QUINTA DE LOS MOLINOS CONTENIDOS

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SEMINARIO

CUADERNO DE CONTENIDOS LA CIUDAD LINEAL DE ARTURO SORIA

LA QUINTA DE LOS MOLINOS


LA QUINTA DE LOS MOLINOS Dirección: Calle Alcalá , 527-531 Metro: Suanzes (L5) Autobús: 77, 104, 105


Quinta de Los Molinos en Madrid ÍNDICE DE LOS CONTENIDOS 1) OBJETIVOS 2) INTRODUCCIÓN 3) HISTORIA DE LA QUINTA DE LOS MOLINOS. 4) CESAR CORT BOTÍ, ARQUITECTO Y URBANISTA 5) ELEMENTOS DE LA QUINTA: a) La entrada b) El túnel c) Las grutas d) El palacete e) La rosaleda f) La casa del reloj g) El invernadero h) Los molinos y el depósito de presión. i) Láminas de agua, estanques, lago y fuentes j) La pista de tenis k) Los cuarteles de frutales l) Anexo cartográfico.

El Parque de La


1) OBJETIVOS: Este itinerario pretende servir para el estudio de dos elementos constantes en el paisaje urbano: los espacios verdes y el urbanismo, que serán analizados a través de un recorrido por la Quinta de los Molinos y por parte de la Ciudad Lineal de Arturo Soria. El objetivo de esta actividad es la de proporcionar algunas ideas para trabajar los jardines históricos y el diseño urbanístico, desde una perspectiva integradora de los valores histórico-artísticos, culturales, científicos y medioambientales. Un jardín histórico como el de la Quinta de los Molinos permite trabajar e integrar conocimientos de diversas materias educativas para hacer del itinerario un recurso multidisciplinar. Su vegetación ayudará a conocer in situ la diversidad biológica, la interrelación clima-vegetación, la evolución histórica de Madrid, las tipologías de jardines, la diferencia entre un parque urbano y un jardín histórico, la elementos arquitectónicos y ornamentales presentes en los jardines histórico-artísticos y sus rasgos estilísticos, la aplicación de sencillas leyes de la física para la obtención y distribución de agua para el riego, el análisis de formas geométricas en la división del espacio ajardinado y en sus elementos constructivos y ornamentales, etc…, y, por supuesto, potenciar la educación en valores, el respeto por el patrimonio y el disfrute que proporciona la vivencia de una ciudad. Los mismos criterios pueden aplicarse casi en su totalidad al recorrido por la Ciudad Lineal, uno de los mejores ejemplos mundiales de las ideas urbanísticas que se llevaron a la práctica a finales del s. XIX en un contexto mundial de creciente preocupación por hacer de las ciudades un espacio amable y saludable para sus habitantes. La Ciudad Lineal no sólo servirá para mostrar y trabajar con los alumnos un nuevo pedazo de la historia de Madrid, sino también para analizar aspectos urbanísticos, el crecimiento de la ciudad desde fines del s. XIX, la influencia de las ideas de Arturo Soria en el urbanismo internacional y viceversa, para descubrir sobre el terreno cómo es un plano urbanístico lineal, cómo es la trama urbana en esta zona de la ciudad, el tipo de edificaciones, la función del espacio urbano, el desarrollo de los transportes con la creación de tranvías y ferrocarriles y como en la creación de ciudad intervienen muchos agentes sociales y disciplinas científicas. 2) INTRODUCCIÓN La Quinta de los Molinos es uno de los parques históricos más notables de la ciudad de Madrid, situado junto a la antigua carretera de Aragón, hoy calle de Alcalá. Originalmente fue finca productiva y de recreo y hoy es considerada como Jardín Histórico Artístico así como un Bien de Interés Cultural. Debe su nombre a dos molinos, traídos desde Estados Unidos en 1920, usados para extraer agua de regadío para la finca. Han sido rehabilitados, aunque ya no sirven para el fin con el que se ubicaron, ya que el nivel freático descendió con la construcción de los edificios colindantes a la Quinta. El parque tiene una superficie de 21,5 hectáreas, e incluye grandes extensiones de arbolado, en el que se encuentran gran cantidad de especies, entre otras, olivos, pinos, eucaliptos, mimosas, lilos, mahonias, coníferas, etc. aunque la estrella del parque son los almendros en su época de floración. Además se pueden encontrar zonas de jardín con flores, grandes extensiones de hiedra y césped, varios estanques, dos molinos, el depósito de presión al que el molino llevaba el agua, una pérgola, una rosaleda, diversas fuentes, varios pozos, un viejo invernadero, dos cuevas, y hasta una cancha de tenis con vestuarios. Está recorrido por multitud de caminos de tierra y un camino pavimentado, bordeado por grandes plátanos, que lleva desde la entrada principal, en la calle Alcalá, hasta el palacete. Todos los edificios, fuentes y demás equipamientos, nos muestran, bien a las claras, uno de los estilos imperantes en la época: el Art Decó. Las arquitecturas que acompañan al jardín, incluido la casa palacio, forman un conjunto único de la arquitectura prerracionalista madrileña de principios del siglo XX, sobre todo porque no existe en toda la ciudad un jardín tan extenso y tan bien conservado de aquel periodo.


3) HISTORIA DE LA QUINTA DE LOS MOLINOS. La Quinta de los Molinos es un espacio de uso público gestionado desde 1982 por el Ayuntamiento de Madrid en virtud de un acuerdo entre los herederos de su creador, Cesar Cort Botí, con el consistorio. Desde 1997, a raíz de la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid, fue catalogado como Jardín Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural. El origen de todo se remonta a las dehesas de Madrid en estas zonas, donde comenzarían a formarse en el siglo XVI y XVII, fincas suburbanas y lugares de recreo. Pasó también por los ducados de Osuna ( que no muy lejos de este lugar, configuró esta familia otra Quinta llamada del Capricho), por los del Infantado, y posteriormente conocida como Finca de Biedmar, titulo proveniente de la rama de Medina Sidonia. En el s. XVIII se pensó en ella como finca de recreo para la familia real, desarrollando ese tipo de jardín ilustrado donde había jardines de recreo y cultivos agrícolas diseñados con mentalidad más racional y científica. Después esta propiedad y muchas más alrededor pasaron a los sucesivos Condes de Torre Arias. Inicialmente la Quinta estaba constituida por unos terrenos situados en las afueras de Madrid, junto a la Carretera de Aragón. Formó parte de la propiedad del VI Conde de Torre Arias, quien, en 1920, cedió una parte de su finca (28,7 ha.) al arquitecto alicantino César Cort Botí, catedrático de Urbanismo en la Escuela Superior de Arquitectura, Académico de San Fernando y concejal del Ayuntamiento de Madrid, a cambio le hizo el palacio donde vivía en la calle General Martínez Campos.. Fue su nuevo propietario quien construyó una finca arbolada de estilo mediterráneo con numerosos almendros, olivos y frutales, caminos, fuentes, estanques, lago, un Palacete de estilo racionalista y diversos edificios. El parque debe su nombre a dos molinos, traídos desde Estados Unidos en 1920, usados para extraer agua de regadío para el parque. Es un parque, completamente vallado- De las 28,7 ha. Iniciales, se ceden al Ayuntamiento algo más de las tres cuartas partes de la propiedad original (21,5 ha.), permitiendo que el resto del la finca se destinara a uso residencial. La finca se fue ampliando con diversas compras realizadas por el propio Cort, hasta su muerte en 1978, alcanzando una extensión máxima de 25,5 ha. A su dueño se debe el proyecto de la finca, el diseño y dirección de sus edificaciones, iniciándose las obras del palacio hacia 1925 y concluyendo en los años 50’. La Quinta de los Molinos es un interesante ejercicio de integración de los cultivos frutícolas (almendro, olivos) dentro de una red de paseos densamente arbolados y de espacios donde la espesura de arbustos de gran talla proporciona reductos de vida natural. El gran modelo ilustrado de parque de recreo agrícola -los jardines del príncipe en Aranjuez- trasluce su influencia en este importante espacio verde, que hasta tiempos muy recientes permaneció en manos privadas. El núcleo originario de la finca fue el entorno del palacete y la zona situada al norte del camino de Trancos o de la Quinta. El resto de la finca es el resultado de varias adquisiciones que realizó el Sr. César Cort hasta los años setenta del s. XX. El modelo de finca, era uno muy usado en la época de la Ilustración: la finca de recreo y agrícola; aunando zonas de cultivo, con paseos, edificios y zonas arboladas. Destacando los 1.500 almendros. Tiene, además, gran variedad de árboles, como pinos, eucaliptos, etc. Pinos y almendros son los árboles más numerosos en el parque. Más de 1500 almendros adornan una de las explanadas, que junto con un lago de unos 2000 metros cuadrados son las dos zonas más espectaculares que tiene este recinto digno de disfrutar. Los famosos almendros evocan el paisaje de Alcoy, lugar de nacimiento de Cor t. El jardín recuerda por su carácter paisajista y variado al cercano Capricho de los Osuna, con una interesante distribución de paseos, senderos, fuentes, estanques, grutas y parterres. Pero es el carácter mediterráneo el aspecto más destacado de este paisajismo, que evoca tanto los aterrazados campos alicantinos como los íntimos cármenes granadinos.


