Organo de la Tendencia Socialista Revolucionaria
año 1 • número 1 • septiembre 2008
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A 35 AÑOS DEL GOLPE CONTRAREVOLUCIONARIO
Indice • editorial • lecciones de la derrota • carta cordones industriales 5 sep. 1973
VIVA LA CLASE OBRERA
VIVA EL SOCIALISMO
• partido de clase y partido revolucionario • homenaje a hector velasquez • crisis del capitalismo • balance estudiantil
REVOLUCIONARIO editorial
El proceso encaminado a renovar concejales y alcaldes concita la atención de la prensa y de los conglomerados políticos burgueses. Aparentemente el acontecer político nacional se expresa a plenitud y se agota en esta carrera por hacerse de las arcas del poder comunal y en la perspectiva de las elecciones presidenciales del año 2009. Inclusive el disminuido Partido Comunista se suma al acto eleccionario con candidatos propios en aquellas comunas en que la concertación gobernante se lo permite.
Las condiciones en las que el gobierno enfrenta este proceso eleccionario son complejas. Y sus personeros lo saben. La Concertación como tal –su idea fuerza de reemplazar la lucha entre las clases por la “unidad nacional de las fuerzas democráticas” - ha dejado de rendir frutos. Este es un pacto político burgués diseñado para conducir de manera suave, sin grandes conmociones internas, el tránsito del régimen dictatorial al régimen de gobiernos encabezados por civiles manteniendo intacta la obra antiobrera de la dicta-
dura.
• situación de la clase obrera
tación social de la política gobernante y de la burguesía como clase. Las masas obreras y populares hacen A 35 años del golpe contrarrevolucionario de 1973 su balance. y luego de 18 años de gobiernos encabezados por la Concertación podemos verificar que las condiciones El resultado es inevitable. Disminuye aceleradamente del pueblo empeoran dramáticamente. La salud, la el apoyo a la Concertación pero esta baja no favorece educación y la seguridad social convertidas en vulga- a la alianza derechista. Las holgadas mayorías obres negocios, la desnacionalización del cobre, la Cons- tenidas por los primeros gobiernos concertacionistas titución Política de 1980, las privatizaciones, la legis- no se repetirán. Forman parte inevitable del pasado lación laboral pro patronal constituyen los pilares porque dichos resultados estaban determinados por fundamentales de la obra de restauración capitalista la necesidad impostergable de poner fin al régimen de la sociedad chilena realizada durante la dictadura. oprobioso de Pinochet y por la esperanza de reconEstas condiciones han sido mantenidas y en más de un quistar en democracia los derechos sepultados duaspecto empeoradas por la Concertación. rante la dictadura. No fue así y ninguno de dichos factores existe al presente. A las promesas incumplidas hacia los trabajadores; a Todos los actos electorales realizados desde el año las políticas económicas, tributarias y laborales abier- 1990 a la fecha se han caracterizado por la ausencia tamente favorables a la minoría social burguesa se de enfrentamiento entre programas políticos diferenagrega hoy vergonzosamente la represión abierta ha- tes. Hace 18 años la disputa por el sillón presidencial cia estudiantes, trabajadores y mapuches. Los duros o por los escaños legislativos se verifica entre pactos hechos socavan aceleradamente las bases de susten- políticos burgueses que defienden el mismo progra-
rearme obrero
PRESENTACION REARME OBRERO REARME es una publicación de la Tendencia Socialista Revolucionaria. Nuestro periódico nace para contribuir desde las filas militantes del marxismo revolucionario al fortalecimiento político, orgánico e ideológico de todos los explotados y oprimidos de nuestro país. El momento actual se caracteriza por la crisis mundial del capitalismo y, particularmente para nosotros, por el agotamiento del modelo económico neoliberal heredado de la dictadura y mantenido por la Concertación. El capitalismo y la burguesía en su decadencia arrastran a la educación, la salud, la vivienda, la energía, el medio ambiente, el sistema de transporte y la producción de alimentos a una catástrofe que golpea a diario la vida de las mayorías. La carestía de la vida, los salarios congelados convierten a la familia obrera en víctima del crédito y de la sobrecarga de trabajo. A lo anterior se suma el cierre de fábricas, la precariedad del empleo y el estancamiento de la economía. La situación presente se caracteriza también por nuevos y heroicos levantamientos obreros y estudiantiles. La burguesía férreamente unida como clase entrega respuestas clásicas. Rechaza las reivindicaciones obreras y envía a su brazo armado a sembrar el terror y la muerte entre los obreros mientras sus representantes políticos –desde la Alianza a la Concertación– aparentan diferencias que no logran ocultar su cínica defensa del orden capitalista que explota y humilla a los trabajadores. El proletariado debe avanzar, articular sus demandas en un programa que recoja las reivindicaciones inmediatas uniéndolas al programa Histórico del Proletariado que no es otro que el fin del sistema de explotación del hombre por el hombre y su reemplazo por una sociedad sin clases, edificada sobre la propiedad social de los medios de producción. Esa es la sociedad socialista a la que aspiramos. REARME se pone al servicio de esta titánica tarea. Debemos preparar conscientemente nuestra victoria. Necesitamos hoy más que nunca un partido revolucionario. La Tendencia Socialista Revolucionaria trabaja tenazmente para construirlo. Bienvenidos al debate y a la acción conjunta todos los revolucionarios que realizan el mismo esfuerzo desde otras organizaciones que comparten el norte del socialismo y de la fraternidad humana.
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numero 1 • 2008 ma: el programa de la propiedad privada, el programa de la concentración de la riqueza en manos de unas cuantas familias, el programa de la entrega de nuestros recursos naturales a la voracidad de la burguesía trasnacional. Entre la Concertación y la Alianza existen diferencias menores relativas a la forma de gestión del estado, pero son diferencias difíciles de apreciar. Lo determinante de la situación política nacional es el anormal y prolongado ausentismo del proletariado en la vida política nacional. El golpe contrarrevolucionario de 1973 aniquiló las organizaciones políticas y sindicales que dirigieron las luchas proletarias durante décadas y aplastó también los órganos de doble poder gestados por la clase obrera en el momento culmine de su ofensiva revolucionaria.
continuación editorial
prese las demandas más urgentes de los trabajadores del Chile actual unidas a sus objetivos históricos: poner fin a la sociedad que se erige sobre la explotación del hombre por el hombre y su reemplazo por una sociedad socialista.
estas elecciones. El proletariado sin programa, sin partidos, sin que ningún pacto político exprese verdaderamente sus intereses ¿a quién puede apoyar?, ¿a quién elegir? En sentido estricto, una vez más, los trabajadores, estudiantes, las mujeres proletarias no tienen candidatura alguna El Programa Político Obrero no existe en que defender. Pero resulta inadmisible la el aire. Debe ser enarbolado, hecho suyo y pasividad social y política. defendido por las organizaciones clasistas y revolucionarias que los interesados en En este contexto, en esta coyuntura resulta transformar la realidad cruel que el capi- necesario organizar desde la base el destalismo nos ofrece ya comienzan por todas contento social que ya existe. Es hora de partes a construir. Es el momento propicio protestar votando nulo y organizando una para unir y organizar porque los trabaja- extensa red de comités de base que se codores arrastran hoy pesadas cadenas. Las ordinen y enfrenten unidos en el terreno extensas jornadas de trabajo no se ven comunal el inicio de la lucha por sus verdarecompensadas por un salario suficiente. deros intereses. Desde Rearme llamamos a Al contrario, pareciera que mientras más todas las organizaciones de la izquierda horas de su existencia dedica el hombre a revolucionaria, a todas las organizaciones la fábrica más crecen sus deudas. La ca- sindicales y de base a coordinar sus esrestía de la vida agrava la situación de la fuerzos para permitir que el descontento familia obrera porque son los alimentos se exprese organizadamente en todos los necesarios los que más suben de precio. rincones del país.
