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SITUACIÓN GEOGRÁFICA
La situación de los presidios de la frontera, tal como se prescribió en el Reglamento, se basa en el mapa de LaFora que se compiló de información que recogió durante la inspección de Rubí de 1766-68 (49; LaFora 1958). Se ordenó que los presidios se localizaran en tierra despejada donde agua potable y pastura estuvieran disponibles, que se localizaran tan cerca como fuera posible de los lugares indicados en el mapa de LaFora, y que fueran separados aproximadamente cuarenta leguas (49). Aproximadamente cuarenta leguas son 120 millas, porque LaFora da distancias a lo largo de su diario, y dondequiera que su ruta se paraba en tierra bastante nivelada entre dos puntos conocidos actualmente, la distancia es dada en cantidades de las leguas; aproximadamente tres millas es una legua. Un ejemplo de esto se encuentra en la distancia de 33 leguas dada entre Carrizal y Paso del Norte (El Paso) sobre una ruta paralela a la moderna carretera Panamericana (LaFora 1958: 81-82); la distancia de la carretera es de 98 millas. En realidad O’Conor localizó la mayoría de los presidios separados menos de 40 leguas. San Bernardino y Janos están separados como 38 leguas según LaFora (1958: 100-103) y algunos de los presidios estaban muy cercanos. San Buenaventura y Carrizal, por ejemplo, sólo estaban separados 15 leguas aproximadamente. Es quizá pertinente señalar que el mapa de LaFora estaba en un serio error mostrando la relación entre el sitio de Carrizal, el sitio escogido para el presidio de San Elizario, y Junta de los Ríos, donde el Presidio de La Junta debía ser localizado. Los tres lugares eran muy conocidos y las instrucciones declaraban explícitamente que algunos presidios fueran transferidos a esos lugares; igualmente explícita, sin embargo, era la instrucción de que no debían estar separados más de 40 leguas. O’Conor encontró que la distancia entre la Junta de los Ríos y San Elizario era de casi 80 leguas y no las 40 indicadas en el mapa de LaFora. Para dividir esta distancia él estableció otro presidio, Presidio del Príncipe, que no estaba estipulado en el Reglamento (Thomas 1941:49). Una discrepancia similar en distancia existió entre el sitio de Aguaverde escogido para el presidio de Santa Rosa y la posición de San Vicente de San Sabás. El Reglamento requería la localización de los presidios a lo largo del Río Grande, pero la distancia era tan grande entre estos dos presidios a lo largo del serpenteante río y la región adyacente al río era tan escabrosa, que O’Conor se vio obligado a instalar un segundo presidio, San Antonio Bucareli de la Bahía, en un sitio a cuarenta leguas del río y una distancia igual de Aguaverde y San Vicente. 2
La mayoría de los presidios se localizaban en ó a una distancia corta del sitio especificado en el Reglamento, excepto los presidios de Altar, San Agustín del Tuquison (Tucson), y Santa Cruz. O’Conor localizó los dos últimos más hacia el norte de lo especificado debido a las condiciones cambiantes en esa parte de la frontera. Altar no se cambió a la costa como el Reglamento (49) requirió debido al cambio hacia el norte del presidio adyacente de Tucson.
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PLANO DE CONSTRUCCIÓN DE LOS PRESIDIOS
El plano de construcción de los presidios en la nueva línea de fortificación en la frontera norte también se dio en el Reglamento de 1772. LaFora aparece como el primer arquitecto en determinar el plano de construcción a ser seguido por los presidios, así como designar su situación geográfica (49). Específicamente el Reglamento declara:
... las paredes exteriores serán construidas primero de adobes, con dos baluartes pequeños en los ángulos; después en el interior se construirá la capilla, la prisión militar, residencias para el capitán, oficiales, y el capellán, y los cuarteles para los soldados e indios, albergándose a todos durante la construcción en tiendas de campaña y barracas temporales. En esta materia el capitán y oficiales subalternos se debían comportar con toda la diligencia y cuidado posibles como estaban obligados por su rango y honor.
Los estudiantes de la historia de la fortificación militar reconocerán el plano anterior como uno anticuado para el año 1772. Los ingenieros militares españoles habían estado usando sistemas de fortificación más complejos basados en el modelo francés desde el principio del Siglo XVIII. Fuertes cuadrados o rectangulares con dos baluartes cuadrados en esquinas opuestas se utilizaban en la Florida española en 1571-79 y un plano similar con baluartes en forma de diamante se utilizó en 1672-96 en la construcción del Castillo de San Marcos en el actual San Augustine, Florida (Arana 1962, comunicación personal). La especificación de este plano pasado de moda para los presidios en el Reglamento puede explicarse quizás como una medida económica que era aceptable en vista de la ausencia de prácticas en el sitio de los indios de la frontera norte de Nueva España. De los nueve presidios cuya información está disponible, todos parecen haber tenido paredes adjuntas; cuatro tenían dos baluartes en esquinas opuestas, y otros cuatro tenían un baluarte en una esquina. Todos ellos probablemente tenían capillas pero los edificios respectivos pueden reconocerse en sólo siete. Las capillas casi siempre estaban en el centro de las paredes del sur o del oeste y se construyeron con su eje largo en ángulos rectos a la pared. Un bloque de cuartos que se reconocieron en medio de la pared del oeste en tres presidios y uno en el norte, se presume que son los restos de los cuarteles del capitán. En solo un caso los cuartos se construyeron alrededor de un patio. 4
Cuartos de guardia al lado de la entrada principal del presidio similares a aquéllos encontrados en Santa Cruz (ver abajo) se observaron en una segunda ruina y se infirió en otras dos ruinas por la posición de los depósitos de basura, senderos, etc. Estos cuartos de guardia, reales e inferidos, siempre están en medio de la pared opuestos a los cuarteles del capitán. Las paredes restantes del recinto no ocupadas por los edificios arriba mencionados estaban alineadas con cuartos o apartamentos que estaban probablemente ocupados por los oficiales subordinados, el capellán, soldados y los exploradores indios. Las numerosas referencias a lo largo del Reglamento indican claramente que debían proporcionarse cuarteles para las tropas presidiales y sus familias en lugar de únicamente para los soldados. No se observaron cuarteles temporales que se puedan haber usado durante la construcción de los presidios en ninguna de las estructuras inexcavadas, pero hay una fuerte probabilidad de que DiPeso encontró algunos de ellos en Santa Cruz (vea abajo). Aunque no hay ninguna mención específica de ellos, un polvorín, una armería, y uno o más cuartos de almacenamiento también deben de haber sido incluidos en el plano de los presidios porque el Reglamento requería que unas 350 libras de pólvora estuvieran disponibles, así como armas de reemplazo, partes de armas y los componentes del uniforme (21, 23, 27). Raciones de comida para las campañas y la distribución diaria también debían estar disponibles. En la única ruina de presidio que ha sido excavada parcialmente, el incompleto Presidio de Santa Cruz, los únicos cuartos grandes encontrados, además de la capilla y cuartos de guardia, eran los cuartos en el baluarte que DiPeso sugiere pueden haber servido como cuartos de almacenamiento (DiPeso 1953:80). Es interesante notar la ausencia de baluartes en los presidios anteriores a 1772 como se muestra en los planos de Urrutia y LaFora que se hicieron durante la inspección de Rubí de 1766-68 (Urrutia, n.d; LaFora, 1767). En lugar de los baluartes algunos de estos presidios tenían torres en las esquinas de los recintos (LaFora 1958:63), pero la mayoría de los presidios anteriores a 1772 de la frontera norte simplemente eran agregados de las casas en las que los soldados y sus oficiales y el capellán vivían. La vivienda del capitán siempre fue indicada por Urrutia y LaFora como uno de los edificios más grandes y a menudo se asoció estrechamente con el cuarto de guardia, que normalmente era un edificio del tamaño promedio de la vivienda del soldado. La capilla era indicada, cuando existía, y ocasionalmente otras características estructurales también eran destacadas. De los presidios del norte sólo los presidios de San Felipe y Santiago de Janos y San Sabás (en Menard, Texas) tenía un cercado completo en 1766, aunque los presidios de San Juan 5
