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Talento público
Gonzalo Maza, un creativo inclasificable Red global
América Latina 2018: un año incierto Canon Personal
El lado rockero del científico Daniel Hurtado
editorial
El nuevo rol de los escritores chilenos El último dossier de Revista Universitaria está dedicado fundamentalmente a los escritores en el Chile actual, y al cambio de su rol en estas últimas décadas, desde que eran referentes del escenario cultural, hasta un presente en que se les ve algo desorientados, sin influencia, como referentes solo para un nicho, criticados en las redes sociales y ganándose la vida con clases, talleres, programas de radio, columnas de prensa y pequeñas editoriales. Como señala el periodista Diego Zúñiga en su texto, los escritores enfrentan la disyuntiva de entrar al debate o quedarse al margen, y la Literatura se mueve en esta delgada frontera. El poco peso de la opinión de un escritor en la sociedad moderna le otorga una preciada libertad individual, pero empobrece la discusión de los ciudadanos. En la época del boom sesentero, en que un Mario Vargas Llosa podía escribir un ensayo denominado “La Literatura es fuego”, ella podía ser peligrosa para la sociedad. Hoy, en la llamada era de la posmodernidad vive una realidad no épica pues, como señala Rodrigo Cánovas, se ha generado desconfianza en el gran relato y predomina lo subjetivo, la microhistoria, la autobiografía. Todo es más individual y contradictorio, fenómeno que se facilita y acelera con Internet. Los escritores enfrentan la En un mundo más audiovisual, decrece la lectoría de libros, pero aumenta en otros géneros como las novelas gráficas o las historietas, que incluso abordan temas culturales. disyuntiva de entrar al debate o En la misma dirección, a propósito de la muerte de Nicanor Parra y el aparente vacío posterior, plantea la pregunta acerca de por qué los escritores no ocupan hoy un lugar central en el quedarse al margen. (...) se debate de ideas, en la vida artística, que enriquezca nuestra cultura y les permita cumplir El poco peso de la opinión de un un rol relevante en la agenda pública, tal como lo hicieron en los siglos XIX y XX, cuando el centro del escenario. Algunos dicen que esto no es negativo, que la sociedad escritor en la sociedad moderna ocupaban está más compleja y diversa, que es bueno que los dioses hayan bajado del Olimpo, y que le otorga una preciada libertad ahora no hay un referente (o cuatro, como la llamada mafia del boom) sino cien, acaso como una implicación colateral de la democratización y extensión del mercado. individual, pero empobrece la Un espacio importante en este número lo ocupan las letras femeninas. Por una parte, se discusión de los ciudadanos. discute la tradición literaria de mujeres chilenas que comenzó a visibilizarse desde el siglo XIX a nuestros días, y que consagra a autoras como Gabriela Mistral, Marta Brunet y María Luisa Bombal como figuras que proyectaron una sombra esterilizante. Y si bien hoy se podrían llenar páginas con nombres de escritoras, no todas han sido valoradas por la tradición o la crítica ¿Qué ha incidido en su (i)legitimación? ¿Cuál es su rol? ¿Hay obstáculos creativos? Críticas y escritoras responden. En este número aparecen también otros temas: Filosofía para niños y adolescentes; el incierto año electoral en América Latina y nuestra falta de educación financiera. Bienvenidos a esta nueva edición de Revista Universitaria. Ignacio Sánchez DÍAZ Rector
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www.uc.cl/es/revista-universitaria
Comité editorial
José Miguel Aguilera Radic Hans Muhr Münchmeyer Eliana Rozas Ortúzar Gonzalo Saavedra Vergara Eduardo Sepúlveda Muñoz
Vicerrectora de Comunicaciones Paulina Gómez Lorenzini
Directora de Comunicaciones Verónica Guarda Poblete
Director Revista Universitaria Miguel Laborde Duronea
Directora creativa Soledad Hola Jacob
Editora
Daniela Farías Gontupil
Gestión de contenidos
Carolina Loyola Estay
Periodistas
Violeta Bustos Vaccia Constanza Flores Leiva Carlos Oliva Vega Nicole Saffie Guevara Antonieta Sánchez Squella Virginia Soto-Aguilar Cortínez Rafael Zanetta Benguria
Diseño
Fernanda Ulloa Budinich María Inés Vargas de la Paz
Fotografía
César Cortés Dellepiane Karina Fuenzalida Barraza Álvaro de la Fuente Farré
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Un creativo inclasificable POR CONSTANZA FLORES LEIVA
Gonzalo Maza, el guionista ganador del Oscar – junto al director de cine Sebastián Lelio– por Una mujer fantástica, también creó la celebrada película Gloria. En un país con una industria fílmica que considera precaria, ha logrado dar salida a sus propias angustias y convicciones, como su asombro ante lo femenino y la dificultad de ser mujer.
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América Latina 2018: un año incierto
Redacción
POR FRANCISCA ALESSANDRI COHN
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La región vive un momento incierto. El desprestigio de la política, la desconfianza en las instituciones, la incapacidad de los gobernantes para resolver los problemas que más preocupan a las personas, hacen que este año electoral, decisivo para varias naciones, se presente cargado de interrogantes sobre el futuro.
Casa Central, Av. Libertador Bernardo O’Higgins 340, Piso 3 Santiago, Chile Teléfono: 22354 2777 Email: runiversitaria@uc.cl
Dirección de Desarrollo Teléfono: 22354 6528
Impresión A Impresores
Las opiniones vertidas en los artículos no representan forzosamente el pensamiento de la Pontificia Universidad Católica de Chile o de la Revista Universitaria y son responsabilidad exclusiva de sus autores / ISSN 0250-3670 / ©Pontificia Universidad Católica de Chile, 1996|Prohibida su reproducción / Revista Universitaria es citada: ULRICH, International Periodicals Directory /
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contenidos
revista universitaria
20 Chilenos todos
Chile: país de analfabetos financieros POR DIEGO SANDOVAL Rodríguez
La mayoría de los chilenos no entendemos –un 70%– cómo calcular una tasa de interés simple y tenemos un desempeño que está por debajo de los países latinoamericanos. En esta realidad, el ingreso, el nivel educativo y el género se alzan como factores clave para entender el mundo de la desigualdad en Chile.
26 Canon personal
Fusión de música y ciencia
POR Paulina Valenzuela y Virginia Soto-Aguilar
Daniel Hurtado fue reconocido recientemente por el WEF (World Economic Forum) como uno de los mejores científicos sub 40 del mundo. Este ingeniero civil estructural de la UC es creador de un modelo matemático que permite estudiar las enfermedades al corazón. Paralelo a su carrera hoy disfruta sus dos pasiones: la familia y la música.
28 Reportaje
Aprender a filosofar: La raíz del pensamiento crítico Por Virginia Soto-Aguilar Cortínez
¿Hay vida después de la muerte? ¿De dónde venimos? ¿Para qué vive el hombre? Estas son algunas de las grandes preguntas de todos los tiempos que cada ser humano se plantea en algún momento de su vida. ¿Hay una edad para empezar a preguntárselas? Desde el año 2016 se discute en nuestro país acerca de la educación de Filosofía en los colegios, tema hoy de futuro incierto. En el reportaje de este número se analiza la necesidad de su estudio.
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36 Dossier
Escritores: dentro o fuera de lo público La tierra baldía POR GONZALO CONTRERAS FUENTES
La ausencia de los grandes oráculos literarios –Sartre o Neruda, Paz o Parra– puede no ser una mala noticia. Si lo propio de esta era es no saber dónde vamos –plantea el autor– y la incertidumbre es el sistema, tal vez corresponde que se extingan “los viejos saurios”.
Escribir en voz alta POR DIEGO ZÚÑIGA HENRÍQUEZ
El periodista y escritor afirma que la figura del escritor intelectual que interviene en la agenda pública, se ha cambiado por la del autor que promociona lo que escribe.
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76 El libro que me marcó Los parajes de la Literatura en la posmodernidad POR RODRIGO CÁNOVAS EMHART
El escenario ha cambiado mucho desde el Boom latinoamericano, cuando los escritores brillaban en el firmamento público. Sus propias obras siguen ahí, pero el modelo mental ya no es el mismo. La fe y la íntima pertenencia a un solo cuerpo social y simbólico ha ido difuminándose.
Salir del silencio POR VIOLETA BUSTOS VACCIA
Autoras como Gabriela Mistral, Marta Brunet y Marcela Paz tuvieron respaldo masculino, apoyo hoy innecesario para figuras como Alejandra Costamagna o Carla Guelfenbein, las que se han validado en espacios propios. Pero el escenario para las escritoras es desigual todavía.
Alejandro Zambra Infantas: “No escribo para salir en ninguna foto”
Más que un libro de cómic
POR PAZ ARRESE ORTIZ
La novela gráfica ha tenido dificultades para encontrar un espacio bien definido. Recién con la publicación de Road Story, de Alberto Fuguet en 2007, se inaugura una edad de oro para este género ahora en pleno auge.
Interpelado aquí como cabeza de serie de su generación, rol en el que no cree, este autor que posee gran reconocimiento internacional y que vive en México se adentra en el tema del lugar de los escritores en el Chile de hoy.
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El pasado tiene un sentido Por Andrés Biehl Lundberg
El académico de la UC repasa el texto El hacedor, donde Jorge Luis Borges se pregunta qué cosas morirán cuando él muera, ya que “todos somos los últimos testigos de algo que deja de existir cuando morimos”.
77 RESEÑAS
Dos recomendaciones para leer: la revista Teología y vida y el último libro de Marcelo Lillo, De vez en cuando, como todo el mundo.
78 Trastienda
La escena que captura un momento detrás del acontecer de la Universidad Católica y cada edición de Revista Universitaria.
POR MARIANA MUÑOZ HAUER
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Si tienes interés en colaborar en la revista o proponer algún tema, todas las opiniones son bienvenidas en el mail runiversitaria@uc.cl Revista Universitaria disponible en
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inclas
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revista universitaria uc
talento público
Gonzalo Maza Henríquez:
Un creativo
sificable “Lo que me gusta del Periodismo es lo mismo que me gusta de los guiones: la capacidad de encontrar historias”. Así el guionista ganador del Oscar por Una mujer fantástica logra explicar/articular su diversa trayectoria. Con tránsitos por la academia, los medios y la industria cinematográfica, sus logros han sido producto del talento y el esfuerzo, pero también de la precariedad laboral. Por Constanza Flores Leiva Fotografía karina fuenzalida barraza
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Fotografía de carlos delgado
Festival de premios. El Oscar a la mejor película extranjera otorgado a Una mujer fantástica es la consolidación de la cinta en el mundo del cine y ya suma cerca de 30 distinciones (sin contar las nominaciones). En la imagen aparece el equipo de Una mujer fantástica la noche en que ganaron el premio Goya a la mejor película iberoamericana, en febrero de 2018.
Su consagración en televisión llegó en 2017 con Bala Loca, la serie más aclamada por la crítica ese año, donde pudo armar su propio equipo de trabajo y tuvo total libertad creativa. En la pantalla grande debutó con XS, la peor talla, de 2003, y no reincidió hasta encontrarse con Sebastián Lelio.
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ntes de que las tomas feministas florecieran en colegios y facultades de todo el país, lo que significa ser mujer ya era una de las principales preocupaciones del guionista Gonzalo Maza. Se adentró en esos territorios a principios de 2010, cuando comenzó a delinear –junto al director Sebastián Lelio– a Gloria Cumplido, personaje de la película Gloria y creado especialmente para Paulina García. Este filme la hizo ganar el Oso de Plata a mejor actriz en el Festival de Cine de Berlín en 2013. La potencia y lo universal de esta cinta dieron visibilidad a la dupla creativa en el mapa del cine internacional, que apostó de nuevo por una protagonista con la construcción de Marina Vidal, una chica transgénero de 27 años para Una mujer fantástica. Afortunadamente esa película, que conquistó a la industria al ganar el Oscar a mejor cinta extranjera y que fue validada en el prestigioso circuito de festivales internacionales con el Oso de Plata a mejor guion en la Berlinale, no consiguió agotar el interés de Gonzalo Maza por lo femenino. Este año se estrenará su primer largometraje como director, sobre una historia de amor entre dos amigas. 8
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Solo tres cosas a la vez Ante la pregunta de cómo se define en términos laborales, Gonzalo Maza necesita –y no por deformación profesional– contar su propia historia. Es que la explicación es larga. Ha sido editor, crítico de cine y académico. Mantuvo por 10 años el blog especializado Analízame, ha producido series de televisión y documentales, fue programador del Festival de Cine de Valdivia y dirigió el Festival Internacional de Documentales de Santiago FIDOCS, por nombrar algunos de sus tantos cargos, obras y roles. El videoclub de su mamá –las películas en VHS que allí vio una y otra vez– y la afición por el Periodismo que le transmitió su papá –toda la prensa nacional más los medios de oposición a la dictadura con el diario La Época y las revistas Apsi y Hoy, entre otros– intencionaron el rumbo de su carrera. Nació en Valparaíso, creció en Viña del Mar y entró a Periodismo en la Universidad de Playa Ancha, la única que impartía la carrera en la región. “Me gustó mucho haber estudiado ahí. Mi formación académica hasta hoy le debe mucho a ese aprendizaje teórico, político y de conciencia social”. Tras un par de años pensó que las expectativas laborales eran mejores en Santiago. Cuando entró a la UC por admisión especial, ya estaba colaborando con la Zona de Contacto de El Mercurio. Desde entonces hace más de una cosa a la vez. “Mi experiencia en la Universidad Católica es comple-
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El lado femenino de Maza. Gloria y Una mujer fantástica no han agotado el interés de Gonzalo Maza por el mundo femenino. Su primer largometraje Todo lo que quieras es una historia de amor entre dos amigas.
“Soy versátil, pero es un poco a la fuerza. Cuando decides ser guionista no tienes los trabajos que quisieras, porque estás recién partiendo... No sé si me definiría así, pero creo que es una consecuencia inevitable de la precariedad de esta profesión”. como el docurreality Los Méndez y el programa Mira tú, de la productora Aplaplac. Su consagración en televisión llegó en 2017 con Bala Loca, la serie más aclamada por la crítica ese año, donde pudo armar su propio equipo de trabajo y tuvo total libertad creativa. En la pantalla grande debutó con XS, la peor talla, de 2003, y no reincidió hasta encontrarse con Sebastián Lelio. Coescribieron Navidad (2009) y El año del tigre (2011), antes de impactar a la audiencia con su asertividad para perfilar a mujeres que se escapan de los estereotipos. “Soy versátil, pero es un poco a la fuerza. Cuando decides ser guionista no tienes los trabajos que quisieras, porque estás recién partiendo. Estás obligado a tomar todos los trabajos que puedan llegarte, que habitualmente son diversos. En el caso mío lo empujé hacia el cine, pero tampoco puedes vivir solo de escribir películas. Es un factor que te da la reali-
Fotografía gentileza de fábula
tamente distinta a Playa Ancha, con muchos más recursos. No soy tan católico, había muchas cosas muy distintas a mi personalidad, un mundo que no conocía. Pero tampoco puedo decir que lo aproveché mucho. Trabajar y estudiar es una gran experiencia, pero al mismo tiempo es un poco agotadora”, declara. De su paso por la universidad recuerda con más cariño el uso intensivo que le dio a la biblioteca y los buenos amigos que conserva hasta hoy. Pero también le debe a ella la vivencia que le permitió vincular, en lo práctico, el Periodismo con el cine. “En mi último año me fui de intercambio a la Universidad de Texas, en Austin. Ahí tomé cursos de todo: de cine, de guion. Conocí a Rosental Alves, que me hizo uno de Periodismo en América Latina. Y le tomé el peso a estar en una ciudad súper cinéfila, súper llena de cines y de actividad cinematográfica. Un lugar con festival, con producción cinematográfica. La ciudad de Richard Linklater, de Robert Rodríguez, muy visitada por Tarantino. Entonces sentí que estaba en un lugar privilegiado y eso fue súper bueno, me ordenó. Me acordé de que me encantaba el cine. Y a la vuelta dije: ‘Voy a intentar ser guionista’”. Su primer trabajo, paralelo a sus funciones en el diario, fue en el año 2000, en el programa Mujer rompe el silencio, conducido entonces por la exdiputada Andrea Molina. “Eran historias de la vida real que uno transformaba en ficción. Mi primera escuela fue un melodrama televisivo súper estricto; o sea, teníamos mucha libertad para hacer lo que quisiéramos, pero no podía ser fome. Fue una súper buena formación de guion que obtuve trabajando, que es un poco también lo que pasa en el Periodismo. Uno aprende trabajando”. Después intervendría en formatos tan diversos
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La crisis de la página en blanco —¿Cómo es su proceso creativo? —En general, hacer un guion tiene dos etapas: una es muy colaborativa, donde trabajas con un director o un productor. En este momento existe mucha conversación y diálogo, se estrujan las ideas de todos para lograr entender qué es lo que se está pidiendo y, al mismo tiempo, qué es lo que se quiere que se haga. En el caso de los largometrajes con Sebastián han sido, además, extensas conversaciones. Luego, viene un proceso que es más para adentro; el de escritura. Es más angustioso, para todos los guionistas. Es la soledad ante el computador y la hoja en blanco. Es bien doloroso, no se pasa muy bien haciéndolo. O por lo menos yo no lo paso muy bien haciéndolo, pero es fundamental. —¿De dónde proviene el dolor que se experimenta frente a la hoja en blanco?¿Tiene que ver con buscar la perfección? ¿Con la inseguridad propia del escritor? ¿Con la necesidad de responder al encargo y obtener resultados? ¿A qué lo asocia usted? —En mi caso es porque uno huye de escribir, sobre todo ficción, porque la construcción de los personajes y de los conflictos te obliga necesariamente a pensar en tus propios problemas y en tus propias áreas más oscuras, más dolorosas, más sensibles o en recuerdos que no quieres recordar. Muchas veces se parece un poquito al psicoanálisis. He pensado mucho en este tema, en las herramientas que necesita el guionista, desde la psicología, para poder enfrentar este trabajo. Hay que aprender a manejar tus propios fantasmas. Pero no es masoquismo; es que, si uno de verdad está comprometido con contar una historia que trata los problemas más profundos de las personas, necesariamente tienes que pensar mucho en eso, y eso tiene un costo. Implica ponerte a ti mismo como referencia, a tus propios asuntos no resueltos. Eso hace que sea difícil de hacer y necesitas herramientas. En su estadía en la London Film School, Gonzalo Maza fue testigo de varias de las crisis personales que la escritura gatillaba en sus compañeros. Ver episodios de depresión y ansiedad lo llevaron a proponer al director de la escuela, el destacado cineasta y guionista Mike Leigh, que el programa incorporara un curso donde no solo se aprendieran nociones de psicología para la construcción de personajes, sino también para que los autores se sobrepusieran a las dificultades del ejercicio. “Cuando se lo comenté, le pareció inmediatamente algo muy necesario. Yo creo que cualquier guionista sabe de lo que estoy hablando. Esa crisis de la página en blanco no tiene tanto que ver con perfeccionismo. Tiene que ver más bien con que esa página en blanco, en realidad, es muy oscura”, afirma. —¿Siente que con el tiempo, ya casi 20 años dedicándose a esto, ha podido dominar o adquirir instintivamente esas herramientas para hacer frente a la hora de escribir? —Creo que algo he aprendido, pero siempre es difícil; nunca es algo que esté 100% dominado. Es parte de la pega, uno aprende eso también. Y tampoco ocurre con todo lo que uno escribe. Pasa con las historias que son particularmente complejas, cuando tratas de llevarlas a territorios más interesantes. Sin embargo, igual estás siempre ahí y eso es muy poco comprendido por la gente que no escribe guiones, 10
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“Uno huye de escribir, sobre todo ficción, porque la construcción de los personajes y de los conflictos te obliga necesariamente a pensar en tus propios problemas y en tus propias áreas más oscuras o en recuerdos que no quieres recordar”.
particularmente por los productores. Uno huye de escribir, y eso a veces genera atrasos. Pero huir no tiene que ver con no querer hacer el trabajo, al revés. Entonces se produce un segundo proceso de angustia. Dicho así pareciera un trabajo horroroso y es todo lo contrario: es increíble, lo disfruto mucho y por algo lo hago, pero es solo para valientes. —¿Pero dónde está el gusto, si es tan crudo? ¿En qué momento se produce la gratificación? —Eso es simple. El gustito está en que estás haciendo cine ¡Cine! Que es como lo más entretenido que alguien pueda hacer: es la mezcla de tus recuerdos, con tus sueños, con cosas que leíste en el diario, con las cosas que te gustaría que pasaran, con cosas que pasaron, que le pasaron a gente que conoces o a gente que no. Estás literalmente construyendo sueños, que son inexplicables y que no tienen necesariamente lógica; tienen un poco, pero no totalmente. Ser parte de ese proceso es siempre gratificante y es lo que lo te hace embarcarte una y otra vez. Ni siquiera sabes hasta dónde vas a llegar, o cuáles son los límites de lo que estás haciendo y eso es fascinante. Es maravilloso que ese sea tu problema.
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Fotografía gentileza de fábula
Construcción de sueños. Para Gonzalo Maza, la gratificación de su trabajo como guionista es la posibilidad de fabricar realidades que no necesariamente tienen lógica ni límites. En la fotografía los protagonistas de Una mujer fantástica.
