C U A D R I T O S
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D I B U J A D O S
12 Historietas de Ayer, de Hoy y de Siempre
HISTORIETAS CLASICAS
A cargo de CARLOS M. FEDERICI
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e creía eterno…, indestructible, como tantos otros se creyeron. Pero a todos nos llega la Parca,mal que nos pese. A mí me llegó a fines de los ’50s…, cuando mi mundo comenzó a tambalearse, y una cajita «boba», con pantallita perlada, irrumpió en medio de la sociedad, amenazando arrebatarme a la vez mi público y mi trabajo…, en el que tan metido estaba… Quizás mi mutis obligado fue piadoso. Entonces ocurrió el prodigio, por llamarlo de alguna manera. No había sido tan malo como para terminar en el Hades, pese a lo que de mí y de mis colegas dijera el Dr. Wertham… Entonces, por lógica, fui al Cielo, con los bienaventurados, para supuestamente ser dichoso por el resto de la Eternidad. Pero allí fallaron los cálculos: no logré ser feliz sin mis queridas revistas de historietas y mi labor de editor. Y tanto se me notaba, que finalmente San Pedro habló con su superior, y crearon para mí este Limbo Editorial, en el que se me permite seguir editando historietas, de las muchas que me quedaron en el armario, pero con la condición de que so-la-mente las ofrezca a públicos selectos… Y es por eso que ahora estoy aquí, en las páginas virtuales de «Xanadú», para seleccionar lo mejor entre lo mejor de mis archivos y deleitar a sus lectores. ¡Adelante! ¡Prepárense a regalar sus ojos con las más escogidas creaciones de los maestros de la Historieta de los Gloriosos Cincuentas! ¡Satisfacción garantizada! ¡No se van a arrepentir…, antes bien, volverán por más y más! ¡Palabra del Viejo Editor!
-Cuadritos Dibujados, revista de historietas clásicas- es una publicación de Comics del Altillo, Director: Omar De los Santos omar.santos.delossantos0@gmail.com
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oy quiero evocar la figura de un verdadero Original de una tarjeta de Navidad realizada por Biro años «Grande» (sí, con «G» mayúscula) de los comic después de retirarse de los comic books y dedicarse a publicidad. Es notorio el progreso en su dibujo. books, a quien, incomprensiblemente, se le ha relegado al más injusto de los olvidos. Me refiero a Charles Biro. Este nombre quizás no tenga resonancias en oídos modernos, pero en su momento supo imponerse en el mundo de las revistas de historietas norteamericanas, al punto que el propio Stan Lee (por aquel entonces un jovencito brillante, pero aturdido) solía molestarlo con recurrentes llamadas telefónicas, indagando incansablemente acerca del «secreto» de Biro para las ingentes ventas de las revistas que producía. Según contaba Bob Fujitani, otro notable dibujante de los tiempos heroicos, Charles colgaba el teléfono y comentaba con sorna: «Me pregunta por el secreto. ¡Pobre tipo! El único secreto es ser Charles Biro.» Porque era notorio su poderoso ego, perdonable únicamente por su bonhomía y su creatividad. Físicamente era un hombre grande, de más de un metro ochenta y peso acorde, que gustaba del atletismo y del boxeo, habiendo conquistado varios trofeos en distintas áreas. En cuanto a sus dotes creativas, las historias le fluían como agua de un grifo, y sus dibujos, aunque bastante elementales y escasamente académicos, resaltaban por su expresividad. Se hizo famoso por haber iniciado el género de revistas «de crimen», cuando, terminada la guerra, los superhéroes perdían terreno en la preferencia popular. En su más cotizado título, «CRIME does not pay» («El CRIMEN no paga»), las impactantes cubiertas, de explícita violencia, y las crudas historias criminales que brotaban de su fértil imaginación apasionaron al público, al punto de desplazar de la escena, y superar ampliamente en ventas, a Superman y a Batman, a pesar de que estas contaban con el respaldo de la poderosa «National Comics» (hoy «DC»). Sin embargo, Biro dibujó y argumentó también a un superhéroe, Daredevil (no confundir con el personaje homónimo de «Marvel»), el cual eventualmente terminó por desaparecer, pero no por obra de las malas artes de un villano, sino por la invasiva popularidad de un grupo de cuatro muchachos («The Little Wise Guys», o sea «los vivillos»), una pandilla de características muy particulares, que, introducidos como secundarios, con su humor y su humanidad se robaron el protagonismo, hasta que el superhéroe debió optar por «una retirada honrosa». Los chicos, Scarecrow (Espantapájaros), Meatball (Albóndiga), Pee-wee (Enano), Jocko y Curly (Rulitos), graciosos, dinámicos, corajudos y de buen corazón, comenzaron por ayudar a Daredevil en su infatigable lucha contra el crimen, pero poco a poco fueron imponiéndose como protagonistas de las historias, hasta apropiarse incluso de la carátula que, no obstante, conservó el nombre del superhéroe desterrado. En su versión en castellano, publicada en la revista «Pimpinela» (que es la que les ofrezco), los nombres se cambiaron estratégicamente, los diálogos se La cabecera de “Daredevil” la compartía la «aporteñaron», pero la calidad siguió intacta. Pandilla de Pigüí con el héroe enmascarado…, ¡A disfrutar, pues, de una de las jugosas aventuras de «Pigüí y hasta que los chicos terminaron por monopolizar tanto las historias como el isotipo. su Pandilla», con los dibujos de Norman Maurer dando vida al imaginativo guión de Charles Biro! ¡Me lo agradecerán!
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Historieta realizada por la artista Martha BARNES, en 1978,para Editorial RĂŠcord. Visiten su blog: marthabarnes.blogspot.com donde sube sus hermosas obras y cuenta detalles de su vida.
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En 1975, cuando la señora MARTHA BARNES, comenzó a colaborar con la mítica revista SKORPIO y la edorial RÉCORD, publicaron esta bienvenida.
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Dibujos: Alberto Giolitti
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