CLAUDIA MICHEL F.
Juego de ensarte
1
© Claudia Michel F., 2008 © Editorial Yerba Mala Cartonera de Bolivia, 2008. Proyecto social cultural y comunitario sin fines de lucro. yerbamalacartonera@gmail.com http://yerbamalacartonera.blogspot.com
Proyectos análogos: Eloísa Cartonera (Argentina), Sarita Cartonera (Perú), Ediciones la Cartonera (México), Animita Cartonera (Chile), Dulcinéia Catadora (Brasil) y muchos más en casi 20 países. ______________________________________________________ Impreso en: Imprenta “Magda I” Av. Oquendo 371 dpto. 2A. Cochabamba Derechos exclusivos en Bolivia Hecho el depósito legal: 3-1-1101-10 Impreso en Bolivia ______________________________________________________ Esta publicación ha sido posible gracias al apoyo desinteresado de Magda Rossi.
2
Para JosĂŠ Antonio
3
4
Lunes 3 Huele a frío y a lluvia, respiro los últimos minutos de esta vacación, hoy termino mi año. Cerrando los ojos y saboreando una sonrisa de miedo, me lanzo al abismo. Domingo 9 No hay peor tristeza que la de los domingos por la noche cuando la ilusión de ser dueña del tiempo se rompe frente a mí como un descuido, como una taza de café que mi mano deja caer. Sus pedazos están esparcidos en el piso y la bebida negra ha manchado los azulejos de la cocina. Como la sangre de este día, se ha escurrido hasta la rendija del caño. Observo en cámara lenta como el tiempo, que nadie sabe qué es, se adueña de mí. Jueves 13 A veces quiero recibir una carta, una mail desinteresado sin título, solo alguien que me diga algo. El silencio nos puede comer con su inmensidad, demasiada profundidad. Me perdono este meloso deseo por auténtico y real. Hoy es cumpleaños de la Sara, cumple 20, todos la felicitan a la vez que le dicen que de aquí empieza la bajada de la vida. Ella mira con sus inmensos ojos y nos ventea con las palmeras de sus pestañas, sonríe. Yo no sé cuándo empieza uno a envejecer, quizás desde que nace y sabe ya cuál es el otro lado del camino. Hoy traigo una tristeza de martes.
5
Viernes 14 Cuando sabes que la piscina está fría y que es más que seguro que un terrible calambre te agarrará justo en el momento en que chocas con el fondo y doblas la rodilla para darte el impulso de salir, ¿cómo puedes pensar siquiera en meterte? Hay algo en la vida que se inclina por la fatalidad, hay en la vida una invitación a la muerte, no bastan las experiencias de los otros para aprender. Desde el séptimo piso miro abajo, sé que no quiero morir pero no puedo callar la voz que me dice "Ven".
Lunes 17 El frío nos arrincona a lo más profundo de nosotros mismos. Ese olor a invierno me trae unas ganas inevitables de tristeza. El dentista pone "tango bajo fondo" mientras un suctor, dos manos y tres herramientas intentan maniobrar en mi boca que ha crecido cuatro centímetros. Como si no fuese suficientemente dramático estar ahí y en esa situación. Esa música mágica de respetuosa irreverencia es perfecta para mi vida de temprano invierno. La desconfianza me envuelve como un frío de mayo que me rehúso a sentir. El frío es más que la ausencia de calor.
6
Martes 18 Te vi, saliste entre la gente a saludar Los astros se rieron otra vez La llave de mandala se quebró yo simplemente te vi... Fito Paez
La soledad me pegó a las siete de la noche, caminando de regreso a casa, ese viento que me dio en la cara en plena esquina me hizo sentir sola en la infinita soledad del desamparo. Encontré mi remedio en la música y en la conversación con una amiga, que luego me buscó. Pero no pude escucharle, me perdía en sus palabras, mirando su boca me repetía: Ojalá mis palabras puedan hacerme algo puedan encontrarme puedan aliviarme.