“Es un tema que me importa y me interesa, porque siento que hasta incluso el hombre más feminista, el hombre más sensible a aquello que le pueda pasar a las mujeres, no tiene idea de lo que es ser una mujer”. dad, que no manejas. Pero se transforma en una gran escuela porque aprendes a adaptarte, y a crear distintos personajes, distintos tipos de películas, series o documentales que, finalmente, te hacen ser versátil. No sé si me definiría así, pero creo que es una consecuencia inevitable de la precariedad de ser guionista”, aclara. —¿Cómo ha podido compatibilizar todas esas ocupaciones? Por mucho tiempo para mí eso ha sido lo más difícil de todo: compatibilizar. Sin embargo, creo que era la única manera de hacerlo. Como buena parte de mi experiencia laboral ha sido de esa forma, he aprendido mucho de varias cosas simultáneamente. Estoy en ese dilema actual, el de concentrarme en un trabajo. Pero creo que ya di por perdida esa batalla y eso tiene que ver con mi personalidad. Necesito estar pensando en dos o tres labores simultáneas, porque salto de una a la otra y así no me aburro. En ese sentido, llegué a un acuerdo conmigo mismo de que va a ser más o menos así siempre. Pero por lo menos hoy puedo elegir, existen más recursos, es menos estresante que la vida que tuve antes. Y también pienso que todo el mundo está viviendo así. No creo que sea un problema solo de los guionistas; en la academia y en el Periodismo pasa algo similar. No está dado solo en un ámbito, creo que es un problema del país. Estoy rodeado de gente que me quiere y me comprende mucho. Eso ha sido fundamental. Mi mujer es espectacular, y a mi hijo lo admiro. Entonces, tengo mucha suerte en ese sentido. De otra forma, no habría sido posible.
Revelar lo que es ser mujer Junto a su esposa, la documentalista Carmen Luz Parot, y su hijo se fue a vivir a Londres el año pasado para cursar un máster en la London Film School. “Se trataba de escribir un guion en ese año, con mentores, con tutores y muy guiado. Para mí
sonaba súper bien porque podía concentrarme durante un año en hacerlo, y me daría las herramientas que estaba buscando. Resultó ser una buena decisión, porque estuve acá en un momento importante de mi carrera, y eso me ha ayudado mucho”, asegura. Como consecuencia, la Universidad de Exeter lo becó para un doctorado donde investigará cómo elaborar argumentos basados en hechos reales recientes. Por eso vivirá en Inglaterra al menos hasta 2021 y, mientras estudia, continuará tratando de incorporarse a la industria. Antes de dejar Chile, en 2016 grabó su primera película titulada Todo lo que quieras. La montó el año pasado junto a Andrea Chignoli y ya está lista, esperando encontrar su lugar en algún festival internacional y su fecha de estreno en Chile. En ella Mariana Derderián y Paloma Salas interpretan a dos amigas en sus treintas, compañeras de colegio, con crisis personales que se traducen en una amistad en conflicto. “Se pierden la una con la otra, lo que trae más problemas”, explica Gonzalo Maza, ahora también director, quien la define como una comedia romántica, con mucho humor, pero sobre todo empatía. Porque antes de que las tomas feministas florecieran en colegios y facultades de todo el país, mostrar lo difícil que es ser mujer ya era una de las principales preocupaciones de Gonzalo Maza. “Es un tema que me importa y me interesa, porque siento que hasta incluso el hombre más feminista, el hombre más sensible a aquello que le pueda pasar a las mujeres, no tiene idea de lo que es ser una mujer. Escribiendo la película, dirigiéndola y haciéndola me produjo esa sensación: que estamos muy lejos todavía. Hay muchas cosas por hacer todavía en términos de igualdad de derechos y también de sensibilidad respecto de lo que viven las mujeres –no solo en Chile, sino en todas partes del mundo– y lo difícil y duro que es todo para ellas. No termina de sorprenderme que, a pesar de toda la conciencia que hemos adquirido, este siga siendo un tema muy fuerte”. 11
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América Latina 2018:
un año incierto
La inseguridad y la corrupción son los problemas que más preocupan a la mayoría de los latinoamericanos. La incapacidad de los gobernantes para ponerles atajo explica, en gran parte, el desprestigio de la actividad política y la transversal desconfianza en las instituciones. En un año electoral decisivo para estas naciones, el fin de esta década puede significar un nuevo comienzo para la democracia de América Latina, pero ello requiere de voluntad política. Por Francisca Alessandri Cohn
francisca alessandri cohn. Es periodista y académica UC, magíster en Ciencia Política con mención en Relaciones Internacionales. Dirige el Proyecto “Encuesta Bicentenario” Universidad Católica-Adimark y coordina el comité de contenidos del Centro de Políticas Públicas UC. Se desempeñó como vicerrectora de Comunicaciones y Asuntos Públicos (2005 -2010).
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Fotografía Diario El Comercio de Perú
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El año 2018 estará marcado por la capacidad que tengan los países por superar los escándalos de corrupción. En efecto, más de 10 países han sido salpicados por el caso Odebrecht, la empresa constructora brasilera que desplegó una red de influencias mediante el pago de sobornos y financiamiento de actividades políticas. pesar de que los ciudadanos reconocen que la democracia es la mejor forma de gobierno, persiste una generalizada insatisfacción con su funcionamiento. Esto principalmente debido a la percepción de que se gobierna para unos cuantos grupos poderosos, (Latinobarómetro 2017), lo que explica la baja participación electoral en algunos países; la poca adhesión a los partidos tradicionales; la emergencia de nuevos movimientos; la multitud de candidatos independientes y el surgimiento de discursos de carácter populista. Si bien en los últimos cuarenta años la mayoría de los países ha optado por regímenes democráticos, en algunos de ellos las libertades básicas se ven amenazadas debido a cambios constitucionales que han permitido a los gobernantes perpetuarse en el poder, adaptando a su amaño la normativa. Otros sufren de una inestabilidad casi endémica, la que se manifiesta en el hecho de que cerca de 20 mandatarios no han conseguido terminar su período. Sin embargo, son acontecimientos recientes como el impeachment que alejó de la presidencia a Dilma Rousseff y la llegada al poder de Michel Temer, 14
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y la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski con el consiguiente traspaso de mando a Martín Vizcarra los que denotan una cierta fortaleza institucional, tanto en Brasil como en Perú, al sortear la crisis dentro del marco establecido. La inseguridad es uno de los temas que más afecta a los latinoamericanos, ya que impacta directamente en su calidad de vida. Con una creciente urbanización de la población, diversos países de la región enfrentan entornos de violencia producto del narcotráfico, la delincuencia y la extorsión, los grupos armados, las maras y las pandillas que asolan el espacio urbano. Según datos de The Economist, América Latina concentra el 38% de los asesinatos del mundo con solo el ocho por ciento de la población global, alcanzando la alarmante cifra de alrededor de 140.000 muertes violentas el año pasado. La debilidad institucional, la corrupción y la poca efectividad de las policías hacen difícil revertir las acciones de violencia, pese a ser una constante promesa de campaña electoral.
Clase media empoderada Con la tímida recuperación del crecimiento económico –se calcula que la región crecerá este año en promedio alrededor del 2%, un punto menos que el resto del mundo– pareciera que no hay espacio para refundaciones ni nuevos experimentos que alteren la apertura de las economías, la integración a los procesos globales y la participación en instancias multilaterales. En un entorno de desigualdad, el desafío
Brasil
Tras el golpe del martillo Polémica causó en Brasil la serie de Netflix O mecanismo que describe desde la ficción –pero basada en hechos reales– la extensa red de corrupción que tiene bajo investigación a buena parte de la elite política y, entre rejas, a destacados parlamentarios y empresarios, y –por primera vez en la historia brasilera– a un expresidente, símbolo de la meritocracia popular. La operación Lava Jato (autolavado) se hizo pública en 2014, cuando se descubrió una red de lavado de dinero en Curitiba, la que resultó ser parte del mayor “mecanismo de corrupción” de la historia brasilera, cuya operación consistía en lograr recursos mediante el sobreprecio que sistemáticamente pagaron empresas constructoras en contratos de obras públicas, en especial a Petrobras, con el fin de destinarlo al pago de favores de funcionarios, coaliciones y partidos políticos. El dinero blanqueado se reintegraba al sistema mediante negocios de fachada. El caso ha salpicado a tres partidos políticos, más de 40 políticos y dos exmandatarios, pero en definitiva, ha desacreditado a todo el aparato público brasilero y de diversos países latinoamericanos.
Líder encerrado. La persistencia del juez Moro por desentrañar la red de corrupción tiene al país dividido entre quienes aplauden el hecho de que nadie esté por sobre la ley, y quienes acusan de persecución vengativa, como en el caso del encarcelamiento de Lula da Silva en abril pasado.
La persistencia del juez Moro por desentrañar la red de corrupción tiene al país dividido entre quienes aplauden el hecho de que nadie esté por sobre la ley y quienes acusan de persecución vengativa. En este enfebrecido escenario se desarrolla la campaña electoral con miras a las elecciones presidenciales de octubre próximo, donde cualquier pronóstico parece arriesgado, especialmente luego de que Lula da Silva, quien encabezaba las encuestas, fuera encarcelado acusado de lavado de dinero y corrupción pasiva. Aunque varios nombres han surgido como posibles reemplazantes, la ausencia del sindicalista emblemático puede significar la irrelevancia del Partido de los Trabajadores, el PT, eclipsado por la figura de Lula y las acusaciones de corrupción, y la pérdida de la fuerza electoral del conglomerado de izquierda. El PT insiste en que Lula será candidato, pese a que la ley de “Ficha Limpia” impulsada durante su gobierno, excluye a quien sea acusado por corrupción. A pesar del embate sufrido por las fuerzas de izquierda, el panorama de la centroderecha no se presenta tan fácil. Su principal arma, el sentimiento anti-Lula, ya no tendrá el efecto esperado, lo que obliga a plantear una plataforma política más elaborada. El candidato de la extrema derecha, Jair Bolsonaro, diputado y militar retirado, ha exacerbado su faceta religiosa evangélica para atraer a los votantes desencantados por los casos de corrupción, enarbolando la idea del cambio e intentando sacar provecho de la gran desaprobación del gobierno de Michel Temer; pero sin una vigorosa plataforma de políticas sociales, tendrá una difícil tarea electoral. A meses de los comicios de octubre, una gran incógnita se cierne sobre Brasil. Con Lula en la prisión, la izquierda ha quedado sin líder y la centroderecha sin un referente adversario para hacer el contraste. En un ambiente de crisis, las fuerzas políticas están obligadas a reconfigurarse para dar respuesta a las demandas de una ciudadanía desencantada y enojada. Las elecciones debieran presentar la oportunidad para dar vuelta la página, dejando atrás las peores prácticas de la historia brasilera.
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País humillado. El ambiente previo a los comicios de julio está marcado por acusaciones de corrupción, una espiral de violencia y la búsqueda de una revaloración de la imagen de México, afectada por las humillantes declaraciones del Presidente Trump y su proyecto del muro fronterizo.
México
Detrás del muro Desilusionados del gobierno de Enrique Peña Nieto, los mexicanos enfrentan una campaña electoral agresiva ante los próximos comicios de julio. El ambiente está marcado por acusaciones de corrupción, una espiral de violencia y la búsqueda de una revaloración de su imagen, afectada por las humillantes declaraciones del Presidente Trump y su proyecto del muro fronterizo. Quien resulte elegido tendrá la compleja tarea de limar asperezas con Washington, implementar las nuevas condiciones del Tratado de Libre Comercio del Norte (NAFTA por sus siglas en inglés) y ganar la confianza de la ciudadanía. Un electorado desilusionado, frustrado y escéptico espera soluciones y respuestas a sus demandas. Ya no se hace ilusiones como hace seis años cuando el Partido Revolucionario Institucional (PRI) volvía al poder. Los candidatos lo saben y por ello han moderado su discurso, pero antes deben deshacerse de aquellos lastres que pueden indirectamente menoscabar su popularidad. José Antonio Meade, candidato de una coalición liderada por el PRI, promete terminar con la impunidad a pesar de que muchos de los casos de corrupción investigados se relacionan con su partido. La seguridad y la lucha contra la corrupción copan sus discursos en un intento por tomar distancia de la actual administración, en la que ejerció diversos ministerios. Además, espera que su especial preocupación por la situación de las mujeres y de los jóvenes se traduzca en un apoyo transversal. Su contendor de centroderecha, Ricardo Anaya también ha dedicado una atención especial a las mujeres, comprometiéndose a trabajar por la igualdad de género y terminar con la brecha salarial. El expresidente del Partido de Acción Nacional (PAN) confía en atraer los votos de los priístas desilusionados, pero su flanco más débil se refiere a las investigaciones en curso por presuntas irregularidades en la compra y posterior venta de una propiedad. Quien apuesta a la “tercera es la vencida” es Andrés Manuel López Obrador, también conocido como AMLO, a quien los sondeos le dan una cómoda ventaja. El tres veces candidato y ahora representante de una coalición de la que forma parte el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) que el candidato lidera, ha optado por un mensaje moderado –para morigerar sus posturas más radicales de las campañas anteriores– con un fuerte acento nacionalista, lo que ha calado hondo como respuesta al discurso insultante de Donald Trump. Sus propuestas, poco realistas para sus adversarios, apuntan a combatir la desigualdad que asola a México y terminar con las malas prácticas. El escritor e historiador mexicano Enrique Krauze, en El estallido del populismo (Coordinador Álvaro Vargas Llosa, editorial Planeta 2017, p. 54), afirma respecto de López Obrador: “Mi tesis es que no es un liberal ni un revolucionario (a la mexicana) sino un caudillo con un aura religiosa: un redentor”. Habrá que ver si es este discurso con ciertos aires mesiánicos el que favorecen los mexicanos en las urnas.
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Calendario electoral américa latina febrero
costa rica
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el salvador Elecciones legislativas y municipales Marzo
colombia
Elecciones legislativas (Senado y Cámara de Representantes)
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Elecciones generales (presidenciales, parlamentarias, gobernadores y parlamentario del Parlasur)
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Segunda vuelta elecciones presidenciales
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abril
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En un entorno de desigualdad, el desafío para los gobernantes radica en continuar por la senda del progreso paulatino, intentando responder a las aspiraciones por conseguir ciertos beneficios propios del desarrollo por parte de quienes aún no tienen acceso a ellos . para los gobernantes radica en continuar por la senda del progreso paulatino, intentando responder a las aspiraciones por conseguir ciertos beneficios propios del desarrollo por parte de quienes aún no tienen acceso a ellos. Este objetivo no parece posible sin las necesarias reformas estructurales que permitan transitar de países exportadores de materias primas a productores de valor agregado. Es lo que demanda la nueva clase media. En efecto, la reducción de la pobreza y la disminución de la desigualdad en la última década, así como el mayor acceso a la educación y a los bienes de consumo, han permitido la emergencia de una gran clase media –conformada por emprendedores, trabajadores calificados y técnicos– que reclama eficiencia del Estado, probidad y
eficacia a la clase política. Es este sector, precisamente, el que exige transparencia en la administración pública, igualdad ante la ley y total intolerancia al conflicto de interés. Estas son parte de las exigencias que enfrentarán los gobernantes que sean elegidos en los ocho comicios fijados para este año y que involucran al 75 por ciento de los habitantes de la región. Particularmente cruciales son los procesos electorales realizados en Colombia y los de México en julio y Brasil en octubre. De la capacidad de dar respuesta efectiva a las demandas de una ciudadanía empoderada dependerá el apoyo y la gobernabilidad de dichos mandatos. Igualmente clave para la convivencia regional significa el alejamiento del poder formal de Raúl Castro (quien continúa 17
Colombia
Desacuerdos de paz El próximo Presidente de Colombia tendrá la compleja tarea de implementar los acuerdos de paz que consiguieron desmovilizar a la guerrilla más antigua de América Latina: las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), cuya lucha armada ocasionó miles de víctimas y millones de desplazados. Juan Manuel Santos deja el poder luego de conseguir el desarme de las FARC –lo que le valió el Premio Nobel de la Paz– pero en un ambiente crítico respecto de algunos puntos del acuerdo, especialmente en lo que se refiere a la posibilidad de enjuiciar a los líderes guerrilleros. También ha sido tema de debate su participación parlamentaria garantizada, al otorgarles el derecho de contar con 10 escaños, representatividad muy superior a la que se evidenció en las elecciones legislativas de marzo pasado, comicios en los que el partido de los ex FARC obtuvo una muy baja votación y en los que sus candidatos sufrieron constantes contramanifestaciones por parte de una población que no olvida los 50 años de enfrentamientos. Es explicable entonces, que el tema que se impusiera durante la campaña fuera la implementación de los acuerdos. Episodios como la presunta participación de uno de los exlíderes guerrilleros en acciones de narcotráfico y la solicitud de extradición por parte de Estados Unidos, así como el asesinato de un equipo periodístico en la frontera con Ecuador perpetrado presuntamente por guerrilleros disidentes, demuestran la complejidad que implica terminar con la violencia.
Perpetuar la paz. El nuevo mandatario colombiano deberá implementar los acuerdos de paz que consiguieron desmovilizar a la guerrilla más antigua de América Latina, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La desmovilización de las FARC representa un paso significativo para pacificar a un país que, en su historia reciente, ha sufrido los embates violentos del narcotráfico –convirtiéndose en el mayor productor de cocaína del mundo–, de los paramilitares y de diversos grupos guerrilleros. Algunos como el M-19 antes y ahora las FARC han optado por dejar las armas y reinsertarse en la vida democrática, pero otros, como el Ejército de Liberación Nacional, siguen por la vía armada a pesar de haber expresado su voluntad de negociar. Al momento del cierre de esta publicación, los resultados de la primera vuelta electoral pronosticaban una intensa contienda con miras al balotaje del 17 de junio entre Iván Duque, quien para ganar la presidencia requería demostrar independencia de su mentor, el expresidente Uribe y dar señales de adecuación para implementar los acuerdos de paz, y el exguerrillero Gustavo Petro, quien por primera vez consiguió poner a la izquierda política cerca del sillón presidencial. El futuro gobierno deberá enfrentar un entorno político polarizado y su mayor desafío será posibilitar el tránsito hacia un país seguro y pacífico, donde el estado de derecho rija en todo su territorio.
La crisis venezolana plantea una dura prueba de coherencia para América Latina y sus organismos multilaterales, cuya agenda ha estado caracterizada por la defensa de los derechos humanos y el resguardo de la democracia. como secretario general del Partido Comunista) y las expectativas de casi 60 años de que el régimen cubano dé señales reales de apertura política. Esto podría, a su vez, impactar positivamente en la búsqueda de una salida a la grave situación de Venezuela. A la crisis económica y humanitaria en que se encuentran sometidos los venezolanos, se añade el quiebre institucional producto del desmantelamiento por parte de Nicolás Maduro del poder legislativo, de mayoría opositora, el que fuera reemplazado en sus funciones por una Asamblea Constituyente afín al chavismo, dándole carta blanca para convocar anticipadamente a elecciones presidenciales, lo que derivó en el quiebre de la mesa de negociaciones en que participaban representantes de la oposición y varios países de la región (entre ellos Chile) como observadores. La ausencia de una competencia electoral efectiva debido a la desarticulación de las fuerzas opositoras por persecución, encarcelamiento o exilio forzado de sus líderes quitó toda legitimidad al proceso. 18
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La crisis venezolana plantea una dura prueba de coherencia para América Latina y sus organismos multilaterales, cuya agenda ha estado caracterizada por la defensa de los derechos humanos y el resguardo de la democracia. A pesar de ello, en el caso venezolano, la región no ha logrado impulsar una estrategia decidida en la defensa del pluralismo democrático. El no intervencionismo o el supuesto antiimperialismo no deberían servir de excusas para amparar las prácticas antidemocráticas de Maduro. Ello quedó de manifiesto en la Cumbre de las Américas –realizada en Lima a mediados de abril con gran convocatoria– la que no solo fue opacada por la ausencia de Donald Trump –evidenciando la escasa relevancia que la región tiene para la administración norteamericana–, sino también por la dificultad para lograr una actuación multilateral de los países del continente, con miras a consensuar una condena y no una mera “preocupación” por el quiebre democrático en Venezuela. La realización de las ilegítimas elecciones presidenciales obliga a tomar me-
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Los cambios institucionales orientados a reforzar la democracia y a desterrar las malas prácticas, así como las investigaciones judiciales destinadas a desentrañar las redes de corrupción, contribuyen a fortalecer el sistema político latinoamericano. didas sancionatorias decididas por parte de los gobiernos latinoamericanos, liderando en los organismos internacionales acciones tendientes a recuperar la democracia venezolana. También parece necesario un pronunciamiento respecto de las medidas represivas del gobierno de Daniel Ortega frente a las demandas democratizadoras en Nicaragua, las que han cobrado numerosas víctimas, y un apoyo decidido al proceso de negociación en curso. La firma del compromiso de Lima contra la corrupción puede constituir un paso decisivo para preservar la gobernabilidad democrática, cuya consecución depende de la fortaleza y la capacidad de inclusión de las instituciones (Acemoglu y Robinson: Por qué fallan las naciones), las que se ven vulneradas y desprestigiadas, derivando en entornos políticos inciertos. Afectados por la dramática pérdida de credibilidad en las instituciones, fenómeno global pero que se manifiesta con mucha fuerza en la región debido a la corrupción, los países experimentan bajos índices de confianza, tanto en el ámbito público como privado. Solo las iglesias sobresalen en algunos sectores. Frente al transversal desprestigio de la actividad política, una agenda valórica y hasta religiosa tiene una especial acogida, como ha sido el caso de candidatos cuyo principal atributo político es representar un cariz cristiano evangélico, consiguiendo gran apoyo tanto en Costa Rica como en Brasil.
