Un Pasquín — Ed. 104

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Caricatura de Vladdo — CORTESÍA: DEUTSCHE WELLE EN ESPAÑOL

EDICIÓN 104 ENERO DE 2022 || POLÍTICAMENTE INCORRECTO || VALOR: CIVIL || ISSN: 2805-9093 ||

@UNPASQUIN || www.unpasquin.com


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UN PASQUÍN — ENERO DE 2022

A TRAZO

La objetividad es un mito; la libertad, un derecho; la transparencia, un compromiso; la independencia, una obligación.

LIMPIO

E D I T O R I A L

Un amargo episodio Este incidente debería servir para demostrar que esa no es una secta de un líder supremo y un rebaño de borregos.

Caricatura de Elena Ospina

Caricatura de Bacteria

U

n balance agridulce le deja a la Coalición Centro Esperanza la recriminación pública que la candidata Íngrid Betancourt le hizo a su compañero de campaña Alejandro Gaviria, en el debate presidencial organizado por El Tiempo y Semana; ataque que, valga decirlo, fue rechazado con serenidad, pero también con contundencia, por el exministro de Salud. Para empezar, resulta inexplicable, sobre todo en momentos en que buena parte del país tenía la atención puesta en este primer cara a cara entre los aspirantes a suceder Iván Duque, que Betancourt haya resuelto irse lanza en ristre contra uno de sus propios coequiperos, saltándose todas las instancias de discusión interna que, es de suponer, debe haber en toda organización política, más aún cuando se están dando los primeros pasos hacia su consolidación. Por otra parte, sería absurdo negar que el episodio Íngrid –que no fue el primer encontrón público entre sus dirigentes– golpeó con fuerza a la coalición del centro. Sin embargo, este rifirrafe tampoco puede verse como el fin de dicha propuesta política. De hecho, es demasiado apresurado salir a expedirle certificado de defunción, como ya lo han hecho varios comentaristas de prensa. Es más: este batacazo debería servirles a los líderes de la Coalición Centro Esperanza para subrayar el hecho de que en esta formación hay diversidad de ideas y criterios, cosa que contrasta con lo que ocurre en otras toldas, en las cuales hay un caudillo intocable al que todos sus militantes le deben obediencia y le rinden pleitesía. En resumen: que no se trata de una secta, con un líder supremo, seguido por un rebaño de borregos. Eso sí, es de esperar que, en próximas ocasiones, al tramitar sus discrepancias, los integrantes de la coalición agoten todos los mecanismos internos, en lugar de saltarle a la yugular a alguien de sus propias filas; menos aún en medio de la galería. Y, lo más importante, que estas polémicas no agrieten la unidad que debe haber en la primera vuelta alrededor del candidato del centro.

Dibujan: Fontanarrosa, Betto, Elena Ospina y Mheo. || Caricaturas de Vladdo, cortesía de El Papel Periódico y DW en Español. EL PERIÓDICO DE LA O VLADIMIR FLÓREZ —VLADD0— DIRECTOR / PROPIETARIO

Escriben: Martha Alzate, Felipe Bernabó, Juliana Bustamante, Olgahelena Fernández, Gonzalo Guillén, Santiago Londoño Uribe, Ricardo Sánchez Ángel y Leopoldo Villar Borda.

Edición 104 — ENERO DE 2022

www.unpasquin.com

Asesor Gráfico: Gustavo del Castillo Armada electrónica: Francisco Robles Diseño de portada: Vladdo

ISSN: 2805-9093

Servicios de prensa: Agencia EFE Producción: VladdoStudio Impresión: La Imprenta Editores

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ENERO DE 2022 — UN PASQUÍN

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LA PAZ DE LOS SEPULCROS Y LA JEP

opinión de Ricardo Sánchez Ángel

Profesor emérito, Universidad Nacional. Profesor titular, Universidad Libre.

C

I

Caricatura de Betto

omenzamos mal este año. Lo constata la continuidad de las masacres y el asesinato de líderes sociales. Al igual que el feminicidio, la criminalidad social y la violencia política. A los cinco años del tratado de La Habana, el proceso de paz está acorralado. Podría decirse, y me he ido convenciendo de ello, que se hizo un cambio de rumbo con el mismo, convirtiéndolo en una pacificación en que la «legalidad» suplanta a la legitimidad del tratado entre el Estado y la insurgencia, dándole el tratamiento de derrotados a los excombatientes. A lo que asistimos es a una continuidad de la guerra, con el fortalecimiento paramilitar y el auge del ELN y