Bautista del Río Grande del Norte y Altar tenían cuartos contiguos alrededor de la mayor parte de los cuatro lados de la plaza (Urrutia, n.d; LaFora, 1767). El presidio Nuestra Señora del Pilar de los Adaes tenía un cercado hexagonal de maderas verticales con proyecciones tipo baluarte en esquinas alternadas (Urrutia, n.d.). Los edificios de los otros presidios del norte trazados por Urrutia –Terrenate, San Ignacio de Tubac, Nuestra Señora del Pilar del Paso del Río del Norte y Fronteras– fueron esparcidos con poca indicación de algún orden de clasificación. Se han visitado sólo dos presidios edificados después del periodo de construcción de 177375 iniciado por el Reglamento de 1772. Éstos son San Buenaventura en el sitio de Galeana, Chihuahua y San Elizario en el sitio de San Elizario, Texas. El presidio de Galeana se construyó en 1778 (Thomas 1941:42) pero actualmente está muy mal conservado porque está en medio del moderno pueblo. Al parecer se construyó con la forma de un rectángulo grande con un baluarte, torre u otra estructura en una esquina. Sólo la ruina de la esquina noroeste se conserva, las otras partes siendo representadas con cimientos de piedra. Las ruinas del presidio de San Elizario, Texas, un sitio conocido en el tiempo español como Tiburcios (Elias 1814:19), también están muy mal conservadas por la misma razón. Se cree que un edificio que todavía existe ha sido parte de la estructura original y la actual iglesia es al parecer una estructura remodelada en el sitio original. El presidio, según un dibujo de 1847 reproducido por Connelley (1907:96), muestra dos rectángulos concéntricos sin baluartes o torres en el rectángulo exterior pero con establos dentro y dos torres rectangulares que se proyectan en el espacio entre los rectángulos. La capilla, polvorín y las residencias al parecer todas estaban dentro del rectángulo interno. El Presidio de San Elizario se cambió al sitio de Texas en 1780 (Borica 1780 ms); Pike lo visitó en 1807 (Coues 1895: 648-9). El rasgo que normalmente puede reconocerse en la ruina y que es aparentemente útil para distinguir los presidios resultantes del Reglamento de 1772 de las estructuras anteriores y posteriores es la presencia de uno o más baluartes en las esquinas de la pared perimetral.
Presidio de San Agustín del Tucson (32º 13’N 110º 59’O) (Todas las referencias de latitud y de longitud están basadas en: U.S. Dept. of Commerce Coast and Geodetic Survey Sectional Aeronautical Charts, 1:500,000 series). El Reglamento especificaba que el presidio de Tubac debía ser transferido al oeste a un lugar en el valle del Río Altar, exactamente a 40 leguas del nuevo sitio del Presidio de Altar que debía estar entre la costa y Caborca (51; LaFora 1958: mapa al final). LaFora y Rubí habían
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cruzado el valle de Altar y probablemente tenían una región específica en mente cuando hicieron la recomendación que se incorporó en la decisión Real (LaFora 1958:110). O’Conor, sin embargo, no siguió el Reglamento; en cambio, dejó el Presidio de Altar en su posición original y cambió las tropas presidiales de Tubac a Tucson, a unas 60 leguas de Altar (Thomas 1941:147-8). El sitio de San Agustín del Tucson fue seleccionado y la construcción comenzó entre el 22 de mayo y el 13 de septiembre de 1775 (O’Conor 1952:64-5). La razón de no seguir el Reglamento en la localización del presidio occidental y por seleccionar el sitio de Tucson específicamente para las fuerzas de Tubac aparentemente fue el deseo de proteger las misiones de San Xaiver del Bac y San Agustín del Tuquison y la necesidad de un apeadero en esta región en la ruta recientemente abierta al Río Colorado y California (Thomas 1941:151). Los restos del Presidio de San Agustín del Tucson se localizan en una terraza en el lado este del Río Santa Cruz cerca del Tribunal del Condado en el centro de Tucson, Arizona (Chambers 1954; Olson ms). El sitio fue abandonado por las fuerzas presidiales en 1846 (Bancroft 1889:478).
Presidio de Santa Cruz de Terrenate (31º 45’N 110º 12’O) El presidio de Terrenate debía ser transferido a un lugar, determinado por investigación local, en uno de los muchos valles de los Ríos San Pedro, Las Nutrias, Guachuca o Terrenate, los cuales se unen para formar el Río San Pedro de Arizona a unas millas al sur de la frontera internacional al sudoeste de Bisbee, Arizona. Además, el Reglamento (51) especificaba que el presidio debía ser localizado en un sitio tal que las Sierras de Magallanes y Mababe, que se localizan al sur de Bisbee, casi quedaran atrás de éste. En otras palabras, el presidio debía haber sido localizado en la cabecera del Río San Pedro en los alrededores de la actual frontera internacional y, según el mapa, a una distancia corta hacia el este de su localización anterior (LaFora 1958: mapa al final). Porque él había localizado el presidio de Tubac en Tucson, O’Conor fue obligado a seleccionar para Terrenate el sitio de Santa Cruz unas 25 leguas al norte de la localización anterior y lejos hacia el norte de la zona que recomienda el Reglamento para mantener el intervalo de 40 leguas entre presidios (Thomas 1941:201). El sitio exacto fue seleccionado y los soldados y sus familias se instalaron entre el 22 de mayo y el 13 de septiembre de 1775 (O’Conor 1952: 64-5) y fue abandonado antes de abril de 1780 (Thomas 1941:150). Las ruinas de Santa Cruz de Terrenate se localizan aproximadamente a 16 millas al sur de Benson, Arizona, en una terraza alta en el lado oeste del Río San Pedro (DiPeso 1953:1). 7
Las ruinas de este presidio se han sido trazadas y descritas por DiPeso (1953); por consiguiente, sólo me queda comparar las ruinas con el plano prescrito en el Reglamento y hacer algunas sugerencias acerca de las funciones de los rasgos arquitectónicos en la luz del Reglamento y una comparación con las ruinas de otros ocho presidios contemporáneos. En Santa Cruz se construyó la pared rectangular del recinto y un baluarte en forma de diamante se construyó en la esquina sudoeste (DiPeso 1953: fig. 34). Esta última estructura contiene cuatro cuartos grandes con puertas anchas. DiPeso tal vez está en lo correcto infiriendo que estos cuartos se usaron para los propósitos de almacenamiento aunque los pocos artefactos recuperados abriendo zanjas en esa región agregan poco para apoyar o reclutar semejante inferencia (DiPeso 1953:79-80); uno de los baluartes en el contemporáneo presidio incompleto de Agua Verde fue usado para almacenamiento (Alessio Robles 1938:576). La capilla se localiza en el centro de la pared sur y tiene su eje largo orientado en ángulo recto a la pared. Parece haber sido una estructura simple con una plataforma de tierra que formaba el suelo del santuario, un piso principal de cieno de río que se inclinaba ligeramente desde la entrada al santuario y un posible altar lateral o púlpito en el Evangelio (lugar derecho) cercano al santuario. El suelo de la capilla se usó al parecer extensivamente como un campo santo, o cementerio, como se indica por los restos de unos veinte individuos encontrados allí (DiPeso 1953; 72, 244). Los cuartos de guardia parecen haber sido localizados en el centro de la pared del este en cualquier lado de la entrada principal al recinto; estos cuartos fueron identificados por DiPeso (1953:75) como el “Puesto de Guardia”. La identificación de éstos como puestos de guardia es apoyada por el plano de 1766 de Urrutia del Presidio de Janos (Urrutia, n.d.) y por el plano de LaFora de 1767 del Presidio de San Sabás (LaFora, 12 de agosto de 1767) donde los puestos de guardia se muestran adyacentes a la entrada principal del presidio. La presencia de una capa delgada de estiércol en el puesto de guardia sur excavado en Santa Cruz sugiere que el guardia pueda haber guardado sus monturas allí. El Reglamento (23) requería que cada soldado tuviera listo un caballo para cualquier emergencia, día y noche. Los cuarteles del capitán pueden ser identificados con el bloque de doce cuartos que se proyectan hacia fuera desde el centro de la pared oriental; este bloque de cuartos fue identificado por DiPeso (1953:70) como “Cuartel General Militar”. Desafortunadamente, sólo un cuarto en este bloque fue excavado; por consiguiente hay poca evidencia arqueológica con la cual inferir la función de estos cuartos. Podría notarse, sin embargo, que el capitán era la clasificación jerárquica más alta al residir en los presidios y al parecer tenía un estatus mucho más alto que el 8
