Revista Técnica Red de Innovadores Maíz 2019

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ISSN 1850-0633 REVISTA TÉCNICA DE LA ASOCIACIÓN ARGENTINA DE PRODUCTORES EN SIEMBRA DIRECTA

Maíz SD Editor responsable Ing. Alejandro Petek Redacción y edición Lic. Victoria Cappiello Colaboración Ing. Florencia Accame, Rocio Belda, Carlos Buffarini, Ing. Tomás Coyos, Ing. Fabricio Del Cantare, Ing. Ignacio Heit, Ing. Franco Lillini, Ing. Andrés Madias, Ing. Martin Marzetti, Ing. Tomás Mata, Lic. Cecilia Moral, Ing. Eugenia Niccia, Ing. Martín Rainaudo, Ing. Alejo Ruíz. Desarrollo de Recursos (Nexo) Ing. Alejandro Clot Marcio Morán Ing. Agustin Eier Lic. Ruiz Rocío

Julio 2019

de

Asociación Argentina Productores en Siembra Directa.

Dorrego 1639 - Piso 2, Of. A, (S2000DIG) Rosario. Tel/Fax: +54 (341) 4260745/46. e-mail: aapresid@aapresid.org.ar www.aapresid.org.ar


MAÍZ Efecto de la fecha y densidad de siembra sobre el comportamiento agronómico en maíz R. Maich

4

Comportamiento de Cultivos de maíz temprano y tardío a la densidad, en el Oeste de Buenos Aires Satorre, E.H.; Guarino, G.; Bello, J.

11

Tolerancia a altas densidades y estabilidad del rendimiento en maíz Di Matteo,J.A.

19

Resultados de ensayos de maíz a campo Regional Los Surgentes-Inrriville - Zorzín, J.L.

26

¿Cómo mejorar el rendimiento y margen bruto de maíz en ambientes con napa del sudeste de Córdoba, Argentina? Ruiz, A.; Pagnan, F.; Cerliani, C.; Espósito, G.; Coyos, T.

35

Mejoradores biológicos del crecimiento aplicados a la producción de maíz Ramos, M.L.; Díaz-Zorita, M.

44

Evaluación de dos formulaciones de urea-tratada con inhibidor de ureasa, en el rendimiento de grano de maíz Figueroa, E; Melgar R.

55

¿Cuál es el mejor criterio para delinear zonas de manejo de nitrógeno para maíz en el noroeste bonaerense? Girón, P.; Pagani, A.; Gutiérrez Boem, F.

60

Efecto de la fertilización nitrogenada y la densidad de siembra en la productividad de Maíz del Sudeste de Córdoba Ioele, J.P.; Folguera, J.P.

76

Respuesta de maíz temprano a N en ambiente con napa durante las campañas 2017/18 y 18/19 Ioele, J.P.; Folguera, J.P.

83


Integrando la fertilización fosforada del maíz con la de otros cultivos de la rotación Rubio, G.; Gutiérrez Boem, F.H.; García, F.O.

90

¿Cómo evaluar el comportamiento de germoplasmas de maíz frente a Spiroplasma kunkelii bajo infección natural de Dalbulus maidis? Druetta M.; Uhart S.; Giménez Pecci M. P.

95

Daños de la “oruga cogollera” (Spodoptera frugiperda) y su impacto en el rendimiento en maíces convencional y Bt sembrados en fechas tempranas en el centro de Santa Fe Massoni, F.

100

Efecto del fungicida foliar sobre la Roya común del maíz bajo diferentes condiciones de fertilización nitrogenada Lavilla, M.; Ivancovich, A.

107

Maíz tardío: Calidad comercial, inocuidad y determinación del momento óptimo de cosecha Ferraguti, F.; Tamagnone, M.; Baldani, L.; Barberis, F.; Cristos, D.; Moschini, R.

112

Velocidad de avance de la cosechadora y su relación con el funcionamiento del cabezal maicero Roskopf, R.; Elisei, J.

119

El secreto de la cosecha del maíz Peiretti, J.

124

Sorgo. Rendimientos potenciales y limitaciones hídricas del cultivo de sorgo en Argentina Carcedo A.J.P.; Gambin B. L.

129

Variedades e híbridos forrajeros en sorgo Giorda, L.M.

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Empresas Socias

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Red de INNOVADORES

Autor: Maich, R.H.

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Efecto de la fecha y densidad de siembra sobre el comportamiento agronómico en maíz Un ensayo en condiciones de secano para determinar la respuesta agronómica de un híbrido de maíz a cuatro fechas y tres densidades de siembra en Córdoba.

Palabras Claves: Fecha de Siembra; Densidad; Rendimiento; Maíz.


En primera instancia, se debe hacer coincidir el periodo crítico para la determinación del rendimiento en grano con un momento en que la disponibilidad hídrica para el cultivo resulte lo menos limitante posible. En lo que respecta a la densidad de siembra, el mencionado autor nos advierte que cuando el maíz es cultivado con una densidad subóptima, el mayor rendimiento por planta no alcanza a compensar el menor número de plantas por unidad de superficie.

Finalmente, la constatación de interacciones entre las distintas fuentes de variación puestas en juego al momento de determinar el efecto de la fecha se siembra sobre el rendimiento en grano en maíz, son el plato fuerte del trabajo de Caviglia et al. (2014). Estos autores observaron que el rendimiento de un maíz temprano respecto a un tardío se ve potenciado si se lo fertiliza con nitrógeno. En síntesis, existe coincidencia entre los distintos autores respecto a que con el atraso de la fecha de siembra, el cultivo de maíz ve disminuido su rendimiento en grano. Por el contrario, no hay coincidencia respecto a cuál de los dos componentes físicos o numéricos del rendimiento, peso o número de granos, acompaña esta caída en el rendimiento con el atraso en la fecha de siembra.

Si bien se tiene a México como el centro de origen del maíz, en la actualidad su cultivo se ha extendido a latitudes en el hemisferio norte tan altas como 55 grados (Letonia) o en el hemisferio sur hasta los 36 grados (Nueva Zelanda). Los resultados de Beiragi et al. (2011) provenientes del hemisferio norte (Irán), muestran que las siembras de fines de primavera brindaron los mejores resultados agronómicos. En Letonia, por su parte, Gaile (2012) observó que la fecha óptima de siembra se correspondió con mediados de primavera. Finalmente, el trabajo de Liu et al. (2013) llevado a cabo en China muestra que la tendencia a lo largo de 25 años fue la de adelantar la fecha de siembra y de recurrir al uso de materiales de ciclo completo. Circunscribiendo el análisis al hemisferio sur, los resultados de Tsimba et al. (2013 a) y Bonelli et al. (2016) resultan casi coincidentes: el atraso de la fecha de siembra trajo aparejado una merma en el rendimiento en grano. Maltese et al. (2019) llegaron a resultados parcialmente similares. Surge una interesante controversia respecto a cuál de los dos componentes numéricos o físicos del rendimiento se vio más afectado por el atraso de la fecha de siembra. Para Tsimba et al. (2013 a) resultó el número de granos; mientras que para Bonelli et al. (2016) fue el peso del grano. Tsimba et al. (2013 b) observan, al igual que Bonelli et al. (2016), que el defecto de destinos y el exceso de fuente conspira contra las siembras tempranas, mientras que el exceso de destinos y defecto de fuente consipira contra las siembras tardías.

Sobre el tratamiento de la densidad de siembra en maíz, los resultados de la tesis de grado de Cordido (2013) ponen en evidencia que ni la fuente de variación debida al híbrido de maíz evaluado ni la densidad de siembra usada, resultaron significativas. Sí en cambio resultó significativo el efecto del ambiente en el que se evaluaron la combinación de ambos tratamientos, es decir, si la evaluación se llevó a cabo en la loma o en el bajo del lote. Sin embargo, los resultados de Dehdashti and Riahinia (2008) al igual que los publicados por Lashkari et al. (2011) muestran que con densidades cercanas a las 90 mil plantas ha-1, o aún superiores, se obtuvo la mejor respuesta agronómica en maíz. Distinto es lo que aseveran Abuzar et al. (2011) que sostienen que la densidad de siembra no debería exceder las 60 mil plantas ha-1, coincidente con lo afirmado por Shafi et al. (2012). Entre 60 mil plantas ha-1 y 120 mil plantas ha-1 se podrían ubicar los resultados de Sani et al. (2008) con 66 mil plantas ha-1, los de Zamir et al. (2011) con 83 mil plantas ha-1, los Maddonni et al. (2006) y Gul et al. (2011) con 90 mil plantas ha-1, los Sharifi et al. (2009) con 100 mil plantas ha-1 y los de Li et al. (2015) con 105 mil plantas

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Los resultados de Lu et al. (2017) contextualizan ambientalmente el efecto de la fecha de siembra sobre el rendimiento en grano en maíz y aseveran que directamente está determinado en función de la cantidad de agua acumulada al momento de la siembra y las precipitaciones durante R1.

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Introducción Fecha y densidad de siembra son dos prácticas de manejo en maíz estudiadas en detalle. Álvarez (2015) sintetiza en pocas palabras los aspectos a tener en cuenta al momento de decidir cuándo y cuánto sembrar en un cultivo de maíz en secano.


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ha-1. Salvo rarísimas excepciones, en la mayoría de los trabajos citados los cultivos no se condujeron en estricto secano. Para dar un cierre al párrafo precedente, valga la siguiente información: Por lo que se relevó durante la campaña agrícola 2018-2019 en los departamentos Santa María, Río Primero y Río Segundo de la provincia de Córdoba, los rendimientos en grano de los maíces sembrados de manera temprana y en secano superaron las 9 ton ha-1 (0% de humedad), fluctuando la densidad de siembra entre las 60 y 80 mil plantas ha-1.

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Los ensayos tendientes a dilucidar el efecto de la densidad de siembra sobre el rendimiento en grano en maíz van por lo general acompañados con otros tipos de tratamientos (riegos y fertilización). Imran et al. (2015) condujeron su estudio en maíz sin limitantes, aún así, y con una densidad de 80 mil plantas por ha-1 fertilizadas a razón de 150 kg de N ha-1, los rendimientos no superaron las 3 ton ha-1. Los resultados de Dahmardeh (2011), por su parte, muestran que para alcanzar las 4 ton ha-1 se tuvo que recurrir a 100 mil plantas ha-1 fertilizadas con 350 kg N ha-1 y no se especificó si el cultivo fue irrigado. En función de los resultados obtenidos por Arif et al. (2010), la respuesta resultó lineal hasta las 75 mil plantas ha-1 fertilizadas con 120 kg N ha-1 y con un rendimiento de 8 ton ha-1. Los autores no especifican si el cultivo se regó. Finalmente, los resultados del trabajo de Al-Naggar et al. (2015) muestran a todas luces que cuando el cultivo de maíz es fertilizado y regado periódicamente, el rendimiento en grano responde linealmente al incremento en la densidad de siembra, al menos hasta las 95 mil plantas ha-1 con una dosis de N de 570 kg ha-1, manejo que facilitó el logro de 14 ton de grano ha-1. Por lo visto, la densidad de siembra óptima en un ensayo de fertilización nitrogenada resulta un 25% superior a la habitualmente usada, es decir, entre 75 y 100 mil plantas ha-1. Por último, el número de estudios que abordan simultáneamente el efecto de la fecha y densidad de siembra sobre el comportamiento agronómico en maíz no es abundante. Cantarero y colab. (2000) evaluaron a lo largo de un bienio (1995-1996 y 1996-1997) un híbrido de maíz en dos fechas y dos o tres densidades de siembra (1995-1996) y en tres fechas y tres densidades de siembra (1996-1997). Los autores del trabajo llegaron a la siguiente conclusión: “Las siembras de diciembre deprimieron el rendimiento. En siembras tempranas,

es necesario un mayor número de plantas por m2 para obtener altos rendimientos, pero no en las tardías”. El modelo ideado por Nafziger (1994) da sustento a lo aseverado por Cantarero y colab. (2000). Los títulos de los trabajos de Berzsenyi et al. (2005) y Sárvári (2005) resultan engañosos ya que fechas y densidades de siembra se evaluaron en ensayos separados. Distinto es el caso del trabajo de Aziz et al. (2007), quienes concluyen que el rendimiento más alto de la variedad Kisan se logró sembrándola diez días después de iniciado el verano (segunda fecha de siembra sobre un total de cuatro) a una densidad de 90 mil plantas ha-1. Finalmente, un trabajo de reciente publicación (Van Roekel and Coulter, 2011) muestra que el aumento de la densidad de plantas puede no compensar el rendimiento y las pérdidas económicas asociadas con una siembra tardía. En síntesis, los resultados de Cantarero y colab. (2000) y los de Van Roekel and Coulter (2011) resultan coincidentes en que las siembras tardías de maíz deprimen el rendimiento en grano, mientras que Cantarero y colab. (2000) sugieren que en siembras tardías no es aconsejable aumentar la densidad de siembra. Van Roekel and Coulter (2011) sostienen que el aumento de la densidad no alcanza a compensar la merma en el rendimiento en grano debido al menor peso de estos. En función de la información disponible, el atraso en la fecha de siembra deprime el rendimiento en grano y esto no puede revertirse con un aumento en la densidad de plantas por unidad de superficie. Antes de plantear el objetivo de este trabajo, resulta conveniente recapitular sobre los saberes aceptados respecto al efecto de la fecha y densidad de siembra sobre el rendimiento en grano en maíz: 1) más vale adelantar que atrasar la fecha de siembra en maíz; 2) bajo condiciones de secano, la densidad de siembra no debería superar las 90 mil plantas ha-1; y 3) con el atraso de la fecha de siembra es conveniente disminuir la densidad de plantas ha-1 respecto a la usada en siembras tempranas. El objetivo del presente trabajo fue determinar la respuesta agronómica, en condiciones de secano, de un híbrido de maíz a cuatro fechas y tres densidades de siembra en la región central semiárida de la provincia de Córdoba.


Por el método gravimétrico, se estimó el agua total hasta los 2 m de profundidad a intervalos de 20 cm. Los muestreos se hicieron solo en una de las repeticiones por fecha y densidad de siembra. Las muestras de suelo se realizaron a la siembra y en R6. La eficiencia en cuanto al uso del agua (EUA) por parte del cultivo de maíz fue calculada como la relación entre el rendimiento en grano y los milímetros de agua evapotranspirada. El agua disponible para el cultivo se determinó sustrayéndole al agua total almacenada a la siembra, el agua remanente al momento de la madurez fisiológica,

Resultados y discusión A lo largo de las cuatro fechas de siembra y habiendo cultivado el híbrido de maíz DK 72-10 en tres densidades de siembra, la densidad de 80 mil plantas ha-1 fue la que brindó rendimientos en grano significativamente mayores a los logrados con 40 y 60 mil plantas ha-1 (Tabla 1). Sobre el comportamiento agronómico del cultivo de maíz cultivado con 80 mil plantas ha-1 y en las cuatro fechas de siembra evaluadas, los bajos rendimientos obtenidos en la siembra del 29 de septiembre como así también en la siembra del 30 de noviembre, encuentran sus causas en dos eventos climáticos diversos. Por un lado, el déficit hídrico de diciembre al momento en que el material sembrado hacia fines de septiembre se encontraba transitando el respectivo periodo crítico para la determinación del rendimiento en grano; y por otro lado, el granizo del 10 de febrero del año 2019, una semana después de que el cultivo sembrado a fines de noviembre hubiese alcanzado la etapa fenológica R1. Si bien no de manera significativa, el estrés hídrico de diciembre repercutió más sobre el maíz sembrado a fines de septiembre cuando se lo cultivó a una densidad de 80 mil plantas ha-1. Al contrastar el rendimiento Tabla 1

Rendimiento en grano al 0% de humedad (kg ha-1) del híbrido de maíz DK 72-10 cultivado en cuatro fechas y tres densidades de siembra. Densidad de siembra

Fecha de siembra 29/09/2018

27/10/2018

30/11/2018

30/12/2018

40 mil plantas ha-1

4891 d

6036 c

4352 d

5388 d

-1

60 mil plantas ha

4968 d

6090 c

6363 c

7473 b

80 mil plantas ha

-1

4181 d

9566 a

7233 b

8741 a

Medias con una letra común no son significativamente diferentes (p > 0,05).

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Cada unidad experimental estuvo constituida por cuatro surcos de 5 m de longitud distanciados por 0,52 m. Se recurrió a un diseño experimental en bloques completos aleatorios con arreglo en parcelas divididas y dos repeticiones. A la parcela principal, le correspondieron las fechas de siembras y a las sub-parcelas las densidades de siembra. Se sembraron más semillas de las necesarias para lograr, raleo de por medio, el número de plantas m-2 previsto. El ensayo no se fertilizó y se condujo en secano.

más las precipitaciones acontecidas durante el ciclo de cultivo. El porcentaje de agua total almacenada en el suelo se estimó de la siguiente manera: peso húmedo peso seco/ peso seco x 100. Por cada combinación de tratamientos, se cosecharon cuatro metros lineales (2m2) sobre los dos surcos centrales, habiéndose medido o estimado las siguientes variables: rendimiento en grano (kg ha-1) y peso de mil granos (g), ambas variables al 0% de humedad; mientras que se estimó el número de granos por metro cuadrado. Los datos obtenidos fueron analizados utilizando el programa estadístico InfoStat (Di Rienzo et al., 2018).

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Materiales y métodos El ensayo de fechas y densidades de siembra en maíz se llevó a cabo en el Campo Escuela de la Facultad de Ciencias Agropecuarias (Universidad Nacional de Córdoba) durante la campaña 2018/2019. El cultivo fue implantado sobre un lote sujeto a un barbecho invernal. El suelo se clasifica como un Haplustol Éntico de textura franco-limosa y bien provisto de materia orgánica. Se cultivó el híbrido de maíz DK 72-10 en las siguientes cuatro fechas de siembra: 29 de septiembre, 27 de octubre, 30 de noviembre y 30 de diciembre del año 2018. En cada fecha, se usaron tres densidades de siembra: 4, 6 y 8 plantas m-2.


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medio de las fechas de siembra de fines de octubre y fines de diciembre respecto a la de fines de noviembre, se constató en esta última fecha de siembra una merma del 21% en el rendimiento, probablemente a causa de la defoliación sufrida por parte del cultivo luego superar R1. No se observaron diferencias estadísticamente significativas entre los valores medios del rendimiento en grano entre las fechas de siembra de fines de octubre y fines de diciembre.

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La principal componente física o numérica del rendimiento en grano, el número de granos por metro cuadrado, acompañó la tendencia puesta de manifiesto por el rendimiento en grano (Tabla 2). La merma en el número de destinos en el material dañado por granizo y sembrado a fines de noviembre, y cultivado a una densidad de siembra de 80 mil plantas ha-1, fue del 18% respecto a las fechas de fines de octubre y fines de diciembre. El número de destinos fijados en las mencionadas dos últimas fechas de siembra no varió significativamente entre sí. El análisis estadístico de la información referida al peso de mil granos no mostró diferencias significativas entre medias (Tabla 3). Aún así, al comparar el peso de mil granos del material sembrado a fines de octubre

respecto a aquel sembrado a fines de diciembre y cultivado con una densidad de siembra de 80 mil plantas ha-1, se observa una merma del orden del 12%. En las Figuras 1 y 2 se presentan los valores de la EUA en el cultivo de maíz. A los fines estrictamente descriptivos, se puede afirmar que la EUA fue aumentando a medida que se incrementó la densidad de siembra desde las 40 mil a las 80 mil plantas ha-1. En lo que respecta al efecto de la fecha de siembra sobre la EUA (Figura 2), se denota una tendencia ascendente a medida que se pospuso la misma. Antes de proceder a discutir los resultados aquí presentados, es conveniente contextualizar las condiciones ambientales que acompañaron el crecimiento y desarrollo del cultivo de maíz conducido en cuatro fechas y dentro de cada una de ellas con tres densidades de siembra. Salvo las precipitaciones del mes de enero del 2019, que se ubicaron holgadamente por encima de la media histórica, o por el contrario, las precipitaciones de diciembre del 2018 y febrero del 2019 que se ubicaron por debajo de ésta, los registros pluviométricos de los meses de octubre y noviembre del 2018 como así también los de marzo y abril del 2019 estuvieron a tono con la media histórica. La floración del material sembrado a fines Tabla 2

Número de granos m-2 del híbrido de maíz DK 72-10 cultivado en cuatro fechas y tres densidades de siembra. Densidad de siembra

Fecha de siembra 29/09/2018

27/10/2018

30/11/2018

30/12/2018

-1

40 mil plantas ha

1960 d

2125 d

1952 d

2121 d

60 mil plantas ha

-1

1963 d

2334 c

2619 c

2952 b

-1

1854 d

3537 a

2971 b

3684 a

80 mil plantas ha

Medias con una letra común no son significativamente diferentes (p > 0,05). Tabla 3

Peso de mil granos al 0% de humedad del híbrido de maíz DK 72-10 cultivado en cuatro fechas y tres densidades de siembra. Densidad de siembra

Fecha de siembra 29/09/2018

27/10/2018

30/11/2018

30/12/2018

-1

249.6

284.0

223.0

254.0

-1

60 mil plantas ha

253.2

257.5

243.0

253.8

-1

80 mil plantas ha

225.7

270.5

243.5

237.0

40 mil plantas ha


Tal como lo destacan Lu et al. (2017), el efecto de la fecha de siembra sobre el rendimiento en grano en maíz resulta de la cantidad de agua acumulada al momento de la siembra y de las precipitaciones durante R1. Los

porcentajes de agua útil a la siembra respecto a la capacidad de campo para cada una de las fechas fueron los siguientes: 38.9% (29/09/18), 53.6% (27/10/18), 56.2% (30/11/18) y 40.7% (30/12/18), suficiente como para que el maíz emergiera sin inconvenientes (Bollatti, 2018). A diferencia de lo observado al momento de la siembra, durante R1 el cultivo sembrado en septiembre respecto a los sembrados en octubre y noviembre se encontró delante de escenarios hídricos diametralmente opuestos. Figura 1

Eficiencia en el uso del agua en kg de grano mm-1 ha-1 (EUA) en función de la densidad de siembra (40, 60 y 80 mil plantas ha-1) en maíz.

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de septiembre coincidió con un diciembre muy seco (56 mm). Mientras que las floraciones para las fechas de siembra de fines de octubre y fines de noviembre acontecieron durante el mes de enero de 2019 con un régimen pluviométrico de 199, 5 mm.

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Figura 2

Eficiencia en el uso del agua en kg de grano mm-1 ha-1 (EUA) en función de la fecha de siembra (29/09/18, 27/10/18, 30/11/18 y 30/12/18) en maíz.


