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la revista
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Año 2 | N ̊ 06
mendoza
terruños por excelencia de los vinos argentinos
finca los nobles la evolución
julio viola
el nuevo rey de la patagonia neuquina
editorial La frase “un vino nace en el viñedo” es más profunda de lo que aparenta; de hecho, encierra implícitamente una filosofía vitivinícola del saber hacer que tiene como principal protagonista al terruño. Esta palabra, una adaptación al español del término francés terroir, que viene del latín terratorium, no sólo denomina el lugar de procedencia de tal tinto o blanco, sino que su noción va más allá e influye de manera directa en la formación de la personalidad de un vino. En realidad no es un simple término, sino un concepto que agrupa en equilibrio y armonía a lo largo del tiempo la interacción de diversos factores: el clima, el suelo, la situación geográfica, la variedad de la uva y la intervención de la mano del hombre. En la Argentina, a lo largo y a lo ancho de su geografía vínica, hay muchos terruños en los que se dan estas condiciones, aunque ningunos tan desarrollados y explotados como los que tiene Mendoza, la provincia vitivinícola por excelencia, con el 70% de la superficie implantada de vides del país. A pesar de su clima seco, su topografía ofrece innumerables meso y microclimas que otorgan características particulares a sus vinos. Los viñedos generalmente se encuentran emplazados entre los 600 y los 1.500 metros sobre el nivel del mar, en distintos tipos de suelos (pedregosos, arenosos y, en menor grado, francos a franco-arcillosos). La producción vitícola se distribuye en regiones conformadas por los diferentes oasis productivos. Esto permite dividirla en cuatro grandes áreas: norte y este, centro (Maipú y Luján de Cuyo), Valle de Uco y San Rafael. En ellas están implantados casi todos los cepajes, entre los que se destaca, por supuesto, el Malbec, pero también el Cabernet Sauvignon, el Cabernet Franc, el Merlot, el Syrah, el Bonarda, el Chardonnay y el Sauvignon Blanc. En esta edición de Imagine quisimos destacar la importancia que tiene la capital de Cuyo en la industria del vino nacional y dedicamos algunas páginas a sus terruños más importantes, de los cuales hoy en día se habla en todo el mundo. Además, encontrará la razón por la cual el Pinot Noir seduce a diario cada vez a más wine lovers y el devenir de un blanco (Chardonnay) y dos tintos (Cabernet Bouchet y Malbec Verdot) que componen una línea de vinos única y con una personalidad sumamente sofisticada: los Finca Los Nobles de la bodega Luigi Bosca. También descubrirá dos historias de vida apasionantes: la de François Lurton, un bodeguero proveniente de una familia de viticultores franceses originarios de la región de Burdeos; y la de Julio Viola, el propietario de Bodega Del Fin del Mundo, que fue pionero e ideólogo de la creación de la región patagónica de San Patricio del Chañar. Además, la sección de recomendados de Ligier con algunas etiquetas importadas, más los destacados de nuestra cava de guarda con ejemplares de viejas añadas; los chocolates de Perugina; consejos para sacar el mayor provecho a un accesorio fundamental: el termómetro; y mucho más. Esperamos que disfrute de Imagine tanto como nosotros mientras la hacíamos, y que sigamos tan conectados como siempre.
Staff Crámer 1570 -1426AOH Buenos Aires - Argentina Tel-Fax (+5411) 4554-8250 info@simposium.com.ar DIRECCIÓN Fabricio Portelli DIRECCIÓN EDITORIAL Giorgio Benedetti COORDINACIÓN GENERAL Norberto Diaz DIRECCIÓN DE NUEVOS NEGOCIOS Nicolás Francisquelo JEFE DE REDACCIÓN Fernando Piciana COLABORADORES Raquel Rosemberg Ángeles Benedetti Angelina Lucarelli Salvador Arzak Federico Rosemberg Liz Valotta DISEÑO Sofía Taboada FOTOGRAFÍA Juan Velásquez Marín Archivo Simposium Foto de tapa: Gentileza Luigi Bosca CORRECCIÓN Gabriela Laster Impreso en Gráfica Mediterránea info@graficamediterranea.com.ar IMAGINE - LA REVISTA DE LIGIER es una publicación para Vinotecas Ligier
Martín Dayan
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News Pinot Noir, la elegancia hecha vino Finca Los Nobles, la evolución de la tradición Mendoza, alma de los vinos argentinos François Lurton, un bordelés suelto en el Valle de Uco Vinos recomendados: novedades y guardados Julio Viola, el nuevo rey de la Patagonia neuquina Perugina, una dulce pasión Termómetros, accesorios indispensables
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NEWS Lagarde amplía su línea de aceites de oliva de alta gama El tradicional establecimiento mendocino incorpora un nuevo integrante a su línea de aceites de oliva virgen extra: Olivos de Lagarde Blend, un corte compuesto de 30% Empeltre y el resto de un mix de Farga, Manzanilla y Arbequina, entre otras variedades. Es un aceite ideal para disfrutar con carnes blancas, hortalizas, quesos, ensaladas y pescados por su perfume intenso, su elegancia y buen cuerpo. En boca se puede percibir el gusto picante y amargo que anticipa un retrogusto largo y armónico.
El Esteco se trajo dos oros del CMB 2010 En la decimosexta edición del tradicional y reconocido Concurso Mundial de Bruselas, celebrado recientemente en Sicilia, Italia, bodega El Esteco fue distinguida con la Gran Medalla de Oro por su Don David Tannat y con la Medalla de Oro por su Don David Malbec, ambos de la cosecha 2008. Con este reconocimiento se reafirma el crecimiento de ambas variedades en la zona de Cafayate, cepas que año tras año ganan aceptación y jerarquía entre los consumidores que gustan de la expresividad y los atributos particulares que aportan los terruños de altura salteños.
Callia lanzó su línea Reserva La bodega sanjuanina presentó su nueva línea de vinos 100% varietales: Callia Reserve. Esta nueva serie está compuesta por tres tintos (Malbec, Cabernet Sauvignon y Shiraz) y un blanco (Torrontés). El Malbec proviene del Valle de Zonda; el Cabernet Sauvignon, del Valle de Ullum y el Shiraz y el Torrontés, del Valle de Tulum. Estos vinos jóvenes de la cosecha 2008 son refrescantes y presentan una muy buena estructura por su paso por barricas de roble.
Drambuie renueva su imagen Tras cumplir 100 años desde que se creó su primer envase, el licor de whisky más famoso del mundo festeja renovando su imagen. Ahora, Drambuie exhibe un formato de botella totalmente estilizada y una etiqueta más moderna y atractiva. Elaborado a base de miel y con una receta secreta de hierbas y especias, este licor combina la esencia creada para el príncipe Charles de Escocia con una fina malta escocesa añejada.
Nueva cosecha del blend ícono de Séptima
PURA ARGENTINIDAD
El establecimiento vitivinícola ubicado en Luján de Cuyo, que es parte del Grupo Codorníu, lanzó recientemente al mercado la nueva cosecha de su blend ícono: Séptima Gran Reserva. Compuesto por un 55% de Malbec, un 35% de Cabernet Sauvignon y un 10% de Tannat, este corte es también un blend de terruños ya que las uvas utilizadas para su elaboración provienen de viñedos de Agrelo, Altamira y Tupungato. Para esta añada, la enóloga Paula Borgo optó por una crianza de 14 meses en barricas de roble francés, lo que le otorga una elegante estructura. Con un potencial de guarda de 10 años, Séptima Gran Reserva 2008 ya se encuentra disponible en todos los locales de Ligier.
François Lurton y La Martina cerraron un acuerdo internacional mediante el cual la bodega desarrolló una edición muy limitada de su gran vino emblemático (Piedra Negra Malbec) para esta prestigiosa marca de indumentaria que está íntimamente ligada a un deporte que cada vez gana más adeptos: el polo.
