Un Pasquín — Edición 64

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E L P E R I Ó D I C O D E L A O | | P O L Í T I CA M EN T E I N C O R R ECTO

Vladdo.— Cortesía de revista Semana

E D I C I Ó N 6 4 | A B R I L , 2 0 1 8 | VA L O R: C I V I L | W W W.U N PA S Q U I N.C O M


2 ~ ABRIL DE 2018

NÚMERO 64

Facebook fatal OPINIÓN GRÁFICA n ESPECIAL PARA UN PASQUÍN

D I R E C T O R / P R O P I E T A R I O : VLADIMIR FLÓREZ [ VLADDO ] E N EST E N Ú M E RO:

Dibujan: Boligán, Elena Ospina, Bacteria y Betto. || Caricaturas de Vladdo, cortesía de Semana. Escriben: Lucas Caballero –Klim–, Ana Cristina Restrepo Jiménez, Olgahelena Fernández, Ricardo Sánchez Ángel, Mario Quadros, Daniel Ruge Chamucero, Antonio Jiménez Castañeda y Fernando Reyes. www.unpasquin.com || Mail: correo@unpasquin.com Twitter: @unpasquin Asesora Logística: Luz Myriam Flórez Asesor Gráfico: Gustavo del Castillo

Primeras impresiones

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OS QUE DAN YA POR ELEGIDO a Iván Duque están ensillando antes de traer las bestias, como reza el célebre aforismo. La parte intensa de la campaña apenas está empezando y ya se sabe que lo que viene ahora es una empinada cuesta en la cual van a verse –además de todas las triquiñuelas, traiciones, adhesiones y conspiraciones propias de una contienda de estas características– las verdaderas posturas de los candidatos sobre los temas más apremiantes del país. El hecho de que “el que dijo Uribe” aparezca punteando en las encuestas, luego de un salto súbito impulsado por muchos factores –como las consultas interpartidistas, en las cuales metieron mano muchos ciudadanos que no tenían intención de acompañar luego a los candidatos vencedores–, no debería llevar a nadie a sacar conclusiones apresuradas acerca de un proceso cuya recta final apenas comienza. De hecho, el debate del 3 de abril, organizado por Teleantioquia y la revista Semana –y en el que participaron Sergio Fajardo, Germán Vargas, Iván Duque y Gustavo Petro– les dio a los televidentes la oportunidad de ver de cerca a cuatro de los principales candidatos, en un encuentro tranquilo, sobrio y respetuoso, moderado por los periodistas Juan Carlos Velásquez y Rodrigo Pardo. En este primer encuentro –demasiado monótono según algunos, y muy ponderado en nuestro concepto, y en el que no hubo agravios ni altisonancias de los candidatos–, pudieron apreciarse, sin embrago, varias diferencias de forma y de fondo. A primera vista hay que decir que Fajardo demostró que sí es capaz de asumir posiciones firmes; aunque todavía le falta conectarse más con el público. Vargas hizo gala de su experiencia y veteranía, pero debería usar un tono menos técnico al explicar sus propuestas. Duque estuvo fatal: muy libreteado y sin la frescura que suele exhibir en otros escenarios; cada vez que hablaba parecía que estuviera leyendo un teleprompter. Petro desplegó sus habilidades oratorias; se veía moderno y convincente, conectado con la audiencia. De las propuestas de los candidatos nos ocuparemos en detalle en la próxima edición, cuando estén más depuradas y concretas; pero a juzgar por estas impresiones iniciales los candidatos están más parejos de lo que reflejan las encuestas y es de suponer que la batalla va a estar más reñida de lo que en algunos momentos parecía.

Ilustración de Angel Boligán, El Universal, México / www.caglecartoons.com

E D I T O R I A L

Ilustración de Elena Ospina

D E R E C H O S R E S E R VA D O S © 2 0 1 8 N E W S A N D D E S I G N



4 ~ ABRIL DE 2018

NÚMERO 64

Colombia: derechas e izquierdas OPINIÓN | RICARDO SÁNCHEZ ÁNGEL

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n ESPECIAL PARA UN PASQUÍN

Ilustración de Bacteria

n las elecciones del 11 de marzo ganó la distinción entre izquierdas y derechas, pese al interés de negar su actualidad con el argumento de que es una división que no se corresponde a los tiempos actuales y no ayuda a comprender la complicada sociedad contemporánea. Sin embargo, los medios de comunicación califican a Iván Duque y a Germán Vargas como de derecha, y a Gustavo Petro de izquierda. Entre tanto, hay quienes declaran como panacea el centro político y otros ingeniosos, de tiempo atrás, hablan del extremo centro para mostrar su lejanía de las ideologías. El centro es una categoría vacía en su neutralidad y, al carecer de contenidos, propicia el maquillaje de las reales intenciones. Es lo que ocurre con Fajardo, que se declara equidistante, el famoso “ni una ni otra posición”. Sin calumniarlo, él defiende los tratados de libre comercio, al igual que los grandes consorcios económicos.

Lo propio ocurre con Humberto de la Calle, prisionero de un partido Liberal en extrema crisis. Sin identidad, de la Calle y los notables de ese partido renunciaron hace tiempo a la definición histórica del liberalismo como una “coalición de matices de izquierda”. Su fórmula vicepresidencial, Clara López, declaró que no es de izquierda. Al igual que Jorge Robledo, el escudero de Fajardo, hace lo propio. No molestemos a estos personajes y aceptemos que son de centro, a condición de que reconozcamos también que son de centro derecha, donde también están el partido Conservador y el de la U. Declaro, por supuesto, que no es delito ni pecado estar en las derechas, como no es ninguna virtud estar en las izquierdas. Hay mínimos indispensables que se exigen a diestra y siniestra: respeto a la vida, con la disolución de los paramilitares, la condena a toda forma de violencia, respeto a los derechos y a las reglas democráticas. Es decir, abolir el extremismo: ni fascismo, ni estalinismo. Las derechas en Colombia plantean la búsqueda de la paz por la vía militar, la pax americana. Es a lo que llama Vargas Lleras en relación con el ELN, mientras Duque echará atrás asuntos medulares de los acuerdos con las FARC. Si la diferencia histórica y analítica entre izquierdas y derechas, como lo propone Norberto Bobbio, es la prioridad que se le da a la igualdad con diversidad, ello subsiste. El programa de Duque y Vargas es el mismo: ¡enriqueceos! con el acelerador del modelo transnacional y neolatifundista. El uribato y el varguismo son las dos caras de la moneda de la derecha a la colombiana. ¿Apoyará esta opción Viviane Morales? Fajardo y de la Calle son partidarios de mantener el sistema vigente, con cambios sin la hondura de las reformas estructurales y sin viraje en el modelo económico que exige a gritos la crisis nacional. Aunque, ambos apoyan los acuerdos de paz. A su vez, las cinco candidaturas mencionadas defienden una política internacional subalterna a los intereses de los Estados Unidos. Gustavo Petro está ubicado en la izquierda. ¿Estará corriéndose al centro izquierda con la candidatura a la vice de Ángela Robledo? Su programa, que le ha dado altos dividendos electorales, tiene un acento igualitario y valoración positiva de las diferencias de raza, género y cultura (algo muy distinto al estatismo estalinista de la antigua URSS). Este político caudillista señala al neoextractivismo y al neolatifundio como causantes de las desigualdades y destrucción del ambiente. Está radicalmente por la paz, es afirmativo en convocar contra la pobreza y manifiesta su obediencia a las reglas democráticas. Sin antagonizar con Estados Unidos y la OEA, insinúa una política más autónoma en lo internacional. ¿Apoyarán la Farc y Piedad Córdoba esta alternativa? La candidatura de Petro es resultado de su esfuerzo por interpretar el desespero de los desposeídos y ofendidos. El reproche que se le hace de ser populista es válido, a condición de enfatizar que su matriz es de izquierda, de la misma manera que Uribe es populista, pero de derecha. La distinción sustancial se mantiene. La debilidad más clara de la propuesta de Gustavo Petro es su política exterior, por las tormentas que se avecinan en nuestra América por la ofensiva de la derecha internacional, con Trump a la cabeza, y la resistencia del “pueblo de izquierda”. Ricardo Sánchez Ángel es doctor en Historia de la Universidad Nacional.


