Periodismo hiperlocal*
FEBRERO 2013
• Maricarmen Fernández Chapou
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L
a crisis de credibilidad y poca lectura de los periódicos tradicionales se debe en parte al hecho de que algunos de estos medios le han dado la espalda al ciudadano de a pie. Algunos diarios generalistas no hablan de la gente común ni responden a sus intereses. Paradójicamente, en pleno siglo XXI, las aspiraciones globales de los medios comerciales pueden llegar a restarles presencia en el ámbito de su localidad, donde necesitan del suscriptor o del comprador asiduo de los kioscos. Con el mismo espíritu de los medios comunitarios, pero aprovechando una herramienta de alcance universal como es internet, el modelo de periodismo hiperlocal ha comenzado a ganar fuerza, sobre todo en países como Estados Unidos. También conocido como glocal, por esta combinación de localidad y de globalidad, así como periodismo ciudadano de proximidad, este fenómeno tiene como principal objetivo el servicio de la comunidad para la comunidad. Esta tendencia se deriva de otras, como la del modelo sin ánimo de lucro, pero con el énfasis en la información que es relevante para las pequeñas comunidades o incluso para barrios concretos. El periodismo hiperlocal atiende asuntos que los medios tradicionales han pasado por alto. Gracias a las virtudes de la comunicación en línea, estos sitios permiten a cualquier ciudadano publicar noticias, fotos o videos de su
entorno más cercano, con diferentes grados de moderación y filtrado. Se trata de combinar el trabajo del periodista profesional con las historias y los tips que las comunidades aportan a un sitio de información. Incluso, algunos grandes diarios como The New York Times o Los Ángeles Times han abierto espacios de este tipo, en un intento de recuperar lo perdido. A decir de Bart Brouwers, editor del sitio hiperlocal alemán Dichtbij (en español, Cerca de mí), “enfocarse en contenido local e hiperlocal es, para los periódicos, una estrategia para ser exitoso en el mundo de los nuevos medios”. Integrar a la comunidad en una empresa informativa es clave para que un sitio de este tipo subsista. “Pensar en el periodismo hiperlocal como un nicho, ser personal, trabajar desde el lugar de tu audiencia, actuar como medio social, publicar en tiempo real, ofrecer un uso y acceso facil”, son algunas directrices que recomienda Brouwers para este tipo de medios. Pero, ante todo, tener una “actitud que refleje las necesidades y oportunidades de la comunidad con la que trabajan los periodistas”. El crowdsoursing y el community management son esenciales en este modelo. El primero, permite la participación del usuario en la producción de información y en la generación de “contenido integrado”. El segundo se refiere, más allá del patrocinio, a una gestión comunitaria que lidie con comerciantes y
periodistas, centrada en la información del lugar para apelar de manera directa a los lectores y anunciantes de interés. En suma, como explica Mark Potts, de la Fundación Nieman para el Periodismo, de Harvard, “estos sitios proporcionan mayor profundidad en la cobertura de temas microscópicos a los que las redacciones tradicionales simplemente no pueden llegar”, y están “ofreciendo un foro para que los residentes locales compartan sus conocimientos y opiniones acerca de la vida local”. Estas discusiones “hiperlocales” de la comunidad representan un nuevo tipo de periodismo y de narración informativa: “No hay que esperar el tradicional quién / qué / dónde / cuándo, o el formato de pirámide invertida. En su lugar, estas discusiones producen el intercambio —hacia atrás y hacia adelante— de cientos de palabras de una prosa apasionada, escrita por los residentes, que proporcionan muchos más detalles y matices sobre un tema que lo que un reportaje tradicional jamás podría”, dice el también fundador de la red de sitios hiperlocales Backfence Inc. Las virtudes de lo glocal Ya lo planteaba la UNESCO en su promulgación del Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación (NOMIC) en 1976: “Se requiere la capacitación de los medios informativos y de comunicación de los países en desarrollo