglaterra), se trata de una de las más prestigiadas competencias. Dos vinos mexicanos consiguieron medalla de oro: —Casa Madero Semillón 2007. —L. A. Cetto Petite Sirah 2006. Medallas de plata fueron para: —Casa Madero Chenin Blanc 2007. —Château Camou Gran Vino Tinto 2004. —Château Camou Gran Vino Tinto Merlot 2004. —Château Domecq Cosecha Seleccionada Tinto 2005. —Monte Xanic Cabernet Sauvignon y Merlot 2005. —Santo Tomás Único Cabernet-Merlot Gran Reserva 2004. Además, los tequilas El Espolón Blanco y El Tequileño Reposado ganaron medalla de oro. Mientras que El Espolón Añejo, El Espolón Reposado, El Tequileño Gran Reserva Reposado y José Cuervo Reserva de la Familia se llevaron medalla de plata. Se registraron 6 mil 189 etiquetas participantes provenientes de 48 países. ¡Felicidades a todos!

La asociación internacional Personas por la Ética en el Trato de los Animales (PETA) lanzó un ofrecimiento de un milón de dólares al científico o la comunidad de científicos que pueda crear carne in vitro para satisfacer las necesidades del consumo humano. La condición es que tal producto sea comercialmente viable.

Guillermo del Toro fue elegido por los estudios New Line Cinema para dirigir El Hobbit, así como su secuela, películas basada en la obra del escritor sudafricano J.R.R. Tolkien. Este par de cintas, que se espera que sean un éxito de taquilla, cuentan lo que pasa entre el primer libro y la trilogía de El Señor de los anillos, escrita por el mismo Tolkien. El rodaje comenzará en 2009 y para ello, el director tapatío se mudará durante cuatro años a Nueva Zelanda. El presupuesto para cada una de estas cintas es de 150 millones de dólares.

Vista del centro de Brasilia, proyecto conjunto de Óscar Niemeyer y Lucio Costa mayo-junio, 2008. vinísfera

11


Vista del interior del estudio de Niemeyer en Río de Janeiro

Jalisco ocupa el sitio 22 en el ranking del Índice Nacional de Corrupción y Buen Gobierno 2007, según reporta la organización Transparencia Mexicana. Este índice —en el cual el sitio 32 es el de mayor corrupción— consiste en una encuesta realizada en casi 15 mil hogares donde se les pregunta sobre prácticas de corrupción de acuerdo a más de una treintena de servicios públicos ofrecidos tanto por los gobiernos como por particulares. Las prácticas más recurrentes de corrupción de los jaliscienses son estacionar el automóvil en espacios controlados ilegalmente por “franeleros” y dar “mordida” a los agentes de tránsito. Según este ranking, Jalisco tiene más prácticas de corrupción que Nuevo León, Chiapas, Oaxaca y Michoacán, y está a la par de Baja California, Yucatán y Chihuahua. El DF, el estado de México y Tlaxcala ocupan el sótano de la clasificación.

12

¿Quiere saber cuál es la ciudad del mundo donde mejor se come? Según el criterio de la guía Michelin, es Tokio. Los restaurantes mencionados en la edición 2007 de la prestigiada publicación francesa acumulan 191 estrellas, superando las 97 de París. Según una nota del diario El País, la abundancia de restaurantes top se debe a la competitividad, minuciosidad, preparación y sentido de la disciplina que tienen los japoneses, sin olvidar que el perfil del cliente japonés es el de un gourmet exigente, bien informado y con un alto poder adquisitivo.

vinísfera. mayo-junio, 2008


El ex alcalde mayor de Bogotá, Colombia, estuvo en días pasados en Guadalajara y se subió a una bicicleta para recorrer la Vía RecreActiva (paseo ciclista que se abre los domingos por varias avenidas de la ciudad). “Este es el comienzo de la recuperación de las ciudades para la gente, este es el único lugar donde en una ciudad se encuentran todos los ciudadanos de todos los niveles socioeconómicos como iguales, de todas las edades, hay una solidaridad”, dijo, según una nota publicada por el diario Mural.

El físico Stephen Hawking lanzó un exhorto público para que el hombre se lance a la conquista del espacio con más determinación. “Nos encontramos en la misma situación que Europa en 1492”, expresó durante una conferencia en Washington. El autor de Breve historia del tiempo propone una base permanente en la Luna y desarrollar un nuevo sistema de propulsión para viajar más allá del sistema solar. “La conquista del espacio va a cambiar el futuro de la raza humana e incluso podría determinar si tenemos un futuro”, dijo.

mayo-junio, 2008. vinísfera

13


Gadgets dación de ar tículos en m co re a tr es nu e entrega más d os a quienes les d to a ar p , Aquí tenemos una ts ge d ga conocidos como de utilidad, también ntrolado de la uva. co to en rm fe el d r gusta disfr uta

Collar Porta-Copa

Lo que a simple vis ta parece un cordón con un cono plástic lo es. Sin embargo, o amar rado en un esta sencilla pieza extremo, es una herr amient de ir a lugares en lo a m uy útil para quienes gu s que además de an stamos dar todo el día co otras cosas con di pa en mano, hay qu chas extremidades e ha cer , como en las catas Lo bueno es que las o festivales gastronó probabilidades de m ico s. ol vid ar, derr amar o rom se reducen bastan per nuestr a copa te . Lo malo: si algui en dudaba de que ya no lo hará. fuer as un bebedor empedernido, HH

H

The Wine Clip

poco de ficción y quizás un a ci en ci r, ea cl interesante nu ogía wine clip es un el Mezcla de tecnol s, te an ic br fa s tentes parte de su clip, hecho con po o os ni ge exager ación por in te Es que, según sus st food generation. ello de la botella gadget para la fa cu el en o tic né efecto campo mag enses– genera el id un do imanes, crea un ta es s io magnético a docena de med tr uco: el campo El fabr icantes –y un n. ió ac re ai : lla los ado la bote l vino y romper de as ul de haber decant éc ol m s la ando a abrir, emás de alinear s más suaves; ayud atrae oxígeno, ad to en em el en s, o áspero taninos complejos tentes. vinos jóvenes y po s lo a , do to e br so

HHH

Rack para vino : El Nudo

Hecho de dos tipos de mader a, este rack aco mágnum, logr an moda seis bote do una pieza co llas de 750ml, y mpletamente ba que decorará m una lanceada entre uy bien tu barr forma y funció a, además de ex último viaje (a n hibir como se la vinatería). Lo debe al fr uto de queremos por algo nuevo en tu su atractivo dise los racks de m ño, que nos pr esa. Mantenerl o po HHH ne o lleno será to do un reto.

14

vinísfera. mayo-junio, 2008


Decantado r con Desa L´Atelier r du Vin, 2 rollador 002

Esta emp resa lleva más de 8 del vino, y 0 años ofr lo hace m eciendo p uy bien p en cr istal roductos or cier to. y acompa par a el dis Muestr a d ñado de u de este a fr ute e ello es na esfer a ccesor io este deca plateada, es que ad comedor, n tador, hec el desar ro emás de sala, baño ho ll a v d e o r s r. e L – d a o práctica e lujo en sor presa par a que cualquier mente do el vino se cava, cocin nde se le desar rolle de entr ar quier a po a, mejor, al c en contac n e r o – r to r está ingen e r sutilmen con la esfe sin estres iado te por su r a, per mit ar lo tanto s paredes iéndole u . HHHH después n buen de sar rollo

a l l e t o b a l o s a n u a r a p a Cav e r a h s l e Ang

n, cia ficció n ie c la uno. logía y la tecno ar ato, ya quería ia c a h te ap po. acción hacía es r mi atr del tiem o é r var p la u u s q s e r p i e á ac r a prese n a u p : ) No sé s o antes de sab e s c o e e par ficativ to lus es lo qu (sobr an los cali ol estr ic r e pero inc t u r ma. n q o c ir c n de ada ou mejor fo on n ñ d o e la n c is ie e a d t n d s á e t Ba es mant able c lucione ísta cava quilino, ste evo tan amig é e e c a u h q Esta ego óptima a su in a en unos par ue la e t q a r r a a u lo r t , m e a n r o n nsas t ibr ació tempe de ma , bien que pie edad y ’s y sin v 5 m fc 0 u c 0 acenado h s 2 e e lm s s r a u a r l g t a sob é in m P s strella on ese calienta n vino e como c u , Enfría y e s t e n n ie ie amb ero si t el medio ar ata, p b s e o .N 10 años ta. ue cues vale lo q

HHHH

por Carlos Valenzuela

¿Quieres saber más de estos y otros gadgets? Encuentra en nuestro blog http://www.vinisfera. com/blog descripciones más amplias, costos, dónde comprar y muchos más consejos para acompañar tu buen gusto por el vino.

Calificaciones: HHHHH Si no tengo uno, me corto las venas HHHHVendería un riñón por uno de estos gadgets (al fin tengo dos) HHH Sería un buen regalo para mi próximo cumpleaños HH Le puedo encontrar un uso como pisapapeles o matagatos H Ni se te ocurra mayo-junio, 2008. vinísfera

15


opinión invitada

Vino blanco,

¡brillantez y seducción! por Lorenzo García Guerra

¡L

a emoción invadió mis sentidos…! Su voz era firme y pausada, pero sobre todo seductora. Era la voz de un hombre que había probado de todo. En ese particular momento me envolvió con su magia: —¡Te voy a enseñar a probar vino! Cotidianamente yo veía a mi abuelo Gonzalo tomar jerez o tequila como aperitivo, y vino tinto o blanco con la comida. Ese día abrió una botella de chenin blanc Casa Madero, arregló un plato de aceitunas, queso manchego y jamón serrano, tomó la botella y comenzó a servir dos copas del brillante vino. 16

vinísfera. mayo-junio, 2008

—Tómala por el tallo, así no vas a calentar el vino con tu mano. Recuerdo que mi mano temblaba. —Observa el color y la limpieza. Así son los valles de Parras: pajizos en el otoño, brillantes en el verano. De una manera simple aprendí a ver el vino como una ventana a la tierra que lo ve nacer. Luego el olfato. —Acerca la copa a tu nariz y huele, ¿qué sientes? —Huele a membrillo —, le contesté. —¿Qué sientes?


Sentía emoción. Emoción que desde entonces se repite cuando pruebo una copa de vino blanco. Curiosamente la enseñaza de mi abuelo se centró en la parte subjetiva, esa que de manera mágica disparan los sentidos en nuestra mente-alma al percibir las características de uno u otro vino. La sesión continuó. Así fue como de la mano de mi abuelo descubrí los atributos del chenin blanc, que me dejaron un recuerdo imborrable. En ese momento nació mi gusto, curiosidad y amor por el vino, particularmente por el vino blanco. Paradójicamente en México el vino blanco es considerado secundario. Aquella frase que afirma que “el mejor vino blanco es un vino rojo” ha hecho presa a la gran mayoría de consumidores que, creo, prefieren el tinto solamente por no conocer a fondo el vino blanco. Aunque pudiera decirse -no siendo técnicamente correcto- que un vino tinto es un vino blanco pintado de rojo, lo cierto es que cada uno se elabora de distinta manera y por ello cada uno tiene su propia identidad. Cuando se elabora un vino blanco, sólo se utiliza el jugo de las uvas, ya sean tintas o blancas. De ahí los nombres blanc de blancs (vino blanco de uvas blancas) y blanc de noirs (vino blanco de uvas tintas, como en algunos champañas). Pero cuando hacemos un vino tinto, éste se hace con una necesaria maceración de las cáscaras u hollejos de las uvas, que obviamente tienen que ser tintas. De ahí la obtención de taninos y antocianinos (componentes de masa molecular relativamente elevada, de sabor amargo, gusto astringente y color rojo). Es precisamente ahí donde estriba la principal diferencia. Aunque en algunos blancos encontramos taninos, los cuales se obtienen de su paso por las barricas, éstos no juegan un rol primordial en la personalidad del vino blanco. El carácter del vino blanco está definido por la acidez, el graso o cuerpo (alcohol, azúcar y glicerina) y su carga frutal, y no por la estructura que aportan los taninos al tinto. Estos tres elementos forman un todo que por lo general está destinado a refrescarnos y acompañarnos, según la personalidad del vino. Hay vinos blancos de carácter ligero, seco y vivaz, como los hay de gran cuerpo, dulces, potentes en alcohol, untuosos y con carácter maderado. Ese carácter dependerá siempre del tipo de uva, clima, suelo, del momento de la cosecha y de la forma de hacer cada vino. Así pues, hay tantos estilos y tipos de vino blanco como de vino tinto: su abanico visual, aromático, táctil, gustativo e incluso auditivo es realmente amplio y seductor. Haciendo referencia a ese maravilloso carácter, tengo muchos recuerdos imborrables… como el de mi abuelo en-

señándome a catar vinos, todos ellos diferentes, intensos y eternos en torno a una… o varias botellas de vino blanco. En valor absoluto ningún vino es mejor que otro. Todos son únicos e irrepetibles. De entre ellos recuerdo el maravilloso Pur Sang del enólogo francés Didier Dagueneau, Poilly-Fumé cosecha 2003, de sorprendente carácter frutalmineral, elaborado con la cepa sauvignon blanc, una de las consideradas cepas clásicas para la elaboración de vino blanco y que se produce, como este caso, de manera muy particular en el valle de Loira en Francia. Otro de la misma cepa pero de Argentina fue el Sophenia Synthesis 2005, un espectacular blanco con el que acompañé unos callos de hacha sellados a la parrilla sobre un salsa agridulce de chabacano. Espectacular. No podríamos hablar de vino blanco sin haber probado el chardonnay. Y aunque se trate de una champaña Taittinger Brut 2000, ésta se elabora con uva chardonnay. Mi experiencia con este vino es memorable: frente a la playa, ostiones frescos con caviar y una espectacular puesta de sol ¡Nada más que pedir! Pero las grandes experiencias con vino no siempre son con los de mayor precio. Recuerdo un chardonnay Calixa de Monte Xanic cosecha 2005 en la laguna de Zirahuén en Michoacán… preciso y justo para ese momento y de acuerdo a la comida típica del lugar. Pero quizá una de las más grandes sorpresas fue cuando conocí de manera casual a Graham Randall, enólogo y propietario de Bony Doon Vineyards de California. Fue en la Vienxpo 1999, en Burdeos. Tenía un stand en el que en alianza con otros dos productores describían a la cepa riesling como la cenicienta: ¡nadie la conoce pero es la más bonita de todas! Ahí mismo probé un vino llamado Pacific Rim, un riesling del estado de Washigton: carácter desgarbado, sorprendente, fresco e increíblemente aromático. Por último no podía faltar un Sauternes, esa maravilloso vino blanco dulce de Burdeos que se elabora con las cepas semillón y sauvignon blanc, afectadas por el hongo Botrytis cinerea para generar un vino único en su color, aroma, sabor y textura. Recuerdo el Château Clos Haut-Peyraguey 1996, el cual probé con una terrina de foie gras en una combinación explosiva y verdaderamente sofisticada. En fin, vino blanco eterno, para todos gustos. Para el calor, para iniciar, para meditar, para acompañar, para nuestra cocina picante, para terminar y continuar… Continuar descubriendo la esencia del vino y nuestra propia esencia también reflejada en él. Lorenzo García Guerra es sommelier. Su restaurante, Tinto & Blanco, es un importante impulsor de la cultura del vino en Guadalajara. mayo-junio, 2008. vinísfera

17


Historias del vino

corazón mexicano

Viaje al del vino

Por Gerardo Lammers Fotografías de Carlos Valenzuela 18

vinísfera. mayo-junio, 2008


Ensenada de Todos Santos, en Baja California, es la puerta de entrada a los valles de San Antonio de las Minas, Guadalupe y Santo Tomás, hoy por hoy la zona vitivinícola más importante del país. Desde aquí, y a cuenta gotas, tal y como circula el agua en esta hermosa región, el vino mexicano ha ganado prestigio a nivel nacional e internacional. Quedan muchas batallas por librar, algunas de ellas esenciales para la sobrevivencia misma de la zona. Pero como reconocen todos y cada uno de los productores: el del vino es un negocio lento. Viña de Liceaga, en San Antonio de las Minas

L

as playas de Ensenada son pedregosas, célebres por sus olas altas, ideales para la práctica del surf. Sin embargo, en este sábado de abril, dichas olas brillan por su ausencia. La situación se presta para que Hugo D’Acosta, el revolucionario vitivinicultor de la bodega Casa de Piedra, hable sobre la importancia de adaptarse al momento. Estamos en un jardín sobre una pequeña colina con una vista envidiable a las frías aguas del Océano Pacífico. Bebemos una cerveza mientras esperamos a que se le dé el banderazo de salida a una parrillada de almejas y mejillones, a la que están invitados estudiantes de la Universidad Autónoma

de Baja California, un grupo de chefs internacionales y acuicultores de la zona. La brisa fría que normalmente refresca la costa tampoco se siente: de hecho el aire está caliente y viene, según reportan los que saben, del desierto, lo que podría ser un indicio de que se aproxima un viento que aquí es conocidos como Santana y que puede ocasionar incendios en el monte. Al igual que el viento Santana, D’Acosta también tiene su lado incendiario. Antes de llegar a Ensenada no teníamos mucha información sobre su persona. Básicamente sabíamos que sus vinos mayo-junio, 2008. vinísfera

19


Baja California habían cobrando una inusitada reputación en reducidos círculos del DF, Guadalajara y Monterrey. Y que los precios resultaban prohibitivos para los bolsillos de muchos consumidores. Tal vez por eso nos sorprendió encontrar a un tipo de huaraches y pantalón de mezclilla, hablando como lo haría un estudiante de ciencias políticas de la UNAM. —No se puede vivir en esta parte del mundo y no ser un individuo politizado. D’Acosta se considera apartidista y, para muestra, dice que no piensa ir a votar en las próximas elecciones. No en vano una de sus etiquetas lleva el nombre de Ácrata (“sin gobierno”, de la bodega Aborigen, proyecto paralelo a Casa de Piedra) y otra más, el de Fecha 2 de octubre (proyecto conjunto con Álvaro Ptanik), el día de la matanza de estudiantes en Tlatelolco, en 1968. Originario de la Ciudad de México, D’Acosta es un tipo espigado y moreno, de rostro impasible. Por momentos parece que al igual que su bodega, él también está hecho de piedra. Estudió viticultura y enología en Francia e Italia antes de regresar a México a principios de la década de 1980. Luego de trabajar para la compañía El Vergel, en Torreón (donde conoció a Gloria Ramos, su esposa, actual encargada de la comercialización de sus vinos), y de probar suerte en el valle de Napa, en California, en 1988 recibió una invitación para incorporarse a bodegas Santo Tomás. Fue en tierras peninsulares donde los frutos de su trabajo comenzaron a ser visibles. Sus doce años en Santo Tomás -la bodega más antigua de la región, que re-

20

vinísfera. mayo-junio, 2008

cién celebró sus 120 años- sirvieron de escuela tanto para él como para una nueva generación de jóvenes productores. Lo siguiente fue crear su propia empresa y un poco tiempo más tarde, un taller de oficios en El Por ven ir (en el que, entre otras cosas, se enseña a hacer vino), significa tivo nombre para una de las tres poblaciones del Valle de Gua dalupe. De esta forma, D’Acosta se ha conver tido en un exitoso vitivinicultor que cada vez se diversifi ca más (fuera de México incluso) y, a la vez, en un generoso ases or para un grupo cada vez más numeroso de personas, afic ionadas y profesionales, algunas de las cuales se han subido a la ola del vino boutique mexicano: producciones no muy elev adas con una calidad notable. Esta Categoría refleja el potenc ial y la apuesta de una región que no puede crecer todo lo que quisiera debido a un hecho indiscutible: la falta de agua.