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ABRIL DE 2018 ~ 5

La estupidez en la política OPINIÓN | MARIO QUADROS

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n ESPECIAL PARA UN PASQUÍN uestro artículo de hoy es sobre la estupidez en la política. Me refiero a lo absurdo que representan De la Calle y Fajardo intentando formar una coalición política de oposición a Uribe excluyendo a Petro. La política es para políticos. ¿Por qué ? Porque un “no político” difícilmente tendrá la suficiente sensibilidad política que le permita, de manera correcta, juzgar e interpretar las circunstancias y la dinámica de los acontecimientos políticos que estamos viviendo. Por ejemplo, uno de los errores comunes está en considerar que un empresario exitoso tiene la capacidad de ser un buen político. Esto no es una verdad absoluta. Al asumir que un empresario es más honesto que un político se nos olvida que por cada político corrupto activo también hay un empresario corrupto pasivo, es decir el que lo corrompió. Otro factor es la mentalidad de la ganancia. El empresario tiende a querer manejar al estado como una empresa, y esto también es un error. El objetivo del estado no es presentar ganancias al final del año, sino más bien presentar resultados notorios en términos de bienestar social de la población. En nuestros países subdesarrollados, por ejemplo, lograr una disminución de la pobreza de tal forma que permita un mayor equilibrio social; esto a través de un manejo sano y equilibrado de sus cuentas. Ahora, mi punto es que tanto De la Calle como Fajardo no son políticos de verdad. No los estoy acusando de politiqueros, hablo de verdaderos políticos

que tengan una percepción política profunda. Por esta razón considero que estos dos candidatos, por más honestos que sean, son hombres de profunda formación conservadora que a la larga les impide ver el verdadero riesgo que representa el retorno del uribismo al poder. Hombres como De la Calle son capaces de poner en riesgolos Acuerdos de Paz, su mayor logro en términos políticos, con tal de mantener sus principios conservadores. Unos acuerdos que sacan a Colombia de 50 años de guerra. Unos acuerdos que representan el sueño de un país cansado de la violencia. A eso lo llamo “ceguera política”, que como decimos en Brasil es peor que la ceguera de amor. Excluir a Petro de una coalición en el escenario actual es lo mismo que excluir al pueblo o a las clases más necesitadas, considerando que estas son su gran fuerza política, sin siquiera mencionar la votación significativa que él representa. En política no se juzga al hombre, pero sí a las fuerzas que lo apoyan. Petro representa esa enorme clase de “renegados” de la sociedad que De la calle y Fajardo, en el fondo, al apartarlo de esa coalición, están excluyendo de sus proyectos políticos. Es ahí donde está el gran equívoco y la falta total de grandeza y de un pensamiento verdaderamente político. Es ahí donde salta el conservatismo entrañado en esos dos “políticos”. Es ahí donde se ve que no son políticos. Mario Quadros es Ingeniero Civil / mtquadros@gmail.com

CAMPAÑA INSTITUCIONAL UN PASQUÍN


6 ~ ABRIL DE 2018

NÚMERO 64

Turbayismo reencauchado OPINIÓN | DANIEL RUGE CHAMUCERO

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n ESPECIAL PARA UN PASQUÍN e habla mucho de renovación y juventud en la campaña presidencial del Centro Democrático, pero no hay tal. El ADN de la candidatura de Iván Duque es turbayista. El senador Álvaro Uribe promociona a su pupilo como un aire fresco, pero no es más que una máscara para ejercer la política de la misma manera que lo hizo el viejo partido Liberal tan criticado hoy por la derecha. El liberalismo mantuvo una hegemonía clara en la política colombiana luego del Frente Nacional apoyado en manzanillos que replicaban una misma estrategia basada en tres pilares: pago de favores, memoria lagarta y apariencias tecnócratas. Tal vez el máximo exponente de esos manzanillos fue el expresidente Julio César Turbay quien tuvo como uno de sus más fieles escuderos –hasta le escribió una biografía– al antioqueño Iván Duque Escobar, padre del actual candidato presidencial Iván Duque Márquez. Por otro lado, el joven político Álvaro Uribe Vélez contó entre sus mentores a Bernardo Guerra Serna, un enorme cacique liberal que por casi tres décadas manejó a su antojo la política en Antioquia. Aunque Guerra tuvo sus orígenes en el MRL, de López Michelsen, luego fue un ferviente turbayista también. Entonces, ¿qué es lo primero que tienen en común Uribe y Duque? El turbayismo de sus respectivos padres -uno político y otro biológico- y las técnicas del liberalismo arcaico para conseguir votos. Para describir estas estrategias haré algunos recuentos históricos con información tomada de los archivos de Semana, El Tiempo y la revista Bocas.

o hacía una tarjeta de felicitación, con nombre propio, hasta al líder barrial más humilde de su partido. Sobre Guerra Serna, Semana hizo otra descripción muy buena de su talante complaciente: “dueño de una memoria casi electrónica, conocía de nombre y circunstancias a cada uno de los jefes regionales (…)y ya de amo y señor, puso en práctica su metodología turbayista en la administración política: la amistad personal de los jefes comarcales y la solución directa de sus problemas”. ¿Tiene Duque tan buena memoria? Parece que sí pero la usa para los periodistas. Cuando una encuesta lo proclamó como candidato presidencial de su partido, llamó a muchísimos reporteros a agradecerles personalmente y de manera muy afectuosa. Conozco al menos a tres colegas que me contaron la misma versión de la llamada, cada uno por separado.

La fachada tecnocrática Cuando Julio César Turbay fue elegido jefe único del partido Liberal, trajo como secretario general a un hombre del sector privado ¡un refuerzo técnico!: Saulo Arboleda que hasta ese momento había sido el gerente de una gran empresa de manofactura automotriz. Arboleda llegó a ser ministro de Samper pero terminó condenado por el escándalo del ‘miti-miti’. De otro lado, Víctor Renán Barco en sí mismo era un tecnócrata. Aunque

Voto por voto; pueblo por pueblo

Ilustración de Betto

La revista Semana cuenta que Bernardo Guerra Serna tenía en cada pueblo antioqueño su “confesionario”, un espacio similar a lo que fueron los consejos comunitarios de Álvaro Uribe cuando fue presidente solo que liderados por un parlamentario. Guerra podía pasar un día entero escuchando atento, y con libreta en mano, a cada votante que hacía la fila para hacerle una petición. En una entrevista dijo una vez que se sentía orgulloso de haber recomendado en toda su vida política a por lo menos 50 mil personas en cargos públicos. Guerra Serna también fue el mejor amigo de los ganaderos, se decía que vivía “arriando ganado y votos”. Víctor Renán Barco es otro de los caciques liberales históricos, fue senador durante cuatro décadas. Alguna vez El Tiempo contó que durante las elecciones abría una oficina en su casa de La Dorada, Caldas, por la que desfilaba medio pueblo y atendía todos los problemas de su movimiento llamado el ‘Clan social’. Cabe mencionar también al expresidente Ernesto Samper, quien en la década de los 80 conseguía votos para el concejo de Bogotá en los ‘sanandresitos’, sector comercial que por esa época no gozaba de mucha reputación. Samper solía decir que el único pecado de esos comerciantes era vender bueno, bonito y barato. ¿Y en 2018 qué hacen Uribe y Duque? Algo muy similar. Aunque no se puede decir que han entregado puestos, sí es claro que al abrir sus listas al Congreso, el Centro Democrático incorporó una estructura de maquinaria vinculando hijos de viejos mandamases en muchas regiones. Y al mejor estilo del ‘Clan social’ de Barco, Uribe está promoviendo la creación de mil ‘Comités de voluntarios base’… ah, y en la campaña para a consulta interpartidista Uribe y Duque no fallaron a su cita con los ‘sanandresitos’. Además, son de público conocimiento las amistosas llamadas que el senador de los Crocs le hace a prestigiosos ganaderos como Juan Guillermo Villegas para recordar sus tardes tomando jugos.