La tarea política prioritaria e impostergable consiste en trabajar por el Rearme sindical, político, orgánico e ideológico del proletariado nacional. Debemos levantar el Programa Político de los Trabajadores No existe en la actualidad ninguna condiy del Pueblo explotado, programa que ex- ción que permita nuestra participación en
A 35 años del triunfo de la contrarrevolución encabezada por el brazo armado de la burguesía, Rearme pone a disposición de las nuevas generaciones de revolucionarios un trabajo -“PARTIDO DE CLASE Y PARTIDO REVOLUCIONARIO”- redactado en agosto o en septiembre del año 1970, probablemente unos días previos al triunfo de la Unidad Popular en las elecciones presidenciales de 1970. Este trabajo expresa la posición política del Partido Socialista Revolucionario, organización de la que nos reconocemos sus herederos. También editamos otro documento de carácter histórico que es una carta de los Cordones Industriales dirigida a Salvador Allende. A modo de introducción de ambos documentos entregamos una reseña acerca de la derrota de 1973 y de las tareas actuales de los revolucionarios. 1.la acción contrarrevolucionaria de 1973 expresa la reacción del conjunto de la burguesía nacional y del imperialismo norteamericano para liquidar el ascenso revolucionario protagonizado por obreros, campesinos, pobladores y estudiantes en los cruciales años 1970 - 1973 ; 2.los obreros y campesinos sobrepasaron la legalidad y los estrechos marcos impuestos por la lucha puramente sindical construyendo sus propios organismos de poder a lo largo y ancho del territorio nacional, tales fueron los Cordones Industriales, Comandos Comunales y Comandos Campesinos; 3.la ofensiva revolucionaria de las masas obreras y populares ocupó las fábricas, expropió las tierras y expulsó a los imperialistas de las minas. Las masas proletarias demolían las vetustas estructuras de dominación burguesa y avanzaban decididas hacia la toma del poder para construir en Chile la sociedad sin clases, para construir el Socialismo. 4.las direcciones del Partido Socialista y el Partido Comunista, componentes fundamentales de la Unidad Popular, se alzaron como el peor obstáculo para el triunfo revolucionario que los trabajadores anhelaban. El programa de reformas, la política de conciliación de clases, la desconfianza hacia la acción directa , las ilusiones sembradas por los reformistas en torno a la “vía pacífica al Socialismo”, el respeto a la Constitución Política Burguesa, la negativa a asumir el programa militar de la revolución, la consigna de “no a la guerra civil” y la ley de control de armas desarmaron
lecciones de una derrota
al movimiento proletario y lo condujeron a la peor de sus derrotas; 5.el proletariado entregó lo mejor de sí en esta gesta heroica, su conducta impecable lo exime históricamente de cualquier responsabilidad ante la derrota. Las generaciones presentes saludamos a los combatientes proletarios que lucharon por la victoria de la revolución socialista en Chile, con lealtad revolucionaria nos disponemos a extraer las sabias lecciones que nos deja su experiencia; 6.el proletariado debe forjar la Dirección Política Revolucionaria que conduzca sus luchas hasta la victoria definitiva sobre el capital y el imperialismo. Esa es la lección fundamental y en esta tarea la Tendencia Socialista Revolucionaria pone todo su empeño; 7.durante 17 años de dictadura militar soportamos represión, humillaciones y miseria. Las Heroicas Jornadas de Protesta Nacional de los años 82 – 83 minaron las bases de dominación de la dictadura. El recambio político burgués comienza a diseñarse. La burguesía golpista agrupada en el Partido Demócrata Cristiano encabeza el programa de recambio y se convierte en el paladín de la “vuelta a la democracia”; 8.la Concertación de partidos por la Democracia, conglomerado burgués que aún gobierna en Chile, se puso a la cabeza del movimiento antidictatorial para acallar el ánimo insurgente que se gestaba en las poblaciones obreras, negoció la salida de la dictadura garantizando la impunidad de los criminales y el respeto a la “obra económica” de la dictadura. En esta salida, la burguesía contó con el vergonzoso apoyo de los ex izquierdistas agrupados en el Partido Socialista, el MAPU y otros. 9.transcurridos 18 años de gobiernos concertacionistas elegidos con votos populares, los proletarios podemos comprobar que la burguesía nacional ha aumento su riqueza y su poder. Las garras sucias de los imperialistas han vuelto a saquear nuestras riquezas básicas. Mientras los proletarios nada bueno hemos obtenido de estos gobiernos que se autodenominan democráticos. 10. la Concertación ha arrebatado nuevos derechos a los trabajadores. Han llenado las fábricas, minas y campos del país con empresas subcontratistas fragmentando a la clase obrera. Hoy se preparan para flexibilizar aún más la jornada de trabajo mientras el hambre amenaza nuevamente la mesa obrera. Entretanto los patrones imponen el terror en las empresas 11.pero todo proceso tiene su inicio, su desarrollo y su fin, el dominio burgués y el aplastamiento
del proletariado nunca serán eternos. Grandes huelgas de trabajadores forestales, mineros y de la agroindustria anuncian que un nuevo ciclo de la lucha entre las clases se ha iniciado en Chile; movilizados por acuciantes necesidades económicas aumenta el número de huelgas y protestas. El proletariado nacional, con su acción directa y de masas, ha vuelto a ocupar un importante espacio en la escena política nacional. La burguesía defiende furiosa su cuota de ganancia y exige al unísono la vuelta al orden; 12.el gobierno de Bachelet ha lanzado una feroz represión contra el movimiento obrero que comienza a levantar cabeza, contra los estudiantes y contra los campesinos mapuches. Se dice que la Concertación gobernante tiene dos “almas”, y las tiene, una que mira a la derecha y otra que mira a la ultraderecha. Hacia el pueblo miran sólo cuando es necesario acallarlo con represión o con mentiras. 13.en la fase presente las tareas del proletariado están relacionadas con su fortalecimiento orgánico, ideológico y político. Hay que aumentar la sindicalización, fortalecer la unidad por la base e imponer la negociación por rama industrial o por grupo económico. Hay que enarbolar las banderas de la lucha anticapitalista y por el socialismo. La lucha contra el orden neoliberal, caballito de batalla de los reformistas y a la cual se unen hasta los cínicos socialistas que han aplicado este modelo hasta cansarse, es insuficiente. El neoliberalismo no es más que una modalidad del capitalismo. La lucha por mejorar los salarios es una lucha necesaria y justa. Pero nadie puede engañarse: no existe salario justo, no existe salario ético. El sistema asalariado produce y reproduce la esclavitud, la miseria y las deudas. El proletario nacional avanza, acompasando el ritmo de sus luchas con las de los demás pueblos latinoamericanos y forjará sus herramientas de liberación. Los revolucionarios enfrentan hoy el deber de aportar su esfuerzo militante para orientar las luchas de todos los explotados. Trabajar por la construcción del Partido de la Revolución Socialista es la tarea ineludible del presente. En ese camino llamamos a la unidad de la izquierda revolucionaria, de los auténticos luchadores anticapitalistas a construir un Bloque de Izquierda que acelere la maduración de las posiciones revolucionarias al interior de la vanguardia proletaria. ¡¡ POR LA UNIDAD DE LA CLASE OBRERA !! ¡ POR LA CONSTRUCCIÓN DEL PARTIDO DE LA REVOLUCION SOCIALISTA!
rearme obrero
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Carta de los cordones Industriales a Salvador Allende Carta de la Coordinadora de Cordones al presidente Salvador Allende (5 de setiembre de 1973) ¿Era “nuestro” gobierno?
Carta enviada de la Coordinadora de Cordones a Salvador Allende A su Excelencia el Presidente de la República 5 de septiembre de 1973. Compañero Salvador Allende: Ha llegado el momento en que la clase obrera organizada en la Coordinadora Provincial de Cordones Industriales, el Comando Provincial de Abastecimiento Directo y el Frente Único de Trabajadores en conflicto ha considerado de urgencia dirigirse a usted, alarmados por el desencadenamiento de una serie de acontecimientos que creemos nos llevará no sólo a la liquidación del proceso revolucionario chileno, sino, a corto plazo, a un régimen fascista del corte más implacable y criminal. Antes, teníamos el temor de que el proceso hacia el Socialismo se estaba transando para llegar a un Gobierno de centro, reformista, democráticoburgués que tendía a desmovilizar a las masas o a llevarlas a acciones insurreccionales de tipo anárquico por instinto de preservación. Pero ahora, analizando los últimos acontecimientos, nuestro temor ya no es ése, ahora tenemos la certeza de que vamos en una pendiente que nos llevará inevitablemente al fascismo. Por eso procedemos a enumerarle las medidas que, como representantes de la clase trabajadora, consideramos imprescindibles tomar. En primer término, compañero, exigimos que se cumpla con el programa de la Unidad Popular, nosotros en 1970, no votamos por un hombre, votamos por un Programa. Curiosamente, el Capítulo primero del Programa de la Unidad Popular se titula Poder Popular”, Citamos: Página 14 del programa: “...Las fuerzas populares y revolucionarias no se han unido para luchar por la simple sustitución de un Presidente de la República por otro, ni para reemplazar a un partido por otros en el Gobierno, sino para llevar a cabo los cambios de fondo que la situación nacional exige, sobre la base del traspaso del poder de los antiguos grupos dominantes a los trabajadores, al campesinado y sectores progresistas de las capas medias...” “Transformar las actuales instituciones del Estado donde los trabajadores y el pueblo tengan el real ejercicio del poder...” “...El Gobierno popular asentará esencialmente su fuerza y autoridad en el apoyo que le brinde el pueblo organizado...” Página 15: “...A través de una movilización de masas se constituirá desde las bases la nueva estructura del poder...” Se habla de un programa de una nueva Constitución Política, de una Cámara Única, de la Asamblea del Pueblo, de un Tribunal Supremo con miembros asignados por la Asamblea del Pueblo. En el programa se indica que se rechazará el empleo de las Fuerzas Armadas para oprimir al pueblo... (Página 24). Compañero Allende, si no le indicáramos que estas frases son citas del programa de la Unidad Popular, que era un programa mínimo para la clase, en este momento se nos diría que este es el lenguaje “ultra” de los cordones industriales. Pero nosotros preguntamos, ¿dónde está el nuevo Estado? ¿La nueva Constitución Política, la Cámara Única, la Asamblea Popular, los Tribunales Supremos? Han pasado tres años, compañero Allende y usted no se ha apoyado en las masas y ahora nosotros los trabajadores tenemos desconfianza. Los trabajadores sentimos una honda frustración y desaliento cuando su Presidente, su Gobierno, sus partidos, sus organizaciones, les dan una y otra vez la orden de replegarse en vez de la voz de avanzar. Nosotros exigimos que no sólo se nos informe, sino que también se nos consulte sobre las decisiones, que al fin y al cabo son definitorias para nuestro