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The Famous Grouse sigue siendo líder en Escocia y lo festeja con una muestra de arte Con más de 800 millones de botellas vendidas globalmente desde 1980, los escoceses han disfrutado más copas de The Famous Grouse que de cualquier otro whisky en los últimos 30 años; todo un récord. Es por eso que para celebrar este acontecimiento, en Glenturret (la destilería activa más antigua de Escocia), los responsables de la marca montaron The Famous Grouse Experience: una muestra en la que se puede ver en distintas manifestaciones artísticas al célebre urogallo (ave que está presente en todas las etiquetas) como protagonista indiscutido. Los whiskies de The Famous Grouse se pueden conseguir en todos los locales de Ligier.
Un blend para homenajear a don Manuel Canale Ideal para maridar con carnes rojas, cordero y estofados especiados, llega desde la Patagonia el Íntimo Family Reserve 2008 de la bodega rionegrina Humberto Canale. Se trata de un blend de partida limitada que rinde tributo a don Manuel Canale, creador de esta línea de vinos. El corte (60% de Malbec, 20% de Cabernet Sauvignon y el resto de Cabernet Franc) da como resultado un tinto estructurado, de gran complejidad y elegancia.
Maker’s Mark en la Argentina Ya se puede conseguir en nuestro país uno de los whiskeys más renombrados de Estados Unidos: el Maker’s Mark, un alta gama originario de Kentucky que se elabora en lotes muy pequeños, casi de manera artesanal. Cada botella contiene bourbon que proviene de una sola barrica, sin mezclar ni equilibrar, lo que se denomina un single barrel. Este destilado forma parte del portfolio de espirituosas premium de Tres Blasones.
Siesta Cabernet Franc, una muy buena opción
Los vinos de Ernesto Catena son elaboraciones con estirpe. Su filosofía es la perfección, la búsqueda constante de llegar a la esencia misma del vino; es el caso particular de su línea Siesta y, en especial, el de uno de los varietales que la componen: el Cabernet Franc. Este tinto de la cosecha 2007 sorprende con sus aromas delicados, pero con mucho carácter, entre los que se destacan los que remiten a frutos rojos maduros, notas mentoladas y también a vainilla que revelan el paso del vino por barricas de roble. En la boca es franco, con una entrada dulce y agradable. Los taninos son suaves pero firmes y tiene un final elegante y persistente.
Diseño en la alta coctelería El estilo de Bombay Sapphire, gin mundialmente reconocido por la elegancia de su envase azul, conquistó a la talentosa Jessica Trosman, quien se animó a jugar con los sabores y el arte de la mezcla. El resultado fue la creación de un delicioso y personalísimo cocktail con jugo de manzana, uvas blancas y lima y la confección de un exclusivo y lujoso traje para vestir de gala a la botella, que pone de manifiesto toda la creatividad de la diseñadora argentina de mayor proyección internacional.
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cepajes
Fernando Piciana
Juan VelĂĄsquez MarĂn
Pinot Noir
La elegancia hecha vino
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Es increíble cómo el efecto de una película de Hollywood despertó la sed de este varietal en el mundo entero y obligó a los países productores a elaborarlo. Hasta hace poco eran contadas las etiquetas disponibles en el mercado, mientras que hoy las alternativas se multiplican y ganan en calidad. El Pinot Noir fue, es y siempre será muy especial porque forma parte de la estructura del vino más famoso del mundo, el champagne, y, por ende, de los mejores espumantes de aquí y de allá. Sin embargo, este noble cepaje no llega a demostrar todo lo que puede entre las burbujas, como sí lo hace como varietal. Tan caprichosa para los viticultores como fascinante para los consumidores, es la variedad que da vida a los grandes tintos de la borgoña francesa, entre los cuales se encuentra la etiqueta más buscada y una de las más caras del mundo: Romanée-Conti, una pequeñísima apelación de origen de un solo propietario que hace un 100% Pinot óptimo, cuyo precio suele ser realmente inalcanzable para la mayoría de los mortales. Por suerte, existen muchos otros ejemplares más accesibles que también contribuyeron a que la región trascendiera sus fronteras.
Tiene una larga historia, los archivos borgoñones la remontan al siglo XIV, pero la tradición la lleva incluso hasta la Galia romana. Esta antigüedad va acompañada de cierta inestabilidad genética, que ha estado en el origen de numerosas mutaciones y de una gran sensibilidad a las enfermedades. Si bien es cierto que entre tantas vides traídas por los inmigrantes a los distintos países del Nuevo Mundo había algunas estacas (clones) de Pinot Noir, sus exigencias vitivinícolas hicieron que no fuera de las más elegidas por los enólogos a la hora de pensar sus vinos. Su reproducción es muy complicada ya que se trata de una variedad que no sólo requiere de suelos franco-arenosos a francolimosos para desarrollar todo su potencial, sino que también sufre mucho el efecto del calor y, en general, sus azúcares evolucionan rápidamente durante la madurez. Estas características determinan la necesidad de un manejo minucioso y muy cuidado de los viñedos y de lograr producciones acotadas. En Estados Unidos ha logrado adaptarse muy bien en el estado de Oregon, al norte de California; también, en el sur de la Isla Norte de Nueva Zelanda, en varias regiones de Chile y en las zonas menos cálidas de la Argentina. Esto se debe a que el Pinot Noir necesita de un clima frío que modere su corto período de maduración, razón por la cual desde siempre se destacaron a nivel local los exponentes de la Patagonia y de algún que otro valle mendocino. Estas dificultades hicieron que en nuestro país hasta entrado el nuevo siglo sólo hubiera unos pocos ejemplares destacados, tales los casos del Primus de Salentein, que ya va por su undécima cosecha, y del Marcus Gran Reserva de Humberto Canale, un gran pionero en tierras rionegrinas. También es real que entre estas etiquetas y la avalancha actual hubo algunos otros que la vieron venir y que por eso hoy están muy bien posicionados, como Rutini o Luigi Bosca, por citar dos bodegas que se han
¿Cómo son los Pinot argentinos?
El Primus de Salentein, un Single Vineyard excepcional, fue el primer Pinot Noir de alta gama que se hizo en el Valle de Uco. Todas sus añadas han sido excelentes
Son delicados y elegantes, con poca astringencia, y despiertan sensaciones refinadas y sutiles en boca. En su estado más simple, el Pinot Noir tiene un cuerpo ligero, una baja presencia de taninos y huele a frambuesas, cerezas frescas, moras, ciruelas y también a violetas. Su acidez es fresca y su textura es aterciopelada. En ocasiones contadas, se agrega a esa elegancia una tremenda complejidad aromática que recuerda a la canela y ciertas especias.
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cepajes
preocupado con dedicación a este cepaje, más allá de las modas. Pero luego, entre octubre de 2004 y marzo de 2005, llegó la película Sideways (Entre copas), impulsada por los bodegueros californianos de Pinot Noir que estaban cansados de no poder torcerle el brazo a los de Merlot, ya que por aquel entonces los “merloteros” abundaban en Estados Unidos. Y fue a raíz del éxito del film que de todos los rincones del planeta comenzaron a demandar cada vez más vinos elaborados sólo con este cepaje. Y como la Argentina es el quinto productor mundial, los pedidos no tardaron en llegar.
La avanzada nacional
Luigi Bosca demostró que del departamento mendocino de Luján de Cuyo pueden nacer excelentes Pinot Noir
Al Alto Valle del Río Negro y los diversos microclimas mendocinos, sobre todo los que se encuentran en las alturas del Valle de Uco o en ciertas fincas de Maipú y Luján de Cuyo, se les sumó un nuevo terruño ya, en aquel entonces, con una producción consolidada con más de cinco vendimias: San Patricio del Chañar en Neuquén. Julio Viola, de Bodega Del Fin del Mundo, fue uno de los impulsores en proponer con hechos que de la Patagonia podían salir los mejores Pinot Noir patrios. Es por eso que, actualmente, es el mayor propietario de vides de esta variedad con destino a vi-
nos tintos (Chandon posee más hectáreas plantadas, pero las destina a sus espumantes). Su ícono, en este sentido, es el Reserva Del Fin del Mundo, bien representativo de las intenciones de este joven oasis, con aromas delicados y sobrada sedosidad. El boom hizo posible que apareciera una oferta de Pinot Noir bien variada y nutrida. Y aunque aún no se ha logrado una identidad marcadamente argentina, se puede decir que la gran mayoría de los vinos se los reconoce por los rasgos de su tipicidad varietal. Buenos ejemplos son el Séptima Noche de la bodega Séptima, con su color tan vivaz y rojizo que se parece más a un rosado profundo que a un tinto, pero con aromas muy fieles al cepaje y buen nervio y tensión en boca; o bien el Tomero Reserva de Vistalba, un tinto franco con cuerpo, textura y frescura. Así, paso a paso, el Pinot Noir comienza a instalarse entre nuestras preferencias porque, al igual que el Malbec, tiene el poder de encantar a la primera copa por su expresión, pero con un plus: su textura sedosa y su paladar amablemente afrutado, refrescante y dócil; un vino que tiende a ser mucho más que una moda pasajera.
