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Posicionamiento público de las defensoras y los defensores de audiencias sobre el caso MVS-Aristegui-Méxicoleaks Ciudad de México, 16 de marzo de 2015.

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nte el comunicado de MVS Radio emitido el día de ayer, 15 de marzo, mediante el cual notifica que da por terminada la relación de trabajo que tenía con la periodista Carmen Aristegui Flores, las defensoras y los defensores de audiencias de Radio Educación, Instituto Mexicano de la Radio (IMER), Canal 22 y Once Tv emitimos el siguiente posicionamiento: 1. Expresamos nuestra solidaridad y apoyo al ombudsman de MVS Noticias, el Maestro Gabriel Sosa Plata. Reconocemos su profesionalismo y nos adherimos a lo expresado por él en sus diferentes posicionamientos con respecto del diferendo entre MVS y Carmen Aristegui debido a la participación de la Unidad Aristegui/MVS en la plataforma Méxicoleaks. 2. Lamentamos que el concesionario MVS Radio haya ignorado a sus audiencias, quienes se sumaron a una petición por la permanencia al aire de la periodista en la plataforma change.org consiguiendo en unos cuantos días más de 150 mil adhesiones. 3. Condenamos la campaña desproporcionada y estridente de MVS Radio y las graves acusaciones de abuso de confianza hacia la periodista Carmen Aristegui. Consideramos que se debió privilegiar el diálogo. 4. El que MVS Radio en uno de sus comunicados haya señalado “Noticias MVS tomará las medidas pertinentes y necesarias a fin de que sus recursos humanos y tecnológicos, financieros y materiales, no sean utilizados para fines distintos para los que fueron creados y sirvan a intereses

particulares que nada tienen que ver con el periodismo que realiza la empresa”, nos hace preguntarnos ¿por qué una investigación a partir de una denuncia ciudadana no tiene nada que ver con el periodismo que realiza la empresa? ¿Cuál es el tipo de periodismo que realiza MVS? Méxicoleaks es una herramienta, no un medio de comunicación. No tiene fines de lucro y se partía de la premisa de que cualquier investigación hecha por periodistas contratados por MVS sería difundida por MVS. 5. Es preocupante que en los “Lineamientos aplicables a la relación entre Noticias MVS y los conductores de sus emisiones informativas” dados a conocer el 13 de marzo, no se consideren las quejas que la audiencia hace llegar al ombudsman y no se tome en cuenta su opinión. Los estudios de rating parecen ser el único interés de la empresa MVS Radio; ni la rentabilidad social ni el apego a los derechos de las audiencias son elementos a los que se les dé valor. Como defensoras y defensores de las audiencias expresamos que ante los antecedentes del trabajo periodístico desarrollado por Carmen Aristegui, Daniel Lizárraga e Irving Huerta, nos preocupa estar ante un caso de censura. El Estado mexicano debe garantizar la libertad de expresión, derecho que no sólo protege, en este caso, a Carmen Aristegui y a los periodistas despedidos, implica, al mismo tiempo, la protección del derecho a saber de las audiencias. Beatriz Solís Leree, defensora del Radioescucha de Radio Educación. Adriana Solórzano, mediadora del Instituto Mexicano de la Radio (IMER). Francisco Prieto, defensor del Televidente de Canal 22. Felipe López Veneroni, defensor del Televidente de Once Tv.


Gabriel Sosa Plata*

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Aristegui y los periodistas Daniel Lizárraga e Irving Huerta. Aquí, en esta estación, como defensor de las audiencias, he sido testigo de faltas mucho más graves que lo que hicieron los colegas Aristegui, Lizárraga y Huerta. Aquí se ha invadido la vida privada, aquí se ha burlado en varias ocasiones el derecho de réplica, aquí se han utilizado expresiones misóginas y sexistas, aquí se viola a cada rato