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Sin entrar en un contrapunto bibliográfico que excede el alcance del presente trabajo, los resultados obtenidos no confirmarían la hipótesis de que un atraso en la fecha de siembra conduce a una merma en el rendimiento en grano. Quizás la ventana de siembra para el cultivo de maíz en la región central de la provincia de Córdoba es lo suficientemente amplia como para que ciertos paradigmas en ciertas ocasiones no se cumplan. Lo que sí pareciera confirmarse es lo observado por Bonelli et al. (2016), en cuanto a que es el peso de los mil granos y no el número de éstos por unidad de superficie el componente del rendimiento más afectado por el atraso en la fecha de siembra.

En lo que respecta a la densidad de siembra, e independientemente del momento en que el cultivo de maíz fue sembrado, no es aconsejable sembrar menos de 80 mil plantas ha-1. Al contrastar estos resultados con los obtenidos por Cantarero y colab. (2000) y por Van Roekel and Coulter (2011), no resulta que un atraso en la fecha de siembra conlleve una merma en el rendimiento ni que haya que disminuir la densidad de siembra para atenuar dicho efecto. Para confirmar lo antedicho, la EUA fue mayor cuanto más alta fue la densidad y no disminuyó al atrasar la fecha de siembra.

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11 Maíz 2019

Cultivar Conocimiento Agropecuario S.A.

Comportamiento de cultivos de maíz temprano y tardío a la densidad, en el Oeste de Buenos Aires

Red de INNOVADORES

Autores: Satorre, E.H.; Guarino, G.; Bello, J.

Reconocer la oportunidad de compensación que puede brindar el ambiente (sitio), el lote y la fecha de siembra resulta clave para ubicar la siembra en el rango correcto de densidad.

Palabras Claves: Maíz; Ensayo; Siembra temprana; Siembra tardía; Densidad.


Red de INNOVADORES Maíz 2019

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Al presente, el cultivo de maíz reconoce (i) un sistema de cultivo con siembras tempranas, usualmente en el fin del invierno y comienzo de primavera, sobre el barbecho de un antecesor estival de la campaña anterior; (ii) un sistema de cultivo con siembras tardías, usualmente sobre el fin de la primavera o comienzo de verano, frecuentemente sobre un barbecho prolongado de cultivo estival de la campaña anterior o un cultivo de siembra otoñal de ciclo de crecimiento corto; y (iii) un sistema de doble cultivo o cultivo de segunda, en el que el cultivo de maíz se siembra luego de la cosecha de un cultivo de crecimiento otoño-inverno-primaveral, prácticamente a inicios del verano.

de en una apical y, a la escasa plasticidad vegetativa y reproductiva de la especie. Estas características determinan una gran sensibilidad del cultivo a las condiciones que experimenta alrededor de la floración. De hecho, las condiciones del cultivo en torno al período de floración determinan en gran medida el número de granos cosechados por unidad de área. Esta variable explica en gran medida las diferencias de rendimientos de maíz en condiciones muy distintas, tanto en planteos tempranos como en tardíos.

Estos sistemas generalmente utilizan híbridos muy semejantes, pero experimentan y usualmente exploran condiciones ambientales muy disímiles. Entre estos tres sistemas, los más difundidos en Argentina son los cultivos de maíz temprano y tardío, que ocupan prácticamente partes iguales del área sembrada. Mucho trabajo se ha realizado sobre las semejanzas y diferencias de los criterios de manejo a aplicar en cada caso. Sin embargo, la respuesta a la densidad en estos planteos es aún motivo de discusión en amplios foros técnicos y productivos.

Las condiciones alrededor de floración pueden ser fuertemente afectadas por factores ambientales (por ejemplo agua, nitrógeno, malezas) y por la densidad del cultivo. En general, se reconoce que las condiciones ambientales alrededor de floración que experimenta cada planta en el cultivo son influenciadas por la densidad, determinando la fecundidad de las plantas; es decir, las variaciones del número de espigas/planta y del número de granos por espiga de las plantas del cultivo. Sin embargo, no es tan reconocido el efecto que puede tener esta condición de floración sobre el peso de los granos y su influencia sobre el rendimiento final del cultivo en respuesta a la densidad en los planteos tempranos y tardíos.

En el cultivo de maíz, la elección y logro de una densidad adecuada es uno de los aspectos más importantes de su planificación y manejo. La correcta densidad del cultivo determina, por un lado, la capacidad del cultivo para capturar y utilizar los recursos físicos disponibles y alcanzar los rendimientos objetivo; y por otro lado, aplicar correctamente los recursos económicos en un insumo productivo que participa de manera muy significativa en la estructura de costos del cultivo.

Con el objetivo de explorar las respuestas del rendimiento de maíz y sus componentes a la densidad, se realizó este trabajo con un grupo de productores y técnicos del oeste de Buenos Aires (grupo La Reja). El objetivo específico fue evaluar el comportamiento de un híbrido de maíz de gran difusión sobre un amplio rango de densidades de plantas logradas en sistemas de cultivo tempranos y tardíos bajo condiciones de campo en el oeste de la provincia de Buenos Aires.

En líneas generales, independientemente del sistema de cultivo, el rendimiento de maíz por unidad de superficie responde al aumento de la densidad siguiendo un patrón de tipo parabólico. Es decir, aumenta hasta un rango de densidades cercano a una densidad óptima, donde se maximiza la producción y tiende a disminuir frente a densidades por encima de ese valor óptimo. En esta respuesta intervienen características propias del cultivo asociadas a su comportamiento ecofisiológico, derivado del hecho de producir la espiga en una estructura axilar en vez

Metodología Sitios Los ensayos se establecieron durante la campaña 2015/16 en cinco establecimientos ubicados en cercanías a las localidades de Piedritas, General Pinto, Roberts y Pellegrini en el oeste de la provincia de Buenos Aires. Los ensayos se distribuyeron explorando dos de los ambientes más frecuentes de la región: (i) ambientes con suelos hapludoles, francos y de alta productividad (FAP); y (ii) ambientes con suelos tapto, de productividad intermedia (TIP; Cuadro 1).


La fertilización nitrogenada varió entre fechas de siembra y sitios para permitir alcanzar contenidos totales medios (nitrógeno a la siembra en el suelo

A madurez de los cultivos, se determinó el rendimiento y sus componentes en cada tratamiento. Para determinar el rendimiento, se realizó la cosecha mecánica de la franja de cada tratamiento. Luego de pesar el grano cosechado, se tomó una muestra de 1 kg de peso de cada franja, que fue enviada a laboratorio para determinar el peso de los granos y el contenido de humedad. Los valores de rendimiento fueron corregidos a humedad comercial (14%). Lluvias y temperaturas durante el ensayo El comportamiento general de las precipitaciones durante la campaña (1/9 al 31/3 del año siguiente) osciló en torno a valores históricos, con acumulados según localidad que variaron entre 600 y 750 mm. Para la campaña analizada, la recarga de agua a la siembra fue buena. La primavera tuvo un régimen normal Cuadro 1

Contenido medio y desvío estándar de fósforo (ppm K&B1 en los primeros 20 cm), nitrógeno (kg/ha en los primeros 60 cm) y profundidad media de la napa en los suelos de cada ambiente a la siembra de los cultivos. Ambiente FAP1 TIP2 1

Siembra

P (ppm)

Temprana

8,6 ± 2,1

Tardía Temprana

12,9 ± 4,4

Tardía

N (kg/ha)

Napa (cm)

59 ± 6

126 ± 23

92 ± 36 59 ± 11

187 ± 16

106 ± 74

En las localidades de Gral. Pinto y Piedritas; 2 en las localidades de Pellegrini y Roberts. Cuadro 2

Densidades (pl/m2) medias logradas en los cultivos de maíz de siembra temprana y tardía. Fecha de siembra

Densidad lograda (pl/m2)

Temprana

3,9

4,8

5,8

6,7

7,6

8,6

Tardía

4,0

4,7

5,8

6,7

7,6

8,7

Red de INNOVADORES

Manejo En cada sitio, los tratamientos fueron instalados a campo sobre franjas de 10,4 metros de ancho y 200 metros de largo. Las fechas de siembra temprana correspondieron a siembras realizadas entre el 20 y 30 de septiembre, y las fechas de siembra tardía fueron realizadas entre el 20 de noviembre y el 5 de diciembre. El distanciamiento entre hileras fue de 52,5 cm y el híbrido utilizado fue Dekalb 7210 VT3P (semillero Monsanto) en todos los casos. Todos los cultivos fueron fertilizados con una fuente fosfatada a la siembra para eliminar el efecto de las diferencias de contenido de fósforo extractable en los suelos. En promedio, se aplicó a la siembra el equivalente a 80 kg/ha de fosfato monoamónico (11:52:00).

+ nitrógeno de los fertilizantes) de 164 ± 23 kg N/ha 0-60 cm en siembra temprana y 147 ± 11 kg N/ha 0-60 cm en siembra tardía. Todas las labores se llevaron a cabo con maquinaria convencional disponible en el establecimiento. Asimismo, todas las franjas se mantuvieron libres de malezas, plagas y enfermedades durante todo el ciclo del cultivo. Para ello se utilizaron las tecnologías de control usualmente aplicadas en cada establecimiento.

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Tratamientos y diseño En cada sitio se sembraron dos sistemas de siembra de maíz (temprana y tardía) y, para cada una de estas fechas de siembra, se sembraron y lograron seis densidades de cultivo (Cuadro 2), constituyendo un diseño factorial con 12 tratamientos (2 fechas de siembra x 6 densidades) sobre un arreglo en 5 bloques completos al azar (sitios).


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de lluvias y se observó alguna leve deficiencia, de acuerdo al pluviómetro, desde mediados de diciembre hasta principios de enero. Las lluvias estivales y la suplementación de agua desde las napas contribuyeron a buenos rendimientos medios de maíz. En relación con la temperatura, no se registraron eventos extremos que pudieran afectar a los cultivos (heladas o golpe de calor). En promedio, la primavera fue fresca y el verano fue cálido. Se observaron días de alta temperatura en el verano pero pocos registros de temperaturas por encima de 35° C. Análisis estadístico Los resultados se analizaron estadísticamente mediante análisis de varianza (ANVA) utilizando el paquete estadístico Infostat (2016). Cuando la prueba de "F" resultó significativa, las diferencias entre valores promedio se analizaron a través de la diferencia mínima significativa (P<0,05; test de LSD, Fisher). Se llevaron a cabo también análisis de regresión cuando se consideró necesario. Resultados Hubo diferencias muy significativas de rendimiento de maíz entre sitios de ensayo en el promedio de los sistemas de cultivo (temprano y tardío) y densidades. Los cultivos produjeron en promedio 8.360 y 11.350 kg/ha en los sitios de menor y mayor rendimiento, respectivamente. Sin embargo, no hubo diferencias significativas (P>0,10) entre sistemas de cultivo de maíz en el promedio de los sitios y densidades. El rendimiento

fue de 9.866 y 9.897 kg/ha en promedio para los cultivos temprano y tardío, respectivamente. ¿El rendimiento de maíz varió con la densidad lograda? El rendimiento de maíz difirió muy significativamente (P<0,01) entre las densidades evaluadas en el promedio de los sistemas de cultivo. El mayor rendimiento se obtuvo con la densidad intermedia (6,7 pl/m2) aunque no difirió del rendimiento obtenido con las densidades de 5,8 y 7,6 pl/m2 (Cuadro 3). Sin embargo, las menores y la mayor densidad ensayada (3,9; 4,7 pl/m2 y 8,7 pl/m2, respectivamente) produjeron rendimientos significativamente inferiores al de la densidad intermedia, reforzando la respuesta parabólica general entre la densidad y el rendimiento de maíz (Cuadro 3). ¿Difiere la respuesta a la densidad entre el sistema de cultivo temprano y tardío? No hubo interacción estadísticamente significativa entre la densidad y el sistema de cultivo (P=0,47); es decir, no hay evidencias estadísticas en el ANVA de que la respuesta a la densidad del cultivo de maíz temprano pueda ser considerada diferente a la del maíz tardío. A pesar de ello, el análisis de regresión permitió detectar leves diferencias en la respuesta a la densidad de ambos sistemas. En líneas generales, el cultivo en siembras tardías apareció como más sensible a la reducción de la densidad; es decir, el rendimiento se redujo más marcadamente con la reducción de la densidad en siembras tardías que en siembras tempranas (Figura 1).

Cuadro 3

Rendimiento de cultivos de maíz (kg/ha) en diferentes densidades de plantas logradas (dens.real, pl/m2). Los resultados son promedios de dos sistemas de producción, de siembra temprana y tardía. Letras distintas indican diferencias estadísticamente significativas (P<0,05) entre medias. La diferencia mínima significativa para la comparación de promedios de rendimiento fue 499 kg/ha. Dens. Real

Rinde

8,7

A

9733

B

7,6

B

10135

AB

6,7

C

10312

A

5,8

D

10151

AB

4,7

E

9818

B

3,9

F

9140

C


de granos por m2 se obtuvo con las mayores densidades (7,6 y 8,7 pl/m2 ), pero el mayor peso de 1000 granos se obtuvo con la menor densidad (3,9 pl/m2 ; Cuadro 4). Una vez más, el ANVA no evidenció interacción estadísticamente significativa entre la densidad y el sistema de cultivo para el número de granos y el peso de 1000 granos (P=0,41 y 0,34, respectivamente); es decir, no hubo evidencias estadísticas en el ANVA de Figura 1

Relación entre rendimiento y densidad de plantas logradas (pl/m2) de cultivos de maíz en siembras tempranas y tardías. La función ajustada en siembra temprana fue: Rendimiento = -164,5 x2 + 2093 x + 3168; r2 = 0,95; y en siembra tardía: Rendimiento = -212,5 x2 + 2853 x + 934; r2 = 0,98. Rendimiento se expresa en kg/ha y x es la densidad lograda en pl/m2.

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¿Qué relación hay entre la respuesta del rendimiento a la densidad y los componentes del rendimiento del cultivo en siembras tempranas y tardías? El número de granos producidos por unidad de superficie y el peso de 1000 granos de maíz difirieron muy significativamente (P<0,01) entre las densidades evaluadas en el promedio de los sistemas de cultivo. Pero, además, el comportamiento de estas variables fue diferente en respuesta a la densidad. El mayor número

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Cuadro 4

Componentes del rendimiento de cultivos de maíz en diferentes densidades de plantas logradas (dens.real, pl/m2). NG: es número de granos/m2; P1000 es peso de mil granos (g). Los resultados son promedios de dos sistemas de producción, de siembra temprana y tardía. La diferencia mínima significativa (DMS P00,05) para la comparación de promedios es presentada. Dens. Real

NG

P1000

8,7

3437

279

7,6

3438

291

6,7

3392

301

5,8

3172

319

4,7

3028

321

3,9

2674

346

DMS 0.05

283

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que la respuesta a la densidad de los componentes del rendimiento en el cultivo de maíz temprano pueda ser considerada diferente a la del maíz tardío. El análisis de regresión permitió detectar nuevamente leves diferencias en la respuesta a la densidad de ambos sistemas de cultivo. En líneas generales, en el cultivo en siembras tardías el número de granos por unidad de área aumentó continuamente en el rango de densidades evaluadas. Mientras que en el cultivo en siembras tempranas, esta variable alcanzó un plateau con densidades cercanas a las 6 pl/m2. Asimismo, la pendiente de reducción del peso de 1000 granos con el aumento de la densidad fue mayor en los cultivos tardíos que en los cultivos tempranos (Figura 2). Discusión Los resultados obtenidos ponen en evidencia algunos aspectos relevantes al considerar la elección de la densidad en los distintos planteos de maíz. Por un lado, refuerzan el marco general que sugiere la literatura, indicando que el cultivo presenta rangos de densidades óptimas por encima o debajo de los cuales los rendimientos tienden a ser menores, en ambos sistemas de cultivo (temprano y tardío). La amplitud de ese rango de densidades obedece a características

del genotipo y el ambiente que confieren capacidad de compensación a bajas densidades y tolerancia al stress en las altas. En este trabajo, el genotipo utilizado fue el mismo en todas las situaciones y fechas de siembra. En este contexto, los resultados sugieren que en siembras tardías la capacidad de compensación se vio reducida limitando la plasticidad vegetativa y/o reproductiva del cultivo, lo que contribuiría a reducir la amplitud del rango de densidades óptimas respecto a los cultivos en siembras tempranas (Figura 1). Si bien las diferencias de respuesta a la densidad son muy leves, a la luz de nuestros resultados, en condiciones sin limitaciones de agua importantes como las de la campaña analizada, sería de esperar mayor capacidad de compensación frente a bajas densidades en los cultivos tempranos. Contrariamente a lo esperado, tal vez esto pone el acento en la relativamente mayor importancia de la elección y logro de la densidad deseada en los planteos tardíos, respecto a los tempranos. Este efecto estaría más asociado a una menor plasticidad reproductiva que a una menor plasticidad vegetativa Figura 2

Relación entre el número de granos por metro cuadrado, el peso de 1000 granos y la densidad de plantas logradas (pl/m2) de cultivos de maíz en siembras tempranas y tardías.


En general, la reducción de la prolificidad (número de espigas por planta) y del número de granos por espiga es observado frente a un aumento de la densidad o en condiciones de baja disponibilidad de recursos por planta, principalmente en el período crítico. En el cultivo

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Ambos sistemas de cultivo muestran una caída del rendimiento en la mayor densidad evaluada (8,6 pl/m2), pese a que el mayor número de granos por unidad de área se encontró en las altas densidades (Cuadro 4 y Figura 2). El comportamiento del peso de mil granos explicaría gran parte de este resultado. El peso de mil granos se redujo con el aumento de la densidad. En general es esperable un aumento del peso de mil granos frente a la mayor disponibilidad de recursos por planta o cuando las densidades son bajas.

Por otro lado, es esperable que el peso de 1000 granos caiga frente a una mayor limitación de la oferta de recursos por planta y/o aumento de la densidad. La magnitud de esa reducción sería responsable de las caídas de rendimiento en las altas densidades bajo las condiciones analizadas. Suele considerarse al peso de 1000 granos como un componente con poca variación frente a cambios en la oferta de recursos ambientales, atribuyéndole a esto la poca participación en la compensación del rendimiento a bajas densidades. Sin embargo, los resultados obtenidos sugieren una alta sensibilidad y respuesta a la limitación de recursos por planta, atribuible al aumento de la densidad en las fases finales del ciclo del cultivo, especialmente en las siembras tardías (Figura 2).

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del cultivo en las siembras tardías. La baja plasticidad reproductiva se observa generalmente en la incapacidad del cultivo de aumentar el número de granos/planta cuando la densidad es baja. A pesar de que el ambiente en siembras tardías resultó favorable para la fijación de granos, se pone en evidencia que ante el continuo aumento del número de granos con el aumento de la densidad (Figura 2), la menor fecundidad de las plantas no habría permitido compensar el rendimiento en las bajas densidades.


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de maíz, a densidades muy altas y disponibilidad de recursos por planta bajos, es incluso esperable el aumento del número de plantas estériles. Este comportamiento explica los menores rindes a altas densidades en un gran número de genotipos y situaciones a campo. El mejoramiento genético y los híbridos modernos fueron incorporando una mayor tolerancia a la alta densidad, en muchos casos, sin perder la capacidad de compensar los rendimientos en condiciones de baja densidad. Esto funcionaría aumentando la estabilidad del rendimiento o la adaptabilidad a un amplio rango de condiciones ambientales y de densidad. De hecho, en un amplio rango de densidades evaluado en este trabajo (4,7 – 8,7 pl/m2; con una densidad óptima de 6,7 pl/m2), la máxima diferencia de rendimiento fue de sólo 500 kg/ha (5% del rendimiento medio).

Los sistemas de cultivo temprano y tardío mostraron sutiles diferencias de comportamiento frente a las condiciones analizadas en este trabajo. Estimar la densidad óptima (por ambiente y/o sistema de cultivo) previo a la siembra de un cultivo de maíz, es una tarea que jamás puede quedar pendiente o resolverse ligeramente. Frente a esto, es importante señalar que el trabajo destaca la importancia de reconocer la oportunidad de compensación que puede brindar el ambiente (sitio), el lote y la fecha de siembra para ubicar la siembra en el rango correcto de densidad. Es decir, un rango que permita compensar el rendimiento y reducir sus variaciones, según la característica de cada híbrido. Establecido ese rango de densidades, serán sin duda otros factores, entre ellos los operativos o económicos, los que entren en juego al decidir la densidad a sembrar ya que la expectativa de alta productividad estaría satisfecha.

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18 Agradecimientos Los autores agradecen al grupo La Reja (partido de Lincoln) la dedicación y compromiso en la realización de los ensayos que permitieron este trabajo.

Encuentre el presente trabajo en www.aapresid.org.ar - PUBLICACIONES


Líder de Prácticas agronómicas y sistemas de Maíz. Desarrollo Tecnológico. Monsanto Argentina. Ruta 188 km 77. Pergamino.

Tolerancia a altas densidades y estabilidad del rendimiento en maíz

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Autor: Di Matteo,J.A.

Los híbridos liberados recientemente por Dekalb Argentina tienen mayor rendimiento potencial y estabilidad que los antiguos. Los resultados, justifican recomendaciones de densidad de plantas y nitrógeno por ambiente de rendimiento y por híbrido específico.

Palabras Claves: Rendimiento; Híbridos; Ambiente; Densidad.

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Introducción El rendimiento de los híbridos de maíz en condiciones potenciales se incrementó a razón de 112 kg ha-1 año-1. Este incremento de rendimiento se correspondió con un incremento porcentual medio de 0.8% año-1 (Figura 1).

décadas en un amplio rango de condiciones ambientales, se encontró que los híbridos más modernos rendían más que los antiguos en todos los ambientes y que la ganancia genética fue proporcionalmente mayor en ambientes de bajo rendimiento (Figura 2: Di Matteo et al., 2016).

Las estrategias de mejoramiento basadas en la selección de híbridos y líneas en condiciones de estrés (i.e., altas densidades de siembra y pruebas en amplio rango de calidad de ambientes) pudo haber incrementado la estabilidad ambiental (Troyer, 1996) de los genotipos en Argentina. Cuando se testearon híbridos de diferentes

A su vez, un estudio de 5 años de ensayos y diferentes densidades mostró que los híbridos aumentaron su tolerancia a altas densidades de siembra cuando se los comparó en el doble de su densidad óptima. La tolerancia a altas densidades se asoció con la tolerancia a estrés ambiental (Figura 3: Di Matteo et al., 2016). Figura 1

Rendimiento potencial con respecto al rendimiento potencial del híbrido DK 664 (%) en función del año de liberación de 8 híbridos liberados entre 1965 y 2010. La pendiente de la recta es el porcentaje de incremento anual de rendimiento en promedio.