las Disidencias de Las Farc. En los informes de prensa se habla de miles de combatientes y otros tantos en redes de apoyo. Acompañado, eso sí, del asesinato de dirigentes de base, con reconocimiento social y territorial. Un genocidio por acción y omisión del Estado. En este contexto, se desarrolla el proceso electoral. La paz solo se consigue con democracia real, y no con el fortalecimiento del autoritarismo, como sucede. La pandemia ha servido para afianzar el poder de los bancos y negociados del alto capitalismo y trasladar la crisis sobre los trabajadores de todo oficio y profesión. El gran acontecimiento de rebelión popular y de huelga del año pasado es la respuesta de un sujeto colectivo de masas por cambiar el rumbo del país. Hay que decir, sin paranoia, sino con realismo, que está en curso, además, el montaje de un inmenso fraude electoral, con chorros del dinero del narcotráfico, de intervención activa de grandes fortunas a favor de determinados candidatos por debajo de la mesa. Hay alarma en el establecimiento legal e ilegal por el auge de la candidatura de Gustavo Petro y puede ocurrir alguna desgracia. Al igual, con Francia Márquez. Y el Gobierno no está haciendo hasta lo «imposible» para evitar que ello suceda.

II

Estamos a la espera del informe de la Comisión de la Verdad. Especialmente, sobre el terrorismo de Estado y la insur-

gencia. Las decisiones que ha tomado el Tribunal Especial para la Paz sobre Las Farc como esclavistas por la práctica de encadenar y maltratar a los secuestrados produce preocupación sobre el ánimo de venganza, el tratamiento de enemigos indeseables. Por supuesto, Las Farc cometieron abusos que van contra la dignidad de los prisioneros de guerra que no fueron simples retenidos, sino secuestrados. Pero se trata de un tribunal de paz, y, por ende, de transición a un régimen sancionatorio especial para el logro de la verdad, la reparación y no repetición, por lo que se hermana la justicia con el perdón, como categoría central. La responsabilidad del genocidio está en manos del Estado. Más aun, las guerrillas, con todas sus deformaciones y crímenes, son un producto, «hijos bastardos», pero legítimos del sistema que se desarrolló bajo los modelos de la violencia económica, social y política. El presidente de la JEP, Eduardo Cifuentes, ha demostrado contundencia en la defensa republicana de la institución frente al Gobierno del uribato. Es necesario que convoque en las audiencias no solo a las víctimas, sino a juristas nacionales y algunos internacionales. Acordar foros académicos que sean transmitidos por la televisión y la radio oficiales e invitar a los medios privados a que hagan lo mismo. Debe haber distintas posturas en forma imparcial en la discusión, porque no se trata solo de oír los valiosos testimonios. El tema del terrorismo de estado y la esclavitud debe ocupar el lugar central en este tribunal de paz y ello será decisivo en sus resultados. No pueden salir con un «parto de los montes», mientras algunos tribunales penales han tenido mejor claridad sobre el asunto. No escapa a la opinión que la decisión sobre la esclavitud coloca en la ilegitimidad el tratado de paz, porque significa que el Estado acordó con una casta de delincuentes terroristas un proceso de paz. La esclavitud es de tal gravedad que articula todo el sistema y el aparato sancionatorio. Apague y vámonos. Un triunfo del uribato y de la guerra. Anuncio. La candidatura de Francia Márquez es la más conveniente. Ojalá gane la consulta del Pacto Histórico.


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FASCISMOS…

«¡

Caricatura de Elena Ospina

No pasarán!» gritaba Dolores Ibárruri, La Pasionaria, por la radio desde Madrid el 19 de julio de 1936. Franco, en ese momento en Canarias, amenazaba con desembarcar en la península para poner fin a la República y la dirigente comunista animaba a los ciudadanos a enfrentar al fascismo. Aunque no fue la primera en usar dicha proclama, pues se dice que el General Robert Nivelle alentó así a sus tropas ante la avanzada alemana en la batalla de Verdún (1916), la asturiana la convirtió en un grito de resistencia contra el fascismo que se utilizaría en canciones, afiches, poemas y muchos otros discursos a lo largo de la guerra civil española. Siempre me han sorprendido varios asuntos que rodean la ya legendaria arenga. El primero de ellos es que a pesar de la fuerza y la pasión, valga la redundancia, con la que la utilizó doña Dolores, y de los miles de muertos que pusieron los

opinión de Santiago Londoño Uribe

Abogado; magister en Derecho Internacional.

republicanos en los casi tres años de la guerra, los fascistas sí pasaron. No solo pasaron sino que gobernaron España bajo una dictadura por más de 35 años. La frase entonces no apunta propiamente a un exitoso ejercicio de contención del fascismo y sorprende que, siendo esto así, se recurra con tanta efusividad a la misma. Sospecho que aquellos que la usan quieren resaltar la defensa de la institucionalidad y la ventaja moral que significa enfrentarse al extremismo, pero quizás habrían mejores ejemplos en la lucha contra Hitler, por ejemplo, o quizás en las elecciones en las que se ha evitado que los extremistas lleguen al poder (Segunda Vuelta francesa en el 2002). El segundo aspecto que me sorprende y que veo cada vez más en el ámbito del debate político es la facilidad, ligereza e irresponsabilidad con la que se utiliza el término «fascismo» para referirse al contrincante. Ya no es necesario revisar ni los planteamientos ni las formas ni la historia ni las acciones de los otros. Ahora basta con que sean diferentes y quieran disputar el poder para que les caiga el señalamiento de fascistas y, consecuentemente, para que se grite y se taguee el #NoPasarán. Hoy es fascista la OMS, la Unión Europea, la empresa privada, el sector de izquierda o de derecha que no te gusta o aquel que simplemente sea de izquierda, de derecha o de centro (dependiendo desde dónde se debata). El fascismo es señalamiento, insulto y bala explosiva del debate. Es también, cada vez más, una muletilla vacía. Uno de los ejemplos más absurdos de la deformación de los términos y de la «costalización»(meter a todo el que no

