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Nodo Centro: análisis de la campaña de maíz 19/20

El último análisis de campaña de 2019/20 de las Regionales del Nodo Centro revela que la superficie de maíz se duplicó respecto de 2018/19. Repasamos los resultados más relevantes.

El análisis de campaña de maíz 2019/20 del Nodo Centro sobre 61.911 hectáreas distribuidas en 848 lotes de las Regionales 25 de Mayo, 9 de Julio, Bolívar, Bragado-Chivilcoy, Chacabuco, Junín, Lincoln, Pergamino y Venado Tuerto, revela que el área sembrada con este cultivo casi duplica al de la campaña 2018/19.

El 68% de la superficie correspondió a maíz temprano (45758 ha), el 29% a tardío (14320 ha) y el 3% a maíz de 2da (1833 ha), lo que confirma que la siembra temprana sigue siendo la estrategia más elegida entre los socios. En la Tabla 1 se detalla la cantidad de superficie informada por cada Regional. Un dato a destacar en esta campaña, es que se informó un 88 % más de superficie de maíz temprano que el año anterior y un 92 % más de maíz tardío.

Cuadro 4 Evolución económica de resultados marginales (en kg carne/cab.).

MAÍZ TEMPRANO

De la superficie sembrada con maíz temprano, un 76% se realizó en campos propios y el 24% restante en lotes arrendados.

Respecto a las adversidades, el 74 % de la superficie no sufrió ninguna. El problema más frecuente fue la sequía en un 18% de la superficie, seguido por anegamiento en un 5% y granizo en un 3%.

Sobre la clase de suelo en que se realizaron las siembras, la mayoría no conoce el dato (53%). Entre los que sí conocen el dato, el 17 % sembró sobre suelo clase I, el 24 % sobre suelo clase II y el 6 % sobre clase III. Esto evidencia que el maíz sembrado en forma temprana es un cultivo que se ubica en suelos de buena calidad, buscando potencial de rendimiento.

Al analizar los cultivos antecesores, el 69 % de la superficie se sembró sobre soja 2da/Barbecho, el 29 % sobre soja 1era/ barbecho, el 1 % sobre maíz temprano/ barbecho, y otras como girasol/barbecho y pastura/barbecho en porcentajes muy menores. Estos datos evidencian que la adopción de CS como antecesor de maíz temprano es casi inexistente en la zona.

Durante la campaña 2019/20, se sembraron híbridos de 18 semilleros diferentes. Lo más sembrado es de Dekalb en el 42 % de la superficie total, seguido por Brevant 12 %, Don Mario 11 %, Pionner 9 %, Nidera 8 %, Syngenta 6 %, La Tijereta 4 %, Sursem 2 %, KWS 2 % y el resto en porcentajes menores. Respecto a los híbridos, se sembraron 69 híbridos diferentes. El más sembrado fue DK 7220 14 %, seguido de DK 7210 12 %, luego Netx 22.6 10 %, AX 7761 7 %, P 1815 6 %, DM 2738 6 %, DM 2772 4 %, DK 7320 4 %, SYN 875 3 %, DK 7310 3 %, DK 6910 3 %, LT 723 2 %, DK 7020 2 %, SRM 566 2 %, DK 7270 2 % y el resto en porcentajes muy menores (Gráfico 1).

(arriba) Gráfico 1 Híbridos más sembrados (maíz temprano)

(abajo) Gráfico 2 Evolución de la fecha de siembra de maíz temprano.

En el 61 % de la superficie total analizada se hizo refugio. Respecto a la evolución de la fecha de siembra (FS), se comenzaron a sembrar lentamente algunos lotes a partir de los primeros días de septiembre, pero el fuerte arranca lógicamente a mediados de mes. Para el 26 de septiembre ya se había sembrado el 50 % del total y para el 10 de octubre se llegó al 90 % del total aproximadamente (Gráfico 2).

Respecto a la cosecha, no se ven grandes interrupciones y transcurre en una ventana bastante amplia de tiempo, que comienza a fines de febrero. La actividad de cosecha fuerte se observa a principios de marzo. Para el 17 de abril ya se cosechó el 50 % del total de superficie y a mediados de mayo ya se había cosechado el 90 % del total.

