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Comentarios de tertulia
“ESPERANDO LA NOCHE” Y “LOS BUITRES ESTÁN FELICES” Comentarios de tertulia
Enrique González Arias6
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Dos cuentos del libro La casa del amor universal del autor boliviano César Verduguez Gómez.
6 Nació el 9 de septiembre de 1957 en Uruguay. Poeta, narrador, ensayista, humanista, docente y gestor cultural. Embajador Internacional de la Paz (ASOLAPO)-2010. Embajador Universal de la Cultura desde 2012 (Bolivia-Tarija). Miembro fundador y presidente de la Cámara Internacional de Escritores y Artistas (CIESART) hasta 2017. Director de Asuntos Internacionales de Casa del Poeta Peruano — desde enero 2018— Perú. Visitante Ilustre de la Universidad Nacional de Cajamarca-2014. Visitante Ilustre nombrado por la Municipalidad de Sullana-2014. Embajador del Círculo Universal de Embajadores de la Paz (Francia/Suiza)-diciembre 2020. Miembro de Circulo Andino de Cultura–Perú. Libros: Poemas para viaje (2011), El novelista y el trompo (2013), Geometría (2014), Sonia (2016), Mirando un Día el Día a Día —Poesía y narrativa— (2017), Carta a un Adolescente — narrativa— (2018), Poemas de emergencia (2018), Existieron (2020), Vías del universo (2020).
Lo leí en una pasada su agilidad de contar lo permite y el tema tan vivo aún también estamos ante un gran narrador de varios estilos y tiene para mi gusto el ojo crítico y sincero de ser un mirador objetivo y lo que hace es plasmar esas miradas muy bien. Puede decirse casi estilo de crónica “Esperando la madrugada” donde la misma es la veracidad del tránsito magistral de la degradación humana de un cuerpo y los dolientes en una secuencia espectacular. Ese final: “[…] es posible que esta noche lo recojan […]” da esa sensación de una jornada de un evento final. Pero si vemos el periplo
“ni siquiera usaba barbijo […]” aquí está la crítica y manifiesto de conducta inapropiada, por un momento creí que tomaba partido por las políticas públicas mundiales y de la OMS hoy, pero después de seguir leyendo razoné que es el rescate de detalles que enriquecen la realidad y el texto.
En el desenlace: —“[…] mamá depositó al lado de la bolsa de Etelvina un ramito de flores […]” aquí pese a la crudeza del tema el dolor la conciencia humana el amor sale a relucir.
Y siguiendo: “[…] al cerrar la puerta […] el llanto […]” este final es el final de tanta miseria humana de la del dolor y el desencadenamiento de todo lo vivido y la despedida ahora se puede hacer el duelo. No hable del personaje Etelvina, porque es la excusa para mí del tema central y eje del cuento los atributos y bondades llevan a seguir la acción de las palabras de
referencia de los demás personajes hablando de ella para llegar al final. Ahora veamos “Los buitres están felices”.
El título sugestivo y acollar ante la idea trágica ya de buenas a primeras.
Al ir leyéndolo fui imaginando “La Divina Comedia” hasta que me topo con. “Dante” … mencionado por el autor, estaba en lo cierto al respeto. Aquí estamos ante un excelente monólogo para teatro si se quiere además de esta narrativa que cuadra de la misma manera sin acotaciones para mi gusto. “Hola, si de nuevo […]” “Me escucha […]” estas dos palabras están dando la acción de como se lleva a cabo a través de un medio telefónico y con todas las realidades de conectividad. “El problema del nuevo orden mundial […] la Apocalipsis […], […] el virus creado por Dios […]” por acá va despeñando las ideas de la religiosidad al interlocutor. “Ay no me olvidaba de la red 5 G […]” en esta parte llega la tecnología como parte de plan orquestado Vemos más adelante la religiosidad, pero identitaria y da con el espacio geográfico: “[…] Para que sonrías […] Crees en el diablo aún […] en el Satanás y la China Supay de la Di abalada de Oruro […]” Este escalón de fiesta y de juerga.
Luego agrega al tema político “son las derechas de las zonas tórridas […]” se sitúa geopolíticamente dentro de continente.
Seguimos en el desarrollo de la lectura y alcanzamos un tema candente que está sucediendo en el mundo y lo pone de manera insoslayable y certero, pero con cabriolas de risas “Ellas lo inventaron para que los hombres no vayan al estadio […]” refiriéndose a las mujeres La lectura a hora se torna más versátil entusiasma y entra en la publicidad política y partidaria donde cada uno saca agua para su molino desde su posición y dice: “entró con la Biblia en la mano y […] propaganda camuflada”. Se refiere a la que fue primera persona circunstancial a cargo de la dirigencia de Bolivia muy claramente. Ya extiende la voz a las calles en este tramo: “Te cuento alguna gentuza que no cree en el coronavirus […] dicen que es preferible morir de Covid 19 que morir de hambre […]” Como era de espera llega la numerología que a mis efectos personales acota datos oficiales sobre la pandemia, pero son solo puntos de referencia históricos para el lector del mañana, los números de cadáveres y el hecho de cavar fosas comunes. Este instante de lectura se concatena con el motivo del cuento anterior y de este detalle me sugiere a mí la idea del cuento. Llegamos a un descanso ante tanto desastre para defender a policías militares, médicos enfermeros que desde su puesto han aparecido con diagnostico positivo.
Pasamos al tema del comercio que no acata y toda la transa social desabastecimiento y los y hace clasificación otra vez de números sobre una situación de muertos, enfermos y gente buscando nosocomios y los que buscan enterrar los muertos con dignidad y es una señal
También hace la reflexión de las mascotas sus necesidades.
Acota: “para tu conocimiento esta pandemia no solo se circunscribe al tema de salud, contaminación, óbitos sino también la economía”. Para retomar lo religioso vuelve ya con las religiones lejanas indias y musulmanas y llegamos a los buitres. Le da un toque de misterio “aquí no puedo mencionarte a pedido expreso de Manuel […]” un recurso estilístico adecuado y da realce a la temática dando el halo de misterio.
—” ¿Escuchaste? ¡más de cien o doscientos buitres!” Aduce esta cantidad y da el dato que se me antojo y mencione desde antes. “Dante podía haber incluido este paisaje” dejando para mí el delatar la forma de la estructura u modo de que acomplejo la historia que va contando. Después desarrolla la traumática vista de los buitres y su obra lógica como aves carroñeras. Hay un detalle de reflexión filosófica circunstancial de humano y de los pensamientos contrapuestos, “La paranoia […] nos brinda la existencia. para. hacernos ver que el mundo no es solo un panorama bonito de dios y su
creación sino también […] con macabritos parajes más profundos del averno y del horror ideados”. Ya en el desenlace la conversación telefónica: “[…] varios compañeros, colegas nuestros están empezando a morir por cubrir la pandemia […]” aquí está el realismo personal de él que está hablando y se pone en datos de sus colegas muriendo por hacer cobertura de este tema. El remate es genial ya con todo lo aportado y el dato de sus colegas muriendo —”Chau Chau Chau estimado Pulitzer” —“Nos hablamos si el coronavirus […] así lo quiere “ Es un gran relato crónica que desemboca en las aves y asegura o no que mañana capaz no estará y no si dios quiere, sino que dios es el coronavirus ahora.