te gusta en el mismo costal) del adversario se da actualmente en Medellín. Acá, un alcalde que se autodefine como «independiente», pero ha militado en tres partidos y dos movimientos y gobierna con los clanes políticos de los Suarez Mira de Bello, los azules de Itagüí, con Luis Pérez y Julián Bedoya (ladrón de título), con la mitad de la bancada del Centro Democrático y con Juan Carlos Vélez (el Gerente del NO) ha querido, con la desfachatez que describe al populista, definirnos a todos los que señalamos sus mentiras recurrentes y denunciamos los daños, que le viene haciendo a los programas sociales y a la institucionalidad de la ciudad, de uribistas. No importa que él sí gobierne con uribistas o que entre sus críticos estén personas como el ex magistrado Iván Velásquez (investigador de la parapolítica y Zar anticorrupción de la ONU) o María Victoria Fallon (abogada de las víctimas de la Operación Orión y del caso de Jesús María Valle, entre otros muchos) o Jesús Abad Colorado (foto reportero de nuestro conflicto armado). Un uribismo muy particular, pero muy útil para plantear la narrativa de descalificación y destrucción del otro. Esas mentiras descaradas y recurrentes, los pobres resultados en la ejecución del Plan de Desarrollo, el nepotismo de la familia Quintero-Osorio y su ataque rastrero a una parte del empresariado, han movilizado a varios sectores de la ciudad (incluidos algunos efectivamente uribistas) para poner en marcha el ejercicio constitucional de la revocatoria del mandato. Una herramienta compleja (los resultados lo demuestran) y riesgosa (un mal gobernante que la supere se fortalece), pero, sin duda alguna, democrática. En su cruzada por reescribir la historia, a quienes desde la palabra, las instituciones y la democracia señalamos las mentiras y la corrupción de Quintero, nos llaman fascistas y ellos, los que gobiernan, negocian y hacen campaña con lo peor de la clase política, pasan por víctimas o por líderes del cambio. «¡No pasarán!» ya gritaron desde el Pacto Histórico de Gustavo Petro (aliados del Alcalde de Medellín) al ver avanzar y tomar fuerza la revocatoria. Facilismo mentiroso y pavoroso.


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LO A SUERTES ¡PORECHAMOS LOS OVARIOS!

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a Corte Constitucional desconcertó con su empate en la votación sobre la despenalización del aborto. En un cargo de poder, no basta ser mujer, es decir, compartir la característica de ser gestantes, para reconocer que los derechos de esos cuerpos necesitan ser especialmente protegidos en su autonomía reproductiva. Tres de los cuatro votos en contra de la despenalización fueron de las magistradas. Un aplauso para sus pares masculinos que votaron a favor. 500 días se tomó la Corte para dar una respuesta y salió con unas tablas. Quizá porque así es Colombia, con una parte que no quiere implicarse o que se niega a reconocer que hay estructuras opresoras sostenidas pese a sus injusticias intrínsecas. Como si fuera un mal chiste, el desempate depende de quien salga elegido de conjuez en el sorteo. La Corte nos dice que nuestras autonomías son un asunto del azar. No un tema de equidad de acceso a la salud, de justicia social o de aporofobia. Porque las más vulnerables continuarán asumiendo los riesgos de recurrir a un aborto inseguro. Los

opinión de Juliana González

Analista Política; Máster en Políticas Públicas y Economía para el Desarrollo. @JuliGo4

derechos reproductivos dependen de una moneda lanzada al aire. Pregúntale a Jane

Entre 1968 y 1973 un grupo heterogéneo de mujeres en Chicago, ayudaron a miles a acceder a abortos seguros. Casi que ni importa desde que lugar del mundo o en que año se escriban estas letras, la negación del derecho a la autonomía reproductiva es creer que «lo que no se ve, no existe». El

llamado Colectivo Jane hacía visible lo invisible. Tendía una mano, hacía citas, incluso practicaban el procedimiento, hasta el día en que siete de sus miembros fueron arrestadas y acusadas de aborto o conspiración para permitir el aborto. La Corte Suprema de Estados Unidos, dictaminó que sus ciudadanas podían acceder al aborto sin mayores trabas judiciales (que ya bastante tienen con las sociales, económicas y religiosas) hasta la semana 23 de gestación. La jurisprudencia la sentó el caso Roe vs Wade y obligó a que se modificaran las leyes federales y estatales contrarias a esta decisión de carácter constitucional. Gracias a este caso las acusadas del Colectivo Jane quedaron libres. Pero la historia es pendular y los sentimientos viscerales, por irracionales que sean, no tienen fecha de vencimiento. Casi medio siglo después, en 2021, el derecho constitucional sentado por la jurisprudencia del caso Roe vs Wade tambalea por una demanda sobre la legalidad de una ley de Mississippi que prohíbe el aborto después de las 15 semanas. Ahora las estadounidenses tienen que esperar un semestre al pronunciamiento de la Corte, de mayoría conservadora.