En cuanto a densidades de siembra, la mayoría ronda las 80000 sem/ha, con máximos de 100000 y mínimos de 60000, y una leve tendencia a disminuir a medida que se atrasa la FS. Y en relación al espaciamiento entre líneas de siembra, lo más empleado en esta campaña fue a 52 cm, en el 70 % de la superficie, y a 70 cm en el 28%.

FERTILIZACIÓN En la última campaña, en el 72% de la superficie de maíz temprano se realizó análisis de suelo (Gráfico 3). Si analizamos qué tan balanceada fue la nutrición, solo en el 14% de la superficie se hizo fertilización completa con N, P, S y Micronutrientes. Lo más frecuente fue la combinación solo de N y P que se hizo en el 59% de la superficie (Gráfico 4). En promedio, se aplicaron 108.8 kg/ha de N, 59.7 kg/ha de P2O5 y 5.4 kg/ha de S en la campaña (Gráfico 5). Respecto a la partición de N, en el 97 % de la superficie se aplicó en una sola vez. Dentro de este porcentaje, el 64 % lo hizo en estado vegetativo del cultivo, el 29 % en presiembra y el 4 % a la siembra. En cambio, en el 3% de la superficie se particionó el N, y de estos el 2 % se hizo las dos veces en estado vegetativo del cultivo y el 1 % siembra y vegetativo (Gráfico 6).

(arriba) Gráfico 3 Análisis de suelo.

(abajo) Gráfico 2 Nutrición balanceada.

En aquellos que aplicaron N una sola vez, la fuente más usada fue urea en el 80 % de la superficie, seguida por solmix en el 13 % y UAN en el 5 %. En cambio, los que particionaron el N, lo más empleado fue aplicar dos veces solmix, seguido de urea-UAN y urea-solmix (Gráfico 7).

(de arriba hacia abajo) Gráfico 5 Cantidad de nutrientes aplicados.

Gráfico 6 Partición de N y momentos de aplicación.

Gráfico 7 Partición de N y fuentes

(arriba izquierda) Gráfico 8 Principales enfermedades por las que se aplicó fungicidas en maíz temprano.

(arriba derecha) Gráfico 9 Aplicación de insecticidas en maíz temprano.

ADVERSIDADES BIÓTICAS En lo que tiene que ver con las aplicaciones de fungicidas, solo se aplicó en el 11 % de la superficie y prácticamente se hizo todo para roya (Gráfico 8). Mientras que insecticidas se aplicaron en el 33 % de la superficie y en todos los casos se hizo para cortadoras (Gráfico 9).

Las malezas más problemáticas o las que mayores dificultades causaron en el control fueron Yuyo colorado en el 43.9 % y Rama negra en el 44.7 %. Luego, en porcentajes más bajos, aparecen Capin 4.6%, raigrás 2.9%, Eleusine 2.7%, Pasto cuaresma 0.6 % y Commelina 0.2% (Gráfico 10).

Las estrategias más utilizadas en materia de herbicidas residuales pre emergentes, considerando dos momentos de aplicación -el primero barbecho corto y el segundo pre siembra-, fueron: No aplicar – Triazina + Cloroacetamida 20 %, seguido de Triazina – Triazina 13 %, luego Triazina – HPPD + Cloroacetamida 8 %, No aplicar – HPPD + Cloroacetamida 6 %, No aplicar – HPPD + triazina 5 %, No aplicar – PPO + Pyroxasulfone 5 % y el resto de combinaciones en porcentajes menores.

Gráfico 10 Malezas más problemáticas en maíz temprano.

Respecto a aplicaciones de herbicidas post emergentes, el 69% hizo una aplicación y solo el 4% dos aplicaciones, con predominancia de herbicidas hormonales, glifosato y triazinas, ya sea solos y en combinación.

RINDES El rendimiento promedio del Nodo fue de 102.75 qq/ha (Gráfico 11). Al analizarlo por Regional, la que obtuvo el mayor rinde promedio fue Venado Tuerto con 125.77 qq/ha, seguida por Junín 112.13 qq/ha, luego Bragado/Chivilcoy 111.53 qq/ha, Lincoln 109.01 qq/ha, 9 de Julio 104.44 qq/ha, Pergamino/Colón 103,31 qq/ha, 25 de Mayo 97.5 qq/ha, Chacabuco 90.11 qq/ha y por último Bolívar con 81.4 qq/ha.

