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Los fierros en marcha
De la siembra a la cosecha, el embolsado y la polémica sobre la aplicación de agroquímicos, fueron discutidos por los especialistas. El común denominador fue aumentar la productividad y la eficiencia.

Santa Maria coordinando el panel de maquinaria junto a Mario De Simone y Juan Carlos Rodriguez
¿Qué es una buena siembra?
“Dependerá del ámbito en que se realiza la siembra y de las variables climáticas recurrentes o esperadas” dijo Martinez Peck. Destacó que en la zona núcleo argentina el objetivo es lograr precisión. Para ello la población no debería fluctuar +/- 3% del objetivo, y es fundamental la uniformidad espacial y temporal. Entre los numerosos factores que atentan contra el cumplimiento de este objetivo Ricardo señaló la velocidad de siembra, placas y tubos de bajada en mal estado, sensores de semillas mal instalados entre otros. Por su parte las siembras en el NEA son mayormente en condiciones de excesiva humedad o sequedad. Para ello recomienda la utilización de chasis modulares, cuchillas flotantes + flejes, doble disco de diferente diámetro y a veces retirar el pisagrano. “Capturar ventanas de siembra y cuidar la humedad” es el objetivo para siembras en el NOA, siendo fundamental asegurar el buen contacto de la semilla con el suelo.
Agroquímicos ¿y ahora qué?
En los últimos años han crecido las opiniones negativas acerca de la utilización de agroquímicos al punto tal de haberse convertido casi en el enemigo público número uno de las distintas comunidades agrícolas. Mario Bogliani, INTA Castelar, destacó que existe legislación vigente en 21 de 23 provincias pero que se respeta de manera acotada o directamente no se cumple. A esto se le suma el mínimo o nulo control sobre las actividades de aplicación, la proximidad de los cultivos a las ciudades, las prácticas agrícolas inadecuadas y aplicadores con bajo nivel de conocimiento, entre otros. Como respuesta institucional a esta problemática surge la creación y ejecución del Plan Nacional de Capacitación en Uso Responsable de Agroquímicos. El mismo tiene previsto para el 2010 realizar acciones de capacitación en 10 provincias a fin de sensibilizar a la población acerca de los riesgos del uso inadecuado de los agroquímicos sobre la salud y el ambiente.
Cosecha en Argentina
Uno de los pilares fundamentales de la competitividad de la agricultura argentina es la cosecha. De Simone afirma que fue necesario dar un salto muy grande para pasar de 68,8 millones de tn en la campaña 2003/04 y llegar a cosechar 93,3 millones de toneladas en la última campaña; ello significó incrementar la capacidad en 35,9% sólo en 6 años. Esto fue posible gracias, no sólo al aumento del tamaño de los cabezales, sino también a mejoras en sus prestaciones. Los cabezales draper que llegaron para quedarse permiten cosechar un 15 a 18% más de superficie en una jornada de trabajo. Esta tecnología fue introducida en el año 1994 y en la última campaña se llegó a almacenar en silos bolsas un volumen de 40 millones de toneladas. Juan Carlos Rodriguez analizó aquellos factores que hacen a una buena confección del silo. Señaló que temperaturas extremadamente altas durante el embolsado del grano húmedo influyen en el deterioro inicial del mismo. Además sostiene que, como regla general, la humedad con la cual se deben almacenar los granos no debe sobrepasar la humedad base para la comercialización. Cuanto menor es la humedad del grano, mejor será la conservación y mayor el tiempo disponible para guardarlos. Especial atención hizo sobre el monitoreo del silo, “debe ser permanente”. La ventaja del monitoreo midiendo dióxido de carbono es que este mantiene la concentración en toda la bolsa en forma vertical por eso midiendo en el borde sabría la concentración en toda la bolsa. Además se puede realizar en distintas posiciones y en momentos rápidos.