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Figura 2

Rendimiento de cada híbrido en su densidad óptima y regresiones lineales en función del índice ambiental (IA) para 6 híbridos liberados entre 1965 y 2012. La figura (a) está expresada en valores absolutos y la figura (b) en valores porcentuales al IA.


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Existe una relación entre el número de granos y la tasa de crecimiento de los híbridos durante el período crítico. Y existe un umbral de tasa de crecimiento de la planta para generar granos.

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Las condiciones Podemos considerar condiciones estresantes a aquellas que reduzcan el crecimiento de la planta durante este período y estas condiciones pueden darse por ambientes de muy bajo rendimiento como también condiciones de densidades superiores a la densidad óptima para rendimiento. Los parámetros de las relaciones entre el número de granos y la tasa de crecimiento de la planta fueron modificándose a través de las décadas y los híbridos modernos presentan valores de curvatura menores ante reducciones en el crecimiento de las plantas (Di Matteo, 2018). Una gran proporción de ambientes de Argentina se encuentran entre las 5 y las 15 tn ha- 1, lo que indica que para estar dentro de la zona de manejo óptima tienen que existir tantos manejos diferentes como condiciones ambientales existan. A su vez, las dificultades de la predicción de las condiciones hídricas del año dificultan la implementación del mejor manejo. El objetivo de este trabajo es obtener recomendaciones agronómicas más adecuadas para cada híbrido de maíz en cada ambiente específico. Figura 3

Rendimiento relativo al rendimiento en la densidad óptima (Dopt) de cada híbrido en función de densidades entre la densidad óptima y el doble de la misma. Para 8 híbridos liberados entre 1965 y 2010.

Materiales y métodos En cada campaña se realizan entre 30 y 35 ensayos en los que se testean 7 híbridos comerciales de la firma Dekalb Argentina en toda la región templada del país (Figura 4). Cada ensayo cuenta con 6 dosis de nitrógeno (0, 30, 60, 90, 180 y 270 kg de nitrógeno ha-1), 6 densidades de siembra (3, 4, 6, 8, 12 y 16 pl m-2) y 3 repeticiones. Los ensayos tienen un diseño en parcelas divididas por bloques completos aleatorizados. La parcela principal es la dosis de nitrógeno, la subparcela es la densidad de siembra y la sub-subparcela el híbrido. En cada ensayo se determina la cantidad de nitrógeno en forma de nitratos en los primeros 60 cm de suelo al momento de la siembra y el rendimiento en grano entre madurez fisiológica y madurez comercial. Las mediciones realizadas en cada ensayo fueron el nitrógeno disponible y nitratos en el suelo al momento de la siembra, el stand de plantas al final del estadío fenológico V10 y, entre madurez fisiológica y madurez comercial, el rendimiento y la humedad de los granos. Se ajustó un modelo no lineal múltiple ajustado con Figura 4

Localidades sembradas en la campaña 2016-17 (círculos color azul) y en la campaña 2017- 18 (círculos color verde).


El modelo contempla: una respuesta cuadrática para la densidad de plantas y esta respuesta está afectada por el ambiente de rendimiento (IA), una respuesta lineal plateau para rendimiento en función del nitrógeno total donde el nitrógeno crítico (Nc) depende de la densidad y del índice ambiental (IA). Resultados y discusión Se encontró efecto del ambiente de rendimiento e interacción significativa entre ambiente, densidad de plantas y nitrógeno aplicado. También se encontró interacción entre híbrido y nitrógeno aplicado y entre híbrido y densidad de siembra. Que exista interacción entre densidad de plantas y nitrógeno aplicado significa que la respuesta del rendimiento al nitrógeno aplicado

Los ajustes del modelo propuesto EC.1 tuvieron valores de R2 entre 0.75 y 0.83 para los diferentes híbridos y todos los coeficientes fueron significativos. Las mayores diferencias entre híbridos se encontraron en el parámetro Nc que representa el nivel de nitrógeno crítico (nivel de nitrógeno total a partir del cual no se encuentran aumentos de rendimiento) en ambientes de bajo rendimiento y con baja densidad de plantas. Las recomendaciones de densidad de plantas aumentaron a medida que el ambiente de rendimiento se incrementó (Figura 6). Estas recomendaciones variaron entre 4.5 pl m-2 (±1pl m-2) para ambientes de 5 tn ha-1 hasta 9.5pl m-2 (±1pl m-2) para ambientes de 16 tn ha-1. Por otro lado, las recomendaciones de nitrógeno también aumentaron con el incremento del ambiente de rendimiento y variaron entre 121 kg de N-X por ha-1 (±15kg de N ha-1) para ambientes de 5 tn ha-1 hasta 300 kg de N-X por ha-1 (±18kg de N ha-1) para ambientes de Figura 5

Rendimiento en función del nitrógeno aplicado a la siembra para 6 densidades de siembra distintas (líneas de diferentes colores). Los datos corresponden a ambientes entre 90 y 150 quintales.

Red de INNOVADORES

EC 1: γ = β0 + β1 * (Ntot − (Nc + nc2 * IA * D)) * (Ntot ≤ (Nc + nc2 * IA * D) + β2 * D + β3 * D2 + β4 * IA + β5 * D2 * IA + e

depende de la densidad de siembra y viceversa (Figura 5). Y estas relaciones dependen de cada híbrido. Estos resultados justifican que las recomendaciones de nitrógeno y densidad sean específicas por híbrido y dependan del ambiente esperado.

23 Maíz 2019

el paquete nls del programa estadístico R con el rendimiento como variable respuesta y nitrógeno total (Ntot=kg ha-1 de nitrógeno en el suelo en los primeros 60 cm más el nitrógeno agregado como fertilizante), densidad lograda (D) e índice ambiental (EI) como variables explicativas (EC 1).


16 tn ha-1. Las variaciones de las recomendaciones para cada ambiente se debieron a los diferentes híbridos (Figura 6, área sombreada gris).

Red de INNOVADORES

Estas recomendaciones mantienen a los híbridos de maíz en condiciones óptimas de rendimiento y en condiciones alta eficiencia de uso del nitrógeno. Resumen y conclusiones Los híbridos liberados recientemente tienen mayor rendimiento potencial y estabilidad de rendimiento que los híbridos antiguos. Además, estos híbridos son más

tolerantes a altas densidades de siembra. Los futuros lanzamientos de híbridos Dekalb seguirán cumpliendo con estos conceptos de estabilidad y tolerancia a altas densidades de siembra. Los resultados de este trabajo justifican que las recomendaciones de densidad de plantas y nitrógeno sean por ambiente de rendimiento y por híbrido específico. Entender el efecto del estrés en el rendimiento de los híbridos de maíz y ajustar prácticas de manejo como la densidad de siembra y la fertilización nitrogenada por ambiente nos ayudará a obtener los máximos rendimientos por unidad de área.

Figura 6

Densidad recomendada en función del ambiente esperado (figura de la izquierda) y Nitrógeno recomendado como N-X (X representa los kg de nitrógeno en los primeros 60 cm de suelo al momento de la siembra) en función del ambiente esperado. Las líneas negras sólidas corresponden a un híbrido comercial. El área sombreada gris indica el rango de recomendaciones dependiendo del híbrido.

Maíz 2019

24

Bibliografía Di Matteo, J.A. 2018. Aumento y estabilidad del rendimiento en híbridos de maíz (Zea mays L.) liberados durante los últimos 45 años en Argentina. Tesis Doctoral. Di Matteo, J.A., Ferreyra, J.M., Cerrudo, A.A., Echarte, L., Andrade, F.H., 2016. Yield potential and yield stability of Argentine maize hybrids over 45 years of breeding. Field Crops Res. 197, 107–116. Troyer AF. 1996a. Breeding widely adapted, popular maize hybrids. Euphytica 92:163-174.

Encuentre el presente trabajo en www.aapresid.org.ar - PUBLICACIONES



Red de INNOVADORES

Autor: Zorzín, J.L. Contacto: jluiszorzin@hotmail.com/ joseluis.zorzin@mashectareas.com.ar

Resultados de ensayos de maíz a campo de la Regional Los Surgentes-Inriville

Maíz 2019

26

Se compararon diferentes tecnologías de insumos y procesos en cultivos de maíz en la localidad cordobesa de Los Surgentes.

Palabras Claves: Ensayo; Maíz; Herbicidas; Híbridos.


Durante la jornada, se recorrieron los ensayos comparando diferentes tecnologías de insumos y procesos. A continuación se detallan resultados de los ensayos realizados en el cultivo de maíz.

Ensayo comparativo de rendimiento de híbridos de maíz 2018/19

Condiciones climáticas generales Temperatura media mensual: los valores de T° media otoñal fueron superiores al valor del tercer cuartil, siendo abril del año 2019 el de mayor T° media comparado con la serie 1960-2018. El invierno presentó un valor promedio similar a la media, aunque con 10 heladas más que el promedio histórico para el trimestre junio-julio-agosto. Septiembre tuvo una media de T° similar al máximo de la serie 1960-2018, presentándose solamente 2 heladas. La primavera continuó con valores promedio normales, y en los meses de verano el promedio de febrero estuvo en los valores históricos del 3° cuartil, mientras que en el resto de los meses los valores estuvieron dentro del promedio (Gráfico 1).

Materiales y métodos El lote donde se llevó a cabo el ensayo seleccionado se encuentra a 5 km al oeste de la localidad de Los Surgentes (Córdoba), sobre la Ruta Provincial 6, es un suelo Argiudol típico Serie Hansen 3 (Clase de Uso IIIes) y su cultivo antecesor fue trigo/soja. La siembra de los diferentes materiales genéticos se realizó con maquinaria habitual del productor, en este caso Agrometal TX Mega 16 surcos, con dosificación neumática y fertilización simple. Lo mismo para el caso de la cosecha, en forma mecánica con cosechadora Case. Cada híbrido contaba con 2 repeticiones, en parcelas de 8 surcos a 52,5 cm x 600 m largo (2.520 m2). Se testearon 14 híbridos comerciales. En la Tabla 1 se detallan datos de siembra y del planteo técnico del cultivo en el lote.

Gráficos 1 y 2

PP y T° media para la campaña 2018/19 (línea celeste) vs. T° media histórica para el periodo 1960-2018 (box plot gris).

Red de INNOVADORES

Precipitaciones: hubo una buena recarga otoñal con las precipitaciones (PP) de abril y mayo. Luego el invierno fue seco hasta entrada la primavera, las PP comenzaron a recuperarse en octubre y sobre todo noviembre, que mostró un valor superior al valor histórico máximo para la serie. El verano transcurrió con PP promedio y febrero fue seco, con valores similares a la mínima histórica (Gráfico 2).

27 Maíz 2019

El 8 de noviembre de 2018 en la explotación agropecuaria de la Flia. Pellizzon, cercana a la localidad de Los Surgentes (Córdoba), se llevó a cabo la jornada Un productor en Acción (UPA) de la Regional Los SurgentesInriville de Aapresid. El evento contó con la presencia de la Intendenta local, Cra. Paula Córdoba, y fue declarado de Interés Municipal.


Red de INNOVADORES

En cada híbrido se evaluó el comportamiento a roya común, el % de humedad a cosecha y el rendimiento ajustado a 14.5% de humedad. Se realizó el ANOVA mediante el Software Infostat para determinar diferencias estadísticamente significativas entre materiales genéticos para la variable rendimiento (kg/ha).

Maíz 2019

28

Resultados Con valores iniciales cercanos al 75% de agua útil (AU) al momento de la siembra hasta los 2 m de profundidad, la oferta hídrica fue adecuada. Se registra un valor inferior de AU al umbral del 60% de CC para el periodo floración-llenado de granos, algo que es habitual para la zona y sobre todo en suelos con pendiente en donde la tasa efectiva de infiltración de las PP es reducida (Gráfico 3). En pre-floración se evaluó la incidencia y severidad de roya y no se detectaron valores superiores al umbral de tratamiento en ninguno de los híbridos. Por esta razón, el lote no tuvo aplicación de fungicidas. Se realizó una escala visual subjetiva de 1 a 10 con el nivel de roya (incidencia x severidad) de cada híbrido que se observa

en la Tabla 2 (mayor valor, mejor comportamiento). Hubo diferencias estadísticamente significativas entre híbridos para la variable rendimiento (Tabla 2), siendo la DMS entre los mismos de 781 kg/ha.

Ensayo herbicidas pre-emergentes en maíz Materiales y métodos A los 8 días luego de la siembra (22/09/2018), se aplicaron diferentes herbicidas pre-emergentes para el cultivo de maíz, teniendo como malezas objetivo Amaranthus hybridus y gramíneas anuales. La aplicación se realizó con un equipo experimental con 9 picos a 52,5 cm de distancia entre picos, pastilla TP 11001 (naranja), 4 bares de presión, velocidad de trabajo 6,8 km/h, caudal 70 lt/ha. El largo total de cada parcela fue de 25 m, quedando una superficie total para cada tratamiento, sin repeticiones, de 118 m2. El tratamiento previo del lote fue un barbecho largo (BL) el 20/04/2018 con 2 lt/ha Glifosato 54% + 500 cc/ha Flumetsulam 12%. La aplicación de los pre-emergentes Tabla 1

Datos de siembra y del planteo técnico del cultivo en el lote. Características del sitio Localidad

Los Surgentes (Córdoba)

Coordinadas

32 58’ 36.76’’ S 62 4’ 13.62‘’ O

Tipo de suelo

Argiudol típico

Clase de uso de suelo

IIIes

Serie de suelo

Hansen 3. Complejo en fase ligera a severamente erosionada de series Hansen 90% y Río III 10%

Cultivo antecesor

Trigo/Soja

Fecha de siembra

22/09/2018

Fecha de cosecha

11/04/2019

Densidad de siembra

85.000 semillas/ha

Fertilización

112 kg/ha Fos Zinc a la siembra incorporado 400 kg/ha SolMix 80/20 chorreado el 01/11/2018 (estadio fenológico V4)

Análisis de suelo 0-20 cm

pH 6.1; CE (mS/cm/25 C) 0.1; 2.63% MO; P Bray 10; Zn 0.42 mg/kg

Análisis de suelo 0-60 cm

46 kg N/ha

Barbecho Largo

24/06/2018 – 1.6 lt/ha Sniper® + 600 cc/ha 2,4-D Sal Amina 60% + 2 lt/ha Atrazina 50%

Pre-Emergentes

23/09/2018 – 1.5 lt/ha Sniper® + 1 lt/ha Acuron® + 1 lt/ha Dual Gold®



Gráfico 3

Red de INNOVADORES

Evolución de agua útil.

Maíz 2019

30

Tabla 2

ANOVA. Resultados ECR híbridos maíz. HÍBRIDO

% H COSECHA

NIVEL ROYA

AX 7761 VT3PRO

14.8

10

12.100

A

DK 7220 VT3PRO

13.5

7

12.024

A

B

DK 7227 VT3PRO

13.1

8.5

11.817

A

B

C

NEXT 22.6 PC

13.5

9.5

11.743

A

B

C

AX 7917 VT3PRO

14.2

10

11.688

A

B

C

D

ACA 473 VT3PRO

13

7.5

11.488

A

B

C

D

P 1815 YHR

13.6

10

11.469

A

B

C

D

AX 7784 VT3PRO

13.6

9.5

11.449

A

B

C

D

DK 7210 VT3PRO

13.5

7.5

11.382

A

B

C

D

P 2103 YHR

13.9

9.5

11.249

B

C

D

NEXT 20.6 PC

13.1

9.5

11.132

C

D

P 2005 YHR

14.1

8

11.063

C

D

DK 2772 VT3PRO

14

9

10.917

14.3

9

10.163

HS ATIX IMI BT

RENDIMIENTO (KG/HA)

Test LSD Fisher Alfa = 0.05 DMS DMS = 781 kg/ha. Medias con una letra común no son significativamente diferentes (P>0.05).

D

E E


Tabla 3

Tratamientos pre-emergentes evaluados para el control de Amaranthus hybridus y gramíneas anuales. Nombre comercial

Empresa

Principio Activo

Dosis

Testigo Absoluto

-

-

-

Testigo Químico: Atrazina 90%

-

Atrazina 90%

2 kg/ha

Tuken + S-Metolaclor

Rotam

Diflufenican 50% + S-Metolaclor 96%

300 cc/ha + 1 lt/ha

Zidua Pack

Basf

Pyroxasulfone 85% + Saflufenacil 70%

200 g/ha + 45 g/ha

Atrazina + Strim

UPL

Atrazina 90% + S-Metolaclor 96%

1.7 kg/ha + 1.5 lt/ha

Fierce

Summit Agro

Pyroxasulfone + Flumioxazin

200 cc/ha + 150 cc/ha

Adengo + Guardian

Bayer

(Thiencarbazone-methyl 9% + Isoxaflutole 22.5%) + Acetoclor 84%

400 cc/ha + 1.5 lt/ha

Titus + Produce

Corteva

Rimsulfuron 25% + S-Metolaclor

100 g/ha + 1 lt/ha

Acuron Uno + Dual Gold

Syngenta

Biciclopirona 20% + S-Metolaclor 96%

1 lt/ha + 1 lt/ha

Dinamic + S-Metolaclor

Arysta

Amicarbazone 70% + S-Metolaclor 96%

400 g/ha + 1.2 lt/ha

Experimental

FMC

-

2.5 lt/ha

Biciclopirona + Pyroxasulfone

-

Biciclopirona 20% + Piroxasulfone 85%

1 lt/ha + 200 g/ha Gráfico 4

PP acumuladas desde la aplicación hasta la fecha de medición (60 DDA).

Red de INNOVADORES

Las gramíneas presentes en el ensayo fueron: Eleusine indica, Digitaria sanguinalis y Urochloa platyphylla. Dentro de las malezas de hoja ancha predominaron Amaranthus hybridus y Euphorbia hirta. Los tratamientos evaluados se detallan en la Tabla 3.

Resultados Las PP acumuladas desde el BL hasta la aplicación de los pre-emergentes llegaron a 293 mm, concentrados en los meses de abril y mayo. La primera lluvia que produjo la activación e incorporación de los pre-emergentes se produjo a los 11 días de la aplicación de los pre-emergentes. Esta aplicación fue realizada un día previo a la emergencia del cultivo, ya que las condiciones ambientales de viento no permitieron hacerlo con anterioridad. Por este motivo algunos principios activos no fueron aplicados con la antelación que la empresa recomienda.

31 Maíz 2019

se realizó sin aceites ni coadyuvantes, tampoco fue necesario el reseteo del lote por la ausencia de malezas al momento de la aplicación. El híbrido utilizado fue Dow 22.6 PW y el cultivo antecesor trigo/soja.


Gráfico 5

Red de INNOVADORES

Porcentaje de control de herbicidas pre-emergentes en maíz (60 DDA).

Zidua Pack

Maíz 2019

32

Fierce


Maíz 2019

33

Red de INNOVADORES


Red de INNOVADORES

Las PP fueron bajas hasta aproximadamente los 30 DDA, donde luego superaron los 100 mm acumulados. Las PP acumuladas desde la aplicación hasta la medición fueron 355 mm, no encontrándose diferencias significativas entre tratamientos químicos hasta los 50 DDA (Gráfico 4).

Maíz 2019

34

La medición final se realizó a los 60 días después de aplicado (DDA), el 29/11/2019, con el cultivo en estadio V9. Los % de control relacionan la biomasa del tratamiento químico con el tratamiento Testigo Absoluto. En cuanto a gramíneas, al no encontrarse las mismas especies en todas las parcelas se evaluaron como gramíneas anuales en general.

La diferencia entre los tratamientos químicos se debió fundamentalmente a las características de los principios activos que componen cada uno de los mismos, especialmente en los requerimientos de lluvias para su incorporación y activación herbicida en la solución del suelo. Los tratamientos que lograron controles totales sobre ambas malezas fueron Acuron+Pyroxasulfone, Acuron+Dual Gold, Fierce, Zidua Pack y Tuken+SMetolaclor (Gráfico 5). Atrazina en forma individual como testigo químico y como tratamiento más habitual por los productores en el pasado, demostró que no es suficiente para lograr controles satisfactorios sin realizar luego un control post-emergente.

Agradecimientos A la familia Pellizzon, especialmente en nombre de Gabriel y Norberto, miembros fundadores de la regional Los Surgentes-Inriville que generosamente abrieron las puertas de su establecimiento. Al personal de campo, Hernán Campana y Gustavo Gagliardi, que colaboraron con mucho esfuerzo y dedicación en la realización de los ensayos hasta su cosecha. A las empresas que apoyaron los ensayos y la jornada UPA: ACA, AGM, Agrefert, Agrobuey, Agrofina, Agrosudeste, Agronorte, Pierobon, Nidera, BASF, Areco Semillas, Arysta, CAM, Compo Expert, Corteva, Corral Insumos, Desab, Don Mario Semillas, NIPSA, Nutrien, Rizobacter, Semillero La Bélgica, Summit Agro, Syngenta, Echaniz Hermanos, Volkswagen, Nufarm, Alfredo Criolani e Hijos, Mujica y Cía., Del Sur, División Agropecuaria, Pioneer, Punta Green y Venturino. Al Ministerio de Agricultura de la Provincia de Córdoba por el apoyo al evento. Al Ing. Agr. Felipe Buffa, amigo y socio, quien estuvo en la realización de los ensayos incondicionalmente como un miembro más de la regional. A todos los asistentes a la jornada, que nos dan aliento a seguir haciendo este trabajo y generaron un espacio de intercambio en el conocimiento. A los miembros de la regional, por tantos años de trabajo juntos.

Encuentre el presente trabajo en www.aapresid.org.ar - PUBLICACIONES


Sistema Chacras, Aapresid AER Justiniano Posse, INTA 3 Facultad de Agronomía y Veterinaria, UNRC Contacto: aruiz@aapresid.org.ar 1

2

35 Maíz 2019

*Publicado en Informaciones Agronómicas de Hispanoamérica N°30 – Agosto 2018. IPNI

¿Cómo mejorar el rendimiento y margen bruto de maíz en ambientes con napa del sudeste de Córdoba?

Red de INNOVADORES

Autores: Ruiz, A.*1; Pagnan, F.2; Cerliani, C.3; Espósito, G.3; Coyos, T.1

Incrementos en la densidad de siembra y N permitieron aumentar el rendimiento y el margen bruto en un 13% y 15% respectivamente, disminuyendo además el riesgo de exceso hídrico.

Palabras Claves: Oferta hídrica; Manejo; Fertilización; Densidad de Siembra.


Red de INNOVADORES

Introducción En los últimos años, la región pampeana argentina se vió afectada por excedentes hídricos y ascenso de las napas freáticas (Bertram y Chiacchiera, 2014). Esta problemática impulsó a productores del sudeste de Córdoba a unirse y convocar a Sistema Chacras de Aapresid con la finalidad de encontrar una solución a la problemática bajo un sistema coordinado de trabajo.