La sombra de la desconfianza Acrecentada por sucesivos escándalos, sospechas y denuncias, la desconfianza se ha convertido en terreno fértil para el surgimiento de líderes carismáticos, protagonistas de un discurso atractivo, aparentemente apolítico, lo que les permite atribuirse cierta superioridad moral frente al político “tradicional”. Su mensaje populista crea expectativas, ya que todo pareciera ser posible y, en sus promesas, se comprometen recursos públicos muchas veces inexistentes. Como antes lo fuera la ideología, hoy el personalismo populista con rasgos nacionalistas se ciñe como una creciente amenaza en diversos países de la región. Su apoyo –muchas veces– radica en acoger la demanda ciudadana por terminar con las prácticas corruptas. Y es que 2018 estará marcado por la capacidad que tengan los países por superar los escándalos de corrupción. En efecto, más de 10 países han sido salpicados por el caso Odebrecht, la empresa constructora brasilera que desplegó una red de influencias mediante el pago de sobornos y financiamiento de actividades políticas. Si bien varios mandatarios han debido dar explicaciones, fue el Presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, quien se vio obligado a renunciar tras
la presión parlamentaria. Con un Parlamento dividido y con fuerzas políticas en pugna debido al enfrentamiento que protagonizan los hermanos Fujimori, Martín Vizcarra, bien evaluado por su eficaz gestión edilicia anterior –pero no exento de acusaciones de malas prácticas– promete sortear la crisis rodeándose de un gabinete diverso y con redes de apoyo. Mandatarios y altos funcionarios de gobiernos latinoamericanos han sido manchados por los escándalos de corrupción, en algunos regímenes la información se ha ocultado, pero en muchos, los tribunales actúan, como en Argentina, donde la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner es sujeto de una investigación por supuestas irregularidades ocurridas durante su gobierno y el de su marido. En medio de un clima marcado por procesos judiciales producto de la corrupción, las grandes democracias latinoamericanas enfrentan elecciones decisivas; en el caso de Colombia, donde también se investiga el financiamiento brasilero de actividades de la campaña de Juan Manuel Santos, la implementación de los acuerdos de paz ha sido el gran tema en discusión, mientras que en México y Brasil las indagatorias judiciales en curso son determinantes para los resultados y también para la revaloración de las instituciones democráticas (ver recuadros). El presente ciclo electoral definirá el futuro político de la región, la que, pese a sus esfuerzos integradores, no siempre logra definir un destino común. Sin todavía capacidad y voluntad de actuar en bloque (Bicentenario 2016 para el caso chileno), subsisten las diferencias que dificultan los procesos de cooperación. Iniciativas como la Alianza del Pacífico parecen bien encaminadas para conseguir caminos de trabajo conjunto, convocando a otras instancias multilaterales, como el Mercosur, para posibilitar relaciones fluidas y armónicas que persigan beneficios comunes en la vecindad. De allí que no sea indiferente para el destino inmediato de la región, el resultado de los procesos políticos en curso, especialmente el de Brasil, de cuyo desempeño dependen, en gran medida, las economías regionales. Los cambios institucionales orientados a reforzar la democracia y a desterrar las malas prácticas, así como las investigaciones judiciales destinadas a desentrañar las redes de corrupción, contribuyen a fortalecer el sistema político latinoamericano, procurando procedimientos transparentes y confiables, lo que puede ayudar a superar la crisis de confianza que tiene a la actividad política sumida en el descrédito. La década que termina puede significar un nuevo comienzo para la democracia de América Latina, pero ello requiere de voluntad política. 19
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Chile: país de
analfabetos
financieros El 70% de los chilenos no entiende cómo calcular una tasa de interés simple y muestra un desempeño por debajo de los países latinoamericanos, muy lejos del promedio de la OCDE. La siguiente investigación analiza y discute el impacto de esta realidad, donde el ingreso, el nivel educativo o el sexo se alzan como factores clave para entender esta situación en nuestro país. Por diego sandoval rodríguez
Diego Sandoval Rodríguez. Es historiador y magíster en Sociología de la Universidad Católica. Además, es investigador del Centro de Políticas Públicas de la UC.
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edir o no un crédito de consumo. Comprar o no en cuotas. Ahorrar o invertir. Arrendar o comprar. Son decisiones que inciden en las finanzas de las personas, en una sociedad en que las alternativas de gasto o inversión se han multiplicado. Entre los factores que explican este hecho se encuentra la mayor diversificación y oferta en las formas de financiamiento, un acceso más amplio y temprano al sistema financiero formal, y un régimen de pensiones y salud que demandan un manejo más acabado de ciertos conceptos técnicos por parte de los individuos. En este contexto, se enfatiza la importancia de contar con un conocimiento básico que permita a las personas entender los riesgos y oportunidades a las que se enfrentan, especialmente en países donde se advierten mayores grados de pobreza y desigualdad. ¿Cuentan los chilenos con estas herramientas? No todos. En 2017, el Centro de Políticas Públicas de la UC realizó una encuesta representativa a nivel nacional para indagar sobre la alfabetización y el comportamiento de las personas en este
ámbito. Los resultados muestran que el rendimiento es bajo e insatisfactorio. En una escala de 1 a 7, el promedio de los chilenos es de 3,4. La evaluación indagó en conocimientos sobre interés simple, interés compuesto, inflación, rentabilidad, diversificación del riesgo, fluctuación del mercado y conocimiento sobre el crédito. Además, la investigación realizó un análisis a nivel internacional, en el que se consideraron tres variables (Xu y Zia, 2011, y Atkinson y Messy, 2012). En la comparación, Chile obtuvo un rendimiento del 47%, debajo del de otros países de la región, como México con un 54% y Perú con un 59%; bastante inferior al promedio OCDE de un 64% (ver gráfico página 24).
En deuda con la educación financiera El estudio indagó también en el acceso y el comportamiento de las personas en esta materia. En todas las dimensiones los resultados se encuentran fuertemente diferenciados por variables como el sexo o la edad y, sobre todo, por el nivel socioeconómico (NSE). En cuanto a la alfabetización o conocimiento, las personas de NSE alto alcanzan un promedio de 4,1 respuestas correctas, en comparación con un 2,9 en las personas de NSE bajo. Además, las mujeres de NSE bajo son las de peor desempeño (2,9).
Desajuste entre percepción y realidad Existe una diferencia entre la autoeficacia financiera percibida (4,5) y el desempeño (3,4). Sin embargo, eso no implica necesariamente que personas que se autoevalúen de mejor manera tengan peor desempeño.
0 100 200 300 400
Sin autocrítica. El gráfico compara la distribución de los puntajes reales de la prueba de alfabetización (color gris); versus la autoevaluación sobre conocimientos financieros de cada persona (color celeste). En la imagen vemos los dos gráficos sobrepuestos.
FRECUENCIA
Alfabetización financiera Puntaje real Autoevaluación
0
1 2 3
4 5 6
7
NOTA Fuente: Centro de Políticas Públicas de la UC.
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Ahorrar para surgir: Iniciativas de educación financiera en Europa Una de las iniciativas más relevantes implementada en Europa ha sido desarrollada en Alemania a través del programa Sparkassen. Las raíces históricas de este sistema se remontan a 1778, cuando se fundó en Hamburgo la primera caja de ahorros con miras a encontrar soluciones para combatir la pobreza. Por medio de pequeños depósitos de la población de bajos ingresos, se fomentaba el ahorro para tiempos de necesidad, o bien se acumulaban para apoyar el surgimiento de pequeñas empresas en la región y se promovía el desarrollo económico. Este modelo de participación de los ciudadanos para el mejoramiento, tanto de sus finanzas como de la economía local, se expandió rápidamente en Alemania y, a lo largo del tiempo, logró preservar el fuerte mandato social con el que se originó. En 1924, las tres asociaciones nacionales de cajas de ahorro existentes se fusionaron para formar la Confederación Alemana de Cajas de Ahorro (DSGV, por sus siglas en alemán), la cual opera hasta
PAÍSES INICIATIVAS ALEMANIA
Programa Sparkassen
ESPAÑA
Plan de Educación Financiera
FRANCIA
Instituto para la Educación Financiera
italiA
Programa de Escuelas e Institutos
reino unido Servicio de Asesoramiento del Dinero Fuente: Centro de Políticas Públicas de la UC.
nuestros días, con sedes en Bonn y Berlín. Esta representa los intereses del Sparkassen-Finanzgruppe o Grupo Financiero Alemán de Cajas de Ahorro, actualmente uno de los mayores grupos financieros a nivel mundial. En la tabla vemos iniciativas de otras naciones de Europa.
Por otra parte, hombres y personas de alto nivel socioeconómico usan productos más sofisticados (inversiones en bolsa, créditos hipotecarios, cuentas corrientes). Las mujeres y personas de estatus socioeconómico bajo tienen menos productos financieros; tienden a endeudarse en mayor medida con supermercados, cajas de compensación y servicios básicos y a demostrar menores niveles de planificación, cotización y ahorro. Por el contrario, los grupos de mayor nivel socioeconómico demuestran comportamientos más deseables en esta materia. ¿Mayores niveles de alfabetización financiera mejoran el comportamiento de las personas? Los resultados de esta investigación ahondan en esto y dan algunas luces para la política pública. Sin embargo, no se advierte correlación entre estos dos aspectos. La investigación establece que, para predecir un comportamiento financiero, el NSE o el sexo de las personas son mucho más relevantes. Lo que sugiere este resultado es que, si el objetivo de la política pública es modificar la conducta financiera de la población, el aumento de sus niveles generales de desempeño financiero no debiera ser la única estrategia. La literatura internacional y el aprendizaje de otras investigaciones indican que las capacitaciones e instancias de educación son efectivas cuando están estructuradas y dirigidas a un grupo específico, tomando especial atención a sus características y experiencia biográfica. Por el contrario, programas masivos que ofrecen entrenamientos generales no suelen conseguir efectos significativos. Así, las conclusiones sugieren que esta es una arista más de las múltiples dimensiones que toma la desigualdad en Chile y que, como tal, su tratamiento es complejo y debe abordarse de manera integral. Este planteamiento enriquece la discusión y desafía ciertos lugares comunes que se manejan en el discurso
Fuente: Sparkassenstiftung für Internationale Kooperation
¿Mayores niveles de alfabetización financiera mejoran el comportamiento de las personas? La investigación establece que, para predecir un comportamiento financiero, el NSE o el sexo de las personas son mucho más relevantes. público, donde la pobreza se comprende como el resultado de malas decisiones a nivel individual.
Los grupos prioritarios La evidencia empírica presente en la literatura muestra que los programas de educación financiera pueden ser efectivos, pero para ello necesitan atender las necesidades específicas y características de los grupos destinatarios. Tomando esta noción como punto de partida, mediante un análisis estadístico se generaron clusters (o grupos) de individuos en la muestra, según su comportamiento financiero y, a través de este proceso, se indagó en subpoblaciones que pueden beneficiarse de programas de entrenamiento hechos a la medida. En particular, se detectaron tres subgrupos relevantes: el primero está compuesto por mujeres pobres endeudadas, con bajo acceso al sistema financiero, poco potencial de ahorro, baja planificación cotidiana y escasos niveles de cotización. El segundo lo integran adultos mayores empobrecidos por su salida del mercado laboral, en general con bajos ingresos y 23
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La evidencia empírica presente en la literatura muestra que los programas de educación financiera pueden ser efectivos, pero para ello necesitan atender las necesidades específicas y características de los grupos destinatarios.
prueba de alfabetización en perspectiva internacional Resumen de resultados descriptivos. Holanda
71%
Hungría
71%
Estados Unidos
71%
Irlanda
70%
Alemania
70%
Reino Unido
70% 68%
Estonia
65%
Polonia
64%
Promedio OCDE República Checa
61% 61%
Albania
59%
Perú Malasia
57%
Sudáfrica
56%
Japón
56% 56%
Islas Vírgenes
56%
Armenia
55%
Indonesia
54%
México Chile
47% 38%
India Fuente: Centro de Políticas Públicas de la UC.
Mala evaluación. El gráfico muestra el porcentaje de respuestas correctas en los tres ítems utilizados para comparar a los diferentes países (interés compuesto, inflación y diversificación del riesgo).
poco acceso a la banca formal, que se ven forzados a recurrir a formas de financiamiento más precarias (como supermercados o cajas de compensación). Finalmente está el grupo de mediana edad, muy involucrados con el sistema financiero, con alto acceso y elevados niveles de deuda, pero con baja planificación y grados de cotización. Esta caracterización es gruesa y debe nutrirse con información cualitativa si se busca generar capacitaciones que sean de verdadera utilidad, pero de todas maneras entrega lineamientos de sectores reconocibles de nuestra sociedad, cuya situación de desigualdad estructural se puede estar acentuando por un manejo más pobre de información sobre productos y conceptos económicos. A principios de 2018, se realizaron modificaciones a la Ley General de Educación que establecieron la incorporación obligatoria de programas de educación financiera en las escuelas. La evidencia de PISA 2015 muestra que muchas de las diferencias encontradas en estudios enfocados en la población adulta (como este) no se encuentran presentes en los escolares. En este sentido, se debe expandir la investigación para generar una política pública de adiestramiento contingente y de verdadera utilidad para contribuir con la reducción de la amplia brecha salarial en el país.
Comportamiento financiero En este gráfico se ve el porcentaje de individuos que muestran un “buen comportamiento financiero” por nivel socioecónomico1 (NSE). 69,5%
0,6
Alto
NSE
Medio
Bajo
60,9%
60,7%
57,6%
56,8%
Frecuencia relativa
53,6%
53,1% 44,3%
43,2%
0,4
44,6%
43,1%
38,1%
36,1%
28,8% 25,1%
0,2 8% 3,3%
6,1%
0,0 Ahorro
Cotización
Deuda
Fin de mes
Morosidad
Presupuesto
Fuente: Centro de Políticas Públicas de la UC.
1 En la figura se muestran indicadores dicotómicos de comportamiento. Fin de mes hace referencia a si la persona declara tener dificultades monetarias para terminar el mes.
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canon personal
Daniel Hurtado sepúlveda
Fusión de
música y
Reconocido recientemente por el WEF (World Economic Forum) como uno de los 50 mejores científicos sub 40 del mundo, este ingeniero civil estructural de la UC es creador de un modelo matemático que permite estudiar los infartos al corazón y las enfermedades pulmonares. Hijo de padres chilenos, pero nacido en Venezuela. Hoy, a sus 39 años, vive en paralelo sus dos pasiones: la familia y la música. Por Paulina Valenzuela GERLACH y Virginia Soto-Aguilar Cortínez Fotografías de César cortés dellepiane 26 revista universitaria
canon personal
¿Ingeniero o astronauta? En mi casa las Matemáticas y la Física siempre estuvieron presentes. Mi mamá es economista y mi papá ingeniero civil. A él le gustaba la construcción, entonces con mis cinco hermanos construíamos ciudades gigantes de lego. Algo que me marcó fue que cuando yo tenía como siete años mi papá llegó con el primer computador personal a la casa. Soy de los años 80, entonces un computador en la casa era impensable en Latinoamérica. Él programaba en este aparato y eso me llamaba la atención. Esa exposición a las Matemáticas que yo tuve me empujó a seguir ese camino. Incluso, cuando era muy chico quise ser astronauta, me gustaba el tema de la Astronomía, pensaba mucho en eso, así que siempre tuve una orientación bien científica.
Su inspiración Mi labor se centra, entre otros aspectos, en modelación matemática y simulación computacional en Ingeniería Biomédica. Dentro de mi grupo de investigación atacamos dos grandes sistemas del cuerpo humano: el respiratorio y el cardiovascular. El foco siempre es el mismo: usar herramientas de biomecánica para entender estos sistemas y relacionar eso con enfermedades, a fin de buscar posibles soluciones o curas. Ahora, en los últimos años en que he estado dedicado fuertemente a mi investigación, me ha inspirado un profesor del MIT que se llama Bob Langer. Es una persona que supo acercarse muy bien a la investigación fundamental, una investigación muy dura, para resolver las problemáticas más importantes de la Medicina. Es un científico tremendo no solamente porque es uno de los más citados, sino que además es uno de los que tiene más patentes a su haber y también me atrevería a decir que es de los que tiene más empresas en torno a las tecnologías que ha desarrollado. Él ha logrado algo muy difícil: llevar la ciencia a empresas que transfieren a la sociedad lo que él ha investigado.
Ciencia para niños La familia también es una pasión para mí. Soy padre de tres hijos, entre los diez y los tres años. Me gusta mucho estar con ellos, porque la carrera académica es emocionante, pero es muy exigente y es fácil sumergirse en ella y dedicarle muchas más horas de las que uno le destinaría a un trabajo normal. Entonces, cada minuto que puedo darle a mis hijos lo aprovecho. Los disfruto mucho, juego con ellos, trato de enseñarles un poco de ciencias también. Uno de mis hijos me dijo una vez: “Papá, tú no eres como todos los papás, tú siempre estás jugando con nosotros a hacer experimentos o nos enseñas algo de matemáticas, o nos haces ver cosas que los demás papás no”.
Música en el alma Yo diría que mi segunda pasión después de la ciencia es la música. De niño, impulsado por mis papás, entré en el Conservatorio en Venezuela –nací en ese país, de padres chilenos, y nos devolvimos cuando yo tenía diez años–. Cuando regresamos a Chile seguí en el Instituto de Música UC y estudié violín.
Hoy el ritmo que más me gusta es el jazz, y de hecho he estudiado mucho de improvisación en bajo eléctrico. Con profesores de la Escuela de Ingeniería tenemos la iBand. Con ellos ensayamos para un concierto que damos con el Coro de Ingeniería y que nos permite mucha interacción con los alumnos. De pequeño uno de mis ídolos musicales era Flea, el bajista de Red Hot Chili Peppers. Cuando viví en Estados Unidos, toqué bajo eléctrico con la big band de la universidad (Instituto de Tecnología de California) durante cuatro años. El director, que siempre traía músicos invitados para los conciertos ¡llegó un día con Flea! Tuvimos un par de ensayos con él y luego dimos un concierto abierto, donde compartimos escenario: ¡yo tocaba el bajo eléctrico y él la trompeta! La música es un lenguaje, así como son las Matemáticas, pero es un lenguaje difícil. Uno tiene que estudiar mucho para poder lograr fluidez. Lo mismo pasa con las Matemáticas, que es una disciplina que posee conceptos que se van construyendo por capa. En el minuto que uno llega a comprender bien ese idioma, a poder hablarlo, comienza la creatividad, y en ciencias pasa lo mismo.
Daniel Hurtado. Es ingeniero civil estructural de la UC, con magíster y doctorado por el California Institute of Technology. Sus áreas de investigación más destacadas son: Biomecánica y Biofísica Computacional; Modelación en Ingeniería Biomédica; Matemáticas Aplicadas y Computación Científica. Actualmente pertenece a la Facultad de Ingeniería y al Instituto de Ingeniería Biológica y Médica, ambos de la UC.
BUEN CORAZÓN. El foco de su trabajo es usar herramientas de biomecánica para entender el sistema cardiovascular y respiratorio, y relacionar eso con enfermedades para encontrar posibles curas.
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fotografĂa cĂŠsar cortĂŠs
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revista universitaria
reportaje
Aprender a filosofar:
La raíz del pensamiento
crítico
¿De dónde venimos? ¿Hay vida después de la muerte? ¿Para qué vive el hombre? Son los grandes cuestionamientos de todos los tiempos que cada ser humano se plantea en algún momento de su vida y que no necesariamente tienen respuesta clara. A ellos se suma una nueva interrogante: ¿Hay una edad para empezar a preguntárselos? Desde el año 2016 hasta la fecha se inició un proceso de replanteamiento acerca de la educación de la Filosofía en los colegios, materia que por antonomasia ayuda al planteamiento y reflexión de estas inquietudes. Ante la incógnita de qué ocurrirá con la asignatura, Revista Universitaria analiza la necesidad de su estudio en la infancia y la juventud.
Por Virginia Soto-Aguilar Cortínez Fotografías de CÉSAR CORTÉS DELLEPIANE
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reportaje
n la antigua Grecia, los filósofos eran considerados los más sabios e inteligentes de la época. Al mismo tiempo, Sócrates fue condenado a morir bebiendo cicuta por haber expresado sus ideas en contra de la creencia en los dioses ancestrales y por corromper a los jóvenes atenienses. Tras dos milenios y medio, la Filosofía sigue ocupando un lugar protagónico en la sociedad. ¿Es esta disciplina suficientemente valorada por los colegios? La situación chilena ha estado en la polémica. En 2016 se anunció que la asignatura sería eliminada del currículum y no se seguiría impartiendo como se hace hasta la fecha: Psicología en tercero medio y Filosofía en cuarto medio. Los diferentes actores del mundo académico reaccionaron y, durante dos años, el Ministerio de Educación ha estado revisando el tema asesorado por diferentes expertos. En abril de este año se dio a conocer una nueva resolución. En conformidad con el acuerdo nº 054/2018 referido al marco curricular y bases curriculares, el Consejo Nacional de Educación informó que “se valora la inclusión de esta asignatura en la formación general común de tercero y cuarto medio”. Es decir, se eliminará la asignatura de Psicología en tercero medio y se enseñará Filosofía en ambos cursos. También se aprobó un ramo de profundización electiva para la modalidad científico-humanista, “Poder, política y sociedad”. ¿Se ha ganado con ello la partida? Marisa Meza, académica de la Facultad de Educación de la UC, experta en didáctica, quien educa a licenciados en Filosofía para que sean profesores en la materia, aclara que se ha triunfado a medias. “Este anuncio es muy importante porque significa la presencia de la asignatura en tercero y cuarto medio y que será
ofrecida a todos los jóvenes de Chile, independiente del tipo de colegio: los de la formación científico-humanista, los de la técnico-profesional y los de la artística. Pero nos preocupa la definición de los contenidos”, expresa Marisa. Lo anterior se refiere a que, a la fecha, el Consejo no ha aprobado en su totalidad la propuesta pedagógica que le entregaron los expertos, luego de hacer una exhaustiva investigación acerca del currículum del ramo en Chile y en diferentes países. La proposición detallaba la forma y el modo de enseñanza, que era parte fundamental de la polémica puesto que internacionalmente existen maneras más actualizadas de impartir esta materia.
