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Ganadería de precisión, siguiendo el camino

El autor afirma que la ganadería debe seguir el camino de la agricultura y posicionarse en tecnologías que permitan la eficiencia productiva, ambiental y económica.

La demanda mundial de alimentos es cada vez mayor. La población crece y Argentina tiene la oportunidad de cubrir parte de esa demanda y contribuir a la seguridad alimentaria. A su vez, se acentúa una marcada tendencia: la nueva clase media china, compuesta por la población que emigra de la ruralidad hacia la urbe, está cambiando su dieta basada en proteína vegetal, principalmente arroz, por alimentos a base de proteínas de origen animal. Esto se da gracias al aumento del poder adquisitivo y a una “occidentalización” de los patrones de consumo, lo que eleva el impacto en el medioambiente de cada kilo de proteína producida y consumida.

El mercado ya no solo valora eficiencia productiva sino también eficiencia ambiental. Por eso la sustentabilidad no puede ser dejada de lado por ningún sistema productivo ni actividad económica. El ser humano es un todo, y un paradigma holístico lleva a mirar todo de manera interconectada e interrelacionada. El cuidado del medioambiente tiene que ver con el cuidado de los recursos, de la salud y por ende de la calidad de vida.

La ganadería de precisión marca un camino del cual no se puede quedar afuera. Al hacer un paralelismo con la agricultura, hoy no es posible pensar en sembradoras y cosechadoras que no se controlen y monitoreen mediante satélites desde un panel e incluso desde una aplicación, o en el uso individual y preciso de fertilizantes. Los avances no se detienen y la ganadería emula al agro, pionero en implementar tecnologías que apunten a lograr eficiencia productiva, cuidado del medioambiente y rendimiento económico.

Frente a la necesidad de los productores de tener datos certeros y exactos en el momento justo a fin de tomar buenas decisiones, los avances de la informática, conectividad e internet de las cosas permiten la existencia de aplicaciones, dispositivos y sistemas para profundizar a niveles impensados.

Medir, registrar, controlar y analizar, requiere de metodologías disruptivas que aseguren eficiencia.

Apostar a la ganadería de precisión permite elevar el volumen de producción, mejorar el bienestar animal, impactar positivamente en el medioambiente e identificar tempranamente distorsiones y errores. Adaptarse a esta realidad debe ser parte de toda estrategia empresarial para seguir en carrera. En cuanto al feedlot, el manejo que se aplica en los corrales emula la industria avanzada. Información instantánea, previsibilidad, estandarización de procesos en tiempo y forma, y alta eficiencia, son las credenciales de los feedlots, modelo a seguir por los eslabones de cría y recría.

Paralelamente a la toma de decisiones inteligentes, con las innovaciones tecnológicas también se contribuye a lograr un modelo económico más sustentable, que utilice menos recursos, premisas de la bioeconomía.

Es posible cambiar la matriz de producción tradicional de muchas industrias y establecimientos pecuarios, en sistemas amigables con el medioambiente. La agricultura pudo lograrlo en las últimas décadas y va por más. Cada tonelada producida de cereales, oleaginosas, legumbres y forrajeras, genera mucho menos impacto que años atrás en el proceso productivo. Sin embargo, se debe repensar cada producción en un sistema integral que cierre el ciclo completo, como por ejemplo, diseñar un plan de infraestructura de logística férrea y marítima que permita capitalizar el avance de la agricultura.

La naturaleza tiene la respuesta a todo lo que el hombre modificó a lo largo de los años. El sol y las bacterias pueden ser los recursos sustentables más valiosos con los que cuenta la humanidad. La ciencia tiene la llave de la puerta de salida, el sol mediante fotosíntesis logra la mayor transformación de energía del planeta, quizás sin darnos cuenta, relacionamos energía solar en un panel sobre el techo de una vivienda, o en un parque solar.

El concepto de ganadería de precisión incide en los principales ejes de la ganadería: genética (genómica), equipamiento e infraestructura, nutrición y sanidad. Para todos estos temas hay paquetes tecnológicos que actualmente se están desarrollando y validando, a prueba y error, de manera cada vez más acelerada. A su vez, estos avances influyen en el valor agregado de la producción, ya que con las nuevas herramientas se puede conocer y entender mejor lo que se está produciendo. Por consiguiente, esto permite garantizar al consumidor la clase de insumo que está adquiriendo, subiendo el valor del mismo. Y esto, más que una opción, es una tendencia que ya se ve en los países del primer mundo, principales destinos de exportación, que exigen y pueden acceder a cada vez más información.

La tecnología es un recurso que se debe aprovechar para ser más eficientes. Es indispensable que se trabaje junto al ámbito público. Apostar a la ganadería de precisión debe ser un compromiso de todos los integrantes de la cadena de ganados y carnes para que se pueda expresar en su máximo potencial. La trazabilidad no podrá conseguirse sin la aplicación de tecnología que demuestre y certifique cada parte del proceso. Será cuestión de poco tiempo para que estos cambios pasen a ser exigencias. Para el mercado internacional ya se han convertido en barreras de entrada. Por lo tanto, es necesario estar preparados. El futuro ya llegó.

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