La memoria lagarta

muchos lo desestimaban por su estilo popular y su origen humilde, el veterano cacique estudió con una beca en la Universidad de Columbia y luego terminó sus estudios de Administración en el London School of Economics. Y ni qué decir de César Gaviria o Ernesto Samper, dos liberales que nunca necesitaron pasaporte para cruzar la frontera entre la manzanilla y la tecnocracia. En este punto es evidente que Duque Márquez funciona como la mejor excusa tecnocrática para la sed de poder de Álvaro Uribe. Así lo promociona la campaña por cuenta de sus estudios en Georgetown y Harvard, además de su única experiencia promoviendo temas culturales en el Banco Interamericano de Desarrollo. Bueno, también tuvo trabajó como asesor de Juan Manuel Santos en el Ministerio de Hacienda pero de eso no se habla mucho en sus piezas de propaganda. Al final, queda claro que ser joven no es sinónimo de cambio. El que dijo Uribe no se diferencia en nada a sus antepasados del viejo liberalismo. Al menos en los métodos para hacer campaña presidencial ha sabido calcar las estrategias de los caciques que acompañaron a Turbay, a Samper y, cómo no, a Juan Manuel Santos.

El expresidente Turbay se preciaba de tener en una tabla de contabilidad con las fechas de cumpleaños de todos los liberales de Colombia. Turbay Ayala llamaba

Daniel Ruge Chamucero es periodista.


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8 ~ ABRIL DE 2018

NÚMERO 64

Al cumplirse los 70 años del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, reproducimos el perfil del dirigente liberal, escrito por el célebre columnista Lucas Caballero –Klim–, y que fue incluido en el libro Figuras políticas de Colombia, publicado en 1945 por la Editorial Kelly, de Bogotá.

Gaitán, según ‘Klim’ OPINIÓN | LUCAS CBALLERO —KLIM—

L

n TOMADO DE FIGURAS POLÍTICAS DE COLOMBIA a vida de Forfeliécer, como más frecuentemente se conoce al doctor Gaitán, es lo mismo que uno de esos accidentados gráficos de temperatura que hay a la cabecera de los enfermos. un día goza de enorme prestigio, al siguiente desciende hasta el asfalto, se vuelve a elevar luego y más tarde se precipita en barrena contra el suelo.

La niñez y la juventud del doctor Gaitán fueron duras, como las de todas las personas que pertenecen económicamente a las clases menos favorecidas. Pero su grande ambición, tan aguda como sus colmillos antes de ser descogotados, lo disparó a los primeros planos de la atención nacional. El Forfeliécer fue el prototipo del chifoca en sus años mozos. Medias negras de color indefinido hasta más arriba de las rodillas, cachucha ladeada sobre la oreja derecha, cuello de celuloide con corbata escocesa y mirada conquistadora y fanfarrona. Era el tipo clásico del estudiante que invita a coquiar a sus compañeros de clase en el recreo. Tenía, naturalmente, la peculiar terminología de los alumnos del Politécnico. Decía que prenderse andando de los tranvías era algo meco; que los helados eran una cosa número uno A y que había una china que tenía unos tarros algo flex. Cuando le contaban un hecho sensacional decía por único comentario: ¡aijuemíchica! o ¡ah feroz tiple!, y para iniciar sus peleas provocaba al adversario con esta frase lapidaria: escupa, manteco... Pero al mismo tiempo era muy estudioso, obtenía las mejores calificaciones en todas las asignaturas y era el encargado de recitar en las fiestas del Instituto las composiciones alusivas al santo del Hermano Prefecto. Desde entonces comenzó a descollar.

Caricatura de Lisandro Serrano — Tomada del libro Figuras políticas de Colombia

Actualmente, el Forfeliécer es un señor que le queda mal a la ropa, de facciones afiladas, frente muy calzada sobre las sienes y una tonalidad marrón foneé que no desdeñaría tener ningún sobresaliente de espada. Esto no quiere decir que, ataviado convenientemente, con grandes aros en las orejas, raboegallo en la cabeza, trenzas al aceite, blusa y falda de zaraza, no pudiera también ganarse honorablemente la vida diciendo la buenaventura como cualquier gitana. Y en cuanto el raboegallo se reemplazara por una mantilla de blonda y la falda de zaraza por una saya desteñida, el doctor Gaitán podría obtener sin ningún tropiezo una beca en el Sindicato de la Aguja o en el Dividivi, lugares éstos en donde reciben apoyo las señoras honorables atropelladas por la vida. Afortunadamente, el doctor Gaitán no necesita de estos expedientes para poder vivir, porque tiene una oficina de abogado con abundante clientela y es un penalista muy notable. Ha sido senador, representante, diputado


NÚMERO 64

y ministro del despacho, y su mayor empeño es el de llegar algún día a ser presidente, para lo cual cuenta ya con varios votos: el de su familia, el de un escogido sector de las clases populares y el de su factotum de toda la vida, señor Gaitán Pardo. Y “de grano en grano, llena la gallina el buche”, como decía él en sus buenos tiempos de billarista.

Lo verdaderamente característico en el doctor Gaitán es, sin embargo, el hablado, que consiste en decir las palabras con los dientes apretados y la lengua contra el paladar, comunicándoles al lanzarlas un golpeado peculiar. Dicha característica le permitió al doctor Gaitán llegar hasta el corazón de las clases populares y los individuos que podían hablar así hace diez años fundaron un partido que se llamó la UNIR*. Para ser miembro de la UNIR había que dar una pequeña cuota mensual y ofrecer bajo juramento votar por el Forfeliécer para presidente de la república. Pero el requisito esencial era el de la pulcritud ortológica que el mismo doctor Gaitán se encargaba de verificar. Si el aspirante no podía decir con la propiedad de un ornamentador de hierro: “señorita, se tiene la fineza de acompañarme con una dulce”, o si no pronunciaba con la precisión de un lotero cuando invita a bailar a la Resura eso de: “¡india astronómica, concrétese al afto!”, se trataba de un quintacolumnista a quien había que rechazar. La Unir tuvo una vida efímera, porque sus éxitos profesionales le permitieron al doctor Gaitán comprar un automóvil y sus socios se sintieron traicionados. Cuando lo veían pasar le hacían señas desobligantes con los dedos de las manos y exclamaban: —¡Miren al oligarca’en carro! No obstante, la admiración de los antiguos uniristas por su jefe permanece latente, robusta y soterrada. Ellos nunca podrán olvidar que durante una conferencia que dictaba el doctor Gaitán sobre el eclipse de los partidos tradicionalistas, al ser interrogado por uno de los afiliados acerca del significado de esa extraña palabra el doctor Gaitán respondió: —Eclitse es que... sale el sol, sale la luna, se funtan, se arrefuntan, se contaminan, se electrizan y ¡suaz, ala, eclitse! —Aijuemíchica —dijeron los camaradas—, ¡cómu’es de conciso el Forfeliécer!

