ABRIL 2015
DE ENSALIBERTAD PRENSAPRENSA
primavera
mexicana
El súbito despido de Carmen Aristegui y su equipo de colaboradores y la forma como ocurrió esa salida, muestra una determinación de “aniquilar con virulencia y agresividad” -como ha dicho la propia periodista- al principal noticiario informativo del país, actitudes que desacreditan los argumentos empresariales de la ‘pérdida de confianza’ por uso de marca. Para la autora del presente texto, ese despido es un acto de censura donde pierden las audiencias y gana el control sobre los medios privados, lo que desata un nuevo empeño por los derechos y las libertades.
Aleida Calleja
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l 11 de marzo, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) anunció a los ganadores de las dos nuevas cadenas de Tv digital. Con ello se daba finalmente la entrada de nuevos jugadores en la televisión abierta, una demanda ciudadana de hace décadas, pero esa no fue la principal noticia por esos días. En las redes sociales, en los medios en general, lo que estaba en la opinión pública era el diferendo de Carmen Aristegui con la empresa MVS, de Joaquín Vargas, que terminó en el ominoso despido de la periodista más incisiva del país, el domingo 15 de marzo. Un duro golpe al periodismo, a la libertad de expresión y al derecho a la información. Mientras que con la licitación de las cadenas de Tv se abrían nuevos espacios, con la salida de Carmen se cerraba uno muy relevante, donde fue posible desnudar la trama de la corrupción, los conflictos de intereses y la crisis de derechos humanos en el país,
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Hace falta la
teniendo como protagonistas al propio presidente de la República, a su esposa, al líder del PRI en el DF, al ejército y a otras instancias del Estado. Sin duda que el caso de la "Casa Blanca" cimbró al gobierno de Peña Nieto; a la luz de los hechos, todo indica que el escalamiento del conflicto entre la periodista y la empresa tenía plan y estrategia. Aprovecharon un error para hacer el montaje. De desproporcionada e inédita calificó el ombudsman de MVS, Gabriel Sosa Plata, la campaña que emprendió esa empresa en contra de Carmen Aristegui, por haber incluido en el proyecto Méxicoleaks la marca de MVS. Un diferendo que pudo haberse resuelto con las aclaraciones y las disculpas pertinentes entre las partes, terminó ventilándose en los medios y escaló a un conflicto mayor que originó una inmediata y crispada respuesta de la audiencia de la primera emisión de noticias de MVS. No voy a detenerme en los detalles de
Foto: Enrique Ordóñez / Cuartoscuro
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Por eso es uno de los noticiarios más escuchados en el país y cuenta con amplia credibilidad, puede que a muchos les guste o no su forma de hacer periodismo, pero sin lugar a dudas es el espacio principal donde se pueden escuchar las voces y perspectivas de numerosos movimientos y actores sociales, que no tienen cabida en la mayor parte del resto de los medios que monótonamente repiten el discurso oficial, que se alinean de manera dócil a los designios del gobierno actual. Las medidas tomadas por la empresa al despedir injustamente a Daniel Lizárraga e Irving Huerta -los dos reporteros de la unidad de investigación encargados de los reportajes que movieron al poder presidencial- sin mayor explicación que la “pérdida de confianza”, así como la emisión e imposición de lineamientos para la información noticiosa y los conductores, que claramente limitan la libertad editorial, no pueden leerse más que como censura. A pesar de los llamados a que las partes dialogaran, de las muestras de crispación de la audiencia, las protestas en las instalaciones de MVS, de la intensa protesta en las redes sociales con el hashtag #EnDefensaDeAristegui que se convirtió rápidamente en Trending Topic, de las más de 100 mil firmas que se juntaron a través de la plataforma change.org en apenas dos días, la familia Vargas anunció en tono tajante el término de la relación laboral porque no
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Sin duda que el caso de la "Casa Blanca" cimbró al gobierno de Peña Nieto; a la luz de los hechos, todo indica que el escalamiento del conflicto entre la periodista y la empresa tenía plan y estrategia. Aprovecharon un error para hacer el montaje.
permitiría el ultimátum de Aristegui para la reinstalación de los periodistas despedidos para poder seguir con el noticiario. Los lineamientos, además, violan el contrato de la periodista, que ya anunció posibles acciones legales para el lunes 16 de marzo, cuando acudió a las instalaciones de MVS a solidarizarse con su equipo completo que también fue despedido. Un tiro en el pie se dio Vargas, dicen muchos, porque despedir a la periodista que le da a tu empresa el mayor raiting del país, credibilidad y confianza, es un sinsentido. No es la primera vez que Carmen sale en conflicto por incomodar a los poderes gubernamentales y fácticos, le sucedió con Televisa al denunciar en el programa Círculo Rojo los abusos del padre Maciel y sus legionarios de Cristo; después en W Radio, bajo la presión de Televisa al grupo Prisa; en 2011, con la misma empresa MVS, presionada por el gobierno de Felipe Calderón para que pidiera una disculpa pública por preguntar por el presunto alcoholismo del expresidente. En ese episodio también las audiencias salieron a protestar por el cierre de su espacio, la defensa de sus audiencias logró un acuerdo para que regresara. Desde ese entonces varios nos preguntábamos que en caso de que no fuera posible su regreso, ¿dónde más podría estar? La respuesta fue: en ningún lado; pues los medios electrónicos pueden aplicar una conducta de cartel para vetar a periodistas y voces críticas, eso es posible por la altísima concentración mediática en el país. Eso lo sabe muy bien el gobierno federal, que gasta a manos llenas nuestro dinero vía la publicidad oficial, para controlar la línea editorial de los medios, porque existe una relación perversa del poder político con el mediático para conservar el statu quo. El mensaje está claro para los periodistas y las empresas: quien se enfrente al poder gubernamental será sacrificado. Con la salida de Carmen pierde la sociedad, la libertad de expresión, el derecho a la información y el pluralismo; la sociedad toda, pues. Si bien afirmé al principio de este texto que con la licitación de las nuevas cadenas de Tv digital se abren nuevos espacios, los elementos con que contamos respecto a los perfiles de los empresarios ganadores nos hacen pensar que no serán nuevos espacios de independencia y libertad.