destino. Sabemos que en la historia de las revoluciones siempre han habido momentos para replegarse y momentos para avanzar, pero sabemos, tenemos la certeza absoluta, que en los últimos tres años podríamos haber ganado no sólo batallas parciales, sino la lucha total. Haber tomado en esas ocasiones medidas que hicieran irrevocables el proceso, después del triunfo de la elección de Regidores del 71, el pueblo clamaba por un plebiscito y la disolución de un Congreso antagónico. En octubre, cuando fue la voluntad y organización de la clase obrera que mantuvo al país caminando frente al paro patronal, donde nacieron los cordones industriales en el calor de esa lucha y se mantuvo la producción, el abastecimiento, el transporte, gracias al sacrificio de los trabajadores y se pudo dar el golpe mortal a la burguesía, usted no nos tuvo confianza, a pesar de que nadie puede negar la tremenda potencialidad revolucionaria demostrada por el proletariado, y le dio una salida que fue una bofetada a la clase obrera, instaurando un Gabinete cívicomilitar, con el agravante de incluir en él a dos dirigentes de la Central Única de Trabajadores, que al aceptar integrar estos ministerios, hicieron perder la confianza de la clase trabajadora en su organismo máximo. Organismo, que cualquiera que fuese el carácter del Gobierno, debía mantenerse al margen para defender cualquier debilidad de éste frente a los problemas de los trabajadores. A pesar del reflujo y desmovilización que esto produjo, de la inflación, las colas y las mil dificultades que los hombres y mujeres del proletariado vivían a diario, en las elecciones de marzo de 1973, mostraron una vez más su claridad y conciencia al darle un 43% de votos militantes a los candidatos de la Unidad Popular. Allí también, compañero, se deberían haber tomado las medidas que el pueblo merecía y exigía para protegerlo del desastre que ahora presentimos. Y ya el 29 de junio, cuando los generales y oficiales sediciosos aliados al Partido Nacional, Frei y Patria y Libertad se pusieron francamente en una posición de ilegalidad, se podría haber descabezado a los sediciosos y, apoyándose en el pueblo y dándole responsabilidad a los generales leales y a las fuerzas que entonces le obedecían, haber llevado el proceso hacia el triunfo, haber pasado a la ofensiva. Lo que faltó en todas estas ocasiones fue decisión, decisión revolucionaria, lo que faltó fue confianza en las masas, lo que faltó fue conocimiento de su organización y fuerza, lo que faltó fue una vanguardia decidida y hegemónica. Ahora los trabajadores no solamente tenemos desconfianza, estamos alarmados. La derecha ha montado un aparato terrorista tan poderoso y bien organizado, que no cabe duda que está financiado y por la CIA. Matan obreros, hacen volar oleoductos, micros, ferrocarriles. Producen apagones en dos provincias, atentan contra nuestros dirigentes, nuestros locales partidarios y sindicales. ¿Se les castiga o apresa? ¡No compañero! Se castiga y apresa a los dirigentes de izquierda. Los Pablos Rodríguez, los Benjamines Matte, confiesan abiertamente haber participado en el “Tanquetazo”. ¿Se les allana y humilla? ¡No compañero! Se allana Lanera Austral de Magallanes donde se asesina a un obrero y se tiene a los trabajadores de boca en la nieve durante horas y horas. Los transportistas paralizan el país, dejando hogares humildes sin parafina, sin alimentos, sin medicamentos. ¿Se los veja, se los reprime? ¡No compañero! Se veja a los obreros de Cobre Cerrillos, de Indugas, de Cemento Melón, de Cervecerías Unidas. Frei, Jarpa y sus comparsas financiados por
la ITT, llaman abiertamente a la sedición. ¿Se les desafuera, se les querella? ¡No compañero! Se querella, se pide el desafuero de Palestro, de Altamirano, de Garretón, de los que defienden los derechos de la clase obrera El 29 de junio se levantan generales y oficiales contra el Gobierno, ametrallando horas y horas el Palacio de la Moneda, produciendo 22 muertos. ¿Se les fusila, se los tortura? ¡No compañero! Se tortura en forma inhumana a los marineros y suboficiales que defienden la Constitución, la voluntad del pueblo, y a usted, compañero Allende. Patria y Libertad incita al golpe. ¿Se les apresa, se les castiga? ¡No compañero!, siguen dando conferencias de prensa, se les da salvoconductos para que conspiren en el extranjero. Mientras se allana Sumar, donde mueren obreros y pobladores, y a los campesinos de Cautín, que defienden al Gobierno, se les somete a los castigos más implacables, paseándolos colgados de los pies, en helicópteros sobre las cabezas de sus familias hasta darles muerte. Se le ataca a Ud. compañero, a nuestros dirigentes, y a través de ellos a los trabajadores en su conjunto en la forma más insolente y libertina por los medios de comunicaciones millonarios de la derecha. ¿Se les destruye, se les silencia? ¡No compañero! Se silencia y se destruye a los medios de comunicación de izquierda, el canal 9 de TV, última posibilidad de voz de los trabajadores. Y el 4 de septiembre, en el tercer aniversario del Gobierno de los trabajadores, mientras el pueblo, un millón cuatrocientos mil, salíamos a saludarlo, a mostrar nuestra decisión y conciencia revolucionaria, la FACH allanaba Mademsa, Madeco, Rittig, en una de las provocaciones más insolentes e inaceptables, sin que exista respuesta visible alguna. Por todo lo planteado, compañero, nosotros los trabajadores, estamos de acuerdo en un punto con el señor Frei, que aquí hay sólo dos alternativas: la dictadura del proletariado o la dictadura militar. Claro que el señor Frei también es ingenuo, porque cree que tal dictadura militar sería sólo de transición, para llevarlo a la postre a él a la Presidencia. Estamos absolutamente convencidos de que históricamente el reformismo que se busca a través del diálogo con los que han traicionado una y otra vez, es el camino más rápido hacia el fascismo. Y los trabajadores ya sabemos lo que es el fascismo. Hasta hace poco era solamente una palabra que no todos los compañeros comprendíamos. Teníamos que recurrir a lejanos o cercanos ejemplos: Brasil, España, Uruguay, etc. Pero ya lo hemos vivido en carne propia, en los allanamientos, en lo que está sucediendo a marinos y suboficiales, en lo que están sufriendo los compañeros de Asmar, Famae, los campesinos de Cautín. Ya sabemos que el fascismo significa terminar con todas las conquistas logradas por la clase obrera, las organizaciones obreras, los sindicatos, el derecho a la huelga, los pliegos de peticiones. Al trabajador que reclama sus más mínimos derechos humanos se lo despide, se lo aprisiona, tortura o asesina. Consideramos no sólo que se nos está llevando por el camino que nos conducirá al fascismo en un plazo vertiginoso, sino que se nos ha estado privando de los medios para defendernos. Por lo tanto le exigimos a usted, compañero Presidente, que se ponga a la cabeza de este verdadero Ejército sin armas, pero poderoso en cuanto a conciencia, decisión, que los partidos proletarios pongan de lado sus divergencias y se conviertan en verdadera vanguardia de esta masa organizada, pero sin dirección. Exigimos: 1) Frente al paro de los transportistas, la requisición inmediata de los camiones sin
devolución por los organismos de masas y la creación de una Empresa Estatal de Transportes, para que nunca más esté en las manos de estos bandidos la posibilidad de paralizar el país. 2) Frente al paro criminal del Colegio Médico, exigimos que se les aplique la Ley de Seguridad Interior del Estado, para que nunca más esté en las manos de estos mercenarios de la salud, la vida de nuestras mujeres e hijos. Todo el apoyo a los médicos patriotas. 3) Frente al paro de los comerciantes, que no se repita el error de octubre en que dejamos en claro que no los necesitábamos como gremio. Que se ponga fin a la posibilidad de que estos traficantes confabulados con los transportistas, pretendan sitiar al pueblo por hambre. Que se establezca de una vez por toda la distribución directa, los almacenes populares, la canasta popular. Que se pase al área social las industrias alimenticias que aún están en las manos del pueblo. 4) Frente al área social: Que no sólo no se devuelva ninguna empresa donde exista la voluntad mayoritaria de los trabajadores de que sean intervenidas, sino que ésta pase a ser el área predominante de la economía. Que se fije una nueva política de precios. Que la producción y distribución de las industrias del área social sea discriminada. No más producción de lujo para la burguesía. Que se ejerza verdadero control obrero dentro de ellas. 5) Exigimos que se derogue la Ley de Control de Armas. Nueva “Ley Maldita” que sólo ha servido para vejar a los trabajadores, con los allanamientos practicados a las industrias y poblaciones, que está sirviendo como un ensayo general para los sectores respuesta de la clase obrera en un intento para intimidarlos e identificar a sus dirigentes. 6) Frente a la inhumana represión a los marineros de Valparaíso y Talcahuano, exigimos la inmediata libertad de estos hermanos de clase heroicos, cuyos nombres ya están grabados en las páginas de la historia de Chile. Que se identifique y se castigue a los culpables. 7) Frente a las torturas y muerte de nuestros hermanos campesinos de Cautín, exigimos un juicio público y el castigo correspondiente de los responsables. 8) Para todos los implicados en intentos de derrocar el Gobierno legítimo, la pena máxima. 9) Frente al conflicto del Canal 9 de TV, que este medio de comunicación de los trabajadores no se entregue ni se transe por ningún motivo. 10) Protestamos por la destitución del compañero Jaime Faivovic, Subsecretario de Transportes. 11) Pedimos que a través suyo se le manifieste todo nuestro apoyo al Embajador de Cuba, compañero Mario García Incháustegui, y, a todos los compañeros cubanos perseguidos por lo más granado de la reacción y que le ofrezca nuestros barrios proletarios para que allí establezcan su embajada y su residencia, como forma de agradecerle a ese pueblo, lo que hasta ha llegado a privarse de su propia ración de pan para ayudarnos en nuestra lucha. Que se expulse al Embajador norteamericano, que a través de sus personeros, el Pentágono, la CIA, la ITT, proporciona probadamente instructores y financiamiento a los sediciosos. 12) Exigimos la defensa y protección de Carlos Altamirano, Mario Palestro, Miguel Henríquez, Oscar Gerretón, perseguidos por la derecha y la Fiscalía naval por defender valientemente los derechos del pueblo, con o sin uniforme. Le advertimos compañero, que con el respeto y la confianza que aun le tenemos, si no se cumple con el programa de la Unidad Popular, si no confía en las masas, perderá el único apoyo real que tiene como persona y gobernante y que será responsable de llevar el país, no a una guerra civil, que ya está en pleno desarrollo, sino que a la masacre fría, planificada, de la clase obrera más consciente y organizada de Latino América. Y que será res-
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rearme obrero ponsabilidad histórica de este Gobierno, llevado al poder y mantenido con tanto sacrificio por los trabajadores, pobladores, campesinos, estudiantes, intelectuales, profesionales, a la destrucción y descabezamiento, quizás a qué