El doctor Gaitán en la universidad fue un revolucionario, que dejaba secos de la admiración a los estudiantes de provincia cuando les decía frases como esta: —Yo debo mis éxitos con las mujeres, no a mis grandes aptitudes intelectuales, ¡sino a mis ojos gitanos y a mi belleza morena! Y cuando algún día alguien lo interrogó sobre el poco caso que hacía de él una mesera de un establecimiento a donde los estudiantes concurrían a tomar café tinto y a estudiar, con un divertido aire de superioridad replicó: —¡Insensato! ¡Las mujeres se arrastran a los pies de Jorge Eliécer Gaitán como una cadena! Un día tuvo menos fortuna y se escapó de ser bañado en las fuentes luminosas por sus compañeros indignados. Se trataba de una huelga contra un profesor y el Jorge Eliécer era el encargado de llevar la palabra. En el momento de mayor emoción, embriagado por la música de sus propios períodos, dijo este divertido exabrupto: “... porque es que todos ustedes, señores, no pueden olvidar que descienden directamente de Policarpa Salavarrieta, de Alejo Savaraín y ¡de seis compañeros más!”. El doctor Gaitán, más que un orador es un excelente tribuno. Podría ser lo primero, si no hubiera estado siempre personalmente reñido con la mesura; pero, a medida que va avanzando en su exposición, se acalora, pierde el control, suda, y lo que es peor, va rubricando cada uno de sus elevados períodos con prendas de su atuendo personal. Cuando termina, el presidente de la corporación tiene que arrojarle encima la carpeta de la mesa de la secretaría, porque en la tribuna diplomática hay señoras y no está bien que vean a todo un ministro de la educación en calzoncillos, así sean ellos, como los del doctor Gaitán, de un delicado color de crema de curuba. —A mí no me importa que me vean en ropa de aventura —dice el doctor Gaitán—. ¡A mí lo que me importa es pasar el proyecto! Y en realidad, éste pasa, porque el distinguido penalista es muy inteligente y muy erudito, y raciocina con mucha habilidad y no menor desparpajo.

En Europa, cuando el doctor Gaitán fue a perfeccionarse en derecho penal bajo la dirección del profesor Enrico Ferri, dicen quienes lo vieron que el tostado joven suramericano llamaba la atención en todas partes. Este éxito lo comparten por igual dos circunstancias: la belleza agarena del gallardo penalista suramericano y el hecho de que su atuendo personal fuera de lo más complicado que es posible imaginar. Guantes color canario, saco negro galoneado, pantalones gris perla,

ABRIL DE 2018 ~ 9

spats de una tonalidad café con leche, corbata verde perico, sombrero morado y flores en todos los ojales del saco, del chaleco e inclusive de los pantalones. En cierta ocasión una duquesa italiana daba una fiesta en su palacio, a la cual ningún colombiano había sido invitado. El doctor Gaitán se formó el propósito de asistir y cruzó apuestas con todos los miembros de la colonia sobre que él sería el único de los colombianos que concurriría al sarao. Efectivamente, ante el pasmo de todos ellos, cuando el doctor Gaitán se presentó a las puertas de la residencia ducal, trajeado de etiqueta con un modelo confeccionado bajo su propia inspiración, el portero le franqueó la entrada. Minutos más tarde pasaba las puertas en sentido contrario, presa de la mayor indignación: —¿Qué opinan? —les dijo a sus amigos—: estos miserables me miraron el frac, me miraron la cara y luego tuvieron el atrevimiento de preguntarme si yo era el prestidigitador del Indostán.

Al mismo tiempo que le ocurrían estos pintorescos episodios, el doctor Gaitán se hacía admirar de sus maestros italianos por su consagración y por su inteligencia. Hasta el punto de que cuando presentó su teoría sobre la premeditación, el profesor Enrico Ferri, reconocida autoridad mundial en criminología, puso sus labios sobre la mejilla morena del joven suramericano, honor éste que el viejo maestro sólo había dispensado hasta entonces a su señora y a sus hijos. El doctor Gaitán lo cuenta con su voz sacudida por calderones sindicalistas: —El aula estaba llena: asistían el rey y sus ministros; Mussolini ocupaba el palco principal; Edda concentraba en mí todo el ígneo voltaje de sus miradas; las demás mujeres suspiraban; los hombres me distinguían con un doble sentimiento de admiración y de envidia. Yo leía mi trabajo pausadamente, vocalizando como sólo Jorge Eliécer Gaitán sabe hacerlo. SI EL FORFELIÉCER ES “Al terminar, el deliUN HOMBRE QUE SE HIZO rio se apoderó de la conA SÍ MISMO, ¿POR QUÉ currencia. todo el munDIABLOS NO SE HARÍA DE do lloraba, Mussolini OTRA MANERA? aplaudía, Edda me lanzó un guante que desgraciadamente no llegó a mi poder porque no fue disparado con el suficiente impulso; Víctor Manuel me gritaba: “¡Molto bene, bambino, molto bene!”. “Fue entonces —agrega Jorge Eliécer— cuando el viejo Ferri, desprendiéndose del estrado de los examinadores, se acercó a mí, me tomó entre sus brazos venerables y trémulos, me dio un pico en la mejilla y se soltó a llorar sobre mis hombros. “¡Mío caro, mío caro, carítsimo!”, me decía el viejo, enjugándose las lágrimas, que le corrían un verdadero clásico por las arrugas de la cara”. Ahora bien: si hay otro penalista colombiano que pueda decir lo mismo, que tire la primera piedra.

Una cosa que ha perjudicado no poco al doctor Gaitán, a despecho de sus insignes cualidades, es el ansia de figurar, el afán de prestigio, la embriaguez de las alturas. Cuando estaba de ministro de la educación, se cuenta que se desmontó un día del coche del ministerio muy ceremoniosamente. Un modesto embetunador de calzado, antiguo unirista, le salió al paso y le dijo: —¿Lu’embolo, don Forfeliécer?... Este respondió descompuesto: —Usted está equivocado, joven. Para que lo sepa de una vez por todas, yo soy el ministro de la educación. El chino se quedó perplejo, y rascándose la cabeza por debajo de la gorra comentó: —¡Peru’a bergante pa’parecerse al Forfeliécer!

Yo tengo para mí que ninguna razón de peso se puede alegar para que Jorge Eliécer Gaitán no ocupe la presidencia de la república. Sus mismos adversarios reconocen en él grandes virtudes, vasta preparación, múltiples talentos y un equilibrio sorprendente entre sus merecimientos y sus ganas; pese a lo cual, no es posible evitar que se hagan este proditorio raciocinio: si el Forfeliécer es un self-made-man, esto es, si es un hombre que se hizo a sí mismo, ¿por qué diablos no se haría de otra manera? El tiempo, con minúsculas, se encargará de decir la última palabra Nota: la UNIR –Unión Nacional Izquierdista Revolucionaria– fue un movimiento popular fundado en 1933 por Jorge Eliécer Gaitán y otros liberales de izquierda.


10 ~ ABRIL DE 2018

NÚMERO 64

Censura a mano alzada La demanda del alcalde de Floridablanca, Santander, contra un caricaturista del diario Vanguardia Liberal, se suma a otras acciones políticas y judiciales con las cuales se pretende intimidar a medios y periodistas.

tenemos que dejar nosotros, los periodistas, pronunciándonos sobre este intento de censura. El alcalde está usando estrategias de intimidación por la vía penal para callarme porque no le gustan mis caricaturas. ¿Conoce usted personalmente al alcalde Mantilla? —No. ¿Había hecho alguna caricatura previa sobre esta administración? —Sí, sobre la movilidad en Floridablanca que también ha sido fuertemente criticada por la comunidad. También sobre la elección del Contralor en ese municipio, elección que también fue duramente criticada por la ciudadanía, veedurías y medios de comunicación.

ENTREVISTA | ANA CRISTINA RESTREPO

Mantilla es sobrino del secretario del Congreso, Jorge Humberto Mantilla, y ahijado político de Marta Lucía Ramírez (actual fórmula vicepresidencial del candidato del Centro Democrático, Iván Duque), ¿lo intimidan esas conexiones? —Aparte del secretario del congreso y Marta Lucia Ramírez, Mantilla también es respaldado políticamente por otros caciques políticos de la región muy influyentes en todo lo que se mueve en Santander. Por supuesto que eso intimida un poco, sin embargo, confío en la decisión que adopte la justicia respecto a si hubo en mi caricatura el delito de injuria o de calumnia o confío en que el alcalde se dé cuenta de su error y desista de la acción penal.