! Y sin embargo, el Valle de Guadalupe es esplendoroso. Una forma de comprobarlo es yendo a visitar las plantaciones y las bodegas del gigante L. A. Cetto, que este año celebra sus primeros 80 años, edad que en términos enológicos es como la de un chiquillo que empieza a dar sus primeros pasos y que, por lo mismo, hace que el asunto de la denominación de origen para esta región deba tratarse con mucha calma. Aún falta historia.


Nos recibe el ingeniero Joaquín Leyva, gerente de la planta, que labora para esta vinícola desde 1974. Califica el momento que atraviesa el vino mexicano como “idóneo”. Y ante la pregunta sobre el auge de los vinos boutique, contesta que ellos también tienen su propia línea, la única que se embotella aquí en el valle (el resto se transporta a Tijuana). Añade: —Que seamos una empresa grande no es pecado. El nombre L. A. Cetto alude a las iniciales de don Luis Agustín Cetto, hijo de don Ángelo Cetto, un italiano que nació con el siglo xx y arribó en 1924 a tierras americanas en pos del sueño mexicano. También son las iniciales de Luis Alberto Cetto, quien actualmente dirige la empresa desde la Ciudad de México, y son también las de su hijo Luis Ángelo, de apenas 12 años. Estamos hablando, pues, de una de las dinastías vitivinícolas más importantes del país. Con 1,300 hectáreas de viñedos, repartidos en cuatro ranchos (Valle de Guadalupe, San Antonio de las Minas, San Vicente y Tecate), L. A. Cetto produce un promedio de nueve millones de litros al año, es decir, un millón de cajas. Además, el italiano Camilo Magoni, enólogo de toda la vida de esta casa, dispone de un arsenal de variedades para experimentar con años de anticipación las nuevas combinaciones que saldrán al mercado. Esta capacidad de producción es lo que hace posible a L. A. Cetto ofrecer vinos muy accesibles. —No tenemos competencia en la relación calidad-precio

—apunta Leyva—, hacer cultura en el consumo del vino es difícil con vinos de 500 pesos o más. Hasta estas instalaciones llegan autobuses de visitantes. En ocasiones especiales se suelen colocar las banderas de los 30 países a los que L. A. Cetto exporta sus vinos. La propiedad de esta vinícola termina sobre un cerro poblado por olivos (el clima mediterráneo de estas partes es propicio tanto para viñedos como para olivares), donde se han construido una serie de explanadas en desnivel. Desde uno de los balcones se asoma un ruedo taurino, pero lo que atrapa la atención es el paisaje que se abre ante el espectador: una cuadrícula de cientos de hectáreas sembradas con viñedos. Las primeras 500 son de L. A. Cetto, pero la panorámica se completa con muchas más hasta perderse en el horizonte. Se entiende entonces la preocupación de las cuatro asociaciones de vitivinicultores del área para legislar sobre el uso del suelo. El consenso dice no a las industrias con chimeneas que puedan ensuciar la tierra, el aire y el agua.

! No esperábamos encontrarnos con las voluptuosas cúpulas de la catedral de San Basilio en pleno Valle de Guadalupe. Pero ahí están, perfectamente trazadas sobre la salpicadera de una camioneta, estacionada bajo un sauce. Y un mensaje: “Conserve el agua, tome vino”. Monte Xanic, en el Valle de Guadalupe

mayo-junio, 2008. vinísfera

21


Hugo D’Acosta y su esposa Gloria Ramos, en la Casa de Piedra

—Es mi eslogan, lo tengo registrado—, dice un corpulento hombre de rasgos caucásicos en perfecto español e inconfundible acento bajacaliforniano. Se trata de David Bibayoff, de 62 años, descendiente directo de la comunidad de rusos molokanes (“bebedores de leche”) que llegaron a estas tierras a principios del siglo xx, según lo autorizó Porfirio Díaz, y que retomaron el cultivo de la vid y la elaboración de vinos, labor iniciada en la península por misioneros jesuitas —y proseguida por franciscanos— desde fines del siglo xvii. Se reconoce a los rusos como los primeros vinificadores del Valle de Guadalupe. Después de un breve tour por su museo particular, un cuartito con piso de cemento donde un par de maniquíes exhiben trajes típicos rusos junto a una mesa con un viejo samobar (las paredes están cubiertas por fotografías en blanco y negro de toda su parentela, incluido un bello retra-

Un refrescante vasito de vino blanco (chenin blanc-colombard), espumoso por la presión con que ha sido servido directamente del tanque metálico de fermentación, nos pone en sintonía para escuchar desternillantes anécdotas, chistes casi, de indios y rusos en el valle. Dueño de un sentido del humor más grande que su propiedad de 100 hectáreas, Bibayoff da a probar varios de sus tintos, sacándolos directamente de sus barricas con un instrumento que se le conoce como “ladrón” al que rebautizó con el nombre de un ex presidente mexicano. Habla del nebbiolo como su vino estrella, pero es verdad que el moscatel que hace no canta mal las rancheras. Afuera, pide consejo sobre los colores adecuados para el piso de un área semicircular multiusos donde, según sus cálculos, cabrán 600 personas. A sólo unos pasos de distancia construye unos baños de muy buen tamaño para que no haya quejas. Como muchos otros pequeños 400 mil habitantes vitivinicultores de la zona, Bibayoff está haciendo una significativa inversión para recibir a los turistas que vendrán en agosto a celebrar las fiestas de la vendimia. La llato de su madre), vamos hasta el extremo del rancho, semmada “ruta del vino”, inspirada en el valle californiano de brado en su tercera parte con viñedos de distintas variedaNapa (segundo destino turístico de California después de des, incluida la uva de mesa. Disneylandia), ya está trazada, los señalamientos están coA los pies del cerro y a sólo 20 kilómetros del Pacífico, locados y, poco a poco, su fama comienza a esparcirse por el este ruso-mexicano construyó su bodega. Su producción es territorio nacional y también por el sur de los Estados Unipequeña: sólo mil cajas al año. dos. Con una superficie cultivada de cuatro mil hectáreas

Ensenada y sus más de

se surten desde hace casi 25 años de los mantos acuíferos del

Valle de Guadalupe

22

vinísfera. mayo-junio, 2008


David Bibayoff, un ruso muy mexicano

de viñedos, el Valle de Guadalupe es pequeño comparado con las grandes regiones del mundo (Burdeos tiene 180 mil hectáreas, por ejemplo). Sin embargo, sus fiestas ya figuran en el mapa. Bibayoff se pone serio por unos instantes para hablar del problema del agua. Como agricultor sabe perfectamente lo

que las reservas del valle están disminuyendo de manera escandalosa. El principal problema radica en que Ensenada y sus más de 400 mil habitantes se surten desde hace casi 25 años de los mantos acuíferos del valle de Guadalupe, según un acuerdo que se hizo en tiempo de Ernesto Ruffo Appel, el primer

Christoph Gaertner y Joaquín Prieto, dispuestos a quedarse mayo-junio, 2008. vinísfera

23


Baja California

Una porra para doctor Pijoan

gobernador panista de México. La situación ya se volvió insostenible (dicho acuerdo era sólo por dos años). Bibayoff, que se ostenta como el primer título profesional del valle (es ingeniero agrónomo), fue nombrado por sus colegas como presidente del comité de aguas. En su opinión, la solución consiste en que el valle de Guadalupe le cierre definitivamente la llave a Ensenada y que esta ciudad, cabecera del municipio más grande de México, se provea de agua dulce mediante plantas que desalinicen el agua del mar. Ensenada es la ciudad con la mayor densidad de científicos de todo el país. Entonces, ¿por qué no se ha hecho esto antes? Entre otras cosas porque la tecnología que se requiere para quitarle la sal al océano sigue siendo muy costosa.

! A estas horas del mediodía, la neblina se ha disipado y el sol cae a plomo. En lo alto de un promontorio, desde donde se divisan sus 60 hectáreas de viñedos, se encuentra un edificio cuadrangular, cuya silueta recuerda a un palacete griego. Se trata de Monte Xanic, una de las bodegas más vigorosas y que ha consolidado en muy poco tiempo un gran prestigio a nivel nacional. Fundada en 1988, esta empresa fue la iniciadora del concepto de vinos boutique el país. Desde entonces, la apuesta del enólogo mexicano de origen alemán Hans Backoff ha sido producir, usando la más alta tecnología, vinos en un estilo europeo, afrancesado, de guarda amplia, para el mercado nacional. Con una producción que sigue estando por debajo de las 50 mil cajas anuales, el éxito de esta apuesta es particularmente llamativo, pues aportó su granito de arena para cambiar la percepción de miles de consumidores con respecto a la calidad del vino mexicano. “Xanic”, palabra huichola que significa “flor que brota con las primeras lluvias” se ha con24

vinísfera. mayo-junio, 2008

vertido en sinónimo de un vino mexicano —blanco y tinto—, a la altura de cualquier vino español o francés en el mismo rango de precios. En el interior de la bodega se respira una intensa actividad. Arriba del área de embotellado, hay un tapanco de madera sobre el que está montada la sala de degustación. Detrás de la barra encontramos a Karola Saenger, una encantadora rubia que descorcha un chardonnay, heladito, que nos parece insuperable. En eso llega un autobús de estudiantes provenientes de la Universidad de Chapingo, y Karola nos pide que la acompañemos en su tour. —Así me van a ver en acción. La labor de esta energética mujer, una diseñadora de interiores originaria del DF sin las más mínimas intenciones de regresar a la capital, consiste en buen medida en difundir la cultura del vino, algo que todos los productores bajacalifornianos saben que es fundamental para que esta industria prospere. A los pies del promontorio, junto a un relajante espejo de agua, entramos por una puertecilla a lo que simula ser una gruta. Es una gigantesca cueva, o mejor dicho cava, oscura, fría y húmeda, con capacidad para 8 mil barricas, pero que en la actualidad se basta con 2 mil. El muro principal fue dejado con los relieves ocasionados por el barreno. El ejército mexicano necesitó de tres toneladas de dinamita para perforar la roca. Y, aunque por el momento, Karola explica que no tienen pensado crecer mucho más en producción, como una manera de mantener la calidad, Monte Xanic está en tratos con la firma asiática Banyan Tree para desarrollar un hotel de 35 suites de súper lujo, para lo cual se contempla una inversión de 40 millones de dólares. De nuevo en el Tasting Room, la conversación vuelve a prender, junto a una copa de Gran Ricardo, el vino tinto estrella de esta casa.

!


La enóloga Entrevista con Laura Zamora, de Bodegas Santo Tomás. “El vino es muy celoso, muy absorbente”, comenta con desenfado y una cálida sonrisa esta mujer. Renovando su tradición, la segunda bodega más antigua de México, y una de las más prestigiadas, cuenta entre sus filas a la enóloga Laura Zamora. Nos encontramos en el mítico valle de Santo Tomás, 50 kilómetros al sur de Ensenada, aquel donde según dice la historia, el 24 de abril de 1791, el padre José Loriente funda la misión, trayendo consigo dos mil parras de la variedad misión y un centenar de olivos. Ya en 1888, se instala la primera bodega vinícola de la región bajacaliforniana, que —administrada en la actualidad por el Grupo Pando—, está celebrando sus primeros 120 años de vida. Enfundada en un bata azul, la enóloga, de 49 años y originaria de Ensenada, nos acompaña a la parte superior del cilíndrico edificio, situado en una pequeña colina. Desde allí, una rampa nos conduce hasta la zona de viñedos, desde donde se aprecia a plenitud el majestuoso valle. Un poco antes, en su sencilla oficina, charló sobre su trayectoria en esta empresa, que comenzó cuando tenía 17 años y estudiaba la carrera técnica de análisis industrial. Cuenta que, efectivamente, abrirse camino en el mundo de la enología no le fue fácil. De hecho, Zamora está considerada como la primera mujer a cargo de una bodega en México. Sucesora de una larga lista de enólogos que incluye a Enrique Ferro, Dimitri Tschelistcheff y Hugo D’Acosta, por men-

cionar a los más recientes, Laura Zamora pertenece a la escuela americana de enología, pues, además de su trabajo en Santo Tomás, estudió en Chile y en Estados Unidos. Hoy en día, Santo Tomás tiene una superficie plantada de viñedos de 300 hectáreas, que producen 100 mil cajas al año (exportando entre el 10 y el 15 por ciento). Cantidad que, según comenta Zamora, piensan duplicar en 4 ó 5 años. Santo Tomás, uno de los gigantes vitivinícolas del país, ofrece cuatro líneas de vinos: ST (para el público joven), varietales, reservas, premium y tardos (cosecha tardía). En torno a los vinos blancos, apunta que su consumo está aumentando y que, poco a poco, se está viniendo abajo ese prejuicio entre la población, de que son para mujeres. —¿A qué se debe este menosprecio de algunas personas por los vinos blancos? —A no saber. A que mucha gente no se atreve a preguntar. Y agrega sin andarse con falsas complicaciones: —Un vino tiene que ser agradable, fácil de tomar, de acuerdo al momento que estás viviendo. En cuanto al tema de la Denominación de Origen, expresa que están enfocándose en ello, pero que primero es necesario trabajar mucho más con el objetivo de resaltar las características de cada valle. El momento, considera la enóloga de Santo Tomás, es bueno para el vino mexicano. Y lo que toca a continuación es sostener la calidad. (GL)

mayo-junio, 2008. vinísfera

25


Baja California San Antonio de las Minas es la primera población que el visitante encuentra saliendo de Ensenada, por la carretera que va a Tecate. Es también el nombre del valle que por razones prácticas se suele incluir dentro del de Guadalupe, aunque hidrológicamente hablando es independiente. Luego de un tramo sinuoso pero suave, dominado por cerros copeteados de rocas blancas, el automovilista se encontrará con una recta. Las bodegas irán apareciendo a ambos lados del camino, aunque en ocasiones es necesario tomar sencillos caminos alternos. Tal es el caso de la bodega Vinisterra, donde reposan los vinos Dominó, Macouzet y Vinisterra. Nos recibe el enólogo suizo Christoph Gaertner, al que vemos salir de una fortaleza de ladrillo rojo. Mientras conversamos con él, una cuadrilla de albañiles trabaja a buen ritmo. Esta próxima fiesta de la vendimia será de estreno para muchos. Somos la región vitivinícola más pequeña del mundo —dice con marcada pronunciación gutural—, aquí lo único que es grande es la fiesta. Y me parece que es la más grande del mundo. Gaertner se enamoró primero de una mexicana y después de México. Y luego de un análisis frente al mapa, la pareja apuntó a la Baja California. Después de trabajar una temporada para bodegas Santo Tomás, Gaertner decidió buscar nuevos aires. Hasta el momento su cepa europea se ha adaptado bastante bien: maneja el slang norteño como cualquier vato de la región.