Miércoles 19 No la puedo culpar por ser tan descifrable, ella toda es una verdad, su verdad. No puede esconder nada que en segundos se le revela. Sus ojos, su cara, sus manos, su cuerpo entero dice todo lo que sucede. Me ve llegar y, sin saludarme siquiera, se acomoda en una de las mesas mas lejanas, como para evitar que nos molesten, como para decirles a todos, en silencio, que no interrumpan, que es importante. Se sienta, pone los codos sobre la mesa, cruza los dedos y se tapa la boca, no necesita decirme nada, ya mitad de su historia la sé. Tiene tantas formas de decirme su vida, que ella sola es una lectura. 7
Me siento en frente, ante sus ojos negros, profundos. —¿Y ahora qué has hecho?
Jueves 20 Son las 18:30, ha trabajado todo el día y considera que un desliz laboral no será nada, otros días dio más pero hoy no, hoy estira su mano sigilosa ante las posibles miradas que quiere esquivar pero están siempre pendientes de todos sus movimientos, se da modos, viola al parlante con el extremo de los audífonos y aumenta el volumen. Para cuando tiene los audífonos en las orejas todo ha pasado tan rápido que nadie se percata del particular aparato que deforma sus orejas. La música y ella tienen conexiones que superan todo. Aunque ya han pasado las cinco y media, “El sol sale para todos”, piensa.
Martes 25 Ven despacio en la mañana a despertarme con un hilo de voz que entre por mi tímpano y se quede en mi corazón. Mata dos veces la muerte de estos días y hazme sentir un poco viva. Llena mis ojos de las miradas perdidas, de voces que no escucho, de las letras que me llaman y no escribo. Dame las voces de Santiago, los abrazos de México, 8
los calores de las playas que no he visto. Dame verde y rojo fuertes en mis días, no permitas que nunca, nunca, nada sea igual.
Miércoles 26 Si moriría hoy me pregunto qué dirían a la gente que no me conoció, cuáles serían las coordenadas de mi vida si no tuviera que decirse nada accesorio sobre lo que hice, ni mi descripción física, ¿quién se diría que fui?: La sustracción, la resta de las convencionalidades. Al final el mapa de mi vida son solo las personas que me ven y viven de alguna forma conmigo, solo a partir de ellas me defino, solo en relación a los demás soy; estar completamente sola, no hablar con nadie, no saber y hacer nada con nadie me haría nada, me mataría estando viva.
Jueves 27 Cuando estábamos tristes y solas cantábamos los himnos que nos habían enseñado en la escuela. Cantábamos al mar, a la madre, el Salve Patria. La memoria tiene lugares escondidos. Ella empezaba y yo le seguía, desde el segundo piso de la cama, recordando algunas frases, se reía y las iba mezclando con otras yo le corregía pero tampoco me acordaba bien, tarareábamos un poco y así como armando rompecabezas lográbamos acordarnos. Entonces era fácil, todo fluía y era como si hubiéramos encontrado una llave perdida y, al abrir la puerta de la memoria, nuestro pasado estuviera ahí perfectamente guardado. 9
Viernes 28 Cuando éramos niñas, mi madre nunca entraba a las tiendas por mucho que le gustara lo que veía en las vitrinas, tenía un extraña timidez y un exceso de cortesía que le hacían pensar que preguntar era importunar a la gente. Esto hizo que se instalara en nosotras una total sensibilidad, una recepción extrema a las expresiones de la gente.
Lunes 1 ¿Qué es estar solo?, si a final de cuentas me tropiezo con tanta gente por las calles. Somos solo una masa de humanidad, cada quien un alma perdida y sola por su cuenta. La convivencia es una imposibilidad destructiva, es preferible la distancia. La pensión llena obliga a la gente a compartir mesa, mi tristeza está disfrazada de cordialidad.
Martes 2 Hoy un bisturí dibujará en su vientre una línea roja de sangre, por ese marco ensangrentado saldrá por segunda vez un niño cultivado por nueve meses, mecido por el andar cansino de su madre. Nacerá con su collar umbilical de dos vueltas, pequeño, empapado aún de su madre.