JIMÉNEZ

n ESPECIAL PARA UN PASQUÍN

E

n plena época electoral los ánimos se exacerban, en especial los de aquellos políticos para quienes el pluralismo y la libertad de prensa constituyen una amenaza, meras frases de cajón para engrandecer sus discursos. La atención por estos días se concentra en Álvaro Uribe Vélez quien, empoderado por los resultados de la campaña de Iván Duque en las más recientes encuestas, ha intimidado públicamente a periodistas como Daniel Coronell y Yolanda Ruiz.

Pero Él no es el único… Diego García es caricaturista del periódico Vanguardia Liberal. Su publicación ‘Modus operandi’, de mayo de 2017, desató la ira de “El niño de Floridablanca”, como mejor se conoce al alcalde de ese municipio de Santander, Héctor Guillermo Mantilla. En enero del año en curso, el funcionario denunció a García por injuria. En la imagen que está en medio de esta disputa judicial, Mantilla le entrega un contrato del Programa de Alimentación Escolar (PAE) a un desconocido. Días antes de su publicación, el periódico santandereano y otros medios locales habían denunciado públicamente irregularidades con la contratación del PAE; el Comité de Transparencia por Santander también corroboraba la entrega de contratos sin licitación previa. En un año y medio de la administración de Mantilla se suscribieron cuatro contratos por más de $7.300 millones con entidades que no fueron sometidas a una convocatoria. Diego García es un santandereano de 30 años, nacido en Bucaramanga y residente en Canadá. Empezó a estudiar Bellas Artes se retiró e inició una emisora para la comunidad latina de Montreal. Regresó durante un tiempo a su ciudad, donde trabajó en radio, en un programa sobre política. Allí aprendió “cómo se mueven los hilos en la capital y su área metropolitana”.

n La caricatura de Diego, publicada el año pasado, y que desató la ira del alcalde de Floridablanca, Santander. Un Pasquín conversó con el caricaturista que en la actualidad adelanta estudios de Estrategias de Comunicación y Publicidad:

tante de mi ciudad para publicar con ellos. Finalmente me contactaron por Facebook y ahí empezaron a compartir mi contenido.

¿Cómo llega a ser caricaturista? —Trabajando en el programa de radio en Bucaramanga sentía que me quedaba con cosas por decir. Tienes que respetar una línea editorial y cuando no lo haces no hay armonía. Un día se decidió con el Director que lo mejor era retirarme. Y así fue. A pesar de no seguir en la radio, me quedó gustando el tema de la actualidad política […] hice amigos que saben mucho del tema y pues pensé ¿Y por qué me voy a quedar con las ganas? , me compré una tableta digital y arranqué a dibujar y publicar en las redes sociales. Así nació mi cuenta ¨Diego-caricaturista”. Llevo publicando dos años [en Vanguardia liberal]. Las caricaturas han hecho eco en el ámbito político de mi región. Así como cualquier niño apasionado por el fútbol añora empezar a jugar en el equipo de su ciudad, quería que algún día me llamara el periódico más impor-

¿Qué es para usted una caricatura? —La caricatura y específicamente la caricatura política es un medio de expresión que refleja con humor los hechos sociales y políticos utilizando la parodia, la sátira, la analogía y la metáfora. ¿Cuál es para usted el límite de una caricatura? —Supongamos que el PAE no se hubiera entregado tres veces a dedo en Floridablanca. Supongamos que la misma persona no haya sido beneficiada en cada contrato adjudicado. Entonces, hacer una caricatura como la que yo hice estaría mal. Se saldría de todo contexto real. Mantilla dice que con este caso quiere sentar un precedente a través de su caricatura… —¿Precedente? El precedente lo

¿Ha recibido llamadas o intimidaciones de otra índole con respecto a este caso? —No, nunca. Usted jamás había tenido problemas judiciales en el ejercicio de su oficio. Hablemos de su defensa. —El abogado me dice que no me preocupe mucho. Que esta denuncia carece de fundamento. La contratación sí se hizo a dedo y la imagen solo refleja un método de contratación que se ha implementado en esa y muchas otras administraciones del país. El fallo de una jueza sobre el caso del caricaturista Matador servirá también como antecedente del respeto a la libre expresión. ¿Qué sabe usted de lo que ha pasado con los contratos del PAE después de su caricatura? —Siempre han sido criticados, supongo que los entes de control habrán hecho su tarea. Respecto al contrato de este año 2018, el Comité de Transparencia por Santander cuestionó que dentro del pliego de condiciones, la Alcaldía de Floridablanca dé preponderancia (puntos extras) en la calificación del proceso a los oferentes que realicen


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obras de teatro. Yo también me pregunto lo mismo. ¿Qué tiene que ver este aspecto en darle una adecuada alimentación a los niños? ¿Obras de teatro?

El precedente de una tutela rechazada

¿Considera que “afectó la imagen y buen nombre” del alcalde? —El que afectó su imagen fue el mismo por haber realizado esos contratos cuestionados por todo el mundo. Yo simplemente dije con humor un hecho cierto. ¿Le preocupa haberlo hecho? —Si estuviéramos en una dictadura, estuviera bastante preocupado. El próximo 21 de junio, García atenderá una audiencia de conciliación en la Fiscalía. Entre tanto, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), que lo acompañará en su defensa, ha manifestado públicamente: “Los funcionarios deben ser tolerantes a la crítica, por haberse sometido voluntariamente al escrutinio ciudadano de sus acciones. En una sociedad democrática es necesario que la prensa pueda hacer un control fuerte de los poderes del Estado. Así lo han declarado de forma reiterada la Corte Constitucional y la Corte Interamericana de Derechos Humanos”. En Colombia, cada vez son menos las manos alzadas para vetar la libertad

n Tras la demanda, el caricaturista subió a las redes una nueva versión de su caricatura, para ilustrar el incidente. de prensa. Sin embargo, es preciso reconocer que la mirada vigilante de las redes sociales, la solidaridad del gremio y las antenas de organismos como la FLIP, todavía no bastan para que los censuradores sean una especie en vía de extinción. Mientras las intimidaciones continúen, las acciones judiciales seguirán siendo el elemento decisivo a

la hora de proteger la libertad de prensa como pilar de la democracia. Ana Cristina Restrepo Jiménez es Magíster en Estudios Humanísticos. Profesora Universidad Eafit. Es colaboradora de Un Pasquín, El Colombiano, El Espectador y Blu Radio.

Tal y como lo registró el diario El Espectador, el pasado 8 de marzo José Luis Reyes Villamizar, un abogado que se llama a sí mismo “uribista”, interpuso una tutela solicitando a Matador y a la Casa Editorial El Tiempo, que ofrecieran disculpas públicas por la caricatura ‘Duque reflexiona’ publicada el 24 de febrero. El 22 de marzo, sin embargo, una jueza negó la tutela. Matador le expresó al citado periódico su alegría por la decisión de la jueza, ya que para él “este caso sentó un precedente para todos los que quieran coartar la libre expresión”. El dibujante y publicista agradeció el respaldo que recibió de todos sus colegas y de muchos colombianos que rechazaron la petición del abogado Reyes.


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‘Lo mismo que

A

unque han sido muy agudas las polémicas que han surgido en torno a los logros académicos de políticos como el alcalde Enrique Peñalosa y el candidato presidencial Iván Márquez, que incluye en su biografía oficial títulos académicos que no posee, lo cierto es que esta no es una historia muy novedosa. De hecho, a mediados de 2008, Un Pasquín publicó una nota en la cual se señalaban las ‘imprecisiones’ que contenía la hoja de vida del presidente Álvaro Uribe, que aparecía en la web de la Casa de Nariño. Días después de dicha publicación, el currículo presidencial fue rectificado, tal y como puede verse en las imágenes inferiores. Y, como lo que se hereda no se hurta, diez años después, su alfil Iván Duque está inmerso en una controversia similar. Como decía Jaime Garzón, en Zoociedad: “lo mismo que antes”.

