MARCELO RAMOS
Rayado de Cancha
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© Marcelo Ramos, 2009 © Editorial Yerba Mala Cartonera de Bolivia, 2009. Proyecto social cultural y comunitario sin fines de lucro. yerbamalacartonera@gmail.com http://yerbamalacartonera.blogspot.com Proyectos análogos: Eloísa Cartonera (Argentina), Sarita Cartonera (Perú), Animita Cartonera (Chile), Ediciones la Cartonera (México), Dulcinéia Catadora (Brasil) ______________________________________________________ Impreso en: Imprenta “Río Seco”, patio 2, mzno. P, No. 214, El Alto. Derechos exclusivos en Bolivia Hecho el depósito legal: 4-2-1355-06 Impreso en Bolivia ______________________________________________________ Esta publicación ha sido posible gracias al apoyo desinteresado de los residentes bolivianos en Boston-EEUU y Oswaldo Calatayud y familia..
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A Hiram Pablo Y a la chica que se llamaba como yo antes de nacer
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- (Estamos bien)((A la manera de los monos.))
(Estamos bien) Queridos curas Decanos y abogados, Exploradores y científicos. El tiempo está rodeado. Hay micro censores y fibras que comunican Control experimental Cinta magnetofónica (Estamos bien.) He visto bajo mi cama a hombres sangrando del rostro implorando que llore con ellos y los esconda, Saboteadores, Presidiarios prófugos, Rebeldes muertos vivos Castigados por entorpecer el libre tránsito de las normas. Junto a mí Una esposa desconocida Me consuela Confirma que estoy en el país de las carcajadas grabadas en donde Dios no mueve un dedo por nadie. Sabemos que no es normal la vida allá afuera Tras las fronteras de la inconsistencia legal. 5
Y los esclavos En sus ratitos de descanso Van con su vergüenza, Su culpa y la imitación jurídica Típica De los monos. Sabemos que no es normal la vida allá afuera Tras las fronteras de la inconsistencia legal. Estamos protegidos. Hay sistemas de seguridad Y coquetas alarmas de incendio Y contestadores computarizados que sonríen en la opción 3 o en la opción 4. “El mar está lleno de muertos Que no volverán ni a gritos” Recita la opción 3 a los ojos no videntes de los televidentes Estamos protegidos también De personas que pertenecen al lúmpen, Que vagabundean en torno a la carreta del heno. Unos caen cansados y olvidados Otros se golpean el cráneo Otros están oscuros Otros piden limosna Otros caen de rodillas. (Estamos bien)
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De rodillas.De rodillas los bebedores del ocio, los hambrientos con pan. Bajad los brazos para contemplar en silencio la ruina del paraíso encontrado en la ambigüedad tecnológica. Morderse la lengua para el último beso, Sacarse las extremidades para asistir a esta madrugada tan fácil y tan al borde. Usted que soñaba con el final de los días, Viene ahora con la lengua por fuera a pedir y a perder en este borde, los zapatos claustrofóbicos de su desvergüenza. Viene clamando con la boca llena de vicios, Gruñendo y despotricando contra los viejos sedientos que no hicieron más que aguardar el alba. Pero no se apure, Siga el compás de los ausentes, Arrodíllese al unísono, Frunza el seño. Y aunque tenga miedo no se arroje de guata sobre el suelo, No se dé con una roca en el pecho, No desaparezca submarinos, Siga el ritmo de su amante pobre en una noche de abril. Si lo recuerda; No saque su paraguas, No se persigne, No diga que le ama. No siga con su miedo, No trate de vengarse de su vecino. Y si quiere un consejo, no se lo pida al párroco de la esquina. No recurra al misal. Piense que saldrá de paseo a reunirse con familiares muertos que no quieren verlo. Recuerde la bondad de los niños, 7
que no entienden el procesamiento celestial ni las brújulas magnéticas. Piense que su vida vale el alquiler de un camello en Egipto o la voluntad del Pistaco en el camino de los andes. Y si la muerte llega déle la mano, Recuerde a su mujer en un acto onanista. Mida su fortuna en toledana equivalencia Y practique usted mismo el onanismo. Salga a la calle, Suelte aquella piedra que nunca salio de su mano esa mañana de mil novecientos ochenta y cinco.