La arquitectura es otro atractivo del parque y en el paseo nos sorprenderemos con el palacete de estilo Secesión Vienesa, muy pocos habitual en Madrid, pero presente también en otros elementos del parque, como los edificios de la entrada desde la calle de Alcalá, la llamada Casa del Reloj o el sugerente campo de tenis. Otros edificios y elementos del parque que veremos se encuentran más próximos a un pintoresquismo historicista y regionalista propio de los años 20 y aparentemente más acorde con el estilo del jardín. La Quinta de los Molinos perteneció hasta 1980 a la familia de arquitectos César Cort, en septiembre de ese año se firmó un Convenio con la Gerencia Municipal de Urbanismo por el que se cedían al Ayuntamiento las 3/4 partes de las 28,7 hectáreas de la propiedad a cambio de concentrar la edificabilidad en dos sectores no arbolados situados al Norte de la Finca. Sin duda se trata de un entorno privilegiado, con una conservación y mantenimiento excelente donde los cambios de estaciones son extremadamente bellos Cort personalmente se implicó en la ejecución de la obra, pasando muchas tardes trabajando en ella, es que , gran parte de la botánica del parque la trajo personalmente de sus viajes por el mundo desde los años 40. Hacia 1925 se inició la construcción del Palacete, posteriormente se edificó la Casa del Reloj. Ambas construcciones están orientadas al Sur, hacia la vaguada del arroyo de los Trancos, que dispone de una plantación importante de frondosas en el seno de la cual se construyó el lago y el jardín. En los alrededores de la Casa del Reloj se distribuyeron parcelas escalonadas de huertas o de producción de flores, y en el entorno del palacete otra serie de parcelas dedicadas unas a producción y otras a jardín ornamental, rodeadas por muretes y escaleras que separan las distintas zonas. Tras la G. Civil, el señor Cort levantaría los sobrios cerramientos, además de la casa de los guardas. En 1978 muere el Sr. Cort, llegando los herederos a un acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid en 1982, por el cual 21 ha de la finca pasan a ser patrimonio del Ayuntamiento de Madrid. Por su importancia dentro de la historia del urbanismo se inicia un proceso de restauración y puesta en valor que culmina incluyendo el jardín en el catálogo de Parques y Jardines Históricos de especial protección del Ayuntamiento. Hoy, por tanto, El Parque Quinta de los Molinos está catalogado como Parque Histórico por el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid de 1997 y es Bien de Interés Cultural. 4)

CESAR CORT BOTÍ, ARQUITECTO Y URBANISTA

César Cort Botí, todo un personaje: fue concejal católico y monárquico en la Segunda República, promotor de éxito (llegó a acumular 13 millones de metros cuadrados de suelo), explotador de minas de wolframio durante la II Guerra Mundial, fundador de la editorial Plus Ultra, primer catedrático de Urbanismo de Madrid y orgulloso dueño de un Cadillac negro que debía de girar cabezas en la posguerra. “Le gustaba epatar, con el coche y con la finca... Había viajado por todo el mundo, era muy inteligente y tenía un carácter endiablado”, cuenta con cariño su nieto, César Cort, que pasó muchas Navidades en esta insólita quinta agrícola, con molinos de viento traídos de Michigan, fuentes levantinas y una arquitectónica pista de tenis . Cesar Cort, era un terrateniente, que poseía grandes extensiones de terreno como los ubicados en lo que hoy es Valdebebas, y de los cuales sus herederos se encargan de su urbanización. También fue el propietario de la finca El Olivar de la Hinojosa, que el Ayuntamiento expropió en la década de los 80, y hoy es prácticamente en su totalidad el Parque Juan Carlos I. César Cort Botí (Alcoy, 1893 - Alicante, 1978), primer catedrático de Urbanismo en España, en el contexto de la cultura urbanística de su tiempo. Cesar Cort participó como protagonista en la institucionalización y la profesionalización del urbanismo en España a partir de 1918, año de su incorporación a la docencia en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, hasta la promulgación de la Ley del Suelo en 1956. A través de su dedicación a la enseñanza del urbanismo dotó a lo que él mismo denominó la ciencia de la Urbanología de un lenguaje y unos contenidos específicos, que fueron recopilados en su libro Murcia, un ejemplo sencillo de trazado urbano (1932) con el fin de difundir su aplicación entre los responsables y los técnicos municipales involucrados en la práctica del urbanismo en España. Por otra parte, ideó y puso en marcha una red de actualización de conocimientos entre los profesionales del urbanismo a través de la creación de la Federación Nacional de Urbanismo y de la Vivienda, cuyos congresos se convirtieron en un ámbito de debate en los primeros años de la posguerra española. Estuvo también directamente involucrado en la práctica del urbanismo desde los diferentes agentes que intervienen en el proceso de construcción de la ciudad: como arquitecto que proyecta e interviene en ella, con sus propuestas para Salamanca (1925), Murcia (1926), Burgos (1928), Madrid (1929) en la que formó equipo con el urbanista alemán Joseph Stübben, Ceuta (1930), los poblados del Guadalquivir y del Guadalmellato (1933), la urbanización de la parte baja del parque de Montjuic en Barcelona (1935), Valladolid (1938), Badajoz (1940) y La Coruña (1942); desde la empresa privada, a través de su papel de promotor de edificios de viviendas en Madrid, considerando la vivienda como una mercancía a lo que tienen derecho de acceso los ciudadanos; desde la política municipal, como concejal monárquico en el Madrid de la Segunda República, centrando su contribución en la defensa de la definición de una política de gestión de suelo como pilar del desarrollo del municipio; y, finalmente, con la ciudadanía, para la cual ejerció la función de incansable divulgador y publicista de los temas de urbanismo César Cort impulsó la celebración en España del Día Mundial del Urbanismo a partir de 1950, con la finalidad de que ésta asumiera el activo papel que le correspondía en el mismo. Sus postulados teóricos fueron desarrollados en su libro Campos