El imponente desarrollo de la lucha de clases, pone al descubierto todas las contradicciones que parecían dormitar en el interior de la sociedad capitalista chilena. El despertar de la acción cuestiona todos los instrumentos sociales; no se compadece de las ilusiones, los anacronismos e implacablemente remece a los que avanzan y golpea a los rezagados. Al enfrentarse las clases sociales, presagiando conflictos aún mayores, demuelen las convicciones que transformadas en prejuicios impiden el progreso de la lucha revolucionaria. Al reiniciar sus luchas, los explotados del campo y la ciudad, abren un capítulo trascendente que compromete su suerte por largos años. El dilema está planteado sin equívocos: avanzar hacia una sociedad sin clases o caer en un régimen social más oprobioso. La conducta de los partidos obreros es uno de los elementos más importantes para una solución positiva. ¿Qué anticipan? No se requiere poseer mucha sabiduría política, para constatar que las masas obreras carecen de un partido político cuyo verdadero objetivo sea conquistar el socialismo instaurando la Dictadura del proletariado y el Gobierno Obrero y Campesino. La realidad es elocuente. Programa revolucionario, intencionalidad manifiesta de conquistar el poder, dirección responsable y políticamente formada, influencia efectiva sobre los grandes conglomerados explotados, son los factores que al conjugarse posibilitan la conquista del poder y definan la naturaleza revolucionaria de un partido. Este partido no existe. El Partido Comunista y el Partido Socialista cuentan con la confianza de la mayoría de la clase obrera y en una situación como la presente de extrema tensión determinarán en gran medida la suerte del proletariado nacional. Es inevitable indagar de su verdadera naturaleza. En los últimos años han surgido otras vigorosas tendencias políticas, cuya orientación revolucionaria es inobjetable, careciendo aún de vinculaciones relevantes con el movimiento de las masas, realidad que posterga la cristalización de su objetivo revolucionario. Sin un partido de naturaleza revolucionaria, obreros y campesinos avanzarán dificultosamente, comprometiendo perder el logro de sus menguadas conquistas, condenándose quizás, a largos años de estancamiento y descomposición. La urgencia de contar con un partido revolucionario surge de una situación política y socialmente madura. Los diversos elementos que posibilitan la creación de un partido de esa clase, ya están dados en la realidad actual. Lo que conspira para su concreción es su diseminación políticoorganizativa en el conjunto de las fuerzas de la clase. Es esta una contradicción que debe ser explicada por la propia historia del movimiento obrero. El crecimiento del proletariado ha sobrepasado sus lentas acumulaciones, alcanzando el límite cualitativo posible del período y que sólo podría amplificarse por un ensanchamiento social y un salto industrialista. Esa eventualidad, que en teoría no puede descartarse, está cerrada por el encajonamiento de la sociedad burguesa y por el dinamismo insurgente que hoy muestran las fuerzas anti-explotación. No es exagerado pensar que el pleito histórico se resolverá en una realidad orgánica en lo fundamental inmodificable. El proletariado ha construido sus propios partidos, herramientas para su permanente lucha social. Desde hace ya cuatro décadas se moviliza y combate siguiendo la orientación de sus partidos de clase, políticamente desprendido de las fracciones burguesas, expresando su masiva liberación política. Un fenómeno como ese constituye un innegable progreso, que demuestra tanto la existencia de la clase definitivamente constitui-
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plazo, y a qué costa sangriento, de no sólo el proceso revolucionario chileno, sino también el de todos los pueblos latinoamericanos que están luchando por el Socialismo. Le hacemos este llamado urgente, com-
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pañero Presidente, porque creemos que ésta Industriales. 2) Comando Provincial de Abastecimiento es la última posibilidad de excitar en conjunto, la pérdida de las vidas de miles y miles de lo Directo. 3) Frente Único de Trabajadores en Conmejor de la clase obrera chilena y latinoameflicto. ricana. 1) Coordinadora Provincial de Cordones
partido de clase y partido revolucionario
da, como la comprensión político-social de esa quista de su pensamiento político para unificar misma existencia. el movimiento economicista- pasado de la clase –con la expresión política- futuro de la clase Para nuestros hábitos políticos esta situación –que se programaba con fines diferenciales, no resulta sorprendente y queremos pensar que irrenunciables. Venido de fuera el Socialismo se esos partidos son consustanciales a la clase. inyectaba al movimiento espontáneo de la claUna mirada al contorno Americano bastaría para se. El partido recién creado debía vivir su propio sacarnos del error. En la mayoría de los países drama. Paradojalmente el partido no se fundió de América Latina el proceso de unión de las con el movimiento masivo del cual parecía su clases con una conciencia política propia es un lógica expresión. El aparente partido de la clase proceso inscrito en el futuro. Los trabajadores no representaba a la clase real. Durante una décarecen de partidos independientes que los libe- cada los trabajadores seguirían siendo pasto de ren como clase de la influencia de la burguesía. la voracidad de las corrientes progresistas de la Los trabajadores chilenos han dado este paso en burguesía nacional, como ocurriera los años 20 hora temprana. con el liderazgo de A. Alessandri. La historia de los partidos de la clase es singular. Han rescatado al proletariado de la órbita burguesa, asumiendo ellos los compromisos de la clase. Tan pronto nacidos, los partidos de la clase han pactado con los partidos burgueses, arrastrando al proletariado a la colaboración de clases. Es sabido. Eso significa supeditar el interés de los trabajadores a los intereses de la burguesía y mantener el sistema de la explotación. Los partidos de la clase, Socialista y Comunista, fueron los responsables conscientes de la política colaboracionista. Al proceder así, ¿expresaban los intereses reales de obreros y campesinos? Sus dirigentes se han empeñado –con cierto éxito debemos reconocerlo- en explicar que su táctica arabesca conducía a la destrucción del régimen de la explotación y que miraba a los fines históricos del pueblo. Después de años de combate y sacrificio el proletariado puede hacer su balance. La emulsión por parte de la clase de sus propios partidos clasistas plantea más de una reflexión al pensamiento revolucionario. Esos partidos han sido generados en momentos distintos del desarrollo de la clase obrera. Esa diferencia generacional condicionó más de una vez rutas contradictorias uniendo o separando a sectores de la clase que con su gimnasia han sellado el destino de los partidos de la clase. Si en un momento “tener partidos de clase” pudo ser el salto que unía indeleblemente a la clase a los fines del socialismo, esa cualidad se ha diluido en el nuevo marco social resultante, justamente por la impotencia de destruirlo. Que la política impotente de los partidos, ungiera a la clase al carro del desarrollismo y que este desarrollo amplifique las posibilidades de la conquista del poder, no puede justificar históricamente a esos partidos y mucho menos concederles nuevos plazos. A la sombra del desarrollismo han crecido nuevos factores que plantean el problema de clase, Partido y Revolución en fórmulas ajenas a todo transformismo interno de los viejos partidos de clase.
Un largo período debería transcurrir antes de que el proletariado acomodara su curso y superara el hiato histórico entre la clase económica y la clase política. Los movimientos militares habían derrocado a Alessandri y la dictadura de Ibáñez interrumpe el curso normal del movimiento obrero destruyendo las organizaciones sindicales y políticas. La crisis económica de 1931 desencadena un proceso político que debería derribar la dictadura y es al calor de grandes acontecimientos sociales que se reinicia el diálogo del proletariado con las formas políticas. El golpe militar del 4 de Junio de 1932 debería desempeñar un papel catalizador para todo el proceso político chileno dando una perspectiva al movimiento político de los trabajadores. Es en ese año cuando se forma el Partido Socialista. La aparición del PS es un acontecimiento decisivo en la trayectoria del movimiento obrero. Se produce la fusión real de la clase con su partido. Mayoritariamente el proletariado, se vuelca en su simpatía y adhesión al partido del socialismo; lo reconoce como su criatura legítima. Esta identificación se produce en circunstancias en que el movimiento de la clase muestra anomalías y debilitamientos concretos. El sindicalismo refleja en su estructura legalista, amarilla, post-dictadura, el pasado del movimiento y sus dirigentes no se identifican con las masas. Esta realidad será positivamente modificada por su reajuste interno y por la necesidad del PS de conquistar la dirección real de un movimiento sindical que básicamente se le da. La unidad sindical y la formación de la CTCH, trae las cosas al orden natural. Al crecer y organizarse el sindicalismo lo hace bajo el pabellón de su partido de clase. Dirección sindical y política se corresponden y tras ellos, la clase en sí y su partido se identifican. Se abre así el capítulo más importante de la conjunción clase, programa y partido. La clase obrera enfrenta en un nuevo plan a sus enemigos. El año 1938 es un hito importante para el movimiento obrero. La clase obrera abría la marcha acaudillada por el Partido Socialista y el Partido Comunista. La participación de ambos es desigual. El primero tiene una formación de aluvión, contando con la adhesión de la clase, agrupa en su torno a la mayoría de las pequeñas fracciones socializantes que campeaban lúgubremente en la lucha política y que en lo fundamental son soldadas por el apoyo masivo. El programa y la estrategia del partido expresa esta fusión de las micro tendencias, con sus antagonismos relativos y la presión mayoritaria del proletariado, que vive su adolescencia clasista.
política y sociales había lanzado al país al reacomodo de todas sus estructuras, planteando con urgencia modificaciones substanciales. La economía monoproductora del país, había puesto dramáticamente en relieve el atraso general, su insuficiente desarrollo industrial, que al conjugarse con la muerte del comercio exterior amenazaba con quebrantar toda la arquitectura de la sociedad clasista. De 1931 a 1938 burguesía había logrado en equilibrio inestable, sortear peligrosas situaciones. Un afortunado escamoteo de la voluntad popular mantenía en el poder a la derecha burguesa, afincada en el latifundio. Su base económica y social le había permitido enfrentar en mejores condiciones las crisis provocadas después de 1931 y al mismo tiempo operar exitosamente en una lucha de clases, en momentos en que el proletariado se desentumecía y aceitaba su partido recién creado. El país debía dar solución a sus agudos problemas. Este solución resultaba imposible si no ser provocaba un desarrollo de las fuerzas productivas. Esa tarea no podía se enfrentada por la derecha burguesa. A su vez el sector industrialista burgués era demasiado débil para emprenderlo con sus exclusivas fuerzas. Esta “empresa” exigía un desplazamiento político con la derrota de un adversario que parecía poderoso. En esas condiciones existía una sola fuerza capaz de provocar ese desplazamiento político: el proletariado nacional, que emancipado políticamente, ya no era una clientela política manejable al viejo estilo. Para dialogar con los obreros era necesario hacerlo con sus partidos, sus sindicatos, con sus organizaciones de clase. La burguesía ya no pisaba terreno seguro. Un quinquenio de luchas (1932-37), huelgas, manifestaciones callejeras, mítines incesantes; la entrada a los Municipios y al Parlamento de los nuevos representantes del proletariado, el vigor de una Central Sindical que agrupaba a todos los trabajadores, no dejaban lugar a ningún equívoco. La democracia obrera adentraba en el corazón de la sociedad de clases. La izquierda burguesa no vaciló y enfrentó la tarea de construir una alianza de clase que inauguraba un nuevo estilo en el sojuzgamiento de los explotados. El Frente Popular hacia su entrada. Si en el pasado el proletariado había participado en las luchas políticas ayudando al triunfo de una u otra coalición burguesa, su intervención había estado limitada por la preponderancia de los líderes de las fracciones burguesas.
No se trataba solamente ahora que el proletariado por su número, organización y disciplina, inclinara la balanza del poder. El proletariado resultaba la única clase que podía impulsar los fines de su adversario y ensanchar las bases de la sociedad de su propia explotación. Creyendo luchar por sus propios fines, los hipoteca a favor de un sector clasista, impotente por sí mismo para enfrentar su tarea. Socialista y rebelde la clase obrera impulsaba la reforma burguesa. Representaba su particular drama histórico. Pujante y resuelto en una situación de gran inestabilidad política, con un sector burgués débil, estaba en condiciones de empujar la reforma burguesa hasta la revolución. Esta era coyunturalmente posible, pero este proletariado tenía una debilidad estructural. Una falta de desarrollo propio, por la carencia de crecimiento de la sociedad capitalista y la falta de industrialización. Ese salto exigía una dirección de una cualidad superior que en ese momento no existía.