Entre Copas: apología desde el celuloide En Entre Copas (Sideways), embriagadora e inteligente comedia que recibió cinco nominaciones a los Oscar, incluyendo mejor película, el director Alexander Payne propone una historia sobre los altibajos y las relaciones humanas que salpican la vida, todo matizado con botellas y botellas de Pinot Noir. La trama gira alrededor de Miles (Paul Giamatti), un divorciado traumatizado con su experiencia sentimental, al que le gustaría ser novelista y que presenta una clara obsesión por la búsqueda del vino perfecto, y Jack (Thomas Haden Church), su viejo colega de la universidad y actor frustrado que está a punto de contraer matrimonio. Como despedida de la soltería, los dos amigos se embarcan en un recorrido enoturístico a lo largo de la costa central de California para degustar todo lo que está a su paso. Pero el viaje va adquiriendo una nueva dimensión a medida que ambos viven nuevas experiencias por el camino. Por supuesto, la extraña pareja no tarda en ahogarse en vino, mujeres… y divertidos problemas. Si no la vio, no lo dude: es una película imperdible (hoy ya se puede disfrutar en DVD) y la que provocó, en cierta forma, la moda de beber Pinot Noir.
La Patagonia ha demostrado ser un terroir único para esta variedad de origen francés
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vinos guardados
Liz Valotta
Juan Velásquez Marín
Finca Los Nobles la evolución de la tradición Tres ejemplares de excepción conforman la exclusiva línea Finca Los Nobles de la Bodega Luigi Bosca, nacida en los 90 y ya devenida en un clásico de la alta vitivinicultura local. Está compuesta por un Chardonnay, uno de los pocos blancos argentinos de guarda, y dos tintos que son producto del entrecruzamiento natural de variedades en un viñedo único.
Hay vinos que desde su nacimiento están llamados a poseer una magia propia, una impronta única que los dota de un halo de distinción. No son muchos, pero existen. Un buen ejemplo son las tres etiquetas de la línea Finca Los Nobles de la bodega Luigi Bosca: un Chardonnay y dos tintos muy especiales: un Cabernet Bouchet y un Malbec Verdot. Pero ¿qué es lo que los hace tan únicos, incluso antes de que las uvas se hayan transformado en vino? La respuesta es simple, pero contundente: el viñedo. La Finca Los Nobles, propiedad de la familia Arizu, está situada en Las Compuertas, Luján de Cuyo, a 1.050 metros sobre el nivel del mar. Se trata de un paño de 50 hectáreas plantadas con vides de casi 100 años, regado con agua de deshielo. Pero más allá de su antigüedad (pocos viñedos en Mendoza tienen un siglo), lo interesante y lo que suma un atractivo irrepetible es que, en algunos sectores de este extenso campo de viñas, se da un entrecruzamiento natural de variedades, algo que sólo ocurre en muy pocos viñedos añosos mendocinos. El ingeniero Alberto Arizu (p), quien desde siempre cuidó de la finca, recuerda: “Cuando fuimos a los viñedos con Alberto Alcalde a revisar qué variedades teníamos, allá en la década del 60, descubrimos que entre la Cabernet Sauvignon había un pequeño porcentaje de Bouchet (entre un 5% y un 7%) dentro del viñedo. Eran algunas vides entremezcladas que a simple vista se parecían al Cabernet Franc –de hecho, Pierre Galet las puso como sinónimos–, pero sus granos eran más pequeños y más raros. Lo mismo ocurrió con el Malbec Verdot: mezclado entre las plantas de Malbec aparece un pequeño porcentaje de Petit Verdot”. Aprovechando esta mezcla espontánea de dos cepajes que convivieron a lo largo de los años, en Luigi Bosca decidieron vinificarlos en conjunto, teniendo en cuenta el momento de madurez de la cepa predominante. El resultado son estos dos tintos fuera de serie por su carácter distintivo y complejidad, que llaman la atención desde sus aromas iniciales. Pero no sólo es este mágico y natural entrecruzamiento de cepajes lo que hace que
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En los últimos años las etiquetas de la línea han cambiado su identidad por una más moderna y elegante
estos vinos sean inimitables. Entre las vides se esconden más secretos. El ingeniero Arizu cuenta que “hay dos cosas que definen las características de las uvas para estos vinos y están ligadas al micro-lugar en donde están ubicadas las plantas. Por un lado, la composición química de los suelos, con elementos claves como cal y yeso, con mucha porosidad, muy pobres y, al mismo tiempo, muy sanos para las raíces. Y por el otro, las plantas que usamos están situadas en una ladera que tiene una exposición solar diferente a otras zonas, y con ello una ventilación también diferente. Eso es lo que nos permite hacer vinos de casta, cuya fuerza y concentración están en su genética misma”.
Tres opciones imperdibles Una vez que las uvas son cosechadas, hay que vinificarlas con idéntica atención y de-
licadeza. En la bodega recibe entonces las uvas José Pepe Irrera, enólogo de la casa, quien trabaja meticulosamente buscando sacar lo mejor de ellas. De esta manera nacen estos tres ejemplares: • Finca Los Nobles Chardonnay: un blanco único, fermentado en barricas de roble francés y luego criado durante varios meses en esas vasijas. Es uno de los Chardonnay más complejos y elegantes del país; equilibrado, con muy buena tipicidad varietal y todos los componentes en su lugar. Su volumen lo hace apto para acompañar comidas como carnes blancas o quesos blandos. Además, es uno de los pocos Chardonnay argentinos que ganan con tiempo de estiba. Vale la pena probar cualquier añada que se consiga. • Finca Los Nobles Cabernet Bouchet: un tinto señorial, compuesto en su gran mayoría por la variedad Cabernet Sauvignon y un
Incluso las viejas añadas del Cabernet Bouchet muestran una vivacidad y estructura que asombran
poco de Bouchet (Cabernet Franc) producto de la mezcla de plantas en la finca, que le aporta una nota vegetal muy singular. Es un vino vigoroso y robusto, con gran concentración de fruta, que después de criarse dos años en barricas de roble se amalgama con la madera de manera impecable. Con buen volumen de boca y muy envolvente, al salir al mercado, sus taninos duros le auguran un potencial de guarda de hasta 20 años. • Finca Los Nobles Malbec Verdot: un ejemplar de una delicadeza prácticamente única. El Malbec expresa todo su potencial acompañado por la singularidad del Petit Verdot, que le suma una nota floral de lo más seductora. Este vino pasa 18 meses criándose en barricas de roble francés y posteriormente otros 14 meses en botella para que amalgame toda su fuerza. Cuando sale el mercado lo hace ostentando una elegancia y sofisticación que pocos pueden lograr, y que es capaz de conservar unos 15 años.
Algunas características Capacidad de guarda: son pocos los vinos en nuestro país capaces de conservar fuerza y fruta después de 15 años de elaborados. Los Finca Los Nobles tintos lo logran sobradamente. Hoy probar las cosechas 1996 o 1997 depara sorpresas, incluso a los bebedores más avezados. El tiempo les ha aportado una textura sedosa y buena redondez, además de un bouquet complejo. Lo más sorprendente es que aún tienen sus taninos vivos. Perfil moderno y argentino: todos los Finca Los Nobles han sido fieles al estilo de los genuinos vinos modernos argentinos: redondos, con volumen y bien integrados. Nada de sobremadurez ni exceso de madera; por el contrario, todos son una seda y amigables al paladar. Cuando muchas grandes etiquetas locales buscan parecerse a los vinos estadounidenses para lograr aceptación mundial, éstos son auténticos ejemplares de su tierra, de gran nivel y, por eso, valorados por amantes del vino de cualquier rincón del planeta. Complejidad y elegancia: a diferencia de los vinos elaborados a la moda para impactar, los Finca Los Nobles están apoyados en la elegancia y la complejidad. Son vinos de alta concentración, mucho color y fruta madura, pero con soltura de aromas y sabores. Recién salidos al mercado están lo suficientemente acomodados como para ser bebidos inmediatamente, pero son tan compactos y voluminosos que se pueden guardar en botella.