Caricatura de Betto

Estrasburgo 2022

En este lado del mundo, desde el que yo escribo, Francia asumió la presidencia de la Unión Europea. Y estar en el poder significa también tener el megáfono para hacer propuestas. Y Macron por ejemplo, pidió al Parlamento Europeo, salvar la democracia, y esto que es una cosa de todos, implica la actualización de la Carta de Derechos «para ser más explícitos sobre la protección del medio ambiente o el reconocimiento del derecho al aborto». Un gesto que reconoce a Simone Veil, la primera presidenta del parlamento europeo que introdujo el derecho al aborto en Francia. Pero queda por ver si este parlamento se arropa en esas banderas o si por el contrario abraza los preceptos de la nueva presidenta, la maltesa Roberta Metsola, una declarada antiabortista. El derecho a la autonomía corporal en este espacio terrenal parece que depende de las apuestas de los tahúres, de cualquier género.


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UN AÑO MÁS DE LO MISMO

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o he podido empezar a ver o leer noticias, ni columnas de opinión, ni redes sociales como acostumbro. Tuve la dicha de desconectarme dos semanas de la realidad de este país abrumador y de descansar de la sobrecarga de trabajo del año que acaba de terminar. Ya de regreso, me veo a gatas para escribir estas líneas y evado en lo posible pensar en lo que este año nos depara y que, quiera o no, tendré que ver de frente, sin poder evitarlo. ¿Y qué es lo que nos plantea este año que me produce tanta pereza? En primer y central lugar está la consulta y la consecuente campaña presidencial que desde hace meses se vienen planteando como una pelea de gallos finos sin claridad de lo que son, lo que quieren o lo que proponen y decididos a decir e incluso a veces a hacer lo que sea para ganar adeptos… insoportable, lamentable, despreciable.

Caricatura de Bacteria

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opinión de Juliana Bustamante Reyes @julibustamante

Menos desagrado me plantea la aún más relevante campaña al Congreso donde la diversidad hace el asunto un poco más interesante: habrá de todos los colores, oficios, banderas y causas en las que podremos encontrar, ojalá, eco a nuestras demandas, aunque no faltarán los escándalos por compra de votos y fraudes electorales de todos los pelambres. También se vienen otras cositas: la robadera de fin de gobierno, los viajes injustificados de todo el gabinete que se sintió seguramente ‘tumbado’ por las restricciones de la pandemia y que quiere recuperar algo del tiempo perdido para malgastar los recursos públicos hasta el último momento. Veremos también las actividades de rodilla pelada del saliente mandatario con el fin de conseguirse un puesto atractivo que le asegure actividad por el resto de su irrelevante pero aún larga vida. Esto acompañado de los destapes y escándalos de un gobierno que está saliendo por la puerta de atrás, las demandas contra sus amigos que en 6 meses ya no tendrán quién los defienda, la lavada de manos de los otrora aliados, el oportunismo, en fin. Lo de cada 4 años. Una película que se repite sazonada con nuevos ingredientes, como pandemias y avances tecnológicos, pero que en el fondo es la misma de siempre: un grupo de personas dispuestas a todo por el poder y sus prebendas, y una ciudadanía manipulable o ingenua que al final contribuye a que todo siga igual.

Luego del esperado proceso electoral y sus resultados vendrá ese momento gaseoso del empalme donde -salvo que entre un aliado del gobierno saliente- se hace una entrega, deliberadamente incompleta y sesgada, que busca por un lado mostrar todo lo que se hizo, pero, por otro, bajo el manto de la desconfianza, evitar que el crédito se lo lleven otros. Por eso es que en estos meses previos, ministerios y agencias del gobierno estarán haciendo gala de todos los logros obtenidos en 4 años de intenso trabajo y en el empalme remitirán a esa rendición de cuentas como su gran legado. Otro tema duro que nos toca en el 2022 es el Mundial de Qatar. No solo porque lo más probable es que no clasifiquemos, sino porque nos pasaremos el año entero acabando unos con otros buscando culpables de un destino que es más afín con lo que somos que con lo que quisiéramos ser. Y rodarán cabezas, y se consultarán expertos, y recordaremos los años de gloria, y renegaremos por no haber dejado a Pékerman con director técnico de nuestra selección. Y al final, nada. El balance de fin de 2022 nos llevará posiblemente a decirle adiós a la pandemia, ya convertida en una enfermedad endémica menor que nos sacudió como humanidad y que transformó ciertas formas de hacer las cosas, pero que a la larga no impactó esos profundos problemas que tenemos como sociedad y que hubieran podido revisarse antes que continuar repitiéndose una y otra vez como ya estamos viendo: la capacidad depredadora, el arribismo, el narcisismo, el afán por compararse y acabar con el otro, por mostrar que se tiene más o se es mejor, el volver todo una mercancía, el culpar a otros de todo lo malo que pueda pasar. Será un año en el que con seguridad no habrá momento en el que no tengamos algo llamativo de qué hablar. Pero es agotador vivir en un país donde no se puede pasar ni un solo día sin una noticia que escandalice; sin una historia insólita; sin un personaje funesto pasando por sus 15 minutos de deplorable fama; sin razones de sobra para confirmar nuestro destino inmutable e irremediablemente trágico..


