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COVID-19 en Tlaxcala, un respiro para las luciérnagas y varios retos para el sector turístico

COVID-19 en Tlaxcala, un respiro para

las luciérnagas y varios retos

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para el sector turístico Autor: Dra. Adriana Montserrat Pérez Serrano Profesora-Investigadora de El Colegio de Tlaxcala, A.C., adscrita a la Maestría en Gestión de Turismo Regional Sustentable.

Hace dos años tuve la oportunidad de escribir sobre el avistamiento de la luciérnaga en Tlaxcala; en esa ocasión, el llamado fue para reflexionar sobre el uso sustentable de la naturaleza y la corresponsabilidad. La idea principal de dichos valores tiene que ver con reconocer lo siguiente: si todos disfrutamos de los bienes patrimoniales, naturales y culturales, entonces todos debemos trabajar por su mantenimiento y mejoramiento.

Hoy en día el reto es aún mayor del planteado hace dos años, no solo porque hay mayor presión sobre los ecosistemas a causa del cambio climático y otras actividades humanas, sino también por la pandemia de COVID-19, que ha irrumpido en todos los sectores económicos y, por supuesto, en la vida de todas las familias del mundo.

Entre los sectores económicos, el turismo es el más afectado por la pandemia, particularmente porque esta actividad requiere del desplazamiento de las personas y esa es una de las mayores restricciones que hemos tenido que acatar.

La Organización Mundial del Turismo indica que, en comparación con el mismo periodo del año pasado (enero a marzo de 2019), en los primeros tres meses de 2020 se registraron 67 millones de llegadas internacionales menos y, con ello, alrededor de 80,000 millones de dólares de ingreso perdidos y entre 100 y 120 millones de puestos de trabajo en riesgo. Este escenario negativo internacional también se refleja en México, donde se ha estima

do que en los primeros cuatro meses de este año se documentó la disminución de casi una cuarta parte de llegadas internacionales, y cerca de una tercera parte menos de ingresos por turistas foráneos, respecto al 2019.

Para el caso de Tlaxcala, en el pasado mes de mayo, las llegadas de turistas se redujeron en un 94% respecto a las registradas en mayo de 2019, y un panorama similar se espera para los meses de junio a agosto, porque el alto índice de contagios de COVID-19, en el centro del país, ha obligado a la cancelación de la temporada 2020 del avistamiento de luciérnagas, uno de los atractivos turísticos más representativos de Tlaxcala.

Esta decisión ha generado opiniones encontradas; por un lado, es claro que la cancelación de la temporada de avistamiento de este año, en Tlaxcala, es un respiro para las luciérnagas, porque reducirá presión sobre el ecosistema y permitirá las condiciones ideales para la reproducción de la especie, gracias a la reducción del aforo de personas y a la sensible disminución del ruido y la luz de los vehículos. Por otro lado, no podemos negar que año con año, desde 2006 hasta 2019, la temporada del avistamiento de luciérnagas ha sido una importante fuente de empleo e ingreso, principalmente para las familias de los municipios de Nanacamilpa y Calpulalpan, pero también para otros prestadores de servicios que se benefician directa o indirectamente de la atracción que provoca el Santuario de las Luciérnagas, sea por la

oferta de alojamiento, de alimentos, de servicios de transporte, de guianza, etc.

En ese contexto, vale la pena preguntarnos ¿qué esperar y qué hacer durante este respiro obligado? Y sobre todo ¿cómo afrontar la nueva normalidad del turismo en Tlaxcala? En lo particular, espero que esta situación contribuya a la regeneración socio-ambiental del Santuario de las Luciérnagas, de tal forma que no solo se establezcan acciones para la mejora del ecosistema donde habita y se aparea este insecto luminoso, lo deseable es que este respiro también permita la regeneración de las relaciones sociales, de todos los que interaccionamos en torno a este fenómeno natural y social.

