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Manchoneo: recomendaciones para eliminar las primeras malezas
Una de las prácticas que propone el ABC de REM para adelantarse al problema de malezas.
Siguiendo con los pilares que propone el ABC de REM para un manejo racional de malezas, en este artículo hablaremos del Manchoneo. Este pilar, junto con el monitoreo sistemático de lotes y bordes, y el cuidado del ingreso de semillas de malezas, son prácticas que permiten adelantarse al problema y así evitar que las poblaciones de malezas lleguen a grandes magnitudes y se naturalicen en el lote (Figura 1).
La invasión de una nueva especie o biotipo en un lote se inicia por uno o pocos individuos que luego forman parches o “manchones”, principalmente cerca de las cabeceras, cubriendo solo un pequeño porcentaje del lote. Aquí es cuando se debe actuar para evitar un crecimiento en el número de individuos que lleguen a ser un problema en el manejo del lote. La práctica del manchoneo se refiere específicamente a la eliminación de esos “manchones” de malezas, idealmente previo a la generación de semillas viables. Esta alternativa puede implementarse de distintas maneras según las características de la maleza a la que nos estamos enfrentando (morfología, ciclo de vida, etc.), el nivel de dispersión que hay en el lote al momento de realizar la práctica (sólo un manchón, algunos y agrupados, muchos y dispersos, etc.) y los recursos con los que contamos (personal, herramientas, etc.).
La práctica del manchoneo se puede clasificar en:
Mecánico: se refiere al arranque/descalce de las plantas, que puede realizarse de forma manual, con asada o pala, o con implementos de labranza. Esta alternativa es mayormente útil en malezas perennes de difícil control. Se debe analizar cuáles son los implementos que mejor se adaptan a sistemas de siembra directa y al control de la maleza en cuestión, especialmente por la forma y ubicación de su estructura de reserva. De ser posible, las plantas deberían ser retiradas del lote y destruidas, para evitar que posibles semillas viables vuelvan a establecerse.
Químico: para este caso también está la opción de hacerlo en forma manual con mochila, con pulverizadora o con pulverizado- ras específicas para aplicaciones dirigidas (Weedit, WeedSeeker, EcoSnipper, sistema de doble botalón en los equipos convencionales). La forma manual solo resulta útil cuando los manchones son pequeños y escasos. Las pulverizadoras convencionales pueden utilizarse cuando los manchones son más grandes, pero no tienen una gran distribución en el lote. En caso de que sí la tengan, las aplicaciones dirigidas son las ideales. Este tipo de aplicaciones permiten obtener ventajas tanto económicas como ecológicas debido al ahorro en las cantidades de principios activos utilizados. Dependiendo del nivel de infestación del lote, el ahorro puede llegar hasta un 80%. Para mayor detalle sobre cada una de estas tecnologías, se puede consultar el siguiente artículo: http://www.aapresid.org.ar/rem/ aplicaciones-dirigidas-para-malezas/.
La práctica de eliminar los primeros manchones suele ser de bajísimo costo, pero la principal limitante es la concientización y planificación de las tareas. A su vez, cuanto más temprano se implemente en el proceso de invasión del lote, más económico y efectivo será. Por último, quizás sea difícil que estas prácticas eviten definitivamente la invasión de una nueva maleza en el lote, pero sí es posible que la retrasen algunas campañas, con los beneficios económicos y ambientales que esto significa.
Figura 1 Factores extrínsecos e intrínsecos que inciden en el ingreso de malezas al lote.
Foto 1 Lote con manchoneo.