Mientras antes, mejor Para Mariano de la Maza, académico de la Facultad de Filosofía de la UC, la enseñanza de esta disciplina es fundamental en la etapa escolar: “Es relevante por la misma razón que todos los hábitos importantes para la vida se deben adquirir desde temprano, para que den frutos efectivos en la edad más madura. Es el caso de la capacidad de respetar y escuchar a los demás, sin importar las diferencias sociales y culturales; tolerar las posiciones con las que no estoy de acuerdo; entrar en diálogo para tratar de convencer y la capacidad de reconocer problemas relevantes y examinarlos en forma analítica y reflexiva, entre otros”. En su opinión, quienes no desarrollan desde una edad temprana actitudes y habilidades propiamente filosóficas tienden a adoptar y repetir, sin discernimiento, preferencias y opiniones recogidas de las más diversas y heterogéneas fuentes. “Al no contar con hábitos de comunicación argumentativa y de tolerancia, es más fácil que cedan a la tentación de intentar imponer sus deseos y puntos de vista por la fuerza o en formas poco honestas, y que experimenten frustraciones mal canalizadas, incluso potencialmente violentas, si no consiguen sus objetivos”, añade el académico.
“Es importante (la enseñanza de Filosofía) por la misma razón que todos los hábitos importantes para la vida se deben adquirir desde temprano, para que den frutos efectivos en la edad más madura”, afirma el académico Mariano de la Maza.
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La disposición incondicional de los ocho años Tania Carrión, profesora de Filosofía de la Universidad
Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE), enseña hace 26 años en el colegio Trewhela’s. Apenas terminó sus estudios universitarios conoció el programa de Filosofía para niños, creado por el filósofo estadounidense Matthew Lipman en 1969. Participó en una investigación práctica en el colegio Manuel de Salas y lo empezó a implementar en el Trewhela’s en el año 2000. “Tuve que acostumbrarme a enseñar a niños de educación básica, lo que es muy diferente a las clases en enseñanza media. Uso el manual de Lipman que es bien desconocido, sirve para acompañar la lectura de sus novelas para enseñar Filosofía. Cada novela viene con un manual que sugiere formas interrogativas, tipos de ejercicios y tópicos que puedes encontrar. Porque hay un peligro de que esto se convierta en lectura de los libros de manera literaria, sin aprovechar las posibilidades filosóficas”, cuenta la profesora. Tania usa tres novelas de Lipman: Pixy, que aborda temas de Filosofía del lenguaje; Ari, que permite enseñar lógica proposicional aristotélica; y Elisa, que plantea problemas de tipo moral. En cada clase proyecta la novela en el pizarrón y los niños leen en voz alta. De ese modo va abordando los temas en el orden que planteó Lipman al escribir su texto y eso le permite abarcar la totalidad de los tópicos. “A los niños les encanta leer en voz alta y enganchan rápidamente con las novelas porque sus protagonistas son niños que se enfrentan a situaciones que les ocurren a ellos también”, relata. “En clases se aprende, por ejemplo, cómo hacer una buena pregunta. Esto es lo que nos convierte en grandes pensadores. Yo les doy opciones y ellos van buscando alternativas también. Mientras, van valorando el arte de indagar y mejorando sus capacidades de hacer cuestionamientos. Para aprender
que hay interrogantes bien formuladas y otras mal formuladas, los invito a crear preguntas, evaluar su utilidad y calificar si son buenas o malas”, expresa Tania. La profesora cuenta que no hay notas, sino que se hace ejercitación que es revisada en plenario o en parejas. “Por ejemplo, cuando ejercito ambigüedad ellos escriben los significados de una misma palabra. ¿Qué palabra era? ¿Estamos de acuerdo? Evidenciamos si esto es correcto o no”. Sobre la importancia de enseñar Filosofía a niños pequeños, la pedagoga enfatiza: “Hoy en día, que la escuela está llamada a desarrollar habilidades en los estudiantes más que a entregar información, la Filosofía para niños es fundamental. Generalmente las asignaturas están hechas para entregar respuestas a preguntas; en cambio, esta es para aprender a preguntar, y ellos se dan cuenta de que están aprendiendo a pensar”.
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“Al no contar con hábitos de comunicación argumentativa y de tolerancia, es más fácil que cedan a la tentación de intentar imponer sus deseos y puntos de vista por la fuerza”, dice Mariano de la Maza.
¿ Quién inventó la Filosofía para niños? Matthew Lipman (1923-2010) fue el filósofo estadounidense que creó el programa de Filosofía para niños en 1969. Por medio de sus novelas en las que se presentan situaciones muy cotidianas, el experto creó un programa pedagógico para desarrollar el pensamiento crítico desde muy temprana edad. Los relatos están escritos en forma de diálogo socrático, sus personajes se preguntan, cuestionan e indagan sobre sus inquietudes y experiencias cotidianas, lo que al mismo tiempo da vida y recrea los grandes problemas humanos planteados a lo largo de la historia de la Filosofía. Cada novela va acompañada de guías didácticas para que los profesores puedan utilizarlas en la enseñanza de conceptos como lógica, Filosofía del lenguaje, metafísica, ética y estética, entre otros. Recientemente tres obras de Lipman fueron traducidas en Chile y publicadas por Ediciones UC. Ana María Vicuña y Celso López, académicos de la universidad que han difundido el programa de Lipman en Chile, hicieron la traducción de Pixy, Ari, y Kio y Gus.
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La profesora Meza agrega: “En niños y jóvenes se persiguen muchos objetivos al enseñarles Filosofía. Se busca un distanciamiento del estado de las cosas, para observarlo y analizarlo críticamente. De este modo se puede contribuir al enriquecimiento en los modos de concebir el mundo y a sí mismos”. “Además, se les va enseñando una relación positiva con el desacuerdo, al entender la diferencia, la discrepancia o el conflicto como motor del pensamiento. Esto es fundamental, puesto que en la actualidad muchas veces se aceptan las diferencias de opinión sin llegar a profundizar en ellas y en
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fotografía Westhill Institute, México
Debate de fondo. Dado que el Consejo Nacional de Educación no aprobó en su totalidad la propuesta pedagógica que entregaron los expertos, los contenidos de esta asignatura siguen en discusión hasta la fecha, por lo que el mundo filosófico, escolar y universitario está expectante acerca de cómo se continuará enseñando.
el análisis cabal de quienes las expresan. Se debe activar el pensamiento para comprender las ideas detrás de cada desacuerdo”, agrega Meza. Por su parte, Tania Carrión, profesora de Filosofía en el colegio Trewhela’s en enseñanza básica y media, enfatiza la relevancia de enseñar esta disciplina tempranamente. “La Filosofía en básica tiene un regalo hermoso que es la disposición incondicional de los niños a esa edad. En enseñanza media están muy pendientes de la PSU y otros temas. Por otro lado, el niño tiene condiciones que permiten que yo le tome la mano hacia procesos de pensamiento como la motivación a preguntar. No son temas ajenos a ellos. La conciencia del lenguaje y de la construcción del significado es fundamental y está en forma espontánea en ellos”.
“La Filosofía en básica tiene un regalo hermoso que es la disposición incondicional de los niños a esa edad”, afirma la profesora Tania Carrión.
Buenas razones. Los trabajos de los niños que estudian Filosofía en tercero y cuarto básico dan cuenta de los significativos aprendizajes que han obtenido en cuanto a razonamiento, lógica y pensamiento. Algunos ejemplos escritos con su puño y letra: “7 cosas interesantes que te pondrán a pensar”, o “Las buenas razones son pertinentes y verdaderas”.
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ilosofía para todos: F ¿Qué alumnos tienen acceso a ella? Los colegios científico-humanistas imparten la asignatura de Filosofía dentro del plan de formación común. Muchos ofrecen también los electivos del ramo que hasta ahora son “Problemas del conocimiento” y “Argumentación”. En el caso de los colegios técnico-profesionales algunos realizan cursos de ética profesional, que aunque no son de Filosofía general, otorgan una reflexión sobre la relación de los jóvenes con el trabajo. “La verdad es que prácticamente todos los colegios de elite en Chile cuentan con programas de Filosofía para niños, especialmente creados para estudiantes de 7º básico a segundo medio, y la posibilidad de electivos asociados a la asignatura, sin contar con la opción de Bachillerato Internacional que tienen algunos colegios. La tarea de hoy consiste en recoger muchas de esas experiencias y traducirlas en posibilidades interesantes y estimulantes para todos los estudiantes del país, también para los alumnos de la modalidad técnico-profesional”, cuenta la académica Marisa Meza. “Experiencias de largo aliento son la del colegio Saint George y la del colegio Redland, ambos particulares pagados.
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Además, en términos exploratorios me parecen interesantes dos metodologías que se llevan actualmente a cabo. Una en el Colegio San Viator, particular subvencionado de la comuna de Macul que ofrece un taller de Filosofía preferentemente para los alumnos más pobres, en el contexto de su opción institucional por una educación integral. Otra se desarrolla en la Escuela Municipal Capitán Daniel Rebolledo de Recoleta, que dentro de su plan de estudios imparte el ramo a escolares de 5º a 8º básico”, explica. “En el extranjero, el Bachillerato Internacional es un ejemplo conocido, pues realiza una excelente combinación entre desarrollo de habilidades y contenidos sobre la base de preguntas motivadoras que llevan a los estudiantes a la exploración conceptual. En términos curriculares destacaría los modelos de países como Canadá, Nueva Zelanda y Argentina. En todos esos casos se proponen contenidos a través de grandes ideas y preguntas, en consonancia con el desarrollo de habilidades clave de la asignatura”, indica Meza.
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Los grandes filósofos siempre presentes Las temáticas que se debieran abordar en la etapa escolar también están bajo la lupa de los expertos en la materia. Se coincide en que los filósofos clásicos jamás deben ser dejados de lado, pero se incorporan nuevas maneras de llegar a ellos, que difieren de la antigua usanza. “Kant decía que no se debe enseñar Filosofía sino enseñar a filosofar. Los contenidos tienen valor en la medida en que permiten hacer la experiencia del pensar crítico y reflexivo. Por cierto, hay que pensar sobre algo concreto, y es muy importante saber reconocer cuáles son los temas más apropiados para la etapa de desarrollo intelectual y moral en que se encuentran los alumnos. En los dos últimos años de la enseñanza media, son contenidos especialmente relevantes aquellos que les permiten a los adolescentes conocerse mejor a sí mismos y comprender el sentido de actos verdaderamente conscientes, libres y responsables en el marco de relaciones comunitarias y sociales”, enfatiza Mariano de la Maza.
“Además, se les va enseñando una relación positiva con el desacuerdo, al entender la diferencia, el desacuerdo o el conflicto como motor del pensamiento”, afirma Marisa Meza. “Estoy convencida de que si enseñas como materia lo que pensaban los grandes filósofos, una enorme cantidad de alumnos se va a aburrir y será una pérdida de tiempo”, declara Marisa Meza. En cambio, la profesora propone una pedagogía en la cual se dialogue, es decir, que a partir de preguntas que le interesen al estudiante se busquen respuestas en las que puedan estar contenidos los pensamientos de los grandes filósofos de la historia. “Desde mi punto de vista, para el plan de formación común el ramo debe suscitar cuestionamientos en los alumnos y aceptar que puedan ser muy diferentes según el tipo de colegio y lugar de Chile. Es importante que haya núcleos programáticos de temas que provoquen estas interrogantes y que, a partir de ellas, se converse con los textos filosóficos”, explica Meza.
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REVISTA UNIVERSITARIA DOSSIER
Escritores:
dentro o fuera de lo
público
Los creadores literarios ejercen un nuevo papel en el Chile actual. Más terrenales ahora, se han convertido en un ciudadano como cualquier otro, que escribe en la calle su devenir. No se puede vivir solo de palabras. Y desde su rol en el presente han llegado a la academia como profesores que organizan talleres, participan en redes sociales y escriben columnas. La temáticas son más segmentadas, sin grandes banderas. Entrar al debate o quedarse al margen es el dilema. La opinión de un escritor en la posmodernidad ya no tiene el mismo peso de antes, por lo que su ausencia empobrece la discusión en la sociedad.
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fotografía césar cortés
Gonzalo Contreras Fuentes. Escritor chileno considerado uno de los autores más representativos de la nueva narrativa chilena de los noventa. Durante más de veinte años ha conducido un taller literario, por el que han pasado escritores como Pablo Simonetti, Carla Guelfenbein y Alejandro Zambra. Ha sido distinguido con el Premio Municipal de Literatura de Santiago, entre otros galardones.
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La tierra baldía os poetas bajaron del Olimpo” sentencia Nicanor Parra en su popular Manifiesto. ¡Y vaya que bajaron! A un punto que tal vez ni el mismo antipoeta hubiera imaginado. ¿Se extinguen con Parra los grandes mastodontes que pastaban en las floridas comarcas de las letras y el pensamiento universal? Tal vez el mismo Parra sea uno de los últimos, si no el último de su especie. Una nueva y temible glaciación ha acabado con ellos. La bajada del Olimpo ha contribuido por cierto a su exterminio; las alturas les conservaban la buena salud. Pero los vientos soplan en dirección contraria. El escepticismo e indiferencia posmodernas no los tolera; el bondadoso igualitarismo no admite supremacías de ninguna índole. La secularización de la sociedad ha traído consigo la desacralización de todo rito, entre ellos la admiración. Para la práctica de esta última requeriría admitir determinadas categorías, preferencias, jerarquías, ¡Oh, desdichado vocablo! Cuando todo es arte y cada individuo es un artista, como requería Duchamp, ¿por qué habría de existir lo sublime, lo magnífico, lo superior? Se da la paradoja de que si Parra alcanzó verdadera veneración fue justamente por ese malentendido, porque Parra era uno como todos, escribía como escribe la calle. La verdad es que la calle no escribe, y si la calle escribiera como Parra sus Poemas y Antipoemas, en ese caso, viviríamos ciertamente “todos” en el Olimpo.
La secularización de la sociedad ha traído consigo la desacralización de todo rito, entre ellos, la admiración. Es que, pese a algunos dogmas recientes, el ser humano necesita admirar. De ahí que hayamos buscado y encontrado a Parra, como hemos hecho con todos nuestros viejos próceres que ya no volverán más; hemos buscado en ellos verdad, cobijo, belleza. Sin embargo, la cultura, la verdadera y buena cultura, es un ejercicio crítico permanente y no existen en ella estatutos inamovibles ni verdades reveladas; no precisa de dioses tutelares. Por décadas (casi todo el siglo XIX y el XX), nuestra cultura estuvo plagada de ellos: los viejos mastodontes. Pensemos solo en dos de los más cons-
Tal vez los poetas no deban bajar del Olimpo, tal vez el único lugar del creador sea su propia y modesta torre de marfil. picuos: Octavio Paz y Neruda, cuyo ámbito de influencia, su órbita gravitacional, se confundía demasiado fácilmente con el mero ejercicio del poder; otros que aspiraron a serlo pero sucumbieron a la misma cultura de masas que juraron execrar: Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa. Esas voces oraculares, el intelectual orgánico de vocación pública, transidos del vértigo por la política contingente, tuvieron en el siglo XX al más grande de los mastodontes: Jean Paul Sartre. ¿Es posible de imaginar un Sartre, no solo en Francia sino en cualquier país desarrollado del mundo? La caída de las banderas de lucha en la era del minimalismo ideológico y de las grandes utopías, ha abolido todo romanticismo del triunfo de la cultura de masas ¿Tienen algún lugar esas voces estentóreas en que el paroxismo de las egolatrías se confundía con las causas que invocaban? Tal vez los poetas no deban bajar del Olimpo, tal vez el único lugar del creador sea su propia y modesta torre de marfil. Pienso en José Donoso, el mismo Parra, que se hurtó, aparentemente, a los “problemas de su tiempo”, siguiendo la tradición del intelectual anglosajón T.S. Eliot, sometido a su obra, al silencio de la soledad intrínseca de su creación. El ruido del mundo apenas deja hoy ver el fruto del trabajo del creador genuino como para que se le pida a este, además, injerencia en los asuntos públicos, cuando lo público, por lo demás, ha desaparecido. Algunos se felicitan de la extinción de los viejos saurios, y hay razones para ello. Los pensamientos o estéticas hegemónicas han aportado la idea de una certidumbre cognitiva pero que en muchos momentos de la historia pudo estrechar el ejercicio de la crítica, acallar disidencias, dar lugar a diversos sectarismos y promover culturas oficiales detestables por definición. Lo propio de esta era es no saber hacia dónde vamos, la incerteza como sistema, en la cual la “moda” de las ideas es tan frágil como pasajera y la sospecha pareciera ser la única epistemología para acceder a la verdad, si es que existe esta. Si estamos al borde del precipicio, nadie sabe cuán profundo es este. Tampoco a nadie le importa.
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Diego Zúñiga Henríquez (1987). Es periodista de la UC y escritor. Ha publicado las novelas Camanchaca (2009) y Racimo (2014), y el libro de cuentos Niños héroes (2016), todos por Literatura Random House, y se han traducido a diversas lenguas. Además es uno de los fundadores de la editorial independiente Montacerdos. En 2017 fue elegido por el Hay Festival como uno de los 39 escritores jóvenes más importantes de Latinoamérica.
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DOSSIER Escritores: Dentro o fuera de lo público
voz alta
Entrar al debate o quedarse al margen. La Literatura se mueve en esta delgada frontera. El poco peso de la opinión de un escritor en la sociedad moderna le otorga una preciada libertad, pero empobrece la discusión ciudadana. Y es que “la figura del escritor-intelectualque-interviene-en-la-agenda-pública se ha cambiado por la figura del escritor-quepromociona-lo-que-escribe”. Antes la Literatura podía ser peligrosa para la sociedad. Por Diego Zúñiga Henríquez
H
ubo un tiempo, otro tiempo, en que las cosas fueron distintas –se supone–. Y si hubo un tiempo, también hubo un lugar y dos o tres personajes que nos pueden ayudar a entender mejor dónde estamos. Comencemos –si es que hay un comienzo posible– en esa Francia decimonónica, en ese viernes 30 de enero de 1857, en la Sala Sexta del Palacio de Justicia, que a esa altura del día está atiborrada de público. El acusado es un hombre de treinta y cinco años, un escritor, un novelista, que está ahí por culpa, justamente, de una novela, de un libro que con los años se terminaría convirtiendo en un clásico: Madame Bovary. Al lado del hombre –de Gustave Flaubert–, su abogado defensor; un poco más lejos, el editor y el que imprimió la novela –quienes también están acusados por “ofensas a la moral púbica y
a la religión”–, y más allá el temible y terrible Fiscal Imperial Ernest Pinard, quien será el encargado de argumentar por qué la historia de Emma y Charles Bovary que inventó Flaubert lo debe llevar a la cárcel. Después de una serie de alegatos –que están publicados en un libro extraordinario llamado El origen del narrador (Mardulce, 2011)– el tribunal decide absolverlos de la acusación. Flaubert no iba a ser el primer escritor ni el último en ser llevado a juicio por un libro, pero si de algo podemos estar seguros es que, en ese entonces, la Literatura le importaba a un poco más de un puñado de lectores. La Literatura podía ser peligrosa para la sociedad. Hoy, toda esa historia judicial de Madame Bovary parece una rareza entrañable, una historia de otro mundo, en el fondo. Los tiempos han cambiado y la Literatura pareciera importarle a casi nadie –lo que no es un problema en sí, seamos claros, que no suene a nostalgia todo esto– y los escritores, por supuesto, como voces públicas, como intelectuales que pueden entrar al debate político o social, tienen cada vez menor relevancia. 41
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Y también existen, todavía, escritores que tienen el deseo de intervenir en los debates públicos, que utilizan columnas, entrevistas, ensayos, para levantar la voz.
