G21 | 02 Personaje
RESPUESTAS RáPIDAS
Jesús
Chico
Tienda En este momento la concibo como un espacio donde el libro es el objeto más consentido. Es un lugar donde los libros son tus amigos.
Hablamos con un profesor que se propuso promover la educación desde los libros y está hoy frente a una sólida cadena de librerías.
T.Wendy garcía Ortiz
Familia Dentro de las mil formas que hay para vivir en sociedad, sigo creyendo que es la manera en que la persona es más feliz. Cuando no te queda nadie, el único recurso que tienes es tu familia. Niño Es como una vasija vacía donde puedes echar las mejores esencias. Tú eres parte de su futuro.
Este profesor de origen español llegó a Guatemala en 1966 para dar clases de ética y moral en los colegios Belga y San Sebastián. Pero, menos de una década después, quiso explorar nuevas formas de dedicarse a la educación, lo que lo llevó a abrir una librería. En un principio fue una venta de libros de texto que con el tiempo se convirtió en una exitosa cadena de 8 grandes tiendas. Conozca en esta entrevista a Jesús Chico, fundador de Artemis-Edinter.
Un libro En mi adolescencia, me impresionó Confesiones de un pequeño filósofo, de Azorín, y, ahora, El Universo en la palma de la mano, de Gioconda Belli.
¿Cómo nace Artemis-Edinter? En 1973 abrí Artemis, una venta de libros de texto para estudiantes universitarios, que no eran caros, pues el quetzal estaba al uno por uno con el dólar. Vendíamos libros de ingeniería, arquitectura, agronomía y veterinaria. En la década de los 80, el propietario de la librería Edinter Centromericana (la primera que se abre en un centro comercial) decide regresar a España, su país natal y me pide que me quede yo con su empresa. Así que hicimos un acuerdo comercial y ya para la década de los 90, unimos los dos nombres: Artemis-Edinter. Para entonces habíamos agregado otro tipo de lecturas a nuestra oferta y los libros de texto fueron menguando. En aquella época competíamos contra librerías como Tuncho Granados, El Tecolote y Altamira.
Pero todas esas desaparecieron ¿cómo pudieron sobrevivir ustedes? Primero, nosotros rompimos la barrera del mostrador. Ahora la librería es un lugar abierto en el que puedes tocar y le pierdes el miedo a los libros. Así incorporamos la serie para niños y jóvenes Barco de Vapor, que era una alternativa a las lecturas obligadas en la primaria, pues cambiaba ese concepto de “obligación” por “gusto”. El niño le dice a papá y mamá qué quiere leer. Además, a finales de los 70 empezamos a editar a autores guatemaltecos. Hasta el momento tenemos 380 títulos de escritores nacionales. Esto hizo que el negocio se fuera consolidando y que el nombre se posicionara. sabe nunca por dónde irán las tendencias de la literatura, pero qué ¿A qué retos se enfrenta su gusto ver que se están incorporando librería? muchos jóvenes a la lectura con el feLa tecnología avanza y va muy rá- nómeno Harry Potter, las trilogías de pido, por lo que el libro ya existe de Isabel Allende y otros similares. Esto manera electrónica. Pero yo sigo cre- me lleva a pensar en que, si bien hayendo lo que dice Umberto Eco: “Los brá formas diferentes de leer, el libro libros no van a desaparecer”. No se aún tiene larga vida.
¿Cómo se mantiene actualizado en relación a los títulos que se venden? Esta es una de las profesiones más difíciles, pues hay que saber comprar. A diferencia de los países que tienen una producción editorial gigante, nosotros importamos la mayor parte de libros, entonces hay que saber qué títulos traer. Pero también tengo una comunicación muy cercana con las editoriales, que me mantienen informado. Ahora es más universal y se hacen lanzamientos de libros al mismo tiempo en todo el mundo. Nosotros respetamos esos horarios y fechas.
Las actividades que desarrollan en sus tiendas están dirigidas a niños ¿han pensado en calendarizar otras, dirigidas a los adultos? Nuestro espacio físico no tiene la capacidad para hacerlo y estamos más preocupados por los niños. Normalmente hacemos talleres, cuentacuentos y payasos que animan a la lectura en época de vacaciones y fines de semana. Los niños son más participativos ahora, gracias a que ya se les permite tocar.