Le preguntamos por el momento que atraviesa el vino mexicano. —Estamos en un buen momento, sí. Es una moda, claro, pero con bases. Hace un tiempo no estaba claro si me iba a quedar. Al rato ya estamos todos en la bodega Tres Ríos, con el ensenadense Joaquín Prieto, que hace los vinos tintos Jalá y Kojaá, nombres tomados de culturas indígenas de esta región, como la kiliwa, en vías de extinción. Cabe comentar que el tinto Jalá cosecha 2005 que probamos, blend de cabernet sauvignon de Guadalupe y grenache de San Vicente, es uno de esos caldos de los que se suele decir reflejan la salinidad propia de la proximidad de estas tierras con el mar, aunque a Gaertner el tema de los vinos salados de Baja California le sabe a cliché. El edificio de esta pequeña vinícola —que produce dos mil cajas anuales— es como un búnker miniatura, semienterrado en estos suelos que lo mismo combinan arcilla, roca y arena. Está hecho de un material aislante llamado foam que Prieto fue armando como si estuviera jugando lego. De pie, frente a una barra sobre la que van surgiendo las botellas como por arte de generosa magia, mientras contemplamos como cae la fría tarde allá afuera, se arma un amistoso mano a mano Vinisterra-Tres Ríos en el que se habla de todo, como por ejemplo de la falta de compromiso de los restauranteros mexicanos para apoyar realmente el vino nacional. Después de sesudas discusiones, la gran conclusión de la

Bodega de Paralelo, en Valle de Guadalupe

26

vinísfera. mayo-junio, 2008


Citizen Cetto

Entrevista con uno de los hombres fuertes del vino mexicano. “Me considero un hombre pragmático”, confiesa Luis Alberto Cetto, de 43 años y rasgos felinos, detrás de su escritorio. Estamos en las setenteras y céntricas oficinas de la vitivinícola L.A. Cetto en Tijuana. Ya casi todos los empleados se han marchado y el edificio está en silencio. Luis Alberto Cetto nació en Tijuana y desde hace 20 años vive en el Distrito Federal. A pregunta expresa, cuenta que el valle de Guadalupe fue el jardín de su infancia, que aprendió a manejar tractor antes que automóvil y que vendió licores en la tienda de su abuelo, don Ángelo Cetto —fundador de la empresa—, muchos años antes de alcanzar la mayoría de edad. Hace seis años que su padre, don Luis Agustín Cetto, le cedió el mando. Trabajo, dice, es una palabra que define la filosofía de la dinastía de origen italiano a la que pertenece. El romanticismo que suele acompañar el mundo del vino prefiere dejárselo a otros. —La viticultura no es un trabajo de amor: es un trabajo duro. Sin embargo, confiesa que sí hay secretos, los que se transmiten de padres a hijos. —¿Le preocupa la competencia? —No. Al contrario, me enseña. Me mantiene alerta. Me hace ver cuáles son las tendencias en el mundo. Hablando de tendencias, dice: —El Valle de Guadalupe va a crecer por los mercados… El vino mexicano está en un momento incipiente como sector. Como industria apenas rascamos la superficie de lo que podemos lograr. Por el momento señala que resolver el problema del agua es lo más importante. Al tanto de los planes para instalar una planta desalinizadora

que dote de agua a Ensenada, promesa del gobierno del estado, dice que hasta la fecha no ha visto ningún papel firmado. Cuando se le pregunta sobre el compromiso de su empresa —la vitivinícola más poderosa de Baja California— con la comunidad del Valle de Guadalupe, habla sobre la necesidad de instalar puestos de socorro, una preparatoria y servicios bancarios. Explica que hacen falta incentivos para que la gente se quede a vivir en el valle y no tenga que estarse transportando diariamente desde Ensenada. Hace falta un cine, por ejemplo, y también una tienda de autoservicio. En definitiva sostiene que el desarrollo del valle implica trabajar de manera simultánea en dos ejes: solucionar el problema del agua y dotar de servicios a la zona. Si tuviera que empezar de cero, dice que no se metería en la vitivinicultura, pues hay demasiados elementos de riesgo que hacen que no sea atractivo como negocio y, por si fuera poco, explica, las leyes del mercado no las dicta la producción local ni nacional, sino el mundo entero. Pero considerando a todos aquellos, como él, que ya están metidos en esto, les dice: —Si queremos desarrollar una industria, sólo lo vamos a lograr con miles de hectáreas. Opina que no es el momento para pensar en la Denominación de Origen, pues primero hay que darle valor al vino mexicano en su conjunto. El futuro implica crecer hacia otros valles. Hay productores que señalan a Ojos Negros (al sur del valle de Guadalupe) como un candidato natural para sembrar allí más viñedos. L. A. Cetto, dice su director, está haciendo un mapeo vitícola de todo el estado que les llevará cinco años, al cabo de los cuales lo publicarán. A las afueras de la oficina de su padre, Luis Alberto se despide de nosotros con un apretón de manos que lleva su estilo: férreo. (GL) mayo-junio, 2008. vinísfera

27


Baja California jornada fue enunciada por Prieto de la siguiente forma: —El vino es mucho mejor de lo que pensábamos y la situación no es tan buena como se dice. La sesión concluye en la cava semisubterránea de Tres Ríos, donde de nueva cuenta la gentileza de Prieto nos permite probar algunos de sus vinos directamente de la barrica, oportunidad que aprovechamos para degustar, entre otros, de un tinto barbera 100 por ciento, perfumado, ácido, con notas a mucha guayaba. Es una incógnita, aún para el mismo Prieto, saber con qué variedades lo combinará y cuándo saldrá al mercado. Pero una cosa es cierta: nuevos vinos esperan.

! Pau Pijoan es un médico veterinario jubilado, de 55 años, que un día tomó la decisión de abandonar el bucólico Distrito Federal y se encontró con que el Valle de Guadalupe podía ser un lugar más habitable que la capital a la que llegaron sus padres, exiliados españoles de la Guerra Civil.

Que alguien llegue hasta su casa, en medio de la nada, supone una ocasión especial. Y para esos eventos, Pijoan siempre está preparado. Detrás de la barra, descorcha sus vinos, que se han ganado la buena fama de ligeros, como la vida que lleva. —Me gustan los vinos elegantes, sencillos, amables —señala. Comenzamos, como es costumbre, con un blanco. Un Silvana, que es el nombre de una de sus hijas. Blend de chenin blanc, sauvignon blanc, chardonnay y moscatel. Le preguntamos por qué mucha gente desestima a los vinos blancos. —Mucho de la caída de los blancos es porque exageraron en esos chardonnays pesados. Yo aspiro a que puedas pistear con mis vinos sin que te pase nada. Hay que considerar que la vinificación de los blancos es más costosa que la de los tintos y por eso se hacen en menor cantidad. Y porque esta región es joven y quedan muchos experimentos por hacer. Salimos al jardín a comer. Los ceviches de La Guerrerense, el célebre puesto de Ensenada, le van muy bien al blanco. Continuamos con una barbacoa de

Hans Backoff, siempre elegante

28

vinísfera. mayo-junio, 2008


borrego y tortillas de maíz, que acompañamos de un tinto Leonora 2006, combinación de cabernet sauvignon y merlot. Los vinos Pijoan, que llevan los nombres de su mujer y sus hijas, son elaborados con uvas de los viñedos Bibayoff y cuentan con la asesoría de Hugo D’Acosta, de quien Pijoan fue alumno en la Estación de Oficios El Porvenir, mejor conocida como la escuelita, uno de los principales semilleros de vinicultores mexicanos en la última década.

! Las tres grúas gigantescas del puerto de Ensenada lucen como animales fantásticos sacados de la Guerra de las Galaxias. Es el escenario que tenemos frente a nosotros, en este domingo soleado, sin una sola nube en el cielo, en que se lleva a cabo El Festival de las Conchas y el Vino Nuevo. Nos encontramos en la terminal de cruceros. Una línea de

Château Camou

V  G

Tijuana

Barón Balché

Tecate Monte Xanic

Adobe Guadalupe

F Z Restaurante Laja

Bibayoff

1

Montefiori

Mogor Badán Viñas Pijoan

Casa de Piedra Aborigen

1D

OCÉ

Viña Liceaga Vitivinícola Tres Valles Vinisterra

S A   M

AN

3

O PA

C

Bodegas Santo Tomás

ÍF

I

C

O

Tijuana

Tecate

B  T S

USA Mexicali

Rosarito

Ensenada

B C

Sinergi-VT

3

E

Los Angeles San Diego

Ojos Negros

Shimul Vinos Albarolo

Yuma

Santo Tomás

ENSENADA          mayo-junio, 2008. vinísfera

29


Baja California stands con carpas blancas recorre una parte del perímetro del sitio, ofreciendo la más reciente cosecha de vinos blancos de la región, así como toda clase de platillos preparados con ostras, perfecto maridaje. La gente se pasea a sus anchas, portando su copa o su vasito de vino, mientras en un salón improvisado a manera de tienda, el grupo de chefs invitados ofrece una exhi-

En el campo, los viñedos muestran ya franco crecimiento. De los troncos ásperos y secos hace algunas semanas que brotaron las hojas verdes. Y entre las hojas, ya se ven por ahí algunas flores en forma de diminutos racimos. El ciclo comienza de nuevo. Estamos en Viñas Liceaga, con el químico Juan Pedro Mendívil, caminando por un surco de tierra que se nos mete en los zapatos como si fuera harina, entre sarmientos de cabernet franc. Mendívil es un delgado somuchos norense de apenas 28 años, de los cuales lleva siete laborando en la Viña de Liceaga, una bodega aún pequeña que produce cuatro mil cajas al año, tres mil de tintos y mil de blancos. Aunque la propiedad es de 20 hectáreas, por el momento los cultivos sólo ocupan tres. “Tuve el placer de conocerlo”, dice, refiriéndose a Eduardo Liceaga. Antes de morir, en agosto de 2007, el propietario lo dejó al cargo de la producción. La señora Mirna de Liceaga se quedó al frente. La sala de degustación, que está decorada en un estilo colonial mexicano, con grandes ventanales, es una de las más frescas y amplias que nos ha tocado visitar. A la orilla de la carretera, hay dos arcos en construcción, que marcarán la entrada a la bodega, según las instrucciones que dejó el propio Liceaga. —Lo mejor para nosotros es crecer con viñedos —dice Mendívil. Este joven tiene muy presente el problema del agua, pero se muestra tranquilo. Avisora un buen futuro para el valle de San Antonio de las Minas y para la región en general. —Veo muchos cerebros trabajando que quieren sus negocios, que quieren sus vinos. Están innovando, están trabajando y han crecido. El desarrollo de estos valles, según lo refieren los vitivinicultores, tendrá que bordear con cuidado la línea que une la defensa del agua, con los usos del suelo y con una adecuada infraestructura turística y de servicios. La denominación de origen puede esperar. Se impone un delicado equilibrio.

“Veo con muy buenos ojos que haya nuevas vinícolas. No hay un sólo vino bueno, sino . Los mexicanos nos están dando un gran apoyo ” bición a manera de charla o clase de cocina. En una de las mesas encontramos a Hans Backoff, siempre elegante. Es un día para estar optimistas, y así está él. —¿Cómo ve el panorama para el vino mexicano? —Lo veo maravilloso. Mira el entusiasmo —hace un gesto con la palma de su mano—. Este evento lo hicimos sin promoción. El sol está que quema y Backoff hizo bien en traerse sombrero. Un grupo de muchachas que ha venido desde Tijuana, maquilladas y con vestidos, lo escucha con disimulo. El enólogo de Monte Xanic continúa: —Veo con muy buenos ojos que haya nuevas vinícolas. No hay un sólo vino bueno, sino muchos. Los mexicanos nos están dando un gran apoyo. —Con respecto al problema del agua y al manejo que le están dando las autoridades locales y estatales, ¿qué detecta más: corrupción o incompetencia? Sin dejar de sonreír, Backoff contesta: —Ninguna de las dos. Estamos teniendo apoyo para resolver el problema. En su opinión, urge hacer la conexión del acueducto Rosarito-Ensenada, mismo que le surte de agua a Tijuana y que viene desde Mexicali, donde desemboca el Río Colorado. —Pero si quieres llamar la atención sobre otro problema grave que también tenemos, entonces investiga sobre las toneladas de arena que se están llevando a Estados Unidos para la construcción. Nos están saqueando. De Ojos Negros, del Valle de Guadalupe. Y esas son concesiones federales.

! 30

vinísfera. mayo-junio, 2008


¿dónde comer?

Manzanilla un lugar vanguardia en de a an ic ex m Cocina folclorismos. s sencillas y sin ea lín de , co es ef fr ia, a cargo del ch ar lin cu ta es pu Su pro edientes destaca los ingr a, lin o M ito en B l mar. Los tierr a como de la de o nt ta s, locale lifornianos. esto, son bajaca pu su r po s, no vi na centro. Riveroll 122, zo Ensenada. 073 Tel. (646) 1757 lla.com www.rmanzani

ble lugar Laja lupe , este agrada da ua G de lle o va cho tiempos, a Ubicado en plen n de cuatro y o ió ac st gu de ú 0 pesos, ofrece un men io de 590 y 76 ec pr un a z, le de su Jair Tél cias provienen cargo del chef pe es y es br m te . Las legu el de la respectivamen nos, incluyendo ia rn o lif ca ja ba Vinos propia huer ta. casa: Moebius. nsenada. rreter a Tecate-E Kilómetro 83, ca 556 Tel. (646) 1552 mexico.com ja la @ 344 m. e-mail: info 116˚ 35’ 37.9” W ” .2 30 ’ 03 ˚ GPS: N 32 o.com www.lajamexic

¿dónde DORMIR?

Adobe Guadalupe Elegante y contemporáneo edificio horizontal que combina el estilo colonial mexicano con el mudéjar. Seis cómodas habitaciones sin televisor que facilitan la contemplación del hermoso valle, incluyendo los viñedos de la casa. Espaciosas áreas comunes como cocina, comedor, estudio y apacible alberca. Si va, además podrá probar los vinos de la casa: Gabriel, Serafiel, Kerubiel, Miguel y Uriel, y disfrutar la galería de la pintora Cecilia García Amaro. Valle de Guadalupe. Tel. (646) 1552094. e-mail: info@adobeguadalupe.com www.adobeguadalupe.com mayo-junio, 2008. vinísfera

31


El Festival de las Conchas y el Vino Nuevo El gran evento de los vinos blancos mexicanos ocurrió en la terminal de cruceros del bello puerto de Ensenada. He aquí la crónica. por Esperanza Mendiola

S

iempre estoy buscando un pretexto para regresar a Ensenada. Comienzo a disfrutar desde que salgo del aeropuerto de Tijuana rumbo a Ensenada. El trayecto es hermoso ya que la carretera escénica corre a la orilla del mar, y los paisajes quitan el aliento. Al llegar, siento que llego a casa. Su gente, tan hospitalaria, siempre me hace sentir así. Esta ciudad es una escala obligada para los amantes del vino y del buen comer. A pesar de ser tan pequeña, la oferta es variada. Está, por ejemplo, el famoso puesto de La Guerrerense, con sus ceviches de jaiba, choro, erizo de mar, bacalao, pepino de mar, recomendado incluso por publicaciones extranjeras. En cada esquina hay un puesto de almejas reina o de tacos de camarón y todos son buenos. Así que para empezar el día lleno de energía, se puede ir a cualquiera de estos o al mercado de mariscos, que brilla por su rica variedad de frutos del mar. Hay tantos buenos restaurantes que se hacen necesarios varios días para poder recorrerlos todos.

32

vinísfera. mayo-junio, 2008

Y lo que me llevó para allá: los vinos mexicanos. Si me gustaban antes de conocer Baja California, ahora que conozco a sus productores me gustan más. Cada vez que abro una botella recuerdo con cariño a las personas que hicieron posible su existencia. Personas dedicadas a la viticultura por pasión, pasión que en algunos casos les ha llevado a hacer de lado sus profesiones para adentrarse en el enigmático mundo del vino. En esta ocasión mi visita fue para el Festival de las Conchas y el Vino Nuevo, que se hace en unión con los criaderos de almejas, ostiones y mejillones de la región. Diversos restaurantes locales participan elaborando sus propias propuestas de platos con las distintas conchas (como les dicen allá). Y las vinícolas llevan sus vinos nuevos para armonizar con estos exquisitos manjares. Los vinos nuevos son los vinos que todavía no salen al mercado, vinos de cosechas recientes. Muchos son blancos y rosas de apenas la cosecha


so vino blanco, resultado del ensamble de uvas sauvignon blanc-chenin blanc-viogner, que incluso llegó al evento en garrafas ya que todavía no lo han embotellado. Todos los vinos que aquí menciono fueron cosecha 2007, aunque se presentaron también algunos vinos tintos de cosechas anteriores, vinos con mayor complejidad, que se han guardado celosamente hasta que llegue el momento adecuado de salir al mercado. Pero debido a la circunstancias climáticas y el menú que se ofrecía, se me antojaba más probar los blancos y rosas. Y aunque quise probar todos los vinos y conchas que ahí se presentaron, me resultó humanamente imposible. Así que si sólo mencioné unos pocos fue por el simple hecho de que mi condición me impidió probar el resto de las novedades.