urbanizados, ciudades rurizadas (1941), y puestos en práctica en la ciudad-satélite Las Mercedes, localizada en la zona Este de Madrid en torno a su propiedad de la Quinta de los Molinos, un lugar donde conjugó un interesante ejercicio de paisajismo al mismo tiempo que proyectó su mejor obra como arquitecto, el palacete secesionista que convirtió en su casa de recreo. Por otra parte, desde la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid reclamó la protección del rico patrimonio arquitectónico y urbanístico español al mismo tiempo que la búsqueda de la belleza como un ideal de su teoría de la ciudad. Por último, no habría que olvidar su temprana reivindicación de la figura de Ildefonso Cerdá como fundador de la urbanística moderna. No fue un arquitecto típico. No se encerró dentro de los límites de la disciplina, sino que fue un arquitecto emprendedor que desplegó su actividad por muchos campos diversos. Su polifacética personalidad le permitió ser el primer catedrático de Urbanismo de la Escuela de Arquitectura de Madrid (y de todo el país), ser escritor de libros de referencia en urbanismo o convertirse en académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Fue un gran viajero y de sus viajes a congresos y foros profesionales extrajo innovaciones que introdujo en nuestro país. Una de ellas fue la que le llevó a ser el fundador de la Federación de Urbanismo y Vivienda. También entró en política llegando a ser concejal del Ayuntamiento de Madrid. César Cort fue, además, un empresario de éxito, desarrollando explotaciones mineras con las que amasó una gran fortuna. En otra faceta fue un promotor inmobiliario visionario sobre el futuro de Madrid a través de su estratégica toma de posiciones de suelo en la capital, y, finalmente, diseñador de la Quinta de los Molinos, uno de los espacios más extraordinarios de Madrid, que inicialmente fue su residencia privada. Su interés en la construcción real de la ciudad le lleva a participar en la política municipal. Durante la Segunda República, fue concejal monárquico en el Ayuntamiento de Madrid (por esa razón será, años después, durante la Guerra Civil, encarcelado por las milicias del Frente Popular) En 1934, César Cort enviuda. Su esposa Mercedes Gómez-Tortosa Navarro fallece con treinta y cuatro años dejando tres hijos: César, Mercedes y Juan Luis. Se habían casado en 1921 en Novelda (Alicante) lugar de procedencia de Mercedes, que era hija del Conde de Gómez-Tortosa (la familia Cort conservará fincas en Novelda durante las siguientes generaciones). César Cort no se volvería a casar. Tras la Guerra Civil, y representando al Servicio de Administración Local del Ministerio de la Gobernación, acude al Congreso de la Federación Internacional de la Habitación y del Urbanismo, celebrado en el verano de 1939 en Estocolmo. En este evento se basará para constituir, en diciembre del mismo año, la Federación de Urbanismo y de la Vivienda de la Hispanidad como foro para el análisis de las doctrinas urbanas, sus propuestas y soluciones, especialmente las aplicables a las viviendas, con una clara vocación divulgativa que se manifestaría en la celebración de congresos periódicos. Su actividad urbana se irá concretando en la redacción de los Planes urbanísticos para ciudades como Valladolid (1938), Badajoz (1940) o La Coruña (1942-1948), entre otras. En 1940 ingresó como miembro de número en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, leyendo un discurso sobre la morfología de las grandes ciudades. Ocupó el cargo de tesorero de la Academia entre 1967 y 1971. En 1941 publica su segundo libro Campos urbanizables, ciudades ruralizadas donde expone su filosofía urbana, en una amalgama diversa que mezcla teoría de la planificación con práctica de los servicios urbanos, política de vivienda e incluso recomendaciones constructivas para las infraestructuras. En 1943 solicitaría la excedencia voluntaria de su cargo de catedrático numerario de Salubridad e Higiene y Urbanología de la Escuela de Arquitectura de Madrid. Pero la personalidad de Cort no se queda en sus logros urbanísticos. También fue un emprendedor exitoso y propietario, junto a su familia, de unas minas de wolframio en Pontevedra. La extraordinaria demanda de wolframio durante la Segunda Guerra Mundial, llevo a una gran necesidad de trabajadores, que llegarían a ser 3.000 (incluyendo muchos presos políticos dentro del programa de redención de penas). La demanda continuará con la Guerra de Corea. Las minas asentarán la base de la fortuna económica para la familia Cort. Y aunque, en 1963 las minas se cerrarán, siguen actualmente dentro del patrimonio de la familia Cort. Buena parte de los réditos mineros fueron invertidos por César Cort Botí en suelo en las afueras de Madrid. Su implicación en la ciudad se produce también desde la empresa privada. César Cort se convierte en gestor y promotor de suelo y edificios de viviendas impulsando diversas iniciativas. Una de las primeras es la “Ciudad Satélite de las Mercedes” en Madrid (su mujer y su hija se llamaban así) como intento de crear un nuevo hábitat en el que los obreros pudieran vivir a poca distancias de sus lugares de trabajo. La idea no se desarrolló completamente, ya que solamente se construyó la parte industrial y comercial. La “ciudad satélite” derivó en el conocido Polígono de las Mercedes, en la Avenida de Aragón madrileña.


5) ELEMENTOS DE LA QUINTA En toda la finca se notan los orígenes alicantinos de la familia Cort que plantó, utilizando modernas tecnologías, grandes extensiones de almendros, olivos y pinares que le recordaran a su tierra. Parce que estamos de paseo por una finca junto al Mediterráneo, ya que todo el diseño es muy natural, con sus senderos, cultivos, fuentes bajas y anchas, paredes blancas, etc.

El Parque tiene dos zonas claramente diferenciadas: en el norte, un jardín romántico paisajista con magníficos árboles y arbustos perfectamente estudiados desde el punto de vista de la continuidad de la floración; y la segunda zona, en el sur, de plantaciones agrícolas protegidas por un magnífico arbolado, ya casi de un siglo de antigüedad. El acceso de entrada: La entrada principal de la Quinta se encuentra ubicada en la fachada de las antiguas casetas de los guardeses. Desde la calle nada indica que tras una estructura esquemática de una sola altura que estemos a la entrada de la finca. Una vez pasado por dentro unos arcos abovedados se puede iniciar el recorrido por un paseo asfaltado rodeado de plataneras. Tras la entrada principal, tenemos el camino más importante de los que recorren el parque. A uno y otro lado, veremos una gran abundancia de árboles como pinos, cedros, olivos, cipreses, eucaliptos, plátanos y, sobre todo, almendros.

Camino que parte de la entrada a la Quinta

El camino de entrada a la finca hasta el puente del Arroyo de los Trancos fue probablemente rebajado de cota con el fin de regularizar su pendiente, y queda en parte encajado entre fuertes taludes fijados con lirios y arbustos. Esta parte del camino fue adoquinado y tratado con carácter de calle con aceras, muretes y alineaciones de árboles con alcorque. Esta es la vía principal de la finca, flanqueada por decenas de plátanos de sombra que es un árbol de gran envergadura de hasta 35 m de alto. Al finalizar la Guerra Civil, César Cort tapia el perímetro de la Quinta y se construye la caseta de los guardas.

Entrada y caseta de los guardas Túnel:

Después de recorrer unos 600 metros por el anterior camino, pasaremos por debajo de un túnel muy corto que puede servirnos para orientarnos ya que éste divide la zona más forestal, que es la que acabamos de atravesar para llegar hasta aquí desde la puerta principal, de la zona que reúne la mayoría de las construcciones y obras hidráulicas


Túnel

Grutas Dos grutas artificiales decoran el parque, tratadas de una forma aparentemente natural y semiocultas entre la vegetación y la topografía. Son un elemento que procede de los jardines románticos y paisajistas de finales del s. XVIII y XIX. Junto a una de ellas se instala otra de las numerosas fuentes.

Gruta

Fuente junto a gruta.