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yer, como lo dije en las redes sociales, fue un día triste, lamentable, para el periodismo, la libertad de expresión, el derecho a la información de la sociedad y los derechos de las audiencias. Y como se los reiteré a todos ustedes vía change.org , hoy recupero y hago mías estas firmas, que son expresiones espontáneas, valiosas y legítimas de quienes integran la audiencia de la estación y las haré llegar al presidente de MVS Comunicaciones, Joaquín Vargas Guajardo, y al presidente de MVS Radio, Alejandro Vargas Guajardo. Quiero aclararles que la Defensoría de las Audiencias de Noticias MVS y de cualquier medio de comunicación en el mundo, no tiene atribuciones para tomar decisiones sobre la permanencia o no de conductores o periodistas en Noticias MVS. Bajo tal circunstancia no tengo facultades para que regrese la periodista Carmen Aristegui y su valioso equipo de trabajo, pero esto no impide que haga una valoración ética de las circunstancias que llevaron a este rompimiento, de una y otra parte, y que manifieste una posición, como hasta ahora lo he hecho, desde las preocupaciones, demandas y derechos de las audiencias, así como de la libertad de los periodistas, y por supuesto a la invitación al diálogo. Al igual que muchos de ustedes estoy convencido que no estamos sólo frente a un conflicto laboral derivado del supuesto uso ilegal de una marca o el establecimiento de relaciones estratégicas sin autorización previa de la empresa, sino frente a una estrategia de acorralamiento a la periodista Carmen Aristegui y a su equipo de trabajo para llevarla a un rompimiento. Las razones de este acorralamiento, de este acoso, de esta nueva figura de bullying mediático en contra de periodistas, aún no las tengo claras, se los digo con toda sinceridad, pero por la manera en cómo MVS reaccionó para señalar su desacuerdo con el uso de la marca y la realización de las alianzas estratégicas, fue desproporcionada ante la poca relevancia de la supuesta falta, que tampoco se ha aclarado, cometida por la periodista Carmen

15 la Constitución con publicidad o propaganda presentada como noticia o como entrevistas periodísticas, aquí se ha llevado a cabo el despido de periodistas sin las más elementales prácticas de dignidad y de respeto a la profesión. Y todos estos son agravios mucho más importantes para la audiencia, que he documentado a través de recomendaciones muy puntuales desde esta Defensoría, pero que, desafortunadamente, en la mayoría de los casos han sido ignoradas y siguen sin respuesta. Más allá de esto. Si la familia Vargas, dueña de MVS, fue presionada por un agente externo para forzar un despido, debería decirlo, porque también, como audiencias, muchos defenderemos su libertad de expresión, su libertad de empresa y su compromiso con el periodismo de calidad, que ha impulsado durante muchos años. La autorregulación de los medios de comunicación en México es aún incipiente; nos falta un largo camino por recorrer para que los códigos de ética o deontológicos, las

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de manera desproporcionada

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MVS reaccionó


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figuras de defensorías de audiencias y los consejos ciudadanos, tengan un impacto cotidiano en los contenidos para que éstos, los contenidos, sean de mayor calidad, reflejen la diversidad y la pluralidad de nuestra nación, y garanticen plenamente los derechos de las audiencias. Las y los defensores de las audiencias que existen en este país: Beatriz Solís, defensora del Radioescucha de Radio Educación; Adriana Solórzano, mediadora del IMER; Felipe López Veneroni, defensor del Televidente de Canal 11, y Francisco Prieto, defensor del Televidente de Canal 22, están, estamos realizando lo que está a nuestro alcance para fortalecer la libertad de expresión y el derecho a la información. Por eso, Beatriz, Adriana, Felipe y Francisco comparten las exigencias de la audiencia de Noticias MVS a través de un posicionamiento público, que (se leerá o se ha leído). La periodista Carmen Aristegui dijo hoy por la mañana que continuará su lucha, porque no es sólo un asunto laboral, un despido injustificado, como ha dicho, sino también un caso de libertad de expresión, que debería ser ahora valorado por los relatores de libertad de expresión de la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para indagar lo qué ocurrió. Y mi exhorto, nuevamente, a Carmen y a la familia Vargas, para encontrar una vía de solución. Yo analizo, se los digo sinceramente, si sigo adelante o no en esta función, porque quizá pueda ser más útil para