Maíz 2019

36

El presente artículo surge de los resultados experimentales de una de las líneas de investigación que actualmente integra el proyecto llamado “Chacra Justiniano Posse”. El mismo tiene como objetivo desarrollar tecnologías que tiendan a convertir la oferta hídrica en producción vegetal que mejore el sistema productivo/empresa agropecuaria. El desafío es mejorar la productividad del sistema en su conjunto y disminuir riesgos de anegamientos temporarios y permanentes a través del aumento del consumo de agua. La problemática es abordada en dos niveles: uno a nivel rotacional (ajuste de intensidad y diversidad de cultivos), y otro a nivel de cultivo individual (ajuste de tecnologías específicas sobre cada uno). En el presente trabajo se mostrarán resultados relacionados con tecnologías de ajuste de maíz en siembras tempranas. Los sistemas productivos de la zona están basados principalmente en maíz, soja y trigo. El maíz de fechas tempranas ocupa un lugar hegemónico dentro de la rotación por su generoso aporte de carbono (C) y su rentabilidad actual. Los dos factores que mayormente limitan la producción del maíz en la región pampeana son la oferta de agua y de nitrógeno (N) (Maddonni et al., 2003). La napa freática puede constituirse en un factor de incremento de la productividad debido a la disponibilidad hídrica en la franja capilar que puede aportar más de 200 mm (Cisneros et al., 2014). En la región pampeana se reportaron aportes de agua por parte de napas de hasta el 25% de la demanda en alfalfa (Dardanelli y Collino, 2002) y el 50% de soja (Cisneros et at., 2013). Nossetto et. al (2009) obtuvieron los máximos rendimientos relativos de maíz cuando la profundidad promedio de la napa freática se ubicó entre 1,4 a 2,4 m, determinando disminuciones de rendimiento con profundidades menores, probablemente asociado a efectos de anoxia radical y/o salinidad. En segundo lugar, el factor que limita la producción es el N (Maddonni

et al., 2003; Echeverría et al., 2015), afectando la tasa de expansión foliar, la eficiencia de intercepción de la radiación (Uhart y Andrade, 1995) y, en consecuencia, la tasa de crecimiento y el número de granos. La densidad de siembra es una práctica de manejo cuyo ajuste es complejo debido al alto costo de la semilla, y a la interacción con el ambiente y el genotipo. El maíz presenta una densidad de siembra óptima que maximiza el rendimiento (Capristo et al., 2007) y varía de acuerdo a la calidad ambiental. En general, ambientes de mayor potencial maximizan su rendimiento con mayores densidades (Horbe et al., 2013). En la región este de Córdoba, la densidad comúnmente utilizada en siembras tempranas es de 75.000 semillas ha-1, con niveles de N aplicados que rondan los 100 kg ha-1. La disponibilidad hídrica y el manejo actual sugieren que podrían aumentarse los rendimientos y el margen bruto del maíz a través del incremento de la densidad de siembra y las dosis de N contribuyendo además a un aumento del consumo de agua y aporte de C al sistema. Los objetivos del presente trabajo son: a) evaluar el impacto de variaciones en densidad de siembra y dosis de N sobre el rendimiento y margen bruto del cultivo de maíz en ambientes de alta productividad con influencia de napa freática; y b) generar un modelo de respuesta de rendimiento que contemple la interacción entre la densidad de siembra y el N aplicado para estos ambientes del sudeste de Córdoba. Materiales y métodos Se realizaron seis ensayos a campo próximos a la localidad de Justiniano Posse (departamento Unión, provincia de Córdoba, Argentina), en las campañas 2015/16, 2016/17 y 2017/18. Los suelos corresponden a Hapludoles y Argiudoles típicos, serie Ordóñez y Monte Buey, respectivamente, pertenecientes a la clase de capacidad de uso IIc (Carta de Suelos de la República Argentina, 1988), manejados bajo siembra directa, y los antecesores fueron soja o trigo/soja, dependiendo del sitio. La fecha de siembra varió entre fines de septiembre y mediados de octubre. Los genotipos utilizados fueron DK 7310 VT3PRO y DK 7210 VT3PRO, según el sitio. La siembra se realizó a una distancia entre líneas de 52.5 cm, aplicando en todos los casos N, P y S y en algunos Zn en la línea de siembra (Tabla 1).


Maíz 2019

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Red de INNOVADORES


Se utilizó un diseño experimental en bloques completos aleatorizados, con arreglo en parcelas divididas con dos repeticiones. Se establecieron 4 niveles de fertilización (factor principal): 0 kg N ha-1, 60 kg N ha-1, 120 kg N ha-1 y 180 kg N ha-1. La fertilización nitrogenada se realizó con urea incorporada en el entresurco cuanto los cultivos se encontraban en V4-V8. A su vez, dentro de cada nivel de fertilización se sembraron 4 franjas con densidades objetivo (factor secundario) diferentes: 50.000, 80.000, 100.000 y 130.000 semillas ha-1. Previo a la cosecha, se midió la densidad de plantas lograda en los diferentes tratamientos. El rendimiento se determinó por cosecha mecánica y se corrigió a 14.5% de humedad.

Los datos se analizaron estadísticamente con el programa InfoStat (Di Renzo et al, 2017). Se realizó un ANAVA para evaluar la interacción entre densidad y dosis de N. Se modeló la respuesta del rendimiento a la variación de la densidad y la dosis de N como un polinomio de segundo grado según la ecuación 1:

Y = β0 + β1N + β2D + β3N2 + β4D2 + β5ND + Ɛ (1) donde Y es el rendimiento del maíz (kg ha-1), β0, β1, β2, β3, β4 y β5, son los parámetros de la ecuación de regresión, D es la densidad de siembra (miles de plantas ha-1), N es la disponibilidad de N (expresada como dosis + N de nitratos a la siembra, kg ha-1), y Ɛ es el término de error de la regresión. Se calculó el margen bruto para diferentes tratamientos y se determinó la densidad óptima económica y disponibilidad de nitrógeno objetivo para diferentes precios de maíz. Se consideraron eficiencias de logro de stand de plantas 95%, precios actuales de urea (U$S 400 ton-1), bolsa de semillas (U$S 200 bolsa-1), alquiler (U$S 600 ha-1), grano de maíz (U$S 156 ton ha-1), labor de siembra, pulverizaciones y fitosanitarios (U$S 280 ha-1) y gastos de cosecha y comercialización (7% y 21% de la producción, respectivamente). Se considera la densidad óptima económica como aquella por encima Tabla 1

Sitio

1

Cooperativa Agrícola

2

Genotipo

Antecesor

08-oct

DK7210

IIc

23-oct

Argiudol Típico

IIc

Ordoñez

Hapludol Típico

17/18

Monte Buey

17/18

Monte Buey

Serie

Clasificación

Clase

15/16

Monte Buey

Argiudol Típico

IIc

Agroservicios

16/17

Ordoñez

Hapludol Típico

3

Pérez

16/17

Monte Buey

4

Rosso

17/18

5

La Comarca

6

Lucarelli

*Expresado en kg ha-1.

Arrancador*

Fecha de siembra

Suelo

Fecha de fertilización

Características y manejo de los sitios experimentales. Campaña

Red de INNOVADORES Maíz 2019

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Previo a la siembra, se tomaron muestras de suelo de tres profundidades 0-20, 20-40 y 40-60 cm, compuestas cada una por 20 sub-muestras o piques para realizar los siguientes análisis en laboratorio: (i) 0-20 cm: Materia orgánica (%), N anaeróbico (Nan), N de nitratos (NNO3), P Bray, conductividad y pH; (ii) 20-40 y 40-60 cm: N de nitratos (N-NO3). Además, se midió el contenido de agua en el perfil hasta los 2 metros de profundidad o hasta donde se encontraba saturado por la presencia de la napa freática y, en cada sitio, se colocó un freatímetro para realizar un seguimiento de la misma.

N

P

S

Zn

Trigo/Soja

17

25

14

1,4

04-nov

DK7210

Trigo/Soja

15

30

14

-

03-dic

10-oct

DK7210

Soja

15

30

14

-

23-nov

IIc

19-sep

DK7310

Trigo/Soja

14

21

12

1,2

13-nov

Argiudol Típico

IIc

16-sep

DK7210

Trigo/Soja

14

21

12

1,2

20-oct

Argiudol Típico

IIc

05-oct

DK7310

Trigo/Soja

16

25

14

1,4

06-nov


Resultados Rendimientos El rendimiento medio logrado considerando todos los sitios y tratamientos fue de 12.665 kg ha-1. Los rendimientos mínimos se obtuvieron en los tratamientos sin fertilizar (testigos) y variaron entre 9.500 y 11.200 kg ha-1 dependiendo del sitio, mientras que los rendimientos máximos en todos los sitios se obtuvieron con la mayor densidad de plantas evaluada y la mayor dosis de N, alcanzando valores de entre 13.500 y 16.300 kg ha-1 (Tabla 4).

Descripción de suelos y napa freática Debido a las precipitaciones de septiembre–octubre, todos los sitios se encontraban en capacidad de campo o próximo a ello al momento de la siembra (Tabla 3). Los contenidos de materia orgánica variaron entre 2.3% y 3.0% y los valores de Nan entre 40 y 60 mg/kg. Los

Se detectó interacción significativa entre la densidad de siembra y la fertilización nitrogenada (p<0,001), no así entre los tres factores evaluados (Sitio*Densidad*Dosis de N). Esto posibilitó ajustar un modelo de regresión polinómica para todos los sitios, que consideró Tabla 2

Resultados de los análisis químicos y contenido hídrico en los diferentes sitios. Campaña

Septiembre

Octubre

Noviembre

Diciembre

Enero

Febrero

Total

1ra

2da

1ra

2da

1ra

2da

1ra

2da

1ra

2da

1ra

2da

2015/16

7

0

25

30

55

115

56

58

109

20

23

194

692

2016/17

0

4

73

73

17

0

5

164

108

23

33

96

596

2017/18

35

53

9

25

34

46

23

184

8

25

0

3

445

Histórico

43

92

125

141

124

123

648 Tabla 3

Resultados de los análisis químicos y contenido hídrico en los diferentes sitios. N°

Sitio

Agua útil a la siembra

MO %

N-NO3 kg/ha

Nan mg/kg

P Bray mg/kg

pH

Profundidad napa* m

1

Cooperativa Agrícola

100%

2.60

74

-

17

-

1.0 – 1.5

2

Agroservicios

100%

2.34

59

39

11

6.0

0.7 – 2.0

3

Pérez

91%

2.35

63

43

8

6.0

1.5 – 3.0

4

Rosso

100%

2.73

60

50

11

5.5

1.0 – 2.5

5

La Comarca

100%

3.03

55

60

12

5.9

0.7 – 2.5

6

Lucarelli

100%

2.66

69

56

17

5.7

1.5 – 3.5

*Rango de variación de la profundidad de la napa durante el ciclo del cultivo de maíz.

39 Maíz 2019

Descripción campaña climática En las tres campañas analizadas se observaron diferencias en las precipitaciones totales acumuladas y en su distribución. En la campaña 2015/16 fueron superiores al promedio histórico y se distribuyeron regularmente a lo largo del ciclo de maíz. En la 2016/17 fueron ligeramente inferiores a las históricas, registrándose un periodo de sequía en el mes de noviembre y en la primera quincena de diciembre. Mientras que en la campaña 2017/18, las precipitaciones fueron muy inferiores a los valores históricos, ocurriendo una sequía muy marcada en los meses de enero y febrero (Tabla 2).

Red de INNOVADORES

niveles de fósforo se encontraron bajos, especialmente en el sitio Pérez. Respecto al N, los contenidos variaron entre 60 y 70 kg ha-1. En todos los sitios la napa fluctuó a profundidades aprovechables por los cultivos.

de la cual mayores densidades no redundarán en un beneficio económico.


la interacción densidad por nitrógeno sobre la determinación de los rendimientos de maíz. Se estimaron los parámetros de la ecuación de regresión 1 y resultaron todos significativos y el coeficiente de determinación del modelo elevado (R2:0.77). El modelo ajustado se presenta en la Ecuación 2:

Red de INNOVADORES

Y = 4940 + 32.29N + 83.41D - 0.103N2 – 0.571D2 + 0.239ND + Ɛ (2) donde Y es el rendimiento del maíz (kg ha-1), D es la densidad de siembra (miles de plantas ha-1), N es la disponibilidad de N (kg N ha-1 suelo + fertilizante), y Ɛ es el término de error de la regresión. Los mayores rendimientos se obtuvieron con más de 90.000 plantas ha-1 y niveles de N objetivo superiores

a los 210 kg ha-1 (Figura 1). Estos tratamientos, en promedio en los 6 sitios evaluados, superaron los 15.000 kg ha-1. Con un planteo típico de la zona, (densidad de siembra 75.000 plantas ha-1 y un nivel de N objetivo de 160 kg ha-1), se obtuvieron 13.200 kg ha-1, siendo la brecha con el rendimiento alcanzable cercana a los 2000 kg ha-1 (15%). En la Figura 2 se puede apreciar el incremento en la respuesta a la densidad de siembra a medida que aumenta la oferta de N. Por lo tanto, la densidad con la que se maximiza el rendimiento (densidad óptima agronómica) cambió de 85.000 a 130.000 plantas ha-1 desde la situación testigo a la de mayor disponibilidad de N. Análisis económico En función del rendimiento estimado (Tabla 5 A) con el modelo ajustado en la Ecuación 2, se calculó el margen

40

Tabla 4

Maíz 2019

Medidas resumen del rendimiento (kg ha-1) en los diferentes sitios. Rendimiento

Cooperativa Agrícola

Agroservicios

Pérez

Rosso

La Comarca

Lucarelli

Testigos

9811

10341

11178

10739

9774

9533

Promedio

11694

12475

13249

12748

12893

12933

Máximo

13511

15452

16350

15904

15802

16213 Figura 1

Modelo de la Ecuación 2; rendimiento en función de la densidad de siembra y dosis de N (suelo + fertilizante).


Figura 2

Red de INNOVADORES

Rendimiento en función de la densidad de siembra para diferentes niveles de N disponible (suelo + fertilizante, kg ha-1), según modelo Ecuación 1.

Maíz 2019

41


Tabla 5

Rendimiento de maíz (kg ha-1) para diferentes densidades de siembra y niveles de N disponible 5.B. Margen bruto (U$S ha-1) para diferentes densidades de siembra y niveles de N disponible. Escala rojo-blanco-azul, de menores a mayores valores de rendimiento y margen bruto. A

N Disponible suelo+fert (kg ha-1)

Densidad (miles pl ha-1)

42 Maíz 2019

Considerando tres escenarios de precio de maíz, se calculó el rendimiento esperado, costos, ingresos netos, margen bruto y rendimiento de indiferencia para tres manejos de dosis de N y densidad de siembra (Tabla 6). El planteo típico que se realiza en la zona (75.000 pl ha-1 y aplicaciones de 100 kg N ha-1) no logró maximizar los márgenes en ninguno de los escenarios de precio de maíz. Mientras que con el manejo óptimo económico y el manejo recomendado (máxima tasa de retorno) se hubiesen obtenido entre 30 y 100 U$S ha-1 más que con el planteo típico.

60

120

180

240

50

9966

11506

12303

12358

70

10551

12377

13461

13802

90

10680

12792

14162

14789

110

10352

12750

14407

15320

130

9568

12252

14195

15395

B

Densidad (miles pl ha-1)

Red de INNOVADORES

bruto para cada situación (Tabla 5 B). Los mayores márgenes (U$S 465 y 475 ha-1) se obtuvieron con niveles de N próximos a los 240 kg N ha-1 y densidades comprendidas entre 90.000 y 110.000 plantas ha-1. Un punto a destacar es que siembras con alta densidad exigen altos niveles de N disponibles para maximizar rendimientos y márgenes brutos. En situaciones donde se utilice alta densidad de siembra y bajo nivel de N se podrían provocar márgenes brutos negativos. Otro punto de interés es que la diferencia entre el mayor margen bruto con respecto al logrado con el manejo típico de la zona es de U$S 67 ha-1 (U$S 475 vs 408 ha-1), es decir un 15% superior.

N Disponible suelo+fert (kg ha-1) 60

120

180

240

50

$ 160

$ 289

$ 330

$ 285

70

$ 176

$ 339

$ 414

$ 402

90

$ 139

$ 335

$ 444

$ 465

110

$ 47

$ 277

$ 420

$ 475

130

-$ 97

$ 166

$ 342

$ 431 Tabla 6

Rendimiento esperado, costos, ingresos netos, margen bruto y rendimiento de indiferencia según tres manejos diferenciales (combinaciones de dosis de N y densidad objetivo) para tres escenarios de precio. Manejo típico: de mayor frecuencia a nivel zonal; recomendado: máxima tasa de retorno de la inversión; y óptimo económico: máximo margen bruto. Precio ton maíz (U$S)

130

160

190

Relación Precios Grano/N

9,3

7,5

6,4

Manejo

Dosis N (kg ha-1)

Densidad (miles pl ha-1)

Rendimiento esperado (kg ha-1)

Costos

Ingresos netos

Margen Bruto

Rendimiento indiferencia (kg ha-1)

Típico

160

75

13 376

$1164

$1278

$ 113

12 190

Recomendado

220

88

14 594

$1251

$1394

$143

13 095

Óptimo económico

220

95

14 814

$1269

$1415

$146

13 288

Típico

160

75

13 376

$1164

$1572

$408

9 905

Recomendado

230

92

14 805

$1270

$1740

$470

10 803

Óptimo económico

240

104

15 209

$1310

$1788

$478

11 146

Típico

160

75

13 376

$1164

$1867

$703

8 341

Recomendado

240

98

15 057

$1294

$2102

$807

9 273

Óptimo económico

240

107

15 270

$1318

$2132

$813

9 442


• El modelo determinado con esta base experimental brindó un ajuste considerable (R2: 0.77), lo que facilitaría la toma de decisiones empresariales sobre la densidad de siembra y la fertilización nitrogenada en ambientes de elevada productividad con influencia de napa. La correcta elección de densidad de siembra es de suma importancia ya que el costo de semilla es uno de los principales que acarrea el productor cuando realiza maíz. La misma depende del N disponible, y por lo tanto para lograr planteos exitosos, en necesario contemplar ambas variables. • El aumento de productividad logrado contribuiría además con otros aspectos positivos relevantes al sistema, no cuantificados pero sí observados, como ser el mayor aporte de carbono y de mejor calidad, mejor competencia contra las malezas, un mayor consumo de agua y mayores eficiencias en el uso de los recursos como el N y el agua. Agradecimientos A todos los que participan en el funcionamiento de la Chacra Justiniano Posse: Agroservicios SRL, La Comarca SRL, Cooperativa Agropecuaria Unión de Justiniano Posse Ltda, Cooperativa Agrícola Ganadera de Justiniano Posse Ltda, Las Tres Marías SRL, Pelagagge SA, Rosso Agro SRL, Simplón SRL, Norberto Ballario SA, Pablo Panatti, Juan Giannasi, Jorge Mazzieri, José Mazza, Julio Pérez, Daniel Cotorás y Javier Orazi. Bibliografía Bertram, N., y S. Chiachera. 2014. Ascenso de napas en la Región Pampeana: ¿Consecuencia de los cambios en el uso de la tierra? INTA EEA Marcos Juárez Título. Capristo, P.R., R.H. Rizzalli, y F.H. Andrade. 2007. Ecophysiological Yield Components of Maize Hybrids with Contrasting Maturity. Agron. J. 99, 1111. Cisneros, J., H.A. Gil, J.D. De Prada, A. Degioanni, G.A. Cantero, O. Giayetto, J.P. Ioele, O.A. Madoery, A. Masino, y J. Rosa. 2014. Estado actual, pronósticos y propuestas de control de inundaciones en el centro-este de la provincia de Córdoba. Río Cuarto, Argentina. Cisneros, J., M. Scilingo, O. Giayetto, F. Morla, y E.G. Jobbágy. 2013. Uso del modelo de simulación AquaCrop-FAO para estimar el aporte subterráneo de agua al cultivo de soja. En: Actas del XXIV Congreso Nacional del Agua. San Juan, Argentina. p 1-10 Dardanelli, J., y D.J. Collino. 2002. Water table contribution to alfalfa water use in different environments of the Argentine Pampas, Agriscientia, 19: 11–18. Di Rienzo J.A., F. Casanoves F, M.G. Balzarini, L. Gonzalez, M. Tablada y C.W. Robledo. 2017. InfoStat versión 2017. Grupo InfoStat, FCA, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. URL http://www. infostat.com.ar Echeverría, H.E., H.R. Sainz Rozas y P.A. Barbieri. 2015. Maíz y Sorgo. En: Fertilidad de Suelos y Fertilización de Cultivos, Eds.: Echeverría, H. E.; García, F. Capítulo 15. 904 pgs. Hörbe, T.A.N., T.J.C. Amado, A.D.O. Ferreira y P.J. Alba. 2013. Optimization of corn plant population according to management zones in Southern Brazil. Precision Agriculture, 14(4), 450-465. Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. 1986. Carta de suelos de la República Argentina, hoja 3363-22 Laborde. Maddonni, G.A., R.A. Ruiz, P. Villariño e I. García de Salamone. 2003. Fertilización en los cultivos para grano. En: Producción de granos: bases funcionales para su manejo, Eds.: Satorre et al. Capítulo 19. 783 pgs. Nosetto, M.D., E.G. Jobbagy, R.B. Jackson y G.A. Sznaider. 2009. Reciprocal influence of crops and shallow ground water in sandy landscapes of the Inland Pampas. Field Crop Research 113:138-148. Uhart, S.A., y F.H. Andrade. 1995. Nitrogen deficiency in maize. I. Effects on crop growth development dry matter partitioning and kernel set. Crop Science 35:1376-13835.

Encuentre el presente trabajo en www.aapresid.org.ar - PUBLICACIONES

43 Maíz 2019

• El planteo agronómico que se realiza en la zona (75.000 pl ha-1 y niveles de N disponible de 160 kg N ha-1 considerando el N disponible a la siembra más el fertilizante) no logra maximizar los rendimientos ni el margen bruto del maíz. Los resultados encontrados en este estudio demostraron que en ambientes con napa es posible aumentar en más de un 10% la productividad y el margen bruto del maíz, ajustando correctamente la densidad de siembra y la dosis de N. Ello es posible siempre que se considere la interacción entre la densidad de siembra y la fertilización nitrogenada. Incrementar la densidad de siembra independientemente de la oferta de N puede provocar una disminución del rendimiento y del margen bruto de forma negativa.

Red de INNOVADORES

Comentarios finales


Red de INNOVADORES

Autores: Ramos, M.L.; Díaz-Zorita, M. Desarrollo de Mercado, Bayer Crop Science Argentina, Fontezuela, Buenos Aires, Argentina.