Gráfico 12 Rinde de maíz temprano por híbrido.

Si se consideran los 10 híbridos más sembrados en la última campaña y se comparan sus rendimientos, el que mayor rinde promedio obtuvo fue DK 7310 con 121.31 qq/ha, seguido de P 1815 con 113.1 qq/ha, luego DK 7220 109.32 qq/ha, DK 7320 109.2 qq/ha, Next 22.6 105.33 qq/ha, DK 7210 105.31 qq/ha, AX 7761 104.63 qq/ha, DM 2772 96.35 qq/ha, DM 2738 92.16 qq/ ha y SYN 875 85.64 qq/ha (Gráfico 12).

Los rindes por clase de suelo muestran promedios algo esperables: los clase I fueron los que más rindieron con 116.63 qq/ ha, seguidos de los clase II 98.27 qq/ha y los clase III 89.18 qq/ha.

Los lotes propios rindieron en promedio 109.37 qq/ha, un poco por debajo de los arrendados, que registraron un rinde de 95.62 qq/ha.

Al dividir los lotes de acuerdo a los cultivos antecesores, se observa que los rindes son muy similares: aquellos que vienen de soja 2da – barbecho rindieron 104.07 qq/ ha en promedio y los que vienen de soja de 1era – barbecho, rindieron 101.02 qq/ha.

Los mayores rindes por fecha de siembra, dividiendo a los meses en tres decenas de días, se obtuvieron en la 3era decena de septiembre (entre el día 20 y el 30) con 104.77 qq/ha, seguido de la 1era de octubre con 104.08 qq/ha y luego la 2da de septiembre con 96.25 qq/ha (Gráfico 13). Los lotes con aplicación de fungicida rindieron en promedio 116.33 qq/ha, mientras que los que no fueron aplicados, rindieron 101.73 qq/ha.

Gráfico 13 Superficie sembrada y rindes por decenas de fecha de siembra.

Gráfico 14 Híbridos más sembrados (maíz tardío).

MAÍZ TARDÍO

Del total de la superficie sembrada con maíz tardío, el 59 % corresponde a superficie arrendada y el 41 % restante a superficie propia.

Según los datos aportados por las regionales del Nodo Centro, el 68 % de la superficie no sufrió adversidades. Solo en un 25 % se registró sequía y en un 7 % de la superficie hubo anegamientos.

A la hora de analizar la clase de suelo, la mayoría (63 %) no conoce el dato. Entre quienes sí tienen el dato, el 6 % sembró sobre suelo clase I, el 4 % sobre suelo clase II, el 7 % sobre clase III y el 18 % en suelo clase IV. En este caso y a diferencia del temprano, al sembrarse en fecha tardía para apuntar quizás a lograr más estabilidad de rinde que potencial, se lo ubica principalmente en suelos de menor calidad.

Sobre los cultivos antecesores que preceden a la campaña analizada, el 35 % de la superficie se sembró sobre soja 2da/Barbecho y el 17 % sobre soja 1era/barbecho, lo que evidencia que las dos opciones más empleadas son sin CS invernal. En tercer lugar, el 12 % de la superficie se sembró sobre soja 2da/CS leguminosa, el 10 % sobre soja 2da/CS gramínea + leguminosa, el 5 % girasol/barbecho, 4 % soja 2da/ CS gramínea, 4 % soja 1era/CS gramínea + leguminosa, 3 % girasol/CS gramínea, 3 % soja 1era/CS leguminosa y el resto en porcentajes menores.

Los híbridos que se sembraron corresponden a 16 semilleros diferentes. Los más sembrados fueron de Dekalb en el 45 % de la superficie total, le sigue Brevant en el 16 % de la superficie, Nidera 9 %, Syngenta 8 %, Pioneer 8 %, Don Mario 7 %, ACA 1 %, La Tijereta 1 %, Sursem 1 %, KWS 1 %, Advanta 1 % y el resto en porcentajes menores. Respecto a los híbridos, se sembraron 42 tipo diferentes. El más sembrado fue Next 22.6 en el 15 % de la superficie, seguido por DK 7210 en el 14 %, luego DK 7220 8 %, DK 7010 8 %, DK 6910 8 %, NS 7818 5 %, DM 2738 5 %, DK 7320 5 %, SYN 875 4 %, P 1815 4 %, P 2109 3 %, DK 7020 2 %, AX 7784 2 %, DM 2772 2 %, SYN 979 2 % y el resto en porcentajes muy menores (Gráfico 14).

