Libro 25 años Aapresid

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Historia de AAPRESID

Experiencias compartidas por un desarrollo agrícola sustentable

Palabras de bienvenida

Introducción

De surcos y arados: Breve historia de la agricultura antes de la Siembra Directa

La agricultura: clave del origen de las civilizaciones

La producción de cereales en las civilizaciones de la Antigüedad

La Edad Media europea. Una agricultura a la medida de una gran economía rural

Una revolución agraria para los tiempos modernos

Del otro lado del Océano. Historia del desarrollo agrario de la actual Argentina

La Revolución de Mayo profundiza el camino agrario

El siglo XX: estancamiento y resurrección de la agricultura pampeana

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Los orígenes de AAPRESID

El adiós a la labranza

Los comienzos

De la cosecha a la siembra: la institucionalización

Índice
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conocimiento

Indagar, aprender, innovar

Experiencias concretas

La circulación del saber

Valor y agro

Valores extraeconómicos: una ética del trabajo

Acciones colectivas

La gran red AAPRESID

Los congresos AAPRESID: un hito anual en el mundo campero

Un Productor en Acción

Los Grupos Regionales

Agricultura Certificada

Sistema Chacras

Sistema REM Acciones comunicativas

AAPRESID y el mundo: de la Argentina a la China

Tiempo al tiempo. Reconocimientos por los logros alcanzado

Hacia una agricultura sustentable

El hombre como jardinero del medioambiente

Siembra Directa y sustentabilidad

El petróleo verde

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AAPRESID ante los nuevos desafíos

Valores cuidados: vigencia del espíritu fundacional

La vuelta a las fuentes: la receta para los desafíos del futuro

Solidaridad a gran escala: nuevas formas de una antigua costumbre del hombre de campo

170 Fuentes y Bibliografía

172 Staff (histórico) de AAPRESID

173 Autoridades de AAPRESID

174 Socios

179 Instituciones y empresas

138 154 94
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El
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Palabras de bienvenida

Por muchos motivos nos da alegría y orgullo presentar esta obra, que es resultado, como todo en AAPRESID, del esfuerzo colectivo, del intercambio, del diálogo y del trabajo compartido. Al cabo de 25 años es sorprendente el camino recorrido: los numerosos hitos que jalonan la historia de AAPRESID son testimonio de grandes procesos de transformación que han beneficiado a la producción agrícola del país y a la sociedad en su conjunto. El relato de ésa, nuestra historia, es precisamente el motivo de esta obra.

Al enfrentar la tarea de pensar y escribir este libro, advertimos muy pronto que era imposible describir acabadamente a AAPRESID, pues se trata de una institución viva, en movimiento, que sigue mutando cada día, siempre creciendo, siempre abriendo puertas, siempre sembrando y del modo más directo, menos nocivo y más eficiente posible. Es por eso que queremos agasajar hoy a quienes son nuestro núcleo y nuestra fuerza: los socios de AAPRESID.

Ellos son quienes cada día construyen esta compleja realidad que nos ayuda a comprender los cambios, a tomar iniciativas ante ellos y a apostar, una vez más, a nuestra tierra, querida compañera en nuestra experiencia como agricultores.

Entregamos, pues, amigo lector, esta obra, con la esperanza de que la Siembra Directa siga ganando el corazón de los agricultores argentinos y regionales, y como testimonio de quienes pusieron, contra viento y marea, la semilla de lo que hoy es AAPRESID, la gran asociación argentina para la agricultura sustentable.

Gastón Fernández Palma

César Belloso

María Beatriz Giraudo Presidentes de AAPRESID 1989-2014

Víctor Trucco Jorge Romagnoli
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Introducción

Entre la década de 1980 y los comienzos del tercer milenio tuvo lugar un proceso de profunda transformación del agro argentino, que implicó la adopción a gran escala de nuevos cultivos y de nuevos métodos de siembra y cosecha capaces de aumentar la productividad de la tierra, permitiendo a su vez un tipo de desarrollo respetuoso del medioambiente. Todo ello implicó la introducción de un nuevo paradigma agrario en el campo argentino sustentado en tres grandes pilares: la producción de soja, cuya introducción se sitúa en los 80, la Siembra Directa, que se expande en los 90, y la biotecnología, que comenzó a florecer en torno al año 2000. Desde luego todos estos cambios no fueron inmediatos. Por el contrario, necesitaron tiempo así como investigación científica, inversiones y experiencias concretas sobre la tierra. Y como suele ocurrir con las grandes innovaciones, al comienzo estuvieron atravesadas por marchas y contramarchas y encontraron resistencias y desconfianza, hasta que comenzaron a dar contundentes pruebas de éxito. Nuestra asociación, AAPRESID, ha sido y continúa siendo, una de las grandes protagonistas e impulsoras de ese revolucionario cambio de paradigma agrario, tal como veremos a lo largo de esta obra. Aunque se trata de una técnica aplicable a los más diversos cultivos, la Siembra Directa está fuertemente asociada a la soja, ya que es la oleaginosa que actualmente más se produce en la Argentina. La soja tiene sus defensores y sus detractores y es, por lo tanto, materia de polémica. Pero lo cierto es que, actualmente, desempeña un papel clave para el desarrollo de la humanidad porque permite alimentar a millones de personas en todo el mundo. Constituye, además, una de las fuentes principales de aminoácidos, fundamentales para que el cuerpo humano pueda producir proteínas. Estas razones dietarias explican la enorme demanda de soja en el mundo contemporáneo, que no es mayormente consumida en forma directa, sino más bien mediante la harina de soja que se encuentra

indirectamente incorporada a alimentos tales como el pollo, los huevos o la carne de cerdo. Además, a nivel industrial, la soja posibilita la producción de aceites y de combustibles vegetales; estos últimos han parcialmente disminuido la presión sobre los combustibles fósiles, que son muy dañinos para el medioambiente.

El cultivo de soja y la Siembra Directa se han desarrollado conjuntamente, permitiendo la expansión sostenida de las superficies aptas para la agricultura así como un valioso proceso de producción y conservación de los suelos. El área sembrada con soja era hacia 1991 de 5 millones de hectáreas –un cultivo que fue creciendo hasta alcanzar los 12.5 millones de hectáreas en 2003–. Entre 1996 y 2011 la Argentina casi duplicó su producción de granos, empujada por el crecimiento proporcional de la oleaginosa. Para la campaña 2010-2011 se produjeron 98 millones de toneladas, de los cuales 48,5 eran de soja, 21,1 de maíz, 14,7 de trigo, 4,5 de sorgo y 3,5 de girasol. Esos números, comparados, por ejemplo, con algunos valores de la campaña 1991/1992 (9,9 millones de toneladas de trigo, 10,7 de maíz, 3,6 de girasol y 11,3 de soja) hablan del drástico cambio cualitativo y cuantitativo de la productividad del agro argentino y del papel de la soja en ese cambio.

En el período 2013-2014, de los 125 millones de hectáreas cultivadas mediante Siembra Directa a nivel mundial, el 60% corresponde a América Latina y de este total, el 50% corresponde a Argentina, que ha sido un país pionero en esta técnica. Estimaciones recientes realizadas por AAPRESID arrojan un total aproximado de 30 millones de hectáreas que se encuentran bajo Siembra Directa en la Argentina, superando el 90% de la superficie agrícola del país, lo que otorga un liderazgo contundente a nivel mundial. Del total de hectáreas 20,2 millones corresponden a cultivos de soja, 4,3 al maíz y 3,6 al trigo, composición que alarma a AAPRESID por la falta de diversidad e intensidad en la rotación de cultivos.

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El cambio de paradigma agrario está a su vez estrechamente ligado a la optimización de los agroquímicos, y especialmente a la biotecnología, que se han abierto paso a comienzos del siglo XXI, trazando una contundente posta hacia el futuro. La biotecnología permite la introducción de mejoras permanentes en las semillas, la siembra en diversos tipos de suelos y con menor degradación, favoreciendo el aumento sostenido de la productividad. A este cambio revolucionario se sumó el perfeccionamiento de los fitosanitarios, que han permitido combatir plagas, malezas y enfermedades en beneficio del éxito de los cultivos. Y, lentamente, también se está abriendo paso la introducción de combustibles ecológicos, como el biodiesel y bioetanol.

Todo este proceso arroja resultados concretos y bien visibles, que se vislumbran, año a año, en las cosechas. En efecto, la Argentina es el primer exportador mundial de harina de soja y de aceite de soja, el segundo de aceite y harina de girasol y el tercero de poroto de soja, después de los EE.UU. y Brasil. Nuestro país es, además, el segundo exportador mundial de maíz, el quinto exportador mundial de trigo, el cuarto productor mundial de biodiesel y principal exportador mundial de ese combustible.

Si por una parte tenemos un panorama de crecimiento de la superficie cultivada con Siembra Directa y de la productividad, por otra parte nos encontramos frente a un medioambiente más respetado por técnicas menos agresivas de siembra

y cosecha que, a diferencia de la tradicional labranza, expone menos al suelo a la erosión y al desgaste permanente. Y ésa es la verdadera clave del éxito del nuevo paradigma: mayores niveles de producción y de productividad en un marco de desarrollo sustentable. A su vez este exitoso proceso de desarrollo agrario tiene directas repercusiones sobre la bonanza de la economía nacional, debido a su impacto en la macroeconomía y en los recursos fiscales.

Toda esta historia se remonta a comienzos de la década de 1970, cuando la Siembra Directa era una idea de vanguardia entre algunos pocos pioneros que contaban con escasos recursos pero con una gran voluntad de tranformación. En una célebre reunión que tuvo lugar en Arequito, provincia de Santa Fe, en el año 1989 y que dio origen a AAPRESID, el productor chileno Carlos Crovetto Lamarca dijo con expresión poética: “Además de mejorar el suelo y producir más, la Siembra Directa embellece la naturaleza. Los campos grises se tornan llenos de vida, las aves regresan a sus nidos y las aguas de los esteros cruzan puras hasta el ancho mar. Es tan poco lo que tenemos que hacer para ver el hermoso fruto que Dios nos puede brindar: un suelo eterno.”

AAPRESID es un fiel exponente de aquel pensamiento visionario, ya que su afán por una mayor productividad de la tierra y por el aumento sostenido de los rindes, va de la mano con el respeto por la naturaleza, que es, en definitiva, la garante última del desarrollo del agro y de la humanidad toda. Sus socios trabajan diariamente para que sea así. Como en la parábola bíblica del sembrador, en sus inicios las prédicas de los pioneros fueron muchas veces desestimadas, mal aplicadas o vistas con desconfianza. Pero finalmente hubo quienes creyeron y siguieron sus ejemplos, lo cual abrió las puertas a la introducción de la Siembra Directa en todo el país. Toda innovación, aunque surgida de la apuesta de un puñado de soñadores, debe ser construida colectivamente para que cobre un verdadero sentido social. En esa tarea, pues, está AAPRESID. La comprensión, sin embargo, de los procesos mencionados requiere recorrer un camino, que es el que propone este libro. Comenzaremos entonces por ofrecer un panorama de la agricultura de labranza en diversos espacios y tiempos del desarrollo humano, que nos permitirá comprender en profundidad la radical innovación de la Siembra Directa. Nos detendremos entonces en el nacimiento y desarrollo de esta técnica agrícola en el suelo local, para luego abordar los más diversos aspectos del nuevo paradigma. Ésta es, entonces, la historia y el presente de la gran red AAPRESID, con todos sus logros, sus sueños y sus apuestas a futuro en esta tierra promisoria de las pampas sudamericanas.

de AAPRESID 10
Historia

Parábola del Sembrador

Les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas. Les decía en su instrucción: «Escuchad. Una vez salió un sembrador a sembrar. Y sucedió que, al sembrar, una parte cayó a lo largo del camino; vinieron las aves y se la comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde no tenía mucha tierra, y brotó en seguida por no tener hondura de tierra; pero cuando salió el sol se agostó y, por no tener raíz, se secó. Otra parte cayó entre abrojos; crecieron los abrojos y la ahogaron, y no dio fruto. Otras partes cayeron en tierra buena y, creciendo y desarrollándose, dieron fruto; unas produjeron treinta, otras sesenta, otras ciento.» Y decía: «Quien tenga oídos para oír, que oiga.» Cuando quedó a solas, los que le seguían a una con los Doce le preguntaban sobre las parábolas. El les dijo: «A vosotros se os ha dado el misterio del Reino de Dios, pero a los que están fuera todo se les presenta en parábolas, para que por mucho que miren no vean, por mucho que oigan no en-

tiendan, no sea que se conviertan y se les perdone.» Y les dice: «¿No entendéis esta parábola? ¿Cómo, entonces, comprenderéis todas las parábolas? El sembrador siembra la Palabra. Los que están a lo largo del camino donde se siembra la Palabra son aquellos que, en cuanto la oyen, viene Satanás y se lleva la Palabra sembrada en ellos. De igual modo, los sembrados en terreno pedregoso son los que, al oír la Palabra, al punto la reciben con alegría, pero no tienen raíz en sí mismos, sino que son inconstantes; y en cuanto se presenta una tribulación o persecución por causa de la Palabra, sucumben en seguida. Y otros son los sembrados entre los abrojos; son los que han oído la Palabra, pero las preocupaciones del mundo, la seducción de las riquezas y las demás concupiscencias les invaden y ahogan la Palabra, y queda sin fruto. Y los sembrados en tierra buena son aquellos que oyen la Palabra, la acogen y dan fruto, unos treinta, otros sesenta, otros ciento.»

Evangelio según San Marcos, 4:2-9

Introducción 11

1 De surcos y arados: Breve historia de la agricultura antes de la Siembra Directa

En cuanto al género del forraje que les conviene, tendremos presente que las yerbas más agradables son las que nacen en los campos labrados con el arado: en seguida las que se crían en los campos que carecen de humedad y que las de las lagunas y bosques pasan por las menos convenientes.

Lucio Columela (s. I d.C.), Los doce libros de la agricultura, Madrid, Imprenta de Miguel Ginesta, 1879, libro VII, p. 11

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Separando granos (Popular History of Egypt, 1886. The British Library)

∏ La agricultura: clave del origen de las civilizaciones

La técnica de la Siembra Directa se ha abierto paso partiendo del objetivo vital de cultivar los suelos sin perjudicar a la naturaleza. Pero esta nueva concepción de la tarea agraria ha tomado forma luego de miles de años en que los agricultores de las más diversas culturas y regiones del planeta Tierra, han practicado la labranza como única posibilidad de la agricultura. En las siguientes páginas relataremos esa historia a través del paso de los siglos, lo cual nos permitirá comprender el carácter profundamente innovador de la Siembra Directa.

El comienzo del período neolítico, hace aproximadamente 10.000 años, trajo aparejados grandes cambios que tuvieron un profundo impacto en las civilizaciones futuras. A partir del perfeccionamiento de herramientas cada vez más sofisticadas, el hombre dio inicio a la combinación de actividades predatorias (caza, pesca, recolección) con los primeros sistemas de cultivo y domesticación de animales, en un proceso que fue evolucionando progresivamente durante los milenios siguientes. Desde ese momento, comenzaron a surgir sociedades cada vez más sedentarias y organizadas, que hacia el año 6.000 a.C. ya se agrupaban en las primeras aldeas y ciudades. Esta revolución agrícola neolítica fue transformando los ecosistemas naturales mediante su explotación por el trabajo humano. Desde entonces, la agricultura se convirtió en el principal factor de modificación del ambiente y tuvo una importancia fundamental en la organización de las sociedades y el crecimiento demográfico.

Los principales focos de origen de la agricultura neolítica se ubicaron en Medio Oriente, China, Nueva Guinea y América. Fue en el primero de éstos, particularmente en la Mesopotamia, entre los ríos Tigris y Éufrates, donde se llevaron a cabo las prác-

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En el continente americano, la agricultura neolítica habría comenzado en el sur de México hace aproximadamente 9.000 años, con pequeños grupos de cazadores-recolectores que cultivaban en las estaciones húmedas.

ticas agrícolas primigenias, hace 9.500 años. Los pobladores de aquellas regiones aprovecharon la gran abundancia de recursos herbáceos que el calentamiento posterior a las glaciaciones produjo en la zona. Así, comenzaron a cultivar trigo escaña (triticum monococcum), farro (triticum dicoccum) y pocos siglos después, lentejas, arvejas, cebada y lino. Se cree que los primeros cultivos se dieron de manera accidental, sobre terrenos linderos a las moradías que habían sido enriquecidos por los desechos domésticos.

Pero poco a poco fueron desarrollando instrumentos anatómicos cada vez más funcionales para las labores agrícolas que les permitieron un mejor abastecimiento de los poblados que crecían con el sedentarismo, abriendo así el camino al desarrollo de distintas civilizaciones. Este proceso se fue extendiendo por una parte hacia el norte de África, dando lugar a la emergencia de la agricultura en Egipto, y por otra, hacia el Mediterráneo. China fue otro de los centros de irradiación de la agricultura. Allí los primeros asentamientos, ubicados en la zona norte del país, habrían sido establecidos hace 8.500 años. Con el paso del tiempo, lograron cultivar legumbres, ramio (planta textil), mijo, e incluso la morera. Estas prácticas se extendieron hacia los países de clima tropical húmedo que actualmente componen el Sudeste asiático (parte de la India, Tailandia, Indonesia), donde consiguieron desarrollar sistemas hidráulicos basados en la rizicultura acuática, perfeccionando sus sembradíos en espacios cada vez más irregulares.

En el continente americano, la agricultura neolítica habría comenzado en el sur de México hace aproximadamente 9.000 años, con pequeños grupos de cazadoresrecolectores que cultivaban en las estaciones húmedas. Dos milenios más tarde ya sembraban maíz y otras especies, aunque recién en el 1500 a.C. se habrían asentado

Historia de AAPRESID 14
Centros de origen de la revolución agrícola neolítica. Fuente: MAZOYER, M y ROUDART, L. (2010), p. 99.

Capítulo 1 Breve historia de la agricultura antes de la Siembra

las prácticas de cultivo de diversas plantas y legumbres y se consolidó la producción de algodón. En el sur del continente, la domesticación de ciertas plantas como la papa y legumbres, conjuntamente con la de algunos camélidos (llama, alpaca) se habría producido hace 6.000 años, con foco en la región andina de los actuales países de Perú, Bolivia y Ecuador. En la parte septentrional de América, si bien se domesticaron algunas plantas hace 4.000 años, era una práctica más complementaria que regular en las actividades de las poblaciones de los Apalaches y las praderas centrales. Estas grandes transformaciones agrícolas implicaron destacados cambios en las poblaciones locales. Se produjo un fuerte crecimiento demográfico, que fomentó la creación de nuevas aldeas y ciudades. También impulsaron una división del trabajo y complejizaron el tejido social, fomentando la emergencia de nuevas y diferentes formas de organización política, basadas en rígidas estructuras jerárquicas. Entre las civilizaciones más conocidas, se destacan la formación del Estado egipcio hacia el 3000 a.C.; las primeras ciudades-Estado de Asia Menor que nacieron entre el 2000 y el 1500 a.C., y que luego, entre los años 1000 y 500 a.C. se fueron extendiendo hacia Occidente con la formación de Esparta, Atenas y la colonización de parte de la península itálica. Otra de las grandes civilizaciones que dominó buena parte del mundo conocido entre el año 500 a.C. y el siglo V de nuestra era fue la romana. También los pueblos del norte de Europa, que alcanzarían un alto nivel de organización y desarrollo. La agricultura, en síntesis, fue la clave del futuro de estas civilizaciones.

∏ La producción de cereales en las civilizaciones de la Antigüedad

La revolución agrícola neolítica se propagó básicamente a partir de dos modalidades o sistemas de explotación. Por un lado, mediante el avance de agricultura accesoria en los espacios más abiertos y con disponibilidad de forrajes nativos, que se volvieron más proclives a la cría de animales. Estos métodos se expandieron en las estepas y sabanas de Eurasia septentrional, Asia Central, Oriente Medio y el Sahara. Por otro lado, en los ecosistemas que contaban con importantes niveles de forestación, se desarrolló el sistema de roza y quema, que implicaba una primera fase de desmatamiento sobre una determinada área, la cual posteriormente era incendiaba para poder efectuar los cultivos sobre los suelos (a propósito, Charles Darwin ofrece una viva descripción del uso de este método en el sur de Chile hacia 1834, en el relato de sus experiencias como naturalista vividas durante la travesía del bergantín Beagle). Originado a partir del de-

El

mito del beneficio de la labranza en una fábula de Esopo (s. IV a.C.)

El labrador y sus hijos

Un labrador, en su lecho de muerte, quiso que sus hijos aprendieran a cultivar. Los llamó y les dijo: –Queridos hijos. Ha llegado mi hora de dejar este mundo. Buscad lo que he escondido en la viña y veréis. Los hijos, creyendo que el labrador había escondido allí algún tesoro, se pusieron a revolver todo el suelo de la viña.

Cuando ya no quedaba rincón por revisar se dieron cuenta de que allí no había nada. Sin embargo, la viña, tan bien removida, dio esa vez muchísimos más frutos.

Moraleja: Para los hombres el trabajo es su mejor tesoro.

(Popular History of Egypt, 1886. The British Library)
Directa 15

Las obras de autores griegos y romanos que se han conservado hasta nuestros días brindan un testimonio fundamental para la comprensión de la dinámica agrícola.

sarrollo de diversos instrumentos en el período neolítico, la roza y quema se extendió durante milenios e incluso ha perdurado hasta nuestros días.

Esta modalidad también dio lugar al desenvolvimiento de distintos sistemas agrarios hidráulicos en regiones más áridas, es decir, basados mayormente en la irrigación por la crecida de los ríos. Un ejemplo fue el caso de los valles aluviales del Antiguo Egipto o de la Mesopotamia (ubicados sobre las márgenes de los ríos Nilo, el Tigris y el Éufrates), uno de los mencionados centros de origen de la agricultura. Las grandes civilizaciones que allí emergieron aprovecharon las crecidas de verano de los ríos para cultivar en sus márgenes, utilizando herramientas básicas como el arado escarificador, la azada, la hoz y métodos de siembra al voleo. Se trataba de instrumentos de tracción leve, para los cuales era esencial la cría de ganado en las pasturas periféricas de los cultivos. Los tipos de arados usados eran muy simples, elaborados generalmente con una mancera doble, sobre la cual se adhería la reja, y una polea que iba directamente amarrada en los animales de tiro –estos podían ser bueyes o caballos, unidos mediante yugos o, en los bueyes, atados en las cornamentas–. De esta manera el agricultor conseguía manejar las poleas con una mano y el látigo con la otra, aunque algunos estudiosos sostienen que en estas tareas intervenían dos agricultores. No se ha precisado aún si la reja estaba reforzada con metal, aunque dada la levedad del suelo egipcio, probablemente era de madera. En los suelos más blandos, la azada reemplazaba al arado. Tres o cuatro trabajadores se volcaban hacia el suelo a ser sembrado y lo preparaban con una leve escarificación. Además de estos dos instrumentos de labranza, también solían utilizarse rastras y rodillos.

Los cultivos principales eran el trigo, la cebada y el lino, que requerían entre cuatro y cinco meses para cosecharse. La siega de la cebada comenzaba en marzo y la del trigo en abril. Se cree que incluso podían realizarse dos cosechas por año en una misma sementera, por ejemplo, trigo y un cultivo alternativo, como el sorgo. El trigo y la cebada podían ser cortados bien arriba por una hoz dentada o al ras y luego engavilladas. La trilla se hacía a pata de mulas y/o bueyes, aunque con el tiempo se dio preferencia a estos últimos.

Con el paso del tiempo, las prácticas de estos centros de producción primigenios del Próximo y Medio Oriente fueron evolucionando hacia otras formas de cultivo con barbechos en zonas templadas, que se extendieron poco a poco a las civilizaciones que posteriormente fueron colonizando el continente europeo. Sobre este fenómeno, las obras de autores griegos y romanos que se han conservado hasta nuestros días brindan un testimonio fundamental para la comprensión de aquella dinámica

Croquis de labradores egipcios en Charles E. Beale, Gately's World's Progress. A General History of the Earth's Construction and of the Advancement of Mankind, Boston, 1886 (The British Library)

de AAPRESID
Historia

agrícola. En general se trataba de cultivos de secano, destinados a las tierras más fértiles y deforestadas, las cuales se alternaban con barbechos anuales. El mejor registro sobre la agricultura en la Antigua Grecia son las obras de Hesíodo, en particular su obra Los trabajos y los días. Escrito aproximadamente ocho siglos antes del comienzo de la era cristiana, este poema da cuenta de algunos detalles presentes en las diferentes tecnologías utilizadas por los agricultores griegos. Deja entrever que los instrumentos de labranza no diferían mucho de aquellos utilizados por los agricultores de la Mesopotamia y que el manejo de los animales de tiro tampoco era tan distinto. Hesíodo afirma que si bien se usaban bueyes y mulas, los primeros, atados por la cornamenta, eran los más usuales para la siembra de trigo, cebada y lino. También describe las plantaciones de olivos, manzanos, vides, higos y cebollas.

Sobre la agricultura romana, la obra De re rustica libri duodecim (Los doce libros de agricultura) del agrónomo Columela, escrita en latín en la primera centuria de la era cristiana, aporta valiosa información sobre los conocimientos prácticos de aquella época. Según su punto de vista, una agricultura exitosa requería tres cuestiones esenciales: conocimiento, capital y voluntad. Los romanos prestaban mucha atención al manejo de los tiempos de siembra, las necesidades de barbecho según las diferentes calidades de suelo, la importancia del escardillo durante el macollado de trigo y la rotación de cultivos. Incluso la obra de Columela se refiere a las posibilidades y límites sobre los tipos de trigo a sembrar.

Estas prácticas, asentadas sobre la base del arado escarificador y de cultivos con barbechos, se extendieron por toda Europa hasta bien entrada la Edad Media, es decir, luego de la caída del Imperio Romano en el siglo V d.C. Se abría una nueva etapa en el desarrollo de la agricultura, enmarcada en una nueva era que traería, no sólo cambios sociales y demográficos importantes, sino también profundas transformaciones técnicas en los métodos de labranza.

∏ La Edad Media europea. Una agricultura a la medida de una gran economía rural

La decadencia del Imperio Romano, cuyas principales causas se encuentran en las constantes invasiones bárbaras, la retracción del comercio y la crisis de la economía esclavista, implicó una fuerte ruralización de la economía europea. El trabajo esclavo fue reemplazado por el de campesinos y siervos, organizados en torno a la protección de un señor feudal, a quien pagaban tributos en especie a cambio de protección. Este sistema, que se iría materializando con la caída del Imperio Romano de Occidente a manos de los pueblos germánicos en el año 476, caracterizó la organización social y política de la mayor parte de Europa durante la llamada Edad Media. Para el siglo X, el feudalismo y la ruralización de la economía ya estaban consolidados. La estructura social se asentaba sobre un sistema jerárquico claramente delimitado y funcional a aquella, definido como sistema de los órdenes y formado por: el clero, que se encargaba de las cuestiones religiosas; la nobleza, que ejercía funciones militares y los campesinos o siervos se encargaban de la producción rural y el abastecimiento. Entre los siglos XI y XIII, como respuesta al crecimiento demográfico y a la presión sobre la ocupación de tierras, tuvo lugar el desarrollo de una nueva revolución agrícola, nacida de la implementación de nuevas tecnologías y métodos de labranza, que generó una expansión económica y demográfica de grandes magnitudes. Uno de

Instrumentos agrícolas en el Antiguo Egipto, Fuente: MAZOYER, M y ROUDART, L. (2010), p. 131

Breve
la agricultura antes de la Siembra Directa 17
Capítulo 1
historia de
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Jean-François Millet, Hombre con azada, óleo realizado hacia 1860-1862 (The J. Paul Getty Museum, Los Ángeles)

los principales responsables de estas transformaciones fue el arado con ruedas de tracción pesada (charrue, en francés), fundamental para poner en cultivo extensiones de tierra cada vez más amplias. Se trataba de una herramienta compleja, compuesta por tres elementos principales: la cuchilla y la reja, hechas de hierro, que roturaban el suelo vertical y horizontalmente; y la vertedera, en general fabricada con madera, que era una extensión de la reja y permitía rotar la tierra cortada por ésta. A diferencia del arado escarificador, la charrue brindaba una mejor roturación y oxigenación de la tierra, aunque para llevar a cabo sus excelentes prestaciones, también necesitó de nuevas técnicas accesorias capaces de mejorar la productividad. Por un lado, y debido a que dejaba grandes terrones que debían ser desmembrados, se generalizó la utilización de las rastras dentadas de hierro. Por otro, su mayor porte requería una potencia muy superior a la del arado escarificador, de modo que fue necesario el desarrollo de nuevas herramientas que mejoraran el tiro y la tracción de los animales. Así, la implementación de la collera y de las herraduras fueron otras variables cardinales para el éxito de esta nueva técnica y permitieron, además, incorporar el caballo de tiro a las tareas rurales. La utilización de carros y carretas para el transporte de los abonos y de la producción fue otro accesorio primordial en esta etapa, generando un aumento en la capacidad de carga y mayor eficiencia en las tareas rurales y particularmente en el proceso de alimentación de los animales de trabajo. Como vemos, todos los cambios en las técnicas y maquinarias empleadas que se fueron dando se produjeron en el marco de una agricultura de labranza, que paulatinamente fue erosionando los suelos y produciendo una disminución de la productividad, motivo por el cual la sociedad europea debió enfrentar el desafío de introducir modificaciones a un sistema que ya en el siglo XII de nuestra era comenzaba a mostrar sus límites.

Peter Paul Rubens, Hombre segando junto a su carro, dibujo realizado hacia 1615-1617 (The J. Paul Getty Museum, Los Ángeles)

la Siembra Directa 19
Capítulo
1 Breve historia de la agricultura antes de

En diferentes etapas y regiones de la historia de la humanidad, los métodos de labranza han tenido, a largo plazo, consecuencias negativas sobre los ecosistemas y por ende sobre los niveles de productividad.

En este aspecto, la rotación trienal fue tal vez la más importante innovación, ya que solucionó el problema de agotamiento de los nutrientes, que comenzaba a aquejar a la agricultura europea. En términos generales este método implicaba la división de una parcela en tres partes. El primer año una parcela quedaba en barbecho y las otras dos se sembraban con cultivos de invierno y verano. En los dos años siguientes las parcelas se rotaban, por lo que quedaba sin sembrar sólo una tercera parte de las tierras. Este sistema fue particularmente efectivo en las regiones templadas y frías del norte de Europa, hacia donde se dirigía la expansión agrícola. Pese a que el forraje escaseaba en los meses de invierno, la rotación permitía incrementar los stocks de heno y forrajes, esenciales para mantener y aumentar los rebaños dedicados al trabajo y la carga animal por hectárea.

Se mejoró también la infraestructura de almacenaje y se generalizó la construcción de establos para los animales, lo cual otorgó una fuente extra de abono, que también fue importante para aumentar los rindes de los cultivos. Según el historiador Georges Duby, estos cambios duplicaron la producción hacia el siglo XIII. Mientras que el rendimiento medio de los cereales con rotación bienal e instrumentos de tracción leve era de 500 kilogramos brutos por hectárea, los cultivos realizados con rotación trienal y tracción pesada alcanzaron rindes que se ubicaron en el orden de los 800 a los 1.000 kilos por hectárea.

No obstante, los avances tecnológicos en la logística y el uso de nuevos instrumentos agrícolas generaron, nuevamente, la deforestación de grandes extensiones de bosques. El crecimiento demográfico no sólo demandaba nuevas tierras para sembrar, sino que también implicaba un fuerte aumento en el consumo de madera, tanto para combustibles como para abastecer la naciente industria metalúrgica, llevada adelante por una nueva y pujante clase de artesanos que se encontraba en franco ascenso.

Hacia el siglo XIV el crecimiento de la producción agrícola comenzó a desacelerarse y dejó de acompañar los niveles de aumento de la población. El incremento de la demanda de cereales había elevado los precios, profundizando así las estrategias de los agricultores de aumentar la producción. Ese ciclo expansivo alcanzó un límite cuando las áreas cultivables fueron acabándose, las parcelas destinadas a pastoreo disminuyeron y los stocks de fertilizantes no pudieron compensar la mayor demanda de nutrientes, propia de aquel ciclo de sobreexplotación. Los ecosistemas habían sufrido una degradación tal que no podía ser afrontada con la tecnología existente. En consecuencia, la producción comenzó a caer y surgieron importantes hambrunas que diezmaron a la población.

Como vemos, en diferentes etapas y regiones de la historia de la humanidad, los métodos de labranza han tenido, a largo plazo, sus consecuencias negativas sobre los ecosistemas y por ende sobre los niveles de productividad y en última instancia, las posibilidades alimenticias de las poblaciones. Todavía faltaban cientos de años para que se desarrollara la industria a gran escala y para que la población de la humanidad llegara a una situación de superpoblamiento. Cuando estos fenómenos ocurrieran, las consecuencias de la agricultura de labranza sobre las sociedades, los suelos y los ecosistemas habrían de ser mucho más severas. Pero ya en la Europa de la segunda mitad del siglo XIV el panorama era desolador. El entero continente ingresó en una etapa de penurias sociales, económicas, sanitarias y agrícolas; una coyuntura muy dura que recién comenzaría a ser apaciguada en el siglo siguiente.

Historia de AAPRESID 20

∏ Una revolución agraria para los tiempos modernos

Hacia mediados del siglo XV, el continente europeo comenzaría una etapa de reconstrucción a partir de una recuperación de la producción agrícola en las zonas más fértiles. En el plano demográfico, esta recuperación también se haría evidente. El crecimiento de la población alcanzó niveles importantes, y de la mano, vino el desarrollo de nuevas ciudades, de las actividades comerciales, artesanales y protoindustriales. No obstante, la producción no consiguió compensar ese nuevo aumento de la población, y la situación económica en Europa continuó siendo frágil, al menos hasta el siglo XVIII. No se trataba del mejor comienzo de la Edad Moderna, aunque poco a poco una nueva revolución agrícola se abriría paso, pero esta vez de la mano de otro fenómeno profundamente transformador. Nos referimos a la Revolución Industrial, que modificó para siempre y de manera muy profunda el orden económico y social imperante.

Cuadro 1: Rotación trienal sin barbecho

Primer AñoSegundo Año

Agosto-OctubreLeguminosas y/o gramíneas

Noviembre-JulioTrigo

AgostoNoviembreTubérculos

Tercer Año

DiciembreMarzoBarbecho

Marzo-JulioCebada y leguminosas

Claude Lorrain, Labradores del Lacio, dibujo realizado hacia 1660-1663 (The J. Paul Getty Museum, Los Ángeles)
la Siembra Directa 21
Capítulo
1 Breve historia de la agricultura antes de

El primer protagonista de este fenómeno agrícola fue, básicamente, el cultivo sin barbechos. Desde el siglo XVI algunas regiones de Francia y Alemania habían comenzado a modificar sus técnicas de cultivo a partir del reemplazo de los barbechos por forrajes, que permitieron ampliar los stocks de fertilizantes. De esta manera, la clave de la revolución agrícola no fue, en un primer momento, la incorporación de nuevas maquinarias, sino la mejora de la fertilidad de los suelos. Específicamente, el método implicaba una dinámica con un cambio revolucionario: la nueva modalidad combinaba el cultivo de cereales con otros cultivos alimenticios (tubérculos) y forrajeros (leguminosas como el trébol o gramíneas tipo lolium). De este modo, las rotaciones cerealera-forrajeras ganaban en eficiencia y fertilidad, y por ende impactaban en la producción de cereales, fertilizantes, forrajes, ganado y alimentos. De todos modos, dichas transformaciones no se dieron de inmediato y necesitaron de nuevas externalidades para ser llevadas a cabo, fundamentalmente ligadas al orden jurídico, comercial, social e industrial. Así, muchas de las leyes agrarias de Antiguo Régimen fueron adecuándose a los nuevos tiempos, las relaciones comerciales tuvieron cambios importantes y todo este proceso de cambios corrió de la mano con la revolución industrial, que se extendió por todo el noroeste de Europa entre los siglos XVIII y el XIX. Ambas revoluciones fueron paralelas, se retroalimentaron y sentaron las bases para la consolidación del capitalismo moderno. Del lado industrial, muchos de estos emprendimientos utilizaban materias primas de origen agropecuario (por dar algunos ejemplos, la creciente producción de lana de oveja o los cultivos de cáñamo fueron esenciales para la expansión de la industria textil; los cultivos de remolacha favorecieron la molienda azucarera; la cebada fomentó la industrialización de las cervecerías). Por el otro lado, no habría habido una transformación agrícola significativa sin el incentivo que generaba sobre la oferta de bienes la demanda industrial; pero, sobre todo, sin las nuevas maquinarias que la revolución industrial comenzó a producir desde la primera mitad del siglo XIX. La aparición de nuevos arados de tracción charrues, los famosos arados brabants belgas, rastras y rolos metálicos, así como una variedad de picadores que permitieron reducir fuertemente los tiempos de trabajo, formaron parte de la segunda etapa de esta nueva revolución.

Se produjo entonces una sinergia entre la agricultura científica y los avances en la tecnología de maquinarias, que implicó una explosión sideral de la producción agrícola del siglo XIX. El capitalismo agrario emergía con todo su esplendor en Europa y pronto también se consolidaría en países del Nuevo Mundo (en particular en Estados

Ejemplo de «azada de rueda», incluida como novedad en la obra Farming Implements, their Various Uses and Recent Modern Improvements compared with the Old Machines, Londres, 1847. Su autor, no identificado, firmó deliberadamente la obra como F. D. P., preservando así su anonimato, práctica relativamente frecuente por entonces (The British Library)

Tareas agrícolas en Australia, hacia 1900 (Tyrrell Photographic Collection, Powerhouse Museum) Labranza traccionada por caballos, EE.UU., 1914 (U.S. National Archives)
Historia de AAPRESID 22

Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Argentina, Uruguay y Brasil, entre otros).

La mecanización de la agricultura fue en constante progreso, como así también el desarrollo de las vías de comunicación. Desde la segunda mitad del siglo XIX se iría generalizando el uso de arados cada vez más perfeccionados, segadoras mecánicas, engavilladoras y posteriormente, trilladoras a vapor. Al mismo tiempo, la consolidación de los transportes a vapor se volvió elemental para la expansión agrícola. Las vías férreas conectaron rápidamente regiones lejanas con los centros de abasto, y las compañías marítimas con sus vapores transcontinentales contactaron los diversos mercados mundiales en tiempos de navegación inéditos.

En el cambio del siglo XIX al XX, la producción mundial de cereales, impulsada fundamentalmente por los países periféricos del Nuevo Mundo, había crecido mucho más que la población y los precios de los cereales habían sufrido una prolongada caída. Esta situación afectó en gran medida a la agricultura europea, que no podía competir con los cereales importados de estos países. Si bien los avances técnicos fueron extensamente adoptados, Europa debió convivir con una destacada competencia internacional en el rubro.

El siglo XX, con esa coyuntura de fondo, sería testigo de una nueva revolución agrícola, consolidada a partir de la motorización de los instrumentos agrícolas, la incorporación de fertilizantes químicos y la selección y mejoramiento de las semillas. En particular, este último punto fue el protagonista de la llamada Revolución Verde, surgida en la década de 1960 gracias a las investigaciones y el impulso del ingeniero agrónomo Norman Borlaug (1914-2009). Dicha transformación marcaría un nuevo quiebre en la producción agrícola mundial. Pero de todos modos los nuevos métodos no se apartaron ni un ápice de la labranza de los suelos.

En la década de 1960 hacía ya mucho tiempo que la humanidad había descubierto la máquina a vapor y la electricidad, había desarrollado diversas vacunas e incluso fabricado automóviles y aviones, había construido rascacielos y desarrollado complejos sistemas de comunicaciones. Pero frente al problema fundamental de la alimentación de la humanidad, las sociedades de mediados del siglo XX seguían arando los suelos.

Labranza tradicional, Iowa, EE.UU., hacia 1940 Campo sembrado con frijoles, New Jersey, EE.UU., 1942 EE.UU. 1925 (Mississippi Department of Archives and History)
de la Siembra Directa 23
Capítulo
1 Breve historia de la agricultura antes

circa 1900

Otra de las regiones en las que se desarrollaron incipientes prácticas agrícolas precolombinas fue en la actual región de la Mesopotamia, donde los pueblos guaraníes desarrollaron cultivos de maíz y mandioca, a partir de la roza y la quema.

Fueron las consecuencias negativas de la Revolución Verde, que aunque logró aumentar enormemente la productividad de los suelos y alimentar a miles de millones de personas en todo el mundo, también introdujo el uso de agroquímicos en gran escala y acrecentó fuertemente la erosión y desertización de los suelos, ya que puso en evidencia la urgencia de los problemas a resolver y la falta de respuestas en la metodología de labranza.

Como siempre ocurre ante las necesidades sociales imperantes, surgió un puñado de innovadores dispuestos a experimentar con nuevos métodos y sin temor a dejar atrás la historia de la labranza. De aquellas intrépidas voluntades surgió la semilla del cambio tecnológico que habría de modificar para siempre la historia de la agricultura: la Siembra Directa.

∏ Del otro lado del Océano. Historia del desarrollo agrario de la actual Argentina

Las primeras prácticas agrícolas en la actual Argentina se remontan a los pueblos indígenas agricultores del noroeste y la región cuyana, que aproximadamente desde el año 500 a.C. comenzaron a domesticar algunas plantas (maíz, zapallo, tubérculos, porotos). Basados en una fuerte estratificación social, desde el siglo VII fueron desarrollando una agricultura cada vez más intensiva, mediante la creación de cultivos en terrazas y la implementación de eficientes mecanismos de riego. Todo ello sin la utilización de instrumentos sofisticados, ya que la tecnología precolombina para las prácticas de labranza no distaba mucho de las utilizadas en el período neolítico. Era común el uso del clásico palo o bastón plantador, hachas y símiles de azadas, hechos en general de madera y piedra. La agricultura era complementada por la cría de ganado autóctono (camélidos como las llamas o alpacas), que era funcional para la producción textil. Otra de las regiones en las que se desarrollaron incipientes prácticas agrícolas precolombinas fue en la actual región de la Mesopotamia, donde los pueblos guaraníes desarrollaron cultivos de maíz y mandioca, a partir de la roza y la quema.

Sin embargo, con la conquista española estos pueblos de base agrícola fueron los primeros en verse afectados. Si bien buena parte de esas prácticas continuó desarrollándose, los españoles impusieron lentamente nuevos mecanismos de producción agraria que modificaron en gran medida la tradicional dinámica indígena. Con el descubrimiento de plata en Cerro Rico de Potosí en el siglo XVI, la economía colonial pasó a depender de este centro de producción minera. Esto fomentó el desarrollo de economías agrarias en vastos puntos del virreinato, muchos de los cuales se encontraban en el actual territorio argentino, que orientaron y especializaron su producción hacia la demanda producida por aquel centro.

Desde mediados del siglo XVIII, la Corona española impulsó una serie de cambios políticos y económicos que tendrían un peso trascendental en el devenir de la economía rural argentina. Entre las más importantes se encuentra la creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776, la promulgación del comercio libre dos años más tarde y algunas medidas fiscales que reactivaron la producción de plata potosina. Estos acontecimientos impactaron positivamente sobre la economía rural del área rioplatense, que ya contaba con un entramado productivo importante. No sólo la región pasó a depender de la producción de subproductos derivados de la cría de ganado,

Historia de AAPRESID 24
EE.UU., (Collection of National Media Museum/The Royal Photographic Society (Peter Henry Emerson))

sino también se solidificó una estructura de producción de trigo de base familiar y campesina dirigida al abasto del creciente centro urbano articulador de este nuevo espacio, que era Buenos Aires. En consecuencia, se consolidó en las distintas campañas rioplatenses una coexistencia de grandes estancias de cría de ganado y agricultura accesoria, con una capa muy importante de medianos y pequeños productores agrícolas –propietarios u ocupantes– que impulsaron de manera progresiva la producción de trigo.

La tecnología de cultivo durante el período, por su parte, poco tenía que ver con las prácticas que estaban impulsando la revolución agrícola europea, sino que seguían más bien las tradicionales pautas traídas por los primeros colonizadores hispanos, amalgamadas con otras técnicas de cultivo indígenas. En lo que respecta a los terrenos, las sementeras se ubicaban en general sobre zonas periurbanas o relativamente cercanas a los centros de consumo o emplazadas sobre espacios cercanos a los ríos. Dada la abundancia de tierras, sobre todo en este espacio rioplatense de agricultura en secano, era característica la trashumancia productiva, de modo que no se hacía necesario el cultivo con barbecho, ya que la disponibilidad de tierra y ganado "con la consiguiente producción de abonos" permitía a los labradores cambiar de parcelas cuando éstas se agotaban. Los instrumentos de labranza, por su parte, tampoco eran complejos. El principal elemento de labranza era el arado simple, no muy distinto al utilizado por los griegos y romanos en la antigüedad: estaban hechos de madera robusta, con un timón y una reja doble –que era la que escarificaba la tierra– y por atrás la mancera. El uso del hierro en la confección de las rejas estaba extendido en Buenos Aires, aunque no era común en otras partes del espacio rioplatense. Las rastras tampoco tenían sofisticación, y eran hechas de ramas con espinas, a las que se les agregaban contrapesos de piedras y/o palos para uniformar mejor la tierra labrada.

Arando la tierra, Pergamino, Pcia. de Buenos Aires Autor no identificado, ca. 1900 Archivo General de la Nación

historia de la agricultura antes de la Siembra Directa 25
Capítulo
1 Breve

Según los testimonios de los pocos manuales agronómicos de época, la dinámica de preparación de los terrenos implicaba dos pasadas de arado, con un intervalo de quince días, para una mejor eliminación de las malezas que volvieran a nacer. Luego de ello, se hacía una pasada de rastra para eliminar los terrones, y se dejaba otro lapso prolongado de tiempo, hasta dar la tercera y definitiva reja. En aquel tiempo todavía no estaban extendidos los conocimientos acerca de las profundidades de labranza, sobre todo porque las áreas cultivadas aún no se habían expandido hacia regiones más secas y de suelos más rústicos de dicho espacio. El inicio de las tareas de labranza variaba bastante según el espacio y las propias necesidades de los labradores; algunos testimonios afirman que en Buenos Aires solían comenzar entre marzo y abril; en Santa Fe, según relatos de Paucke, para fines de la década de 1760 las tareas comenzaban en abril y se extendían hasta julio. Una vez roturada la tierra, se preparaban las amelgas y sobre ellas el sembrador, al voleo, buscaba aplicar homogéneamente las semillas, que luego eran cubiertas mediante una nueva pasada de arado y rastra. La cantidad de semilla aplicada variaba según las propiedades edafológicas del terreno, aunque por lo general se cree que se aplicaba una fanega de grano por cuadra cuadrada.

La clasificación de los trigos sembrados en esta etapa tardocolonial es difícil de realizar, aunque podría pensarse en un predominio de los trigos duros, de invierno, de dos tipos: los criollos, más comúnmente utilizados, y el chileno, en menor escala. También se destaca en algunos inventarios la presencia de una tercera variedad, el anchuelo. Similares dificultades surgen al buscar analizar rendimientos, sobre los cuales sólo se conservó información sesgada e impresionista. Sin dudas estaban alejados de los rindes europeos, basados en agricultura intensiva, mejor abonada e irrigada. Aunque algunos testimonios indican rendimientos que oscilaban entre los 50 y los 100 granos a 1, los análisis más completos se refieren como buenas cosechas a aquellas que alcanzaban una proporción de 20 o 30 a 1. Probablemente este último cálculo sea el que más se asemeje a la realidad, dado que la ecuación agrícola implicaba sembrar extensiones mayores, con menos cuidados, dada la relación inversa entre un recurso abundante, como la tierra y otro escaso, como la mano de obra.

En los momentos de cosecha, la herramienta fundamental era la hoz y no la guadaña, casi no utilizada en estos lares. Dado que las plantas tenían una altura media superior a los 80 centímetros, el trigo era cortado a unos 30 centímetros del suelo, y luego engavillado con tientos sobre cueros vacunos. Desde allí estas gavillas eran arrastradas mediante tracción animal hasta la era –una superficie de tierra limpia y empalizada– donde las espigas eran pisadas por una tropilla de más de diez yeguas. Una vez culminado este proceso, mediante el uso de horquillas, se aprovechaban los vientos para separar definitivamente el grano de la espiga. Por último, se utilizaba la zaranda para terminar de despejar las impurezas, y se lo ensacaba. En resumen, si bien se ha creído tradicionalmente que la agricultura tardocolonial jugó un papel muy secundario en la economía rural rioplatense, lo cierto es que los datos provenientes de los diezmos registran un gran crecimiento de la producción agraria en todo este espacio. Esto fue motorizado no sólo por un crecimiento demográfico y de las superficies sembradas, sino por sensibles avances técnicos basados en la proliferación de publicaciones especializadas entre fines del siglo XVIII y principios del XIX. Incluso muchas de estas técnicas, se extenderían durante las primeras décadas del período independiente.

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Práctica de la labranza en la misión de San Javier en el Chaco santafesino a mediados del siglo XVIII. Aquí, indios mocovíes en plenas tareas agrícolas retratados por el jesuita polaco Florian Paucke.
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Trabajo agrícola

Autor no identificado, ca. 1910

Archivo General de la Nación

∏ La Revolución de Mayo profundiza el camino agrario

La revolución iniciada en mayo de 1810 no sólo supuso un quiebre histórico en el plano político, sino que también abrió un nuevo panorama productivo para todo el territorio de la actual Argentina. Las guerras de la independencia y los cambios políticos trastocaron profundamente los circuitos mercantiles de la economía colonial, orientados hacia los mercados altoperuanos y se dirigieron a las plazas de abasto transatlánticas. El impacto de este nuevo escenario fue disímil en las distintas regiones del país, aunque en general puede afirmarse que perjudicó más a las economías tradicionales del interior, y dejó mejor posicionadas a las provincias del área rioplatense, que lograron adaptar su estructura productiva rural a las cambiantes condiciones de contexto. El fin de la dominación española supuso, entonces, la consagración del libre comercio de derivados pecuarios, lo cual alimentó la producción ganadera basada en la abundancia de tierras disponibles, sobre todo en las provincias de Buenos Aires y el Litoral. Este ciclo expansivo impulsó un corrimiento de fronteras sin precedentes, basado en múltiples formas de tenencia de la tierra, que fue volcada de lleno a la actividad agropecuaria. Hoy sabemos que las visiones que hablaban de una producción monoganadera han perdido sustento. Sin dudas, existen algunas razones que llevan a pensar en un freno de la producción de cereales. En primer lugar, el dinamismo de la actividad ganadera opacó el peso de la agricultura y la obligó a relocalizarse en tierras más alejadas. En segundo lugar, los avatares de las guerras de la independencia o la libertad de vientres impusieron fuertes subas de costos en el mercado laboral, que afectaron con mayor fuerza a las actividades más demandantes de mano de obra, como la agricultura. En tercer lugar, se dio un proceso de relocalización de las áreas destinadas a la labranza, ya que el creciente aumento del precio de la tierra en las zo-

Historia de AAPRESID 28

Capítulo 1 Breve historia de la agricultura antes de la Siembra

nas de antigua ocupación, dejaban a la agricultura en condiciones menos propicias de competir con actividades más intensivas, como la horticultura, o más rentables, como la cría del lanar. Sin embargo, no por ello debe pensarse que la producción agrícola tardocolonial dejó de crecer en las décadas siguientes. La expansión hacia tierras más lejanas fomentó la creación de nichos de producción agrícola de destacada importancia, tales como los pagos surgidos en tierras cercanas al Salado bonaerense o centros trigueros como Chivilcoy.

Los estudios existentes sobre la producción agrícola en la primera mitad del siglo XIX han mostrado que la agricultura sobre tierras más alejadas permitió aumentar la superficie promedio de las explotaciones agrícolas, lo cual supuso al mismo tiempo importantes cambios en las técnicas de labranza. Estas innovaciones, que habían ido aplicándose muy limitadamente por algunos medianos y grandes productores durante las primeras décadas del siglo, fueron haciéndose más comunes hacia la década de 1840, a medida que la agricultura iba ganando en rentabilidad, sobre todo alimentada por las coyunturas de altos precios de cereales que ofrecían los mercados locales. Desde luego, y al igual que ocurría con la ganadería, estas mejoras tecnológicas se limitaron a los principales núcleos de producción agraria del Litoral y Buenos Aires y fueron lentamente extendidas al resto de los productores.

La aparición de distintos manuales científicos sobre tareas agrícolas entre las décadas de 1810 y 1830 es uno de los indicadores más importantes de los cambios que intentaban aplicarse a las técnicas de labranza. Así, comenzaría a prestarse más atención a las labores agrícolas, se difundirían nuevas semillas que respondieran mejor a los nuevos terrenos de frontera, aumentarían las preocupaciones por los niveles de humedad y su conservación, se aplicarían algunas innovaciones provenientes de la industria lanar –como los cercados– que terminarían siendo funcionales a las tareas agrícolas y se desarrollarían nuevas técnicas de almacenamiento de agua. El manual Instrucciones para los mayordomos de estancias de Juan Manuel de Rosas, es tal vez el mejor documentado sobre estas innovaciones que buscaron optimizar los rendimientos en esa nueva agricultura de frontera. Entre las claves de estas transformaciones estuvo la importación de instrumentos de labranza mejorados. Una de las incorporaciones fue el arado con regulador de profundidad, que permitía roturaciones más completas, lo cual da cuenta de la percepción que alcanzaron los tratadistas de época sobre la importancia de los niveles de humedad y de control de malezas. Al mismo tiempo, se adicionaron nuevas maquinarias –como las aventadoras, que buscaban mejorar los procesos de separación del grano– y prácticas, tales como el corte con guadaña en las sementeras de menor escala, que según algunos investigadores redujo a la mitad los tiempos de siega. La otra de las grandes innovaciones de este período fue la introducción del trigo barletta, una variedad muy versátil para las nuevas sementeras ubicadas sobre áreas de frontera. Este tipo de trigo resistía mejor a los cambios de clima y dada la morfología de su espiga, también era menos vulnerable al accionar de los fuertes vientos.

Las innovaciones presentes durante esta primera mitad del siglo fueron lentas, paulatinas, pero progresivas, y si bien no permitieron un crecimiento de la producción acorde a los flujos de demanda provenientes del auge demográfico, fueron el preludio del nuevo escenario que se presentaría en la segunda mitad de la centuria, esto es, la transformación de la Argentina en uno de los principales productores de granos del mundo.

Arados rioplatenses antes de la gran expansión de la agricultura pampeana. Fuente: REVISTA DEL PLATA (1856), Extractos de la Revista del Plata concernientes a la labranza y pastoreo, reimpresos por orden superior para uso de la campaña de Buenos Aires, Buenos Aires, Imprenta de El Orden.

La aparición de distintos manuales científicos sobre tareas agrícolas entre las décadas de 1810 y 1830 es uno de los indicadores más importantes de los cambios que intentaban aplicarse a las técnicas de labranza.

Directa 29

Trabajadores operando una máquina agrícola

Autor no identificado, ca. 1910

Colección Abel Alexander

A lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, la Argentina profundizaría el vuelco operado en el período postindependiente hacia actividades agrícolas con excedentes exportables, modernizaría su economía y se integraría de lleno en los mercados de commodities mundiales. Sin embargo, una de las claves de este proceso, el boom de la agricultura, debería atravesar importantes contratiempos hasta posicionarse como uno de los principales activos del país.

La derrota de Rosas en la Batalla de Caseros y la posterior sanción de la Constitución Nacional en 1853, abrieron un nuevo escenario político y jurídico que tendría un gran impacto en las décadas siguientes. Tanto Buenos Aires como las provincias de la Confederación Argentina encararon políticas de expansión de fronteras y fomento de la inmigración extranjera con la intención de poner en producción los abundantes stocks de tierras existentes. Si bien la agricultura había ido generando destacados avances en materia técnica durante la primera mitad del siglo, los mismos no habían conseguido impulsar la producción a niveles tales como para suplir la demanda local. Dado ese contexto, al promediar la década de 1850 varias provincias comenzaron a llevar a cabo distintos proyectos de colonización agrícola con inmigrantes europeos, con la idea de replicar en las pampas los modos de vida y producción del Viejo

Historia de AAPRESID 30

Continente. No se trataba de una iniciativa novedosa, ya que contaba con algunos antecedentes fallidos en la década de 1820, aunque sí buscaba acompañar una tendencia que estaba produciéndose a nivel mundial con disímiles resultados. En este contexto, Santa Fe tomó la posta con el establecimiento de las primigenias colonias Esperanza, San Gerónimo y San Carlos; que paralelamente fue acompañado por el establecimiento de las colonias San José y Villa Urquiza, en Entre Ríos.

Las colonias agrícolas implicaban un quiebre fundamental, tanto con la tradicional estructura ganadera imperante en las zonas donde se instalaron, cuanto con las antiguas pautas de producción agrícola criollas. Las razones de este quiebre eran principalmente dos: por un lado, porque implicaban una implantación inducida de núcleos artificiales de producción, establecidos sobre planos ortogonales de 34 hectáreas, donde cada familia de agricultores recibiría el mismo capital. Por otro, porque buscaban fomentar la emergencia de una economía de tipo farmer, es decir, un esquema productivo caracterizado por unidades de explotación en principio de corte familiar, con una clara orientación hacia el mercado, y con altos patrones de inversión relativa promedio en infraestructura, maquinaria y también en tierras. Era un cambio cualitativo tanto en el orden social, como en el productivo, en tanto abriría la puerta a la definitiva consolidación de una verdadera revolución agrícola en la región.

No obstante estas ventajas, en términos productivos las colonias debieron atravesar tiempos de zozobra y penuria en los primeros años: las difíciles condiciones de adaptación al contexto, las plagas de langosta y las sequías pusieron en vilo a todos los emprendimientos. Recién con la impulsión de la demanda de cereales que produjo la Guerra del Paraguay durante la segunda mitad de la década de 1860, las colonias conseguirían sentar sus bases productivas y posicionarse como sólidos centros de producción triguera. A partir de la década del 1870, estos experimentos, particularmente los santafesinos, ya eran una realidad, y comenzaban a mostrar la receta para el éxito de la especialización cerealera en las pampas.

La década de 1880 implicaría el gran despegue de la agricultura argentina, con las colonias santafesinas como punta de lanza. El corrimiento definitivo de la frontera generaría la incorporación de miles de hectáreas de tierras al aparato productivo, que serían traspasadas al dominio privado, para ser destinadas luego a la producción agrícola y a la ganadería. Este proceso fue acompañado por fuertes inversiones en infraestructura, sobre todo en materia ferroviaria, que permitieron abaratar los costos de transporte de las tierras más alejadas de los centros de acopio. Retroalimentada por un constante

1 Breve historia de la agricultura antes de la Siembra

Superficie cultivada en ha Población

Trigo Maíz

Superficie cultivada en ha Población

Trigo Maíz

Para 1880 la especialización cerealera era un hecho y durante más de tres décadas generaría un boom productivo en la agricultura pampeana.

Superficie cultivada en ha Población

Trigo Maíz

Buenos Airesn/dn/d400.169367.446669.007921.1682.044.0001.758.5002.182.529

Santa Fe35.8611.695135.6871.030.898185.898397.188973.0001.306.500990.116

Córdoba13.24236.580270.274293.70095.217351.2231.930.00064.000700.383

Entre Ríosn/dn/d185.848292.10872.721292.019260.00079.000431.226

Fuente: República Argentina, Ministerio de Agricultura, Dirección Economía Rural y Estadística (1916), Estadística Agrícola, Buenos Aires, Tall. Del Ministerio de Agricultura, pp. 15-18.

1872 1895 1914
Cuadro 2: Evolución de los cultivos de trigo y maíz durante la gran expansión agrícola pampeana
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Capítulo
Directa

Máquinas agrícolas de la segunda mitad del siglo XIX Fuente: Coffin, Hijo y Cía. (1870), Catálogo Descriptivo del Gran Depósito de Máquinas e Instrumentos de Agricultura, Buenos Aires, Imp. Inglesa, pp. 5 y 33.

flujo de inmigrantes, la colonización agrícola se expandiría por la mayor parte de las tierras más fértiles de Santa Fe y el este y sur cordobés. Abriría la puerta además a la emergencia de nuevos actores que se volcarían de lleno a la actividad y se incorporarían a la dinámica de labranza nuevas tecnologías, funcionales para la ampliación de las superficies explotadas. Es decir, que el cambio tecnológico no sólo estuvo alimentado por los adelantos europeos, sino que jugaron en él un rol esencial un grupo de colonos de diferentes profesiones –agricultores, industriales, brokers inmobiliarios– que con sus innovaciones abrieron la puerta a la consolidación de esta expansión.

Para 1880, entonces, la especialización cerealera era un hecho y durante más de tres décadas generaría un boom productivo en la agricultura pampeana. Si bien se ha dicho que la disponibilidad y la fertilidad de la tierra jugaron un rol preponderante en el éxito agrario pampeano, hoy sabemos que eso no fue tan así. Por lo demás, a pesar de que resultan innegables las ventajas edafológicas de la mayor parte de la llanura pampeana, la clave de este éxito radicó en la incorporación de tecnología por parte de los agricultores.

Como se dijo antes, ya desde sus primordios, las colonias santafesinas contaron con entusiastas innovadores en adaptación de maquinarias, experimentación de nuevos semillas, incorporación de instrumentos importados, entre otras cuestiones. Aunque desde la década de 1880, la incorporación de maquinarias mecanizadas de tracción animal y a vapor terminaría de revolucionar las prácticas agrícolas. Como puede observase en el cuadro precedente, la revolución del trigo partió desde las colonias santafesinas, que en poco más de dos décadas pasaron de escasas 35.861 hectáreas sembradas a la exorbitante suma de 1.030.898, posicionándose así hacia

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Máquinas agrícolas de la segunda mitad del siglo XIX

Fuente: Coffin, Hijo y Cía. (1870), Catálogo Descriptivo del Gran Depósito de Máquinas e Instrumentos de Agricultura, Buenos Aires, Imp. Inglesa, pp. 5 y 33.

fines de siglo como el principal centro cerealero del país. Esto se hizo sobre la base de instrumentos agrícolas cada vez más complejos, como la introducción en gran escala del arado americano doble, las segadoras mecánicas y las trilladoras a vapor. Según los cálculos realizados para Santa Fe, en tan sólo dos décadas, los tiempos de trabajo (horas-hombre por hectárea) necesarios para labrar, segar y trillar una hectárea de trigo se redujeron enormemente, pasando de 154 horas en sus inicios, a sólo 39 en las décadas de 1880 y 1890.

∏ El siglo XX: estancamiento y resurrección de la agricultura pampeana

Más allá de este prominente panorama, en los inicios del siglo XX, Buenos Aires y Córdoba tomarían la posta en el ciclo de producción agrícola, y profundizarían en mayor medida el cultivo del maíz. Ese fenomenal ciclo de crecimiento de la agricultura tendría un freno en 1914, debido al estallido de la Primera Guerra Mundial, para luego recuperarse y volver a crecer hasta 1930. A partir de ese momento, la agricultura pampeana iniciaría un largo proceso de estancamiento que se extendería por casi tres décadas; a la débil coyuntura económica mundial derivada de la crisis de 1930 y las consecuentes bajas de los precios de los cereales, se sumó el debate sobre la necesidad de industrializar al país y sobre la importancia estratégica que debía tener la agricultura como motor del crecimiento económico. Esta depresión se hizo sentir fuertemente en 1952, cuando debido a contingencias climáticas, la cosecha de cereales fue la más baja registrada desde 1904 y el país debió acudir a la oferta de harina extranjera por primera vez en el siglo XX.

Historia de AAPRESID 34

La recuperación iniciada en la década de 1960 vendría en momentos en los que la agricultura mundial estaba atravesando grandes transformaciones. Se había dado comienzo a la denominada revolución verde, un cambio profundo que implicó una renovación en la selección de semillas de altos rendimientos potenciales (soja, trigo, maíz, arroz y demás cereales y oleaginosas destinadas al mercado alimenticio mundial), junto con la aplicación de fertilizantes químicos, productos de tratamiento, controles de irrigación e innovaciones en las maquinarias. Estos cambios fueron adoptados fundamentalmente por agricultores con capacidad de adquirir las nuevas tecnologías y en regiones con mayor nivel de capitalización.

En la Argentina, si bien para esa época la producción agraria inició una expansión muy importante, estos cambios tuvieron una aplicación bastante lenta y tardía. Los primeros cambios implementados tuvieron que ver con la motorización de los instrumentos, que aumentaría de manera significativa la productividad laboral y sin dudas, sería una de las principales variables impulsoras de la recuperación agrícola. Como puede verse en el cuadro precedente, pese a los vaivenes productivos, la agricultura

Cuadro 3: Insumo de trabajo para el cultivo de trigo (en horas/hombre por hectárea)

Décadas

190019301950197019801990

Arada (1era reja)6,76,71,510,80,6

Arada (2da reja)5,7

Disco 1,90,60,60,60,3

Rastra (1ra) 1,41,40,30,30,20,2

Rastra (2da) 1,41,40,30,30,20,2

Siembra 1,31,30,80,60,50,5

Rastra 1,41,4

Siega y engavillado8,9

Trilla/Cosecha 10,14,32,50,60,50,4

Total Horas/Hb por hectárea 36,918,463,42,82,2

Fuente: Franck, Rodolfo (s/f), “Ganar el pan con el sudor de la frente: la evolución del insumo y la productividad del trabajo de trigo”, Documento de Trabajo, Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria.

Arados nacionales de la fábrica de Nicolás Schneider, de la colonia Esperanza, provincia de Santa Fe (década de 1890). Fuente: Diario La Unión, Esperanza, año 1892.

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Capítulo
1 Breve

Arados nacionales de la fábrica de Nicolás Schneider, de la colonia Esperanza, provincia de Santa Fe (década de 1890).

Fuente: Diario La Unión, Esperanza, año 1892.

argentina desarrolló una productividad creciente en los tiempos de trabajo agrícola, aunque ello no significaría en un primer momento necesariamente mejores niveles de producción durante el período de estancamiento.

Pero con la generalización de la motorización desde la década de 1960 y sus constantes avances técnicos, la productividad laboral mejoraría de manera notoria, y acompañaría de hecho a la expansión productiva posterior. Sin embargo, la entrada de la mecanización y la difusión de la tracción mecánica en reemplazo de la tracción a sangre de bueyes y caballos, a partir de la década de 1940, aceleró la degradación y la erosión, ya que hacer una pasada extra por los campos con un implemento de arado o de rastras de discos, procedimiento de sencilla implementación, se hizo cada vez más frecuente. El objetivo era dejar el suelo con terrones no mayores que el tamaño de una nuez, tal como muchas publicaciones recomendaban.

Independientemente de los cambios en la maquinaria agrícola, los aportes tecnológicos de la Revolución Verde (nombre con que se conoce al impacto del aumento de la productividad agraria a nivel mundial durante el siglo XX), tales como la utilización de semillas mejoradas y la aplicación de insumos de origen industrial –en particular, los fertilizantes y el uso de herbicidas selectivos como el 2,4 D, descubierto en 1946 en la estación experimental de Rothamsted en Inglaterra–, recién comenzarían a aplicarse en mayor escala en el país a fines de la década de 1970. Justamente a partir de ese momento, la producción y la productividad agrícolas comenzarían un sendero de crecimiento que se haría visible desde la década de 1990, cuando el cambio tecnológico ya se había hecho realidad. Durante ese lapso también fueron ganando lugar las oleaginosas en las estrategias de cultivo, que ya para la segunda mitad de esa década comenzarían a superar las superficies cultivadas con cereales.