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los hechos que ya han sido suficientemente cubiertos por diversos medios de comunicación. Carmen Aristegui es, sin lugar a dudas, una periodista crítica, aguda, que incomodó al poder cuando dio a conocer, junto con su equipo de investigación, el origen de la "Casa Blanca" de Angélica Rivera, la red de prostitución de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, exdirigente priísta en el Distrito Federal, y otros casos más que hacen a esa periodista y a su equipo el único espacio a nivel nacional, en radio y televisión restringida, que permanentemente increpa al poder y sus abusos
Las medidas tomadas por la empresa al despedir injustamente a Daniel Lizárraga e Irving Huerta, así como la emisión e imposición de lineamientos para la información noticiosa y los conductores, no pueden leerse más que como censura. En lo que puede calificarse como una licitación desangelada, donde quedaron sólo dos competidores, el IFT determinó darle a cada quien una cadena, a pesar de las económicas dispares (Radio Centro tres mil 58 millones de pesos y Cadena Tres mil 808 millones de pesos), que constan en lo individual de 123 frecuencias para una cobertura geográfica del 94 por ciento nacional juntas. Los perfiles de los empresarios de entrada no auguran que vayan a implantar acciones audaces para nuevos contenidos. Olegario Vázquez Raña, dueño de Cadena Tres, del Grupo Imagen, opera desde hace varios años el Canal
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Foto: Luis Garduño R.
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Nuevas cadenas, mismos actores El IFT a lo largo del proceso ha cumplido en tiempo y forma transparente ese mandato, sin embargo, desde las bases de licitación hubo una omisión que muchos consideramos una falencia importante para que esas nuevas cadenas pudieran aportar diversidad y pluralismo, frente al uniforme contenido que transmite el duopolio de la televisión comercial de Televisa y Tv Azteca. Me refiero a que las bases, si bien pedían entre los requisitos la propuesta programática de los concursantes, a la hora de la calificación de las ofertas sólo se tomaron en cuenta los rubros de cobertura geográfica y en menor medida la oferta económica. Algunas medidas positivas que hubiera podido llevar a cabo el órgano regulador eran dar mayor puntuación a la inclusión de producción independiente, o a la introducción de programas infantiles, entre otras, pero desafortunadamente no sucedió así.
28 con cobertura metropolitana en el Valle de México, un canal de Tv de paga y el periódico Excélsior; sus noticiarios no son diferentes a lo que ya existe en la televisión abierta y de paga, su única novedad programática ha sido contratar algunas telenovelas del grupo independiente Argos. Vázquez Raña es considerado uno de los empresarios más influyentes del país, siendo dueño de 27 hospitales y varias cadenas de hoteles. En el caso de Francisco Aguirre, dueño del Grupo Radio Centro, cabe mencionar que cuenta con más de 70 estaciones de radio en el país y en Estados Unidos. Aunque en los años 70 operaba el Canal 13 de televisión, que en su momento el Estado le quitó, su línea editorial no se caracteriza por su independencia frente a las líneas oficiales de información; lo mismo que el primero. De tal suerte no se ve que estos nuevos espacios se arriesguen a contratar a una periodista audaz como Carmen Aristegui, los pondría en conflicto con el gobierno, al que todavía le faltan cuatro años (que se nos hacen una eternidad). Otras opciones Como audiencias con derechos deberíamos de exigir que el Sistema de Radiodifusión del Estado Mexicano, el Canal Once o Radio UNAM abrieran sus puertas a Carmen y a su equipo de periodistas, esas estaciones se mantienen con nuestro dinero, creo firmemente que tenemos el derecho de exigir la programación que nos merecemos a estos medios; si MVS decidió atropellar los derechos de las audiencias, y habría que hacer el análisis legal respectivo para posibles acciones, los medios públicos tienen una doble obligación, por su naturaleza, de garantizarlos. Aunque está claro que el gobierno federal hará todo lo posible por impedirlo, sin duda sería una batalla de la sociedad que dejaría un precedente importante, indispensable para continuar con la pelea de nuestras libertades y derechos, hace falta la primavera mexicana. @callejag