El palacete: Entre las edificaciones de la finca destaca el palacete, situado en el extremo norte e iniciado en 1925 por parte del propio César Cort Botí, de ahí que durante años fuera conocido como Palacete Cort. Ha sido restaurado recientemente tras décadas de abandono, es una réplica castiza y menos ambiciosa, de la residencia de Josef Hoffmann, de estilo Art Deco de inspiración vienesa. El Palacio se construyó entre 1925 y 1940, siguiendo el modelo racionalista, inspirado en la Escuela de Secesión Vienesa. Es un edificio de tres plantas que alcanza las cinco en la denominada torre del reloj, de forma cúbica y piramidal, que ocupa el centro de la fachada y que fue utilizada por César Cort durante las noches despejadas como observatorio astronómico. Está orientado al Sur, hacia la vaguada del arroyo de los Trancos. Este palacete con una superficie de 2.200 m2, consta de tres plantas y cinco alturas, y fue construido entre 192540, siguiendo las teorías del racionalismo de la Escuela Vienesa y recuerda al palacio Stoclet de Bruselas de Joseph Hoffmann. En el periodo de entreguerras se siguió mucho esta línea arquitectónica, por eso la fachada se nos muestra desnuda y con líneas rectas muy marcadas. La torre es de volúmenes decrecientes y denota cierto clasicismo con los frontones. También Adolf Loos mencionaba que no quería nada de historicismos y que la ornamentación era un crimen. Destaca la severidad de sus líneas, los volúmenes geométricos, todo ello acentuado por las pilastras que recorren su fachada.


Es una obra única en Madrid por ese protorracionalismo de la Secesión vienesa que Cort tradujo y simplificó. En 2007 se transformó el interior para que alojase Magistralia, una fundación privada de apoyo al profesorado musical del Ayuntamiento, al que pertenece el palacete desde que la familia Cort cedió tres tercios de la finca a cambio de poder urbanizar el cuarto. El proyecto musical no fraguó, como tampoco lo había hecho antes otro para que el palacete fuese sede de la olímpica Madrid 2012. El edificio fue restaurado por la empresa Ortiz, con el impulso del Ayuntamiento de Madrid, con un presupuesto de 1.081.822,00 euros. Protegido por una valla que lo afea, el palacete, totalmente rehabilitado, languidece sin uso. Se planteó su utilización como oficina de la sede olímpica para el Madrid 2012 y no se descarta la misma utilidad para las olimpiadas de 2020, si concede a la ciudad la celebración de los juegos. A los pies del palacio se extiende una alfombra de césped y decoración floral, así como numerosas fuentes y bancadas de piedra para sentarse. A su alrededor se distribuyen otras parcelas, dedicadas unas a producción y otras a jardín ornamental, rodeadas por muretes y escaleras que separan las distintas zonas. Para salvar los diversos desniveles que presenta el terreno, fueron construidas numerosas escaleras, la más destacable es la escalinata que facilita el tránsito de la zona más baja donde se encuentra una fuente y dos albercas a la zona del invernadero y de las dos construcciones de la Quinta el Palacete y la Casa del Reloj.

Palacete del parque de la Quinta de los Molinos.

Escalera de acceso para salvar los aterrazamientos o desniveles del lado norte de la Quinta

La Rosaleda: Al conjunto forestal de la Quinta, hay que unir también una pequeña rosaleda frente al Palacio. Por un lado, está formada por varios arcos en los que las rosas se van enredando, formado una especie de camino hacia el Molino de la Rosaleda. Por otro lado, pequeños parterres rectangulares se unen a este conjunto formando un recogido jardín.


La Casa del Reloj: Inicialmente fue una casa de labor que terminó convirtiéndose en residencia de verano de la familia Cort. Su estilo es distinto al del palacete, más cercano al regionalismo y de decoración más española, con galerías de arcos y cubiertas de teja. El centro de la fachada lo ocupa una torre en cuyo centro figura un reloj. El edificio conocido como Casa del Reloj se construyó hacia 1925, así como otras dependencias de uso agrícola. Con el tiempo, César Cort Botí, sustituyó el palacete por esta vivienda, más acorde con las limitaciones de la edad y con su mermada movilidad a causa de la rotura de su cadera por una caída en la escalera de la torre del palacete.

Casa del Reloj En los alrededores de la Casa del Reloj se distribuyeron parcelas escalonadas de huertas o de producción de flores, ornamentos, fuentes, pequeños lagos, muretes y escaleras que separan las distintas zonas de todo el complejo. La rehabilitación de este edificio finalizo en el año 2008 y costo 468.707,30 euros. También este edificio languidece sin uso.

El invernadero: Del primitivo invernadero sólo queda su estructura metálica blanca. En él se aclimataban y crecían protegidas los retoños con los que se repoblaba el jardín y la zona productiva. Está pendiente su restauración. Los molinos: La Quinta debe su nombre a dos molinos que se trajeron de los EEUU por la familia Cort en los años 20. Por ello son como los que rompen el cielo de las estepas cerealistas norteamericanas. Para esos años significaban una estructura metálica eólica muy moderna con la cual extraer agua de los pozos para regadío de la finca. El agua era abundante y los cultivos se regaban con el agua que aportaban dos arroyos; el del Tranco y el de La Quinta. Ambos situados en un nivel inferior, y de ahí, que se necesitara recurrir a los molinos. Hoy solo quedan dos: el de La Casa del Reloj y el de La Rosaleda. Formaban parte de un complejo sistema de conductos, fuentes, albercas, estanques, etc. que cumplían una doble misión: el riego y la decoración. Estas dos estructuras denominadas “molino de la Casa del Reloj” y “molino de la Rosaleda de Palacio” no son en realidad molinos de viento estrictos, ya que se auto-orientan y funcionan a base de un rotor acoplado a la barra vertical con biela y engranajes. Los dos, por su valor histórico, han sido recientemente restaurados aunque no será posible que sean útiles para el riego, ya que el nivel freático descendió con la urbanización de los alrededores de la quinta. Depósito de presión.


El molino de la Rosaleda, de energía eólica, llevaba el agua a un depósito de presión para su posterior distribución a las casas de la Quinta.

Molino de la rosaleda y depósito

Depósito de aguas Las aguas con que se regaban los jardines procedían antiguamente de dos pozos y de dos pequeños manantiales o arroyuelos: el de Trancos, al Norte, y el de la Quinta, al Sur. Ambos estaban situados en un nivel inferior al de los terrenos que había que regar. Láminas de agua, estanques, lago y fuentes: La abundancia de agua en la finca, dio lugar a la construcción de numerosas albercas y balsas para almacenamiento y distribución, y de fuentes que cumplían una doble función decorativa y de abastecimiento. De este modo se fue creando un complejo sistema de circulación de agua en toda la parte norte de la Quinta. Las fuentes fueron conectadas al sistema de riego y circulación del agua de toda la propiedad, estando presente en algunas de ellas el estilo "art decó", que se desarrolló en España desde 1925 hasta 1936.

Fuente

Fuente de bambú

El parque posee un estanque ovalado o lago de formas curvilíneas de 2.000 metros cuadrados, con un surtidor que hace que el agua componga una estética figura y con cada movimiento cargar de una porción de oxígeno al estanque. Está dotado de un pequeño embarcadero, actualmente en desuso y a su alrededor se desarrolla un jardín de aspecto inglés. Otros estanques más pequeños, como el de las Ranas, y los estanques gemelos se diseminan por el espacio.


Estanque o lago

Fuente cercana al lago.

Fuente de Palacio:

Situada en la parte trasera de la Casa del Reloj, encontramos la fuente principal del Palacio. Al igual que el resto de elementos ornamentales del parque, se puede considerar un ejemplo de construcción Art Decó en Madrid. En ella, dos surtidores emanan agua que cae directamente a un primer estanque, del que pasa a otro en forma rectangular a través de un pequeño canal. Estanques Gemelos.