Martes 2 (más tarde)
El concepto del kamikaze es en realidad morir naciendo.
10
Miércoles 3 Espero tanto que sean las 18:30 para salir de la oficina, como si me estuviera librando de algo, como para zafar, huir, salir, escaparme. Pero cuando marco la tarjeta y siento el frío de la calle pienso: “y ahora … ¿dónde voy?” Esta ciudad solo me ofrece frío.
Jueves 4 Hoy también hizo frío, es triste abrigarse en septiembre.
Sábado 6 (sobre esta necesidad de descontrol) Sábado en la noche. Hoy prometo hacer algo para recordar, algo de qué escribir Salud por los temerarios. Salud por los que siendo hormigas pican. Salud por la rebelde valentía que da miedo y fuerza. Morir antes... Morir antes…
Domingo 7 (3:15 am) La medida de mi felicidad es una botella de vino.
11
Domingo 7 (13:45) Una noche de desenfreno puede arruinar o arreglar mi mundo, lo que no he considerado es el tiempo después de esa noche en la que me será revelado el arreglo o desarreglo. Vivo resignadamente mi resaca, mi dolor de cabeza y mi malestar estomacal. La confusión de la noche me hace ver lo que no veo y decir lo que no debo. La puerta no se vuelve a abrir para las palabras que ya han salido. Domingo 7 (21:05) Yo que tantas personas he sido nunca seré aquella que todos acepten y quieran, a este punto de mi vida debo admitir y vivir con la realidad de mi falta, de mi no totalidad. Soy de los extremos, del todo o nada. Hoy la entiendo, hoy quiero clavarme una estaca en el pecho y morir. Lunes 8 Yo siempre dije que julio es un mes de cosas importantes, hoy lo espero como siempre... comiéndome un algodón de azúcar
Martes 9 El desenfreno y la impulsividad son importantes para tomar las grandes decisiones. Nunca hay condiciones perfectas para nada, en la búsqueda del momento perfecto se nos termina la vida. Ante la "accidentalidad" de los hechos no queda más que ver cómo vivirlos. 12
Todo resulta un riesgo constante en la lotería de los días, de cualquier forma es mejor jugar que quedarse con las cartas. He desarrollado una práctica temeraria de contra fobia, por la cual me acerco y hago mío aquello que más temo, pero que en el fondo quiero. Respiro hondo, abro los ojos y camino despacio, hacia un destino que no veo. Miércoles 10 (8:20, saliendo de casa) Camino al trabajo busco en mi mochila el último pedazo de chocolate, miro intercaladamente mi mochila y la calle, no vaya a ser que por querer matar un poco mi hermosa y devastadora depresión, termine muerta. Busco y siento el pedazo envuelto entre mis dedos. Pienso: " por fin algo para endulzarme el día". Saco el chocolate y leo en el envoltorio: "amargo". Entonces me río de la vida que se ríe de mí. Miércoles 10 (más tarde) El dolor nos hace a todos poetas. Jueves 11 No logro dormir nunca lo suficiente, hay siempre un espacio infinito y vacío que me llama a caer todas las noches y no volver. ¿Qué serán estos instintos asesinos?, ¿qué será este esquizoide deseo de no perderme la vida pero perderme en ella?
Viernes 12 Yo sabía que julio no podía pasar sin matarme un poco, también este año.
13
Sábado 13 (por la tarde) Ojalá el futuro fuera como una poza segura donde uno pudiera clavarse desde lo más alto. Martes 16 Yo te perdono, Bolivia, el haberme parido, te perdono la clase media y dolorosa que todo lo ve, mi culpa al sacar más de 50 del cajero, mi trabajo de todos los días, mis frustraciones de artista; te agradezco las montañas y la lluvia de verano, el lila de los jacarandás y el rojo del inicio de la noche, te agradezco la papa, el quesillo y el ají de san Julián; pero no sé si pueda perdonarte el dolor de todos los días... Miércoles 17 Hoy es la primera vez que pude sacarme la chompa a medio día. Viernes 18 Hoy soñé con elefantes. Será por eso que desperté dormida, ni con toda el agua que me cayó en la ducha terminé de despertar, más cuando la continuación de mi sueño se prolongó en el libro que vine leyendo en el trufi. Ya es una buena semana de puro sol, hasta mi obscura oficina se inunda de luz y me llena de reflejos. Hoy me puse una falda verde y con ese simulacro de naturaleza que me cubre de cintura a rodilla me vine a enfrentar al mundo entre sueños.