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Rayado de cancha.Dejo al burro con su cola gris en medio del camino, Signo de mi buena fe y benevolencia: Retrato por las calles a las chicas que pasaron el alba fuera de casa. Sigo al colega, dibujo en él su espalda y le trazo un destino incierto. Mantengo distancia del heladero con su cuerno. Retengo y succiono miles de células muertas en suspensión. Es un látigo este día que no debe existir, que no debe andar para adelante ni montar la espuma, ni golpear al negro, al infante a la bestia Por que la niña muerta no eleva la voz y canta conmigo, Por que dejaron de parecerme terribles las bayonetas, Por que dejamos de jugar con la cosa, Con el alba, Con la nostalgia, Cuando solíamos decir puñal en mano,
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ÂĄque venga! Igualita que ayer, desnuda y perezosa con ganas de mutilarse y encontrarse borboteando en mi propia sangre. Con la pata de la bestia, con la fisonomĂa cambiada, Con el rigor post mortem aun la reconocemos rayando la cancha con modestia
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-Dos cadáveres ((muertos)). Tacna
El aire va soplando en la visera desplumada de un adolescente abatido por una bala ansiosa, Llena de carne, de molares, de gusanos, su masa se retuerce entre la angustia de su novia y Las llamadas telefónicas que percuten en el aire como en un cuento chino. Pensó la madre, refunfuño el padre, se excitó la hermana y todos salieron de paseo a comerse un pollo cantones. Pero el hijo no estaba y las sirenas sonaban, mientras el borboteo infinitamente amplificado de un arma que se hunde en una charca de lágrimas despierta a una vecina que reclama por la ventana, Levanta la mano en señal de ofensa un automovilista enfadado con la policía que ralentiza el transito y en un motel cercano; crujen los catres, cruje la hermana del occiso, cruje la puerta de casa con un policía de frente a ella y cruje el cerebro de la madre y hay gritos, saltos, convulsiones, conversaciones a media voz, llamadas telefónicas. Pero su hermana era hermosa bajando las escaleras, moviéndose de un lado a otro de la cama, intranquila, poniéndome sus glúteos en la cara; suenan sus quejidos, suena su celular, suena la brisa, suenan sus lágrimas y el sonido de su cremallera alienta a un grillo para que también se descargue en esta noche fría. Hay un pequeño silencio. Pero un rumor entre las multitudes que disputan un huequito en la escena del crimen, rompe aquel perturbador silencio. – Son dos los cadáveres muertos – Un rumor obediente disipa la tensión hacia el fondo, Otra vez un policía, una puerta, una madre, las llamadas telefónicas, 11
la vecina y el automovilista que reclama obscenamente. Pero Luís no está, Pedro no ha vuelto, Juan no encuentra un taxi para volver a casa Y las Marías gritan de pasión en pequeños cuartos A Mauricio no le gustan los coños y se besa con su compañero de curso, Que fue violado a los quince años, Que odia a los gay, Que odia a su padre Y que empuña con una valentía notable su cuchillo, Pero no se atreve Piensa en ella bajando la escalera Piensa en sepia y ella tiene un peinado antiguo. Y un olor a primavera guardado entre los senos.
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Uno Patriota, la otra no sabe.-
Existe la pasión en el canto de las oficinas Y el lomo de una culebra en el corazón de la muchacha que ya no espera ser grande, que multiplica su vida entre la armonía de las hormigas y la palpitación de las sabanas. Ella no busca renacer ni volverse patriota, aunque no rechaza al patriota cuando hace frío; Lo aplaude por su violencia, Lo anima a dibujar las fronteras, Le prende fuego a las banderas del amigo. Y su risa crece alimentada por toneladas de petróleo. Pero ella se siente extraña, Recuerda lejanamente el canto de las oficinas El pie del perro, La mano del amo, Al hombre. Solo recuerda el signo en la moneda, La recompensa, y a unos pocos que cayeron En el año de mil novecientos cuarenta y uno, Cuando el corazón era de plomo Y los aviadores japoneses unas estrellas del rock.
