Septiembre - diciembre 2020
Ediciรณn No. 42
ES HORA DE CONTAR
¡Quieres aprender a contar historias, hablar en público y tener conocimiento en narración oral? Te ofrecemos el Taller Básico de cuentería. Proximamente inscripciones
info: comunicaviva@gmail.com
Créditos Contenido No. 42 Septiembre-diciembre 2020
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María Teresa Agudelo Verónica Madrid Betancur Corrección de estilo María Teresa Agudelo
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Editorial
El Mito como forma precientífica de conocimiento
Artículo
Curso Virtual de Cuentería
De Festival
Festival Regresando
Érase una vez
Programación
Proyecto Ganador de la Convocatoria de Estímulos para el Arte y La Cultura 2019 Secretaría de Cultura de Medellín
Editorial
Por: Walter Alonso García
EL MITO
COMO FORMA PRECIENTÍFICA DE CONOCIMIENTO En el mundo primitivo oral, todo conocimiento debía ser aprehendido y aprendido sin ayuda de un texto guía o de unas instrucciones al pie de la letra que permitieran reproducirlo de acuerdo a las vivencias de otro. Además, la mayoría de los conocimientos debían ser sabidos por casi todos, pues si bien la especialización del trabajo se daba y algunos destacaban por tallar hachas, guisar mejor, ser buenos rastreadores o saber curar, entre otros saberes, no siempre podían contar con la ayuda de otro, no podían llamar por teléfono o mandar un whatsapp, por lo que todos debían saber al menos el rudimento de las actividades imprescindibles para sobrevivir en un mundo hostil. A falta de libros, los hombres tenían narraciones. Los relatos eran la forma de aprender y de transmitir el conocimiento. Una forma mágica porque favorecía la interiorización del conocimiento al vincularlo a otras esferas de la vida, al cargarlo de sentimientos, al hacerlo emocionante. Pensemos, por ejemplo, en un conocimiento imprescindible para la vida: las estaciones. El hombre primitivo veía cómo cada año se repetían unos procesos naturales; los árboles se llenaban de frutos, los animales se apareaban, el sol calentaba con fuerza la tierra; luego, los árboles iban perdiendo sus hojas, el sol comenzaba a calentar menos y los animales cuidaban a sus crías a la par que guardaban alimentos; entonces llegaba el tiempo del frío, los árboles deshojados y sin frutos eran los emisarios del hambre, algunos animales emigraban, otros se escondían en la tierra buscando limitar el gasto de energía para que la comida almacenada fuera suficiente, otros morían por el frío y la falta de comida, los días eran cada vez más cortos y las noches más largas. Y, de repente, los días comenzaban a hacerse más largos y las noches más cortas. La vida comenzaba a surgir de nuevo lentamente, los animales salían de su letargo o regresaban de sus viajes migratorios… hasta que los árboles se llenaban de frutos, los animales se apareaban, el sol calentaba con fuerza la tierra…
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Editorial Este conocimiento era imprescindible para vivir, pues indicaba cuándo sembrar, cuándo cosechar, cuándo buscar refugio, cuándo salir. Así que se creó un mito para recordar todos esos conocimientos esenciales, pero además para explicarlos. Cuentan los romanos que Ceres y Júpiter tenían una hermosa hija llamada Proserpina, Ceres era tan feliz que llenaba los árboles de frutos y hacía que el sol iluminara la tierra. Pero Plutón, el dios del inframundo, se enamoró de Proserpina y la raptó para llevársela a su reino. Ceres la buscó en vano por todos los rincones del mundo, pero no logró hallar más que un pequeño cinturón que flotaba en un lago que habían formado las lágrimas de las ninfas al ver lo que le había sucedido a su amiga. En su desesperación, Ceres detuvo enfurecida el crecimiento de frutas y verduras, y se arrancó los vestidos, y se arañó la cara. Rehusó volver al Olimpo y empezó a vagar por la tierra, convirtiendo en desierto lo que pisaba. Fue así como el mundo se volvió un lugar frío y la muerte comenzó a acechar en cada rincón de la tierra: Ceres quería morir y