ENERO DE 2022 — UN PASQUÍN

Caricatura de Mheo

Caricatura de Mheo

A TRAZO

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LIMPIO


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EL RETRATO DEL MES

Perfil tomado del libro 101 Retratos Havladdos. Cortesía de Penguin Random House.


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Cuando empezaba a deslindarse un poco de esa imagen de frívolo que hemos construido los que lo criticamos, Andrés Pastrana resolvió aliarse con Álvaro Uribe, para conformar una coalición que sólo puede interpretarse desde la óptica de la crucifixum, ingenuidad o del cinismo. Aunque le llovieron críticas por haberse dedicado al turismo sine devotione, presidencial durante buena parte de su gobierno, sus periplos por el mundo rindieron frutos en materia de divina gratia, relaciones internacionales, pues Colombia había quedado como un país paria luego del gobierno Samper. Pese a que conoce las dificultades de negociar con la guerrilla, y a habérsela unctis et amatoribus jugado a fondo por la paz, en los últimos años se ha equivocado en la forma como se ha referido a los acuerdos con las Farc; actitud que lo ha mostrado con una politum. soberbia y una mezquindad que no son propias de él y que parecen más influencia de su radioin hermano Juan Carlos. Lástima que el carisma del simpático presentador de TV Hoy, la novedad del primer alcalde de Bogotá elegido por voto popular y sus prius ad conscientiae esfuerzos de paz, queden sepultados debajo de su ego. O de su sumisión a Uribe.

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INVISIBLES

H

Caricatura de Betto

ace pocos días, mientras almorzaba en una terraza sobre la acera de avenida Mazarik en la megalópolis mexicana, sentí una mano que tocaba mi brazo mientras yo muy concentrado atacaba unas enchiladas de arrachera con mole negro. Pegué un salto que casi me hace caer de la silla, y al girar para ver de quién se trataba, me encontré con un rostro cobrizo cruzado de arrugas infinitas y un cuello adornado por una bufanda tejida con todos los colores del arcoíris. Era María, de la etnia Nahua, y nació hace 67 años en el Estado de Nayarit, cerca de Puerto Vallarta, entre la sierra y la costa pacífica del país, tierra de Coras y Huicholes donde su familia era minoría y de donde emigraron a comienzos de los 70. Ella tenía 16 años, la misma edad que tenía yo cuando emigré por primera vez, pensé. Vestida con su ropaje tradicional, iba acompañada de un joven de unos 15 años con síndrome de down, de rasgos más caucásicos que indígenas. El muchacho llevaba una canasta llena de chucherías que me ofrecía insistente, sin pronunciar palabra,

opinión de Felipe Bernabó

Periodista, gestor cultural.

mientras yo hablaba con la mujer y algún billete cambiaba de manos. Así me enteré en pocos minutos de una ínfima parte de su historia, entre ellas que su verdadero nombre era Yolotl, que en su idioma Náhuatl significa corazón. Intentando saber algo más de ella le pregunté por el muchacho que la acompañaba. La conversación cesó de golpe, y agradeciendo se dio media vuelta y se fue, mientras se alejaba le dije — ¡Adiós, Yolotl! Se