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Este nuevo panorama no es una dificultad, en todo caso. El pasado no siempre fue mejor. Que la Literatura no esté en el centro de atención de la sociedad permite, justamente, que se desarrolle con una libertad que ojalá nunca pierda. En medio de todo esto, por supuesto, está el mercado. No podemos ser ingenuos. Y ese mercado es el que muchas veces pone los límites y es el que también ha modificado toda esta historia. Hay que estar absolutamente consciente de todo eso. La figura del escritor-intelectual-que-interviene-en-la-agenda-pública se ha cambiado por la figura del escritor-que-promociona-loque-escribe. De hecho, si volvemos a Flaubert y al juicio por Madame Bovary, hoy todo eso para un escritor –que publica en una editorial transnacional y que tiene una relación amistosa con el mercado– sería, en muchos sentidos, algo perfecto: un juicio, los focos sobre él, el centro de atención, sus 15 minutos de fama, la posibilidad de promocionarse, la posibilidad de vender miles y miles de ejemplares. El mercado lo cambió todo. Pero sigue habiendo ese espacio de libertad para que existan proyectos que avanzan por otros caminos. Por suerte. Y también existen, todavía, escritores que tienen el deseo de intervenir en los debates públicos, que utilizan columnas, entrevistas, ensayos, para levantar la voz. En Chile no son muchos, pero en cada generación siempre hay alguien que tiene aún ese deseo. Diamela Eltit (1949), por ejemplo, que viene publicando ensayos y columnas desde hace años. O Rafael Gumucio (1970), a través de sus intervenciones en su programa de radio, en columnas o en redes sociales, ese territorio que también le ha servido para discutir a Camila Gutiérrez (1985). Son muchos más, por supuesto. De hecho, por estos días circula en librerías Contra los hijos, de Lina Meruane, un ensayo provocador, inteligente, incómodo, que empieza a generar aquí y en otros países de Hispanoamérica una discusión necesaria. Rafael Gumucio lo recuerda perfectamente: —Mucho antes que leer o escribir, veía escritores en Francia, en los años 70, que intervenían en los debates públicos. Uno de los recuerdos más patentes que tengo es el entierro
fía S o gr a
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CURIO
Fotografía ana M. ribeiro
Intensa actividad literaria. En la imagen vemos la presentación del libro La sangre de la aurora (2013), en la librería McNally Jackson, de Nueva York. Aparece Mariela Dreyfus, la autora Claudia Salazar Jiménez y Diamela Eltit.
Flaubert no iba a ser el primer escritor ni el último en ser llevado a juicio por un libro, pero si de algo podemos estar seguros es que, en ese entonces, la Literatura le importaba a un poco más de un puñado de lectores. de Sartre, lo vi por la tele. Eso era ser escritor para mí. No lo había leído y no sabía cómo era, pero me daba lo mismo, vivía en Francia y eso era ser escritor. En Chile también hay referentes. Gabriela Mistral, sin duda. Neruda, más temprano que tarde, aparece por ahí. Y también la figura de Enrique Lihn, que si bien intervino sobre todo en el campo cultural de los años 70 y 80, sigue siendo insoslayable a la hora de pensar en un escritor chileno que haya decidido levantar la voz y discutir. Para los que nacimos en los 80, esas figuras están también vinculadas, inevitablemente, al Boom latinoamericano, particularmente a Mario Vargas Llosa, que no solo es para muchos todavía la figura del escritor-intelectual por excelencia, sino que además ¡quiso ser presidente de Perú! Y hoy sigue interviniendo en el debate, aunque hay que admitir que lo viene haciendo de manera bastante lamentable en muchos sentidos. Basta pensar en sus textos sobre feminismo o cuando añora otro tiempo, previo a esta “sociedad del espectáculo” en la que estamos viviendo, según él, pero de la que ha sido protagonista sin ningún problema. Es difícil envejecer. Y el lenguaje –que es el centro de la Literatura– también envejece con ciertos autores. Otros, sin embargo, lo mantienen vivo, lo cuestionan, dudan, apuestan. Diamela Eltit lleva décadas construyendo una obra en la que pone en jaque, constantemente, al lenguaje, a sus formas contemporáneas, a los discursos que han abrazado al mercado –desde Lumpérica hasta sus últimas novelas–. Para ella, el contexto de dictadura fue el que la llevó a incursionar en otras escrituras y eso devino, inevitablemente, en construir una voz pública. —Fue una cuestión más ligada a los tiempos –explica Eltit–. Yo tenía interés literario, mi vida estaba y ha estado centrada en la Literatura. Pero pasó que en esos años (los 70, los 80) se armó una comunidad más cruzada, más transversal, que no sé si todavía está vigente, pero que ahí estaba latente, una comunidad entre fotógrafos, artistas visuales, escritores. Y eso me hizo empezar a escribir en catálogos de artistas
y también sobre otras cosas. Me interesaba el tema de la memoria, de ciertas prácticas culturales-políticas, pero siempre pensando que era un deseo mío. En los últimos años hemos podido leer las intervenciones de Eltit sobre todo en medios como The Clinic y El Desconcierto. Desde ahí ha levantado un discurso crítico y su curiosidad la ha llevado a detenerse en personajes que pasan, a veces, inadvertidos, pero que hablan perfectamente de lo que es hoy Chile. Ocurrió hace unos meses, de hecho, en junio de 2017, cuando publicó la columna “‘Aquí está Chile’ y Pablo Oporto: Espectáculo periodístico tétrico” en El Desconcierto y fue una de las primeras en poner atención en ese hombre que dijo, frente a todo el país, que había matado a 12 personas en defensa propia. Un hombre que resultaba ser un ejemplo y un sobreviviente de la delincuencia en Chile. Así lo presentaron en aquel programa en el que invitaron a los distintos candidatos presidenciales. Nadie dudó públicamente de ese personaje, excepto Eltit. —Soy un poco obsesiva. Entonces, de alguna manera, escribir esas obsesiones, esas cosas que pienso, me libera –cuenta–. Eso fue lo que me pasó con este personaje. Quedé muy sorprendida con esa figura estrambótica, extraña, que decía que había matado a 12 personas. Algo me parecía aterrador de ver un tipo con esa cantidad de muertos en la tele, y me llamó la atención que no le hubiera pasado nada, ningún rasguño, eso no lo entendía. Semanas después la revista Sábado, de El Mercurio, publicó un reportaje en el que descubrió que las sospechas de Eltit eran ciertas: todo lo que había contado Oporto era mentira. El 8 de marzo de 2016, en el Día de la Mujer, Camila Gutiérrez publicó en La Tercera una columna titulada: “Yo aborté (y no me arrepiento ni un solo día)”. El texto, en cosa de minutos, explotó en redes sociales. A esa altura ya había publicado las novelas Joven y alocada (2013) y No te ama (2015), que la habían hecho emerger como una figura de referencia para entender a las nuevas generaciones. Pero sin duda que fue a partir de ese texto que su voz pública adquirió una mayor presencia.
Más allá del escritorio. Rafael Gumucio tiene un programa de radio, organiza talleres literarios, es profesor, redacta columnas y entre medio de todo eso, escribe. El autor ha levantado varias polémicas, la última de ellas relacionada con las tomas feministas y que provocó múltiples reacciones en redes sociales y medios de comunicación.
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Meruane entra al debate. En marzo de 2018 apareció en librerías Contra los hijos, de Lina Meruane, un ensayo provocador e incómodo, que empieza a generar aquí y en otros países de Hispanoamérica una discusión necesaria.
Fotografía mariana garay
Entre medio de todo esto, por supuesto, está el mercado. No podemos ser ingenuos. Y ese mercado es el que muchas veces pone los límites y es el que también ha modificado toda esta historia.
—Cuando partí con Joven y Alocada (el fotolog) nunca pensé en que iba a ocurrir esto. Ni siquiera con la película lo creí. Aunque, claro, cuando se estrenó me empezaron a llegar millones de mensajes del tipo “salí del clóset gracias a esto”, y ahí sí pensé: “acá hay algo”. Pero cuando escribí la columna del aborto fui súper consciente de lo que significaba. Mientras te respondo esto creo que voy entendiendo algo: muchas veces los escritores hacemos la división arte-política zanjando bien rápido que tener cierta voluntad política en la obra de uno es sinónimo de panfleto o de querer impostar algo. Y creo que no tiene por qué ser así. Con la política se corre el riesgo de fallar literariamente (o no), como con cualquier otra experiencia o lenguaje que uno quiera incorporar en sus textos. Y ocurre, también, que a veces las palabras no son suficientes. Le pasó, de hecho, a Gutiérrez, quien a fines del año pasado decidió participar en la campaña presidencial de Alejandro Guillier y aparecer en su franja electoral. —Me costó tomar esa decisión porque Guillier no era mi candidato, pero no quería que saliera Piñera. Y en un punto me preocupó cómo esto podía influir sobre la lectura de mis textos, que pensaran que soy amarilla, pero luego pensé que el control sobre cómo son leídos los textos de uno es tan precario que para qué iba a frenar algo así –explica Gutiérrez. Gumucio ha tenido varias apariciones públicas de esa envergadura. Ha levantado polémicas y más polémicas, sobre todo a partir de Twitter (una de las más bulladas fue en 2014, cuando se enfrentó a los animalistas por el incendio de Valparaíso), pero antes de las redes sociales también generó ruido con textos en La Zona de Contacto o sus críticas de televisión en Apsi. —Todo eso igual era bien generacional –dice Gumucio–. Viví un poco donde el escándalo y la performance eran muy 44
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importantes en el debate público. Hoy se lo puede leer en Las Últimas Noticias y, sobre todo, escuchar en su programa de radio Desde Zero. —Para mí es incomprensible que los escritores no quieran entrar, al menos, en los debates del campo cultural. Para mí era el motor del asunto –explica Gumucio–, pero igual entiendo en parte, porque es cierto que en mi caso a veces esto me ha hecho un flaco favor y ha implicado que los libros míos sean leídos de otra manera, digamos que hay un equívoco, pero son los riesgos… —Pienso que todo esto es muy personal –agrega Eltit, planteando otra mirada–. Creo que no es obligación del escritor escribir sobre otros temas. No, para nada. Son opciones y caminos que uno decide recorrer. Hay algo fundamental en lo que dice Eltit, y quizá nos sirve para ir cerrando este mapa de opiniones: los escritores tienen solo una obligación: escribir. Y ojalá escribir bien, muy bien; escribir de la mejor manera posible: indagar en los pliegues del lenguaje, en las palabras que usamos y también en las que olvidamos. En ese territorio es donde debemos dar la primera batalla, porque es la materia principal de este oficio. Discutir sobre el lenguaje es discutir sobre lo político. Eso nos llevará a otros lugares, sin duda. El riesgo que existe siempre es que se siga pensando que los escritores deben saber de todo, entonces pueden hablar de todo. Y pasa a menudo: uno viaja a una feria del libro en Colombia y le preguntan por el conflicto armado, o va a Perú y le piden su opinión sobre la renuncia del presidente, y todo bien con eso, pero el problema es que la Literatura, ahí, no tiene ningún lugar, ninguna importancia. Entonces terminamos hablando de otras cosas y nunca sobre lo que nos llevó ahí, a ese lugar: sobre los libros, sobre las palabras.
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FotografĂa MABEL MALDONADO.
“No escribo para salir en ninguna foto”
DOSSIER Escritores: Dentro o fuera de lo público
Alejandro Zambra Infantas:
Interpelado aquí como cabeza de serie de su generación, apelativo que no comparte, el autor chileno habla de su vida actual en México y se adentra en disquisiciones sobre el rol de los escritores de hoy. Por correo electrónico responde las interrogantes con la claridad de quien tiene cimentado un camino en el oficio de escribir, sin dar espacio a las contrapreguntas. Por Paz Arrese ORTIZ
Paz Arrese Ortiz. Periodista de la Universidad Diego Portales y diplomada en Edición de Libros de la misma institución. Ha trabajado en las secciones de cultura de El Mercurio y la desaparecida revista Qué Pasa. Se desempeña también en el área de las comunicaciones estratégicas.
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lejandro Zambra Infantas nació en Santiago en 1975. Es autor de Bahía inútil (1998), Mudanza (2003), Bonsái (2006), La vida privada de los árboles (2007), No leer (2010), Formas de volver a casa (2011) y Mis documentos (2013). Sus novelas han sido traducidas a once idiomas y algunos de sus relatos han aparecido en revistas como Quimera, Letras Libres, Piauí, The New Yorker, The Paris Review, McSweeney’s y Zoetrope. Estudió Literatura en la Universidad de Chile. Actualmente es profesor en la Universidad Diego Portales”. Biografía de solapa en Facsímil, transcripción fiel. Hoy, la última línea de este perfil debiera decir: Actualmente vive en México, donde continúa escribiendo y editando (con la meticulosidad de un jardinero japonés) sus próximas publicaciones. El paréntesis es nuestro. Este año Ediciones UDP publicará Tema libre, libro bautizado previamente como Cementerios personales. Una compilación de ensayos que viene trabajando desde hace un par de años y que recoge el nombre de una de sus cátedras universitarias. Durante los próximos meses, editorial Anagrama reeditará No leer, publicación de crónicas y ensayos breves. Desde Ciudad de México, y por correo electrónico, Alejandro Zambra responde las preguntas enviadas para este dossier.
Escritura de azotea “Vivo acá hace un año, estoy tratando de aprender el idioma... Aclaro que vivo acá porque me enamoré de una mexicana y decidimos que era mejor, por motivos variados y domésticos, para nada literarios, vivir acá. Igual tengo la suerte de que aquí viven algunos grandes amigos. Es un momento nuevo, porque antes viví fuera de Chile, pero es la primera vez que no tengo pasaje de vuelta. No tengo idea de si voy a volver o no. Y si vuelvo no será solo, eso está claro. Nuestra idea es ir todos los años, sigo ligado a la Universidad Diego Portales, este año pasaremos un mes y medio allá. Extraño a mis amigos, por supuesto que sí”, escribe Alejandro Zambra. Se explaya un poco más y explica que actualmente no tiene una rutina de escritor. “Puertas adentro es un tiempo hermoso, tengo un hijo de tres meses, trato de estar con él la mayor parte del tiempo. Igual escribo, en un cuartito que tenemos en la azotea, dos o tres horas diarias. Y leo harto, pero con el niño en el baby carrier, caminando por la casa. Sigo leyendo mucha más poesía y ensayo, sobre todo ensayo, que novela. En realidad, me cuesta leer novelas, interesarme realmente por una novela. Y se supone que escribo novelas”. —¿Cómo se sitúa en este encuadre la autoficción? En su caso, su biografía está tan patente en cada uno de sus libros. —El concepto de “autoficción” es bastante preciso, pero se aplica al tuntún. Y nunca a la poesía, por ejemplo. A mí, que vengo de la poesía, me parece natural hablar en primera per-
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“Escribir en prensa genera poderosas ilusiones de contacto y de productividad. Era fácil engañarse, pero la verdad es que, de diez columnas que escribía, apenas una, en el mejor de los casos dos me parecían realmente buenas, y aceptar eso tiene su encanto, el encanto de la honestidad”. sona. Pero no creo, para nada, en el relato final, definitivo. La biografía es, por supuesto, una pregunta. Todos los libros son libros del desasosiego. Bonsái y La vida privada de los árboles son tanto o más “autoficcionales” que Formas de volver a casa, pero cuando se publicaron, como están escritas en tercera persona, nadie o casi nadie habló de autoficción. —¿Qué significa Facsímil (2014) en su carrera? —Creo que ese libro me cambió mucho, o más bien, yo cambié un montón mientras escribía ese libro. Solo puedo decirlo así, de forma medio críptica, porque tampoco entiendo bien lo que quiero decir. Es una tensión, más bien. Con ese libro pasó de todo y sigue pasando. Se armaron discusiones bacanes, significativas. Fue alabado y repudiado. Pasó todo lo que uno quiere que pase con un libro. Inmediatamente después de publicarlo escribí dos relatos parecidos a Facsímil, uno se llamaba Informe de personalidad y otro Hoja de respuestas, pero ninguno de los dos me resultó. Ahora me gustan los títulos no más, pero supongo que algo quedará de ellos, más adelante. Y luego empecé otros proyectos, simultáneamente. Son tres textos que pensé que se entremezclarían, pero siguen siendo tres. Llevo ya varios años en eso y quiero terminar y ver si los publico o no, pero, aunque acelero, cada libro impone su ritmo. Igual estoy –creo– ya empezando a terminarlos.
Escritor cabezón Alejandro Zambra decide no responder por teléfono a una segunda parte de esta entrevista. Aun así –e interpelado aquí como cabeza de serie de su generación– decide contestar por mail parte de las preguntas planteadas sobre el papel que tienen hoy los escritores en Chile. Aclara, eso sí, que el apelativo no lo representa. “Aunque es verdad que soy medio cabezón”, agrega. —Hace 40 años los escritores movían masas con discursos incendiarios. ¿Qué pasa en la actualidad? —La Literatura no es una competencia, lamentablemente
Alejandro Zambra Infantas
Elegido en 2010 por la revista británica Granta entre los 22 mejores escritores de lengua española menores de 35 años.
or z a t l A o Premi
F inalista del Prix du Marais 2010 por La vida privada de los árboles (La Vie privée des arbres).
(Santiago, 1975)
Premio de la Crítica (2012).
(2007).
Engli sh P por la edic e n Award Formas de ión i ngle sa de volver a ca sa.
Premio Príncipe Claus, en Holanda, por el conjunto de su obra.
7 por 0 0 2 n e o ad Seleccio n tival y Bogotá es el Ha y F undial del Libro Cap ital Mde los 39 e scritore s e o como un rican os me n ore s d e lati n oam s importan te s . á 39 años m
Premio del Consejo Nacional del Libro a la mejor novela del año (2007 y 2012).
dici s é M o i a Prem a F i nali st ormas de volver F e s). 2012 por n nage s s eco nda ir rso casa (Pe
F inalista Best Translated Book of the year (2008) por Bonsái. hoy todo se juzga en función de supuestos liderazgos y logros, pero es una perspectiva de análisis aburrida, limitada, equívoca. Y yo no me siento obligado a escribir nada. Si quiero lo dejo, no escribo más o no publico más. En cuanto a la premisa que mencionas, me parece resbalosa. No la entiendo mucho, creo que es demasiado romántica. Incluso para mí, que soy romántico, es demasiado romántica. Creo que corresponde a una idealización y que se refiere más a la figura (idealizada) del “intelectual” que a la del escritor. —¿Cuál es la relevancia que tienen los escritores en el Chile de hoy? —Creo que es un lugar importante y más o menos invisible. Formamos parte de varias comunidades. La gran mayoría de los escritores no trabajamos de escritores, formamos parte de al menos dos comunidades, a veces de cuatro, de cinco. Casi nadie se dedica exclusivamente a escribir, lo que por supuesto es lamentable, pero esa constante salida a terreno vitaliza y alegra la escritura. La parte de mi experiencia que podría considerar puramente “literaria” es más bien escasa, mientras que la parte relacionada con mi trabajo como profesor es abundante. Hay muchos escritores dando clases, por ejemplo, eso me parece de suma importancia. Ser profesor es muchísimo más relevante que ser escritor o que escribir columnas en la prensa. Cualquier clase de un profesor es infinitamente más influyente que el vargaslloseo dominical.
—La permanencia de los escritores en los medios de comunicación es algo que se mantiene. —Yo tengo una relación compleja con la prensa, he entrado y salido varias veces. Al principio era para mí una posibilidad laboral, una de las pocas. Cuando terminé Literatura en la Chile era súper optimista y creía que podía y sabía hacer de todo: pensaba que podía dar clases, editar libros, escribir en la prensa, etcétera. Muy pronto descubrí que, salvo un poquitito de latín y de morfosintaxis, no sabía nada. Y ahí recién empecé a aprender. Tuve suerte, trabajé como loco, pero también tuve suerte. Los años de crítico literario fueron un aprendizaje tremendo, un baño de humildad, como se dice. Lo dejé porque una parte de mí ya no soportaba el lugar incómodo de la autoridad, y también porque descubrí que a otra parte de mí empezaba a gustarle el poder, empezaba a acostumbrarse. Ahora pienso que advertí, en el espejo, señales de inminente corrupción, y por eso decidí destituirme... Luego escribí en El Mercurio, absolutamente en otro plan; podía elegir los libros de los que hablaba, ya no iba de crítico-evaluador, ya no estaba obligado a dominar el panorama o a carrilearme con un canon. De ahí me fui porque cambiaron a la editora y ya no encontraba interlocución, aunque mi presunto heroísmo era reversible, tenía un precio, bastante módico creía yo, y así se lo planteé a la nueva editora, quien me dijo que no podían pagarme más, pero al día siguiente ya tenía a otro columnista al que le pagaba como sesenta lucas
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Lectura social. Alejandro Zambra ha sido traducido a 11 idiomas. El paisaje social presente en sus novelas, que encierra aspectos como la infancia de su generación en los 80, o el surgimiento de la clase media, lo han convertido en un ícono literario con el que él no se identifica.
más que a mí... Luego escribí en La Tercera y ahí fui por momentos feliz, pensé que me quedaría muchos años con esa columna cada domingo, pero luego, más bien pronto, quise dejarlo, y la verdad no lo extraño nada. Extraño a mis editores, me gustaban esas largas charlas telefónicas para cambiar un adjetivo, el vértigo de la hora del cierre, todo eso. Escribir en prensa genera poderosas ilusiones de contacto y de productividad. Era fácil engañarse, pero la verdad es que, de diez columnas que escribía, apenas una, en el mejor de los casos dos, me parecían realmente buenas, y aceptar eso tiene su encanto, el encanto de la honestidad, pero igual, finalmente, es fome y tristísimo. No hay tanto tiempo como para perderlo escribiendo mal. A veces me digo esto: ya escribí mal muchas veces, muchos años, ahora me toca escribir bien. Ya estoy viejo, tengo 42 años, ahora quiero poner ahí, en el libro, unas pocas palabras necesarias. Unas pocas palabras verdaderas, como decía Jorge Teillier. Intentarlo. En eso estoy. —¿Es posible que las masas de los años 60 estén hoy en los followers de las redes sociales? ¿Cuál es su relación con los 140 caracteres? —No creo. En Twitter todos son escritores, esa es la gracia y la desgracia. Twitter es tan territorio de Margaret Atwood como de Donald Trump. Con las redes sociales me relaciono de forma inconstante. Las uso para informarme pero no posteo mucho y me carga el autobombo, aunque he incurrido en él ocasionalmente, porque a veces uno anda deprimido. Me salí de Twitter varios años y ahora volví, un poco por nostalgia de Chile. Las redes sociales construyen una sensación de proximidad que es bien falsa, pero que igual, a veces, me gusta o necesito. —¿Qué lugar ocupan hoy los escritores en el debate de las llamadas grandes ideas? —Me pides que adopte una posición imposible, como de sociólogo. Puedo jugar a eso. Hay escritores en todas partes diciendo genialidades o huevadas. En la prensa, en la tele, en las redes sociales. Y también hay escritores en lugares menos visibles diciendo cosas valiosas y probablemente nadie o casi nadie los escucha. Por otra parte, a quién le importa lo que digan los escritores, la verdad. Quizás solamente a otros escritores. Por ejemplo, lo que yo pienso sobre el aborto es quizás lo que la mayoría de los escritores chilenos piensa sobre el aborto: que no basta con las tres causales; que
“Ese lugar, el del fool, el del loquito irreverente, bien pronto apesta, se vuelve penoso, rutinario, y es mejor dedicarse a escribir libros, creo yo, tiene muchísimo más sentido. Sobre todo si realmente no andas detrás del poder”.