Así, el histórico peso que el trigo –y en menor medida, el maíz–, habían tenido en la agricultura pampeana, iría de a poco siendo solapado por el cultivo de soja. Aunque todo ello, sin dudas, sería promovido por una reforma totalmente innovadora, impulsadas por un grupo de productores de la región pampeana, que iba ganado terreno lentamente. Se trataba de la Siembra Directa, que en poco tiempo transformaría radicalmente los métodos de producción conocidos y abriría el camino a un nuevo auge de la agricultura en las puertas del siglo XXI.

Historia de AAPRESID 36
El cambio tecnológico, factor decisivo de la expansión productiva del campo argentino

El abrupto corte en las relaciones económicas internacionales producido por el inicio de la Segunda Guerra Mundial en 1939 tuvo importantes consecuencias para la producción agrícola pampeana. A la caída brusca de la demanda, particularmente de maíz, se le sumó el cierre de las importaciones de maquinarias e insumos que definían los procesos de mecanización, eje del modelo extensivo de producción dominante en la región, y afectaron fuertemente procesos conexos como el del transporte vial y ferroviario. A ello se le sumaron cambios sociales como la alteración de las leyes de arrendamiento a partir de 1942 y la sanción de legislación favorable a los peones rurales que afectaron el esquema vigente y provocaron el retiro de capitales en el sector. El pasaje a ganadería por la alta demanda interna de carne y la existencia de mercados internacionales muy demandantes, fue otro factor que redujo el área sembrada de los principales cultivos. A partir de la posguerra, los altos precios internacionales vigentes para la producción agrícola fueron afectados fuertemente por tipos diferenciales de cambio, tendientes a transferir los ingresos del sector agropecuario a sectores industriales y a los consumidores urbanos. A comienzos de la década de los 50, una intensa sequía puso en el debate social con intensidad la relevancia del retroceso agrícola experimentado, y el estancamiento tecnológico que dominaba la producción pampeana. Ello contrastaba fuertemente con los avances de los países competidores que incrementaron fuertemente sus rendimientos mediante el la introducción de los híbridos en maíz y serios avances en el desarrollo de agroquímicos y en los procesos de mecanización. La caída agrícola provocó una severa contracción en el ingreso de divisas y puso en riesgo el modelo de sustitución de importaciones. De ahí los esfuerzos desde 1953 por revertir las políticas antiagrarias y los discursos asociados que ahuyentaban procesos de inversión en el campo, al tiempo que se estimulaba la radicación de fábricas de tractores y maquinarias para recuperar la energía perdida en el sector en la década anterior. Ello se profundizaría con las medidas instrumentadas desde 1956 que incluyeron mejores precios para el agro, créditos subsidiados por debajo de la inflación para la compra de maquinarias, y a partir de la creación del INTA en 1957, y de la expansión de la industria privada de semillas y agroquímicos, esfuerzos sostenidos por mejorar la genética de cultivos y el uso de herbicidas, plaguicidas, fertilizantes y de mejores prácticas de manejo. El aumento relevante de la po-

tencia y la calidad de los tractores, la difusión masiva de la cosechadora automotriz de plataforma de maíz y la difusión de un sistema de cosecha a granel, eliminaron la recolección manual, el embolsado, el transporte y la estiba de las bolsas que implicaban altos costos en mano de obra.

Los cambios en la estructura social por el impacto de las leyes de arrendamiento y los créditos subsidiados, confluyeron en la constitución de una importante capa de productores familiares sobremecanizados que devinieron finalmente en contratistas de maquinarias y labores. Y también de explotaciones familiares que accedieron a la propiedad del suelo mediante el acceso a créditos hipotecarios de tierras devaluadas por estar congelados los arrendamientos y trabado el desalojo de los arrendatarios. Todos ellos fueron un motor creciente de homogeneización y difusión de los cambios tecnológicos que se introducían y que permitieron que a mediados de la década de 1960 la producción agrícola recuperara los niveles de fines de la década de 1930. A partir de allí se profundiza un proceso de continua expansión como tendencia central, a pesar de errátiles políticas macroeconómicas en relación a los tipos de cambio, impuestos al sector agropecuario y a las variaciones en los precios internacionales de los productos agropecuarios.

Que en este contexto tan errático la producción agrícola se expandiera a tasas relevantes durante un prolongado período de tiempo, fue posible por un continuo aumento de los rendimientos. La mejora continua de las maquinarias e implementos agrícolas estuvo asociada con la introducción de las semillas mejoradas de trigo, maíz, girasol y sorgo granífero y con la gran difusión de la producción de soja en la década de 1970. Todo ello implicó desarrollos tecnológicos más complejos, importante aumento de la inversión de capital por hectárea, el desarrollo del doble cultivo que permitió una gran expansión de la superficie cultivada.

Estos procesos impulsaron la participación de actores de creciente tamaño en términos del capital de las empresas por distintas vías de acceso al mismo, lo que facilitó la incorporación de tecnología de mayores costos que incluía la creciente presencia de profesionales de la agronomía al frente de los procesos productivos. En la década de 1990 tienen ya una presencia relevante y comparten los procesos productivos con los actores tradicionales. La incorporación de variedades transgénicas en soja y maíz, y la incorporación del glifosato en la década del 80,

el fuerte aumento del uso de fertilizantes, son parte de las condiciones para la incorporación de un proceso de control de la fertilidad del suelo que es el de la Siembra Directa y el doble cultivo. En su conjunto abarataron costos, mejoraron la calidad de los suelos afectados por la erosión, y fortalecieron una refinada cultura de la producción agrícola.

Los cambios tecnológicos posibilitaron la expansión de la frontera agrícola en un doble sentido, hacia el norte y hacia el oeste del país en zonas más áridas, y a través del doble cultivo en el interior de las propias unidades agropecuarias. Esta expansión en términos de superficie sembrada (un 50% entre 1990 y 2006) y el continuo aumento de los rendimientos generaron una expansión productiva relevante, llegando a 96 millones de toneladas en la campaña 2007/8, cinco veces más que la producción de la década de 1960 en que se inició este proceso de expansión agropecuaria. Además de una relevante integración hacia atrás con las empresas proveedoras de maquinarias, equipos, agroquímicos, semillas y otros elementos, se produjo también un fuerte avance de las industrias procesadoras, en particular las aceiteras que transformaron al país en el primer oferente mundial de aceites y ubicaron a las manufacturas de origen agropecuario como un sector relevante en materia de exportaciones. Desde el año 2007 se desarrollaron políticas de fuerte extracción de excedentes al sector primario esencialmente a través de los impuestos a las exportaciones y luego con fuertes trabas al desarrollo de los procesos de comercialización. El impacto se hizo sentir fuertemente y a la caída de la producción ganadera se sumó, por primera vez en más de cinco décadas, un freno muy fuerte a la expansión de la producción agrícola. Sólo la fortaleza del sector consolidado en cambios tecnológicos que llegaron para quedarse y en la capacidad adaptativa de productores y profesionales a situaciones adversas, impidió un mayor retroceso. Seguramente inevitables cambios en el perfil de las políticas generarán las condiciones de nuevos ciclos expansivos a futuro, dado que los continuos impactos de los desarrollos biotecnológicos y de la revolución informática en proceso, estarán crecientemente disponibles para nuevos procesos que además permitan enfrentar desafíos de conservación del medioambiente y el recurso tierra en un nivel de mayor excelencia.

Historiador CONICET - UBA

1 Breve historia de la agricultura antes de la Siembra Directa 37
Capítulo

2 Los orígenes de AAPRESID

Denominaciones como la de «labranza cero» o «no labranza» contenían una contradicción, dado que al tiempo que aludían a la labranza la negaban. Entonces nos preguntamos: ¿Qué hacemos? Siembra. ¿Cómo la hacemos? Directa.

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∏ El adiós a la labranza

A lo largo del siglo XX el aumento sostenido de la demanda de alimentos a nivel mundial y la perspectiva de que a futuro continuaría creciendo plantearon un desafío insoslayable entre producción y sustentabilidad. Frente a esta problemática, la preservación del medioambiente y la contribución al ahorro energético se tornaron prioritarias. La tecnología de la Siembra Directa ha sido protagonista en favor de ambos objetivos, proveyendo innovadoras soluciones que permitieron aumentar la productividad de los suelos conservando a su vez su riqueza, motivo por el cual se la denomina también «agricultura de conservación». La Siembra Directa se consolida como un nuevo sistema productivo basado en la ausencia de remoción, las rotaciones y el mantenimiento de los suelos cubiertos por rastrojos. El no laboreo o no tillage, tal el nombre con que se la conoce en inglés, y el mantenimiento de los residuos vegetales en la superficie favorecen la resistencia del suelo a los procesos erosivos, hecho que redunda en una mayor fertilidad química, física y biológica e incrementa la estabilidad de las producciones agrícolas. El sistema de Siembra Directa permite, consecuentemente, proteger recursos básicos como el humus, los nutrientes, la actividad biológica, las propiedades físicas del suelo y el agua, produciendo un menor impacto ambiental negativo. Asimismo, favorece el ahorro de energía y el aumento de la productividad. Con la práctica sostenida de la Siembra Directa como sistema integral de producción, rotando adecuadamente los cultivos se reponen nutrientes en forma estratégica y balanceada y fertilizándola, campaña tras campaña, se agrega valor al principal recurso agrícola: el suelo. El suelo es de este modo concebido como un recurso natural renovable y la agricultura como una actividad sustentable en el presente y a futuro.

Con el sistema de producción en Siembra Directa se logra reducir la emisión de gases de efecto invernadero y el secuestro de carbono al reconstituirse la materia orgánica original de los suelos

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Las primeras experiencias que advirtieron sobre la posibilidad de prescindir de la labranza tuvieron lugar en la Inglaterra de la década de 1940. En su libro Plowman’s Folly (La insensatez del labrador), escrito en 1943, el estadounidense Edward H. Faulkner establecía las bases del posterior desarrollo de la Siembra Directa. En 1955, el descubrimiento del herbicida Gramoxone alentó a la compañía británica Imperial Chemical Industries (ICI) a avanzar en los estudios sobre Siembra Directa en el Reino Unido.

Corrían los años 70 cuando el productor norteamericano Harry Young (hijo) se acercó a la Universidad de Kentucky en búsqueda de respuestas a los problemas que le ocasionaba cierta gramínea mientras practicaba la Siembra Directa. Ante el desconocimiento de la citada universidad sobre el tema, el investigador Shirley Phillips se dispuso a estudiarlo junto a Harry Young y a un grupo de jóvenes agrónomos, liderados por Shirley Phillips. Algunos años después los descubrimientos de Phillips y Young fueron plasmados en el libro No Tillage Farming (Agricultura sin Laboreo. Labranza Cero), publicado en 1979 y que los encumbró como referentes de la Siembra Directa a nivel mundial (fue importante para los agricultores locales la publicación de esta obra en español por la editorial Hemisferio Sur, traducida por Enrique Marchesi y Jorge Casenave).

La técnica de la Siembra Directa comenzó a aplicarse tímidamente en América Latina hacia comienzos de la década de 1970. Se la denomina también «labranza cero» porque consiste precisamente en sembrar en suelos no labrados, rotar los cultivos sin romper los suelos entre la cosecha y la nueva siembra y favorecer la acción natural de los residuos vegetales que quedan en el campo después de cada cosecha. Estos procedimientos contribuyen a aumentar el contenido orgánico del suelo y ayudan a fijar el carbono, permitiendo que la siembra reduzca las emisiones de dióxido de carbono si se lo compara con las técnicas convencionales.

Cuadro 4.

Labranza

Estancamiento de rendimientos

Disminución de la materia orgánica

Siembra directa

Rindes más estables y en incremento

Mayor contenido de materia orgánica en primeros 5 cm del suelo

Degradación física, química y biológicaMejora física, química y biológica

Erosión hídrica y eólica

Manejo ineficiente del agua

Mayor utilización de combustibles

Altas emisiones de CO2

Fuente: estebanfuentes.wordpress.com

Reducción pérdida de agua y suelo por escurrimiento y viento

Menor evaporación, mayor captación, almacenamiento y conversión a grano

Menor utilización de combustibles

Secuestro de carbono en suelo

Entre los pioneros locales que dieron el puntapié inicial hacia este cambio de paradigma agrario, se destacó el ingeniero agrónomo Jorge S. Molina, profesor de la Universidad de Buenos Aires y traductor del libro de Faulkner. A comienzos de la década de 1960 Molina trajo al país al agrónomo norteamericano Hugh Hammond Bennett, fundador del Servicio Nacional de Conservación del Suelo del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Inspirado en estos conceptos, el agrónomo Hugh Bennett desarrolló un programa de extensión de prácticas conservacionistas para detener el problema de la erosión del suelo como consecuencia de los deterioros que provocaron lo que se dio en llamar “el tazón de polvo del medio oeste americano". Su visita favoreció el despliegue de una corriente conservacionista, que aún sin involu-

Entre los pioneros locales que dieron el puntapié inicial hacia este cambio de paradigma agrario, se destacó el ingeniero agrónomo Jorge S. Molina, profesor de la Universidad de Buenos Aires.

Capítulo 2 Los orígenes de AAPRESID 41
Maíz en Siembra Directa

Si queremos lograr una agricultura sustentable se deben dejar definitivamente viejas prácticas de laboreo del suelo que son perimidas y obsoletas y establecer un sistema de producción en Siembra Directa permanente con rotaciones adecuadas.

Milatich

crarse directamente en la Siembra Directa, abriría el camino hacia ella. En los años 70, paralelamente a la introducción de la Siembra Directa en diversos países de América Latina, la compañía ICI lanzó una campaña de promoción de esta nueva técnica en la Argentina, organizando una serie de reuniones y seminarios. Al mismo tiempo comenzaron las primeras incursiones de productores locales en Siembra Directa. En 1964 tuvieron lugar los primeros experimentos realizados por el ingeniero agrónonomo de origen italiano Marcello Fagioli en Pergamino, provincia de Buenos Aires. Pero estos no fueron siempre exitosos, unas veces por la invasión de malezas y otras por la caída de los rendimientos. Además los costos eran elevados, la maquinaria adecuada inexistente y los riesgos muy altos. Por tales razones muchos productores perdieron confianza en el sistema y optaron por retornar a la práctica convencional. Con todo, algunos pioneros persistieron con la Siembra Directa. Y lo cierto es que el nuevo sistema evolucionó gracias a ellos. En medio de un entorno ganado por el escepticismo, comenzaron a reunirse informalmente para intercambiar información, consiguieron recursos, establecieron vínculos con productores extranjeros, abrieron las tranqueras de los campos para probar las bondades de la novedad y hasta se abocaron al desarrollo casero de maquinaria experimental apropiada. Sin embargo, la irradiación del sistema debió esperar el paso de otros 15 años. Fue a comienzos de la década del 90 cuando la confluencia de una serie de razones llevó a la generalización de esta nueva técnica de siembra entre los productores. En efecto, comenzaron a manifestarse problemas de erosión de los suelos que hasta entonces eran escasamente relevantes. Todavía a mediados de los 70 el sistema de producción predominante en el país era la labranza convencional, que no llegaba a contrarrestar los altos niveles de fertilidad de las tierras de la región pampeana.

Mantener los suelos cubiertos por rastrojos es una de las premisas de la Siembra Directa.
Historia de AAPRESID 42

Asimismo, la aparición de herbicidas a precios accesibles que permitían un control de malezas más efectivo hizo de la Siembra Directa una práctica económicamente viable. Como sistema de innovación, la Siembra Directa se impuso antes en los campos que en los claustros, pero finalmente –con el correr de los años y no sin dificultades y retrocesos– ingresó también a los ámbitos académicos. Su desarrollo inicial a nivel local no fue por cierto resultado de investigaciones promovidas originariamente (salvo escasas excepciones) por organismos públicos o universidades, sino más bien el producto de la necesidad de algunos productores –muchos de los cuales eran, además, técnicos–, que apostaron a la experiencia de cero labranza aun sin sólidas certezas que la avalaran. Eran tiempos en que experimentar implicaba riesgos y esos riesgos muchas veces ponían en peligro nada menos que las cosechas (y economías familiares) de pequeños y medianos productores.

El impulso y la posterior difusión de la Siembra Directa fue un proceso de ensayos y errores, jalonado por éxitos y fracasos. Actualmente hay más de 125 millones de hectáreas cultivadas mediante Siembra Directa a nivel mundial y otros métodos de agricultura de conservación que tratan de reducir al máximo el laboreo. De ese total, aproximadamente 60 millones de hectáreas se encuentran en América del Sur, aportando la Argentina alrededor de 30 millones y completando el resto Brasil, Paraguay, Uruguay y otros países de la región. Estos exitosos resultados son el producto de una historia de trabajo y esfuerzos compartidos, en la que la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID) ha desempeñado un papel fundamental. En las próximas páginas, guiados por los testimonios de sus pioneros, recorreremos su historia con el propósito de conocer cómo nació, creció y se difundió tan existosamente la técnica de la Siembra Directa en todas las comarcas agrícolas de nuestro país.

∏ Los comienzos

En los orígenes de esta historia no había una gran red, sino más bien un pequeño grupo de pioneros decididos a apostar al cambio, a pesar de las resistencias y la falta de certezas. Ellos advirtieron que la clave para transformar sus ideas en avances técnicos concretos era sostener sus convicciones a pesar de las críticas y, sobre todo, compartir sus experiencias para aprender de los aciertos y logros ajenos. Bajo esa premisa lograron sumar lentamente al sistema de Siembra Directa a un conjunto de productores y técnicos cada vez mayor, inclinando la balanza a favor de una agricultura productiva

La Siembra Directa se basa en la ausencia de remoción, las rotaciones y el mantenimiento de los suelos cubiertos por rastrojos. Cultivos de cobertura para mejorar las características físicas, químicas y biológicas del suelo Avena Nabo Vicia
Capítulo 2 Los orígenes de AAPRESID 43
La agricultura de conservación responde a la necesidad de proteger el suelo

De der. a izq.: Roberto Gasparini, Luis Cardini (detrás), Grant Thomas, José I. Milatich (h.), Mario Nardone y Oscar Maroelli.

y al mismo tiempo sustentable. Los pioneros de AAPRESID comenzaron a escribir la historia argentina de la Siembra Directa, instalando la idea de que el éxito común provendría de una red de conocimientos y valores compartidos, y generando con los años un movimiento por entonces inimaginable, que hoy se extiende hasta las fronteras mismas de las regiones cultivables del país, y aun trasciende esas mismas fronteras. Entre quienes compartieron inicialmente aquella apuesta, dispuestos a sembrar en el presente para cosechar en el futuro, se encontraban Rogelio Fogante, Heri Rosso, Víctor Trucco, Mario Gilardoni, Gino Minucci, Telmo Trossero, Jorge Romagnoli, Roberto Peiretti, Luis Felipe Giraudo, Rubén Cittadini, José M. Cagliero, Nelson Permingeat, Nicolás Milatich, Esteban Vodanovich, Alfredo Rojas, José Ángel Capretto, Raúl Gerbaudo, Osvaldo Trucco y algunos miembros del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) como Mario Nardone, Hugo Marelli, Alfredo Lattanzi, Osvaldo Signorile, Oscar Hansen, Víctor Zeljkovich, Carlos R. Baumer y Hugo Ghío, también productor pionero, entre otros.

Ellos empezaron solos, confiados en el nuevo sistema, mientras muchos otros se preguntaban qué estaban haciendo o bien anticipaban que irían rumbo al fracaso. Por entonces, las posibilidades de éxito parecían prácticamente nulas. El bioquímico y ex presidente durante casi tres lustros y actual presidente honorario de AAPRESID, Víctor Trucco, recuerda aquella desconfianza que incluso trascendió las fronteras locales: “Hubo quienes vinieron a Argentina, vieron cómo se hacía Siembra Directa, se fueron a España y empezaron a practicarla allá. El dueño de un bar desafiaba a uno de estos emprendedores diciéndole que se comería todo el maíz que cosechara. Al tiempo, el hombre recolectó unos maíces impresionantes, de modo que se acercó al bar y le dijo al hombre: «No vas a poder comerte todo el maíz que coseché pero, al menos, tendrás que tragarte estas cuatro o cinco espigas»”.

La presencia de raíces vivas tiene efectos favorables en la estructura del suelo

Historia de AAPRESID 44

Este puñado de hombres estaba convencido de que la Siembra Directa mejoraría los suelos y lograría una mayor potencialidad productiva. Creyeron en la capacidad del productor, se apasionaron en el desafío, asumieron los riesgos y probaron. El norte permanente fue la confianza en los fundamentos del sistema. Los dilemas eran instrumentales. Tiempo después comenzaron a verse, cosecha tras cosecha, interesantes resultados en aquellos islotes de Siembra Directa que anteriormente habían sido escenarios visitados por grupos de ingenieros y productores como ejemplos de lo que no debía hacerse. Los pioneros de AAPRESID han acuñado la expresión darse cuenta como clave del desarrollo empírico de la técnica. En efecto, la experiencia de la Siembra Directa fue un progresivo darse cuenta abonado por la ciencia y la innovación, la práctica y el conocimiento compartido. Su crecimiento sostenido a lo largo del tiempo la ha llevado a protagonizar nada menos que un cambio de paradigma en el mundo agrario, con resultados cuyos beneficios ostensibles permean hacia toda la sociedad argentina. La gente se dio cuenta, el sistema se difundió de boca en boca, los pioneros devinieron referentes y todo comenzó a cambiar: “No se trataba de convencer a otros productores o de hacer de la Siembra Directa una religión –resume Trucco–, sino que la gente fue viendo, se fue interesando y fue participando”. Pero entre una cosa y la otra pasaron varios años, tenacidades, obstáculos y limitaciones económicas, en fidelidad a aquello que vislumbraban aunque los demás no lo percibieran.

Antes de recibirse de ingeniero agrónomo en la primera promoción del Instituto de Ciencias Agronómicas de la Universidad Nacional de Córdoba, en 1971, Roberto Peiretti ya había comenzado a interesarse por la Siembra Directa. Luego comenzó su actividad profesional conduciendo técnicamente un campo familiar del sur cordobés y asesorando a productores de la zona. Allí empezaron sus experiencias de sembrar nuevas especies forrajeras en pasturas degradadas sin labrar el suelo. Poco

Las primeras pruebas con cultivos forrajeros contribuyeron al despegue de la ganadería con Siembra Directa. Daireaux, provincia de Buenos Aires

Capítulo 2 Los orígenes de AAPRESID 45
"Mar verde", vista de un campo cercano a Alberti (noviembre de 2013)

Nadie sabe más que todos juntos

Hacia 1987-1988, mientras cursaba mis estudios en la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNR, mi padre, motivado por un programa de agricultura sustentable del INTA Marcos Juárez y el Banco Nación, realizó sus primeras y tímidas experiencias con la Siembra Directa. En esos momentos, dos de los fundadores de AAPRESID, José María Cagliero y Heri Rosso, ambos admirados por mi padre, estaban desarrollando sus primeras experiencias a mayor escala y ya se vislumbraba un cambio importante en las técnicas agrarias, aun cuando el clima de esos años no siempre acompañó a las siembras experimentales. Siendo todavía estudiante, a los pocos días de haberse fundado la institución, me asocié a AAPRESID invitado por Luis F. Giraudo. Rápidamente fui entendiendo de qué se trataba. En la Facultad estudiábamos la importancia de la rugosidad y cobertura del suelo y, en forma paralela, escuchaba las charlas de Rogelio Fogante, Joao Carlos Moraes Sa, Dirceu Gassen y Carlos Crovetto, quienes nos mostraban con mucho entusiasmo el camino de la agricultura del futuro. En esos momentos la Argentina no producía más de 23 millones de toneladas de granos anuales. Los factores que más limitaban la producción eran originados por las labranzas, por la ineficiencia en el uso del agua y por la disminución del porcentaje de materia orgánica de los suelos a causa de técnicas agrícolas invasivas.

Haberme sumado como directivo de AAPRESID a partir de 1993 me permitió conocer mejor la filosofía de la institución, para luego, previa propuesta de Víctor Trucco, coordinar el Área Técnica entre 1997 y 2002. Fueron tiempos de gran crecimiento institucional. Los resultados no tardaron en verse: la Siembra Directa crecía a una tasa del 30% anual y la productividad, entre cereales y oleaginosas, alcanzó los 70 millones de toneladas en 2001.

Algunas jornadas a campo “Un Productor en Acción” llegaron a reunir a más de 700 productores y técnicos al tiempo que se diversificaron las jornadas de intercambio técnico, las publi-

caciones, las redes de ensayos mediante las Regionales, etc. El Instituto de Capacitación y los Congresos anuales permitieron una mayor vinculación entre conocimientos y producción, cuyos efectos se multiplicaron gracias al boca a boca. AAPRESID fue el nexo o puente entre teoría y experiencia que el campo argentino estaba necesitando por esos años.

Quiero destacar especialmente el empuje de AAPRESID en los orígenes, ya que durante los primeros años de adopción de la Siembra Directa todavía se discutía si la técnica sería útil en ciertas regiones o a grandes escalas. El tiempo nos dio la razón, ayudando a dar respuestas a cada caso. Me vienen a la memoria jornadas que fueron hitos, como la de “Un Pequeño Productor en Acción en Siembra Directa”, en el establecimiento de Francisco Rucci en Alcorta en marzo de 1997, o la jornada en el campo de Titi Mosca en 1998, con la presencia del entonces gobernador de la provincia, Carlos Reutemann, entre otros. Otro aspecto importante fue el fortalecimiento de la relación con los técnicos de INTA, gracias a cuya experiencia se logró potenciar el desarrollo de proyectos experimentales y la difusión. Los viajes a Brasil con grandes amigos como Germán Fogante, Horacio Agüero y Pablo Rosso para visitar las fincas de Manoel Pereyra en Ponta Grossa y de Frank Dijstra en Castrolanda nos convencieron aun más sobre los beneficios de la Siembra Directa y, a la vez, permitieron fortalecer vínculos. Esas primeras experiencias internacionales se continuaron, a partir de nuestra relación con la Asociación Española de Agricultura de Conservación, en la Primera Jornada Iberoamericana de Agricultura de Conservación que se desarrolló en la Finca Agramonte, Zaragoza, en septiembre de 2002, la cual se repitió, en septiembre de 2004, en Albacete, y más tarde en Palencia en 2007.

Participamos del evento con el propósito de mostrar nuestra nueva práctica agrícola que crecía a un ritmo vertiginoso en Sudamérica, y que permitía aumentar la producción sin degradar los recursos. Esos encuentros han creado una relación de confianza con nuestros colegas europeos y como institución fue un orgullo el trato y la distinción con que los agricultores españoles atendían a la descripción de nuestras peripecias sudamericanas. Una vez más, seguíamos nuestra filosofía de trabajo: abrirnos y compartir la experiencia. Nos acompañaron en aquellos encuentros varias fábricas de sembradoras y pulverizadores nacionales que más tarde lograron insertarse en los mercados de Europa del Este. La reunión de Albacete alcanzó a reunir más de 1200 agricultores, provenientes de toda España, interesados en aprender sobre conservación de suelos en un país que lleva más de 1.000 años de agricultura de labranza. En los medios de comunicación españoles se publicó como una muy buena noticia. Fue una linda locura haberlo hecho, y hoy es todavía gratificante recordarlo y ver sus frutos. AAPRESID es parte de mi vida, de mi formación, de mi familia. Es mi institución querida. Brindo para que la historia continúe, para que, manteniendo los principios de generosidad y apertura, sigamos adaptándonos exitosamente a los nuevos desafíos que surjan.

Martín Ambrogio

Martín Ambrogio en la II Jornada Iberoamericana de Agricultura de Precisión en Albacete, España (2004)
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después hizo un Master en Ciencias con Orientación en Agricultura en la Universidad de Oklahoma, Estados Unidos, y a su regreso a la Argentina estrechó lazos con quienes fundarían AAPRESID. Durante el resto de los años 70 y comienzos de los 80, junto a otros colegas, participó activamente en industrias como Pierobon –de Cruz Alta, Córdoba, localidad donde nació y se radicó a su regreso–, colaborando asimismo en el desarrollo y mejoramiento de prototipos de sembradoras más adaptadas a las necesidades locales que las que hasta entonces ofrecían el mercado nacional e internacional. Hugo Ghío –también ingeniero agrónomo– recuerda que a mediados de la década del 70 (campaña 1975/76) algunos técnicos del INTA encararon los primeros seis o siete ensayos, de soja sobre trigo, en campos de productores, entre ellos el de su padre, Osvaldo Ghío, actualmente el lote con más años en Siembra Directa continua en el país. Dichos campos fueron conducidos por el Departamento de Suelos y Malezas de la Estación Experimental Agropecuaria INTA de Marcos Juárez. Estos tímidos acercamientos de un organismo estatal a la Siembra Directa cumplieron un papel modesto pero importante para su desarrollo posterior, ya que contribuyeron a otorgarle legitimidad y visibilidad al nuevo sistema. Si bien el INTA en general se acercó tímidamente como institución a esta labranza, el INTA Marcos Juárez realizó, en el año 1977, la primera reunión técnica de cultivos sin labranzas donde se publicaron 41 trabajos referidos al tema y asistieron 310 profesionales, además de productores. Otro ingeniero, geógrafo y productor alineado con las prácticas conservacionistas, Mario Nardone, viajó en 1972 a Inglaterra para hacer sus estudios de postgrado en Hidrología Agrícola en el Imperial College de Londres. Recibió allí las primeras referencias académicas sobre Siembra Directa y, al año siguiente, de regreso al país, ante un paisaje de terrazas, curvas de niveles y franjas de cultivos que intentaban detener la erosión de los suelos, encontró en la Siembra Directa una alternativa y empezó a experimentar junto a Hugo Marelli y a Alfredo Lattanzi, mediante la práctica del vínculo entre la Siembra Directa, un manejo eficiente del agua y el adelanto de las fechas de siembra.

Programa de Siembra Directa para pequeños productores de Entre Ríos. Convenio con el gobierno de Entre Ríos.

José Luis Rey, un pionero de la Siembra Directa de pastizales

No recuerdo su edad, pero era una persona joven. En realidad más que joven, porque pasarán muchos años y sus ideas todavía serán de vanguardia.

Lo conocí un día, cuando un grupo de productores vino a visitar nuestra Siembra Directa. Recién empezábamos. Él me lo recordó unos años después, cuando ya era un “maestro de la Siembra Directa”. Constituyó un pilar de AAPRESID y sin duda una parte de lo que somos le pertenece.

José Luis era de esas personas que rápidamente se daba cuenta. Se dio cuenta inmediatamente de que la Siembra Directa era mejor, que constituía un progreso, una superación de los problemas de la agricultura convencional. Era asimismo una persona inteligente y creativa, esto lo convirtió rápidamente en un referente de la producción de pasturas sin labranzas, el aprovechamiento de los bajos y cantidad de otras prácticas que revolucionaron la producción ganadera. No sólo lo hizo,

lo supo transmitir: fue un docente excepcional, sus enfoques fueron conceptuales, creativos. Fue de los primeros en formar parte de nuestro Instituto de Capacitación, y allí se destacó por sus cualidades docentes, su experiencia práctica, su pensamiento crítico, su generosidad, su constancia, su responsabilidad y su don de generar amigos. José Luis era una gran persona, un tipo excepcional, por eso siempre lo vamos a recordar. Fue una persona a emular, como uno quiere que sea un amigo, un padre, un hermano. José Luis vivirá para siempre entre los que tuvimos la dicha de conocerlo, vivirán sus ideas, que por muchos años serán consideradas, estoy seguro, ideas nuevas.

Extracto de las palabras de Víctor Trucco en homenaje a quien ha promovido la Siembra Directa de pastizales en ambientes con limitaciones para la agricultura

2 Los orígenes de AAPRESID 47
Capítulo

En 1979 Nardone pudo volcar todos los conocimientos y experiencias adquiridos, cuando se trasladó a San José de la Esquina, una pequeña población en la cuenca santafecina del río Carcarañá. En esa zona, con tradicionales problemas de erosión, empezó a producir entre cinco y ocho hectáreas mediante Siembra Directa. “Esto es algo que surgió en la práctica,” afirmaba en 2006 Nardone, “dentro de la materia Manejo de Tierras en la que era profesor adjunto en la Universidad Nacional de Rosario, trataba el tema de la Siembra Directa, pero verdaderamente la única posibilidad de demostrar lo que exponía teóricamente era llevar a los estudiantes al campo”. En Marcos Juárez, Córdoba, el productor Mario Gilardoni estaba rodeado de campos preparados mediante labranza. Cada vez que el viento soplaba, la tierra volaba ensuciándolo todo. Como los productores vecinos, mayormente varones, no le prestaban atención, concurrió a la radio local para hablarles a las mujeres: “Señora, vio que usted se queja de que se le ensucia la ropa –decía– bueno, ese día dígale a su marido que deje de arar”. Algo parecido le sucedió al ingeniero agrónomo Jorge Romagnoli a comienzos de los años 90, cuando adquirió un campo en esa misma provincia, en los alrededores de Bengolea, a 150 kilómetros de Monte Buey. La zona era de baja productividad agrícola, por lo que ni se imaginaba la posibilidad de practicar la Siembra Directa, y predominaba el cultivo de maní, que requiere una intensa remoción del suelo. El viento, sumado a los suelos arenosos, provocaba polvo, voladuras y hasta médanos, de modo que, al igual que en el relato de Gilardoni, las mayores aliadas de la promoción de la Siembra Directa fueron las mujeres de ese pueblo de mil habitantes, dichosas por no tener que esconder más la ropa cada vez que sobrevenía una ventisca. A los cuatro años de su arribo Romagnoli tuvo la satisfacción de ver la gran mayoría de la superficie del área de Bengolea produciendo mediante Siembra Directa. Pero no todo había sido sencillo hasta ese momento. Tras el fallecimiento de su padre, en 1972, había tenido que abocarse a la propiedad familiar, volcando allí su vocación por la producción agrícola arraigada en principios conservacionistas, y decidiendo al cabo de pocos años pasar de un sistema convencional a otro con ma-

Pioneros argentinos en Siembra Directa (De izq. a der.): H. Huergo, Rogelio Fogante, Mario Nardone, Jorge Romagnoli y Eduardo López Mondo, en el XX Congreso Nacional de AAPRESID, 2012
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Amanecer triguero cerca de Chivilcoy (septiembre de 2013)
Historia

Disertación de Francesco Di Capri, CNRS Francia, “El desarrollo sustentable, teoría y práctica; sueños y realidades”, durante el X Congreso de AAPRESID, 2002

nejo de rastrojos en superficies con laboreos muy reducidos. Cuando en 1978 su tío, junto a un productor amigo, viajó a los Estados Unidos, les encargó bibliografía sobre Siembra Directa, obteniendo gran cantidad de materiales entonces desconocidos en la Argentina, que le sirvieron para fijar sus conocimientos hasta entonces experimentales y que lo invitaron a una nueva y extraña apuesta, poco habitual en el país: la siembra de soja sobre rastrojos de trigo.

A las prácticas en su campo sumó el asesoramiento a familiares, amigos y productores, llegando a liderar un equipo de trabajo en Siembra Directa, en el área de Monte Buey, que logró cubrir una superficie de 1.500 hectáreas a principios de los años 80. Sin embargo, desde mediados de esa década, se encontró experimentando solo en más de una oportunidad y observó de cerca los dos extremos de un mismo proceso. Llegó a perder el crédito de los comercios agropecuarios de su localidad y en una ocasión su propio vecino le dijo que era una vergüenza cómo estaba cultivando su campo. Al año siguiente ese mismo vecino adoptó el sistema y reconoció públicamente su inicial desconfianza y su posterior convicción. Además Romagnoli le compró, algunos años más tarde, el campo al productor que más se resistió a introducir la Siembra Directa en Monte Buey. Había sido amigo y compañero de la escuela primaria y se había incorporado al sistema cuando ya era tarde para sanear su situación financiera, debido a problemas de producción. De esa circunstancia se obtuvo provecho científico, puesto que en una misma área –alambrado de por medio– había un terreno que tenía 15 años más de Siembra Directa que el otro terreno contiguo, de modo que se podían contrastar con total claridad científica los resultados dispares entre los dos casos.

Unos años antes, el ingeniero agrónomo Telmo Trossero había puesto en práctica la técnica de Siembra Directa a pequeña escala ya en el año 1976 con cultivos de soja, sorgo granífero, alfalfa y avena: “Mi padre, Telmo Teófilo Trossero, –relataba en 2005–agricultor, hijo de pioneros agricultores, cuya educación formal no superaba el 4° grado de la escuela primaria, tenía el hábito de la lectura como muy pocas personas

Producción ganadera en plantíos mixtos en campos de la provincia de La Pampa

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Capítulo

Si en 1980 la agricultura se acababa en octubre-noviembre, y ya en diciembre no se iba más al campo hasta marzo, la Siembra Directa intensificó tanto el sistema de producción que hoy prácticamente no hay época de la campaña sin actividad, siempre se está cosechando o sembrando.

lo tienen hoy. Él sabía desde mucho tiempo atrás que para conservar los suelos no había que quemar su materia orgánica, ni con fuego ni con labranzas. Es así como ya en 1973 vendimos el arado de rejas e iniciamos un desarrollo de lo que fue labranzas con cinceles por el término de dos años, y luego labranza mínima”. Con “la certeza de que todo lo que se haga para proteger el suelo tiene un designio de grandeza”, el agricultor Heri Rosso se decidió por el método de Siembra Directa en 1978, cuando notó que comenzaba la cuenta regresiva de su socio más fiel pero sensible, el suelo. Sin embargo debió esperar diez años para practicarla sin retrocesos frente a adversidades tales como la invasión de gramíneas. El concepto era para todos ellos muy claro, pero lo que no había aún cristalizado era su aplicación. La confianza en el sistema fue su guía para perseverar.

En aquellos tiempos, cuando este grupo de pioneros comenzó a experimentar, no disponía de maquinaria adaptada a la Siembra Directa y encontraba, por tanto, muchas dificultades para implantar bien un cultivo. Además contaba con controles de maleza poco eficientes, bajos criterios de fertilización y suelos que se iban agotando. A ello se sumaba que los insumos eran muy caros. Por ejemplo el litro de glifosato –un herbicida de amplio espectro desarrollado para eliminación de hierbas y de arbustos–, costaba por entonces 24 dólares (hoy se consigue a un precio de alrededor de 16 dólares) y se usaban dos litros por hectárea. Cuando se empezó a utilizar para hacer Siembra Directa, a comienzos de los años 80, era tan caro que los productores lo aplicaban con una probetita, como si se tratara de una preciada medicina. Actualmente está comprobado que si se le agrega el fertilizante sulfato de amonio, se potencia la absorción y la acción del glifosato sobre las malezas. Por entonces, sin embargo, se compraba el sulfato de amonio, se lo diluía en tanques australianos de agua naturalmente caliente –a más de 24 grados– y luego se utilizaba ese líquido para aplicar el glifosato. Lejos de los desarrollos probados, lo que hacían los productores era innovar en combinaciones de productos elaborados para otros fines para abaratar costos y garantizar mayor eficiencia.

Prototipo SCHIARRE de sembradora de Siembra Directa. En primer plano, a la izquierda, Rogelio Fogante compartiendo experiencias (Marcos Juárez) Hilda Geary, primera secretaria de AAPRESID. Con su fluido inglés y su don para las relaciones públicas, Hilda fue determinante durante los difíciles primero años de AAPRESID
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Historia
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Un puñado de “gringos ilustrados”

Todo comenzó en el año 1986 o 1987, durante un congreso mundial de soja en el hotel Sheraton de Buenos Aires. Allí escuché por primera vez al profesor Grant Thomas hablar de la “no labranza”. Tuve la suerte de poder conversar con él después de su exposición, intercambiarnos las direcciones y así comenzamos a escribirnos y a recibir por correo postal algo de información sobre Siembra Directa. En 1986 yo trabajaba para una cooperativa en la localidad de Inriville en la provincia de Córdoba. En esa época nos empezamos a reunir con un grupo de productores todos los jueves a la noche para intentar darle forma a esto que parecía una locura –sí digo bien, una locura–, porque era ir en contra de lo que decían los libros y las instituciones académicas, pero no sólo eso, era ir también en contra de una cultura de trabajo muy arraigada en la pampa gringa: la cultura del arado, la cual tiene hasta el día de hoy canciones y poemas. Les puedo asegurar que éramos el hazmerreír del resto de técnicos y productores. De ese primer grupo de alrededor de 30 o 40 personas, con el tiempo quedamos: José Araya, Eduardo Culasso, Miguel Imola, Coco Novo, Marcos Palladino, José Pogliano, Juan Re, Oscar y Abel Riba y yo. En algún registro de AAPRESID debemos figurar como socios del número 20 en adelante. Varios recordamos la noche en que vino Mario Gilardoni a una reunión del grupo para anotarnos como socios de algo que recién comenzaba: AAPRESID. A partir de esas reuniones, en las que se trataban temas técnicos, comenzamos a darle forma a ensayos comparativos de distintas labranzas con una sembradora experimental, muy rudimentaria, de 4 surcos a 70 cm, que nos prestó la fábrica Cartecchini. Estos fueron los inicios.

Luego nos fuimos enterando de que no estábamos solos, de que había productores en Marcos Juárez, Rosso y Gilardoni, que estaban probando la Siembra Directa antes que nosotros, acompañados por el Ing. Rogelio Fogante. Enseguida nos pusimos en contacto con ellos y con productores de otras zonas que estaban en el

mismo rumbo y nos empezamos a reunir en la vieja sede de AAPRESID, en una pequeña oficina de la calle Corrientes, en Rosario. En aquel momento para ser socio de ese grupo de locos era necesario ser productor agropecuario, y digo esto porque yo no sembraba, no era productor, era sólo un técnico de una cooperativa, y recuerdo que Mario Gilardoni me ofreció, generosamente, cederme una pequeña parte de su campo para poder asociarme a AAPRESID. En ese momento las reuniones de la Comisión Directiva trataban sólo de temas técnicos, como las reformas de las sembradoras, los escardillos químicos para control de malezas, etcétera. A las cuestiones institucionales se les dedicaba poco tiempo, porque la institución en sí era todavía una utopía.

¿Por qué la Siembra Directa? ¿Cuál era la motivación de este grupo de locos para insistir en algo tan raro, tan contra lo habitual? En el caso particular del grupo de Inriville el motivo era el mejor aprovechamiento del uso del agua para los cultivos; dicho en criollo, era un seguro contra la sequía. Y digo esto porque en la campaña 89/90 hubo una gran sequía y los resultados de los ensayos comparativos “con labranza/ sin labranza” fueron tan contundentes que los números terminaron de convencernos de que estábamos en el camino correcto.

Al principio se pensaba que la mejor manera de almacenar agua en el perfil del suelo era laborear los campos dejándolos lo más gruesos posibles (lotes con cascotes de tierra gruesos), ya que de esa manera la infiltración de agua era mayor y de ahí el nombre de nuestro grupo: “El cascote”. Este grupo de productores no sólo fue pionero en la Siembra Directa, sino que fue pionero en la producción de campos alquilados bajo este sistema (lo que hoy sería un pool de Siembra Directa). Toda una novedad de avanzada para la época.

En el año 89, Grant Thomas vino nuevamente a visitar la Argentina con un hierro pulido que clavaba en el suelo de todos los lotes y que, en aquel momento, era novedoso para nosotros, acostumbrados a acertar la humedad con una rudimentaria pala de punta. A partir de entonces nos empezamos a familiarizar con el uso de la sonda para saber cuál era la reserva de agua del perfil del suelo: algo tan lógico y natural hoy para todos fue una gran innovación para la época. Ese año me puse de acuerdo con él para ir a visitarlo a los Estados Unidos. En aquel momento contaba con mi auto, un Renault 12 usado, que junto con unos ahorros iban a costear mi viaje. Pero el grupo de Inriville juntó el dinero necesario y pagó mi viaje, que duró 45 días. Además de recorrer once estados, de aprender y conocer a muchas personas, entablé una gran amistad con Grant, un hombre entrañable y generoso con su conocimiento.

A mi regreso, toda la superficie propia y alquilada por el grupo estaba en Siembra Directa. Y al poco tiempo compramos una planta de acopio en donde integramos la producción propia y de campos alquilados, formando una sociedad anónima. Pocos años después, Grant decide pasar su año sabático en Marcos Juárez. En esa época, publica, con el INTA de Marcos Juárez, dos artículos relacionados con el uso del agua en distintos tipos de suelos y labranzas. Sus charlas en los congresos de AAPRESID llegaron a ser un clásico.

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Grupo “El Cascote”, Inriville (Córdoba)

De a poco, muy de a poco, la idea de la Siembra Directa empezó a ganar adeptos entre los productores (todavía no había sojas RR), pero ya algunas fábricas de maquinarias agrícolas comenzaban a ver un pequeño mercado de sembradoras (Agrometal, Giorgi, Migra, etc.) y algunas instituciones comenzaban a ver la Siembra Directa como una herramienta de uso alternativo de manejo (soja de segunda). Instituciones como el INTA, universidades, la Fundación Producir Conservando, Crea, etc. predicaban en esa época las alternativas: labranza reducida, labranza mínima, labranza conservacionista, y todas las combinaciones que se puedan imaginar, a diferencia de AAPRESID que veía a la Siembra Directa como un sistema de producción sustentable en el tiempo. Pero la realidad y los resultados hicieron que los productores adoptaran cada vez más la Siembra Directa como un sistema de producción permanente. Con esto

quiero decir que, a pesar de las instituciones, de las fábricas de maquinarias agrícolas, de los laboratorios de agroquímicos, de un montón de intereses comerciales y prejuicios, a pesar de que los que difundían este sistema de producción éramos un puñado de “gringos ilustrados” (así nos llamaban algunos académicos), estábamos pateando el tablero y la Siembra Directa se iba imponiendo más allá de las modestas expectativas que teníamos en AAPRESID. La realidad las iba superando.

Con el tiempo, la demanda de los productores por la Siembra Directa creció en forma exponencial (especialmente durante los años 1991 a 1994), por lo que con Germán Fogante y Pablo Rosso creamos una consultora para asesorar a productores de distintas zonas y, a su vez, sembrar en distintos lugares del país. Los productores empezaron a advertir que el sistema tenía una ventaja competitiva adicional a la conservación del agua: con sólo una sembradora y una pulverizadora, podía sembrarse más superficie que con todas las herramientas requeridas para la agricultura de labranza: el sistema era tremendamente operativo.

Hacia el 95 empezamos a explorar nuevas zonas, como Santiago del Estero, Chaco, y norte de Entre Ríos. Las llamadas “zonas marginales” comenzaban a resultar atractivas a partir del mejor aprovechamiento del agua y de la operatividad del sistema. Pasamos dos o tres campañas más sin sojas RR, cuya irrupción en las prácticas agrícolas terminaron de consolidar el actual sistema mayoritario de siembra y cosecha. De ahí en adelante todo empezó a ser más fácil.

Con Martin Ambrogio, Pilu Giraudo, Germán Fogante y Pablo Rosso, entre otros, se fundó por

entonces AAPRESID Joven. Fue una época hermosa durante la cual hicimos varios viajes a Brasil para intercambiar con jóvenes y no tan jóvenes jornadas de campo de plantio direto. AAPRESID Joven era puro voluntarismo en los 93-95. A fines de los 90 y principios del siglo XXI, AAPRESID, de la mano y con el compromiso de Martin Ambrogio, comienza su difusión internacional con jornadas multitudinarias de productores y técnicos en México (Guanajuato) y en Europa (Zaragoza). Hoy posiblemente no sorprenda lo que relato, pero “a partir de la nada” terminar difundiendo la Siembra Directa en otros países es realmente increíble. En el 2005 viajé al Chaco paraguayo, a la colonia menonita de Loma Plata, para aprender sobre una leguminosa arbustiva forrajera y fijadora de nitrógeno y sobre la construcción de represas para riego y bebida. Durante los tres años siguientes los viajes al Paraguay se volvieron periódicos para dictar cursos a esa comunidad menonita sobre Siembra Directa, quienes terminaron adoptando el sistema, no sólo en soja, sorgo y maíz, sino también en el cultivo de sésamo. Este resumen, donde hay 27 años de historia con la Siembra Directa, es parte de un libro que debería escribir, porque es mucha la gente que trabajó en forma silenciosa y comprometida en pos de un ideal que hoy es una realidad y que muchos disfrutamos. Mi eterna gratitud para con ellos, los héroes hacedores de AAPRESID (una institución con muchos “soldados desconocidos”). Y en forma especial, quiero agradecer a Rogelio Fogante y Víctor Trucco, con quienes compartí muchas discusiones y viajes en los inicios; al grupo “El Cascote” de Inriville, los primeros en confiar en el utópico ideal que se estaba gestando; a Grant Thomas, maestro y amigo; a Germán y Martín, amigos y compañeros inseparables de muchas batallas, y a Miguel Lucero, hacedor de muchos de nosotros en nuestra formación profesional. En ese orden cronológico porque fueron parte importante de mi vida como técnico y productor.

Horacio Agüero

Grant Thomas asesorando al Grupo “El Cascote” en su campo de Nebraska (EE.UU.) Zaragoza (España)
Los
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Capítulo
2
orígenes

En rigor, aunque en lo relativo a herbicidas y fitosanitarios los productores dependían de los laboratorios y siempre había alguno que les arrimaba un producto para su evaluación, lo cierto es que nada les garantizaba el resultado. De alguna manera, al emplearlos en una nueva práctica, ellos mismos estaban realizando esos desarrollos, y así surgieron recomendaciones de uso que permitieron revertir los fracasos en el control de malezas. Ante la poca información de que disponían, los productores fueron sacando conclusiones y ajustando las prácticas mediante la propia experiencia, y no sólo en la cuestión específica del cultivo, sino también frente a problemas aledaños, como en este caso el uso de fitosanitarios.

Otro tanto ocurrió frente a la carencia de herramientas específicas para la Siembra Directa. En un campo familiar, el Establecimiento “Don José”, en Arequito, Nicolás Milatich empezó a hacer Siembra Directa a comienzos de la década del 80, una vez graduado en la Universidad Nacional de La Plata, luego de varios años de realizar pruebas de labranza conservacionista con resultados muy parciales de conservación del suelo y de productividad. Como primer paso consultó los trabajos de la Primera Reunión Técnica de Cultivos sin Labranzas (INTA Marcos Juárez, septiembre de 1977) y el libro Agricultura sin Laboreo de Shirley Phillips y Harry Young y luego, gracias al productor Jorge Vodanovich (1927-1981), otro pionero, visionario e innovador en Siembra Directa muy destacado en la zona, consiguió una sembradora MIGRA SA IV, con el tradicional sistema cuchilla-patín, y sembró su primer lote en el año 1981. A pesar del alto costo de los agroquímicos, entre otros inconvenientes, obtuvo un buen rendimiento, lo que lo llevó a seguir insistiendo con varias experiencias y ya en el año 1988 tomó la decisión definitiva de aplicar Siembra Directa permanente con rotaciones, utilizando por entonces una sembradora SA IV de 5 surcos a 70 cm. En la campaña 88/89 hubo una sequía histórica que produjo la pérdida total de la soja y otros cultivos en la zona, sin embargo el lote sembrado mediante Siembra Directa, a pesar de que se enmalezó por no poder aplicar herbicidas, rindió 600 kg/ha . ¡Un éxito total! Ese resultado lo entusiasmó aún más, y lo llevó a modificar la sembradora para que siembre a 35 cm. entre líneas. Se trataba de la primera sembradora a 35 cm.

En 1990 en Brasil comenzaron a fabricarse en serie las sembradoras en Siembra Directa SEMEATO: varios productores argentinos las adquirieron: Miguel Ezcurra importó seis, dos Víctor Trucco, dos Heri Rosso, y también Baretta, entre otros.
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Atardecer sojero en La Rica, Partido de Chivilcoy (enero de 2013)

entre líneas y grano x grano que hubo en el país, y “la diseñamos junto a mi hermano José con el propósito de mejorar la competencia con las malezas, incorporándole otro cuerpo sembrador intermedio, transformándola en 9 surcos”, recuerda Milatich. El ingeniero agrónomo Rogelio Fogante comenzó a hacer Siembra Directa en diciembre de 1976, junto a Mario Gilardoni, y en 1980 ya contaba con tres mil hectáreas bajo ese sistema y 16 productores que lo habían probado en la zona de Marcos Juárez. Fue la primera siembra que surgió como cultivo comercial en una producción relativamente pequeña. “Sólo se trataba de que a uno le creyeran y para eso –comentaba Fogante hace unos años– había que explicar de la manera más clara posible, por ejemplo, una de nuestras mayores limitaciones para la producción era la escasez de agua. Entonces, había que hacer entender que teníamos que buscar sistemas de producción que nos permitieran ahorrar la mayor cantidad de agua. Cuando veíamos que nos estaba yendo más o menos bien con el sistema, nos juntábamos para tratar de difundirlo porque creíamos que era un avance para todos. Y cuando empezamos a visualizar la gran incidencia que debía tener este sistema en la conservación del suelo, decidimos que teníamos que expandirlo. Para eso había que generar algún tipo de expectativa, porque trabajábamos con sembradoras muy rudimentarias, con modificaciones que les hacíamos nosotros mismos. Nuestra mayor limitación era que no contábamos con máquinas adaptadas a los diferentes cultivos que permitieran darle continuidad al sistema, haciendo todo bajo Siembra Directa”.

Fue en un viaje a Brasil en 1975, cuando Fogante y el fabricante de maquinaria agrícola Nazareno Schiavone, oriundo de Marcos Juárez, hallaron en la Estación Experimental de EMBRAPA –el organismo brasileño de investigación agropecuaria–una sembradora que les podía servir. De allí surgió el primer prototipo de sembradora a partir del cual se fabricaron 20 máquinas en la Argentina, que facilitarían aquel desarrollo de tres mil hectáreas en Marcos Juárez. Recién 10 años más tarde se importaron las primeras máquinas brasileñas que llegaron para reactivar una industria nacional desalentada ante la perspectiva de que el negocio no era rentable. Se trataba de fabricaciones pesadas que había que diseñar muy especialmente y que

Víctor Trucco y Héctor Huergo en Venado Tuerto durante una Jornada UPA (Un Productor en Acción) Crovetto Lamarca y Fogante en Chequén (1998). Crovetto presenta sus logros, la agricultura sin labranzas.
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Carlos Reutemann (ex gobernador de Santa Fe), también productor agropecuario, apoyó a menudo la Siembra Directa

La Siembra Directa a escala global

Continentes y/o grandes regiones Área (ha)

Sudamérica 55.464.100

y Ucrania

Total global 124.794.840

Fuente: Friedrich-Derpsch-Kassam, “Overview of the Global Spread of Conservation Agriculture”, en Field Actions Science Reports, 6 (2012)

insumían grandes cantidades de mano de obra y equipos, en un contexto en el que no había aún un mercado que hiciera tal empresa comercialmente atractiva.

Sin embargo, dispuestos a apostar y porfiados en sus objetivos, algunos pioneros encararon el desarrollo de instrumentos para la Siembra Directa. Algunos de ellos fueron Jorge Romagnoli y Quique Rosso, entusiasta fierrero este último, el primero en Monte Buey y el segundo en Marcos Juárez. Romagnoli estaba convencido de que sosteniendo el sistema en el tiempo y logrando más experiencia, se podrían revertir las fallas y las carencias instrumentales que limitaban el éxito. “Había que conseguir un resultado pero no existían herramientas para ello, de modo que era necesario crearlas”, sintetiza. En su campo y en un taller del pueblo practicaba adaptaciones y modificaciones de piezas específicas, obteniendo mejores diseños para las necesidades de la Siembra Directa.

Varias de estas innovaciones fueron más adelante incorporadas por las empresas productoras de maquinaria, llegando a patentar desarrollos de piezas para Siembra Directa a nivel nacional e internacional. Actualmente, la competitividad de las sembradoras fabricadas en la Argentina se manifiesta en el relevante hecho de que el 97% del mercado es de origen nacional, con una pequeña participación de máquinas importadas desde Estados Unidos y Brasil. Más de 90 empresas participan del negocio de la fabricación de sembradoras- fertilizadoras y agropartes de baja y alta complejidad. Los fabricantes argentinos ofrecen más de 450 modelos distintos de sembradoras para el mercado interno e internacional. Un verdadero éxito para la industria nacional, asociado a la transformación agraria propiciada por la Siembra Directa.

Asimismo, en zonas de pequeños productores, la Siembra Directa abrió la posi-

La uniformidad del cultivo, otra ventaja indirecta de la Siembra Directa. Maíz vegetativo en Bragado a fines de 2012

4.723.000
Norteamérica 39.981.000 Oceanía 17.162.000 Asia
Rusia
5.100.000 Europa 1.351.900 África 1.012.840
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bilidad de formar equipos de trabajo para poder socializar y facilitar la inversión en maquinarias y herbicidas. Mario Nardone tomó el testimonio de una serie de productores de San José de la Esquina, en el sur de Santa Fe, que en 1983 señalaban las dificultades que les presentaba el control de malezas. Don Pancho Raymonda, por ejemplo, había incursionado en la Siembra Directa preocupado por el grave problema de erosión hídrica en su campo. “Todavía no hemos podido comprobar si las condiciones de fertilidad han mejorado –decía entonces–, pero sí he notado que el sistema está controlando las pérdidas de suelo fértil de la capa de tierra”.

Otro agricultor llamado Antonio Palassesi observaba que con la Siembra Directa se reducía la cantidad de agua perdida, disminuían los costos y se ganaba tiempo. Por su parte el productor Ávila que estaba al frente del emprendimiento Ávila Hermanos relataba: “En 1978, en la asistencia a reuniones, me habían informado del nuevo sistema de labranza. Las primeras experiencias fueron reducir y eliminar el arado. En la siembra de doble cultivo trigo-soja perdíamos mucho tiempo y humedad para sembrar, entonces pensamos que con otro tipo de trabajo podríamos llegar a tener muy buenas camas de siembra y humedad. Los resultados, sin embargo, fueron iguales o superiores que con la labranza, los costos menores y, fundamentalmente, confiábamos en que mejoraría el suelo”.

El cultivo que más pronto se adaptó al nuevo sistema de siembra fue la soja. Más adelante se fueron incorporando el maíz y finalmente el trigo y con el tiempo no tardarían en llegar, como un eco de aquellos cambios, las primeras pruebas con cultivos forrajeros que contribuyeron al despegue de la ganadería con Siembra Directa: “Hacia fines de los años 70 –recordaba Nardone en 2006– probamos la siembra de sorgo

Floración plena de girasoles en un campo vecino a Norberto de la Riestra en diciembre de 2011

Capítulo 2 Los orígenes de AAPRESID 57

forrajero sobre verdeos invernales de avena; además de obtener una mayor producción de forraje, la hacienda podía pastar por más días puesto que las condiciones del suelo luego de una lluvia eran de mucha más firmeza que en situaciones de remoción previa a la siembra del sorgo”.

Durante la década de los 70, el ingeniero agrónomo Roberto Peiretti, antes de partir a los Estados Unidos para realizar estudios de posgrado, interesado en contrarrestar la erosión eólica de los suelos sobre un campo de su familia ubicado en las cercanías de la localidad de Viamonte, comenzó a realizar experiencias de implantación de nuevas pasturas sobre las anteriores degradadas sin labrar el suelo. Durante su estancia en la Oklahoma State University se interesó especialmente sobre los avances en Siembra Directa que por allí empezaban a ganar la atención de los productores. A su regreso y actuando como productor y asesor en la zona de Cruz Alta, Córdoba, tomó contacto con la labor que estaban desarrollando Hugo Ghío, Rogelio Fogante, Mario Gilardone y otros innovadores, y comenzó sus propias experiencias colaborando con la firma Pierobon de Cruz Alta en el desarrollo de mejores sembradoras. Los pioneros no realizaban sus ensayos con productos, maquinarias o cultivos en una pequeña parcela sino en áreas que, al menos, alcanzaban las 10 hectáreas. Allí ajustaban el modelo y, si al poco tiempo verificaban un desenlace apropiado, practica-

Suelo de Chequén. “Orgullo de C. Crovetto”. En manos de Rogelio Fogante Estudio de las pendientes del terreno en Chequén, Chile (20 de abril de 1998) Crovetto desparramando el estiércol de sus animales confinados: pollos, algunos cerdos. En Chequén, Chile, el 20/04/1998
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Carlos Crovetto Lamarca,  Nicolás Milatich y Pedro Dedomenici (de izq. a der.) en el fundo Chequén, Chile, durante las Primeras Jornadas Binacionales de Cero Labranza (1990)

ban la Siembra Directa en todo el terreno. Cuando las cosas no salían bien, ponían manos a la obra para indagar sobre las causas de cada falla y buscar otra alternativa. En el entusiasmo por obtener resultados probaban todo lo que percibían que podía redundar en algún beneficio. De esta manera aquellos primeros productores desarrollaron una permanente actividad empírica sobre la tierra y fieles a la idea del trabajo colectivo para la transformación del agro argentino, pusieron a disposición sus experiencias, que incluso han funcionado como insumos para futuros conocimientos científicos.

Lo cierto es que aquellos primeros precursores no podían imaginar cuánto iba a crecer aquella pequeña comunidad, aún sin existencia formal, que aunaba a algunos profesionales y productores a quienes les gustaba trabajar, compartir experiencias, probar nuevas técnicas, charlas de avances tecnológicos, etc. En ese proceso, sin advertirlo, incluso espontáneamente a partir de la tendencia de compartir propia del hombre de campo, se iban poniendo a disposición de toda la comunidad. El corazón de este em-

Ubicación de los primeros ensayos de labranza cero, 1976-1977

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Capítulo 2 Los orígenes de AAPRESID

Hace 54 años que trabajo el fundo Chequén ubicado en Concepción, Chile. Desde el primer día observé con inquietud la erosión de los suelos, provocada por lluvias invernales intensas sobre suelos arados y desprovistos de protección superficial como rastrojos. Las profundas cárcavas en suelos con mayor pendiente aceleraban el proceso erosivo, dejando extensas superficies profundamente agrietadas y las más planas, con gruesas capas de sedimentos sin valor agrícola. Me preguntaba por qué suceden estas cosas, por qué era necesario destruir para producir. Podía perder en cualquier actividad humana, pero sólo por accidente o por algo que proyecté mal, pero jamás entendí perder planificadamente. Esa fue mi principal motivación y entendí que tenía que detener prácticas ancestrales en el manejo de los suelos si quería subsistir como productor. En 1959 detuve el arado y otras herramientas de labranza del suelo y me limité voluntariamente a manejar las plantaciones de pinos hechas por mi padre en la década del 40. En 1977 inicié mi primera siembra de maíz sin arar, con una sembradora importada de Estados Unidos, la primera sembradora de directa en Chile. Al año siguiente ya tenía la sembradora de grano fino para trigo y otros granos, evitando el uso de herramientas destructoras del suelo. Las aguas de las colinas de Chequén corrían limpias y los rendimientos fueron aumentando. Todo esto realmente me hacía feliz ya que había doblegado la mano de la inconciencia, ciega y prepotente. Sólo mi hermano Tomás entendía mi filosofía de vida y el enorme respeto que sentía por mi suelo. Paralelamente a este fenómeno de profundo cambio, se manifestaba la negativa de mis colegas agricultores para adoptar este nuevo sistema de manejo del suelo; ellos se sumieron en su orgullo sin ni siquiera darme la oportunidad de conversar. Hoy, después de 48 años, Chequén es el único campo que produce granos en una comuna de 62 mil hectáreas. La agricultura tradicional expiró dando lugar a

que el 60% de su superficie se encuentre hoy plantada de pinos y eucaliptus y el resto en manos de pequeños propietarios que continúan avasallando sus tierras en busca de un mísero puñado de trigo.

La agricultura “cero labranza” se debía extender hacia el Chile agrícola. En el centro-sur del país se siembra un millón de hectáreas, sobre suelos arados y rastrojos quemados. Hoy sólo un escaso 20% no se ara, pero sus rastrojos se queman en más de 70% de la superficie. En 1985 inicié mis viajes al extranjero invitado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos a Ecuador. Ese mismo año viajé a Venezuela. En 1987 PROCISUR me invitó a un taller de trabajo en conservación de suelos, en Santiago, con expertos de INIA y del cono sur de América. En esa oportunidad asistió, como representante del INTA, Hugo Marelli, de Marcos Juárez, Córdoba. El ingeniero Marelli me escuchó y llevó a su regional las inquietudes que había expuesto en Santiago. A los pocos días, el productor y miembro de la Cooperativa General Paz de Marcos Juárez, Mario Gilardoni, me llamó para invitarme a una conferencia sobre cero labranza (agosto, 1987). En septiembre de 1988 viajé a Arequito invitado por la Asociación de Ingenieros Agrónomos de Caseros, Santa Fe. Mario Gilardoni, Rogelio Fogante, Heri Rosso, Víctor Trucco, Gino Minucci, José Araya, Luis Giraudo, Hugo Ghío y tantos otros asistieron. Conversando con algunos de ellos, les hice ver la necesidad de formar una unión de agricultores cero labranza. En 1989, Víctor Trucco como presidente y un grupo de productores crearon AAPRESID.

En 1987, la Argentina no tenía más de tres mil hectáreas en Siembra Directa. En menos de 20 años ha llegado a 20 millones de hectáreas. Este descomunal crecimiento se ha irradiado a todos los rincones sembrables del país. No hay duda de que este crecimiento sólido y progresivo ha sido gracias a AAPRESID. Ellos son los grandes responsables del cambio más trascendental en la historia de la agricultura argentina. Desde el

inicio, sus directivos entendieron que era fundamental entregar a sus asociados y a los productores en general conocimientos suficientes para enfrentar con éxito el cambio.

La homogeneidad con que la Siembra Directa ha crecido en la Argentina es única en el mundo. También hay que destacar la velocidad del crecimiento que ha tenido y el nivel tecnológico que ocupa a los productores. AAPRESID generó, además, cambios en la manufactura de equipos agrícolas tradicionales. Hoy en la práctica ya no se construyen arados, rastras ni equipos de labranza. En el país existe un enorme desarrollo de sembradoras que se comercializan también en Europa y otros países, lo que dice mucho de su diseño, calidad y competitividad. Paralelamente se producen innovadoras máquinas para manejar los verdeos y rastrojos que cumplen cabalmente con las necesidades de los productores. El espíritu argentino es uno solo, se junta el productor con el industrial que pone atención a sus necesidades. Es común ver a los mismos productores diseñando y mejorando sus equipos o aportando su experiencia a los diseñadores. Este acercamiento de valores ha facilitado el desarrollo de la Siembra Directa en la Argentina y en el mundo.

Creo que en estas líneas he expresado mi profundo sentir y admiración por los productores argentinos, sensibles y fuertemente estimulados por su propio medio en la búsqueda de un mejor manejo agronómico de sus suelos. Han logrado entender que el suelo es vital para el hombre y todos los seres vivos que habitan la faz de la tierra, pero, sobre todo, que es responsabilidad de cada uno revertir los errores del pasado, lo cual se ha conseguido con mucha fe en lo que hacen. Superaron decepciones y pesadillas para, finalmente, encontrar la paz interior que todos anhelamos.

de AAPRESID 60
Carlos Crovetto Lamarca Centro de Desarrollo de la Cero Labranza Concepción, Chile, agosto de 2005 Historia

prendimiento fue aquel puñado de técnicos y productores agropecuarios que, en busca de soluciones, habían ido conociéndose y agrupándose informalmente alrededor de la “labranza mínima”. Esto representaba un primer paso hacia una reducción de la intensidad y la agresividad del método tradicional de labranza, y más pronto de lo esperado culminaría en el pleno desarrollo, implementación y adopción de la Siembra Directa. Promediados los años 80, las reuniones que los congregaban comenzaron a convocar a un grupo cada vez más amplio. Empezaron a pergeñar, entonces, la idea de agruparse más formalmente. “Sabíamos que si seguíamos con una superficie limitada no íbamos a ser atractivos para los fabricantes de maquinarias agrícolas, los proveedores de insumos y los investigadores que veían que algo diferente a lo propuesto desde el Estado se estaba haciendo, para dar respuestas a algunos cuellos de botella que se presentaban. Teníamos que agruparnos, fundar una institución para difundir el sistema y extender la superficie en Siembra Directa”, sintetizaba Fogante.