teniente, la clasificación jerárquica más alta de sus subordinados, si es válido interpretar estos datos sociales de los deberes respectivos y los sueldos anuales –3000 pesos y 700 pesos respectivamente (17, 39-43). En la luz de esta suposición, parece improbablemente que el capitán compartiera sus cuarteles con un subordinado bajo condiciones normales. También es improbable que los cuarteles del capitán incluyeran cuartos de almacenamiento para los suministros del presidio ya que el Reglamento (47) explícitamente declara que uno de los dos (o tres) oficiales subalternos, y ningún otro, sería elegido para el puesto de Oficial del Suministro. Diez apartamentos de dos cuartos estaban alineados en la pared oeste del presidio, cinco en cualquier lado de los cuarteles del capitán. Los dos apartamentos en el extremo norte tenían una puerta que los unía y pueden haber constituido un solo apartamento de cuatro cuartos, quizás para el teniente o el alférez (segundo teniente o abanderado). Se excavaron cinco de estos veinte cuartos pero relativamente poco se encontró en ellos de rasgos arquitectónicos o artefactos que podrían ser de uso para interpretar detalles de su función; sólo un apartamento fue excavado completamente (DiPeso 1953: 63-6, cuartos 1 y 2). Al parecer se pensaba que los cuartos debían alinearse en las cuatro paredes del recinto presidial -a juzgar por las piedras de los cimientos descubiertas- pero por alguna razón el trabajo no se completó nunca. Un cuerpo de indios de las misiones de San Xavier del Bac y San Agustín del Tuquison fue empleado en la construcción (O’Conor 1952:65). El sitio fue ocupado solamente del verano de 1775 hasta poco antes de abril 1780 (O’Conor 1952:64-5; Thomas 1941:150); quizás el trabajo fue cesado cuando se comprendió que el sitio era insostenible. La dotación normal de los presidios establecidos por el Reglamento de 1772 era de 57 hombres; hay evidencia de que fue entendido que los hombres tendrían a sus familias a sus puestos con ellos, particularmente porque el término de alistamiento era de diez años (16-17, 29). La dotación del presidio se componía de la sig. forma: 1 capitán, 1 teniente, 1 alférez (segundo teniente o abanderado), 1 capellán, 43 soldados que incluían 1 sargento y 2 cabos, y 10 indios exploradores que incluyen 1 cabo (17). Si todos los indios exploradores, soldados y oficiales, excepto el capellán, estaban casados, un total de 57 cuartos o apartamentos serían necesarios para alojarlos. Es probable que hubiera algunos hombres solitarios que podrían ser alojados juntos, pero aún habría de alojar a 50 grupos familiares, aproximadamente. En la fase de Santa Cruz de Terrenate de DiPeso que él iguala con la ocupación del Presidio de Santa Cruz, hay un total de 42 cuartos, excluyendo la capilla y los puestos de 9
guardia disponibles para todos los requisitos de almacenamiento, desde estructuras domésticas, hasta comida, vestimenta y bodegas. Si se asume que los cuatro cuartos del baluarte grande son para bodega, quedan aproximadamente 38 cuartos para alojar a 50 familias, incluyendo las familias del capitán y otros oficiales. Una mirada al mapa (DiPeso 1953: el fig. 34) muestra que el bloque de 12 cuartos en el centro de la pared oriental que yo he llamado los Cuarteles del Capitán y qué DiPeso llama “Cuartel General Militar” se compone de cuartos interconectados y tiene sólo una puerta hacia el exterior. Por lo menos cinco cuartos deben cruzarse para tener acceso a alguno de los cuartos traseros en este bloque de casas. Esta disposición no permite privacía familiar en la mayoría de los cuartos. Probablemente este bloque de cuartos se planeó para el uso de una sola familia y, como se mencionó arriba, la única familia en la fuerza presidial de estado relativamente alto como merecer una vivienda de este tamaño era la familia del capitán. Se encontraron cuartos igualmente interconectados en los diez apartamentos de dos cuartos a lo largo de ambos lados de los cuarteles del Capitán. Con la excepción de los dos apartamentos del norte que tienen una puerta interconectada hay sólo una entrada a cada una de estas unidades, y para entrar en el último cuarto en cada apartamento debe hacerce por el primer cuarto. Si una familia se alojara en cada cuarto no habría privacía para los ocupantes del primer cuarto. En base a una comparación del plano de los cimientos en el Presidio de Santa Cruz con los planos de las ruinas de otros presidios construidos al mismo tiempo, parece probable que los planos originales requirieron rodear las cuatro paredes del recinto con apartamentos de dos cuartos similar a los diez a lo largo de la pared del oeste. Se construyeron cimientos qué acomodarían aproximadamente 14 apartamentos similares a lo largo de la pared norte, 14 a lo largo de la pared sur, y diez a lo largo de la pared oriental para dar un total de 48 apartamentos de dos cuartos y uno de 12 cuartos en la estructura completa. Esto es aproximadamente la cantidad necesaria para alojar el número estimado de unidades familiares asignadas al presidio. En tiempos de tensión y durante la construcción del presidio parece completamente probable que las familias presidiales estarían apretadas en los albergues no privados, pero es escasamente probable que este arreglo temporal se extendería todo el periodo de cinco años que el presidio estaba en uso. Yo creo que más de 13 apartamentos – uno de 12 cuartos, uno de 4 cuartos y once de 2 cuartos– eran necesarios para alojar la fuerza presidial asignada en Santa Cruz de los incluidos en la fase de Santa Cruz de Terrenate que DiPeso cree para representar el periodo de ocupación presidial en el sitio. A mí me parece muy probable que algunas, si no todas, las casas de piedra localizadas dentro y fuera de la pared perimetral del presidio fueran 10
designadas por DiPeso (1953: Fig. 34) como pertenecientes a la fase del pre-presidio de Santa Ana de Quiburi que debía de ser construido y ocupado por presidiales. DiPeso (1953:58) admite que los presidiales ocuparon estas estructuras pero cree que fueron construidas antes por los indios Sobaipuri, los aborígenes, los de habla Pima que ocupaban los valles de los ríos San Pedro y Santa Cruz. También parece probable que los jacales de la fase de San Pablo de Quiburi se pueden haber construido y ocupado como cuarteles temporales durante, y quizás después de la construcción de los pocos cuarteles permanentes del presidio. Por lo menos es interesante considerar la posibilidad cuando se observa que estas estructuras abarcaron numerosos rasgos arquitectónicos españoles como ladrillo de adobe, cantoneras y plataformas para cama (DiPeso 1953:111-116) y se colocó totalmente dentro de la pared perimetral del presidio y rodeando la plaza del presidio, y era discontinuo de tal manera que el pasadizo principal entre ellos se alineaba con la entrada principal del presidio. Una situación similar se observó en 1778 por el Padre Morfi en el recientemente establecido y todavía incompleto presidio de Agua Verde donde toda la fuerza presidial ocupaba jacales en una cuarta parte del recinto (Alessio Robles 1938:576). La cantidad relativamente grande de bienes españoles, incluyendo partes de arma de fuego (DiPeso 1953:200), encontrados en la vivienda de la fase de San Pablo de Quiburi también es una indicación fuerte de que éstos estaban ocupados por presidiales españoles en lugar de por indios Sobaipuri. A los últimos no les fue permitido poseer armas de fuego legalmente hasta que el Virrey Bernardo de Gálvez lo recomendó en 1786 (Gálvez 1951:46-9). La presencia de sencillos artículos de los Sobaipuri y piedras de afilar (DiPeso 1953:148156) en las fases del histórico San Pablo de Quiburi, Santa Ana de Quiburi y Santa Cruz de Terrenate, sin cambio perceptible en la popularidad relativa de los dos tipos de fase a fase y la total ausencia de artículos de utilidad, únicos en la fase de Santa Cruz de Terrenate, también indica que todas las fases deben atribuirse a un periodo relativamente breve de tiempo y al mismo grupo cultural i.e., los presidiales españoles. Desde otro punto de vista, puede sugerirse que el contraste entre el inventario cultural de finales del Siglo XVII en el sitio Sobaipuri de Santa Cruz de Gaybanipitea que DiPeso excavó (1953:61, 125-132), y la fase contemporánea de San Pablo de Quiburi componente en el sitio presidial de Santa Cruz (DiPeso 1953:111-122) es demasiado grande para permitir la asignación de ambos grupos en un solo grupo étnico como se supone que lo habían ocupado. La identificación del sitio de Gaybanipites con los Sobaipuri es fortalecida por la descripción 11