“Hay escritores en todas partes diciendo genialidades o huevadas. En la prensa, en la tele, en las redes sociales. Y también hay escritores en lugares menos visibles diciendo cosas valiosas y probablemente nadie o casi nadie los escucha”.
Fotografía MABEL MALDONADO.
el aborto es un derecho y debe ser libre, seguro, gratuito y legal. Es decir, lo que yo pienso sobre el aborto es harto distinto de lo que piensa el rector de la Universidad Católica. Entonces voy y aprovecho de decirlo, por ejemplo, en esta entrevista para la revista de la Universidad Católica. Pongamos que tú piensas si incluir o no mi respuesta y finalmente decides incluirla. Ahora el dilema es del editor, y el editor decide algo muy sabio: decide consultarlo con la almohada. Ni siquiera estoy pensando en la más que probable censura. Pongamos que no hubiera censura; pongamos que tanto tú como tu editor como el editor de tu editor, después de consultarlo con sus respectivas almohadas, decidieron incluir esta respuesta mía, ya sea por convicción o por capricho o de puro osados o porque quieren demostrar que la Revista Universitaria es pluralista o por el motivo que sea. Pongamos que, por así decirlo, se la juegan. Y se publica y qué pasa: nada. Porque a poquísima gente le importa lo que yo, como escritor, diga, lo que cualquier escritor diga; si dijera lo mismo el cantante Lucho Jara o el protagonista de un reality o el canciller Ampuero, importaría bastante más. Al rector le va a parecer un poco mala onda que en la revista de la universidad se hable de esto, pero se le va a olvidar altiro, a la media hora. Y por supuesto no va a echar a nadie. Y ya está, asunto archivado. Alejandro Zambra prolonga su respuesta. Relata que una vez publicó una columna en el diario La Tercera titulada “Actualidad de Hamlet”: “Seguro que nadie la leyó. Ilusamente pensé que no la publicarían y me equivoqué. Al editor de cultura le gustó, su opinión no era, por supuesto, muy distinta de la mía. Se publicó y no pasó nada, no le molestó a nadie. Porque los escritores, los –ejem– “artistas” podemos decir prácticamente cualquier cosa y a nadie le importa, lo encuentran hasta gracioso. ´Me pagan por rebelde´, dice la canción de Jorge González. Ese lugar, el del fool, el del loquito irreverente, bien pronto apesta, se vuelve penoso, rutinario, y es mejor dedicarse a escribir libros, creo yo, tiene muchísimo más sentido. Sobre todo si realmente no andas detrás del poder. Yo nunca tendría un cargo en ningún gobierno, no sería agregado cultural en ninguna parte, no escribo para salir en ninguna foto”.
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Los parajes de la
Literatura
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DOSSIER ESCRITORES: DENTRO O FUERA DE LO PÚBLICO
en la
posmodernidad
Después de la explosión del Boom latinoamericano, la Literatura se enfrenta a un nuevo escenario. Quedaron las obras, pero el modelo mental desde el cual eran leídas cambió, pues la fe y la pertenencia a un solo cuerpo social y simbólico fue difuminándose. Por RODRIGO CÁNOVAS EMHART
RODRIGO CÁNOVAS EMHART. Es doctor en Literatura Hispanoamericana por la Universidad de Texas en Austin, Estados Unidos, profesor titular y jefe del Magíster en Literatura de la Facultad de Letras de la UC. Su área de investigación es la narrativa hispanoamericana contemporánea.
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un cuando el escritor no haya perdido su aura (un halo que lo sitúa como un animal resistente a los modos cotidianos de vivir de los comunes mortales), lo cierto es que desde inicios del siglo XX en Hispanoamérica su actividad tiene un precio en el mercado. Y este no es muy alto: sus libros (novelas, poemarios, cuentos) no le alcanzan para vivir y debe, entonces, realizar otras actividades que le permitan comer y vestirse. Así, son el periodismo y la academia los refugios creativos para desarrollar su oficio, inserto en el sistema económico actual. Más allá de las miserias de los artistas, en los tiempos de la llamada modernidad (de la creencia en los grandes relatos: en el amor, en los cambios sociales, en los grandes liderazgos), el escritor se sitúa como un actor privilegiado de su tiempo. El ejemplo más reciente es la experiencia del boom de la nove-
la hispanoamericana, que se cristaliza con el surgimiento de nuevas voces y obras en los años 60 y permite el rescate de figuras y obras anteriores y que se extiende hasta hoy. ¿Cómo surge el boom? Primero algunas casas editoriales (siendo la más relevante Seix Barral de España) corren el riesgo económico de apostar por jóvenes figuras hispanoamericanas. Esto teniendo en cuenta un lector nuevo, ansioso de ver plasmado sus sueños de transformación existencial del mundo americano, en estructuras lingüísticas complejas que lo liberaran de ciertos esquematismos conceptuales e ideológicos. No hay que olvidar que más de un editor había dejado de lado el manuscrito Cien años de soledad, por considerarlo demasiado enredado por la repetición de nombres y la dificultad de seguir una historia contada con muchos vaivenes temporales. El boom es una explosión mental que libera una imagen: lo americano, expuesto en un lenguaje soñado como exclusivo. El realismo mágico, el realismo maravilloso, lo fantástico rioplatense y lo monstruoso donosiano permiten al lector hispanoamericano pensar que puede cambiar el mundo. En esos años 60 los escritores disputan el sitial simbólico del poder con políticos y científicos sociales, interviniendo en congresos continentales y, por supuesto, visitando la isla de Cuba, promesa de futuro.
FOTOGR AFÍA AG
ENCIA REUTER
S
FOTOGRAFÍA PORTADA LO MEJOR DE OCTAVIO PAZ, EDITORIAL SEIX BARRAL, EDICIÓN DE JUNIO DE 2014.
El boom es una explosión mental que libera una imagen: lo americano, expuesto en un lenguaje soñado como exclusivo. El realismo mágico, el realismo maravilloso, lo fantástico rioplatense y lo monstruoso donosiano permiten al lector hispanoamericano pensar que puede cambiar el mundo.
ico yis ta y diplomát (el e un poet a, ensa eratura en 1990 Oc tavio Paz fu Lit O. de AN l IC be EX No M s io EL NOBEL s más influyente . Obtuvo el Prem lo 98 de 19 o en un o a er cid nsid co le s Se lo ). s mexicano falle no ica todo tenido un mex as hispanos de ad y único que ha ob s grandes poet erinto de la soled XX y uno de lo lab lo El sig an l ac de s st re de s te an escrito lev re ás m sus obras tiempos. Entre s títulos. tre muchos otro Águila o sol, en
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¿Qué fue del boom? Quedaron las obras, pero el modelo mental desde el cual eran leídas cambió, pues la fe y la pertenencia a un solo cuerpo social y simbólico fue difuminándose. A los personajes construidos al amparo de un árbol paterno le siguen las voces derivadas de sus exclusiones: primero los adolescentes (todavía optimistas, como los de Antonio Skármeta), los hijos e hijas infartados de orfandad (todo el fin de siglo latinoamericano: Diamela Eltit), hasta llegar, en este siglo XXI, al microcosmos de vidas solo sostenidas por su individualidad corporal (Mario Bellatín). Las fuerzas centrípetas del ímpetu vital se vuelven en su contrario: en fuerzas centrífugas que liberan energías que se suponía no existían; un mundo validado por fragmentos que esconden otros mundos. Hay un corte profundo. De la condición moderna pasamos a la posmoderna, es decir, a la incredulidad con respecto a los grandes relatos. Las historias se hacen microhistorias, los personajes avanzan sin base que los sostenga (pero igual se desplazan), un “nosotros comunitario” se resuelve en una instancia donde “alguien solo se tiene a sí mismo”. Tengo la impresión de que la realidad se complejiza, destapándose una segunda realidad, gobernada por un “giro
FOTOGRAFÍA ELISA CABOT
UN CHILENO EN EL BOOM. Autor de una obra narrativa abundante, José Donoso integró la generación del Boom latinoamericano y continúa siendo uno de los narradores chilenos de mayor trascendencia en el mundo. Trabajó incansablemente hasta el final de sus días. A partir de 1990 escribió cinco novelas, dejando incluso muchos proyectos literarios sin terminar.
FOTOGRAFÍA SARA FACIO
LA CONDICIÓN POSMODERNA
INTERACCIÓN CON EL LECTOR. En la actualidad muchos escritores están explorando una Literatura hipermedial, que permite elegir diferentes secuencias de acción al compás de un clic. Sin embargo, la novela Rayuela de Julio Cortázar ya había simulado este juego y, mucho antes, varios relatos de Jorge Luis Borges.
De la condición moderna pasamos a la condición posmoderna, es decir, a la incredulidad con respecto a los grandes relatos. Las historias se hacen microhistorias, los personajes avanzan sin base que los sostenga.
subjetivo” que permite tomar la palabra desde la primera persona con plena autoridad. Se mezclan libremente muchos tipos de discursos. Se desarman conceptos que tenían patente de autenticidad (sexualidad, humanidad, ficción) e irrumpen (ahora de modo rotundo y definitivo) voces de mujeres, muy disímiles entre sí. No extraña entonces que el género autobiográfico (los parajes del “yo”) sea uno de los centrales para explorar un mundo incoloro; y que géneros menores (como el cómic) representen situaciones y actores imposibles de imaginar en una novela (boom incluido), puesto que apuntan a una lógica distinta de apreciar y sentir el mundo, ligada en este caso a la imaginación de los mass media en su versión digital. 55
EL VALOR DE GARCÍA MÁRQUEZ. Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura en 1982, fue la figura fundamental del llamado Boom de la literatura hispanoamericana, fenómeno editorial que, en la década de 1960, dio proyección mundial a los narradores del continente. FOTOGRAFÍA ARCHIVO FUNDACIÓN GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ PARA EL NUEVO PERIODISMO (FNPI).
En la actualidad muchos escritores están explorando una literatura hipermedial, que permite elegir diferentes secuencias de acción al compás del clic. Al respecto, anotemos que la novela Rayuela, de Julio Cortázar, ya había simulado este juego y mucho antes, varios relatos de Jorge Luis Borges; pero esto lo descubrimos solo ahora, al leer las novelas digitales. ¿Cuánto cambiará la Literatura en el futuro? ¿cuánto se desfigurará?
AUTENTICIDAD SIN PRECIO ¿Significa todo esto que la vida moderna está en vías de extinción y que simplemente no nos hemos dado cuenta de que el cambio es irreversible? Obviamente no es así. Existe una ruptura, pero también hay continuidades. En realidad, en las sociedades subsisten muchas esferas que conviven separadas, se traslapan y mezclan. Así, en la Literatura hispanoamericana resurgen los testimonios comunitarios (por ejemplo, las biografías mapuches escritas en español para bien informar a los chilenos). Recordemos, además, que los relatos de las dictaduras recientes son muy numerosos, usándose ahora el formato de la novela negra y en el caso argentino la autoficción (para exhibir la realidad síquica de los hijos de los desaparecidos). Se ha dialogado, incluso, sobre el formato que tuvo el Informe Rettig sobre los desaparecidos en Chile, que usa un lenguaje parco, supuestamente más objetivo (escrito al modo anglosajón), tan diferente al Informe “Nunca más”, cuya redacción fue dirigida por el escritor Ernesto Sabato, construido como un relato donde escuchamos directamente las voces
implicadas, que lo transforma en un documento de mayor espesor cultural. No se ha perdido del todo un ímpetu tradicional valórico adscrito al Humanismo; lo que sí ha variado es la perspectiva: las miradas son más individuales y más contradictorias, y los lenguajes son menos rotundos. Desde una genealogía literaria los hijos repasan las historias de sus padres, transformándola en un borrador, un cuaderno de anotaciones donde las certidumbres e incertidumbres se superponen; por ejemplo, los relatos de los chilenos Alejandro Zambra y Nona Fernández, y de la mexicana Guadalupe Nettel. En este contexto, el nombre de Roberto Bolaño constituye una maravillosa aventura de encrucijada para los lectores. Su novela Los detectives salvajes nos presenta a un grupo de jóvenes que viven intensamente la Literatura, interesados en rastrear figuras poéticas secundarias. Son nómades que emprenden largas peregrinaciones (De Ciudad de México a Tel Aviv, siguiendo a Viena y Barcelona) buscando un centro que los redima (la poesía de las Iluminaciones de Rimbaud, otra adolescencia); experimentando la soledad, el fracaso, la anomia y la muerte. Los lectores sospechamos que la búsqueda es inútil, que no es posible la trascendencia y, sin embargo, nos aferramos a esos personajes sin destino, volviendo a compartir con ellos la creencia en una vida literaria plena, en las revistas de un solo número, los poetas sin poemas, las rencillas poéticoamorosas y los inusuales criterios para hacer antologías; aunque nos muramos de hambre. La obra de Bolaño superpone entusiasmo y melancolía, que definen un estado de ánimo para las nuevas generaciones: la autenticidad sin precio.
No se ha perdido del todo un ímpetu tradicional valórico adscrito al Humanismo; lo que sí ha variado es la perspectiva: las miradas son más individuales, más contradictorias, y los lenguajes son menos rotundos. 56
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FOTOGR AFÍA TH
E NOBEL FOUN
AN DATION, 2010.
NALISA B. ANDE
RSSON
EL MARQUÉS. El autor peruano, quien recientemente visitó el país, recibió el Premio Nobel en 2010. Es considerado uno de los más importantes novelistas y ensayistas contemporáneos. Además de sus numerosas distinciones por su producción literaria, desde 2011 recibe el tratamiento protocolar de Ilustrísimo señor, al recibir de Juan Carlos I de España el título de Marqués de Vargas Llosa.
FOTOGRAFÍA CÉSAR CORTÉS
Estas editoriales independientes visibilizan el espíritu de diversidad cultural existente en Chile en las últimas décadas, que significa la legitimación de variadas sensibilidades, expresadas en la Literatura. LAS EDITORIALES E INTERNET ¿Qué ocurre con el mercado editorial actualmente en Chile? Junto a las grandes editoriales (con difusión garantizada en los medios periodísticos), existe un gran número de editoriales pequeñas, muchas de ellas dirigidas por escritores, abiertos a publicar materiales distintos, más experimentales, que apuntan tanto a autores y lectores excluidos de un mercado editorial mezquino, solo amparado en nombres ya conocidos a nivel continental. Estas editoriales independientes visibilizan el espíritu de diversidad cultural existente en Chile en las últimas décadas, que significa la legitimación de variadas sensibilidades expresadas en la Literatura. ¿Qué impacto han tenido las nuevas tecnologías? Lo sabemos: todo resulta más rápido, vertiginoso, cómodo, y barato. Tengo entendido que para los editoriales tener un sitio web significa un costo, en principio difícil de asumir para las pequeñas, sufriendo el drama de las pymes: la desigual competencia con el oligopolio. Para los autores aparece también
la posibilidad de contar con una publicación en e-book, a bajo costo para todos. También es cierto que muchos gozan leyendo literatura sin tener que comprar un libro. Es común que los escritores compartan sus textos en Facebook –leo diariamente poemas de Thomas Harris y Rafael Rubio allí– e incluso hilvanen relatos vía Twitter (conozco de alguien que ensayó una novela). ¿Cómo está impactando Internet en el funcionamiento de los seres humanos, en su sistema nervioso central, en sus modos de sentir y comunicarse? En el caso de la Literatura, si la estructura del sueño propuesta por Freud fue el modelo del siglo XX (un relato de doble significación: uno manifiesto y uno latente, como si pudiéramos disfrazarnos de nosotros mismos), ¿cuál modelo digital nos estará interpretando en ese siglo XXI? ¿Qué plataforma sustituirá a la del inconsciente, a la cual ya estamos acostumbrados? Recordando que ya existe un nuevo léxico, un amigo sociolingüista me dice: “Para poner un punto final que suba este texto a la nube”. 57
Columna
LA ERA DE LA POLIGAMIA EDITORIAL POR ANDREA JEFTANOVIC AVDALOFF
Escritora chilena, ensayista y docente, ha publicado las novelas Escenario de guerra y Geografía de la lengua y los volúmenes de cuentos No aceptes caramelos de extraños y Destinos errantes. En el campo de la no ficción es autora del libro Conversaciones con Isidora Aguirre y el ensayo Hablan los hijos. Estudió Sociología en la Universidad Católica e hizo un doctorado en Literatura Hispanoamericana en la Universidad de California, Berkeley (2005).
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ay una foto. Seis autores se abrazan en Barcelona. Son liderados por la misma agente literaria, Carmen Balcells, y publicaban mayormente en la misma editorial, Seix Barral. Son el llamado Boom latinoamericano. Hay otra foto, varios escritores chilenos en los años 90 publican mayormente en la colección Biblioteca Sur de editorial Planeta; son la llamada Nueva Narrativa. En estos días no hay una foto única de los literatos, son tantos que no cabrían en una imagen fija. Es más, hoy en día es tan diversa y heterogénea la muestra de voces que sería imposible fotografiarlos en un espacio común. Además, ese “canon-foto” siempre fue injusto, dejaba fuera muchos autores valiosos que desarrollaban proyectos de modo paralelo. Por ejemplo, es imperdonable que en el Boom latinoamericano no se incluyera el trabajo de Manuel Puig, Clarice Lispector, Elena Garro y Guimarães Rosa, entre otros.
En estos días no hay una foto única de los literatos, son tantos que no cabrían en una imagen fija. Es más, hoy en día es tan diversa y heterogénea la muestra de voces que sería imposible fotografiarlos en un espacio común.
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Nadie niega que en los movimientos antes mencionados, que conformaron un tipo de canon, hubiese grandes escritores y obras maestras, pero hoy la dinámica es distinta: múltiples cánones conviven al mismo tiempo. Está el canon de la academia, del mercado, de la edición independiente, de la Literatura más alternativa, el canon de los premios, el de los pares, de la literatura de pueblos originarios. A veces los espacios de legitimación coinciden o se superponen, otras no. Los registros son infinitos, está la memoria política, la intimidad, la narrativa histórica, la ciencia ficción, escrituras más experimentales, la problematización de la vida en regiones, el paisaje como tropos. No sabría definir el sello de nuestras letras actuales, en temas y estilos, porque son múltiples, pero sí distingo algunas transformaciones. Lo anterior tiene que ver con un territorio literario habitado por múltiples sellos independientes, se habla de más de cien. A las ya consolidadas Lom, Cuarto Propio y Ril se sumaron los últimos años sellos más jóvenes como Cuneta, Hueders, Alquimia, Ceibo, La Pollera, Lecturas y Montacerdos. Y siguen surgiendo más, Emergencia Narrativa, Cuaderno de Tiza, Overol y más. También ha habido un revival de las universitarias, como Universidad Diego Portales y Alberto Hurtado. Hoy seguramente tiene más fuerza el gremio de los editores, unido bajo el organismo
de los editores independientes, que el de autores, como por ejemplo, la sociedad de escritores.
Esta atomización tiene sus desafíos, por ejemplo, el tiraje de los libros ha bajado, la demanda de estos se encuentra repartida entre más nombres. A veces da la sensación de que hay más autores que lectores.
Esta atomización tiene sus desafíos, por ejemplo, el tiraje de los libros ha bajado, la demanda de estos se encuentra repartida entre más nombres. A veces da la sensación de que hay más autores que lectores. Existe la posibilidad, incluso entre lectores avezados, de no conocer a todos los autores ni a todas las editoriales que están publicando. Por otra parte, implica muchas veces reducir tirajes, fraccionar las efímeras ganancias. Subsistir no es fácil. Estas casas editoriales deben moverse con pequeñísimos equipos humanos para cumplir con diseño atractivo, presencia en varios eventos y puntos de venta, un manejo atractivo en las redes sociales, corrección de estilo, administrar la correspondencia, leer manuscritos, hacer contratapas llamativas, mantener una relación dinámica con la prensa de papel y
digital. De todos modos, más que competir entre ellas se potencian unas con otras, logran visibilidad, crean comunidad. Así, se genera un apetito por los libros o una demanda que sigue a la aparición de nuevos autores, colecciones y más de un evento literario como las ferias establecidas: Furia del Libro, Primavera del libro, y otras esporádicas. Es más, editoriales multinacionales no son incompatibles con editoriales independientes, editores y autores pasan de un lado a otro sin problemas.