La figura más paradigmática es Heri Rosso, quien reunía un gran talento comunicativo con la rara virtud de vivir en su campo y tener un enorme galpón siempre ordenado, donde modificaba y ponía a punto cuanta sembradora o fierro cruzara por su campo. La otra figura desde lo afectivo fue Mario Gilardoni.

Nuevamente, Fogante relata cómo se construyeron los primeros vínculos internacionales de AAPRESID, frutos de ese mismo esfuerzo que tendió puentes con productores de otros países de la región. “Mario (Gilardoni) acosaba permanentemente

En tiempos de arado de reja y vertedera, los pioneros de AAPRESID eran concebidos como fundamentalistas, eran "los locos de la Siembra Directa". Ellos desafiaron críticas y malos augurios. Fueron muy generosos dándonos un espacio -Aapresid Joven- acompañándonos a las Universidades de Agronomía, trasmitiendo sus experiencias y encendiendo en nosotros la pasión del Espíritu Aapresid. Hoy reivindican esa generosidad cediendo el timón de la institución a las nuevas generaciones. Todo un testimonio y legado que exige compromiso máximo y mejora en la continuidad.

Pilu Giraudo
2 Los orígenes de AAPRESID 61
Capítulo

Cuadro 5. Comparación entre las condiciones de cultivo bajo Siembra Directa y labranza. Gramínea en pie o en superficie Gramínea enterrada

• Lenta descomposición

• El Carbono se “quema” lentamente y en menor medida

• Estabilidad de los agregados

• Mayor porosidad

• Mayor % de MS

• Mayor humedad en el perfil

• Rápida descomposición de la MO

• El Carbono se “quema” rápidamente

• Baja estabilidad de los agregados

• Ruptura de la estructura del suelo

• Se anula o desperdicia el efecto protector

a los técnicos del INTA Marcos Juárez, vinculados a suelos, para que hicieran algo para la difusión de la labranza cero, –relata–. En uno de esos encuentros el ingeniero Marelli había regresado de una reunión realizada en Chile y pareciera que, como para satisfacer las demandas de Mario, le dijo: «Mirá, acabo de regresar de Chile y si querés escuchar a alguien que sabe de labranza cero, te paso los datos de este productor que escuché en la reunión»”. La persona a la que se refería era el productor agropecuario chileno Carlos Crovetto Lamarca, que ha sido un importante referente para los pioneros argentinos. “Como Mario no se dormía en estas cuestiones –continúa Fogante–, se puso en contacto rápidamente con Carlos para que viniera a darnos una conferencia y desde allí Mario estableció una profunda amistad. También gestionó, siendo socio y creo que en ese momento miembro del consejo de administración de la Cooperativa General Paz de Marcos Juárez, que esta entidad se hiciera cargo de los costos del evento. Se creyó en ese momento que el local de la Agencia de Extensión del INTA Marcos Juárez podría ser el lugar más adecuado. Mario realizó una gran tarea para que asistieran la mayor cantidad de productores y técnicos posibles, y así se logró reunir entre 60 y 80 interesados. Esto ocurría en 1987.” Y concluye Fogante: “Quiero recalcar que el mérito de haberlo traído por primera vez al país fue exclusivamente de Mario Antonio Gilardoni y con eso logró un gran impacto en todos nosotros”. Victor Trucco reafirma el recuerdo de su colega Rogelio Fogante y agrega: “Después hubo un viaje a Chile que permitió corroborar los logros de Crovetto Lamarca in situ. Sin duda conocer a Crovetto y su campo Chequén fue lo

Primera sembradora en el país de 9 surcos a 35 cm. entre líneas, distribución grano x grano adaptada artesanalmente en base a una Migra SA IV en Arequito por Nicolás Milatich y José Milatich (1988): en atención a las dudas de algunos productores pesimistas sobre los beneficios de la Siembra Directa fue bautizada NOVANDAR I

de la sembradora de los hermanos Milatich

Detalle sobre rastrojos de maíz
Historia de AAPRESID 62

que nos convenció de que la Siembra Directa, el concepto, se trataba de un cambio de paradigma muy profundo. El viaje de los productores y técnicos pioneros a Chile fue muy importante porque en ese encuentro comenzó la cooperación internacional que, años más tarde, fraguó en CAAPAS.

“Los pioneros éramos AAPRESID, –señala Telmo Trossero con seguridad– y nos unía el entusiasmo y la generosidad por compartir los conocimientos y los avances para que otros también pudieran gozar de los beneficios del sistema. Esa conducta se transfirió a la institución y ésta la derramó al resto de los productores”. Todos ellos relatan con orgullo cómo fueron sembrando, a la par de la soja, el trigo y el maíz, nuevas ideas y confianza en los resultados de la Siembra Directa así como en la labor cotidiana de una asociación que surgió del trabajo a pulmón de unos pocos hombres y que pronto adquiriría una existencia formal y crecería sostenidamente hasta el presente.

∏ De la cosecha a la siembra: la institucionalización

Atentos a disponer de un marco institucional donde compartir ideas y experiencias, de días de encuentro determinados y de un espacio propio para desarrollar intercambios, el 1º de agosto de 1989 los pioneros fundaron AAPRESID como entidad sin fines de lucro, formalizando y canalizando así los años precedentes de trabajo conjunto. El objetivo era propiciar un ambiente donde compartir, generar y difundir experiencias productivas y conocimientos relacionados con la Siembra Directa. Los criterios que guiaron la labor de la nueva entidad fueron: abocarse a la promoción, intensificación, desarrollo y mejoramiento del nuevo sistema de producción en el ámbito nacional; procurar el fomento del espíritu de asociación entre los productores; prestar asesoramiento e información a los asociados y contribuir a la defensa de sus intereses mediante su representación ante organismos oficiales o privados relacionados con sus actividades y con el cumplimiento de los fines de la institución, la organización de asesorías especializadas en temas técnicos, comerciales y financieros afines y la prestación de colaboración en el proyecto, trámite e interpretación de normas legales a nivel nacional, provincial o municipal. Asimismo se trataba de: promover la investigación científica y técnica como factor

Segunda sembradora de 13 surcos a 35 cm. entre líneas, distribución grano x grano, diseñada y fabricada en Arequito por Nicolás Milatich y José Milatich (1991). El éxito de la sembradora NOVANDAR I invitó a bautizar a esta otra, de mejorado diseño, NOVANDAR II. Estuvo sembrando hasta el año 2010

Norman Bourlag,  Premio Nobel de la Paz “Lucha contra el hambre”, concurre al VII Congreso de AAPRESID. Es un reconocimiento de la Siembra Directa en la lucha por la erradicación del hambre

2 Los orígenes de AAPRESID 63
Capítulo

Ciencia y agricultura

“Lograr 37 quintales y medio de maíz por hectárea sin haber tocado la tierra nada más que lo necesario para matar las malezas, abrir un pequeño surco y cosechar parece imposible pero es cierto”, afirmaba el agrónomo italiano Marcello Fagioli en la revista La Chacra de diciembre de 1966. A continuación recordaba algunos antecedentes: “En 1961, un técnico norteamericano de apellido Moody publicó una nota sobre la primera experiencia realizada en el Estado de Virginia”. Y concluía: “Creo firmemente que la labranza cero logrará revolucionar a la agricultura. Por ahora sólo es una esperanza”. El domingo 29 de mayo de ese mismo año el diario La Opinión de Pergamino, provincia de Buenos Aires, había relatado con asombro los primeros resultados de la Siembra Directa local. Fagioli había dicho entonces: “Se puede sembrar maíz sin arar, sin rastrear, sin escardillar y sin aporcar. Actualmente es un experimento, pero ha demostrado ya que puede ser realidad”. Y lo explicaba así: “Se siembra sobre suelo cubierto con rastrojos. La erosión siempre ataca a los suelos desnudos y castigados. En cambio, con la labranza cero se mantienen sin destruirlos y con las condiciones de fertilidad sin desgaste, obteniendo iguales o mayores índices de rendimiento por hectárea”.

Marcello Fagioli fue el autor del primer trabajo documentado sobre Siembra Directa en la Argentina. Nació en Monte Giberto, Italia, en 1929, y llegó al país a comienzos de los años 60. En 1964, a partir de su vinculación con la Estación Experimental Pergamino del INTA, proyectó una experiencia para estudiar la incidencia de distintas profundidades de arada sobre el rendimiento del cultivo del maíz y la dinámica de la humedad en el suelo. El ensayo de investigación comprendía la observación de la respuesta del cultivo a distintas profundidades del laboreo (15, 30 y 45 centímetros), incluyendo parcelas no aradas. “Todavía recuerdo la mañana en que el encargado del campo,

con una expresión muy preocupada, se precipitó en mi oficina y me dijo: “Doctor, ¿cómo voy a sembrar maíz en un suelo no arado?”, cuenta Fagioli. Sin embargo, los resultados que obtuvo no fueron aceptados: “El comentario más benévolo que recibí del personal de la Estación Experimental –continúa– fue que me aconsejaban ir a un manicomio si creía, realmente, poder sembrar maíz de esa manera en los campos de la zona. Era muy difícil hacer aceptar la filosofía de esta nueva técnica. Y era natural. No quisiera ser mal interpretado. Los resultados no fueron aceptados, pero la institución puso a mi disposición laboratorio, campo experimental y personal por años. Y de eso estoy muy agradecido”.

Años más tarde, en 1978, Víctor Zeljkovich y Oscar Hansen repitieron la experiencia probando resultados que arrojaban un abanico que iba desde una fuerte labranza hasta la Siembra Directa. Los mayores rendimientos se alcanzaron con el último sistema. “Decidieron establecer un ensayo de largo plazo. Encontrar el terreno para ello no fue fácil ya que los directores de la Experimental de Pergamino no querían comprometer tierra para una tecnología que no entendían y cuyo potencial era incierto. Tanto en Marcos Juárez como en Pergamino, las primeras experiencias en Siembra Directa fueron realizadas por investigadores individuales fuera de sus planes de trabajo formales”, afirma el investigador Javier Ekboir y continúa: “Durante casi 20 años, la Siembra Directa no fue una prioridad para las instituciones públicas de investigación. Los primeros investigadores que trabajaron en Siembra Directa se enfrentaron a la oposición, o en el mejor de los casos a la ignorancia, de la mayoría de sus pares y autoridades. Institucionalmente, el INTA así como los ámbitos académicos universitarios ofrecen hoy en día una política de apoyo y desarrollo de la Siembra Directa”. Por su parte Hugo Ghío destaca el trabajo de algunos técnicos del INTA, quienes “a partir de sus estudios en el exterior,

descubrieron la Siembra Directa. Fueron ellos –señala Ghío–, Mario Nardone, Hugo Marelli, Alfredo Lattanzi, Osvaldo Signorile, Oscar Hansen y Víctor Zeljkovich, quienes trajeron el sistema a nuestro país e hicieron algunos de los primeros ensayos a campo”. Rogelio Fogante, por su parte, explica: “Cuando empezamos a difundir el sistema el INTA estaba intervenido. Para nosotros era una fuerte oposición porque implicaba un déficit muy grande en el planteo de las primeras experiencias: éstas se hicieron sobre microparcelas que generaban problemas, porque uno de los requisitos de la Siembra Directa es tratar de evitar el permanente pasaje de las maquinarias en el microlugar. De modo que, en la primera etapa de experimentación, teníamos un problema de compactación del suelo en el lugar donde pasaba la maquinaria. Por otro lado, decíamos que, si a pesar de la compactación, la respuesta era mejor, cómo iba a ser cuando lográramos evitarla. El gran logro, como filosofía, es que AAPRESID es una institución abierta que funciona sobre el principio básico del método científico: que ninguna hipótesis se descarte hasta que no se demuestre lo contrario. Yo siempre decía que vinieran hasta los que estuviesen en contra del sistema, porque era una forma de tener un parámetro de comparación y elaborar argumentos. Recuerdo que cuando terminé de dar una charla en uno de los primeros congresos alguien dijo: «Mirá, con lo que dijo Rogelio pasa lo mismo que con el curandero, le creés o no le creés». Una de las cosas que siempre decíamos era que no había que acorralar a nadie. Es decir, a todo aquel que estuviera en contra de la Siembra Directa había que dejarle una vía de escape para que el día de mañana pudiera acercarse, porque todos tenemos nuestro corazoncito y nos cuesta reconocer que estuvimos equivocados. Yo digo que si hemos sido capaces de cambiar eso, no hay nada, si encontramos el fundamento, que no seamos capaz de cambiar”.

de AAPRESID 64
Historia

Capítulo 2 Los orígenes de AAPRESID

de desarrollo y mejoramiento del sistema; fomentar la capacitación de sus miembros mediante boletines, gacetillas, cursos y conferencias y establecer contactos y relaciones con entidades similares, dentro y fuera del país, para el intercambio de información y servicios útiles para los fines de la asociación.

Desde sus orígenes el capital de AAPRESID estuvo constituido por la capacitación y la generosidad de sus asociados, de donde emergen los directivos de la institución. Al momento de su institucionalización contaba con un grupo de socios formado por: Víctor Trucco, Heri Rosso, Rogelio Fogante, Mario Gilardoni, Hugo Ghío, Jorge Romagnoli, José Cagliero, Luis Felipe Giraudo, Néstor Permingeat, Rubén Cittadini, Gino Minucci, Telmo Trossero, Roberto Peiretti, José Ángel Capretto, Raúl Gerbaudo, Mario Nardone, Nicolás Milatich y Osvaldo Trucco fueron los fundadores y primer Comisión Directiva, y algunos profesionales del INTA como Hugo Marelli, Alfredo Lattanzi, Osvaldo Signorile, Oscar Hansen y Víctor Zeljkovich. Ellos fueron quienes fundaron AAPRESID como institución. Más tarde se agregaron José Araya, Bardino Cecci, Ricardo José Mazza, Horacio Agüero, Miguel Ezcurra, Pedro Dedominici, Enrique Taylor, Juan Gabriel Tellería, Juan Carlos Mettifogo, Rodolfo Frías y César Belloso. Daniel Canova fue el primer Coordinador Técnico de la Institución. Más adelante se incorporaron algunas instituciones tales como la Cooperativa Agrícola Ganadera Bouquet, la Sociedad Los Rastrojos (de Roberto Peiretti y Hnos.) y MIRA, empresa productora de soja, maíz, girasol y ganadería bovina (representada por Telmo Trossero).

Visita del Ing. Agr. Grant Thomas, (Universidad de Kentucky – EE.UU.) al Establecimiento "Don José” de la Familia Milatich en Arequito (19 de enero de 1990). De der. a izq.: Nicolás Milatich, José I. Milatich (h.), Grant Thomas, José Isidoro Milatich (p.), "Tin" Tazzioli, Pedro Dedomenici (de brazos cruzados), Roberto Gasparini, Juan Jelusich, entre otros

ex

Grupo CAAPAS en Chile. Se forma CAAPAS : Asociación Americana de Productores de Siembra Directa (Argentina, Chile, Uruguay, Brasil y Paraguay). Juan Carlos Mettifogo, socio y directivo de AAPRESID e impulsor de la formación de la Regional Santa Teresa, entre otras, en un viaje instructivo a Brasil en 2010 Hugo Ghío, Rogelio Fogante y Kulmann. 2003
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Los socios pioneros se reunieron formalmente por primera vez el 9 de septiembre de 1989 en una oficina de la calle Brown 1204, en Venado Tuerto, provincia de Santa Fe, donde funcionaba la oficina de la zona sur de AACREA. Desde allí definieron las distintas áreas y funciones de la comisión directiva y organizaron el establecimiento con un coordinador, una secretaria y apenas una computadora. En el acto fundacional los socios resolvieron que la dirección y administración de la entidad estuviese a cargo de una comisión constituida por 12 asociados como miembros titulares y otros tantos como suplentes. La comisión directiva se renovaría por mitades cada año y contaría con los cargos de: presidente, vicepresidente, secretario, prosecretario, tesorero, protesorero, seis vocales titulares y otros seis suplentes. Como se trataba de constituir una asociación de productores, los ingenieros agrónomos formarían parte de la línea de vocales y se dedicarían específicamente a desarrollar los aspectos técnicos del trabajo conjunto. Los estatutos contemplaban, además, la realización de asambleas generales a través de las cuales se expresarían los asociados. Sobre aquellos primeros encuentros relata Eduardo López Mondo, técnico entusiasta y promotor de las reuniones entre pioneros: “Recuerdo que Rogelio Fogante, que funcionaba para mí como una especie de gran cardenal elector, mencionó como el mejor candidato para el puesto de conducción a un bioquímico de San Jorge, Víctor Trucco. Yo no conocía ni al pueblo ni al bioquímico, pero confiaba en el juicio de Rogelio, y así fue nomás, muy sencillo y por muchos años”. La primera comisión directiva estuvo integrada por los productores entonces reunidos y su primer presidente –y director ejecutivo de la institución– fue Víctor Trucco, quien mantuvo ese cargo hasta el año 2004. Por su parte Víctor Trucco vincula la conferencia brindada por Carlos Crovetto Lamarca en Marcos Juárez con la fundación de la entidad. “Lo que expuso Crovetto en Marcos Juárez impulsó a los productores y técnicos participantes a invitarlo a Arequito para que diera una conferencia, que fue un hecho fundamental en la creación de AAPRESID. Creo que fue el evento fundacional. Para mí fue la primera conferencia de Siembra Directa y prácticamente ahí se decidió la formación de AAPRESID. Me eligieron presidente con Quique Rosso como vice, Luis Giraudo como secretario y Rogelio Fogante como miembro del Consejo Directivo”.

1989 1990 1994
Celebrando el encuentro con Otto Sorbig en España
Historia de AAPRESID 66
Horacio Agüero

“En el año 1989 junto a otros entusiastas y pioneros de la Siembra Directa, fundamos AAPRESID. Luego, en 1990, algunos de nosotros viajamos a Chile a las Primeras Jornadas Binacionales de Cero Labranza en el fundo Chequén de Don Carlos Crovetto Lamarca, quién con su trayectoria, experiencia y visión me marca un camino definitivo: la única forma posible de hacer agricultura es con Siembra Directa”, recuerda Nicolás Milatich y agrega: “En aquellos años era algo muy fuera de lo común sembrar directamente sin labranza previa, por lo tanto los comentarios no eran optimistas sobre los resultados, así que había que escuchar cosas como «no va andar, el suelo se compacta, son vagos, anda si llueve, rinde menos, mucho gasto en herbicidas, etcétera…»”.

César Belloso, presidente honorario, se sumó a la comisión fundacional, entusiasmado por Daniel Canova, para organizar los grupos regionales de la provincia de Buenos Aires. Pero en rigor, el centro nodal de las energías y experiencias que dieron luz a AAPRESID se encontraba en el centro sur de la provincia de Santa fe y este de la provincia de Córdoba. Allí, en el mismo suelo donde un siglo antes comenzaron a crearse las primeras colonias agrícolas exitosas de la Argentina, forjadas gracias al trabajo de inmigrantes europeos, nació en la pampa gringa esta nueva entidad de innovadores agrarios que pronto se expandió a diversas provincias del país. Su primer coordinador técnico fue Daniel Canova –quien escribía el newsletter de la entidad– y la primera secretaria, Hilda Geary, formada en Antropología y que pronto sobrepasó los alcances de su tarea como secretaria, al ocuparse también de vender espacios publicitarios y material bibliográfico, desgrabar conferencias, tejer relaciones públicas, atender visitantes y disertantes y realizar traducciones del inglés al español.

Contaba Hilda Geary en 2005: “Aquellos que, en ese momento, integraban AAPRESID me impresionaron positivamente como personas con visión, decisión, entusiasmo, liderazgo, creatividad y un profundo amor por la tierra. Por esa razón acepté el empleo. Al comienzo teníamos muy pocos socios y escasos recursos para reclutar nuevos miembros, de modo que se me ocurrió ir a la compañía telefónica, buscar guías de pueblos o ciudades pequeñas de diferentes provincias y enviarles una invitación a asociarse a negocios relacionados con la agricultura o estancias agropecuarias”.

En Santa Fe, en el mismo suelo donde un siglo antes comenzaron a crearse las primeras colonias agrícolas exitosas de la Argentina forjadas gracias al trabajo de inmigrantes europeos, nació esta nueva entidad de innovadores agrarios que pronto se expandió a diversas provincias del país.

1996 1997 1999
2 Los orígenes de AAPRESID 67
Capítulo

Siembra Directa en algunos países latinoamericanos (FAO, 2011c)

País Área sembrada (en ha)

Argentina

25.553.000

Bolivia 706.000

Brasil 25.502.000

Chile

Colombia

México 41.000

Paraguay 2.400.000

Uruguay

Venezuela 300.000

Total 55.464.100

Fuente: Friedrich-Derpsch-Kassam, “Overview of the Global Spread of Conservation Agriculture”, en Field Actions Science Reports, 6 (2012)

A las iniciales reuniones en el local prestado gentilmente por la zona sur de Santa Fe de AACREA en Venado Tuerto, le siguió la instalación en una pequeña oficina alquilada en el número 763 de la calle Corrientes, frente a la Bolsa de Comercio de Rosario, entidad que desde el primer día les abrió las puertas. Como garante del alquiler del local salió César Quijano, un médico amigo de la institución, Gino Minucci fue el encargado de fabricar en su taller de Pérez Millán un calentador y equipo para tomar mates en la oficina durante las reuniones. Años después los socios arrendaron una oficina más grande, pero como la institución crecía y se incrementaban las actividades fueron cambiando de lugar su sede. Aunque pensaron diversas posibilidades, finalmente decidieron instalarse en Rosario, y en esta decisión tuvo mucho peso el propósito de lograr un desarrollo autónomo. “Teníamos la convicción –explica Jorge Romagnoli, presidente de AAPRESID entre 2005 y 2009 y actual presidente honorario– de que si nos instalábamos en Buenos Aires terminaríamos mimetizados con un entorno económico, político y comercial que podría desviarnos de nuestros objetivos radicales”.

Al grupo inicial de pioneros pronto se agregaron otros, como Horacio Agüero, Pablo Moreno, Eduardo Da Sylveyra, etcétera. Para entonces AAPRESID ya tenía un símbolo y un auspiciante. Su logo representa aquello que era característico de la mínima remoción para sembrar la tierra: las cuchillas ravioleras delante –discos con borde ondulado que ya no se usan y que por entonces se importaban– y el órgano del surco tradicional detrás, que podía ser, por ejemplo, un azadón o un doble disco. El logo incluye, asimismo, un cultivo –la planta de soja–, los picos pulverizadores que representan el control de malezas con herbicidas y unos "pelitos" que aluden al rastrojo de trigo. Esa alegoría había aparecido por primera vez a fines de los años 70, en las Jornadas de Agricultura y Conservación organizadas por el INTA en Marcos Juárez, cuando la Siembra Directa recién se abría paso en la Argentina. El emblema no perduró en ese momento pero fue recobrado por los pioneros con la idea de que si ya existía un símbolo adecuado no había motivo para crear otro.

El crecimiento de AAPRESID pronto le permitió contar con destacados auspiciantes, que actualmente suman a numerosas instituciones y destacadas empresas del sector. La primera firma que respaldó económicamente a este grupo de productores fue

El Encuentro Anual de Regionales lleva el nombre de José Araya, en homenaje a quien fuera uno de los primeros 23 socios que, en 1989, crearon AAPRESID. En la foto, 10° Encuentro de Regionales “José Araya”, en San Nicolás, el 3 y 4 de mayo de 2012.
180.000
127.000
655.100
Historia de AAPRESID 68

Monsanto Argentina. Dicha firma tenía interés en desarrollar la Siembra Directa debido a que su principal herbicida, el glifosato, era un insumo efectivo con un amplio espectro de control de malezas. “La vinculación de Monsanto con la agricultura conservacionista comenzó en 1985, y lo que hicimos en esos años fue generar una red que incluía a productores líderes, técnicos del INTA y fabricantes de sembradoras –Agrometal, MIGRA y Pierobon–”, comenta Eduardo López Mondo. Sin embargo, es importante señalar que ningún auspiciante de AAPRESID constituye un condicionamiento a sus políticas institucionales y/o de desarrollo tecnológico. En efecto, dicha entidad sostiene la transparencia y la independencia como valores cardinales, para así poder dirigir su desarrollo hacia las necesidades registradas. Valga como ejemplo que si bien la cuota que debe aportar una empresa asociada es diez veces la que aporta un productor, ninguna empresa como tal puede ser miembro del directorio. En la misma dirección, si bien los estatutos de la entidad contemplan la posibilidad de recibir apoyo del sector estatal, hasta la actualidad la asociación no ha solicitado ni percibido subsidios.

Aunque AAPRESID transitó momentos económicos difíciles, sus fuentes de financiamiento siempre se basaron en el aporte de sus socios. Fue precisamente la continuidad de esa política autárquica la que le ha permitido a la institución ganar en credibilidad, cosechar un espacio legítimo en la sociedad (particularmente entre los productores) y obtener el apoyo de cada vez más socios. Las primeras tareas que asumieron los socios tras la conformación de AAPRESID fueron: la realización de eventos para poder cumplir con los objetivos de difusión de la Siembra Directa –reuniones de campo, seminarios, congresos y encuentros técnicos que han ido creciendo año tras año– y la gestión de importaciones, desde Brasil, de máquinas sembradoras que no se fabricaban en la Argentina.

Por entonces ya se manifestaban con fuerza la apuesta al conocimiento como recurso esencial a ser transmitido y los valores de fortaleza profesional, generosidad, lealtad, acción y compromiso, que delinearían conceptos clave dentro de la institución, tales como “red de redes”, “innovación cooperativa” y “sustentabilidad”. Estas nociones pueden resumirse en la voluntad y la convicción de que era necesario abandonar la explotación agropecuaria basada tanto en el arado y la labranza como en una concepción filosófica minera y extractivista (y hasta destructiva) de la tierra, para evolucionar hacia un estadio de balance y de mejoramiento progresivo de los recursos involucrados en el proceso agro-productivo.

Otro aporte muy importante fue el de los jóvenes. Después de los primeros años se pensó con buen criterio que se debía llegar a la juventud y en especial a los que cursaban los primeros años de las carreras de agronomía. Así se formó AAPRESID Joven donde los más entusiastas fueron María Beatriz Giraudo (primer presidente), Martín Ambrogio, Germán Fogante, Pablo Rosso, José Brizio, Pablo López Anido, entre otros. Mantenían intercambio entre estudiantes y jóvenes productores no sólo del país sino también de los países vecinos, especialmente Brasil. Los pioneros los acompañaron para llevar el sistema de Siembra Directa a las universidades.

En palabras de Roberto Peiretti, y casi como una metáfora de su campo profesional: “Por definición y por ser sólo un grupo de productores sin mayores apoyos externos, basados en nuestra propia pasión, desde los inicios concebimos nuestra tarea como lo más parecido a la acción de una enzima (catalizador biológico), o sea, una sustancia que permite que las reacciones ocurran pero sin consumirse en las mismas. Sólo éste podía ser el camino para sobrevivir y triunfar llevando a cabo nuestros

Shirley Phillips (coautor del libro No Tillage Farming. Principles and Practices, New York, 1984), aquí junto a Nicolás Milatich durante el Simposio Internacional sobre Plantio Direto em sistemas sustentáveis realizado en Castro, Paraná, Brasil en 1993.

La continuidad de la política autárquica le ha permitido a la institución ganar en credibilidad, cosechar un espacio legítimo en la sociedad (particularmente entre los productores) y obtener el apoyo de cada vez más socios.

Martín Ambrogio

Los orígenes de AAPRESID 69
Capítulo 2

Extensión de la adopción de agricultura de conservación en todo el mundo (solo países con más de 100,000 ha) (FAO, 2011c)

País Area sembrada (en ha)

Estados Unidos 26.500.000

Argentina 25.553.000

Brasil 25.502.000

Australia 17.000.000

Canadá 13.481.000

Rusia 4.500.000

China 3.100.000

Paraguay 2.400.000

Kazajistán 1.600.000

Bolivia 706.000

Uruguay 655.100

España 650.000

Ucrania 600.000

Sudáfrica 368.000

Venezuela 300.000

Francia 200.000

Zambia 200.000

Chile 180.000

Nueva Zelanda 162.000

Finlandia 160.000

Mozambique 152.000

Reino Unido 150.000

Zimbabwe 139.300

Colombia 127.000

Otros 409.440

Total 124.794.840

Fuente: Friedrich-Derpsch-Kassam, “Overview of the Global Spread of Conservation Agriculture”, en Field Actions Science Reports, 6 (2012)

propósitos con escasos medios materiales”. Muchas cosas cambiaron desde la institucionalización de AAPRESID. Paulatinamente el concepto de Siembra Directa dejó de estar vinculado a un grupo circunscrito en el que cada cual contaba su experiencia, como en los primeros tiempos, y comenzó a difundirse mediante una red abierta de productores innovadores. Los lineamientos generales de la organización se expandieron por todo el país a partir del trabajo de los Grupos Regionales (a los que nos referiremos más adelante) y de la mano de cursos, congresos, seminarios, jornadas de campo y reuniones técnicas. La estructura de recursos humanos de la asociación ha crecido desde los dos empleados iniciales hasta una plantilla bastante más numerosa y además muy eficiente. A los 21 miembros actuales de la Comisión Directiva y 8 socios colaboradores estratégicos, todos ellos ad honorem, se suman los 32 líderes regionales y un staff de 22 empleados que tienen a su cargo la responsabilidad, no menor, de todas las tareas organizativas y administrativas de la asociación. Lo que subtiende estas transformaciones es la creciente profesionalización y la formación de equipos que acuerdan con los valores y objetivos de AAPRESID en el día a día, contribuyendo así a su permanente difusión: el newsletter original, por ejemplo, se ha desplegado en muchas gacetillas, revistas y libros (Revista Institucional, Gacetilla Informativa, Libro Blanco, Informes Especiales, etc.). Conjuntamente con su crecimiento y sus características innovadoras, fueron incorporándose a la asociación profesionales agropecuarios, estudiantes, empresas proveedoras de insumos, comercios e instituciones públicas y privadas, llegando en la actualidad a contar con casi dos mil socios. Los esfuerzos de la organización, por otra parte, repercuten en la sociedad en su conjunto a través de sus asociados, quienes reciben un constante flujo de información relevante del sector en formato digital e impreso, mediante capacitaciones y ensayos y a través de la oportunidad de formar parte de los Grupos Regionales. AAPRESID ha crecido manteniendo siempre los fundamentos de una red abierta y vigorosa y una estructura flexible con un importante grado de horizontalidad, tramada por el desafío de la innovación y la voluntad de ir siempre hacia adelante donde persisten y se profundizan la apertura, generosidad e inteligencia colaborativa como sus pilares fundacionales. El primer período tras la institucionalización de la asociación fue de formación y despliegue y estuvo articulado alrededor del carisma y el liderazgo de su primer presidente, Víctor Trucco. “Los logros son institucionales; de los problemas alguien es responsable; creo que es la filosofía que debe tener cualquier organización de este tipo –define Trucco–. Siguiendo el principio institucional de desarrollar la Siembra Directa, durante su presidencia la asociación se abocó a la generación de conocimientos y la difusión y gestación de una malla de contactos locales e internacionales –formada por figuras como el profesor emérito de biología de la Universidad de Harvard, Otto Solbrig–, que permitieron posicionar a AAPRESID públicamente y como comunidad de conocimientos abierta al mundo. Se asumió desde entonces la realización de actividades, tales como una publicación periódica y la organización de reuniones, días de campo y congresos anuales. Primaban la voluntad, el apoyo mutuo y cierta atmósfera familiar en la que todos hacían un poco de todo: “Éramos seis empleados. Cuando sonaba el teléfono atendía el que podía; y cuando hacíamos un día de campo no quedaba nadie en la oficina, estábamos desde preparando el mate hasta dando la charla”, evoca Santiago Lorenzatti. Y Trucco confiesa: “Siempre hemos sido muy informales. Esto funcionó más a base de entusiasmo y de pasión que de orden. Acá una reunión dura tiempo indefinido”.

Historia de AAPRESID 70

Considerándola una etapa cumplida, en 2004 Trucco decidió dejar la presidencia para que fuese ejercida por otro miembro de la asociación. Los logros acumulados hacían preciso afianzar lo ya existente para seguir creciendo. Comenzó entonces una transición desde una estructura más informal y estrechamente vinculada al liderazgo personal, hacia otra que perseguía una mayor profesionalización. Esta última, de acuerdo a la voluntad de los socios, no tenía que perder aquel espíritu inicial –que se transmite incluso a quienes hoy ingresan a trabajar–, pero debía permitir ganar eficiencia generando áreas y definiendo perfiles de puestos y responsabilidades, ante lo que se diagnosticaba como una de las debilidades de la organización y que había adquirido el elocuente nombre de la "Víctordependencia”.

Quien asumió este nuevo desafío fue Jorge Romagnoli, nombrado presidente en abril de 2004. El objetivo que caracterizó a su gestión fue la institucionalización de la asociación, con el objetivo de lograr que AAPRESID trascendiera a las personas y que se generara un sistema de formación de dirigentes capaz de convocar a nuevos asociados a arrimarse, entrenarse y asumir cargos de compromiso, en una perspectiva de sucesivos períodos de dos, cuatro o seis años, en los que los nuevos socios pudieran ir ejerciendo funciones directivas. En esta misma línea de institucionalización y profesionalización, se ingresó en un sistema de gestión de calidad, se certificaron normas ISO y se modificó la estructura institucional de la entidad. Hasta entonces existían solamente tres áreas:"Coordinación Administrativa", a cargo de los aspectos formales de la organización; "Coordinación Comercia", que se encargaba del contacto con las empresas y "Coordinación Técnica", el corazón de la organización y responsable de funciones agronómicas tales como: la generación y difusión de nuevos conocimientos, la realización de ensayos de fertilización y control de enfermedades, plagas y malezas en diversas zonas del país, etc. Estas áreas a su vez respondían a la Presidencia y a la Comisión Directiva.

Pulverizador KINSELLA, así bautizado por el productor arequitense Hugo Cerrano tras un congreso de AAPRESID. En dicho evento Cerrano quedó fascinado por las técnicas propuestas por Jim Kinsella (productor estadounidense), a quien quiso homenajear de ese modo.

Capítulo 2 Los orígenes de AAPRESID 71

Carlos Crovetto, Rolf Derpsch, Rogelio Fogante, y Manoel

Pereira homenajeados como «pioneros de la Siembra Directa», junto a Roberto Peiretti

Adopción de la Siembra Directa en algunos países europeos (FAO 2011c)

País Area sembrada (en ha)

Finlandia 160.000

Francia 200.000

Alemania 5.000

Hungría 8.000

Irlanda 100

Italia 80.000

Holanda 500

Portugal 32.000

Eslovaquia 10.000

España 650.000

Suiza 16.300

Reino Unido 150.000

Total 1.311.900

Fuente: Friedrich-Derpsch-Kassam, “Overview of the Global Spread of Conservation Agriculture”, en Field Actions Science Reports, 6 (2012)

A esta modalidad organizativa se sumaron luego nuevas áreas, a saber: “Comunicación”, que se ocupa de las relaciones puertas adentro y hacia fuera de la institución, con otras instituciones y con los medios de prensa; “Gestión de Calidad”, abocada a las certificaciones y al trabajo sobre normas internacionales de diversa índole, “Prospectiva Tecnológica” es el tanque de pensamiento de la organización que se ocupa de trazar posibles escenarios futuros relacionados con la innovación o el desarrollo de la Siembra; “Agricultura Certificada”, programa que intenta homologar la producción agrícola sustentable otorgando certificados internacionales de calidad y buena praxis agrícola; y el “Sistema Chacras”, abocado al desarrollo de tecnologías agropecuarias sustentables ajustadas a las condiciones particulares de diferentes comarcas y sistemas de producción. Esta descripción no agota las frondosas ramas del noble árbol que es AAPRESID. Por ejemplo, la Coordinación Técnica tiene a su cargo los Grupos Regionales, que constituyen un aspecto central de la estructura y las funciones de AAPRESID, tal como será explicado luego.

A su vez existe una coordinación general que se ocupa de vincular objetivos y planes entre el staff y la comisión directiva. En esta estructura se ponen en diálogo tres generaciones, abonando y unificando criterios para la acción. El aprendizaje también desempeña un papel vital al interior de la organización, ya que cada cual conoce muy bien las características y habilidades de sus compañeros y aprende permanentemente a dialogar con ellos.

Sobre la base de una imagen pública de alto consenso y de un conjunto de significativas relaciones institucionales afianzadas durante la etapa presidida por Víctor Trucco, se canalizaron las energías para seguir forjando el respaldo tecnológico y científico que retroalimenta constantemente a la institución. Al referirse a uno de los objetivos centrales de la asociación, a saber, el contribuir al bien colectivo de la sociedad, Romagnoli sostiene que los socios se propusieron: “Hacer de ella una institución que demostrase, a través de sus asociados y de sus acciones, el valor del trabajo colectivo y la capacidad para liderar un proceso de transformación tecnológica y el desarrollo de políticas socioeconómicas, ambientales, productivas y culturales para el país: un ejemplo micro para el despliegue de una agricultura sana sostenible a nivel macro”.

La gestión de Romagnoli al frente de AAPRESID fue sucedida por las de Gastón

de AAPRESID 72
Historia

Fernández Palma (2009-2012) y César Belloso (2012-2014), quien pasó la posta recientemente a María Beatriz Giraudo, durante las cuales se consolidaron las políticas impulsadas durante las gestiones de Trucco y Romagnoli. En el emblemático XVII Congreso de AAPRESID (2009), convocado bajo el lema “Ecoprogreso y desarrollo sustentable” Gastón Fernández Palma expresó durante la inauguración el objetivo de “lograr un acuerdo entre la sociedad, las empresas y las instituciones dejando atrás la antinomia entre el progreso económico y la ecología”. Acompañado por el entonces gobernador Hermes Binner, el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz, también abrió las puertas para que las prácticas agrícolas de los productores en Siembra Directa fueran auditadas socialmente, en busca de la erradicación de la mala praxis agraria. Fernández Palma también recordó en dicha oportunidad que según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) Brasil, India y la Argentina deberían liderar el comercio agrícola en las próximas décadas, y advirtió sobre el problema implicado en la necesidad de generar más alimentos con menos agua, aspecto poco advertido, incluso entre los cultores pampeanos de la Siembra Directa, acostumbrados a sembrar y cosechar en una de las cuencas acuíferas más ricas y estables del mundo. “Ya no vamos a poder manejar este recurso como en los dos últimos siglos”, expresó Fernández Palma, al tiempo que volvió a insistir en el naciente proyecto de Agricultura Certificada (AC), que hoy es una sólida realidad. La gestión de César Belloso, por su parte, se caracterizó por dejar instalada una metodología de trabajo, procesos y Manual de Cargos que impulsa la profesionalización del funcionamiento de la Institución y por dar espacio e impulso a quienes venían trabajando en diversos proyectos, promoviendo además nuevas iniciativas. Durante su gestion se pudo concretar un logro anhelado desde la creación de AAPRESID: la adquisición de oficinas propias. La inauguración de los salones propios en el Edificio Dorrego Bureaux, cerca de los tribunales de Rosario, jalonó su gestión. Los cuatro presidentes de AAPRESID, Comisión Directiva, staff y socios celebraron el hito alcanzado. Todos estos años de historia, marcados por la voluntad, el profesionalismo, la incertidumbre que luego se transformó en certezas, en confianza y en construcción de experiencias colectivas, han contribuido decididamente a forjar el espíritu laborioso e innovador de la gran red AAPRESID, que como el ciclo de la vida, nunca se agota y siempre es capaz de aportar respuestas novedosas y de trazarse nuevas metas.

2 Los orígenes de AAPRESID 73
Capítulo

Hitos de la Mecanización Agraria Argentina

1972 Se incorporan a la producción las primeras sembradoras argentinas “pesadas” de grano grueso de las marcas Migra, Giorgi, Apache, Agrometal, Pierobon y Schiarre. Estás máquinas pueden ser transformadas para la Siembra Directa y son muy revolucionarias para la época. Además de ingenieros y técnicos participaron en su desarrollo un conjunto de productores innovadores que pasaban meses en el campo ensayando diferentes alternativas.

1983 Aparecen las sembradoras de doble disco, con dobles ruedas gemelas limitadoras adheridas al disco, cuchilla de corte y aplicadores de fertilizante, cuerpo de siembra inspirado en los utilizados en los estados Unidos para la Siembra Directa y paralelogramos anchos, largos y robustos.

1986/1987 Se difunden masivamente los distribuidores neumáticos para girasol y maíz, que representan una importante solución a un serio problema de distribución de semilla en esos cultivos.

1988/1990 Aparece la cuchilla de corte y remoción tipo turbo “Great Plaint” que luego es fabricada localmente por varias empresas. Se introducen masivamente sembradoras de Siembra Directa fabricadas en Brasil de marca Semeato TD 400 Carghill. Estas son de doble disco desencontrado con “suncho” y limitadores de profundidad que rápidamente fueron superadas por los diseños nacionales.Paralelamente los fabricantes locales en grano fino y grueso adoptan la cuchilla de corte y remoción fabricada por Agrometal, Schiarre, Crucianelli, Pierobon, Apache, Giorgi, Gherardi, Bertini, entre otros. Se trata de cuchillas Wavi, Ripple, MultiWavi, Bubbe y lisa con patín Migra. Todas las marcas mencionadas, con excepción de Migra, utilizan el doble disco, doble rueda limitadora y doble rueda tapadora con discos escotados. El sistema Migra (cuchilla lisa con patín más azadón), permitió la introducción de la Siembra Directa en algunos nichos ecológicos desde Córdoba hacia el norte del país.

1989 Gherardi desarrolla una intersembradora para sembrar soja entre el trigo, aplicada al sistema de doble cultivo en campos de Buenos Aires.

1990 Aparecen varias versiones de cuchillas localizadoras de fertilizante (por ejemplo la cuchilla inclinada Agrometal) que permiten un salto cualitativo fundamental para la Siembra Directa.

1990 Surge el monodisco JD/Tanzi como solución para lotes que se inician en la SD con poca cobertura. Las máquinas JD 750 se construyen en Santa Fe y luego reciben el kit de cuchillas turbo tipo “yetter”.

1992 Tiene lugar el Primer Congreso de AAPRESID, donde el tema principal es la nueva mecanización agrícola que requiere la Siembra Directa. Se plantea la necesidad de un cambio radical de la mecanización en la Argentina y se producen varios viajes a los EE.UU, que luego permiten el diseño de máquinas para cada región y cultivo.

1993 VHB presenta el primer barredor de rastrojo, que funcionará como kit para todas las sembradoras.

1994/1995 Algunos fabricantes de sembradoras colocan barredores de rastrojo como equipo de serie y se ensayan diseños para resolver la mecanización de la secuencia trigo, soja y maíz.

1995 Víctor Juri lanza su primera sembradora Air Drill, con conducción por aire y un tanque único de semilla y fertilizante. Tanzi y Agrometal, entre otras, ya habían introducido algunas sembradoras. El grupo Marani/Pierobon comienza a desarrollar prototipos en esta línea.

1996 Aparece la cuchilla de corte y remoción “Turbo”. Coincide con la aparición de la Soja RR y el despegue de la Siembra Directa.

1997 Se introduce la Agricultura de Precisión en siembra y fertilización, en cuyo desarrollo se destacan D&E, Agrometal y el INTA. Previamente se desarrolla el primer mapa de rendimiento con GPS.

1999 Se generaliza la fabricación de monitores de siembra interactivos.

2001 Se producen los primeros desarrollos en dosificación variable en Argentina mediante Verion/Agrometal e INTA/Manfredi.

2002 Se generalizan las sembradoras de fino y grueso con sistemas de traslado con ruedas giratorias (traslado longitudinal). La facilidad de traslado favorece el desarrollo de la Siembra Directa en campos alquilados y la aparición masiva del servicio de siembra tercerizado, lo cual permite a muchos productores introducir la nueva técnica de producción con baja inversión.

2003 Se produce la aparición masiva de sembradoras autotráiler, entra las que se destacan las Pla/Tedeschi.

2004/2005 Se introducen las sembradoras para intercultivo Choulet/Pla. Estas permiten el doble cultivo en primavera/verano y otoño.

2006 Comienzan a usarse los primeros equipos de autoguía satelital con corrección RTK para siembra, entre los que se destacan los de D&E, Trimble, JD, Case y Agco. En la Argentina la primera firma fabricante será Verion, a la que le siguieron otras.

2008 Surgen las patentes de Pierobon, sistema Filam, que introducen los discos plantadores con filo interno y rueda niveladora con labios metálicos.

2009 Se introducen las primeras sembradoras neumáticas y los dosificadores variables. En el plano local Schiarre produce el doble motor eléctrico por hilera, marcando una tendencia que más adelante se generalizará. Comienzan a utilizarse las primeras sembradoras con kits de kit pulmones neumáticos y presión regulable Pla/Ferbiair, que marca tendencia para futuros desarrollos.

2010 Aparecen varios fabricantes nacionales agropartistas de Agricultura de Precisión, dosificación variable con prescripción y posicionamiento satelital, tales como Abelardo Cuffia, Verion, Controlagro, D&E, Tim Agrometal, Plantium, Garro Fabril y Oripon, entre otros.

2012/2013 Surgen las primeras sembradoras con pistón amortiguador hidroneumático en paralelogramo al cuerpo de siembra, que permiten mejorar la uniformidad de la siembra. Se destacan en esta innovación Baratec/Agrometal e INTA.

2013 Surge la sembradora neumática/mecánica de Siembra Directa para tracción a sangre o pequeños tractores, destinada a pequeños productores.

2013 Comienza a utilizarse la primera sembradora de grano grueso experimental con presión del cuerpo variable automático según el tipo de suelo. Trabajaron para esta innovación Ferbi Air, Precision Plan-

de AAPRESID 74
Historia

ting, Crucianelli, INTA EEA Manfredi, CIDETER y la Universidad Nacional de Rosario.

2013 Surge el Monitor multifunción universal de siembra/fertilización, autoguía, dosificación variable y monitor de cosecha marca Plantium. Surge el primer tractor nacional con autoguía de serie (Pauny/ Plantium).

Hitos de la Agricultura de Precisión

1994 Surge la primera publicación de INTA Manfredi sobre Agricultura de Precisión en los EE.UU. y sus potenciales aplicaciones en la Argentina.

1995 Se elabora el primer mapa de rendimientos en la Argentina, proyecto en el cual intervienen D&E, Trimble, AG Leader e INTA EEA Manfredi.

1996 Se producen los primeros ensayos de siembra variable en la Argentina gracias a D&E, Rawson, AG Leader, Agrometal e INTA EEA Manfredi.

1998 Se realizan ensayos de máquinas divididas y los primeros análisis de datos agronómicos concretos y georeferenciados con uso de GIS (software de sistema de información geográfica).

1999 Se realizan ensayos con sensores de índice verde. Participan Hydro y D&E y el INTA.

2000 Se realiza estudio de empresas de servicios en crecimiento, mapas de suelos por grillas y caracterización de ambientes.

2001 Tiene lugar el 1er Curso Internacional de Agricultura de Precisión con la fundamental colaboración de INTA EEA Manfredi y la Red AP Nacional.

2001 Comienza la fabricación local de herramientas tecnológicas de Agricultura de Precisión.

2002 Se advierte un proceso de toma de conciencia de los beneficios de mayores datos agronómicos georreferenciados GIS.

2002 Se realizan las primeras pruebas con sensor de índice verde Green Seeker en el INTA Paraná.

2003 Se da un proceso de control de máquinas con datos georreferenciados, fundamentales para la gestión de operaciones y el crecimiento de la industria nacional post devaluación.

2004 Se analizan dosis variable según ambiente, fertilizante líquido en maíz y densidad variable a nivel de productores, con resultados económicos muy positivos.

2004 Se incorpora la Guía Automática en la maquinaria agrícola.

2005 Comienzan los trabajos realizados con rastras de conductividad eléctrica “Veris”.

2006 Surge el primer monitor de rendimiento argentino.

2006 Se produce el primer trabajo con sensor de proteína y aceite NIRS en la cosechadora del que participan el INTA de Manfredi y la firma Zeltex de los EE.UU. Se diseña un mapa de calidad de granos y correlaciones con otros datos georreferenciados. Se introducen tecnologías de control y seguimiento aplicadas a la ganadería de precisión.

2007 Se obtienen los primeros algoritmos logrados con GreenSeeker en cultivos de trigo y maíz.

2007 Se utiliza tecnología inalámbrica para la transferencia de datos en tiempo real. Se desarrolla el Curso Internacional de Agricultura de

2014 Se consolida la técnica argentina de la Siembra Directa. Los resultados de tres años de trabajo en cuatro Campos Experimentales en Siembra Directa vs. siembra tradicional demostraron un 30% y 15% de incremento, respectivamente, de rendimiento en maíz y soja. A su vez se redujo el 30% del costo de producción respecto al sistema de labranza tradicional.

Precisión más importante del mundo en el INTA EEA Manfredi sobre dinámicas interactivas, aviones no tripulados de uso agronómico y aparición de varias empresas de servicios agronómicos privados con buen nivel de oferta. Se usan sensores remotos para la detección de malezas. Se introducen los primeros prototipos de dispositivos detectores de malezas desarrollados en INTA Castelar. Se utiliza tecnología inalámbrica para la transferencia de datos en tiempo real.

2008 Se transmiten datos por GPRS y se confeccionan los primeros mapas de tosca mediante la utilización de equipos de radar. Se confeccionan los primeros mapas de malezas georreferenciados por técnicos de INTA. Se producen las primeras experiencias realizadas con la señal correctora RTK.

2009 Se lanza el primer piloto automático nacional Verion.

2011 Se inaugura la Red de Ensayos de Agricultura de Precisión normalizados con la coordinación del INTA y la Red AP.

2011 Se confecciona el primer mapa de rendimiento de maní utilizando una cosechadora autopropulsada gracias al impulso de Abelardo Cuffia, el INTA Manfredi y el INTA AER Cabrera.

2013 Se desarrolla el 12º Curso Internacional de Agricultura de Precisión y Máquinas Precisas, en el que participan 3000 personas, 100 empresas y 200 invitados extranjeros. Se utilizan Drones en la Agricultura. Se usan diferentes Sensores remotos para la identificación de malezas (barbechos), que son de alta difusión debido a graves problemas de aparición de malezas resistentes. Se destaca la importancia de las herramientas de Agricultura de Precisión en las aplicaciones periurbanas de agroquímicos. Se producen las primeras evaluaciones del sistema de corte de siembra surco a surco en sembradoras y las primeras evaluaciones de los diferentes sistemas de copiado de terreno con carga constante en el paralelogramo de la sembradora. Se comparan desarrollos nacionales e importados.

2014 Se realizan las primeras pruebas de difusión de mapas de rendimiento de forraje mediante los proyectos Agricultura de Precisión y Proyecto de Forraje del INTA. Tiene lugar el 13° Curso Internacional de Agricultura de Precisión promovido por el INTA Manfredi. Se consolida la Argentina como país referente en Agricultura de Precisión, Siembra Directa y Silo Bolsa a nivel latinoamericano. Se producen frecuentes viajes al exterior de fabricantes, productores y técnicos y ventas de maquinaria y agropartes en 30 países del mundo con el valor agregado de la exportación de conocimientos. De estas actividades participan el INTA y AAPRESID, entre otras entidades.

Los
de
75
Capítulo
2
orígenes
AAPRESID

3 El conocimiento

El imperio del hombre sobre la naturaleza depende del arte y de la ciencia, pues no se vence a la naturaleza sino obedeciéndola.

Francis Bacon
76

∏ Indagar, aprender, innovar

Ya inmersos en el siglo XXI, buena parte de los habitantes del mundo vivimos en la sociedad del conocimiento y la información, en la que la ciencia y la tecnología juegan un papel protagónico en nuestra vida cotidiana. Pero el desarrollo científico, que imprimió un nuevo espíritu a la humanidad, comenzó mucho tiempo antes. La combinación de teoría y praxis se despliega ininterrumpidamente en la tradición occidental desde la Grecia clásica, pasando por el mundo romano e incluso el medieval, período en el que hubo importantes progresos en astronomía, óptica y mecánica. Pero es claramente en el Renacimiento cuando las ciencias toman impulso, dejando hitos intelectuales que cambiarán la cosmovisión primero y la vida misma a partir de las aplicaciones prácticas de nuevos descubrimientos. En 1543, por ejemplo, Nicolás Copérnico (1473-1543), publicó pocos días antes de morir su De revolutionibus orbium coelestium (Sobre las revoluciones de los orbes celestes) obra que afirma que es el Sol el centro del sistema solar en lugar de la Tierra. Décadas más tarde, Galileo Galilei, combinando teoría y experimentación, logró establecer importantes leyes en física y descubrir, mediante un pequeño telescopio por él mismo fabricado, las cuatro lunas de Júpiter (los binoculares astronómicos actuales, de uso en cursos introductorios a la astronomía, pueden captarlas también). A fines del siglo XVI, con la obra Novum organum (Nueva herramienta o Nueva lógica, que lleva por subtítulo Indicaciones relativas a la interpretación de la naturaleza) del científico y político inglés Francis Bacon (1561-1626), la ciencia adquiere por fin un método: la propuesta de Bacon consiste en reemplazar la lógica deductiva aristotélica por la lógica inductiva, pues aquella opera como las arañas, sacando sus construcciones de su propia sustancia, mientras

Visita a diferentes sitios donde se realizan ensayos de fertilización. En la foto, Germán Fogante. Ensayo de fertilización en maíz en Noetinger, diciembre 2003

77

que la inductiva lo hace como las hormigas, juntando por doquier para obtener algo nuevo. En efecto, con el método aristotélico no hay incremento en el conocimiento, pues lo deducido en las conclusiones ya estaba implícito en las premisas, mientras que con la lógica inductiva (la que se usa en ciencia actualmente) se opera recogiendo datos, contrastándolos y estableciendo conclusiones no definitivas. El salto cualitativo que implicó el cambio metodológico abrió las puertas al desarrollo técnico de la Modernidad, del que nuestro mundo es heredero.

Las innovaciones y los cambios de paradigmas científicos van siempre de la mano con las transformaciones sociales. A lo largo del siglo XVII la sociedad inglesa experimentó una serie de cambios económicos, políticos y culturales de importancia fundamental para la conformación del desarrollo técnico e industrial posterior. No pocos cambios surgieron de este modo inédito en que comenzó a aprehenderse el mundo natural y social, ampliado por los descubrimientos ultramarinos, y potenciado por el

Fernando García, de INPOFOS, y miembros de la Regional Coronel Suárez en una jornada de recorrida a campo de Un Productor en Acción Rogelio Fogante, Marcos Rodrigué y Felipe Guirao durante la clausura de la jornada Un Productor en Acción, dedicada a arrendamientos y rotaciones. Estancia “Los Pingüinos”, Córdoba, Marzo 2004 Girasol en Siembra Directa
de AAPRESID 78
Girasol en Siembra Directa
Historia

incipiente desarrollo capitalista. El patrimonio común de los experimentadores de los siglos XVI y XVII consistió en el aprovechamiento de las novedades técnicas de su tiempo (la imprenta, la brújula, la apertura del mundo por la navegación y el comercio) y la publicación de resultados de los procesos mismos de experimentación y de avances del conocimiento. En su Instauratio magna (Gran restauración de las ciencias), publicada en Londres en 1620, afirmaba que “en cuanto la experiencia haya aprendido a leer y a escribir, una filosofía del conocimiento para la acción, con una orientación clara, podrá permitir a los hombres escapar de las servidumbres de la naturaleza”. Sus reflexiones no se limitaron al análisis del conocimiento científico en sí mismo, sino que éste fue pensado como la condición del progreso de la humanidad a través de la conquista de la naturaleza. “El verdadero y legítimo objetivo de las ciencias –sostenía–no es otro que el de enriquecer la vida humana con nuevas invenciones y poderes. Pero esto no lo siente la gran mayoría, pues son meros asalariados o estériles académicos. Sólo de vez en cuando ocurre que un artesano de desacostumbrado talento, ansioso de gloria, se dedique a una nueva invención, generalmente a expensas de su fortuna (...) Sólo se puede dominar a la naturaleza obedeciéndola (natura enim non nisi parendo vincitur). Por consiguiente, estos dos bienes gemelos, el conocimiento humano y el poder humano se reducen en definitiva a uno solo” (Instauratio magna, I, 3).

La imprenta y la brújula, por ejemplo, fueron inventos fortuitos que trajeron, sin embargo, grandes cambios en la ciencia y la economía, en el comercio y la navegación. De allí Bacon infería la idea de que la superioridad del hombre reside, sin duda, en el saber, pues merced al saber es posible conservar muchas cosas que ni riquísimos reyes con todos sus tesoros pueden comprar y sobre las cuales no puede regir su autoridad, y hacia cuyas tierras de origen sus navegantes y descubridores no pueden dirigirse.

La apuesta a la observación directa y a la experiencia y la necesidad de vincular experiencia y razón como base del conocimiento, estaban ya presentes en su pensamiento. Es Bacon también quien sugiere que el conocimiento que ha perdurado de los tiempos remotos no es necesariamente el más valioso, ya que el tiempo es, sostiene, como un arroyo que nos trae lo que es liviano y flota y hunde aquello que es pesado y sólido. En su época aún predominaba la concepción de los “antiguos” como autoridades, lo cual iba de la mano con la idea de que el estudio de la naturaleza podía realizarse en el marco restringido de una biblioteca.

El proceso protagonizado por Bacon y otros de sus contemporáneos se ha difundido bajo el nombre de “revolución científica”. Este concepto permite comprender el nacimiento de la ciencia moderna en la Inglaterra del siglo XVII y hace referencia, no sólo a un cambio científico sino también cultural, debido a que se asiste a una transformación del modo en que los hombres aprehenden el mundo natural y operan sobre él.

El filósofo de las ciencias estadounidense Thomas Kuhn (1922-1996) desarrolló en la década de 1960 el concepto de paradigma científico, entendiéndolo como la constelación de creencias, valores y técnicas que comparten los miembros de una comunidad científica y como soluciones específicas y concretas a problemas dados. Todo cambio de paradigma conlleva un cambio en la visión de mundo, de modo que los procesos de transición entre paradigmas sucesivos implican un cambio revolucionario, mediante el cual la comunidad se transforma como un todo. Kuhn sostiene que en los comienzos de los procesos de cambio de paradigmas se produce un período de inseguridad profesional, de discrepancias y crisis de la comunidad científica, apa-

Espíritu AAPRESID

 Ser reflexivos. Ante las dificultades razonar; cambiar si corresponde.

 Ser generosos. Compartir experiencias.

 Ser visionarios. Aprovechar las oportunidades, sin miedo al futuro.

 Tener valores. Cuando no se sabe qué hacer, hacer lo que corresponde.

 Ser entusiasta. Sentir el orgullo de pertenecer.

 Tener coraje. Defender la verdad.

 Tener pasión. Poner entusiasmo al coraje.

 Comprometerse. Ser personas de acción.

 Tener visión. Lo único modificable es el futuro.

 Ser optimista. Ser parte de la solución y no de los problemas.

 Ser responsable. Hacerse cargo.

 Empoderarse. Capacitarse y ser protagonista del propio destino.

 Ser innovador. Tener en cuenta que los paradigmas cambian.

 Ser solidario. No estamos solos. El éxito individual no alcanza.

 Ser patriota. Argentina nos necesita. por Víctor Trucco

Cartel de difusión de AAPRESID
Capítulo 3 El conocimiento 79
80

Cartel de presentación de cursos de capacitación para productores y técnicos

recen teorías alternativas que ponen en duda buena parte de lo que el paradigma anterior daba por sentado, se transforman los presupuestos metafísicos, los valores, las leyes y teorías y los modos en que se los evalúa y finalmente el paradigma hasta entonces dominante deja paso a uno nuevo. De este modo el cambio de un paradigma a otro se produce sólo si existe una alternativa al ya existente.

Esta explicación teórica se aplica muy bien a la innovación introducida por la tecnología de la Siembra Directa. Los pioneros de AAPRESID han tenido una incidencia medular en el cambio del paradigma productivo en la agricultura, al apostar a uno alternativo y que en su momento no otorgaba seguridades, sino más bien un nuevo desafío. Pero al irse abriendo paso entre los productores, la Siembra Directa fue profundamente innovadora. Desterró la idea –tan vieja como la agricultura misma–, de la necesidad imperiosa de la labranza para poder producir y así puso en evidencia que en la naturaleza no se ara, allanando el camino hacia la resolución de problemas desde nuevos enfoques. Actualmente ya no se puede hablar de “suelos arables” como sinónimo de áreas aptas para la agricultura, puesto que suelos que no son arables han demostrado ser cultivables e inclusive es posible, mediante esta nueva tecnología, superar el problema de la erosión y la degradación de los suelos y quebrar un viejo paradigma de que el suelo es un recurso natural no renovable ya que la Siembra Directa con rotación de cultivos que incluyan una buena proporción de gramíneas permite producir más y, simultáneamente, incrementar la materia orgánica del suelo

∏ Experiencias concretas

Como resultado del cruce entre ciencia y experiencia y la interacción entre organismos estatales y el sector privado, destacamos la experiencia del proyecto BIOSPAS (Biología del Suelo y Producción Agraria Sustentable), que surgió en 2007 y finalizó en 2013, en el marco de los Proyectos de Áreas Estratégicas (PAE) dependiente de la Agencia de Promoción Científica y Tecnológica del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la República Argentina. El proyecto integra a científicos provenientes de diversas universidades nacionales, del CONICET y del INTA, conjuntamente con la Fundación Instituto Leloir e instituciones del sector privado, tales como

Portada del 1 Simposio Nacional. Sistemas ganaderos en Siembra Directa. Hacia una ganadería competitiva. Rosario, mayo de 2004

Capítulo 3 El conocimiento 81
Sorgo en Siembra Directa

Jornada de capacitacion en regulación de equipos pulverizadores a cargo de especialistas del INTA Castelar, en el grupo Regional Aapresid Pergamino-Colón, Uranga, Santa Fe, julio de 2003

Rodolfo Gil, especialista en física de suelos del INTA Castelar, dictó un curso sobre el funcionamiento físico del suelo y dinámica del agua, haciendo énfasis en los planteos de Siembra Directa, Rosario, julio 2005

AAPRESID, el Establecimiento “La Lucía” del Grupo Romagnoli y Rizobacter Argentina, bajo el liderazgo del científico Luis Wall de la Universidad Nacional de Quilmes. Mediante el desarrollo de diversos proyectos de investigación, BIOSPAS se propone generar conocimientos que permitan entender la dinámica de los procesos biológicos de los suelos con sistemas de producción en Siembra Directa. Sus impulsores consideran que la productividad eficiente y sustentable de productos agropecuarios puede desarrollarse en forma cada vez más amigable con el ambiente sobre la base de un conocimiento profundo, detallado e integral del sistema de producción. En esta dirección se pone en acción la creatividad de las instituciones académicas y de las empresas, lo cual potencia sus capacidades para el desarrollo y la generación de riqueza y valor. La presencia de AAPRESID en este proyecto es un buen ejemplo de la importancia de las entidades de productores junto al campo científico y las empresas, para la producción conjunta de nuevos conocimientos que otorguen validación científica a las prácticas impulsadas y que resulten beneficiosos para el desarrollo sustentable de la economía y de la sociedad en su conjunto.

∏ La circulación del saber

Las innovaciones que surgen del conocimiento científico transforman la realidad, tanto al volcarse a nuevas formas de pensar el mundo como mediante su aplicación al desarrollo de nuevas tecnologías. En ambos sentidos el siglo XX ha sido sumamente prolífico con sus grandes innovaciones asociadas al desarrollo industrial, la expansión de la electricidad y las comunicaciones, entre otras. En el mundo agrario los cambios en el modo de producción y el desarrollo de maquinarias y de nuevos agroquímicos que cristalizaron en la llamada Revolución Verde, han sido altamente significativos tanto en términos cuantitativos como cualitativos. Más recientemente la técnica de la Siembra Directa se ha abierto paso mediante la introducción de un nuevo paradigma de producción y de tratamiento de los recursos naturales, hacia una agricultura con mayores rindes y un tipo de desarrollo sustentable para con la naturaleza, atendiendo a la viabilidad de la humanidad futura.

Debido a que AAPRESID es una organización de productores no se dedica a la investigación científica por sí sola. Sin embargo uno de sus objetivos centrales es que el conocimiento circule, se comparta y se multiplique. Partiendo del diagnósico de que, en nuestro contexto actual, muchas innovaciones pasan directamente de las empresas

de AAPRESID 82
Historia

a los productores, AAPRESID respalda con acciones concretas el intercambio de experiencias y resultados, en permanente diálogo con el campo científico. La institución se ocupa de crear, continuamente, condiciones de cooperación entre productores locales y extranjeros e instituciones estatales, científicas y técnicas, tales como el INTA, el CONICET y las universidades. En esa dirección, una de las metas de la asociación es la generación de diversos espacios que puedan funcionar como usinas para el desarrollo de ideas. Uno de los conceptos clave utilizados por AAPRESID, que sintetiza muy bien el vínculo que la asociación establece con la producción y circulación de conocimientos, es el de Empowerment, que refiere al proceso por el cual las organizaciones, mediante el acceso directo al conocimiento, obtienen confianza en sus propias fuerzas y descubren el orgullo de crear, progresar y protagonizar sus propios destinos. Fieles a esta idea, los miembros de AAPRESID sostienen que el conocimiento no es propiedad de nadie sino que pertenece a la red de productores científicos, técnicos, empresas y comunidad que la integra, que además siempre está abierta a recibir a nuevos interesados. En esta forma de trabajar reside una innovadora puesta en práctica de la idea de poder, asociada a la generosidad y al intercambio en vistas a la socialización de los avances técnicos y de experiencias valiosas.

En consonancia con estos criterios, el ingeniero agrónomo Mario Nardone explicaba hace unos años: “Los conocimientos son como el polen de cualquier especie de planta: vuelan, caen en un lugar y proliferan. Si no fomentamos que se expandan caen en un determinado lugar que no tiene condiciones para reproducirse. Las ideas están. Quiénes las hacen, quiénes las utilizan, quiénes las prueban y quiénes las difunden es la clave. Y eso, exactamente, pasó por AAPRESID, el grupo que empezó convencido de la Siembra Directa, tomó las guardias e hizo las pruebas”.