con ella moría la naturaleza. Preocupado, Júpiter envió a Mercurio para que ordenara a Plutón que liberase a Proserpina. Este obedeció, pero antes de dejarla ir le hizo comer seis semillas de granada (un símbolo de fidelidad en el matrimonio), y ya que había probado la comida del inframundo nunca podría dejarlo del todo sino que debería volver después de seis meses y quedarse esa misma cantidad de tiempo. Cada año, Proserpina está con su madre seis meses, pero luego se marcha al inframundo por otros seis meses, llenándola de dolor y de deseos de morir. Dolor y deseos de muerte que solo cesarán cuando Proserpina, transcurridos los seis meses, regrese a los brazos maternos. De esa manera, el hombre primitivo se explicó las estaciones. El mito de Ceres y Proserpina le permitió comprenderlas y recordarlas. En el verano, Ceres es feliz, tiene a Proserpina a su lado, por eso el sol ilumina y la tierra se llena de frutos. Pero cuando se acaban los seis meses, Proserpina regresa al inframundo, entonces llega el otoño y Ceres llora la ausencia de su hija; los árboles comienzan a quedarse sin hojas, el viento sopla y el frío comienza a crecer lentamente, al igual que el dolor crece dentro de Ceres: es así como aparece el invierno. Ceres desea morir, sin su hija nada tiene sentido. Lentamente la muerte y el frío se adueñan de la tierra, y cuando parece que la diosa va a morir llega la noticia: los seis meses han pasado y Proserpina regresa a los brazos de su madre. Y lo que pasa con las estaciones pasa también con cada saber necesario: el hombre primitivo crea un relato que le permita recordar y comprender. Y es que el mito, y también la leyenda, es para el hombre que no tiene lenguaje escrito lo que la ciencia es para el hombre que sí lo posee. El número 42 de la Revista Contante y Soñante tendrá como temas principales el mito y leyenda, esperamos que la disfruten.
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Artículo
Por: Jota Villaza
Proyecto ganador en la Convocatoria de Estímulos para el Arte y la Cultura 2020 de la Secretaría de Cultura Ciudadana de Medellín La cuentería en Colombia tiene aproximadamente treinta años y la mayoría de maestros se formaron por medio de talleres puntuales o de manera empírica y autoformación, aprovechando los conocimientos de teatro y/o literatura que tenían. De esa misma manera, estos maestros se han dedicado a dictar talleres, y a veces algún aprendiz monta un taller para ganarse unos pesos. En realidad no existe en la ciudad ni en Colombia ni en otros países de habla hispana un proyecto de carácter académico, con un pensum completo y continuo que permita una formación integral en cuentería, como el que ofrece la Escuela de Cuentería y Oralidad Vivapalabra, con lo cual esta se configura como única en su especie. En este año 2020 iniciamos con normalidad los cursos I, III y V de la escuela, y planeábamos realizar nuestro curso intensivo para junio/julio. Pero la pandemia nos obligó a interrumpir estos procesos, y los profesores nos vimos abocados a improvisar y reinventar los cursos desde la virtualidad, lo cual ha sido un verdadero aprendizaje para estudiantes, profesores y organización, pues hasta ese momento para nosotros era impensable que pudiera realizarse de esa manera: una contradicción para un arte presencial como lo es la cuentería y todas las artes escénicas. Incluso algunos narradores hablan de la necesidad absoluta de ver al público e interactuar con este para que sea cuentería, de lo contrario sería otra cosa. Con los aprendizajes que hemos adquirido en este tiempo de confinamiento, pudimos realizar nuestro curso intensivo, equivalente al taller básico que ofrecemos en el semestre I, gracias a un proyecto presentado a la Alcaldía de Medellín, convocatoria LEP (Fondos de la Ley del Espectáculo Público). Es necesario darle continuidad al proyecto de escuela para que la cuentería en Medellín siga creciendo y llegue a ser reconocida por las entidades estatales como un divertimento, una necesidad básica y una herramienta indispensable en la salud emocional integral y las resiliencias de una ciudadanía. El curso intensivo virtual dictado por la Corporación Cultural Vivapalabra, a través de su proceso de formación artística denominado Escuela de Cuentería y Oralidad, fue un taller de cuentería que se desarrolló a partir de 66
