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YOGA Engañando al tiempo

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JAMA CAMPAY;

JAMA CAMPAY;

Algunas investigaciones han avalado que la práctica regular del yoga otorga muchos beneficios para la salud los cuales a través del tiempo han demostrado su efectividad para nuestro bienestar. Estudios demuestran que esta disciplina como algunas otras actividades en realidad pueden ayudar a reducir el estrés y a mejorar el estado de ánimo, incluso concluyen que hacer ejercicio es bueno para combatir la ansiedad, la depresión y el estrés, pero practicar yoga multiplica estos beneficios.

Así lo demuestran un grupo de investigadores de la Universidad de Boston, quienes aseguran en un informe publicado en “The Journal of Complementary Medicine”, que encontraron un vínculo entre el yoga y el estrés. El investigador principal, Dr. Chris Streeter - profesor de psiquiatría de esta universidad indicó: “Los movimientos del yoga reducen el estrés y corrigen los desequilibrios del sistema nervioso”.

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Estrés en el cuerpo

Cuando una persona sufre de estrés se produce un desequilibrio en el área cerebral. Los transtornos del equilibrio están relacionados con un bajo nivel de ácido gamma-aminobutírico (GABA es un neurotransmisor inhibitorio que cal- ma y reduce la actividad de las neuronas). La inactividad de GABA se encuentra también en los pacientes con epilepsia, dolor crónico, depresión y ansiedad. Partiendo de esto, se demostró que las personas que practicaron yoga tuvieron un llamativo aumento de dicho neurotransmisor a diferencia de otras personas quienes practicaron otros ejercicios físicos como caminar. También sugirieron que el yoga estimula el tálamo, lo que incrementa las conexiones cerebrales. Se espera que el yoga pueda integrarse con los tratamientos médicos y sicológicos en algún momento; la salud mental se ve ampliamente beneficiada con este tipo de actividades al igual que para la recuperación de tendones y articulaciones. El yoga te ofrece herramientas para enfrentar las diversas situaciones de tu vida, su práctica no es la única terapia para el estrés, pero sí la más natural. A través de las posturas o asanas (posturas yóguicas) que actúan sobre el cuerpo físico – energético, y de las prácticas de pranayama (respiración yóguica) y de meditación, alcanzaremos gran energía en el cuerpo, estimulando células y relajando la tensión muscular. El efecto en la mente toma más tiempo en ser registrado porque el yoga trabaja sobre las causas y no solo los síntomas del estrés. Con una práctica regular, los sentidos que distraen a la mente hacia el entorno externo, son traídos hacia el interno calmando la mente inquieta. En la India conocen de estos beneficios desde hace 5.000 años.

Agilidad, flexibilidad y juventud

La “movilidad” y la “flexibilidad” son términos que con frecuencia se usan de manera indistinta, pero realmente son iguales; sus aportes de salud son extraordinarios para frenar el envejecimiento prematuro. Con una movilidad saludable, puedes mover tu brazo hacia adelante, hacia atrás, de lado a lado o en círculos. Por otro lado, la flexibilidad es la capacidad de un músculo para estirarse, lo que permite que el brazo se mueva.

Aunque están relacionados, la diferencia entre la movilidad y la flexibilidad es importante, ya que afecta la capacidad atlética y el riesgo de sufrir una lesión. Si bien la movilidad incluye la capacidad de moverse dentro de un amplio rango de movimiento, se necesita la flexibilidad en esos músculos para poder moverse.

La movilidad ayuda a corregir el desequilibrio muscular, mejora la postura, ayuda a prevenir lesiones, nos permite movernos de manera más eficiente, y nos brinda un rango más amplio de movimiento durante los entrenamientos y en los movimientos del día a día. El yoga, combinado con una dieta balanceada y equilibrada, puede mejorar la salud de los músculos, huesos y articulaciones y ayudarte a continuar activo a cualquier edad.

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