Las albercas, además de su función esencial como depósitos para almacenar el agua en esta finca de estilo mediterráneo, tienen además una función decorativa y paisajística. Dos estanques gemelos de formas rectangulares se sitúan a la izquierda y la derecha del camino que, tras subir una doble escalera entre la que se encaja una fuente, conduce a la zona del Invernadero y de la Casa del Reloj. Pista de tenis: Al noreste de la Quinta, y en el sentido longitudinal de la pendiente del terreno, se construyó una pista de tenis que sigue la moda de la época entre la burguesía. Alrededor de esta singular pista de tenis de césped, se disponen dos gradas en los lados largos y un muro de contención semicircular en la zona norte horadado por cinco vanos, tres de ellos en forma de arco de medio punto, que alberga los vestuarios y que recuerda a los antiguos anfiteatros griegos.


No lejos de la pista, una nueva fuente con bancos para el reposo, se cierra con un muro frontal recorrido de arriba abajo por pilastras, siguiendo las líneas geométricas propias del estilo art decó.

Pista de tenis

Fuente cercana a la Pista de Tenis.

h) Los cuarteles de frutales: La mitad sur de la propiedad se destinó a zona productiva, dividiéndose su espacio en cuarteles donde se plantaron frutales, siendo los más importantes en número los almendros. Su marco de plantación delimita las directrices de los caminos y paseos que separan unos cuarteles de otros. Todos los bordes de los caminos y paseos fueron plantados con coníferas y frondosas. Para proteger a los almendros de las inclemencias del tiempo, en el perímetro de las zonas cultivadas, se plantaron pinos carrascos, pinos piñoneros, cedros y cipreses que forman una pantalla vegetal cuya misión es la de proteger a los almendros y demás árboles frutales. Los taludes laterales fueron marcados con arbustos de flor y con lirios. Cerezos, cipreses, pinos, eucaliptos, enredadera, mimosas, árboles de sombra, cedros, almeces, álamos, plátanos, olmos; y de arbustos de flor, lilos, lirios, parterres de pensamientos, entre otros. Sin embargo lo verdaderamente original en este parque son las plantaciones de olivos y de unos mil quinientos almendros ordenados a tresbolillo, que se convierten en un autentico espectáculo a comienzos de la primavera, pareciendo un parque nevado. Una buena parte de la vegetación del parque fue traída personalmente por César Cort de sus viajes por el mundo. Olivos y almendros, el terreno aterrazado, las albercas o estanques y los sinuosos caminos, aportan a la finca un toque mediterráneo, motivado quizá por el origen alicantino de su creador.


ANEXO CARTOGRテ:ICO







LA CIUDAD LINEAL DE ARTURO SORIA 1) 2) 3) 4) 5) 6)

ARTURO SORIA Y MATA. LA CIUDAD LINEAL DE ARTURO SORIA LA REALIZACIÓN PRÁCTICA DE LA CIUDAD LINEAL REPERCUSIONES INTERNACIONALES DE LAS IDEAS URBANÍSTICAS DE LA CIUDAD LINEAL IMPORTANCIA DE LAS PROPUESTAS TEÓRICAS Y PRÁCTICAS DE A. SORIA Y MATA. ANEXO DOCUMENTAL

1) ARTURO SORIA Y MATA (1844-1920) Ocupa un lugar destacado en la historia del urbanismo español y universal de finales del s. XIX, por su original teoría sobre la forma de organización del desarrollo urbano de la ciudad moderna en relación con la importancia de la circulación y el transporte. Esto se concretó en la teorización y realización de la “Ciudad Lineal”, contribuyendo a la configuración física de Madrid. Ingeniero español algo mayor que Ebenezer. Howard -ideólogo de la ciudad-jardín inglesa-, inicialmente se dedica a la política. Después se dedica a los estudios técnicos, que se concretan en proyectos e invenciones y en numerosas iniciativas industriales, derivadas precisamente de sus estudios. Profundamente interesado por el problema de la circulación urbana, introdujo en Madrid la primera línea de tranvía a caballo (1875) , creó un ferrocarril suburbano, estableció el primer tranvía de circunvalación (1892) para unir de forma anular los pueblos de la periferia de Madrid, así como un sistema urbano de comunicación telefónica (1887). Posteriormente se consagró al estudio y realización de proyectos e iniciativas industriales y urbanísticas. En su contribución general a la teoría urbanística moderna de finales del s. XIX y sus planteamientos concretos para Madrid influyó su experiencia como empresario de tranvías, a partir de la cual maduró e intuyó una idea de ciudad, que descansaba en la visión del transporte como agente de estructuración espacial. Su aportación al urbanismo de finales del s. XIX, fue su proyecto de “Ciudad Lineal”, publicado en el diario madrileño El Progreso en 1882. Su idea urbanística fue enunciada inicialmente de forma muy elemental. Paulatinamente fue desarrollándola hasta concretar su modelo de ciudad nueva, alternativo a la ciudad del pasado, basado en la eficacia de la locomoción y en un higienismo naturalista, que conduce a la disolución del espacio urbano y a la atomización de la edificación. Se trataba de una propuesta teórica, de supuesta aplicación universal, con las correspondientes adaptaciones casuísticas locales


En 1894, para llevar a cabo su proyecto y edificar la Ciudad Lineal, constituyó la Compañía Madrileña de Urbanización. 2) LA CIUDAD LINEAL La Ciudad Lineal es la experiencia más singular habida en la historia de Madrid y constituyó una memorable aportación a la cultura urbanística internacional que la ha hecho figurar en los modernos tratados del urbanismo, sirviendo de modelo para trazados construidos, más allá de nuestras fronteras, aunque apenas hayamos sido capaces de valorarla ni conservarla. La Ciudad Lineal, ciudad ideada por Arturo Soria y Mata como alternativa a la ciudad del s. XIX, se integra dentro del amplio movimiento de renovación que buscaba acercar la ciudad al campo (ruralizar la ciudad y urbanizar el campo), integrándola, en este caso, en un esquema racional que permitiría gozar de las ventajas de uno y otro medio -el rural y el urbano-. Este hecho supone que la ciudad ideada por Soria estaba influida por las corrientes e ideas naturalistas e higienistas de la época. Aunque todavía no se habían publicado el libro de Howard (1898 y reeditado 1902) que marcará la eclosión del movimiento de la “Ciudad-jardín”, ya se había editado mucha literatura utópica - reformista sobre las primeras experiencias inglesas de las colonias burguesas ajardinadas a la par que existían numerosas colonias o ciudades ajardinadas burguesas. Soria al corriente de las nuevas propuestas urbanísticas europeas, aboga por “una arquitectura racional” de las ciudades, una vuelta a la “Naturaleza”. Si en este aspecto no es vanguardista, si lo es su visión de la importancia configuradora del transporte, porque “del problema de la locomoción derivan todos los demás de la urbanización”. Y a partir de ahí se desarrolla la forma de organización espacial y la estructura funcional de la ciudad propuesta, como una extensión radial de la ciudad histórica.. Tradicionalmente se ha comparado ala ciudad lineal de Soria con la ciudad-jardín de Howard. No hay que olvidar que la propuesta de Soria apareció en 1882, mientras que Howard expone su idea en 1898 en un folleto con el título “ Tomorrow, a peaceful path to real reform””, reeditado en 1902 con el título “Garden cities of tomorrow”. Si observamos las fechas de los primeros intentos europeos por instaurar una ciudad-jardín, no pensada para el disfrute exclusivo de las clases adineradas, y lo comparamos con la de iniciación de las originales y revolucionarias teorías de Soria veremos la gran anticipación de éstas, no sólo en cuanto al enunciado del modelo lineal sino, casi sin excepción, en lo que se refiere a esta preocupación por socializar las garden-cities. Estas fechas son las siguientes: -

1871. Ruskin fracasa en su propósito de edificar su suburbio-jardín. 1882. Soria publica su teoría sobre la ciudad-lineal.