Vinícolas Participantes 1 Adobe Guadalupe 2 Casa de Piedra 3 Bodegas Santo Tomás 4 Bodegas Bibayoff 5 Cavas Valmar 6 Chateau Camou 7 Viña de Liceaga 8 Mogor Badan 9 Monte Xanic 10 Vinart 11 Vinos El Navegante

12 Vinos Pedrosa 13 L.A. Cetto 14 Viñedos Lafarga 15 Monte Fiore 16 Casa Domecq 17 Vinisterra 18 Baron Balché 19 Vitivinícola Tres Valles 20 Vinos Pijoan 21 Sinergi Vt

mayo-junio, 2008. vinísfera

33

Carlos Valenzuela

2007. En estos se encuentra una chispeante acidez, muy adecuada para la conchas, y en esta ocasión, para el calor que se desató un par de días antes del evento (el viento proveniente del desierto, mejor conocido como “Santana” llegó sin avisar). Incluso algunos se embotellaron para esta ocasión y se presentaron en botellas sin etiqueta. Hasta hubo quien prefirió llevar la barrica y servir directamente de ésta. Fernando Martin de Valmar presentó su vino de una noche. Este vino de cabernet sauvignon estuvo sólo una noche en contacto con sus hollejos, dando un vino rosado de intenso color frambuesa, muy aromático, y con muy delicioso y refrescante ataque. También llevaba su ya famoso y exquisito chenin blanc, ambos muy adecuados para esa tarde calurosa. Christoph Gaertner de Vinisterra obsequió un Viña Dominó rosa, elaborado con granache, así como un Viña Dominó blanco, ensamble de viogner-palomino-moscato canelli. Ambos vinos muestran las notas minerales características de los vinos de Baja, que han hecho a esta región tan singular, ideales compañeros de ostras. Jose Luis Durand de Sinergi VT llegó con Coco, un excelente vino rosado, de delicadas notas de fresa y frambuesa, sedoso en boca. Pau Pijoan, de Viñas de Pijoan, nos deleitó con su blanco Silvana, ensamble de chenin-chardonnay-sauvignonmoscatel, de gran expresión aromática, carácter frutal y un largo final. Don Miller, de Adobe Guadalupe, se acompañó de su angelical Uriel, vino rosa, resultado de la mezcla de cabernet franc-tempranillo-grenache-chenin blanc-moscatel-viognersyrah, vino siempre fresco y alegre. Marlene Ríos, de Barón Balché, presentó un delicio-


pregúntale al

sommelier

Iván Guevara Patiño, 36 años, originario de Morelia. Profesor de enología de la Escuela Culinaria Internacional, en Guadalajara.

w ¿Cómo entiendes la figura del sommelier? —Como el profesional del sector de vinos y bebidas en la hotelería u hostelería. Actualmente existen restaurantes donde el sommelier es el responsable de la selección, compra conservación y servicio del vino. Además de esto debe tener conocimientos sobre cervezas, destilados, tabacos, puros y por si esto fuera poco debe conocer de aguas frescas. 34

vinísfera. mayo-junio, 2008


w ¿Se estudia para ser sommelier? —Por supuesto. Por eso existen las escuelas de sommeliers. w En tu caso ¿cómo ha sido tu formación? —Mi formación profesional comenzó en 1995 en Uruguay, donde tomé algunos cursos. Después, en 1998, asistí a la Escuela Argentina de Sommeliers. En 1999 la Asociación Vitivinícola Argentina me concedió una beca para hacer un curso con las bodegas más famosas de Argentina sobre el conocimiento integral del vino. En 2002 trabajé un año en el restaurante Tinto y Blanco de Guadalajara, con Lorenzo García, donde aprendí mucho del vino mexicano. Al año siguiente viajé a Italia a tomar un curso de vino italiano durante seis meses. Entre 2003 y 2006 estuve en Barcelona, estudiando en la Escuela Española de Sommeliers. El año pasado regresé a México para incorporarme como profesor de enología en la Escuela Culinaria Internacional, donde fundé la especialidad de sommelier. w Platícanos un poco sobre tu experiencia profesional. —He trabajado en restaurantes de Beverly Hills y Hollywood, en Buenos Aires, Punta del Este, Florencia, Barcelona, México DF y Cancún.

w ¿Por qué se acostumbran tomar fríos los vinos blancos, en contraposición con muchos vinos tintos? —Los blancos se deben servir fríos, pero no helados, ya que un frío excesivo los despoja y los vuelve insípidos y carentes de aroma. Y es que con la temperatura idónea, tanto para los blancos y tintos, estos ganan y mejoran sus virtudes. w Un lugar común en torno a los maridajes de los vinos blancos: El vino blanco es ideal para combinar con los pescados, ¿qué tan cierto? ¿qué consideraciones harías al respecto? —Desde los años 70 y hasta 2006 el mundo de la gastronomía cambió dramáticamente ingredientes, técnicas de cocina y combinaciones de sabores que no sabíamos que existían hace 30 años. El mundo del vino tuvo una transformación similar: no sólo descubrimos nuevas variedades, sino que también los enólogos descubrieron nuevas técnicas para hacer vino y abrieron una nueva despensa de sabores. Esto dio como resultado que la regla tradicional del vino blanco con pescado y tinto para carnes rojas no funcione del todo bien. Los vinos y la comida se convirtieran en algo más interesante y complejo. Vivimos un tiempo más excitante.

w Pongamos un par de ejemplos de vinos blancos y sus respectivos maridajes, según tu personal recomendación. —Un chardonnay americano lo acompañaría con una ensalada de mango con cangrejo, jícama y un aderezo muy liviano de curry de limón. Y un sauvignon blanc, con unos mejillones marinados con vino blanco, orégano, aceite de oliva, chalota, un poco de vinagre blanco y morrones rojos asados w ¿Qué hay sobre los vinos blancos de postre? —Creo que últimamente hemos sido bombardeados con muy buenos vinos de postre, sobre todo de Argentina y de Chile, que son de cosecha tardía a muy buena calidad-precio. Estos vinos realzan y llevan a lo sublime los sabores de un postre. También puedes terminar una cena con las últimas gotitas de felicidad con un vino de postre, mucho mejor.

No te quedes con las ganas y manda tus preguntas al correo: info@vinisfera.com

mayo-junio, 2008. vinísfera

35


36

vinĂ­sfera. mayo-junio, 2008


mayo-junio, 2008. vinĂ­sfera

37

FotografĂ­a de Carlos Valenzuela


reporte desde París

El pequeño

litro rojo

por Camilla Panhard

“Y

el vino iluminará el mundo de luz y buen gusto”. Esta sentencia mesiánica sorprende en el sitio internet de un clásico vino de burdeos. En lugar de la foto del castillo de alcurnia, unos dragones dorados flamean. Es que el Château Laguens, “vino bordeaux-bordeaux superior”, que a pesar de su apelación es de calidad media, alcanzó un destino de pionero como viñedo chino en tierras francesas. Y lo primero que hizo la Longhai International Trading Company al finalizar la transacción de 1.68 millones de euros, fue diseñar un nue38

vinísfera. mayo-junio, 2008


vo sitio internet donde se cuenta la historia del château en francés aunque los pedidos y los contactos se hagan en chino, indicios muy reveladores de la situación de ambos países en el mapa económico mundial. El sitio, con faltas ortográficas, se ve chafa. Se siente que se hizo en un santiamén siguiendo la ideología del capitalismo salvaje. Navegando uno entra en una pesadilla ochentera donde las torres están erguidas como falos y el vaso de vino funge de accesorio fetiche para el empresario que le hace un brindis a sus futuras ganancias: “Las 160 mil botellas de Burdeos que produce el viñedo de Château Laguens están destinadas a alimentar un palacio de vino de 2,700 m². Este mismo palacio acogerá las ceremonias de los Juegos Olímpicos del verano del 2008. Tsingdao, la ciudad donde tendrán lugar las ceremonias ya no será ciudad cervecera sino meca del vino”... Todos esos proyectos se están haciendo realidad gracias al apoyo incondicional del gobierno chino. Así se acaba de inaugurar una escuela de enología con más alumnos que todos los institutos enológicos franceses juntos; se crearon puestos de trabajos como wine educators para convertir ciudadanos chinos en legiones de gentleman; se financian campañas televisivas apelando a la medicina tradicional para subrayar que el vino es bueno para la salud... Y las encuestas extranjeras les siguen la onda con la predicción de que China será el octavo consumidor mundial de vino en 2012. La apuesta parece desaforada considerando que hasta ahora esta bebida se consume en el gigante asiático con jugo o hielo a la hora del karaoke. Pero la conversión de las masas al vino rojo no se hace por azar ni por el color, símbolo de buena suerte, sino porque China se acerca a una penuria de arroz que no sólo es la base de la comida sino tambien de la bebida nacional, el maizo, que muy pronto será reemplazada por el Bordeaux. El momento es propicio: la región vitivinícola más famosa del mundo está en crisis pero por el factor contrario: la sobreproducción. Siete millones de hectolitros de Burdeos son producidos cada año cuando el mercado apenas absorbe seis millones. “Sobreproducimos, sí, pero hubo tambien periodos eufóricos cuando Francia era líder de la distribución de vino del planeta”. El experto francés no dirá lo que sus colegas ex-

tranjeros afirman rotundamente: el país galo se ha echado a perder por la château mentality o mentalidad de castillo. “¿Cómo un consumidor puede escoger entre las 57 apelaciones de Burdeos?”, se queja un experto suizo. “Hay más de diez mil vinos que salen con la apelación de castillo cuando en realidad sólo 400 de ellos son realmente producidos en lugares prestigiosos”, anota un enólogo inglés que sanciona tajante: “¡la gente ya no cae en la trampa de los vinos de raza!” En este contexto los neo-consumidores chinos más fascinados por el arte de descorchar que por el sabor del vino mismo, llegan a punto. Mientras tanto en Francia, la château mentality sigue indeleble: ni siquiera la sangre de la revolución pudo con ella. Prueba de ello es el ayuntamiento de París designado por sus ciudadanos como Le château, a pesar de encontrarse muy cerca de la Bastilla dónde el último rey fue decapitado. Y eso que el alcalde de izquierdas Bertrand Delanoë parecer ser más sencillo que sus predecesores de derechas que no tardaron en tacharlo de “alcalde barbecue” por su costumbre de organizar en vez de cenas oficiales, aperitivos a base de mojitos. Y el apodo se volvió un insulto cuando en el otoño de 2006 decidió deshacerse de los vinos míticos del sótano. Durante la puja se vendieron dos botellas de Romanée Conti 1986 por 5 mil euros cada una. Naturalmente, los compradores fueron ricos mercantes de Macao. Al año siguiente, la realidad de la fuga del vino del patrimonio francés se volvió más cruda con la imagen televisiva de una señora llegando al monte de piedad para deshacerse de treinta botellas de Pomerol, arguyendo que es menos doloroso que empeñar joyas... Es que desde marzo de 2008, Ma Tante —que quiere decir “mi tía” y es el nombre familiar que designa al Monte de Piedad— propone un nuevo servicio que permite empeñar una botella de vino para conseguir enseguida la mitad de su valor. La urgencia de líquido hizo que más de 300 botellas fueran depositadas en unos días, unas por desesperación, otras puede ser que por negocio, ya que Ma Tante tiene un sótano de lujo en un edificio histórico del siglo xviii, con una perfecta temperatura, donde las botellas pueden recobrar valor, protegidas de las malas vibras del metro y, claro, de la incursión de los ladrones.

mayo-junio, 2008. vinísfera

39


Arquitectura

Bodega Marqués de Riscal, obra de Frank Gehry

¿Qué tanta impor tancia están concediendo las grandes bodegas a la arquitectura de vanguardia? ¿Y qué tan impor tante es el diseño del espacio íntimo donde se bebe el vino? Responden los propios arquitectos. 40

vinísfera. mayo-junio, 2008

por Ana Guerrerosantos


a

sí como las maderas de la barrica inciden tanto, tantísimo, en el sabor de un vino, y posteriormente el vidrio de la botella y el corcho mismo hacen lo propio en el resultado final, también influye el espacio donde esta bebida se sirve. Sí, como origen: el terroir. Pero también, como destino, el sitio ulterior donde tiene lugar el acto de consumir este atemperado líquido es importantísimo. Y si todo espacio que habitamos está de alguna manera intervenido por el hombre, lo cual lo convierte en arquitectura, entonces la relación entre ésta y el vino es indivisible. La arquitectura: desde siempre. El vino: llegó después, al menos como ahora lo tomamos, en un ritual que involucra (o debe involucrar) a todos y cada uno de los sentidos. Pero el acto en sí, está siempre contenido en un espacio arquitectónico: cava, comedor, antecomedor, sala, antesala, recámara, terraza, y la lista se puede prolongar. “La arquitectura influye, de alguna manera, a todas las actividades de la vida humana. El espacio no nada más define, sino de alguna manera determina las condiciones en las que hacemos todo, sea el deleite del vino o de una lectura, de todo. Todo tiene que ver con el espacio donde esto se realiza, sea el más arquitectónico o no”, sostiene Enrique Norten, ocupante de los primerísimos lugares en la lista de los mejores arquitectos a nivel internacional. Pese a ser mexicano, Norten actualmente proyecta tanto para México y Estados Unidos, como para varios países europeos y centroamericanos. Sin ser ajeno al deleite del vino, agrega que “una buena arquitectura y un buen espacio evidentemente tienen que ver con el propósito para el cual se diseña, y si se da esta empatía, será una buena arquitectura con una buena relación entre la actividad y el espacio”. Autor de proyectos arquitectónicos como la Biblioteca de Brooklyn en Nueva York, y el todavía no construido edificio para el Guggenheim Guadalajara, está por empezar a diseñar una bodega para Valle de Guadalupe, en Baja California. A la usanza de las grandes firmas enólogas como Marqués de Riscal que recurrió al afamado Frank Gehry para la proyección de sus bodegas en España, o Viña Tondonia, en el mismo país, que solicitó para ello a Zaha Hadid, en los suelos vitivinícolas mexicanos ya empieza a despertar esta inquietud. Así, a la lista de arquitectos que proyectan actualmente en los viñedos internacionales, entre los que también están Santiago Calatrava o Herzog y De Meuron, ahora entra Enrique Norten. “Vamos a hacer en Valle de Guadalupe un proyecto con hotel, spa y bodegas de vino”, cuenta. Y es entonces, cuando hace la anterior disertación sobre el binomio de la arquitectura y el deleite del vino. Pero en lo íntimo, cuando una botella se descorcha para comer o cenar, la re-

“Arquitectura con atmósfera serena y amable, un marco fuerte, sutil... una buena compañía y un buen vino... ¿qué más?” Alfonso López Baz

mayo-junio, 2008. vinísfera

41


Bodega, obra de Santiago Calatrava

Bodega Viña Tondonia, obra de Zaha Hadid

lación o la empatía entre espacio y actividad, puede ser aún más estrecha y él mismo lo sostiene: “Con el vino no es diferente”.

Espacios para la intimidad del vino “La arquitectura es una manera de disfrutar la vida, como el vino. Una buena vista, iluminación agradable, chimenea, la sensación de bienestar que te brinda un buen espacio, conviven y se complementan con un buen vino”, dice Álvaro Morales, autor de diversa obra pública en Guadalajara. Así, “los placeres se conjugan, se exaltan, se mezclan en la percepción y se vuelven momentos. Tú habitas un espacio y el vino te habita a ti”, subraya. Por su parte, el arquitecto Alfredo Hidalgo, organizador y titular del Foro Internacional de Arquitectura Com:Plot, 42

vinísfera. mayo-junio, 2008

añade que “la arquitectura de una casa influye en todo lo que puedas disfrutar dentro de ella, más aún si se trata de un placer asociado al gusto y que trae consigo tan sofisticado proceso para llegar a una copa ¡y a qué copa!”. Hidalgo, quien atribuye el término de complicidad a la relación entre la arquitectura y el disfrute del vino, explica que es en la creación de atmósferas —a través de materiales, luz, espacios mismos y la forma en la que estos se conectan— como se van a hacer “recintos aptos para disfrutar” de esta bebida. Y lo anterior, asevera: “Es responsabilidad de la arquitectura”. Juan Carlos Name, ex presidente de la Academia Nacional de Arquitectura, a su vez redondea lo anterior: “En una casa, este vacío interior (*) creado, adecuadamente diseñado y ambientado por el arquitecto, es indispensable para desarrollar cualquier actividad, entre ellas, disfrutar de una buena botella de vino”. ¿Es necesaria solamente la botella? Esta pregunta la hace el propio Name, a lo que responde: “Quizá no sea tan sencillo: Si así fuera, entonces el ambiente no importaría, y una cochera con luz de neón, un par de bancos y vasos de plástico serían suficientes para degustar un añejo Burdeos o un gran Rioja. En realidad, la arquitectura que constituye voluntaria o involuntariamente parte esencial de nuestras vidas, se sirve de una serie de artes, disciplinas y ciencias para la obtención de sus resultados. Volviendo al vino, habrá que imaginar un espacio esencial: la cava, un bar o un estudio, una habitación correctamente proporcionada, cobijada por los muros que la limitan con la justa escala y orientación de los vacíos —puertas y ventanas— que la integrarán con el exterior, bien ventilada y adecuadamente iluminada, decorada y amueblada”. Como quien bien conoce su oficio y bien sabe de vinos, Name concreta: “El arquitecto tiene que pensar en un momento así: un rito que inicia con una buena compañía, y con la contemplación de la botella —que deberá estar a la temperatura adecuada—, la lectura de la etiqueta y el correcto retiro del corcho, el tiempo adecuado para dejar respirar o decantar el caldo, el servir la copa a su nivel, apreciar el color, el cuerpo, su aroma y poco a poco degustarlo, con un ambiente adecuado: luz indirecta, velas y quizá la Suite para Cello No. 2 de Bach”. Todo está dicho, la arquitectura contiene en sí, no sólo a las demás de las artes, sino también a muchos otros de los placeres de la vida. (*) “De la arcilla nacen las vasijas, pero el vacío en ellas produce la esencia de las vasijas. Muros con ventanas y puertas forman la casa, pero el vacío en ellas produce la esencia de la casa. Lo material encierra utilidad. Lo inmaterial produce la esencialidad”. Lao Tse.


El tío Hecha su voz de sonidos antiguos, campiranos, ásperos y pícaros y cariñosones, se empeña en ir como pa tras en el tiempo y hallar un manantial de tiempo donde tiempo no hay para así darse tiempo de que la gente sepa que los quiere. Con su mirada de horizonte algo asoleado y estrellado seguro muchas noches de muchas, muchas tierras, te habla de la suya, de su querida tierra. Y se deja ser sólo el pintor de su tierra, Tecolotlán, y del amor que desde siempre vive en su amplio corazón hecho de música y buen aire respirado. Con su quinta de golpe abre el silencio como el machete la sandía y se pone a cantar, solo o con sus mariachis, el son que le tocó vivir, sabrosamente tierra de su querida tierra, toda la fresca tierra, florecida, agradecidamente sólo tierra.

