AL CIERRE
EE.UU. y Cuba
restablecen relaciones
A
partir de este mes de enero, cuando Cuba celebra el aniversario 56 de su revolución, el Partido Republicano de los Estados Unidos dominará las dos cámaras legislativas, por lo que parece improbable que el embargo comercial se modifique en los próximos dos años, dada la oposición de buena parte del partido a cualquier acercamiento a Cuba. Hasta ahora, el dominio demócrata de una de las cámaras tampoco había servido para alcanzar el consenso necesario para acabar con el embargo. El 17 de diciembre del 2014, Estados Unidos y Cuba, luego de un diálogo entre los representantes de ambas naciones, Barack Obama y Raúl Castro, anunciaron que comenzarán conversaciones para restablecer las relaciones diplomáticas que han estado interrumpidas durante 54 años. El embargo de Estados Unidos a Cuba, desde 1960, está blindado por un complejo entramado de leyes, por lo que solo el Congreso estadounidense puede terminar oficialmente con el bloqueo. Pero, ante el acercamiento de Washington, la ley Helms-Burton, aprobada en 1996, en el gobierno de Bill Clinton, establece que el embargo no puede culminar hasta que Cuba transite hacia la democracia con un gobierno que no incluya ni al presidente Raúl Castro ni a su antecesor, su hermano Fidel. El bloqueo económico a Cuba inició el 19 de octubre de 1960 cuando el gobierno de EE.UU. prohibió toda exportación a la isla. En 1962, el presidente John F. Kennedy amplió las restricciones comerciales parciales impuestas, a excepción de la venta no subvencionada de alimentos y de medicinas.
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AL CIERRE
I
En 1981, la nueva administración del presidente Ronald Reagan reinstituyó la política contra Cuba desde la invasión de Bahía de Cochinos, en 1961. Después de la caída de la Unión Soviética, a finales de 1991, la economía de Cuba sufrió una crisis, dejándola esencialmente paralizada porque las estrechas bases económicas de esa nación se concentraban en unos pocos productos con escasos compradores. La pérdida de casi cinco mil millones de dólares que el gobierno de la URSS proveía a Cuba como ayuda, en forma de exportaciones garantizadas para el mercado cubano del azúcar y la obtención de petróleo barato, generó un impacto severo en la economía cubana. En 1993, la situación se agravó mucho más, cuando el comercio de Cuba disminuyó en un 80 %, y las condiciones de vida empeoraron. Así mismo, se disparó el número de inmigrantes cubanos que buscaba salvar su situación económica en los Estados Unidos. El embargo de EE.UU. fue reforzado en octubre de 1992 por el Acta para la Democracia Cubana (la “Ley Torricelli”), la cual prohibía a las compañías estadounidenses comerciar con Cuba. En 1996, el Acta por la Libertad y Democracia Cubana (conocida como Ley Helms-Burton) establece que cualquier compañía no norteamericana que tiene tratos con Cuba puede ser sometida a represalias legales, y que los dirigentes de la compañía pueden ver prohibida su entrada en Estados Unidos. En 1995, se tomaron nuevas medidas para aliviar la situación del país. En la Cumbre del Milenio de Naciones Unidas en septiembre del 2000, Fidel Castro y el presidente de los EE.UU, Bill Clinton, conversaron brevemente en una sesión de la foto del grupo y se dieron la mano. Mientras que Cas-
tro dijo que era un gesto de “dignidad y cortesía”, la Casa Blanca negó que el encuentro tuviese alguna significación. Las relaciones se deterioraron otra vez tras la elección de George W. Bush, quien declaró a Cuba como uno de los “puestos avanzados de la tiranía” restante en el mundo, y su Subsecretario Adjunto al Departamento de Estado, John Bolton, acusó a Cuba de mantener un programa de armas biológicas. El 10 de octubre del 2006, los Estados Unidos anunciaron la creación de una sección compuesta por funcionarios de varias agencias, con penas tan severas como 10 años de prisión y centenares de dólares en multas para los que vulneraran el embargo. En el 2014, tanto Barack Obama como Raúl Castro agradecieron al papa Francisco por haber intermediado y tras una carta de Francisco dio inicio a negociaciones secretas en Canadá, en las que el Estado del Vaticano fue el único mediador. Luego ambos países intercambiaron prisioneros. Cuba liberó al preso estadounidense Alan Gross acusado de espionaje y Estados Unidos a tres presos cubanos igualmente acusados de espionaje. El 17 de diciembre, tanto Castro como Obama dieron discursos sobre el restablecimiento de las relaciones. “Se ha podido avanzar en la solución de algunos temas de interés para ambas naciones (…) Esto no quiere decir que lo principal se haya resuelto, el bloqueo económico y financiero debe cesar”, demandó Castro. Por su parte Obama dijo: “Podemos debatir el levantamiento del embargo (…) Yo no creo que los cambios anunciados hoy vayan a cambiar la sociedad cubana de inmediato”, anticipó.