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TERRUÑOS
Ángeles Benedetti
Gentileza Luigi Bosca y Archivo Simposium
La provincia vitivinícola por excelencia encierra la idea más acabada de terruño en sus cuatro regiones productivas más importantes. En ellas nacen los vinos con mayor personalidad, carácter, calidad e identidad de todo el país.
Mucho se habla de terruño, pero poco se conoce lo que significa esta palabra, que es adaptación al español del término francés terroir. Este término involucra mucho más que el sentido de procedencia, es un concepto en el que diversos factores (el clima, el suelo, la situación geográfica, el cepaje y la intervención de la mano del hombre) interactúan entre sí y forman de manera inequívoca la personalidad de un vino, su identidad, una singularidad irrepetible. Justamente esta influencia es uno de los misterios más apasionantes que encierra cada botella de esta noble bebida.
Mendoza alma de los vinos argentinos
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La región norte comprende las áreas de menor altura irrigadas por el Río Mendoza. Abarca el departamento de Lavalle y parte de los departamentos de Guaymallén, Las Heras y San Martín. En general, son terrenos profundos de poca pendiente. Se caracteriza por la producción de blancos (Chenin Blanc, Pedro Ximénez y Ugni Blanc). En cuanto a los tintos, se distinguen los cepajes Malbec, Bonarda y Barbera que, gracias al sol intenso, logran vivos colores. La región este, en tanto, está conformada por los departamentos de San Martín, Junín, Santa Rosa, La Paz y Rivadavia, y representa la mayor extensión de viñedos del país con más de 70 mil hectáreas dedicadas a la actividad. Es una planicie que recibe las aguas de los ríos Tunuyán y Mendoza. Cuenta con un clima templado cálido y un régimen superior a 2.200 horas de sol en un período de 210 días, lo cual permite una excelente maduración de las variedades cultivadas. Asimismo, tiene una marcada amplitud térmica durante todo el año. Sus suelos son de origen eólico, La capital de Cuyo concentra más del 70% de la superficie plantada con vides de todo el territorio nacional
En la Argentina, los paños de viñedos se extienden a lo largo de una prolongada franja al oeste del país y al pie de la Cordillera –con altitudes que van desde los 350 hasta los 2.000 metros sobre el nivel del mar (msnm)–. Allí, la vitivinicultura se ve favorecida con inviernos secos y veranos cálidos que proporcionan temperaturas adecuadas y muchas horas de sol durante todo el año, condiciones ideales para que la vid pueda expresar lo mejor de sí. Más allá de que los oasis productivos nacionales son muchos y presentan características muy distintas entre ellos, la provincia que alberga el 70% de la superficie cultivada de todo el territorio y que más ha desarrollado en todo sentido la idea de terruño es Mendoza, la capital de Cuyo y del vino argentino. A pesar de que, en general, el clima es seco, su topografía ofrece innumerables microclimas. Los viñedos se encuentran entre los 600 y los 1.500 msnm y los suelos son pedregosos, arenosos y, en menor grado, francos a franco-arcillosos. Además de sus óptimas condiciones naturales, la gran reconversión de las fincas, la tecnificación
de las bodegas y las inversiones internacionales la convirtieron en la región vitivinícola por excelencia. La producción se distribuye en cuatro grandes regiones: norte y este, centro (que comprende los departamentos de Maipú y Luján de Cuyo), Valle de Uco y San Rafael. En cada una de ellas están implantados casi todos los cepajes que existen en la Argentina, entre los que sobresalen el Malbec, un protagonista indiscutido, pero también, el Cabernet Sauvignon, el Merlot, el Syrah, el Bonarda, el Tempranillo, el Pinot Noir, el Chardonnay y el Sauvignon Blanc. Veamos con más detalle cada una de estas regiones mendocinas a fin de entender más cabalmente los exponentes que allí nacen.
Región norte y este Esta zona desértica, que abarca ambas regiones, es la más baja de la provincia (de 600 a 750 msnm) y la de mayor extensión de viñas. Históricamente, allí se fueron estableciendo las grandes bodegas que elaboran vinos de mesa.
Los picos cordilleranos y su altura aportan identidad y carácter a cada uno de los terruños mendocinos
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TERRUÑOS
Desde diciembre de 1990 el departamento de Luján de Cuyo cuenta con una Denominación de Origen Controlada (D.O.C.) para su Malbec
de textura franco-arenosa y areno-limosa. En las viñas se pueden encontrar variedades rosadas (Criolla Grande, Moscatel Rosado, Cereza), blancas (Pedro Ximénez, Ugni Blanc y Chenin Blanc) y tintas (Malbec, Bonarda, Tempranillo, Sangiovese, Barbera, Merlot y Syrah). En los últimos años, ambas regiones han mostrado un notable progreso en el manejo de los cultivos, la sistematización del riego y la incorporación de tecnología en todos los procesos.
Región Centro (Maipú y Luján de Cuyo) Esta zona incluye dos de los departamentos más importantes de la provincia: Luján de Cuyo y Maipú, ambos de condiciones excepcionales para el cultivo de la vid.
La altitud va de 750 a 1.100 msnm, los suelos son pedregosos y presentan una capa superficial de arena, limo y arcilla. El clima varía de templado-fresco a templado-cálido hacia el norte, pero la región cuenta con muchos mesoclimas que influyen sobre tintos y blancos de muy diversas maneras. En el departamento de Maipú se encuentran Coquimbito, Beltrán, Lunlunta, Cruz de Piedra y Las Barrancas. Asimismo, la zona más representativa es la del Alto Río Mendoza, donde están implantados algunos viñedos que datan de principios del siglo pasado. Allí el clima es más cálido y la altitud menor, motivo por el cual los ejemplares son más maduros, voluptuosos y, muchas veces, potentes. Las variedades predominantes son Chardonnay, Cabernet
Sauvignon, Bonarda, Tempranillo y Syrah. El departamento de Luján de Cuyo, que comprende Las Compuertas, Vistalba, Mayor Drummond, Chacras de Coria, Carrodilla, Perdriel, Agrelo y Ugarteche, está ubicado al pie de la cordillera de los Andes, a más de 1.000 msnm. La brisa y el sol permiten que la fruta alcance un excelente color y una gran concentración aromática, lo que otorga a los vinos sabores complejos y elegantes. Además, desde el 26 de diciembre de 1990 cuenta con una Denominación de Origen Controlada para el Malbec. Muchas bodegas eligieron esta región para instalarse porque fue reconocida como la cuna nacional del Malbec, incluso en la actualidad hay varios emprendimientos dedicados a elaborar etiquetas únicamen-
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TERRUÑOS
te con esta variedad. Si bien Luján de Cuyo es una de las zonas que da las mejores uvas, no es la de mayor crecimiento vitivinícola debido al proceso de urbanización que vive hace varios años. Esta tendencia desencadenó que las pocas propiedades existentes se revaloricen, que el precio de la uva se incremente considerablemente y que no exista la posibilidad de implantar nuevos viñedos.
En esta región se encuentra el 18% de los viñedos de la provincia que, irrigados por las aguas claras de los ríos Atuel y Diamante y enraizados en suelos aluvionales calcáreos, producen mostos mayormente destinados a elaborar vinos de mesa, aunque también hay ejemplares de lujo.
El clima más fresco es el responsable de los altos niveles de acidez, motivo por el cual algunas variedades blancas, como la Chenin, se dan muy bien. También las cepas tintas, como Cabernet Sauvignon, Malbec y Bonarda, son los puntos de partida para elaborar vinos de muy buen cuerpo.