Es indispensable que aprovechemos esta pausa para reconfigurar las relaciones entre yo, el otro y la naturaleza, y para ello tenemos que modificar algunas de nuestras prácticas y hábitos de consumo. En este sentido, uno de los retos inmediatos de las autoridades, instituciones y habitantes de los municipios de Nanacamilpa, Calpulalpan y del estado en general, será el de vigilar el cumplimiento de veda para la operación de visitas y recorridos en el Santuario, porque si bien la mayor parte de los prestadores de servicios locales estuvieron de acuerdo con la decisión, otros más no están totalmente dispuestos a perder la oportunidad de obtener ingreso; además, debemos recordar que el hábitat de la luciérnaga es compartido entre Tlaxcala y Puebla, y que la cancelación de las actividades relacionadas con el avistamiento de este coleóptero solo aplica para Tlaxcala y no para el estado de Puebla, donde se continua con la promoción y oferta del servicio, al 50% de su capacidad. Estas variables pueden ser causa de tensiones entre las comunidades, que más vale tener en cuenta para proyectar una gestión regional y sustentable de la actividad.

Ahora bien, la meta de regenerar el ecosistema no solo le compete a

los prestadores de servicios ni tampoco se acota a esta temporada; este año, como visitantes debemos ser responsables y sumarnos al respiro que se merece el Santuario de las Luciérnagas, no solo por el medio ambiente sino por la salud de nosotros y de nuestras familias. En los próximos años, el reto en Tlaxcala será regular la entrada de visitantes a este ecosistema y establecer mecanismos efectivos de diálogo y actuación, para el mantenimiento del bosque en óptimas condiciones.

Otro desafío a enfrentar en Tlaxcala, tal vez de los más importantes, es en el ámbito laboral. Las medidas de confinamiento por el COVID-19 en el estado, provocaron la pérdida de 1500 empleos formales en el mes de mayo. En el sector turístico no se cuenta con una cifra definitiva, pero se estima que el cierre de servicios, la cancelación del avistamiento de las luciérnagas y la baja afluencia turística provoquen también una caída en los empleos formales e informales

de todo el estado. De esta forma, la pandemia y el efecto dominó negativo que ésta ha provocado en los municipios de Nanacamilpa, Calpulalpan y Tlaxcala, nos han reafirmado que la dependencia económica en un sector productivo no es la mejor opción para apuntalar procesos de desarrollo sostenibles. Las familias que han logrado desarrollar una estrategia de diversificación económica; es decir, la combinación de más de dos actividades económicas, incluida el turismo, tienen mayores posibilidades de enfrentar la cancelación del avistamiento. Esto nos invita a pensar y actuar en el fortalecimiento de otros sectores económicos igualmente importantes, como el agropecuario, con el que desde hace décadas estamos en deuda; hoy por hoy, tan necesaria es la derrama económica por turismo, como la producción de alimentos y la activación de sistemas de abasto alimentario de base local-regional.

Para finalizar, no porque se haya agotado la lista de desafíos a los que se enfrenta el turismo en Tlaxcala, pero sí el espacio, quiero llamar la atención hacia el escenario positivo que profesionales y académicos, nacionales e internacionales, auguran para el turismo rural. Este turismo, al no ser masificado ni requerir de largos traslados, representa una ventana de oportunidad no solo para desestacionalizar el turismo en Nanacamilpa y Calpulalpan, sino también para diversificar la economía de otros municipios del estado, donde hay manifestaciones culturales, prácticas agroproductivas, gastronómicas y artesanales tradicionales, que por su cercanía podrían ser disfrutadas, sin poner en riesgo nuestra salud; pero para que este escenario sea posible, se requiere del fortalecimiento de los territorios rurales del estado y de procesos de planificación turística, promoción y comercialización adecuados a dichos territorios.

Es así que el COVID-19 nos ha

obligado a detenernos y a dar un respiro, a reflexionar sobre las desventajas y las oportunidades que tenemos frente a nosotros y también, es un hecho que nos exigirá trabajar en nuevos y mejores esquemas de gestión turística del Santuario de las Luciérnagas y de otros destinos y atractivos turísticos del estado. De nosotros depende, entonces, que la nueva normalidad, represente una etapa mejor que los tiempos pasados.

Fuentes de consulta:

UNWTO (Organización Mundial del Turismo). Barómetro OMT del Turismo Mundial, mayo 2020

Datatur. Resultados de la Actividad Turística en México. Abril 2020

Observatorio Turístico de Tlaxcala. Indicadores turísticos enero–marzo 2020 Dra. Adriana Montserrat Pérez Serrano. Profesora-Investigadora de El Colegio de Tlaxcala, A.C., adscrita a la Maestría en Gestión de Turismo Regional Sustentable.

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