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1887. Lever lleva a cabo un grupo de 600 viviendas en Port- Sunlight, cerca de Liverpool

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1895. Cadbury, construye 500 viviendas en Birmingham.

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1898. Howard inicia su movimiento.

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1902. Se proyecta y construye la ciudad jardín de Letchworth, siguiendo las directrices de Howard.

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1919. Se construye, por iniciativa de Howard, la ciudad-jardín de Welwyn

Por tanto, la aportación de Soria puede considerarse como adelantada a su tiempo y se desarrolla paralela a la propuesta descentralizadora de la ciudad-jardín de Howard (de hecho Soria llegó a afirmar en 1901 que “ la ciudad lineal es una ciudad jardín”), diferenciándose de esta en que parte de núcleos urbanos existentes en la periferia de la ciudad para, en un intento de organización a escala territorial, enlazarlos linealmente mediante un asentamiento urbano –desde un punto de vista racional e higienista- ligado al tendido de transporte colectivo. Fuertemente crítico con la congestionada ciudad tradicional, desarrollada concéntricamente en torno a un centro, A. Soria y Mata propone como alternativa radical: una ciudad vinculada a la explotación de una línea de ferrocarril-


tranvía que uniera los núcleos urbanos ubicados en la periferia de Madrid, formando una corona urbanizada, cerrada en torno a la ciudad y aislada de ella. Se preveía que este anillo de circunvalación se pudiera cerrar a través de la posesión real de El Pardo. La ciudad, en forma de cinta de ancho limitado y longitud ilimitada, estaría recorrida, a lo largo de su eje, por una o más líneas férreas. “El tipo de ciudad casi perfecta sería aquella extendida a lo largo de una sola vía, en un ancho de 500 m, y que llegara, si fuera necesario, de Cádiz a S. Petesburgo, de Pekín a Bruselas” Este tipo de ciudad debería construirse a partir de una o más ciudades puntiformes actuales (“ciudades punto del pasado”), pero podrá formarse inmediatamente una red de triangulación entre las mismas ciudades, organizándose una distribución de los asentamientos completamente distinta. La superficie interior de los triángulos resultantes estaría dedicada a explotaciones agrícolas e industriales. La ciudad, de unos 500 m de anchura, tiene su centro en una calle de longitud indefinida y anchura limitada recorrida por unas ferrovías a distintos niveles y para distintas velocidades, que sirve de eje a esa gran calle. En esta vía múltiple, se dispondrían zonas arboladas, y en sus laterales, dos zanjas paralelas albergarían las conducciones de agua, electricidad, calor, etc. La calle principal y central deberá ser de al menos 40 m de ancho, estará dotada de arboleda (hecho fundamental para A. Soria), jardines, fuentes y estanques y recorrida en su centro por un ferrovía eléctrica (ferrocarril). De tramo en tramo se ubicarán las estaciones o paradas y “ salones de espera, locutorios del servicio telefónico, centros de vigilancia, ... pequeños almacenes y los servicios municipales de incendios, limpieza, seguridad y otros”.” Los grandes espacios centrales, o incluso manzanas enteras, se reservarán para diversos edificios públicos y de carácter colectivo, como fábricas, almacenes, mercados, cuarteles, iglesias, teatros, colegios, museos, universidades, En la actualidad quedan numerosos colegios y conventos fruto de esta idea y de la desamortización de 1836 que obligó a determinadas instituciones eclesiásticas a adquirir nuevos terrenos en la periferia de Madrid para instalarse. Las calles secundarias, transversales y perpendiculares, separadas entre sí por 80 o 100 m, deberán tener una longitud aproximada de unos 250 m y una anchura de unos 20 m, formando manzanas rectangulares de 4 ó 5 ha. La superficie edificada, en forma de viviendas unifamiliares con jardín, ocupará una quinta parte (1/5) del total de la superficie del terreno de la ciudad. Las manzanas se dividirán en parcelas cuya superficie mínima será de 400 m2, de los cuales 80m2 se reservan para la edificación y el resto (320 m2) para el jardín. Soria imagina una ciudad extensiva de pequeñas viviendas aisladas: A cada familia, una casa. En cada casa una huerta y un jardín”, tal como aparecía en los carteles propagandísticos del proyecto. - “Una sola calle de 500 m de ancho y de la longitud que haga falta -sí, que haga falta-, así será la ciudad del futuro, los extremos de la cual pueden ser Cádiz y San Petersburgo o Pekín y Bruselas. Poner en el centro de esta ciudad inmensa ferrocarriles, tranvías, tuberías para el agua, el gas, la electricidad, estanques, jardines y, de vez en cuando, pequeños edificios para los distintos servicios municipales, de incendios, de limpieza, sanidad, seguridad, [...], se resolverán de una vez para siempre los complejos problemas que genera la vida urbana de las grandes poblaciones. El proyecto añade a las condiciones higiénicas de la vida en el campo todas las de las grandes capitales y todavía más siempre que las vías férreas, equivalentes a las calzadas y aceras de hoy, transporten gratuitamente, o casi, a todos los ciudadanos.” De esta manera piensa resolver todo el problema urbanístico que, como el dice “deriva del problema de la circulación”. Llega al conclusión, así como Howard, que la forma más lógica para un ciudad es aquella en el que él emplee el menor tiempo posible en los desplazamientos: este objetivo es alcanzado gracias al ancho calle central, que permite un tráfico fluido y rápido y de la vía férrea eléctrica. El Ciudad Lineal, tiene las ventajas de no ser limitada como la ciudad jardín de Howard, y de poderse desarrollar dinámicamente. “ Por otro lado, la Ciudad Lineal, presenta la desventaja de no tener ningún centro verdadero y de estar caracterizada una gran monotonía, derivada del desarrollo mecánico y no orgánico.” (de M. Ragon. Hª de la arquitectura y del urbanismo moderno) Soria es consciente que para llevar a cabo su ciudad necesita disponer de nuevos instrumentos jurídicos para la dirección del suelo; en este aspecto el modelo de Soria recuerda al de Howard, precisamente porque supone un intento de eliminar, en el seno de una economía capitalista, los inconvenientes derivados de la organización