Esta misma apertura al cambio se manifestó con la adopción del Paradigma de las 4 E (Economy, Ethics, Environment y Energy). Se trata de un paradigma que promueve un comportamiento empresarial ético –fenómeno cada día más importante en térmi-

Capítulo 3 El conocimiento 83
Trigo en Siembra Directa

Aviso publicado en el diario La Nación el 6 de octubre de 1990, en el que se anuncia el dictado del 1er. curso teóricopráctico sobre Siembra Directa, a realizarse en la Agencia de Extensión INTA, Marcos Juárez, el 18 y 19 de octubre

Manuscrito de Shirley Phillips, firmado el 11 de marzo de 1993, con la leyenda: "The Future of No Tillage is only limited by the imagination".

nos de su contribución a la generación de un mejor contrato social–, que debe ser implementado mediante prácticas atentas a socios, accionistas y clientes, así como a empleados, proveedores y a la comunidad en su conjunto en cada institución. Su objetivo final es garantizar actividades económicamente productivas y rentables que contribuyan al desarrollo de la sociedad y protejan los recursos ambientales promoviendo el uso de energías renovables. En este sentido se pronunciaba el biólogo Otto Solbrig de la Universidad de Harvard en el VI Congreso de AAPRESID, realizado en 1998, al relacionar sustentabilidad y agricultura conservacionista: “La agricultura conservacionista tiene tres objetivos principales: mejorar el ambiente y proteger los recursos naturales, aumentar las ganancias del productor y mejorar la equidad social y económica de la sociedad rural”. A continuación explicaba que “la agricultura conservacionista tiene su origen en la percepción por parte de muchos productores, consumidores e intelectuales, de diversas partes del mundo, de que la agricultura tradicional de altos insumos no está en condiciones de enfrentar el problema de la seguridad alimenticia del mundo en forma equitativa y sin degradar los recursos naturales de los cuales depende. Por ello se basa en el concepto de sustentabilidad, que dice que debemos producir para el presente sin comprometer la habilidad de generaciones futuras de seguir usando los recursos naturales. La agricultura conservacionista –concluía– no está reñida con la agricultura de insumos, más bien la complementa, mejorándola”.

En AAPRESID el conocimiento toma la forma de un “aprender haciendo”, ya que mucha de la información difundida surge de la propia experiencia de los socios en sus campos y empresas. La cultura y los valores basados en el intercambio de experiencias –que son la base del funcionamiento de la asociación– rompen con el viejo paradigma de la falta de comunicación estratégica entre productores. Por lo tanto, el concepto de aprendizaje ha sido clave en el crecimiento de la institución. Además los recursos humanos de AAPRESID están altamente capacitados en su principal innovación –la Siembra Directa–, lo que genera una alta especificidad de conocimiento en un marco de visión global.

En esa dirección, el economista e investigador agrario de la Universidad de California, Javier Ekboir, ha destacado la importancia de las asociaciones de productores de Siembra Directa como un fenómeno específicamente sudamericano que no se repitió en ninguna otra región del mundo. En un artículo publicado el 10/9/2003

El grupo Regional Bahía Blanca organizó “Aula AAPRESID” en el campo “La Estancia”, Larligau, sudoeste de la provincia de Buenos Aires. Octubre de 2013
Historia de AAPRESID 84
Otto Solbrig en el campo junto a la gente de AAPRESID

en el diario El Litoral el citado investigador sostuvo: “Hay que destacar los métodos de investigación participativos en los que los productores se convierten en socios igualitarios de los investigadores, los enfoques de investigación interdisciplinarios, la aceptación de información generada por otros agentes sin un diseño estadístico, la recreación de un lenguaje común que permitió la comunicación entre los agentes con diferentes formaciones, el desarrollo intenso de información y la difusión de tecnologías basadas en la comunicación directa entre los productores”.

Ekboir también afirma que la Siembra Directa ha sido la técnica agrícola más importante adoptada en el ámbito del Mercosur en las últimas décadas. En el XI Congreso de AAPRESID, que tuvo lugar en el año 2003, elogió los resultados de la Siembra Directa porque “revirtió la degradación del suelo, permitió la expansión de la agricultura y la ganadería en áreas marginales, mejoró la rentabilidad de la agricultura y aumentó la sostenibilidad de los sistemas agropecuarios”.

Para cerrar este capítulo acerca de la importancia de la producción y circulación de conocimiento para la expansión y el perfeccionamiento del nuevo paradigma agrario, podemos mencionar al Instituto de Capacitación de AAPRESID, que funcionó hasta fines de los 90, liderado por el Dr. Miguel Lucero. “El mismo estaba formado por aproximadamente 15 técnicos socios que trabajábamos en diferentes zonas productivas del país. Muchos eran miembros de AAPRESID Joven. Fuimos capacitados por especialistas en temas estratégicos para divulgar y colaborar con la adopción del sistema de Siembra Directa en todo el país. Fue muy enriquecedor y impulsor de viajes y cursos de intercambio, no sólo en el país, sino también en países vecinos” –cuenta Horacio Agüero con emoción.

La actual presidente de AAPRESID, Pilu Giraudo, explica: “Estas actividades operan, tal como los microorganismos sobre las capas más ricas del suelo, nutriendo la imaginación

Programa de Residencias Agropecuarias en Siembra Directa. En la foto, residentes y técnicos en campo durante la recorrida en Pergamino, en el establecimiento “San Federico” de Federico Varela. Octubre 2008

Jornada de capacitación de las regionales de San Justo, AACREA Norte de Santa Fe y la Sociedad Rural de San Justo

Principales ventajas de la Siembra Directa

 Disminución de la erosión eólica en un 96 %.

 Disminución de la compactación del suelo.

 Mejoramiento de la estructura del suelo.

 Incremento de la materia orgánica (fertilidad natural del suelo).

 Reducción en el uso del combustible fósil en un 40%.

 Menor emisión de gases de efecto invernadero (carbono) a la atmósfera.

 Reducción de la polución del aire.

 Mayor retención de humedad.

 Aumento de la infiltración de agua en el suelo.

 Mejoramiento de la calidad del agua superficial.

 Aumento de la productividad a largo plazo.

 Aumento de la vida silvestre.

 Incorporación de nuevas áreas de producción.

 Necesidades menores de mano de obra.

 Economía de tiempo.

 Menos desgaste de la maquinaria.

 Reducción de los costos de producción. AAPRESID, Julio 2012

Capítulo 3 El conocimiento 85

y las acciones de los agricultores argentinos. Distribuidos regionalmente por todo el país, adaptan las propuestas y actividades atendiendo a los desafíos de cada región, comprometidos con el desarrollo local de las comunidades en las que vivimos".

Las ideas y experiencias desarrolladas por AAPRESID, en permanente diálogo con las políticas públicas, el campo científico, las empresas del sector y la labor concreta de los productores en sus campos, constituyen piezas fundamentales para la producción y circulación de saberes. Todo conocimiento se produce, se difunde y se aprende colectivamente. AAPRESID lo sabe y por eso trabaja como una gran red que funciona a partir de la puesta en común de saberes, problemas y experiencias.

∏ Valor y agro

Los mayores y mejores conocimientos redundan en la incorporación de valor en las cadenas productivas. Ya en el siglo XVIII el economista británico David Ricardo (17721823) se propuso hallar las leyes que gobiernan la distribución de los productos de la tierra. Antes que Ricardo, el también economista británico Adam Smith (1726-1790) –considerado fundador de la ciencia de la economía moderna–, se planteó la necesidad de encontrar el vínculo entre la naturaleza y las causas de la riqueza de los países, una indagación que dio origen a su libro La riqueza de las naciones. Por su parte el filósofo alemán Karl Marx, especialmente en su monumental obra El capital, buscaba poner de manifiesto la interrelación entre los factores económicos y los extraeconómicos en el conjunto de la vida social. Todos ellos, pilares de la economía moderna, coincidían en un aspecto fundamental, a saber: que la tierra es la fuente de toda producción y que la agricultura es la primera práctica productiva de cualquier comunidad asentada.

Poco antes, los fisiócratas del siglo XVIII defendieron la idea de que toda la riqueza provenía de la tierra y sostenían que sólo la libre competencia garantizaría una agricultura próspera. Desde esta postura trataron de impulsar las actividades económi-

Historia de AAPRESID 86
Trigo en Siembra Directa

cas productivas en detrimento de las de corte extractivista, como lo es emblemáticamente la minería. En esa línea, el progreso económico estaba atado al incremento de los excedentes, sujetos en gran medida al perfeccionamiento de las técnicas agrarias. Partiendo de que la tierra –medio cardinal en el que se sustenta la actividad agropecuaria– es limitada y no se puede reproducir, se desarrolló la idea de la renta agraria: una ganancia extraordinaria originada en ventajas naturales comparativas, tales como el clima o la fertilidad del suelo. Johann Heinrich von Thünen (1783-1850), economista alemán y terrateniente, teorizó la renta diferencial de la tierra poniendo particular reparo en la localización de los suelos. Así, considerando la ubicación de los terrenos, desplegó la noción de “renta de la tierra” en relación, por ejemplo, con la influencia de los costos de transporte. Las diversas calidades y fertilidades de los suelos, la proximidad o la distancia de los cursos de agua y de los mercados conllevan diferentes rentas de la tierra. En la misma medida inciden las innovaciones que permiten incrementar el valor producido en el campo.

Dado que la expansión de las áreas cultivables es limitada (y conviene además que así sea para favorecer la biodiversidad) las transformaciones orientadas a aumentar la productividad cuidando los recursos son imprescindibles para prolongar la producción. En los últimos años el avance tecnológico se ha plasmado en una saludable sinergia entre Siembra Directa, biotecnología y maquinarias de alta complejidad, que son diseñadas teniendo en cuenta la necesidad de conservación y mejora de los suelos, el consumo, la transformación de energía y las condiciones de trabajo del productor rural. Todos estos son aspectos pilares de la sustentabilidad ambiental, la salud colectiva y el bienestar social donde la capacitación de los protagonistas es esencial. El agro es, entonces, una actividad compleja y creadora de valor agregado a par-

2ª Jornada Un Productor en Acción de la Regional Tres Arroyos de AAPRESID, realizada en el campo “La Maravilla”, San Cayetano, provincia de Buenos Aires, noviembre de 2003

Capítulo 3 El conocimiento 87
Soja en Siembra Directa

Jornada anual UPA (Un Productor en Acción).

Cada Regional realiza una jornada anual para compartir sus experiencias en el sistema de producción en Siembra Directa

Telmo Trossero, socio y referente ganadero de AAPRESID, durante su disertación en el II Simposio Nacional de Ganadería. Rosario, mayo de 2005

tir de la incorporación de conocimientos y tecnologías. Tradicionalmente se ha entendido al valor agregado como aquel que adiciona a la materia prima las sucesivas etapas de su transformación. En términos más generales, se trata de la contribución de determinado sector a la actividad económica del país. Así, cuanto mayor sea la productividad, cuantos más productos se puedan obtener utilizando menos insumos, más elevado será el valor agregado aportado por el sector agropecuario al producto nacional. De allí la importancia radical que tienen, para la creación de valor, las innovaciones, las inversiones en investigación aplicada y en desarrollos tecnológicos y la cooperación estrecha entre el gobierno y el sector privado para promover estos avan-

Teoría y práctica: una hibridación de buen rinde

AAPRESID se formó a partir de la idea de unos pocos productores y profesionales, entre ellos Víctor Trucco, Rogelio Fogante, Henri Rosso, Mario Nardone, etc., quienes con sus conocimientos y experiencias nos difundieron los conceptos básicos sobre Siembra Directa que luego fueron trasmitidos más ampliamente a través de congresos, reuniones y visitas a campos de Argentina, Chile, Brasil, Paraguay, etc. La participación de Carlos Crovetto Lamarca de Concepción, Chile, y su trabajo en su predio “El Chequén” han sido también fundamentales para transmitir las razones para la adopción de la Siembra Directa y, ya más profundamente, la esencia misma de la agricultura de conservación y del buen uso del suelo. Mi vínculo personal con AAPRESID fue temprano, cuando se me encargó la redacción de los estatutos, que luego fueron aprobados por la autoridad correspondiente, dando nacimiento a la institución, y tengo la gran satisfacción de ser su socio Nº 2, y de haber sido 15 años su secretario, acompañando la Presidencia de Víctor Trucco (amigo de toda la vida). Lo más interesante del desarrollo de la asociación es que su crecimiento se hizo de abajo hacia arriba, ya que fue formada por apenas

32 hombres de campo que eran lisos y llanos productores agropecuarios, aunque experimentados, prácticos e inquietos. Dentro de ese grupo había también algunos ingenieros agrónomos y profesionales de disciplinas afines que conocían las bases teóricas de la agricultura sin labranza, y fue justamente esa fértil combinación entre teoría y práctica la que posibilitó el desarrollo. La clave para ello fue, sin duda, la propia técnica de Siembra Directa en tanto posibilitó la ampliación de las áreas a cultivar y permitió el aumento de los rindes, generando así el convencimiento de los productores y el crecimiento de su práctica. Los productores le brindaron a AAPRESID su confianza en el liderazgo técnico de la Siembra Directa, practicando su adopción en más del 90% del área productiva de la Argentina. Ese crecimiento era insospechado en los tímidos orígenes, nunca dentro de la imaginación posible. Da orgullo y alegría, al ver este floreciente presente de AAPRESID, saberse parte de aquellos esfuerzos inaugurales que tanto beneficio causaron a la agricultura del país y de la región.

de AAPRESID 88
Historia

ces. La creciente atención sobre el aumento del valor agregado, de la productividad y de la calidad es primordial, tanto en términos del mercado interno como de los productos de exportación, ya que el crecimiento de la economía y del empleo dependen, en gran medida, de la situación del agro.

De este modo, el valor agregado de una agricultura sustentable implica mayor y mejor producción de alimentos y, a su vez, el cuidado del medioambiente. La sola generación de una semilla implica un valor agregado fenomenal. En este sentido, actualmente el verdadero valor de la tierra no reside tanto en la propiedad inmobiliaria sino en la capacidad que los productores tengan de agregar valor al producto de la tierra, para lo cual los nuevos conocimientos y la adopción de técnicas y estrategias innovadoras reunidos dentro del paradigma de la Siembra Directa son fundamentales. Esto se ha reflejado de múltiples maneras, tanto en el aumento de la productividad de los diferentes cultivos y de las exportaciones del complejo agroalimentario nacional, así como también en la facturación que generan las diversas redes de empresas asociadas a la agricultura y que han revitalizado la economía en el interior del país con generación de empleos genuinos.

Tanto en lo tecnológico como en lo organizativo y en lo institucional, AAPRESID ha aportado, en forma sostenida, en forma indirecta, valor agregado al sector agropecuario. En el aspecto tecnológico, la asociación se ha puesto a la vanguardia de innovaciones basadas en el conocimiento científico y en la experiencia de los productores, lo cual ha permitido desarrollar agroecosistemas de alta producción, rentables y sostenibles, así como brindar información objetiva sobre tecnologías, productos y procesos en los sistemas de producción de alimentos, fibras y energías basados en Siembra Directa. En lo organizativo, ha logrado generar una red interactiva de productores, técnicos y empresas líderes del sector, que cumplen un papel insoslayable en la experimentación y promoción de nuevos productos y tecnologías. En lo institucional, todos sus años de labor han hecho de la asociación un referente para la dirección y la visión estratégica del agro en el país. AAPRESID constituye actualmente una usina del desarrollo, la capacitación y la difusión de innovaciones agropecuarias, lo cual ha permitido desterrar definitivamente la idea, común entre productores de las décadas del 50 y 60, del agro como una actividad primaria sin valor agregado.

Seminario organizado por AAPRESID y la Facultad de Ciencias Agrarias de Corrientes destinado a estudiantes y productores para trasmitir el concepto de producción sustentable, basado en la Siembra Directa. En la foto: participantes en el campo de la familia Goujón, agosto de 2005.

Más de 150 productores y técnicos participaron de la jornada Un Productor en Acción organizada por la Regional AAPRESID de Coronel Suárez en el Establecimiento “11 de Julio”. Diciembre de 2006.

El conocimiento 89
Capítulo 3

∏ Valores extraeconómicos: una ética del trabajo

La idea de valor refiere tanto a la utilidad o el precio de los bienes materiales así como a las normativas y los principios. En este último sentido da cuenta de elecciones éticas y morales inscriptas en determinadas relaciones sociales. La indagación sobre la especificidad del valor, y de éste asociado a la ética, se remonta a la Antigüedad clásica. Para el pensador romano Cicerón el valor estaba directamente asociado a la virtud. Ya en la Modernidad y en contraste con el discurso de los filósofos griegos y romanos, el filósofo y pensador político inglés Thomas Hobbes entendía que el valor o estimación de un hombre es, como el de todas las demás cosas, su precio (no olvidemos el contexto esclavista en que se desarrolla su pensamiento). Wilhelm Dilthey, filósofo alemán del siglo XIX, por su parte, advertía que la historia misma es una fuerza productiva que engendra las determinaciones de los valores, los ideales, los fines con los que se mide el significado de los hombres y los acontecimientos, al tiempo que el pensador argentino Risieri Frondizi, hermano del presidente desarrollista Arturo Frondizi, argüía que la organización económica, jurídica, las costumbres, la tradición, las creencias religiosas han contribuido a configurar determinados valores morales, que son los que luego rigen la vida de la sociedad.

Esta breve introducción al problema del valor, permite referirnos a un aspecto fundamental en el desarrollo de AAPRESID, a saber, los valores en los que se sustenta. La historia de la asociación está trazada desde los inicios por una serie de valores extraeconómicos (éticos, culturales y sociales), que han dejado una marca indeleble en la identidad colectiva de sus miembros. Entre ellos se destacan principios tales como la generosidad, la coherencia, la búsqueda de previsibilidad, la voluntad de innovación, la apertura al cambio, la acción efectiva para el desarrollo del conocimiento, necesaria para resolver los nuevos desafíos, y el compromiso ante las responsabilidades asumidas, ajustándose a normas consensuadas.

Historia de AAPRESID 90

La gran apuesta de AAPRESID ha sido –y sigue siendo– propiciar el ambiente adecuado para que germine, crezca y se expanda una red de productores que se beneficien con el intercambio de experiencias y la generación de conocimientos. La generosidad para compartir y construir socialmente valor, así como el lugar central otorgado a las ideas y a las innovaciones –presentes desde los primeros pasos en la difusión de la Siembra Directa, hasta la conformación de una asociación que es en sí misma una innovación organizativa– son claves en el trabajo diario de AAPRESID.

“Uno recibe muchísimas cosas desde el punto de vista técnico y humano: un ambiente de trabajo signado por valores compartidos tales como el compañerismo o el intercambio abierto; a uno se le ocurre una idea, es escuchado y, si esa idea es viable, se le da para adelante, no importa de dónde provenga”, sintetiza María Eugenia Magnelli, miembro del staff de AAPRESID y a cargo de diversos proyectos. En el mismo sentido César Belloso señala: “Involucrarte es una manera de devolver lo que recibiste: conocimiento en Siembra Directa, visión integral del sistema, intercambio del enfoque de la agronomía, trabajo en equipo con generosidad; movido, además, por el fenomenal entusiasmo de los pioneros. En los inicios yo era una esponja más que un espejo, recibía permanentemente de otros que sabían mucho más y para mí era toda una novedad”.

En esa misma dirección, la asociación sostiene que la actividad que llevan adelante los productores trasciende las tranqueras de cada campo porque implica el asumir responsabilidades sociales. Por ejemplo, ante la inquietud que generaba a sus miembros comprobar que se estaba formando en las escuelas técnicas agropecuarias una generación de jóvenes en prácticas del pasado, que seguramente no tendrían salida laboral porque no estaban en línea con los requisitos de una moderna

Darse cuenta - Lema del XI Congreso AAPRESID

Darse cuenta es más que comprender, aprender o creer. Es no estar dispuesto a esperar un minuto más para cambiar. Es entusiasmarse frente al futuro. Es lamentar no haberse dado cuenta antes. Es encontrar el camino más corto. Es una bocanada de esperanza. Es el primer paso para ser agentes de cambio y transformación. Es tener la vocación de vivir el proceso y no detenerse hasta llegar a la meta.

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No podemos resolver los problemas con los mismos esquemas de pensamiento que han dado lugar o permitido su aparición.

Las regionales AAPRESID de Charata y Saénz Peña recibieron un contingente de Loma Plata, Paraguay, para intercambiar experiencias de dos zonas distantes pero con semejantes condiciones agroecológicas. En la foto, Sergio Rodolfo Tosar explica la forma en que cultivan algodón en un lote de Avia Terai. Marzo de 2007

empresa agropecuaria, AAPRESID convino hace unos años con FEDIAP (Federación de Institutos Agrotécnicos Privados de la República Argentina) la realización de una serie de actividades de capacitación en diálogo con docentes y padres. Entre ellas las más sobresalientes fueron las realizadas en Monte Buey (Córdoba) y en Santa Rosa (La Pampa), donde se expusieron presentaciones sobre los sistemas de producción sustentables en Siembra Directa. En ambas oportunidades participaron miembros de la Fundación ArgenBio, con su programa específico "¿Por qué biotecnología?", quienes desarrollaron capacitaciones sobre biotecnología aplicada al sector agropecuario, brindando un curso específico para docentes. Dichas experiencias de divulgación del conocimiento no fueron aisladas, sino que se cristalizaron con los años en una vasta cadena de proyectos institucionales (Aula AAPRESID, Jornadas “Un Productor en Acción”, Programa de Residencias Agropecuarias, etcétera), dedicados no sólo a la formación técnica sino también institucional y dirigencial, mediante la cual AAPRESID difunde sus valores y suma cada años nuevos adherentes y socios. A través de Aula AAPRESID, los productores cuentan el quehacer diario en el campo en pos de lograr seguridad alimentaria, mientras cuidan que el agua y el aire permanezcan limpios, los suelos fértiles y productivos. También los distintos auditorios trasmiten sus dudas y reclamos que enriquecen el camino de mejora continua en búsqueda de prácticas sustentables. Sobre el entramado de relaciones sociales en el que se sitúan los emprendimientos de la asociación, Jorge Romagnoli explicaba durante su gestión al frente de AAPRESID: “Lo que estamos proponiendo es que si, de alguna manera, no promovemos a través del ámbito de acción de AAPRESID –que son los productores y sus familias, espacios

Historia de AAPRESID 92

educativos, instituciones, clubes, empresas, etcétera–, la instalación de una cultura de valores esenciales que nos permita estimarnos y cultivarnos como sociedad, nuestra tarea será necesariamente limitada, únicamente tecnológica. Y creemos que actualmente hay un respaldo de capital humano dentro de la asociación suficiente como para tener autoridad moral como para impulsar valores que tienen que ver con el desarrollo de una sociedad. Ése es nuestro propósito”.

De este modo, en el rumbo emprendido por AAPRESID se conjugan los principios de interacción y trabajo en equipo bajo los preceptos de la comunicación abierta, el respeto a las personas y las ideas, la pluralidad, la creatividad, la cooperación, el dinamismo, el desarrollo personal, la flexibilidad y el profesionalismo, tanto como la honestidad intelectual y la valentía del carácter emprendedor. Asimismo, constituyen valores fundamentales la participación social responsable y la solidaridad, la actitud positiva y pro-activa y la lealtad a los valores compartidos. La capacidad de agregar valor a los productos del agro así como la puesta en práctica permanente de un conjunto de sólidos valores extraeconómicos son los aspectos que otorgan sentido profundo a todas las actividades de la asociación, a las cuales describimos en los capítulos siguientes.

Capítulo 3 El conocimiento 93

4 Acciones colectivas

Los esquemas de producción basados en las labranzas convencionales destruyen los suelos a una tasa mayor que aquella en que la naturaleza es capaz de generarlos.

Phillips

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∏ La gran red AAPRESID

El año 2000 marcó un punto de inflexión. Desde entonces la asociación decidió ampliar su faro, donde la bandera de la innovación no sólo era tecnológica sino también organizacional e institucional. En ese proceso sus miembros tomaron conciencia de que AAPRESID es en sí misma una innovación organizativa: una red interactiva de productores, donde cada uno hace lo que mejor sabe; receptiva de los avances de la ciencia y atenta a la profunda convicción inicial en el valor de la generación y transferencia de conocimientos. Esta red de redes, gestada a partir de la necesidad del intercambio y del diálogo entre colegas, se sustenta actualmente en una masa crítica de socios que acuerdan con las metas de co-innovación, contención y crecimiento. La red es la fortaleza profesional de la asociación, ya que la sitúa como proveedora de insumos clave para los agro-negocios, como la capacitación y la asistencia técnica, donde el secreto es la inteligencia colaborativa permanente.

Todo ello es posible gracias al aporte de los asociados, en el marco de una organización de impronta fuertemente democrática. En su mayoría los socios son productores, técnicos y profesionales del sector, pero también estudiantes universitarios y pequeñas, medianas y grandes empresas (desde cooperativas y veterinarias hasta agroquímicas y cerealistas) y otros actores de la comunidad agroalimentaria. Los socios tienen voz y voto en las asambleas y pueden ser elegidos por sus pares para formar parte de la comisión directiva. Asimismo pueden participar en todas las actividades que organiza la asociación: recibir las publicaciones, asistir a las reuniones convocadas por las Regionales y realizar consultas técnicas, así como compartir nuevas experiencias y saberes. La asociación, a su vez, promueve las conexiones

Carlos Reutemann, gobernador de la provincia de Santa Fe, Víctor Trucco, presidente de AAPRESID, Miguel Campos, secretario de Agricultura de la Nación en el XI Congreso de AAPRESID, agosto de 2003

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locales e internacionales, la organización de diversas actividades, la edición de variadas publicaciones, el desarrollo de maquinarias en diálogo con las empresas del sector y la importación de nuevos productos útiles para la Siembra Directa.

∏ Los congresos AAPRESID: un hito anual para la comunidad agroalimentaria

Desde su creación hasta la actualidad, la asociación ha organizado reuniones y conferencias que congregan a miles de asistentes. Estos encuentros son hitos fundamentales en el desarrollo y la historia de AAPRESID, ya que mediante el intercambio de conocimientos y experiencias fortalecen esta gran red de técnicos y productores de todo el país.

Una de las primeras acciones de AAPRESID fue la organización del llamado “Mini Congreso”, que se realizó en 1990 en las instalaciones del hotel Presidente de Rosario, apenas constituida formalmente la entidad, con una asistencia de 150 productores. Apenas un año antes, en un pequeño recuadro, casi perdido en sus enormes páginas de formato tabloide, el diario La Nación informaba la creación de la naciente asociación en la localidad santafecina de Venado Tuerto. El “Mini Congreso” de 1990 inauguraba una concepción de la labor de la red AAPRESID y una metodología de trabajo, al poner en marcha un engranaje fundamental para la promoción y difusión del conocimiento sobre Siembra Directa y la creación de espacios de interacción e intercambio de saberes y experiencias.

Mario Nardone relata que la primera reunión técnica tuvo lugar el 5 de octubre de 1989 en San José de la Esquina. Asimismo recuerda que el primer curso –dictado por él junto a Jorge Romagnoli, Hugo Ghío Díaz y Rogelio Fogante, en 1990, en Marcos Juárez–, trató cuestiones en las que hoy continúan profundizando, como el uso responsable del agua y la materia orgánica. Otra de las reuniones iniciales de la asociación fue la que tuvo lugar en 1992 en Villa Giardino, Córdoba, bajo el nombre de “Segundas Jornadas Binacionales”. Dicho encuentro tuvo por objetivo dar cuenta de que la práctica de la Siembra Directa que se estaba llevando adelante en distintos lugares del país, no era un invento aislado, sino que se realizaba también en otras partes del mundo. Para ello la institución invitó al productor estadounidense Jim Zeno Kinsella, al chileno Carlos Crovetto Lamarca y al Centro de Mejoramiento del Maíz y el Trigo de México, entre otros, lo cual dio a este encuentro una interesante dimensión suprarregional. En este encuentro, además, se constituye la Confederación de Asociaciones Americanas para la Producción Agropecuaria Sustentable (CAAPAS) –a la que nos referiremos más adelante– y se genera un documento para enviar a la cumbre de Río 92. Ese año, en un contexto de expansión del cultivo y crecimiento de la industria de la soja y de apertura a la técnica de la Siembra Directa, se desarrolló un nuevo Congreso de AAPRESID, esta vez con una mecánica, organización y dinamismo que lo posicionaron como el primero de un largo y rico recorrido que continúa en la actualidad. Con el transcurso de los años los congresos anuales se transformaron en uno de los eventos más importantes de la actividad agrícola argentina, a modo de faros de luz que condensan las problemáticas agrarias y las soluciones disponibles. Los congresos AAPRESID tienen una gran convocatoria y reúnen a especialistas locales y extranjeros en conferencias, paneles de discusión, mesas de intercambio y cursos, altamente enriquecedores. La propuesta desarrollada por la institución para

Tapa del Primer Congreso Interamericano de Siembra Directa – Segundas Jornadas Binacionales de Cero Labranza, marzo de 1992, Villa Giardino, Córdoba. Tapa de trabajos presentados en el III Congreso Nacional de Siembra Directa realizado del 31 de agosto al 2 de septiembre de 1994, en Villa Giardino, Córdoba
Historia de AAPRESID 96
Tomo I de las publicaciones del 8° Congreso Nacional de AAPRESID, cuyo lema fue “El Desafío es innovar”, Mar del Plata, agosto de 2000

estos encuentros logró instalar un espacio de ideas que trasciende la meta de actualización técnica, promoviendo el pensamiento crítico sobre temas éticos y macroeconómicos, que hacen, en última instancia, a la dimensión social de la agricultura en un mundo complejo y globalizado. En esta línea, si durante los primeros años los congresos se basaron en la difusión y adopción del sistema de Siembra Directa y estuvieron trazados por temáticas principalmente agronómicas, a partir del octavo congreso, celebrado en Mar del Plata en el año 2000, la convocatoria trascendió la técnica agrícola para focalizarse en la innovación. Desde entonces comenzaron a desarrollarse seminarios de biotecnología con el apoyo del Centro de Estudios Latinoamericanos “David Rockefeller” de la Universidad de Harvard. Así, en los últimos encuentros se han tratado temas de la realidad económica mundial y sectorial, de la política internacional y sus efectos en el negocio agroalimentario y del papel de los sectores público y privado, entre otras problemáticas que se plasmaron en lemas tales como El desafío es innovar o Darse cuenta

Respecto de este último lema Trucco señala: “La necesidad de promover y estimular un proceso de darse cuenta era un punto clave. Se trataba de una metáfora: nosotros nos dimos cuenta a partir de la Siembra Directa, que nos cambió la vida, y creemos que la Argentina necesita un darse cuenta que le cambie la vida. Esto requiere una actitud de atención y una capacidad de sorpresa que estimule a intentar comprender y a hacerse cargo”. La propuesta del darse cuenta fue una iniciativa de la asociación en la búsqueda de estrategias para multiplicar la reflexión sobre las experiencias de transformación agraria en la Argentina y se desarrolló mediante un espacio radial junto al periodista Mario Mactas, fundamentalmente invitando a ser protagonistas del cambio que queremos impulsar.

Todos los congresos AAPRESID llevan un lema que sintetiza el conjunto de problemáticas tratadas en cada encuentro, y debido a la relevancia de los temas desarrollados y al nivel de los disertantes invitados, realizan importantes aportes. En este sentido merece ser destacado el X Congreso, realizado en agosto de 2002 en la Bolsa

Artículo del diario La Nación donde se informa sobre la creación de la Asociación de Productores en Siembra Directa de la República Argentina. 9 de septiembre de 1989

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de Comercio de Rosario, contando con la presencia de 1300 productores, técnicos y empresarios del sector agroalimentario bajo el lema: “En los rastrojos y más allá de los rastrojos”. En 2003 el XI Congreso se centró en el concepto del darse cuenta y sus implicancias para el trabajo agrario cotidiano de productores y técnicos. Allí participó el especialista Antonio Mallarino, profesor de la Universidad de Iowa, Estados Unidos, quien disertó –junto a otros destacados expositores– acerca de temas de fertilidad y fertilización en maíz y soja con Siembra Directa.

El XII Congreso, desarrollado en 2004, tuvo como lema “La Hora del Empowerment”, que destaca la necesidad de tomar conciencia y asumir la actitud necesaria para superar dificultades. Una de las actividades más importantes de este evento fue la presentación del libro Un camino en común: Libro Blanco sobre Argentina, escrito por Mario Mactas con la colaboración de Marcelo Arguelles, Lino Barañao, Orly Benzacar, Sergio Berensztein, Nicolás Ducote, Jorge Corteza, Gustavo Grobocopatel, Juan José Llach, Fernando Oris de Roa, Horacio Rodríguez Larreta, Federico Sturzenegger y Víctor Trucco. Esta obra fue llamada Libro Blanco porque así se denomina a los libros encargados por gobiernos o instituciones con el propósito de reflexionar sobre problemas comunes, lo cual promueve la cohesión social, el diálogo, el aprovechamiento de los recursos y, en definitiva, el desarrollo social. A partir del concepto de Darse cuenta propone el poder enfrentar colectivamente los desafíos vividos en el mundo actual y aprovechar todas las posibilidades imaginables, para desplegar la idea de innovación permanente. El XIII Congreso, que tuvo lugar en 2005, se denominó “El futuro y los cambios de paradigma”. En esa ocasión estuvieron presentes destacadas personalidades, tales como el biólogo evolucionista y ecólogo argentino radicado en los Estados Unidos, Otto Solbrig, quien desarrolló la evolución del concepto de paradigma en la ciencia y la agricultura. Donald Reicosky, especialista del Servicio de Investigación sobre Agricultura de los Estados Unidos, disertó sobre las nuevas pautas alimentarias y subrayó la necesidad de desarrollar un programa de certificación internacional para los cultivos producidos bajo agricultura de conservación, con especial énfasis en la metodología de Siembra Directa. También estuvo presente la filósofa y antropóloga social Josefina Dartiguelongue, quien realizó un profundo análisis sobre el hombre en el mundo moderno y las crisis de las distintas áreas del saber.

Vista general sala de conferencias, XI Congreso de AAPRESID, agosto de 2003
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El pionero chileno Carlos Crovetto durante su disertación en el XII Congreso de AAPRESID, 2004

Este congreso tuvo además un panel especial del que participaron destacados intelectuales, tales como el filósofo Alejandro Rozitchner, el escritor Juan José Sebreli, el ex vicepresidente de la Nación, Carlos Álvarez, el ex ministro de Educación, Daniel Filmus, el presidente honorario de AAPRESID, Víctor Trucco y Gustavo Grobocopatel, presidente de “Los Grobo”. Este último abrió el debate con una idea capaz de sintetizar el espíritu de ese encuentro: “Vivimos en un mundo turbulento, con grandes cambios y eso trae aparejado el peligro de una confusión paradigmática. AAPRESID trabaja para construir competitividad y para extender esa experiencia y lograr que se sumen otros sectores. Es la famosa responsabilidad social”. Juan José Sebreli se refirió al concepto de globalización y vislumbró como esta idea puede contribuir a la definición de un nuevo paradigma. “La globalización es un macrocosmos que se interioriza en el microcosmos de nuestras vidas. Se desarrolla en las naciones, en nuestras casas y modifica las costumbres”, explicó.

Los congresos son fieles exponentes del espíritu de la institución. Por este motivo AAPRESID no podía dejar pasar el 30° aniversario de las experiencias pioneras en Siembra Directa. Durante el XIV Congreso del año 2006, se entregaron placas de reconocimiento a seis productores pioneros que implementaron en sus lotes esta técnica. Allá por el año 1976, cuando la labranza era la metodología dominante, José Capretto, Rogelio Fogante, Hugo Ghío, Mario Gilardoni, José Luis Miotti y Telmo Trossero aplicaron Siembra Directa en sus primeros lotes comerciales. Treinta años después la institución destacó a aquel grupo de productores agrícolas argentinos –varios de ellos futuros fundadores de AAPRESID– por apostar al desarrollo de una agricultura basada en la conservación de su principal recurso: el suelo. El ingeniero Mario Gilardoni, fallecido en el año 2010, era un productor agropecuario de pura cepa, pionero en Siembra Directa y uno de los primeros socios de AAPRESID. Frente a un auditorio colmado de gente, hizo una breve reseña de su historia personal y recordó sus primeras experiencias con las emblemáticas palabras: “Todo estaba por hacerse, se aprendía por prueba y error”. Destacó asimismo que hace treinta años los primeros lotes de Siembra Directa provocaron conmoción y desafiaron el paradigma reinante.

Durante este mismo Congreso tuvo particular relevancia el tema de los biocombustibles. El panel coordinado por Gastón Fernández Palma (miembro de la Comisión

Reicosky (especialista del Servicio de Investigación sobre Agricultura, Estados Unidos) durante su disertación en el XIII Congreso AAPRESID sobre el desafío del desarrollo de una agricultura productiva, rentable y sustentable. 2005

El staff de AAPRESID luego de la clausura del XII Congreso, 2004
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Donald

Siembra Directa en el África subsahariana (FAO, 2011c)

País

Area sembrada (en ha)

Ghana 30.000

Kenia 33.000

Lesotho 2.000

Malawi 16.000

Madagascar 6.000

Mozambique 152.000

Namibia 340

Sudáfrica 368.000

Sudán 10.000

Tanzania 25.000

Zambia 200.000

Zimbabwe 139.300

Total 981.640

Fuente: Friedrich-Derpsch-Kassam, “Overview of the Global Spread of Conservation Agriculture”, en Field Actions Science

Directiva de la institución) y compuesto por el especialista de la Universidad de Wageningen, Holanda, Peter Zuurbier, el analista del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Phil Jarrell y por el director de la Asociación Argentina de Biocombustibles, Claudio Molina, fue seguido con gran atención por un auditorio colmado de público. A modo de conclusión, Zuurbier se refirió a los desafíos que enfrenta la producción de biocombustibles, para lo cual, según sus palabras, es necesario atender especialmente al mejoramiento de la calidad, el desarrollo y la expansión de las cadenas de combustibles, así como incorporar estudios específicos y consecutivos acerca de los impactos generados por esta industria, relativamente nueva. El norteamericano Phil Jarrel analizó los factores que impulsan dicha expansión (en el caso de los Estados Unidos, el alto precio del petróleo), así como los beneficios ambientales y los incentivos tributarios para esta industria. Para finalizar, Gastón Fernández Palma y Claudio Molina presentaron una pormenorizada descripción de la situación en la Argentina.

Al año siguiente, el XV Congreso de AAPRESID brilló con singularidad, con una convocatoria de más de 100 disertantes, nacionales y extranjeros. En esta oportunidad el lema fue “Reinvención & prospectiva”: reinvención como sinónimo de reingeniería y reimaginación y prospectiva como la idea de mirar “un poco más allá” para construir futuro. Esta idea, en lo agronómico, se plasma en la invención de la Siembra Directa como un cambio de paradigma de enorme trascendencia, cuyos desafíos deben ser encarados constantemente para que siga siendo sustentable. En lo empresarial significa que se reinventa y proyecta la gestión de las empresas y negocios pensando en términos de la cadena de valor y fortaleciendo las relaciones con los clientes y proveedores. Como marco general, estos conceptos suponen que las ideas son el motor de todas las transformaciones. En este mismo congreso tuvieron un papel protagónico los Grupos Regionales, quienes participaron del “Concurso de Proyectos de Prospectiva Tecnológica Regional”, que fue una usina de grandes aportes. En este marco también se destacó la interesante conferencia de Otto Solbrig acerca del problema del cambio climático global. También resultó innovadora la propuesta presentada por Santiago Lorenzatti, por entonces Coordinador General de AAPRESID, para la certificación del proceso productivo de Siembra Directa, diseñada desde una visión conciliadora entre producción y medioambiente.

Exposición de maquinarias agrícolas en el marco del XIV Congreso, organizada por AAPRESID y la Municipalidad de Rosario. 2006 Floración plena de girasoles en un campo vecino a Norberto de la Riestra en diciembre de 2011
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Reports, 6 (2012)
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Jorge Romagnoli, en su último congreso como presidente de AAPRESID, y César Belloso durante un descanso en el XIV Congreso AAPRESID, 2007

Exposición de Klaus Amman, especialista mundial en biotecnología de la Universidad de Berna, en el XVI Congreso de AAPRESID, 2008

Jorge Weskamp, presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario; Miguel Lisftchitz, intendente de Rosario, Hermes Binner, gobernador de Santa Fe; Gastón Fernandez Palma, presidente de AAPRESID, Savio José Barros de Mendoza, director del Ministerio de Agricultura Ganadería y Abastecimiento de la República Federativa de Brasil. XV Congreso AAPRESID, 2008

En el año 2008, el Congreso XVI de la asociación se realizó bajo el lema “Hacia dónde vamos (Quo Vadis)”. Fue un año signado por un fuerte enfrentamiento del ámbito agropecuario con el gobierno nacional. Por tal motivo reinaba la incertidumbre acerca de las reglas que marcarían los próximos pasos de la producción y, en búsqueda de lecciones aprendidas de este conflicto, propusimos el lema “Quo Vadis Agro” y el inicio de un nuevo espacio, hoy ya consagrado, para la participación ciudadana: “Quo Vadis Argentina”, donde año tras año se plantean los roles a asumir en la construcción de nuestra Nación, basada en el respeto de la Constitución Nacional y con énfasis en la defensa del sistema de Gobierno Federal.

Entre otros temas se trató la cuestión de la Agricultura Certificada (AC), marca oficial de un sistema productivo de calidad. La certificación es una manera de asegurarse que se están haciendo las cosas bien. Por tal motivo se establece un protocolo que permite al productor planificar y coordinar auditorías con el ente certificador (SGC).

La Agricultura Certificada es importante porque permite a los productores el aumento de la eficiencia en el uso de los recursos, una mejor gestión empresarial y una mayor rentabilidad.

El XVII Congreso del año 2009, cuyo lema fue “La era del ecoprogreso”, fue inaugurado por el entonces gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, quien enfatizó la necesidad de “escuchar al campo”. En el acto de apertura Gastón Fernández Palma evocó a los pioneros de la Siembra Directa que dieron origen a la institución y realizó una mención especial para José Araya, recordándolo como “excelente productor y mejor persona, quien con su bajo perfil y su contracción al trabajo, nos sirve de ejemplo a seguir”. En el XVIII Congreso del año 2010 el lema fue “El cuarto elemento”, en referencia a la importancia esencial del agua dulce. Este tema fue tratado en el Segundo Simposio Internacional del Agua, que tuvo lugar en el marco del Congreso. Por otra parte fue conmemorado el Primer Seminario de Biotecnología que la asociación llevó adelante junto al Centro David Rockefeller de la Universidad de Harvard y tuvo lugar una nueva edición del mismo, en la que participaron, entre otros, los fundadores de Bioceres, una compañía creada por productores de AAPRESID con la convicción de invertir en investigación con articulación público-privada, basada fundamentalmente en la biotecnología como ciencia promisoria para dar respuesta a las demandas de la humanidad. Durante el XIX Congreso el lema fue “Inteligencia Colaborativa”. Gastón Fernández Palma, presidente de AAPRESID, expresó la postura institucional de la asociación frente a la biotecnología y a sus aspectos legales con las siguientes palabras: “Insistimos en el respeto y pago de las nuevas tecnologías patentadas, en armonía con la ley de patentes, que protege a los nuevos eventos biotecnológicos, y la ley de semillas que protege el germoplasma. De esta manera, no sólo estaremos respetando la propiedad intelectual, sino que además incrementaremos la productividad cumpliendo con la misión de alimentar una población mundial de crecimiento sostenido”. Dentro de las actividades de este Congreso se desarrolló el I Simposio de Malezas Resistentes, que contó con la presencia de destacados especialistas. El ingeniero agrónomo Pablo López Anido, directivo de AAPRESID, que advirtió sobre la problemática que comenzaba a evidenciarse, presentó la Red de Conocimiento en Malezas Resistentes (REM), un programa liderado por la asociación junto a especialistas, técnicos y empresas. En el mismo Congreso se realizó un homenaje a uno de los pioneros y más comprometidos investigadores del desarrollo sojero en la Argentina, el técnico Héctor Baigorri, quien falleció recientemente.

Historia de AAPRESID 102

En el Congreso XX del año 2012, cuyo lema fue “20 veces sí”, Víctor Trucco se refirió a la historia de la entidad y mencionó a quienes la inspiraron, destacando en particular a Rogelio Fogante y Carlos Crovetto. Dedicó, además, un párrafo aparte para los “inspiradores” que de algún modo ayudaron a delinear la filosofía de la asociación: el ingeniero agrónomo y genetista estadounidense Norman Borlaug, quien obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 1970, el ecólogo Otto Solbrig, el filósofo contemporáneo Francesco Di Castri y Juan Enríquez, reconocida autoridad mundial en los impactos económicos y políticos de las Ciencias de la Vida. Asimismo destacó la creación de Bioceres en el 2000, Indear en 2005 y Verdeca en 2011, como empresas vinculadas al cambio de paradigma productivo.

En el XXI Congreso del año 2013 el lema fue “Otra tierra”. Con ese desafío el entonces presidente de la institución, César Belloso, abrió formalmente el encuentro en un acto del que participaron autoridades nacionales, provinciales y municipales. A propósito del lema del congreso Belloso sostuvo que la humanidad debe enfrentar un cambio cultural con vistas a modificar los hábitos para lograr hacer sustentable el desarrollo de la vida en el planeta. Exhortó, además, a los más jóvenes, a convertirse en protagonistas de ese cambio de cara al futuro. En este encuentro se desarrolló el Seminario de Biotecnología, donde especialistas referentes de Francia, Brasil y la Argentina expusieron sus visiones acerca de la agricultura sustentable en Europa y América Latina. Además, se trataron temas vinculados al agua y el control de malezas. Los congresos de AAPRESID, con una propuesta continua y en evolución año tras año, han demostrado ser una usina de ideas, acciones y saberes compartidos, que reúnen a los más diversos actores vinculados con el mundo agrario para reflexionar sobre las nuevas problemáticas y las perspectivas a futuro de un espacio vital para el sustento de la humanidad. Pero los congresos no están solos en esta tarea. A continuación nos referiremos a otras acciones colectivas de AAPRESID que trabajan en la misma dirección.

∏ Un Productor en Acción

“Un Productor en Acción” (UPA) es un programa de AAPRESID que fue inaugurado el 27 de marzo de 1993 en el establecimiento “La Lucía” de Jorge Romagnoli, en Monte Buey, provincia de Córdoba, con una concurrencia de alrededor de 800 personas. En

El presidente de AAPRESID, Gastón Fernández Palma, y Leandro Bertoya, ministro de Desarrollo Territorial de Neuquén, firmando un convenio marco con esa provincia durante el XVII Congreso de AAPRESID, 2009

Vista general de participantes en el auditorio. XVII Congreso de AAPRESID, 2009

Capítulo 4 Acciones colectivas 103

Rigas Karamanos, profesor del Departamento de Suelos de la Universidad de Manitoba (Canadá), durante su disertación sobre nutrición de cultivos durante el XVIII Congreso AAPRESID. 2010

“Hay tecnologías ya implementadas por otros países y Argentina se está quedando atrás por falta de decisiones políticas”, sostuvo Juan Kikebusch, miembro de la Asociación de Semilleros Argentinos, en el II Seminario de Biotecnología, en el marco del XVIII Congreso AAPRESID, 2010

los siguientes años se ha organizado también en campos de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Salta, Tucumán, Chaco y La Pampa. UPA consiste en abrir las tranqueras de un establecimiento que se considera de interés por su forma de producir –sin importar el tamaño de la propiedad ni su nivel socioeconómico–, para que el productor pueda transmitir su labor y experiencia a los visitantes. Los intercambios y experiencias desarrollados en este tipo de encuentros han arrojado interesantes resultados, que dialogan con la investigación científica a nivel estatal y privado. Pilu Giraudo cuenta una interesante historia. “En «El Santuario» de la estancia La Corona de la familia Henderson, entre 9 de Julio y C. Casares, en una de las primeras reuniones a campo de AAPRESID, se observaba una calicata en un «suelo virgen o prístino» –denominado así porque se conserva intacto sin sufrir la acción del hombre–. Mientras el especialista del INTA Rodolfo Gil mostraba las propiedades de ese suelo todos pidieron “un aplauso por el suelo” compartiendo el anhelo de recuperar los suelos deteriorados de la mano del sistema de Siembra directa propuesto por AAPRESID y devolverlos a una situación similar a los que fueron creados. Fue un momento muy emotivo”. La presidente de AAPRESID remarca hoy con entusiasmo que los resultados del BIOSPAS demuestran que estamos en ese camino, con mucho para mejorar pero con indicadores cada vez más cercanos a los suelos naturales.

∏ Los Grupos Regionales

En los inicios, los miembros de AAPRESID consideraron que la expansión de la Siembra Directa sería más rápida y efectiva si se formaban grupos de trabajo en diversas regiones del país. Así nacieron los Grupos Regionales, que actualmente se distribuyen en diversos lugares del país. El criterio de la Comisión Directiva siempre fue dejar que estos grupos se organizaran en forma autónoma y sobre la base de exigencias mínimas, para así dejar espacio a las experiencias desarrolladas en diversos ambientes productivos y humanos. De hecho, no existían pautas precisas de organización, lo cual explica las características dinámicas de su desarrollo. Los Grupos Regionales se reúnen periódicamente y organizan diversas actividades, tales como los “Días de

Historia de AAPRESID 104
"El Santuario" en 9 de Julio, provincia de Buenos Aires

Campo”, que son jornadas realizadas a cielo abierto en lotes de productores (en la línea del programa “Un Productor en Acción”), donde se producen procesos de enseñanza-aprendizaje y de intercambios de saberes.

El primer Grupo Regional fue el del Norte de Buenos Aires, que agrupaba a Pergamino y Alcorta y surgió a comienzos de la década de 1990. En Alcorta se llevó a cabo la primera reunión; fue en un campo chico de 120 ha y contó con la asistencia del entonces ministro de Agricultura de la provincia, Felipe Solá, en el campo de un socio de AAPRESID. Con el tiempo esta primera regional modificó su nombre por el de Pergamino-Colón, al sumar nuevos campos.

Actualmente existen 35 Grupos Regionales. En la provincia de Buenos Aires: 25 de Mayo, 9 de Julio, Azul/Tandil, Bahía Blanca, Bragado/Chivilcoy, Bolívar, Chacabuco, Guaminí/Carhué, Lincoln, Mar del Plata, Necochea, Pergamino/Colón, Pigüé, Saladillo, Trenque Lauquen, Tres Arroyos; en la provincia del Chaco: Sáenz Peña; en la provincia de Córdoba: Adelia María, Alta Gracia, Del Campillo, Justiniano Posse, Laboulaye, Los Surgentes/Inriville, Monte Cristo, Oliva/Oncativo, Río Cuarto, Río Segundo y Vicuña Mackenna, en la provincia de Entre Ríos: Paraná; en la provincia de La Pampa: La Pampa; en Salta: Metán; en San Luis: San Luis; en la provincia de Santa Fe: San Jorge y Venado Tuerto y, finalmente, Lavras do Sul, en el Estado de Rio Grande do Sul, Brasil. Los Grupos Regionales son el nexo entre las problemáticas locales y las ideas y actividades promovidas por la asociación en el conjunto del país y por eso constituyen un pilar fundamental. A su vez los Grupos Regionales se integran en Nodos, formados de acuerdo a características agroecológicas similares de las regiones. Actualmente existen tres Nodos: Sur, Oeste y Centro, que se vinculan para compartir experiencias y saberes. Los testimonios acerca de la formación de los Grupos Regionales revisten gran interés ya que relatan, con diversos ejemplos de casos, cómo fue el proceso de darse cuenta que llevó a productores y técnicos de diversas partes del país a acercarse a la asociación en diferentes momentos. “Entre los años 1989 y 1998” –recuerda Omar Tiseira– “atendí campos en la zona de Chacabuco, Salto y Rojas, en los que se trabajaba con una agricultura continua convencional (laboreos con cincel, discos, rastras, rolos y siembras convencionales), lo cual producía degradación de los suelos por erosión,

Peter Goldsmith, especialista de la Universidad de Illinois, disertando en el Panel de Soja. XIX Congreso de AAPRESID, 2011

Panel de Regionales. De izq. a der.: R. Kiessling, C. Rodriguez, M.A. Alvarez, C. Belloso y A. O`Donell, XIX Congreso de AAPRESID, 2011

César Belloso, presidente de AAPRESID, y autoridades nacionales, provinciales y municipales en el XX Congreso de AAPRESID, 2012

Stand de AAPRESID en Expoagro en alusión a los 20 congresos de AAPRESID, 2012.
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Disertación de Amir Kassan de la FAO sobre el desafío para alimentar a una población mundial cada vez más numerosa. XX Congreso AAPRESID, 2012

falta de materia orgánica y fertilidad y además los rendimientos venían disminuyendo. En una primera instancia –continúa–, se pensó en ir rotando los lotes con mayor degradación del suelo con siembras de pasturas, como para recomponerlos, pero en el año 1990 se comenzó a hablar de Siembra Directa con firmeza. Anteriormente se la había mencionado, pero había desconfianza y malas experiencias porque se la practicaba mal. En 1991 conocí a Alberto del Solar Dorrego, que para esa época era un adelantado. Estaba vinculado con Víctor Trucco, Rogelio Fogante, Heri Rosso, Jorge Romagnoli, Cesar Belloso, Telmo Trossero y otros socios de AAPRESID. Del Solar Dorrego me inculcó la Siembra Directa, me enseñó a implementarla y a comprobar sus beneficios. A partir de entonces me vinculé con AAPRESID, empecé a participar en reuniones, en congresos y en todos los eventos y jornadas de capacitación que hacía la asociación. Para mí AAPRESID ha sido muy importante para el aprendizaje de la Siembra Directa. Hoy sostengo que si queremos ser sustentables en el tiempo hay que seguir con este modo de siembra”. Tal como lo expresa en su relato Tiseira, los productores de la zona comprendieron, son sin dudas y tras largas discusiones, que había que cambiar de paradigma para que la agricultura fuera sustentable. Actualmente, como integrantes del Grupo Regional de Saladillo, están a la orden del día con las novedades y las problemáticas tratadas en el marco de la gran red AAPRESID. Otro de los testimonios pioneros acerca de la formación de los Grupos Regionales es el brindado por Fabián Coronato, quien en el año 1990 se desempeñaba como presidente de la Regional Noetinger, en la provincia de Córdoba. Sobre aquellos primeros tiempos Coronato recuerda: “En 1990 algunos técnicos y productores de la localidad asistimos al primer curso referente a Siembra Directa en Marcos Juárez, dictado por Rogelio Fogante, Heri Rosso, Mario Nardone, Hugo Ghío, Jorge Romagnoli

Grupos Regionales

Historia de AAPRESID 106
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y Nicolás Milatich, y a partir de allí nos dimos cuenta de que teníamos que cambiar nuestro sistema de producción. Luego nos visitaron Fogante y Mario Gilardoni, transmitiéndonos con gran entusiasmo y calidad humana las bondades del sistema y las ventajas de agruparnos bajo la forma de una regional y allí comenzó nuestro trabajo”. A partir de entonces los productores lograron mayor eficiencia en la producción ganadera, más calidad en la producción de pasturas y mayor productividad y estabilidad en la agricultura.

El camino se hace al andar. Y muchos fueron los que andando el camino fueron abriendo tranqueras y dándose cuenta. El 8 de marzo de 1994 fue un día muy significativo en Las Perdices, provincia de Córdoba, porque en el Campo del Pozo se realizó una jornada con recorrida de campo y disertaciones de miembros de AAPRESID y del grupo regional local. Gustavo José Torres recuerda que “se mostraron cultivos de maní en Siembra Directa (¡sí, maní!), maíz, sorgo granífero y alfalfa, además de soja, el cultivo dominante. Vinieron productores de CREA de la zona de Río Cuarto, Villa María y de diversas zonas, principalmente de la provincia de Córdoba, docentes universitarios de Córdoba y Río Cuarto, funcionarios de la Secretaria de Agricultura de la provincia de Córdoba y productores interesados en este nuevo sistema que provenían de Hernando, Ucacha, La Carlota, Carnerillo, Gigena, Pasco, etc. Fue realmente un hito. Entre otras acciones se creó un Proyecto de Difusión de Siembra Directa, en el que se inscribieron diez productores. Dicho proyecto” –continúa explicando Torres– “consistía en sembrar un lote (de 10 a 30 has.) de cultivo de soja o sorgo en Siembra Directa en el mismo campo del productor, para que el propietario pudiera observar en su propia casa la evolución diaria del cultivo y así poder compararla con los cultivos sembrados según los usos y costumbres. Además organizábamos una recorrida de los diez lotes sembrados una vez por mes, donde cada productor manifestaba  sus apreciaciones sobre el crecimiento y desarrollo del cultivo con la inevitable comparación respecto de los lotes manejados por el mismo productor en la siembra convencional. Entre los productores que participaron estaban Antonio y Elvio Perucca, José y René Crognali y Jorge Sierra. El proyecto resultó exitoso ya que todos los participantes, sin excepción, al año siguiente continuaron realizando Siembra Directa en mayor superficie para terminar adoptándola como sistema de producción”. Y a modo de conclusión Gustavo José Torres agrega: “En la zona rural de Las Perdices, en el año 1998, llovieron 180 mm en una sola jornada sobre fines de diciembre, una precipitación que provocó un muy grave problema de erosión hídrica y de destrucción de la red vial. Con el antecedente de los resultados que se lograban con este sistema ya probado por varios productores, sumado a este acontecimiento climático, se produjo la plena adopción de la Siembra Directa en la zona rural de Las Perdices, que luego fuera reafirmada por la baja del precio del glifosato. Esto convirtió al sistema de Siembra Directa en más productivo y económico que la labranza y siembra convencional”.

En la zona de Tres Arroyos, al sudeste de la provincia de Buenos Aires, las condiciones climáticas y del suelo parecían obstáculos insalvables para la implementación de la Siembra Directa. Muchos productores desconfiaban, la consideraban sólo una moda y se resistían a adoptarla. Pero hubo alguien que intuyó que la cosa iba por otro lado, iniciando un proceso de cambio de paradigma a nivel local. Se trataba de Ronny Kuhlmann, productor y técnico, cuya experiencia fue tan exitosa que a partir de 2008 la impulsó también en la Patagonia, específicamente en la provincia de Neuquén. La primera vez que Kuhlmann escuchó hablar de Siembra Directa fue en el año

Nodos de AAPRESID en Argentina
de AAPRESID 108
Historia

85, en Dakota del Sur, Estados Unidos. Ya en la Argentina, en el 89, visitó Expochacra con José Zubiaurre, un cliente y amigo, para tratar de conseguir información. “Recorriendo la exposición” –recuerda– “nos encontramos con Víctor Trucco, quien humildemente, con una mesita y un par de sillas, nos atendió y nos informó sobre Siembra Directa y lo que sería AAPRESID. En el viaje de vuelta, muy entusiasmados, comenzamos a trabajar sobre el sistema con el constante respaldo de AAPRESID y, en sus principios, de la Fundación Producir Conservando. Yo tuve la suerte de rodearme de un grupo muy entusiasta de clientes (José Zubiaurre, Lorenzo D’Abbadie, Pablo Vigil, Lucas Kelly, Jorge Olleta y otros que se fueron incorporando) con los cuales trabajamos en el desarrollo de máquinas, accesorios, herbicidas, rastrojos, cultivos, compactación, etcétera”.

Los cambios siempre conllevan dilemas e incertidumbres, especialmente para alguien como Ronny Kuhlmann, quien durante 10 años había desarrollado un campo de producción orgánica para una empresa que tenía una cadena de panaderías en Buenos Aires. “Cuando empecé a ver que bajo este sistema orgánico había una erosión eólica e hídrica muy importante por el exceso de labores para controlar el avance de las malezas, por la falta de uso de herbicidas, sumado al agotamiento de los suelos por el no uso de fertilizantes y la falta de manejo del agua de los suelos, quedé totalmente convencido de que el camino a seguir era el de la Siembra Directa, que podría controlar todas esta variables con cobertura y realizar un desarrollo sustentable cui-

He tenido cuatro años felices, en los que consolidamos el Plan Estratégico de la institución.

AAPRESID está creciendo de forma democrática, con nuevos integrantes jóvenes y altamente profesionales.

Gastón Fernández Palma

Miembros de la Regional Bolívar de viaje Visita de miembros de la Regional Bolívar al Establecimiento “La Elena” Miembros de la Regional en el Establecimiento “Don Canesto” de Bolívar Bolívar, Buenos Aires
Capítulo 4 Acciones colectivas 109
Jornada de Tranqueras Abiertas en el Establecimiento “Los Pala” de Bolívar

dando el suelo”, explica. A partir de entonces se concentró, como técnico y productor, en el desarrollo de la Siembra Directa. Alquiló un campo, “La Maravilla”, donde desarrollaba y ensayaba técnicas, cultivos, maquinarias, rotaciones, productos, etcétera, que una vez consolidados trasladaba a los campos de sus clientes. Paulatinamente se fue abriendo el camino. Los que en los primeros tiempos se oponían fueron cambiando de idea, se fueron dando cuenta de los beneficios del nuevo método de producción y poco a poco lo fueron incorporando. “Por eso” –reafirma Khulmann– “insisto en que el sistema se desarrolló gracias a un grupo de productores entusiastas convencidos, que pusieron un gran esfuerzo personal, y con el apoyo incondicional de AAPRESID. Pero la pelea fue dura al principio”.

La del sudeste de la provincia de Buenos Aires fue una de las primeras regionales, que en un principio aglutinó a entidades como Chacra Experimental Barrow (que for-

Cartel donde figura “Jorge Omar Sierra INICIO en Siembra Directa”. Sierra fue uno de los integrantes de un Proyecto de Difusión de la Siembra Directa, realizado por el grupo AAPRESID de Las Perdices conjuntamente con Monsanto. El Plan consistía en realizar en un lote de 10 a 30 hectáreas cultivos de soja o sorgo en Siembra Directa en el mismo campo del productor y que el propietario pudiera observar en su propia casa la evolución diaria del cultivo para poder compararlo con los cultivos realizados según los usos y costumbres tradicionales. En la foto, de izq. a der.: Elvio Perucca, Gustavo Bonetto, Antonio Perucca, Pedro Castelli, Gerardo Castelli, Raúl Cavigliasso, Daniel Biolé, Raul E Torre

del 08/03/1994.

Operación de descarga de la Sembradora SEMEATO para ser exhibida en la muestra estática de la Jornada del 8/03/1994. Dicha sembradora formaba parte de un acuerdo entre Monsanto y Cargill SA, y se alquilaba a los productores para sembrar trigo y soja en Siembra Directa. Varios productores de la Región tuvieron el primer contacto con el sistema de Siembra Directa a través de la SEMEATO y realizaron su primera siembra en directa con la sembradora que se observa en la foto

Participantes de la Jornada realizada el 8 de Marzo de 1994, en Campo Pozo del Rodeo, Las Perdices, Córdoba Entre ellos hay especialistas, docentes y funcionarios de la Secretaria de Agricultura de la provincia de Córdoba

El Ing Agr. César Belloso disertando en la Jornada
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Las Perdices, Córdoba

ma parte del INTA), EATA (Escuela Agropecuaria de Tres Arroyos) y Crea, a la que luego se fueron incorporando varios productores. Para su conformación Kuhlmann contó con la ayuda de Agustín Báez, técnico de la Chacra de Barrow. “Con la gran eficiencia y desarrollo de tecnologías en Siembra Directa en nuestras zonas, comenzamos a realizar una serie de viajes al exterior representando a AAPRESID, no ya para buscar información sino para exportar conocimientos y experiencias adquiridas”, explica Kuhlmann. Las exitosas experiencias, los conocimientos adquiridos y la confianza en el sistema llevaron a Ronny Kuhlmann a intentar llevar la Siembra Directa a la Patagonia. A través del Sistema Chacras se realizó un convenio entre la provincia de Neuquén, el INTA y AAPRESID que logró desarrollar el Plan Ganadero de la provincia, cuya primera etapa finalizó recientemente con éxito.

Otro interesante testimonio lo brindan los pioneros del Grupo Regional de Bolívar. “Allá por el año 2000 Claudio Carretero y Sergio Yaquinta, productores agropecuarios bolivarenses inquietos e innovadores, asistieron a una Expochacra. Al pasar por el stand de AAPRESID fueron atendidos por Ezequiel Schnyder (alias Tetel), un joven simpático y agradable que tenía puesta la camiseta de la institución y que les transmitió con enorme entusiasmo la idea de crear una regional en Bolívar”, –cuenta Eduardo Mosquera–. “Cuando regresaron nos trasmitieron la idea e inmediatamente pusimos manos a la obra, armando una lista de casi 40 productores con los cuales podríamos compartir experiencias, conocimientos y, fundamentalmente, la inquietud de saber qué era la Siembra Directa y si iba a funcionar en la zona. Con la colaboración de la institución, a través de Eduardo Da Silveira, socio de Rufino, comenzamos a caminar y el grupo se fue consolidando. Compartiendo conocimientos a través de Un Productor en Acción, reuniones abiertas de extensión hacia el resto de los productores de la comunidad, congresos, etc., logramos traspasar el ámbito de la Regional y conseguimos impulsar la Siembra Directa en nuestra región, de tal modo que hoy, a 14 años de su

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Miembros de la Regional Oliva-Oncativo, 2008

formación, más del 90% de la superficie agrícola y ganadera de la zona se realiza con esta técnica”.

Otro interesante testimonio lo brinda Milton Chagalj de la Regional San Luis, que tiene una importancia especial por tratarse de una zona relativamente alejada del núcleo de la Siembra Directa y que tiene sus problemáticas específicas. En el año 2004 Nicolás Ríos Centeno, responsable del sector agrícola de la empresa Ser Beef, observó que no había una fluida interacción entre los productores en una zona donde la producción era complicada. Por eso sintió la necesidad de intercambiar ideas, ya que todo era a prueba y error y sin compartir aciertos ni fracasos. Poco a poco se fue contactando con varios productores de la zona, entre ellos Adrián Bona, Nello Rosa, Sergio Cuello, Miguel Saraceno, Ricardo Meirovich y Daniel Lusich, quienes comenzaron a dialogar y a compartir experiencias y de allí surgió la idea de formar una regional, con fuerte apoyo desde Rosario. Su existencia fue formalizada en el año 2007 y paulatinamente se fue organizando mejor, para lo cual fueron importantes el ingreso de la Asesora Técnica Regional (ATR) Laura Guzmán, así como la participación en las reuniones del NODO Regional Oeste. Actualmente la Regional San Luis está formada por un grupo de empresas y productores independientes presididos por el ingeniero

Dwayne Beck, especialista del Centro de Investigación Dakota Lakes Farm,  visitó la Regional Lincoln en agosto de 2010. Sus aportes sobre las rotaciones y la inclusión de gramíneas para aumentar los macroporos y la infiltración de los suelos fueron muy importantes

II Simposio de Regional Lincoln. En el estrado, Miguel Taboada, uno de los amigos de la Regional, septiembre 2009

Primera reunión de los socios de AAPRESID de Lincoln, en 2001 Miembros de la Regional Lincoln con pioneros en Siembra Directa
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Lincoln, Buenos Aires

Martín Ibarra. Su modalidad de trabajo es de una reunión mensual, que suele tener lugar en un campo. Luego de una recorrida el anfitrión del campo muestra las experiencias transitadas y se discuten en grupo los resultados, lo cual brinda una valiosa fuente de conocimiento en un espacio donde escasea la información técnica sobre la diversidad ambiental de la provincia.

Como lo expresan todos estos testimonios, los Grupos Regionales se han ido formando a partir de las necesidades e inquietudes de los productores así como del darse cuenta de que compartir experiencias y saberes colectivos es una herramienta muy valiosa para afrontar los desafíos y encontrar respuestas ante las dificultades. Para AAPRESID los Grupos Regionales son el lazo que le permite tener un contacto directo con las necesidades específicas surgidas de los más diversos rincones del país y por eso alienta e impulsa su desarrollo en toda la Argentina e inclusive en países limítrofes.