española de otras villas Sobaipuri de finales del Siglo XVII río abajo del Río San Pedro como compuestos de postes tipo Gaybanipitea y estructuras de caña construidas en forma de domo y galería (citada en DiPeso 1953:28). Estos argumentos llevan a la conclusión que la ocupación entera del sitio del Presidio de Santa Cruz, excepto la pre-histórica Fase de Fairbank, debe atribuirse al periodo de ocupación presidial española, aunque muchas de las estructuras fueron destruidas y reconstruidas durante este corto periodo de tiempo. La interpretación anterior de este sitio presidial se ha dado como resultado de un nuevo estudio del informe totalmente publicado de la zona de excavación (DiPeso 1953) después de que se hizo aparente de un estudio del Reglamento y ruinas de presidios contemporáneos que no había bastantes viviendas atribuidas a la fase de Santa Cruz de Terrenate para alojar el complemento de tropas asignadas a ese puesto. Esta hipótesis se ofrece como una alternativa a la hipótesis publicada originalmente y que DiPeso (carta, 6 de marzo de 1963) todavía apoya.
Presidio de San Bernardino (31º 19’N 109º 15’O) Fig. 1. Los soldados del Presidio de Fronteras debían ser cambiados al valle de Río San Bernardino o a otro sitio en los alrededores (51). El sitio se seleccionó durante el mismo periodo de tiempo que se seleccionaron los sitios de Tucson y Santa Cruz, i.e., entre el 22 de mayo y el 13 de septiembre de 1775 (O’Conor 1952:64-5), y fue abandonado en 1780 (Thomas 1941:146). La presencia de pedazos de alfarería hace pensar en una ocupación posterior a 1790. El sitio está a 16 millas al este de Douglas, Arizona, en la primer terraza sobre el valle del Río San Bernardino en el lado oriental del río cerca de lo que era recientemente un pantano alimentado en primavera. El Marqués de Rubí y LaFora atravesaron esta región en su camino de Janos a Fronteras (LaFora 1958:103). La ruina está aproximadamente 300 metros al noroeste del rancho de Calderón que a su vez está aproximadamente a una milla al sur del viejo Slaughter, o San Bernardino, rancho que queda aproximadamente a 100 metros al norte de la frontera internacional actual. El sitio se manifiesta como una cadena baja de adobe cubiertos con mesquite y otra vegetación del desierto. El contorno general del presidio se reconoce fácilmente pero algunas de las características del interior son menos reconocidos. Un reciente camino excavado cruza el cuartel sudoeste del sitio pero no es lo suficiente profundo para perturbar los cimientos de la pared. Una zanja pasa a través de la reguera y ha destruido el lado oriental del baluarte nordeste.
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La ruina parece someterse en todos los aspectos notables al plano prescrito en el Reglamento. Hay dos baluartes en forma de diamante en las esquinas nordestes y sudoestes del recinto, la capilla probablemente se construyó a lo largo del centro de la pared sur aunque el camino excavado lo obscurece en la ruina. El puesto de guardia no fue reconocido pero puede haber estado cerca del centro de la pared oriental, y los cuarteles del capitán se localizaron en el centro de la pared oeste donde estaba cruzado pero no obscurecido por el camino excavado. Otros cuarteles domésticos se obscurecen o son inexistentes en algunas áreas del perímetro pero son reconocidas a lo largo de la mitad norte de la pared oeste, a lo largo de la pared norte, a lo largo de la mitad sur de la pared oriental, y a lo largo de la mitad oeste de la pared sur. La ruina en todas estas áreas siguiere que las filas de los cuartos eran de diez metros de ancho. Presidio de San Felipe y Santiago de Janos (30º 51’N 108º 9? O) Fig. 21 El presidio de Janos no se cambió de su situación anterior a 1772 en una terraza baja en la rivera norte del Río de Janos (53). Los restos de la ruina pueden ser vistos en la orilla este del pueblo actual de Janos, Chihuahua. Las ruinas están destruidas casi completamente y por consiguiente el mapa que pude dibujar está lejos de ser satisfactorio. El Presidio de Janos se estableció en 1686 (Hackett 1926:379, 468 fn. 174). Ya estaba bien fortificado aunque en mal estado cuando LaFora (1958:100) lo visitó en 1766. Según el mapa de Urrutia (Urrutia, n.d.) una pared rodeaba dos plazas contiguas, y se construyeron la capilla, los cuarteles del capitán, y los cuarteles de los soldados a lo largo de varias paredes. Algunas de las esquinas se reforzaron con torres redondas. Yo no he podido identificar alguno de los rasgos pintado en el plano de Urrutia ni puedo reconocer los rasgos prescritos por el Reglamento de 1772 en la ruina del Presidio de Janos. Como se muestra en el plano adyacente (Fig. 2), las porciones del noroeste, nordeste, y paredes del sudeste son reconocibles. Además, un montón de tierra a lo largo de la parte norte de la pared nordeste probablemente cubre los cuartos domésticos y en la esquina oeste una serie larga, estrecha de cuartos de piedra se dice, por informantes locales, son los restos de los cuarteles del capitán. El cuadrado en la esquina oeste detrás de los cuarteles del capitán hoy se usa como un corral. La pared alrededor del corral tiene una altura de aproximadamente dos
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El trabajo arqueológico en Janos en 1954 fue hecho posible gracias a una subvención del Departamento de Antropología, Universidad de Pennsylvania, Philadelphia, y una licencia de investigación del Instituto Nacional de Antropología e Historia, México. 13
metros pero probablemente se ha reconstruido muchas veces desde el abandono del presidio en 1857 (Bandelier 1892:538; Gerald 1957: 79-92). Se dice que una torre ha estado de pie en la esquina oeste del corral pero ningún rastro de él es visible hoy. Hay varias piedras a diez metros o más al oeste de la esquina que pueden representar los restos de los cimientos de un baluarte o torre aunque yo no pudiera encontrar ninguna alineación en la superficie que probara semejante declaración. Una torre se localiza cerca de la esquina este del cuadrángulo pero se dice que ha sido construido recientemente. Se puede haber construido en los cimientos de una torre anterior. La basura se esparció ampliamente en el sitio con una alta concentración notada en las riveras del río fuera de la pared del sudeste. Un hueco en la acumulación de la basura cerca del centro de esta pared sugiere que la entrada y puestos de guardia estaban en esa área; el mapa de Urrutia (n.d.) muestra la entrada y puesto de guardia en ese lado del presidio de 1766. Se excavaron tres trincheras de prueba en el Presidio de Janos en 1954. Todos estaban a lo largo de la pared nordeste de los cuarteles del Capitán y el corral. Estas pruebas revelaron que la pared noroeste del presidio era de 45 cm de grueso y tenía unos cimientos de piedras de adobe, que un cuarto de 2.6 x 3.3 metros de tamaño con dos pisos se habían construido en la esquina formada por el corral y la pared del presidio, y que la basura se extendió un metro debajo de la superficie pero que lejos de las paredes se encontró más basura se encontró dentro de los primeros 25 cm debajo de la superficie. El cuarto no tenía ningún rasgo arquitectónico pero cuatro capas alternadas de yeso café y blanco en la pared noroeste tenían un espesor total de un centímetro. En la primer visita a Janos en 1954 creí que había reconocido tres filas de piedras de los cimientos paralelas a la pared del sudeste del presidio y había todavía algunas viviendas que estaban de pie en estas filas de cimientos, pero en 1961 ya no era capaz de reconocer estas características. Una iglesia ahora en uso y nombrada San Felipe y Santiago se localiza aproximadamente 30 metros al sudoeste de la esquina sur del presidio y hacia la plaza vieja del presidio. Es posible que esta iglesia esté en ó cerca del sitio de la capilla del presidio – lleva el nombre del presidio, es similar en tamaño a la capilla de 1766 (28 x 10 m para la iglesia moderna vs. 28 x 12 m para la capilla de 1766), y está en la misma región general como la capilla de 1766. Si la iglesia moderna y la capilla de 1766 están en el mismo sitio, la mayoría del presidio de 1766 de 65 x 105 metros estaría fuera de la esquina sur postulada del presidio posterior.
