Por su parte, la emisora Deutsche Welle (DW ) se dio a la tarea de buscar expertos alemanes para conocer su opinión acerca del caso Aristegui. Hendrik Zömer, portavoz de la Asociación Alemana de Periodistas, dijo que sí se puede justificar el despido de Aristegui y de sus colaboradores, desde un punto de vista jurídico. Ya que para Zömer la cuestión no es que sean o no periodistas, sino que “fueron los empleados de una empresa quienes usaron indebidamente el nombre de ésta”. No obstante, la DW también apunta a otra dimensión del caso: la política. A este respecto Zömer considera que si bien el despido es legalmente justificable, también es necesario analizar si en realidad no hay otros motivos detrás. Reporteros Sin Fronteras (RSF) habló con la DW y compartió que no se puede pronunciar frente al despido de Aristegui, porque “no se trata de una cuestión primordialmente ligada a la libertad de prensa” (sic). En efecto, RSF no tiene ningún desplegado al respecto en su página web en español. La organización Comittee to Protect Journalists (CPJ), dedicada a denunciar agresiones a periodistas y a la libertad de expresión, publicó un artículo donde da cuenta de la situación de Carmen Aristegui, en versión en español y en inglés. En este artículo destaca la reciente labor periodística de la comunicadora y señala: “El despido de Aristegui sucede en un contexto donde periodistas, defensores y académicos vierten sus preocupaciones por la libertad de expresión y de prensa en México. […] Consultados por el CPJ, muchos periodistas han declarado anteriormente que se autocensuraban para evitar enfrentamientos con los editores y los propietarios del medio”. También Comittee to Protect Journalists entrevistó a simpatizantes de Aristegui, quienes
á l i s i s
E
l despido de Carmen Aristegui de la empresa MVS, donde por seis años condujo uno de los espacios periodísticos radiofónicos más escuchados del país, resonó a lo largo y ancho del país y del mundo. Si bien varios diarios nacionales le dedicaron su portada a la comunicadora, también lo hicieron importantes medios internacionales que le dieron espacio a la información relacionada con el despido de la “célebre periodista mexicana”, como varios rotativos la nombran. El diario francés Le Monde reseña el origen del conflicto iniciado el 10 de marzo, cuando se anunció la participación de Aristegui y de su equipo en la plataforma Méxicoleaks. Este medio matutino también comenta el despido de los colaboradores de la comunicadora, Daniel Lizárraga e Irving Huerta, quienes publicaron el artículo de la “Casa Blanca” de Peña Nieto e informaron de la red de lenocinio del priísta Cuauhtémoc Gutiérrez, y además se encontraban investigando “malversaciones financieras que implican a miembros del gobierno, así como violaciones de los derechos humanos por parte del Ejército”. Este periódico parisiense destaca la reacción de apoyo de la sociedad, de colegas periodistas e intelectuales, a Carmen Aristegui; resalta el impacto conseguido con el hashtag #EnDefensaDeAristegui, que “batió récord de audiencia en Twitter”, así como la petición formulada en change.org “donde se recolectaron cerca de 150 mil firmas para apoyar a la periodista”. Este medio señala que en 2011, gracias a la presión pública, se logró reposicionar a Aristegui en MVS cuando fue despedida por “llamar al presidente Calderón a responder a un rumor sobre su alcoholismo”. El periodista Frédéric Saliba, de Le Monde, se pregunta si esta vez la movilización de su audiencia y de los internautas reinsertará de nuevo a Aristegui en su espacio matinal.
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Sacnicté Caballero Vázquez
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