Pescando bajo la lluvia Autor: Paola L贸pez N煤mero de palabras: 483
A los brincadores les quedaba una semana de vacaciones. Se suponía que ellos irían a acampar con el abuelo Grizzly. Pero llovía y llovía. - Vamos, brincadores. Iremos a acampar con buen o mal tiempo –dijo el abuelo Grizzly. -¿No se mojará la tienda de campaña? -Preguntó Orejas Colgantes. -No vamos a poder construir un campamento- dijo Patas Rápidas.
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- Nuestros perros calientes y bombones se mojarán –dijo Cola de Algodón. -El acampar bajo la lluvia no es tan divertido –dijo Naricita Chata olfateando. -Pero los peces siempre pican cuando llueve –dijo el abuelo
Grizzly. Al mismo tiempo que sacaba cuatro cañas de pescar nuevas para los brincadores. - ¡Iremos de pesca! –gritaron los brincadores-. Gracias, abuelo Grizzly. Los cuatro brincadores cargaron con sus cañas dentro del bosque. El abuelo Grizzly instaló su gran tienda de campaña. Adentro estaba seco y cómodo. Pero los brincadores no les molestaba la lluvia. Ellos se sentaron a orillas del río y pescaron. El abuelo Grizzly dijo: -Tienen que estar muy callados para que asusten a los peces. Justo entonces, Patas Rápidas comenzó a estornudar. Estornudó tan fuerte que ningún pez picaba. Entonces Orejas Colgantes comenzó a toser. Ella
tosió tanto que todos los peces se fueron. Yo creo que hemos estado en la lluvia mucho rato – dijo el abuelo Grizzly-. Debemos meternos a la tienda de campaña antes de que todos agarren un resfriado. -Pero yo quiero pescar un poco más, dijo Naricita Chata. -Puedes lanzarlo una vez más – dijo el abuelo Grizzly. Naricita Chata lanzó su anzuelo tan lejos como pudo. Pero lo lanzó tan lejos que, ¡Se cayó al agua siguiendo a su anzuelo!
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-¡Ayúdenme! –Gritó Naricita Chata-. ¡No sé nadar!
El abuelo Grizzly saltó al río y sacó a Naricita Chata a flote. Llevándolo a la orilla y envolviéndolo en una toalla. -¡Oh no, mi caña de pescar todavía está dentro del agua! –gritó Naricita Chata. El abuelo Grizzly volvió a saltar al río. Encontró la caña de Naricita Chata en el fondo lodoso. – Ten tu caña hijo- No la vuelvas a descuidar, el agua está muy fría. -Mi anzuelo está atorado en algo –dijo Naricita Chata. -Algo está jalando la caña –dijo Patas Rápidas. -Está meneándose –dijo Cola de Algodón. -¡Está doblando tu caña! –dijo Orejas Colgantes.
-Atrapaste un pez, Naricita Chata! –Dijo el abuelo Grizzly-. Sácalo. Naricita Chata jaló la caña y lo sacó. El pez era tan fuerte que todos los brincadores tuvieron que ayudarle a jalar. Finalmente ellos atraparon el pez más grande que jamás habían visto. -Vamos adentro de nuestra tienda y cenaremos pescado –dijo el abuelo Grizzly. Todos los brincadores se metieron dentro de la tienda, se secaron y cenaron pescado fresco. Ellos siguieron acampando pescaron por cinco días. El abuelo Grizzly fue el único que agarró un resfriado.