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Un boceto de Janos dibujado por un miembro de la comisión de la frontera Bartlett dibuja claramente la iglesia y las paredes noroestes y nordestes en las posiciones relativas descritas antes (Bartlett 1854: II:340). Hay una torre en la esquina norte pero no en la esquina oeste. No es posible reconocer una pared del sudeste, los cuarteles del capitán, o cualquiera de las otras características arriba mencionadas. Hay, sin embargo, varias estructuras dentro del recinto presidial, y el pueblo está al oeste como hoy en día.
Presidio de San Buenaventura (30º 38’N 107º 16’O) Fig. 3. El Reglamento de 1772 disponía que el presidio de San Buenaventura se cambiara de su localización en el valle del mismo nombre en el medio del Río Santa María al valle de Ruiz, una porción más hacia el norte del mismo valle del río (53). También fue especificado que el presidio se localizara cerca de la Laguna de Guzmán. En su mapa LaFora muestra la situación prescrita del presidio en el lado oeste de la “Laguna de Ascensión”, el cual se mostró equivocadamente en la posición de la Laguna de Santa María, y al este de la Laguna de Guzmán (LaFora 1958, mapa en la cubierta trasera). O’Conor, cuando él examinó el área, encontró la posición del mapa mucho más lejano al norte y por consiguiente seleccionó un sitio en una línea entre Janos y Carrizal. El sitio fue ocupado entre el 9 de enero y el 27 de marzo de 1774 (O’Conor 1952:63) y fue abandonado en 1778 (Thomas 1941:42). No hay ninguna evidencia de la colección de alfarería de una ocupación posterior. Esta posición está a unas 25 millas (por aire) al sur de la Laguna de Santa María y 12 millas por un camino al sur del Vado de Santa María. El presidio de vez en cuando era referido como el Presidio de Velarde debido a su posición en el valle de Velarde, el valle prescrito de Ruíz que todavía estaba más lejano al sur (O’Conor 1952:49). Las ruinas están en una terraza en el lado este del Río de Santa María y están cubiertas por un corral de piedra grande utilizado por el Rancho del Presidio cuyas casas estaban inmediatamente al oeste del sitio. Las ruinas se manifiestan por un montón de adobe fundido. El corral de piedra en el centro ha ocultado muchos de los rasgos arquitectónicos pero la pared perimetral, baluartes, y capilla que está fuera del corral, se reconocen fácilmente. Los baluartes están en las esquinas noroeste y sudeste y parecen ser en forma cuadrangular. La capilla está cerca del centro de la pared oeste y se orienta con su eje largo en ángulo recto a la pared del presidio. Algunos saqueadores de sitios arqueológicos han excavado en el baluarte noroeste y en la capilla pero no han hecho gran daño a las estructuras.
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Presidio de San Fernando de Carrizal (30º 34’N 106º 39’O) Fig. 4 Se ordenó que la fuerza presidial de El Paso del Norte fuera transferida a los alrededores del pueblo de Carrizal (53-55). LaFora había atravesado Carrizal en julio de 1766, pero falló al establecer la latitud y longitud del pueblo (LaFora 1958:74); por consiguiente, su situación en el mapa del presidio estaba más de un grado hacia el norte (LaFora 1958: mapa al final del libro). Con una posición específica en la cual situar el presidio transferido, O’Conor probablemente tenía problemas para determinar la tierra en la que el fuerte sería construido; esto lo hizo entre el 9 de enero y el 27 de marzo de 1774 (O’Conor 1952:63). Carrizal fue ocupado por el ejército por lo menos hasta 1847 y puede haber sido reocupado después que la expedición de Doniphan pasó por ahí. (Connelley 1907: 400). La ruina se localiza en una terraza en la rivera este del Río Carrizal en el límite sur del pueblo casi abandonado de Carrizal, a unas diez millas de Villa Ahumada, Chihuahua. El extremo noreste del recinto rectangular es ocultado por una iglesia y algunos otros edificios modernos pero el resto del perímetro es relativamente distinto. La estructura original aparentemente tenía un baluarte en forma de diamante en la esquina sur pero una pared fue agregada para cercar una zona al extremo sudoeste de la fortificación rectangular. Esta zona cercada probablemente se construyó por órdenes de Croix ya que él se conoce por haber favorecido la construcción de establos adyacentes a los presidios (Thomas 1941:56). Una construcción similar en San Elizario (ver debajo) fortalece esta interpretación como hace el área del corral fuera del presidio de Santa Cruz (DiPeso 1953:84-5). Se asume que un montón de adobe fundido en la esquina oeste del presidio original era una serie de cuartos. No se descubrieron filas de cuartos al lado de las paredes perimetrales del presidio aunque pueden haber sido cubiertos por los montones de adobe a lo largo de las paredes. Un área rectangular cerca del centro de la pared del sudeste, según personas locales, era la capilla; la zona ha sido saqueada.