Artículo técnicas y teorías de la narración oral, permitiendo la reflexión alrededor de la creación en este arte, la preparación, producción y proyección de cuentos como una alternativa lúdica complementaria a diferentes profesiones; con aplicaciones como la artística, el entretenimiento, la transmisión de valores sociales y familiares, herramienta sociológica, etc. El curso, que se desarrolló de manera teórico-practica, tuvo una duración total de 80 horas, repartidas entre los encuentros vía Zoom, trabajos en casa, horas de observación de la programación de Vivapalabra y otros videos en las redes sobre este arte, además de las horas que los estudiantes invirtieron en la grabación de sus trabajos. Iniciamos el curso con 92 personas, pero desde las primeras clases muchos desistieron, pues pensaban que iba a ser un curso poco exigente, de unas pocas horas, que les daría unos tips para aprender mágicamente la cuentería. Solo nos fueron quedando unos 45 estudiantes que participaron desde toda Colombia, además de Brasil, Perú, Costa Rica, entre otros países, lo cual hubiera sido imposible en la presencialidad. Finalmente, presentaron su montajes de clausura 35 estudiantes, dejándonos una enorme sonrisa de alegría y satisfacción. Esta ha sido una experiencia maravillosa, en la que todos aprendimos de cuentería muchos aspectos que desconocíamos, o habíamos olvidado, pero también aprendimos de las nuevas oportunidades que la pandemia nos trajo, aunque no lo queríamos, aunque le temíamos, aunque nos parecía imposible el arte y su enseñanza a través de medios virtuales. Este curso nos demostró que sí es posible, que las redes y la virtualidad son una puerta abierta para miles de nuevas experiencias y posibilidades. Eso sí, estamos seguros de que nos acurrucaremos de nuevo en la presencialidad, inmediatez y efímero del arte de la cuentería, pero con una ventanita abierta a todo lo que nos pueda aportar la virtualidad, sin dejar de ser por ello el mismo arte de la narración oral, o cuentería, como a mí me gusta llamarlo. Ahora le daremos continuación a ese curso, y a los que realizamos en el primer semestre del año, con la apertura de los cursos II y IV, esperando que nos aporten tanto o más que el primero y que disfrutemos 100% de esta nueva forma de ver la cuentería, la formación artística y su proyección al público.
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De Festival
Los cuentos son magia que llega a los oídos a través del voz a voz. Es por eso por lo que desde el año 2001 la Escuela de Cuentería y Oralidad Vivapalabra forma cuenteros, durante cinco semestres, para que por medio de la palabra hagan llegar sus historias a todos los rincones del planeta. Sesenta y ocho cuenteros han completado el ciclo total de cinco semestres y han desarrollado su capacidad para contar historias en espacios convencionales y no convencionales. Sus espectáculos han sido de gran impacto en la ciudad, y algunos de ellos en importantes festivales nacionales e internacionales de narración oral. Para contribuir a la proyección de los trabajos de graduación de los alumnos egresados de la Escuela de Cuentería y Oralidad de Medellín, la Corporación Cultural VIVAPALABRA ha creado el festival REGRESANDO. Este se realizará del 7 al 10 de octubre, con dos funciones diarias de miércoles a sábado, a las 7:30 p. m. y las 9:00 p. m., con un total de nueve presentaciones con temáticas y estilos diferentes, más una función especial infantil. Se trasmitirán por el Facebook Live de VIVAPALABRA CUENTOS Y VIVAPALABRA CUENTEROS, las cuales pueden consultar en la página web www.vivapalabra.com TURNO
MIÉRCOLES 7 de octubre
Cucú - Contaba la Rana. 4 p.m. Primera función 7:30 p.m.
Un día dis-tinto Claudia Torres
Segunda función 9:00 p.m.
