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MOMENTO

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BREVES

BREVES

Momento de renovarse

Ordena tu inventario y dale el giro que necesita tu tienda para vender más.

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Paloma Maya

¿Sabías que tener un buen inventario es la clave para mejores ganancias? Revisa tus listas y darle un cambio a tu negocio con nuevos productos.

Tener un buen control de inventario puede parecer laborioso, difícil e incluso innecesario, pero este proceso tiene ventajas que beneficiarán los números dentro de tu tienda.

Realizar un inventario va más allá de tener cifras de cada uno de los productos, es saber cuánto dinero tienes invertido y cuánto estás ganando con eso. Si tu tienda aún es pequeña, lo más conveniente es que tu registro sea semanal, para tener más claras las finanzas, en cambio, si manejas una gran variedad de artículos piensa en un registro mensual o trimestral.

Ángel Hernández, propietario de la tienda de abarrotes El Farol, explicó cómo ha mejorado la administración de su negocio que, a un año de su apertura, ha crecido más del doble. “Todo se basa en la buena administración. Cuando inicié no tenía muchos productos, pero siempre llevé una lista para tener una idea. Ahora que mi negocio ya creció, me asesoré y tengo un programa en la computadora que sirve como una base de datos. Cuando algo se vende lo registra, con fecha y hora, también ahí puedo ver cuantos productos me quedan y si tengo que comprar más”.

LO QUE NO DEBE FALTAR

Tus clientes son tus mejores asesores, así que pregúntales acerca de

HAZ UNA LISTA Contabiliza la mercancía guardada y la que tienes en existencia.

sus necesidades y qué novedades quieren. Las marcas siempre te van a ofrecer productos nuevos, pero en muchos casos estos no son del agrado de tu público, lo que se convierte en un pérdida para tu negocio tenerlos en el anaquel.

“A veces las personas preguntan por algún producto que necesitan y no encuentran en las tiendas cercanas. Aquí tenemos un buen surtido, por eso saben que tal vez lo consigan con nosotros, pero en caso de que no, lo anotamos y cuando surtimos lo traemos”.

LOS BÁSICOS PRIMERO

Es importante que no sacrifiques un producto básico por uno nuevo. Reemplazar mercancía de primera necesidad, para apostar por otros más sofisticados puede desestabilizar el negocio. Considera colocar los productos complementarios en una vitrina a la vista del cliente.

COMIENZA CON ALGO PEQUEÑO

Si vas a apostar por adquirir y vender nuevos productos en tu catálogo, haz una inversión moderada y evalúa si es necesario aumentarla.

Ten claro cuánto dinero usarás para esta renovación. Apuesta con unos cuantos productos y observa cómo responde el cliente.

EL TIEMPO DEFINE TODO

Toma en cuenta la temporada del año para definir los artículos que incluirás en tus anaqueles; por ejemplo, cuando hace calor no te caeria mal un refrigerador con paletas, helados y otros congelados, pero cuando llegue el invierno una repisa de galletas sería ideal.

MÁS SERVICIOS

Considera las recargas de tiempo aire, vender café de máquina, hacer envíos a domicilio.

Don Ángel recomienda “Un negocio tiene que cuidarse. Ahora con la tecnología todo es más sencillo, tienes orden dentro de la tienda, lo que al final facilita los cortes porque salen sin ningún problema”.

Negocio fuerte, negocio asegurado

Las cosas que no queremos que pasen, pueden pasar. ¿Por qué dejamos lo que nos permite comer y vivir vulnerable?

Regina Reyes-Heroles C.

@vivircomoreina U n negocio sin seguro es un riesgo latente. Cualquier eventualidad que pase, desde un cliente que deja de pagar, la falta de liquidez del dueño y emprendedor o que arreglen una calle aledaña y disminuyan los clientes, son razones poderosas y que resultan en menos ventas y tener que enfrentar un momento complejo.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes) tienen un promedio de vida de 7.8 años. Las que se quedan en el camino son muchas; de hecho, cada año, 21 de 100 Pymes desaparecen y una de las principales razones es, según el INEGI, siniestros que no pueden enfrentar por no tener un seguro.

Pero estos datos tan poco alentadores no son tan poderosos como para que nos animemos a asegurar el negocio que nos permite generar dinero. De las más de cuatro millones de Pymes en México solo 17% cuenta con alguna protección vía seguros, según datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros. ¿Qué nos pasa? Seguimos pensando que estar protegidos sale caro y no queremos aceptar que más vale prevenir que lamentar. El seguro es una inversión.

Pensemos en un escenario: tú, dueño de una Pyme, tienes cuentas por cobrar, es decir, tienes clientes que te pagan a 30 días. A tres de ellos les sucede algo y no pueden pagar. Vender a crédito, para muchas Pymes es una palanca de competitividad, pero implica el riesgo del impago. Muchas lo corren y muchas, por eso, dejan de respirar. ¿Podrías mantener el negocio con tres clientes que no pagan? Quizá. Pero sería mejor poder despreocuparte de esa posibilidad. Un seguro de crédito cuesta alrededor

de 0.4% de las cuentas por cobrar, según datos de Solunion, empresa que ofrece estas coberturas.

El seguro cubre el pago que no llega, da seguimiento al proceso de cobranza y monitorea la cartera de clientes para detectar y prevenir un impago. Suena como una preocupación menos para poder hacer lo importante: vender más. Otro escenario: padecemos un sismo/inundación/incendio o lo que podamos pensar que la naturaleza puede ofrecer. Perder mercancía, la tienda entera o la bodega es una historia de terror costeable con un seguro de daños contra eventos naturales.

El sector asegurador ofrece muchos tipos de seguros según el giro, necesidades y riesgo de cada negocio. Existe la manera de proteger lo que nos permite mantener a la familia.

Los mexicanos no vemos en los seguros un sostén. La penetración es baja (2.3% del PIB), incluso menor al promedio de la OCDE (8.9%). En Chile llega a 4.6%, en Turquía a 1.4 y el mejor dato lo tiene Luxemburgo con 38.8. México necesita un ecosistema de protección para las Pymes y el primer paso lo deben dar los dueños de estos negocios: hay que salir a preguntar cuáles son los riesgos y cómo podemos cubrirlos. Aquí tres recomendaciones para elegir mejor: 1. Busca asesoría especializada. 2. Habla con honestidad sobre el negocio, los clientes, las preocupaciones que tienes. 3. Compara, por lo menos, tres diferentes seguros antes de decidir.

No tengas miedo de preguntar lo mismo varias veces. Lo que contrates, lo debes entender, es el trabajo de los asesores y los buenos lo harán con gusto. Paga a tiempo para no perder la cobertura por un error.

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