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Veinte años de Quehacer editorial

Con este número, dedicado a esbozar la situación que vive la industria editorial en la pandemia causada por el covid-19, festejamos nuestro vigésimo aniversario en medio de un escenario desconcertante. No solo hemos sufrido este flagelo que no acaba de ceder y cuya amenaza sigue laten- te —debido a la enorme desigualdad con la que las vacunas han sido aplicadas en el mundo, con países en los que nada más una fracción de la población ha sido inoculada—, sino que también nos enfrentamos, en este inicio de 2022, a la invasión de Ucrania por Rusia. La pandemia, además de acabar con la vida de millones de personas y de causar estragos a la salud de muchas más, afectó la economía y las cadenas de suministro, y orilló al cierre temporal o a la quiebra a numerosas empresas. Editores, libreros y otros actores del libro y la lectura se vieron sumidos en una profunda crisis. No bien veíamos la luz al final del túnel, cuando la guerra y el amago de Rusia de hacer uso del arsenal atómico, así como la pugna económica global que se ha desatado, nos colocan ante cambios drásticos geopolíticos, económicos y militares.

Contra todo pronóstico, cumplimos veinte años de llevar a cabo el incansable ejercicio de informar, reflexionar, analizar y debatir en torno a la edición y la lectura, en la que, desde un inicio, identificábamos como una época (un nuevo milenio) de intensos cambios. No nos equivocamos al plantearlo desde el primer número de nuestra publicación. Hoy, dos décadas después, la industria ya no es lo que era entonces.

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Quizás algunos recuerden que todo empezó cuando, en 2001, con Ediciones del Ermitaño y Solar montamos en la FIL de Guadalajara el Pabellón Tecnológico en colaboración con Apple, Adobe y Heidelberg, donde mostramos las herramientas y programas que nos permitían producir libros mediante la impresión digital en tiros cortos, variables, y vislumbramos lo que sería el futuro: el libro electrónico, los dispositivos que surgirían pocos años después y el cambio de paradigmas que abrirían la puerta a una revolución en la manera de llevar la palabra del autor al lector: la distribución bajo demanda que hoy impulsa, en México y en Chile, Librántida.

Mucho ha acontecido en estos veinte años. El libro electrónico ha ido conquistando mercado, el audiolibro ha surgido como una opción de “lectura” cada vez más popular y amplia, y la producción de libros bajo demanda se ha convertido en parte imprescindible de la vida de toda editorial en el mundo, mientras que el comercio electrónico ha venido a competir, y en algunos casos a sustituir, la manera tradicional de vender libros a través de librerías.

Muchos más son los retos que enfrentamos. La aparición y el fortalecimiento de gigantes de la distribución y venta, como Amazon, ha trastrocado el otrora tranquilo ecosistema del libro. Las librerías en general, y las de barrio en particular, se han visto amenazadas. El libro de autor ha ido ganando terreno, y las opciones de consumo de contenidos a través de las diversas plataformas de streaming constituyen una verdadera competencia que pareciera restarle fuerza al ejercicio universal de la lectura.

Así, en medio de la incertidumbre y de la crisis, aún sumidos en una pandemia de pantagruélicas proporciones, con una nueva guerra en el corazón de Europa que amenaza la paz mundial, festejamos los primeros veinte años de nuestra revista con el firme propósito de continuar con este ejercicio de análisis y reflexión en torno al libro y la lectura.

Si amas a un autor, no lo conozcas

Un gran escritor puede decepcionar por su trato con las personas.

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