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El retorno en medio de un paisaje que diluvia.-
El retorno en medio de un paisaje que diluvia. El retorno a la vida de los padres como consagración del miedo. Consecuencia del acto irremediable de nacer, son estas marcas en la carne. Los únicos que salvaron el alba, portaban báculos e impermeables en sus corazones. Y el camino era penoso e intrascendente como el sendero que guía el rebaño. Los tristes rostros de quienes esperaban, mordían la fatalidad del frío y el paisaje creciente en agonía, tiritaba de rabia entre los ríos secos del desierto, pero como la muerte estaba ahí rondando en forma de noche, un abrazo era refugio impenetrable para la densa masa oscura. (No le cuenten a nadie pero Esta pampa tiene siglos sin sangrar. Esta pampa no tiene flores, ni ríos, ni pastoras que lloren a sus amados)
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Lunes.Recuerdo hoy que no me gustan los días lunes Por que me recuerdan la soledad de los domingos Y sentir que uno va perdiendo la guerra contra los ojales contra las mañanas, contra las tacitas de té es como ir recogiendo los cadáveres de las horas muertas. Me veo los lunes como niño gritándole en la cara a un ventilador de aspas oxidadas el nombre de mi mal amada resolviendo con misterio el acertijo terrible de la pasión en tramite sin ninguna intención de levantarse de la cama al colegio Tal como hoy. Y entonces los lunes me pongo triste Por mi madre en lunes de colegio Por los calzones de las niñas en lunes de colegio Por los berlines en lunes de colegio Por la canción nacional Cualquier lunes del año.
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Ella estaba lista para hablar de dios cuando le dije.-
Eres la estrella La última luz de la noche reflejada en el charco Eres juguete y leche para el crío. Esperando el sol perdí parte de mi carne Sin embargo la mañana para mí era dulce entre las sabanas Y el olor a sexo. Obediente como el impulso del miedo Sentiste pena y rompiste la promesa De no legar la carne ni ocultar la sombra de tus huesos Eras brava Y obedeciste con miedo Cuando lloraste en la terminal Sabiendo que no habrían vírgenes Ni nadie que cuidase de tu fiebre Ahora que extrañas mi carne Recibe a este animal Vuelve a tu cuarto Serás recompensada por tu ingenio Y la falta de sueño.
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Separación conyugal.-
Alguna vez tuve un hijo y una zorra que cuidar Cuando el amor me parecía suficiente Y los limites lejanos Echándonos a correr por el campo de juego Simulando la felicidad a costa de enceguecernos Y establecer un orden casi perfecto pero vivos y en transformación Como una mentira O más bien como el acontecimiento que a falta de vida propia configura la mentira. Alguna vez compartimos el peor de los vicios Sin dejarnos volar en retroceso Pero aun así fundimos; Tú, tus caldos Y yo mi espanto por los límites del desierto Crecimos deformando las reglas del juego Para temor de los padres precipitados a la angustia ¿Descubrimos en algún punto de la recta, que el esfuerzo era en vano? Y que la deformidad del paisaje Nos consumía de libertad Inoperante producto del vértigo Ahora sí, las alas funcionaban en retroceso Estableciendo los límites que alguien se apresuró en llamar amor con una sonrisa aterradora Como si conociera un secreto espantoso Y disfrutara de aquello. 17
A la manera del hijo.a Hiram Pablo.Asistí ese día como el primer niño que tocó el féretro Con un discurso mal logrado pero lleno de caricias como en la fuga el silencio era lo importante tú, el descuido de la fiera esa provocación magnética que vinculaba la verdad con el norte Enfrentado con la ensoñación del niño que cerrando sus ojos al sur de la penitencia Abrasaba su humildad territorial fui el que ordenó la ruta y el menú El que observó la carne del vientre que amaba perdido entre la efervescencia de las botellas él que nació entre la angustia reclama su inmortalidad entre las rocas rasguñando el agua Poniéndose de pie y alborotando el sentido de las matemáticas con el repique de su pelota.