Presidio de San Elizario (31º 13’N 105º 50’O) Fig. 5 El presidio de Guajoquilla fue transferido de su posición anterior en el sur de Chihuahua a un lugar cerca del Río Grande en el valle de San Elizario (San Elceario) a 40 leguas de Carrizal (55). Debido a la localización incorrecta de Carrizal en el mapa de LaFora y el encaje de la distancia entre El Paso del Norte y el área de La Junta la situación de San Elizario aparece en el mapa de LaFora a la misma distancia cada uno de estos tres lugares, aunque un poco al sudeste de Carrizal en lugar del nordeste como lo es realmente. El sitio real escogido para San Elizario 16
por O’Conor es, sin embargo, uno de los puntos en el Río Grande mas cercano a Carrizal. Los presidiales y sus familias se localizaron aquí entre el 9 de enero y el 27 de marzo de 1774 (O’Conor 1952:63) y ocuparon el sitio hasta poco después del 14 de febrero de 1780 cuando se les ordenó que se transfirieran 37 millas río arriba a Tiburcios, donde San Elizario, Texas, se localiza actualmente (Borica 1780 ms). Hay pedazos de alfarería que evidencian una ocupación posterior a 1790. Las ruinas se localizan en el piso del valle en la rivera oriental del Río Grande, como a media milla al sur de la vieja inclinación del buey y 54 millas al sudeste de Ciudad Juárez, o dos millas y media al sudeste de El Porvenir, Chihuahua. Éste está a un cuarto de milla al este de la carretera México 2. Este presidio fue visitado varias veces y se excavaron algunas trincheras de prueba a lo largo de la pared sudoeste para definir el contorno del baluarte y tomar una muestra de algunos de los cuartos. La estructura original era un recinto cuadrangular con un baluarte pentagonal en la esquina oeste. Se localizaron montones pequeños de tierra cerca de las esquinas este y sur que pueden ser restos de torres. Una segunda plaza, que probablemente es de construcción posterior, está adyacente en el noroeste; se une por paredes de adobe que no están alineadas con los cuartos. La mayoría de las paredes del presidio se localizan fácilmente en la tierra por montones de tierra de adobe y en fotografías aéreas por las sombras, diferencias en los colores, y distribución diferencial de la vegetación. Sólo en el lado bajo nordeste la formación de partículas y la vegetación ocultan el contorno. Los montones de tierra formados por las paredes perimetrales alrededor de la plaza sudoeste parecen cubrir una sola fila de cuartos en todos lados excepto el oculto nordeste. Allí también aparece un bloque más profundo de cuartos, quizás los cuarteles del capitán, a lo largo de la mitad norte de la pared del sudeste. Un cuarto fue atrincherado y otro analizado a lo largo de la pared sudoeste cerca del baluarte. Las paredes nordestes de estos cuartos se erosionaron al nivel del suelo. El cuarto 1, que es rectangular y de 3.9 x 4.7 metros de tamaño, fue delimitado con zanjas. Todas las paredes fueron enyesadas y encaladas excepto quizá la pared noroeste erosionada. La pared perimetral del presidio contra la que el cuarto fue construido, era de 1.03 m de ancho y tenía una altura de 72 cm. Las paredes del noroeste y del sudeste disminuían de una altura de 72 cm en su unión con la pared perimetral al nivel del suelo; la pared del noroeste era de 34 cm de ancho y atravesada por una puerta a 1.1 m de su extremo nordeste. La puerta era de 40 cm de ancho y tenía una banda de rodadura de adobe 24 cm sobre el suelo.
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Dentro del cuarto dos bloques de adobe, de 12 cm de espesor, 37 cm de largo, y 20 cm de alto, estaban paralelos entre sí y ángulo recto a la pared noroeste. Estaban a 1.3 m de la esquina oeste, 8 cm de la pared y separados 26 cm, y descansaban en sus bordes largos. Todas las superficies expuestas de éstos bloques de terminados lisos y esquinas afiladas se encalaron pero los pocos pedazos blancos que quedaron en la superficie superior se pueden haber caído de las paredes. La función de estos bloques es actualmente desconocida aunque yo postulo que soportaban un asiento o estante. Se encontraron bloques de tamaño similar, colocación y orientación en la Fase de Santa Ana de Quiburi Cuarto 125 en el presidio de Santa Cruz (DiPeso 1953:94, Fig., 34); este cuarto está en uno de los apartamentos de dos cuartos localizados fuera de la pared perimetral de Santa Cruz que yo he sugerido eran contemporáneos con la ocupación del presidio (ver arriba). No se observaron en San Elizario hoyos para postes similares a los dos encontrados por DiPeso cerca de los bloques de adobe en Santa Cruz. Otro rasgo se encontró en el Cuarto 1 en San Elizario. Éste era un agujero redondo lleno de madera podrida que tenía 32 cm de diámetro y 20 cm de grosor que descansaba en el suelo. Se localizó a mitad del camino entre las paredes del noroeste y del sudeste y a un metro de la pared sudoeste. Había sido al parecer el corte del tronco de un árbol y pudo haber servido como un taburete. Sólo la esquina oeste del Cuarto 2 fue examinada. Las paredes, que tenían una altura de 60 cm sobre el suelo en esta esquina, tenían una capa delgada de cal encima de adobe café. El suelo de la trinchera de la esquina fue encontrado similar al hogar Tipo 1 encontrado en Santa Cruz (DiPeso 1953: P1, 14), sólo que el suelo de la trinchera de San Elizario estaba sólo a 3 cm sobre el suelo comparadas con 13 cm en Santa Cruz (DiPeso 1953:68). La trinchera del hogar era de 30 cm de ancho y 51 cm de largo; ésta diseccionó el ángulo de la esquina y penetró unos 15 cm en las paredes en su unión. Los lados de la trinchera eran verticales y construidos de adobe hecho a mano en lugar de ladrillos de adobe; estos se extendían 48 cm fuera de la esquina a lo largo de ambas paredes y estaban a una altura de 37 cm sobre el suelo. No había rastros de ceniza delante del hogar. Éste no fue encalado a pesar de que las paredes contra las que fue construido sí lo estaban. Al parecer esta esquina se había usado como un área del hogar antes de la construcción del hogar formal porque 5 cm debajo del último piso había una región quemada que se extendía bajo el hogar formal descrito arriba y 75 cm fuera de la esquina. Cerca del centro de la pared noroeste de la plaza sudeste del presidio un montón grande de tierra tal vez sean las ruinas de la capilla; se orienta en ángulo recto a la pared perimetral y tienen una acumulación de piedras al extremo sudeste. 18
Una muesca en la línea de vegetación cerca del centro de la pared nordeste de esta plaza y la proximidad de una zona externa de basura sugiere que la entrada principal y puestos de guardia estaban en esta área. La plaza noroeste está rodeada por paredes de adobe que no tenían ningún cuarto construido alrededor. Un hoyo examinado en el cuartel norte de esta plaza mostró una capa de estiércol que sugiere que el área se usó como un corral o establo para los caballos. Como se mencionó, de Croix instituyó la práctica de criar caballos. Se cree que la plaza del noroeste fue cercada después de que la plaza del sudeste fuera usada, porque la construcción de la anterior redujo de gran manera la efectividad del baluarte como un rasgo defensivo y porque el Reglamento no prescribía tal construcción. Cerca de la mitad de la pared del sudeste de la plaza noroeste, “detrás” de la capilla, un montón de tierra cubierto con basura con contornos de cuartos hace pensar en la presencia de cuartos alrededor de los dos patios. Éstos tal vez fueron cuartos domésticos o establos. Sólo la excavación determinará su función. Al sur de la esquina oeste del presidio algunos montones de tierra cubiertos con basura hacen pensar en la presencia de viviendas extra para los presidiales.