Valle de Uco Situada al sudoeste de la ciudad de Mendoza, esta zona ha sido la de mayor crecimiento vitícola de los últimos cinco años, fundamentalmente impulsado por importantes inversiones internacionales (François Lurton y Salentein, entre otras). Con los ríos Tunuyán y Tupungato como ejes, el Valle de Uco presenta una serie de características similares a las demás zonas que integran la región central, pero con peculiaridades. La altitud de las tierras cultivadas oscila entre los 900 y los 1.700 msnm, y esa altura produce grandes amplitudes térmicas entre el día y la noche, lo que permite producir vinos aptos para una larga crianza y de excelente color. Algunos de los tintos más representativos de los últimos tiempos provienen de este valle, y las variedades más importantes son: Malbec, Barbera, Cabernet Sauvignon, Merlot, Torrontés, Semillón, Chenin, Sauvignon Blanc y Chardonnay. Los departamentos más importantes son Tupungato, Tunuyán y San Carlos, y se destacan pequeños sectores que también han logrado elaborar grandes etiquetas, como Vista Flores, Altamira, El Cepillo, El Peral y Gualtallary, entre otros. La amplia superficie disponible, sus paisajes y las condiciones favorables del terruño hacen que el Valle de Uco sea actualmente el lugar preferido de muchas bodegas.
San Rafael Uno de los terruños más tradicionales de Mendoza se encuentra bien al sur de sus límites, para ser más precisos en San Rafael. En esta zona se extiende el oasis productivo más austral de la provincia. Los viñedos están ubicados a menor altitud que los del resto de la región, y descienden suavemente hacia el este desde los 800 hasta los 450 msnm.
Cada zona aporta al vino su sello distintivo de manera particular. Lo mejor es que ningún ejemplar es igual a otro
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BODEGAS
Fabricio Portelli
Archivo Simposium
François Lurton un bordelés suelto en
el Valle de Uco
La joven historia de este establecimiento enclavado en una de las regiones con más potencial de Mendoza es tan rica como interesante y tiene como protagonista a un bodeguero de raza que imprime en sus vinos un estilo propio con fuertes raíces francesas.
Los hermanos Lurton conocen Mendoza muy bien. A mediados de los noventa, dejaron su Francia natal para trabajar en la bodega Escorihuela Gascón al mando de Nicolás Catena. Ya desde aquel entonces, François y Jacques sabían que su destino estaba más allá de los viñedos familiares. Por eso, sin importar que los Lurton, con su padre André a la cabeza, conformaran el clan con más hectáreas en la prestigiosa zona de Burdeos, decidieron apostar fronteras afuera. Australia, España y Chile también estuvieron en sus planes, pero el comienzo de su gran aventura vitivinícola alrededor del mundo tenía un terruño predestinado: el Alto Valle de Uco. En 1997 le echaron el ojo a un gran terreno cubierto de piedras entre Tunuyán y Vista Flores, justamente en el medio de la nada, pero enmarcado por la imponente cordillera de los Andes. Después de dos años de análisis del potencial de esos suelos y la bendición del padre, lo compraron. Así nació esta bodega, propiedad de dos hermanos de linaje winemaker, enclavada en una zona muy poco conocida por ese entonces. El destino quiso que Jacques se quedara en Francia y que François tomara el mando y total control de todas las operaciones, incluida la de la Argentina. Así que los emprendimientos pasaron a llamarse como él: François Lurton. La visión internacional del negocio y ese know how enológico que evidentemente traían desde la cuna, sumados a la salida de la
François forma parte de una de las familias más célebres del mundo del vino. Su know how ha aportado experiencia y trayectoria a la Argentina
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convertibilidad y el fortalecimiento del euro, que les permitió no sólo ampliar y tecnificar la bodega sino hacer una fiesta de lanzamiento a todo trapo, hicieron que con la llegada del nuevo milenio sus vinos comenzaran a ser famosos más allá de los enófilos.
Tintos y blancos para confiar Sin dudas, haber crecido entre viñas y formar parte de una de las familias más célebres del mundo del vino les ha dado a los hermanos mucha confianza, no sólo para vislumbrar un lugar con mucho potencial para establecer sus fincas, sin importar que nadie lo hubiera hecho antes allí, sino también para concebir sus vinos sin importar las modas de turno. Y este detalle no es menor ya que los Lurton siempre apostaron por un estilo propio, lo cual no quiere decir tradicional o clásico, ni tampoco de terruño porque, evidentemente, lo fueron descubriendo a medida que iban pasando las cosechas. Por eso, no dudaron en salir al mercado en 2001 con su primer gran vino: un Malbec denominado Piedra Negra. Y fue esa etiqueta la que marcó a fuego el legado de la casa en los amantes del buen beber, ya que a medida que comenzaron a aparecer los primeros grandes Malbec modernos argentinos, apoyados muchos en la concentración y la madurez de la fruta, el Piedra Negra prefirió ir por el lado de las sutilezas; un tinto delicado, elegante y equilibrado, pero con poco peso en la boca, algo que sólo se les aceptaba hasta ese
entonces a los grandes ejemplares de siempre como, por ejemplo, el Montchenot de López. Y aunque el Piedra Negra hoy ha quedado un poco tapado por la gran avalancha de muy buenos exponentes de nuestro cepaje estrella, no hay que olvidarse que muchos de ellos provienen del mismo terruño en el que, desde hace casi una década, crecen las uvas para elaborar el Piedra Negra. Pero como buenos bordeleses, los Lurton supieron hacer mucho ruido también con su Gran Cabernet Sauvignon, un vino de perfil bajo pero siempre muy bien logrado que, lejos de perder vigencia, se afianza con cada añada por su calidad y precio adecuado; o con su Chacayes, un blend (80% de Malbec y 20% de Cabernet Sauvignon) compacto, moderno y concentrado, el cual necesita de varios años de estiba para expresarse plenamente. Sin embargo, su propuesta es tan amplia que va desde muy refrescantes vinos para todos los días, pasando por su línea Reserva con crianza en barricas de roble, hasta sus ejemplares de lujo; todos con una agradable y marcada tipicidad. En materia de blancos, también pusieron sus fichas, en especial al Pinot Gris, al Viognier y a su Corte Friulano, un blend de alta gama, voluptuoso y de los pocos aptos para la guarda. El estilo de todos sus vinos trasciende y es mucho más fuerte que los nombres de los enólogos que han pasado por la bodega; un saber hacer que está muy bien definido y que se puede comprobar en cualquiera de sus etiquetas.
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vinos Recomendados
por
ligier
Recomendados LIGIER
Más de 1.100 etiquetas argentinas diferentes, que descansan en nuestros locales, puede parecer una cifra abrumadora a la hora de elegir un vino para beber en una situación determinada. Por eso, en estas páginas le proponemos una selección acotada de tintos, blancos y espumantes que, creemos, se destacan por alguna razón especial, ya sea por su relación precio-calidad, por ser una novedad, o por la calidad intrínseca del vino en sí. Algunos son guardados y otros, nuevas añadas de los clásicos de siempre, pero todos merecen ser descubiertos.
Séptima Noche Pinot Noir Bodega Séptima
Luigi Bosca Reserva Merlot Bodega Luigi Bosca
Salentein Reserve Syrah Bodega Salentein
Uno de los pocos Pinot Noir destacables
Tinto joven con mucha fuerza de fruta, pero
La elegante tipicidad de este Syrah se percibe
elaborados en suelo patrio. De aromas limpios y
también con una presencia marcada de la
tanto en nariz como en boca. Está muy
sutiles, con paladar amable y buena expresión.
crianza, que le aporta complejidad.
equilibrado gracias al paso del tiempo.
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Lagarde Blanc de Noir Bodega Lagarde
Particular Malbec Bodega Casa Bianchi
Tinto de estilo clásico y muy bien logrado. Sus
De aromas intensos, simples y bien afrutados.
Un gran tinto de aromas agradables que exhiben
aromas maduros y austeros así lo confirman. En
Su paladar es envuelto y agradable en el final de
buena fruta y tipicidad. De paladar amable,
boca es equilibrado y bastante expresivo.
boca. Predomina el dulzor de la fruta roja.
asoman los taninos, pero su final es persistente.
Cosecha de Mayo Bodega Del Fin del Mundo
Lurton Reserva Malbec Bodega François Lurton
Angélica Zapata Alta Cabernet Sauv. Bodega Catena Zapata
No bien se descorcha se perciben sus aromas
Seductores aromas a frutas rojas y especias.
