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Tres nuevos casos de crucíferas resistentes
Se trata de Brasica rapa, en el sur de Buenos aires; Rapistrum rugosum, en el oeste de Entre Ríos; e Hirschfeldia incana, en el centro de Córdoba.
Las Brasicáceas o Crucíferas se están incorporando a la lista de las familias de malezas con más casos de resistencia en Argentina, luego de las gramíneas y seguidas por las amarantáceas (Yuyos colorados). En nuestro país hay cinco especies de crucíferas con resistencia: Raphanus sativus (Nabón), Brassica napus (Colza o Canola), Brassica rapa (Nabo), Hirschfeldia incana (Nabillo) y Rapistrum rugosum (mostacilla). Entre las mismas, se presentan biotipos con resistencia a glifosato, a inhibidores de ALS y a 2,4D, a uno, a dos, e incluso a los tres sitios de acción (Cuadro 1). En 2016 confirmaron la resistencia a 2,4D en el biotipo de Brassica rapa. Ahora, nuevos estudios del equipo de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional del Centro de la provincia de Buenos Aires (UNCPBA), compuesto por los Ing. Agr. Víctor Juan, Federico Núñez Fré, Horacio Saint André y Ricardo R. Fernández, confirmaron también su resistencia a los otros dos sitios de acción mencionados. El biotipo se distribuye por los partidos de Azul y Tandil, en el centro-sur de la provincia de Buenos Aires. El caso de Rapistrum rugosum con resistencia a ALS fue estudiado por el equipo de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) compuesto por los Ing. Agr. Fabian Ayala, Esteban Muñiz Padilla, Diana Fresoli, Sergio Milera, Ayelen Seipel y Miguel Ahumada, y lo estudiaron sobre biotipos del Departamento Paraná. Trabajaron con los herbicidas Clorsulfuron y Metsulfuron-metil, ambos pertenecientes a los inhibidores de ALS, y los resultados mostraron una marcada resistencia a ambos activos, con valores de índices de resistencia mayores a 80. El último caso corresponde a Hischfeldia incana con resistencia a Glifosato y 2,4D en los departamentos Río Segundo y Tercero Arriba de la provincia de Córdoba. El Ing. Agr. Msc. Diego Ustarroz de INTA Manfredi, estuvo a cargo de la confirmación. Esta maleza presenta susceptibilidad a ALS, por lo que puede seguir controlándose con metsulfuron-metil, entre otros herbicidas. En cambio, en los biotipos del sudoeste de Buenos Aires, es resistente a ALS pero susceptible a glifosato. La resistencia a los 3 sitios de acción mencionados, limita marcadamente el número de herramientas químicas disponibles para su control. Si bien quedan otras (PPO, Fotosistema I y II, HPPD, PDS, etc.), se pierden naturalmente las más utilizadas. La zona de mayor abundancia de Brasicáceas resistentes es el centro y sur de la provincia de Buenos Aires, donde impactan mayormente en los cultivos de invierno (trigo y cebada) y en los barbechos a cultivos de verano. No obstante, su amplio período de emergencias hace que también estén presentes en estos últimos. En Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y Tucumán ya hay lotes con problemas de Crucíferas resistentes en diferentes “versiones”.
Cuadro 2. Cómo diferenciar las últimas 3 crucíferas resistentes.