En el tiempo, el más antiguo partido de clase es el Partido Comunista, fundado en 1922. Formalmente su nacimiento se entroncaba con el movimiento sindical de la época, ligado a Recabarren, su máxima figura directiva. Los primeros años del siglo son los de las luchas de los trabajadores empeñados en elevarse de su misérrima condición laboral. En esos años surgieron las primeras organizaciones sindicales que tomaban en sus manos la defensa económica y social de la balbuceante clase obrera. En esas organizaciones se perfilaba la independencia política futura del proletariado, que no era aún una realidad. Un proletariado reducido, un artesanado pauperizado, una minería en lo fundamental paralizada Al sonar en 1917 las nobles campanas de la Re- y cuyos obreros por miles habían emigrado a la volución de Octubre, las ideas del bolchevismo capital, componían esa masa abigarrada que era comienzan su expansión. Caerían en tierra de el proletariado nacional. Todo el proletariado de barbeche sobre un proletariado en formación un país no industrializado. El PS lo representaque no se sacudía aún de la influencia de las ba. Era todo el partido de clase que podía ser clases dirigentes y que iniciaba la formación de en esas circunstancias del desarrollo económico sus cuadros directivos. Con la formación del PC, y social. El gobierno del Frente Popular inicia una fase bajo la tutela de Recabarren –real secretación de desarrollo indiscutible, en el plano industrial política el movimiento obrero tendía a la con- La crisis económica de 1931, generando crisis y social; permite el crecimiento de una burguesía
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industrializada y por el mecanismo de la reforma ensancha la sociedad burguesa y realiza gran parte de las reivindicaciones demo-burguesas. Compromete al proletariado en el proceso de capitalización y la industrialización. Así surge un proletariado propiamente industrial y urbano con un peso numérico y específico trascendente, que en el curso de su crecimiento define sus objetivos formales y se entrega al proceso del crecimiento reformista, conformándose a un rol de sector de presión.
tariado. Hemos sostenido que el PS surge como una eclosión que lo funde en un momento de su historia con las grandes masas y que lo pone en ecuación unificadora al frente del movimiento político y sindical. Por un momento condensa desde la potencialidad nacionalista (implícita a un país que depende del imperialismo) a las reivindicaciones propias del movimiento obrero, adquiriendo una cierta “causal legitimidad política”. Esta característica produce un “socialismo sui géneris”: programáticamente aúna inconscientemente un nacionalismo criollo a una formulación socialista ambigua, intentando representar a todas las clases. Representante de los obreros hurta el cuerpo buscando fórmulas híbridas de alianza de clases. Su fórmula Gobierno de Trabajadores Manuales e Intelectuales lo define. Su estrategia, convertida fundamentalmente en táctica se moldea más en consonancia con los recursos políticos del reformismo europeo a contrapelo de la propia realidad nacional. Presionado por una realidad explosiva y por la debilidad de la burguesía industrialista, comparte con ella el gobierno. Que en el gobierno jugara un papel subordinado estaba en la naturaleza de las cosas.
La generación de los partidos de la clase obrera, ha desencadenado procesos contradictorios, complejos, que de una parte condicionaron la propia marcha de la atrasada sociedad chilena, dando una fisonomía extraña al historial del movimiento obrero, desvirtuando la profunda característica clasista de sus propios partidos, impidiendo en definitiva que su calidad de Partidos de Clase, se coronara con el cumplimento revolucionario de los fines de la clase. Si por un momento pudieron expresar la necesidad social e histórica de crecimiento y maduración de la clase obrera dentro de la expansión necesaria de la sociedad capitalista y burguesa, al expresar a la clase en ese proceso –oposición obrera dentro del sistema- la realización como política cerrada –autosuficiente- y cayendo en una forma –semicolonial- del viejo revisionismo bersteniano. El fin Sus relativas oposiciones al Partido Comunista no importa, basta luchar por la reforma. no nacían de un antagonismo fundamental con la concepción mundial del stalinismo, sino de las Es efectivo que los partidos Socialista y Comu- diferenciales temporales de la cambiante táctica nista tienen una influencia decisiva en los más de éste a escala mundial. Cambio que en algufuertes estratos de la clase. Los obreros depo- nas circunstancias de la realidad nacional tomasitan su confianza en ellos. Existe aún, en sus ban carácter sustantivo. términos estructurales una ligazón entre el movimiento económico y político de la clase y esta En un período considerablemente corto el Partido ligazón está dirigida por estos partidos. En el Socialista perdió su condición hegemónica en la constante vaivén entre explotados y explotado- clase obrera. Los trabajadores, comprometidos, res, en su lucha permanente por sus reivindi- interesados en el proceso de la capitalización, a caciones y demandas dentro del régimen, en el lo cual el Partido Socialista y el Partido Comunisjuego democrático, que sólo en su potencialidad ta le daban un sentido de apoyo político al régihace peligrar el régimen capitalista, estos parti- men burgués, se orientaban instintivamente a un dos se comportan como la vanguardia de los tra- apoyo crítico al régimen, apoyando la expansión bajadores, al mismo tiempo que ponen el cuerpo industrialista demo-burguesa, desde el punto de para impedir su escalada revolucionaria. No ha- vista de sus intereses concretos. Sin oponerse biendo sufrido la sociedad hasta el presente una al desarrollo de la sociedad por la vía capitalisfractura verdaderamente crítica, esta política ha ta, defendían en esta expansión, sus intereses sido posible: mantener la confianza de las masas reales en permanente oposición a los intereses y necesarios a la burguesía y a la llamada convi- burgueses. Si los dos partidos eran responsavencia democrática. bles de la colaboración, el PS se comprometía negativamente en el proceso expansivo. El PC Desde 1938 adelante la Sociedad Chilena ha con su independencia del aparato del Estado, se consumido la revolución democrática burguesa, presentaba como el receptáculo izquierdista que sus contenidos precisos, sus reivindicaciones, recibía el descontento de las masas. llegando al límite de la ampliación democrática de la burguesa sociedad chilena y ello sin satis- Así el PC crece por constante decantación polífacer las aspiraciones fundamentales del prole- tica y paulatinamente ve reemplazando al PS de
su condición de partido mayoritario de la clase, transformándose en una fuerza que termina por doblegar el primado político masivo del PS. Su carácter internacional, sus rígidas formas disciplinarias, la lentitud del proceso, explican en más de un sentido tanto la adhesión de las masas como la incondicionalidad de los militantes. Si desde su formación a 1938, el PC podía considerarse programáticamente un partido de la clase, aunque su influencia sobre ella fuera minoritaria, desde 1940 adelante por sucesiva decantación, se transforma en el partido de la clase y en su conciencia política. Resulta innegable que si bien el PC se transforma cuantitativamente, no ha superado, sino tal vez agravado, el fenómeno de ser partido de clase en el seno de la convivencia burguesa. No se trata de una afirmación gratuita. Por su negativa a participar en los gobiernos burgueses desde 1938 a 1946, por su ligazón internacional, representante del estalinismo mundial que las masas confunden con la URSS y el bolchevismo, se beneficia del desprestigio del PS en la postguerra acelera el proceso y las masas se desplazan a la izquierda fortaleciendo al PC. Pero éste no era y no lo es, un partido independiente, sigue los dictados de la política de Moscú, condiciona su política a los intereses externos de la burocracia. En 1946 impulsa la colaboración de clases una vez más y no sólo ayuda al triunfo del radicalismo, sino como ayer el PS, ingresa a los ministerios burgueses. A poco andar Gabriel González Videla inicia la contrarreforma, se deshace de los comunistas, los persigue y al dictar la ley de defensa de la democracia los eclipsa legalmente por 10 años. Si orgánicamente ha podido reconquistar y mejorar su condición de partido mayoritario de la clase, su historial demuestra que se ha desembarazado en definitiva de los objetivos esenciales de la clase. La independencia política que ambos partidos han exhibido en los últimos años, más que la expresión de sus reconsideraciones políticas, responde a las fuertes presiones e inclinaciones de la clase obrera y a la negativa burguesa de entenderse con ella. En un período político, con Ibáñez en 1952-58, con Alessandri y Frei, la burguesía se ha sentido lo suficientemente fuerte, como para rechazar la colaboración orgánica de clases. Ante los nuevos acontecimientos, no bastan ya los partidos de clase. Son el pasado de la lucha. Si todavía son fuertes y muestran una influencia que parece acrecentada, se debe a que la clase en vísperas de un gran combate no renuncia a sus partidos, sino los somete, quizás por última
vez a la prueba de gigantescos acontecimientos. “Nunca está más oscuro que antes que amanezca”. Ahora más que nunca es importante no engañarse. Debemos mirar al fondo del proceso, a la entraña de los partidos de la clase. Su reciedumbre externa tiene mucho de la rigidez de la muerte. Internamente están profundamente conmovidos. Los militantes cumplen todavía su deber, pero ya no están seguros. Al igual que la clase esperan la hora de la prueba, combativos, pero con la muerte en el alma. Por sus condiciones especiales el PS es el más conmovido. Más que un partido es hoy una federación de tendencias. Su avanzada revolucionaria interna ha desatado una no siempre tácita tregua política, pero no ha arriado sus banderas revolucionarias. En el triunfo o en la derrota ella habrá de elevarse hasta la concepción del Partido Revolucionario de la Clase. Si en el PC el diseño de las tendencias restauradoras se ve disminuida por la disciplina burocrática y el monolitismo, es bien evidente que su confianza está corroída y en su momento eclosionará para sumarse a las fuerzas vivas de la revolución. Fuera de los dos partidos, las auténticas vanguardias revolucionarias cumplen con su deber, profundizan y disciplinan su trabajo y cada día mayores audiencias las reciben. Sin partido revolucionario de la clase la revolución sufriría graves tropiezos y la revolución está ad portas. Pero este Partido ya existe en sus bases ideológicas y materiales. Sólo debe conjugarse. La ampliación y la elevación del combate provocará desgarramientos inevitables en el seno de los partidos tradicionales que entregará a lo largo de todo el país cuadros numerosos, fundidos a la clase y que al unirse a las corrientes revolucionarias externas harán realidad el nuevo Partido Revolucionario, única garantía del triunfo pleno de la Revolución Socialista. Por encima de cualquier diferencia ideológica, la Vanguardia externa y aquella que vive su tregua en el interior de los partidos se unen en su voluntad de conquistar el poder para los trabajadores, por su voluntad de conquistarlo con las armas en la mano destruyendo el viejo orden, por su voluntad de unirse bajo el alero del único partido hoy posible: el Partido Revolucionario de la Clase, el Partido de la Revolución Proletaria y Socialista. Agosto/Septiembre 1970
homenaje al compañero héctor velásquez diaz
El día 5 de septiembre se realizó en la sede del Sindicato Nº 1 de trabajadores de Madeco un acto de homenaje a nuestro querido compañero fallecido el 4 de septiembre del año 2003. En dicha ocasión numerosos trabajadores, dirigentes sindicales y militantes revolucionarios se dieron cita para reafirmar su compromiso con la lucha obrera y por el socialismo, las mismas banderas que levantó el compañero Velásquez. El texto que sigue corresponde a palabras pronunciadas ese día en nombre de la Tendencia Socialista Revolucionaria.
