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Balance de las últimas campañas de soja del Nodo Oeste

Conocer las patologías y realizar diagnósticos correctos, es la primera herramienta para manejarlas. Algunas pautas a tener en cuenta y evitar complicaciones.

Por: Guillermo A. Divito 1 , Juan P Edwards Molina 2 , Carla Biasutti 1 1 Aapresid

El Nodo Oeste presentó el análisis de las últimas tres campañas del cultivo de soja a partir de los datos suministrados por los socios productores de las once regionales que lo conforman. La presentación tuvo lugar el día 11 de septiembre de manera virtual y el informe refleja lo ocurrido en una superficie de 246.823 hectáreas.

En el Gráfico 1, se detalla la cantidad de superficie informada por cada Regional para las tres últimas campañas.

Gráfico 1 Superficie de siembra por cultivo.

Gráfico 2 Zonas representativas del nodo oeste.

Gráfico 3 Comparación de techos de rendimientos en el año 2018, 2019 y 2020, por zona..

Se integraron los resultados de distintas zonas: 1) Regionales Río Segundo, Montecristo y Alta Gracia; 2) J. Posse y Los Surgentes-Inriville; 3) Villa Maria y La Carlota; 4) Adelia Maria, Laboulaye y Vicuña Mackenna; y 5) San Luis, Río IV y Del Campillo. (Gráfico 2).

En el Gráfico 3 se muestran los techos de de rendimientos de cada zona, para las últimas campañas. Se analizó el percentil 95% para cada zona agroecológica y para cada área, como indicador de rendimiento potencial en secano.

En campañas no afectadas por sequías progresivas, las regionales muestran un rendimiento potencial de 50 qq. Se analizó que el desafío es identificar ambientes potenciales y ajustar el manejo en consecuencia: selección de fecha de siembra, grupos de madurez (GM), fertilización, etc.

Gráfico 4 Comparación del rendimiento promedio del nodo

La campaña 2017/18, se caracterizó por una sequía que afectó especialmente las siembras tardías y grupos largos. La 2018/19 se definió como una muy buena campaña con buenos rendimientos medios en todas las zonas. La 2019/20 se caracterizó por ser una campaña regular con alguna dispersión de datos (asociada a sequías).

El rendimiento promedio del Nodo para la campaña 2017/18, con sequías progresivas, presentó menores rendimientos promedios en comparación con las campañas siguientes. La campaña 2018/19 demuestra muy buenos rendimientos en las cinco zonas del nodo, con poca dispersión de datos. Para la última campaña analizada, si se analiza por zona, la zona 2 (J. Posse - Los Surgentes) fue la que obtuvo los mayores rindes promedios superando los 40 qq/ha, seguida por el resto de las zonas con rendimientos promedios menores a las 40qq/ ha. La campaña 2019 demuestra una gran dispersión de datos.(Gráfico 4).

Gráfico 5 Variedades más sembradas expresadas por grupo de madurez para soja de primera

Gráfico 6 Variedades más sembradas expresadas por grupo de madurez para soja de segunda.

SOJA DE PRIMERA

Los grupos más utilizados en las últimas tres campañas son grupos IV con el 65% de la superficie sembrada del Nodo y grupos V con el 25%. Las variedades que más se sembraron fueron de los semilleros Don Mario, Credenz y Nidera.

Se sembraron gran cantidad de variedades a lo largo de las últimas campañas, sin embargo, la más sembrada fue DM 4616, seguida por Na 5009, Cz 4.97, DM 50I17 y DM 40R16. Queda de manifiesto que se está incurriendo en una baja diversidad genética.(Gráfico 5).

SOJA DE SEGUNDA

Los grupos más utilizados en las últimas tres campañas son grupos IV con más del 70% de la superficie sembrada del Nodo seguidos por grupos V, III y IV . Las variedades que más se sembraron fueron de Don Mario y Nidera.

Se sembraron gran cantidad de variedades diferentes, la más sembrada fue DM 4612, seguida por Na 5009 y el resto en porcentajes muy menores, con mucho recambio y efecto confundido por la menor disponibilidad de datos (Gráfico 6).

La evolución de la fecha de siembra (Gráfico 7) muestra para la zona 5 del nodo, fechas graduales que van desde la primera quincena de octubre hacia los primeros días de diciembre, demostrando un gradiente ambiental que explica la variación entre fechas. Hacia la zona 4 y 3, se muestra una concentración de fechas de siembra entre la segunda quincena de octubre y fin de noviembre, la zona 2 con fechas de siembra que oscilan desde la primera quincena de octubre a la primera de noviembre y finalmente, la zona 1 con siembras muy graduales desde octubre a diciembre. En síntesis, en siembras de octubre en adelante, se observa que los techos de rinde caen pero los pisos suben. A la hora de ubicar los GM en la secuencia de siembra, todas las Regionales muestran un comportamiento de ‘ofensivo a defensivo’: aumentando los GM si se busca estabilidad y acortandolos cuando la meta es no perder potencial.

Gráfico 7 Evolución de la fecha de siembra

Con respecto a la fertilización, durante las campañas, se informó que la distribución de los lotes sobre fósforo Bray se concentra entre 10 y 20 ppm. (Gráfico 8). Estos valores son notablemente más bajos que los niveles pristinos de suelos de la región, lo que evidencia balances negativos del nutriente durante los últimos años.