Mejoradores biológicos del crecimiento aplicados a la producción de maíz

Maíz 2019

44

Se presentan resultados de evaluaciones al aplicar tratamientos de semillas que contienen esporas de cepas seleccionadas de P. bilaiae sobre la productividad y rendimiento de maíz.

Palabras Claves: Semillas; Penicillium bilaiae; Microflora; Raíces; Suelo.


Red de INNOVADORES

MRI QUIERE DECIR: MANEJO DE RESISTENCIA DE INSECTOS

Maíz 2019

45

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Red de INNOVADORES

El mejoramiento en la calidad de la microflora de suelos agrícolas, a partir de la incorporación de organismos seleccionados por sus funciones en diversos procesos que contribuyen con la implantación, desarrollo y producción de cultivos, es una alternativa que contribuiría al logro de mejores cultivos.

Maíz 2019

46

En la rizósfera se encuentran abundantes microorganismos de vida libre que forman asociaciones no simbióticas ni específicas con los vegetales. Estos han mostrado varios mecanismos para mejorar el crecimiento de las plantas, tales como la producción de fitohormonas, la solubilización de minerales y el antagonismo con fitopatógenos. Los microorganismos tienen un papel fundamental en el ciclo biogeoquímico del fósforo y de otros nutrientes, tanto en ecosistemas naturales como agrícolas. Y en general, los hongos muestran una mayor capacidad de solubilización de formas precipitadas de fosfatos de calcio y de rocas fosfóricas que las bacterias (Kucey et al., 1989; Nahas, 1996,). Un amplio rango de hongos del suelo mostró capacidad de solubilizar fosfatos entre los que se encuentran cepas de Aspergillus spp. y de Penicillium spp. Entre las varias especies con capacidad de solubilización de minerales con fosfatos, luego del análisis comparativo sobre unos 800 aislamientos desarrollado en Australia, se identificó a Penicillium bilaiae como la especie con la mayor actividad (Wakelin et al. 2004). Mientras que Aspergillus fumigatus, aislado de compost, mostró tener la mayor capacidad de liberación de potasio (Kaewchai et al., 2009). Las especies de Penicillium spp. se destacan por su actividad en la descomposición saprófita oportunista de materiales orgánicos (ej. rastrojos, hojarasca, restos de raíces, etc.) y por su papel relevante en procesos de ciclado de nutrientes (ej. carbono, nitrógeno, fósforo, etc.) y de mejora en la fertilidad de los ecosistemas junto con aportes a la movilización de minerales inorgánicos. Es uno de los pocos grupos de microorganismos que participa activamente de la meteorización primaria de rocas y minerales. La capacidad de Penicillium spp. para liberar minerales desde materiales inorgánicos se explica en parte por su capacidad de producir una amplia variedad de ácidos orgánicos. Estos reducen el pH en los micrositios de

actividad fúngica y también actúan como agentes complejantes de cationes que disuelven minerales y precipitados inorgánicos o liberan minerales y nutrientes a la solución del suelo por quelación. Entre los materiales degradados por actividad de Penicillium spp. se encuentran carbonatos, mármoles y granitos, serpentina, muscovita y basalto, y liberan silicio, magnesio, aluminio, y potasio, entre otros elementos (Sterflinger, 2000). También solubilizan diferentes formas de carbón (Polman et al., 1994) y un amplio rango de rocas fosfóricas (Whitelaw 2000). Las especies de Penicillium además de caracterizarse por su abundante producción de antibióticos, liberan un amplio rango de metabolitos secundarios que, en el caso de P. bilaiae, son los ácidos oxálico y cítrico. La liberación de este último es mayor en condiciones limitadas de nitrógeno mientras que la producción de ácido oxálico es promovida al limitarse la disponibilidad de carbono (Cunningham y Kuiack, 1992). Citrato, oxalato, malato, malonato y succinato pueden además ser quelantes de hierro, cobre y zinc. De esta manera, cepas de P. bilaiae pueden mejorar la solubilización de formas relativamente insolubles de estos elementos. Estudios en cultivos de trigo no mostraron cambios sobre la captación de hierro y de cobre, pero sí incrementos en la acumulación de zinc al inocular con P. bilaiae (Kucey, 1988). Penicillium spp. se encuentra en asociación con raíces de plantas y se demostró que su presencia y actividad mejora la solubilización de fósforo y su captación por algunas plantas. En general, las respuestas a la inoculación con cepas de Penicillium spp. serían más frecuentes en condiciones de respuesta a la fertilización con fósforo y principalmente en suelos con abundantes contenidos de este elemento ligado al calcio. Sin embargo, la eficacia de esta práctica es menor si en suelos con bajos contenidos de fósforo extractable no se han aplicado fertilizantes fosfatados o es baja la dosis de fertilización (Beckie et al. 1998). Los aportes de esta práctica son mayores al aumentar la dosis de fertilización con fósforo (Roberts y Green, 1994) y abundantes resultados en condiciones extensivas de producción sugieren sus aportes en otros procesos de formación del rendimiento, más allá de la nutrición fosfatada de las plantas tratadas.


El objetivo de este artículo es presentar algunos de los resultados de evaluaciones al aplicar tratamientos de semillas que contienen esporas de cepas seleccionadas de P. bilaiae sobre la productividad y rendimiento de maíz, cultivado en condiciones extensivas representativas de la región templada argentina. Asimismo, también se pretende evaluar en algunas localidades el efecto a nivel de desarrollo radicular por efecto de la aplicación de este biológico. Metodología experimental Ubicación de los ensayos y manejo Durante siete (7) campañas (2008/09 a 2015/16) y en un total de 58 sitios se evaluó el comportamiento de la aplicación de tratamientos conteniendo esporas seleccionadas de P. bilaiae formulados por Novozymes (Saskatoon, Canadá). Los ensayos se establecieron en Rafaela (SF), Marcos Juárez (Cba.), Rio Cuarto (Cba.),

En todos los casos y para este documento, se analizaron las evaluaciones en 2 tratamientos sobre semillas de maíz: i) Control sin tratamiento biológico y ii) tratado con la formulación conteniendo P. bilaiae. En ambos tratamientos, y para cada comparación, las semillas de maíz presentaban idénticos tratamientos con las formulaciones químicas sintéticas (fungicidas e insecticidas) comerciales. Los momentos de aplicación del tratamiento biológico se extendieron entre la siembra y hasta los 510 días previos a la siembra y se realizaron tanto en mezcla con los otros tratamientos de semillas o sobre semillas tratadas. En la campaña 2017/18 y 2018/2019 las evaluaciones se realizaron en franjas en lotes de productores de la zona maicera templada y norte de Argentina para evaluar, bajo condiciones extensivas de producción, el comportamiento del agregado industrial de P. bilaiae en los tratamientos de semillas. El antecesor fue mayormente soja. Se presentan los datos de rendimiento en franja durante la campaña 2017/18 y de evaluaciones en raíces durante la campaña 2018/19 dado que los resultados de producción de granos no se encuentran completamente disponibles al momento de elaborar este artículo. Evaluaciones en raíces Durante la campaña 2018/19 se realizaron evaluaciones exploratorias para cuantificar a campo el efecto de P. bilaiae sobre número de raíces, largo total y área total de raíces. En cada franja, entre los estadios de V2 a V8, se extrajeron mediante la excavación con pala hasta 30 cm de profundidad pares de plantas consecutivas representativas de cada uno de los tratamientos para realizar las siguientes evaluaciones: •

Recuento de inserciones por nudo (recuento de raíces) Estas evaluaciones se obtuvieron mediante el conteo manual de inserciones por cada nudo de la raíz principal en 5 plantas consecutivas de cada tratamiento. Se analizaron muestras provenientes de 23 de las 36 localidades en franjas sembradas.

Red de INNOVADORES

Al investigarse otros posibles mecanismos de promoción, Anstis (2004) describió la producción in vitro de precursores de hormonas vegetales que estimularían la ramificación de raíces (Patten y Glick 2002) y así en aumentos en el crecimiento de las plantas. Resultados similares de incrementos en la producción de pelos radicales de plantas de arveja fueron descriptos en respuesta a la inoculación con cepas de P. bilaiae (Gulden y Vessey, 2000). Es así que la aplicación de inoculantes que contienen cepas seleccionadas de Penicillium spp. permitiría a las plantas explorar más suelo y el acceso a captar más nutrientes u otros recursos sin necesidad de incrementar la disponibilidad de los mismos.

Bigand (SF), Junín (BA), Chacabuco (BA), 25 de Mayo (BA), América (BA), Pellegrini (BA), Tandil (BA) y Mar del Plata (BA).

47 Maíz 2019

A partir de 47 estudios en cultivos de trigo en Canadá, se observó que en casi el 50% de los sitios con respuesta a la fertilización con P, la inoculación con P. bilaiae mejoró los rendimientos de los cultivos. Las respuestas no se pudieron relacionar directamente a cambios en las concentraciones de P extractable, los contenidos de materia orgánica o la textura de los suelos, ni a patrones o condiciones climáticas y se las consideraron como eventos al azar (Karamanos et al. 2010). Según evaluaciones en condiciones extensivas de producción en Australia, la solubilización de minerales con fósforo por Penicillium radicum puede explicar solo parte de la promoción en el crecimiento de plantas (Whitelaw et al. 1997).


Red de INNOVADORES

Maíz 2019

48

Análisis de largo total y área de raíz del sistema de raíces En muestras obtenidas en estadio V2 (4 localidades), las raíces lavadas fueron digitalizadas y analizadas utilizando el programa WinRhizo® describiendo entre otras variables de descripción del sistema de raíces, el largo de raíces finas y su área en al menos 5 plantas representativas de cada uno de los tratamientos evaluados. • Porcentaje de “suelo retenido” Como una medida indirecta del efecto del tratamiento con P. bilaiae, se cuantificó en 7 localidades de siembras tempranas, el porcentaje de suelo retenido en la raíz en ambos tratamientos. Para obtener este valor, las raíces fueron cuidadosamente extraídas considerando el suelo alrededor de la misma. Las muestras fueron pesadas, luego se lavaron y pesaron las raíces, y se sustrajo este valor al peso de suelo inicial (“suelo + raíz”). El valor calculado fue expresado como porcentaje del valor inicial y expresado como porcentaje de suelo retenido en base húmeda. Resultados Resultados de la evaluación de rendimientos de maíz en ensayos en parcelas (campañas 2008/09 a 20014/15) En los 58 sitios evaluados durante las 7 campañas de estudio, los rendimientos de maíz variaron entre 5900 y 11800 kg/ha, y mostraron una respuesta promedio al tratamiento con P. bilaiae de 470 kg/ha. La mejora

porcentual de rendimiento fue equivalente al 6,3%. Las semillas tratadas con P. bilaiae presentaron diferencias estadísticamente significativas con respecto al control sólo con la aplicación de tratamientos químicos sintéticos (insecticidas y fungicidas). En un análisis promedio a través de todos los sitios, campañas y condiciones ambientales, las respuestas halladas al tratamiento de P. bilaiae presentaron un amplio rango de variación llegando hasta 778 kg/ha y mostrando interacciones que, según fechas de siembra y tipos de suelo, explicaron parte de esta variabilidad. La eficacia agronómica según la proporción de casos con mejoras en la producción de granos fue de 77% (Tabla 1). Una vez identificado el potencial de la tecnología, la información generada permitió relacionar linealmente el rendimiento de los cultivos con semillas tratadas con P. bilaiae en comparación con los rendimientos de tratamientos sintéticos (Figura 1). Este análisis mostró que la respuesta en producción de los cultivos con aplicación de la formulación conteniendo P. bilaiae, en el rango de rendimientos evaluados, el aporte en términos absolutos, sería independiente del nivel de productividad media del sitio. Resultados de evaluaciones en cultivos de maíz en ensayos franjas extensivas (Campaña 2017/18) En 14 sitios evaluados durante 2017/2018 y en ensayos en franjas bajo condiciones extensivas de producción, los rendimientos de maíz variaron entre 7700 y Tabla 1

Resumen de rendimientos de maíz para la aplicación de un tratamiento de semillas con P. bilaiae y su respectivo control en 58 sitios, durante 7 campañas agrícolas (2008/9 a 14/15) en región maicera templada de Argentina. Campaña

Sitios

2008

Rendimiento (kg/ha)

Aumento

Control

P. bilaiae

kg/ha

%

15

8130

8469

339

5%

2009

3

5935

6098

162

3%

2010

6

9347

9936

589

7%

2011

10

7727

8550

823

13%

2013

10

10141

10919

778

9%

2014

9

11425

11834

409

4%

2015

5

7921

8111

191

3%

2008 a 2015

58

8661

9131

470

6,3%


Recuento de inserciones de raíces por nudo Mediante el recuento se pudo determinar un incremento en el número de inserciones en los nudos 2 y 4 para el tratamiento con P. bilaiae en relación al tratamiento

Análisis de largo total y área de raíz El análisis de medianas de la longitud y el área de raíces con diámetro menor a 3 mm, en muestras provenientes de 4 localidades en el estadio vegetativo de V2, mostró que el tratamiento con P. bilaiae siempre fue superior al control. En promedio, el largo total de raíces con menos de 3 mm de diámetro del tratamiento con P. bilaiae fue un 21% superior con relación al control y comprendió un rango del 5% al 49% de diferencia entre las distintas localidades. Para el largo total de raíces menores a 3 Figura 1

Relación del rendimiento correspondiente al tratamiento control y al tratamiento con P. bilaiae según índices ambientales (rendimiento medio del sitio) en 58 condiciones de producción de maíz en Argentina.

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Evaluaciones en raíces Durante la campaña 2018/19 se realizó un muestreo exploratorio para caracterizar la contribución del tratamiento con P. bilaiae a la estructura del sistema de raíces de maíz. En la Figura 2 se presentan imágenes de un sitio representativo de este estudio donde se observan las plantas completas evaluadas y el detalle de sus sistemas de raíces.

control sin aplicación de este microorganismo. En el 2do nudo, en el 54 % de las localidades, se observaron mayor número de inserciones y solo en el 4% de las localidades no se detectaron diferencias entre los tratamientos. El 38% restante correspondió al tratamiento control (Figura 3). Mientras que, en el 4to nudo, en el 50% de las localidades hubo mayor número de inserciones, en el 11% de las localidades no se observaron diferencias entre los tratamientos y en el 39% de las localidades restantes se observó mayor respuesta en el tratamiento control (Figura 4).

49 Maíz 2019

15400 kg/ha, mostrando una respuesta promedio al tratamiento con P. bilaiae de 722 kg/ha equivalente al 7,4% sobre el control con la aplicación de tratamientos químicos sintéticos (insecticidas y fungicidas). En un análisis promedio a través de todos los sitios, campañas y condiciones ambientales, las respuestas halladas al tratamiento de P. bilaiae presentaron un amplio rango de variación llegando hasta 1840 kg/ha.


Figura 2

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Efectos sobre los sistemas de raíces de maíz según tratamientos de semillas control y P. bilaiae en Oro Verde, Entre Ríos 2018/19.

Maíz 2019

50

Figura 3

Diferencia de inserciones en el 2do nudo de raíces entre el tratamiento de semillas con P. bilaiae y el control según 12 localidades de producción de maíz.


Figura 4

Diferencia de inserciones en el 4to nudo de raíces entre el tratamiento de semillas con P. bilaiae y el control según 12 localidades de producción de maíz.

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Porcentaje de “suelo retenido” En la Figura 6 se muestra un ejemplo del procedimiento de evaluación del suelo retenido en el sistema de raíces según tratamientos de semillas de maíz evaluados en este estudio.

El análisis de porcentaje de suelo retenido fue evaluado en 7 localidades de siembra temprana de la región templada. Se registró una diferencia promedio de 5,5% de suelo retenido en el tratamiento con P. bilaiae con una consistencia del 85% (Figura 7).

51 Maíz 2019

mm de diámetro, el tratamiento con P. bilaiae fue en promedio un 17% superior al tratamiento control, comprendiendo un rango de variación del 4% al 46% entre las localidades evaluadas (Figura 5).


Figura 5

Red de INNOVADORES

Mediana de la longitud total (figura superior) y del área total (figura inferior) de raíces con diámetro menor a 3 mm en cultivos de maíz en el estadio de V2 según tratamientos de semillas con la aplicación de una formulación conteniendo P. bilaiae.

Maíz 2019

52


Figura 6

Ejemplo de la evaluación de raíces y del “suelo retenido” en cultivos de maíz según tratamientos de semillas con y sin la aplicación de P. bilaiae.

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Raíz + suelo retenido

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Figura 7

Diferencia de proporción de “suelo retenido” en el tratamiento de P. bilaiae con respecto al control sin la aplicación de este tratamiento, en 7 localidades de la región pampeana cultivadas con maíz en fecha temprana de siembra.


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Comentarios finales

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54

• En las condiciones de estos estudios, con múltiples campañas y condiciones de producción y manejo de maíz, se observó que la aplicación de un tratamiento biológico de semillas que contenga Penicillium bilaiae como parte de su tratamiento industrial con terápicos sintéticos contribuye a sostener el crecimiento inicial de las plantas mejorando el crecimiento del cultivo. Resultados recientes validan su aporte al cultivo al mostrar mayores tasas de crecimiento durante la implantación de los cultivos, mejoras en la uniformidad de implantación, en el crecimiento de las plantas y en el vigor aéreo. El incremento medio en producción de granos, integrando diferentes escalas de evaluación, fue de aproximadamente 400 kg/ha, con variaciones entre campañas y condiciones de producción e independientes del nivel medio de rendimientos alcanzado. • A nivel exploratorio, evaluaciones sobre la estructura de la raíz y en condiciones de producción a campo, se observó que la adición del tratamiento con P. bilaiae aumentó el número de raíces principalmente en los nudos 2 y 4, siendo el estadio vegetativo V4 el mejor momento para evaluar esta variable. Además, el tratamiento con P. bilaiae registró un incremento en el largo total y área de raíces finas (diámetro menor a 3 mm). Estas raíces participan activamente en la absorción de nutrientes, principalmente aquellos de baja movilidad en el suelo (ej. fósforo). Como medida indirecta del mayor crecimiento del sistema de raíces se observó mayor “retención del suelo” próximo a las raíces. • Estas observaciones refuerzan el valor de la tecnología y los conceptos de que P. bilaiae genera mejoras en las condiciones para la exploración temprana del suelo, mayor crecimiento del sistema radicular, principalmente de las raíces finas importantes para la adquisición de nutrientes. Al mismo tiempo, abren un escenario para investigar con mayor profundidad cuáles son las condiciones en las que tratamientos biológicos como con P. bilaiae, muestran sus mayores contribuciones a la producción de maíz en Argentina.

Bibliografía Beckie, HJ; D Schlechte; AP Moulin; SC Gleddie & DA Pulkinen. 1998. Response of alfalfa to inoculation with Penicillium bilaii (Provide). Can. J. Plant Sci. 78: 91–102. Cunningham, J & C Kuiack. 1992. Production of Citric and Oxalic Acids and Solubilization of Calcium Phosphate by Penicillium bilaii. Appl. Env. Microbiol. 58: 1451-1458 Gulden, RH & JK Vessey. 2000. Penicillium bilaii inoculation increases root-hair production in field pea. Can. J. Plant Sci. 80 801-804. Karamanos, RE; NA Flore & JT Harapiak. 2010. Re-visiting Use of Penicillium bilaii with phosphorus fertilization of hard red spring wheat. Can. J. Plant Sci. 90: 265-277. Kucey R; H Janzen & M Leggett. 1989. Microbially mediated increases in plant-available phosphorus. Adv Agron 42:199-228 Kucey, R. 1988. Effect of Penicillium bilaji on the solubility and uptake of P and micronutrients from soil by wheat. Can. J. Soil Sci. 68: 26I-270 Nahas E. 1996. Factors determining rock phosphate solubilization by microorganisms isolated from soil. World Journal of Microbiology and Biotechnology, 12: 567-572. Patten CL, Glick BR 2002. Role of Pseudomonas putida indoleacetic acid in the development of the host plant root system. Appl. Environ. Microbiol. 68: 3795-3801. Polman JK; DL Stoner & KM Delezene-Briggs. 1994. Bioconversion of coal, lignin, and dimethoxybenzyl alcohol by Penicillium citrinum. J. Industrial Microbiol. 13 292-299. Roberts, T & B Green. 1994. Farm facts: phosphorus fertilization in crop production. Canada-Saskatchewan Agreement on Soil Conservation. 4 pp. Sterflinger, K. 2000. Fungi as geologic agents. Geomicrobiol. J. 17 97-124. Wakelin, SA; RA Warren; PR Harvey & MH Ryder. 2004. Phosphate solubilisation by Penicillium species closely associated with wheat roots. Biol. Fertil. Soils 40: 36-43. Whitelaw, MA. 2000. Growth promotion of plants inoculated with phosphate-solubilizing fungi. Adv Agron 69:99–151 Whitelaw, MA; TJ Harden & GL Bender. 1997. Plant growth promotion of wheat inoculated with Penicillium radicum sp. nov. Aust. J. Soil Res. 35: 291-300.

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Eficacia de la urea tratada con un estabilizador de nitrógeno y un fertilizante nitrogenado ureico, en comparación con la urea no tratada, y otras fuentes de N en el rendimiento de grano de maíz.

Palabras Claves: Fertilización; Urea; Nitrógeno; Maíz.

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EEA INTA Pergamino.

Evaluación de dos formulaciones de urea-tratada con inhibidor de ureasa, en el rendimiento de grano de maíz

55 Maíz 2019

Autores: Figueroa, E; Melgar R.