Cinco años han transcurrido desde que no contamos con la presencia física del compañero Héctor Velásquez, pero el brillo de su ejemplo y sus ideas no dejan de dar poderosos destellos. Hoy más que nunca se engrandece su ejemplo señero de compromiso absoluto con los trabajadores, siendo su consecuencia con los intereses inmediatos y futuros del pueblo trabajador sus rasgos más destacados como luchador social. Eminente miembro del sindicato Madeco, gestor y fundador de la Federación Nacional De Sindicatos Metalúrgicos y de la Coordinadora de Sindicatos del grupo Luksic, participa también en la formación de la CUT, impulsor en 1982 de la Primera Conferencia Intersindical Metropolitana. A Héctor siempre se le encontraba comprometido en proyectos de unificación sindical, esforzándose y trabajando para llevarlos a cabo. Estaba consciente, y lo hacia ver, de las agresiones que se orquestaban en contra de los trabajadores con el propósito de debilitar sus filas y aumentar las arcas patronales.
gable era recuperar la CUT para que dejara de ser caja de re- rechista Alianza por Chile. Constituiría un grueso error buscar sonancia de los proyectos patronales, o bien, conformar otras en la pugna política entre estos dos bloques una expresión de convergencias sindicales. la lucha social que divide a la sociedad” Cinco años después sigue estando esta tarea pendiente. Que atingentes son estas palabras, cuando estamos a pocos El ámbito de las actividades de Héctor comprendía también días de la invitación que nos hacen a legitimar con nuestro voto su militancia destacadísima en el Socialismo Revolucionario, las instituciones creadas por los patrones y gerenciadas por la asumiendo esto desde temprana edad, se inicia en Valparaíso Concertación. como dirigente estudiantil y conoce en la organización política en que hace sus primeras armas a eximios cuadros obreros Nos convocan a que demos justificación y sustento al circo de que ayudan a acerar su ser revolucionario. pillos, donde deciden cómo van a apalear a nuestros hijos estudiantes y cuales planes antipopulares y antiobreros van Ya más tarde lo encontramos ayudando a conformar conver- a realizar. gencias políticas con otros sectores que en ese entonces se reivindicaban como socialistas y revolucionarios. En cambio nuestro compañero, nos llamaba a despreciar a los que habían recibido sus cargos de gobierno con el voto de los Años después, propuso trabajar para conformar un bloque de trabajadores y sin embargo estaban prestos a hacerles genuizquierda que contuviera a los que todavía no claudicaban al flexiones a la burguesía y darle la espalda a los trabajadores. poder del capital, y a los que en ese entonces constituían un 40% de sectores populares que se restaban a participar en el Nosotros como TSR llamamos a no participar en la farándula juego electoral. electorera, pero sí a buscar los medios y métodos para dar visibilidad a esta opción. No podemos permitir que la intención de Nos decía en un documento que él redacta en el año 2003: voto solo tenga que distribuirse entre un clan burgués u otro.
Una larga lista de impúdicos planes de despojos, eran ya las “ Nuestra principal preocupación debe orientarse hacia la preocupaciones que mostraban sus discursos: flexibilización creación de un frente independiente y representativo de las laboral, rebajas salariales, privatizaciones, subcontrato, etc. fuerzas populares, independiente del Gobierno, de los partidos sostenedores del sistema capitalista y de las concepciones Ahora, habría que agregar que en el gobierno de Bachelet se burguesas o reformistas “ ha legalizado el suministro de mano obra (que es trafico de carne humana), y se escuchan por parte de supuestos socialis- Y nos advirtió: tas, propuestas de terminar con el pago de mes por año. Ayer, él nos decía que para enfrentar todo esto, era necesario “ Durante los últimos 12 años la escena política nacional ha la organización de los trabajadores, y que la tarea imposter- sido dominada por los clanes políticos del gobierno y de la de-
Tenemos que levantar la alternativa de los trabajadores. Mejor sigamos al compañero Héctor Velásquez en su sueño de formar un partido revolucionario de la clase obrera, que trabaje para hacer realidad un gobierno de los trabajadores, para los trabajadores y por los trabajadores.
¡ Viva el compañero Héctor Velásquez! 5
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crisis capitalista y situación latinoamericana 1º de Mayo de 2008: Es hora de dar un paso al frente para construir un Partido de Trabajadores Revolucionario
Este primero de mayo, día en que los trabajadores del mundo se hermanan en la lucha por sus reivindicaciones, transcurrirá atravesado por los primeros embates de una crisis de enormes proporciones en la economía mundial capitalista, a la que algunos analistas internacionales ya están empezando a comparar por su magnitud, con la del año 1929. Los gobiernos de EE-UU, Alemania, Suiza y en los últimos días Inglaterra, tuvieron que salir al rescate de los grandes bancos, gastando centenas de miles de millones de dólares para salvarlos de la quiebra. Mientras tanto, el hambre golpea a las grandes masas populares. Millones de trabajadores y pobres salen a protestar contra la carestía de los alimentos en Haití, Honduras, República Dominicana, Egipto, Indonesia, Mauritania, Marruecos, Yemen, Guinea, Mozambique, Senegal, Camerún y Burkina Faso. La decadencia de EE-UU es profunda. Si en la época de auge EE-UU era considerado “el país de la libertad” porque abría sus brazos a la inmigración, hoy, “el país más poderoso de la tierra” tuvo que levantar un muro vergonzoso en la frontera con México porque no puede absorber el ingreso de las masas pobres centroamericanas. La decadencia del capitalismo imperialista no se manifiesta solo en la crisis económica, sino también en la depredación del medio ambiente y la expoliación de los recursos naturales. Tras la recesión del 2000, el imperialismo americano –con la excusa del terrorismo- se lanzó a la conquista del dominio exclusivo de las fuentes de energía en Medio Oriente, generando guerras en las que asesinan a mansalva a los pueblos de Irak y Afganistán. El apoyo de EUA a la ofensiva de Israel contra Hamas condena a los palestinos de la Franja de Gaza al genocidio, mientras al interior de la “democracia” americana se legaliza la
tortura, y la amenaza de una guerra contra Irán acerca la posibilidad de un holocausto nuclear.
Actualmente, las primeras manifestaciones de la crisis, con epicentro en EE-UU pero de consecuencias mundiales, están provocando no sólo luchas reivindicativas de los trabajadores en varios países de Europa (Grecia, España, Suiza, Alemania, Francia), sino también bruscos virajes políticos. La popularidad de Sarkozy en Francia cayó estrepitosamente en pocos meses de gobierno, mientras que en Italia el descontento popular por la situación económica le dio el triunfo a Berlusconi. Pero, si la anterior recesión estadounidense del 2000 trajo como consecuencia fundamental la invasión imperialista a Afganistán e Irak, la que está comenzando, que todo indica será mucho mayor, promete abrir un período de grandes convulsiones en la lucha de clases y en las relaciones internacionales entre los estados. En América Latina, la crisis asiática de 1997 y la posterior recesión en EE-UU (2000-2002) provocaron profundas crisis políticas y levantamientos populares en varios países: Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina. Por estos procesos de lucha y su influencia en el conjunto del continente, llegaron al poder, en alianzas con partidos tradicionales de la burguesía, partidos reformistas de base obrera, (Lula en Brasil y Tabaré Vázquez en Uruguay), movimientos pequeñoburgueses como el MAS de Evo Morales o el Movimiento Bolivariano de Chávez, y el ala burguesa de “centroizquierda” del peronismo en Argentina. La salida artificial de la crisis en EE-UU basada en el endeudamiento, tuvo como consecuencia una recuperación económica en la región, a partir de un gran crecimiento de sus exportaciones, lo que le permitió a estos gobiernos contener al movimiento de masas, y ganar una base importante de apoyo. Pero con la recuperación económica se fue fortaleciendo la clase obrera, que todavía de manera desigual está empezando a dar luchas, ocupando el lugar de vanguardia que en el anterior período tuvieron los campesinos, las clases medias y sectores populares urbanos. A la primera oleada protagonizada en varios países por sectores estatales (principal-
mente docentes y trabajadores de la salud) con su punto culminante en el levantamiento de Oaxaca (México), le sigue ahora la clase obrera industrial incluyendo los trabajadores tercerizados o precarizados. Así vimos –por nombrar algunas de las más importantes- las huelgas de los mineros y otros sectores obreros en Bolivia, México, Chile y Perú, además de varias huelgas generales contra el gobierno uruguayo del Frente Amplio, y últimamente la huelga de los obreros de Sidor en Venezuela, que derivó en la nacionalización de la acería. Con distintos ritmos, la clase obrera está haciendo su experiencia con el contra-reformismo antiobrero de Lula, Tabaré y Bachelet, por un lado y con los tibios “nacionalismos” de Evo y Chávez, por otro. Al mismo tiempo, los primeros efectos de la crisis internacional están polarizando a las burguesías latinoamericanas. La derecha proimperialista venezolana se recuperó parcialmente tras la derrota de Chávez en el último referéndum. En Bolivia se profundiza la crisis generada por la oposición de la gran burguesía de Santa Cruz y otros departamentos orientales, a las tibias reformas del gobierno de Evo Morales. Por otra parte, el ataque de las FFAA colombianas con apoyo yanky, contra un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, marca la intención del imperialismo yanky de retomar la ofensiva en la región. Ante esta situación, así como Chávez y Correa capitularon vergonzosamente ante el peón del imperialismo yanky, Uribe, Evo Morales cede ante la oligarquía cruceña. PRS-La Causa Obrera (Argentina) *Artículo publicado para el 1º de Mayo por el órgano del PRS, Argentina
aporte al balance estudiantil Las fuerzas contenidas de la sociedad han explotado y este proceso no es reversible históricamente y debe alcanzar su clímax, desenvolverse en todo su potencial ya que todo movimiento nace para madurar. Esta evolución no tiene por qué seguir un curso lineal, recto, sino que se verifica a través de saltos y retrocesos, pero no por ello deja de estar inscrito en una curva ascendente.
derrota del proceso revolucionario labrado por trabajadores y campesinos, la salida pactada de la Dictadura equivale a la continuación de esta derrota. La clase obrera chilena no ha sido capaz de recomponerse orgánica ni ideológicamente y esta tarea, de primer orden, ha sido hasta el momento difícil justamente por la permanencia y manutención intacta del orden inaugurado en 1973. Despedazar esta pesada loza que oprime a las grandes mayorías desde hace décadas se inscribe como requisito ineludible para que se produzca el rearme de los explotados. Es esta una tarea que necesariamente revestirá la forma de demandas democráticas.