giró y me miró con ojos raros, como de orgullo triste. En ese momento y con la legendaria amabilidad mexicana, el mesero se me acercó y me pidió excusas por ‘la molestia’. Me contó que cada día cientos como ella llegan en camiones a las zonas acomodadas a mendigar. Aparecen antes del almuerzo y desaparecen entrada la noche, «son mafias», me dijo, «los usan de carnada para pedir dinero». Antes del postre había pasado todo un contingente pidiendo ayuda, la mayoría mujeres, todas indígenas y con niños pequeños. Ellas siempre vistiendo prendas tradicionales, los pocos hombres en cambio, todos de bluyín. Los seguía con la mirada mientras pasaban de mesa en mesa estirando la mano y ofreciendo dulces o baratijas made in china, de esas que terminan tapando inodoros o desaparecen en el estómago de algún can hambriento. Vi a un comensal que se giraba para decir algo, y a otro par que entregó unas monedas, pero la mayoría no los miraba, no existían, como si fuesen incorpóreos. Esta archiconocida historia se repite en todas las ciudades latinoamericanas, en mayor o menor medida, desde México lindo y herido, hasta Santiago de Chile. El espejismo de las ciudades les arrebata su lengua, les roba su identidad, sus historias, sus tradiciones y sus cosmogonías, hasta sus nombres. Llegan atraídos por supuestas oportunidades y terminan excluidos, discriminados, o peor aún, como carnada monetaria, borrados del mapa humano. Más del 5% de la población mundial, es decir unos 370 millones de personas, pertenecen a pueblos indígenas. Son más de 5 mil grupos distintos, repartidos en 90 países y hablan en conjunto cerca de 7 mil lenguas diferentes, una contribución inmensa a la riqueza y diversidad cultural de nuestro planeta, que inexorablemente se va extinguiendo en pos de la modernidad. Son el 15 por ciento de los más pobres de la tierra. Marías incorpóreas, Yolotls invisibles.


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A TRAZO

LIMPIO

TRES EN UNO Por Gonzalo Guillén Periodista

Caricatura de Bacteria

EL

Cuando lo grabaron con un teléfono puteando a un tipo de sombrero de payaso y abofeteándolo delante de un policía, que no hizo nada para impedir o castigar la agresión, Rodolfo Hernández me comenzó a caer mal. En ese tiempo él era el alcalde de Bucaramanga y no pasó mucho tiempo para que estallara el escándalo de un hijo suyo que negociaba contratos con la alcaldía por debajo de la mesa. Hernández explicó que los chanchullos de su hijo en la alcaldía no tenían que ver con él sino con la alcaldía. Punto.

TRUMP

Enseguida, Rodolfo Hernández comenzó a avisar que quería ser presidente de Colombia y arrancó a promover la idea de que es un supuesto multimillonario que, por eso mismo, tiene el mérito de que ya no le hace falta robar. En el mismo tono de patanería con el que se dio a conocer dando pescozones existe otra grabación en la que habla con un hombre al que llama varias veces «hijueputa» y le anuncia que va a «pegarle un tiro» (peor, tal vez, que el famoso «le voy a dar en la cara, marica»). En otra más, les reclama millonarias cuotas en efectivo a quienes pretenden acompañarlo en las elecciones.

Caricatura de Elena Ospina

COLOMBIANO

Es un atarbán, habla como atarbán y actúa como atarbán. No ha aclarado de dónde proviene su fortuna ni en qué consiste. Es un «rico bueno» porque él lo dice y quien lo ponga en duda supongo que, como dice él, es «un hijueputa». Hernández no tiene canas a su avanzada edad porque se pinta el pelo de color agüepanela, como el soez Donald Trump se lo pinta de pajizo claro. Es un ignorante cantinflesco, así como Duque lo es del tipo chespiritesco. Para colmos, acaba de aliarse con el debilitado Álvaro Uribe, que ahora reparte boletas en las noches y a mano armada por los pueblos más boleteados del país. Crecen las posibilidades de Hernández para llegar a la Presidencia en 2022. Y llegará. Tal vez no sea capaz de aumentar la corrupción insuperable de hoy, solamente la mantendrá; ni asesinará mucha más gente de la que ya asesinan ahora las fuerzas del estado: hubo 96 masacres en 2021, lo que quiere decir que, a ese ritmo, las de este año serán 120. Hernández garantiza que sí puede empeorar las ruinosas, corruptas y sangrientas perturbaciones del país. Y yo le creo.


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EL CONTRATO NUPCIAL

¿

correo@aleida.co

Tiene sentido casarse? Al ver tanto matrimonio que se desbarata, no es tan fácil resolver este interrogante. Cada día uno ve más y más parejas que deciden separarse, sin importar cuánto tiempo llevan juntos. Hasta no hace mucho, cuando a uno le contaban que algunos amigos o conocidos habían tomado esa decisión, la reacción más común era preguntar con cierto escepticismo:

Una revisión periódica de la relación obligaría a cada integrante de la pareja a hacer un alto en el camino para evaluar qué está haciendo con su vida conyugal, tal y como sucede en la vida laboral. «¿Ellos?». Hoy, en cambio, la pregunta es: «¿Ellos también?» Y es que cada día uno se va acostumbrando más y más a esa situación y en no pocas ocasiones ve como se derrumban matrimonios que se suponía que eran tan sólidos como una roca. Como reza el dicho, las apariencias engañan y los matrimonios son el ejemplo perfecto para corroborarlo. Porque nadie sabe lo que ocurre dentro de una casa después de que los cónyuges cierran la puerta. A mí por lo general me despiertan desconfianza las parejitas que parecen de melcocha, y se ufanan de que nunca han tenido un sí ni un no. ¡Ja! Y por otro lado me aburren las parejas que se la pasan en un permanente agarrón, peleando por todo, sin importarles dónde o con quién estén. A mi modo de ver, el matrimonio es ante todo una sociedad, donde cada integrante de la pareja es un accionista.