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56

Antecedentes La urea es el principal fertilizante nitrogenado usado en cultivos y pasturas, ya que tiene un alto contenido de N, es fácil y segura para manejar, almacenar y su costo es relativamente bajo. Es fácilmente soluble en agua y se puede utilizar como mezcla con otros fertilizantes. Sin embargo, tiene dos desventajas importantes: es susceptible a pérdidas por volatilización cuando se la aplica en superficie, y produce daños severos en las plántulas o semillas si los niveles colocados a la siembra en la línea son demasiado altos. Los inhibidores de ureasa (un inhibidor es un compuesto que se añade a un fertilizante con nitrógeno para reducir las pérdidas cuando se aplica al cultivo) pueden ser una opción económica para aumentar la eficiencia de las aplicaciones superficiales, aunque dependen mucho de un período sin precipitaciones (5 días mínimo) para demostrar su eficacia, así como para reducir la toxicidad de la urea sobre las semillas. Objetivo El objetivo de este trabajo fue comparar en condiciones de campo, la eficacia de la urea tratada con un estabilizador de nitrógeno y un fertilizante nitrogenado ureico, en comparación con la urea no tratada, y otras fuentes de N en el rendimiento de grano de maíz en tres lugares de Argentina. Material y métodos Se llevó a cabo un experimento con maíz en 3 localidades: Mercedes (EEA INTA Mercedes), Pergamino y Lincoln (Bs. As.). La Tabla 1 muestra la fertilidad del suelo (0-20 cm) y las características agronómicas de los tres sitios. Tratamientos Se evaluaron nueve (9) tratamientos organizados en una factorial de 2 x 4: a dos niveles de N: 70 y 140 kg

de N/ha y cuatro fuentes de N: a) urea no tratada, b) urea con 0,20% de nitrógeno formulación estabilizadora tradicional; c) una nueva formulación donde se incorpora el ingrediente activo en el momento de la producción de urea, y d) Nitrato de amonio calcáreo (CAN), más un control sin aplicación de N. Los tratamientos con fertilizantes se aplicaron sobre la superficie del suelo cuando hubo menos del 40% de probabilidad de lluvia en los siguientes 5 días, dentro de la ventana de la etapa V3 a V8 (Tabla 1). El diseño experimental fue de bloques al azar con cuatro repeticiones. Las parcelas experimentales fueron cuatro filas de 20 m de longitud espaciadas a 0.52 m en las dos localidades de la provincia de Buenos Aires y de 15 m en Mercedes (Corrientes). En esta última localidad, se realizó la siembra con una sembradora experimental de 4 surcos neumática para siembra directa (IntertecBaumer). El control de plagas y malezas se realizó siguiendo las prácticas propias de la zona. La cosecha del experimento se realizó en madurez comercial. Los rendimientos de grano se determinaron recolectando espigas en las filas centrales y los resultados se expresaron en kg/ha a 13.5% de humedad. Resultado y discusión El año fue bastante lluvioso en comparación con los datos históricos (Mercedes H. y Pergamino H.). La precipitación acumulada durante el ciclo se muestra en la Figura 1. Sin embargo, aunque el rendimiento de grano fue en general alto, en ninguno de los sitios se acerca al rendimiento potencial. Algunos eventos de lluvia fueron muy altos en volumen y número de días, y podrían haber lixiviado parte del N del suelo. Además, la población de plantas en el sitio de Mercedes fue bastante baja, 45000 plantas por hectárea, lo que afectó la posibilidad de obtener rendimientos más altos. Tabla 1

Fertilidad del suelo y características agronómicas. Sitio/ localidad

N-60 kg/ha

Mo g/kg

pH

P ppm

S-SO4 ppm

siembra

N aplicado

cosecha

Híbrido

Pergamino

63

27

5,6

24,2

7,0

19-dic

18-ene

09-jun

Ax 852 Hx

Mercedes

68

32

5,4

5,8

3,3

21-dic

17-ene

16-may

Syn 126 Vt3Pro

Lincoln

67

31

6,1

7,0

7.4

05-nov

25-dic

08-may

507 Power Core-Dow


Las diferencias en las fuentes, que promedian los niveles de cantidades evaluadas, se encontraron dentro de las expectativas, con el rendimiento más bajo para la urea no tratada y el más alto para el nitrato de calcio y amonio. Aunque hubo ligeras diferencias a favor de la urea tratada con el inhibidor de ureasa en comparación con los fertilizantes nitrogenados, estas diferencias no

Las Figuras 3 y 4 ilustran la respuesta a las fuentes y ubicaciones de N, y la agrupación de N, respectivamente, destacando las diferencias de los resultados presentados en la tabla 2. Mercedes: a) Los tratamientos fertilizados con nitrógeno tuvieron un rendimiento de grano de maíz significativamente superior al control sin fertilizar. b) Con un nivel de 70 kg N/ha, los tratamientos con urea + inhibidor (20%) y nitrato amoniacal calcáreo, alcanzaron un rendimiento comparativamente mayor. Sin embargo, con un nivel de 140 kg N/ha, la respuesta de urea + inhibidor disminuyó marcadamente, inclusive no difiere del control. c) no se detectan diferencias entre aplicar 70 o 140 kg N/ha. Pergamino: a) Los tratamientos fertilizados con nitrógeno tuvieron un rendimiento de grano de maíz significativamente superior al control sin fertilizar. b) No hay diferencias entre la urea combinada con inhibidor y el nitrato amoniacal calcáreo, y superan en los rendimientos a la fertilización con urea no tratada. c) Similar respuesta se obtiene aumentando el nivel a 140 kg N/ha. d) No se detectan diferencias entre aplicar 70 o 140 kg N/ha. Figura 1

Precipitación acumulada en cada ubicación durante la temporada de crecimiento del experimento.

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El efecto de los tratamientos con N se muestra por ubicación en la Tabla 2 y se promedia en todas las ubicaciones junto con un resumen. En general, el efecto de la cantidad de N fue significativo cuando se consideró el contraste entre las parcelas tratadas con N y la verificación sin N aplicado. Pero la respuesta a N más allá de la primera cantidad fue diferente entre las ubicaciones, solo Lincoln mostró una respuesta lineal mientras que las otras dos ubicaciones muestran incrementos decrecientes a las aplicaciones (Figura 2).

fueron estadísticamente significativas en ninguna de las localidades del experimento (Tabla 2).

57 Maíz 2019

Las condiciones meteorológicas después de la aplicación del tratamiento fueron adecuadas para permitir que el producto utilizado exprese su potencial para inhibir la ureasa. Lluvias de 10, 2 y 65 mm cayeron a los 14, 13 y 8 días después de la aplicación en Pergamino, Mercedes y Lincoln, respectivamente. Ya sea de los primeros 10 días después de la aplicación que el clima estaba caliente y seco, como se muestra en la Figura 2.


Lincoln: a) No hubo efecto al aplicar 70 kg N/ ha, independiente del tratamiento con respecto al control. b) Hubo efecto al aplicar 140 kg de N/ha, en comparación con el control, aunque no hubo diferencias entre tratamientos.

El rendimiento del fertilizante nitrogenado fue ligeramente inferior al de la urea tratada con el inhibidor de ureasa, pero las diferencias no fueron estadísticamente significativas.

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Figura 2

Condiciones de temperatura y evaporación en Pergamino y Mercedes en los primeros diez días posteriores a la aplicación de los tratamientos.

Maíz 2019

58

Tabla 2

Efecto de los tratamientos con fertilizantes en los rendimientos de grano de maíz en las diferentes ubicaciones en la temporada 2016/17. Tratamientos

N Kg/ha

Kg grano/ha Mercedes

Pergamino

Lincoln

Control

0

4.789

7.311

7.967

Urea no tratada

70

6.522

8.641

8.612

Urea + Inhibidor

70

7.272

9.877

8.903

Comercial

70

6.221

10.122

8.851

Nitra. amon. cal.

70

7.408

10.861

8.071

Urea no tratada

140

6.973

9.419

10.013

Urea + Inhibidor

140

5.372

10.886

10.333

Comercial

140

6.171

10.211

10.115

Nitra. amon. cal.

140

7.047

10.308

10.738


Figura 3

Figura 4

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Respuesta a diferentes fuentes de N, agrupando todas las ubicaciones del experimento.

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Respuesta a N, agrupando todas las fuentes, en las tres localidades del experimento.

Comentarios finales • Los resultados estuvieron entre las expectativas con respecto al rendimiento de la urea no tratada (en Mercedes y Pergamino) y el nitrato de amonio calcáreo, medidos en rendimiento de grano. • El rendimiento del fertilizante de nitrógeno (Urea) no tratado con inhibidor fue ligeramente inferior al de la urea tratada con el inhibidor, pero las diferencias no fueron estadísticamente significativas.

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Autores: Girón, P.1; Pagani, A.2; Gutiérrez Boem, F.3 EEA INTA General Villegas 2 Clarion 3 FAUBA Contacto: giron.paula@inta.gob.ar 1

Maíz 2019

60

¿Cuál es el mejor criterio para delinear zonas de manejo de nitrógeno para maíz en el noroeste bonaerense? Comparación de criterios para delinear ZM de N como variables explicativas de la variabilidad espacial de rendimiento, la respuesta a N y la DOEN para el cultivo de maíz a nivel intra-lote mediante el uso de tecnologías de agricultura de precisión.

Palabras Claves: Nitrógeno; Dosis; Fertilización; Zona de Manejo.


Por otra parte la determinación de la DOEN tiene implicancias ambientales, ya que el uso excesivo de fertilizantes nitrogenados puede afectar negativamente la calidad de los recursos agua y aire (Basso y Ritchie, 2005). Numerosos estudios han mostrado que la DOEN para el cultivo de maíz varía entre lotes y entre años (Mamo et al., 2003). A su vez, dentro de un mismo lote de producción, la DOEN puede no ser constante debido a la variabilidad espacial de las condiciones de los cultivos en crecimiento y de las propiedades del suelo (Pierce y Nowak, 1999). Para abordar este problema, en los últimos años han surgido tecnologías capaces de contemplar la heterogeneidad de los lotes de producción. En este sentido, la agricultura de precisión permite implementar estrategias de manejo sitio-específicas que contemplan la variabilidad espacio-temporal de la producción agrícola (Pierce y Nowak, 1999). Uno de los enfoques propuestos para el manejo sitio-específico de N es el que se basa en la delimitación de zonas de manejo (ZM). Se define a ZM como una subregión dentro de un lote que expresa una combinación homogénea de los factores limitantes de rendimiento para los cuales es apropiada una dosis única de un insumo específico (Doerge, 1999). El ajuste de la dosis de N por ZM tendría el potencial de incrementar la eficiencia de uso de N, maximizar el beneficio económico y reducir el impacto ambiental (Anselin, 2004). En este

Algunos estudios han concluido que los principios generales del manejo sitio-específico son transferibles entre regiones, pero las estrategias de fertilización con dosis variable deben ser modeladas localmente porque las condiciones edáficas y climáticas son variables (Bongiovanni, 2002; Anselin, 2004). Por lo tanto, es relevante para el NOB contar con información de la variabilidad espacial a nivel intra-lote de la respuesta a N por parte del cultivo de maíz e identificar cuáles son las herramientas más apropiadas para caracterizarla, a fin de poder desarrollar estrategias para ajustar las necesidades de N. En la actualidad no son abundantes los trabajos que evalúan la variabilidad espacial de la respuesta a N y la DOEN para el cultivo de maíz en lotes de producción, utilizando tecnologías de agricultura de precisión. El objetivo del trabajo es comparar criterios para delinear ZM de N como variables explicativas de la variabilidad espacial del rendimiento del cultivo, la respuesta a N y la DOEN para el cultivo de maíz a nivel intra-lote mediante el uso de tecnologías de agricultura de precisión. Materiales y métodos El estudio se llevó a cabo en las campañas 2015/16 y 2016/17 en 5 lotes de producción ubicados en el NOB que fueron seleccionados por presentar características edáficas y topográficas típicas de la zona. Se realizaron dos ensayos en franja en la primera campaña (Sitio 1 y 2) y tres ensayos en la segunda (Sitio 3, 4 y 5). Se evaluaron 5 dosis de N (0, 30, 60, 120 y 240 kg N ha-1) bajo la forma de urea granulada (46-0-0) en todos los sitios. El diseño de los ensayos fue en bloques completos aleatorizados con 2 y 3 repeticiones según el sitio, utilizando una metodología similar a la usada por Pagani y Mallarino (2015) y Kyveryga et al. (2018). El ancho de la franja fue el ancho de trabajo de la fertilizadora (entre 10 y 28 m) dependiendo el sitio y el largo igual al largo del lote (entre 240 y 1240 m). En cada ensayo se intentó orientar las franjas de manera tal que cada bloque quedara lo

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sentido se han propuesto diferentes criterios para la delineación de ZM de N como mapas de rendimiento de años anteriores (Ferguson et al., 2003), topografía (Franzen et al., 2000), conductividad eléctrica aparente (CEa) (Lund et al., 1999), índice de vegetación diferencial normalizado (NDVI) (Basso, 2012) y tipo de suelo (Pautasso et al., 2010).

61 Maíz 2019

Introducción El nitrógeno (N) es el nutriente esencial más importante para los cultivos por su rol en los sistemas biológicos, la complejidad de su ciclo y su participación en los sistemas de producción (Havlin et al., 2005). La disponibilidad de N es uno de los factores edáficos que con mayor frecuencia restringe el rendimiento del cultivo de maíz. En el noroeste bonaerense (NOB), son abundantes los estudios regionales que muestran aumentos significativos en su producción debidos a la fertilización nitrogenada (Díaz-Zorita y Duarte 1997, Barraco y DíazZorita, 2005). Sin embargo, los fertilizantes nitrogenados tienen una alta importancia relativa dentro del costo de producción, siendo necesario contar con herramientas que permitan determinar la dosis óptima económica de nitrógeno (DOEN), es decir, la cantidad de insumo (fertilizante nitrogenado) que maximiza la renta de este cultivo (Pagani et al., 2008).


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más uniformemente representado por los patrones de variabilidad edáfica y topográfica del terreno. Cada franja fue dividida en segmentos de 20 m de longitud o celdas que se utilizaron como unidades mínimas de estudio para los análisis realizados. Todos los ensayos fueron sembrados, fertilizados y cosechados con la maquinaria normalmente utilizada en cada establecimiento. Se evaluaron diferentes criterios para delinear ZM: 1. Mapas de rendimientos de cultivos anteriores para definir zonas de productividad diferencial dentro de los sitios experimentales. Cada lote fue normalizado dividiendo el rendimiento de cada celda por la celda de máximo rendimiento dentro del lote, de la misma forma a lo reportado por Kitchen et al. (2005). De esta manera se posibilitó la combinación de mapas de rendimiento de cultivos previos (cuyos valores absolutos de productividad no son comparables entre sí) para generar un mapa de productividad promedio o índice de productividad (IP). 2. El índice de vegetación diferencial normalizado (NDVI) promedio de cultivos previos. Los NDVI fueron calculadas a partir de 10 años de imágenes satelitales Landsat 5 TM y Landsat 8 OLI TIRS en cada uno de los sitios experimentales (Boettinger et al., 2008). Se utilizaron imágenes de NDVI de octubre cuando el cultivo fue trigo, cebada, centeno o vicia, diciembre y enero para maíz, y febrero para soja. Cada imagen fue relativizada dividiendo el NDVI de cada celda por el de la celda de mayor NDVI dentro del lote, de la misma forma que lo reportado por Kitchen et al. (2005). Luego se promediaron los valores relativizados de cada imagen para cada celda y se obtuvo un raster final promedio de cada sitio empleando el software ESRI® ArcGis v10.x (ESRI, 2015). 3. CEa90 que es la medición in situ de la capacidad que tiene el suelo para conducir corriente eléctrica hasta 90 cm de profundidad (Doerge, 1999). 4. Elevación del terreno con precisión subcentimétrica. CEa90 y elevación se realizaron utilizando la rastra Veris 3100® y un GPS de alta precisión (Veris Technologies, Salina, KS, USA). 5. La profundidad efectiva (PE) del suelo a través de un esquema de muestreo en grilla

sistemático desde 10 x 20 m a 28 x 20 m, según el sitio experimental, se realizó la determinación georreferenciada de la PE del suelo usando un muestreador manual y un GPS de alta precisión. La impedancia física encontrada normalmente en el NOB es un horizonte thapto de profundidad variable entre 30 y 90 cm de profundidad. La información de rendimiento generada fue analizada a una escala espacial considerablemente inferior a la de las franjas completas con el objetivo de estudiar la variabilidad espacial de la respuesta a N dentro de cada sitio. Por esta razón, las franjas con los tratamientos de N se dividieron en segmentos de 20 m de longitud y se promediaron los puntos de rendimiento pertenecientes a cada transecta para cada dosis de N. Se calculó la DOEN a través del método de la derivada primera utilizando la relación de precios histórica N-grano de maíz de 10:1 (Pagani et al., 2008). Los mapas de rendimiento generados fueron procesados mediante el programa ArcGIS v10.2.2 (ESRI, 2015) para corregir y eliminar los valores de rendimiento defectuosos. En cada sitio se realizó la interpolación de los valores de cada criterio de delineación de ZM con el procedimiento kriging ordinario (Oliver, 2010). Una vez obtenidos los mapas interpolados (rasters), estos fueron convertidos a puntos con el software ArcGIS v10.2.2 (ESRI, 2015) y el valor promedio de todos los puntos dentro de la celda fue el que se utilizó para definir la ZM para cada criterio. Dependiendo de la variabilidad del sitio, se delimitaron dos o tres ZM según los diferentes criterios evaluados mediante el método de la clasificación difusa fuzzy c-medias contenido en el programa “Management Zone Analyst” (MZA) (Fridgen et al., 2004). Para el estudio de los parámetros de la curva respuesta a N, en cada zona de muestreo de suelo de cada sitio se generó un buffer con el software ESRI® ArcGis v10.x (ESRI, 2015). Un buffer es un polígono circular de un radio determinado, en este trabajo varió de 20 a 40 m según el sitio, de manera tal que en el mismo estuviesen todas las dosis de N y una determinada cantidad de celdas con valores de rendimiento y valores de CEa, elevación, profundidad efectiva, NDVI e índice de productividad. Por lo tanto los valores de los parámetros de la curva de respuesta a N, ordenada al origen o rendimiento


Finalmente para la elección del mejor criterio de delineación de ZM se compararon los R2 y el criterio de información de Akaike (AIC). El R2 del modelo completo se calculó como la suma de cuadrado total (SCT) del modelo reducido dividido la SCE de la QP 1 y SCE de la QP 2 cuando el modelo final es el de más de una QP. Cuando la QP es única, el R2 se calculó como la SCT del modelo reducido dividido la SCE del mismo modelo. El AIC se calculó de la siguiente manera:

AIC=N.ln ln

SC (N)

+2k

Donde N es el número de puntos totales, k es el número de parámetros del modelo ajustado, SC es la suma de cuadrados de la distancia vertical de los puntos hasta la curva (Motulsky y Christopoulos, 2003).

Resultados y discusión Caracterización meteorológica de las campañas Las precipitaciones ocurridas durante el ciclo del cultivo para ambas campañas (octubre-marzo 2015/16: 769 mm y octubre-marzo 2016/17: 867 mm) fueron superiores respecto al promedio histórico de la zona (octubremarzo: 665 mm). En el mes de octubre fueron un 25% (2015/16) y 148% (2016/17) superiores respecto al promedio histórico, mientras que en el mes de noviembre, un 60% superior y un 9% menor en la primera y segunda campaña, respectivamente. En los meses estivales, las precipitaciones también se encontraron por encima de la media histórica, en promedio de ambas campañas en un 13, 19 y 55% superior para los meses de diciembre, enero y febrero, respectivamente. Estas condiciones derivaron en altos rendimientos máximos en ambas campañas pero a su vez en condiciones predisponentes para la pérdida de N del sistema. Análisis por zonas de manejo según el IP de cultivos anteriores En tres de los cinco sitios, la delineación de ZM en función del IP de cultivos anteriores fue eficiente para separar curvas de respuesta a N estadísticamente diferentes (Figura 1). Los sectores dentro del lote con mayor productividad histórica (mayor IP), mantuvieron mayores niveles de rendimiento de maíz en las campañas evaluadas. Sin embargo, la respuesta a N y la DOEN se incrementaron a medida que lo hizo el IP en los Sitios 3 y 5 pero no así en el Sitio 4 donde menores valores de respuesta y DOEN fueron observadas en las zonas de mayor IP. Wibawa et al. (1993) y Kravchenko y Bullock (2000) reportaron dificultades para estimar los niveles de productividad dentro de las ZM debido a las variaciones en el patrón de las precipitaciones de un año a otro.

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Una vez obtenidas las ZM para cada sitio según cada criterio de delineación, se realizaron comparaciones de los modelos de las curvas para corroborar que las curvas de rendimiento sean significativamente diferentes (p<0,05). Para ello se utilizó el software Table Curve 2D v5.01. Se ingresó el rendimiento y la dosis de N según la ZM delineada mediante el MZA, se seleccionó el modelo de la curva (cuadrática plateau (QP) o cuadrática (Q)) en función del mayor coeficiente de determinación (R2). Se comparó el modelo completo de todas las curvas obtenidas por el MZA (2 o 3 curvas) con el modelo reducido de 1 curva promedio de todo el sitio. Para ello se calculó la suma de cuadrados del error del modelo (SCE) completo y del modelo reducido, con los grados de libertad de cada una se obtuvo el cuadrado medio del error (CME) para cada modelo. Luego se calculó el estadístico F como el cociente entre el CME de la diferencia del modelo completo y modelo reducido y el CME del modelo completo. Ese valor de F correspondió a un p-valor de tabla. Si el valor p fue menor a 0.05 significa que las curvas son estadísticamente diferentes, por lo tanto se optó con el modelo completo, y si el valor p fue mayor a 0.05 significa que las curvas son iguales y por lo tanto se optó por el modelo reducido de una curva.

Obtenido el mejor criterio para delinear ZM en cada sitio, el conjunto de sitios que coincidió en el criterio fueron agrupados para los análisis posteriores. Se realizó un análisis relacionando los parámetros de la curva de respuesta a N con los valores de cada criterio de zonificación. Se ajustaron regresiones lineales y se consideró un nivel de significancia del 5%.

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testigo (sin el agregado de N), rendimiento a la DOEN, respuesta a N (diferencia entre el rendimiento a la DOEN y la ordenada al origen) y la DOEN fueron los obtenidos de las curvas respuesta generadas en cada buffer de cada zona de muestreo.


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Es concluyente que debido al efecto de los factores temporales que alteran los patrones espaciales de los mapas de rendimiento, se necesitan varios años para crear un número estable de ZM (Sudduth et al., 1997). Por otro lado, Sawyer (1994) señaló que el análisis promedio de mapas de rendimiento de un lote en años húmedos y secos tiende a neutralizar la información, por lo que sugiere generar diferentes mapas de productividad combinando años con similar pluviometría. A su vez, estudios relativamente recientes en regiones húmedas han señalado la falta de relación entre la DOEN y el rendimiento del cultivo de maíz (Arnall et al., 2013) por lo que es lógico que el IP no sea un buen indicador de la DOEN en campañas de abundantes precipitaciones. Análisis por zonas de manejo según NDVI de cultivos anteriores Al igual que lo observado para el IP, en tres de los cinco sitios (Sitios 3, 4 y 5, Figura 2), la delineación

de ZM en función del NDVI fue eficiente para separar curvas de respuesta a N estadísticamente diferentes. En dichos sitios, el rendimiento de maíz siempre fue mayor en las zonas que históricamente presentaron mayor NDVI. Sin embargo, el rendimiento a la DOEN fue proporcionalmente mayor en los Sitios 3 y 5 en las zonas de mayor NDVI que el rendimiento del tratamiento sin agregado de N, por lo tanto la respuesta y la DOEN fue mayor en estas zonas. En cambio, en el Sitio 4, se observó mayor respuesta a la fertilización nitrogenada en zonas de bajo NDVI y por ende mayor DOEN. Basnyat et al. (2005) reportaron que en ZM de alto NDVI no se encontraron respuestas a aplicaciones de N y P, sugiriendo que estas zonas en general se asocian con mayor disponibilidad de N y P edáficos. Análisis por zonas de manejo según elevación La elevación del terreno afectó el rendimiento del cultivo de manera variable dependiendo del sitio (Figura 3). En

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Figura 1

Rendimiento de maíz en función de la dosis de nitrógeno (N) aplicado para cada zona de manejo, delineadas en base al índice de productividad (IP) basado en mapas de rendimiento de cultivos anteriores para los 5 sitios de estudio en el NOB en las campañas 2015/2016 y 2016/17. Los gráficos de caja internos representan la distribución del IP dentro de las clases generadas. El símbolo n hace referencia al número de celdas incluidas en cada clase de IP. Las líneas verticales indican la DOEN de cada ZM.