—Ricardo Yáñez

mayo-junio, 2008. vinísfera

43


Archivo

44

vinĂ­sfera. mayo-junio, 2008


La uva

to

tés

De origen incierto, esta uva blanca echó profundas raíces en la Argentina, donde se elaboran óptimos vinos de esta variedad. Sin embargo, no todos los torrontés son iguales. He aquí algunas de sus diferencias, atendiendo a su región de procedencia. por José Del Valle Rivas xisten muchos tipos de uva, siendo los más conocidos a nivel mundial los denominados cabernet sauvignon (uva roja) y chardonnay (uva blanca). No obstante, hay una gran variedad de uvas dentro del universo vitivinícola que podrían ser desconocidas total o parcialmente para nosotros. En esta oportunidad me quisiera referir a la uva blanca torrontés. Se dice que esta uva es la que da origen al vino blanco de mayor tipicidad en Argentina; sus características particulares le dan una categoría muy especial en el mundo del vino. Su origen es incierto aunque se le relaciona con la familia de la uva moscatel, con la que guarda un cierto parecido aromático. Recientes estudios de su adn indican que posiblemente se trate de la cruza de la cepa moscatel de Alejandría con alguna variedad criolla de la región. Argentina es de los pocos países que producen este tipo de uva. Aunque es cultivada en todas

las regiones vitivinícolas de Argentina, predomina en las zonas de Mendoza, Cafayate (Salta) y Valle de Chilecito (La Rioja), ocupando alrededor del cuatro por ciento de la superficie total plantada. Quisiera platicarles que Cafayate es un valle rodeado de cordones montañosos con una altura media de 1,700 m. sobre el nivel del mar, con más de 300 días de sol por año y una amplitud térmica que puede llegar a los 18 grados de diferencia entre el día y la noche. Aunque el clima es seco, la irrigación de los ríos de la región conjuntamente con las aguas subterráneas, conforman un microclima muy adecuado para la producción de uva torrontés. En la provincia de Mendoza la uva torrontés predomina en la zona noreste (Lavalle, San Martín, Rivadavia y Santa Rosa), también en la primera zona (Maipú y Luján), en el sur mendocino (San Rafael) y en el Valle de Uco (Tupungato). Los mayores mayo-junio, 2008. vinísfera

45


Pedicelo Pincel

Hollejo

Pulpa Semilla Ombligo Corte de la uva rendimientos se registran en Maipú y Tupungato, mientras que los menores en San Rafael debido a los granizos y las heladas en el caso de la zona de General Alvear. Con relación al vino de uva Torrontés de la región de Mendoza, existen algunas diferencias aromáticas y visuales. En el Pedemonte encontraremos vinos de color amarillo con reflejos dorados brillantes y aromas delicados de té de manzanilla, rosas, cítricos muy intensos y al final un ligero dulzor como el de la miel de abeja. En El Llano los vinos presentan deliciosos y vigorosos aromas frutales, especialmente mandarina y piña. Aunque sus aromas a frutos denotan dulzor, estamos hablando de un vino seco, lo cual se debe a que carece de azúcar, misma que fue convertida en alcohol en su totalidad durante el proceso de fermentación del vino. Se recomienda beberlo joven, es decir durante el año de su cosecha y como máximo un par de años después. La temperatura de servicio deberá ser de entre 8° C y 10° C. Se puede tomar 46

vinísfera. mayo-junio, 2008

como aperitivo y para maridarlo es muy atractivo con platillos thai poco picantes, comida china, cocina fusión y mariscos. A propósito de un buen torrontés mendocino quiero recomendarles el extraordinario vino Lurton Torrontés 2007, que es un vino 100 por ciento de esta variedad proveniente del Valle de Uco. La torrontés es una variedad que se comporta mejor en climas fríos, lo cual permite un grado óptimo de cosecha en la zona. El prensado de la uva es lento (prensa neumática) con especial protección contra el oxígeno. La fermentación se realiza a temperatura controlada de 20° C para cuidar el natural carácter varietal de la uva y así obtener un vino de gran calidad. Este vino Lurton Torrontés 2007 presenta un color amarillo vivo y brillante. Predominan los aromas a rosas, miel y el típico carácter floral. En boca es mantecoso y opulento, reuniendo sabores de moscateles con notas cítricas, principalmente de toronja. ¡Les deseo una muy floral experiencia!


mayo-junio, 2008. vinĂ­sfera

47


por Luiz Henrique Marcondes

n el mundo globalizado podemos confundir lo que se vende con lo que de hecho es bueno. Nuestra falta de personalidad y la desmedida influencia de ciertos críticos, así como el poder del marketing, están tornando a la industria del vino en algo muy previsible. Sería una lástima que, a la luz de lo que dicen algunos críticos, determináramos que, para que sea bueno, un vino tiene que ser tinto, tener cuerpo, no ser traslúcido… tal y como son los vinos de la región de Bordeaux. ¡Y si no, no sirve! No hay duda que los más importantes châteaux de Bordeaux producen todavía los mejores vinos del mundo para enólogos y no enólogos. Si le damos a probar a la mayoría de la gente un vino premier cru de Bordeaux, será difícil encontrar uno que no le guste, ¡pero imponer una categoría única para que un vino sea bueno es lo mismo que decir que solamente las rubias son lindas! ¿Y entonces dónde ponemos a las morenas de ojos azules? ¿Y a las pelirrojas con pecas? Me parece ridículo que el mundo se rinda a los pies de los críticos estadounidenses, y que éstos se estén convirtiendo en los únicos que deciden sobre la calidad de los vinos del mundo. Juzgar un vino siempre ha estado relacionado con el hábito de tomárselo todos los días, y no con el poder adquisitivo. En este sentido, ¿qué tradición tiene un estadounidense para juzgar un vino europeo? Es cierto que se pueden emplear nuevas tecnologías para mejorar un antiguo terroir europeo o iniciar un nuevo viñedo en cualquier lado del globo, pero cambiar sus características 48

vinísfera. mayo-junio, 2008

o personalidad para ser aceptado por un crítico me parece por lo menos una falta de actitud. La verdad, como siempre y en todo, el dinero manda, y ahora que los Estados Unidos se han interesado en el vino, hasta cierto punto resulta lógico que los productores les hagan reverencias y se queden callados ante la mediocridad de su crítica. El poder estadounidense intimida a los productores europeos y a los de otros continentes que, ante tal presión, comienzan a tratar al vino como si se tratara de una coca cola con 15 grados de alcohol. Lo mejor del vino radica tanto en sus diferencias como en la naturaleza. Descubrir algo nuevo al abrir una nueva botella, sentir la diferencia entre un vino de Borgoña y uno de la Toscana. No hay duda de que hoy en día se produce buen vino en Napa Valley, pero hay que pagar más por una botella de un californiano que de un europeo. ¿Cómo podemos dejar de apreciar un buen torrontés argentino o un tokay húngaro?. ¿Cuántos buenos chardonnay de varias partes del mundo podemos tomar contra una botella de Robert Mondavi? Al parecer, se confunde marca con terroir. Puro marketing profesional al servicio de más utilidades para los estadounidenses. No hay duda que un Petrus y un Margot son casi inigualables, pero ahí se trata de una región, o mejor dicho de un terroir. Aunque no hay por qué creer que en la vida sólo hay vinos de Bordeaux. ¿Y los de Borgoña dónde quedan? ¿Y los de Rioja? ¿Para qué producir un bordeaux en todo el mundo? Muy al contra-


rio, es mejor sacar lo mejor de cada vino conforme su terroir. Viva la transparencia de los borgoña. Vivan los salados del Valle de Guadalupe. Infelizmente nos falta personalidad a los consumidores. Decir que nos gusta un vino simplemente porque leímos una crítica favorable es como decir que nos gustó una película sólo porque un crítico dijo que era buena. Mucha gente compra vinos porque uno u otro crítico afamado le atribuye una nota de 90 puntos, sin darse cuenta que el vino tiene que ver con el gusto personal. ¿Cómo puede alguien pagar más por una botella de Robert Mondavi que por un buen vino europeo? ¿Cómo puede apreciarse más un vino de Napa Valley, hecho en grandes cantidades, que un vino artesanal del Valle de Guadalupe?

No es que los Mondavi sean malos, pero valen seguramente menos de la mitad del precio que tienen en las tiendas duty free del mundo. Al menos para mí, la cuestión es simple: el vino tiene que ver con el terroir. Por más tecnología que se invierta, es imposible alcanzar una altísima calidad si lo que se quiere es producir cantidades industriales. Sugiero y recomiendo a los amantes del vino y a los que están iniciando su trayectoria por este vasto e interminable asunto que vean el documental Mondovino de Jonathan Nossiter. Se trata de una divina y fascinante bomba contra la hipocresía estadounidense. Que vivan los antiguos terroires de todo el mundo y que viva la diferencia entre los pueblos. ¡Salud!

mayo-junio, 2008. vinísfera

49


gastronomía

Si te sientes tan mexicano como un taco, ¿qué te parecería saber que uno de nuestros platillos nacionales por excelencia tiene, al parecer, pasaporte de doble nacionalidad? He aquí una ligera pero sustanciosa disertación sobre lo que nuestro chef escritor llama una de las piedras fundacionales de nuestra civilización. Y hablando de vinos, pues según el taco es la pedrada. 50

vinísfera. mayo-junio, 2008

por Bernardo González Huezo


“De maíz amarillo y de maíz blanco se hizo su carne; de masa de maíz se hicieron los brazos y las piernas del hombre. Únicamente masa de maíz entró en la carne de nuestros padres” Popol Vuh, el Libro del Consejo, donde se narra el origen de la vida maya.

L

os mexicanos tenemos una relación placentera con nuestra comida. En todo lo ancho y largo del territorio nacional podemos observar las diferentes formas de cómo se cocina. La alimentación en México adquiere entonces un lugar protagónico a la par de la religión, la música, la artesanía y la fiesta. Pero al contrario de las demás expresiones como la música, danza, artesanía, o la religión, que son practicadas con una disciplina y cuidado en su ejecución, la gastronomía popular tiene la virtud de mantenerse y al mismo tiempo de evolucionar rápidamente y buscar adecuaciones, mejoras. Acepta modas y experimentación. Uno de los pilares que conforman a la cultura mexicana, radica en la gastronomía nacional, en la cocina popular. Estamos acostumbrados a tanta diversidad, que somos de mente abierta para comprender lo diverso, para experimentar y para probar. Así, se rompen mitos, se provocan polémicas o… últimamente se ofrecen cursos de maridajes, que nos hablan de las correctas combinaciones, o nos dan sugerencias de cómo combinar vinos con platos populares. ¿No lo había pensado? Pues no lo haga, sólo pruebe. ¿Qué le parece un tinto de buen cuerpo acompañando una torta ahogada? Delicioso, créame. Para estos calores, ¿un blanco, fresco, con toques cítricos para pasar un huachinango zarandeado y su arroz blanco a la mantequilla? O de plano unos taquitos de pollo en pepián con un chardonnay. Y puesto que hablamos de la cocina popular y tocamos uno de sus símbolos, profundicemos en el taco. La primera piedra, la piedra fundacional de una gran civilización, el todo creador, el todo que se resume en único y verdadero: el taco. El taco dio, da y dará la imagen más sólida del mexicano. La identidad nacional, la historia, el orgullo, la tradición, la herencia… todo eso puede representarse con un taco. Desde los norteños y sofisticados estilo Ensenada, los riquísimos yucatecos de pibil, los tiernos de bajada de pastor en San Luis, los de asientos queretanos, los de cazuela, los sápidos guerrerense de adobada, los perfectamente cocinados de Sahuayo, los magistralmente preparados con guisos marinos como los sinaloenses o nayaritas. También los impresionantes y poéticos defeños de buche, nana, pancita, maciza, suadero, cabeza, ubre, ojo, trompa, tripa, corazón. mayo-junio, 2008. vinísfera

51


Los tan sencillos y al mismo tiempo tan sublimes de asada o los dorados que, con su generosa salsa de jitomate y orégano —tan tapatía—, dejan de estar tan dorados. Los de canasta, al vapor. Los sudados. Los primos grandes llamados tlayudas en Oaxaca, o los primos que se fueron al norte y regresaron siendo burritos de mashaca. Los humildes, de sal, de manteca o… de nada. Los regionales como los acorazados, colorados, potosinos, placeros, laguneros, mineros. Los de huevo que se hacen llamar viajeros o de revoltillo, los que preparaba la abuela y que provocan que brote la lágrima y se despierte la tripa: los de nata, con su salsita de tomate milpero, chile de árbol tatemado y harta sal. Todos esos, todas esas representaciones de una misma idea, definen e identifican a un mismo país tan diverso y tan recurrente a su mismo principio: el taco. Ahora bien, lo más increíble, lo más fascinante —para mí— es el origen asiático del mexicanísimo taco. Al igual que con la música autóctona de Mesoamérica, sucede lo mismo con el taco. Me explico: Actualmente podemos recrear la música de los grupos étnicos originales de México por el análisis, experiencia y sentido común, que los antropólogos, etnomu52

vinísfera. mayo-junio, 2008

sicólogos, y estudiosos en el tema puedan discernir de los vestigios de los instrumentos que lograron sobrevivir; sin embargo, no existen partituras, códices o algo que se le parezca con respecto a la música precolombina. Con base en los estudios, las tradiciones orales y las interpretaciones de imágenes se cree que la música se escuchaba de tal o cual forma. Sucede igual con el taco: Se sabe de la gran importancia y utilización del maíz como pilar de la alimentación en México en la época de la conquista. Fray Bernardino de Sahagún, en su obra Historia General de las Cosas de la Nueva España menciona —en ocasiones con mucho detalle— los fastuosos y sofisticados momentos gastronómicos del emperador Moctezuma, así como de los mercados, tianquiztli —tianguis para el oído español— de productos y comidas. Menciona muchas de las formas en que el maíz era protagonista en brebajes, tamales y formas caprichosas como: bolitas, cónicas (corundas michoacanas), alargadas y aplastadas (tlacoyos, abuelos del huarache), y —claro— la tortilla, pero no es muy claro el concepto del taco como lo conocemos hoy día. Pero en donde si se han encontrado reportes claros, clarísimos, de este formato que consiste en utilizar una masa delgada, redonda, cocinada previamente, para contener sobre ella ingredientes (que envuelta sobre sí misma cumple un doble propósito: sujetar y ser comida) es en la ciudad de Bagdad, Irak, durante el siglo V de nuestra era. En el Kitab al-Tabeekh (libro de cocina) de Ibn Sayyar al-Warraq se indica la receta de un común kebap (carne molida cocinada en alambre a las brasas) pero repostado sobre pan pita con especias. Esta comida llegó a ser muy popular en la época, por su practicidad, por lo económico, por ser rápida y por lo sabrosa que era… ¿le recuerda a algo? Son de la época en la que España era una extensión del imperio otomano —solamente ocho siglos— esos viejísimos grabados plasmados en gruesos volúmenes en los que se ilustraba la pacífica vida de musulmanes, católicos y judíos, las construcciones de los palacetes del arte mudéjar, en donde se aprecia la vida cotidiana. En algunos de estos


grabados se puede observar como la carne de ternera y sobre todo de cordero era apilada (o más bien atravesada por un alambre), conformando una brocheta al estilo del kebap, cocinada lentamente, para después ser contenido de un suave, redondo y delgado pan de harina. Contemplar estas estampas es como estar sentado con la abuela observando el álbum de fotos de la familia y constatar que heredaste de tus bisabuelos los ojos o la nariz. Reconocer que de alguna forma el taquero de la esquina, frente a su trompo adobado de pastor, es una imagen repetida a lo largo de los siglos. Al fin y al cabo es lógico. Es normal. Las influencias y las tradiciones que se mezclan se llevan en la sangre y se transportan en las migraciones, y en este caso concreto, en las invasiones y conquistas. El resultado es el nacimiento, la apropiación, el hábito, la evolución y sobre todo el amor de ciertos procesos alimenticios, que caprichosa y deliciosamente sobreviven apuntalados por aspectos tan determinantes como el gusto, el sabor y el placer. Por ello logran renacer con los elementos del nuevo mundo y consolidarse como un emblema nacional: el taco. Al referirse al taco árabe, el Diccionario Enciclopédico de Gastronomía Mexicana señala: “Aunque son similares a los gyros griegos y el donner kebab turco, son antojitos total-

mente aclimatados en México.” Esta aseveración corta de tajo cualquier relación familiar entre el taco mexicano y sus ancestros, posiblemente por no traicionar a la patria o por no pasar como malinchista. Pero creo que es incorrecto. Hoy día sabemos que la diversidad cultural permite crecer, evolucionar. ¿Por qué tendríamos que avergonzarnos de tener, en el taco, un origen asiático-europeo? Es el orden natural. Marco Polo, a mi modo de ver el primer y verdadero globalófilico, trajo de Asia especias, sedas y tallarines de arroz. Y gracias a Colón, el Mediterráneo —y claro, todo el mundo— se benefició con el tomahuac o tomatl. El jitomate pues. ¿Qué sería de la cocina italiana sin la base asiáticomexicana? ¿Qué sería de la industria norteamericana y su gringísimo ketchup? Y nos llevaría muchos más renglones hablar de la influencia mundial del aguacate, chocolate, cacahuate, de la vainilla… del chile… Mejor lo dejamos para otro artículo. Así que festejemos ese verdadero mestizaje, esa evolución real de un gusto realmente viejo y que se transformó en nuestro emblema, lo adoptamos y lo llevamos a niveles insospechadamente diversos. Supimos como enriquecerlo, mantenerlo, animarlo, comerlo y gozarlo. Existe, sí, un momento en la historia de la conquista de México, donde es fácil reconocer los elementos de un inminente gran nacimiento. Bernal Díaz del Castillo en la ya citada Historia Verdadera… relata ese banquete que realiza Hernán Cortés para sus capitanes. Entre otras cosas, aparece la manteca de cerdo y algunas técnicas europeas como el freír: “degustaron frituras de cerdo. Cerdos traídos de Cuba que los naturales llaman cochi”. Y entre otras cosas del viejo y nuevo mundo, también se deduce que la siembra y preparación de la harina —tan demandada por los nuevos inquilinos del continente— todavía no es un hecho consumado porque finaliza: “todo acompañado del pan ese que llaman tortillas”. Resulta rico imaginar que esa misma noche, entre el cerdo, la tortilla y la heredada tradición, nace un tórrido y delicioso amor, una nación. Un taco.