Actualmente existe un Grupo Regional Internacional en Lavras do Sul, con el cual se ha producido una interesante experiencia de trabajo durante los últimos años. El brasileño Gerson Herter fue uno de los mentores de la formación de esta regional que debe su nombre al municipio brasileño homónimo ubicado en el centro-sur del Estado de Río Grande do Sul, la región gaucha de Brasil orientada, tradicionalmente,

Reunión de observación de maíces Pioneer en Siembra Directa organizada por la agroquímica  Mac Rojas de Jose Capretto en el establecimiento “El Silencio”, en el partido de Rojas, donde Omar Tiseira era el encargado de chacra en 1992

Sembrando soja de segunda sobre rastrojo de colza en Siembra Directa con una máquina Agrometal TX de 14 surcos a 70 cm entre línea (Establecimiento “La Celina”, partido de Chacabuco, 1994)

“Los grupos regionales de AAPRESID son el medio idóneo para intercambiar información y crecer en experiencia con la Siembra Directa”.

Alberto Marchionni

Buenos Aires

En el Establecimiento “Las Dolores”, partido de Chacabuco, recorriendo un lote de maíz en Siembra Directa con productores de la zona. De izq. a der.: Omar Tiseira, Héctor Paulucci, Enrique Campos y su encargado, en 1994

Lote de maíz en Siembra Directa (Establecimiento “La Celina”, partido de Chacabuco, 1995)

Saladillo,
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al desarrollo ganadero y arrocero. Las limitantes productivas en esta zona del Brasil son principalmente de origen edáfico ya que los suelos son ácidos y poco fértiles, el nivel de fósforo es bajo y existen problemas de toxicidad por la presencia de aluminio. Además, en algunos casos se presentan dificultades para la agricultura por el tránsito de animales en búsqueda de pasturas en los meses de invierno. Ante esta situación los productores del norte, zona tradicionalmente agrícola, no tienen donde expandir sus cultivos y buscan oportunidades en esta región. Ello plantea nuevos desafíos para la producción y el desarrollo de información precisa para responder a necesidades locales es clave. Así lo entendió Gerson Herter, quien tomó contacto con la institución y comenzó a asistir a sus congresos, para luego convencer a un grupo de productores brasileros para que juntos formaran un Grupo Regional AAPRESID. Hoy este grupo ha transformado totalmente el potencial productivo de la región basado en la adaptación del sistema de Siembra Directa, fortaleciendo el vínculo de AAPRESID con la FEBRAPDP, la Federación par en Brasil, al tiempo que ambas se hallan en la actualidad nucleadas en CAAPAS.

Los Grupos Regionales constituyen verdaderos centros neurálgicos que tienen la

Mensualmente se reúnen los miembros de la Regional San Luis. Con los datos de todos los integrantes se hace un análisis de acuerdo a una división de gradiente ambiental que tiene establecido la Regional, por la diversidad de campos que comprenden y para que los resultados obtenidos sean los más comparables entre sí

Mañana helada. Una postal del riguroso clima que les toca afrontar a los cultivos. Un trigo bajo riego en la zona de Granville, San Luis De izquierda a derecha: H. Ghío, J. Romagnoli, M. Ferrari (INTA), A. Marchionni, D. Canova, P. Spelanzon Parada en una de las estaciones de UPA (Un Productor en Acción). Ensayo de híbridos de maíz, experiencia que se repite todos los años y en varios campos para determinar el comportamiento en los distintos gradientes ambientales de los campos de la Regional San Luis Recorrida a campo en los comienzo de la Regional San Luis
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San Luis

doble función de ser receptores de las necesidades y demandas locales, y oferentes de respuestas a esas necesidades. Y esta dualidad es tan válida para cuestiones de corte netamente agronómico y productivo, como de índole social e institucional. De esta manera construyen, en forma continua, nuevos espacios que sirven para interactuar con otros actores de la comunidad, siendo parte de la realidad que describen y observan. Ellos tienen representatividad zonal y sus socios son intensos difusores de las misiones propuestas. Distribuidos como profundas raíces en el suelo de la Argentina, los regionales replican y comparten la misma cultura del grupo de pioneros de la Siembra Directa, ya que cada nuevo grupo que se suma se convierte en una herramienta fundamental para el cambio de paradigma en la experiencia concreta. Compartiendo valores y modos de trabajar, se va construyendo continuamente la “Cultura AAPRESID”. Los socios que forman parte activa de la institución son los voceros y protagonistas de esta cultura agraria en permanente evolución. Por ello cada Grupo Regional se convierte en el ámbito privilegiado para involucrarse con el movimiento “aapresidiano”. Difundiendo su visión, dando a conocer sus objetivos, estos grupos abiertos al intercambio de experiencias e innovaciones tecnológicas, organi-

De izquierda a derecha: A. Marchionni, C. Belloso, M. Moore, J. Kinsella (EE.UU.), M. Ferrari (INTA), F. Rucci, M. Sanguinetti Sembradora de Siembra Directa, activa en 1984 en Dakota del Sur, EE.UU. "Se parecía más a un vagón de tren que a una sembradora ", recuerda Ronny Kuhlmann Jornada de trabajo de AAPRESID en "La Maravilla", campo especialmente rentado por Ronny Kuhlmann, técnico y productor del sudeste bonaerense, para desarrollar y ensayar tecnologías en Siembra Directa. En la foto, Victor Trucco, Ronny Kuhlmann y otro miembro de AAPRESID Gira de trabajo en la Patagonia de técnicos y productores de AAPRESID, en 2010. En la foto, Jorge Romagnoli, Fabián Tomasonne, Adolfo Sarmiento, Ronny Kuhlmann, Jorge Lagos Mármol, Marcos Fernández, Telmo Trossero, Miguel Fernández, Victor lovera, entre otros Jornada de trabajo de miembros de AAPRESID en Las Lajas, provincia de Neuquén, noviembre de 2011. De izq. a der.:Guillermo Becker, Ronny Kuhlmann, Mariano Dietrich, Juan Caporicci, Guillermo Peralta
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Sudeste de Buenos Aires y Patagonia

zacionales e institucionales, tienen como importante particularidad la autonomía en la definición de su propia dinámica de funcionamiento. Cada grupo decide las líneas de trabajo a seguir, el tipo de reuniones que organiza, etc. Por eso los Grupos Regionales son portadores de toda una cultura vinculada con sus vivencias, costumbres, desarrollos personales, problemáticas y visiones del mundo agrario. Se constituyen, de esta forma, en las voces de la tierra, siendo ellos los que mejor pueden definir qué es pertenecer a AAPRESID.

Su desarrollo y difusión son constantes. Los Grupos Regionales tienen un espacio específico en los congresos, presentan trabajos en los Concursos de Proyectos de Prospectiva Regional, algunos de sus integrantes son asesores técnicos regionales e inclusive viajan al exterior a capacitarse, además de participar como disertantes en diversos eventos de la asociación. Cada año el Programa Regionales se plantea nuevos objetivos pero siempre con el mismo norte: canalizar cada “cultura regional”, difundiéndola a todo el país.

Uno de los responsables de dar impulso a los Grupos Regionales, César Belloso, recuerda que en el Primer Congreso AAPRESID, en 1992, con Alberto Marchionni, y otros socios de la zona se animaron a armar el primer grupo, que abarcaba el norte de Buenos Aires y el sur de Santa Fe. En la actualidad hay más de treinta grupos distribuidos en las provincias del Chaco, Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, Entre Ríos, Tucumán y La Pampa. “Esta formidable expansión” –explica Belloso– “no sólo da cuenta de la distribución de los socios de la institución en todo el espacio agro-productivo del país, sino que también da por tierra con la vieja creencia de que la Siembra Directa «funciona allá y no acá»”. Las tareas de los grupos incluyen talleres de intercambio sobre las redes de ensayos, puesta en conocimiento de estudios sobre los suelos en Siembra Directa realizados por los propios productores y discusión de alternativas para disminuir la variabilidad de los rendimientos.

En la misma dirección se expresan otras voces vinculadas a los Grupos Regionales. Francisco Iguerabide de la Regional Laboulaye, señalaba a propósito de la formación del Grupo en el año 2004: “Nos dimos cuenta de que había otra forma de participar en AAPRESID, convencidos de los beneficios que tendría para las personas involucradas y para la comunidad. Decidimos que era momento de fundar la Regional Laboulaye, sabiendo que ninguno de nosotros es mejor que todos juntos, que el grupo nos sirve de apoyo y nos permite ampliar y potenciar las redes en las que cada uno se encuentra”.

Más al sur, Carlos Rodríguez, Ricardo Ochoa y Julio Mayol explican el surgimiento de la Regional Bahía Blanca. “Al comienzo, en la Regional, el foco estaba puesto en el conocimiento técnico que necesitábamos para dominar las malezas, acertar con las rotaciones y la nutrición vegetal en el mundo nuevo de los suelos sin remoción, y cada hallazgo aparecía como una cura milagrosa que, tratada en grupo, aceleraba los tiempos de superar dificultades y encontrar éxitos. La dinámica participativa daba el ambiente adecuado y decíamos entonces que si el grupo era de 10 personas, aprenderíamos en un año lo que solos tardaríamos 10. Los Grupos Regionales son réplicas zonales del modelo del primer grupo de inquietos pioneros que formaron AAPRESID en los años 80, cuando las labranzas conservacionistas eran incipientes y la Siembra Directa brillaba por su ausencia y desconocimiento”, sostiene César Belloso, quien tuvo el enorme mérito de asumir la responsabilidad de multiplicar e institucionalizar los Grupos Regionales en todo el país. “Se trata de la transformación, en fin, de la individualidad en pluralidad y de la reactividad en proactividad”, concluye.

Terceras Jornadas de Ganadería en Siembra Directa organizadas por la Regional La Pampa. 2007 Miembros de la Regional San Luis en una jornada a campo. 2006 Jornada Un Productor en Acción organizada por la Regional Sáenz Peña. En la foto, a la der.: José Namtz, pionero local. 2006 Jornadas a campo en el Gran Chaco Paraguayo, 2007
de AAPRESID 116
Historia

Voces Regionales

Regional Norte de Buenos Aires-Sur de Santa Fe

La Regional Norte de Buenos Aires-Sur de Santa Fe se creó en octubre de 1994 en Hughes, en una reunión en la que participaron cuarenta miembros de AAPRESID que desarrollan sus actividades en la zona. En esa oportunidad, se constituyó una Comisión Directiva en forma parcial. En noviembre de ese año, en una reunión realizada en la EEA-INTA Pergamino se completó la Comisión Directiva y se esbozó un plan preliminar de actividades. En marzo del 95, en el auditorio central de ExpoChacra, el presidente de la Regional, Ing. Agr. Alberto Marchionni, hizo una presentación de la nueva Regional. Durante ese año, se realizaron muchas y variadas actividades que fueron difundidas en medios escritos y canales de cable locales y en programas de televisión de alcance nacional, como el ciclo de cable “Siembra Directa: Agricultura Sustentable”, desarrollado por AAPRESID. A fines de los 90, la Regional realizó una jornada de campo en el establecimiento de Francisco Rucci en Alcorta, a la que se denominó “Un Pequeño Productor en Acción”, en la que unos 180 técnicos y productores pudieron observar la facilidad de la implementación de la Siembra Directa con los medios que cuentan los productores de pequeña escala. En las estaciones se analizaron temas, como soja RR, ensayos de híbridos de maíz, ensayos de fertilización y de velocidad de siembra, entre otros.

Alberto Marchionni

Regional Pergamino-Colón

Acercamos aquí, amigos aapresidenses, imágenes de nuestra querida Regional Pergamino-Colón.

Regional Mar del Plata

La introducción de la Siembra Directa en esta región del Sud-Este de la provincia de Buenos Aires fue mucho más lenta que en otras partes. Tal vez por la cultura de las labranzas para cultivos regionales, como la papa, cebolla y otras hortalizas, o tal vez porque, erradamente, creíamos que con nuestros altos niveles de materia orgánica en nuestros suelos, no la necesitábamos. Pero a mediados de los 90, algunos técnicos y productores empezamos a advertir que algo estaba pasando en esos suelos a los que considerábamos “inerosionables”.

Algunos que, en forma silenciosa, mirábamos lo que otros ya estaban haciendo en distintas regiones del país, tuvimos conocimiento de que había una asociación de gente en Rosario que sólo hablaba de Siembra Directa, pero lo más nos sorprendió era que había productores en zonas cercanas, como Necochea y Tres Arroyos, que ya formaban parte de esa movida. Así

Federico Zorza El grupo Regional Pergamino Colón en un curso de manejo off road en 2012 Regional Pergamino Colón en taller Chacra, otoño 2013
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Todos los miembros del grupo regional Pergamino Colón, 2012

Regional Mar del Plata, jornada UPA, Estancia "Santa Lucía", Chapadmalal, noviembre de 2009

Regional Mar del Plata, jornada Un Productor en Acción, Estancia Santa Lucía, Chapadmalal, noviembre de 2009

Un Productor en Acción (UPA), Estancia "Santa Lucía", playa Chapadmalal, partido de General Pueyrredón, noviembre de 2009

Regional Mar del Plata, jornada Un Productor en Acción, Estancia "Santa Lucía", Chapadmalal, noviembre de 2010

fue que empezamos a juntarnos en la Agencia INTA de Cte. N. Otamendi y por iniciativa del Ing. Agr. Carlos Leonardi formamos un Grupo de Afinidad en Siembra Directa. La primera reunión la realizamos una noche de julio de 1998 en la Agencia. Fue un gran éxito… éramos tres. Empezamos a ir a los congresos y a cuanta reunión se realizaba por la zona.

Dos personas fueron las grandes motivadoras para la formación de la Regional Mar del Plata: el Dr. Gastón Fernández Palma y el Ing. Agr. César Belloso. Finalmente, en 2006, formamos la Regional. Éramos nueve miembros y el Asesor Técnico Regional. Los fundadores fuimos: Eduardo Barrios, Lucas Santos, Federico Sturla, Gustavo Erize, Jorge Gambale, Marcelo Díaz, Alejandro Astaita, Esteba Area y Santiago Marini.

Actualmente somos veinte miembros y cubrimos una área mucho más extensa, ya que se agregaron técnicos y productores de Madariaga, Balcarce, Mar Chiquita, Gral. Alvarado y Lobería.

Regional 9 de Julio

Como simpática anécdota de nuestra regional, para la primera jornada que realizamos de Un Productor en Acción tomamos fotos aéreas del evento. El fotógrafo, Gerardo Consolani, es miembro de nuestra regional y su hobby es volar en parapente.

Mauricio Santa María

Eduardo Barrios
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Regional Justiniano Posse

La Regional Justiniano Posse se funda a comienzos del 2006. Hasta esta fecha, Juan B. Juárez, O. Pelagagge y Ricardo Mazza participábamos en la Regional Los Surgentes-Inriville y creíamos que era posible intentar formar una regional más hacia el Oeste, en el Departamento Unión, que incluyera otros ambientes diferentes.

Regional Trenque Lauquen

Reunión mensual del grupo regional Trenque Lauquen, realizada en el campo “El Morito”, a 20 km de Trenque Lauquen, el 16 de septiembre de 2014. Arriba, de izq. a der.: Maximiliano Yapur (con barba), Miguel Mazza, Tomás Oesterheld, Ariel Cenizo y Alejandro Bernasconi. Abajo, de izq. a der.: Santiago Algorta, María Cristina Dutroc, Luis María Etcheberry Dutroc, Juan Ignacio Elicegui, Hernán Dillon, Bernardo Lizarribar y Martín Lizarribar.

La Regional Trenque Lauquen es de las más nuevas de AAPRESID: nació en el 2014. Un grupo de técnicos y productores empezamos de a poco a charlar sobre la posibilidad de armarla. Una de las primeras acciones fue tratar de contactar a otra regional, así fue como la Regional Guaminí/Carhué nos ayudó mucho y nos empujó a trabajar duro para armar el grupo. Ya a mediados de 2014, nos reuníamos mensualmente y con mucho entusiasmo. El último Congreso de AAPRESID, “La Misión”, fue de gran ayuda, porque no sólo pudimos participar, sino también confirmar la energía positiva, el apoyo, la alegría y la disponibilidad de cada socio o persona que encontrábamos a nuestro paso para ayudar y compartir. Estamos muy entusiasmados y esperamos seguir muchos años en esta gran familia de AAPRESID, que nos recibió con los brazos abiertos y nos hizo sentir siempre muy cómodos.

Hernán Dillon y Tomás Oesterheld

Con ese objetivo, empezamos hablar con diferentes técnicos y productores de la zona para motivarlos a que nos juntemos, a que busquemos compartir soluciones y abordar problemáticas en conjunto.

En el mes de marzo del mismo año, en el campo de Arnolfo Calvo, hicimos la primera reunión de la Regional en la que participaron nueve miembros. En esta reunión elegimos a las autoridades del grupo y armamos un plan de trabajo anual. Se acordó que Juan B. Juárez sería el presidente de la regional por un período de dos años y que luego las autoridades se irían renovando. Los miembros eran Arnolfo Calvo, Alejandro Rosso, Gustavo Rubio, Mauricio Albera, Omar Pelagagge, José Mazza, Julio Pérez y Javier Orazi.

Hoy la Regional está conformada por catorce miembros de las localidades de Justianiano Posse, Wenceslao Escalante, Laborde y Monte Maíz.

A los primeros miembros se agregaron: Pablo Panatti, Juan Giannasi, Rubén Theiler, Horacio Theiler, Mauricio Ricciardi, Cooperativa Agrícola Unión y Cooperativa Agrícola-Ganadera (ambas de Justiniano Posse). Se han realizado muchas jornadas de capacitación y encuentros que han servido para el crecimiento y desarrollo de todos y cada uno de los miembros de la regional. La novedad de 2014 es que el grupo, después de sufrir algunos altibajos de motivación, está por sumarse al Sistema Chacras y formar su propia Chacra Justiniano Posse.

Juan B. Juárez

El grupo regional 9 de Julio y autoridades de AAPRESID
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El grupo regional Justiniano Posse conformado por miembros de las localidades de Justiniano Posse, Wenceslao Escalante, Laborde y Monte Maíz

Regional Bragado-Chivilcoy

Somos un grupo de entusiastas que empezamos con una regional en 2009, heterogéneo en todos los aspectos, pero compartiendo conocimientos, experiencias y vida. La idea nació en el congreso de AAPRESID de 2009 entre dos miembros de la regional, Hugo Colombo y Bernardo Romano, charlando con César Belloso. El grupo viene creciendo humana y técnicamente, tratando de armonizar las diferencias y crecer en base a ellas. Está involucrado en ACR8, Aula AAPRESID y, en el año 2013, empezamos con Sistema Chacras, objetivo que estaba en el inicio de la formación de la Regional. En este momento estamos trabajando en la vinculación pública/privada con la FUABA, en la Medición del Impacto de los Productos Fitosanitarios sobre la Salud Humana y el Medioambiente. Somos buscadores empedernidos del mejoramiento constante en la producción y el conocimiento. Nuestras reuniones son mensuales y con mucha discusión y participación. En algunas reuniones, mezclamos lo técnico con lo gastronómico y las disfrutamos mucho. Los miembros actuales de la Regional son: Patricio Laffan (presidente), Eduardo Zanlungo (vicepresidente), Hugo Colombo (tesorero), Alejandro Petek, Graciela Verla, Juan Manuel Iglesias, Juan Manuel Veiga, Tomás Scaminachi, Estefanía Cartier, Julio Ball, Julieta Lastra, Emilio Corrao, Emilio Oromi, Alejandro Macagno, Mariano Bruno, Pablo Barros, Mauricio Battafarano e Ignacio Suiffet, que es el actual ATR. Hoy forman parte de la Comisión Directiva de AAPRESID Alejandro Petek y Bernardo Romano, y como colaborador estratégico se desempeña Eduardo Zanlungo.

Julieta Lastra

fue la experiencia que decidimos repetirla al año siguiente, esta vez en el Establecimiento La Isabella. En 2008 tuvimos el placer de que nos visitara el Dr. Albino, de la Fundación Conin. Buscamos constantemente una problemática o tema de interés común al grupo y solicitamos la instrucción de quienes ya habían estudiado la materia. La Ing. Margarita Sillón, el Ing. Nicasio Rodríguez y los ingenieros Baigorri y Cazorla, ambos del INTA, fueron generosos con sus conocimientos capacitándonos en diversas oportunidades.

Regional Del Campillo

El Grupo Regional Del Campillo fue creado 2004, cuando planteamos una serie de inquietudes a AAPRESID y vinieron a apoyarnos. Está formado por un grupo de apasionados y comprometidos técnicos y productores del sur de la provincia de Córdoba. A lo largo de estos años fuimos observando y analizando cuidadosamente lo que hacíamos diariamente, los resultados fruto de nuestro propio trabajo y los datos que en una charla de café un amigo o colega nos brindaba. Obteníamos información de publicaciones técnicas pero nos hacía falta precisión en nuestra zona. Se hizo una convocatoria general y se sumaron personas con las mismas necesidades. En marzo de ese año firmamos el acta de fundación, y para aquella ocasión quien suscribe escribió unas coplas alusivas para festejar el evento en Rosario, que culminó en una amena cena en la que el staff de AAPRESID y los Asesores Técnicos Regionales tenían que hacer algún tipo de performance (actuar, contar chistes, etc). Desde entonces no paramos de crecer, de fortalecernos como grupo y de generar y compartir información. En 2005 y 2006 convocamos a especialistas para que nos instruyeran sobre silos de auto-consumo y otras temáticas, y organizamos una gran jornada de Un Productor en Acción en el Establecimiento La Paz. Tan gratificante

Nos hemos acercado a toda la comunidad a través de notas radiales, televisivas, jornadas de Aula AAPRESID abiertas a la comunidad en auditorios, en reuniones especiales con dirigentes del gobierno local o provincial, y en las escuelas de la zona. Los ensayos y estudios realizados se evalúan en reuniones extraordinarias y luego se publican en la web o en las revistas que distribuye AAPRESID. Nos sentimos orgullosos de pertenecer a AAPRESID y de todo lo que crecimos y logramos en estos diez años de trabajo en red. Queríamos transmitir esta satisfacción y la intención de seguir trabajando con el fin de lograr un medioambiente cada vez más productivo y sustentable, porque somos conscientes de que tenemos en nuestras manos el futuro de las próximas generaciones.

Del Campillo está de fiesta Coplas

Del Campillo está de fiesta Pues algo se está gestando; Ingenieros, productores Ya se están organizando.

No es para hoy ni mañana, No crean que es inmediato, El trabajo será duro Y llevará largo rato.

Queremos que en este evento Al fogón todos se sumen; Entre charlas y algún vino Ya surgirá algún invento.

Contaremos la experiencia de años de laboreo; Llamaremos a la ciencia Cuando surja algún planteo.

No es una fiesta cualquiera, Es una fiesta especial: Una fiesta bien campera

Que tendrá forma mensual.

Siendo ahora Regional Prontito daremos frutos

Que querremos compartir

En el nivel nacional.

Griselda Beatriz Arfenoni Cierre del seminario organizado por la Regional Del Campillo en la Sociedad Rural de Huinca Renancó, 2008
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Historia de AAPRESID

Regional 25 de Mayo

Luego del Congreso de AAPRESID de 2011 nació la necesidad de aunar y compartir conocimientos en un ámbito eminentemente técnico. Al principio éramos doce, hoy somos catorce integrantes y no hemos tenido deserciones. La Regional está conformada por contratistas, productores (chicos y grandes), ingenieros, veterinarios, miembros de CREA y otros provenientes de una Escuela Agrotécnica dependiente de la UNLP. Hemos crecido como grupo, analizando periódicamente de qué forma, desde nuestro ámbito, podemos sumar. Las relaciones han ido ampliándose y enriqueciéndose; en el grupo compartimos no sólo lo profesional sino también lo humano, pues ha crecido la amistad entre los miembros de la Regional.

Regional La Pampa

La historia de nuestra Regional es larga pero puedo resumir su “espíritu” en unas pocas palabras. Nuestro objetivo ha sido desde un comienzo crecer en conocimientos, estudio, valores, colaboración, apoyo, amistad, respeto, since-

ridad, empatía y apertura de mente, pilares todos ellos del funcionamiento del grupo. Cada encuentro lo vivimos con gran intensidad y, al final, ya de vuelta a casa, sentimos orgullo de pertenecer a la Regional La Pampa de AAPRESID. No ha sido fácil el camino; fueron muchos los inconvenientes que tuvimos que afrontar. Las distancias físicas, ecológicas y, fundamentalmente, la diversidad de criterios sobre cómo enfrentar ciertos problemas nos llevaron a replantear colectivamente esos mismos problemas y, en más de un caso, a renunciar a las respuestas individuales. El sentido común y el espíritu AAPRESID constituyen las bases de una Regional hoy sólida y en crecimiento. Actualmente somos once miembros y trabajamos 25.200 has extendidas a lo largo de la provincia de La Pampa. Desarrollamos planteos mixtos, donde la ganadería convive con la agricultura y los cultivos forrajeros. Nuestro objetivo inmediato es lograr la sustentabilidad de los sistemas de producción.

Regional Tandil-Azul

En el Congreso de AAPRESID del 2003 Víctor Trucco le propuso a Rafael Delpech armar una regional en Tandil y así comenzó nuestra historia. Rafael me convocó para desarrollar este ambicioso proyecto en una zona

Mario Botti
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Capítulo

donde prácticamente no había presencia de AAPRESID. Al principio, teníamos poca información zonal de modo que nos pusimos como objetivo armar una red de generación de conocimientos con el apoyo de productores de punta y de empresas de agroquímicos, semillas, fertilizantes, tanto locales como nacionales. En esta etapa incorporamos como ATR a Gastón Therisod, un referente zonal, y comenzamos a implementar nuestro objetivo de desarrollo mediante una batería de ensayos que nos permitió ir implementando mejores técnicas en el manejo de nuestros campos. Poco a poco fuimos participando de la vida institucional de AAPRESID, organizando jornadas de capacitación, seminarios, etc. y construyendo una regional a la que se fueron sumando otros productores zonales con ganas de hacer de la Siembra Directa un sistema de producción sustentable. Hoy contamos con doce productores que nos acompañan y con varias empresas que siguen apoyando nuestro trabajo. Han sido once años de mucho esfuerzo y también de muchas satisfacciones y alegrías. No quiero dejar de agradecer a Eugenia Robledo por su incansable aporte como coordinadora de la Regional durante todos estos años.

Regional Bahía

el

sorprendente pero dudo que estos individuos acostumbrados a un nivel de excelencia en lo que respecta al trabajo y el conocimiento alcanzaran a darse cuenta de la solidez del «congresito» que se estaba llevando a cabo sin que ellos mismos lo advirtieran”.

Nuestra Regional nació en octubre de 1996, cuando un grupo pionero decidió adherir, durante una jornada en Sierra de la Ventana, a la joven modalidad de Grupos Regionales que proponía AAPRESID. Para captar el espíritu de la Regional qué mejor que reponer el comentario que cierta vez hizo una observadora externa: “Entrada la mañana se reunió el grupo habitual de la Regional con la acostumbrada puntualidad de los participantes y la reconocida hospitalidad del anfitrión. Ello no hubiera sido novedoso pero sí lo fue observar el rango de edades: jóvenes que llegaban con sus bebés pasando por experimentados hombres y mujeres de mediana edad y culminando con reconocidas personas de mayor edad. Todo ello en una invalorable combinación de fuerza, compromiso y experiencia que no es fácil de encontrar hoy en día. Asimismo las habilidades eran variadas, académicos universitarios, técnicos, productores con el mejor de los títulos, su “know how”, etc. El volumen de información que circulaba era

Regional Pigüé

A principios del año 2014 un grupo de productores vinculados a una entidad agropecuaria sentimos la necesidad de fortalecernos como grupo creciendo en conocimientos técnicos. Haciéndonos eco de la experiencia de otros Grupos Regionales cercanos y compartiendo con ellos sus propias experiencias nos decidimos a ser partícipes activos de AAPRESID creando en julio de 2014 la Regional Pigüé. Por lo pronto, en esta etapa inaugural, la gran cantidad de información que AAPRESID nos otorga en cada encuentro, en cada reunión, en cada ingreso a la web, etc. nos permite trazar la orientación de nuestro trabajo. Escuchar y ver lo que otros hacen nos da ganas de crecer y fortalecernos como grupo.

Sebastián Goñi Regional Bahía Blanca Ricardo Ochoa La Blanca durante tradicional retiro anual de dos días en el Hogar Funke de Tornquist (julio de 2011)
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Historia

∏ Agricultura Certificada

A partir de la puesta en marcha del Plan Estratégico 2007 se trazaron una serie de objetivos: incrementar la cantidad y calidad del sistema de Siembra Directa para mejorar los suelos y cuidar el medioambiente; intensificar el conocimiento sobre esta nueva técnica de producción agraria y, como corolario, desarrollar el Certificado AAPRESID como una herramienta de diferenciación del proceso productivo en Siembra Directa. Actualmente existen factores que limitan las posibilidades de reconocimiento de los beneficios brindados por la Siembra Directa: uno de ellos es la escasa información disponible para el conjunto de la sociedad, y el otro la ausencia de un mecanismo formal que le permita al consumidor reconocer y valorar de forma tangible y cuantificable esos beneficios. En esta dirección AAPRESID encontró un desafío y comenzó a trabajar para transformar la externalidad positiva de la Siembra Directa sobre el ambiente en un “sello” o “marca”, capaz de constituir una herramienta de diferenciación para la nueva agricultura. En su tesis de maestría Santiago Lorenzatti planteaba la factibilidad de desarrollar e implementar un “Certificado de calidad ambiental para la agricultura de conservación bajo Siembra Directa”, que permitiera al consumidor optar por productos capaces de cumplir con esos parámetros de producción. El año 2008 comenzó con la puesta en práctica de la “Certificación del Proceso Productivo de Siembra Directa”. Se trataba de corroborar los fundamentos científicos capaces de “certificar” los procesos que hacen a una agricultura sustentable. En la actualidad Agricultura Certificada consta de dos elementos constitutivos básicos: un Manual de Buenas Prácticas Agrícolas y un protocolo de uso, medición y registro de indicadores de gestión ambiental, con foco en el recurso suelo. AAPRESID se ocupa de mantener vigente y actualizado el protocolo de certificación y la medición de indicadores, sin embargo no se responsabiliza de certificar que tal o cual productor cumpla con los requisitos del programa. Dicha tarea es desarrollada por una tercera parte, una entidad certificadora, de modo de asegurar la credibilidad y transparencia del sistema. Agricultura Certificada es un compromiso que AAPRESID asume para contribuir al aumento del bienestar de la sociedad local y global, en la resolución del conflicto Productividad vs. Ambiente, confiando a su vez en que con el tiempo se extenderá su implementación en diversos espacios.

En los últimos años uno de los más importante proyectos vinculados al desarrollo de las Regionales es Agricultura Certificada R8, orientado específicamente a las Regionales de la asociación. Se inició con 8 grupos (de allí el nombre AC R8) que se sumaron a la propuesta, lo cual permitió “realizar un enfoque grupal, unir voluntades y sinergizar el esfuerzo de muchos socios que quieren alcanzar la certificación de AC”. Actualmente los Grupos Regionales se encuentran en una fase de implementación del proyecto, que seguramente brindará, en un futuro próximo, enriquecedores resultados.

∏ Sistema Chacras

Otra de las acciones concretas de AAPRESID es el Sistema Chacras, un programa creado para desarrollar tecnologías que acompañen el avance de la frontera agrícola con responsabilidad. Es un método de trabajo pensado para el desarrollo de técnicas agropecuarias

Certificado de normas de calidad ISO 9001: 2000 otorgado a AAPRESID. 2009

Capítulo 4 Acciones colectivas 123

Chacras en Funcionamiento

Pergamino • Bragado-Chivilcoy • San Luis Valle Medio • Justiniano Posse • Banderas

Red de ensayos Soja. Red NEA* • Red de maíces tardíos*

Chacras Finalizadas

La Redención-Sofro • El Rocío • Neuquén San Martín

Chacras en formación

Mar del Plata • Regionales AAPRESID Sur de Córdoba • CREA Región Córdoba Norte. Regionales AAPRESID Monte Cristo, Río Segundo y Alta Gracia • CREA Región Litoral Sur • Corfo (Corporación de Fomento del Río Colorado)

*No son chacras propiamente dichas pero están a cargo del programa

sustentables, cuya especificidad reside en la adaptación a las condiciones de los diferentes ambientes y sistemas de producción, hoy replicado en distintas zonas del país. Al contrario de la estrategia de producción tradicional –basada en la modificación de los factores ambientales para que las plantas puedan expresar su máximo potencial de rendimiento–, la agricultura sustentable trata de mantener cada ambiente con mínimas alteraciones, para que sean estos los que expresen sus potenciales productivos. El desafío para Sistema Chacras fue encontrar la manera de combinar clima, suelo, genética vegetal y tecnología aplicada. En este marco su principal objetivo es generar conocimientos, adaptarlos a situaciones puntuales y locales y capacitar a los usuarios del sistema para que sean finalmente aplicados en forma efectiva y eficiente. En cuanto al funcionamiento concreto de este método, un productor, grupo o empresa interesado en fundar una Chacra debe contactarse con AAPRESID. Luego se traza un plan de acción que surge de un taller de diagnóstico analizado por los productores que quieren implementar el sistema en su zona, la coordinación del Sistema de Chacras AAPRESID, el Gerente Técnico de desarrollo –cuya función es la de gerenciar, supervisar y asegurar el cumplimiento del plan establecido– y referentes técnicos que comparten la visión de sistema de la zona y los objetivos productivos de la región. La actividad se centraliza en la zona agroclimática que abarca la Chacra AAPRESID, que se identifica por poseer características semejantes de ambiente, actividad rural, dimensión de las explotaciones y objetivos y proyecciones compartidos por los productores y/o empresas, que son sus socios fundadores. El Sistema Chacras intenta otorgar una respuesta concreta al desafío de integrar ciencia y producción bajo el paradigma, siempre presente, del desarrollo sustentable.

Directivos, miembros de regionales y del staff de AAPRESID en EXPOAGRO. 2012

Presentación de la Regional AAPRESID 25 de Mayo en el stand de la institución en EXPOAGRO, 2012

∏ Sistema REM

Uno de los grandes desafíos para el éxito de la Siembra Directa es el control de plagas. Si bien la biotecnología y los nuevos fitosanitarios han disminuido notablemente las amenazas que las plagas representan para los cultivos, la agricultura trabaja con organismos vivos y por ende este es un problema siempre presente y en este marco, la aparición de malezas resistentes se ha convertido en una alarmante problemática en el sistema propuesto por la institución. Para enfrentarlo AAPRESID puso en marcha, en el año 2011, una Red de Conocimientos en Malezas Resistentes (REM), un nuevo programa liderado conjuntamente con instituciones académicas y científicas, especialistas, técnicos y empresas y para el cual el intercambio y la capacitación constituyen piezas claves. La REM denomina “Alertas amarillo” a aquellos casos que presentan serias sospechas de haber desarrollado resistencia a algún herbicida. Esto sucede cuando frente a aplicaciones eficaces, que hasta el momento controlaban totalmente la especie en cuestión, se observan individuos que sobreviven. La recomendación en estos casos es enviar muestras a los laboratorios que realizan este tipo de determinaciones de resistencia. Si los resultados de los estudios arrojan un resultado positivo que confirma su resistencia, la alerta pasará a ser roja, y si el resultado fuera negativo desaparecerá el alerta. El desafío consiste en integrar el manejo de malezas en el concepto de manejo sustentable del agroecosistema, ya que un lote con malezas resistentes y tolerantes es un lote degradado en su capacidad productiva. La integración de los Programas REM, Sistema Chacras y Agricultura Certificada,

de AAPRESID 126
Historia

conjuntamente con los Grupos Regionales, otorgan herramientas de gran valor para el sostenimiento y perfeccionamiento continuo de la agricultura sustentable.

∏ Acciones comunicativas

Tanto la palabra escrita como el registro visual son muy importantes para la divulgación de las acciones y saberes de una institución. Conjuntamente con la experiencia, estas herramientas constituyen un pilar insoslayable para la circulación y la puesta en discusión del conocimiento. En esta dirección la asociación ha promovido, durante todos estos años, la realización de diversas publicaciones que apuntan a la búsqueda de canales de divulgación en forma de gacetillas bimensuales, revistas técnicas por cultivos y manuales de congresos, entre otras acciones. Además se editan trabajos elaborados por figuras relevantes del mundo agrario y se publican traducciones, como la del Diccionario de nombres de malezas científicos y comunes, así como artículos de miembros de la asociación publicados en revistas científicas o instituciones afines. Asimismo AAPRESID posee una importante Biblioteca Digital, que mensualmente es alimentada con la revisión y resúmenes de las principales publicaciones científicas del mundo, focalizando en temas de sistemas de producción, Siembra Directa, biotecnología y desarrollo sustentable. Esta actividad está bajo la responsabilidad de Prospectiva AAPRESID y con la asistencia del Dr. Hugo Permingeat. Se encuentra a disposición de los socios, así como una base de datos siempre actualizada cuyo objetivo es reunir sistemáticamente la información que generan los productores. con más de 15.000 trabajos nacionales e internacionales. En términos de difusión y transferen-

AAPRESID presente en la provincia de Neuquén. En la foto, grupo de productores neuquinos. 2010
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Miembros del Grupo Regional AAPRESID Laboulaye durante una Jornada de Un Productor en Acción. 2012

cia, la organización ha incursionado también en la televisión a través del programa “Siembra directa, agricultura sustentable”, el primero íntegramente dedicado a este sistema y emitido entre 1994 y 1996. A su vez cada año presenta su stand en la clásica exposición Expoagro y otras exposiciones donde se difunden nuestros programas y actividades. En 1998 la muestra tuvo la originalidad de haber sido realizada en un campo trabajado desde hacía seis años con Siembra Directa, convirtiéndose en la primera exposición en su tipo realizada en un terreno íntegramente sembrado bajo ese sistema.

Mediante estos diversos recursos y con el espíritu de trabajo en equipo y de innovación siempre renovados, AAPRESID ha logrado difundir sus ideas y proyectos en los más diversos espacios de la Argentina. Pero sus vínculos con el mundo agrario no terminan en las fronteras nacionales y ni siquiera en los países limítrofes, que todos estos años le han aportado la cercanía de destacados colegas así como nuevos conocimientos y experiencias. Un capítulo aparte merecen los viajes internacionales así como los premios recibidos en diversos lugares del mundo. A ellos dedicamos, entonces, el próximo apartado.

∏ AAPRESID, de la Argentina al mundo

En los últimos quince años la institución llevó sus saberes vinculados a la agricultura sustentable a diversas partes del mundo. Se participa permanentemente en distintos eventos en diferentes sitios del planeta presentando la experiencia local y regional del modelo de poducción sustentable basado en el sistema de Siembra Directa. En 2002 se organizó, junto a la ECAF (Federación Europea de Agricultura de Conservación), una Jornada a campo en Zaragoza, España, que luego se repitió en 2004 en Albacete. En estas jornadas, AAPRESID y otros referentes sudamericanos, como Nono Pereira (Brasil), expusieron los principios del sistema de producción en Siembra Directa, ante más de 1500 productores europeos. En 2004 formó parte de una importante misión comercial a la China, presidida por el entonces presidente de la entidad, Jorge Romagnoli, quien fue invitado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. En varias oportunidades la institución estuvo presente en jornadas en México organizadas conjuntamente con su par mexicana ACOSID y también estuvo en Australia, invitada por la Asociación de Productores de Siembra Directa del Oeste de Australia (WANTFA). En todas las oportunidades los representantes de la institución participaron en conferencias y diversas recorridas de campo, con la convicción de que este tipo de interacciones permiten ampliar los conocimientos sobre los sistemas de producción en Siembra Directa, así como dar a conocer en profundidad las acciones de la organización más allá de las fronteras sudamericanas. Alemania, Bélgica, Canadá, Ucrania, Rusia, Francia, Italia, países africanos, Colombia, Inglaterra, EE.UU. entre otros fueron también destino de intercambio.

En España, la Asociación Española de Agricultura de Conservación Suelos Vivos (AEACSV), conjuntamente con la Federación Europea de Agricultura de Conservación (ECAF), el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), AAPRESID y otras entidades públicas desarrollaron en septiembre del 2007 la III Jornada Iberoamericana de Agricultura de Conservación en una finca que es propiedad de la Cooperativa Nuestra Señora La Antigua en Fuentes de Valdepero, Palencia, España. En esta iniciativa conjunta participaron unos 2.000 agricultores, técnicos y empresas del sector.

Jornada Un Productor en Acción organizada por la Regional Mar del Plata de AAPRESID. 2012 La Reina Beatriz de los Países Bajos, el príncipe Guillermo y la princesa Máxima durante su visita a AAPRESID. En la foto, Sus Majestades con Jorge Romagnoli, presidente de AAPRESID. Abril de 2006 Han Chang Fu, ministro de Agricultura de China, Gastón Fernández Palma, presidente de AAPRESID y Julián Domínguez, ministro de Agricultura de la Nación, noviembre de 2010
de AAPRESID 128
Miembros del Grupo Regional AAPRESID Adelia María. 2010 Historia
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Otro hito en materia de viajes tuvo lugar en el año 2008, cuando se llevó a cabo el primer viaje de capacitación técnica en los EE.UU. organizado por la institución, del que participaron 42 productores, técnicos agropecuarios de varias provincias de nuestro país y del Uruguay como así también especialistas de la entidad. Se realizaron visitas a dos universidades del Cinturón Maicero (Iowa e Illinois), al Farm Progress Show, a diversas empresas (Pioneer, John Deere y Monsanto) e instituciones como la Bolsa de Comercio de Chicago - Chicago Board of Trade. El éxito de este viaje hizo que se realizara uno nuevo al año siguiente, del que participaron alrededor de 20 productores agropecuarios de la Argentina, Uruguay y Brasil. Los objetivos específicos del viaje fueron: conocer los últimos avances tecnológicos y científicos en materia de producción de cultivos, comprender el funcionamiento de los sistemas de producción de los EE.UU., realizar proyecciones futuras en biotecnología y mejoramiento genético de cultivos, observar el desarrollo de maquinaria agrícola de última generación, comprender cómo trabajan empresas de provisión de insumos y servicios para el sector agropecuario y entender el funcionamiento de los mercados de comercialización de granos y bonos de carbono. Este encuentro con productores norteamericanos se repitió en 2010 con la participación de productores y técnicos agropecuarios de varias provincias de nuestro país, Uruguay, Bolivia y España.

Asimismo, en el mes de junio del 2010 se llevó a cabo la primera jornada ItaloArgentina de Siembra Directa en la localidad de San Giorgio, La Molara, provincia de Benevento, al sur de Italia. La asociación trabajó en conjunto con AIPAS (Associazione Italiana Produttori Amici del Suolo), con la cual mantiene una excelente relación gracias al vínculo trazado por Francesco Di Castri. El evento italiano marcó un hito y reafirmó las relaciones institucionales entre ambos países.

Alemania no quedó al margen de estas actividades. En 2013 organizó en Berlín la Semana Global del Suelo, donde Pilu Giraudo presentó el modelo de producción sustentable de AAPRESID. María Beatriz “Pilu” Giraudo (por entonces vicepresidente de la asociación), participó en el Foro Global para la Agricultura y la Alimentación en la Semana Verde de Berlín (GFFA y IGW por sus siglas en inglés respectivamente) realizado en su 79ª edición, en enero de 2014. Se trata de una exposición internacional para las industrias alimentarias, la agricultura y la horticultura que se realiza desde 1926 en la capital alemana. AAPRESID participó en el panel de discusión “Agricultura de Conservación en Argentina: desarrollo y Perspectivas”, organizado por la Embajada de la Argentina en dicho país. Además de realizar diversos viajes internacionales, a lo largo de su trayectoria AAPRESID ha recibido prestigiosas visitas. Nos referimos, por una parte, a los especialistas de diversos países que año a año participan en los congresos de asociación. Y por otra parte a ilustres visitantes y representantes de embajadas extranjeras. En el año 2006 la asociación tuvo el honor de recibir a la Reina Beatriz de los Países Bajos conjuntamente con los príncipes Máxima y Guillermo. En respuesta a una invitación recibida por parte de la embajada de los Países Bajos en la Argentina, AAPRESID realizó una presentación sobre el sistema de Siembra Directa y su relación con el medioambiente. Posteriormente, se realizó una mesa redonda donde los miembros de la realeza realizaron preguntas a una junta compuesta por integrantes de la entidad conjuntamente con Aacrea, Indear, Bioceres, Biosidus, Fundación Vida Silvestre y la Secretaría de Agricultura de la Nación. En el año 2010 el país recibió por primera vez la visita del ministro de Agricultura de China, Han Chang Fu, que fue agasajado por el Ministerio de Agricultura de la Nación, conjuntamente con una importante comitiva de

Miembros de AAPRESID de visita en Australia, 2007 Delegación china con miembros de AAPRESID durante la visita de Han Chang Fu, ministro de Agricultura de China, noviembre de 2010
Historia de AAPRESID 130
Visita de la Regional Daireaux a Carlos Crovetto Lamarca, pionero en labranza cero. Chile, 2007

asesores y miembros del gobierno. En Rosario, la comitiva asistió a una cena con empresarios y dirigentes de instituciones del sector agropecuario en la Bolsa de Comercio. Al día siguiente AAPRESID organizó una recorrida a campo para mostrar el sistema de Siembra Directa en el Establecimiento San Nicolás de AgroUranga S.A. Este tipo de experiencias son importantes, ya que la posibilidad de ver campos cultivados con Siembra Directa tiene un impacto visual muy importante en los visitantes extranjeros. Desde 2012, AAPRESID es miembro del grupo de discusión de la Alianza Mundial por el Suelo de la FAO, para mantener los suelos del planeta vivos y productivos.

∏ Tiempo al tiempo. Reconocimientos por los logros alcanzados

Las distinciones simbólicas son importantes porque sintetizan, con mucha intensidad, los esfuerzos y los logros alcanzados por personas e instituciones. Por eso para AAPRESID es motivo de orgullo el haber recibido diversas distinciones a lo largo de su trayectoria institucional. Durante el año 2003, la entidad fue galardonada con el Premio Anual Rotary Club Rosario 2003 y el Premio Sociedad Rural de Rafaela. Dos años más tarde, en el marco de la Exposición Rural 2005, recibió una distinción por parte de la revista Chacra. La publicación insignia del campo argentino reconoció a la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa por su aporte al desarrollo agropecuario nacional y su compromiso con el futuro.

Algunos años más tarde, durante el Congreso de AAPRESID realizado en el año 2008, la firma MAINERO, en su 75° aniversario, entregó a la entidad una Mención Especial por su valiosa contribución al desarrollo de una Sociedad de Agroinnovadores Sustentables en la Argentina. Durante 2010 la institución fue distinguida por la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria por su labor en el desarrollo Agropecuario y como ejemplo a imitar.

En el 35º Aniversario de la tradicional Fiesta Nacional de la Soja, acontecido durante los primeros días de octubre de 2012 en la localidad santafesina de Arequito, la asociación fue nuevamente distinguida y se brindó un homenaje a aquellas personas e instituciones que apoyaron el cultivo de soja en nuestro país. La entidad fue invitada a una cena en la que se agasajó a los pioneros y se la distinguió con el premio a la trayectoria. En la ceremonia de la XI edición del premio a la Excelencia Agropecuaria, realizada por el Diario La Nación y el Banco Galicia en noviembre de 2013, AAPRESID recibió una distinción en la categoría Extensión Agropecuaria. El Premio a la Excelencia Agropecuaria es una iniciativa que tiene por objetivo destacar la trayectoria de diversas entidades y su aporte a la comunidad de productores, industriales, estudiantes e investigadores. También se le otorgó la Distinción de Oro a la Excelencia Agropecuaria 2013. Otro distintivo de los premios otorgados ese año fue el de la categoría Mejor Gestión Ambiental, destinado a destacar los proyectos que trabajan por el desarrollo sustentable. AAPRESID brilló en esta ocasión con el galardón de Oro y además se le otorgó otra distinción en la categoría Mejor Trabajo de Extensión Agropecuaria por su proyecto Agricultura Certificada.

Los premios recibidos miran al pasado y al futuro al mismo tiempo. Al pasado porque sintetizan los reconocimientos alcanzados gracias a años de trabajo serio y sistemático. Al futuro porque invitan y estimulan a seguir sembrando iniciativas, que con el tiempo cosecharán en beneficio de toda la comunidad AAPRESID, la que cada día sustentan con sus voluntades y experiencias, la suma de estos esfuerzos.

Los participantes en la Semana Global del Suelo, realizada en Berlín en 2013, fueron recibidos con suelos de todo el mundo

Inauguración de la Semana Verde en Berlín, GFFA. De izq. a der.: Sylvia Pfaff, Servicio Europeo de Alimentos, María Beatriz “Pilu” Giraudo, vicepresidenta de AAPRESID, Horacio Sánchez Caballero, coordinador Grupo Países Productores del Sur, y Francisco Iguerabide, vicepresidente de AACREA. Enero de 2014

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Roberto Peiretti

Publicidad de la 1ª Jornada Iberoamericana de Agricultura de Conservación, Zaragoza, España, 2002

III Jornada Iberoamericana de Agricultura de Conservación, organizada por la Asociación Española de Agricultura de Conservación-Suelos Vivos, con la colaboración de la Federación Europea de Agricultura de Conservación, el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía, AAPRESID y otras instituciones. Palencia, España, 2007

Grupo de AAPRESID en el segundo viaje de capacitación a Estados Unidos. 2009

En cuanto a las relaciones públicas-privadas en las que participó la institución, podemos mencionar un pedido de asesoramiento a AAPRESID de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación (SAGPYA). En el año 1998 se inicia la elaboración de un programa que, el 26 de febrero de 1999, fue presentado en la resolución N° 113/99: “Programa Nacional de Producción Agropecuaria Sustentable”. AAPRESID tuvo una activa participación en la elaboración y puesta en marcha del mencionado programa desde septiembre de 1998 a marzo de 1999. Asimismo, a partir de un pedido de la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación, AAPRESID elaboró, junto a un docente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario, un trabajo para elaborar un “Inventario de Emisiones de gases efecto invernadero del suelo por cambios de prácticas agrícolas en la Republica Argentina”, que fue presentado en la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, en 1999. Por otra parte, en el año 2000, AAPRESID firmó un convenio con la provincia de Córdoba para llevar adelante un “Programa Agropecuario Sustentable”, que incluía la capacitación a productores, y firmó un convenio con el Ministerio de la Producción de Entre Ríos para llevar adelante un ”Programa de apoyo a pequeñas propiedades en Siembra Directa" en el norte de dicha provincia.

Gastón Fernández Palma y Víctor Trucco, presidentes honorarios de AAPRESID, recibiendo el Premio al "Desarrollo Agropecuario 2010", otorgado a AAPRESID por la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria
de AAPRESID 132
Historia

La transformación de la maquinaria agrícola en la Argentina a partir de la Siembra Directa

Aproximadamente el 83% de toda el área cultivable de cereales, oleaginosas, cultivos industriales y pasturas en la República Argentina se siembra sin labranza y con cobertura de los residuos del cultivo anterior.

La adopción y el éxito de la eficiencia productiva de la Argentina viene de la mano de diversas tecnologías aditivas, donde se destaca la siembra directa y, en ella, la evolución local de la mecanización agrícola, proceso estrechamente vinculado con el desarrollo de sembradoras, kits para cosechadoras, pulverizadoras autopropulsadas, fertilizadoras, embolsadoras y extractoras de grano seco, y, últimamente, sensores, actuadores, etc. Este proceso implicó el desarrollo electrónico y de software, siendo actualmente la Argentina el segundo país del mundo en fabricación y adopción de la Agricultura de Precisión y manejo de insumos por ambiente.

El sistema productivo argentino se destaca a escala global y esto se corrobora en la muy baja venta de tractores con relación a la producción y el área cultivada: 100 M/t de grano con un mercado de 6.500 tractores por año, es decir, el índice de tractores por tonelada de grano producidas más bajo del mundo.

Actual secuencia de labores mediante

Siembra Directa en la Argentina

En la secuencia laboral de la siembra de cultivos sin labranza los implementos de labranza desaparecieron totalmente del parque agrícola local. La preparación de la siembra de los cultivos comienza con el trabajo de la cosecha del cultivo anterior, mediante equipos (cosechadoras, acoplados, tolvas, tractores) capaces de evitar huellas y compactaciones y de distribuir en forma uniforme en todo el ancho del cabezal la paja y granza que ingresa a la cosechadora en el trabajo de trilla, separación y limpieza (espaciadores de granza y desparramadores de paja).

Las cosechadoras trabajan en trigo, soja, sorgo, generalmente con un cruce de 30° respecto de la línea de siembra. En maíz y girasol se sigue el sentido de siembra, aunque actualmente una innovación argentina (patentada a escala global) permite cosechar maíz también en forma “cruzada” al sentido de siembra y con cualquier distancia entre hileras, destacándose también en la recolección de plantas volcadas (Mainero MD 100, la mayor innovación en cabezales maiceros de los últimos 20 años).

En la Argentina, el 65% de las labores de cosecha la realizan prestadores de servicio de co-

secha con un equipamiento muy moderno (contratistas de cosecha). Luego de la cosecha, la siguiente máquina que interviene es una pulverizadora, de arrastre o autopropulsada, para aplicar herbicidas que controlen las malezas (“barbecho químico”). Éstas máquinas pueden aplicar los herbicidas una o dos veces, según los casos, previo a la nueva siembra. En la Argentina, en el año 2014 se observa un predominio de pulverizadoras autopropulsadas; de hecho el 90% de los fitosanitarios son aplicados con pulverizadoras autopropulsadas y el 60% está en manos de prestadores de servicio.

En el caso de que los análisis de suelo (comunes antes de la siembra) indiquen niveles de nutrientes (P, S) y pH deficientes, generalmente se aplican fertilizantes o enmiendas (pH), en dosis correctivas; esto se aplica generalmente al voleo, con equipos de arrastre o bien autopropulsados, equipados con neumáticos de alta flotación, y en muchos casos, con dosis variables según cada ambiente.

Posteriormente, entra en acción la única máquina especial que requiere la Siembra Directa: la sembradora/fertilizadora que hoy ya puede, además, estar dotada de agrocomponentes que la conectan con un GPS (sistema de posicionamiento global), logrando en muchos casos una precisión centimétrica. También, por medio de la señal de celular (GPRS) es posible estar conectado a Internet, es decir, seguir el trabajo de la máquina en tiempo real desde la oficina, a través de una PC, notebook, tablet o teléfonos móviles.

Las sembradoras poseen sensores que miden la cantidad y dispersión de las semillas en la línea, la dosis de fertilizante aplicado, e incluso pueden variar la cantidad de semilla y fertilizante según ambiente, mediante órdenes electrónicas remotas que modifican la acción de actuadores mecánicos, hidráulicos y/o eléctricos que operan sobre los distribuidores. La orden de un monitor ubicado en el tractor, es realizada mediante una prescripción o re-

Capítulo 4 Acciones colectivas 133

comendación de aplicación de insumos para cada zona del lote. Este equipamiento ejecuta automáticamente la orden con precisión de 2 metros de reacción en promedio y a una velocidad de avance de 8 km/h. Actualmente, las sembradoras pueden medir la carga de presión aplicada sobre el suelo en cada cuerpo de siembra y luego adaptar la carga de cada cuerpo según la dureza del suelo, con una precisión de 6 metros lineales o menos. El objetivo de este ajuste es lograr uniformidad de profundidad y emergencia, evitando plantas dominantes y dominadas. Los tractores que traccionan la sembradora de Siembra Directa, además de tener un tren de ro-

daje (neumáticos) de alta flotación, en su gran mayoría poseen un sistema de autoguía satelital que los conduce, siguiendo una línea virtual trazada por el ordenador asistido por el GPS, dado que en Siembra Directa los marcadores mecánicos son difíciles de percibir por el ojo humano. Esta herramienta soluciona ese problema y hasta permite desarrollar siembras nocturnas.

Las sembradoras de Siembra Directa en la Argentina poseen distribuidores a chorrillo para trigo, soja, sorgo y distribuidores monogranos de precisión mecánicos o neumáticos para maíz, girasol, etc. Últimamente, la tendencia de monograno está llegando a la soja, sorgo y trigo.

El fertilizante arrancador (fósforo, azufre y algún microelemento) se vierte en forma líquida o sólida en la línea de siembra a dosis de arrancador “starter”. En el caso de la aplicación de dosis altas de nitrógeno en gramíneas, al momento de la siembra, éste se incorpora al costado de la línea. Ocasionalmente, ese fertilizante incorporado al costado de la semilla puede ser compuesto NPS en dosis medias o altas. Los cultivos de maíz y girasol son los más emblemáticos para lograr su eficiente implantación y son los que más premian o castigan con rendimiento una buena o mala siembra. Sin em-

Descripción esquemática del cuerpo de las sembradoras argentinas

Vista lateral del cuerpo de siembra característico para Siembra Directa en su versión sin opcionales y distribuidor mecánico monograno

bargo, los nuevos desarrollos de las sembradoras de Siembra Directa argentinas disminuyen las posibilidades de fracaso, por lo que se justifica el recambio de máquinas. La sembradora de Siembra Directa se diferencia de las convencionales por su robustez estructural y por su mayor peso por metro de ancho de labor aplicado al suelo (el 100% del mercado argentino es de sembradoras de Siembra Directa).

El tren de siembra de las sembradoras de Siembra Directa (desarrollado por varios fabricantes argentinos) consta de una cuchilla de corte de la cobertura dejada por el cultivo anterior, esta cuchilla de corte generalmente es de ondas tangenciales llamadas Turbo, de 17 pulgadas de diámetro, originaria en su diseño de EE.UU. (“Great Plaint”). El efecto de ondas tangenciales mejora la capacidad de corte del rastrojo, sus ondas laterales provocan un “engrane” con el suelo y eso logra una rodadura sin “patinaje” que evita el enterramiento del rastrojo sin cortar, efecto provocado por ejemplo por las cuchillas lisas. Otra diferencia con la cuchilla lisa es que la turbo realiza una micro labranza de 2,5 centímetros de ancho por 8 de profundidad, lo cual permite colocar la semilla en estrecho contacto con el suelo (sin cá-

Historia de AAPRESID 134

Vista lateral del cuerpo característico incorporador de fertilizante al costado de la semilla. Fertilizador 17/15”

Vista lateral del cuerpo de siembra característico de Siembra Directa con equipamiento full

Vista superior de la localización de los componentes en una sembradora de grano grueso

4 Acciones colectivas 135
Capítulo

maras de aire a una profundidad de 4 a 6 cm., dependiendo del cultivo y de la semilla).

La cuchilla de corte copia las irregularidades del suelo en forma independiente de los cuerpos plantadores, solidarios al bastidor de la máquina por medio de un resorte de presión regulable. Su profundidad se regula en forma hidráulica, bajando o subiendo toda la máquina sembradora. Luego del corte y microlabranza realizado por la cuchilla “turbo”, en el caso del cultivo de maíz, se coloca un barredor de rastrojo que limpia unos 15 centímetros de ancho en la línea de siembra. Esto acelera el calentamiento del suelo y uniformiza la profundidad de siembra, factores importantes para este cultivo. El barredor está siempre solidario al cuerpo de siembra, y se lo suele preferir articulado mediante un “paralelogramo arrastrado”.

Asimismo, las sembradoras de Siembra Directa poseen un doble disco plantador, con doble caño de conducción de fertilizante y semilla, éste último curvo y rectangular en su diseño. Detrás del doble disco plantador que ubica la semilla en el surco aparece una lengüeta fijadora de semilla o una rueda apretadora de semilla que fijan la semilla en el fondo del surco. Posteriormente, para cerrar el surco trabaja una doble rueda tapadora con discos escotados, y, según las condiciones particulares del suelo y de cobertura, resulta el diseño y la regulación de posición y angulación de estas ruedas. La profundidad de siembra es lograda por la presión de carga del cuerpo sobre los discos plantadores y éstos contra el suelo; presión que ejercen resortes, pulmones neumáticos y/o pistones hidroneumáticos regulables sobre el paralelogramo que soporta el cuerpo y dos ruedas limitadoras gemelas con banda semineumática y labios de caucho que acompañan a los discos que en definitiva fijan la profundidad de siembra. Su posición es regulable de acuerdo al tipo de semilla, variando de 4 a 6 centímetros. Para lograr mayor adaptabilidad, las sembradoras argentinas pueden disponer de muchos kits de mejoras (cultivos raros, manejos para suelos especiales, adaptadores para diversas coberturas, exigencias puntuales de cada productor, etc.), atendiendo a las necesidades de cada una de las principales cuatro eco-regiones que exis-

ten en la Argentina: NEA, NOA, Centro y Sudeste de Buenos Aires. Dichos kits adaptables consisten en cuchillas con patines que ayudan al corte, cuchillas de corte especiales, limpiadores de discos plantadores, barredores adaptados, ruedas tapadoras-conformadoras, configuraciones personalizadas de kit de fertilización, etc. Al ser la Argentina un país vasto en latitud y en tanto las sembradoras de Siembra Directa pueden adaptarse a las diferentes condiciones de suelo (y no, como era hace unas décadas, las condiciones del suelo a la máquina), estas poderosas herramientas de la agricultura moderna resultan comparables con los “trajes a medida”. Existen actualmente más de 60 fabricantes de sembradoras de Siembra Directa en el país y otros 60 agropartistas de baja y alta complejidad, que las adaptan a cada situación especial haciéndose fuertes en diferentes nichos del mercado.

Está particularidad ha posibilitado a los fabricantes argentinos ofrecer el “traje a medida” y ganar mercados en más de 25 países del mundo, llegando a ser actualmente el país que más diversidad de fabricación ofrece al mercado internacional, con poco número de máquinas fabricadas, por otra parte, de cada modelo.

La transformación de la mecanización agrícola argentina a partir de la Siembra Directa

Describir los productores y fabricantes pioneros e innovadores que desarrollaron las sembradoras en la Argentina resulta comprometedor, porque fácilmente se caería en omisiones y falta de reconocimiento de muchos pioneros que diseñaron equipos para uso propio y que luego fueron adoptados por diferentes fabricantes. Se destacan muchos fabricantes, agropartistas, productores, contratistas, socios de AAPRESID, técnicos del INTA y también es importante reconocer que el 50% del diseño de los equipos tiene sus orígenes en los EE.UU. Para nombrar algunos, vale recordar a Jim Kinsella y Dwayne Beck, técnicos estadounidenses que ayudaron mucho a la Argentina y al desarrollo de la mecanización de la Siembra Directa global. El paso del sistema de producción de labranza convencional, basado en el arado de rejas y ver-

tedera, al sistema actual de cero labranza, presentó una etapa de dudas y pruebas desde el año 1975 hasta el período 1984/1988, cuando comenzó a difundirse el sistema de “labranza vertical” mediante arados cinceles, cultivadores de campo y vibrocultivadores (tendencia muy alentada entonces por los fabricantes de tractores).

Tiempo después, los ensayos indicaron que fue una “época perdida” ya que el sistema de labranza mínima no provocaba mejoras de estructura de suelo, no mejoraba el contenido de MO, no reducía sustancialmente el uso de la maquinaria y tampoco reducía el consumo de combustible; y lo peor, no mejoraba el balance del agua para los cultivos, ni aumentaba la productividad. Si bien este sistema no invertía el suelo, rompía la estructura porosa y la actividad biológica de los primeros centímetros del suelo y eliminaba la cobertura superficial. Los pioneros de la Siembra Directa (muchos de ellos han sido fundadores de AAPRESID y técnicos especialistas del INTA) ya tenían en claro las ventajas de la no-labranza continua y que la cobertura permanente del suelo mejoraba el balance de la MO y del agua y, con ello, la productividad. Pero la adopción masiva de la Siembra Directa seguía retrasada, porque aún no estaba resuelta la eficiencia en la implantación de los cultivos. Es decir, no estaban aún diseñadas las sembradoras de Siembra Directa del todo eficientes. Tampoco existían herramientas adecuadas para el control de malezas, ni la ayuda estratégica de la biotecnología (Soja RR, 1996). Los cultivos convivían con malezas perennes muy agresivas, como el cebollín (cyperusrotundus), el sorgo de alepo (sorghumhalepense) y el gramón (cynodondactylon), gramíneas anuales como el capin (echinochloacolona); y otras como la verdolaga (portulacaoleracea) y de hoja ancha, como el chamico (datura ferox), el yuyo colorado (amaranthusquitensis o amaranthuspalmieri), la morenita (kochiascoparia), la quinoa (chenopodimmurale), la malva (sphaeralceabonariensis), etc., malezas todas muy difíciles de controlar químicamente con el paquete de herbicidas de la época. Y si se lo lograba, ello resultaba muy oneroso, hecho que retrasaba la adopción de la Siembra Directa. La década de 1975/85 estuvo caracterizada por

de
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Historia
AAPRESID

la “labranza vertical”. La mecanización estuvo dominada por el desarrollo de cinceles, cultivadores de campo y vibrocultivadores, tractores de 150 a 250 CV articulados 4x4 y con una media de horas/motor/ha durante todo el cultivo (labranza, siembra, pulverización y cosecha) de 210 min/ha/año, y un consumo total de 58 l/ha de gasoil, parámetros ambos muy elevados respecto a los del 2014, donde con cero labranza, pulverizadoras autopropulsadas, biotecnología y cosechadoras de gran ancho de labor en soja, es posible realizarlo con sólo 65 min/ha/año de motor (todo incluido) y con un consumo promedio de 24 l/ha/año de gasoil.

En este sentido, el sistema actual década 2004/14, reduce un 69% el uso de las máquinas “motor” y un 58% el consumo de combustible. Como las máquinas todavía no funcionan solas, también se redujeron las horas/hombre sobre las máquinas/ha/año en un 60%, todo ello respecto a la década 1975/85. Esta técnica de siembra aumentó significativamente la productividad integral y permitió bajar costos de producción, ecuación irresistible para su adopción. La década de 1984/1994 estuvo dominada por grandes cambios en la mecanización argentina y fue en la siguiente década (1994/2004) cuando se comenzó el nuevo rumbo, por cierto revolucionario, y la consolidación del nuevo sistema productivo agropecuario argentino (es pertinente aclarar la inclusión del término agropecuario porque la siembra directa en

esa década también llegó para quedarse en la producción ganadera argentina, en tanto gran parte de las pasturas y cultivos para silaje son sembrados sin labranza).

La evolución no se detiene y el futuro es muy alentador, en el mundo existen 125 M/ha de Siembra Directa, pero el aumento es a un ritmo de 6 M/ha/año, y la tendencia es irreversible, cifras que alientan a los fabricantes argentinos a trabajar duro para captar parte de ese potencial mercado.

El sector de maquinaria agrícola y agropartes en la Argentina

El mercado de maquinaria agrícola y agropartes de la Argentina posee 870 pymes, 290 pymes agropartistas y 580 terminales. Su localización se distribuye del siguiente modo: 46% en Santa Fe, 27% en Córdoba, 21% en Buenos Aires, 6% en otras provincias. La facturación anual de las empresas locales es de 1.160 M/US$. Esta industria genera unos 40.000 puestos de trabajo en forma directa y otros 40.000 en forma indirecta, siendo la facturación anual de todo el mercado argentino de 1.450 M/US$, con una importación de 650 M/US$ y una exportación a 32 países de 360 M/US$. La venta en el mercado nacional por parte de fabricantes argentinos es de 800 M/ US$, y la balanza comercial del sector es de 340 M/US$ (negativa).