Los titulitos de Uribe ANÁLISIS | FERNANDO REYES

n ARCHIVO, UN PASQUÍN

E

n la página de la Presidencia de la República (Perfil del Presidente), dice que Álvaro Uribe fue Profesor Asociado de la Universidad de Oxford en Inglaterra entre 1998 y 1999 y que tiene una especialización en administración y gerencia de la Universidad de Harvard. Sin embargo, como todo lo de este señor, esas afirmaciones son falsas. Son verdades a medias convertidas en hechos ciertos para mostrar lo que este personaje no es.

Ni especializado en Harvard... Primero, NO existe un programa de especialización en la Universidad de Harvard con ese nombre. Lo que realmente existe es el programa “Certificate

of Special Studies in Administration and Management (CSS)” en Harvard University Extension School. Es completamente diferente hablar de un programa de especialización (que en muchos países ni siquiera existe), a referirse a una certificación (como la que obtuvo Uribe en 1993), que implica estudios de educación continuada, de profundizacion o de actualización, que no es un título de educación formal y que, es bueno aclarar, tampoco equivale a un MBA en Harvard. Segundo, es diferente hablar de Harvard University y de Harvard University Extension School, que es una escuela de educación continuada (afiliada a la Facultad de Artes de Harvard) que otorga, entre otros, certificaciones como la que recibió Uribe. Es decir, Uribe no hizo una especialización en Harvard, sino que obtuvo una certificación de un curso de educación continuada en un centro afiliado a

Perfil oficial de Álvaro Uribe Julio de 2008


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antes...’ Harvard. Diferente, ¿cierto? Él quiere (auto)concederse pergaminos que no ha recibido y que ni siquiera existen…

...ni profesor en Oxford Por otra parte, dice el perfil de Uribe, en su página oficial, que este señor fue Profesor Asociado de la Universidad de Oxford en Inglaterra, lo cual es otra afirmación falsa basada en un hecho relativamente cierto. Para ser profesor asociado en una universidad del nivel de Oxford, se requiere de un título de doctor (PhD) en un área de investigación similar y afín a la del departamento donde se pretende ser docente, e implica (también) haber desarrollado una carrera de investigación (bastante larga y de dedicación completa) donde se demuestre, al menos, una serie de publicaciones relevantes en medios académicos de cierta importancia y trascendencia. Además, se necesita lo que en inglés se conoce como “Academic Tenure”, reconocimiento que una universidad le otorga al Profesor Asociado, concediéndole el honor de la “Libertad Académica” o libertad de investigación, que usualmente es vitalicia. Para no extenderme en detalles aburridos, no me voy a quedar explican-

do lo que implica la carrera académica en una universidad como la de Oxford y mejor paso al tema de Uribe como Profesor Asociado en esa universidad. Uribe posee un cartón de abogado que, aunque en el sistema antiguo colombiano otorgaba el título de doctor en derecho, no corresponde a lo que internacionalmente es un doctorado (PhD). Es decir, Uribe es un doctor sin doctorado. Si bien el presidente fue becario del Consejo Británico y asistió en esa calidad al St. Anthony’s College de la Universidad de Oxford, su paso por ese college lo hizo como ‘Senior Associate Member’ (SAM), no como ‘Profesor Asociado’, tal y como lo explica en la nota que me envió Vanessa Hack, vocera del citado college. Es más: esa calidad ni siquiera es equivalente a una Maestría (con tesis) que es la que permite postularse y realizar un doctorado, para eventualmente ser Profesor Asociado. Lo más vergonzoso del asunto es que ya son muchas las páginas en Internet que replican la información oficial obtenida de la página de la Presidencia de la República. ¡Obvio! ¿Cómo no creerle al órgano oficial del presidente cuando afirma que ese señor fue profesor asociado en Oxford?

Los titulazos de Duque El candidato presidencial, en realidad, asistió a cursos de días, que no tienen el carácter de especialización, y no completó un programa en la Escuela de Gobierno, según consulta hecha por un estudiante colombiano de doctorado a esa Universidad. ELECCIONES 2018

n CORTESÍA DE PULZO.COM

P

arte de la hoja de vida del candidato Duque, publicada en su página oficial, es reproducida en Twitter por Alejandro Hoyos, estudiante de doctorado en Finanzas y Economía en la Universidad de Chicago, en la que muestra a Duque como “abogado de la Universidad Sergio Arboleda, con Maestrías en Finanzas y Administración Pública y Derecho Internacional de ‘American University’ y ‘George Town (textual, porque es Georgetown) University’, de Washington D.C., y varias especializaciones entre ellas una en negociación de la Universidad de Harvard”. “Los programas ejecutivos que Iván Duque cursó en Harvard no confieren título o diploma, solamente una certificación de asistencia”,

dice Hoyos en Twitter, y agrega como prueba la respuesta de Harvard a una consulta suya. En el correo firmado por los servicios de inscripción y admisiones, se registra que Duque asistió a los siguientes cursos: —Strategic Negotiations: Deal making for the Long Term (‘Negociaciones estratégicas: negociación a largo plazo’), del 25 al 30 de enero de 2004. —Private Equity and Venture Capital (‘Capital privado y capital de riesgo’), septiembre 7 al 11 de 2008. La Escuela de Gobierno de Harvard le respondió a Hoyos que Iván Duque fue admitido en el programa Gerencia de Finanzas Públicas en un Mundo Cambiante (Public Financial Management in a Changing World) en el 2005, pero “no completó el programa, ya que se retiró”.

Perfil oficial de Álvaro Uribe Septiembre de 2008


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Lista la copialina OPINIÓN | OLGAHELENA FERNÁNDEZ

C

n ESPECIAL PARA UN PASQUÍN on esto del Alemán (Alzheimer) y el italiano (Franco Ditirioro) atacándome, me han recomendado que escriba todo. Lista para el mercado, agenda para las citas de trabajo, alarmas para los remedios y así con cada cosa. Las listas que hago ahora de grande, equivalen a las “copialinas” que hacía en el colegio. Por eso, próximos a unas elecciones presidenciales, he hecho con cuidado mi “soplete” no vaya a ser que en el momento de votar se me olvide la respuesta correcta. Y en un ataque de generosidad les comparto mi “comprimido”.

Por qué no votar por Petro: • Por qué votó para elegir a Alejandro Ordóñez como Procurador general de la Nación. En agradecimiento Ordóñez nombró a Diego Bravo Borda –hombre muy cercano a Petro– procurador delegado ante el Consejo de Estado. • Se alió con el hermano del narcotraficante “Guillo Ángel” para llevar a Fernando Álvarez a la Comisión Nacional de Televisión. • Apoyó la ley de garantías que legitimaba la reelección de Uribe, a cambio de la financiación para el partido al que Petro pertenecía en ese momento. • Sus más cercanos colaboradores en la alcaldía renunciaron uno a uno al ver que era imposible trabajar con él. Unos por la arrogancia del alcalde, otros porque no creían éticas algunas de sus actuaciones. • Durante la campaña para la alcaldía prometió: —Mil jardines infantiles. Construyó sólo 3 y le hizo arreglos a 229. —100 colegios distritales. Según la Contraloría de Bogotá no construyó ni uno. —Metro hasta suba (ni un kilómetro) —Tranvía por la séptima (nada) —Dijo que no construiría la ALO (en eso sí cumplió) • Apoyaba al régimen totalitario de Maduro. • Es un populista que no oculta su resentimiento social (mezcla letal para la democracia) bajo el disfraz de la manida lucha de clases. • Irresponsablemente hace promesas imposibles de cumplir a largo plazo (energía gratis para todos por ejemplo) • Les prorrogó a los operadores privados de Transmilenio los contratos sin licitación . • Además porque es creído, soberbio y grosero.