Erándini

mayo-junio, 2008. vinísfera

53


RECOMENDACIONES Presentamos nuestra lista del bimestre. En esta ocasión te proponemos comenzar con una fresca mirada a los vinos blancos y rosados. ¡Salud! Si requieren más información escríbenos a: info@vinisfera.com Precio: $-100, $$-100 a 200, $$$ 200 a 350, $$$$-320 a 1,000, $$$$$- más de 1,000

Pulenta, La Flor Rosé, Malbec (Argentina)

Color rojo suave y vivaz con gran brillo. Fresco y frutal con algunas notas florales. Delicado al paladar con con recuerdos a mermelada de ciruelas, redondo, aromático y agradable. Excelente para platos frescos con frutas de la temporada y gazpachos. $$

Kankura, Rosé, Cabernet Sauvignon, Syrah (Chile) Color rojo apagado con brillos intensos. Frutal y dulce. Con recuerdo de frutas rojas. Fresco con buen equilibrio y buena permanencia en boca. Muy bueno para acompañar con entradas o como aperitivo en días calurosos. $$ Viñas Pijoan, Silvana, Chenin Blanc, Sauvignon blanc, Chardonnay, Moscatel (México) Color amarillo pálido. Aromas a flores blancas y notas de anís, así como de cítricos, chabacano, pera y miel. Seco, muy fresco. Balanceado con acidez marcada que hace resaltar las notas frutales y florales del vino. Ideal para acompañar con mariscos crudos, ostiones, ceviches, sopas ácidas y quesos de cabra. $$$ DonnaFugata, Anthília, Ansonica, Cattarrato (Italia) Color amarillo pajjizo. Notas a duraznos y ciruelas con gran personalidad. Frutal y elegante con buena estructura y equilibrio. Perfecto si se combina con pescados ligeramente ahumados o una ensalada de atún. $$ Honig, Sauvignon Blanc (EU) Lleno de vida con un brillo intenso. Frescos aromas a mango, papaya y durazno. Vibrantes sabores cítricos y tropicales, con textura mineral. Acompañarlo con langosta, pollo en salsas blancas, atún, pescados al horno, cerdo, lechón y mariscos en general. $$ 54

vinísfera. mayo-junio, 2008


Tittarelli, Sauvignonasse (Argentina) Ligero y fresco con tonos amarillo pálido. Aromas a piña, duraznos y manzana verde. Retrogusto con sabores cítricos que confirman la piña y la manzana. Ideal para acompañar platillos sencillos como ensaladas, canapés y entradas suaves y ligeras. $$ Pulenta VI, Sauvignon Blanc (Argentina) Amarillo verdoso brillante. Gran intensidad aromática y compleja. Recuerda un pomelo rosado con un final herbáceo de ruda y espárragos. Excelente para mariscos y frutos del mar. $$$ Merryvale, Starmont, Chardonnay (EU)

Vino de gran cuerpo con color amarillo intenso. Piña caramelizada, manzana verde y durazno con notas de vainilla. Redondo y con buena acidez. Combina con pescados y mariscos, pastas, pollo y platillos de media intensidad de sabor. $$$

Lurton, Pinot Gris (Argentina) Muy brillante con color amarillo pálido. Dulces aromas a frutas como peras y chabacano. Elegante y aromático, balanceado y con un frescor que estimula el paladar. Se sugiere con cerdo a las brasas, pastas, mariscos y pescados. $$

Quinta do Feital, Dorado, Alvarinho (Portugal) Color amarillo intenso. Notas minerales a piedra mojada, clavo, y hierba con dulces aromas a miel. Dulce con notas de miel, melón, manzanas con excelentes toques minerales. Calamares a la parrilla, marlin, langosta y ostiones. $$$ Ramirana, Chardonnay - Sauvignon Blanc (Chile) Amarillo brillante con tonos verdes. Frutos tropicales como la papaya, chirimoya y piña, acompañado con notas cítricas como la lima. Fresco con acidez equilibrada y de gran persistencia en su final. Excelente para combinar con pescados a la parrilla y langosta en salsa de tomate. $$ mayo-junio, 2008. vinísfera

55


Vinisterra, Macouzet, Tempranillo (México) Color rubí oscuro. Aromas a frutas rojas, especias y tabaco. Notas muy marcadas a chocolate y especias. Pleno y equilibrado. De taninos sedosos con estructura y largo final. Se recomienda acompañarlo con carnes rojas, aves de carne oscura, platos de pescado y mariscos condimentados. $$$ Lindemans, Cawarra, Shiraz - Cabernet Sauvignon (Australia) Color rojo morado de cuerpo medio. Aromas a frutas rojas combinadas con especias y notas a vainilla. Dulces moras rojas combinadas con ciruelas. Tostado y con largo final. Ideal con carnes, cordero y pasta. $$ Gaja, Ca’ Marcanda, Pomis, Merlot, Syrah, Sangiovese (Italia) Vino con cuerpo medio de color rojo brillante. Frutal y especiado en nariz con aromas a frutos rojos. Dulce con taninos suaves. Notas a cuero. Excelente con pastas italianas y platos de carne con salsas de tomate. $$$$ Finca Allende, D.O. Rioja (España) Rojo rubí brillante. Aromático con frutas rojas, herbáceo, especias y notas a vainilla. Fruta muy marcada y evolución en boca. Buen equilibrio y taninos suaves. Acompañarlo con pollo a la parrilla marinado con hierbas y hongos. $$$$ Viñedo Chadwick, Cabernet Sauvignon (Chile) Profundo color rojo violeta. Joven y elegante con aromas a arándanos y notas a tabaco y café. Refrescante con taninos suaves, notas a caramelo y largo final. Carnes y aves de caza. Excelente para acompañar parilladas. $$$$$ Salentein, Syrah (Argentina) Color granate, no muy brillante. Aromas a frutos del bosque, chocolate. Ausencia de madera en un principio y luego sí se siente. Canela y frutos secos. Aromático en boca y nariz. Refrescante, agradable, balanceado, potente y persistente. Maridaje: cordero, carnes con salsa, platos con curry. $$ 56

vinísfera. mayo-junio, 2008


Acuse de recibo Si quieres calentar motores en preparación para las próximas fiestas de la vendimia en Baja California, te proponemos que encuentres estos vinos mexicanos, los pruebes y nos mandes tus notas de cata a: info@vinisfera.com La nota que resulte más completa, según nuestro criterio, será publicada en el siguiente número y su autor se llevará una botella de obsequio.

Villa Monte Cabernet fiori S (México) auvignon, Sangiove se

e Cru Garag Grenache (México)

Mare Zinfandel, Caber net Sauvignon, Mer lot (México)

Jalá e ignon, Grenach Cabernet Sauv (México) mayo-junio, 2008. vinísfera

57


Foto: Laureana Toledo

arte contemporáneo

Cuento de hadas, 1995, Francis Alÿs

Bailar o caminar ¿Qué pasa cuando un artista prefiere dejar su estudio y salir a la calle? Presentamos la propuesta de dos influyentes artistas cuyas obras han brotado, crecido y desarrollado alrededor de la gran ciudad latinoamericana y todo aquello que ofrece a su paso, a su ritmo. por Beatriz Bastarrica 58

vinísfera. mayo-junio, 2008


Parangolé, 1964, Hélio Oiticica

c

on todo, con todos, desde el todo. Latinoamérica, gente, movimiento. La epopeya de Hélio Oiticica y Francis Alÿs. “Quiero extender el principio de apropiación a las cosas del mundo con las que me encuentro en las calles, en los terrenos baldíos, en los campos, en el mundo ambiente, en fin —cosas que no serían transportables, pero para las cuales

yo llamaría al público a la participación— sería eso un golpe fatal al concepto de museo, galería de arte, etc. y al propio concepto de exposición.” Éstas son palabras del artista brasileño Hélio Oiticica (1937-1980), nieto de anarquista, co-fundador del movimiento neo-concreto, idealista impenitente y pensador complejo quien, durante las décadas de los sesenta y setenta del mayo-junio, 2008. vinísfera

59


Grand Nucleus, 1960, Hélio Oiticica

pasado siglo, produjo un corpus artístico —piezas materiales, experiencias e ideas— que sólo desde hace unos años parece estar alcanzando el reconocimiento internacional que merece. Oiticica se internó en las favelas y, a partir de ellas, propició, instigó, todo un mundo de “vivencias” a través de sus parangolés (capas de color con poemas escritos, se activan por medio del baile de quien las viste), sus bolides (trans-objetos compuestos de múltiples partes móviles que invitan al público a manipularlos para alcanzar su terminación), y sus penetrablee (estructuras para-arquitectónicas en las que el espectador debe introducirse físicamente, para convertirse, entonces, en actor). Todas estas instancias tenían como uno de sus objetivos principales reestructurar la experiencia artística. Un “estado de invención colectiva” es básicamente lo que Oiticica persiguió con su particular estrategia creativa. El arte ya no será mera contemplación pasiva. Las obras ya no permanecerán inertes, aisladas, detenidas. El color ya no será un medio, sino un fin, un ente autónomo y activo. Oiticica demanda la colaboración de todos, y se exige a sí mismo la inclusión de todos —todos los que importan—. Su bolide titulado Cara de caballo (1966) es, por ejemplo, una caja-homenaje a uno de los delincuentes más buscados en el Río de Janeiro de la época, a la sazón amigo personal del artista en la favela de Mangueira. Un pedazo de intrahistoria visceral, torcida y apasionante por su formidable sesgo personal. “Quería, aquí,” dice, “homenajear a lo que yo creo que es la revuelta social individual: ése que llamamos ‘bandido’. 60

vinísfera. mayo-junio, 2008

Bolide 2, 1963-1964, Hélio Oiticica

Esa clase de pensamiento es peligrosa pero muy necesaria para mí: hay un contraste, un carácter ambivalente, en el comportamiento del hombre marginal: más allá de una gran sensibilidad, subyace un carácter violento, y muchas veces, generalmente, el crimen es una suerte de búsqueda desesperada de la felicidad. Conocí a Cara de Caballo personalmente, y puedo decir que era mi amigo, pero para la sociedad era el enemigo público número uno, buscado por crímenes y asaltos audaces. Lo que me dejaba perplejo entonces era el contraste entre lo que conocía de él como amigo, como alguien con quien hablaba en un contexto de la vida diaria como haría con cualquier otra persona, y la imagen creada por la sociedad, o la forma en la que su comportamiento se desplegaba ante la sociedad.” Y, de nuevo: “Quiero extender el principio de apropiación a las cosas del mundo…”. Año 1992, México Distrito Federal. Otro artista, éste originario de Bélgica pero residente desde hace ya algunos años en la ciudad de México, sale a pasear por las calles aledañas al Zócalo capitalino. No va solo. De su mano derecha pende una cuerda. Atado al extremo de la cuerda, un objeto metálico con una forma que recuerda sintéticamente a un perro. El hombre camina, aparentemente sin rumbo, durante un rato. Al final de su paseo, descubrimos que su macota de lata se ha ido progresivamente cubriendo de toda clase de pequeños objetos y desperdicios metálicos que, atraídos por el cuerpo imantado del Collector —sí, se trata de una obra de arte, y sí, ése es su nombre— se pegaron a él uno tras otro.


Foto: Ian Dryden

Paradojas de la praxis 1, 1997, Francis Alÿs

Francis Alÿs, creador de la pieza, nacido en Amberes en 1959 y cuya formación inicial fue en arquitectura e ingeniería, llegó a México en la década de los ochenta y aquí se quedó. Creador multidisciplinario —fotografía, video, dibujo, pintura, performance y escultura son áreas en las que trabaja habitualmente, a veces de manera simultánea dentro de la misma pieza—, su principal interés a lo largo de su carrera parece orbitar alrededor de ejes como las sustancias que componen el tejido social y material urbano, el movimiento, y las consecuencias transformadoras, a nivel simbólico y también real del mismo. Un punto de partida muy similar, en principio, al de Hélio Oiticica. A pesar del salto temporal y de su diferente origen, ambos artistas muestran una clara inclinación a escarbar entre los materiales, humanos y objetuales, que la ciudad tiene que ofrecerles. Una ciudad que es además, para sendos creadores, grande y subdesarrollada. Si Oiticica le erige un altar a su amigo Cara de caballo, Alÿs, por su parte, “libera” siete pequeñas piezas escultóricas en el circuito de recogida de basuras del Distrito Federal, y espera pacientemente a que las “Siete vidas de la basura” tengan lugar y, así, alguna de estas piezas regrese,

Colector, 1990-1992, Francis Alÿs

por medio de comerciantes callejeros por ejemplo, a sus manos. Oiticica reutiliza gruesas y toscas telas de arpillera para sus capas danzantes —parangolés—; Alÿs recicla mantas de propaganda electoral para construir un refugio improvisado sobre los agujeros de ventilación del metro —Vivienda para todos, 1994-. En la obra de los dos, la alianza entre cultura popular y arte culto alcanza, así, una dimensión superlativa, cargada, sobre todo en el caso de Oiticica, de tintes políticos que, no por sutiles, deben obviarse. Sin dar lecciones, ambos nos recuerdan en qué mundo vivimos, más allá de las fantasías construidas por la industria del entretenimiento, y más allá también de la propaganda ideológica. Y luego está la cuestión del movimiento, básico para la existencia de las piezas de uno y otro: Alÿs recorre las calles empujando un bloque de hielo hasta que éste se deshace, quedando sólo como residuo de la pieza un apenas perceptible rastro de humedad —Paradoja de la praxis 1, 1997—; Oiticica “obliga” a su público a rodear completamente sus piezas para poder observarlas bien —Nucleus NC1, 1960— o incluso a entrar en ellas físicamente mayo-junio, 2008. vinísfera

61


Nucleus NC1, 1960, Hélio Oiticica

—Grand Nucleus, 1960— a fin, no ya de contemplarlas, sino de vivirlas. Alÿs filma a todo un batallón de barrenderos luchando por mover una gigantesca montaña de basura; Oiticica pone a bailar a cuantos quieran participar en la experiencia artística “instigada” por él. Este último detalle, sin embargo, conduce al descubrimiento de lo que yo considero que es, finalmente, uno de los principales puntos en que las trayectorias de ambos artistas divergen. Y es que mientras que Oiticica utiliza el movimiento como una manera de propiciar una suerte de catarsis social que ayude a expandir los límites del arte, Alÿs parece más interesado en el movimiento como ente autónomo y preexistente a su propia propuesta, como un fenómeno digno de ser estudiado, ya sea que simbolice otra cosa, que sea la materialización de algún proceso social, o que simplemente provoque cambios físicos dignos de su interés. Imagina que ves desde la ventana cómo el mástil de una bandera gigantesca, en mitad de una plaza, se convierte, por obra y gracia del movimiento solar, en un enorme reloj bajo cuya sombra, imperceptiblemente móvil se refugian diferentes personas a lo largo del día. Luego imagina el sonido de una samba; imagínate a ti mismo vestido con una capa anaranjada y amarilla, presa del ritmo, observado por otros que también bailan; sudoroso, concentrado en el baile, sintiéndote el núcleo de lo que sucede. Y luego, decide dónde prefieres estar. 62

vinísfera. mayo-junio, 2008

Colector, 1990-1992, Francis Alÿs

Bolide 10, 1965, Hélio Oiticica

Hélio Oiticica

Francis Alÿs


MĂĄndanos tus colaboraciones artĂ­sticas a : info@vinisfera.com


Siete preguntas para

Sofía Echeverri Uno. ¿Cómo supiste que te dedicarías al arte? Desde que tuve que decidir qué carrera estudiar. Al salir de prepa, no entendía que algunas amigas no sabían que carrera escoger... yo intuía que debía dedicarme a algo que disfrutara y me permitiera evitar el tedio, en la medida de lo posible.

“Zorro & Gober”, óleo sobre lino.

En primaria fui mala para estudiar, entonces me encargaba de las cartulinas para las presentaciones... desde ahí supe que tenía que hacer algo que pudiera hacer con las manos, hecho por mí... que sintiera mío.

Dos. ¿A quiénes consideras tus maestros? José Fors me enseñó a dibujar; Javier Ruiz de la Presa, filosofía. Sergio mi hermano, historia, política... Daniel Varela, cine. Mi papa me enseñó a ver el lado oculto de las cosas... ver más allá de la “historia oficial”, y a ver el humor en la tragedia; a no dejar de sorprenderme por la naturaleza. Bonnard, Duchamp, Hopper, Hammershoi, The Royal Art Lodge…

Tres. ¿Qué cosas te llaman la atención del arte que

se está haciendo en Guadalajara?

Guadalajara es una ciudad muy especial, a pesar de esa manera de manejarse, esa doble moral, produce cosas interesantísimas... ¿o será gracias a ella? 64

vinísfera. mayo-junio, 2008

“Anaconda & Hesse”, óleo sobre lino.


¿Qué te ha aportado vivir en el DF?

.Cuatro

Vine por un año y ya cumplí tres, estoy contenta de estar aquí. Además de las razones obvias, como el haber muchos espacios interesantes y eventos que sólo pasan aquí, creo que el estilo de vida, lo más cotidiano lo disfruto mucho... vivo en un rumbo que te permite andar a pie, descubrir cosas que no te topas cuando vas en coche. “Extraños entre nosotros”, óleo sobre lino.

Es una ciudad que me ha permitido construirme más a mi modo.

Cuéntanos un poco sobre algún proyecto en el que estés trabajando.

.Cinco

Estoy trabajando con imágenes de animales, especies en extinción, todo tipo de animales. Desde hace cuatro años ha sido algo que me ha interesado, sólo que ahora estoy tratando de abordar el tema en dos direcciones; una de ellas es reconociendo en ellos diferentes rasgos del comportamiento humano. Otra es tratando de hacer un diálogo entre algún animal y ciertas piezas de arte, intentando cuestionar el valor que se le otorga al arte en contraste con la escasa atención a la naturaleza. Quisiera que el espectador se reconozca en los ojos de un puma y que no resulte cursi. ¿Cuál fue la última gran exposición a la que asististe?