capitalista de la propiedad del suelo. Con la intención de atajar la marea especulativa que pronto habría de iniciarse dentro de la ciudad moderna apunta: “ En la ciudad, que no es obra del instinto sino producto del cálculo y de la reflexión, el precio más alto no estará en un solo punto, sino en una línea de extensión indefinida y, por tanto niveladora de los precios y estos disminuirán rápidamente a medida que se separen de los carriles a lo largo de las calles transversales, o sea en vez de círculos concéntricos, por líneas paralelas a la vía férrea”. Esta circunstancia llevaría consigo la supresión de segregaciones con origen en motivos económicos como las que hoy ofrecen nuestras ciudades. “En la ciudad lineal –añadiría Soria- merced a esta brusca transición de precios de terrenos, ricos y pobres vivirán juntos”. Con esto Soria entroncaba con ideas reformistas de la época que preconizaban por la extensión de la propiedad privada de la tierra, como forma de atajar los problemas sociales. Soria piensa que la empresa debe ser privada e independiente de cualquier control o subvención pública; precisamente por ello topa con dificultades para la adquisición de terrenos, ya que no puede recurrir a las expropiaciones, y el trozo de ciudad que consigue realizar (casi una cuarta parte del círculo) pierde el carácter de regularidad, previsto en la teoría, por tener que adaptarse a las condiciones de la propiedad del suelo. El resultado fue una ciudad lineal desvirtuada del proyecto inicial. 3) LA REALIZACIÓN PRÁCTICA DE LA CIUDAD LINEAL En el último decenio del s. XIX, A. Soria intenta llevar a la práctica su modelo de Ciudad Lineal, proyectando una ciudad lineal recorrida por un tranvía de caballos de NE a SE de Madrid (de Fuencarral a Pozuelo) y con una longitud inicial de unos 57 km. A. Soria sostiene que la iniciativa del proyecto debe estar en manos privadas y que no debe existir ningún control público, sin embargo esto no hará más que dificultar la realización del proyecto al impedir el recurso de la expropiación de terrenos. Al final A. Soria reduce a un cuarto –poco más de 5 km.- la ciudad lineal que en forma de herradura envolvería Madrid, al haber dejado en manos de la iniciativa privada se perdió el carácter de regularidad previsto en la línea teórica, diluyéndose casi todo su carácter original y quedando englobada en la periferia de Madrid. Así la puesta en práctica de su modelo, entre Fuencarral y Pozuelo de Alarcón se encontró con numerosísimas dificultades, al no poder expropiar los terrenos y tener que ir amoldándose a la estructura de la propiedad del suelo. Para la promoción y realización del proyecto (desde la adquisición de los terrenos y su urbanización, hasta la edificación y venta de los edificios), A. Soria, constituye en 1894 la Cia. Madrileña de Urbanización, comenzándose ese año la construcción de los primeros edificios y la explanación de la calle central y plantación del arbolado. Para dar publicidad al proyecto y asegurar la transparencia de la Cia., Soria publicó, desde 1897,una revista, Ciudad Lineal, la primera revista mundial sobre urbanismo. La existencia de la C.M.U. fue breve pues hubo de disolverse por falta de medios cuando sólo había terminado el primer tramo del ambicioso proyecto: entre la carretera de Aragón y Chamartín. En su realización del proyecto fue fundamental la concesión que obtuvo en 1892 para la creación del “Ferrocarril Tranvía de Circunvalación de Madrid a Canillas, Hortaleza, Fuencarral, Vicálvaro, Vallecas, Villaverde, Carabanchel y Pozuelo”, para cuya construcción fundó la mencionada Cia. Madrileña de Urbanización en 1894, que se encargaría también de la realización y explotación de las ciudades lineales. El ferrocarril previsto inicialmente quedaría reducido a un tranvía, inicialmente de tracción animal, luego de vapor y enseguida electrificado ( el actual autobús 70 que recorre buena parte de la calle Arturo Soria, fue en origen un tranvía, de los últimos desmantelados en la ciudad) En 1898 la CMU, mediante la línea de tranvía Chamartín-Cuatro Caminos, une la nueva ciudad con la ciudad existente: y emprende también el tendido el tendido de la línea Ventas-Ciudad Lineal (1899). En 1904 se completa en tendido del tranvía entre un extremo y otro, y en 1909 se electrificó el conjunto de la línea. En el s. XX, en 1911, la Ciudad Lineal contaba con unos 4.000 habitantes y cerca de 700 viviendas terminadas, están funcionando los edificios dotacionales –teatro, velódromo, frontón...- y tiene establecida una eficaz conexión con el centro de la ciudad. Poco después (sobre todo tras la muerte de A. Soria en 1920) la CMU entra en un progresiva


decadencia económica, iniciando el proceso – que se remata en nuestros días- de alteración y banalización de la idea revolucionaria original, justamente cuando se contemplaba internacionalmente la vigencia y radical modernización de la idea de Soria: la planificación lineal en la nueva ciudad de la URSS, los proyectos de Le Corbusier, etc... 4) REPERCUSIONES: Las teorías de Arturo Soria han sido vitales para arquitectos y urbanistas del siglo XX, especialmente para Le Corbusier. La idea de A. Soria fue retomada en torno a 1930 en USSR, donde el suelo estaba nacionalizado: sobre su plan de ciudad lineal, pero simplificado, se hace el de Volvogrado (antigua Stalingrado). La ciudad que se extiende por 65 km a lo largo del Volga está constituida por seis fases paralelas: río, parque, residencia, circulación, zona verde y ferrocarril. También, Le Corbusier, en su proyecto de “Cité linéaire industrielle” se inspira en A. Soria. En el plano de la ciudad de Saint- Dié, retoma la idea de la Ciudad Lineal pero desarrollada a lo largo de una autopista. Fuera de Europa, en la primera década del s. XX se acepto un proyecto de Carvajal (el mayor seguidor y difusor de las teoría de A. Soria) para la construcción de la 1ª Ciudad Lineal en Chile en la ampliación de Santiago y en los proyectos de repoblación del interior. 5) IMPORTANCIA DE LAS PROPUESTAS TEÓRICAS Y PRÁCTICAS DE A. SORIA Y MATA. • • • • •

Proponer la experiencia urbanística más importante de la España contemporánea. Proponer una alternativa radical a la ciudad existente. Dar respuesta formal (salubre y en proximidad a la naturaleza) al crecimiento de la ciudad industrial. Anticiparse a algunos preceptos de la ciudad-jardín de Howard. Intuir, por primera vez, la relación entre los nuevos medios de transporte y la nueva ciudad

6) ALGUNOS EDIFICIOS DE LA CIUDAD LINEAL. Lamentablemente, si contamos los chalet existentes hoy en día en La Ciudad Lineal, no llegaríamos al medio centenar, el resto ha sucumbido a la piqueta.

a)

Pza. de la cruz de los caídos. Antiguamente Plaza de las Harinas.

Esta plaza se llamaba Plaza de las Harinas, porque había una fábrica de harinas que sale a la calle Ministerio, ahora es un edificio de pisos. En la confluencia de las calles, Alcalá, Arturo Soria y Hnos. García Noblejas, en un punto de intersección, se colocó años después pasada la guerra civil, un monumento en homenaje a los caídos, por el bando nacional. Se trataba de un monumento, con tres monolitos; uno mayor con una cruz de alto relieve, labrada en piedra y dos más pequeños, con los símbolos nacionales del régimen, el yugo y las flechas. En la parte trasera del monolito principal, se podía leer en un grabado, los 252 nombres de los caídos en Canillas, Canillejas y Vicálvaro. Este monumento fue realizado por Ricardo Colet en 1947; la cruz de granito estaba esculpida con las piedras traídas de la desaparecida Cárcel Modelo, abandonada tras los bombardeos de la guerra civil, de la zona de Moncloa (hoy, Cuartel del Aire). Años después, se le agregó un busto de José Antonio, abogado y político fundador de la falange española. Fue retirado "oficialmente" por los problemas de tráfico que se originaban en ese punto, en el año 1987. Como plan de reordenación del tráfico de la zona, se desmontó y desapareció para siempre. El monolito fue fraccionado, numerado, desmontado y llevado al almacén municipal del Huerto del Francés, en el parque de El Retiro; en el lugar donde se ubicaba, se decidió colocar unos islotes a cada lado de la plaza, para colocar sendas fuentes.


Los nombres de algunas calles de Ciudad Lineal proceden del de los caídos que figuraban en el monolito

IGLESIA PARROQUIAL DE NUESTRA SEÑORA DE LA CONCEPCION DE PUEBLO NUEVO O IGLESIA DE CIUDAD LINEAL Situación: Calle Arturo Soria, 5.