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Figura 2

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Rendimiento de maíz en función de la dosis de nitrógeno (N) aplicado para cada zona de manejo delineadas en base al índice de vegetación diferencial normalizado (NDVIt) promedio de cultivos anteriores, para los 5 sitios de estudio en el NOB en las campañas 2015/2016 y 2016/17. Los gráficos de caja internos representan la distribución del NDVIt dentro de las clases generadas. El símbolo n hace referencia al número de celdas incluidas en cada clase de NDVIt. Las líneas verticales indican la DOEN de cada ZM.

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Figura 3

Rendimiento de maíz en función de la dosis de nitrógeno (N) aplicado para cada zona de manejo delineadas en base a la elevación del terreno para los 5 sitios de estudio en el NOB en las campañas 2015/2016 y 2016/17. Los gráficos de caja internos representan la distribución de la elevación dentro de las clases generadas. El símbolo n hace referencia al número de celdas incluidas en cada clase de elevación. Las líneas verticales indican la DOEN de cada ZM.


En los Sitios 1, 2 y 3, las zonas con mayor CEa90 presentaron menores rendimientos, posiblemente asociados a la presencia de horizontes thapto característicos de esta zona, donde la infiltración del exceso de agua se ve perjudicada. En estas zonas de mayor CEa90, se observaron menores rendimientos Figura 4

Rendimiento de maíz en función de la dosis de nitrógeno (N) aplicado para cada zona de manejo delineadas en base a la conductividad eléctrica aparente (mS m-1) del suelo medida a 90 cm de profundidad (CEa90) para los 5 sitios de estudio en el NOB en las campañas 2015/2016 y 2016/17. Los gráficos de caja internos representan la distribución de la CEa90 dentro de las clases generadas. El símbolo n hace referencia al número de celdas incluidas en cada clase de CEa90. Las líneas verticales indican la DOEN de cada ZM.

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Análisis por zonas de manejo según CEa90 La CEa del suelo es una de las variables más usadas para describir la variabilidad espacial de propiedades de suelo (Corwin y Lesch, 2003), ya que provee una medida indirecta de las propiedades físicas y la quimicas (Rhoades et al., 1999) que tienen una influencia dominante en el crecimiento y rendimiento de las plantas (Kitchen et al., 2003). Trabajos del medio oeste de Estados Unidos mostraron que la CEa estuvo altamente relacionada con el espesor del suelo superficial y con la profundidad del horizonte Bt (Sudduth et al., 2001).

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los Sitios 4 y 5, el rendimiento (en todo el rango de N evaluado) fue mayor en las zonas de menor elevación del terreno, en concordancia con lo reportado por Kravchenko y Bullock (2000). Resultados similares fueron obtenidos en el oeste de Iowa, por Spomer y Piest (1982) y se lo atribuyeron al mayor contenido de materia orgánica (MO), nutrientes y agua disponible en las zonas deprimidas. Sin embargo, lo anterior no se observó en los Sitios 1, 2 y 3 en donde los mayores rendimientos se observaron en las zonas más elevadas del paisaje. Este comportamiento probablemente se asocie a que las zonas más deprimidas de estos sitios están vinculadas a la presencia de impedancias físicas como horizontes thapto árgicos (datos no mostrados). Por las características de las campañas evaluadas, las zonas más deprimidas presentaron un mayor nivel de anegamiento en los Sitios 1, 2 y 3, por ello el rendimiento del cultivo se vio perjudicado en las zonas de menor elevación.


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del tratamiento testigo que en las zonas de mayor CEa90 (Figura 4), lo que incrementó la respuesta a la fertilización nitrogenada y la DOEN. Contrariamente, en los Sitios 4 y 5, que no presentaron zonas con horizonte thapto, los mayores rendimientos fueron observados en las zonas con mayores valores de CEa90 al igual que lo reportado por Puntel y Pagani (2013).

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Análisis por zonas de manejo según profundidad efectiva del suelo Solo los Sitios 1, 2 y 3 presentaron zonas con limitantes en la profundidad efectiva por lo que este análisis únicamente pudo realizarse para dichos sitios. En general, se observó que las zonas con thapto presentaron menores rendimientos que las áreas de los lotes sin limitantes de profundidad, independientemente del nivel de N aplicado (Figura 5). Sin embargo, la penalidad del rendimiento del testigo sin N fue proporcionalmente mayor que el rendimiento a la DOEN en las zonas con thapto. Esto derivó en mayores niveles de respuesta a la fertilización y mayor DOEN (principalmente en los Sitios 1 y 3 en las zonas someras de los lotes), confirmando la tendencia observada para elevación y CEa. Relación entre los parámetros de la curva respuesta de N y elevación Al agrupar los Sitios 3, 4 y 5, que fueron los de mayor heterogeneidad topográfica, se observó que el

rendimiento del tratamiento testigo tendió a disminuir a medida que aumentó la elevación dentro del sitio (Figura 6). Este resultado puede explicarse por una menor oferta de N edáfico debido al alto contenido de arena y bajo contenido de MO de las áreas de mayor elevación de estos sitios. Diferencias de elevación > 1 m mostraron en promedio 74.6% de arena y 13.9 g kg-1 de MO en el estrato 0-20 cm de profundidad, mientras que en las zonas más deprimidas (<0.5 m de diferencia de elevación), el contenido de arena disminuyó a 64.1% en promedio y la MO aumentó a 19.3 g kg-1 (datos no mostrados). Las zonas más bajas dentro del lote se comportaron como escenarios relativamente más favorables para el crecimiento del maíz sin N, evidenciando mejores condiciones de mineralización de N del suelo y de absorción de este nutriente por el cultivo en concordancia con lo reportado por Jaynes et al. (2011). El rendimiento a la DOEN presentó la misma tendencia que el rendimiento del testigo (probablemente asociada a otras limitantes además de la disponibilidad de N), por lo que la respuesta a N y la DOEN no fueron afectadas consistentemente por la elevación del terreno (en general fueron altas y generalizadas en toda la superficie de los lotes). Esta situación es típica de campañas con abundantes precipitaciones como las registradas durante este estudio, donde la disponibilidad hídrica deja de ser el factor más limitante del rendimiento del cultivo. Figura 5

Rendimiento de maíz en función de la dosis de nitrógeno (N) aplicado para cada zona de manejo delineadas en base a la profundidad efectiva (PE) del suelo (cm) para 3 sitios de estudio en el NOB en las campañas 2015/2016 y 2016/17. Los gráficos de caja internos representan la distribución de la PE del suelo. El símbolo n hace referencia al número de celdas incluidas en cada clase de PE del suelo.


Figura 6

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Rendimiento del testigo sin nitrógeno, rendimiento a la dosis óptima económica (DOEN), respuesta y DOEN en función de la diferencia de elevación expresada en metros (m) para los Sitios 3, 4 y 5.

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Figura 7

Relación entre la CEa90 y el contenido de arcilla promedio de las profundidades 20-40, 40-60 y 60-80 cm para los Sitios 1 y 2.


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Relación entre los parámetros de la curva respuesta de N y CEa90 Trabajos previos (Fleming et al., 2000; Kitchen et al., 2005) informaron que áreas con alta CEa generalmente se asocian con altos contenidos de arcilla. Otros trabajos han obtenido buenas asociaciones entre la CEa y la profundidad del horizonte claypan (Kitchen et al., 1999; Sudduth et al., 2001). En línea con estos resultados, en el presente estudio se observó una relación significativa entre el contenido de arcilla 20-80 cm y la CEa90 cm (Figura 7) cuando se consideraron los sitios con al menos 10% de su superficie con

horizonte thapto detectable, por lo que la CEa90 fue empleada como un indicador de alta resolución espacial de la PE del suelo. Cuando los Sitios 1 y 2 fueron analizados conjuntamente, se observó que el rendimiento del testigo disminuyó significativamente a medida que aumentó la CEa90, evidenciando menor disponibilidad de N asociada a un mayor nivel de pérdidas por lavado y desnitrificación en las áreas más arcillosas (con presencia de thapto) que permanecieron anegadas por más tiempo (Figura 8). Debido a que el rendimiento a la DOEN no fue

Figura 8

Rendimiento del testigo sin nitrógeno, rendimiento a la dosis óptima económica (DOEN), respuesta y DOEN en función al contenido de la conductividad eléctrica aparente de 0 a 90 cm de profundidad (CEa90) para los Sitios 1 y 2.


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a las características de ambas campañas ya que se espera un comportamiento diferente en condiciones de estrés hídrico, donde el rendimiento máximo puede verse más perjudicado que el rendimiento sin N en las zonas someras debido a su menor capacidad para almacenar agua.

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afectado por la CEa90, se observó que la respuesta a N y la DOEN aumentaron a medida que lo hizo la CEa90. Estos resultados sugieren que la principal limitante para el crecimiento del cultivo en las zonas de alta CEa con presencia de horizonte thapto fue la disponibilidad de N. Lo anterior se encuentra estrechamente asociado

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Conclusiones • En los sitios topográficamente más heterogéneos (rango de elevación mayor a 1 m, Sitios 3, 4 y 5), la elevación del terreno fue el criterio más efectivo para separar áreas dentro de los lotes con rendimiento contrastante. Sin embargo, la elevación no fue efectiva para separar zonas con respuesta a N o DOEN diferenciales, ya que ambas fueron altas y generalizadas dentro de los lotes, situación típica de campañas con abundantes precipitaciones. • En los sitios donde se observaron limitantes en la profundidad efectiva en más de un 10% del lote (Sitios 1 y 2), el mejor criterio para delinear ZM fue la CEa90. En estos sitios la respuesta a la fertilización nitrogenada y la DOEN aumentaron a medida que lo hizo la CEa90, probablemente asociada a la mayor magnitud de pérdida de N en las zonas de alta CEa90, que permanecieron encharcadas por más tiempo. • Si bien la información generada se considera de utilidad para el NOB como base para entender la variabilidad espacial de la respuesta a N en el cultivo de maíz, se encuentra estrechamente condicionada a las características de las campañas evaluadas. En este sentido, se necesita más investigación para un mejor entendimiento de las múltiples interacciones espacio-temporales que afectan la respuesta a la fertilización nitrogenada.


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Encuentre el presente trabajo en www.aapresid.org.ar - PUBLICACIONES

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Kravchenko A.N., Bullock D.G. 2000. Correlation of Corn and Soybean Grain Yield with Topography and Soil Properties. Agron J. 92:75-83.


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Autores: Ioele, J.P.1; Folguera, J.P.2 AER INTA Corral de Bustos. 2 Cooperativa Agrícola Ganadera de Cruz Alta Contacto: ioele.juan@inta.gob.ar 1

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Efecto de la fertilización nitrogenada y la densidad de siembra en la productividad de maíz del sudeste de Córdoba La disponibilidad de N limita en mayor medida la producción de maíz. Asimismo, el ajuste de la densidad de plantas resulta clave ya que es muy sensible a la disminución de la cantidad de recursos por planta durante el periodo crítico.

Palabras Claves: Maíz; Nitrógeno; Densidad.


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Introducción El maíz sigue siendo el cultivo de mayor costo de implantación en el sudeste cordobés, perteneciente a la zona núcleo productiva del país. Y es principalmente por éste motivo que gran parte de la investigación adaptativa de la región está dirigida a la evaluación del comportamiento de las estrategias de manejo referidas al uso del híbrido y su fertilización. Siempre que la disponibilidad de agua no sea limitante, el máximo potencial de rendimiento del cultivo de maíz en esta zona se obtiene en las primeras fechas de siembra, cuando por mayores tasas de crecimiento, se genera una mayor fijación de estructuras reproductivas durante el período crítico. Esto se debe a que el cultivo explora una estación de crecimiento más favorable en cuanto a radiación y temperatura (Andrade et al., 1996a; Andrade, 2002; Otegui & López Pereyra, 2004). Salvando la principal limitante de la siembra en secano que es la disponibilidad de agua, el factor que limita en mayor medida la producción de maíz es el nitrógeno (Maddonni et al., 2003; Echeverría et al., 2015). La disponibilidad de este elemento es la que regula la tasa de expansión de las hojas, eficientizando la intercepción de la radiación (Uhart y Andrade, 1995). La densidad de siembra en maíz también afecta la intercepción de la radiación y los rendimientos. La densidad de siembra es una de las prácticas que permite definir la capacidad del cultivo de interceptar recursos como la radiación, el agua o los nutrientes (Kruk & Satorre, 2004). El ajuste de la densidad de plantas resulta importante ya que es sumamente sensible a la disminución de la cantidad de recursos por planta durante el periodo crítico (Andrade et al., 1996c). La caracterización del comportamiento de los materiales más utilizados en la zona frente a diferentes densidades de siembra no es una tarea sencilla, debido a que no todos los híbridos responden de la misma manera ante la disminución o el aumento en sus densidades. A esto habría que sumarle el poco tiempo disponible que permanecen en el mercado numerosos híbridos comerciales que se intentan caracterizar en el tiempo en sus diferentes interacciones genotipo x ambiente.

Con el objetivo de seguir optimizando los recursos y continuar ajustando las pautas de manejo destinadas a incrementar la productividad del área asignada a maíz en el sudeste de Córdoba, la Agencia de Extensión Rural INTA Corral de Bustos junto a la Cooperativa Agrícola Ganadera de Cruz Alta trabajan desde las dos últimas campañas en la experimentación sobre manejo de la fertilización nitrogenada y densidad de semillas a la siembra. Materiales y métodos Descripción del área El trabajo se llevó a cabo en cercanías de la localidad de Cruz Alta, departamento Marcos Juárez, en el sudeste de la provincia de Córdoba, sobre suelos característicos de la zona (Figura 1). La experimentación en ambientes inferiores sin napa con el objetivo de establecer la dosis de nitrógeno y densidades óptimas se realizó durante la campaña 2018/19 y se ubicó sobre un suelo argiudol típico serie Villa Eloisa clase de uso IIIe (consociación Villa Eloisa fase moderadamente erosionada 50% y fase severamente erosionada 50%). Figura 1

Ubicación de Cruz Alta en la provincia de Córdoba.


Los resultados del muestreo de suelo en presiembra se pueden observar en el Cuadro 2. El contenido de N de 0-60 cm se estimó a partir de los nitratos 0-20 cm. Y se ubicó en 10 kg/ha de N. La fecha de siembra fue el 20 de septiembre y el híbrido utilizado fue DK7210VT3P.

Diseño experimental Se establecieron 4 bloques de densidades de semilla a la siembra diferentes (D1, D2, D3 y D4) y dentro de cada una, 3 tratamientos con dosis fraccionada de nitrógeno. En el bloque de densidad más baja, se dejó un testigo absoluto sin fertilizar. Todo el ensayo se fertilizó con 100 kg de Urea/ha granulada preemergente, simulando la estrategia de base de los paquetes de baja tecnología predominantes en la zona para éste tipo de ambientes. Asimismo, se le fue adicionando tratamientos con dosis crecientes de N como Solmix 8020 (fuente líquida) para las parcelas F1, F2 y F3. También en el bloque de densidad más baja se dejó una parcela fertilizada con urea pero sin Solmix (tratamiento F12).

El contenido de agua a la siembra fue de 156 mm hasta los 1,5 mts. de profundidad (Gráfico 1).

Cuadro 1

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El régimen de precipitaciones en el sitio del ensayo acompañó el crecimiento y desarrollo del cultivo sin limitantes, pudiéndose incorporar oportunamente los tratamientos realizados en pre y post emergencia (Cuadro 1).

Precipitaciones registradas durante el ciclo (2018/19). May

Jun

Jul

Ag

Sep

Oct

Nov

Dic

En

Feb

Oct-feb

154

169

9

0

15

23

189

147

101

139

55

631 Cuadro 2

Análisis de suelo 0-20cm. Promedio lote Pessina 18 hs %CO

%MO

%Nt

g/100 g suelo 1,53

2,64

0,14

C/N 11,00

Pe

pH

ppm 19,00

5,97

CE

n-no3-

dS m-1

ppm

0,70

9,60 Gráfico 1

Contenido de agua útil a la siembra.

Nota: Existe un freatímetro instalado en el lote hasta los 4,5 m de profundidad que nunca acusó la presencia de la napa freática y fue monitoreado durante todo el ciclo del cultivo.

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Ab


Tratamientos ANCHO SIEMBRA

Densidad lograda

Tratamientos con N

Ancho de trat. N

F0

20,075

KgsN (UREA)

KgsN (SOLMIX)

F FERT TOTAL

0

0

0

transición

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75,075

75,075

75,075

D1 (50000)

D2 (60000)

D3 (67000)

Maíz 2019

80 75,075

D4 (83000)

F2

24,7

46

104

150

F1

24,7

46

54

100

F12

24,7

46

0

46

F1

24,7

46

54

100

F2

24,7

46

104

150

F3

24,7

46

154

200

F1

24,7

46

54

100

F2

24,7

46

104

150

F3

24,7

46

154

200

F1

24,7

46

54

100

F2

24,7

46

104

150

F3

24,7

46

154

200

Resultados y conclusiones Rendimiento (kg. seco/ha) vs. densidad y N.

Cuadro 3


Imagen 2

Imagen satelital de NDVI del 29/01/19. Densidad x color.

D3

D2

D1

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D4

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Gráfico 6

Rendimientos (kg/ha) en función de la densidad de plantas a cosecha y la cantidad de N suelo+fertilizante (kg/ha).


Conclusiones • El testigo absoluto con una densidad de 50.000 plantas a cosecha fue la parcela de menor rinde con 6816 kg/ha. Al agregar la fertilización con urea granulada (46 kg N/ha), subió a 10293 kg/ha. Las parcelas fertilizadas con urea + líquido rindieron entre 11170 kg/ha (la mínima con 50.000 plantas y 160 kg N/ha) y 14325 kg/ha (la máxima con 83.000 plantas y 210 kg N/ha) (Cuadro 3 y Gráfico 6).

Red de INNOVADORES

• En cuanto a la densidad, se observó que manteniendo fijo el nivel de fertilización, el aumento de la cantidad de plantas a cosecha permitió aumentar el rendimiento en la campaña 2018/19 con el híbrido utilizado. • A su vez, al mantener la densidad en todos los tratamientos con fertilización nitrogenada se incrementaron los kg a cosecha de maíz. • Si bien se trató de una campaña excepcional para el cultivo de maíz temprano, para este tipo de ambientes con limitantes y sin napa, en situaciones de buena oferta hídrica y con buenas prácticas de manejo (siembra directa, rotación y fertilización), adquieren prioridad el manejo de las mismas variables estudiadas (densidad y fertilización N) que en ambientes con napa, sin limitantes y de alto potencial de rinde a la hora de definir el rinde de grano en kgs/ha.

Maíz 2019

82

Agradecimientos Ing. Agr.; Borroni Cecilia ; Ing. Agr.; Machuca Sebastián y Ariosti Cristian de la Coop. Agr. Ganad. de Cruz Alta

Bibliografía

Andrade, F; Cirilo, A; Uhart, S; Otegui, M. 1996a. Introducción. En: Andrade, F; Cirilo, A; Uhart, S; Otegui, M. Ecofisiología del cultivo de maíz. Balcarce: La Barrosa. p.2 Andrade, F; Cirilo, A; Uhart, S; Otegui, M. 1996d. Fecha de siembra. En: Andrade, F; Cirilo, A; Uhart, S; Otegui, M. Ecofisiología del cultivo de maíz. Balcarce: La Barrosa. p.193-204. Maddonni, G.A.; Ruiz, R. A., Vilariño, P.; García de Salamone, I. 2003. Fertilización en los cultivos para grano. En: Producción de granos: bases funcionales para su manejo, Eds.: Satorre et al. Capítulo 19. 783 pgs. Ruiz, Alejo ; Coyos, Tomás y Pagnan, Luis. Manejo de la fertilización nitrogenada y densidad de siembra en ambientes del sudeste de Córdoba – Experiencias de la Chacra Justiniano Posse Satorre, E.H. (Ed.) Guía Dekalb del cultivo de maíz. Buenos Aires: Servicios y Marketing Agropecuario. pp. 14-19.

Encuentre el presente trabajo en www.aapresid.org.ar - PUBLICACIONES


AER INTA Corral de Bustos. Cooperativa Agrícola Ganadera Cruz Alta Ltda. Contacto: ioele.juan@inta.gob.ar 1

83 Maíz 2019

2

Respuesta de maíz temprano a N en ambiente con napa durante las campañas 2017/18 y 18/19

Red de INNOVADORES

Autores: Ioele, J.P.1; Folguera, J.P.2

En condiciones no limitadas de oferta hídrica, la menor productividad alcanzada del cultivo puede deberse a sitios con deficiencia de disponibilidad de nutrientes y resulta indispensable la aplicación de N.

Palabras Claves: Maíz; Nitrógeno; Napa.


Red de INNOVADORES Maíz 2019

84

Introducción El maíz es el cultivo de verano que tiene mayor respuesta a la incorporación de tecnología en su manejo y es justamente en la nutrición donde más visible se hace. Por éste motivo es necesario tener en cuenta que en gran parte de la región maicera argentina la oferta de fósforo, nitrógeno, azufre y zinc es limitada. Es vital, desde un inicio, generar un diagnóstico preciso de la disponibilidad de estos nutrientes mediante un análisis de suelo. De esta manera se intenta maximizar la capacidad productiva y lograr un uso eficiente de la oferta del agua en ambientes con napa. En la actualidad, solo un 25% del área cultivable de maíz es muestreada para establecer el manejo de la nutrición del cultivo. Cuando se define la estrategia de nutrición nitrogenada, sea para cultivos de siembra temprana o tardía, la dosis a aplicar se relaciona tanto con la cantidad disponible de nitrógeno en el suelo como con la productividad alcanzable o esperada del cultivo en determinado ambiente. En condiciones no limitadas de oferta hídrica, como en éste ambiente experimentado, la menor productividad alcanzada del cultivo puede deberse a sitios con deficiencia de disponibilidad de nutrientes y resulta indispensable la implementación de correcciones con aplicaciones de nitrógeno.