.Seis

Recientemente me tocó ver una exposición de un caricaturista del New Yorker, William Steig, fue maravillosa, una sorpresa, es un observador nato del comportamiento humano. Además utiliza mucho los animales... como anillo al dedo con lo que intento trabajar.

“No hay competencia justa”, óleo sobre lino.

¿Te gusta el vino? ¿tienes alguna preferencia?

.Siete

Que si me gusta el vino... ¡¡¡Mucho!!! Y con buena compañía mejor, no sé de casas productoras ni cosechas, sin embargo creo que no se necesita saber mucho para reconocer un vino que te hace bien, desde que lo pruebas.

Sofía Echeverri (Guadalajara, 1971) es pintora. “Extinción”, su más reciente exposición individual, fue montada el año pasado en el Café la Gloria del DF. mayo-junio, 2008. vinísfera

65


66

vinĂ­sfera. mayo-junio, 2008


mayo-junio, 2008. vinĂ­sfera

67


ocio

b o a r s

Uwe Schmidt es mejor conocido como Señor Coconut. Conoce un poco de su tropicoso proyecto de música electrónica.

68

vinísfera. mayo-junio, 2008

Archivo

por Aldo Prieto


?

Q hubieran pedido prestadas sus voces o su música, para ué pensarían Beny Moré y Dámaso Pérez Prado si les

que un músico alemán hiciera covers de una banda electrónica? Antes de averiguar un poco más, cualquiera hubiera tachado de estrafalaria y ridícula semejante idea. Tal vez aquellos astros tropicales, habrían mostrado además cierta curiosidad, en su calidad de vanguardistas, pero sin duda se habrían quedado boquiabiertos ante el resultado de esa mixtura. Tal atrevimiento fue obra de Uwe Schmidt, que para tal efecto decidió llamarse Señor Coconut. Su absurda y hasta cómica idea, se tradujo en un fantástico álbum llamado El Baile Alemán, que dejó estupefacta a la comunidad musical de los albores del año 2000. En aquella época en que no nos decidíamos si éramos globalifóbicos o globalifílicos (yo aún no lo sé), tal combinación de culturas dio un respiro a mi cada vez más mermada capacidad de asombro. Debo confesar que no reconocí a la primera las abstractas y hasta gélidas composiciones de la icónica banda Kraftwerk (considerados “abuelos” de la música electrónica), ¡ahora convertidas en alegres mambos, merengues y cumbias! Vale la pena hablar más de aquel famoso experimento. El buen Uwe, nativo de Frankfurt, ha declarado humildemente que solamente “cortó” algunos loops latinos, los remezcló, y elaboró cada tema pensando en qué ritmo quedaría mejor, si un cha-cha-cha o un mambo… ¿Humilde ocurrencia? ¡Desacato! dirían algunos puristas. Pero el resultado fue realmente bueno. Mágico, una fantasía musical. No importa ahora de qué lado de las fronteras de Latinoamérica fueron hechos, y más aún cuando al escucharlo ¡dan ganas de bailar! Abundo un poco más (para que si no lo ha escuchado, lo haga pronto): aún siendo un sofisticado “empréstito” de otra banda (digno de esta era del copy and paste), este disco me parece una gran lección para la miríada de productores electrónicos que andan por ahí: un arreglo estupendo pero basado en la belleza de la simplicidad. Coconut ha logrado aislar la quintaesencia de un buen número de ritmos afroantillanos, y juega con ellos con tal naturalidad, que me hace sentir por un lado que nuestra herencia musical latina ya no es tan “nuestra” como creemos, y por otro lado siento orgullo de que alguien de otra cultura la haya sabido apreciar. Y es que para un fanático de la música tropical como yo, era difícil aceptar que un alemán tocara esos ritmos. Era como un japonés tocando mariachi (cosa que también existe, por supuesto). Sin embargo, al escucharlo, poco a poco va seduciendo, y llega el momento en que se olvida quien está detrás de esa marimba o esas maracas. ¿Quién es este Señor? O como en su último disco él mismo pregunta en varios de los interludios entre canción y canción: “¿What is Coconut?” Bueno, pues aparte de haber resaltado su teutónico origen, agregaré que el Señor, apenas con 40 años cumplidos, ya tiene una cantidad de producciones musicales en el orden de las centenas. Y aparte de prolífico, ahora es reco-

nocido como prodigio por muchos músicos y productores del mundo entero, que ansían tener algún tema remezclado por él. Bajo un buen número de seudónimos (el principal de ellos: Atom Heart), ha creado música electrónica de muchos estilos diferentes. Pero estoy seguro de que Señor Coconut es una de sus personalidades básicas, o nucleares, ya que para adoptar ese alter ego, decidió mudarse permanentemente a Santiago de Chile, a “explorar” y crear esa música latina. En sus primeros dos discos realmente era sólo él y sus samplers y sintetizadores, con algunos vocalistas invitados. Pero ante su rotundo éxito, se hizo de un combo de verdad para tocar los temas en vivo. Ya han salido a dar varias giras en las que ha captado gran atención, y hasta han protagonizado historias curiosas (hace algún tiempo varios de sus músicos chilenos no pudieron viajar a Estados Unidos a dar un tour para el que fueron contratados, ya que no tenían visa). Ahora viene a Guadalajara para el Festival de Mayo, y sin duda nos mostrará extensivamente su más reciente album Yellow Fever. Este trabajo, bastante pulido, de nuevo está inspirado en temas de un grupo electrónico (Yellow Magic Orchestra) del Japón. A este caldo también agregó composiciones originales con colaboraciones de famosos músicos franceses, alemanes, japoneses (¿me haré globalifílico?), y resultó una vez más una extravagancia deliciosa. En momentos sonando muy lounge, pero conservando y trasluciendo su agradable sabor sabroso, a coco. A coco alemán.

Domingo 11 de mayo Señor Coconut & His Orquestra Feat. Argenis Brito Yellow Fever Tour 2008 Plaza de la Liberación. Guadalajara. 21:00Hrs. mayo-junio, 2008. vinísfera

69


Teatro Degollado Viernes 9 Orquesta de Cámara de Stuttgart Michael Hofstetter, director Domingo 11 Orquesta Filarmónica de Jalisco Héctor Guzmán, director titular Johannes Moser, violonchelo Viernes 16 Orquesta Filarmónica de Jalisco Klauspeter Seibel, director invitado Daniel Müller-Schott, violonchelo Sábado 17 Carsten Daerr Trío, Jazz Martes 20 Recital de piano Markus Groh, piano (Alemania) Viernes 23 Coro - Balthasar- Neumann Ensamble - Balthasar- Neumann Tobias Hiller, director

Oficinas Teatro Degollado Belén y Morelos 4to piso, Zona Centro Guadalajara, Jalisco. México. Tel. (33) 3030.9780/81, 3616.6454 y 3613.7528 E-Mail: contacto@festivaldemayo.org Venta de boletos En la taquilla del Teatro Degollado a partir del 14 de abril De 10:00 a 20:00 horas o por el sistema Ticketmaster Para más información de otros eventos del festival www.festivaldemayo.org 70

vinísfera. mayo-junio, 2008

Viernes 30 y Domingo 1 de Junio Opera “Fidelio” de Ludwig Van Beethoven (1770-1827) Libreto de Sonnleithner y Treitschke Martes 3 de Junio Vogler Quartett, cuarteto de cuerdas Miércoles 4 de Junio Carlos Aguirre, barítono Mutsumi Moteki, pianista Viernes 6 de Junio Clausura Orquesta Filarmónica de Jalisco Héctor Guzmán, director titular Ingolf Turban, violín


Instituto Cultural Cabañas

Ex Convento del Carmen

Lunes 12 Inauguración de la exposición de Mathias Goeritz Del 12 de Mayo al 30 de Junio Hora: 20:30 Hrs.

Miércoles 14 Inauguración de las exposiciones de Ulrich Sälzle y Heny Steinberg Escultura y pintura

Museo de Arte de Zapopan

Inauguración de las exposiciones “Una mirada compartida: Alemania - México” Michael Bry y Omar Delgado Fotografía

Miércoles 16 de Abril Inauguración de la exposición de Stefan Moses Fotografía “Deutsche Vita” Del 16 de Abril al 25 de Mayo Hora: 20:30 Hrs Lugar: Museo de Arte de Zapopan MAZ Jueves 15 Inauguración de la exposición de Gonn Mosny Escultura y pintura Del 15 de Mayo al 29 de Junio Hora: 20:30 Hrs Lugar: Museo de Arte de Zapopan MAZ

Gastronomía Del 9 al 18 de Mayo Festival gastronómico de Alemania Lugar: Hotel Hilton Guadalajara

La Alternativa

Martes 13 Menu: “Beethoven y su época” Cena con la colaboración de Tlacualli/Asociación Gastronómica Mexicana Master Chef: Mario Pattis Lugar: Rancho San Jorge Horario: 20:30 hrs.

Entrada libre a todas las presentaciones Lugar: Plaza de la Liberación Hora: 21:00Hrs.

Martes 13, Miércoles 14 y Jueves 15 Degustación de vinos alemanes Lugar: Restaurante Tinto y Blanco Hora: 19:30 Hrs.

Domingo 11 Señor Coconut & His Orquestra Feat. Argenis Brito Yellow Fever Tour 2008

Sábado 17 de Mayo Degustación de Cerveza Alemana Lugar: Patio de Los Naranjos del Instituto Cultural Cabañas Hora: 18:00 Hrs. a 20:00 Hrs.

Lunes 12 Colectivo Abolipop Lumenlab, Nebula 3, Jack’s son (feat. VJ Sal), Cubenx, Uvi.lov, Bandido e Israel M Visuales: Sal, adcdac, Píldora y Noba Martes 13 Apparat Band - directo audio Miércoles 14 Mouse On Mars - directo Jueves 15 Dj T.Raumschmiere/Shitkatapult Dj +Transforma (Visuales) Thomas Brinkmann (Max Ernst) + Karl Kliem (Dienststelle) (directo + visuales) Flush/Shitkatapult DJ

Sábado 24 Menu: “La Campiña Alemana” Master Chef: Michael Pohl Comida con la colaboración de Tlacualli/Asociación Gastronómica Mexicana y el Ayuntamiento de Tequila Lugar: Museo Nacional del Tequila Hora: 14:30 hrs. Salida a Tequila: 13:00 hrs. Miércoles 28 Cena: “ Cenando con Gonn Mosny” Master Chef:Michael Pohl Con la colaboración de Tlacualli/Asociación Gastronómica Mexicana y el Ayuntamiento de Zapopan Lugar: Museo de Arte de Zapopan Hora: 20:30 hrs.

mayo-junio, 2008. vinísfera

71


por Aldo Prieto

música

Mongo Santamaría Skin on Skin, the Mongo Santamaría Anthology, 1958-1995

Hace mucho que no tenía en mis manos un álbum que aún siendo una antología, fuera tan mágico, evocador e hipnotizante. En donde realmente se resaltaran las virtudes de un músico al que la cultura urbana no ha pagado suficiente tributo. Tributo como el que él siempre brindó a la música de África, de las Antillas y al jazz americano. 34 temas que francamente es inútil seleccionar para resaltar, ya que todos son excelentes. La mayoría grabados entre 1958 y mediados de los setenta, nos regalan lo mejor del gran virtuoso de la percusión Mongo (su fuerte eran las congas), acompañado de orquestas y músicos invitados de primera categoría (los temas contienen sublimes solos de flauta, de piano, de timbales), dentro del son cubano, de la rumba, guaguancó, chacha-cha y hasta del jazz y blues a la tropical. Si se gusta de estos ritmos, éste es un álbum obligado, que nos transportará al calor de Cuba, y que ciertamente hará necesario conocer más de Mongo.

LOS DELINQÜENTES Recuerdos Garrapateros De La Flama y El Carril, 2006

Hace unos meses tuvimos a la ardiente, árida y mágica Andalucía en nuestras tierras, por medio de la presentación de Los Delinqüentes. Como un trago de fresco jerez, llega esta buena recopilación de 72

vinísfera. mayo-junio, 2008

este grupo que descubrí hace algunos años casi por error, en un disco pirata que tenían puesto en una tienda de Madrí... Tal como su rola “Pirata del estrecho” (de Gibraltar, por supuesto), que con acento gitano mezcla nostalgias (tal vez por su fallecido anterior cantante Migue) con su grito de guerra: “¡GA-RRA-PA-TERO!”. Hijos de la juerga y con facha de hippies, sin duda lo reflejan en su estilo desenfadado, pareciendo al escucharlos que uno está en medio de ellos cantando y tocando palmas. Le dan muy buena forma al estilo denominado Flamenquillo, con buenas dosis de auténtica tradición, pero se permiten una versión rockera de su rola estrella “A la luz del Lorenzo”. Básico para entender la escena musical española de los últimos años.

PORTISHEAD Third, 2008

Desde la extrañísima introducción del primer track, que es una grabación de algo que parece un pastor religioso predicando en portugués, este disco se muestra cautivante. El grupo de Bristol, Inglaterra, logra así llevarnos en vaivenes desde lo orgánico y terrenal hacia el ambiente inquietante del género que ellos no inventaron pero llevaron a la perfección: el trip-hop. La voz desgarradora de Beth Gibbons nos jala desde donde estábamos hace más de diez años (su último disco) y nos encarrila de nuevo en su melancolía ansiosa y etérea, con estos cortes de rara belleza. Tiene momentos de inusuales percusiones (para lo que Geoff Barrow nos tenía acostumbrados), guitarras y hasta lo que parece un ukulele en uno de los temas, “Deep Water”. Un raro indie techno en “The Rip”, y un tema de martilleos mesmerizantes llamado “We carry on”. Este disco es en momentos fantasmagórico, delirante, y en otros suena hasta antiguo o inocente. Pero franca-

mente atrayente, como lo está siendo el poderoso primer single “Machine Gun”, al que exóticamente alguien ya comparó con el inicio de un tema de Jimi Hendrix del mismo nombre, y que aunque no lo creamos, ¡se parece! Entonces sugiero una sobredosis de Third, y que el efecto nos dure bastante tiempo.

BOB MARLEY & THE WAILERS Natty Dread, 1974

Nada como el reggae para acompañar, o más bien, gozar el calor. Calor que el genio Marley logró imbuirnos para siempre en la mente, a través de este ritmo de contratiempos marcados que automáticamente nos pone borrachos de sol (como diría Lara). Joya de este estilo musical, para muchos es su más refinado álbum, y eso que lo hizo ya sin tener a sus congéneres Peter Tosh y Bunny Livingston en el grupo. Tanto se ha escrito del héroe Bob y de sus inumerables influencias sobre nuestro mundo, que a veces nos desenfocamos al intentar apreciar su trabajo. Pero aquí, en temas como “Lively Up Yourself ” se percibe sin lugar a dudas que esto es la médula del reggae, no hay más. ¡Qué arreglos geniales de bajo y guitarra! Tomando sabores del blues, del soul, y no sé de qué más, con estos temas se formó parte de la conciencia musical de los años setenta, y ahora me doy cuenta que aquella década no fue maldita después de todo.Volvamos al análisis desinteresado: aún si no supiéramos quién canta, vibraríamos igual ante esa voz radiante y apasionada que nos hablaba de injusticia y de revolución. Y después, ¡nos moveríamos inevitablemente al compás! De este álbum se desprende también la famosísima “No woman, no cry”, pero sinceramente para mí es opacada por las demás canciones que aquí nos trajo el famoso profeta jamaiquino.


mayo-junio, 2008. vinĂ­sfera

73


cine

Promesas peligrosas (Eastern Promises) La Zona

Director: David Cronenberg Intérpretes: Viggo Mortensen, Vincent Cassel, Armin Mueller-Stahl y Naomi Watts Gran Bretaña / Canadá / Estados Unidos, 2007. Duración: 100 min. por Felipe Coronado Después del éxito de Una historia violenta (2005), un crudo drama sobre la violencia que como enfermedad contagiosa ataca a una familia, el cineasta canadiense David Cronenberg repite a Viggo Mortensen como su actor protagónico, en este drama sobre la mafia rusa, filmada por completo en Londres. Promesas peligrosas nos adentra en el bajo mundo del crimen organizado, donde los gangsters se ocultan detrás de grandes negocios, con los que lavan ganancias ilícitas y cuentan con personal organizado en gran secreto, bajo estrictas reglas de comportamiento y al estilo militar. La actriz inglesa Naomi Watts es una inocente partera llamada Anna Khitrova que recientemente per74

vinísfera. mayo-junio, 2008

dió a su bebé, pero en el hospital donde trabaja, acaba de salvarle la vida a la hija de una menor de edad rusa. Siguiendo una referencia que tiene, Anna acudirá a un elegante restaurante llamado Trans-Siberia, en busca de información sobre la familia de la bebé. Pero resulta que el restaurante en realidad es un nido de mafiosos, donde se cometen los peores crímenes. Anna es hija de un inmigrante ruso y será recibida con mucha amabilidad por el anciano dueño del restaurante, quien en realidad está preocupado por cuidar sus delicados intereses y por controlar a su hijo Kirill (Vincent Cassel) un júnior mafioso, rebelde e impertinente. Junto con él trabaja de chofer el discreto Nikolai (Viggo Mortensen), en una actuación que por cierto le valió su nominación al Óscar a Mejor Actor en 2008. El chofer ruso está en proceso de ganarse la confianza de sus jefes y cuenta con una buena trayectoria en el crimen organizado, la que se puede ver en su colección de tatuajes y en su destreza en el manejo de cadáveres. Un personaje por demás misterioso, con el que se topará la bien intencionada par tera. Entre los datos curiosos de esta filmación, se dice que para hacer su personaje, Viggo Mortensen estuvo en Rusia varias semanas, en Moscú, San Petersburgo y Siberia, estudiando el acento y frases en ruso y ucraniano, así como documentándose sobre la cultura de los presos y la Vory v zakone, una especie de logia criminal. La actriz Naomi Watts, cuyo personaje tiene que ver con un abor to y luego con el cuidado de una bebé huérfana, descubrió durante el rodaje que estaba embarazada de su primogénito al que luego nombraría Alexander. Otras películas disponibles en video de David Cronenberg son: Una historia violenta (2005), Crash (1996), Desayuno al desnudo (1991), Inseparables (1988) y La mosca (1986).