Cuando esa sociedad no tiene éxito y uno se tiene que separar siente que es el fracaso de una empresa, que de hecho es una de las más importantes que uno puede tratar de constituir en la vida. Por eso, siempre he tenido la idea de que se debería establecer el matrimonio como un contrato renovable, pero definido en el tiempo, porque esa estipulación de que debe durar «hasta que la muerte los separe» es de por sí intimidatoria, matapasión, asustadora, terrorífica y hasta turbia. Rosaura, una escritora amiga mía, coincide conmigo en este planteamiento, aunque propone que sea de tres años, pero yo pienso que debería ser de cinco. La tesis de Rosaura es que a los tres años es cuando empieza todo a fallar y se comienzan a perfilar las «diferencias irreconciliables». Si eso es así, me parece que uno no debe salir corriendo cuando se disparan esas primeras alarmas, sino que por el contrario hay que tratar de hacer todo lo posible para salvar el negocio, proceso que puede tomar cierto tiempo. Aparte de que daría un plazo suficiente para conocerse, un contrato de cinco años tendría otras ventajas. Por un lado, obligaría a cada individuo a hacer un alto en el camino para evaluar qué está haciendo con su vida conyugal, tal y como suele hacerse en la vida laboral. Por otra parte, serviría para que ambos meditaran y tuvieran presente que el otro no va a estar ahí toda la vida por pura inercia ni por obligación ni por costumbre –como ocurre a diario en tantas relaciones–, lo cual implica que hay que estar con las pilas puestas, si uno quiere que el otro renueve el contrato. Además, esa revisión periódica le imprimiría una dinámica diferente y novedosa al cumplimiento de los roles dentro de la pareja, que se verían enriquecidos al hacer una evaluación de lo que ha pasado en el quinquenio que va a terminar y sería un aliciente para

afinar los desajustes, si la idea es seguir adelante. Y si después de uno o varios períodos uno ve que las cosas no están saliendo bien y que definitivamente le toca separarse, el impacto puede ser menos fuerte, puesto que ya el tema no lo toma a uno por sorpresa. Habría tiempo hasta para pensar en la nueva vida de ex. Y por último queda otra ventaja adicional: si todo sale bien, uno puede hacer una fiesta cada cinco años para celebrar la renovación del contrato. ¿Qué mejor motivo?

Caricatura de Vladdo

Aleida


ENERO DE 2022 — UN PASQUÍN 13

CRUCIDRAMA Si usted está más o menos al tanto de lo que se hace y deshace en Colombia, este crucidrama puede resultarle muy sencillo –y hasta entretenido–. Si se da por vencido, busque las respuestas en: www.unpasquin.com/crucigrama 1

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HORIZONTALES 1. Defecto presidencial y 1 de las candidatas a Miss Universo. 2 2. Se desperdicia en la Fórmula 1 y falta para atajar 3 la corrupción. • Sociedad. 3. Ofertas de reconstrucción 4 en cien días. 4. Agencia adscrita al MinTic 5 que maneja el espectro. • Alerta de Covid. 6 5. Oblicua que divide el cuadrado en partes iguales 7 (INV.). 6. Son los gringos (inv.). 8 • Ínsula sin electores. 7. Embellecer (inv.). • Sílaba 9 para arrancar. 8. Se inicia la tumbada • El 10 mejor horario. 9. Arbitrario. • Sitio para poner los puntos. 10. Indicador de sacrificios. • Empieza el lujo. irresponsabilidad de los 3. Jurados sustitutos que a congresistas. veces son sobrantes. 4. Traba para forzar la VERTICALES mermelada. • Apellido que 1. Engreimiento propio de brama. quienes llegan al poder sin 5. Destacado. • Actitud merecerlo. negativa. 2. Letra que puede ser 6. Empresa con NIT. • Matón número • Tienda para de reyes y reinas. • Nos

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aparece en el teclado. 7. Guía para hacer el trabajo. 8. Elemento de importancia metabólica. • Auxilio con intención siniestra. 9. Te atreves. – Para, para Trump. – El de la jugadita. 10. Expresidente que por el covid se quedó sin tos (inv.). • Balance del actual gobierno.

puritano, na Del ingl. puritan. adj. Dicho de una persona: Que real o afectadamente profesa con rigor las virtudes públicas o privadas y hace alarde de ello. U. t. c. s. —Diccionario de la RAE