Presidio del Príncipe (30º 25’N 104º 52’O) Fig. 6. El Reglamento de 1772 no dispuso un presidio entre San Elizario y La Junta porque, como se mencionó arriba, el mapa de LaFora había encajado la distancia entre estos dos lugares tan bien que no había necesidad de uno. Sin embargo, al examinar la región, O’Conor encontró que los sitios especificados en el Reglamento para Guajoquilla (San Elizario) y Julimes (La Junta) estaban separados por una distancia de 80 leguas y agregó el presidio de El Príncipe para dividir esa distancia (Thomas 1941:49). Él seleccionó el sitio e instaló a los soldados con sus familias entre el 9 de enero y el 27 de marzo de 1774 (O’Conor 1952:63); fue abandonado antes de 1814 (Elías 1814). Hay presencia de pedazos de alfarería de reciente ocupación mexicana quizá conectada con el uso del área de la capilla como cementerio. Las ruinas se localizan en una terraza alta donde se puede ver el Río Grande desde la rivera oeste. Están a un cuarto de milla al sudeste de Pilares, Chihuahua y 44 millas al sur de Van Horn, Texas. Las paredes llenas de adobe de esta estructura están seriamente desgastadas pero el contorno de las unidades se reconoce fácilmente. En algunos lugares los montones de tierra de la pared perimetral tienen una altura de dos metros sobre la cima de la terraza. Hay dos baluartes en las esquinas nordeste y sudoeste del cercado cuadrangular. El baluarte sudoeste tiene forma de 19
diamante y al parecer tiene cuartos a lo largo de las paredes sur y oeste. El baluarte nordeste ha sido perturbado recientemente por la construcción de un depósito pequeño, pero se reconocieron dos paredes fácilmente. En el campo se asumió que este baluarte también era en forma de diamante pero cuando estaban marcando las medidas y triangulaciones en el laboratorio se encontró que un baluarte en forma de diamante de proporciones razonables no se ajustaba al plano; por consiguiente, se sugirió un baluarte pentagonal similar al delimitado abriendo fosos en San Elizario. Posteriormente, una fotografía aérea hecha en 1947 fue encontrada y se dibujó un plano más exacto del baluarte pentagonal (Fig. 6). La capilla se localiza cerca del centro de la pared sur y se orienta con su eje largo en ángulo recto a la pared perimetral. La capilla y los cuartos adyacentes son excavados actualmente porque el área está usándose como un cementerio. Se cree que los cuarteles del capitán se manifestaron como un bloque de cuartos en el centro de la pared oeste. Se encontraron otros cuartos domésticos en una sola fila a lo largo de la pared norte, la pared este y la mitad norte de la pared oeste y en filas dobles a lo largo de las tres cuartas partes del este de la pared sur. Se pueden haber localizado un puesto de guardia y la entrada principal en el centro de la pared este. Una región grande de basura fuera de la mitad sur de la pared del este prueba esta suposición como lo hace un sendero que lleva de la zona de la basura hacia el valle que está debajo. Setenta y cinco metros al sur de la esquina del sudeste del presidio a través de un arroyo de 5 m de profundidad se encuentra un bloque de cuartos en forma de L que parecen ser contemporáneos al presidio. Un cuarto había sido limpiado parcialmente por un saqueador de sitios arqueológicos. En la orilla del arroyo y aproximadamente 10 metros al norte del bloque de casas se encontró un vertedero de material vítreo negro – verdoso que parece escoria2.
Presidio de la Junta de los Ríos (29º 33’N 104º 25’O) El Presidio de Julimes, algunas veces llamado Presidio del Río del Norte o Presidio del Norte, fue ordenado que se cambiara de Julimes a su posición anterior a 1766 cerca de la confluencia de los ríos Conchos y Río Grande (55). El mapa de LaFora (1958, final del libro)
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Un ensaye de una muestra de esta escoria estaba disponible gracias a la cortesía de T.J. Woodside, American Smelting and Refining Company, El Paso, Texas y H.P. Ehrlinger, Universidad de Texas en El Paso, con los siguientes resultados: Plata, onzas por tonelada –0.6, Plomo húmedo, 8.0%, Cobre 0.20%, Zinc – 0.6%, Dióxido de Silicón – 52.0%, Hierro – 12.5%, óxido de Calcio – 12.5 total. Sr. Richard Watson, también de ASARCO, sugiere 20
indica la relocalización propuesta de este presidio al sudoeste del Río Conchos, en su unión. La misión de Guadalupe se muestra inmediatamente al este del presidio y el de San Francisco inmediatamente al noroeste por el Río Conchos. LaFora y Rubí no visitaron el sitio, sin embargo, porque en ese momento el presidio estaba en el camino de La Junta a la posición de Julimes (Kinnaird 1958:12). Según una carta de un sacerdote establecido en la misión de Guadalupe en La Junta el 15 de enero de 1760, el presidio original de la Junta estaba construyéndose entonces a tres bloques de la misión (Hackett 1937:499). Probablemente éste es el sitio que O’Conor había designado para que los presidiales reocuparan entre el 1 de octubre y el 1 de noviembre de 1773 (O’Conor 1952:61). Un limitado estudio arqueológico de la región de La Junta no produjo evidencia directa acerca de la posición del presidio. La evidencia circunstancial favorece, sin embargo, su situación bajo el actual pueblo de Ojinaga, Chihuahua. Este pueblo se sitúa en uno de los pocos remanentes de la terraza en el área que es suficientemente grande para abarcar el presidio. Otro conveniente remanente de la terraza se encuentra cerca de la villa de San Francisco, por el Río Conchos al norte de Ojinaga, pero éste manifiesta sólo un cementerio recientemente establecido; una fotografía aérea hecha en 1947 revela sólo una red de senderos cruzados en este sitio. Ningún otro espacio plano y alto fue encontrado a varias millas del área de La Junta a lo largo del Río Grande. J. Charles Kelley, quien buscó sitios históricos en el área y más allá del Río Conchos en 1937, no encontró ninguna evidencia del presidio (comunicación personal) ni de la misión de Guadalupe, aunque él ofrece fuerte evidencia documental para apoyar la identidad de las posiciones de la misión y del presidio; él también hace notar que el pueblo del presidio se renombró como Ojinaga a mediados del Siglo XIX (Kelley 1952:372). Elias dice que este presidio había sido cambiado ahí de Julimes y que en el momento de su visita en 1814 éste ocupaba el sitio “... donde estaba anteriormente y permanece en la actualidad...” (Elias 1814); una tropa del ejército todavía está establecida en Ojinaga actualmente. La iglesia actual de Ojinaga, Nuestro Padre de Jesús, se localiza cerca del límite occidental de la terraza y pueblo. Es muy parecida a la iglesia visitada por Emory en 1852 y descrita como posicionada dentro de las paredes del presidio (Emory 1857:85). Desgraciadamente para el que este tipo de escoria tal vez fue producido en una fundición usada para extraer plata y oro, si alguno de éstos estuviera presente. 21
arqueólogo, las calles y aceras están niveladas y pavimentadas en los alrededores de la iglesia. La búsqueda de un basurero a lo largo del límite noroeste de la terraza de la iglesia y todo el límite norte no produjo nada definitivo de un horizonte de tiempo anterior al Siglo XIX. Sólo dos zonas pequeñas de basura en el extremo oriental del pueblo cerca de un campo de béisbol abandonado contenían policromos de San Elizario y otros tipos de “Majolica”. Una de estas áreas fue asociado con la evidencia de cimientos pequeños de piedra, quizá de una casa individual. Es, por supuesto, posible que el presidio estuviera localizado en el llano inundado y que ha estado cubierto desde entonces con cieno o nivelado por los granjeros que ahora irrigan la mayoría de la tierra pero esto parece improbable en vista de los sitios escogidos para otros presidios contemporáneos y de las declaraciones de Elias, Emory y otros arriba mencionados. Por consiguiente, la evidencia circunstancial parece situar la ruina del Presidio de La Junta bajo el pueblo actual de Ojinaga, Chihuahua.
