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Desafío de la PJVM ante el Covid 19

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Editorial

Editorial

A SOLO DIOS EL HONOR Y LA GLORIA

DESAFÍO DE LA PJVM ANTE EL COVID-19

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“En nuestra vida, tenemos miedo de las sorpresas de Dios.

Con esta frase, queridas Hermanas quiero iniciar, para compartirles mi experiencia de la animación vocacional en este tiempo de pandemia. La verdad es que esta situación nos ha invitado, de cierta manera, a reinventarnos en muchos aspectos de nuestra vida, pero muy especialmente en buscar nuevas formas de llegar a los jóvenes a través de la virtualidad, para presentarles una vida religiosa misionera que impacte, pues a pesar de todo lo que ofrece el mundo, Dios sigue tocando los corazones y llamando a tiempo y a destiempo. Como animadora vocacional es muy gratificante ver la misericordia de Dios que se derrama en nuestro Instituto de diversas formas y cómo con el material que se ha ido compartiendo a través de las redes sociales hemos podido llegar a varias jóvenes que ni siquiera son de los países donde hacemos presencia misionera, jóvenes a las que el Señor ha puesto la inquietud de su amor en sus corazones, y que por este medio se han acercado a nosotras para decirnos que desean conocernos, que les llama la atención la vida consagrada, que quieren conocer y servir a Dios. Jóvenes en las que Dios ha puesto su semilla y las cruza en nuestro camino; verdaderamente esta realidad es un desafío para la vida consagrada hoy, porque no podemos quedarnos atrás; estoy segura que si los apóstoles o nuestro Padre Fundador vivieran esta realidad no dudarían en lanzar las “redes” y evangelizar por estos medios. Es verdad que a veces nos asusta lo nuevo, pero Dios va con nosotras y El nos enseñara el camino correcto. Todas somos aprendices, cometeremos muchos errores, pero de ello se aprende, y se pierde el miedo a lo que hoy es una oportunidad para llevar la buena noticia, y un desafío para la iglesia y la Congregación de que esto se puede si estamos abiertas al cambio y no cerradas en unas estructuras que nos pueden apagar el deseo de innovar la vivencia en la vida religiosa sin perder nuestra identidad.

Las invito Hermanas para que aceptemos el reto que hoy se nos presenta y no dudemos en escuchar, acercarnos y dedicar el tiempo necesario a estas jóvenes que buscan por estos medios una respuesta y un testimonio de nosotras. Es cierto que podemos desanimarnos y pensar que de un proceso a distancia no saldrá nada, pero recordemos que a nosotras solo nos corresponde cuidar la semilla que Dios pone a nuestro cargo, Él se encargara de dar los frutos cuando menos se esperan. Encomendemos pues en la oración esta nueva forma de apostolado y que sea Dios quien nos permita ser creativas, dóciles y disponibles a lo que nos pide, ser sal y luz en un mundo que no quiere saber nada de Dios, pero que con solo un mensaje o publicación puede llegar a los corazones de algunos que se habían alejado. Allí en estos nuevos ambientes digitales, tu y yo podemos marcar la diferencia, demostrar que vivimos felices del llamado de Dios y queremos compartir nuestro gozo con muchos.

Sintámonos convencidas para convencer a otras jóvenes.

Hna Juana Valentina Santafé Galindo Juniora Misionera Teresita

“EL LLAMADO VIENE DE DIOS, A NOSOTRAS SOLO NOS CORRESPONDE CULTIVARLO.”

“El amor todo lo puede: las cosas más imposibles no les parecen difíciles. Jesús no mira la grandeza de las obras, ni siquiera su dificultad, sino el amor con que tales obras se hacen” Santa Teresita

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