Director: Rodrigo Plá Guión: Rodrigo Plá y Laura Santullo Intérpretes: Daniel Giménez Cacho, Maribel Verdú, Alan Chávez, Daniel Tovar y Carlos Bardem México / España, 2007. Duración: 97 min. La zona es un lujoso complejo residencial del Distrito Federal, que se ha construido amurallado, para ofrecer seguridad a sus temerosos y ricos habitantes. Está rodeado de asentamientos irregulares y pobres, pero esto no afecta a los afortunados del interior, donde todo parece bienestar. La zona es casi autosuficiente, cuenta entre otras cosas con un campo de golf y su propio colegio, para que sus residentes permanezcan dentro lo más posible. El lugar está rigurosamente vigilado por un equipo de guardias privados que sólo obedece a la asamblea de vecinos, que gobierna con autonomía total, al interior de sus grandes bardas. Pero una noche de tormenta, tres muchachos logran violar la seguridad y entran a robar. Una cosa lleva a la otra y cometen un asesinato. Esto desatará una cacería


al interior, por parte de los vecinos que tratan de controlar la situación y deciden hacer justicia por su cuenta. Su paraíso está en riesgo y para ellos la llegada de los intrusos refuerza su convicción de que los enemigos están afuera, en la ciudad que está llena de ladrones, asesinos y autoridades corruptas. Pero en su micro universo pronto los malos se confunden con los buenos y aunque no todos los vecinos piensan exactamente igual, la justicia es una utopía, la violencia es un camino engañoso y, en resumen, queda poco espacio para la esperanza. Un drama recomendable que se inscribe dentro de la corriente refrescante del cine mexicano reciente y ganó el premio de la FIPRESCI (Asociación Internacional de Críticos) en el Festival de Toronto 2007 y el Premio Luigi De Laurentiis en el Festival de Venecia 2007. Además del Premio al Mejor Director y el Premio India Catalina a la Mejor Fotografía en el Festival de Cartagena 2008. (F.C.)

La aldea (The Village)

Director y guionista: M. Night Shyamalan Intérpretes: Bryce Dallas Howard, Joaquin Phoenix, Adrien Brody y William Hurt Estados Unidos, 2004. Duración: 108 min.

En un bosque de Pennsylvania hay una aldea aislada, donde los habitantes permanecen encerrados y asustados, temerosos ante la existencia de misteriosas criaturas que habitan los alrededores. Los mayores sabios hicieron un pacto con sus enemigos del exterior, para respetarse mutuamente. Pero esto es lo que los mantiene restringidos a su territorio. Una emergencia médica obligarán al joven Lucius (Joaquin Phoenix) a pedir permiso a los mayores, para salir al bosque en busca de medicinas. Esto pondrá en riesgo el viejo pacto con los monstruos y sacará a relucir los grandes temores y algunos secretos de los fundadores de la aldea. Del mismo guionista y director hindú de La dama en el agua (2006), Señales (2002), El protegido (2000) y Sexto sentido (1999). (F.C.)

El señor de las moscas (Lord of the Flies) Director y guionista: Peter Brook Basada en una novela de William Golding. Intérpretes: James Aubrey, Tom Chapin, Hugh Edwards y Tom Gaman Gran Bretaña, 1963. Duración: 92 min. Una fábula alegórica sobre la violencia que inicia como un drama de supervivencia y crecerá de tono para convertirse en un intenso drama psicológico. Un avión se estrella en una isla deshabitada, todos los adultos mueren y sobrevive un grupo de 30 niños, estudiantes británicos. Pero en vez de ponerse a jugar en

espera de ser rescatados, tendrán que organizarse para sobrevivir. La escasez del lugar, despertará la competencia de los infantes, su lado salvaje y la maldad latente. Poco a poco se formarán dos grandes grupos, con sus propias reglas y un peculiar sentido de la justicia. Una cinta experimental filmada en locaciones de Puerto Rico con un reparto de actores niños y no profesionales, a los que el director les pidió improvisar sobre las situaciones y se dice que se rodaron más de 60 horas, para obtener el resultado final de hora y media. Peter Brook es el mismo director británico de cintas como El rey Lear (1971), Marat / Sade (1966) y Moderato cantabile (1960). (F.C.) mayo-junio, 2008. vinísfera

75


libros

Retazos de una vida aventurera Sería muy fácil creer que Trotamundear es una compilación de esbozos de novelas imaginadas por Blaise Cendrars, cada una de ellas desarrollándose en un lugar distinto, y cada una con sus propios personajes, algunos famosos como Apollinaire o Picasso. Pero si por curiosidad uno consulta su biografía se dará cuenta de que no son novelas y mucho menos imaginadas, sino retazos de la vida aventurera del autor. Viajero incansable, Cendrars, que en realidad se llamaba Frederic Sauser, nació en 1887 en Suiza, pero antes de cumplir los veinte años ya había vivido en cuatro países distintos. En 1915 perdió el brazo derecho en una batalla de la Primera Guerra Mundial lo cuál no bastó para convertirlo al sedentarismo. Trotamundear es el autorretrato de un escritor manco que, sin dejar esta vocación, ejerció como joyero, reportero de guerra, comerciante, contrabandista, marinero, editor, director de cine (fracasado) y gran bebedor de vino. Trotamundear Blaise Cendrars Alianza Editorial, Madrid, 2004

Vive la France!

Si a este mundo vino

Un matrimonio joven —de hecho, muy joven— cuyo deporte favorito es seducir señoritas y jovencitos. Así se puede resumir el tema de esta novelita, con lo que bastaría para atraer y ahuyentar a bastantes lectores. Pero no se trata de una historia erótica sino de la ilustración de una forma de estar en el mundo que consiste en no aceptar convenciones morales y, mucho menos, sentimentales en el terreno de las relaciones amorosas. Escrita en 1960 narra el periplo veraniego y amoroso de Gilles y Geneviève —que no son otros sino Guy Debord y su esposa, la propia autora— y de Carole, veinte años, hija de familia y nueva amante de Pilles. Periplo que comienza y termina en París, pasando por la Costa Azul, y por el que discurren vertiginosamente personajes, diálogos y borracheras. Por esto se lee de un jalón. Y también porque tratándose de Guy Debord, Todos los Caballos del Rey es la puesta en escena novelesca de las teorías situacionistas, en especial las de la deriva, el paseo y la construcción de situaciones fuera de los marcos cotidianos y tradicionales. No deja de sorprender la precocidad francesa en cuanto a las relaciones, comparada con la decadencia que vendría después de la mano de los hippies, hasta llegar a nuestros días con el sórdido formato swinger, por un lado. O, por el otro, con el nuevo tradicionalismo liberal.

“Las islas de Samos, Limnos, Lesbos y Quios son tan conocidas como legendarias. Samos tiene unos de los viñedos más renombrados de Grecia. Sus 2,300 hectáreas de viñedos ofrecen uno de los mejores vinos de moscatel que se producen en el mundo. Los cultivos se extienden desde el llano hasta una altura de unos 300 metros, y en ellos crecen uvas muy diferentes por lo que se refiere a su grado de madurez”. La cita anterior proviene del libro El Vino, de la editorial Könemann y cuyo editor y co-autor, André Dominé, es conocido por sus colaboraciones en revistas especializadas y en otras publicaciones. Este libro de casi mil páginas ofrece un amplio panorama sobre el vino: El vino en la antigüedad, La elección correcta del vino, La degustación, La vid y sus variedades, La vendimia, Crianza y embotellamiento, La madera para barricas, Los robles de los bosques franceses (para las barricas) y La fabricación de las botellas, son sólo algunos de sus capítulos. Sin embargo la parte más extensa (casi 800 páginas) está dedicada a las regiones vinícolas del mundo, destacando por supuesto Francia que se lleva 178 páginas ella sola. Le siguen Italia con 100 páginas, España con 72, Alemania con 70 y Portugal y Estados Unidos con 44 páginas cada uno. Profusamente ilustrado con fotografías, mapas y dibujos, este libro se puede usar como manual y como catálogo de vinos, bastante útil a la hora de elegir.

Todos los Caballos del Rey Michèle Bernstein Anagrama, Barcelona, 2006

76

vinísfera. mayo-junio, 2008

El Vino André Dominé Könemann, 2004


Clásico del humor visual Conocí a Sempé hace poco sobre la mesa de centro de un amigo. Como no tuve tiempo de verlo detenidamente, en cuanto pude se lo pedí a nuestros amigos de Amazon. Ahora está, también, sobre mi mesa de centro, que es su lugar ideal: tengo con él casi tres meses y cada vez que lo hojeo encuentro cosas, a veces cositas, que no me había dado cuenta que estaban ahí: una raqueta de tenis arrumbada, un gatito echado, el reflejo de un maître con una copa de vino en un espejo, un anuncio de ropa interior femenina en una parada de camión atestada por la lluvia... Parece imposible, pero este libro de menos de 100 páginas es inabarcable. Sempé nació en 1932 y a sus 75 años sigue haciendo caricaturas y portadas para The New Yorker con su mismo pulso y su mismo humor. A Little Bit of Paris Jean-Jacques Sempé Universe Publishing, Nueva York, 2007

por Carlos Bermúdez

mayo-junio, 2008. vinísfera

77


crónica

El whisky de los Bobos

¿A qué sabe el whisky francés?, se preguntó nuestra cronista antes de viajar hasta Hérisson, un pueblito del “desier to” francés en la búsqueda de Olivier Perrier, el actor que se lanzó a fabricar whisky justo en la edad en que sus contemporáneos se entretienen midiéndose los niveles de colesterol.

78

vinísfera. mayo-junio, 2008

texto y fotos: Camilla Panhard


s

i las hordas de turistas desgastaron bastante la ruta de los vinos con degustaciones masivas en castillosmuseos, la excursión al desierto francés para abastecerse de whisky biológico sigue siendo algo muy confidencial. Una meta perfecta para burgueses bohemios. Nacida con el nuevo milenio, la categoría social apodada Bobo: representa a la gente adinerada con veleidades artísticas: el Bobo (del inglés: “bourgeois bohemian”) tiene los pies en el suelo y la cabeza en las estrellas. Sigue el ideal del poeta Rimbaud, vagando con las manos metidas en los bolsillos rotos con la condición de que la gabardina sea de marca. Carla Bruni en su época de cantante fue la Bobo por excelencia: suéteres de cashmir y guitarra armónica. Su nuevo estatus de primera dama la ha dejado en un limbo entre la bohemia y el show off: ¿Carla Sakorzy se quedará Bobo o se volverá bling-bling? Esta es la mayor interrogación de la sociedad francesa en lo que va de 2008, una pregunta tan obsesiva que se refleja en el escaparate de una tienda donde veo flotar la pareja subliminal entre una botella de whisky biológico y un pizarrón donde el precio de 37 euros está escrito con tiza. Podría ser el escaparate de cualquier colonia bohemia del mundo: Malasaña (de Madrid), la Roma (del DF) o el Canal St. Martin (de París), sólo que el silencio delata las extensiones de los campos y esa botella color cuero con reflejos anaranjados invita a la meditación. El whisky Hedgehog es un líquido definido como “redondo” que arropa en las tardes invernales. Su éxito fue fulminante: cuentan que el mismo día de su estreno —un viernes de pasión de 2006— se agotó la producción de 300 botellas. Entonces su creador, Olivier Perrier, decidió abrir la tienda sólo los fines de semana de las tres a las siete de la tarde con la regla de que sólo los 35 primeros clientes serían atendidos. El diario Libération —equivalente a La Jornada— dedicó una nota “a la aventura de un actor que se lanza a fabricar whisky en la edad en la cual los demás se la pasan midiéndose el nivel de colesterol”. Está claro que la fama del Hedgehog

debe mucho a la aura de su creador: actor, director de teatro, personaje dentro y fuera de la escena que suele deambular por el pueblo en traje de rumano. La leyenda cuenta que aprendió el arte de destilar de un violinista gringo que se encontró durante una adaptación teatral de Little Big Man, la película de Arthur Penn donde el whisky es el elemento decisivo del guión. Asi fue como en aquel verano de 1984 Olivier Perrier empezó a fabricar whisky para celebrar el final de cada representación. Con estos primeros intentos sintió la necesitad de una actividad secreta despúes de tantos años de trabajar en grupo. Tuvo que esperar el nuevo milenio y la jubilación para lanzarse en pos de ese sueño. En una granja aislada puso en práctica la receta que le había sido trasmitida de forma tan mágica. Así el típico whisky Bourbon americano que suele fabricarse con una base de maíz llegó a esta tierra, cuna de la dinastía real más famosa de Europa, los Borbones. Una región olvidada que lleva el apodo de “desierto francés” no tanto por el cambio climático sino por la escasa densidad de población, un lugar perfecto para una bebida que suele nacer lejos de la civilización. Sin duda el pueblo que lleva el nombre simpático de Hérisson —puerco espín— y que cuenta con un castillo tan derruido como sus homólogos irlandeses o escoceses, y un silencio que espanta al más callado campesino, puede dar pie a una leyenda negra, útil para su comercialización. Pero Olivier Perrier prefiere concentrarse en “la parte de los ángeles”. Así llaman los destiladores a los vapores de alcohol en fermentación. Luego el whisky se concentra adoptando el perfume del barril que nunca es un contenedor neutro. Por ejemplo, los robles de la región contribuyen al sabor del Hedgehog que luego descansará unos años en toneles embebidos de Cognac. Esa fue una idea de Olivier que reconcilia así el aguardiente del oeste francés con el whisky que es el alcohol fuerte más vendido del país. Conquistó a la sociedad francesa a tal grado que todos los aguardientes tradicionales quedaron relegados. mayo-junio, 2008. vinísfera

79


En Hérisson, la botella se lleva bajo el brazo como una baguette. Así la tiene una señora que me describe el Hedgehog como si fuera un monumento: “Se llama así en honor al castillo del siglo xii”, explica, pero “está hecho con el agua de los visigodos proveniente de un pozo que funciona desde el siglo vi”. Las preguntas sobre la influencia del agua en el carácter del whisky ahuyentan a mis interlocutores. La dependienta farfulla y prefiere enseñarme unos dibujos en la pared que según dice sirven a tapar los hoyos... Gracias a internet, sé que los croquis se publicaron en un libro, que ella es dibujante además de actriz, aunque aquí hace el papel de dependienta. Su modestia me sugiere que el Hedgehog se volvió Bobo por casualidad. Esta señora más bien llenita está a años luz de las anoréxicas que recitan mecanicamente los ingredientes de un producto. Me cuenta como Olivier le propuso abrir una tienda pegada a la suya con dulces, mermeladas y chutney, impregnados de Hedgehog. Se me hace que ella es su compañera sentimental y que formalizaron su unión abriendo cada uno su tienda: en vez de anillos hay una estrella de vidrio suspendida en cada vitrina, roja para Olivier, verde para Monique. El éxito no fue suficiente para que Olivier renunciara a la actuación. Su tienda está ahora cerrada mientras se encuentra de gira, y sus papeles de actor contribuyen a financiar una producción que alcanza mil botellas al año. 80

vinísfera. mayo-junio, 2008

Me parece que ya llegó el momento de la degustación, pero Monique prefiere hablar del compromiso de su compañero, quien lucha desde los años setenta para llevar el teatro al desierto francés. Una decisión valiente cuando se piensa que actrices de la región como Jeanne Moreau y Audrey Tautou nunca se habrían vuelto famosas haciendo un teatro rural militante donde participan animales, y no es raro montar una representación en un rancho. “Aquí el teatro se hace a domicilio como en la época de Shakespeare”, continúa Monique, pronto rebasada en la conversación por un cliente con casquete de marinero que también se lanza contando como en la rígida época de Margaret Thatcher, las compañías de teatro inglesas buscaron asilio en Hérisson. “¡Les abrí el camping en pleno invierno y aquí siguen!”, exclama él, que se define como miembro de la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial, sindicalista rural y amante de teatro inglés. —¿A qué sabe el Hedgehog? —pregunto, esperando un brindis. Pero siguen con su evocación de los ingleses migrantes, la niebla del centro de Francia, los castillos derruidos que en la década de los ochenta se compraban por un bocado de pan.... Monique completa el panorama con sus anécdotas de giras rurales con actores que aceptan que les paguen con botellas de vino que guardan en el sótano, único espacio cerrado tolerado por los comediantes hippies. Con la garganta seca de tanto esperar, llego a la conclusión de que los franceses son tacaños con la bebida. Me acordé de la decepción de un amigo mexicano que pidiendo un whisky en un bar tuvo una cantidad tan mínima a un precio tan alto que creyó que se trataba de una probadita y esperó educadamente a que le sirvieran su trago sin saber que lo acababa de beber.


MBK

ABOGADOS, SEGUROS, FIANZAS E INMOBILIARIA

www.mbk.com.mx

Isla Alcatraz 2258 Col. Jardines De La Cruz Guadalajara, Jalisco, México. C.P 44950 Teléfonos (33) 44446821 y 33354274 informacion@mbk.com.mx mayo-junio, 2008. vinísfera

81


82

vinĂ­sfera. mayo-junio, 2008


mayo-junio, 2008. vinĂ­sfera

83


84

vinĂ­sfera. mayo-junio, 2008


S茅 parte de nuestros primeros suscriptores

e l

v i n o

e s

p a r a

c o m p a r t i r

Inscripci贸n anual seis n煤meros $250 www.vinisfera.com

Informes y ventas (33)1377-5647 info@vinisfera.com Aurelio L. Gallardo 380, cp. 44650, Ladr贸n de Guevara, Guadalajara, Jalisco.



Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.