Presidio de San Carlos (29º 7’N 103º 47’O) Fig. 7. Se ordenó relocalizar a los soldados del viejo Presidio de Cerro Gordo que estaba situado en lo que ahora es el sur de Chihuahua en un presidio nuevo que debía construirse en las riveras del Río Grande, río abajo de La Junta (57). LaFora y Rubí no atravesaron el área del Big Bend del Río Grande y por consiguiente no pudieron hacer recomendaciones específicas para las posiciones del presidio. O’Conor no pudo al parecer encontrar una región con la pastura requerida y tierra cultivable en las riveras del Río Grande, porque él seleccionó un sitio para el presidio un poco distante del río y a 28 leguas de La Junta (Thomas 1941:24). El sitio fue escogido y la tropa se instaló entre el 1 de octubre y el 1 de noviembre de 1773 (O’Conor 1952:61). El sitio se menciona como un lugar abandonado en abril de 1787 (Nelson 1936:214). Hay presencia de pedazos de alfarería que evidencian una ocupación posterior a 1790. La ruina de San Carlos es una de las ruinas de presidios mejor conservadas de todos los visitados; se localiza en Chihuahua aproximadamente a 11 millas al sudeste de Lajitas, Texas, o aproximadamente 6 millas arriba de la boca del riachuelo San Carlos. La ruina está en una terraza alta en la rivera este del riachuelo. Un sendero lleva del presidio hacia el norte a lo largo del borde de una terraza muy empinada más allá de la ruina de una casa pequeña a unos 80 metros del presidio. A una corta distancia más allá, pasaba el borde de la terraza y en el pequeño valle donde un arroyo de
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primavera todavía fluye y donde unos granjeros modernos plantan sus cosechas. Higos y granadas crecen a lo largo de los canales de irrigación. Aproximadamente a 100 metros al sudoeste del presidio en el borde de la terraza está otro montón de tierra que tal vez cubra otra ruina de casa; cerca está un cementerio. La pared perimetral del recinto de San Carlos tiene una altura de 1.5 a 2 metros de alto en la mayoría de los lugares mientras la pared de la capilla adyacente a la pared perimetral, que se ha desplomado en el área de la capilla, tiene una altura de más de 5 metros. Los cimentos de piedra en que el perímetro y las paredes del baluarte se construyeron están expuestos en dos lugares donde los arroyos poco profundos han cortado la pared; los cimientos de piedra son de 70 cm de ancho. Se localizan baluartes en forma de diamante en las esquinas norte y sur. Los montones de tierra que cubren el baluarte sur tienen una altura de 3 m encima de los cuartos en los ángulos pero sólo 1 m encima de los cuartos entre los ángulos. El ángulo o esquina más hacia el sur de éste baluarte del sur aparentemente tiene una torre de piedra semi–circular alrededor de éste. La torre era aproximadamente de 3.7 m de diámetro y con una altura de 2 m. El baluarte del norte es casi idéntico al del sur pero los montones de tierra encima de éste no están tan altos y no hay evidencia de alguna torre de piedra alrededor de la esquina norte. La capilla se localiza enmedio de la pared noroeste y tiene su eje largo orientado paralelamente a la pared del perímetro. La puerta principal es de 3.6 m de ancho y abre cerca del centro de la pared sudeste. Una segunda puerta se conserva mejor en la pared sudoeste cerca de la esquina sur; es de 98 cm de ancho y estaba coronada por un arco de adobe en lugar de un dintel. Esta pequeña puerta da a un cuarto pequeño parcialmente excavado al extremo sudoeste de la capilla donde el sacerdote pudo haber guardado sus vestiduras. Cerca del centro de la pared sudoeste del perímetro hay dos cuartos que son algo más anchos que los cuartos adyacentes; se presume que eran el puesto de guardia y la entrada principal al presidio. Ninguna concentración de basura fue encontrada en esta zona aunque sí había en otras áreas alrededor del presidio donde las puertas pequeñas pueden haber dado salida a través de la pared perimetral. La abertura en la pared en la esquina oeste con un vertedero de basura unido y una esquina reforzada con piedra de torre de 2.1 metros de diámetro es la más obvia de estas pequeñas entradas. Un bloque de cuartos construidos alrededor de un patio se proyecta hacia fuera en la plaza central del presidio desde el centro de la pared nordeste. Un pasadizo lleva de la plaza del
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presidio al patio del caserío a través del centro de la pared sudoeste. Este bloque de cuartos se presume eran los cuarteles del capitán. Los cuartos usados probablemente por oficiales subordinados, soldados e indios exploradores fueron construidos en las porciones desocupadas de la pared perimetral. La fila de casas contra la que fueron construidos los cuarteles del capitán es aproximadamente de 6.5 m de ancho, la fila que contiene la capilla es aproximadamente de 8 m de ancho y la fila que contiene el puesto de guardia es aproximadamente de 7.5 m de ancho. La fila restante de cuartos en la pared del sudeste es al parecer de 6.5 a 7 m de ancho. Las líneas sólidas en el plano (Fig. 7) indican las situaciones de las paredes observadas mientras las líneas punteadas indican las posiciones probables de paredes que no pueden observarse debido al adobe acumulado encima de ellos. Las paredes observadas en el sitio y mostradas en el plano hacen pensar en cuartos de tamaño enorme –8 x 8 m, por ejemplo. Tan grandes son estos cuartos, que parece probable que fueron subdivididos por paredes más delgadas que por alguna razón no se conservaron lo suficiente para ser reconocidos en el estudio de la superficie.
Presidio de San Sabás (29º 5’N 103º 2’O) El presidio de este nombre se localizó originalmente en el Río San Sabá cerca de Menard, Texas. La presión india forzó el abandono de ese sitio en 1770 en favor del sitio más hacia el sudoeste de la misión de El Cañón que fue abandonado un año después cuando la tropa se cambió a San Fernando de Austria, un asentamiento pequeño en los alrededores de Piedras Negras, Coahuila (Bolton 1915: 110; Weddle 1964:181). El Reglamento (57) ordenó que San Sabás se estableciera entre el Presidio de San Carlos y el relocalizado Presidio de Santa Rosa (posición de Agua Verde), pero debido a la gran distancia entre estos dos fue necesario establecer el Presidio de San Antonio Bucareli de la Bahía al oeste de Santa Rosa para mantener las 40 leguas específicas entre presidios. El Reglamento (61) nos dice que el Presidio de San Sabás debía conservar su nombre pero Morfi indica que también era conocido como San Vicente (Hackett 1946: IV: 212, 213), nombre que se retiene actualmente para las ruinas del presidio y para un asentamiento pequeño cercano. O’Conor seleccionó el sitio para San Sabás antes de julio de 1773 y los presidiales al parecer se establecieron allí poco después (O’Conor 1952:59). Fue abandonado en 1781 (Gálvez 1951:18). La presencia de pedazos de alfarería refleja reciente ocupación mexicana del sitio. Las ruinas se localizan en el lado mexicano del Río Grande en la región del Big Bend. Están a tres millas río arriba de San Vicente, Coahuila, o aproximadamente seis millas río arriba 24
del arroyo americano nombrado Tornillo Creek. Las ruinas del presidio están en un remanente aislado de una terraza alta, como a media milla del río. Se localizan varias casas modernas al pie de la terraza y una casa se está construyendo en la ruina. Gracias a la bondad de Charlie R. Steen y Hal Broderick del Servicio del Parque Nacional yo pude obtener una copia del mapa del sitio del boceto de Steen antes de visitarlo. Mi visita fue de duración sumamente limitada, y no pude medir la estructura y hacer un mapa comparable a los otros presentados anteriormente. Por esa razón ningún plano se adjuntó. En el plano, el Presidio de San Sabás de San Vicente tiene sólo un vago parecido al plano prescrito en el Reglamento. Se compone de dos plazas cercadas adjuntas cuyas paredes norte forman una línea recta con la plaza del oeste cercada por una pared cuadrangular y la del este cercada por una pared más o menos triangular en el plano y teniendo un tipo de baluarte y torre en el extremo este. Un segundo baluarte se localiza en la esquina sudoeste del cuadrángulo. La capilla es la única estructura con paredes que sobresalen el nivel de los montones de adobe fundido. Estas paredes tienen una altura de cuatro metros o más. Las otras estructuras se manifiestan como montones de adobe fundido en cuyas paredes y en otros rasgos de las estructuras subyacentes están completamente enmascarados. Una porción de los cimientos fue expuesta en un lugar – consiste en piedras del tamaño de un puño secadas al sol que forman una pared de aproximadamente 50 cm de ancho. La capilla se localiza en la plaza del este cerca del centro y en ángulo recto a la larga pared norte donde se une por la pared norte–sur que separa las dos plazas. La pared sur del cuadrángulo no se une al triángulo en el este pero está separado de él unos 30 o 40 metros, dejando una apertura que se presume fue una entrada ya que hay mucha basura esparcida en esta zona y una clase de sendero que baja hacia el valle desde este punto. Si algún día hubo un puesto de guardia en esta zona, ahora no es reconocible. Ningún bloque de cuartos fue reconocido que pudieran ser los cuarteles del capitán pero filas de cuartos alinean todas las paredes perimetrales del sur y algunos pueden alinear otras paredes. Steen notó una fila aislada de cuartos dentro de la plaza triangular cerca de la esquina sur. Una casa moderna se construye por el centro de la pared oeste y hay amplia evidencia de reciente saqueamiento que, aunque superficial en naturaleza, está destruyendo evidencia.
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BIBLIOGRAFÍA
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