A son de maracas Lelis Sierra
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JUEVES 8 de octubre
Juguemos a la Guerra Diana Gutiérrez
VIERNES 9 de octubre
Deshojando a Margarita Kari Cuentera La melodramática Desde el viento historia del caballo nos llegan cuentos y la flor Mace la Cuentera Wilmar Tovar
SÁBADO 10 de octubre Floriteca encantada Daniela Galvis Cuentos ronroneros Fabiola Serna La sombrilla Sebastián Londoño
Érase una Vez En versión de Fernanda Garza Bonada Cuenta la gente que anda por los caminos de México, que hasta estos días se aparece un jinete por las noches en los oscuros y alejados caminos. La historia inicia con un hombre pobre, pero con gustos de rico. Aquel hombre debía trabajar duro debido a su condición de pobre, pero siempre hizo todo para lucir como un charro galante de la alta sociedad. Ahorraba todo el dinero que podía para poder comprarse trajes caros de charro, con las mejores telas y con monedas brillantes, y los sombreros más elaborados. Hacía esto incluso si significaba no comer bien, pues lo más importante para él era lucir como hombre adinerado. Viajaba a pueblos cercanos y lejanos para colarse en fiestas de la alta alcurnia y su más grande miedo era que alguien se enterara de que no tenía ni un quinto. Este hombre ambicioso tenía que trabajar la tierra día y noche, romperse la espalda y estar siempre cansado, y aun así no le alcanzaba para satisfacer todos sus caprichos y llevar la vida que tanto deseaba. Al morir sus padres, se sintió desamparado, solo y más pobre que nunca. Y eso fue justamente lo que lo arrastró a tomar su decisión: haría lo que fuera por obtener la riqueza que tanto deseaba, aunque eso significara vender su alma al diablo. Dicen que el demonio tiene muchos esclavos por ahí, buscando almas en desgracia. Por eso no fue difícil tener contacto con el diablo, y este, al ver la avaricia en el corazón de este hombre, no dudó en darle todo lo que quería a cambio de su alma. El charro había logrado su objetivo: tener tanto dinero y riqueza como siempre había soñado. La vida de lujos que siempre había querido comenzó: compró una enorme hacienda, los más hermosos trajes de charro con monedas de plata, sombreros bordados con hilos de oro, bebidas, mujeres y apuestas. Pero dicen que hasta la belleza cansa, y así llegó el momento en que la soledad se adueñó poco a poco de su corazón. Aunque estaba siempre rodeado de muchísima gente, pronto se dio cuenta de que la mayoría estaba simplemente por su dinero y favores. Y comenzó a sentirse miserable, solitario y vacío.
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Érase una Vez Pero, como bien se sabe, no hay plazo que no se cumpla, y llegó el día en que el diablo apareció para cobrar su deuda. El charro trató de ocultarse, temeroso y cobarde, y se encerró en su gran hacienda a la que llenó de cruces y elementos religiosos para evitar que el diablo llegara a él. Sus últimos meses de vida fueron un infierno en la tierra, por el gran miedo que le causaba el acecho del diablo y su inevitable aparición. Hasta que llegó el momento de su muerte y se le apareció el enemigo malo, enfurecido, y le dijo que no podría salvarse de su deuda. El caballo y fiel acompañante del charro, molesto por la presencia del ser demoniaco y queriendo proteger a su dueño, intentó patearlo, pero para el diablo eso no significó más que una ofensa y los maldijo a ambos. El charro se fue secando hasta quedar convertido en una calavera vestida con un impecable traje negro. Su fiel equino, con el infierno por dentro, lo acompañaría para toda la eternidad. Hasta estos días, se cuenta de una figura fantasmal, un charro negro que monta un caballo igual de negro con ojos de fuego, y que se aparece de cuando en cuando, con una bolsa de monedas de oro que tintinean con su andar, y asusta a las personas que viajan por los diferentes caminos de México.
Clandestino Rueda
1 La puerta de la habitación se abrió. El fantasma entró silencioso, me buscó, lo reblujó todo, y no me encontró. Desesperado, se sentó a llorar, como siempre. Yo me quede en silencio, no quería asustarlo.
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Érase una Vez La primera vez que la vi, ella vestía de negro. Me dijo que era la muerte y yo más rápido la amé. Sembré en su vientre un semillero de sueños y esperanzas. Después me fui porque los fantasmas huyen cuando sale el sol.
Josefina Betancur Betancur Nuestra vida transcurría tranquila y feliz en una casa de campo de anchos corredores y muchos sembrados. Había también un aljibe donde jugar con agua era nuestra mayor diversión… miento, realmente nuestra máxima alegría era reunirnos los hermanos más pequeños a jugar en el patio delantero de la casa, cuya entrada era un portón hecho con palos y alambre de púa que casi siempre permanecía abierto durante el día. Cierta vez estábamos allí jugando mientras Rosa cantaba una canción que todos seguíamos. Milton nos propuso jugar a las escondidas. Y él que empieza a contar y nosotros a dispersarnos cuando de pronto una mujer hizo su entrada por el portón: mal vestida, de cabellos largos, rubios y despeinados, un cuerpo esbelto y unos ojos azules que brillaban como el cristal. Se quedó mirándonos a todos, y nosotros, como por hipnosis, nos quedamos paralizados. De repente tomó en sus brazos a mi hermano más pequeño y nuestra reacción fue echarnos a llorar. Ella nos dijo con tono burlón: “tranquilos, nada les va a pasar, yo soy Celina”, y se echó a reír. Con sus mirada nos ordenó alejarnos de ella y escucharla.