Se estima que cada millón de dólares de maquinaria agrícola exportada representa unos 110

nuevos puestos de trabajo, entre empleados directos e indirectos. La fabricación anual de sembradoras de Siembra Directa es de 3.000 máquinas, un 75% para grano grueso/trigo (30% neumática y 70% mecánica), y un 25% grano fino/ pasturas con opción de soja a chorrillo. La facturación anual del mercado de sembradoras es de 225 M/US$. Unas 486 unidades de sembradoras son exportadas por un valor de 50 M/US$ a más de 20 países: Uruguay, Bolivia, Sudáfrica, Rusia, Ucrania, Brasil, Paraguay, Venezuela, Colombia, Kazajstán, Australia, Italia, Francia, Alemania, Mozambique, Angola, Cuba, Chile, etc.

El mercado es creciente, dado que hoy existen globalmente 128 M/ha de Siembra Directa, localizando 40 M/ha en el Norte Americano, 60 M/ha en Sudamérica, 17 M/ha en Australia y 11 M/ha en otras regiones del mundo. No obstante, con una tasa de crecimiento de la cero labranza es de 6 M/ha/año. Los que adquieren sembradoras argentinas reciben además el valor agregado de la experiencia local, basada en estudios de los técnicos de AAPRESID, de CREA, del INTA, etc., y en el feedback provisto por los miles de productores argentinos, siempre abiertos a comunicar sus experiencias. El planeta es uno solo y debemos cuidarlo entre todos: Siembra Directa contribuye significativamente a producir alimentos conservando los recursos y a desarrollar, en general, sistemas productivos sustentables.

Mario Bragachini INTA EEA Manfredi

Capítulo 4 Acciones colectivas 137

Hacia una agricultura sustentable

5

Desde el inicio decimos que nos une el suelo sin darnos cuenta que también nos une la imaginación.

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∏ El hombre como jardinero del medioambiente

Estamos ya habituados a escuchar explicaciones y opiniones acerca de las consecuencias derivadas de que el principal recurso energético actual, el petróleo, sea un recurso natural no renovable. También nos alarmamos recurrentemente frente al hambre en el mundo en un contexto de rápida pérdida de tierras cultivables y de disminución de la cantidad de agua dulce disponible. La quema masiva de combustibles fósiles que contribuye a generar fenómenos como el calentamiento global o la lluvia ácida, los desmontes sin evaluación del impacto ambiental, el uso de productos químicos que contaminan ríos, lagos y aguas subterráneas y las mutaciones desde espacios de biodiversidad hacia ecosistemas con unas pocas especies son ejemplos elocuente de que las nuevas herramientas que la ciencia y la tecnología están poniendo en nuestras manos pueden, al mismo tiempo, tanto potenciar los logros productivos como ser altamente destructivas en caso de que se las utilice inadecuadamente. Vale entonces, nuevamente, el recuerdo de la célebre frase ya citada en capítulos anteriores de Francis Bacon: “No se vence a la naturaleza, sino obedeciéndola”. Aplicada a las problemáticas ambientales y productivas actuales, la humanidad se encuentra frente al dilema de alimentar a una población creciente y que exige mayor calidad y seguridad nutricional, logrando al mismo tiempo conservar recursos para el funcionamiento sustentable de los ecosistemas en general y de los agroecosistemas en particular. Los especialistas coinciden en la idea de que un desarrollo sostenido debe ser concebido como una responsabilidad social global que involucre a todos los actores sociales y económicos. Lo cierto es que el ser humano es el único responsable del desarrollo y la conservación de la biodiversidad. En esta certeza está inscripta la ne-

Considerando que el mundo demanda más alimentos, de mayor calidad y menor huella, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, en colaboración con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura desarrolló el proyecto “Agricultura Inteligente, Huella de carbono y Huella Hídrica”, en cuya primera reunión participó AAPRESID. 2011

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Los efectos de la utilización masiva de agroquímicos son preocupantes. Para un manejo sustentable es necesario actuar con eficacia y responsabilidad. En la foto: pulverización terrestre

cesidad de asumir e incorporar plenamente una nueva actitud frente a la evolución de las especies y los ecosistemas, que permita lograr el delicado equilibrio entre las necesidades sociales de la población mundial y el cuidado de la naturaleza.

Las características de los procesos de producción de alimentos y el comercio mundial son factores fundamentales de esta problemática. La salinización alrededor del Mar de Aral (en la actual Uzbekistán) por la sobreexplotación del algodón, la erosión de las pocas zonas fértiles del Norte Chico de Chile a mediados del siglo XX, y, en general, los numerosos excesos producidos por agriculturas inspiradas por el afán meramente extractivista, contaminantes de suelos y aguas y destructoras de equilibrios biológicos, económicos e incluso estéticos son moneda corriente en la permanente degradación ambiental que tiene lugar en las más diversas regiones del mundo. La agricultura moderna, resultante de la Revolución Verde, permitió un considerable salto cuantitativo en la producción de granos pero no conllevó, hasta ciertas correcciones de fines del siglo XX, una mayor sustentabilidad de los sistemas productivos. Según datos recientes de la Organización de las Naciones Unidas, anualmente se pierden 7 millones de hectáreas de tierras cultivables, 20 millones de hectáreas de regadío decrecen sus rendimientos, un tercio de la superficie terrestre se encuentra amenazada de desertificación, disminuyéndose el tamaño de las explotaciones en 57 países.

Lo cierto es que un sistema de abastecimiento de alimentos a nivel mundial sustentado en la eficiencia frente a la demanda mundial y la prevención de los impactos negativos sobre el medioambiente, sólo podrá ser viable mediante la cuidada y sistemática implementación de políticas públicas y basado en el compromiso de los actores económicos vinculados al sector agrario en diversas partes del mundo. AAPRESID lo sabe y no se queda en el pesimismo de los diagnósticos. En la Cumbre Climática de Río de Janeiro, realizada en 1992, CAAPAS (Confederación de Asociaciones Americanas para la Producción Agropecuaria Sustentable) presentó un documento preliminar en el que afirmaba la necesidad de desarrollar una estra-

Historia de AAPRESID 140
Fitoterápicos bajo la lupa. Pulverización aérea

tegia efectiva a nivel mundial, sumando esfuerzos internacionales pero atendiendo a las realidades agrarias, sociales y económicas de cada país. Dicho texto afirmaba: “Los gobiernos no pueden permanecer ajenos a una situación mundial sumamente preocupante, tanto por el deterioro de las tierras cultivables como por la necesidad de intensificar la producción agrícola para abastecer a una población creciente en un marco de desocupación”. En la misma dirección AAPRESID desarrolla y difunde la Siembra Directa, con el propósito de contribuir a que los productores puedan agregar valor al agro con buenas prácticas agrícolas, siguiendo principios elementales del desarrollo sustentable.

∏ Siembra Directa y sustentabilidad

El sistema de producción actual se basa en la Siembra Directa, la rotación de los cultivos, la fertilización estratégica y balanceada, el manejo integrado de plagas, malezas y enfermedades, el uso responsable de los fitosanitarios y de las tecnologías en general, es decir las "Buenas Prácticas Agrícolas" que impulsa AAPRESID mantenidas en el tiempo, donde la biotecnología es una herramienta crucial. La combinación de estas prácticas y tecnologías apunta al logro de una agricultura eficiente y de alta productividad y por ende capaz de responder a las necesidades sociales y económicas, atendiendo a los principios del desarrollo humano sustentable. Sabemos que la agricultura conservacionista surgió de la búsqueda por resolver la permanente degradación de los suelos que producían las labranzas convencionales. Planteó así, como alternativa, dejar una cobertura con rastrojos en la superficie de la tierra sembrada para así procurar una menor remoción, conservar la materia orgánica y retener agua en el suelo. A partir de la difusión de estas prácticas entre los productores –de la mano con los aportes fundamentales de la biotecnología, los fitosanitarios y las más modernas maquinarias–, la Siembra directa se impuso en los últimos años como la técnica más amable para el desarrollo agropecuario sustentable.

Una práctica fundamental para el cuidado de los suelos, que es impulsada por AAPRESID mediante diversos programas, es la rotación de los cultivos, es decir la alternancia de la siembra entre soja, trigo, maíz, sorgo y cebada, entre otros cultivos. Actualmente la soja es mucho más importante en términos de hectáreas sembradas que cualquier otro cultivo, por lo cual la asociación enfrenta el desafío de cambiar, en la medida de lo posible, la mentalidad de muchos agricultores reacios a la rotación. Para Pilu Giraudo, actual presidenta de AAPRESID, "la rotación de cultivos, aportando diversidad e intensidad según los ambientes, es clave para la apuesta a la sustentabilidad. Su adopción masiva requiere no sólo de la concientización de productores y técnicos, sino también de políticas públicas que las apoyen e incentiven. El rastrojo de soja –explica Giraudo– se degrada con mayor velocidad porque es rico en nitrógeno (< relacion C/N), al revés de las gramíneas (sorgo, maíz, trigo, cebada, entre otras) donde prevalece el carbono (> relacion C/N). Esta relacion caracteriza la biodegradabilidad de los materiales orgánicos y el mayor contenido de C es fundamental para incrementar la materia orgánica de los suelos. Las gramíneas, ademas de un deterioro más lento, cubren el suelo más uniformemente y por más tiempo, favoreciendo tambien la microvida y el ciclaje de nutrientes en el suelo. Aunque tambien requiere de la reposicion de los consumidos por los cultivos. Desde AAPRESID advertimos que la produccion sustentable no se logra solamente con la Siembra Directa, es fundamental que sea aplicada como

La rotación de cultivos favorece la regeneración de la microvida y de la

Capítulo 5 Hacia una agricultura sustentable 141
materia orgánica del suelo

sistema, acompañada de las «Buenas Prácticas» mencionadas sostenidas en el tiempo". "Esta cuenta pendiente requiere pronta atención de todos los nutrientes involucrados en la comunidad agroalimentaria. Otros países vecinos, como es el caso del Uruguay, que quizás tenga una tradición agrícola de menos años que la Argentina, exige de sus productores un plan de rotaciones que debe ser evaluado por la autoridad de aplicación para ser aprobado. El mismo debe respetar la inclusión de cultivos que favorezcan la conservación del suelo y que disminuyan o eviten la erosión a un nivel previamente acordado". Concluye Giraudo: “La rotación trae beneficios físicos, químicos y biológicos al suelo: físicos, porque permite una mejor estructuración de la tierra con porosidad para captar y almacenar agua, aireación, exploración y desarrollo de raíces; químicos, porque permite un adecuado ciclaje y disponibilidad de nutrientes; biológicos, porque alienta el desarrollo de microorganismos que enriquecen el suelo”. Junto con la Siembra Directa han sido fundamentales los aportes de la biotecnología, a saber, el conjunto de aplicaciones tecnológicas aplicadas a organismos vivos o sus derivados con vistas a la creación o modificación de dichos seres vivos generando en ellos ventajas diferenciales. La biotecnología ha cambiado el paradigma existente acerca de las especies cultivables al hacer posible la modificación genética de las semillas volviéndolas resistentes a enfermedades, mermas de luz o agua, faltas de nutrientes o a herbicidas, tal el caso conocido del glifosato, que gracias a la incorporación de un gen bacteriano permite a la oleaginosa la elaboración de una enzima resistente a la acción inhibidora del herbicida, volviéndola así inmune a su acción y ello sin efectos colaterales de ninguna índole con evidencia científica hasta el momento. El acercamiento a las novedades de la biotecnología por parte de AAPRESID se hizo manifiesto en el año 1997, cuando –tras una larga y compleja discusión interna y con otros actores de la comunidad agroalimentaria de entonces– expresó formalmente en un número de la revista institucional de ese año, con el aval de especialistas y socios, su adhesión a la soja RR, primer evento biotecnológico aprobado en el país. La incorporación del gen RR a la semilla de soja representó una verdadera revolución, fruto de la aplicación de los avances de la bioquímica molecular a la agricultura.

Incremento del carbono orgánico en el suelo en relación a los años de Siembra Directa con rotación.

Jorge Romagnoli entre los rastrojos
Historia de AAPRESID 142
En San Luis, el barreno es una herramienta clave para el productor ya que permite estimar la humedad del suelo

La bioteconología tiene hoy, además, un papel protagónico en el avance de las fronteras agrícolas, ya que permite sembrar en suelos muy diversos. Asimismo juega un papel, bien usada, en la conservación de la biodiversidad, al propiciar, por ejemplo, la revitalización de especies en peligro de extinción. Actualmente se investiga, incluso, el desarrollo de genes tolerantes a las sequías. Por otra parte, los progresos alcanzados en variedades vegetales resistentes a enfermedades y la utilización de plantas transgénicas posibilitan la disminución del uso de fitosanitarios. La Siembra Directa y los cultivos genéticamente modificados (hoy son numerosísimos) no sólo simplifican y bajan costos de producción de alimentos sino que permiten también ampliar las superficies de producción.

El uso de biotecnología ha despertado polémicas y críticas desde algunos espacios sociales, fundamentalmente las asociaciones de ecologistas, que sostienen que la soja transgénica contribuye a la erosión de los suelos y es potencialmente dañina para la salud humana. Al respecto el economista y periodista Claudio Scaletta en un artículo titulado “Ese yuyo” y publicado en Le monde diplomatique de mayo de 2014 sostiene: “La paradoja es que si no se utilizase la tecnología transgénica deberían aplicarse más agroquímicos, no menos, así como técnicas de labranza mucho más agresivas con los suelos”. Asimismo Scaletta sostiene que: “El ecologismo cuestionaba el mismo carácter transgénico de las semillas con el argumento de daños potenciales a la salud humana, de lo que hasta ahora no existen indicios ni pudo ser probado por ningún estudio de universidades conocidas”. Sin duda que la biotecnología es una herramienta fundamental para dar respuesta a la demanda de la humanidad no sólo en cantidad y calidad de alimentos, sino también en bioenergías. Requiere de una

El uso en el Gran Chaco de Leucaena como especie forrajera, balanceado de alta producción y bajo costo, mejora la productividad de la ganadería en la región

Capítulo 5 Hacia una agricultura sustentable 143

En el sudoeste bonaerense, la intersiembra es una estrategia para afrontar las heladas y aumentar la rentabilidad por hectárea

estricta política de aprobación, modelo en Argentina, y uso estratégico y responsable como todas las tecnologías en general.

Por último, el otro gran pilar de la nueva agricultura son los nuevos fitosanitarios. Dichos productos permiten eliminar las malezas y plagas que amenazan el crecimiento sano de los cultivos y así otorgan mucha más resistencia a los eventos transgénicos, lo cual redunda en una mayor productividad de los suelos. AAPRESID ha fomentado el conocimiento y la difusión de estas problemáticas y novedades, especialmente la publicación de investigaciones, y la organización de encuentros entre científicos locales para la discusión de resultados de pruebas realizadas en los Estados Unidos respecto al impacto de los nuevos cultivos en la salud humana. Todas estas actividades permitieron a los miembros de la asociación darse cuenta del inmenso beneficio de la biotecnología para la agricultura. En esta dirección la asociación brindó el marco para la creación de dos sociedades mixtas, con aportes privados y estatales, Bioceres e INDEAR (Instituto de Agrobiotecnología de Rosario), focalizadas en proyectos vinculados al desarrollo de tecnologías, productos y conocimientos en agro-biotecnología y ciencias vinculadas, que ya están empezando a dar consistentes frutos al país. Por otra parte, en términos económicos, si se tiene presente el aumento de la productividad y la simplificación de procesos asociados a los transgénicos, el resultado de haber adoptado los desarrollos biotecnológicos significa, según algunas estimaciones, una ganancia para el país de aproximadamente dos mil millones de dólares cada año. Jorge Romagnoli sostiene que la tendencia al desarrollo sustentable se irá produ-

Historia de AAPRESID 144
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Ante una demanda cada vez mayor en biocombustibles, la colza aparece como una muy buena opción para incluir en las rotaciones de sistemas en Siembra Directa

ciendo a medida que seamos capaces de aprovechar mejor las fuentes actuales de energía y de disminuir el uso de combustibles fósiles, acumulados en tiempos pasados. “Lo cierto es que las reglas del mercado son las que mandan y siempre se hace lo más económico –señala–, pero la percepción está cambiando muy rápidamente en términos de seguridad ambiental y eso puede modificar las reglas del mercado y hacer viables nuevos desarrollos de altos costos actuales pero con proyección futura”. Y continúa: “Con la tecnología actualmente disponible se puede producir el doble solamente utilizando la tierra el 75 por ciento del tiempo y usando el 65 por ciento del agua de lluvia: así como producimos tres toneladas de granos por hectárea cada año en la «gran chacra argentina», en muchas chacras de productores de avanzada se producen nueve toneladas por hectárea y aún más cada año. Indudablemente estamos desaprovechando la capacidad de producir biomasa de la superficie de la tierra, con el agravante de generar un lucro cesante en las tierras agrícolas de gran valor inmobiliario, con desperdicio de energía solar y agua de lluvia, dos recursos que llegan gratuitamente. Esta situación –prosigue– en un contexto mundial que evoluciona hacia costos crecientes de la energía y donde a futuro podría haber problemas de escasez de agua potable, adquiere todavía más relevancia. Para aspirar a un sistema progresivo en sustentabilidad y en productividad, capaz de dar respuestas al incremento de la demanda por parte del hombre como gestor de los recursos ambientales, debemos comenzar a mirar a la agricultura desde otro lugar del que lo hemos hecho hasta aquí”. Si un sistema productivo sustentable es aquel que logra compatibilizar rentabilidad económica, eficiencia productiva, calidad, estabilidad y aceptación social, para que

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las futuras generaciones puedan seguir produciendo y habitando el planeta Tierra, la Siembra Directa es una respuesta contundente, que logra el difícil objetivo de aumentar la productividad disminuyendo al mismo tiempo el impacto ambiental negativo. En un mundo que demanda cada vez más alimentos y de mayor calidad y que precisa reducir las emisiones de monóxido y dióxido de carbono así como encontrar formas alternativas de producción de energía, estos cambios son realmente fundamentales. AAPRESID no sólo ha sabido ofrecer soluciones satisfactorias ante estas problemáticas, sino que también ha logrado poner en diálogo sus conocimientos y experiencias con diversos ámbitos de la sociedad, tanto a nivel estatal como privado.

“La Siembra Directa, concebida como sistema integral de producción; esto es, bajo un plan rotacional con alto aporte de rastrojos y fertilización que reponga la extracción de nutrientes, permite producir sin deterioro de los recursos involucrados –explica Rogelio Fogante–. Se basa en la ausencia de labranzas, en las rotaciones, en el mantenimiento de los suelos cubiertos por los rastrojos y en la utilización de todo el conocimiento humano desarrollado para un uso racional y sustentable, incluso reparador, de recursos básicos como el suelo, el agua y la biodiversidad. Con la Siembra Directa –continúa– estamos utilizando mejor el agua y el suelo –recursos críticos en el planeta– y más racional y equilibradamente los insumos, agroquímicos, herbicidas y fertilizantes, de manera que no haya despilfarro, pérdidas ni contaminaciones. Estamos restando al calentamiento global a través de la fijación de carbono en el suelo y del uso de menos combustibles al no hacer labores. En una agricultura convencional, para producir 10 toneladas de maíz o 4 de soja, se necesitan 60 litros de combustible por hectárea por cada siembra. Con la Siembra Directa consumimos apenas 10 o 12 litros. Estamos promoviendo asimismo los cultivos que fijan su propio nitrógeno, y eso hace que se usen menos gas y combustibles para la fabricación de fertilizantes. Estamos aumentando la productividad en el campo, con lo cual pueden permanecer allí más familias y con mejores estándares de vida. Con la agricultura convencional, la polución del ambiente con polvo era mucho mayor y las aguas estaban más contaminadas”. En la misma dirección sintetiza Romagnoli: “En los años 80 y principios de los 90, por ejemplo, debías andar por las carreteras con las luces

Intersiembra de cultivos; explorando otras formas de intensificar la rotación de cultivos

Capítulo 5 Hacia una agricultura sustentable 147

encendidas a pleno día, y no porque la ley así lo dispusiera sino porque, debido al polvo de las voladuras de campo que cubría totalmente la ruta no se veía el camino”.

Experiencias realizadas en lotes en los que se observan franjas de cultivo en Siembra Directa junto a otras en labranza convencional, han demostrado que permanece mayor vida en el suelo bajo Siembra Directa, así como una mejor y más estable estructura de las capas superiores del suelo. La labranza convencional ocasiona erosión del suelo, pérdida de agua y de materia orgánica, disminución de la fertilidad, desequilibrio nutricional y reducción de la diversidad biológica. La Siembra Directa, en cambio, permite la conservación del suelo, el aumento de la materia orgánica, el almacenamiento de nutrientes y el mantenimiento de la diversidad biológica. La presencia de rastrojos en la superficie, por ejemplo, hace que las pérdidas de agua por evaporación sean mínimas y que el agua almacenada pueda ser aprovechada por el cultivo. Por otro lado, está probado que el paulatino incremento de la temperatura del planeta –el conocido “efecto invernadero”– y buena parte de los cambios climáticos que están aconteciendo en el planeta son el resultado del aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera cuyo principal causante es la quema de combustibles derivados del petróleo. Con la Siembra Directa, en cambio, se toma carbono del aire y se lo devuelve al suelo. Víctor Trucco lo explica del siguiente modo: “La Siembra Directa aumenta la materia orgánica del suelo. La materia orgánica es carbono. O sea, si el carbono aumenta en el suelo es porque disminuye en el aire. La Siembra Directa tiene, entonces, el mismo efecto que la forestación, una atrapa carbono en la madera y la otra, en los rastrojos de la cosecha de granos”.

Este sistema no sólo presenta más beneficios agronómicos que la labranza convencional, porque reduce la erosión, mejora la conservación de agua y los suelos, acorta el tiempo entre cultivos y facilita el control de malezas, sino que ofrece, además, ventajas económicas al aminorar las exigencias de maquinaria, permitir el incremento de áreas cultivadas con la misma inversión, posibilitar el aumento de rendimientos por hectárea, disminuir los riesgos de producción y habilitar la expansión de la agricultura y la ganadería en áreas marginales. En otro orden, Otto Solbrig plantea los beneficios

Trabajo en campo con variedades de trigo de ciclos medios y largos. Un Productor en Acción. Regional AAPRESID Mar del Plata
Historia de AAPRESID 148
EMPOWERMENT - El próximo Desafío, publicación de AAPRESID del año 2004

fiscales que a futuro producirá la Siembra Directa: “Es imperioso que se adopten estas nuevas modalidades de producción, no sólo porque son positivas en sí mismas, sino porque constituyen un muy buen negocio. Los mercados en los países desarrollados están empezando a exigir productos elaborados de manera no contaminante y pronto veremos la aparición de barreras no-arancelarias en este sentido”.

∏ El petróleo verde

Los biocombustibles componen otro capítulo novedoso, estrechamente vinculado a las miras a futuro de la agricultura sustentable. A principios del siglo XX Rudolf Diesel (1858-1913) presentó un invento que lo haría mundialmente célebre. En la Exposición Internacional de París de 1900 dio a conocer un motor que funcionaba a base de aceite de maní. Casi como un visionario, Diesel escribió antes de morir: “El uso de aceites vegetales como combustibles puede parecer insignificante hoy, pero en el futuro podría tener la misma importancia que el petróleo y el carbón tienen en nuestros días”. En la misma dirección, cuando Henry Ford (1863-1947) creó el primer Ford T en el año 1908, esperaba que el combustible de mayor uso fuera el etanol, un tipo de alcohol etílico proveniente de materias primas renovables como la sacarosa, la celulosa y los almidones. Ford incluso participó de la disputa política para promover el uso del etanol, sosteniendo que sería el combustible del futuro. Pero los altos precios del maíz y la creciente baratura de los precios del petróleo frustraron dicho proyecto de fomento de un combustible ecológico. Lo cierto es que, más allá de los intereses en juego en esta disputa, el mundo de la primera mitad del siglo XX aún no conocía los terribles daños producidos al planeta por el uso indiscriminado de combustibles fósiles. Mucho más recientemente se ha reabierto con fuerza este debate y poco a poco se está abriendo paso la idea de aumentar el consumo de combustibles derivados de productos vegetales naturales, en detrimento de los derivados del petróleo. En la Argentina, otro visionario más contemporáneo, como lo fue Jorge S. Molina (a quien ya hemos hecho referencia a propósito de la introducción del concepto de Siembra Directa en el país), anunciaba en su obra Una nueva conquista del desierto. Incorporación

Capítulo 5 Hacia una agricultura sustentable 149
Cultivo del garbanzo en el sudeste bonaerense

de tierras marginales al proceso productivo argentino, escrita en el año 1980, entre otras innovaciones de alto impacto para el mundo agropecuario, la llegada del “petróleo verde”. La bioenergía se encuentra en recursos producidos mediante la fotosíntesis, que pueden ser utilizados para generar combustibles alternativos, tales como el biodiesel. Éste se desarrolla con aceites vegetales derivados de frutos, semillas y cultivos agrícolas –como la soja– que son renovables, se degradan en contacto con el suelo y no producen efectos tóxicos.

El aumento de dióxido de carbono –la forma gaseosa del carbono– en la atmósfera, producido por los combustibles derivados del petróleo, es uno de los principales causantes del “efecto invernadero”. Este fenómeno es producto, esencialmente, del uso de combustibles fósiles no renovables. La reducción de esos niveles necesariamente implica la innovación en fuentes alternativas de energía, que a su vez resulta imperiosa en un contexto en el que se prevé la irremediable caída de la producción de petróleo en un futuro no muy lejano. Según un estudio del científico ecologista Jeff Dukes de la Universidad de Utah publicado en noviembre de 2003 en la revista Climatic Change, hacen falta 98 toneladas de material orgánico de origen vegetal para la producción de 4,54 litros (1 galón) de gasolina, al tiempo que la cantidad total de combustibles fósiles quemados por año es equivalente a 44 millones de billones de kilogramos de carbón, es decir, una cantidad 400 veces superior al material vegetal generado mundialmente en un año, incluyendo el oceánico. Semejantes comparaciones vuelven claramente inviable un futuro basado en combustibles fósiles para la humanidad, por lo que la alternativa de los biocombustibles, sumada a cambios radicales en nuestra relación con el uso de la energía a escala global, se vuelve cada vez más imperiosa. Las decisiones que se toman respecto del manejo de los suelos influyen directamente en la producción y el medioambiente. La mayor parte de los alimentos que consumimos provienen de la tierra y además en muchos países la producción de alimentos supera la capacidad de consumo local, lo que implica una mayor presión sobre recursos primarios irreemplazables, tales como el suelo y el agua. La Argentina pertenece a ese selecto lote, pues produce el sustento anual para aproximadamente 300 millones de personas, contando con capacidad natural y social para elevar esa producción a lo requerido por 500/600 millones de personas, unas 11 veces la población del país. Debe, por lo tanto, garantizar la calidad de sus productos y asegurar el menor impacto ambiental posible. Los costos que implican las tecnologías convencionales, asentadas en el uso intensivo de recursos energéticos y de insumos químicos, resultan ya insostenibles. Se precisan entonces nuevas prácticas que puedan ofrecer una agricultura a la vez sustentable, rentable y socialmente provechosa, basada en la combinación de tecnologías y conocimientos innovadores, rentabilidad, cuidado de los suelos y mejora de la calidad ambiental. Los medios para lograrlo están a la orden del día. La Siembra Directa, la biotecnología y los biocombustibles componen la plataforma para salir de la encrucijada que presentan los nuevos desafíos: contar con más y mejores alimentos y proteger el medioambiente. Así pues, el logro de una agricultura sustentable no implica la no intervención del medioambiente –lo cual es a todas luces insostenible en cualquier tipo de agricultura–, sino que se trata más bien de que el hombre sea capaz de transformarse en un “jardinero responsable”, capaz de producir lo que necesita y de cuidar de la gran fuente de vida de la humanidad, la naturaleza. Ése es el gran desafío de la agricultura futura, y en esa dirección trabaja AAPRESID.

Historia de AAPRESID 150

Nuestra energía

La Tierra, nuestro planeta, se constituyó a partir de la fusión de polvo estelar y material expulsado por el Sol hace unos 4.500 millones de años. Desde entonces siguió lentamente enfriándose, recubriéndose con una atmósfera de oxígeno, y luego, a partir del surgimiento de la vida y su compleja evolución, llegó al actual estado de equilibrio. El hombre, en su búsqueda de progreso, descubrió en el siglo XIX los combustibles fósiles, que son en esencia energía solar acumulada y decidió aprovechar esa riquísima fuente de energía. En los últimos 200 años hemos explotado gran parte de esa energía solar acumulada en cientos de miles de años, y eso ha permitido un gran progreso técnico y económico para la humanidad. Sin embargo, esa energía es –en una escala temporal dilatada– muy es-

casa si se tiene presente el ritmo actual de su utilización, por lo que enfrentamos el gran desafío de producir los bienes y servicios que la humanidad necesita a escala mundial con la energía solar que recibimos cada día. Si logramos ese objetivo (o casi) la economía y las industrias humanas se volverán sustentables, es decir, será posible un desarrollo sin colapsos inminentes; aunque, como todos sabemos, el Sol, como todas las estrellas, algún día se apagará, para eso falta mucho, mucho, mucho tiempo. Mientras tanto, hemos de vivir en nuestro planeta y si no actuamos responsablemente la vida será cada vez más hostil e inviable. AAPRESID, comprometida desde sus orígenes con la preservación del ambiente, tiene entre sus principales objetivos trabajar por la producción agropecuaria

sustentable, atenta tanto al incremento de la productividad como a la restitución de los nutrientes que hacen fértil a la tierra. En su libro Tranquerasabiertas Jorge Molina, maestro de nuestra generación de agricultores, afirmaba visionariamente en 1980: “En los países de habla inglesa es común la utilización de libros que enseñan el saber hacer o know-how, lo cual representa una de las mayores necesidades del momento actual. Cuando cada uno de nosotros sepamos hacer correctamente nuestra tarea, la mayor parte de nuestros problemas desaparecerá, siempre que al legítimo afán de lucro le agreguemos la responsabilidad moral de sabernos, cada uno de nosotros, responsables del destino de la humanidad en su conjunto”.

Capítulo 5 Hacia una agricultura sustentable 151

Hitos en Pulverizadoras

1974 Víctor Hugo Pla introduce la primera pulverizadora autopropulsada (1600 l/20,3 m de barral).

1979 Metalfor presenta la primera pulverizadora autopropulsada con motor diesel (1500 l de capacidad de tanque).

1980/1981 Ingresa al país el glifosato como herbicida total para aplicaciones posicionadas y barbecho químico. Se desarrolla un equipo de aplicación de Soga Monsanto y de Rodillo Barbuy.

1998 Aparecen equipos para Agricultura de Precisión en pulverizadoras autopropulsadas (se consolida el servicio de aplicación tercerizado con autopropulsadas), banderilleros satelitales, computadoras interactivas y el tanque de 2.000 l Se introduce la suspensión neumática en pulverizadoras autopropulsadas.

2002 Se desarrollan pulverizadoras autopropulsadas con rodados de 36 pulgadas (760 máquinas por año) que cuentan con mayor ancho de labor y tanque de más capacidad. Se consolida el banderillero satelital y el GPS con señal Becon (barra de luces como ayuda de la conducción). Surgen nuevos equipamientos en la línea de aplicación, entre ellos picos especiales.

2004 Se desarrollan pulverizadoras con fertilizantes líquidos (UAN), sensores NDVI, N Sensor y barrales de 28 m en autopropulsadas. Se producen refertilizaciones según los ambiente y nuevos desarrollos de autonivelación de los barrales de pulverización.

2006/2007 Se generaliza la prescripción de aplicación variable de fertilizantes líquidos “UAN + azufre”. Se da la incipiente aparición del autoguía de conducción. Comienza la aplicación variable de fertilizantes sólidos y enmiendas con equipos nacionales de las marcas Fertec y Metalfor, entre otros.

2007/2008 Se producen nuevos tanques como capacidad de 4.500 l, motores delanteros y barrales de 30m. Pla presenta la revolucionaria Cosmo LT 4,5 y Metalfor su máquina con motor delantero. Se incorporan las casillas meteorológicas en la cabina con datos para ajuste de deriva.

2012 Se introducen pulverizadoras autopropulsadas con barrales de fibra de carbono, que son los primeros a escala mundial (con ancho de 36/40m).

2012/2013 Aparecen las casillas meteorológicas con el kit de alarmas de condiciones meteorológicas favorables a la deriva y el servicio de alarma automática conectado a celulares y servicio de trazabilidad de aplicación.

2013 Surgen nuevos sistemas de PWM (sistema de modulación de ancho de pulsos) que posibilitan variar las dosis sin cambios gracias a los aportes de Pla/ Muller, Arag y Teejet, entre otros.

2014 Se aplican las Luces LED en los barrales para sistema de dosis variable y aplicaciones con trazabilidad de operaciones.

de AAPRESID 152
Historia

Hitos en Cosechadoras de Granos

1980 JD introduce la barra de corte flexible para soja JD 975 “Revolucionario”. Esta innovación reduce 3 a 1 las pérdidas normales por cabezal.

1984/1985 En las 1° y 2° Expo Soja de INTA Manfredi nace la evaluación de pérdidas y se toma conciencia de su relevancia.

1985 Aparece la cosechadora Vasalli 1200. Esta posee: cabezal flexible flotante para soja, hidrostática, variador de cilindro, cabina presurizada, triturador y desparramador de paja y motor turbo.

1989/1990 Comienza una nueva era de cabezales maiceros Maizco/Mainero. Surgen los proyectos PROPECO y Eficiencia de Cosecha del INTA y la metodología de evaluación de pérdidas “arito”. Se realizan viajes hacia los EE.UU y comienzan importaciones.

1991 Se introducen las maxi cosechadoras axiales y tradicionales de los EE.UU y Europa (JD/Case/ NH/Agco y Claas):

1992/1993 Surge la necesidad de desarrollar: kit para Siembra Directa; espaciadores de granza y desparramadores de paja y neumáticos de alta flotación. Se prueba el primer desparramador de paja y granza VHB/ INTA por estímulo de AAPRESID.

1993 Se desarrollan nuevos kit para manejar la paja y la granza en las cosechadoras para Siembra Directa. Se generalizan lo acoplados tolva autodescargables y los neumáticos especiales.

1994 Se desarrollan nuevos cilindros a diente para semilla de soja adaptable a máquinas tradicionales. Se produce el Desarrollo Nacional Kit de Agropartistas.

1996 Es elaborado el Primer mapa de rendimiento con GPS por la colaboración conjunta de D&E, AG Leader, Trimble e INTA.

Hitos en PostCosecha de Grano

Década de 1950. Se produce la primera cosecha de granos secos con almacenaje en silos tradicionales.

Década de 1960. Surgen las primeras secadoras argentinas (Margaria).

1968 Se desarrolla el primer sistema seca-aireación en la Argentina.

1993 Se consolidan las cosechas anticipadas con 2.800 secadoras. Actualmente se usan 4.000.

1995 Se arman las primeras bolsas de grano seco en la Argentina con una embolsadora de los EE.UU. de 9 pies y alimentada con cinta lateral. Carlos Márquez fue el primer argentino importador. El primer ensayo de trigo embolsado se produce en el EEA Manfredi. Se publican las buenas prácticas de manejo del embolsado.

1996/1997 Surgen las primeras embolsadoras comerciales de grano seco con tolva de almacenaje para acoplados autodescargables. Se desarrollan en el país mediante varios fabricantes.

2003 Surge el primer cabezal maicero de aluminio Allochis con mayor ancho de labor y menor peso.

2005 Surge el Claas Lexion con cabezal de 40 pies de ancho y barra de corte flexible y flotante. Aparecen en los campos de las primeras cosechadoras con sistema de traslado con bandas de caucho las orugas del caucho.

2007 Vasalli presenta la primera cosechadora axial nacional. Metalfor presenta su primera cosechadora híbrida. La tendencia es la trilla progresiva y el menor daño mecánico al grano.

2007 IGB y el INTA presentan el primer monitor de rendimiento satelital totalmente nacional.

2008 Surge la primera cosechadora equipada con autoguía satelital.

2008/2009 Surge el primer cabezal Draper con barra de corte flexible y el flotante nacional “Piersanti”, de carácter “revolucionario”.

2009 Se desarrolla el Draper de Case (Agco de 40 pies).

2011 Surge el Draper de JD y varias marcas nacionales neumohidráulicos.

2012 Se desarrolla la patente global de cabezal Draper Alliochis con 43 pies y lonas divididas con barra de corte flexible y flotante.

2013 Surge la revolucionaria patente del cabezal Mainero multilínea, que puede cosechar en cualquier sentido respecto a la siembra y a cualquier distancia entre líneas, por lo cual es revolucionario a escala global y realiza un fuerte aporte al sistema de cosecha, siendo ideal para la Siembra Directa.

2014 Aparecen los kit de orugas de caucho triangulares para diferentes cosechadoras, de gran transitabilidad para cosechar en condiciones de falta de piso, inclusive en lotes con agua en superficie.

2000 Aparecen los extractores de silo de bolsa con enrollado de bolsa de patente “Palau”, una innovación “revolucionaria”.

2004/2005 Se dan los primeros ensayos en el INTA de Balcarce (Proyecto PRECOP) de detección de la calidad de grano dentro de la bolsa por medición de O2 y CO2, con medidor portátil de gases.

2008/2009 Se consolida el silo bolsa como sistema de almacenaje temporario para productores y acopiadores (35 M/t).

2012 Se exportan máquinas embolsadoras y extractoras a 32 países. El 60% de todas las bolsas del mundo son fabricadas en la Argentina. Se exportan bolsas a 40 países y la Argentina llega a 45 M/t de grano seco embolsado.

2014 Se produce el Primer Congreso Mundial de Silo Bolsa en Mar del Plata, organizado por el INTA de Balcarce.

Capítulo 5 Hacia una agricultura sustentable 153

AAPRESID ante los nuevos desafíos

6

Nunca andes por el camino trazado, pues te conduce únicamente hacia donde los otros fueron.

Alexander Graham Bell

154

∏ Valores cuidados: vigencia del espíritu fundacional

Los principios propugnados por aquellos pioneros de la Siembra Directa que durante los años 70 y 80 se dieron cuenta, derrumbaron mitos y asumieron el reto de un cambio de paradigma, han devenido valores intrínsecos y palpables de la actividad cotidiana de AAPRESID. Así, la apuesta por un saber aplicado al progreso de sistemas de desarrollo sustentable y la consolidación de una red de difusión e intercambio de saberes y experiencias atraviesan los 25 años de trayectoria de la asociación, cuya prolífica evolución puede medirse de las más diversas maneras. La más significativa es el liderazgo del país a nivel mundial en Siembra Directa, que implica que actualmente más del 90% de la superficie agrícola argentina se encuentre bajo ese sistema frente a un 8% a nivel global. Pero no se trataba solamente de que los sistemas de labranza fueran reemplazados por la Siembra Directa. Conjuntamente con ello, ya desde sus comienzos AAPRESID se propuso construir una gran red de intercambio de conocimiento y experiencias, contactar a la ciencia y la tecnología con los productores en sus labores cotidianas, poner en diálogo permanente los alcances de las nuevas tecnologías de producción y sobre todo, lograr que la agricultura argentina siga la senda del desarrollo sustentable, en beneficio de la humanidad de tiempos presentes y de las generaciones futuras. Hacia estas grandes metas, construidas desde un abanico de las más diversas propuestas, ha avanzado AAPRESID durante todos estos años y actualmente sus miembros se sienten muy satisfechos por los logros alcanzados. Quienes trabajan cada día para que estos objetivos sean realidades son sus 2000 socios, una comunidad formada por productores, ingenieros agrónomos, científicos, técnicos y estudiantes, así como

El hombre puede construir suelo.

Trigo en Siembra Directa
155
Carlos Crovetto Lamarca

por 50 empresas e instituciones vinculadas con el ámbito científico, agrario y estatal, a nivel provincial y nacional.

Detrás de cada uno de estos asociados yace la confianza en que para producir de manera competitiva y en armonía con el medioambiente es necesario contar, no solamente con tierra, mano de obra, maquinaria e insumos, sino también con conocimientos que a través de un fluido intercambio motoricen el desarrollo de un sistema productivo sustentable. Para responder a esas necesidades, la asociación viene desarrollando desde sus inicios una intensa actividad de investigación, capacitación y difusión, creando espacios que funcionan como verdaderos foros de pensamiento, de cooperación científica y técnica y de intercambio de experiencias. El de AAPRESID es un camino compartido hacia la profesionalización agropecuaria a través de la formación sistemática y permanente en conocimientos y habilidades requeridos por la agricultura del futuro: sustentable, compleja, científica, informatizada, de eficiente uso de insumos, alta producción y usuaria de equipos sofisticados, siempre en busca de innovaciones y comprendiendo la razón de los procesos agronómicos y sus consecuencias sobre la naturaleza y las poblaciones en las más diversas regiones agroambientales.

En línea con su objetivo fundacional –constituir un grupo de intercambio de conocimientos y experiencias en relación con el sistema de Siembra Directa y promover la capacitación de los diversos actores vinculados con la comunidad agroalimentaria–, la asociación organiza, año tras año, reuniones de campo, cursos, seminarios, conferencias, congresos y encuentros técnicos. Asimismo sostiene un diálogo permanente con las instituciones estatales vinculadas a la agricultura, con el propósito de lograr la sanción de políticas públicas que respalden sus proyectos agropecuarios.

Un interesante ejemplo en esta dirección fue la promulgación de la Ley Provincial 10.552 de Santa Fe en el año 1991, promovida durante la gestión de Víctor Trucco como subsecretario de Recursos Naturales. Mediante dicha ley se declaró de interés provincial la adopción planificada del sistema de Siembra Directa permanente como método para conservar y mejorar los suelos. Al mismo tiempo se indicó que el Estado provincial fomentaría la aplicación de esta técnica de siembra mediante un régimen de estímulos consistente en la reducción de 37% del impuesto inmobiliario rural du-

Biotecnología agrícola: revolución sin precedentes

Historia de AAPRESID 156

rante cinco años, líneas de crédito preferenciales para acompañar a los productores en el primer período de reconversión, planes de canje, etcétera. Desde AAPRESID se trabaja incansablemente tratando de concientizar a los distintos eslabones y protagonistas de la producción de alimentos, fibras y energías, de la necesidad de diferenciar entre productores que utilizan prácticas sustentables (Agricultura Certificada como herramienta) y aquellos que no.

Para AAPRESID la actividad de sus miembros como productores no termina en las cosechas, sino que se extiende a diversas responsabilidades sociales. Esto se manifiesta en la confianza en que la propia experiencia de la Siembra Directa es transferible al resto de la sociedad argentina. La integración de una red de innovación ha permitido, por ejemplo, crear importantes ventajas comparativas, inclusive cuando las políticas macroeconómicas desalentaban las exportaciones. Así como la Siembra Directa continúa evolucionando, los objetivos de la institución siguen expandiéndose. Su horizonte de acción y sus perspectivas se han desplegado hacia la profundización del liderazgo innovativo y la profesionalización, sin perder de vista las virtudes originarias: el progreso de una óptica circunscripta a la difusión de la Siembra Directa a otra ampliada hacia la difusión de innovaciones para el sector agroalimentario, en la que no cambia la esencia de la organización pero se amplían sus metas. Así, los fines iniciales que condujeron a la constitución de AAPRESID se han visto realizados y superados por nuevos desafíos. Entre ellos, expandir a escala planetaria la conciencia de que los alimentos producidos bajo el nuevo paradigma son seguros, protegen el medioambiente y contribuyen al ahorro energético; extender la ética del trabajo, el coraje para innovar, la constancia para transformar, el liderazgo responsable y las redes de conocimiento donde cada uno aporta desde lo que mejor conoce; crear un sistema que certifique la contribución de la nueva agricultura a la sustentabilidad medioambiental como base para que los productores capten el valor agregado de sus prácticas agrícolas; propugnar la maximización de la cantidad de conocimiento invertido por unidad de superficie; seguir creando valor; desarrollar la agro-biotecnología y favorecer una vida rural que no esté ajena a los beneficios de la vida urbana.

La FAO organizó un taller en el que participó AAPRESID, además de representantes gubernamentales, ONG´s, asociaciones de productores, académicos, científicos y representantes de la FAO de diversas partes del mundo. En la foto, de izq. a der, Andrés Sylvestre Begnis y Santiago Lorenzatti, miembros de AAPRESID, expusieron sobre la evolución de la Siembra Directa en la Argentina y presentaron Agricultura Certificada, como el desafío de AAPRESID del momento. Rosario, 2008

Taller de intercambio sobre una red de ensayos realizado por el grupo de investigación del Dr. Juan Galantini, de la Universidad Nacional del Sur, y la Regional Bahía Blanca de AAPRESID, donde participaron investigadores de la UNS, productores y técnicos. 2005
6 AAPRESID ante los nuevos desafíos 157
Capítulo
∏ La vuelta a las fuentes: evolución y los desafíos

del futuro

El presente es un período de búsqueda para afianzar las fortalezas históricas, tales como la articulación y el funcionamiento de la red de productores, la constitución de una organización innovadora y de liderazgo, la armonización de objetivos personales e institucionales, la independencia de financiamiento, la representatividad y la credibilidad y la apertura al contacto interinstitucional. Pero también es tiempo de seguir construyendo capital social y de apuntalar algunas debilidades: plantearse espacios de reflexión y planeamiento más formalizados sin que ello implique perder espontaneidad, profundizar la participación interactiva con todos los asociados, perfeccionar el funcionamiento de las redes de trabajo en Grupos Regionales y mejorar sus canales de comunicación, capacitar permanentemente al staff y generar nuevos líderes que permitan el recambio en la organización.

Evolución de ha sembradas vs producción

Porcentaje de superficie en Siembra Directa en Argentina. Campañas 1977/78 a 2014

Historia de AAPRESID 158

En este sentido, la cultura de AAPRESID ha sumado en los últimos años una nueva e inesperada enseñanza. Los referentes de la asociación, la mayoría de ellos fundadores o pioneros, a pesar de la lucidez y energía con que siguen emprendiendo proyectos, están cediendo espacio a los más jóvenes. Esta actitud de recambio generacional es expresión de una virtuosa traslación de la experiencia adquirida, que fue siempre uno de los pilares de AAPRESID. La idea subyacente es que las conquistas y experiencias individuales y colectivas se ven potenciadas en la medida en que se vuelven un patrimonio social que, tal como el ciclo de la vida, son construidas por una generación y transferidas a la siguiente, que a su vez las seguirá expandiendo, cuestionando y enriqueciendo. En la actualidad, a pesar de que la Siembra Directa está fuertemente impuesta, queda mucho camino por avanzar adoptando la tecnología por conveniencia operativa pero sin comprender integralmente los fundamentos conceptuales del sistema. La acción te-

Evolución de la siembra de los principales cultivos

Superficie en Siembra Directa por provincia, medida en porcentaje. Campaña 2010/11

Superficie bajo Siembra Directa por cultivos. Campaña 2010/11

AAPRESID ante los nuevos desafíos 159
Capítulo 6

Los presidentes honorarios de AAPRESID y el presidente en ejercicio de la institución inauguraron oficialmente la nueva sede de AAPRESID. De izq. a der.:

Gastón Fernández Palma, César Belloso, Víctor Trucco y Jorge Romagnoli. 2013

naz, el intercambio abierto y la transformación constante han permitido a la asociación progresar en un entorno altamente cambiante. AAPRESID es ya una marca, un nombre que transmite lealtad, calidad y poderosos vínculos y que ha logrado que sustentabilidad deje de ser un concepto importado o de moda para transformarse en búsquedas internas y genuinas en la íntima relación del agricultor con su suelo. Ha impuesto asimismo la costumbre de crear y dar a conocer con la generosidad propia del hombre de campo. Y éste es su gran capital y la fuente del orgullo de sus fundadores y socios. Otro de los desafíos de AAPRESID es la comunicación. Es notable el número de mitos, errores y prejuicios que circulan en el imaginario argentino vinculados al mundo del campo y, especialmente, de las modernas técnicas de agricultura. Se trata a la soja como si fuese una violenta invasora de las comarcas del trigo, al que se considera el cultivo natural de estas pampas. Nada más falso. La trigalización del campo argentino implicó un proceso más violento y crudo para las pasturas naturales que el que implica la actual sojización pampeana (proceso que no por ello deja de ser problemático y de requerir correcciones). Igualmente se atribuye al glifosato las peores calamidades, sin reparar que en cualquier casa de la ciudad hay numerosos elementos tóxicos mucho más potentes y perniciosos, por ejemplo las lavandinas o los insecticidas de cualquier índole, cuyo uso culmina en las cañerías de evacuación y muchas veces en las fuentes mismas de agua potable. Como en todos los casos, los insecticidas o los herbicidas requieren un uso adecuado y he allí la clave de su uso benéfico o pernicioso, no en el producto en sí mismo. Aliado adecuadamente a la vida humana el glifosato puede ser beneficioso, usado inadecuadamente desde luego es pernicioso. La clave se encuentra en las buenas prácticas.

Vinculado con la cuestión de la comunicación y la educación, en colaboración con el Ministerio de Educación y su par de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, con el liderazgo de ACSOJA, acompañados por AACREA y AAPRESID con Pedro Vigneau –actual vicepresidente de la Institución–, se revisaron los contenidos de los manuales educativos con el propósito de colaborar con la inclusión de información veraz en torno a diversas cuestiones sobre la producción agropecuaria, su organización y el cuidado del medioambiente.

Miguel Ángel Álvarez coordina el proyecto Aula AAPRESID, con la colaboracion activa de los integrantes de las Regionales AAPRESID, que hace presentaciones no sólo en ámbitos educativos sino también en los Concejos Deliberantes, Congresos provinciales y diversas entidades. mediante las cuales se favorece una comprensión más cercana sobre la agricultura argentina y su liderazgo en disponibilidad de tecnologías para la producción sustentable en todos sus ejes.

Socios, directivos y el staff de AAPRESID durante la inauguración de la nueva sede de la institución. 2013

Una de las flamantes oficinas de la nueva sede de AAPRESID
Historia de AAPRESID 160

El gran dilema: producción versus conservación del ambiente

El ser humano ha tenido hasta ahora la capacidad de aumentar los recursos que lo sustentan, recursos que ha obtenido quitándoselos a otras especies, que han decrecido en número: grandes bosques con sus árboles y su fauna han desaparecido en Europa, en América del Norte, en Japón, pero también en Borneo, Indonesia, India, China, África y América del Sur. En términos energéticos, se estima que el ser humano se apropia actualmente de 7% de la energía solar en forma directa y aprovecha indirectamente cerca de 30% de la misma. La intervención humana en los ecosistemas produce beneficios pero a su vez genera deterioro. La expansión y la intensificación de las actividades agropecuarias benefician al hombre con más alimentos, fibras, energía, ingresos y empleo, pero imponen al ecosistema exigencias que a la larga comprometen la sustentabilidad de esos beneficios. Las áreas agrícolas se están reduciendo por la desertificación, la dedicación de las mismas a otras actividades económicas y la erosión. Sumado a ello, el uso masivo de agroquímicos está contaminando algunos cursos acuíferos, fuentes de suministro de agua para poblaciones humanas vecinas. Además, la utilización masi-

va de combustibles fósiles está aumentando el anhídrido carbónico en el aire, creando cambios climáticos que empiezan a mostrar serias consecuencias. Como agravante se prevé que en los próximos 40 años la población mundial, que hoy supera los 7.000 millones de personas, aumentará un 35%. En la actualidad, cerca de 950 millones de personas sufren desnutrición, otros 1.300 millones no reciben una alimentación adecuada y viven subsistiendo por debajo de los niveles de pobreza. Los estudios también destacan que del total de 83 países con bajos ingresos per capita y con déficit de alimentos, 42 se encuentran en África, 24 en Asia, 7 en América Latina y el Caribe, otros 7 en Oceanía y 3 en Europa, concentrándose así en regiones que en su mayoría han padecido o padecen graves calamidades sociales, conflictos políticos y guerras civiles que agravan aún más su situación alimentaria.

¿Cómo hará la especie humana para alimentar a un número creciente de individuos sin seguir la tendencia de degradación de recursos experimentada hasta el momento y que afecta negativamente al medioambiente? El dilema entre producción y sustentabilidad que hoy enfrentamos es uno de los más gran-

des desafíos presentes de la humanidad. Así planteado parece una encrucijada sin salida: o se presiona negativamente sobre el ambiente o la especie humana tendrá problemas de aprovisionamiento de alimentos. Sin embargo, existen escenarios no tan extremistas. El deterioro del medioambiente no es inevitable. Para el caso de la agricultura se trata de mantener y aumentar la productividad a través de la incorporación de conocimientos y nuevas tecnologías, pero seleccionando aquellas que minimicen los efectos negativos sobre el medioambiente. En esta línea de pensamiento se ubica la producción bajo el sistema de Siembra Directa, lo cual coloca a esta técnica agraria a la vanguardia a la hora de enfrentar las tensiones generadas por la necesidad de incrementar la producción agrícola sin dañar el medioambiente.

Konrad Lorenz (1903-1989) —Premio Nobel de Medicina— decía: “El hombre puede crear como agricultor y ganadero un nuevo ambiente ecológico, ajustado estrictamente a sus necesidades. Este medioambiente humano puede ser tan duradero y productivo como el medioambiente natural”.

Santiago Lorenzatti

161

CAAPAS - Confederación de Asociaciones Americanas para la Producción Agropecuaria Sustentable

Cuando el concepto de “desarrollo sustentable” aún no detentaba la gran divulgación actual, pero el continuo deterioro del medioambiente y la supervivencia técnico-económica de las explotaciones que componen el aparato productivo alimentario mundial ya preocupaba a algunos técnicos y productores agropecuarios de América, se fundó la Confederación de Asociaciones Americanas para la Producción Agropecuaria Sustentable (CAAPAS). Fue en marzo de 1992, durante el Primer Congreso Nacional e Interamericano de Siembra Directa organizado por AAPRESID en Villa Giardino, Córdoba. El proyecto se originó en el imperativo de desarrollar propuestas y acciones en medio de la perversa paradoja que implicaba la erosión de los suelos en un contexto de crecientes necesidades de producción de alimentos. A ello se sumaba la convicción de que la Siembra Directa ofrecía una nueva agricultura ambientalmente sustentable, capaz de responder a las demandas de un mundo que requiere de altos niveles de producción en tanto exige que se respete la ecología para permitirles a las futuras generaciones satisfacer esas mismas necesidades.

Así lo explicaba Roberto Peiretti en el congreso anual de AAPRESID de 2004: “El nuevo modelo agro-productivo que impulsamos desde CAAPAS está basado estrictamente en la ciencia y en un sentimiento tanto realista (competitividad y rentabilidad) como humanitario, lo que le otorga un alto grado de adecuación al mundo actual. Se trata del abandono definitivo del criterio minero, desbalanceado y expoliador de recursos en que se sustenta la agricultura con labranzas, para ingresar en una nueva etapa dentro de la cual la agricultura —basada en la Siembra Directa— pueda desarrollarse con eficiencia, alta productividad y rentabilidad, pero también con sustentabilidad y aun con reparación y mejoramiento de todos los recursos involucrados”.

CAAPAS fue creada y autofinanciada por asociaciones sin fines de lucro de la Argentina (Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa), Brasil (Federação Brasileira De Plantio

Direto Na Palha), Chile (Centro de Desarrollo de Cero Labranza), México (Asociación Mexicana de Labranza de Conservación) y Uruguay (Asociación Uruguaya Pro Siembra Directa). Luego se adhirieron también representaciones del Paraguay (Asociación Siembra Directa Del Naranjal - Federación Paraguaya de Siembra Directa para una Agricultura Sustentable), Bolivia (Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo), Colombia (a través de Guillermo León Reina Moreno, divulgador del nuevo paradigma en tierras cafeteras), Canadá (Soil Conservation Council of Canada) y los Estados Unidos (a través del Conservation Technology Information Center, constituido por empresas, instituciones y agencias gubernamentales). El ingeniero agrónomo brasileño Ivo Melo acaba de ceder la presidencia a Miguel Carballal de Uruguay. Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina han decidido fortalecer la referencia de la Confederación a nivel regional para poder lograr un posicionamiento global. Por tal motivo se definió un nuevo Plan de acción a seguir para los próximos años, donde la organización del 7° Congreso Mundial de Agricultura de Conservación (7thWCCA) en Rosario en 2017 entre los 4 países es el principal estímulo. En términos organizativos, dentro de la Confederación se ha destacado el liderazgo de AAPRESID y, particularmente, de Víctor Trucco, primer presidente de CAAPAS. Su obra fue continuada por Roberto Peiretti —sucesivamente secretario, presidente y tesorero de CAAPAS en la actualidad—, conocido en forma risueña como “el canciller” por haber representado tanto a AA-

PRESID como a CAAPAS en la Sexta Conferencia de la Convención sobre el Cambio Climático, celebrada en La Haya en 2000, y en el Encuentro Internacional “Reduciendo la pobreza con sustentabilidad”, realizado en Londres en 2001. Peiretti dedicó gran energía a la confederación, consolidándola y ampliándola, y favoreció los vínculos entre los agricultores argentinos y los de países vecinos, especialmente. Dos referentes importantes de CAAPAS han sido, por cierto, Herbert Bartz y Frank Dijkstra, pioneros, junto a Manoel Henrique “Nonô” Pereira del Plantio Direto en Brasil. Herbert Bartz recibió un doctorado honoris causa en la Universidad de Londrina, y Nonô Pereira, mereció que Gilberto de Oliveira Borges dedicara íntegramente un libro a su figura, titulado Nonô Pereira - 25 anos plantando na palha. Asimismo, cuando se repasa la lista de siembradirectistas sudamericanos no puede faltar el chileno Carlos Crovetto Lamarca, gran experimentador a campo y autor de varias obras científicas sobre los beneficios de la Siembra Directa, y artífice, también, de la actual unidad sudamericana en favor de la agricultura de conservación.

CAAPAS se reúne anualmente para gestar y estrechar vínculos entre asociaciones de diversos países, coordinar acciones conjuntas, aportar experiencias e información a gobiernos e instituciones, desarrollar actividades de capacitación y promover la investigación científica. En esa línea, la “Propuesta de productores de América para una agricultura sustentable”, un documento presentado por CAAPAS en la Expo 92 de Río de Janeiro, Brasil, señala: “Los sistemas agrícolas en los que se basa la actual producción de alimentos se apoyan en tecnologías que logran aumentar la productividad en el corto plazo pero a costa del deterioro de los recursos naturales, comprometiendo la sustentabilidad en el mediano y largo plazo”. Como en un acto fundacional, la Confederación proponía allí romper el círculo de “producción a costa de destrucción” y transitar un camino de “conservación, producción y rentabilidad” a través de una agricultura sin labranza.

Historia de AAPRESID 162
Jim Kimsella, Grant Thomas, Nono Pereira, Víctor Trucco, Frankie Dijkstra
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AAPRESID, CAAPAS y la Cumbre de la Tierra Río 92

Las dificultades mundiales para generar un acuerdo global sobre medioambiente y desarrollo sustentable son manifiestas. A pesar de los esfuerzos internacionales por lograr protocolos colectivos, los desacuerdos políticos y, sobre todo, económicos han impedido hasta el presente una unificación de criterios internacionales en torno al uso de la energía y a políticas agrarias de largo alcance.

Sin embargo, en algunas materias se ha avanzado y para ello han sido importantes las Cumbres de la Tierra, reuniones extraordinarias convocadas por las Naciones Unidas para el análisis del medioambiente y el desarrollo. Se han celebrado apenas tres de estas cumbres internacionales, la de Estocolmo (Suecia) del 5 al 16 de junio de 1972, la de Río de Janeiro (Brasil) del 2 al 13 de junio de 1992 y la de Johannesburgo (Sudáfrica) del 23 de agosto al 5 de septiembre del 2002, y hubo un corolario de la reunión de Río de Janeiro en 2012 cuando se celebró nuevamente en esa ciudad la Conferencia sobre Desarrollo Sostenible conocida como Río+20 para evaluar los avances globales desde Río 92 hasta el año 2012.

CAAPAS tuvo un papel relevante en Río 92, evento del que participaron 108 jefes de Estado y 22.400 representantes de organizaciones no gubernamentales. Convocada a las mesas redondas en donde expuso sus ideas, CAAPAS aportó asimismo un informe evaluativo cuyas ideas fueron parcialmente recogidas en el capítulo 14 del documento final emanado de la Cumbre, la Declaración de Río 92 para el Medioambiente y el Desarrollo. Esa declaración advierte que “para el año 2025, el 83% de la población mundial, que será de unos 8.500 millones de personas, vivirá en países en desarrollo”, lo cual implicará una creciente demanda de alimentos (hecho que en estos 32 años transcurridos desde aquella reunión se ha verificado plenamente). “La agricultura —proponía el documento— tendrá que hacer frente a ese reto, sobre todo mediante el aumento de la producción en las tierras que ya se están

utilizando, y evitando asimismo el aprovechamiento aun más intenso de tierras que sólo son marginalmente aptas para el cultivo”. Como objetivo subalterno en ese proceso Río 92 señala la “mejora de la seguridad alimentaria” y establece como área de trabajo un programa autónomo dedicado al “Mejoramiento de los sistemas de cultivo”.

Aunque la redacción del documento final quedó en manos de los técnicos del evento, las discusiones preliminares incluyeron la activa participación de AAPRESID y CAAPAS, en las que las bonanzas de la Siembra Directa fueron una y otra vez enfatizadas. Sobre este último aspecto el documento de Río 92 parece recoger la propuesta de CAAPAS, presentada en la conferencia bajo el título Propuesta de productores de América para una agricultura sustentable (CAAPAS). Aquel documento presentado en la Cumbre señalaba la preocupación de los productores agropecuarios sudamericanos por el continuo y grave deterioro de los suelos en particular, y del medioambiente en general y además por el problema de la rentabilidad y por la posibilidad de supervivencia técnicoeconómica de las explotaciones agropecua-

rias, engranajes activos del delicado y sensible aparato productivo alimentario mundial. Por tal motivo, CAAPAS recomendaba un esquema de producción agropecuaria que en forma incondicional:

a) Mantuviera y aún mejorara el medioambiente y los recursos naturales.

b) Respetara el equilibrio ecológico.

c) Fuera técnicamente aplicable y relativamente fácil de implementar a nivel de explotación.

d) Poseyera, para quien lo aplicara, rentabilidad por sí mismo en el corto plazo, y la mantuviera o mejorara en el largo plazo.

e) Tuviera reales posibilidades de una amplia y rápida difusión.

En la fundamentación del documento, se establecía asimismo que los sistemas agrícolas en los que se basaba la producción de alimentos de entonces se apoyaban en técnicas agrícolas que si bien en general habían logrado aumentar la productividad en el corto plazo, lo habían siempre conseguido a costa del deterioro de los recursos naturales. Entre otras consecuencias más graves, se hallaban:

a) Erosión grave y creciente de los suelos bajo explotación.

b) Nuevos e incrementados procesos de salinización.

c) Aumento de los fenómenos de pérdida paulatina de productividad de las mejores áreas y de desertificación de las zonas marginales, afectando áreas productivas del planeta.

d) Aumento del ya excesivo consumo energético resultante de la utilización de estos sistemas de explotación.

e) Crecimiento global de la contaminación ambiental principalmente debido al creciente uso de energía.

Por último, CAAPAS recordaba que la investigación científica había generado por entonces la

Historia de AAPRESID 164

suficiente información y desarrollo tecnológico como para romper el círculo perverso de producción a costa de destrucción, señalando que el mayor desafío de la hora era la satisfacción de la demanda mundial de alimentos actual y futura. Ello resultaría viable sólo dentro de un marco tecnológico que imperativamente respetase los recursos naturales y la integridad ecológica del planeta, y advertía sobre la importancia de contemplar el beneficio económico de los productores agrícolas, pues en un mundo escaso de subsidios ésta pasa a ser una condición ineludible de cualquier nuevo modelo que pretendiera tener una amplia y efectiva adopción. Asimismo, la propuesta ponía a la agricultura sin labranzas como la herramienta central para alcanzar los objetivos de la cumbre, en tanto esta técnica de cultivo considera al suelo como un recurso natural renovable: “La investigación científica —decía el informe de CAAPAS— y la aplicación de esta técnica por productores innovadores de América han demostrado que este sistema de producción no sólo evita el deterioro de los suelos y el medioambiente, sino que los conserva y mejora. Además permite la transformación del recurso suelo en renovable y a la agricultura en sustentable. El no laboreo y el mantenimiento de los residuos vegetales en superficie conforman un suelo cubierto con características propias que lo hacen resistentes a los procesos erosivos, con incremento en la infiltración y reducción en la evaporación del agua, aumento en la difusión del aire y la actividad biológica redundando en una mayor fertilidad.” El informe celebraba al sistema de Siembra Directa en tanto permitiría también atemperar los efectos negativos de lo que comúnmente constituye la variable climática más importante: la lluvia. La Siembra Directa podría asimismo, mediante el aumento de la productividad a ella asociado, ayudar a minimizar la necesidad de seguir expandiendo las fronteras agropecuarias como mecanismo de manutención o aumento de los

volúmenes de alimentos demandados por una población mundial creciente, lo cual traería aparejada, como primera y benéfica consecuencia, el decrecimiento y/o desaparición de la necesidad del talado y posterior incorporación a la producción agropecuaria de las áreas boscosas y selváticas del planeta. Un efecto similar se observaría en relación a la necesidad de impedir el avance de esta actividad agrícola sobre tierras de características marginales. De transformarse en realidad el proceso descrito se obtendrían grandes beneficios desde el punto de vista de la conservación de un medioambiente más equilibrado. Además se posibilitaría la protección y mantenimiento de una biodiversidad más rica y adecuada, lo que probablemente llevaría al mejoramiento de las condiciones futuras de vida de nuestro planeta.

La correcta resolución de los problemas alimen-

tarios mundiales, advertía CAAPAS, “constituye una preocupación común a la humanidad toda”, por lo que se exhortaba a la participación “de gobiernos, instituciones técnicas, financieras, y educativas, internacionales y nacionales, técnicos, productores y consumidores” en busca de tal fin, y se sugería, como primer intento para la resolución de este problema común, el desarrollo e impulso de las siguientes etapas y acciones:

1) Concientizar de la existencia del problema.

2) Difundir las soluciones alternativas.

3) Convencer para lograr compromisos en el cambio.

4) Capacitar para no fallar en la implementación.

5) Apoyar el cambio mediante: estímulos, recursos e investigación.

6 AAPRESID ante los nuevos desafíos 165
Capítulo
∏ Solidaridad a gran escala: nuevas formas de una antigua costumbre del hombre de campo

Históricamente, la solidaridad ha sido una característica social sobresaliente del mundo rural. En sociedades campesinas caracterizadas por el trabajo familiar, la ayuda mutua de parientes, amigos y vecinos era fundamental para llevar adelante los momentos de trabajo más arduo e intenso de la producción, asociados generalmente a las cosechas. En nuestro país existe una larga tradición de solidaridad campesina. Hay muchas fuentes que relatan cómo en algunos de los pueblos agrícolas más antiguos de Buenos Aires, como Pergamino o San Antonio de Areco, la ayuda mutua era un componente social fundamental del trabajo agrario. A su vez esa tradición de trabajo colectivo se vinculaba con prácticas culturales ancestrales de los pueblos indígenas, muchos de cuyos descendientes migraron desde el norte del país hacia las regiones de Buenos Aires y el Litoral entre fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, principalmente en búsqueda de trabajo. El uso de la voz quechua minga entre las familias campesinas criollas refiere a esas redes de solidaridad en el trabajo, donde a la colaboración de brazos para la cosecha no se la correspondía con dinero –como ocurre en la economía de mercado– sino con un gran convite de celebración mediante el cual el receptor de ayuda agasajaba a sus colaboradores, desde luego con la promesa de ayuda a futuro.

