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Herbicidas de diferentes sitios de acción: una práctica de control de malezas

Con el objetivo de seguir repasando el ABC de REM para un manejo racional de malezas, en esta nota hablamos del uso de herbicidas de diferentes sitios de acción

Entre los pilares establecidos para un manejo racional de malezas, ubicamos al uso de herbicidas de diferentes sitios de acción como una de las prácticas que permiten controlar las poblaciones de malezas ya establecidas en el lote, protegiendo el cultivo en curso y, simultáneamente, buscando que disminuyan en el tiempo.

Como premisa, se debe conocer la clasificación de cada herbicida según el sitio de acción al que pertenece. El sitio de acción refiere al lugar específico de la enzima o la ruta específica a la cual el herbicida se une o inhibe para cumplir su función, es decir, “donde” el herbicida trabaja. La Sociedad Norteamericana de Malezas (WSSA) y el Comité de Acción de Resistencia a Herbicidas (HRAC), desarrollaron clasificaciones de los herbicidas según sus sitios de acción y le asignaron un número o una letra a los diferentes grupos. Para acceder a la guía de clasificación de los herbicidas según su sitio de acción, podés ingresar al siguiente link: http://aapresid. org.ar/sitiodeaccion.pdf

El uso repetido de herbicidas con el mismo sitio de acción somete a las malezas a una alta presión de selección y conduce a la selección de resistencia. Por este motivo es clave el uso de activos de diferentes sitios de acción, ya que permite retardar la aparición de malezas resistentes. Esta práctica puede realizarse a través de la mezcla (en una misma aplicación), la secuencia (en distintas aplicaciones sucesivas) o en ciclos (en distintas campañas). Cabe destacar que el uso de distintos sitios de acción en mezclas (haciéndolo siempre a dosis completa y con productos compatibles) es sumamente eficiente para el retraso de la resistencia, ya que con las mezclas se pueden controlar diferentes mutaciones que pudieran ocurrir. No obstante, hay que tener presente que el espectro de control de los diferentes activos utilizados en la mezcla deben superponerse para que los posibles individuos resistentes a uno de ellos puedan ser controladas por el otro. También se debe prestar atención a los tiempos de residualidad de los activos mezclados para que sean similares y así evitar que el de mayor residualidad trabaje solo por mucho más tiempo, generando presión de selección.

Cuadro Fuente: Adaptado de Acciaresi y Principiano (INTA Pergamino).

También hay que conocer el riesgo inherente que tiene cada herbicida para desarrollar resistencia dado por su sitio de acción, eficacia, selectividad, residualidad, entre otros aspectos. De esta manera, se podrían plantear alternativas de rotación en las que se busque usar en mayor proporción herbicidas con bajo riesgo y, en la medida de lo posible, usar herbicidas de mayor riesgo en situaciones puntuales donde no existan otras alternativas para el control de determinadas malezas.

Otro elemento a considerar es la posibilidad de usar cultivares con tolerancia a determinados herbicidas (por ejemplo, maíz tolerante a graminicidas fop o soja tolerante a sulfonilureas), lo que aumenta las opciones químicas en cada cultivo. La rotación de estas herramientas disponibles es necesaria para rotar herbicidas a lo largo de los años. Para mayor información sobre este tema: www.aapresid.org.ar/rem/ herramientas-geneticas-para-el-manejo-de-malezas-e-insectos

Finalmente, recordar que elegir y manejar de forma cuidadosa los herbicidas es solo una de todas las prácticas que hacen al manejo racional de malezas. El objetivo general debe ser utilizar la mayor cantidad de tácticas posibles para disminuir las poblaciones de malezas en el largo plazo y retrasar la resistencia.

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