14
Lunes 21 Hoy hace un calor feroz, el Mejes puso un carambolo en mi ensalada de frutas que no alcancé a comer en el almuerzo, el sol feroz de noviembre tiene el sabor cítrico de las últimas naranjas. Por alguna extraña razón todo empieza a mejorar con el calor de la tarde.
Yo tampoco quiero trabajar y sí quiero arreglármelas para que me llamen escritora. Martes 22 Vi venir la tormenta desde la ventana de mi cocina, mientras me refugiaba en los quehaceres domésticos. La cocina es un espejo, las moscas se resbalan en los azulejos, afuera llueve como en Sucre. Dentro mío también llueve. "…tiempos oscuros se avecinan, Harry, tendremos que elegir entre lo fácil y lo correcto", dice Boldemore Cuando todo termina... ¿qué queda?, ¿dónde queda lo que queda?, ¿queda algo? La puerta del fin está abierta y yo no quiero, no quiero, no quiero pasar. Miércoles 23 (4:48) ¿Cómo uno sabe qué es lo que debe hacer? ¿Dónde se compra un mapa de vida? Cuando uno se deja ir... ¿dónde va?
15
Sábado 26 El taxi no llegó nunca. Apuré el paso por la subida para llegar a tiempo, hace mucho que no caminaba por Sucre de noche, la ciudad toda naranja y blanca. Los pasos rápidos me agitan, el viento de lluvia me da a la cara, sin querer me encuentro buscando en todos los lugares y en todas las caras, partes de mi pasado. Volver aquí significa volver en el tiempo y con él regresar a un amasijo de verdades. Sonrío mientras quiero llorar, las subidas me hacen estallar el pecho, las caras desconocidas me recuerdan que yo ya no soy de aquí, el reloj de la plaza me reconoce, me abraza en su blanca distancia. Supe que el tiempo pasaba cuando me aleje de ti, le dije. Martes 29 Quiero verlo todo con ojos de domingo. Jueves 31 Yo quisiera que las fiestas pasen rápido solo por que nos crean una realidad paralela de felicidad inventada, pero necesaria. La realidad es demasiada carga sobre mí. Yo que me crié para súper héroe tengo una vez al mes una aterrizaje forzoso a la realidad, que coincide a veces con los cambios de luna y su influencia en mi cuerpo, agravando la situación a dimensiones desconocidas. Lo que sí es verdad es que el domingo me dio una felicidad nueva, como estar en un eterno túnel y ver por fin la luz de la salida. Yo no creo en los salvadores del mundo pero desde ese día tengo una luz que sale por mis ojos todas las mañanas. La utopía es una temeraria forma de vida.
16
Martes 12 Cada hora, 60 minutos, cada minuto, 60 segundos. No sé de qué están compuestos los segundos, solo sé que todos son mis enemigos, uno a uno los aborrezco con el odio de los que esperan. Con el odio de los dolientes. Su chorrear baboso me ceda, sus gotas lentas me embadurnan mientras espero el paso del amarillo al verde de los semáforos. Su peso de agujas de plomo se va clavando en mí como la más deliciosa tortura. Todo se hace una masa enorme de babas. Ya aprenderé, me digo, ya aprenderé a no subir tanto, a no esperar tanto. Caigo cada vez con la misma fuerza que la primera, porque cuando dijo Martín que la utopía era una forma de vida, no pude olvidar nunca más sus palabras. Este dolor de espera sabe a frutas, es un placer que no aguanto, que me provoco, me va matando, lenta y jugosamente, aprovechando cada espacio, sin desperdiciar una sola gota de mí. No servirá escurrirme de lo imposible, ya es tarde para ser quien no soy. Miércoles 13 Yo le miré y supe que no había nada tan simple y absoluto como esa mirada, la verdad estaba ahí, frente a mí, y su fuerza me llenó el cuerpo de una sensación extraña que escalaba por mi garganta y se convertía en un grito. Sábado 13 ¿Dónde va todo lo que no se dice, lo oculto, lo no dicho? Ha de haber dentro un lugar escondido, un espacio ciego, donde todo, todo, llega crece y se enreda en sí mismo. ¿Cuál es el precio del silencio? No hay nada como callar, he pensado durante mucho tiempo Ahora no sé más, no sé más. 17
Domingo 14 (por la tarde) Vino hoy el horror de la verdad. Se regó por el piso. Lo tiñó todo de negro con su espesa oscuridad. El espanto me subió por la costura de la espalda hasta la boca. Donde se congeló mi lengua y todo fluido de voz.