Un bouquet integrado y un paladar compacto y
agradables. En el paladar es untuoso pero
Compacto debido a su juventud, y con los
amable son la marca de este Angélica. De estilo
refrescante, equilibrado y nada empalagoso.
tostados de la crianza a flor de piel.
moderno, jugoso y vivaz. Imperdible.
Recomendados LIGIER
Mapema Malbec Bodega Mapema
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Graffigna Grand Reserve Cab. Sauv. Bodega Santiago Graffigna
Ciclos Torrontés Bodega El Esteco
De aromas compactos y lácticos, pero paladar
En boca aparece la personalidad de este vino
Muy ricos aromas que entregan vivacidad,
con textura muy delicada. Se trata de un vino
bien sanjuanino. Muy vivaz por su frescura y
elegancia y un paladar fresco. Gran Torrontés
austero pero con una muy buena frescura.
taninos firmes. Es jugoso y con final ahumado.
salteño con carácter y personalidad.
Dante Robino Cabernet Sauvignon Bodega Dante Robino
Joffré Gran Malbec Bodega Joffré e Hijas
Finca Las Moras Reserva Cab.-Syrah Bodega Finca Las Moras
Fluido en boca, resulta refrescante y con un
Se trata de un Malbec moderno y refrescante,
De aromas austeros y elegantes. Su entrada
dejo final especiado atractivo. Los taninos están
con un gran equilibrio. Predominan las frutas
en boca es compacta y muy equilibrada, y los
presentes, pero son muy finos.
rojas y los perfumes a violetas.
taninos se muestran aún bien filosos.
Recomendados LIGIER
Monteagrelo Cabernet Sauvignon Bodega Bressia
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Animal Rosé Syrah Bodega Ernesto Catena Vineyards
El Esteco Extra Brut Bodega El Esteco
Un espumante de carácter frutal que se aprecia
Buena frescura y estructura se aprecia en este
Este ejemplar salteño tiene buen cuerpo, con
en nariz y boca. De entrada fresca, paladar
original espumante que con sus burbujas seduce
burbujas extrovertidas y frutales. Presenta cierta
franco y simple, muy directo.
a consumidores del mundo entero.
delicadeza que invita a tomarlo seguido.
Legaris Reserva Bodega Legaris
Château Dereszla Tokaji Aszú 5 Puttonyos
Château La Fleur-Lescours Saint-Émilion Grand Cru
Tinto español proveniente de la Ribera del Duero
El vino más famoso de Hungría. Ostenta un gran
Un Grand Cru con todas las letras: redondo,
que despliega toda su complejidad en nariz y en
equilibrio entre la acidez y el dulzor, que aportan
con mucha fruta, taninos aterciopelados por el
boca. Potente, con cuerpo y taninos maduros.
armonía y frescura. Un sabor único e imperdible.
tiempo. Masticable, amplio de boca y sabroso.
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D.V. Catena Brut Nature Bodega Catena Zapata
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Fond de Cave Cabernet Sauv. 2001 Bodega Trapiche Un Cabernet de gran estirpe que aún conserva vivacidad y mucha frescura en boca, además de su bouquet, elegante y complejo, con gran balance y equilibrio. Un lujo para ocasiones especiales y para los amantes de los vinos con evolución y larga trayectoria.
Enzo Bianchi 1999 Bodega Casa Bianchi Un blend increíble, con un volumen de fruta que pocos ejemplares de 1999 logran conservar. Su estructura está intacta, y además creció en aromas terciarios plenos de notas silvestres a eucalipto. Un ejemplar de San Rafael y un clásico
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tinto argentino.
Bressia Profundo 2003 Bodega Bressia El genial enólogo Walter Bressia dio luz a este blend de Malbec, Merlot, Cabernet Sauvignon y Syrah de neto corte autoral. Un excelente tinto de aromas elegantes a fruta negra y con muy buen equilibrio entre todos sus componentes. Un vino que seduce por su gran textura.
Norton Malbec D.O.C. 2000 Bodega Norton Este Norton es de los grandes ejemplares de la Denominación de Origen (D.O.C.) Luján de Cuyo y es capaz de mostrar vivacidad y fuerza después de una década de vida. Aromas profundos, sedoso al paladar y todas las características excepcionales que da el paso del tiempo.
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Fabre Montmayou Gran Vin 1994 Bodega Fabre Montmayou Este blend mendocino es único, de gran estirpe y fineza. Sus aromas mustios son complejos y sutiles. Su paladar, redondo, amigable y con muy buen volumen. Pocos vinos se conservan así después de 16 años de vida. Quedan pocas botellas en el mercado.
Angélica Zapata Cabernet Sauv. 2002 Bodega Catena Zapata El Angélica fue desde siempre uno de los mejores Cabernet Sauvignon elaborados en suelo patrio. En este ejemplar el tiempo ha amalgamado sus aristas y domado sus taninos. Aún muestra un equilibrio contundente entre la fruta y su crianza en barricas de roble francés.
Una cosecha excepcional para los Malbec de Luján de Cuyo. Este varietal conserva fuerza, vivacidad y expresa su crianza en madera integrándose de maravillas. Sutil, con complejidad y estructura que se revela en un gran peso en boca y mucha delicadeza.
Alta Vista Grande Reserve Malbec 2000 Bodega Alta Vista Un Malbec de buen trago y estilo moderno con agradables notas de frutas rojas y especias, propias del Alto Valle de Uco. Una de las primeras cosechas de la bodega. Paladar franco, final refrescante y taninos todavía firmes. Un vino que reafirma el potencial de este oasis productivo.
Recomendados GUARDADOS LIGIER
Luigi Bosca Reserva Malbec 2003 Bodega Luigi Bosca
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PERSONAJES
Salvador Arzak
Archivo Simposium
Julio Viola
el nuevo rey de la Patagonia El fundador del nuevo terruño San Patricio del Chañar vislumbra un futuro promisorio tras una década al mando de Bodega Del Fin del Mundo, el más grande de los establecimientos vitivinícolas patagónicos. Julio Viola fue el creador del más nuevo de los terruños argentinos: el neuquino San Patricio del Chañar. Y en esta primera década de vida no le ha ido nada mal. Él fue quien diseñó y supervisó la plantación del campo, quien contrató a los agrónomos y a los técnicos y quien se encargó de conseguir los compradores de los distintos lotes para que se formara lo que en muy pocos años fue una nueva zona vitivinícola argentina. Emprendedor, enérgico y empresario inquieto, comandó el crecimiento de la Bodega Del Fin del Mundo sin descanso. Poco tiempo atrás, amplió el espectro y el futuro de la empresa comenzando a trabajar junto al Grupo Eurnekian, con quienes espera expandir la producción y la venta de sus productos a todo el mundo. Hoy, con un porvenir promisorio, Julio Viola continúa desde Neuquén al mando del inmenso barco que busca no sólo seducir a consumidores locales, sino también al vasto mercado externo que busca vinos de buena relación precio-calidad, genuinos y con elegancia, tal como son los blancos y tintos que nacen en la patagónica Bodega Del Fin del Mundo.
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A cargo del genial enólogo Marcelo Miras, Bodega Del Fin del Mundo es el establecimiento vitivinícola más grande de la Patagonia argentina
¿Cómo vislumbró que una zona como San Patricio del Chañar podía llegar a tener potencial vitivinícola? Fue investigando si se podía desarrollar la fruticultura en la zona. Luego de un tiempo descubrimos que San Patricio del Chañar era ideal para el cultivo de la vid, más específicamente para el de alta calidad enológica. Cuando empezamos con todo el proyecto, la idea original era hacer un monte de fruticultura tradicional del Alto Valle (manzanas, peras, frutas de carozo, etcétera); sin embargo, esta actividad estaba en crisis, al tiempo que la industria del vino comenzaba a reconvertirse con la adquisición de tecnología y reimplantando vides para elaborar exponentes de exportación. Ése fue el momento en que decidimos entrar al mundo del vino.
¿Cómo fue la experiencia de trazar el riego en una zona tan desértica? Fue un trabajo arduo: tuvimos que construir un canal de 20 kilómetros de largo para traer el agua del río Neuquén para implementar un sistema de riego por goteo que, hasta el momento, es el más importante de este tipo en Sudamérica.