Básicamente, es posible afirmar que un nuevo período de la lucha de clases ha sido inaugurado y esto ha corrido por cuenta del estudiantado, sector por definición híbrido, de composición policlasista que no se corresponde de manera exacta con las clases fundamentales de la sociedad. Importa comprender La burguesía por qué el estallido se produce justamente por ahí y no por otro sector. La burguesía por su lado padece su propia crisis y descomposición. La política de Pacto Social, tras 20 Solo el análisis de la situación por la que atraviesan años, se ha desgastado y se ha demostrado impotenburgueses y proletarios puede alumbrar una res- te para gobernar sin Pinochet. La represión extrema puesta. que se impone en Chile es un síntoma inequívoco de la conflictividad social encerrada en el centro de la La clase obrera sociedad. Ante las abrumadoras demandas populares, la burguesía se muestra mezquina y sorda, sin Tras 17 años de gobierno militar, la burguesía chile- querer comprender que con esta actitud allana el cana se ve obligada a continuar su dictadura de clase mino para los enfrentamientos decisivos que afanobajo formas democráticas, única manera posible de samente intenta postergar. Aún así, ¿podría la burfracturar el eje socialismo/capitalismo que amena- guesía ceder, ampliando el marco democrático, a las zaba con reaparecer, y suplantarlo por el falso su- demandas populares? La posibilidad de regenerar la cedáneo dictadura/democracia, quedando la clase colaboración de clases a manos de los antiguos parobrera embarcada en una política de colaboración tidos obreros (PS y PC), que en otro momento pude clases que no eligió, que le fue impuesta. dieron jugar el rol de salvavidas del orden burgués, se encuentra en este periodo descartada tanto por el Si el golpe de estado del 11 de septiembre significó la traspaso del PS a las filas de la burguesía como por
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la imposibilidad del PC de ofrecer un programa de reformas que apacigüe y canalice el descontento de las mayorías explotadas. La situación por la que atraviesan las clases fundamentales, les impiden tomar por el momento el rol que les corresponde jugar dentro de la sociedad. La vía de escape se canaliza por un sector que no se corresponde exactamente ni con explotados ni explotadores pues no está inserto en la producción. El estallido estudiantil no viene más que a expresar esta realidad, ahí radica su importancia. Su sello está dado por el hecho de que el clima social desatado no podrá durar indefinidamente dirigido por el estudiantado. Los secundarios Por la importancia que reviste, por develar las contradicciones más profundas de la sociedad, el estallido estudiantil del 2006 y su continuación el 2008 expresada con nuevos elementos, merece ser analizado en su propia dinámica. La gigantesca arremetida secundaria del 2006 vino a modificar el clima social mantenido durante décadas en la sociedad, dando inicio a una temporada de intranquilidad para el gobierno y la burguesía en general. Más de 800.000 jóvenes fue el contingente que se arrojó a las calles del todo el país en ese entonces. La enorme represión desatada por el gobierno no significó el repliegue: la burguesía debía responder con algo más que con policía a las demandas de los
rearme obrero estudiantes. La creación del Consejo Asesor Presidencial y más tarde el proyecto de Ley General de Educación fueron la respuesta que buscaba apaciguar los ánimos de la juventud, procurando mantener a la vez intacto todo lo que de repudiable tiene la educación en Chile. El movimiento no podía durar indefinidamente y decayó, pero dio de sí todo de lo que era capaz. Llegó hasta donde podía llegar dentro de la situación general de la sociedad: fue una avalancha que se cuestionó el sistema educacional entero, ese fue el techo. El repliegue parcial que sobrevino durante el 2007 significaba el tiempo necesario para digerir lo sucedido, sacar las lecciones y volver a embestir con las armas de la experiencia, con un escalón más de experiencia y desengaño agregado a la escala de la evolución del movimiento. El 2008 se cosechó lo sembrado dos años antes. El grito de desasosiego descargado por los secundarios a toda la sociedad no fue indiferente para otros sectores los cuales a pesar de su incapacidad para tomar un rol activo en las primeras jornadas, se sumaron aunque con retraso al segundo round de la lucha: los universitarios y los profesores hacían su entrada.
Los universitarios Los universitarios se incorporan a la lucha inaugurada por los secundarios arrastrando su propia historia de derrota, sin haber logrado aún el rearme orgánico ni ideológico tras la descomposición sufrida por ellos y por la universidad misma en 1973. Tras la represión física desatada contra los estudiantes, es destruida la FECH como ente aglutinador y coordinador de las luchas universitarias a nivel nacional. A finales de los 70´s la U. de Chile es desmembrada, quedando su presencia reducida sólo a Santiago. En 1981 comienza el florecimiento de las universidades privadas. En este sentido es posible aseverar que este sector estudiantil corrió la misma suerte de la clase obrera a manos de la contrarrevolución burguesa. Tomando en cuenta este pasado que hoy se expresa como una realidad aún no superada, los secundarios cuentan con una ventaja respecto de los universitarios. No podía parecer extraño entonces que fueran justamente los primeros quienes arrastraran a estos últimos. Así tampoco aparece como raro el hecho de que en 2008 los estudiantes de la educación superior se sumen a la lucha de manera dispareja: por un lado, a través de la FECH, resabio burocrático y reformista de la FECH de otros tiempos; y por otro de manera inorgánica y dispersa los estudiantes de las universidades privadas. Esto no es más que reflejo de las mutaciones históricas sufridas por la educación y por el estudiantado.
Los profesores Si bien el estallido del 2006 fue apoyado por la inmensa mayoría de la población, este apoyo no se expresó más que abstractamente. Con una debilidad orgánica de proporciones, los trabajadores eran incapaces de asumir organizadamente la anhelada unidad obrero-estudiantil, menos aún con una CUT que, burócrata y ofensiva contra los mismos trabajadores, tomó una actitud abiertamente reaccionaria contra el estudiantado. Hoy la CUT políticamente impulsa y defiende la colaboración de clases que contra su voluntad soporta la clase trabajadora. En su interior subsisten con fuerza gravitante los gremios que no son propiamente proletarios, como los empleados fiscales, de la salud, municipales y los profesores. Éstos sectores no están insertos en la producción y representan más bien los intereses de las capas medias de la sociedad que miran con recelo a los obreros y
numero 1 • 2008 que velan por asegurar ante todo el status quo que su profesión les ofrece. Cierto que objetivamente la implantación de un modelo económico que deja reducido a cenizas el rol del Estado, ha pauperizado a este tipo de trabajadores, sin embargo eso no se traduce necesariamente, mecánicamente en un cambio de la subjetividad de estos sectores, quienes siguen sintiéndose ostentadores de una posición más acomodada dentro de la sociedad. En el fondo los gremios vienen a reproducir deformadamente en el interior de la CUT la política colaboracionista de la misma. El Colegio de Profesores es un ejemplo de esto. La actuación del Colegio de Profesores en el movimiento en el 2008 cumplió un rol retardatario respecto de las demandas alcanzadas por los estudiantes. El timonel del gremio, Jorge Gajardo, al declarar abiertamente que ellos no perseguían una educación pública y gratuita, si no ciertas modificaciones al proyecto LGE, dejó en claro las profundas diferencias que separaban al gremio del conjunto del estudiantado. Al hacerse asesorar por siniestros personajes como los abogados Aníbal Palma y Jorge Arrate (el primero un radical que fue ex-ministro de educación de Allende y que hoy defiende a los empresarios en desmedro de los trabajadores; y el segundo uno de los socialistas ideólogo de la Concertación del ala más derechista, ex-ministro de educación de Aylwin y embajador de Lagos), el Colegio de Profesores esclarece sin dejar lugar a dudas con quiénes quiere hacer alianzas y tras qué objetivos. Baste mencionar también las reiteradas visitas de senadores y diputados a la sede del magisterio. No es casual que sea el PC quien se encuentre hoy en la presidencia del Colegio.
Evidentemente el Colegio de Profesores apoyó animadamente la forma de pronunciamiento propuesta por la FECH, y fue más allá, logrando montarse sobre el movimiento y aparecer como el único sector capaz de llevar al senado propuestas concretas, no limitándose meramente, como los caprichosos estudiantes, a alegar contra lo que existe. ¡Como si el programa estudiantil no fuera lo suficientemente explícito, como si requiriera ser redactado, cuando han sido miles de miles los que lo han formulado con hechos, no con palabras! El hecho de que estas políticas reformistas y retardatarias pudieran colarse sin mayor resistencia en las filas de un movimiento que, débil o fuerte, sigue defendiendo los principios de la democracia estudiantil directa y de base verificada el 2006, devela la gran debilidad que padece hoy el mismo. Si afirmamos que el 2006 el techo fue la LOCE y afirmamos también que todo movimiento nace para madurar, resulta evidente que lo que antes fue el punto más alto alcanzado, hoy constituya apenas el punto de partida. De hecho fue así, toda vez que las movilizaciones de este año comenzaron de lleno contra la LGE, no teniendo que repetir todo el período de defensa del valor del pasaje escolar por ejemplo, ni otras cuestiones que si bien importantes, no apuntan directamente al corazón de la educación de mercado. Pero tal vez la más grande lección que ofrece el 2006 es que los estudiantes, a pesar de desatar en toda su potencialidad las fuerzas que poseía, simplemente no pudieron derrocar la LOCE. El estudiantado solo no podría conquistar sus demandas, era vital aliarse a otros sectores, y los demás sectores no debían sumarse a las luchas de los estudiantes por un sentimiento altruista, si no que la lucha por una educación pública y gratuita queda inscrito como punto de un programa más amplio que deberá ser defendido por el conjunto de los explotados del país.
El hecho es que la apariencia es engañosa. A primera vista el que los universitarios y los profesores se sumaran este año al movimiento estudiantil parecía algo positivo, pues los actores involucrados en la educación, en su conjunto, se mancomunaban por la defensa de la misma, saliendo por fin los secundarios de su inicial aislamiento. Pero la alianza ter- El problema de la unidad de los explotados ha queminó siendo amarga. dado planteado por los estudiantes, pero esta conclusión tan importante no resuelve por sí sola las La FECH demostró que su política buscaba sofocar preguntas de quiénes deben unirse, cómo y tras qué las manifestaciones y protestas como herramienta objetivos, ni tampoco dicta los principios por los de lucha, suplantándolas por formas “cívicas” de cuales debe regirse esta unidad. Responder a estas expresión, lo que se hizo muy patente con el llama- interrogantes constituye la médula del futuro del do a plebiscito por la educación, donde la voz de la movimiento estudiantil: o se constituye como un ciudadanía pasaba por el sufragio, como si fuera ne- movimiento clasista que sepa ganar la confianza de cesario preguntar por las calles si a alguien le gusta los trabajadores tras la conformación de un prograpagar $200.000 al mes para poder estudiar y, pero ma independiente del pueblo; o se desperdician las aún, como si este gesto fuera un elemento de pre- fuerzas y la experiencia ya ganadas tras el carro de sión para el gobierno. En el fondo, lo que se perse- la colaboración de clases. guía era que los estudiantes se retiraran de las calles y que se resignaran a declarar sus posiciones sin la Por la capacidad de organización expresada, por la posibilidad de defenderlas por medio del enfrenta- masividad y por poner en riesgo uno de los enclaves miento. Este elemento de forma, naturalmente iba más preciados de la burguesía, la educación como acompañado de otro más retardatario en el conteni- negocio, los estudiantes han contribuido a la tarea do: en el momento más álgido de debate estudiantil principal que tiene planteada hoy la clase obrera: su de este año, cuando cientos de estudiantes trataban rearme orgánico. Sin embrago este aporte se verá de develar las relaciones imperialistas que rigen el desvanecido de no corresponderse también con un modelo educacional en Chile, la FECH intentaba rearme ideológico, que necesariamente pasa por la reducir las demandas al aporte fiscal indirecto que conformación de un Bloque Estudiantil Anticapidebía pasar a ser directo en las universidades pú- talista que defienda ante todo la independencia de blicas (!) clase de los sectores explotados por el capital. Los estudiantes no han operado en una intemporalidad social, muy por el contrario, tiene como telón de fondo una línea histórica, inaugurada militarmente hace ya 35 años. Es a esta herencia dictatorial a lo que lo se oponen. En este sentido, el movimiento es perfectamente coherente con el contenido de las luchas que ya se están dando en ciertos sectores y, por supuesto, con las por venir. Desperdiciar la coherencia y la grandeza con que el estudiantado aparece en la escena social constituiría un retroceso en el ya difícil camino que las fuerzas populares han reiniciado.