Clandestino Rueda
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Érase una Vez Nosotros le obedecimos. Entonces empezó a decir unas letanías en un idioma extraño, con mi hermano alzado en sus brazos como ofreciendo un trofeo. Luego se sentó con él cargado y no dejaba de mirarnos, hasta que por fin reaccionamos y empezamos a gritar: “¡Suéltelo!”. Ella solo sonrío y nos dijo que miráramos al cielo, nos señaló una estrella y nos dijo que se iría tras ella. Celina, como se llamaba, empezó a mecerse tímidamente mientras entonaba un canto infantil: ''Señora Santa Ana ¿por qué llora el niño?, por una manzana que se le ha perdido, oriiii oraaa, San Antonio ya se va”. En ese momento entró mi hermana Chila, la mayor, y al ver la escena palideció, pero reaccionó dirigiéndose con voz autoritaria a la mujer: “¡Ve! ¿Y a esta loca qué se le perdió aquí?” Cuando Chila se le acercó, ella soltó a mi hermanito y salió gritando desafiante: “¡Ahh, sí, me conoció!”. Todos nos abrazamos temblando del susto. Mi hermana nos dijo que tranquilos, que ella era una señora que andaba buscando quién la escuchara y que gracias a nosotros había cumplido su deseo. La tarde terminó entre juegos y sustos. Desde ese día, el estribillo que cantábamos cuando jugábamos al lobo era: “Juguemos en el parque mientras Celina viene, porque si Celi viene de pronto nos robará, Celi ¿estás? ¡¡¡Ya salgo para robármelos a todos!!!
Programación 3 de septiembre Comediantes en Apuros 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
17 al 19 de septiembre Clausuras curso virtual 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
4 de septiembre Viernes para contar 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
19 de septiembre Cucú contaba la Rana 4 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
5 de septiembre Cuenteros en Apuros 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
24 al 26 de septiembre Espantando espantos 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
10 - 12 de septiembre Desencuentos 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
26 de septiembre Cucú contaba la Rana Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
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Programación
1 de octubre Comediantes en Apuros 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
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6 al 10 de octubre Festival Regresando 7:30 p.m. - 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
2 de octubre Viernes para contar 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
14 de octubre Remembranzas 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
3 de octubre Cuenteros en Apuros 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
15 al 17 octubre Cóctel de Cuentos 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
Programación 18 de octubre Cantando y contando 4 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
21 de octubre Molienda de Cuentería 7:30 p.m. - 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
19 de octubre Categoria Novatos 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
22 al 24 de octubre Las Memorias del Fuego 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
20 de octubre Martes para contar 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
24 octubre La Piñata de la Fiesta 4 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
Programación
31 de octubre Cucú Contaba la Rana: Terror 4 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
7 de noviembre Cuenteros en Apuros 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
5 de noviembre Comediantes en Apuros 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
12 y 13 de noviembre Presentaciones Becas creación 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
6 de noviembre Viernes para contar 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
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14 Noviembre Hechos reales Paranormales 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
18 de noviembre Cuentos Colectivo Vivapalabra 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
26 de noviembre El sabor del hambre Los Hermanos Vid 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
19 -21 de noviembre Cuentos de Antepasados 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
27 de noviembre Exilio, Karla Sepúlveda 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
25 de noviembre El sobraito del Tren Salas Abiertas 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
5 de diciembre
28 de noviembre Los “Siempre...” Son puro cuento AKElarre 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
Vivapalabra Cuenteros
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3 de diciembre
4 de diciembre Viernes para contar 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
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9 al 12 de diciembre Clausuras Escuela de Cuentería 9 p.m. Transmisión Facebook Live Vivapalabra Cuenteros
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