Año de construcción: 1901. Arquitecto: Jesús Carrasco-Muñoz Encina Dentro de los proyectos de don Arturo Soria, en el marco de las actividades sociales y culturales de la C.M.U. (Compañía Madrileña de Urbanización), estaba la construcción de la iglesia Nuestra Señora de la Concepción de Pueblo Nuevo y Ciudad Lineal de Madrid. Las obras se iniciaron en 1901 según proyecto del arquitecto Jesús Carrasco, y se terminaron en 1924. La construcción siguió la línea de otros edificios de la zona. Realizada en ladrillo (procedente de los tejares de la Compañía), con estilo neomudéjar, incorporaba arcos de influencia árabe en la fachada. Durante la Guerra Civil, la torre sirvió de casamata para la instalación de un cañón antiaéreo y las campanas fueron desmontadas de sus yugos y fundidos sus bronces para convertirlos en material de guerra. El recinto se convirtió en depósito de víveres, después de desalojarla de todos los elementos de culto. El despliegue ornamental es riquísimo y está claramente inspirado en los edificios mudéjares toledanos; en él se muestra una preocupación erudita, casi arqueológica. Esta tipología fue muy seguida no sólo en Madrid, sino por toda España. Jesús Carrasco la utilizó en la iglesia parroquial de Ciudad Lineal en 1925. Esta iglesia tiene heridas de la guerra en la fachada, pues fue defendida por soldados comunistas (leales a Negrín) contra sublevados con Casado que avanzaban por la carretera de Alcalá hacia Madrid.

EDIFICIO DE LA CMU EN CIUDAD LINEAL Ubicado en la calle Arturo Soria con Arzobispo Cos, cerca de la calle Alcalá


C/Arzobispo de Cos nº 3

COLONIA BENÉFICA DE BELÉN Situación: Entre c/Sambara, Virgen de Lluc, Zigia, C/ de los Misterios Hacía 1909-1911 la CMU tuvo que hacer casas adosadas, e incluso una especie de apartamentos para los obreros de la Compañía en la carretera de Aragón (actual calle Alcalá), lo que contradecía el principio fundamental de la Ciudad Lineal.


C) Calle de Los Misterios nº 16 y nº 20

Nº 20

Nº 16 b) EDIFICIO FUNDACIÓN PSICOBALLET MAITE LEÓN Situación: c/Vizconde de los Asilos, 5


“La sede de la Fundación es un hermoso edificio restaurado de principios del siglo 20, al que se le ha añadido otro de nueva planta que sin romper la estética característica de aquellas edificaciones, permite una cómoda ampliación de las dependencias. El edificio esta propuesto para premio honorífico al edificio artístico para personas con discapacidad mejor rehabilitado. La sede diseñada por Fidel Martín Navacerrada es el reflejo de la filosofía del Psico Ballet: la búsqueda de la estética integrada en un entorno agradable y tranquilo donde se forman los futuros componentes del Psico Ballet.” c)

C/ MARÍA LOMBILLO, 1- Madrid. (Virtual) (TCGY9)

C/ARTURO SORIA, 65-Madrid.

Villa Rosario / Arturo Soria, 65 / Probablemente la vivienda mejor restaurada y más parecida a las originales de toda la Ciudad Lineal d) VILLA RUBIN o CASA DE D. ARTURO SORIA Situación: Calle Arturo Soria, 124 Actualmente: Residencia Infantil Manzanares Año de construcción: 1908 - Arquitectos: Antonio Navarro Sanjurjo y Miguel L. Pedraza Munera. Reconstruida: 1942


La casa actualmente.

VILLA DE ZACARIAS HOMS, luego VILLA ROSA Situación: Calle Zacarías Homs, 1 Actualmente: Junta Municipal de Hortaleza. Año de construcción: 1910. Arquitecto: Ricardo Marcos Bauzá

Foto actual de la villa. Aunque actualmente es la Junta Municipal de Hortaleza, se consideró en todo momento una villa más de la Ciudad Lineal. José Tolosa, prestigioso empresario de ópera y excelente director, y su esposa Rosa de la Vila (de ahí Villa Rosa), mandaron construir esta villa. Durante el franquismo tuvo fama de ser el más selecto cabaret de Madrid.

Casa de la c/ Prensa nº 3


Urbanización (Manzana 85)

Central eléctrica de la Compañía Madrileña de

Oficinas de la Compañía Madrileña de Urbanicación (CMU) que fue la responsable de la construcción de la Ciudad Lineal. Este edificio estaba originalmente en lo que ahora es la esquina entre Arturo Soria y Arzobispo Cos (junto al cruce con la calle de Alcalá)

(2007)

Plaza de Ciudad Lineal, en la confluencia de Alcalá con Arturo Soria ~


Vista aérea de la N-II y la Ciudad Lineal. El rascacielos central es la Torre Iberia; la calle horizontal es Francisco Silvela. La calle Arturo Soria ocupa la parte superior de la foto. (1955)

Algunos árboles de la calle Arturo Soria, el tramo entre el número 1 y el 50

Villa Rubín, hoy en día Residencia Infantil Manzanares c/ Arturo Soria 124


Casa antigua. C/ Arzobispo Cos, 3

Casa antigua. C/ Misterios, 50

Casa Mely c/Juan Pérez Zúñiga, 45

Villa San José: Convento de las Religiosas Esclavas de la Virgen Dolorosa


Apeadero de tranvía, en lo que hoy sería el monumento que hay en la zona central del paso de peatones de Arturo Soria 126-128 (enfrente de la fachada del Centro Comercial Arturo Soria Plaza)

C/ General Aranaz, 48 ~ (2011)

Villa Concha en la Ciudad Jardín, Manzana 98


c/ Vizconde de los Asilos, 5 # 17.6.2011 | 1 notas

Vista aĂŠrea de la N-II a su salida de Madrid hacia Barcelona (sentido norte) y la Ciudad Lineal. El gran edificio de la izquierda junto al puente son los Estudios CEA, situados en el antiguo Parque de Diversiones ~ (1955)


c/ Añastro, 3 / Un hotel original que todavía sirve de vivienda, con su entrada intacta.

Un tranvía de Ciudad Lineal

Parque de Diversiones y Frontón de Ciudad Lineal ~ (circa 1900)


Restaurante del Kursaal ~ (circa 1900)

Máquina voladora del Parque de Diversiones de Ciudad Lineal ~ (circa 1900)

Kursaal / Teatro al aire libre de Ciudad Lineal ~ (circa 1900)

Así era la zona antes de la urbanización.


Entrada de Villa Hispana / Arturo Soria 69 ~ (2004)

Casino y restaurante en el Parque de diversiones

Arturo Soria, 202


las ciudades? – Arturo Soria y Mata

¿Cuál es la base de la nueva arquitectura de

Arturo Soria (circa 1960) # 15.6.2011 | 3 notas

120

Placa de la calle Arturo Soria, correspondiente al número


Tranvía de vapor

Hotel Rubín 7) ANEXO DOCUMENTAL TRANVÍA A VAPOR DE LA CIUDAD LINEAL

"Más si la vía férrea colocada en la ciudad lineal tiene el mismo ancho de la red general de ferrocarriles, y la enlazamos con el ferrocarril del Mediodía en Vallecas, con el de Ciudad Real en Villaverde y con el del Norte en Pozuelo y nos servimos de ella como tranvía durante el día y como ferrocarril para el transporte de mercancías de dos á seis de la madrugada, fácil es comprender que, una fábrica construida en la nueva barriada, puede recibir directamente el carbón y las primeras materias y expedir a cualquier punto de España el producto elaborado sin los gastos enormes de carga, descarga y camionaje"(*)


(*):D.ARTURO SORIA Y MATA, Extractado de unas de sus conferencias dadas en el ATENEO CIENTIFICO Y LITERARIO DE MADRID.-




Anuncio en la prensa en Julio de 1911. Alzado de casa del obrero. Fuente: La Ciudad Lineal : antecedentes y datos varios acerca de su construcci贸n, de 1894. Bibliotecas Comunidad de Madrid.

Tres planos de los tipos de casas, de los mucho que existieron.




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