Por eso ha sido muy acertado este modelo alternativo, permitido por las editoriales independientes, de que un mismo texto es publicado por varias editoriales locales en distintos países; algo que –incluso de modo algo sensacionalista– he llamado “poligamia editorial”.
Hay otra transformación, han surgido las ediciones múltiples. Por muchos años se mantuvo una falacia en el universo de los libros. Esa ilusión compartida de que, si una obra se publicaba en un sello grande, generalmente en España, luego recorría el mundo de habla hispana. Si bien eso sucede con un puñado
de títulos, quizás con unos cinco por país, que están en ocasiones amparados por un premio (la gira de Alfaguara) y en las cifras de ventas (los llamados best sellers), la mayoría de los libros no cruzan fronteras. Por eso ha sido muy acertado este modelo alternativo, permitido por las editoriales independientes, de que un mismo texto es publicado por varias editoriales locales en distintos países; algo que –incluso de modo algo sensacionalista– he llamado “poligamia editorial”. El modelo de edición local permite que sus publicaciones tengan precios razonables, de la mano de mediadores del lugar, con un circuito de distribución conocido. Yo misma he experimentado ese circuito, y ha sido muy gratificante. Uno de mis libros de cuentos ha sido publicado en Chile, México, Argentina, España, Cuba, Dinamarca; estoy segura de que su recorrido ha sido más expansivo en este formato. Además, creo que la fórmula multinacional representaba un modelo rígido y colonialista, ya que un país, fuera el que fuera, oficiaba de “potencia” y dictaba lo que se leía y cómo estos volúmenes circulaban. Me interesa este incipiente movimiento de ediciones locales latinoamericanas que generan colaboración y distribuciones más democráticas y misceláneas; de ese modo, se difumina la concentración de poder y las jerarquías. Los libros tienen múltiples circuitos,
algunos, de una u otra forma, se abren paso, pero quizás habría que repensar cómo conquistar a una población que cada vez lee menos, con una fuerte presencia de lo audiovisual y lo digital. Y, también, proponer que la Literatura chilena no sea un “asunto de nicho”, a veces en las librerías se ven más títulos de autores extranjeros que de locales. No es que esto sea malo en sí, pero hay un desajuste: la Literatura chilena no goza de prestigio en su país, pero sí afuera, donde los autores son invitados, traducidos, estudiados y discutidos. Esto es algo que también sucede con el cine chileno, especialmente los documentales y películas no comerciales. Despertar el interés y la circulación es una tarea pendiente.
No es que esto sea malo en sí, pero hay un desajuste: la Literatura chilena no goza de prestigio en su país, pero sí afuera, donde los autores son invitados, traducidos, estudiados y discutidos. Este modelo más horizontal, disperso y amplio nos desafía a nuevas formas de alianza y acciones para que la Literatura, el mejor laboratorio de la moral, la memoria y las emociones, adquiera la relevancia que merece.
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DOSSIER Escritores: Dentro o fuera de lo público
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La tradición literaria de mujeres chilenas que comenzó a visibilizarse desde el s. XIX hasta nuestros días, eleva a autoras como Gabriela Mistral, Marta Brunet y María Luisa Bombal. Hoy, se podrían llenar páginas con nombres de escritoras, pero no todas han sido valoradas por la tradición o la crítica. ¿Qué ha incidido en su legitimación? ¿Cuál es su rol? ¿Hay obstáculos creativos? Críticas y escritoras responden. Por Violeta Bustos Vaccia
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as primeras voces de mujeres que emergieron del anonimato en la Literatura chilena tuvieron que abrirse paso en el pantano de la crítica. Eran voces que provenían de la elite del siglo XIX y se hacían cargo de ciertos temas que tenían que ver con la subordinación. Era mal visto en esos años que las mujeres incursionaran en este y otros terrenos. “Señoritas, niñas que escriben”, señalaban los críticos. Desde entonces a la fecha, el panorama ha cambiado. Hay más espacios, sostienen algunas escritoras actuales, pero las barreras siguen existiendo y tienen raíces profundas. Así, con barreras y prejuicios, nombres como Inés Echeverría (1868-1949) o Martina Barros (1850-1944) lograron hacerse oír en la escena literaria, señala la académica de Estética UC Lorena Amaro, quien hoy desarrolla un proyecto Fondecyt sobre escritoras hispanoamericanas contemporáneas. Sin embargo, apunta, “estaban ajenas a lo que ocurría fuera de su clase social”, cuestión que fue cambiando con el tiempo. El rol de las escritoras, en un primer momento, fue entonces el posicionamiento en un panorama donde eran menospreciadas.
“Se suele decir que las mujeres escriben sobre la vida íntima y, en ese sentido, me parece que lo mejor es justamente romper esos roles”, explica Paulina Flores.
Es posible hablar del rol de los artistas, de los intelectuales, de los escritores en general. Pero no se puede entender el arte sin una dimensión “interseccional”, es decir, desde subjetividades dadas por las diversas conformaciones de los sujetos que crean, esgrime Amaro. Y esto no quiere decir que los hombres escriban como hombres o viceversa, pero sí se articulan discursos u obras en función de las experiencias, donde ciertamente cabe la noción de género. Por otro lado, la perspectiva de género a nivel de la crítica es un lente a través del cual se analizan las obras de determinadas autoras y lo que plantean. Una óptica feminista “daña” la Literatura, dijo Mario Vargas Llosa, recientemente en una columna en El País. Pero “es labor de los críticos develar una búsqueda interpretativa, más allá de la libertad absoluta que
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deben tener los artistas en su búsqueda estética”, plantea Leticia Contreras, investigadora de Letras UC. Por ejemplo, dice, es imposible entender el alcance de la obra de Virginia Woolf sin poner atención en que “se instala en la crisis de la cultura moderna como una voz feminista que quiebra paradigmas”. Al mismo tiempo no se puede desatender, agrega Contreras, que el panorama es desigual, que son más los autores que las autoras publicadas; que solo existen cuatro premios nacionales femeninos en este campo (Gabriela Mistral, Marta Brunet, Marcela Paz e Isabel Allende); que históricamente han sido figuras masculinas consagradas quienes han abierto la puerta a algunas mujeres hoy consideradas emblemáticas. Así, recuerda, fue el crítico Hernán Díaz Arrieta, conocido como Alone (1891-1984), quien calificó a Brunet como “mala poeta”, pero con potencial de prosista y la validó como tal; mientras Jorge Luis Borges “elevó” la voz de María Luisa Bombal señalando su valoración de la escritora. Sobre autoras emblemáticas, prosigue la académica, el caso de Mistral es quizás de los más llamativos, pues “durante muchos años se presentó como una suerte de madre de Chile” y, al momento en que se conocieron las cartas a Doris Dana, se produjo una “ruptura” con la visión institucional de lo que representaba. En esos términos, ha sido posterior el trabajo de difundir escrituras menos conocidas que no necesariamente tienen que ver con las obras que suelen resaltarse. Si bien Mistral se desmarcó de los movimientos propiamente feministas de su época, “su figura es de transgresión”, sentencia Contreras.
“Observo movimiento, colectividad y arrojo en el panorama actual”, en la medida que se están articulando nuevos espacios “desde un trabajo literario, político y simbólico que hemos aprendido y heredado (…) espacios que aún son desiguales con respecto a los que ocupan sujetos determinados en sus redes hegemónicas”, afirma Daniela Catrileo.
“Para una poeta, la instalación de una voz de mujer que pugna por situarse en un espacio claramente reservado para el vate es una batalla ardua. Ardua si el deseo de esa voz poética es justamente la de entrar en diálogo con sus contemporáneos, la de ser medida por la misma vara”, sostiene sobre Mistral la poeta Verónica Zondek, en el prólogo de Locas mujeres (2003), poemas reunidos de la Premio Nobel.
Voces femeninas que divergen y se encuentran Actualmente, el panorama literario femenino en Chile es amplio y variado. Conviven autoras de diferentes generaciones abocadas a temáticas y formatos diversos. Daniela Catrileo (1987) y Paulina Flores (1988) representan a las nuevas generaciones que se han abierto camino en las letras; mientras que Alejandra Costamagna (1970) y Carla Guelfenbein (1959) son narradoras de trayectoria, con reconocimientos en Chile y el extranjero. Desde la diversidad de sus plumas y experiencias, reflexionan sobre el rol de la Literatura de mujeres y los desafíos que enfrentan. El rol de la Literatura de mujeres ha sido diverso, sostiene la poeta mapuche Daniela Catrileo, y ha constituido “un encuentro estético-político”. Reivindicaciones socioculturales y aportes significativos en la transformación republicana de Chile son ámbitos donde las escritoras han participado, manifiesta. “Desde una perspectiva genealógica oficial de esa ‘Literatura de mujeres’, habría que empezar por el rol histórico sobre emancipación y derechos –y privilegios– de ciertas élites ilustradas en la política femenina a finales del siglo XIX y principios del XX”, asegura. 63
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“Se le suelen atribuir ciertos patrones de lenguaje, de temas, de punto de vista esencialmente femeninos. Como si esto fuera estático y de una sola pieza. Pero lo femenino es una construcción social, no biológica; nunca será algo inmanente”, dice Alejandra Costamagna.
En este periodo destacan las obras de Amanda Labarca (1886-1975), Elvira Santa Cruz (1886-1960), Delia Rojas (18831950) y Marta Vergara (1898-1995), entre otras. “Aunque sus discursos tenían diferencias y mantenían sus posiciones jerárquicas, fueron significativas en la transformación republicana de Chile”. Por otro lado, Catrileo expresa que “no podría dejar de nombrar como genealogía a contrapelo el ‘Llamekan’ (…), canciones elaboradas exclusivamente por mujeres mapuches que podrían inaugurar cierta poética como piedra angular de esas categorías: Literatura/mujeres/política”. La narradora y periodista Alejandra Costamagna, por su parte, alude a épocas más recientes. Menciona a colectivos como “Somos más” o “Mujeres por la vida” y autoras fundamentales para la creación de espacios más amplios en época de dictadura: Pía Barros (1956), Diamela Eltit (1949), Carmen Berenguer (1946) y Guadalupe Santa Cruz (1952-2015). Un hito clave para pensar en el rol de las escritoras, asegura, fue el Congreso Internacional de Literatura Femenina que se realizó en Chile en 1987, ocasión en la que “hubo una contundente discusión teórica que abrió un espacio para el encuentro de escritoras de distintas latitudes”. Mientras, la escritora Paulina Flores se refiere a los roles en términos culturales y asegura que muchas veces hay papeles asignados. Por ejemplo, afirma, se suele decir que las mujeres escriben sobre la “vida íntima” y, en ese sentido, “me parece que lo mejor es justamente romper esos roles”, no solo para la Literatura de mujeres, sino para la Literatura en general. Carla Guelfenbein coincide con Flores y asegura que las escritoras muchas veces deben defenderse “de las connotaciones negativas, del menosprecio, de la mirada altanera que arroja el canon”. Así, continúa, cuando esos portavoces emplean el término “femenino” para referirse a un texto, en 64
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realidad quieren decir: “no universal, intimista y comercial”, adjetivos que tienen una connotación negativa en este caso. Al respecto, Costamagna señala que la Literatura escrita por mujeres tiende a ser leída con códigos reduccionistas. “Se le suelen atribuir ciertos patrones de lenguaje, de temas, de puntos de vista esencialmente femeninos. Como si esto fuera estático y de una sola pieza. Pero lo femenino es una construcción social, no biológica; nunca será algo inmanente”. El riesgo, apunta, es el “encasillamiento”. La crítica Lorena Amaro afirma que, como parte de jurados para concursos literarios, de hecho, ha sido testigo de cómo se suelen catalogar irrespetuosamente obras con la etiqueta “temas de minas”. “Si bien la posibilidad ideológica es menor hoy, porque se ha abandonado el modelo intelectual de intervención en política, y son cada vez más los tecnócratas los que han asumido ese rol”, sostiene la investigadora, hay mujeres que han tomado esa posta. Es el caso de Nona Fernández (1971) o Lina Meruane (1970), quien por ejemplo se hace cargo del tema de la maternidad, a la que califica como “excesiva para la mujer que escribe” en su libro Contra los hijos. Lejos de ser una diatriba contra la maternidad en sí misma, la publicación plantea a grandes rasgos que en la búsqueda de las maternidades perfectas hay una piedra de tope para lo que sea que quieran hacer las mujeres.
Creadoras en movimiento A nivel histórico, la participación de la mujer en determinados campos ha sido tardía debido a prohibiciones de diversa índole. En cuanto a la Literatura, para Guelfenbein se relaciona con los obstáculos para acceder a la cultura. Recuerda que hace 100 años una mujer no podía entrar a una biblioteca si no iba acompañada por un hombre, y que en Chile, hasta 1887, ellas no podían estudiar en la universidad. Esto hizo que “escribieran desde los márgenes, desarrollando géneros que en su época fueron considerados menores, como el epistolar o el didáctico”, expresa. Si bien hoy no existen ese tipo de prohibiciones oficiales, persisten obstáculos para la creación literaria femenina, asegura Amaro. “Todavía el campo literario es de fuerzas en pugna. Muchas veces se construyen lazos de afectividad o espaldarazos entre hombres y las mujeres pueden tener problemas en establecer redes para la publicación”. Así, considera, las mujeres están “más aisladas”.
Gabriela Mistral y María Luisa Bombal:
Morir para merecer su nombre Hay otras escritoras chilenas postergadas, pero las emblemáticas, por su gran protagonismo internacional, son Gabriela Mistral y María Luisa Bombal. En cuanto a la primera, al margen de su postergado Premio Nacional posterior al Nobel, hasta hoy no se le reconoce su condición de gran intelectual de Chile, aunque, y por lo mismo, Roque Esteban Scarpa haya publicado una antología de textos llamada Una mujer nada de tonta (1976). Era muy joven cuando el sabio José Vasconcelos la invitó a México, para impulsar la reforma educacional. Una que en 1922 recogería la cultura de América Latina y, dispersa en su vasta geografía, permitiría que tanto los campesinos como los indígenas se integraran al desarrollo nacional. Ella era una joven de 33 años, lectora de Rabindranath Tagore y León Tolstoi, dispuesta a hacer de la educación una estrategia de integración social y racial. Rigurosa, había evaluado los principales sistemas de su época, como los de John Dewey, Federico Froebel y Johann Pestalozzi. México fue el país que, al margen de las tendencias europeas positivistas, muy racionales y abstractas por tener a las ciencias exactas de modelo, reconoce al mestizo de América Latina como portador de lenguas, tradiciones y culturas que debían integrarse en los métodos y contenidos educativos. Frente a la arrogancia de las academias, José Vasconcelos y Gabriela Mistral se inspiraron en las sabidurías locales, de las que el “saber popular” era una expresión plena y vigente. Aunque se generó una épica al respecto, con la imagen de la educadora chilena hablando con los estudiantes al aire libre, bajo un árbol, el modelo no lograría imponerse sobre la rutina. Será la poesía la que perdure, y también mucha prosa ensayística que hasta hoy interpela a los países de la región. Pedro Aguirre Cerda sería quien mejor la aquilatara, como pensadora capaz de hacer democracia mediante la educación y la cultura. También Francia, que la integró a la Legión de Honor. Tras el Premio Nobel, la invitación oficial para visitar Chile tardó nueve años. ¿Habría sido diferente de ser hombre? Tal vez no se le habría ocurrido un aporte suyo, práctico y doméstico: crear vacaciones de invierno cuando el frío hacía enfermar y morir a tantos niños. En cuanto a María Luisa Bombal, es ella quien, en palabras de Margarita Areco de la Facultad de Letras de la UC, “abre la novela contemporánea en Chile”; quien la introduce en las vanguardias. Más allá de las fronteras nacionales. Una figura emblemática para América Latina, tal como Juan Rulfo la recordaría al leerla cuando joven, quedando “enamorado” de su prosa libre, tan breve como veloz, directa al grano. Para más de un historiador de la Literatura, entre Bombal con La última niebla (1935) y Pedro Páramo, de Rulfo (1955), ya queda trazado el camino del realismo mágico. La amistad entre ambos, así
Tributos cinematográficos. Destacados directores han reconocido el legado de ambas autoras, años después de su deceso. A través de películas y documentales se busca perpetuar la obra de estas artistas, para las nuevas generaciones. Es el caso de Locas mujeres, de María Elena Wood, y Bombal, de Marcelo Ferrari.
Hay otras escritoras chilenas postergadas, pero las emblemáticas, por su gran protagonismo internacional, son Gabriela Mistral y María Luisa Bombal. En cuanto a la primera, al margen de su postergado Premio Nacional posterior al Nobel, hasta hoy no se le reconoce su condición de gran intelectual de Chile. como la de la chilena con Borges, serán fuente fecunda de la literatura regional. No se le dio el Premio Nacional de Literatura. Tal vez porque sus personajes protagónicos eran mujeres y no heroínas ideales, sino otras que sacaban afuera sus rabias y soledades, sus deseos y su sexo. Aunque Pablo Neruda y Federico García Lorca la celebraran sin ambages, no fue suficiente. Ni siquiera cuando Hollywood le abrió las puertas por su pluma, para corregir las traducciones de clásicos como El halcón maltés o, incluso, para que John Huston iniciara el proyecto de filmar una versión nueva de La última niebla, llamada The house of mist, la que Ediciones UC tradujera y publicara el año 2012. Aunque la Paramount alcanzó a pagarle 125.000 dólares, esta obra no se filmó. Bombal y Mistral. Dos mujeres. Dos gigantes, que todavía no encuentran su lugar en Chile.
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Al mismo tiempo, asegura, las propias mujeres se han abierto camino a través de ediciones independientes o por sus contextos dialogantes entre fronteras. “A muchas chilenas las publican en otros países porque viven afuera. En Europa les interesa publicar a latinoamericanas”, afirma. Es el caso de Meruane o Alia Trabucco (1983). A nivel de experiencias personales y obstáculos culturales que recaen en la productividad literaria femenina actualmente, apunta la investigadora Leticia Contreras, no se pueden desatender factores como la maternidad, las labores domésticas o la brecha salarial. Y a nivel de valoración o apreciación, “hay un sesgo que ha sido evidente”. Para Catrileo, los obstáculos para las mujeres no solo están presentes en el ámbito de la creación, sino que se enmarcan en una falta de derechos políticos, culturales y sociales. “El problema es la visibilización histórica de ciertos relatos, que han sido relegados de una Literatura oficial, pues son parte de la interrupción de ese orden. Es ahí donde encontramos también las diferencias de clase y raza como una amalgama compleja de cruces. Y eso es lo que termina siendo importante en el instante de difusión”. Flores, por ejemplo, señala que en su caso los obstáculos se han dado más por clase que por género. Costamagna, por su parte, lleva el análisis al plano de la subjetividad. “Ser mujer, a la hora de crear, es otra pieza de un rompecabezas bastante más amplio, lleno de signos que vamos leyendo y proyectando todo el tiempo, aunque no nos demos demasiada cuenta. Nadie escribe desde la neutralidad, eso es imposible”.
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“Las escritoras muchas veces deben defenderse de las connotaciones negativas, del menosprecio, de la mirada altanera que arroja el canon”, asegura Carla Guelfenbein.
El escenario aún es desigual En el panorama actual, manifiesta Catrileo, “observo movimiento, colectividad y arrojo”, en la medida de que se están articulando nuevos espacios “desde un trabajo literario, político y simbólico que hemos aprendido y heredado (…) espacios que aún son desiguales con respecto a los que ocupan sujetos determinados en sus redes hegemónicas”. Mientras, Flores valora la escena actual como “un muy buen momento”, ya que además de la cantidad de escritoras publicadas, “han surgido nuevas editoriales dirigidas por mujeres. En ese sentido hay muchos más espacios que antes”. Costamagna, en tanto, rescata la “diversidad de escrituras” que se han hecho más visibles las últimas dos décadas. “Se producen cruces interesantes entre la narrativa, la poesía, la crónica, la dramaturgia, el ensayo. Desde una novelista que aborda el tema de la postdictadura con una mirada desacralizadora, como Trabucco, hasta una dramaturga que trabaja lo grotesco y el humor negro para abordar las identidades en tensión, como lo hace Carla Zúñiga”, dice sobre escritoras nacidas en los 80. Pese a la apertura de espacios, el camino sigue siendo complejo, puntualiza Guelfenbein. En la actualidad las escritoras deben continuar defendiéndose de “prejuicios arraigados hace siglos”, situación que califica como “triste y patética”. Frente a esto, interpela a sus pares y señala que “nuestra labor es levantar la cara, decir las cosas por su nombre, y luego seguir escribiendo con la misma seriedad e ímpetu que lo hemos hecho siempre”. Perseguir a toda costa la pasión literaria que mueve a las escritoras a crear es algo que, según la narradora, el canon no ha conseguido doblegar.
