nano 145:Pauta viasual 2 columnas
30/6/10
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Los tontos problemas legales de Diego Areso Texto: Nano Trias Si sois diseñadores e internautas, casi seguro conocéis Quinta Tinta y el tema que voy a tratar aquí no os pilla de nuevas. Por si os sentís despistados, os contaré que Quinta Tinta es un blog sobre diseño y prensa; o mejor dicho, del diseño en la prensa. No es la bitácora de cualquier mindundi, no. Es el blog de Diego Areso, jefe de diseño del diario Público. Eso convierte Quinta Tinta en un blog bien documentado, con criterio en la elección de sus entradas y, por tanto, en un referente en el sector. Diego habla sobre diagramación, sobre tipografía, sobre ilustración, sobre fotografía y sobre infografía. En resumen, habla sobre prensa. Y lo ilustra… mostrándonos la prensa. Adornan las entradas miles de portadas de diarios de todo el mundo, revistas, dominicales y suplementos. Desde hace unos días algunas entradas han perdido su sentido, porque no se puede hablar de diseño sin ver aquello de lo que hablamos, y a Diego le han prohibido mostrarlo. Él explica estupendamente lo extraño del requerimiento en su blog, así que os animo a pasaros por él y leerlo. Ha alcanzado el nivel de categoría, así que podéis buscarlo en la columna derecha, bajo el nombre “Mis tontos problemas legales”. Por si no tenéis una conexión a internet a mano, os haré aquí un brevísimo resumen: el grupo editorial Zeta, a través de un equipo de abogados, ha “instado” a Quinta Tinta a retirar cualquier imagen que tuviese en el blog de Interviú y Cuore, amparándose en los derechos de autor sobre las imágenes de las revistas. En un ataque de “estohasidounaconfusiónvoyahablarconestosamablesseñores”, Diego les comentó que el blog no tiene ánimo de lucro, que las imágenes son para ilustrar temas de maquetación y no para enseñar señoritas ligeritas y que las imáge-
nes se las había pasado ¡el responsable de diseño de la revista! A casi todos nos ha dado alguna vez un ataque de estohasidounaconfusionitis. Cuando estamos en pleno ataque creemos firmemente en nuestra inocencia, en la racionalidad de nuestro planteamiento y en la capacidad del ser humano para llegar a una solución dialogada y cabal. A Diego lo sacaron de su ensoñación con terapia de choque: el bloqueo, sin ningún aviso, de todos sus dominios y cuentas. Culpable hasta que se demuestre lo contrario. Internet es un mundo con sus propias reglas, que no tienen por qué coincidir con las del mundo real. Si haces una portada de una revista en el mundo real, es para que sea expuesta, y el atractivo de la portada sirva de cebo para que la gente quiera comprarla. Este caso es mucho más exagerado en revistas como Interviú y Man, ambas del grupo Zeta, por motivos más que obvios. Es éste mismo grupo editorial el que ha optado por no permitir ninguna reproducción de sus revistas en la web. El equivalente, en el mundo real, a pedir a los kiosqueros que expongan la revista boca abajo, y no permitan al lector ver la portada hasta que no hayan pagado. Absurdo. Mucho más aún cuando Quinta Tinta no tiene publicidad en su página, ni nada que le haga ganar un duro con el “esfuerzo de otros”. No puede entenderse que Diego vaya a hacer dinero mostrando mujeres semidesnudas para que pinches en sus enlaces. Ni siquiera tiene un mísero enlace a eldiario-que-le-da-de-comer, por lo que tampoco se le puede acusar de favorecer a su diario con contenido de los demás. Supongo, además, que el responsable de diseño de Interviú, que fue quien le pasó las imágenes a Diego Areso, lo haría con gusto y orgulloso de que el rediseño de la
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revista fuera a ser tratado en Quinta Tinta. Yo, desde luego, lo estaría y se las pasaría gustoso. ¿Cómo se explica entonces este repentino interés de una revista por que nadie le haga publicidad? Supongo que no es así, y el problema es que los abogados son como soldados: una vez recibida una orden, sólo cabe acatarla. No se piensa, no se dialoga, no cabe el razonamiento ni el discernimiento entre una reproducción “lucrativa” y una que no lo es. Este caso no se hubiese dado en la mayor parte de Europa, ni en Estados Unidos o Canadá, donde los derechos de autor o los de reproducción dejan fuera aquellas reproducciones del contenido que no tienen ánimo de lucro y se hacen de buena fe. Dependiendo de dónde estemos, también aquellas con fines educativos o culturales ¡Faltaría más! Pues no. En España eso no está tan claro, y el derecho de reproducción se refiere a cualquier reproducción durante los próximos setenta años. Os recomiendo la relectura de “Con los derechos de autor no se juega”, en el blog de Pseudonimma. Es de marzo de 2007. Asusta ver como, tres años después, no hemos conseguido avanzar ni un ápice. El sentido común dicta que es ridículo, que es anticultural, pero legalmente es mejor así que tener que atender cada caso individualmente. Y estas tontadas a los diseñadores nos afectan, porque debemos ser, después del de los programadores, el colectivo profesional que más contenidos comparte en la red. Mientras nosotros estamos locos porque muestren nuestro trabajo y mostrar el de aquellos que admiramos, unas normas mal dictadas nos tratan como ladrones y maleantes. Ojalá Diego sea el último en soportar el soponcio de verse acusado así. Aquí le dejo mi apoyo por escrito, por si sirve de algo. l