Por qué no votar por Duque: • Porque lo acabo de conocer. Hace dos años no tenía ni idea quién era. • Porque ahora tengo claro quién es Iván Duque: un jovencito que no tiene experiencia. Jamás ha administrado nada. No ha sido concejal, alcalde, diputado ni gobernador y nunca ha ganado una elección popular (al senado llegó en lista cerrada con los votos de su jefe). • Promueve la explotación de recursos naturales mediante el fracking. Quiere activar la minería en paramos como Santurbán, en la laguna de Tota y en reservas forestales. • Porque a pesar de que dice que no destrozará el acuerdo de paz con las FARC terminará haciéndolo trizas en obediencia y lealtad a quién verdaderamente lo elegiría: su jefe, que en reiteradas ocasiones ha manifestado que no honrará los acuerdos firmados. • Además promueve dejar una sola corte para evitar la independencia judicial y así salvar a su jefe de los cientos de investigaciones que tiene. Ese es el primer paso para una dictadura. • No votaría por Iván Duque porque su jefe es Álvaro Uribe Vélez. Y Uribe lo escogió (a regañadientes, pues no era su favorito) porque es un tipo joven –según algunos, churro– con carisma y sobre todo porque le juró lealtad, lo que significa que en realidad el que va a gobernar es el expresidente... Por lo tanto votar por Duque es en realidad votar por Uribe... Lo que nos llevaría a pensar:

Por qué no votar por Uribe • Porque durante su gobierno la pobreza llegó al 40% (actualmente está en 26,9%... O sea hay 4,7 millones de Colombianos que salieron de la pobreza desde el día que Uribe dejó el cargo). • El desempleo fue del 12% ( ahora es del 11.8... o sea sigue casi igual y llevó el crecimiento económico sólo al 1.7% mientras que en los últimos 7 años el promedio ha sido de 2.7%). • Y en sus 8 años de gobierno la inversión extranjera fue de 8.034 mm ( durante los últimos 7 años ha sido de 12.111 mm)... Todo esto en lo que a economía se refiere.

Además:

• En 8 años de Uribe presidente los colombianos solo podíamos entrar a 25 países sin visa (ahora podemos ir a 69) • Las FARC tenían 8.978 hombres, ya no existen a pesar de que se calcula que hay unos 1.500 guerrilleros que no se desmovilizaron y como disidentes continúan en la clandestinidad. • Durante los 8 años de gobierno, Uribe vendió: Bancafé, Telecom, Ecogas, Granahorrar. • Hubo 3.200 asesinatos de estado... En español eso quiere decir que el gobierno asesinó a 3.200 personas que no estaban en combate, que no hacían parte de ningún ejército irregular y que las mostró al mundo como guerrilleros en combate. Los llamaron “ falsos positivos” para que sonara bonito. • Acabó con las horas extras lo que perjudicó por igual a trabajadores como empleadores. • Nunca le ha pedido públicamente al asesino confeso alias “Popeye” que deje de apoyarlo y que deje de presentarse como admirador de él y del Centro Democrático. • Muchos de sus más cercanos colaboradores están presos o huyen de la justicia. Obviamente él dice que es persecución política, pero estos casos están más que probados. Quien dude puede buscar los expedientes en la Fiscalía. Para no ir muy lejos : Luis Carlos Restrepo, Luis Alfredo Ramos, César Mauricio Velásquez, Dilian Francisca Toro, Andrés Felipe Arias, Diego Palacios, etc., etc., etc... • Porque compró su reelección a través de dádivas y puestos a congresistas, como lo confesó Yidis Medina, quien además pagó cárcel por haberlas recibido. • Muchos de los miembros de su familia están presos o inmersos en casos de alto calibre. (Uno no tiene la culpa de tener un familiar hampón, pero sí esta en la obligación de apartarse de él o por lo menos de rechazar públicamente su comportamiento delictivo.... Uribe no lo ha hecho con ninguno de sus familiares.) Su cuñada Dolly Cifuentes conocida como “la Meno” y su sobrina Ana María Uribe fueron pedidas en extradición por Estados Unidos, acusadas de tráfico de cocaína y lavado de activos en asocio con “el Chapo” Guzmán, jefe del cartel mexicano de Sinaloa, según la DEA. Dolly se declaró culpable de “asociación ilícita para fabricar y distribuir cocaína consciente de que la droga iba a ser importada a Estados Unidos, mientras Ana María Uribe –la sobrina de el expresidente– debería estar presa en la cárcel el Buen Pastor. Sin embargo tanto ella como su expediente están misteriosamente desaparecidos. Jaime Alberto Uribe Vélez, el padre de Ana María y conocido en el bajo mundo como “Arepa” o “el Pecoso” fue apresado en 1986 por tropas de la IV Brigada del Ejército de Colombia porque desde su radioteléfono la inteligencia militar registró llamadas a Pablo Escobar pero nunca fue juzgado por este caso. Dolly y Jaime Alberto, el hermano menor del expresidente, duraron casados 15 años. El menor de los Uribe Vélez murió en 2001, de cáncer en la garganta. Mario Uribe, primo hermano de Álvaro Uribe y quien por muchos años fue senador de la República fue condenado a 7 años y 6 meses de prisión por la Corte Suprema de Justicia tras comprobar que recibió apoyo de las Autodefensas Unidas de Colombia, grupo paramilitar al margen de la ley, para obtener la votación que lo llevó a ganar una curul. Sin embargo sólo estuvo preso 5 años y 4 meses, el resto de la condena se la rebajaron por trabajo.


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Limpio, en el Valle de Aburra, Antioquia y además son dueños de Salvarte y Ecoeficencia S. A. También participan con su papá en las actividades de la ya célebre finca El Ubérrimo, en Córdoba, a la que ellos llaman “la empresa familiar” y son socios minoritarios con un tío del lado materno en una firma inmobiliaria que compra y vende propiedades en varias regiones del país. • Los nuevos jóvenes billonarios construyeron un centro comercial que se llama ‘’Nuestro’’; tuvo un costo de $120 mil millones y está ubicado en Montería, Córdoba una plaza conocida, pues es en Córdoba donde el expresidente tiene hace 30 años la gigantesca finca ganadera “el Ubérrimo”. • Ya están construyendo dos centros comerciales más en otras dos ciudades del país. ¿Será normal ese nivel de riqueza para unos jóvenes que no llegan a los 35 años y que dicen que su dinero lo han hecho haciendo pulseritas de la misma forma que las hacen los hippies..? Ante todo lo anterior el hecho de que tampoco su mano derecha, José Obdulio Gaviria, jamás haya hablado mal ni por un segundo de su primo Pablo Escobar terminaría pareciendo casi un detalle menor.

Vladdo.— Cortesía de revista Semana

Pero me faltó:

Santiago Uribe Vélez, hermano del expresidente está acusado de homicidio y concierto para delinquir. La Fiscalía lo señala como uno de los responsables de la creación del grupo paramilitar Los 12 Apóstoles, grupo responsable de por lo menos 100 asesinatos.