En el 57 % de la superficie se realizó refugio. La evolución de la fecha de siembra muestra que los primeros lotes comienzan a sembrarse alrededor del 10 de noviembre, pero el fuerte arranca a partir del día 20. Para el 1 de diciembre, se sembró el 50% del total mientras que para el 10 – 12 de diciembre se sembró alrededor del 90% del total (Gráfico 15). La cosecha de este cultivo suele no ser continua ya que transcurre en un periodo de bajas temperaturas, lo que dificulta el secado de los granos para llegar a la humedad de cosecha deseada. Por lo tanto, la cosecha se da en una ventana bastante prolongada de tiempo. Incluso al momento del análisis de los datos a inicios de septiembre, restaban cosechar unas 4428 ha (31% del total analizado). El fuerte de la cosecha comenzó a mediados de mayo y para el 3 de junio se levantó la mitad de la superficie en análisis.

(de arriba hacia abajo) Gráfico 15

Evolución de la fecha de siembra para maíces tardíos.

Gráfico 16 Análisis de suelo para maíz tardío.

Gráfico 17 Nutrición balanceada.

Sobre las densidades de siembra, lógicamente se emplearon densidades menores respecto a maíz temprano. La mayoría de los lotes se encuentran entre las 60000 y 80000 sem/ha, con varios lotes también en 40000 sem/ha y con una leve tendencia a disminuir a medida que se atrasa la FS.

En cuanto a espaciamiento entre líneas de siembra, lo más empleado fue a 52 cm en el 71 % de la superficie y a 70 cm en el 28 %.

FERTILIZACIÓN En el 86 % de la superficie sembrada con maíz tardío, se realizó análisis de suelo (Gráfico 16). Al analizar qué tan balanceada fue la nutrición, solo en el 18 % de la superficie se hizo una fertilización completa con N,P, S y Micronutrientes. Lo más frecuente fue la combinación solo de N, P y S en el 46% de la superficie (Gráfico 17). Durante la campaña, se aplicaron 74.8 kg/ ha de N, 49 kg/ha de P2O5 y 7.9 kg/ha de S (Gráfico 18). Respecto a la partición de N, en el 98% de la superficie se aplicó en una sola vez, repartidos el 82 % en estado vegetativo del cultivo, el 15 % en presiembra y el 1 % a la siembra. En cambio, en el 2 % de la superficie que particionó el N, las dos fertilizaciones se hicieron en estado vegetativo del cultivo (Gráfico 19). Al considerar los que aplicaron el N en una sola vez, la fuente más usada fue urea en el 82 % de la superficie, seguido de solmix en el 15 % y UAN en el 1 %. En cambio los que particionaron el N, aplicaron dos veces solmix (Gráfico 20).

Si se compara la cantidad de N aplicado de acuerdo al antecesor, se observa que los lotes que vienen de antecesor barbecho o CS sin leguminosa, aplicaron en promedio 82 kg/ha, mientras que los lotes con antecesor CS leguminosa solo aplicaron 28 kg/ha, es decir, 24 kg/ha menos, lo cual es una cantidad más que significativa.

(de arriba hacia abajo) Gráfico 18 Cantidad de nutrientes aplicados (maíz tardío).

Gráfico 19 Partición de N y momentos de aplicación.

Gráfico 20 Partición N y fuentes.

(arriba izquierda) Gráfico 21 Cantidad de nutrientes aplicados (maíz tardío).

(arriba derecha) Gráfico 22 Aplicación de insecticidas en maíz tardío.

ADVERSIDADES BIÓTICAS En lo que respecta a aplicaciones de fungicidas, solo se aplicó en el 16 % de la superficie y en la mayoría de los casos se hizo para roya (Gráfico 21). Por otra parte, se aplicó insecticidas en el 24 % de la superficie y, de este este porcentaje, el 70% fue para cortadoras y 16% para cogollero (Gráfico 22).

Las malezas más problemáticas o que causaron más dificultades en el control fueron Capin en el 25 % de la superficie, Yuyo colorado en el 24 %, Rama negra en el 22 %, Eleusine 16 %, raigrás 6 % y sorgo de Alepo 2 % (Gráfico 23).