La dosis media más empleada de P varió según el fertilizante utilizado, 80 kg/ ha para MAP, 15 kg/ha para Microstar, 90 kg/ha para SPS y más de 120 Kg/ha para SPT. (Gráfico 9). En función al rendimiento, salvo casos puntuales con estrategias de reposición, todos los lotes muestran balances negativos. (Gráfico 10).

Gráfico 8 Distribución de los años 2017,2018 y 2019 sobre los ppm de fósforo Bray.

Gráfico 9 Comparación de la cantidad (kg/ha) promedio aplicada de fósforo en las últimas tres campañas.

Gráfico 10 Balance de fósforo .

Independientemente del tipo de fertilizante empleado, el balance de P del cultivo (P aplicado - P exportado en grano) fue negativo en la mayoría de los casos. Como consecuencia, se espera que los niveles de P-Bray continúen disminuyendo.

En cuanto a la evolución en el uso de fungicidas, se analiza que para soja de primera, la más representativa del nodo, no se demuestra grandes variaciones en la evolución de las aplicaciones, salvo para la zona 3 del nodo que, para la última campaña 2019/20, aumentó progresivamente el uso de fungicidas con más del 80% de los lotes aplicados. Para soja de segunda se demuestra que para todas las zonas, excepto la zona 1, la evolución en el uso de fungicidas aumentó entre un 20 y un 30% de lotes aplicados. (Gráfico 11).

Según la evolución de malezas, se identificaron al yuyo colorado y la rama negra como las malezas con mayor dificultad de manejo, seguidas por las gramíneas estivales con menor implicancia que las anteriores. Salvo en la zona 1, donde se indica que la rama negra está dejando de ser definida como una maleza problemática. (Gráfico 12,13,14,15,16). El control de malezas depende más de las tecnologías de procesos que de productos.

Gráfico 11 Evolución del uso de fungicidas por zonas y campañas

Gráfico 12 Evolución principales malezas para la Zona 1

Gráfico 13 Evolución principales malezas para la Zona 2

Gráfico 14 Evolución principales malezas para la Zona 3.

Gráfico 15 Evolución principales malezas para la Zona 4.

Gráfico 16 Evolución principales malezas para la Zona 5.

En el análisis de la evolución del uso de insecticidas, se demuestra que para soja de primera, en la campaña 2018/19, las zonas 3 y 5 reflejan que más del 50% de los lotes no recibieron aplicaciones. Para las zonas restante más del 60% de los lotes presentaron al menos una aplicación de insecticidas. Sin embargo, para la campaña 2019/20 en todas las zonas el uso de insecticidas varió significativamente. Para soja de segunda, las zonas mostraron diversas estrategias de aplicaciones. No obstante, se reflejan más del 60% de lotes sin aplicaciones en la zona 3 para la campaña 2018/19 y la zona 1 para la campaña 2019/20.(Gráfico 17).

CULTIVOS DE SERVICIOS

Para la campaña 2017/18 las superficies del nodo que reportaron cultivos de servicios como antecesores del cultivo de soja representan el 4% de la superficie total. Para la campaña 2018/19 las superficies con antecesores cultivos de servicios se incrementaron a un 9, 3% y para la última campaña el incremento fue de un 12,9%. Representando un nodo con gran adopción a este nuevo cambio de paradigma tecnológico.

Para la última campaña, la zona 5 demuestra un 30% de superficies destinados a cultivos de servicios, seguida por la zona 1 con un 25% de superficies con CS, la zona 4 con un 15% de superficies con CS, la zona 2 con un 8% de superficie con CS y finalmente la zona 3 con nula incorporación de cultivos de servicios en sus sistemas. (Gráfico 18).

Gráfico 18 Evolución de superficies con cultivos de servicios como antecesor.

Gráfico 19 Rendimientos con cultivos de servicios.

El 60% de los lotes del nodo tuvieron mayor rinde cuando fue antecedido por barbecho que por CS (Gráfico 19). En condiciones de estrés hídrico el cultivo de servicio penaliza los rendimientos. La adopción de CS está en sus inicios y muestra todavía efectos directos en la relación agua/rendimiento. (Gráfico 20).

Gráfico 18 Evolución de superficies con cultivos de servicios como antecesor.

Gráfico 19 Rendimientos con cultivos de servicios.

En cuanto al efecto de la napa freática en el nodo, se analizó que para la zona 2, en las últimas tres campañas, existieron 500 kg/ha de rindes a favor en lotes afectados por la napa, con estrategias de intensificación e incorporación de más cultivos por año para eficientizar el uso de los recursos, el consumo de agua y la mejora en las características físicas y químicas del suelo. (Gráfico 21).

Gráfico 21 Aporte de la napa freática en rendimientos.

AGRADECEMOS POR SU COLABORACIÓN EN ESTA NOTA A:

Marianela Rivelli Pablo Auliso Jose Cruz Cuello Gustavo Zamora Gaston Benito Nicolas Andreo Rodolfo Torregrosa

Rodolfo Fiorimanti Franco Bardeggia Mauro Rabozzi Leticia Avedano Alejandro Dorsch José Luis Zorzin

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