las audiencias dentro de Noticias MVS, que fuera, pero también considero que si no prevalece, como se ha visto, un compromiso real por la autorregulación, por el respeto a las audiencias y el respeto a la libertad de expresión de los periodistas, entonces lo mejor será abandonar el barco. Los lineamientos impuestos, a partir de hoy, a conductores de Noticias MVS ya dejan entrever que sólo se podría escuchar a los estudios de mercado y no a las audiencias. Ojalá esto se pueda corregir porque es contrario a los derechos de las audiencias establecidos en la ley. Termino comentándoles que a partir del diálogo que sostuve con mis colegas defensoras y defensores de audiencias sobre este caso, el maestro Francisco Prieto me manifestó una frase que quiero compartir. “El capital y el poder político -me dijo el maestro Prieto- no tienen derecho a manipular las conciencias; el periodista tiene un compromiso con las audiencias, compromiso donde la búsqueda de la verdad está por encima de intereses circunstanciales y de complacencias”.

* Ombudsman Noticias MVS. Palabras durante la entrega de firmas de petición #CarmenSeQueda. Ciudad de México, 16 marzo 2015.

Libertad de información y defensoría de las audiencias: derechos amenazados

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Gerardo Albarrán de Alba*

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ace cuatro años, en estas mismas páginas y a propósito de un acontecimiento que se repite, el despido de Carmen Aristegui de Noticias MVS y el escándalo que le acompañó, advertí que la sociedad había quedado al margen de las causas reales del conflicto, ignorante de los intereses en juego que, en su calidad de audiencia, le usaron como rehén. Se perdió entonces la oportunidad de transparentar los términos de la relación entre periodistas, medios y poder político (Zócalo, marzo 2011). Poco parece haber cambiado en este deja vu mediático.

El tema ahora se complica desde varias dimensiones. Una es el termómetro del descontento social, identificado con la línea editorial que Aristegui mantenía en su noticiario. Otra, la soterrada sumisión que las empresas mediáticas imponen a sus periodistas. Y la que nos ocupa aquí: el riesgo de desmantelamiento de la Defensoría de la Audiencia de Noticias MVS –que personalmente tuve en suerte crear–, y lo que eso podría significar en el desarrollo de los mecanismos de heterorregulación para el resto de los medios electrónicos privados que se mandata en la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión vigente.


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independencia editorial que Aristegui le arrancó a MVS se extiendan a los demás conductores, sino todo lo contrario. La parte sustantiva es el sometimiento de la línea editorial del noticiario de Aristegui a las directrices de la empresa, a través de un empleado designado como director de noticias. Tal despropósito es intolerable para el ejercicio profesional e independiente del periodismo, como es evidente incluso para quienes no son periodistas, por más que haya quienes acepten tales condiciones a cambio de una relativa fama y un atractivo salario. En periodismo –una profesión de decisiones tradicionalmente verticales–, subordinación no es sinónimo de sumisión. III. Los lineamientos divulgados por MVS no sólo modificaron unilateralmente el contrato vigente que sostenía con Aristegui –aún antes de rescindirlo–, modifican el Estatuto del Defensor de la Audiencia, nada menos que en el mecanismo de su designación independiente de la propia empresa. En dicho estatuto –que fue elaborado en 2011 por quien esto escribe y discutido y negociado con Carmen Aristegui y con Alejandro Vargas, presidente de MVS Radio–, establecí claramente que el defensor será seleccionado por la presi-

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la batalla de la percepción, en la que MVS y la presidencia de Peña Nieto carecen de autoridad moral. II. MVS esgrime la libertad de empresa para justificar la imposición de lineamientos editoriales y hasta de conducta personal con los que terminó de arrinconar a la periodista. Este documento evidenció las diferencias y la distancia entre Carmen Aristegui y los otros conductores de noticiarios de MVS, explícitas en el contrato que el concesionario rescindió a la periodista. La pretensión de homologarlos, evidentemente, no significa que las cláusulas de seguridad laboral e