Las estrategias más frecuentes en materia de herbicidas residuales pre emergentes, considerando dos momentos de aplicación -el primero barbecho corto y el segundo pre siembra- fueron: No aplicar – Triazina + Cloroacetamida (40 %), seguido de Triazina – Triazina + Cloroacetamida (10 %), luego Triazina – Triazina (9 %), HPPD + Cloroacetamida – Triazina + Cloroacetamida (5 %), Triazina - No aplicar (5 %), No aplicar – Triazina (4 %), No aplicar – HPPD (4 %), Triazina – HPPD (4 %) y el resto de combinaciones en porcentajes menores.

Y en lo que hace a aplicaciones de herbicidas post emergentes, el 46 % hizo una aplicación y el 22 % dos aplicaciones. Aquí predominaron herbicidas hormonales, glifosato y triazinas, ya sea solos y en combinación. En los lotes que venían de barbecho, se hicieron en promedio 1.3 aplicaciones. En cambio, en aquellos lotes que venían de CS, se hicieron 0.62 aplicaciones, un 48% menos.

Gráfico 23 Malezas más problemáticas en maíz tardío.

RINDES El rendimiento promedio del Nodo fue de 87.7 qq/ha (Gráfico 24). La Regional que obtuvo el mayor rinde promedio fue 9 de Julio con 107.52 qq/ha, seguida de Pergamino/Colón con 100.02 qq/ha, luego Junin 95 qq/ha, Lincoln 87.83 qq/ha, Bragado/ Chivilcoy 84.41 qq/ha, Chacabuco 78.18 qq/ha, 25 de Mayo 74.25 qq/ha y por último Bolívar 54.72 qq/ha (Gráfico 25).

Al comparar el rendimiento de los 9 híbridos que más superficie cosechada presentaron, el que mayor rinde promedio obtuvo fue Dk 7210 con 110.36 qq/ha, seguido por P1815 106.22 qq/ha, luego DK 7220 103.55 qq/ha, Next 22.6 102.61 qq/ha, DM 2738 91.71 qq/ha, SYN 875 78.38 qq/ha, DK 7320 77.96, DK 6910 62.15 qq/ha y por último el DK 7010 59.81 qq/ha (Gráfico 26).

(de arriba hacia abajo) Gráfico 24 Rinde promedio de maíz tardío en el nodo (Campañas 2018/19 y 2019/20).

Gráfico 25 Rindes de maíz tardío por Regional.

Gráfico 26 Rindes de maíz tardío por híbrido

Los rindes por clase de suelo muestran promedios algo lógicos: los lotes de suelos clase I rindieron 90.05 qq/ha, los de clase II 90.62 qq/ha, los de clase III 77.79 qq/ha y los de clase IV 59.57 qq/ha. Por su parte, los lotes propios rindieron en promedio 98.18 qq/ha, un poco por debajo de los arrendados, que registraron un rinde de 78.89 qq/ha.

Al analizar los rindes según cultivos antecesores, aquellos que vienen de soja 2da – barbecho fueron los que más rindieron con 96.96 qq/ha en promedio, seguidos por aquellos que vienen de soja de 1era/ CS leguminosa 95.67 qq/ha, luego soja 1era/barbecho 90.43 qq/ha, soja 2da/CS gramínea + leguminosa 89.67 qq/ha, soja 2da/CS leguminosa 87.43 qq/ha, soja 1era/ CS gramínea + leguminosa 69.3 qq/ha y girasol/barbecho 52 qq/ha.

Los mayores rindes por fecha de siembra, dividiendo a los meses en tres decenas de días, se obtuvieron en la 3era de noviembre (entre el día 20 y el 30) con 95.61 qq/ ha, seguido de la 1era de diciembre con 79.68 qq/ha y luego la 2da de diciembre con 56.1 qq/ha. Esto evidencia una disminución del rinde a medida que se atrasa la fecha de siembra (Gráfico 27).

Los lotes que recibieron aplicaciones de fungicidas rindieron en promedio 94.87 qq/ha, mientras que los que no fueron aplicados tuvieron un rendimiento promedio de 86.79 qq/ha.

Gráfico 27 Superficie sembrada y rindes por decenas de fecha de siembra (maíz tardío).

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