14 UN PASQUÍN — ENERO DE 2022

COMO PERROS Y GATOS

A

Caricatura de Bacteria

rdió Troya. Hace unos días, el Papa Francisco dijo que tener perros o gatos en vez de hijos negaba la humanidad de las personas e iba en detrimento de la civilización. Sé que ya se ha dicho mucho sobre el tema y que casi todo el mundo ha opinado, pero yo no me voy a quedar con las ganas . Así que acá va mi punto de vista. -Si todas las personas que tienen hijos están reivindicando su humanidad, quiere decir que si un tipo embaraza a su sobrina, de 14 años, ¿está haciendo más por la civilización que alguien que no se reproduce? -Si dos adolescentes con las hormonas alborotadas tienen mellizos, ¿están ayudando al desarrollo de la sociedad en mayor medida que alguien que adopta un perro? -Si una persona abandona a sus hijos , ¿es más humano que el que vive con un gato? -Si un individuo por debajo de la línea de pobreza tiene 5 hijos y los usa como fuente de ingresos y para que lo cuiden en la vejez, ¿está defendiendo su humanidad más que aquel que decide no tener bebés? Según el sumo pontífice, sí: solo teniendo hijos se es humano. Ya me imagino lo que están pensando: que soy sesgada porque solo doy ejemplos de embarazos no deseados o de personas de bajos recursos. De acuerdo, hablemos entonces de los deseados que además nacen en familias adineradas. Les pregunto: Si

opinión de Olgahelena Fernández Periodista.

una pareja que se ama y se adora tiene un hijo ¿quiere decir que ellos , por ese simple hecho, están viendo por el buen funcionamiento de la sociedad? Yo digo que no necesariamente. Creo que ese niño de todos modos está contribuyendo a la sobrepoblación, al calentamiento global, al exceso de postulantes para una oferta laboral limitada, al crecimiento desmedido de las ciudades de tal forma que los recursos que ya son escasos sean aún más y otra infinidad de cosas que preferimos no ver. Más bien, me voy a enfocar en la vida que le van a dar. Es verdad que este hijo recibirá una buena educación y podrá comprar el icopor que necesita para construir la hidroeléctrica de la clase de sociales, pero lo cierto es que sus papás deberán trabajar todo el día para adquirir dicho icopor, por lo que la crianza de su hermoso tesorito estará en manos de de los abuelos, los tíos o los vecinos ( y que a nadie se le olvide que el 85% de los abusos a menores son cometidos por alguien cercano.) o de una empleada -que a su vez dejó a sus hijos en un jardín infantil al cuidado de un tercero-.De este círculo vicioso casi nadie logra salir y por lo tanto no pueden estar al frente del cuidado de sus herederos, pues por estar trabajando para «tenerlos bien» tienen que «educarlos por bluetooth.» En cambio, los papás de mascotas son «tan hedonistas» que prefieren usar la plata para darse gustos tales como no pagar universidades ridículamente costosas, ni comprarle a los hijos celulares último modelo cada seis meses , no quieren usar sus ahorros en un campo de verano, adquirir seguro médico, inscribirlos en clase de guitarra y natación , psicólogo, psi-

quiatra, consejero, motivador ...!ah! Y darles mesada para que puedan salir a rumbear con sus amiguís donde muchas veces el resultado es un embarazo (porque ellos también tienen derecho a reivindicar su humanidad, ni más faltaba). Pero hay más. Son tan «egoístas» que prefieren tener unos seres que contaminan sólo el 0,5% de un humano promedio; les dedican tiempo y cuidados a unos especímenes totalmente indefensos que muchas veces fueron rescatados de la calle. También gozan (entre otras cosas) del lujo del tiempo libre. Pueden hacer una hora de deporte al día, ayudar a fundaciones, visitar a los tíos, o leer sin tener el remordimiento de no haber dedicado ese tiempo a los hijos. !Qué horror, qué escándalo! Que alguien pueda vivir cómodamente en vez de ser un padre abnegado, parece ser ahora un delito para la iglesia católica. Según ésta, hay que seguir repoblando el mundo , 7.753 miles de millones de humanos no son suficientes, porque de lo contrario ¿quién me va a cuidar cuando esté viejo? , ¿de dónde va a salir la plata para mi pensión? Después de echar toda esta diatriba, cambié de parecer y ya no estoy brava con el Papa. A la larga, lo que Pachito nos hizo fue un favor, porque a la gente le gusta tanto llevar la contraria que por fin va a dejar de reproducirse. Además, me quedó claro que los curas son unos genios: en vez de tener hijos se gastan esa platica en sus famosos manjares, más conocidos como boccato di cardinale. Con razón necesitan que tengamos tantos hijos, sin hordas de seguirdores que paguen el diezmo les tocaría comer corrientazo. Si en este punto usted sig ue creyendo que tener hijos lo hace mejor persona, pues sígalos teniendo. Mientras tanto, el Papa, los curas y yo seguiremos disfrutando de la dolce vita. Nota. No se les olvide que Don Francisco es el máximo dirigente de una organización que les tiene prohibido a sus miembros tener hijos. ¡Qué inhumanos! Dios quiera que les permitan tener mascotas para que puedan descubrir el amor más puro y desinteresado que existe. Amén.


ENERO DE 2022 — UN PASQUÍN 15


CAMPAÑA CÍVICA Y VITAL DE UN PASQUÍN


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