Lunes 15 (4:48) Desde el día que lo supe mío lo cuide con todo lo que tuve y lo que inventé. Su presencia, el saber de su vida, abrió mis ojos todas las mañanas, se hizo plástico en mi piel cuando llovía, agua en los días de sol. Has muerto contra todas las predicciones, no pude verte siquiera, hecho como estabas solo de mis ideas. Ni la cábala que me enseñaron en la escuela, ni los rezos milagrosos de mi abuela, ni la suerte comprada, ni todo lo que di, ni yo misma te hicimos verdad, cómo me dueles ahora que sé que nunca más serás. Intento tragar con rutina estos días sin nombre, pero sin querer te evoco, soy de paja seca, me quiebro. Mi piel una coraza de pan fresco que cruje. Peor que morirse es querer morirse y no poder. Me visto de negro para matarte de una vez, para que la herida de lo que creí verdad muera, yo no quiero ser madre de hijos de carne y hueso, por eso te amé tanto, ¡ahora muere! ¡Muere! Y no vuelvas nunca, pues tu dolor es innombrable como la mujer que pierde un hijo, no es viuda, ni huérfana, ni nada. Lo innombrable es la nada y eso soy ahora que nunca fuiste.
18
Lunes 15 (6:13) No hay peores monstruos que los propios. Lunes 13 Mar adentro como Alfonsina, donde por fin está el mar, la serenidad del acuático silencio. La muerte como un sueño fresco, que alivia, que calma, que termina. Como mi siesta en días de nubes en búsquela de paz y silencio Por fin sola en la infinita soledad del desamparo. Lunes 27 Aún quedará un espacio absolutamente mío.
19
20
Ediciones Yerba Mala Cartonera Para no desesperar en las trancaderas, para dejar pasar las propagandas de la TV, para aguantar las marchas, para caminar subidas sin darse cuenta, para bailar al ritmo de la cumbia del minibús o para cuando tengas simplemente ganas de leer. Un libro cartonero, casero, tu mejor cómplice.
Otros títulos:
Crispín Portugal, Almha, la vengadora Gabriel Pantoja, Plenilunio Vadik Barrón, iPoem Bruno Morales, Bolivia Construcciones Carolina León, Las mujeres invisibles Yancarla Quiroz, Imágenes Rodrigo Hasbún, Familia y otros cuentos Claudia Michel, Juego de ensarte Juan Pablo Piñeiro, El bolero triunfal de Sara Jessica Freudenthal, Poemas ocultos Beto Cáceres, Línea 257 Darío Manuel Luna, Khari-khari Gabriel Llanos, Sobre muertos y muy vivos Santiago Roncagliolo, El arte nazi Fernando Iwasaki, Mi poncho es un kimono flamenco Nicolás Recoaro, 27.182.414 Marco Montellano, Narciso tiene tos Vicky Aillón, Liberalia Banesa Morales, Memorias de una samaritana Washington Cucurto, Mi ticki cumbiantera Crispín Portugal, !Cago pues! Nelson Van Jaliri, Los poemas de mi hermanito Gabriel Pantoja, Plenilunio 21