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Organo de la Tendencia Socialista Revolucionaria
año 1 • número 1 • septiembre 2008
situación por la que atraviesa la clase obrera El golpe militar de 1973 expresa la decisión del conjunto de la burguesía nacional y del imperialismo que aunaron voluntades para aplastar el proceso revolucionario protagonizado por obreros, campesinos, explotados y oprimidos que en el curso ascendente de sus luchas amenazaban la existencia de la sociedad capitalista. Ninguna clase dominante tolera pasivamente que se le expropien los bancos, las fábricas, las minas y los fundos, todos fundamentos materiales de su poder y privilegios de clase. Chile y su burguesía no constituían la excepción. El 11 de septiembre se derrumbaron estrepitosamente las ilusiones sembradas por el reformismo obrero y por la dirección de la Unidad Popular. Las FFAA no eran constitucionalistas ni demócratas y al contrario eran y continuarán siendo el brazo armado de la burguesía siempre dispuestas a masacrar a huelguistas, estudiantes, mapuches y a revolucionarios. Tampoco era posible derribar el orden capitalista construyendo el socialismo por la vía pacífica. Esta política de ilusiones facilitó la acción contrarrevolucionaria y determinó la profundidad de la derrota. El golpe y los golpistas se dirigieron con furia a demoler el andamiaje orgánico e ideológico construido por nuestra clase durante décadas de lucha. Desaparecieron sus partidos, sus sindicatos, sus cordones industriales, sus conquistas económicas y sociales y sobre todo, mediante el terror sistemático, aplastaron la conciencia revolucionaria de clase que anidaba en millones de cabezas y corazones proletarios.
realiza en las PYMES. Esta realidad estructural los permite) invertir en el extranjero. determina la existencia de sindicatos pequeños que no reúnen más de 50 socios en promedio. Millones de dólares correspondientes a nuestros fondos previsionales se encuentran inverLa política económica y los procesos de reor- tidos principalmente en fondos de inversión ganización de las empresas iniciados en dic- estrechamente ligados a los especuladores que tadura y legalizados por la Concertación han desataron la crisis inmobiliaria en los Estados permitido la división de la gran industria en Unidos. Nuestros fondos se están desvalorizanverdaderas cadenas de pequeñas empresas do día tras día. La turbulencia bursátil afecta contratistas, subcontratistas y suministradoras principalmente a los trabajadores que mantiede mano de obra. Esta realidad ha fragmenta- nen su dinero en el Fondo A los que han perdido a la clase obrera y al mundo concreto de los do un 16% de lo acumulado en años de trabajo. trabajadores desde la base, desde sus lugares Se estima que la pérdida promedio es de un de trabajo. 11% en 2007 y este 2008 ya se habla de 5. 6 % de retroceso. ¿Por qué el gobierno no toma una La debilidad impuesta por la división de la medida urgente de rescate de nuestros fondos gran empresa sólo ha sido superada cuando previsionales? Porque el gobierno de Chile se sectores específicos de trabajadores –subcon- encuentra al servicio de las grandes empresas tratistas del cobre y forestales- han sobrepa- y de las trasnacionales. Con nuestros fondos sado la ley y de hecho negocian en forma con- están financiando la crisis de los poderosos junta recurriendo a métodos y formas de lucha mientras sus verdaderos dueños (los trabajarupturistas y de clase. dores chilenos) pasan hambre, piden crédito y se encuentran aplastados por las necesidades y La escasa fuerza sindical ha permitido, factor las deudas. ¿No es profundamente irracional e que recién comienza a revertirse, que la derrota injusta esta situación? ¿Si de usted dependiera económica de la clase iniciada en 1973 se per- compañero , mantendría su dinero invertido a petúe en estos años de falsa democracia. Los pérdida en el extranjero mientras pide crédito resultados son demoledores. Por ejemplo en para sobrevivir? materia de distribución del ingreso se verifica un retroceso histórico del que hablan las si- El proletariado necesita una dirección guientes cifras. sindical clasista y revolucionaria
La distribución del ingreso es un concepto económico que se refiere a la participación de los distintos factores productivos en el total de lo producido. A todo lo producido lo llamaremos Producto y este producto nacional se reparte entre los trabajadores (reciben remuneracioA 35 años del golpe, ¿ cual es la situación nes); los dueños del capital (reciben utilidades) por la que atraviesa la clase obrera? y los dueños de la tierra y de las minas (reciben renta) . Sobre la base de la derrota, las clases dominantes procedieron a reconstruir su burguesa En los países desarrollados la participación de sociedad. El restablecimiento pleno de la pro- las remuneraciones en el producto alcanza alpiedad privada sobre los medios de producción rededor del 65% al 70% y el resto corresponvino acompañado de la administración exclu- de a utilidades y renta. En Chile la situación es siva de los patrones en fábricas y lugares de exactamente inversa. Revisemos algunas cifras trabajo. La burguesía nacional contó con pre- de distribución del ingreso desde los años 1970 ciosos años para restablecer su dominio y re- en adelante. configurarse como clase. Durante la dictadura y en base a la privatización de empresas del esta- En el año 1970 las remuneraciones particido se consolidaron los grupos económicos que paban con un 42,7% del producto; en 1972 con los años acrecentaron su poder asociándo- este porcentaje se elevó al 52,2%. En 1973 se con capitales internacionales. El poder y la la baja fue brusca y llegó a un 37,0 % para bariqueza se acumularon en forma creciente en jar nuevamente en el año 1988 a un 30,9%. un polo minoritario de la sociedad mientras en Con la llegada de la Concertación la situación el polo opuesto crecía la pobreza. mejoró un poco y el año 2001 el porcentaje de participación de los salarios llegó al 40,7% para Las transformaciones de la actividad económi- comenzar un nuevo descenso, al año 2004 ya ca nacional determinan la aparición de nuevos era de 38,7 % y en 2006 llegó al 34 , 9% cifra sectores de trabajadores y la desaparición de similar a la de 1973. otros de más antigua data. Se fortaleció el sector servicios de la economía (comercio al de- Estas cifras han puesto a Chile en el sitial de talle, área financiera) , de la agroindustria de uno de los países más injustos de la tierra. Los exportación y de cultivos no tradicionales. En salarios son tan insuficientes que obligan a la consonancia con este proceso el proletariado mayoría a trabajar durante extensas jornadas como clase creció en número, se ha fortalecido a cambio de salarios miserables situación que objetivamente y pasó a jugar un rol de primera hace inevitable el endeudamiento. El Banco importancia en variados sectores de la econo- Central ha denunciado que el 58% del ingreso mía nacional. mensual de los asalariados se destina (como promedio) a pagar deudas. Pero este fortalecimiento objetivo del proletariado nacional no ha sido acompañado de un Deudas, crisis económica y fondos preproceso de fortalecimiento orgánico e ideoló- visionales gico. Situación explicable en dictadura pero injustificable después de 18 años de gobiernos El capitalismo es un sistema económico anademocráticos. crónico, irracional e injusto que ofrece a la inmensa humanidad sufrimientos crecientes. La El rearme sindical es una tarea pendien- irracionalidad del capitalismo adquiere caracte teres nítidos en tiempos de crisis económica. En el Chile actual los trabajadores piden créLas tasas de sindicalización en Chile son ex- dito para vivir, lo pagan caro trasfiriendo una traordinariamente bajas. No más del 8% o 9% parte de su escuálido salario a la burguesía fide los trabajadores se encuentran organizados nanciera. Hay que considerar que dicho salario sindicalmente. Esta cifra de por si baja revela ya se encuentra castigado por descuentos de una realidad grave que es peor aún si se consi- seguridad social y por impuestos de variado dera que las organizaciones existentes son ma- tipo. Ahora bien, uno de los legados de la dictayoritariamente sindicatos de empresa. dura es el sistema previsional que permite que los fondos previsionales de los trabajadores Es necesario tener presente que en Chile preva- puedan ser administrados en forma exclusiva lece la llamada pequeña y mediana empresa. Se por las AFP. Sociedades anónimas, privadas y afirma que el 80% de la producción nacional se con fines de lucro que pueden (porque la ley se
La actual CUT no es la dirección sindical que los trabajadores tanto necesitan. La CUT no es más que el brazo sindical de la Concertación. Paralizada por el burocratismo y la corrupción, promueve la política de los acuerdos, del compromiso con los patrones renunciando a todo combate serio en favor de quienes dice representar. Las elecciones de la CUT verificadas a fines de agosto dieron por ganador nuevamente a Arturo Martínez. Su reelección resulta poco esperanzadora para los trabajadores y de alguna manera refleja lo que serán las próximas elecciones municipales. En ambos casos el sistema electoral es antidemocrático. La CUT tiene su propio binominal y frena la expresión de las bases. En ambos casos el aspecto financiero de la campaña electoral determina los resultados. Tanto en las elecciones de la CUT como en las municipales los resultados se cuentan sobre una base electoral disminuida porque la regla general es la falta de participación. En ambos casos se vota por la maquina mejor armada pero no por un programa. En ambos casos los problemas más graves continúan desatendidos y ocultos. Pero lo que debe llamar nuestra atención es que tanto en las elecciones de la CUT como en las elecciones municipales la ventaja de la burocracia, de la Concertación y de los patrones reside en la inexistencia de organizaciones sindicales y políticas de clase, capaces de levantar un programa obrero anticapitalista que dirija efectivamente las luchas de los explotados contra quien corresponde, contra el capital y sus aliados. Comencemos ahora la tarea de agrupar a los explotados tras su programa y banderas de clase. En el marco de la campaña por las elecciones municipales levantemos nuestro programa, el programa de la democracia obrera, del control de los medios de producción por los trabajadores y en beneficio de los trabajadores. Por la seguridad social en manos de sus verdaderos dueños. Fin a las AFP. Por la renacionalización del cobre para financiar salud, educación y vivienda digna a nuestro pueblo. Fin a la represión contra los que luchan. Formemos comités de base en todas partes para denunciar a la concertación y a sus aliados. Votemos nulo porque nadie representa nuestros intereses. ¡¡VIVAN LOS TRABAJADORES!! ¡¡VIVA EL SOCIALISMO REVOLUCIONARIO!!