¿Cambió su vida desde el momento en el que decidió transformarse en bodeguero? Sí, de forma radical, al igual que la de toda mi familia. El del vino es un mundo fascinante y, una vez dentro, te das cuenta de que todo gira en torno a él. Soy un emprendedor muy apasionado y desde que comencé con el proyecto estoy todo el tiempo pensando en lo mismo: el vino y la bodega.
¿Cómo era su relación con el vino antes de fundar BDFM? La de un consumidor siempre ávido por conocer y degustar novedades, ya fueran etiquetas argentinas o del resto el mundo.
¿Cuáles son las ventajas de trabajar con la familia? Son muchas… saber que cada uno de los integrantes está en al-
gún área de la bodega defendiendo la filosofía de trabajo es una gran ventaja. Además, la vitivinicultura es una actividad que se presta para trabajar en familia. Por suerte, tengo una excelente relación con mis hijos y con mi yerno y mi nuera. Tal vez, la mayor desventaja sea que nos resulta muy difícil hacer un corte de los temas laborales fuera de la bodega e indefectiblemente cada vez que nos reunimos, en algún momento surge una conversación sobre nuevos proyectos, novedades o alguna cuestión candente. No obstante, en el balance general no tiene un peso relevante.
¿Adónde quisiera llegar con el vino? Mis sueños no tienen límites.
¿Se imagina el terruño de San Patricio del Chañar dentro de 20 años? Sí, totalmente, como una región establecida con una infraestructura muy desarrollada, no sólo en cuestiones vitivinícolas, sino también en materia de turismo y gastronomía.
¿Cómo es la experiencia de trabajar con el experimentado Michel Rolland? Es jugar en primera. Michel es una figura internacional, un profesional excelente y, sobre todo, un amigo. Trabajar con él nos ha abierto muchas puertas en el mundo del vino y su labor en nuestra empresa ha sido crucial. Marcelo Miras, nuestro enólogo, es un gran profesional y con el asesoramiento de Michel se ha perfeccionado mucho en su trabajo, ha podido expandir sus horizontes y juntos han logrado resultados espectaculares.
¿Puede la Patagonia llegar a convertirse en una de las regiones productoras más importante del país? En el futuro, sin dudas, será una de las más importantes. Hoy, en cantidad de bodegas, estamos muy lejos de Mendoza; sin embargo, la calidad de los vinos patagónicos está siendo cada día más reconocida.
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PERSONAJES
¿Qué cambió en BDFM con la llegada del empresario Eduardo Eurnekian? Es un grupo muy poderoso, pero también se trata de una familia, con Matías Gainza Eurnekian como su referente en la bodega. Su llegada ha significado para nosotros una apertura a nuevas posibilidades de crecimiento en todo sentido. Además, juntos potenciamos nuestra tendencia natural a buscar nuevos desafíos, ése ir más allá que tanto nos gusta a ambos.
¿Qué tienen los vinos patagónicos que los hacen diferentes a otros? Tienen un “algo” que se lo da el lugar, el terruño… En nuestro caso, el viento constante, la aridez, el tipo de suelo, el agua del río Neuquén… Son muchos los factores que contribuyen a su carácter distintivo.
¿Cuál es el vino qué más le gusta de BDFM? Me gustan todos, optar por uno me resulta muy difícil. Hay un vino para cada momento. Los FIN Single Vineyard que lanzamos el año pasado, por ejemplo, están entre mis predilectos frecuentes, pero cómo competir con el Special Blend. Este año en el Masters of Food and Wine fue elegido como el mejor vino de la Argentina; sommeliers de todo el mundo hablaron maravillas de él. Hace unos años soñar eso de un vino patagónico era casi una utopía.
Experiencia Del Fin del Mundo Un gran espacio vidriado, muy moderno, deja ver su interior y tienta a ir por más. No se trata de un simple restaurante, es casi una vitrina. Para entrar hay que atravesar una galería con mesas. Una vez dentro lo esperan barricas para que no queden dudas del perfil del lugar. Paredes revestidas en piedras neuquinas que fueron colocadas una a una, pisos de lapacho, barra con una zona iluminada para degustaciones, chef patagónico de excepción (Pablo Buzzo), pantallas de proyección gigantes, cavas que contienen tesoros gourmet… Cada detalle fue pensado. “Experiencia Del Fin del Mundo –afirma Julio Viola– es una parte de la bodega en pleno Buenos Aires (Honduras 5673). Quisimos hacer un lugar único en el cual todo girase en torno al vino y donde la gente pudiera entrar, conocer la bodega, disfrutar de una copa de vino, comer o asistir a una cata guiada por expertos. Tenemos etiquetas de gran calidad y creemos que la mejor forma de promocionarlas es dándolas a probar a los consumidores. ¿Y qué mejor que hacerlo en un lugar como Experiencia Del Fin del Mundo?”.
¿Cómo ve el futuro del vino argentino? La verdad es que veo un mañana muy prometedor, más en los ejemplares de alta gama. Si el plan estratégico sigue su curso y se trabaja en forma mancomunada promocionando el vino argentino en el exterior, incentivando el consumo en el mercado interno e integrando a pequeños productores en la cadena de forma que puedan reconvertirse para estar a la altura de las demandas, creo que nuestro país está muy bien posicionado para seguir creciendo.
Julio Viola, Michel Rolland y Matías Gainza Eurnekian, tres pesos pesados de la industria que buscan crecer en calidad y volumen
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delicatessen
Raquel Rosemberg
Archivo Simposium
Perugina una dulce pasión
Las frases de amor llegan de otra manera si los destinatarios las descubren, como si fueran mensajes en botellas, escritos en pequeños papeles escondidos en bocados. Y si además resultan ser besos de chocolate, la pasión es total. Se dice que los italianos tienen fuego en la sangre y lo demuestran de varias maneras. En Perugia, capital de la región de Umbría, lo hacen a través del chocolate. Es que luego de la conquista de América, y una vez que la tentación de los dioses fue también la de las cortes europeas, los maestros pasteleros de la península se encargaron de recrear ese oscuro objeto de deseo y de hacer que otros mortales participaran del rito. Perugia adhirió al credo e hizo que el chocolate sea su insumo más importante. Tanto es así que, desde hace mucho tiempo, realizan todos los octubres el Eurochocolate Perugia, una feria que tiene su centro en el casco histórico de la ciudad y en la que el oro negro, por supuesto, es el leitmotiv. La fiesta es tan importante que los pobladores aseguran que su ciudad es la capital europea del chocolate y la transforman en una pastelería gigante llena de actividades que giran alrededor de un tema que cambia anualmente: se organizan laboratorios, se dictan cursos de formación y de cocina, se llevan a cabo degustaciones, exhibiciones, banquetes… El resto del año, los perugini continúan rindiéndole culto, pero de diferentes maneras. Una de ellas, tal vez la más original, es a través del Etruscan Chocohotel: el primer hotel temático que tiene como protagonista a este manjar. Sus 94 habitaciones están repartidas en tres plantas, cada una de ellas denominada según una clase diferente de chocolate: Piano al Latte (piso con leche), Piano al Gianduia (piso almendrado) y Piano al Fondente (piso negro). Allí, en todo momento y en cualquier rincón se puede degustar alguna delicia, desde el restaurante, que ofrece un menú completamente basado en el cacao, hasta la Chocostore, donde ofrecen variedades de chocolates del mundo, además de libros y souvenirs. Quedó claro que en Perugia aman el chocolate, pero hay uno que tiene certificado de ciudadanía y por ello lleva su nombre: Perugina. ¿Los comienzos? En 1907 cuatro amigos con alma golosa fundaron una sociedad para producir confites. Pero en 1915 cambiaron de rumbo y comenzaron a fabricar chocolates, en los que también usaban fruta seca. En 1922 Luisa Spagnoli, la mujer de uno de los dueños, se dio cuenta de que sobraban muchas avellanas de la elaboración de otros dulces. Decidida a emplearlas, amasó y unió esas “migas de avellana”, les agregó chocolate y el resultado lo bañó con más chocolate y lo coronó con una avellana por encima. Como lo que logró tenía una forma bastante parecida a un puño, lo llamó Cazzotti della Perugina (Puñetazos de la Perugi-
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na). Degustado por el resto del equipo y la familia… el bocado fue aprobado. Sin embargo, lo que no los convenció fue el nombre, en especial a uno de los hijos de uno de los socios, Giovanni Buitoni (el mismo de las pastas secas). Él decía que “si entra un cliente al negocio y pide a la vendedora un puñetazo, es imposible que lo solicitado se asocie a un bombón; tiene implícito un grado de violencia que no se condice con lo que el chocolate transmite de por sí: esas sensaciones placenteras que no sólo acarician el paladar, sino también el espíritu”. Así, después de esta reflexión, sugirió el cambio por una denominación mucho más amena y cariñosa: Bacio. Pero a ese rico beso le faltaba algo más para convertirse en regalo: un packaging innovador que no sólo fuera rápidamente identificable por los consumidores, sino que también comunicara y sustentara el concepto de lo que encerraba. Así nació el look final del envoltorio, fruto de una idea genial del director artístico de la empresa, Federico Seneca, artista enrolado en el movimiento futurista, que unió los colores plata y azul con estrellas. A él también se le ocurrió incluir dentro del envase una frase
La pintoresca ciudad de Perugia está considerada como la capital europea del chocolate.