A pesar de los profundos cambios sociales y económicos, esa tradición de solidaridad ha permanecido como una costumbre muy arraigada en la idiosincrasia campestre. Y es realmente fundamental en un ámbito en el cual, a pesar de los cambios tecnológicos y comunicacionales, impensables a comienzos del siglo XIX, no deja de ser riguroso en lo que a sus exigencias cotidianas se refiere. En un tipo de trabajo donde los tiempos que mandan son los de la naturaleza y donde las inclemencias del tiempo pueden jugar malas pasadas, el desarrollo de redes de solidaridad constituye una herramienta fundamental, que lleva a un modo de vida atento a las necesidades del otro.

Esta idiosincrasia solidaria del hombre de campo se manifestó con mucha fuerza en el contexto de la aguda crisis política, económica y social que atravesó la Argentina en el año 2001. La situación era muy compleja y la ruptura de la cohesión social muy profunda. El hambre y la angustia asolaban las calles y barrios más humildes, y vastos sectores de la clase media se vieron en situaciones incipientes de pobreza, hasta entonces desconocidas. Pero las dificultades económicas y sociales despertaron, más que nunca, la fibra de solidaridad de los argentinos: el Club del Trueque, la caridad en barrios y parroquias, la realización de ollas populares y otras acciones, trataban de mitigar

Afiche de campaña del programa Soja Solidaria, impulsado por AAPRESID, productores y otras instituciones, bajo el lema “Aportemos nuestro granito de soja”.

de AAPRESID 166
Historia
167

los impactos de la crisis, particularmente sobre los grupos más pobres de la población. Fiel a su espíritu de trabajo colectivo y a la idea de red, AAPRESID no fue indiferente a esta triste realidad, que también asolaba al campo argentino. En consecuencia, decidió lanzar un plan llamado Soja solidaria, junto a otras instituciones como ACA, AFA, APOSGRAN, la Bolsa de Comercio de Rosario, el Centro de Comisionistas y Consignatarios de Cereales de Rosario, el Centro de Exportadores de Cereales, CIARA, SADESO, la Sociedad Gremial de Acopiadores de Granos y la Sociedad Rural de Rosario. Bajo el lema “Aportemos nuestro granito de soja”, en el lanzamiento del programa, se expresaba lo siguiente: “Hay hambre en la tierra de los alimentos y esto nos afecta a todos; se aprecia desde la creciente desolación que exhiben los suburbios urbanos y rurales hasta la inseguridad personal de la cual nadie está exento. Nuestra dignidad también consiste en elegir ser solidarios: el hambre no puede esperar más. Soja solidaria nace como una contribución de los productores de soja y las instituciones y empresas vinculadas a ellos para paliar el problema de la desnutrición en vastos sectores del país. Soja solidaria lleva distribuidas más de 500 toneladas de poroto de soja entre personas carenciadas de distintas partes del país. Esto fue posible gracias a un reducido grupo de productores que voluntariamente lo hicieron realidad. Pero las necesidades continúan y es necesario reunir más soja para satisfacerlas, exhortaba la convocatoria. El programa desarrollado por AAPRESID no se redujo a los momentos más críticos de la crisis, sino que continuó en funcionamiento. Durante el año 2004 colaboraba con la entrega de 3.850 kilos en bolsas de 50 kilos en la ciudad de Rosario y de 4.800 kilos en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, que eran entregadas a instituciones sociales que realizaban telefónicamente los pedidos. Si bien culturalmente la soja no es un alimento de los más comunes en la mesa de los argentinos, tiene una alta concentración proteica, de modo que es muy apropiada para paliar situaciones de crisis alimentaria. El programa Soja solidaria tuvo un impacto positivo sobre sus destinatarios y además fue un ejemplo del funcionamiento de los vínculos de colaboración mutua entre los productores rurales e instituciones vinculadas al sector agrario, a lo largo y a lo ancho del país. En este sentido, la idea de red promovida por AAPRESID, el lema de Darse cuenta y el ideal de trabajar desde el agro para el conjunto de la sociedad, fueron puestos a prueba con mucha solvencia. Acaso, esta última imagen, la de las bolsas con productos de la tierra llegando a comedores carenciados sea propicia para culminar el relato de esta experiencia colectiva llamada AAPRESID, que surgió como un tímido brote y que ha crecido hasta tener capacidad de alimentar los sueños de una sociedad, como la argentina, que a pesar de las dificultades ha persistido y persiste con empuje y fuerza para afianzarse en su ser, en su identidad y en su crecimiento. A partir de 2006, AAPRESID, invitada por Rodrigo Ramírez –en ese momento gerente general de la empresa BASF–, conjuntamente con ASAGIR, CREA y LARTIRIGOYEN & Cía., trabaja en el Plan de Fortalecimiento de la Red CONIN, fundación liderada por el doctor Abel Albino, quien trabaja en Prevención de la Desnutrición Infantil y Promoción Humana, en búsqueda de oportunidades igualitarias. Como productores de alimentos para diez veces la cantidad de habitantes de nuestro país, no podemos mantenernos ajenos a esta problemática y contribuimos de diferentes maneras en las distintas regiones del país.

Historia de AAPRESID 168

Manifiesto por Otra Tierra

Hay otro tiempo. Hay otra tierra.

Hay otro tiempo, que nos permitirá redimir el pasado con semillas de futuro. Que nos posibilitará olvidar en el nuevo hacer, donde no nos encandilaremos con la producción sino con el sustento.

Paulatinamente restableceremos el equilibrio natural tan seriamente afectado. Y, otra vez la agricultura será la cultura del cambio evolutivo. El conocimiento sumado a la sensibilidad nos permitirá cambiar, rotundamente, porque los seres humanos disponemos de esa extraordinaria capacidad.

No necesitaremos viajar millones de kilómetros para encontrar un nuevo hogar, pero dependerá de nuestro compromiso la posibilidad de volver a caminar sobre nuestras propias huellas.

A la luz de un amanecer distinto podremos asegurar que hay otra tierra. Mucho más cerca de lo que imaginábamos, extensa y profunda, volviendo a alimentar nuestros sueños.

Habitar otra Tierra es posible. Habitarla pensando en nuestra existencia y también en nuestra trascendencia.

Habitarla con la responsabilidad de dejar a los que vendrán un planeta cada vez más limpio.

Habitar otra tierra, donde no exista la explotación de recursos por el intercambio productivo de energías.

Habitarla aplicando la inteligencia en función de un proyecto común y no para dividirnos o buscar salvaciones individuales.

Habitarla y quererla y protegerla y fortalecerla. Tenemos la oportunidad de construir un lazo de convivencia con el más gigantesco organismo viviente que conocemos.

No hace falta viajar años luz para llegar. Esa otra Tierra es la nuestra, si avanzamos un paso en nuestra mente y otro en nuestra acción.

Hay otra tierra, cercana, posible. Pero para encontrarla debemos cambiar formas de hacer y de ser, de ver y creer. Será un momento de gran sinceramiento, sólo entonces dejaremos de llamar buenas prácticas a preceptos que debieron ser elementales.

El pasado nos limita, pero donde hay una brecha los hombres somos capaces de descubrir la posibilidad.

Nuestro campo es la agricultura, una actividad económica ancestral que desde este rincón del mundo hemos convertido en revolucionaria. Desde siempre nos movilizó la transmisión de nuestro conocimiento aplicado, tanto como la producción social y ambientalmente responsable.

Hemos atravesado momentos cruciales, pero hoy tenemos la prueba más extrema: el legado de una tierra en condiciones de ser habitada por el hombre y sus esperanzas, con la fertilidad suficiente como para alimentar sus sueños. Porque la humanidad necesita un hombre nuevo, mejor conectado a su tierra, definitivamente su mundo.

AAPRESID, junio 2013

169

Bibliografía general

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Historia de AAPRESID 170

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Fuentes

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Suplementos agropecuarios de La Nación y Clarín

Revista “Le Monde Diplomatique”, mayo de 2014, año XV, núm. 179

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Archivo de AAPRESID

171

Staff (histórico) de AAPRESID

La presente lista recoge a todos los empleados y pasantes de AAPRESID desde su creación hasta el presente. AAPRESID busca homenajear aquí a todos ellos, como heredera de su esfuerzo, más allá de cuán largo o fugaz haya sido su vínculo con la asociación.

Ignacio Abriata

Facundo Acosta

Diego Agueci

Juliana Albertengo

Agustín Alfano Curbelo

Martín Ambrogio

Carla Baratini

Mariela Barreca

Lucía Bejariel

Rocío Belda

Matías Bertolotto

Bruno Bessone

Agustín Bianchini

Daniel Canova

Juan Pablo Caporicci

Florencia Cappiello

Victoria Cappiello

Cecilia Caruso

Santiago Casas

María Lucía Casco

Alejandro Clot

Tomás Coyos

Analía Curti

Enzo Davico

Diego De Felipe

Nicolás Del Valle

Martín Descalzo

Guido Di Mauro

Lucas Ficosecco

Manuel Fumagallo

Santiago Galíndez

Diego García

Hilda Geary

Natalia Giacomozzi

Andrea Gilardoni

Lisandro González

María Belén Governo

Rodrigo Iglesias

Rubén Isurietta

Carolina Lo Celso

Mariana López

Santiago Lorenzatti

Andrés Madias

María Eugenia Magnelli

Martín Marzetti

Natalia Mettifogo

Marcio Morán

Gastón Moretti

Daniela Moscatello

Sabrina Nocera

Santiago Nocelli Pac

Analía Pandolfi

Mauro A. Passarini

Andrés Pasquinelli

Andrés Patrignani

María José Peñalver

Luciana Puntillo

Joaquín Rabasa

Santiago Rabasa

Ana Rea

Sol Rea

Pablo Robba

María Laura Rosas

Marilín Rosso

Bárbara Rugora

María Florencia Sambito

Gastón Sánchez

Esteban Schnyder

Ezequiel Schnyder

Liza Schnyder

Esteban Serra

Melisa Spinarolli

Romina Sudack

Andrés Sylvestre Begnis

Walter Tanducci

Vanesa Tavara

Nicolás Tettamanti

Javier Tudisco

Celina Trucco

Melina Vaghi

Mariela Vaquero

Leandro Ventroni

Cristian Verna

Guillermo Vidal

172 Historia de AAPRESID

Autoridades de AAPRESID

Presidente María Beatriz Giraudo

Vicepresidente Pedro Vigneau

Secretario Edmundo Nolan

Pro Secretario Germán Di Bella

Tesorero Daniel Canova

Pro Tesorero Bernardo Romano

Vocales Titulares Pablo López Anido

Germán Fogante

Diego Heinrich

David Roggero

Santiago Lorenzatti

Miguel Ángel Álvarez

Vocales Suplentes Alejandro O'Donnell

José Galvano

Charlie Van der Straten

Alejandro Petek

Andrés Garciarena

Santiago Marini

Comisión Revisora de Cuentas María Marta Casali

Telmo Trossero

Edgard Ramírez

Presidentes Honorarios Víctor Trucco

Jorge Romagnoli

Gastón Fernández Palma

173

Socios

AAPRESID quiere expresar su agradecimiento a todas las personas, instituciones y empresas que nos han acompañado cada día a lo largo de estos 25 años y han hecho posible nuestra sólida realidad del presente. Por lo demás, la presente lista de socios históricos de AAPRESID fue realizada sobre la actual base de datos de la institución, a la que se sumaron, apelando a la memoria de socios mayores, muchos otros nombres. Sépanse disculpar en cualquier caso las involuntarias omisiones.

ELOY ABELENDA

GERMAN ACCASTELLO

LEONARDO ACIAR

DANIEL ANTONIO ACOSTA

MARTIN ACOSTA

GRACIELA MARIA ACTIS

JUAN ADAD

JORGE ADAMOLI

EZEQUIEL ADANTI

ANTONIO JORGE ADROVER

VICTOR AGAFONOFF

SAUL AGRETTI

HORACIO AGÜERO

RUBEN ORLANDO AGUIELERA

JAVIER HERNAN AGUILAR PETITTO

GUILLERMO RAFAEL AGUIRRE

MARIO RAUL AGUIRRE

NATALIA SOLEDAD AGUIRRE

HERNAN LUIS AIMAR

FABIAN GUILLERMO ALASINO

OSCAR EDUARDO ALBARRACIN

MARIANELA ALBERA

MAURICIO ALBERA

DIEGO MARCELO ALBERIONE

JULIANA ALBERTENGO

MARIA MELISA ALBERTI

AVELINO MIGUEL ALBERTO

ERALDO Y OSVALDO ALBERTO

VALERIA ALBERTO

RUBEN ALONSO ALCARAZ

MAXIMILIANO ALCOCER

MATIAS ALDASORO

MARCOS ALESSANDRONI

ALBERTO ALFAGEME

LUCIANO ALFIERI

SANTIAGO ALGORTA

JULIO ALIZON GARCÍA

PABLO ALLADIO

DANIEL RAUL ALLENDE

GUILLERMO ALLOA

GUSTAVO ALMADA

GUSTAVO ALMASSIO

JORGE MARCIAL ALONSO

MAURICIO DANIEL ALORDA

JUAN EDUARDO ALTAMIRANDA MILAD

MANUEL ALVARADO LEDESMA

JORGE ALVARELLOS

ANA MAGDALENA ALVAREZ

MARIANO RAUL ALVAREZ

MARIO A. ALVAREZ

MIGUEL ANGEL ALVAREZ

VALERIA ALVAREZ

JOSE A. AMANCIO

ALEJO AMAVET

MARTIN AMBROGIO

SEBASTIAN ANGEL AMBROGIO

CARLOS EDUARDO AMBROSINI

NICOLAS FEDERICO AMBROSIUS

MAURO AMERI

GUILLERMO AMICO

LUIS AMIRI

CRISTIAN FEDERICO AMUCHASTEGUI

CRISTIAN JOSE AMUCHASTEGUI

LEANDRO ANANIA

LUCIANO JOAQUIN ANCIA

LUIS OSVALDO ANDRADE

DIEGO ANDRADE ALESSIO

ALFREDO RAMON ANDREU

LUCIANO DAVID ANDRIOLA

RICARDO SANTIAGO ANGHILANTE

JUAN ANNONE

DANIEL FABIAN ANOARDO

LUIZ CARLOS ANTOLINI NEMITZ

RAUL AGUSTIN ANTONELLI

VICTOR APUD

JORGE ARAGON

HORACIO MIGUEL ARANA

CONRADO ARATA

ADRIAN JOSE ARAUJO

ADRIANA DEL VALLE ARAUJO

RAMON ARAUJO

RICARDO JOSÉ ARAUJO

RICARDO JUAN ARAUJO

FERNANDO ARBUATTI

JAVIER ARDUSSO

ROMAN ARDUSSO

MARTIN ARECHAVALETA

CARLOS ARTURO ARELLANO UGARTE

EDGARDO AREVALO

MONICA PATRICIA ARIAS

JUAN PABLO ARNAIZ

LUCAS AROCENA

JUAN FRANCISCO ARREGUI

CARLOS ALBERTO ARREGUY

MARTIN ARRIBALZAGA

MARCELO ARRIOLA

GABRIEL ALEJANDRO ARROM

GREGORIO ARROQUI

WILTON ARTUSSO

JOSE L. ARZENO

LUCIANO MARTIN ASCHERI

ENOCH ASSELL

JUAN ANDRES ASTARLOA

ALFONSO RAUL ASTEGIANO

ENRIQUE ASTENGO

JAIME ATUCHA

PABLO AULISO

NICOLAS AURELI

NESTOR AUZA

ALEJANDRO FERMIN AUZMENDI

VERONICA LETICIA AVEDANO

FRANCISCO ANTONIO AYALA

ANGEL AYALA DIAZ

ADELIA MARIA AYERZA

RODOLFO AZALDEGUI

FRANCISCO JOSE BABINEC

CARLOS GUILLERMO BABINI

HORACIO OSVALDO BACIGALUPO

MARTINA BADANO PEREZ

ENRIQUE VIVIANO BAEZ

JUAN JOSE BAGGINI

EDUARDO RODOLFO BAGLIETTO

RICARDO ALBERTO BAIGUERA

ANDRES ESPARTACO BAILLERES

HERNAN GUSTAVO BAILLERES

CARLOS TOMAS BAINOTTI

FABIAN ARIEL BALAÑA

ALBERTO GABRIEL BALBARREY

JUAN BALBIN

JOSE FRANCISCO BALCELLS

JAVIER BALDOMA

JULIAN BALDUNCIEL

ATILIO BALESTRA

JUAN ROBERTO BALFOUR

JULIO BALL ZAVALIA

RODRIGO MANUEL BALLESTER

PABLO BALORIANI

MARCOS TEOFILO BALVIANI

MATIAS LEONARDO BALZA

NELQUI BALZARINI

HUGO CARLOS BANCHIO

MATEO BANCHIO

EDUARDO ALBERTO BANCORA

GRISELDA BANZHAF

CARLOS BARBALARGA

PABLO ERNESTO BARBAGELATA

PEDRO ANTONIO BARBAGELATA

JUAN CARLOS BARBARINI

SANTIAGO BARBERIS

CECILIA BARBERO

GUSTAVO ANIBAL BARBERO

MAURICIO DANIEL BARBERO

HUGO ESTEBAN BARELLI

JORGE ALBERTO BARETTA

ALEJANDRO BARONI

JAVIER BARRAUD

GERMAN ANDRES BARREDO

MARTIN ONOFRE BARREIRO

JOSE CESAR BARRIENTOS

JOSE LUIS BARRINAT

LUIS ALBERTO BARRIONUEVO

EDUARDO BARRIOS

CARLOS BARRON

HERNAN ALBERTO BARRON

PABLO BARROS

MICHEL BARTHELEMY DE SAIZIU

DIEGO ALEJANDRO BARTOLETTI

JOSE ALBERTO BARTOLINI

FEDERICO BARZI

JOSE IGNACIO BASSA

SANTIAGO BASSI

EUGENIO BATTILANA

MARCELO BAUDENA

GUILLERMO MIGUEL BAUDINO

SERGIO BAUDRACCO

DIEGO BAUDRIX

LUIS MARIA BAUDUCCO

FEDERICO HERIBERTO BAUSCHEN

ENRIQUE MARIANO BAYA CASAL

TOMAS BEAMONTE

RAFAEL JOSE BELÁUSTEGUI

MIGUEL DAVID BELL

AGUSTIN BELLESI

CESAR BELLOSO

VICTORIO FRANCISCO BELTRAME

GUILLERMO BELTRAMO

GONZALO BENEGAS

SABRINA LUZ BENITEZ CONDEZO

LUCIANO ROBERTO BENITO

CARLOS BENITZ

MARTIN ALEJANDRO BERARDI

PATRICIA BERGERO

NICOLAS BERGMANN

PEDRO LUIS BERGMANN

ANTONIO MIGUEL BERGUES

SIMON PIERRE BERKOWITZ

ANDRES BERNAL

ALFREDO RAUL BERNARDONI

GUILLERMO LUIS BERRA

JOSE MARIA BERRETTA

JUAN IGNACIO BERT

CARLOS RENE BERTERO

DANIEL BERTERO

INES BERTERO

ANDRES BERTOLA

FLAVIO DANIEL BERTOLA

MARIANO BERTOLOTTI

JULIAN BERTORELLO

ARIEL BERTOSSI

DIEGO BERTOSSI

PABLO BETZ

JORGE ARMANDO BIAIÑ

DANIEL ALBERTO BIANCHI

NORBERTO HECTOR BIANCHI

AGUSTIN ALBERTO BIANCHINI

CARLOS BIANCIOTTI

LAUREANO MARCELO BIANCIOTTO

BRUNO EDUARDO BIANCO

OLGA DEL CARMEN BIANCO

CARLOS BERNARDINO BIANCOTTI

PABLO IVAN BIANCOTTI

RUBEN BIANCOTTO

PABLO BIASSONI

MARIO JOSE BICIUFFA

ANDRES BIGLIONE

AGUSTIN BILBAO

ESTEBAN BILBAO

FACUNDO BILBAO

OMAR W. BILL

FLAVIO LEONARDO BIONDI

ANIBAL BISIO

BRUNO BITENCOURT BARCELLOS

HUGO LUIS BIZET

ELENA BLASER

ALBERTO BLAZQUEZ

SILVIA MERCEDES BOCCA

DAVID BOCCANERA

MARCELO BOCCANERA

FEDERICO BOCCO

JOSE LUIS BOFFI

FEDERICO BOGLIONE

JULIANA BOHL

JOSE PABLO BOIXADERA

ARIEL SEBASTIAN BOLLATI

FABIAN EDILBERTO BOLLATI

LEANDRO ROMAN BOLLATI

GUSTAVO BOLSANELLA

PEDRO BOMBAL

ANDRES PATRICIO BONADEO

CARLOS BONANY

PABLO BONECHI

MARTIN BONETTO

MIGUEL ANGEL BONETTO

ADRIAN GABRIEL BONFIL

GERARDO BONGIOVANNI

JAVIER ANDRES BONGIOVANNI

ENRIQUE MATIAS BORCHEX

AUGUSTO BORDET

GUILLERMO BORETTO

REYNALDO PABLO BORGATELLO

OSCAR NESTOR BORGETTO

ANDRES MARIO BORIOLI

NORMAN BORLAUG

JOSE MARIA BORLETO

JAVIER BORNIEGO

ERNESTO MANUEL BORRE

OSCAR RUBEN BORRELL

MATEO BOSCH

HORACIO JOSE BOSCHETTO

EZEQUIEL BOSSO

MARIO JOSÉ BOTTI

MARIA AUGUSTA BOTTO DE GONZALEZ

ARTURO BOUDOU

DIEGO EXEQUIEL BOVIER

JOSE MARIA BRACERAS

PABLO AUGUSTO BRACONI

MARIO BRAGACHINI

MARTIN OSVALDO BRANDI

MIGUEL ANGEL BRANDOLIN

GUSTAVO BRAS

MARCELO RAUL BRASCHI

ATHOS MINOTTO BRENDLER

JOSE ALFREDO BRIZIO

EDGARDO MARTIN BRODA

DARIO BRONDI

FERNANDO BROUVER

GUILLERMO BROWN

GUILLERMO BRUERA

MARIANO BRUERA

LUCIANO BRUMATTI

ARIEL BRUNENGO

JUAN IGNACIO BRUNERO

CARLOS MANUEL BRUSTLE

EDUARDO BUCARI

JOSE FELIPE BUFFA

EDUARDO BUIRAS

MARIANO LUJAN BULLON

MARCOS BUNCHICH

ROBERTO BUNGE

MARINO AVELINO BURALLI

ALEJANDRA BURGUES

ESTELA MARIA BURGUI

OSCAR BUSQUET

ALEJANDRO BUSTO

RAUL EUGENIO BUSTOS

LUISINA BUYATTI

ADOLFO ANTONIO CAAMAÑO

VICTOR CABALLIER

PEDRO CABEZAS

FERNANDO RAUL CABODEVILA

WALTER CABRAL

GUILLERMO LUIS CABRINI

FERNANDO CACACE

ESTEBAN CACAROZZO

ALEJANDRO CAFFARO

de AAPRESID 174
Historia

MATIAS CAGLIERO

MATIAS CAILLAT

ANGEL ARIEL CAILLET BOIS

GUILLERMO CAL

MIGUEL ELIO CALDERON

MARCELO LUIS CALLES

ESTEBAN DANIEL CALVETE

ARNOLFO CALVO

SEAN CAMERON

XIMENA CAMINO

JORGE CAMINOA

GUSTAVO ANGEL CAMPANELLA

DIEGO CAMPION

JUAN ROMANO CANATO

YOSIMAR GERSON CANCHARI LAQUI

JORGE ANDRES CANDELO

GERARDO MANUEL CANDIA

PABLO MAXIMILIANO CANGIANO GARGIULO

RAFAEL ROBERTO CANOSA

DANIEL CANOVA

MARTIN GONZALO CANTEROS

MARIO CANULLO

GABRIEL GERARDO CAON

ANA MARIA CAPELLINO

NESTOR JOSE CAPELLINO

PABLO CAPOMAGGI

WALTER CAPOMASSI

ROLANDO CAPONI

JUAN PABLO CAPORICCI

JOSE ANGEL CAPRETTO

VICTOR OSVALDO CAPUCCINO

HERNAN CAPUTO

RAUL OSCAR CARBAJAL

MARIA JESUS CARBALLO

ROBERTO CARCAMO

LUCIANO CARDENAU

LUIS ALBERTO CARDONATTO

ALBERTO JOSE CARIGNANO

JORGE NESTOR CARINI

GIULIANO CARISSIMI

OSCAR CARLES

RICARDO HERNAN CARLETTI

LIDIA CARLETTO

MARCELO RAMON CARLIN

MARCELO CARMONA

GABRIEL CARNEVALE

GUSTAVO ROBERTO CAROL LUGONES

OSVALDO CESAR CAROZZA

GERARDO RAUL CARRANZA

PATRICIO EZEQUIEL CARRASCO CARACCI

MANUEL HIGINIO CARRERA

MARIO ALBERTO CARRERA

MARCELO CARRIQUE

JAVIER CARRIQUIRI

MARIA ESTEFANIA CARTIER

DARIO LUIS CASA

LUIS JAVIER CASANOVAS

SANTIAGO CASAS

ROSANA CASCALLANA

HORACIO DAVID CASSAN

ADRIAN CASSINERI

IVAN JESUS CASSINERI

ARIEL IVAN CASSINI

MANUEL DELFO CASTAGNINO

GUSTAVO O. CASTANHEIRA

ABEL CASTELLANI

JULIO CASTELLARIN

MARCELO CASTELLETTA

JORGE CASTRO

GUILLERMO CASTRO VELEZ SARSFIELD

FABIAN CATALDO

GUSTAVO CATTALANO

HUGO ROBERTO CATTANEO

NORBERTO CATTANEO

ROMINA MAGALI CATTANEO

FEDERICO LUIS CATTELAN

MAURICIO GUSTAVO CAVAGLIA

MARCOS CAVAGNA

ELIO PEDRO CAVALLO

IGNACIO CAVANAGH

TOMAS CAVANAGH

MARCOS CAYOL

GUILLERMO JORGE CAYSSIALS

JAVIER CECCHI

BARDINO CECE

HUGO CEIRANO

MARTA CELAA

CLAUDIO CELARIO

MARIA ALEJANDRA CELIZ

JOSE NEMESIO CENDOYA

ALEJANDRO RENE CENTENO

BRUNO GABRIEL CENTURION

JOSE L. CENTURION

JORGE ALBERTO CERVIGNI

MARCELO CERVIGNI

MARTA LILIANA CESCHAN

HORACIO CEVASCO

CARLOS MARIO CHAPAR

CÉSAR CHAPARRO

ANA CHAVER

MARIO CHESTA

FLORENCIA CHIALVO

CARLOS CHIAPPE

RODOLFO LUIS CHIAPPERO

DIEGO LORENZO CHIATELLINO

OSCAR CHIAVASSA

PABLO CHICCO

EMILIO CHICO

SILVIA ROXANA CHOMICZAK

MANUEL CHOREN

MARTIN CHRISTENSEN

FELIX ALEJANDRO CHRISTIANSEN

MARIO LUIS CIANCAGLINI

PABLO CICARE

ALICIA CICILIANI

GUSTAVO FABIAN CILIBERTI

CARLOS ENRIQUE CILLEY

MARCOS CIRIGLIANO

FELIX CIRIO

GUSTAVO ALEJANDRO CIRIO

MARIO ERNESTO CIVERCHIA

JORGE LUIS CLEDOU

ALEJANDRO CLOT

IGNACIO CODAGNONE

NESTOR CLAUDIO EMANUEL COLLADO

BERNARDO COLOMBATTO

ARIEL HERNÁN COLOMBO

HUGO COLOMBO

RICARDO JOSE COLUSSI

TOMÁS COMBA

ANDREA COMBINA

GUSTAVO ANDRES COMELLI

MARIA MICAELA COMEZAÑA

JORGE M. CONDE SAUBIDET

VICTOR HUGO CONRADI

ARIEL MAURICIO CONRRADI

NELSON CONRRADI

GERARDO FABIAN CONSOLANI

CARLOS ALBERTO CONTARDI

ELISEO JESUS CONTARDI

IGNACIO MARCOS CONTI

MARTIN JOSE CONTI

RAUL JOSE CONTI

CARLOS COPPOLA

JOSE LUIS CORAZZA

JUAN JOSE CORLETTA

MARCELO EDGARDO CORNEC

YOFRE RAMIRO CORNEJO

JUAN CARLOS CORONA

FABIAN CORONATO

CAROLINA CORONEL

PABLO ALBERTO CORRALES

EMILIO SEBASTIAN CORRAO

VERONICA INES CORRENTE

JULIO CESAR CORTI

EDUARDO CORVI

CARLOS JORGE COSATTO

FRANCISCO JAVIER COSCI

ALBERTO LUIS COSCIA

DECIO OSCAR COSTA

LEANDRO DAVID COSTANTINI

VICTORIA COSTOYA

ADELQUI COTORAS

DANIEL ANTONIO COTORAS

GABRIEL COTTURA

JAVIER ALEJANDRO COURETOT

DIEGO ALEJANDRO CRAVERO

GERMAN GABRIEL CRAVERO

MIGUEL ANGEL CRAVERO

MIRTA INES CRAVERO DE FABRE

RAMIRO IVAN CRAVERO

ALDO CREMONA

EDUARDO CRIMELLA

MARTIN CRIPOVICH

IGNACIO CRIPPA

NESTOR FABIAN CROSSETTO

CARLOS CROVETTO LAMARCA

LEANDRO CRUCEÑO

JULIO DARIO CRUZADO

ROBERTO LUIS CUARANTA

GASTON FEDERICO CUELLO

RAFAEL CUERVO

MAXIMILIANO CUETO

DIEGO CUGNO

CARLOS CULLEN

VANNINA CUPPARI

JORGE CURA

ESTEBAN GERARDO CURRAS

EDUARDO DA SILVEIRA

DANTE JAVIER DAGLIO

JOSE MARIA (HIJO) DANEO

DIEGO CARLOS DANIA

HUGO ANDRES DANIELE

HERNAN DE ARRIBA

TOMAS DE BATTISTA

JUAN DE BERNARD D.L.FOSSE

FACUNDO LUIS DE CABO

DOMINGO DE DOMINGO

CLAUDINO DE DOMINICIS

CARINA DE GIORGIO

EDGAR DE HAES

ROBERTO PEDRO DE IGARZABAL

ALEJANDRO DE LA TOUR

CINTIA MELISA DE LOS SANTOS

IGNACIO FRANCISCO DE SANCTIS

ORLANDO DE SOUSA

TRISTAN DE VILLALOBOS

GUSTAVO LUIS DE WINNE

ELIO HERNAN DEAN

RENE ENRIQUE DEAN

ALBERTO ANTONIO DEBATTISTA

DIEGO DEFFERRARI

NELSON DEGANUTTO

FEBIAN DEGORGUE

JORGE LUIS DEL BARRO

MARCELO DEL BARRO

PEDRO DEL CANTO SALGADO

ENRIQUE MARIO DEL CARRETO

MAXIMO ANDRES DELACRE

EMILIO FLORENTINO DEL PERO CASEY

SANTIAGO DEL SOLAR DORREGO

NORBERTO R. DEL VALLE

CLAUDIO ARIEL DEL VECCHIO

JULIO DELGADO

RICARDO PABLO DELGADO

JORGE DELGADO CAFFE

RAFAEL DELLACASA

NESTOR DELLAROSSA

RAFAEL MARIA DELPECH

MARTIN OSCAR DEMARCHI

RAUL ALBERTO DEMARIA

DARIO DANIEL DENEGRI

ROLF DERPSCH

MAXIMO DEYM

HUGO DEZI

ALBA DI BOICELLI VILLER

PAULA DIAZ DEBAISIEUX

ALICIA DIAMANTE

RODRIGO FRANCO DIAS

MARCELO DIAZ

EUGENIO DIAZ BONILLA

PATRICIO DIAZ DE SOLAY

OMAR FABIAN DIAZ FERRARI

LUIS MARIA DIAZ HIRIART

SANTIAGO DIAZ VALDEZ

MARIA PAZ DI COSTANZO

MARIANA DIBERNARDI

JUAN PEDRO DIBOS

ROQUE DAMIAN DICHIARA

JAVIER DIEDRICH

JOSE LUIS DIEZ

ALFONSO DIEZ DE TEJADA

NELSON DIEZ VIANA

AUGUSTO DI FIORI

JAVIER DI GIUSTO

HERNAN TOMAS DILLON

MARIO ALBERTO DI MARCO

GERARDO DI NATALE

GRACIELA BEATRIZ DIONISI

MARIEL ALEJANDRA DIONISI

GABRIEL SANTIAGO DIP

MAURICIO DIRUSCIO

LUCIANA DI SALVO

SILVIA DISTEFANO DE VALLONE

SANTIAGO DI TELLA

MARIO ALEJANDRO DIVIZIA

LUCIANO DIZ

MARTIN SANTIAGO DIZ

JULIO DO CAMPO

HECTOR DOBBOLETTA

LUIS A. DODERO

NORMA BEATRIZ INES DOME

LUIS DOMENECH

OSCAR DOMINGO

FLORENTINO DOMINGUEZ

JESUS DOMINGUEZ

MARIA DONATO

IVAN MARTIN DORIA

FRANCO ARIEL DORRONZORO

RUBEN DARIO DOS SANTOS

ARIEL DOSIO

DARIO FERNANDO DOVIO

DAMIAN MARCELO DRUSINI

CARINA DUARTE

GUSTAVO DUARTE

MARIO RUBEN DUCASSE

OSCAR DUCE

MARCELO DUGGAN

JOAN DULONG

JUAN IGNACIO DURAND

JORGE IVAN DURISOTTI

PABLO MIGUEL DUTRIEZ

CLEVER OSCAR DUTTO

JUAN PABLO DUVILLARD

JUAN ECHEGOYEN

FABIAN ALBERTO ECHEVERRIA

HERNAN ECHEVERRIA

GUILLERMO ECHEZARRETA

FEDERICO ECKARDT

HASENBALG EDUARDO

NESTOR AMADO EGGS

ALEJANDRINA EGOZCUE

JAVIER EKBOIR

MIGUEL ELDSTEIN

JOSE SILVERIO ELENA

NICOLAS ELENO

JUAN CRUZ ELICECHE

JULIAN FEDERICO ELICECHE

AGUSTIN RAUL ELIZALDE

RAMIRO ELIZALDE

OMAR MARIO ELLENA

MARTIN NICOLAS ENRIA

JUAN PABLO ERBETTA

WALTER ALBERTO ERCEG

PAULO ERCOLE

JOSE CLAUDIO ESCRIBANO

GUSTAVO F. ESMORIZ

FERNANDO ESNAL

GERMAN JOSE ESPONDA

MARTÍN JULIO ESTENSSORO

MANUEL INDALECIO ESTENSSORO

BUSTINGORRI

FERNANDO LUIS ESTEVEZ

HORACIO ETCHECOPAR

MARIA ISABEL ETCHEVERRY DE MAESTRI

FRANCISCO RAMÓN ETCHEVERS

RICARDO CESAR ETIENOT

MIGUEL EZCURRA

IVAR ABEL RAMON FABBRO

RUBEN ALEJANDRO FABIETTI

VERONICA ANDREA FABIETTI

AXEL GERMAN FABRIS

ALVARO GABRIEL FABRO

GUILLERMO FACHT

CARNAGHI FACUNDO

JAVIER EMIR FALABELLA

MARCELO FABIO FALAPPA

NICOLAS FALCINELLI

AGUSTIN FALCON

JOSE EDUARDO ALEJANDRO FALCONIER

WALTER ESTEBAN FALLESEN

MARCOS ARIEL FARGIONI

MARCIA FARIAS MARTINS

MARIANO FEDERICO FAVA

GABRIEL FAVELUKES

HORACIO FAVRE

JAVIER FAVRE

JUAN CARLOS FAVRE

GONZALO FEBRE

INDRID FEFERBAUM

MARIO FEFERBAUM

HUGO ALBERTO FERLINI

BEATRIZ MARIA FERMANI

ANGEL MODESTO FERNANDEZ

EDGARDO FERNANDEZ

FABRICIO FERNANDEZ

FRANCO FERNANDEZ

MARCELO ANDRES FERNANDEZ

NATALIA KARINA FERNANDEZ

SEBASTIAN FERNANDEZ

MIRIAM ESTER FERNANDEZ

HUGO FERNANDEZ DIAZ

ANDRES FERNANDEZ MADERO

PABLO DANIEL FERNANDEZ OSORIO

EDUARDO FERNANDEZ PALMA

GASTON FERNANDEZ PALMA

MARCELO JORGE FERNANDEZ PALMA

CARLOS NICOLAS FERNANDEZ STERZ

ENRIQUE FERNANDEZ ZUBIZARRET

LUCAS FEROLI

HORACIO M.PABLO FERRANDEZ

LUIS PAULO FERRARI

MANUEL FERRARI

MATIAS FERRECIO

GABRIEL JORGE FERRERI

ALICIA FERRERO

JUAN ANTONIO FERRERO

LUCIANO MARTIN FERRERO

PABLO FERRES

RICARDO ALFREDO FERREYRA

CÉSAR EDUARDO FIGUEROA

JUAN JOSE FILIPPINI

JOSE ALBERTO FINELLO

MAXIMILIANO JOSE FINELLO

FABIAN FINOCCHIO

ANA FIORDELMONDO

IGNACIO JOSÉ FIORI

SERGIO FRANCISCO FIORINO

MARIA RITA FIORITO

ARIEL FIOROTTO

175

EDUARDO ANTONIO FIORUCCI

DIEGO C. FIRPO

DANIEL EDUARDO FISSER

GERMAN FISSORE

MARCOS ALEJANDRO FLESIA

ARIEL JOSÉ FLORES

FRANCO EMANUEL FLORES

PABLO SANTIAGO FLORES

GERMAN FOGANTE

ROGELIO FOGANTE

RODOLFO DOMINGO FOGAR

VICTOR FOLCH VERNET

CRISTIAN ARIEL FONSECA

WALTER ARIEL FONTANELLAS

HUGO FONTANETTO

AGUSTINA FORBICE

ROBERTO FORCAT

FABIAN FORESSI

MAURO GABRIEL FORMIDABILE

JAVIER FORNIELES

LUIS MARIO FOSSATI

LUIS ANGEL FOULQUIE

RAUL ALBERTO FOURCADE

MARTIN FRAGUÍO

CARLOS ALBERTO FRANCHONE

JOAQUIN FRANCO

ALCIDES EDGARDO FRANZ

ALBERTO FRANZINELLI

LUIS FRANZINI

JORGE FRASCHINA

MARTHA SUSANA FRASSINETI

BERNARDO FRAU

JUAN ANDRES FRAYSSINET

HUGO DOMINGO FREGA

FERNANDO FREGONA

EDUARDO FREIWALD

JOSE AGUSTIN FRESCO

MARCELO DANIEL FREYRE

LILIANA FREYSZ

HUGO FREZZI

ESTEBAN FROLA

JOSE B. FUENTES

ANDRES PEDRO FUMIATTI

MARIA STELLA GABASIO

ROBERTO RAUL GAGGIOLI

MARTIN JAVIER GAGGIOTTI

CRISTIAN ANDRES GAGLIANO

GASTON GALARCE

FERNANDO GALARETTO

ANGEL NICOLAS GALICH

NICOLAS GALINDEZ

JUAN MAURICIO GALLERANO

HIDILIO PABLO GALLIANO

MATIAS LUIS GALLIANO

NORBERTO GALLINO

OSCAR ALFREDO GALLO

PABLO DANIEL GALLO

JOSE MIGUEL GALVANO

JOSE IGNACIO GALVEZ

HECTOR RAUL GAMBA

JORGE LUIS GAMBALE

SANTIAGO GAMES

JUAN CARLOS GAMUNDI

CLOTILDE GANDULFO

JUAN ALBERTO GAONA

FERNANDO GARCIA

FERNANDO IGNACIO GARCIA

LUCIAN GARCIA

MARCELINO GARCIA

PABLO GARCIA

RAMON GARCIA

RICARDO GARCIA

ROBERTO GARCIA

VICTOR GARCIA

JORGE GARCIA GONZALEZ

SEBASTIAN GARCIA SOSA

LUIS GARCIA TORRES

IGNACIO GARCIARENA

OMAR ELSO GARDIOL

FEDERICO GARELLO

FERNANDO GARIGLIO

GABRIEL RAMON GARNERO

JULIO GARRETT AILLON

GUILLERMO GARRO

EMANUEL HERNAN GASPARONI

DIRCEU GASSEN

CRISTIAN GASTALDI

SEBASTIAN JOSE GASTALDI

EDUARDO ALEJANDRO GASTELL

MARCELO DARIO GATTI

MIGUEL ANGEL GAUCHAT

GASTON GAYDOU

FERNANDO GAZZONI

JUAN ALFREDO GENE

WALTER RENE GENERO

MARCOS GENOUD

ARIEL GENTILETTI

RAUL GERBAUDO

HORACIO GERTIE

MARTIN GESTOSO

CARMEN MARIA GHEROLD

HUGO GHIO

MONICA GRACIELA GIACHERO

HORACIO C. GIACOBONE

EZEQUIEL GIACOBONI

GABRIEL FABIAN GIACOMELLI

GILBERTO GIAMMARINO

ANDRES FERNANDO GIANDOMENICO

RAFAEL OMAR GIANRE

GERARDO ELADIO GIECO

OSCAR LUIS GIGENA

JUAN CARLOS GIGLI

SILVANA GIGLI DE TROSSERO

RODOLFO GIL

ENRIQUE SANTIAGO GILARDI

MARIO GILARDONI

NESTOR GILARDONI

OMAR CLAUDIO GILARDONI

RICARDO GILMORE

MARIA CRISTINA GIOANNINI

ANGEL JOSE GIODA

SERGIO GIONE

LUIS MARIA GIORDANENGO

CARLOS A. GIORDANI

ALBERTO JUAN GIORDANINO

ANGEL LUIS GIORDANO

ABELARDO GIOVANINI

MARTIN GUILLERMO GIOVANINI

BERNARDINO RAMON GIRAUDI

FERNANDO MATIAS GIRAUDI

PABLO ANDRES GIRAUDI

CRISTIAN GIRAUDO

LUIS FELIPE GIRAUDO

MARIA BEATRIZ GIRAUDO

RAFAEL LEONARDO GIRAUDO

ARNOLDO GIROTTI

FABRICIO GIULIANI

ANA MARIA GIULIANO

GUILLERMO ALFREDO GIULIANO

JORGELINA GIULIANO

GABRIEL GIUSTI

PABLO DANIEL GLAGOVSKY

FEDERICO GLORIANI

MARTIN LISANDRO GODIO

FLAVIA BELEN GODOY

JORGE O GODOY

RICARDO ELIAS GOICOCHEA

EMANUEL GOMEZ

VALENTIN O. GOMEZ

JORGE GOMEZ ANDRADE

FERNANDO GOMEZ GOMEZ

MATIAS GOMEZ IZA

ALFREDO GONZALEZ

CARLOS OSMAR GONZALEZ

CECILIA GONZALEZ

DAVID ARCANGEL GONZALEZ

FERNANDO GONZALEZ

HUGO GONZALEZ

JOSE LUIS GONZALEZ

JOSÉ NICOMEDES GONZALEZ

ORLANDO GONZALEZ

AUGUSTO GONZALEZ ALZAGA

MARIA AUGUSTA GONZALEZ BOTTO

CARLOS ALBERTO GONZALEZ FERNANDEZ

MARIA ARANZAZU GONZALEZ IBARRA

HORACIO GONZALEZ MARTINEZ

JORGE GONZALEZ MONTANER

BENITO GONZALEZ RODRIGUEZ

ALBERTO M. GOÑI

MARTIN ALBERTO GOÑI

RAFAEL GOÑI

SEBASTIAN GOÑI

STELLA MARIS GORETTA

RAUL JAVIER GOTTA

DIEGO EMILIANO GOTTERO

LUIS IGNACIO GOUGY

JUAN PABLO GOUJON

MARTIN GOUJON

CRISTIAN IVAN GRAEF

GONZALO GRAELLS

CARLOS ARMANDO GRAFF

ALBERTO J. GRAMONT

STEFANI ANABEL GRANDE

IVO GRANERO

MARIANO ADRIAN GRANETTO

RUBEN MARIO GRASSINI

OMAR PEDRO GRAZIOLI

PEDRO GRESLEBIN

GUILLERMO JOSE GRIEDER

GUILLERMO GRIPPO

DAVID GRISKAN

MARIANO FLORENCIO GRONDONA

CARLOS GUILLERMO GROSSO

RODOLFO GROSSO

LEONARDO GRUPPELLI COSTA

ELSO FRANCISCO GRUPPI

JOSE GUSTAVO GUARIDO

MARCOS GUAZZARONI

PIA GUAZZONE DE PASSALAQ

VICENTE GUDELJ

DANIEL GUERRA

ELIO WILFREDO GUERRA

MARCOS ENRIQUE GUIGOU CAIRUS

CRISTIAN RAUL GUILLERMON

HORACIO MANUEL GURIDI

JUAN CARLOS GURIDI

MAGALI GUTIERREZ

SEBASTIAN GUTIERREZ

FACUNDO GUZMAN

MARIA LAURA GUZMAN

JORGE JESUS GVOZDENOVICH

SERGIO ERNESTO HADDAD

NATACHA NOELIA HEIL

DIEGO HEINRICH

FELIPE HEINRICH

EDUARDO HELGUERA

EDUARDO HENSON

HECTOR HERMIDA

OSCAR HERNANDEZ

FRANCISCO HERNANDO

MIGUEL HERRERA

GUSTAVO JAVIER HERRERO

RICARDO HERRMANN

GERSON HERTER

ADRIAN HERZIG

ALEJO HEYMO

LUIS JORGE HIGUERA

JUAN TOMAS HIRSIG

SANTIAGO NICOLAS HOLLMANN

JOSE LUIS HOTIAN

HARDY HOTT

JOSE LUIS IBALDI

MARTIN IBARRA

FABIO JAVIER IDIART

JUAN MANUEL IGLESIAS

MARIA ISABEL IGLESIAS

FRANCISCO IGUERABIDE

RICARDO ILARRAGORRI

JULIO ILLUMINATI

JUAN JOSE IMVINKELRIED

OSCAR M. INCHAUSTI

RICARDO RONALDO INGOUVILLE

LUCIANO CARLOS ROBERTO INTELISANO

JOAQUIN INURRITEGUI

GUILLERMO ADOLFO IPARRAGUIRRE

DANIEL FERNANDO IPPOLITI

JOSE JAVIER IRASTORZA

JUAN ALBERTO IRIART

SILVIA IRIONDO

HORACIO JOSE IRISARRI

MARIO ALBERTO IRUSTA

JUAN CARLOS ISERN

LUCAS MATIAS ISLA

SERGIO ISLA CASARES

JUAN ITALIANO

ALEJANDRO RAMON ITURRIAGA

GONZALO ITURRIAGA

MARIANO IGNACIO ITURRIAGA

NORMA ELISABET IURRITA

RICARDO ARTURO IZAGUIRRE

ANTONIO IZQUIERDO

JUAN IZQUIERDO

VICTOR ANTONIO JAESCHKE

SUSANA JAQUELINE

LUIS JELUSICH

JORGE PABLO JENSEN GELSI

CARLOS L JOLLY

MARIA TERESA JORBA

HERMANO JUAN (MONASTERIO TRAPENSE)