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I. En el primer caso, exista o no una presión gubernamental para sacar a Aristegui del aire (como la que hace cuatro años motivó el primer despido de la periodista en MVS ), se han puesto los reflectores sobre la intolerancia que practica la administración de Enrique Peña Nieto, respecto a cualquier forma de crítica. El deslinde no pedido reforzó esta percepción cuando la Secretaría de Gobernación emitió un comunicado para tratar de que todo quedara como un “conflicto entre particulares”. Las lecturas políticas al despido de Aristegui y su equipo se alimentan no sólo de la opacidad empresarial y la estrategia de confrontación que siguió la propia periodista en defensa de su libertad de expresión. Los señalamientos generalizados de censura obedecen a un historial de confrontación entre Aristegui y MVS, que coinciden ahora con el reciente nombramiento de Eduardo Sánchez Hernández (exvicepresidente corporativo de asuntos jurídicos y de telecomunicaciones de MVS, de 2001 a 2006) como coordinador de Comunicación Social de la Presidencia de la República, y con la distribución de nuevas cadenas de televisión abierta, de las que MVS, otra vez, se fue con las manos vacías. Además, el subsecretario de Gobernación encargado de normatividad de medios, Andrés Chao, es hermano de Felipe Chao, vicepresidente de relaciones institucionales de MVS Comunicaciones y consejero del presidente del corporativo, Joaquín Vargas. Las funciones de esta dependencia incluyen conducir la relación entre el gobierno federal y los medios impresos nacionales y extranjeros –incluida la publicidad oficial–, así como aplicar las leyes y reglamentos en materia de radio, televisión y cinematografía. Por si fuera poco, la maniobra de MVS contra Aristegui se dio a dos semanas de iniciar las campañas políticas para las elecciones del 7 de junio, en la cual se renovarán las cámaras de Diputados y Senadores, además de varias gubernaturas y congresos locales. Lo cierto es que este nuevo affaire entre MVS y Aristegui exhibió un burdo desaseo. La maniobra de la empresa radiofónica contra la periodista es aún más torpe que el despido en 2011 por supuestamente «violar» un código ético que, más bien, era una cláusula contractual entre empresa y periodista. En cualquier caso, ahora lanzó acusaciones mucho más graves contra Aristegui: “abuso de confianza” y “disposición indebida de recursos”. A diferencia de hace cuatro años, no se trata de un pretexto deontológico sino de imputaciones con las que se podrían configurar delitos que lleven la disputa al orden penal. El disparo va contra la credibilidad de la periodista. Su línea de flotación está tocada, por más que tenga ganada


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dencia de la empresa de entre una terna de candidatos propuesta por los periodistas de forma confidencial. La empresa puede recusar la propuesta hasta en dos ocasiones, y entonces –sólo entonces– el presidente de MVS Radio asumirá la responsabilidad pública de designar unilateralmente a la persona que le parezca idónea para desempeñar el cargo. Además, si se llegara a esta instancia, los periodistas podrán hacer públicas sus propuestas originales, así como sus valoraciones sobre todos los candidatos que hubieran propuesto. Alejandro Vargas aceptó hace cuatro años este mecanismo de designación del defensor de la audiencia, que garantiza la transparencia en la designación de quien desempeñe la función; los lineamientos difundidos el pasado viernes 13 de marzo pretenden que la Defensoría de la Audiencia de Noticias MVS sea designada “de manera consensuada” entre los conductores y el empleado de la empresa que aparezca como director de noticias. Finalmente, los lineamientos anunciados por MVS plantean que el proceso de asumir un código de ética “se retomará de inmediato, a efecto de que en un plazo no mayor a seis meses contados a partir de la vigencia de los presentes lineamientos, se hayan homologado las prácticas éticas y de defensoría de audiencias en todos los espacios informativos”. Ignoro desde cuándo se abandonaron tales “esfuerzos”. Como el primer ombudsman de Noticias MVS elaboré y dejé un Código de Ética que empezamos a discutir en la junta del Consejo Editorial. Dicho código consta de una presentación, 14 capítulos y 60 artículos que abarcan compromiso con el público; rectificación y derecho de réplica; respeto a y promoción de derechos humanos; interés público; independencia editorial; conflictos de intereses; veracidad, oportunidad y autenticidad; tratamiento informativo, en términos generales, y tratamiento informativo en tiempos electorales (como los que prácticamente ya se han iniciado); derechos de la personalidad (a saber: honor, vida privada, intimidad y derecho a la propia imagen); respeto a menores de edad, a la diversidad sexual y en el uso del lenguaje; vetos u omisiones informativas; publicidad y, finalmente, interacción con el público. A diferencia de los Estatutos del Defensor de la Audiencia –que constan de 27 artículos y un transitorio–, que discutimos y acordamos en menos de dos meses entre Aristegui, Vargas y yo, este Código de Ética en-