de un autor famoso (el cartiglio); así, según sus dichos, el Bacio estimularía la lectura y, como un mensaje en una botella, ofrecería a los italianos las palabras justas en el momento preciso. Voltaire y Shakespeare fueron traducidos e incluidos en cada bombón para que sus pensamientos y el de tantos otros contribuyesen a que el fuego de la pasión siguiera encendido. En 1923 la familia Buitoni compró la mayoría de las acciones y la sociedad pasó a llamarse simplemente Perugina. Con el correr del tiempo, crecieron más allá de las fronteras y en 1939 abrieron su primera tienda sobre la Quinta Avenida de Nueva York, en Estados Unidos. De la producción de chocolates para regalar, muy lujosos en los primeros tiempos y más económicos en la posguerra, la pequeña chocolatería llegó a ser una empresa de consumo al alcance de todos los sueños. En las décadas del 60 y del 70, Perugina despegó y fue incluida en el holding Buitoni hasta que en 1988 fue adquirida por Nestlé. Pero el crecimiento no les hizo perder el espíritu de los fundadores. Para los italianos, esos pequeños bombones con citas emotivas eran un símbolo. Así los responsables de la firma decidieron renovarlas con la participación de los fanáticos mediante las nuevas tecnologías. Por ejemplo, a comienzos de 2002, desarrollaron un concurso para proponer mensajes, que debían ser enviados a través de teléfonos celulares vía SMS. En la actualidad, las redes sociales (Facebook, Twitter o MySpace) también son parte de esta movida. Cada año se venden 300 millones de bombones a todos los rincones del mundo y la Argentina no quedó fuera de la pasión. A nuestras tierras llegan de la mano de Dante Robino Imports. La responsable de relaciones institucionales, Fernanda
Cada año se venden 300 millones de bombones y chocolates de Perugina a todos los rincones del mundo.
Squassini, los describe como un dulce placer que mantiene la esencia de aquel que creó la señora Spagnoli: “Un bombón de chocolate con leche y avellanas picadas, relleno con praliné, que se caracteriza por contener una avellana entera en su parte superior, por su cobertura de chocolate negro y por incluir en el interior de su envoltorio un tradicional mensaje de amor. Éste es el secreto de una de las delicias más famosas del mundo”. En 2007, cuenta Fernanda, Perugina cumplió sus primeros cien años de vida y decidió abrir las puertas de la fábrica para que miles de turistas pudieran visitarla y conocer de cerca todos los procesos productivos y los secretos que llevaron al manjar a convertirse en ese bocado preferido. Hoy en día aún se puede visitar el museo que tienen en el predio, en el cual se aprecia en detalle la historia de las familias que hicieron grande a la marca; o bien inscribirse en alguno de los cursos de su Escuela de Chocolate, donde en horas se aprende a crear bocados que enloquecen a los participantes. Para no quedarse con antojo de saborear algunas de las tentaciones de Perugina, a los locales de Ligier llegan varias presentaciones, una de las más famosas es el Baci Tubo, de cuatro unidades, aunque en San Valentín o en el Día de la Madre, la más pedida sea la caja con forma de corazón.
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ACCESORIOS INDISPENSABLES
Angelina Lucarelli
Juan Velásquez Marín
TERMÓMETROS Para degustar a la temperatura justa
La temperatura de servicio tiene más importancia de la que en principio se puede suponer en el momento de disfrutar en toda su plenitud un vino. Según sea tinto, blanco, rosado o espumante, se debe cuidar su temperatura de servicio, ya que en si está dentro del rango aconsejado desarrollará mejor los potenciales aromáticos, gustativos y táctiles que tenga para ofrecer. En términos generales, se puede decir que la temperatura de un vino está condicionada por dos límites: el superior y el inferior. En el caso del primero, sobre todo en los tintos, a mayor temperatura se potencian el alcohol y el azúcar, y los aromas se evaporan con más rapidez ya que el interior de la boca siempre suma de 2 a 5ºC. Mientras que en el segundo, a menor temperatura los aromas se neutralizan y los taninos se subrayan, lo que provoca astringencia y aspereza en el paladar, al tiempo que el paso por boca de un vino más frío de lo indicado anestesia las papilas gustativas de la lengua, lo que impide percibir los sabores. Por ello, un vino servido a la temperatura adecuada permitirá apreciar todas sus cualidades y, al mismo tiempo, saborear mejor sus encantos. En este sentido, al no ser un detalle menor la variable térmica, el termómetro se convierte en un aliado indispensable de todo wine lover. Es por eso que, sin obsesionarse con el tema, es convenien-
Aunque parezca un elemento secundario, el termómetro es fundamental para degustar acertadamente un vino y conocer a qué temperatura se encuentra a la hora de servirlo. Algunos grados por debajo o sobre lo aconsejable, según sea tinto, blanco, rosado o espumante, pueden modificar la percepción de sus características. te tener en cuenta algunas recomendaciones para sacar el mejor provecho de este accesorio y, sobre todo, de nuestras etiquetas. En primer lugar, es importante tener en cuenta las circunstancias de guarda (niveles constantes de temperatura –12 a 14ºC– y humedad –60 a 80%–, ventilación suave y luminosidad tenue) o de almacenamiento en vitrinas y góndolas que ha tenido esa botella antes de que llegue a nuestras manos. Esto significa que por más que empleemos perfectamente el instrumento de medición, si el vino estuvo anteriormente sometido a cambios bruscos de esas condiciones, será imposible poder valorar todo lo que tiene para ofrecernos. Si se trata de ejemplares añejos, algunos expertos aseguran que es conveniente chambrear el vino antes de descorcharlo; es decir, dejarlo un tiempo a la temperatura ambiente del lugar donde se va a beber, siempre que no supere los 22ºC. Ahora si se necesita enfriar una botella, sin importar el tipo de vino que sea, el método más conveniente es el de la frappera con hielo y agua, dado que no es recomendable someterla al enfriamiento drástico en un freezer o congelador. Ya en la copa, el proceso de toma de temperatura con el termómetro no esconde grandes secretos: sencillamente se sumerge en el vino y se lo deja unos minutos hasta que la columna de mercurio o alcohol coloreado se detiene. El resto, si todo es correcto, es puro placer. El termómetro está constituido por un tubo de vidrio sellado que contiene un líquido, generalmente mercurio o alcohol coloreado, cuyo volumen cambia con la temperatura de manera uniforme. Este cambio de volumen se visualiza en una escala graduada que va de 0 a 30ºC.
Tipo de vino Blancos jóvenes Blancos de guarda Tintos jóvenes Tintos de guarda Rosados Espumantes Cosecha tardía Fortificados
Temperatura de servicio 7 a 10ºC 10 a 12ºC 14 a 15ºC 16 a 20ºC 10 a 12ºC 6 a 8ºC 8 a 12ºC 16 a 18ºC
contacto: (011) 4331 1251 . info@ernestocatenavineyards.com.ar