GUSTAVO MARCELO JUAREZ

CARLOS DAMIAN JUSIT

DIEGO KALBERMATTER

GUILLERMO KAMMERATH

OSCAR EDUARDO KAPLAN

JUAN JOSE KARLEN

MARIO KEERGAARD

ERIKA KELLER

OSCAR RAUL KELLER

ARTURO JUAN KENNY

ROBERTO KIESSLING

WALTER GERMAN KISSLING

JAVIER KITROSER

ROBERTO FEDERICO KLEIN

RICARDO ABEL KLER

MAN MOHAN KOHLI

RICARDO JAVIER KOHN

JOSE ALBERTO KOKOYACZUK

MARIO ALBERTO KOMOROVSKI

ALEX ERNESTO KRAUSS

WALTER KROLL

RONALDO GUSTAVO KUHLMANN

GUSTAVO KURIGER

JOEL LABORDE

JUAN OSCAR LABORDE

PEDRO CLAUDIO LABORDE

JOSE LUIS LABROVICH

DIEGO LACROZE

GASTON LADOUX

PATRICIO ARIEL LAFFAN

MARINA BELEN LAGOMARSINO

FERNANDO LAGOS

LUIS MARIA LALOR

NESTOR LAMBERTUCCI

ALEJANDRO LAMBRECHT

SEBASTIAN LANCE

ANGEL ALFREDO LANGELLOTTI

FERNANDO CARLOS LANGONI

IGNACIO ROBERTO LANUSSE

PABLO LANUSSE

CRISTIAN EDUARDO LARGHI

MATIAS LARRALDE

GASTON LARRAN

JOSE ANTONIO LARRAURI

BENJAMIN LASA

JOSE LATASA

MARTIN LATORRE

ALBERTO MARIO LATOUR

HUGO LATTANZI

HECTOR R.R. LAURENCE

JOSE MIGUEL LAURENCENA

LUIS OSCAR LAVEZZO

EMANUEL LAZARO

ROBERTO ESTEBAN LAZARO

CARLOS LECOINTRE

ELDER EMANUEL LEDERGERBER

DIEGO LEDESMA

VICTOR LEFORESTIER

JAVIER FRANCISCO LEGEREN

ALBERTO VALENTIN LEINEKER

FEDERICO LEISER

GUILLERMO FEDERICO LELOIR

GUILLERMO LEMA

MAURO LENARDON

RODRIGO LENCINA

ALFREDO LENTI

MAXIMILIANO LENZETTI

GONZALO M. A. LEONCIO

HECTOR LEONE

JOSE OSCAR LEONE

EDGARDO ALDO ALBERTO LEONHARDT

LUIS ADRIAN LERDA

GABRIELA LEVITUS

LEONICIO LEYES

MIGUEL ALBERTO LIBARDI

MATIAS LICEAGA

JULIO LIEUTIER

MARTIN LIGGERA

HECTOR LIGIER

LAUTARO LEONEL LIMA

MAURO ALEXIS LINDT

LUCAS FRANCISCO LINGUA

MARCOS LINGUA

SEBASTIAN ANDRES LINGUA

HORACIO ANTONIO LINZOAIN

ARMANDO LIPPS

GUSTAVO LIPPS

SEBASTIAN LISTELLO

SERGE LISTELLO

MARCELO LJUBICH

JORGE LLAMA SOMOZA

JUAN MIGUEL LLANOS

CARLOS MARIA LLINAS

MARTIN LLORENTE

MANUEL OMAR LLORET

OSCAR ALBERTO LLORET

ENZO DANIEL LOCISKI

DIEGO C. LODOS

ADRIAN MAURICIO LOLLINI

MAURO LONGARINI

ANTONIO LONGO

GERARDO ARIEL LOPEZ

GUSTAVO ALBERTO LOPEZ

MARCOS LOPEZ

MIGUEL MANUEL LOPEZ

NORBERTO LOPEZ

OMAR ANDRES LOPEZ

SERGIO LOPEZ

PABLO LOPEZ ANIDO

RAMON JOSE LOPEZ DOMINGUEZ

RICARDO LOPEZ LAGUNA

ALEJANDRO LOPEZ MAZZINI

EDUARDO LOPEZ MONDO

RAUL HECTOR LOPEZ RENTERIA

ARTURO LORENZATTI

PATRICIO BENJAMIN LORENZETTI

SANTIAGO NICOLAS LORENZATTI

JOSE LORENZINO

MATIAS MANUEL ALBERTO LORENZO

JORGE LORINCZ

de AAPRESID 176
Historia

FLAVIO DANIEL LOVATO

CARLOS ANDRES LOVERA

VICTOR MANUAL LOVERA

RODOLFO RAMON LOZANO

IVAN JESUS LUBATTI

JORGE LUIS LUCEA

JULIO LUCEA

LUIS EMILIO LUCERO

MIGUEL LUCERO

CARLOS ALEJANDRO LUENGO

CARLOS LUNA

MARIANO PASTOR LUNA

OSCAR NICOLAS LUNARDELLI

CONRADO JOSE MAAG

ALEJANDRO MACAGNO

MIGUEL MARIA MACKINLAY

FABIAN MAGARIÑOS

LAUTARO MAGGI

VICTORIO JUAN MAGLIANO

GUSTAVO LORENZO MAGNANO

JOSE LUIS MAGNANO

MARTIN MAGNANO

MAURO NICOLAS MAGNANO

MARIA EUGENIA MAGNELLI

CARLOS ANDRES MAGRINI

ALFREDO MAIDAGAN

EGIDIO ALBERTO MAILLAND

JULIO MAINA

HORACIO MAINEZ

DOMINGO MAIOCCO

JUDITH SOLEDAD MALDONADO

DALMIRO RAMON MALIANNI

EDUARDO MALIZIA

ANTONIO MALLARINO

NICOLAS MANARIN

EDGAR GABRIEL MANAVELLA

JOSE LUIS MANDOLINI

EDUARDO ANTONIO MANES

CESAR PEDRO MANFREDI

CLAUDIO SAUER MANFREDO

GUSTAVO ANTONIO MANGAS

ISIDORO DOMINGO MANGAS

ANGEL HORACIO MANGINI

GERARDO ORESTE MANRIQUE

JUAN IGNACIO MARANTA

MARIANO MARATEA

JUAN MANUEL MARCAIDA

PABLO FABIAN MARCELLINO

GUILLERMO MARCHEGIANI

MILTON RODOLFO MARCHETTI

ESTELA MARIS MARCHIONI

FERNANDO MARCIANO

FERNANDO MARCO

CARLOS ENRIQUE MARCOS

FERNANDO DANIEL MARCUCCI

HUGO J. MARELLI

JULIO CESAR MARENGO

CARINA MARGARIA

NESTOR MARGARIA

HUGO VICTOR MARIA

JOSE MANUEL MARIN LUNA

CARLOS AVELINO MARINO

CLAUDIO EZEQUIEL MARINO

HECTOR ENZO MARINOVICH

NICOLAS VALERIO MARINOVICH

HORACIO MARIONA

VALERIA MARKIEWICZ

SEBASTIAN MARKS

OSCAR EDUARDO MAROELLI

EDMUND ALEXANDER MARONSKI

DIEGO JAVIER MARQUEZ

GUILLERMO MARRON

PABLO HORACIO MARTELLI

PATRICIO MARTELLI

ANTONIO SANTIAGO MARTIN

LUCIANO MARTIN

FERNANDO CARLOS MARTINA

AUGUSTO RAMON MARTINELLI

ANGEL CARLOS MARTINEZ

CARLOS HECTOR MARTINEZ

ELADIO MARTINEZ

GRACIELA MARTINEZ

JORGE LUIS MARTINEZ

NAHUEL MARTINEZ

RICARDO ALBERTO MARTINEZ

LUCIANA MARTINEZ CALSINA

EDUARDO MARTINEZ FERRARIO

EDGARDO MARTINI

OSCAR ALBERTO MARTINI

NEONILA MARTYINIUK

CRISTIAN ALBERTO MARULL

JOSE ALBERTO MARULL

GABRIEL MARZIALETTI

WALTER MASAT

GUILLERMO ALCIDES MASCOTTI

FERNANDO MASETTI

ARIEL CARLOS MASGRAU

ALDO ENRIQUE MASSAGLIA

RUBEN MASSARO

NESTOR GUSTAVO MASSEI

ALDO HERNAN MASSON

MILKO MATEFF JUSTINIANO

LEONARDO MATEOS

MARTIN SEGIO MATESA

EMILIO EDUARDO MARCELO MATEU

ERNESTO ENRIQUE MATHIEU

JUAN MARIA MATKOVICH

CESAR MATUTIS

LUIS MARIA MAURICI

FERNANDO MAURO

HERNAN MAURO

GUILLERMO HORACIO MAYO

ALBERTO MAYORAL

JOAQUIN MAYORAZ

MAXIMILIANO RAUL MAYOTTO

CLAUDIO ENRIQUE MAZAS

RICARDO JOSE MAZZA

JORGE LUIS MAZZIERI

CARLOS MAZZUCA

DAVID GUSTAVO MAZZUCHINO

RUBEN ROBERTO MEDULA

JORGELINA MEIER

CAROLINA MEILLER

JUAN JOSE MEINERO

LUIS ALBERTO MEINERO

HECTOR MEIR

SANTIAGO MEIRA

IGNACIO LUCAS MEJIA

PABLO ALBERTO MELCON

RICARDO MELGAR

ANDRES MELLINGER

HERNAN IGNACIO MELO

RAUL ANIBAL MENARVINO

EDUARDO MANUEL MENDEZ

CARLOS MENDEZ DUHAU

HECTOR MENDIONDO

MARTIN MENDIONDO

JUAN CARLOS MENDIZABAL

MARTIN MENDIZABAL

ROMINA DEL VALLE MENEGUZZI

GUILLERMO MENTRUYT

FABIO MENVIELLE

NAHUEL MERLONGHI

LEONEL MESSI

JUAN CARLOS METTIFOGO

LEANDRO MEYER

JUAN ALBERTO MICHEL

MATIAS MICHELETTI

NORBERTO JUAN MICINO

CLIVER MICUCCI

SERGIO ANDRES MIGNOLA

JOSE MIGUELENA

JUAN CARLOS MIGUELES

LEOPOLDO MARTIN MIGUELES

NICOLAS MILATICH

EMILIANO MILNE

EDUARDO MINUCCI

HECTOR PABLO JUAN MIOTTI

JOSE LUIS MIOTTI

RICARDO RAMON MIRALLES

CRISTIAN GABRIEL MIRANDA

JAVIER FRANCISCO MIRATS

GONZALO ALFREDO MIRI

CESAR FABIAN MOGO MARTINS

JUAN CRUZ MOLINA

MATIAS EMANUEL MOLINERO

JOSE ALBERTO MONCHAMP

HENRY MONCHIETTI

LEONARDO MONDINO

MAURICIO MONDINO

JOSE IGNACIO MONETA

GUSTAVO JESUS MONGE

MATIAS MONGE

MAXIMILIANO MONINA

CARLOS MONTECHIARI

AGUSTIN RODRIGO MONTENEGRO

OSCAR ALFREDO MONTENEGRO

BRUNO MONTENOVI

FABIO MONTERO

MANUEL MONTES DE OCA

ALBERTO DARIO MONTI

FRANCO EMANUEL MONTI

NESTOR RODOLFO MONTOYA

RODRIGO MONTSERRAT

MARCOS MOORE

ALINE MOORE DE IRIBARNE

CARLOS MORAES SA JOA

MIGUEL ANGEL MORAL

JOSE LUIS MORALES

JUAN CARLOS MORALES

ROBERTO ADOLFO MORALES

CARLOS MARIA MORAS

SANTIAGO MORDEGLIA

MARCELO ANIBAL MOREA

ALBERTO RUBEN MORENO

ALEJANDRO ERNESTO MORENO

JOSE MORENO

JUAN SEBASTIAN MORENO

PABLO MORENO

CESAR JUAN MORERO

GUSTAVO MORERO

ALCIDES LUIS MORGANS

ADRIAN MORICONI

ENRIQUE OMAR MORO

MARIANO AGUSTIN MORO

FERNANDO MORONELL

GERARDO LUIS MOSCA

IVAN MARTIN MOSCARDI

GERARDO MOSIMANN

EDUARDO MATIAS MOSQUERA

GUILLERMO MOULIN

FRANCISCO MOURIÑO

DARIO MOYANO

GUSTAVO DAMIAN MUCHIUT

MIGUEL ANGEL MUDA

OSCAR MARIO MULET

EDUARDO MULIN

PEDRO MULLER

JORGE LUIS MÜLLER IVALVI

JORGE FRANCISCO MUNARRIZ

ROBERTO MUNOZ

DIEGO MUÑIZ BARRETO

ADRIAN MUÑIZ SOLDI

NÉSTOR MUÑOZ

JORGE RICARDO MURIEL

JOSE LUIS MURIEL

GONCALVES MURILO TEIXEIRA

ALEJANDRO MURPHY

ANDRES MURPHY

CARLOS ALBERTO MUSSEGAARD

PABLO ENRIQUE MUSSEGAARD

JAVIER ALBERTO MUSSO

ANIBAL NADAYA

JOSE HECTOR NAMTZ

JOSE LUIS GABRIEL NAMUR

ALEJANDRO NARDONE

MARIO NARDONE

MARIANO FRANCISCO NAVARRO

ROBERTO MANUEL NAVAZZOTTI

JUAN CARLOS NAVEYRA

IGNACIO NEGRI

DARIO GUILLERMO NESSI

MARCELO ANDRES NICOLA

ALEJANDRO NICOLARI

PABLO NIERI

HERNAN NIEVA

LUIS ALBERTO NIEVA

JAVIER ALEJANDRO NIGRO

PABLO CESAR NIGRO

SAMIR NIHANY

TOMAS ANDRES NIVEN

LUIS VICTOR NOSETTI

JUAN JOSE NOU

FABIAN NOVELLA

DIEGO NOYA

MARIA LAURA NUÑEZ

VICENTE JOSE NUÑEZ

WALTER NUÑEZ

ALEJANDRO O’DONNELL

IAN GUILLESPIE O´DWYER

EDGAR OCHETTI

RICARDO OCHOA

EZEQUIEL MARTIN ODELLO

TOMAS OESTERHELD

FRANCISCO OKECKI

SIMON CLAUDIO OLARRIAGA

HECTOR ANDRES D. OLIVARES CAPELLE

CARLOS OLIVARI

GUSTAVO JORGE OLIVEIRO

JUAN FERNANDO OLIVERA

RUBEN HORACIO OLIVERIO

MARIO LUIS OLIVERO

JORGE EMILIO OLLETA

ALEJANDRA ELIZABET OLMEDO

NICOLAS OLMEDO

SANTIAGO ONETO GAONA

SERGIO ONOCKO

ROBERTO OSCAR ONOFRI

JUAN MARTIN ORBEGOZO

RAMON ORBEGOZO

GUILLERMO PABLO ORDOÑEZ

GERMAN PABLO OREGGIONI

FERNANDO ORIHUELA

ADRIAN ORIO

LUCIANO ORIZI

OSCAR ORMEÑO

HERNAN JOSE OROFINO

MARTIN OSCAR OROL

ALBERTO LUIS B. ORTEGA

FELIX NICOLAS ORTEGA

PEDRO JAVIER ORTEGA

DANTE GABRIEL ORTIZ

ROBERTO ORTIZ DE ZARATE

JORGE ERNESTO OSSANA

PABLO OSSANA

DIEGO OSTROVSKY

HERNAN OTAMENDI

EDUARDO MARIA OTERO

JOSE ANTONIO OTERO

ENRIQUE OYHARZABAL

ENRIQUE CARLOS OYHARZABAL AUNCHAYNA

JOSE MARTIN OZCARIZ

ERNESTO ARTURO PADILLA

MARIA SILVIA PADILLA

MARIA PAGANO

JUAN CARLOS PAGANTI

WALTER PAGANTI

JORGE PAGELLA

GUILLERMO PAILHE

HORACIO ALBERTO PAILHE

NESTOR ESTEBAN PAINO

LINO ALBERTO PALACIO

MIGUEL PALAHY

MARCOS MARCELO PALLADINO

GASTON PALMILI

CRISTINA PALOMBO

PEDRO ANTONIO PALOMBO

JULIO JOSÉ PAOLINI

ROMAN PAOLINI

JUAN CARLOS PAPA

JULIO PARAPETTI MAZA

MAGDALENA PARIS

ALEJANDRO ANDRES PARRA

EDUARDO ANDRES PARRA

JAVIER ANTONIO PARRA

NILDA CRISTINA PASCALE

DANIEL HERNAN PASETTI

ANDRES PASQUINELLI

JORGE HUGO PASSAMANO

MAURO PASSARINI

ANDRES PATRIGNANI

GASTON PATTUGLIO

WALTER JULIO PAUL

HORACIO DANIEL PAUTASSO

SERGIO PECHIN

CARLOS PEDRETTI FERNANDEZ

SERGIO PEIRANO

MAURICIO OSCAR PELAGAGGE

NELSON PELAGAGGE

GABRIEL DARIO PELLEGRINI

GABRIEL PELLIZZON

RODRIGO PENCO

BENJAMIN PENTREATH

ESTEBAN PERALTA

GUILLERMO EZEQUIEL PERALTA

RICARDO BERNABE PERALTA GOMEZ

FEDERICO PERALTA RAMOS

JUAN LEONARDO PERASSI

JUAN Y DANIEL PERASSI

ERNESTO PERASSO

EDUARDO ABEL PERATTA

DIEGO DAVID PERAZZO

CARLOS PEREARNAU

MANOEL HENRIQUE PEREIRA

NESTOR OSCAR PERERA

RAUL JOSE PERETTI

CESAR PEREYRA

JESICA PEREYRA

JORGE ABEL PEREYRA

FABIAN PEREYRA IRAOLA

FERNANDO PEREYRA IRAOLA

MANUEL PEREYRA IRAOLA

GABRIEL PEREZ

JULIO ADOLFO PEREZ

MARIA JORGELINA PEREZ

MAURICIO ANDRES PEREZ

RUBEN OSCAR PEREZ

SERGIO PERGOLINI

JULIO CESAR PEROTTI

AGUSTIN PERTIERRA

MATIAS PERTILE

DANIEL PERUZZI

JOSE CARLOS PERZI

RICARDO PESCE

HUGO RAMÓN PESCETTI

ALEJANDRO PETEK

FRANCO PETRELLI

JUAN CARLOS PETRELLI

JUAN CARLOS PETROCINI

MARTIN PETRONI

ADRIAN PETTINA

ARMANDO JUAN PETTINA

ALDANA PETTINARI

SERGIO DAMIAN PETTOVELLO

CARLOS ALBERTO PEZZINI

MARTIN WENCESLAO PFENNIG

CARLOS FEDERICO PICCININI

SERGIO GERARDO PICCO

ELVIO WALTER PIERALISI

LEANDRO PIERELLA

177

JORGE A. PIEROTTI

JAQUELINA PIGNANI

FERNANDO PILI

SIMON ALBERTO PILI

LUCIANO PILONI

MARIA MAGDALENA PINAL

GERMAN EDUARDO PINTEÑO

JORGE OMAR PINTO

JUAN MANUEL PINTO

OMAR PIORNO

SANTIAGO PISONERO

GUILLERMO FEDERICO PISPIEIRO

CESAR PIVA

LUCAS RAÚL PIVATO

OSCAR ALFREDO PIVIDORI

ALEJANDRO PIVOTTO

ENRIQUE FIDEL PIZZANO

ANALIA JOSE PIZZI

ARIEL SALVADOR PLA

VICTOR HUGO PLAZA

JUAN JOSE PLOU

ELOISA POCHETTINO

JUAN IGNACIO PODESTA

FRANCISCO PODESTA CASTRO

MARIANO PODVERSICH

ADEMAR ALCIDES POLO

CESAR ALEJANDRO POLONI

RENE PONCE

JUAN CARLOS PONS

JUAN MANUEL PONTE

CARLOS AGUSTIN POOS

CARLOS ALBERTO POPIK

JOSE LUIS PORCEL

MARIA DE LOS ANGELES PORTA

MAXIMILIANO PORTELLA

MARIO HIGINIO POVEDA

FRANCISCO POZZI

JAVIER IGNACIO PRACK

MAURICIO PRETTO

GABRIEL PRIETO

EDGARDO PRINCIPI

MARTIN PRINCIPIANO

MARCELO PRUSS

FELIPE PUIG

JEREMIAS PUIGPINO

GONZALO PUJATO

CARLOS EVARISTO PUJOL

ANDRES ROBERTO PULERO

GASTON GUILLERMO PUTHOD

JOSE CARLOS PUTRUELE

CARLOS PUTZEYS

CESAR FABIAN QUAGLIA

SILVIO QUARIN

HERNAN RAMON QUESADA

OSCAR HILARIO QUIJADA

ALBERTO RAÚL QUIROGA

HECTOR S G QUIROGA

JOSEFINA QUIROGA

JOAQUIN RABASA

RICARDO RABELLINO

RUBEN MARIO RADIO

JUAN JOSE RAFTACO

MARTIN EMILIO RAGO

JORGE GERARDO RAMIREZ

RAFAEL RAMOS

MARIA SOL RANCIARI

MARIANO MARTIN RANCIARI

LUCIANO RANGO

PABLO RANGO

ALFREDO RANIERI

EDUARDO RAVASOTTI

PABLO RAVERA

MATEO RAZQUIN

ALDO RE

JUAN ABEL RE

RICARDO RE

SOL MARIA REA

JUAN CARLOS REBORA

MARTIN RECALDE

CONRADO CARLOS REGGIARDO

OSCAR FABIAN REGGIARDO

NICOLAS REGO

LUCIELO ESTEBAN REGONAT

DONALD REICOSKY

LUCIO GABRIEL REINOSO

TATIANA RELLING

MAURICIO RENIERO

RAUL RICARDO RESCONI

JESICA REY

JOSE LUIS RIART

NICOLAS RIBA

JUAN RIBELL

OMAR JOSE RICCA

ROGELIO MATEO RICCARDO

PABLO RICHMOND

ARIEL GUSTAVO RICO

EUGENIO RIDRUEJO

ALDO RIESCO

DAMIAN RIESCO

RAUL ALBERTO RIGANTI

RODRIGO DAMIAN RIGHI

JUAN JOSE RINAUDO

JOSE ANTONIO RISIGLIONE

FERNANDO RISSO

PABLO ALCIDES RISSO

MARIANO RISSO CHIARA

ALEJANDRO RISTORTO

MIGUEL RIVAROLA

ALBERTO SANTIAGO RIVAS

ESAU DAVID RIVERA RODRIGUEZ

CLIDE ETHEL RIVERO

GUILLERMO RIVETTI

TOMÁS ROBERTS

ARMANDO ROBIGLIO

DAMIAN ROBIROSA

WALTER IVAN ROCA

LUCIANO ROCCHI

GUILLERMO ROCCO

AGUSTIN ROCHA

MARTIN JULIAN ROCHA

RAFAEL ROCKENBACH DE AVILA

JORGE ESTEBAN RODICH

ALBERTO RODRIGUEZ

ALBERTO HUGO RODRIGUEZ

CARLOS RODRIGUEZ

DANIEL SILVANO RODRIGUEZ

EDGARDO ANGEL RODRIGUEZ

GUSTAVO I RODRIGUEZ

LUIS EDUARDO RODRIGUEZ

MARCELO RODRIGUEZ

MARCELO FERNANDO RODRIGUEZ

MIRTHA RODRIGUEZ

PAOLA RODRIGUEZ

SUSANA GLORIA JOSEFA RODRIGUEZ

VICTORINO RODRIGUEZ

MIGUEL ROHRER

SILVINA LUJÁN ROJAS

FERNANDO ROJAS PANELO

JUAN PABLO ROLLHAUSER

JORGE ROMAGNOLI

FRANCO SEBASTIAN ROMANO

MIGUEL ROMANO

ALEJANDRO ROMAT

CARLOS EDUARDO ROMERO

LUIS EMILIO ROMERO

MATIAS NICOLAS ROMITO

PAULA RONCERO

FEDERICO RONCORONI

JOSE MARIA ROSALEN

MANUEL ANTONIO ROSELL

RAUL EDUARDO ROSIERE

CARLOS CESAR ROSSA

VALENTIN ROSSELLO

ALEJANDRO ROSSET

ALEJANDRO JOSE ROSSI

FERNANDO ROSSI

MARCELA VICTORIA ROSSI

NESTOR ARIEL ROSSI

TADEO ROSSI ULLUA

GUILLERMO MARIO ROSSIANO

ALEJANDRO GUSTAVO ROSSO

ESTEBAN ROSSO

EZEQUIEL ROSSO

HERI ELDO PEDRO ROSSO

ARIEL ALCIDES ROSTAGNO

LUIS ROVETTO

GERMAN RUANI

NICOLAS RUBIES

SANTIAGO RUBIES

FEDERICO RUBINO

FRANCISCO RUBIO

CARLOS RUBIOLO

FRANCISCO RUCCI

FRANCISCO ANTONIO RUCCI

MARCELO RUDA VEGA

LUCIANO RUFFINI

ALDO ESTEBAN JOSE RUFFINO

HERNAN RUGGERI

BARBARA RUGORA

DIEGO RUIZ

EZEQUIEL RUIZ

PABLO RUIZ DE LOS LLANOS

FERNANDO RUIZ ESTEVEZ

FEDERICO RUIZ GUIÑAZU

MARIANO JESUS RYBAY

JORGE ALEJANDRO SAAVEDRA

JORGE EDUARDO SABATTINI

DARIO SABINI

PATRICIA SACK

CARLOS R. SACONI

JORGE SAETTONE

MARCELO SAGARDOY

ALBERTO ANTONIO SAINO

DAIANA SOLEDAD SAINZ

JUAN DOMINGO SAL

GUSTAVO ANDRES SALA

DIEGO SALAS

RAIMUNDO SALAZAR

M.CAROLINA SALCEDO

GUSTAVO GUILLERMO SALDAÑA

CRISTIAN MARCELO SALOMON

MARIA LAURA SALVADOR

FERNANDO SALVAGIOTTI

GERARDO RAMON SALVATORI

FLORENCIA SAMBITO

FEDERICO SAMPAOLI

EDUARDO SAN MARTIN

JAVIER SAN MARTIN

MARCOS SAN MIGUEL

JUAN RAMON SANCHEZ

LUCAS GASTON SANCHEZ

MARIO SANCHEZ

NESTOR SANCHEZ

PABLO SANCHEZ

HORACIO SANCHEZ CABALLERO

IGNACIO SANCHEZ PEREA

NICOLAS SANCHEZ PUYADE

ALFREDO SANCHEZ SABALAIN

EDUARDO EMILIO SANCHEZ TERRERO

ALEJANDRO LIONEL SANDOVAL

OSCAR ALEJANDRO SANSOT

RICARDO SANSOT

JOSE RAMON SANTAMARINA

MAURICIO SANTAMARIA

TOMAS SANTAMARINA

RUBEN SANTINELLI

DAVID EUGENIO SANTO

HUGO ANGEL SANTOS

DIEGO SEBASTIAN SANTOS SBUSCIO

ALBERTO CLAUDIO SAPIA

SIMON SARAGUSTI

LUIS FRANCISCO SARASQUETA

DANEL ALEJANDRO SARAVIA

CARLOS ALBERTO SARCHIONE

JUAN CARLOS SARDOY

HORACIO SARLANGUE

CARLOS ALEJANDRO SARRAILH

LUIGI SARTORI

IVAN SASTRE

MIGUEL SASTRE PERELLO

JOSE ARMANDO SAVINO

GUILLERMO RAUL SAVORGNANO

MIGUEL OMAR SAWCZUK

ROBERTO SAYAGO

ROBERTO LUIS SCAGLIA

MARIA EUGENIA SCALERANDI

GUILLERMO MIGUEL SCARAFFIA

ADRIAN DARIO SCARDULLA

MARTIN DARIO SCAVUZZO

VICTOR JAVIER SCHIFANI

JORGE SCHMEDA

RICARDO SCHMITTENDORF

ALESIO SCHNEIDER

GUILLERMO ANDRES SCHULZ

SEBASTIAN DAVID SCHURJIN

MARTIN SCHVARTZMAN

FERNANDO SCHWEITZER

JUAN MANUEL SCILINGO

MARTIN SCLIAR

NICOLAS SCURI

HORACIO SCURIATTI

MARIO ARIEL SECCHI

ARTURO EMILIO SEGADE

JUAN MANUEL SEGADE

HORACIO SEGOVIA

JORGE SEISDEDOS

EDUARDO SELLART

ROBERTO SELTZER

CARLOS SENES

HORACIO SENES

SEBASTIAN SENESI

JAVIER SENET

GUILLERMO PATRICIO SERE

CARLOS HUGO SERRA

HUGO ALBERTO SERRA

LUCAS SERRA

ERNESTO REMO SESIN

PAULA MARIANA SHANAHAN

OSVALDO SIGNORILE

JOSE MARIA SILVA

MAURICIO SIMON

RAFAEL RICARDO SIRVEN

ROBERTO ALEJANDRO SOA

LEANDRO SOAVE

MIGUEL SOBRERO

AGUSTIN SOLA

ELVIO ROBERTO SOLA

MARIANO ESTEBAN SOLA

DANIEL SOLARI

FERNANDO SOLARI

OTTO THOMAS SOLBRIG

JAVIER EDGARDO SOLER FERREYRA

GUILLERMO SOLER RUIZ

DAVID MARTIN SOLIAN

CLAUDIO ANDRES SOLJAN

JUAN PABLO SONA

GUY SORMAN

JUAN ALBERTO SORO

JUAN PABLO SOROETA

JORGE RAUL SORRIBES

MARIO ROBERTO SOTERAS

CESAR ANDRES SOTO

PAUL SOUTHAM

PEDRO MAURICIO JESÚS SPADA

RUBEN ALBERTO SPAHN

DOMINGO GUSTAVO SPERTINO

FABIAN DANIEL SPIAZZI

GUILLERMO SPINETTA

MARTIN EDUARDO SPIROLAZZI

JOSE MARIA SPORTELLI

TULIO MARTIN SPUCCHES

MIGUEL ANGEL STAEMPFLI

PABLO STAGNETTO

ANDRES STARC

RAMIRO STEMPELS CLAUSEN

CLAUDIO STEMPHELET

ALOIS STEVERLYNCK

ARTURO STIEFEL

DIEGO JAVIER STOLL

GORDON STOREY

SEBASTIAN STORTI

SERGIO GUSTAVO STORTI

ADRIAN STRADELLA

LUIS MARIA ROQUE STROTTMANN

GUILLERMO STUDDERT

MARCOS EUGENIO SUAREZ

GUILLERMO SUBIZA

GONZALO GUILLERMO SUEZ

IGNACIO SUIFFET

VICTOR HUGO SUPERTINO

ITALO AMERICO TABARES

VANESA ROMINA TABORRA

JAIME SEGUNDO TALADRIZ

MIGUEL TAMAGNINI

ARIEL ROLANDO TAMER

WALTER TANDUCCI

MARIANO RICARDO TAPIA

JULIO TAPIE

RAUL ALBERTO TARDITTI

OSCAR AMILCAR TARICCO

JOSE LUIS TEDESCO

JORGE ADOLFO TELA

JUAN MANUEL TELLECHEA

JUAN GABRIEL TELLERIA

ALBERTO OSCAR TEMPERINI

GUILLERMO F. TEMPONE

ERNESTO TERAN VEGA

SERGIO DANIEL TERUGGI

BRUNO TESAN

EDUARDO ALBERTO TESTA

NICOLAS TETTAMANTI

RUBEN THEILER

JOSE MARIA THEILL

GASTON MANUEL THERISOD

DIANA MARIA THOMAS DE FRIZ

JUAN ALBERTO TIFNI

OMAR RAFAEL TISEIRA

RODOLFO TKACHUK

MARCELO TOBALDI

GILBERTO LUIS TOFFANO

SERGIO TOLETTI

HUGO TOMASSETTI

ENRIQUE JOSE TONSO

ARISTIDES PEDRO TORELLO

MARTIN TORNQUIST

JAVIER RENE TORRENT

AGUSTIN TORRES

JORGE ALFREDO TORRES

JUAN CARLOS TORRES

JUAN JOSE TORRES

MAXIMILIANO TORRES

RAMIRO JOSE TORRES

LUIS TORRES IRIGOYEN

MATIAS TORRESI

MARCELO H TORTI

SEBASTIAN TORTUL

RODOLFO TOSAR

ENRIQUE ALEJANDRO TOYA

DANIEL HORACIO TRASMONTE

EDUARDO ANDRES TRAVERSO

ANDRES PABLO TREACY

LUCAS TREVISANI VESPA

GUSTAVO TRIMIGLIOZZI

MIGUEL ANGEL TRON

EDUARDO ALBERTO TROPINI

GERARDO TROSSERO

PABLO TROSSERO

TELMO JUAN MIGUEL TROSSERO

FEDERICO TRUCCO

VICTOR TRUCCO

de AAPRESID 178
Historia

HORACIO TUBARO

MARIANO TUCULET

JAVIER TUDISCO

ARTURO EDUARDO TUELLS

DANIEL TUESCA

GUSTAVO TULLIANI

CARLOS ISMAEL TURBAN NIELL

DORIA TURCHI

ROBERTO UHART

MARIO DANIEL UNCHALO

JUSTO MANUEL URQUIZA

VICTOR LUIS URQUIZA

GUILLERMO CARLOS URRUTI

IGNACIO URRUTIA

ALEJANDRO USANDIZAGA

MANUEL ENRIQUE VACCARO

JAVIER VAIROLETTI

EDUARDO VALDERRABANO

DANIEL VALENTINO

PEDRO VALLARINO

INES ALICIA VALLE

CHARLIE VAN DER STRATEN

FEDERICO VARELA

FEDERICO VICENTE VARELA

MATIAS VARELA

ADRIAN VARRONE

NESTOR HUGO VASSALLO

PEDRO RUBEN VASSALLO

ALBERTO VAUDAGNA

FERNANDO VELA

GERARDO RUBEN VELASCO

ANTONIO MARIANO VELLA

FRANCISCO VELLES AGUIRRE

FERNANDO VENICA

ERMETE VENTURA

MANUEL IGNACIO VENTURA

JOSE LUIS BENITO VERA

EMILIO VERA CANDIOTI

SEGUNDO PEDRO VERDE

DANIEL F VERDIER

ROBERTO VERGES

MATIAS ALEJANDRO VERGES MANZUR

LUIS JAVIER VERRI

PATRICIO HUGO VICENTE

RODRIGO MARTIN VICENTE

GUIILLERMO VIDAL

GUSTAVO FRANCISCO VIDAL RODRIGUEZ

RICARDO VIDALES

IGNACIO JAVIER VIDELA

JOSE VIDELA

Instituciones y empresas

13 DE DICIEMBRE S.A.

25 DE SEPTIEMBRE S.A.

AACREA

AAMPN

ABEL Y JUAN RESCHINI S.H.

ACAY AGRO S.R.L.

ACCASTELLO, RAUL, ROBERTO Y GASTALDI DE ACEDE S.A.

ACEITERA GENERAL DEHEZA S.A.

ACELAR S.A.

ACHECULEN S.A.

ACI - AGRO S.A.

ACOPIO AREQUITO S.A. ACSOJA

ADAMA ARGENTINA S.A.

ADECO AGROPECUARIA S.A.

ADELMO CASALI S.A.

ADM BRIONES S.A.

ADMINISTRACIÓN ENRIQUE DUHAU SAAG

ADMINISTRACION OROMI ESCALADA

ADOLFO SARTORI S.A.

ADRIGUS S.A.

ADVANTA SEMILLAS

AGA S.A.

AGBIZ VIAJES AGROPECUARIOS

AGCO ARGENTINA S.A.

AGENCIA DE COMUNICACIÓN LA GACETILLA DE ABRA

AGENCIA DE COMUNICACIONES “RED PRODUCTIVA”

AGENCIA DE DESARROLLO Y COMUNICACION

ESTRATEGICA BURÓ

AGENCIA DE NOTICIA NOVA NACIONAL

AGENCIA DE NOTICIAS CONTINENTAL PRESS

AGENCIA NACIONAL DYN

AGENCIA PERIODISTICA AGROPECUARIA

AGENCIA STRIN AGRO EMPAGRO

AGRESTE S.A.

AGRICOLA BIZ

AGRICOLA MAGDALENA SH

AGRICON S.A.

AGRICULTORES FEDERADOS ARGENTINOS

AGRIMAX S.A.

AGRINEXUS S.R.L.

TERESA VIDELA

HORACIO VIDELA MENSEGUE

OCTAVIO FRANCISCO VIGLIANCO

GASTON VIGLIONE

OSCAR LUIS VIGNATTI

PEDRO MANUEL VIGNEAU

ESTEBAN VIGNOLO

JOSE HORACIO VIGO

EMILIANO VILALTA

JORGE ENRIQUE VILASECA

FERNANDO VILELLA

LUIS MIGUEL VILLA

VICTOR HUGO VILLARNOVO

HERNAN ANIBAL VILLEGAS

FEDERICO ALBERTO VINCENTI

MARIA CLARA VISMARA

FERNANDO ARIEL VISSANI

ANGEL VIVANCO

HUGO VIVAS

GUSTAVO IGNACIO VIVIAN

CARLOS VOLLERT

DANIEL GUSTAVO VOLPE

JUAN NESTOR VON MUHLINEN

CAROLINA ELISABET WAIGAND

ALBERTO MARIO WAINER

AGRIS S.R.L.

AGRISEED S.A.

AGRITEST S.R.L.

AGRO - ADMINISTRACIONES S.A.

AGRO - ENCUENTRO S.A.

AGRO - SERVICIOS S.R.L.

AGRO - VULCAN S.A.

AGRO CONSULTORA S.R.L.

AGRO CORREDORA S.A.

AGRO DELCARRIL S.A.

AGRO FUNES S.R.L.

AGRO INVEST S.A.

AGRO PUERTO SECO S.A.

AGRO TV

AGRO URANGA S.A.

AGROACTIVA

AGROBOS Y MARTIGNONE S.A.

AGROCEF S.R.L.

AGROCEREALES LA MILONGUITA S.A.

AGROCIUDAD S.R.L.

AGROCONSULTOR S.H.

AGROEMPRENDIMIENTOS LITORAL S.A.

AGROEMPRESA SEMILLAS S.A.

AGROFEED GANADERA S.A.

AGROFINA S.A.

AGROGANADERA GOMEZ VELAZQUEZ S.H.

AGROGENERALES S.A.

AGROHAN S.A.

AGROINVEST S.R.L.

AGROLATINA S.R.L.

AGROLEY S.A.

AGROMETAL S.A.I.

AGRONOMIA GENERAL CABRERA S.A.

AGRONOMIA LA LUCILA

AGRONOMIA SALTO S.A.

AGROPECUARIA CAMPOALTO S.A.

AGROPECUARIA COWBELL S.A.

AGROPECUARIA GILBERIDAL S.A.

AGROPECUARIA LA MARIA PILAR S.A.

AGROPECUARIA LAS TAPIAS S.R.L.

AGROPECUARIA LOS ROBLES S.A.

AGROPECUARIA LOS SILBONES S.A.

AGROPECUARIA MISTOL ANCHO S.A.

GERMAN RICARDO WALAS

PATRICIO WATSON

JOSE CASIMIRO WAWRZYK

JEAN LUC DOMINIQUE WAYMEL

ARTURO WEHMAYER

EDUARDO WEICHHART

ROLANDO WENDORFF

CARLOS WERNING

FRANK WITT

PABLO DAMIAN WOISARD

ENRIQUE ALEJANDRO YAÑEZ

SERGIO GERMAN YAQUINTA

ALBERTO YAREGUI

HUGO YEZDRICH

VERONICA YOMAHA

CARLOS YONG

ROBERTO G. YOST

RAFAEL JOSE F. YOVALDI

VICTOR ANGEL ZADEREJ

CECILIA MARIA ZAHND

LUCIANO ANDRES ZAMARO

GUSTAVO ZAMORA

MARIA ANTONIA ZAMORANO DE TERAN

CARLOS ZAMPETTINI

MARILINA ZANGUITU

AGROPECUARIA PAJAS BLANCAS S.A.

AGROPECUARIA RAFAELA S.H.

AGROPECUARIA SAN ALBERTO S.A.

AGROPECUARIA SAN ISIDRO S.H.

AGROPECUARIA SAN JOSE S.R.L.

AGROPECUARIA SAN JUSTO S.R.L.

AGROPECUARIA CAMPO ALTO S.A.

AGROPECUARIA DON CESAR S.A.

AGROPECUARIA DON DAVID S.A.

AGROPECUARIA DON PEDRO S.R.L.

AGROPECUARIA EL 26 S.A.

AGROPECUARIA EL GUANACO S.A.

AGROPECUARIA IMBO S.A.

AGROPECUARIA LA ORACION

AGROPECUARIA LA SILVIA S.A.

AGROPECUARIA PAINE S.A.

AGROPECUARIA PENTA S.A.

AGROPECUARIA SAN JOSE S.A.

AGROPLANT S.R.L.

AGROPUERTO S.A.

AGROQ. Y FERT. FERTYCOM S.R.L.

AGROQUIMICA ALBORADA S.R.L.

AGRORED S.R.L.

AGROSANTO S.R.L.

AGROSAVORETTI S.R.L.

AGROSERVICIOS DOS MIL S.A.

AGROSERVICIOS EL CEIBO S.R.L.

AGROSERVICIOS PAMPEANOS S.A.

AGROSITIO S.A.

AGROSUDESTE S.A.

AGROSUR S.A.

AGROTAIN INTERNATIONAL LLC

AGROTERRA

AGROTIUN S.R.L.

AGROTOP S.A.

AGROTOTAL S.A.

AGROVALOR.COM.AR

AGROVETERINARIA DEL SUD

AGROVETERINARIA EL RODEO

AGROVETERINARIA MILAN S.A.

AGUERRE S.A.A.A.Y C

AIBAL S.A.

AJU S.R.L.

EDUARDO ZANLUNGO

PEDRO JOSE DIONISIO ZAPATA

FERNANDO ZAPATER GUEVARA

TOMAS ZAPIOLA

ANDRES WALTER ZARICH

CARLOS JUAN ZAVALA RODRIGUEZ

FRANCISCO ZAVATTIERI

NICOLAS ZAZU VALLE

FEDERICO ZERBONI

DENIS ZIJLSTRA

JORGE JOSÉ ZORRAQUIN

CLAUDIO ANTONIO ZORRILLA

EXEQUIEL ZORRILLA

FEDERICO ZORZA

JOSE LUIS ZORZIN

IGNACIO CARLOS ZUBERBUHLER

SANTOS ZUBERBUHLER

MARCELO ZUBILLAGA

MARTIN ZUBILLAGA

ROBERTO ZUBILLAGA

CARLOS FRANCISCO ZUBIRI

GUSTAVO CLORINDO ZUIANI

AKTO S.R.L.

ALABERT COMBUSTIBLES S.R.L.

ALAY SERVICIOS AGROPECUARIOS S.A.

ALBERTI MULTIMEDIOS

ALBERTINA S.A.

ALBERTO L. MARCHIONNI S.A.

ALBOR (TERRA IT S.A.)

ALBORADA S.C.

ALBRECHT WALTER Y FEDERICO - YPF-

ALEA Y CIA. S.A.

ALFREDO GUARINO PRODUCCIONES

ALLENDE, MARIA AURELIA

ALLIANZ ARGENTINA COMPAÑIA DE SEGUROS S.A.

ALLTEC S.A.

ALLUB HNOS. S.R.L.

ALTOS DEL PORVENIR S.A.

ALVIMACA S.A.

ANAYAK S.A.

ANDREOLI LUIS Y MARIO

ANQUOR S.A.

ANTIGUAS ESTANCIAS DON ROBERTO S.A.

ANTONIO F. DE URIBELARREA E H. S.R.L.

ANTSA AGROPECUARIA - NUEVO TORINO S.A.

APACHE S.A.

APOSGRAN

APROCABOA

AQUILES MACCHIERALDO E HIJOS S.R.L.

ARAUNEOS DEL SUD S.A.

ARBAYA S.A.

ARCOR S.A.I.C

ARECO SEMILLAS S.A.

ARESO S.R.L.

ARPOV

ARROWWS ARGENTINA S.R.L.

ARYSTA LIFESCENCE ARGENTINA S.A.

ASA

ASAGA

ASAGIR

ASCAL S.R.L.

ASOC. COOPERADORA INTA LAS BREÑAS

ASOC. ITALIANA GESTION AGRONOMICA DEL SUELO (AIGACOS)

ASOC. ITALIANA PROD. AMIGOS DEL SUELO (AIPAS)

179

ASOC. MUTUAL DE PROD. TABACALEROS DE SALTA ASOCIACION COOPERATIVAS ARGENTINA ACA ASOCIADOS DON MARIO S.A.

AUGUSTO MILLAN S.A.

AUROPAMPA S.A.

AUSA AGROINDUSTRIAS URUGUAY S.A.

AUSID

AVANZAR

BAHNSA S.A.

BAIBE S.A.

BALANZAS HOOK S.A.

BALDE DE LAS CAÑAS S.A.

BALESTRINI & CIA. S.A.

BANCO DE GALICIA Y BUENOS AIRES S.A.

BANCO DE INVERSION Y COMERCIO EXTERIOR S.A.

BANCO PATAGONIA S.A.

BAÑUELOS Y CIA. S.A.A.C.I.F.

BARAT EBEL - BARAT MARTIN

BARAVALLE JUAN CARLOS Y LOPEZ SAUQUE

AMALIA

BARBERA CLEMENTE Y BARBERA PAUL S.H.

BARBERO HNOS. S.A.

BARON Y CIA. S.A.

BARRILLI S.A.

BASF ARG. S.A.

BAYER S.A.

BBC S.R.L.

BBVA BANCO FRANCES S.A.

BECKER UNDERWOOD ARGENTINA S.A.

BELLAMAR ESTANCIA S.A.

BEMALAL S.A.

BERARDO AGROPECUARIA S.H.

BERGMANN RICARDO

BERNARDO ROMANO

BETJUMA S.A.

BIBLIOTECA DE LA FACULTAD DE AGRONOMIA DR

EDUARDO CANO

BIBLIOTECA FAC. CS. AGR. CORDOBA

BIOCERES S.A.

BIOETANOL RIO CUARTO S.A.

BIOLATO CEREALES S.C.

BLD S.A.

BLS AGROGESTION S.C.

BOERO S.R.L.

BOLSA DE CEREALES

BOLSA DE CEREALES DE BAHIA BLANCA

BOLSA DE COMERCIO BAHIA BLANCA

BOLSA DE COMERCIO DE ENTRE RIOS

BOLSA DE COMERCIO DE ROSARIO

BOSCHMAR S.A.

BUCK SEMILLAS S.A.

BUFFON CEREALES S.A.

BUISAN EDITH JOSEFA

BULLMARK S.R.L.

BUNGE ARGENTINA S.A.

C.I.M. NEUQUEN S.A.

CABAÑA LA PONDEROSA S.R.L.

CABLEHOGAR

CABLEVISION AZUL

CAFMA

CAIO BIBILONI Y CIA. S.R.L. CALDENES S.A.

CAMAGRO S.R.L. EN FORMACION

CAMARA ARBITRAL DE CEREALES DE BAHIA BLANCA

CAMPO INTEGRADO S.R.L.

CAMPO LA MARIA S.R.L.

CAMPO Y NEGOCIOS S.A.

CAMPOS DEL ESTE S.A.

CAMPOS LA NEGRITA S.A.

CAMPOS Y SIEMBRAS S.R.L.

CAMURRI HNOS.

CANAL 5 DE ROSARIO Y RADIO

CONTINENTAL ROSARIO

CANAL RURAL

CANDELERO ALBERTO, HERMAN Y ARIEL

CANE Y SANTAMARINA S.R.L.

CANTON SUIZO S.A.

CAÑON - IMBERN S.H.

CAPIVARA S.A.

CAPROVE

CARLOS A. BARUFFALDI

CARLOS A. GARCIA - YPF-

CARLOS A. REUTEMANN

CARLOS ACCASTELLO E HIJOS

CARLOS BISCAYART S.A.

CARLOS MAINERO Y CIA. S.A. I.C.F.I.

CARLOS Y RAUL ARINCI S.H.

CARMELA GIRIBONE DE MURO

CARMONA INMOBILIARIA Y AGROPECUARIA S.A.

CARPOVICH

CARRERA DE AGRONEGOCIOS - INSTITUTO

SUPERIOR PARQUE ESPAÑA

CASA ELICEIRY S.A.

CASAFE

CATEDRA DE MALEZAS FAC. CIENCIAS AGRARIAS

UNR

CATTANEO HNOS S.R.L.

CAVALLO NESTOR Y FERNANDO S.H.

CAYTIBA S.A.

CAZENAVE Y ASOCIADOS S.A.

CEDRO AZUL S.A.

CENTRO DE ACOPIADORES

CENTRO ORGANIZADOR AGROGANADERO S.A.

CENTRO UNIVERSITARIO GRACIELA MACBETH

CEREALERA SAN GREGORIO S.R.L.

CEREALES MARCOS JUAREZ S.R.L.

CERINI Y PACHER S.A.

CHEMINOVA AGRO DE ARGENTINA S.A.

CHEMTURA QUIMICA ARGENTINA S.A.C.I

CHIRU ESTANCIA S.A.

CHUBASCO S.A.

COMPAÑIA DE CEREALES LA PELADA S.A.

CIAFA

CIARA

CICCIOLI RODOLFO NAZARENO

CIEX S.A.

CINTER S.R.L.

CIRCULO ARGENTINO DE PERIODISTAS AGRARIOS

CLAAS ARGENTINA S.A.

CLARIN RURAL

CLAUDIO CARRETERO S.A.

COINSER S.A.

COLEGIO DE INGENIEROS AGRONOMOS - ROSARIO

COLEGIO DE INGENIEROS AGRONOMOS - CORDOBA

COLZANI Y ASOCIADOS S.A.

COMBUSTIBLES DEL NORTE S.A.

COMERCIAL ROM S.A.

COMINI HUGO Y COMINI OSCAR S.H.

COMPAÑIA AGROINDUSTRIAL LA ORIENTAL S.A.

COMPAÑIA ARG. DE GRANOS S.A.

COMPAÑIA ARGENTINA DE SEMILLAS S.A.

COMPAÑIA COMERCIAL E INV. DEL SUR S.A.

COMPO ARGENTINA S.R.L.

COMPOMAS S.A.

COMPROMISO RURAL S.A.

CONEXA S.A.

CONF. RURALES ARGENTINAS

CONINAGRO

CONSULTERRA S.A.

CONSULTORA CGM S.A.

COOPERATIVAAGRICOLA DE MONTE MAIZ LTDA.

COOPERATIVAMONTE MAIZ

COOPERATIVA AGR. GAN. LOS MOLINOS LTDA.

COOPERATIVA AGRICOLA CONESA LTDA.

COOPERATIVA AGRICOLA GAN. FEDERAL

VILLA CAÑAS LTDA.

COOPERATIVA AGRICOLA GANADERA BOUQUET LTDA.

COOPERATIVA AGRICOLA GANADERA DE MONTE BUEY LTDA.

COOPERATIVA AGRICOLA GANADERA DE TANDIL Y VELA LTDA.

COOPERATIVA AGRICOLA GANADERA LA UNION LTDA.

COOPERATIVA AGRICOLA GANADERA LEONES LTDA.

COOPERATIVA AGRICOLA GANADERA Y DE CONS.

ONCATIVO LTDA.

COOPERATIVA AGROPECUARIA DE CASILDA LTDA.

COOPERATIVA AGROPECUARIA DE CORONEL

BOGADO LTDA.

COOPERATIVA AGROPECUARIA E IND. DE SALTO LTDA.

COOPERATIVA AGROPECUARIA GENERAL PAZ LTDA.

COOPERATIVA AGROPECUARIA GRAL. NECOCHEA LTDA.

COOPERATIVA AGROPECUARIA LA PAZ LTDA.

COOPERATIVA AGROPECUARIA LA VIOLETA LTDA.

COOPERATIVA AGROPECUARIA UNION DE J. POSSE

COOPERATIVA AGROPECUARIA UNION Y PROGRESO LTDA.

COOPERATIVA DE PROVISION DE SERV. AGRICOLAS

CRIADERO SANTA ROSA LTDA.

COOPERATIVA FEDERAL AGRICOLA GANADERA DE DIAMANTE LTDA.

COOPERATIVA FEDERAL AGRICOLA GANADERA DE SAN JUSTO LTDA.

COOPERATIVA GRANJEROS CHACABUCO

COOPERATIVA LA GANADERA DE RAMIREZ LTDA.

COOPERATIVA LTDA. DE TAMBEROS LA HUMBERTINA

COOPERATIVA AGRICOLA GANADERA DE JUSTINIANO POSSE LTDA.

COOPERATIVA LA ALIANZA

COPLASAM S.A.

COPRA S.A.

CORFORÍO COLORADO

CORODIN S.A.

COSECHAS ARGENTINAS S.A.

COSTA AGRONOMIA

COSUFI S.A.

CPIA -CONSEJO PROFESIONAL DE INGENIERIA

AGRONOMICA-

CRESUD S.A.C.I.F. Y A.

CRINIGAN S.A.

CRISABE S.R.L.

CRUCIANELLI S.A.

CTIC - CENTRO DE INFORMACION DE LA TECNOLOGIA DE LA CONSERVACION

CUATRO DE MAYO S.A.

CUATRO ESQUINAS S.R.L.

CUCHILLO CURA S.A.

CUENCA RURAL.COM

D.G.B. S.R.L.

DALI CARLOS, FERNANDO Y GERMAN

DANEO JOSE MARIA

DANMOR S.A.

DEJAGRO S.R.L.

DEL MONTE FRESH PRODUCE ARGENTINA S.R.L.

DELFINAGRO S.A.

DELMAR S.A.

DESARROLLO EN TRADING Y AGRONEGOCIOS S.A.

DESARROLLOS AGRICOLAS

DESTEFANIS CARLOS Y VICTOR

DIARIO AMBITO FINANCIERO

DIARIO BUENOS AIRES ECONÓMICO

DIARIO BUENOS AIRES HERALD

DIARIO CAMPO ABIERTO

DIARIO DE LA REPUBLICA

DIARIO EL CRONISTA COMERCIAL

DIARIO EL INFORME DE VENADO TUERTO

DIARIO EL LIBERAL

DIARIO EL LITORAL

DIARIO EL LITORAL (AGENCIA ROSARIO)

DIARIO EL TRIBUNO

DIARIO LA CAPITAL (SUPLEMENTO CAMPO)

DIARIO LA MAÑANA

DIARIO LA VOZ DEL INTERIOR

DIARIO NUEVO ABC RURAL

DIARIO PERSPECTIVAS AGROPECUARIAS

DIARIO SEMANA RURAL

DIARIO SUPLEMENTO RURAL

DIARIO SUPLEMENTO TRANQUERA

DIARIO TIEMPO AGROEMPRESARIO

DIASER S.A.

DIRECCION DE AGRICULTURA SUBSECRETARIA

ASUNTOS AGRARIOS

DIST. DIESEL ALBERTO CROSSETTI

DISTRIBUIDOR DIESEL AP S.A.

DIXMAR S.A.

DODERO - TORRES S.A.

DON BALBINO S.A.

DON BENJAMIN S.A.

DON BERNARDO

DON BERTEL S.R.L.

DON BLAS S.R.L.

DON COCO S.A.

DON EDMUNDO S.R.L.

DON EGIDIO S.A.

DON GUILLERMO AGROPECUARIA S.A.

DON LINO S. CIVIL

DON MANUEL S.A.

DON PANCHO S.A.

DON PIO S.R.L.

DON RAMON S.A.

DON ROBERTO S. H.

DONHACHE S.A.

DORA Y JORGE AIMALE

DORREGO, LOPEZ Y NOVES S.A.

DOS RIOS S.A. AGROPECUARIA E INMOBILIARIA

DOW AGROSCIENCES

DROMEDARIO S.A.

DROP CONTROL S.A.

DUBINI, ALVARO, MARCELO Y MIRTA DE DUGGAN HNOS S.A.

DUPONT ARGENTINA S.R.L.

E. GHERARDI E HIJOS S.A.

EB.AGROPECUARIALA HERRADURA S.A.

EBER Y RICARDO SORZANA

EDGARDO E. FONTANA Y CIA. S.R.L.

EDUARDO BERAZA S.A.

EDUARDO Y ANA MARIA FIRPO S.H.

EET 486

EL BAJO HONDO S.C.A.

EL BATEL S.A.

EL BOYERO S.A.

EL CARMEN AGROPECUARIA S.R.L.

EL CEIBO S.A.

EL CHALCHALERO S.A.

EL COSACO S.A.

EL ESTRIBO DEL NORTE S.A.

EL GRUPO LOS AZULES S.A.

EL GUAYACAN S.R.L.

EL HINOJO S.A.

EL JACARANDA

EL LABRADOR

EL LUCERO S.R.L.

EL MIRLO S.A.

EL PAJONAL S.A.

EL PALENQUE S.A.

EL PARQUE S.R.L.

EL PERICON S.A.

EL PIAMONTES S.A.

EL PIQUETE S.R.L.

EL PUENTE S.H.

EL REFUGIO DE CARLOS S.A.

EL REFUGIO SCA

EL REMANSO DE ROGGERO S.A.

EL REMANSO S.A.

EL ROBLE AGRICOLA GANADERA S.R.L.

EL TALA S.A.

EL TALAR DE SALTA S.A.

EL TEJAR S.A.A.C. E I.

EL TRUEQUE S.A.

ELENA IRISARRI

ELORRIAGA SERVICIOS S.R.L.

EMBAJADA BRITANICA

EMBAJADA DE ESTADOS UNIDOS

EMBAJADA DE LA INDIA

EMBAJADA DE LOS PAISES BAJOS

EMPRENDIMIENTOS DEL SIANCA S.A.

ENERGETICA INTEGRAL S.A.

ENJO S.R.L.

EPEU S.A.

de AAPRESID 180
Historia

ERNEDU S.A.

ESCUELA 8236 LOS NOGALES

ESCUELA AGROTECNICA SALESIANA DON BOSCO

ESCUELA AGROTECNICA VILLA URQUIZA

ESCUELA INCHAUSTI

ESMACOL SA

ESPECTADOR

ESTACIÓN EXPERIMENTAL BELLA VISTA

ESTACIÓN EXPERIMENTAL EL COLORADO

ESTACIÓN EXPERIMENTAL INTA CONC. DEL URUGUAY

ESTACIÓN EXPERIMENTAL MERCEDES

ESTACIÓN EXPERIMENTAL SALTA

ESTACIÓN EXPERIMENTAL SAN LUIS

ESTACIÓN EXPERIMENTAL SANTIAGO DEL ESTERO

ESTACIÓN EXPERIMENTAL RECONQUISTA

ESTACIÓN EXPERIMENTAL SAENZ PEÑA

ESTABLECIMIENTO AGROPECUARIA LOS PAMPEROS S.A.

ESTABLECIMIENTO AGROPECUARIA SAN CARLOS S.A.

ESTABLECIMIENTO DON ALFREDO S.A.

ESTABLECIMIENTO GALLINAO S.A.

ESTABLECIMIENTO LA FE DE A Y A GIORDANA S.H.

ESTABLECIMIENTO LA LUISA (JORGE DEL VALLE)

ESTABLECIMIENTO LA MAGDALENA S.A.

ESTABLECIMIENTO LA TOLDERIA S.A.

ESTABLECIMIENTO LOS DOS PINOS S.A.

ESTABLECIMIENTO TATU S.A.

ESTABLECIMIENTO DON JUAN S.A

ESTABLECIMIENTO DOÑA JULIA S.A.

ESTABLECIMIENTO EL PALMAR S.R.L.

ESTABLECIMIENTO SAN ANTONIO S.A.

ESTABLECIMIENTOS LA NEGRA S.A.

ESTACION EXPERIMENTAL AGROIND. OBISPO

COLOMBRES

ESTANCIA AVICOLA LA MOROCHA S.A.

ESTANCIA DON ADOLFO S.A.

ESTANCIA EL CACIQUE

ESTANCIA LA MADRUGADA S.A.

ESTANCIA LAS CATONAS SACIFYA

ESTANCIA MARIA CRISTINA S.A

ESTANCIA MARIA LUISA S.A.

ESTANCIA RAUL MENDIZABAL S.A.A.G.

ESTANCIA SAN FRANCISCO S.A.A.C.

ESTANCIA SARA BELTRAN S.A.

ESTANCIAS DE ALSINA S.A.

ESTANCIAS DE OBLIGADO S.R.L.

ESTANCIAS DEL REY S.A.

ESTANCIAS NIAGARA S.A.

ESTANCIAS UNIDAS DEL SUD S.A.

ESTELA DELLAROSSA S.A.

EVASIO MARMETTO S.A.

EXPOAGRO

EXPOCHACRA ARG S.A.

EZCURDIA-ZINNY S.A.

FAB - FORO ARGENTINO DE BIOTECNOLOGIAFACULTAD DE AGRONOMIA Y VETERINARIA - UNRC FACULTAD CIENCIAS AGRARIAS UNLZ FACMA

FACULTAD DE AGRONOMÍA - UNC

FACULTAD DE AGRONOMIA DR. EDUARDO CANO FACULTAD DE AGRONOMIA - UBA

FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS CENTRO PROVINCIA DE BUENOS AIRES - UNICEN

FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS DE BALCARCE - UMdP

FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS DE CATAMARCA - UNCA

FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS DE ESPERANZA - UNL

FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS DE LUJAN - UNLu

FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS - UCA

FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIASUNIV. DE BELGRANO - UB

FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS - UNNE

FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS - UNRBIBLIOTECA

FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS Y FORESTALES - UNLP

FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS - UNER

FACULTAD DE RECURSOS NATURALES DE FORMOSA - UNaF

FACULTAD NACIONAL DE JUNIN - UNNOBA

FAMAWEN S.R.L.

FEBRAPDP - FEDERACAO BRASILEIRA DE PLANTIO

DIRETO NA PALHA

FEDERACION AGRARIA ARGENTINA

FEDIAP

FELIPE GARLISI E HIJOS S.A.

FEPASIDIAS - FEDERACION PARAGUAYA DE SIEMBRA

DIRECTA PARA UNA AGRICULTURA SUSTENTABLE

FERBUEL S.A.

FERIAS DEL NORTE

FERNANDEZ CANDIA AGRIBUSINESS S.A.

GIVALU AGROPECUARIA S.A.

GOMEZ LUNA HNOS. S.A.

GONFER S.A.

GONZALEZ CLAUDIO Y MARCELO S.H.

FERNANDEZ CANDIA S.A.

FERNANDEZ HNOS. S.H.

FERNANDO MIGUEL SPELANZON

FERTIL TECNOLOGIAS S.R.L.

FERTILIZANTES FULLTEC S.R.L.

FIDEICOMISO AGROPECUARIO PEYRANO

FIDEICOMISO INCREMENTAR SERVICIOS

AGROPECUARIOS

FIDELEFF E HIJAS

FILMASTER (PROGRAMA DE TV JUNTO AL CAMPO)

FINARVIS S.R.L.

FIORDANI Y RENZI CEREALES S.A.

FIRST PRODUCCIONES

FLIA. MOSCA

FLORATINE BIOSCIENCES INC.

FM AIRE 97.7

FMC QUIMICA S.A.

FN SEMILLAS S.A.

FOLGUERA AGROSERVICIOS S.A.

FORO DE LA AGROINDUSTRIA

FORTEZZA S.A.

FORTIN MENAY S.A.

FRANCISCO B. SPINETTA S.A.

FRAYSSINET RUBEN E HIJOS

FRONTIERS INVESTMENTS S.A.

FUMIGACIONES EL PAMPERITO S.R.L.

FUMISEM S.A

FUNDACION DARSE CUENTA

FUNDACION HOGAR RODOLFO FUNKE

FUNDACION LIBERTAD

FUNDACION PRODUCIR CONSERVANDO

FUNDACION REDBIO

FUTUROS Y OPCIONES.COM S.A.

GALETTO COMUNICACIONES INTEGRADAS

GANAGRIN S.A.G.

GARCIARENA MARTIN, JOSÉ Y JUANA

GATTO HNOS S.H.

GEOSISTEMAS S.R.L.

GIRAUDO ALEJANDRO LUIS

GOYAIKE S.A.

GRACIELA PRINCIPE Y OTROS S. H

GRAGLIA OSVALDO Y JOSE S.H.

GRAMARA S.A.

GRANERO DEL OESTE S.A.

GRANERO S.R.L.

GRIGORIADES CARLOS

GRIMALDI GRASSI S.A.

GROBOCOPATEL HNOS S.A.

GRUPO CREAR S.R.L.

GRUPO NSP

GRUPO YANAPAY S.R.L.

GTEC - CENTRO ESTE UNR

GUILLERMO LUIS BONAMICO

GUIRA GUAZU S.A.

GUIVOR S.A.

GURE AMETZA S.A.

GURRUCHAGA OMAR Y RICARDO S.H.

GUSOT S.R.L.

HARAS CONGREVE S.A.

HATHOR S.A.

HECTOR JULIO Y ERNESTO DIAZ S.A.

HELM ARGENTINA S.R.L.

HIJAS DE J. HARRIET

HIJOS DE GUILLERMO DUCOS S.A.

HINTON S.A.

HOLMBERG & CASARETTO S.A.

HSBC BANK ARGENTINA S.A.

HUGO TRECCO S.H.

HURTADO DORA ESTHER Y GALLESE LILIANA

EVVESIA

IMPLANTE S.A.

INAI

INDUSTRIAL AND COMMERCIAL BANK OF CHINA

(ARGENTINA) S.A.

INDUSTRIAS ERCA S.A.

INDUSTRIAS JOHN DEERE ARG.

INESITA S.R.L.

INFOMEDIA PRODUCCIONES

ING. E. BERTINI S.A.

INGACOT S.A.

INGENIERIA AGROPECUARIA S.R.L.

INSTITUTO DE CLIMA Y AGUA

INSTITUTO DE ECONOMÍA Y SOCIOLOGÍA - INTA

INSTITUTO DE INGENIERIA RURAL CA

INSTITUTO DE SUELOS CIRN

INSUMOS Y CIA. S.A.

INTA AER BRINKMANN

INTA AER TANDIL

INTA AGUILARES

INTA ANGUIL

INTA ARIAS

INTA ARRECIFES

INTA ARROYO SECO

INTA BANDA DEL RIO SALI

INTA BELL VILLE

INTA BORDENAVE

INTA BRAGADO

INTA CAÑADA DE GOMEZ

INTA CARHUE

INTA CARLOS PELLEGRINI

INTA CASILDA

INTA CASTELAR

INTA CERRILLOS

INTA CORONEL SUAREZ

INTA CORRAL DE BUSTOS

INTA CORRIENTES

INTA CORRIENTES EEA

INTA CRESPO

INTA EEA BALCARCE

INTA EEA H. ASCASUBI

INTA GALVEZ

INTA GENERAL PICO

INTA GENERAL VILLEGAS

INTA GUALEGUAY

INTA HUINCA RENANCO

INTA JESUS MARIA

INTA JUNIN - PREDIO SOC RURAL

INTA JUSTINIANO POSE

INTA LA CARLOTA

INTA LA PAZ

INTA LABOULAYE

INTA LAS BREÑAS

INTA LAS ROSAS

INTA MANFREDI

INTA MARCOS JUAREZ

INTA NOETINGER

INTA OLIVEROS

INTA PARANA

INTA PERGAMINO

INTA RAFAELA

INTA RIO CUARTO

INTA ROLDAN

INTA SAN NICOLÁS

INTA SAN PEDRO

INTA SAN PEDRO

INTA SANTA FE

INTA TOTORAS

INTA TRES ARROYOS

INTA UCACHA

INTA VENADO TUERTO

INTA VICTORIA

INTAGRO S.A.

INTEGRAL AGROPECUARIA S.C.C.

INTERTEC SOCIEDAD ANONIMA

INVERSIONES Y MANDATOS AGROPECUARIA SACIFIA

INVERSORA JURAMENTO S.A.

IOLE SANTI S.R.L.

IPCVA - INSTITUTO DE PROMOCION DE LA CARNE

VACUNA ARGENTINA-IPESA

IPNI CONO SUR

IRIBARNE IRIBARNE S.A.

ISK ARGENTINA BRANCH

ITURRASPE S.A.

IVAN Y HUGO ROSSO

IZCA YACU S.A.

J.B.A. S.A.

JORGE A. CASAL CEREALES S.R.L.

JORGE ALBERTO GOUJON

JORGE L. ONETO SOCIEDAD DE BOLSA S.A.

JOSE ANTONIO BERRUEZO

JUAN CARLOS GARIN E HIJOS S.H.

JUAN JOSE MORETTI

JUAN LEONCIO IRIBERRI SCA

JUAN ORAZI E HIJO

JUBER S.A.

JUELEN S.A.

JULIO CESAR BERTOLOTTO

JUPACE S.A.

JURAJ S.R.L.

JV AGRO

KIMENAGRO S.A.

KOSTERLITZ RICARDO Y DANIEL

KUMAGRO S.A.

KUMEI MAPU S.R.L.

KWS ARGENTINA S.A.

L&S GROUP AGRICULTURA DE PRECISION

LA AGRIC. REGIONAL COOPERATIVA LTDA. DE CRESPO

LA ARMONIA S.A.

LA BIZNAGA S.A.A.C.I.F. Y M.

LA BRAGADENSE S.A.

LA CASSINA S.A.

LA CELINA S.A.

LA CHAMPA S.A.

LA CHINGOLA SAGA

LA CLEMENTINA S.A.

LA CONSTANCIA AGRO S.A.

LA EMMA AGRICOLA S.A.

LA ENRAMADA S.A.

LA FUNDADORA S.A.

LA GACETA DEL PUERTO Y AGROINDUSTRIAL

LA GLORIOSA S.A.

LA JOSEFINA S.R.L.

LA LARGA CHICA S.A.

LA MARGARITA S.H.

LA MOROCHITA S.A.

LA NENA COOPERATIVA DE TRABAJO LTDA.

LA PARTIDA S.A.

LA PLUMA DE FIRPO S.A.

LA RAMALLERA S.A.

LA SEGUNDA COOPERATIVA LTDA. SEGUROS GRALES.

LA SORPRESA S.A.I.C.A.

LA TATABRA S.A.

LA TRILLA 4 S.R.L.

LA TROUPE S.A.

LABORATORIO SAN PABLO PRODUCTOS

BIOLOGICOS S.R.L.

LABORATORIOS BIAGRO S.A.

LABORATORIOS DEGSER S.R.L.

LABORATORIOS LOPEZ S.R.L.

LABRACERO S.R.L.

LAFUENTE HNOS. S.A.

LAHORADELMATE.COM

LAMILI S.A.

LANGELLOTTI PAMPA DEL INFIERNO S.R.L.

LARTIRIGOYEN Y CIA. S.A.

181

LAS CEBRAS S.A.

LAS CINCO HERMANAS S.A.A.G.F.

LAS LAGUNAS Y ASOCIADOS S.A.

LAS TAPERITAS S.A.

LAS TRES MARIAS AGROPECUARIA S.R.L.

LAS TULIPAS S.A.

LAS VIBORAS S.A.

LASTORTA Y RIBECCA S.A.

LAUKUNA S.R.L.

LAVISTA Y STEGMANN S.C.

LAWLER GUILLERMO Y LAWLER EDUARDO

LAXAGUE FRANCISCO MARIA

LCRADIO

MATIAS AMENGUAL S.R.L.

MATILDE Y ALICIA CAMUYRANO S.A.

MAZZOGLIO Y POLIDORO

MEALLA AGROPECUARIA S.A.

MECANO GANADERO S.A.

MECANO GANADERO S.A.

MEDINA GLADYS ELIZABETH

LEONES DE BLEEK S.A.

LEPORATI Y CIA. S.A.

LERDA HNOS.

LIAG ARGENTINA S.A.

LLAMAYU S.A.

LLORENTE HNOS. S.A.

LOITEGUI S.A.

LOMABEC S.A.

LOPEZ ANDRES LUCIO E HIJOS S.H.

LOS CARDOS S.A.

LOS ESTRIBOS DE GIECO

LOS ESTRIBOS S.A.

LOS GROBO AGROPECUARIA S.A.

LOS GURRU S.H.

LOS LAPACHOS S.R.L.

LOS MEDANOS AGRICOLA GANADERA S.A.

LOS MOLLES S.R.L.

LOS NONITOS S.R.L.

LOS OLIVOS S.H.

LOS OMBUES S.R.L.

LOS RASTROJOS S.A.

LOS REZAGOS S.A.

LOS ROBLES AGRICOLA GANADERA S.A.

LOS TILOS S.A.

LOS TUCOS S.A.

LOSINO PRODUCCIONES

LUBRE S.R.L.

LUIS A. DUCRET Y CIA. S.A.

LUIS MANUEL PAZ Y OTROS S.H.

LYDA S.A.

M Y M FIDEICOMISO AGROPECUARIO

M Y M RICCIARDI S.A.

MA. ELENA CUCULLU

MACONDO S.R.L.

MAEFA S.A.

MAHUEN S.A.

MAIPUE S.A.

MAIZAR

MALAL HUE EN CHAPADMALAL S.A.

MAMALU S.A.

MAN AGRO S.A.

MANDRILE ALCIDES, ADRIAN Y DIEGO S. H.

MANERO S.A.

MANOLO GAUCHO S.A.

MANTEL HNOS.

MAO S.C.

MARCA LIQUIDA S.A.

MARCELO ARRIOLA

MARCOS MEIROVICH S.R.L.

MARIA DE LOS ANGELES KURIGER

MARIA ELENA S.A.

MARICEL Y VICTORIA DE PALMA S.H.

MARIEST S.A.

MARINO, JENCQUEL & ASOCIADOS

MARKETING A CAMPO S.A.

MARTIN ARRONDO S.R.L.

MARTIN H. PESSAGNO Y JUAN PEDRO TAVERNA S.H.

MARTIN IRURETA S.R.L.

MAS-AGRO S.A.

MERCOBRAS S.A.

MERITI

MERLO Y MANAVELLA S.A.

METALFOR S.A.

MIGUEL Y LUIS LOMBARDO S.A.

MINISTERIO DE PRODUCCION Y AMBIENTE DE FORMOSA

MINERALES DEL RECREO S.A.

MITIKILE S.A.

MITRE Y CAMPO

MOIA RODOLLFO Y ROBERTO

MOLINO NTRA SRA DE LUJAN S.H.

MOLIN-TIZON S.H.

MONDINO ADALBERTO S. H.

MONSANTO ARGENTINA S.A.

MOROHUE S.A.

MOSAIC DE ARGENTINA S.A.

MSU S.A.

MUCHO SOL S.A.

MULTICANAL ROSARIO

MULTIMEDIO INFOCAMPO

MUNDOCAMPO

NAHUEL RUCA S.A.

NAHUEL S.A.

NATUGRAN S.R.L.

NELIO RAUL PIGNATTA Y CIA. S.A.

NELSON ZAMBON

NIDERA S.A.

NITRALCO S.A.

NITRAP S.R.L.

NITRASOIL ARGENTINA S.A.

NORBERTO LUIS BALLARIO E HIJAS S.A.

NOVA S.A.

NOVOZYMES BIOAG S.A.

NUESTRA HUELLA S.A.

NUESTRO CAMPO ARGENTINO

NUEVAS TIERRAS S.A.

NUEVO BANCO BISEL S.A.

NUFARM S.A.

NUTRIENTES S.A.

NUTRIFOLIAR S.R.L.

NUTRITERRA S.A.

OLGA MIRANDA DE MARTIN E HIJOS

OLMEDO AGROPECUARIA S.A.

ONDAS DE CAMPO

ORGANIZACION DELASOIE HNOS S.A.

OSCAR PEMAN Y ASOCIADOS S.A.

OSCAR SCIUTTO S.H.

OSELLA ARIEL Y OSELLA ADRIAN S.H.

OSVALDO FANTINI Y CIA. S.R.L. - YPF-

OSVALDO MARTINI E HIJO S.H.

OTONDO S, OLLETA M, OTONDO E PABLO E GUELPERIN

PABLO MORENO

PACEAGRO SOCIEDAD ANONIMA

PAGO DE LA CONSTANCIA

PALADINI S.A.

PALAVERSICH Y CIA. SAC.

PALAZZESI LEONEL, MAURO, BERENICE Y LUCIANO S.H.

PALO VERDE S.R.L.

PAMPA DEL CIELO S.R.L.

PANNAR SEMILLAS S.R.L.

PASQUALI HNOS S.R.L.

PASTOR HERNAN Y LEANDRO S.H.

PATHARA S.A.

PAZ RURAL S.A.

PEDRO A. LACAU E HIJOS S.R.L.

PEDRO PINEDA

PEÑEROS S.A.

PEREYRA S.A.A.I.

PETROANDINA S.R.L.

PETROARSA S.A.

PETROBAN S.R.L.

PETROBRAS ENERGIA S.A.

PETROBREÑAS S.A.

PETROSERVICE S.R.L.

PHILIPA S.A.

PICCA RUBÉN ALBERTO

PIERONI - CARATI

PIEROTTI HNOS S.H.

PILAGA S.A.

PILMAIQUEN S.A.

PINAR S.A.

PIONEER ARGENTINA S.R.L.

ROHM AND HAAS ARGENTINA S.R.L.

ROTAM DE ARGENTINA AGROQUIMICA S.R.L.

PLA S.A.

PLASTAR SAN LUIS

POMIES HECTOR E HIJO

POMIES JORGE E HIJOS

PORTAL AGRO SAN JUSTO

PORTAL AGROMEDIOS URUGUAY

PORTAL DEL INTERIOR (GRAFICA)

PORTAL E-CAMPO

POSAVINA S.A.

PRENSA GOBIERNO DE SAN LUIS

PRODAGRO ARGENTINA S.A.

PRODUCCION GENTE DE CAMPO

PRODUCCIONES AGRICOLAS ASOCIADAS S.A.

PRODUCER S.R.L.

PRODUCIR XXI LUIS MARCENARO

PRODUCTORA EL ÁRBOL Y EL BOSQUE

PRODUSEM S.A.

PROFERTIL S.A.

PROGRAMA CAMPO & ECONOMIA - CANAL PLUS SATELITAL

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PROGRAMA DE TV DINAMICA RURAL

PROGRAMA DE TV SEMBRANDO FEDERAL

PROGRAMA DE TV SOLO CAMPO

PROGRAMA DE TV TIEMPO DE CAMPO

PROGRAMA DE TV TRANQUERA ABIERTA

PROGRANO

PUCCIO MATIAS Y PETRY JAVIER S.H.

PUERTA GRANDE S.A.

PUESTO VIEJO S.A.

PUJANZA S.R.L.

PUMA SUR S.A.

QUAGLIA JUAN Y MAURICIO S.H.

QUEBRACHITO GRANOS S.A.

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RADIO CONTINENTAL AM 590

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PROVINCIA

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REALES Y ASOCIADOS S.R.L.

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REFRACTARIOS ARGENTINOS S.A.I.C.M.

RELMO S.A.

RESERV S.R.L.

REVISTA 365 CAMPO

REVISTA ACAECER/ LA COOPERACION

REVISTA AGRO COOPERATIVAS DE MAR DEL PLATA

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REVISTA AGROMERCADO

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REVISTA MARCA LIQUIDA

REVISTA MARGENES AGROPECUARIOS

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REVISTA ON 24

REVISTA PUNTO BIZ

REVISTA ROSARIO EXPRESS

REVISTA SALTA PRODUCTIVA

REVISTA SUPER CAMPO

REVISTA TIERRA ADENTRO

RIBA EDGARDO Y OSVALDO

RIBOLDI S.A.

RICARDO AROSTEGUY

RINCON DEL CHILLAR S.A.

RINCON DEL TIGRE S.A.

RINCON VERDE S.H.

RIO BERMEJO S.A.

RIZOBACTER ARGENTINA S.A.

RODRIGUEZ PENELAS JORGE D Y HORACIO N

RUCAMALEN S.A.

RURAL CERES S.A.

RURALCO SOLUCIONES S.A.

RUTENIA S.A.

S.A. BARTOLOME GINOCCHIO E HIJOS CIA. LTDA.

S.A. LA NACION

S.A. RURAL Y FINANCIERA VICTORIA

S.A. EXPLOTACION DE CAMPOS Y MONTES DEL RIO BERMEJO

SAFARI AUTOMOTORES S.A.

SAMA EXPLOTACIONES AGRICOLAS S.R.L.

SAN ALBERTO S.A.

SAN CRISTOBAL SOCIEDAD MUTUAL

SAN FERNANDO S.A.

SAN IGNACIO AGROPECUARIA S.A.

SAN ISIDORO S.A.

SAN PEDRO AGROPECUARIA S.A.

SANCOR COOPERATIVA DE SEGUROS LTDA.

SANTA ANGELINA S.A.

SANTA BARBARA S.A.

SANTA TERESA S.C.A.

SANTA VICTORIA

SANTANDER RIO S.A.

SCHIARRE S.A.

SEBANT S.A.

SEBOL CEREALES S.R.L.

SEEDMECH LATINAMÉRICA S.R.L.

SEIS ROBLES S.A.

SELENE S.A.C.F.I.I. Y A.

SEMA

SEMANARIO PUNTO A PUNTO

SEMILLERO EL CEIBO S.A.C.I.A.

SEMILLERO GUALEGUAY S.R.L.

SER BEEF S.A.

SERAGRO S.H.

SERVICIOS E INSUMOS ASOCIADOS S.R.L.

SERVICIOS Y MARKETING AGROPECUARIO S.R.L.

SESANA Y NOE

SESENTA Y SEIS S.A.A. Y C.

SG FERTILIZANTES LIQUIDOS ARGENTINA S.A.

SIEMBRA NEUMATICA S.R.L.

SIEMBRAS ARGENTINAS S.A.

SIEMBREBIEN S.R.L.

SIMACO S.A.

SIMARO S.A.C.F. Y A.

SINDE -PRETINI- PRETINI S.R.L.

SINTESIS QUIMICA S.A.I. Y C.

SISTEMAS DE RIESGO S.A.

SMR S.A.

SOCIEDAD RURAL ARGENTINA

SOCIEDAD RURAL DE ROQUE PEREZ

SOCIEDAD RURAL DE SAN LUIS

SOMARUGA AGRO S.H.

SPECIALY FERTILIZER PRODUCT

SPEEDAGRO S.R.L.

de AAPRESID 182
Historia

SPS ARGENTINA S.A.

STOLLER ARGENTINA S.A.

STUBER RUBEN, RICARDO, GERMAN Y GUILLERMO S.H.

SUC. ADINO ROMAGNOLI S.R.L.

SUC. DE ANTONIO MORENO S.A.

SUC. DE JOSE MARIA TAVERNIER S.H.

SUC. DE MEM DE HENDERSON S.H.

SUC. DE MONSALVO ROBERTO ANTONIO

SUC. DE ROQUE MUCHIUTTI

SUC. R GUANZINI E HIJOS

SUCESORES DE SANTIAGO MARINI S.A.

SUDESSA S.R.L.

SUMMIT AGRO ARGENTINA S.A.

SUPPO CEREALES S.A.

SURI YACO S.R.L.

SURIANO OSCAR Y BUCCO E S.H.

SURSEM S.A.

SYNGENTA AGRO S.A. - DIV. PROTECCIÓN DE CULTIVOS

TAMARINDO S.A.C.I.F. Y A.

TAURO S.R.L.

TECNOAGRO S.R.L.

TECNOCAMPO S.A.

TEKUN AGROPECUARIA S.A.

TELL HERMANOS S.R.L.

TERMINAL 6 S.A.

TERRAGARBA S.A.C.A.I. Y F.

TERRANOA S.R.L.

TERY TERRA S.R.L.

THE NEW FARM COMPANY

TIERRA DORADA S.A.

TIERRA FERTIL S.A.

TIERRA GREDA S.A.

TIERRA GUENA S.A.

TIERRAS RANQUELINAS S.A.

TILO S.C.A.

TILUHE S.A.

TINAREN S.A.

TISCORNIA M DOLORES

TODO AGRO

TOMAS BOERO S.C.

TOMAS HNOS Y CIA. S.A.

TRAULEN CO S.A.

TREBOL AZUL S.A.

TRUMIL S.A.

UNION AGRICOLA DE AVELLANEDA COOPERATIVA LTDA.

UNION CEREALERA S.A.

UNITEC AGRO S.A.

UNITY S.A.

UNIVERSAL GRAIN ARGENTINA S.A.

UNIVERSIDAD AUSTRAL

UNIVERSIDAD CATOLICA DE CORDOBA

UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN LUIS

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SUR

UNIVERSIDAD SALVADOR -CARRERA DE AGRONOMIA-

USANDIZAGA, PERRONE Y JULIARENA S.A.

VALENTIN BRUNO CAON E HIJOS S.H.

VALIDAR S.A.

VALMONT INDUSTRIES DE ARGENTINA S.A.

VALORES ARGENTINOS

VARCAM S.A.

VASSALLI FABRIL S.A.

VASSALLO EDGARDO DANIEL

VENADOS MANUFACTURA PLASTICA S.A.

VENTUE S.A.

VHB REPUESTOS AGRICOLAS S.A.

VICOYA S.A

VIEJO TOMBO S.A.

VILLA TRIGO S.A.

VILUCO S.A.

VIREYES AGROPECUARIA S.A.

VISION AGRO S.R.L.

VON IFFLINGER-GRANEGG ADOLFO AUGUSTO BEA

WILLIAMS ENTREGAS S.A.

YAM -YESO AGRICOLA MALARGUE

YARA ARGENTINA S.A.

YPF DIRECTO GRAL VILLEGAS

YPF DIRECTO JUNIN

YPF DIRECTO SAN ANTONIO DE ARECO

YPF DIRECTO VENADO TUERTO

YPF S.A.

ZAMBA AGROPECUARIA S.A.

ZERAY S.A.

ZUBIAURRE S.A.

ZUMAQUE S.R.L.

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AAPRESID : Experiencias compartidas por un desarrollo agrícola sustentable / María Beatriz Giraudo ... [et.al.] ; coordinado por Victor Trucco ; con prólogo de María Beatriz Giraudo ... [et.al.]. - 1a ed. - Rosario : Historia Urbana, 2014. 176 p. : il. ; 23x29 cm.

ISBN 978-987-33-5536-3

1. Agricultura. 2. Biotecnología. 3. Economía. I. Giraudo, María Beatriz II. Trucco, Victor, coord. III. Giraudo, María Beatriz, prolog. CDD 630

AAPRESID - Experiencias compartidas por un desarrollo agrícola sustentable

Copyright 2014 © AAPRESID Queda hecho el depósito que marca la Ley 11.723

ISBN: 978-987-33-5536-3

AAPRESID - Experiencias compartidas por un desarrollo agrícola sustentable fue realizado a pedido de AAPRESID por Historia Urbana, www.historiaurbana.com.ar

Investigación histórica, redacción y entrevistas: Alicia Chiesa, Carolina Carman, Roberto Casazza, Ricardo Primo, Juan Luis Martirén Diseño: Virginia Gallino

Fotografías: Martín Gallino, Lucila Benavente, Archivo de AAPRESID, Archivo General de la Nación, Archivo “Abel Alexander”, Archivo (de acceso libre) “J. Paul Getty Trust”, www.nasa.gov

Colaboraciones especiales a pedido de AAPRESID para esta obra: Carlos Crovetto Lamarca, Luis Felipe Giraudo, Osvaldo Barsky, Mario Bragachini, Jorge Romagnoli, Santiago Lorenzatti. Equipo de trabajo por parte de AAPRESID: César Belloso, Daniel Canova, María Eugenia Magnelli, Victoria Cappiello, María Beatriz Giraudo, Santiago Casas

Coordinación general por parte de AAPRESID: Víctor Trucco

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