frentó resistencias desde el primer momento en que lo presenté al Comité Editorial, tanto por parte del representante de MVS Comunicaciones, de la presidencia de MVS Radio y de los conductores, Aristegui incluida, que fueron retrasando su análisis y, consecuentemente, su eventual aprobación, a pesar de que en los propios Estatutos del Defensor de la Audiencia establecí claramente que dicho Código de Ética es el instrumento rector tanto de la actuación del propio defensor como del desempeño profesional de los periodistas de Noticias MVS. Existe un evidente retroceso en estos lineamientos que, por lo demás, ponen en riesgo la figura misma de la Defensoría de la Audiencia de Noticias MVS y, de instaurarse, marcan un nocivo precedente para que los concesionarios de radiodifusión, de televisión o audio restringido cumplan con la obligación de expedir códigos de ética, contar con una defensoría de audiencia y, mediante estos mecanismos mínimos, respetar los derechos de las audiencias señalados en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión. En medio de esta tormenta, el papel que ha desempeñado mi sucesor como defensor de la audiencia en MVS muestra claroscuros que conviene repasar. Las consideraciones que hace el profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana, Gabriel Sosa, sobre los lineamientos de MVS resultan atendibles en su mayoría y son fácilmente compartibles por muchos de nosotros, pero como “posicionamiento” no trasciende el ámbito de la opinión personal sobre un asunto del que cada quien tiene la propia, y en el que él privilegia la corrección política. Su primer comunicado, el 12 de marzo, no incluye recomendación alguna, que es el instrumento con el que cuenta la Defensoría de Audiencia de Noticias MVS para, justamente, defender el derecho a la información de la audiencia, en particular, y de la sociedad, en general. El “respetuoso exhorto” de Sosa a MVS Radio y a Aristegui para llegar a un acuerdo es similar al posicionamiento de la administración de Peña Nieto: “es deseable que este conflicto entre particulares se resuelva, para que la empresa de comunicación y la periodista sigan aportando contenidos de valor a la sociedad mexicana”, según el boletín 193 de la Secretaría de Gobernación. Sosa también se sorprende de no haber sido consultado por la empresa sobre los lineamientos impuestos a sus conductores. Haberlo hecho así sería un despropósito. Como sabemos, el trabajo de un defensor de la audiencia siempre


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Twitter: http://twitter.com/saladeprensa | @saladeprensa Facebook: https://www.facebook.com/Saladeprensa.org

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* Gerardo Albarrán de Alba es periodista, director de saladeprensa.org y corresponsal en México del diario argentino Página/12. A solicitud de Alejandro Vargas, presidente de MVS Radio, y de Carmen Aristegui, en 2011 diseñó y creó la oficina del Defensor de la Audiencia de Noticias MVS, siendo autor de sus estatutos, y durante poco más de dos años, ejerció como el primer Ombudsman MVS. Es también autor de un Código de Ética para Noticias MVS que no han puesto en práctica ni la empresa ni los conductores de los espacios informativos.