Columna
Los libros en la universidad Por maría angélica zegers vial
Periodista de la Universidad Católica. Ha trabajado en radio y prensa escrita. Fue editora de Revista Capital y desde 2009 es directora de Ediciones UC.
S
i Joseph Stiglitz o Stephen Hawking hubieran querido concursar a fondos públicos para una investigación, a ninguno de los dos se les habría considerado el hecho de ser los autores de, respectivamente, El precio de la desigualdad y Breve historia del tiempo. Es un rol de las editoriales universitarias –en las universidades complejas al menos– la publicación de títulos que agreguen valor a una disciplina y, por extensión, aporten al desarrollo del país, tengan o no el correlato de un éxito comercial. En el caso del libro de Hawking, que sí lo tuvo aunque es denso y complejo, acercó la Física a miles de personas que nunca antes habían tomado un libro de esta disciplina. En Chile, las editoriales universitarias son hoy una plataforma atractiva para autores relevantes que difícilmente encuentran acogida en la industria del libro comercial, y también para autores que, sin ser académicos, buscan un sello que prestigie su obra. Si Ediciones UC es hoy la editorial académica más importante de Chile en número de publicaciones, sin duda la lista es larga y variada en aciertos editoriales de distinto tinte en otras universidades a lo largo de Chile. Este aporte al conocimiento de vanguardia y, en general, a la cultura nacional, conlleva detrás un enorme esfuerzo de gestión; por regla general, aunque estas editoriales están al servicio de la misión de la institución en la que están insertas, deben buscar su financiamiento a través de su propia actividad, y cuesta cuadrar el
círculo cuando la apuesta y sentido de su quehacer se orienta a títulos de alto valor agregado para el país, pero de públicos reducidos. La tensión entre misión y financiamiento debe necesariamente manejarse con nuevas y creativas fuentes de ingreso, alianzas con otras universidades nacionales y extranjeras, centros de estudio, organismos públicos y empresas. Es en el aporte a una disciplina y por extensión al país donde debe ponerse la vara que mida a las publicaciones académicas, no en el ranking de ventas.
En el cumplimiento de su rol, las casas de estudio están llamadas hoy a conectarse de manera más decidida con la sociedad; los libros que ahí se producen pueden y deben recoger la riqueza de un entorno que, por definición, está llamado a explorar nuevas fronteras y a dialogar sin ataduras. El mundo actual está interconectado y lo interdisciplinario no tiene que ver solamente con mezclar materias, sino también con mezclar personas. De hecho, muchos autores publicados en Ediciones UC no pertenecen a la universidad y lejos de constituir esto una paradoja, es una prueba del sentido que orienta sus publicaciones. En el cumplimiento de su rol, las casas de estudio están llamadas hoy a conectarse de manera más decidida con la sociedad; los libros que ahí se producen pueden y deben recoger
la riqueza de un entorno que, por definición, está llamado a explorar nuevas fronteras y a dialogar sin ataduras. En este mundo global, ya no hay razones para mantener el conocimiento encerrado en las paredes de un campus o del grupo estricto y pequeño de pares que leen un artículo en una revista indexada; hoy son miles las alternativas para difundirlo a través de libros que recorren todo el mundo en formato físico y digital en plataformas académicas y comerciales. Junto con esta apertura vienen también nuevos e importantes desafíos para avanzar hacia mejores prácticas editoriales y, por lo tanto, publicaciones académicas de mayor calidad en nuestro país. Si estos elementos son o no tomados en cuenta por los órganos del Estado para la asignación de fondos, políticas de fomento lector, compras por convenio o eventuales exenciones tributarias, es un tema aparte que no puede paralizar los esfuerzos de mejora de las propias editoriales. Trabajar por entregarle al libro el lugar que le corresponde, con proyectos novedosos que recojan las demandas sociales. La diversificación de temas y títulos, la relación interdisciplinaria y los formatos de negocio creativo que permitan sustentabilidad aparecen hoy como desafíos ineludibles. Son las universidades, precisamente, creadoras y transmisoras por su propia naturaleza de conocimiento de frontera, las más indicadas para hacerlo realidad.
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La historieta ha tenido grandes dificultades para encontrar un espacio definido en el mundo, como medio de comunicación, como obra de Literatura o de Arte. La publicación de Road Story, de Alberto Fuguet en 2007, dio paso a la nueva etapa de oro que la historieta nacional vive a partir del siglo XXI. Gracias a la masificación de las tecnologías y las redes sociales ha emergido la novela gráfica. Aquí les presentamos fragmentos de Ídolos y 1899, cuando los tiempos chocan, realizados por dos destacados autores nacionales. Por Mariana Muñoz Hauer
Mariana Muñoz Hauer. Diseñadora y actual estudiante del doctorado en Ciencias de la Comunicación por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Sus áreas de investigación son la comunicación visual chilena, los cómics autobiográficos chilenos contemporáneos y los medios de comunicación.
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Ante este panorama, los dibujantes continuaron su trabajo de manera independiente y sin mayores repercusiones. Eso hasta que en 2007 se publicó la que es considerada por muchos como la primera novela gráfica chilena: Road Story (2007, Alfaguara), escrita por Alberto Fuguet y dibujada por Gonzalo Martínez. Este libro, junto con constituir un hito al abrir un lugar al cómic chileno en el medio editorial tradicional, también resultó importante porque dio paso a la nueva etapa de oro que la historieta nacional vive a partir del siglo XXI, cuando gracias a la masificación de las tecnologías y la popularidad de las redes sociales adquiere visibilidad la obra de una gran cantidad de autores (que escriben sus guiones y dibujan). También la labor de equipos de trabajo (duplas escritor-dibujante o grupos más numerosos, con roles en la producción a la manera industrial, pero en rigor artesanal, aunque mediada por la tecnología). Esta nueva condición tecnológica para realizar cómic otorgó a los creadores la libertad para no depender de un sello editorial que los publique, así como tampoco de la impresión en papel como la única manera de difundir su trabajo. Además, generó el espacio ideal para que las temáticas de las historietas cambiaran: el ánimo de parecerse a los trabajos europeos o norteamericanos va desapareciendo para que hoy predominen contenidos con referentes locales, así como también es notable la apertura a diferentes temáticas, entre las que destacan el rescate patrimonial, cultura y personajes, historia reciente, feminismo, patriarcado, amor, LGBTI, entre otros. Y así como las temáticas se abrieron, también los géneros son diversos. Entre los más destacados, o mejor dicho, aquellos que más producción tienen, están la ciencia ficción y las llamadas “escrituras del yo”, dentro de las que encontramos la autobiografía y los diarios íntimos. Y así como se encuentran historias que fueron proyectadas desde un inicio como narrativa gráfica, hay otras que son versiones “dibujadas” de obras publicadas anteriormente. Por otra parte, son las editoriales más pequeñas (independientes) las que más apuestan por este tipo de trabajos. Novela gráfica o cómic, lo cierto es que es un lenguaje muy bien aceptado sobre todo en el público joven, que desde pequeño ha estado visualmente sobreestimulado, además de necesitar lectores activos que decodifiquen los signos y símbolos para resignificar la narración y darle sentido. Tal vez se está cumpliendo lo que el psicomago y artista Alejandro Jodorowsky declaró en la revista nacional de historieta Trauko el año 1991: el cómic es la Literatura del futuro.
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n 1978 el dibujante norteamericano Will Eisner publicó Contrato con Dios, un cómic que él denominó “novela gráfica”, concepto que comenzó a hacerse conocido en el mundo de la historieta. Más adelante, en 1992, la entrega de los premios Pulitzer tuvo algo fuera de lo usual: el “historietista” norteamericano de origen judío Art Spiegelman ganó un reconocimiento en la categoría Premios Especiales y Citaciones por su novela gráfica Maus: relato de un superviviente. Este premio, que tiene entre sus categorías más conocidas el periodismo y la literatura, junto al nuevo concepto acuñado por Eisner, abrieron una importante discusión en cuanto a la apreciación del cómic: ¿puede ser considerado Literatura? Y siendo más incisivos: ¿existe la novela gráfica? Al respecto conviven diversas posiciones: mientras algunos la definen como un cómic extenso y narrativamente denso, otros piensan que no es más que una estrategia del mercado que busca insertarlo en el mundo de las editoriales. Esto último, debido en parte a los prejuicios que la historieta cargó en su época de gloria a mediados del siglo XX, como por ejemplo ser un producto de evasión y entretenimiento dirigido a niños o nerds, o bien revistas de material barato producidas por artistas marginados de las bellas artes. La historieta nunca ha tenido un espacio definido como medio de comunicación, ni como obra de Literatura o Arte. Esto se condice con el panorama de esta disciplina en Chile luego del golpe de estado de 1973, cuando la publicación masiva de estas obras casi desapareció y lo que se conocía y consumía eran las revistas con personajes de Disney. Avanzada la década de 1980, el cómic volvió a tener tribuna gracias a una serie de revistas juveniles surgidas como respuesta al autoritarismo y la censura de la época. En aquellos años eran producidas por y para personas que pertenecían a una cultura alternativa y vanguardista, que no contaba con muchos recursos para producir sus obras. Así, durante esos años estos trabajos fueron una importante vía de escape a la realidad política y social que se estaba viviendo en el país, cuya efervescencia, irónicamente, desapareció con la llegada del primer gobierno democrático. De acuerdo al investigador Carlos Reyes, esto ocurrió porque no funcionaba como mercado o los intereses de los artistas no estaban relacionados con los del gran público.
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El universo de Maliki
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a artista Marcela Trujillo, también conocida como Maliki, no es nueva en el mundo de la historieta. Desde fines de la década de 1980 publicó viñetas en la revista de cómic Trauko (que durante el mes de abril volvió a circular). Luego de un largo camino por la pintura, retomó su personaje en The Clinic, además de publicar numerosos libros. Ídolo es el primer trabajo que la misma Trujillo define como novela gráfica, y aunque en general es la autobiografía el género que cultiva esta dibujante, también ha reconocido en diferentes entrevistas que se trata de autoficción. Es decir, una historia basada en hechos reales (autobiografía) que son ficcionados en diferentes aspectos, por ejemplo, cambiar los nombres o los lugares. Así, se difuminan los límites entre realidad y ficción. Con las páginas abarrotadas de detallados dibujos en blanco y negro que hacen que el lector se sumerja en la historia y en los diferentes mundos (“real” y ficticio) donde acontece, Maliki cuenta su experiencia en un encuentro de dibujantes en Lima, en el que conoce a su autor favorito. Este libro, con sus casi 300 páginas de humor y amor, es de lectura rápida. Sin embargo, y en la medida que avanza la historia, el subconsciente pide una segunda revisión que permita reparar en las diferentes viñetas que lo componen, que son una verdadera obra de arte. En Ídolo se cumple la máxima de la narrativa gráfica: la historia necesita del dibujo y viceversa para conformar un relato verosímil (aunque sea ficción), coherente y fascinante.
Marcela Trujillo. Es pintora, ilustradora y dibujante de cómics autobiográficos. Licenciada en Artes Plásticas Mención Pintura de la Universidad de Chile (1993). Diplomada en Bellas Artes en la Liga de Estudiantes de Arte de Nueva York (2001) y diplomada en Animatics & Storyboards en School of Visual Arts en Nueva York (2002).
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Ídolo. una historia casi real Marcela Trujillo Reservoir Books, 2017
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Un tesoro de acción y fantasía
Cuando los tiempos chocan
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sta es la primera novela gráfica del escritor best seller de ciencia ficción nacional Francisco Ortega. Si años después en la exitosa Mocha Dick fue equipo con el reconocido dibujante Gonzalo Martínez, en este proyecto contó con el lápiz y talento de Nelson Dániel, reconocido por su contundente trabajo de ilustración y dibujo de ciencia ficción, la novela gráfica Lucca (escrita por Pilar Palacios, editada por Ocho Libros en 2010), entre otras obras. Editada por Norma en 2011, 1899 forma parte del creciente grupo de novelas gráficas nacionales dedicadas a la ciencia ficción y que contribuyen al nutrido desarrollo de este género en Latinoamérica. Esta entrega de Ortega y Dániel se destaca por tener elementos de rescate histórico: nos presentan una nueva versión de las consecuencias que tuvo el Combate Naval de Iquique para nuestro país. En el relato los trenes andan por el cielo, la policía cuenta con seres de metal que detienen a los delincuentes y se produce el descubrimiento de la Metahulla: mineral azul que es empleado como un arma letal y que convirtió a Chile en una superpotencia mundial. Este libro es un tesoro de acción y fantasía que no se ha vuelto a editar y que por el momento solo está disponible, de manera segura, en las bibliotecas públicas nacionales y municipales, o bien en los libros usados. Sin embargo, vale la pena aceptar la invitación que nos hace a mirar desde otra perspectiva la historia y a apreciar y sumergirnos en la lectura de un relato muy entretenido y maravillosamente dibujado.
Francisco Ortega. Escritor, guionista y periodista de la Pontificia Universidad Católica de Chile y profesor de la Universidad Alberto Hurtado, donde imparte clases de Literatura y edición. Entre sus novelas más conocidas destaca Logia, del año 2014, y Dioses chilenos, de Editorial Planeta, su libro más reciente.
1899: cuando los tiempos chocan. Francisco Ortega y Nelson Dániel Grupo Editorial Norma, 2011
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el libro que me marcó
fotografía césar cortés
Extracto de El hacedor.
El pasado tiene un sentido
E ANDRÉS BIEHL LUNDBERG Académico de la Facultad de Sociología de la UC. 76 revista revistauniversitaria universitaria
l hacedor de Jorge Luis Borges fue un libro que tomé al azar mientras mataba el tiempo entre clases en la biblioteca de campus Oriente. Ocurrió en mi segundo año de pregrado. Inmediatamente me cautivó. Desde la dedicatoria se configura un conjunto de relatos sobre la memoria, lo que significa en la vida de un individuo, sus posibilidades –incluida la del autoengaño– y la fragilidad de nuestro mundo común por depender de ella. La dedicatoria juega con las alternativas del pasado, creando un sueño que permite darle realidad a un anhelo muy personal: que pueda ser recibida por un destinatario que ya no está. Recuperado de un sueño imposible, Borges afirma: “Así será pero mañana yo también habré muerto y se confundirán nuestros tiempos y la cronología se perderá en un orbe de símbolos y de algún modo será justo afirmar que yo le he traído este libro y que usted lo ha aceptado”. “El hacedor” es el primer relato de este conjunto de poesías, ensayos y textos y narra la historia –una de las tantas posibles– de cómo Homero se convierte en Homero. Describe cómo la incipiente ceguera del vate va, a su vez, alimentando su memoria. Recordar los hechos significativos de su pasado marca un quiebre y pone fin a una relación más simple con la vida. “En los mercados populosos o al pie de una montaña de cumbre incierta, en la que bien podía haber sátiros, había escuchado complicadas historias, que recibió como recibía la realidad, sin indagar si eran verdaderas o falsas”. La memoria que comienza a recuperar obliga a discriminar entre hechos, a ordenarlos y darles sentido. Justamente, el relato captura algo esencial de una sociedad oral y que requiere de la memoria para existir. ¿Qué es la verdad aquí? ¿La precisión del tiempo cronológico y la veracidad de los hechos que ocurrieron en el pasado? (¿cuándo fue el saqueo de Troya o el viaje de Odiseo?) ¿o la construcción en la memoria de un evento trascendente,
entendido y compartido por toda una comunidad? Probablemente lo segundo. Da lo mismo la fecha, los eventos que estará destinado a cantar Homero otorgan estabilidad y sentido a un mundo que se comparte siempre en relación con los antepasados. Los demás relatos aportan distintos matices a esta proposición, conjugando eventos desde la memoria familiar, la de los amigos, de la historia y de la sociedad. Posiblemente “El Testigo” propone la pregunta más radical. Narra la muerte del último inglés que se crió en un mundo pagano, la última persona que fue testigo de los dioses de antaño. La ocasión da paso a la pregunta sobre qué deja de existir –qué conjunto de recuerdos, imágenes y sensaciones desaparecen– cada vez que una persona muere. Borges se pregunta qué cosas morirán cuando él muera. Todos somos los últimos testigos de algo que deja de existir cuando morimos. Lo que está en juego es la fragilidad de la vida compartida: lo que va dejando de existir es esa posibilidad de traer al presente una multiplicidad de acontecimientos del pasado. Por contrapartida, el olvido nos ayuda a funcionar gracias a que homogeniza nuestras opciones en el presente. Entrega estabilidad, de forma análoga a la memoria, pero a riesgo de estandarizar y simplificar la realidad. Gracias al recuerdo de algo y el olvido de muchas otras cosas podemos ahorrarnos la necesidad de pensar. No estamos obligados a recordar, honrar o detenernos en el pasado, porque tenemos la ilusión de que no determina ni afecta nuestro presente. En ese sentido, el libro no envejece y propone preguntas que deberíamos hacernos constantemente. Hoy también, como El hacedor, parecemos recibir la realidad sin indagar si es verdadera o falsa (¿un tweet?); podemos ser indiferentes tanto a fijar una cronología de hechos como a reconocer eventos significativos que trascienden y marcan nuestro presente porque, justamente, nuestro interés está puesto en el futuro (¿la posverdad?).
reseñas
De vez en cuando, como todo el mundo: Cuentos reunidos Marcelo Lillo Editorial Lumen 2018
Revista Teología y Vida Facultad de Teología UC 2018/1
La visión espiritual
El regreso del cuentista
l último número de la revista de los teólogos aborda siete temas de actualidad. Estos incluyen la visión interior mística de Orígenes y San Agustín. Además aborda la comprensión de la responsabilidad social desde el pensamiento del Padre Hurtado; cómo la Iglesia Católica Romana se abre a otros caminos de salvación cristiana que convergen en una Iglesia de Cristo; una relectura de la Segunda Conferencia General del Episcopado Latinoamericano celebrada en Medellín, medio siglo después; los fundamentos estético-teológicos de la piedad popular; la experiencia de Dios en los jóvenes y su plenitud en la vocación religiosa; y el Primer Código de Derecho Canónico con las posturas de los obispos en su época (1904). El referido a la piedad popular es un proyecto Fondecyt de Federico Aguirre. En él se analiza la percepción “relativamente negativa” que se tenía de ella antes de los encuentros del Celam, en la segunda mitad del siglo pasado, y el modo cómo ha ido creciendo en valoración hasta llegar al Papa Francisco, que define a la piedad popular como “lugar teológico” (Evangelii gaudium, 2013). Los casos más estudiados son la Fiesta de la Virgen de La Tirana, asociada a la cultura norte andina y la minería; la de San Pedro en Valparaíso, inscrita en la centro-cultura criolla y la pesca; y la chilota del Cristo de Cahuach en el ámbito rural y agrícola de la sur-cultura mapuche. En torno a ellas Aguirre destaca la importancia de los lenguajes del arte como modo de expresión de la “piedad popular”, busca evidenciar el rol fundamental que esta juega en la experiencia eclesial en América Latina y Chile, y aspira a “promover su estudio de una manera metodológicamente adecuada”. Su presencia en el espacio público, aunque efímera por unos días, ha hecho de ellas un referente desde su “lógica estética”, la que apunta a constituir con ello “un lugar teológico”.
e fue a Niebla para vivir de la Literatura, o morirse. Para lo primero se fue con ahorros para cuatro años; para lo segundo una Colt 45. Justo a tiempo, en España se publicó su primer libro El fumador y otros relatos (2008). Algo tuvo a su favor la constancia con la que los premios se dejaban caer para alargar su existencia. Al primero de la revista Paula (1999), se sumarían el Marta Brunet de Literatura Juvenil (2006), el de Mejores Obras Literarias 2007, del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile, y el del Círculo de Críticos de Arte 2008. El apoyo de Ignacio Echevarría fue relevante. Desde su primer libro (editado por Caballo de Troya, Madrid, 2008) que lo eleva de inmediato, el destacado crítico español fue decisivo; luego, ya pudo Lillo seguir por su cuenta con Gente que baila sola (Mondadori, Santiago, 2009); Este libro vale un cadáver (Mondadori, Santiago, 2010) y Cazadores (Random House, Barcelona, 2010). Asociado Lillo a la célebre cuentística norteamericana de textos breves y contundentes, con algo de la tristeza y sordidez de esa tradición, Echevarría ve en él una vertiente muy propia, “una irreprimible cordialidad, una gozosa y prepotente bonhomía, también una resuelta confianza en el poder redentor de la Literatura”, según comenta en el epílogo de este libro. No le fue fácil el éxito. Se abrumó Lillo con tanta entrevista, encuentros con público, viajes que rompían su tranquilo ritmo de Niebla. Ahora, tras cinco años de silencio aislado, vuelve a entregar una serie de cuentos. Menos melancólicos y con cierta paz interior, como si finalmente hubiera hecho las paces con la apuesta de su destino incierto desde el día cuando, recién nacido, fue entregado en adopción. Para sus lectores, que lo siguieron con inquietud, esta tónica permite un cierto alivio. Allá en Niebla, en la desembocadura del río cuyas aguas se estrellan contra las agitadas del Pacífico, muchas veces con estruendo, parece haber encontrado una quietud propia.
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En la imagen se observa el montaje de la exposición de la Facultad de Artes de la UC "30 años del taller de cine para niños", de Alicia Vega, que resume el trabajo de 6.500 niños de distintas poblaciones de Santiago y de sectores rurales. Galería Macchina, campus Oriente, abril de 2018. Fotografía Karina Fuenzalida Barraza
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