Sus hijos merecen capítulo aparte: • Gracias a unos “cambios” en las leyes, convirtieron una finca en una zona franca y multiplicaron 100 veces la inversión inicial en 24 horas. De 33 millones a 3 mil millones. • Monopolizaron el negocio de la chatarra, dejando por fuera a todos aquellos que se habían dedicado a ese negocio por años. • En una historia de asombroso emprendimiento y capacidad de superación, los hermanos Uribe Moreno crearon su “empresita” Residuos Ecoeficiencia, la cual fue constituida con 10 millones de pesos en el año 2003, cuando los Uribe Moreno aún eran estudiantes universitarios . Tomas tenía 22 y Jerónimo 20 años de edad. Al poco tiempo el capital pagado de sus empresas sobrepasaba los 1.000 millones de pesos; dos de ellas tienen superávit de capital que suman $4.200 millones y son dueños del 12 por ciento de Promotora Gransabana, una empresa que a través de otro fideicomiso “compró otro lote, éste ubicado en Tocancipá y avaluado preliminarmente en $22.000 millones de pesos”, señaló la revista Semana. • Según Miguel Nule, Tomas Uribe Moreno, fue testigo de una reunión que se adelantó en 2008 con Miguel, Manuel y Guido Nule (los tres, presos por el millonario desfalco en “el carrusel de la contratación” de Bogotá), en la cual se trataron temas relacionados con la licitación de la carretera de la Ruta del Sol . El encuentro se produjo en las instalaciones de Odebrecht en la capital panameña. • Los Uribe Moreno también son dueños de la Empresa de Reciclaje Mundo

• Uribe irrespeta a los magistrados de las cortes llamándolos “HPs”. • Cambió la constitución a su antojo mientras fue presidente para seguir en el poder. • Hizo un falso proceso de paz con las AUC. Les permitió ir a hablar al Congreso, siendo criminales buscados y les dio beneficios sin consultar al pueblo colombiano. Después los extraditó en una jugada que no queda clara si fue por que los traicionó o para callarlos. • Entró paramilitares a la Casa de Nariño y aún se siguen conociendo escándalos de corrupción que salpicaron a su gobierno y a sus más cercanos amigos y funcionarios, entre ellos: —Saludcoop : $1,4 billones a la caneca —Reficar: $ 8,6 billones —AIS (Agro Ingreso Seguro), programa que mediante el subsidio de sistemas de riego buscaba beneficiar a campesinos y terminó engordando las fincas de decenas de millonarios terratenientes que previamente habían aportado dineros a la campaña presidencial de Uribe. Por estos hechos huyó del país el ministro Andrés Felipe Arias -hoy prófugo- a quién Uribe apoyó hasta el cansancio. Estados Unidos le negó el asilo político, pues no,lo considera un perseguido. • Tampoco votaría por Uribe (es decir por Duque) porque en su gobierno interceptó ilegalmente las comunicaciones de periodistas y magistrados, usando la policía secreta de Colombia, DAS, para uso personal e ilegal y aunque se ha comprobado que fue él quién lo ordenó, la justicia aún no lo ha tocado por eso y la ley parece resbalarle, como cuando le ordenan rectificar los insultos que a través de sus redes sociales profiere ante los periodistas de este país que se atreven a confrontarlo. Paradoja: en 1981 cuando el gobernador de Antioquia era Iván Duque Escobar el padre del candidato, denunció –como lo ha asegurado alias “Popeye”, hoy uno de sus baluartes– que Álvaro Uribe estaba firmando licencias de pistas de aterrizaje a narcotraficantes. Hay muchos, pero muchos-muchos temas más, dignos de mención de ambos candidatos, pero si sigo enumerando corro el riesgo de que este comprimido se convierta en enciclopedia; una minienciclopedia que fue hecha sin ningún orden cronológico, ni de importancia... lo que se me iba viniendo a la cabeza. Tal vez no sea la mejor forma de hacer un soplete, pero con que me sirva para no rajarme en las próximas elecciones me doy por bien servida. Úsela, pásela, pero no deje que “él” o ellos la descubran. Olgahelena Fernández es periodista.


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E L P E R I Ó D I C O D E L A O | | P O L Í T I CA M EN T E I N C O R R ECTO

TRESENUNO POR ANTONIO JIMÉNEZ CASTAÑEDA n ESPECIAL PARA UN PASQUÍN

QUÉ

Pobre –desdichado– el primer debate entre candidatos presidenciales, moderado por dos periodistas deslucidos y melancólicos. Para ninguno de los candidatos la corrupción, que tiene consumido al país, es de verdad el conflicto más grave de todos –del que, por supuesto, se han servido ellos–. No, es el matrimonio entre parejas del mismo sexo, un tema sin ningún impacto negativo en la economía, la política o la justicia. Un asunto del fuero íntimo de las personas, que debe estar circunscrito al derecho privado.

POBRE

Correo Descertificado POR HERMES n EXCLUSIVO, UN PASQUÍN

Las malas lenguas dicen que Gaviria no se ha jugado a fondo por De la Calle, porque quiere dejar que este se queme en la primera vuelta, para sumarse luego a la campaña de Germán Vargas Lleras, quien al fin y al cabo es un liberal de cuna. [EL VIAJE FRUSTRADO] La ausencia de Humberto De la Calle en el primer debate, organizado por Teleantioquia y Semana, nunca obedeció a un supuesto plan de retirar su candidatura. La intención del candidato liberal era participar en dicho encuentro en Medellín, pero la agenda se le complicó en Bogotá, porque César Gaviria le puso una cita que se prolongó más de lo previsto, lo cual –sumado a la cancelación de vuelos por el mal clima– le impidió tomar un avión a tiempo. En ciertos sectores del partido Liberal, esta situación se convirtió en otro motivo de descontento con su director, a quien acusan de manejar erráticamente la campaña de De la Calle, quien sin duda tiene más prestigio que partido.

[EL PANTANO DE VARGAS] A propósito de Vargas Lleras, los bajos registros en las encuestas, donde aparece en un exiguo cuarto lugar, ya le han hecho mella y lo tienen más irritable que de costumbre. Pero varios analistas creen que Vargas está subvalorado, pues no sólo es un candidato sólido y un político resabiado, sino que tiene una importante estructura política en todo el país. Léase: maquinaria. Lo más grave es que se rumora que si la tendencia se mantiene y Vargas no repunta, la casa Char podría contemplar la posibilidad de darle su respaldo a Iván Duque. La política es dinámica.

El paramilitarismo, esparcido sobre todo el país con su nuevo nombre de BACRIM sin que el Estado lo enfrente, no existe, no inquieta. Con el apoyo de la fuerza pública, esa vertiente del hampa maneja la política, la contratación pública, las elecciones y la justicia –Uribe, La Gata o Kiko Gómez son plena prueba– y tiene bajo su control todos los órganos del poder. Pero el problema real son la marihuana y el consumo ya legalizado de dosis mínimas. Iván Duque –muñeco de ventrílocuo de Uribe– ofrece proseguir la guerra perdida contra las drogas, único factor que garantiza las ganancias astronómicas de las organizaciones traficantes que, dicho sea de paso, son las que al final decidirán si él ganará o no la presidencia.

DEBATE

Las FARC, organización desmontada en paz y a la luz del día ante los ojos escrutadores del mundo y dada de baja políticamente en las últimas elecciones– va a ser rearmada por Duque o Vargas Lleras con el ánimo de incendiar otra vez al país y reiniciar la guerra en la que solamente mueren los hijos de los pobres y se enriquecen los de los ricos. Las desaparecidas FARC tienen que seguir siendo el problema. No lo es la impunidad, de la que, por ejemplo, se valen Uribe, su familia y su hato grande de incautos, mafiosos y corruptos. Los chanchullos de Odebrecht y su socio Luis Carlos Sarmiento Angulo no se mencionan. No se debate el que no haya un solo preso por las corruptelas de Reficar, el desfalco público más grande de la historia de Colombia, valorado en US $ 10 mil millones. Ni una mención a los 14 mil niños muertos de inanición en La Guajira como consecuencia de la corrupción. Nada. Nuestros únicos problemas son la dosis mínima de marihuana, una guerrilla que ya se acabó y las relaciones privadas entre homosexuales.

demagogia. Del gr. dēmagōgía. 1. f. Práctica política consistente en ganarse con halagos el favor popular. || 2. f. Degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder. —DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA DE LA LENGUA


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