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una redacción; ignoran los laberínticos recovecos ocultos detrás de la verticalidad de una línea editorial, y especulan sobre las motivaciones profundas de un periodista, pero no tienen idea cabal de los conflictos que nos genera la exposición permanente a todo aquello que un académico observa asépticamente desde lejos. Tal distancia axiológica sobre la praxis periodística limita su capacidad de valoración deontológica. Esta particularidad mexicana es casi una excepción en la experiencia internacional de la figura del defensor del lector, del radioescucha y del televidente, donde la casi totalidad de los newsombudsman han sido y son periodistas con sobrada experiencia de campo y en cargos de responsabilidad editorial, así como de reconocida calidad profesional y ética. Este saber práctico se convierte en virtud cuando el periodista que asume la responsabilidad de conducir uno de los mejor desarrollados mecanismos de autorregulación, tiene además experiencia académica desde la docencia y –mejor aún– desde la investigación científica. Somos nosotros quienes podemos identificar sutilezas ignoradas por quienes, ajenos a esta realidad, sólo las pueden imaginar. Por supuesto, no basta la experiencia empírica. Los periodistas debemos tomar parte activa en un debate del que, salvo contados casos, nos hemos mantenido al margen o lo damos de forma endogámica. Es hora de que los periodistas convirtamos ese saber práctico sobre la realidad de nuestra profesión en conocimiento ético sistematizado y lo aportemos a la construcción del edificio deontológico cuyos sólidos cimientos encontramos en la academia. Somos los periodistas quienes preponderantemente debemos ser los defensores de la audiencia, pero para eso necesitamos mucha más cultura deontológica, mayor análisis sobre nuestra profesión. Nos hace falta una sólida formación académica para ejercer y defender las libertades de expresión e información de la sociedad de la que formamos parte, lo que nos exige incorporarnos a estudios de posgrado no meramente profesionalizantes, sino de investigación. Los periodistas necesitamos pensar en periodismo, no sólo hacerlo.

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es ex post . Los defensores no toman parte de las decisiones editoriales, no son juez y parte. Personalmente, lamento que Sosa desperdiciara los micrófonos del noticiario de Aristegui, a los que acudió el viernes 13 respondiendo al llamado de la periodista solamente para leer su posicionamiento. Ese era el momento para cuestionar a la periodista –ahí mismo, al aire– sobre las serias acusaciones que le lanzó MVS y para pedirle la respuesta que desde el 11 de marzo le había solicitado y que hasta ese momento seguía sin conseguir, lo mismo que de parte de la empresa. En lugar de eso, leyó un posicionamiento que ya estaba desfasado. Sorprende que, aun sin información de primera mano, Sosa haya convertido suposiciones en hechos, que resultaron favorables a Aristegui, basado solamente en los spots y desplegados de MVS y lo declarado por la propia Aristegui desde su propio noticiario, es decir, con la misma información que cualquier radioescucha o lector de periódicos también tenía y con la cual se podía arribar a las mismas conclusiones de Sosa o a otras diametralmente opuestas, como de hecho ocurrió en cualquier mesa de café. En algún otro momento, hizo alusión a los lineamientos que desde el gobierno aplicarán a los medios electrónicos privados, como MVS, en materia de derechos de las audiencias, Código de Ética y defensor de la audiencia. Al margen de cualquier otra cosa, habrá que recordar que la Defensoría de la Audiencia de Noticias MVS no necesita esperar a que se reglamente este aspecto de la ley, puesto que se rige por sus propios estatutos, los que negociamos hace cuatro años, e incluso un Código de Ética que les entregué hace 29 meses. Al margen de otras consideraciones que la limitación de espacio no nos permite desarrollar en este momento, el conjunto de hechos descritos amenazan los derechos de las audiencias, la libertad de información y la calidad de nuestra cada vez más incipiente democracia. Peor aún: constituyen el escenario ideal para el onanismo deontológico. IV. Concluyo con una última consideración que este caso nos plantea, en torno a la calidad de las defensorías de audiencia en México. Excepto por quien esto escribe, hasta ahora todos los que han ocupado esta posición en los medios electrónicos en México son académicos y eventuales opinadores en periódicos, revistas y noticiarios. No es cosa menor. Su mirada desde afuera significa un aporte valioso, porque desde el ámbito de la investigación social han documentado prácticas viciadas en la relación prensa-gobierno e incluso han llamado la atención de los periodistas sobre aspectos nocivos de nuestra profesión, que la mayoría de reporteros y editores pierde de vista. Sin embargo, estos académicos devenidos en defensores o mediadores de audiencias desconocen los resortes finos de la cotidianidad de


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