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Reconstrucción.-
Solo tengo unos pequeños recuerdos de sabanas mojadas y un poco de lluvia El resto era reírse Ahogar el zumbido que vibra tras de uno al cruzar la frontera Apagar en grandes y repetidos sorbos de cerveza Las ganas de incendiar nuestro lugar de origen Soñar con los amigos comenzando una fiesta en Latinoamérica. Pero no una fiesta con Sayas y San Juanitos - no se malentiendaUna fiesta con ciudades ardiendo por todo el centro y sur de los andes Con el Pistaco ardiendo en fiebre contra el origen del fuego y niños pumas lanzando dardos contra las ruinas de sus padres. La angustia de poblar se repite Y mis amigos se sienten enfermos Pero no derrotados y se lanzan a robar monedas en teléfonos públicos Sueño que un amigo o yo mismo Descuartizo a una mujer en una habitación mal decorada pero con baño privado. Sueño que una mujer y yo somos amantes Y que un niño colgando del mástil me llama padre Sueño con la primera masturbación de un cura viendo a un niño inca tiritar de miedo entre los brazos de su madre Lo último que sueño es un niño en la pendiente de un cerro que vomita en los pies de su maestra. 19
Culpa.-
Hijo refugiado en la nostalgia y el manto oscuro Fue él quien dejó a la cabrona y planificó el futuro incierto de sus hijos Fue él quien partió de noche tiritando entre los brazos de su amante Pero quien puede culpar a un hombre por dejar su miseria (Menos yo que he aprendido a dormir con la apariencia de un niño) Fue él quien planificó este robo Yo solo soy la carne el producto que unifica el frío cuando censa. Soy el más sorprendente de todos los raptos El número al agua en el bingo sabatino Y la peor compañía para un hombre solo El improbable que estimuló la partida de su padre El que desordenó con su existencia los límites del campo de juego Soy yo el que pagó con su carne los pecados de sus padres y quien tomó la vida de su hermano por la culpa. Soy la corporeidad del frío La bestia engendrada entre las sabanas sucias Y el sebo acumulado entre los genitales de mi padre. Esa postura me pone triste.Busco el ángulo Y pienso en otro No fue buena idea jugar al papá y la mamá 20
Fotografía.a Juan José
La evidencia de un crimen que a todas luces parecía perfecto Después debatir configurar una solución aparcada en la fotografía Comprar un confite (Los niños crecen en un arrebato) La separación del que ama en su juventud se puede ver en la dentadura blanqueada La sonrisa patrimonial del agujero Limpia la sonrisa de alguien más en la fotografía Limpia la sonrisa de la mujer que perdió a su hijo sin saber que el cuadro configuraba una mentira Entender que algunos nacen incapaces se lo debo a mis amigos Pero confieso que en esa puta fotografía se retratan cuatro cabezas (todas las sonrisas se arreglan tras del flash) todas estableciendo un orden común y fuera de serie Recuerdo la primera bocanada de toxicidad la evaluación y el llanto eso que nos permitió estar juntos por un tiempo Heredamos el resentimiento el orgullo de parecer mejor que uno mismo Aprendimos tarde Se nos cortaba el filamento 21
la cuelga delgada que abandoné sintiendo que era preciso aun después de preguntarles Ocho años más tarde solo un rumor nasal Una situación fuera del orden preciso Las fotografías relacionan el miedo la desintegración del punto exacto por donde se huele la natividad Esa imprudencia dejada al placer de donde somos.
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De madre puta al hijo que se larga.-
Que son mis caderas sin tu risa Tus espasmos sin mi nausea Hijo mío no eres la geografía de chile Ni si siquiera un testimonio desolado Hijo mío Eres mí padre y mi mortaja El cieno de la pampa Yo el saco vacío que transportaba un cuerpo Codicioso hijo de puta Pequeña criatura de la bruja en su celo de seguro serás feliz en la pavesa del pavimento De seguro prenderas una luz en medio del bosque seco buscando una bala perdida entre la maleza a tus veintiséis años repitiendo el credo de la leche Hijo de la gran puta Permitimos tu salida a través de las matas y los símbolos custodiados por el frío. Señor Padre de la carne Permite este arresto Y permite la luz Para este arresto Esta síntesis desolada Y un castigo sin hidratación.
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Cuentas.-
En realidad soy una mala persona Me ponen de buen humor los muertos que ocupan mi lugar en las estadĂsticas A espaldas de mĂ ocurren cosas Sentado espero la cuenta del reloj que indica un miedo Salgo a la calle y me planto en la puerta de un colegio Fumo como una sombra A espaldas de mĂ ocurren cosas Todo el mundo lo sabe.
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Ediciones Yerba Mala Cartonera Para no desesperar en las trancaderas, para dejar pasar las propagandas de la TV, para aguantar las marchas, para caminar subidas sin darse cuenta, para bailar al ritmo de la cumbia del minibús o para cuando tengas simplemente ganas de leer. Un libro cartonero, casero, tu mejor cómplice.
Otros títulos Crispín Portugal, Almha, la vengadora Gabriel Pantoja, Plenilunio Juan Pablo Piñeiro, El bolero triunfal de Sara Jessica Freudenthal, Poemas ocultos Beto Cáceres, Línea 257 Darío Manuel Luna, Khari-khari Gabriel Llanos, De muertos y muy vivos Santiago Roncagliolo, El arte nazi Vicky Aillón, Liberalia Adolfo Cárdenas, Sueño de Reyes Juan José Podestá, Novela Negra Saavedra, Lourdes: Memorias De Un Walkman Cuentos De Alasitas (Ganadores Concurso Cuento Breve Oscar Cerruto 26