Ganadera Cruz Alta Ltda. trabajan desde las dos últimas campañas en la experimentación sobre manejo de la fertilización nitrogenada en el cultivo. Materiales y métodos Descripción del área El trabajo se llevó a cabo en cercanías de la localidad de Cruz Alta, departamento Marcos Juárez, en el sudeste de la provincia de Córdoba, sobre suelos característicos de la zona (Figura 1). El ensayo de respuesta a la fertilización nitrogenada en buenos ambientes (con napa) se realizó durante las dos últimas campañas 2017/18 y 2018/19, sobre un suelo Argiudol típico serie Hansen capacidad de uso I. Figura 1

Ubicación de Cruz Alta en la provincia de Córdoba.

Salvando la principal limitante de la siembra en secano que es la disponibilidad de agua, el factor que limita en mayor medida la producción de maíz es el nitrógeno (Maddonni et al., 2003; Echeverría et al., 2015). La disponibilidad de este elemento regula la tasa de expansión de las hojas, eficientizando la intercepción de la radiación (Uhart y Andrade, 1995). Con el objetivo de seguir optimizando los recursos y continuar ajustando las pautas de manejo destinadas a incrementar la productividad del área asignada a maíz en el sudeste de Córdoba, la Agencia de Extensión Rural INTA Corral de Bustos junto a la Cooperativa Agrícola Cuadro 1

Precipitaciones registradas durante el ciclo (2018/19). Ab

May

Jun

Jul

Ag

Sep

Oct

Nov

Dic

En

Feb

Oct-feb

154

169

9

0

15

23

189

147

101

139

55

631


El agua útil a la siembra en la campaña 2018/19 contenía 190 mm hasta 1,5 m de profundidad (Gráfico 1). Los cultivos antecesores en la secuencia fueron trigo (rinde de 5.500 kg/ha) y soja de segunda (3.600 kg/ha). La profundidad de la napa al momento de la siembra era de 2,9 m de profundidad en el sitio del ensayo y 4 m en el límite este del campo (Gráfico 2).

La siembra se realizó el 23 de septiembre y el híbrido elegido para el ensayo fue el SY 875 VIP 3 con 97.000 semillas/ha de densidad, de las cuales se lograron 89.600 plantas por hectárea. La fertilización como arrancador a la siembra fue de 100 kg/ha de Fosfato monoamónico (11-52-0). Campaña 2017/18 El régimen de precipitaciones en el sitio del ensayo acompañó el crecimiento y desarrollo del cultivo hasta el 2/01, momento en que cesaron casi por completo hasta marzo, es decir que el resto del aporte hídrico se adjudicó a la napa freática cercana (Cuadro 3). Los cultivos antecesores fueron trigo (4800 kgs/ha de rinde) y soja 2º (3800 kgs/ha).

Red de INNOVADORES

Materiales y métodos. Campaña 2018/19 El régimen de precipitaciones en el sitio del ensayo acompañó el crecimiento y desarrollo del cultivo sin limitantes, pudiéndose incorporar oportunamente los tratamientos realizados en pre y post emergencia (Cuadro 1).

Gráfico 1

85 Maíz 2019

Agua útil a la siembra (2018/19).

Cuadro 2

Análisis de suelo. Lote ensayo

M. Org %

N total%

P. extr

Ph

Conduct(mS/cm)

Nitratos 0-20

2.65

0.132

19

5.8

0.07

11

Nota: Los datos del análisis de suelo arrojaron valores bajos de N que fueron reiterados y volvieron a ratificar los valores iniciales sin tener una respuesta concreta de sus causas.


La profundidad de la napa freática a la siembra fue de 1,5 m. La siembra se realizó el 12 de octubre, el híbrido fue AX7761VT3P y la densidad de siembra fue de 90000 sem./ha y la lograda fue de 85000 ptas/ha a cosecha.

Red de INNOVADORES

Se utilizó como arrancador el línea de siembra 100 kgs de Microessentials SZ (12-40-0-10S-1Zn)

86

Diseño experimental El criterio utilizado para la experimentación con nitrógeno en maíz fue validar las curvas zonales de respuesta próximas a 220 kg/ha de N objetivo suelo (0-60 cm) más fertilizante para ambientes de alta productividad y 170 kg/ha de N objetivo suelo + fert. en los ambientes de baja productividad. En la campaña 2017/18 se trabajó con un gran número de parcelas de 25 m de ancho por 200 m de largo, con

diferentes dosis de N en forma de UAN 32 como único tratamiento aplicado en V7 más un testigo absoluto, bajo el objetivo de explorar y recolectar datos en una franja amplia de dosis de N. Mientras que en la campaña 2018/19 se utilizó un diseño experimental completamente aleatorizado con tres repeticiones y 5 tratamientos de fertilización en una franja ya más acotada y ajustada a la realidad productiva de la zona con dosis fraccionada de nitrógeno en forma de urea y Solmix 8020. Todo el ensayo se fertilizó con 150 kg/ha de urea granulada al voleo, pre emergente como tratamiento base, simulando la estrategia de base de los paquetes de baja tecnología predominantes en la zona, al que se le adicionaron tratamientos con dosis crecientes de N (fuente líquida) en V6. Ambos fertilizantes se incorporaron oportunamente con precipitaciones próximas y abundantes.

Maíz 2019

Gráfico 2

Profundidad de la napa (2018/19). Evolución de los dos extremos del lote.

Cuadro 3

Precipitaciones durante el ciclo del cultivo (2017/18). Ab

May

Jun

Jul

Ag

Sep

Oct

Nov

Dic

En

Feb

Oct-feb

149

24

28

13

36

67

48

77

130

43

0

298


Resultados y conclusiones Campaña 2018/19

Aclaración: Para trabajar en comparación con las curvas que se quiere validar vamos a obviar el aporte de N del arrancador como se venía haciendo. Quedando éste tratamiento (ej: T4) en total 228 kg/ha N, dividida entre: 150 kg urea granulada (69 kg N) + 563 kg SOLMIX 8020 (158 kg N).

Observaciones durante el desarrollo del ensayo: •• Contenido hídrico normal a bajo en el momento de la siembra. •• Helada del 2/10 con efectos leves. •• Cosecha: 16/03/19. Densidad promedio: 89600 ptas/ha a cosecha. •• Vuelco leve por enfermedades de caña o falta anclaje.

Tratamientos Campaña 2018/19 T1= 100 kg N/ha T2= 150 kg N/ha T3= 200 kg N/ha T4= 228 kg N/ha T5= 270 kg N/ha

Muestreo de espigas 2017/18 Con el cultivo ya en madurez fisiológica, se tomaron muestras de espigas en 1,90 m de surco (equivale a 1 m2) en cada parcela. Se contaron granos por espiga, se pesaron, se midió humedad, se calculó la relación granos/marlo y se estimó el rinde seco. Se obtuvo una correlación del 72,3% entre el N s+f y el rinde estimado. En cuanto al peso de mil granos, correlacionó positivamente en un 73% con el contenido de Ns+f.

87 Maíz 2019

Campaña 2017/18 Rango entre 0 y 316 kgs N/ha.

Red de INNOVADORES

Las parcelas fueron de 25 m de ancho por 150 m de largo.

Cuadro 4

Valores promedio del muestreo de suelo. Valores promedio del muestreo dirigido campo Tarditti lote 3 %CO

%MO

%Nt

g/100 g suelo 1,62

2,79

Pe

C/N

0,13

12,21

pH

ppm

CE

n-no3-

dS m

ppm

0,94

14,95

-1

32,93

5,73

Cuadro 5

Fertilizante + suelo vs Rendimiento (kg/ha) campaña 18/19. Tratamientos de fertilización

N aplicado

N suelo+fert.

Rinde seco (kgs/ha)

T1

100

112

12626

T2

150

162

13356

T3

200

212

14318

T4

228

240

14622

T5

270

282

14937


Conclusiones

Red de INNOVADORES

• Para ambas campañas, se armaron las curvas de correlación entre el Ns+f y el rendimiento en kgs/ ha, y en ambos casos se obtuvieron curvas típicas de incrementos decrecientes y muy similares entre sí. La correlación de la respuesta entre el promedio de rendimiento de los tratamientos y el contenido de N s+f en la actual campaña (2018/19) fue muy alta, 99,8%. Mientras que en la campaña anterior (2017/18), con menores precipitaciones, fue de 89.7%, pero asimismo alta (Gráficos 4 y 5).

• Entre los tratamientos fertilizados de la campaña 2017/18, el mínimo rinde fue de 10312 kgs/ha para la parcela de 83 kgs/ha de N y el máximo rinde fue de 15080 kgs/ha para la parcela de 312 kgs/ha de N. • En el ensayo de la campaña pasada (2017/18), la profundidad de la napa a la siembra fue de 1,50 m, lo que determinó que a pesar de las escasas precipitaciones registradas durante la primavera y verano de esa campaña, el cultivo creció y se desarrolló sin limitantes hídricas y aprovechando así el fertilizante aplicado.

Maíz 2019

88

• En la campaña 2018/19, a medida que aumenta el N s+f, se llega a una meseta por encima de los 250 kgs/ha de N s+f. Para que se den estas respuestas crecientes ante el incremento de N, se tienen que dar años de muy buenas frecuencias de precipitaciones o riego. Para la campaña anterior, más seca, se alcanza el plateau a partir de los 200 kgs/ha de N.

Gráfico 4

Respuesta en rendimiento en base al aporte de N + suelo (2018/19).


Gráfico 5

Red de INNOVADORES

Respuesta en rendimiento en base al aporte de N + suelo (2017/18).

Maíz 2019

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Agradecimientos Ing. Agr. Cecilia Borroni, Ing. Agr. Sebastián Machuca y Cristian Ariosti de la Coop. Agr. Ganad. de Cruz Alta.

Bibliografía

Andrade, F; Cirilo, A; Uhart, S; Otegui, M. 1996a. Introducción. En: Andrade, F; Cirilo, A; Uhart, S; Otegui, M. Ecofisiología del cultivo de maíz. Balcarce: La Barrosa. p.2 Andrade, F; Cirilo, A; Uhart, S; Otegui, M. 1996d. Fecha de siembra. En: Andrade, F; Cirilo, A; Uhart, S; Otegui, M. Ecofisiología del cultivo de maíz. Balcarce: La Barrosa. p.193-204. Maddonni, G.A.; Ruiz, R. A., Vilariño, P.; García de Salamone, I. 2003. Fertilización en los cultivos para grano. En: Producción de granos: bases funcionales para su manejo, Eds.: Satorre et al. Capítulo 19. 783 pgs. Ruiz, Alejo ; Coyos, Tomás y Pagnan, Luis. Manejo de la fertilización nitrogenada y densidad de siembra en ambientes del sudeste de Córdoba – Experiencias de la Chacra Justiniano Posse Satorre, E.H. (Ed.) Guía Dekalb del cultivo de maíz. Buenos Aires: Servicios y Marketing Agropecuario. pp. 14-19.

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Autores: Rubio, G.1 (*); Gutiérrez Boem, F.H.1; García, F.O.2 INBA (CONICET UBA) y Cátedra de Fertilidad y Fertilizantes, FAUBA. 2 Consultor privado. Contacto: fgarcia1957@gmail.com (*) rubio@agro.uba.ar 1

Integrando la fertilización fosforada del maíz con la de otros cultivos de la rotación

Maíz 2019

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Análisis y recomendaciones en materia de nutrición del cultivo de maíz para llegar a niveles objetivos de fósforo en la región pampeana.

Palabras Claves: Nutrición; Fósforo; Umbral; Ensayo.


Los métodos utilizados para evaluar el P extractable del suelo intentan reproducir la extracción del elemento por parte de las raíces del cultivo. En la región pampeana, el método más difundido y aceptado es el Bray 1, que extrae el P en solución y las formas del P absorbido y precipitado que lo reponen y mantienen el equilibrio. La adecuada correlación del análisis de P Bray con el rendimiento y la respuesta a la fertilización ha determinado el uso extensivo de este método como herramienta de diagnóstico. Para que el P no sea una limitante del rendimiento, el valor de P Bray debe estar por encima del nivel crítico, Tabla 1

Valores orientativos de absorción y exportación de fósforo de distintos cultivos de granos (14% humedad aprox.). Cultivo

Requerimiento (kg P/ton grano)

Exportación (kg P/ton grano)

Trigo

5

4

Maíz

4

3

Soja

7

5

Girasol

5

4

Los niveles críticos de P generalmente se obtienen de experimentos a campo que relacionan los análisis de P del suelo con los rendimientos relativos (RR), definidos como el rendimiento del cultivo no fertilizado como porcentaje del rendimiento del cultivo fertilizado con P. El nivel de P-Bray correspondiente al 90% RR se considera usualmente como el nivel crítico de P para cada cultivo. Las estimaciones de umbrales críticos para maíz realizados en la región pampeana indican un predominio de valores entre 9 y 14 ppm para maíz (Echeverría et al., 2014; Correndo, 2018). En un trabajo reciente de determinación de umbrales críticos en el norte de la región pampeana, se determinó un umbral crítico para maíz de 12,5 ppm (90% RR) (Sucunza et al., 2018) (Figura 1). Se ha asumido que los umbrales críticos de P son relativamente constantes entre los distintos tipos de suelos agrícolas de dicha región. Para el caso del maíz, un estudio reciente indica que, si bien las diferencias son de menor magnitud, los suelos de texturas gruesas poseen umbrales críticos más altos que los suelos de texturas finas o medias (Correndo, 2018). La categorización estaba dada por el tipo de suelo más que por porcentajes fijos de arcilla o clases texturales. Así, los suelos Molisoles sin horizonte argílico (Hapludoles) y los Entisoles (los más representativos del Oeste de la región) presentaron en promedio umbrales críticos ligeramente superiores (12.4 ppm) al resto de los suelos (Argiudoles, Vertisoles) (9-9.5 ppm). Diferenciando el nitrógeno del fósforo Las estrategias de fertilización con P difieren marcadamente de aquellas con N. El N es un nutriente que tiene numerosas vías de pérdida (hacia la atmósfera por las vías de volatilización o desnitrificación, o hacia el subsuelo por lixiviación), por lo que su aplicación como fertilizante debería estar lo más acoplada posible a la

Red de INNOVADORES

En la región pampeana se cuenta con las herramientas necesarias para realizar un diagnóstico preciso de la oferta de P del suelo y para realizar programas de fertilización, en caso de ser necesaria esta práctica. El análisis de P extractable del suelo realizado en presiembra permite predecir con bastante precisión la oferta de fósforo del suelo. Los resultados de este análisis permiten diagnosticar si el suelo en cuestión posee valores suficientes o deficientes en el elemento mediante su comparación con los umbrales críticos de cada cultivo.

definido como el valor de P Bray en el suelo por encima del cual no se esperan respuestas al agregado de P como fertilizante. Si el valor de P está por debajo del nivel crítico, se supone que el P es limitante para el rendimiento del cultivo y se esperan respuestas positivas a la fertilización. Los valores críticos de P varían según el extractante, la profundidad de muestreo y el modelo estadístico empleado.

91 Maíz 2019

Diagnosticando la nutrición fosforada El fósforo (P) es un nutriente esencial para los cultivos y es, junto con el nitrógeno (N), el nutriente que más limita los rendimientos agrícolas de la región pampeana. Los cultivos difieren en sus requerimientos de fósforo y en la cantidad de P exportada por unidad de producto cosechable (Tabla 1). En caso de que el suelo no provea la cantidad de P requerida por el cultivo, el rendimiento final quedará limitado y no se podrá expresar el potencial.


Figura 1

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Relación entre P-Bray (0-20 cm) y rendimiento relativo de maíz en 5 sitios de la Red de Nutrición CREA Sur de Santa Fe en el norte de la región pampeana, a través de los 14 años del periodo experimental. Los rendimientos relativos fueron calculados como el rendimiento del tratamiento control, expresados como porcentaje del rendimiento del tratamiento fertilizado (datos provenientes de Sucunza et al., 2018).

Maíz 2019

92

absorción del cultivo. Mientras más sincronizada esté la oferta de N del suelo y la absorción del cultivo, menores serán estas pérdidas. La necesidad de sincronización implica que más allá del beneficio de enriquecer la fracción total de N a través del aumento global de los componentes orgánicos del suelo, la estrategia de nutrición nitrogenada del suelo deba ser vista desde el corto plazo. En contraste, el P no está sujeto a pérdidas de relevancia, por lo que planificar la nutrición fosforada de los cultivos es definitivamente más sencillo que para el nitrógeno. La escasa incidencia de las pérdidas se debe a que el P es retenido por la matriz del suelo y que no tiene componentes que puedan ser perdidos como gas. Este hecho determina que la nutrición fosforada de los cultivos se pueda planificar considerando el mediano y largo plazo. Otra diferencia esencial entre el N y el P a considerar al establecer los programas de fertilización, es que la dosis de N depende en alto grado del rendimiento del cultivo, no así la del P. La alta dependencia de la dosis óptima de N con el rendimiento le agrega incertidumbre al

resultado de la práctica de la fertilización (y la inversión resultante) ya que al momento de fertilizar se desconoce cuál va a ser el rendimiento del cultivo. En cambio, el hecho de que el umbral crítico de P no sea dependiente del rendimiento confiere una ventaja, al quitarle aquella incertidumbre propia del N. La mayor demanda de P requerida por cultivos de mayor rendimiento puede ser cubierta por la mayor exploración radical de esas plantas necesariamente más grandes, tal como fue demostrado tiempo atrás por Bray (1954). Por esta razón, el nivel crítico no cambia con el potencial de rendimiento. Esto quedó recientemente demostrado para maíz en Argentina mediante un extenso análisis de los experimentos de fertilización fosforada (Correndo et al., 2018). Esta es una gran ventaja a la hora de planificar, ya que al no estar sujetas al rendimiento del cultivo, son independientes de otros factores condicionantes del mismo, como las variables climáticas en cultivos de secano en la región pampeana. Fertilizar para la rotación y no solo para el próximo cultivo Los cultivos predominantes de la región pampeana son el maíz, la soja y el trigo (Domínguez y Rubio, 2019). En los últimos años, se ha observado un aumento de la superficie destinada a maíz, la consolidación de la soja como cultivo predominante y de la siembra directa como sistema de cultivo. En los sistemas con rotación de cultivos como los aconsejados para la región pampeana, es particularmente relevante conocer el nivel crítico de P de los diferentes cultivos para identificar cuál posee el nivel crítico más alto. Llevar los suelos a ese nivel, garantizará la remoción de las limitaciones por P de toda la rotación, por lo que conocer ese nivel es esencial para la planificación de la nutrición fosforada. Se sabe que los niveles críticos varían entre los cultivos y las comparaciones entre cultivos pueden ser mejor evaluadas a través de ensayos realizados en los mismos sitios experimentales y bajo las mismas condiciones de manejo. Sin embargo, solo unos pocos estudios que cumplen estas condiciones se han publicado hasta el momento (por ejemplo, Sucunza et al., 2018). En la región pampeana, tradicionalmente se ha considerado que la soja tenía el umbral crítico de P más bajo, seguida por el maíz, y que el trigo es el cultivo que


¿Qué dosis agregamos para llegar al nivel objetivo de P? Para llegar al nivel objetivo de P a partir de valores bajos de P Bray, se puede utilizar la información generada por Sucunza et al. (2018) para el norte de la región Tabla 2

Umbrales críticos de P Bray para trigo, maíz y soja, calculados con las funciones ajustadas para un rendimiento relativo del 90%. Los umbrales críticos de maíz y soja no difirieron entre sí, y al unir ambos cultivos, el valor resultante fue 13.6 ppm Letras distintas indican diferencias significativas (LSD p < 5%) Cultivo

P-Bray (ppm)

Maíz

12.5 a

Soja

14.3 a

Trigo

19.0 b Figura 2

Relación entre P-Bray (0-20 cm) y rendimiento relativo de soja y trigo en 5 sitios de la Red de Nutrición CREA Sur de Santa Fe en el norte de la región pampeana, a través de los 14 años del periodo experimental. Los rendimientos relativos fueron calculados como el rendimiento del tratamiento control expresados como porcentaje del rendimiento del tratamiento fertilizado (datos provenientes de Sucunza et al., 2018).

Red de INNOVADORES

En el trabajo realizado por Sucunza et al. (2018) (Figuras 1 y 2; Tabla 2), el ranking de umbrales críticos de P fue trigo>maíz=soja, siendo el nivel crítico de la función combinada para soja y maíz un 28% menor que el del trigo. Esta clasificación coincide aproximadamente con la interpretación actual del análisis de suelo en el medio oeste de los Estados Unidos, donde el valor crítico para soja y maíz es un 24% menor que para trigo (Mallarino et al., 2013). Estos resultados indican que aquellos lotes ubicados en el norte de la región pampeana, rotados con estos tres cultivos, deberían aspirar a mantenerse en

niveles cercanos a 19 ppm (umbral crítico del trigo; nivel objetivo de la rotación) para remover al P como limitante de la productividad. Este nivel objetivo beneficia al productor porque los rendimientos no se ven limitados por la falta de P y el fertilizante no es aplicado en exceso. No exceder este valor también beneficia al medioambiente al reducir el riesgo de pérdidas perjudiciales de P.

93 Maíz 2019

poseía el umbral crítico más alto. Esto estaba basado en trabajos locales y también en trabajos hechos en Estados Unidos y Europa (Colomb et al., 2007; Mallarino et al., 2013). En los últimos años, en la región pampeana se han acumulado nuevos análisis de bases de datos y experimentos de campo que indican que los cultivos de maíz y soja presentan niveles críticos muy similares entre sí, mientras que el trigo se mantiene como el cultivo más exigente en P de los tres (Sucunza et al., 2018; Correndo, 2018). En coincidencia, trabajos recientes realizados en Australia han considerado un mismo rango óptimo de P Bray-1 para maíz y soja (Bell et al., 2013). No está claro si las variaciones se deben a condiciones experimentales o bien a distintos requerimientos de los nuevos genotipos.


Red de INNOVADORES

pampeana, que relaciona el valor de P Bray con balances positivos de P, es decir dosis de P aplicadas superiores a la extracción por los cultivos. La función estimada indicó que se necesitan 3.2 kg de P ha-1 para aumentar el P-Bray en 1 ppm (Figura 3).

Maíz 2019

94

Es importante destacar que el valor de 3.2 kg P para subir 1 ppm P Bray se logra cuando se cubre la extracción realizada por el cultivo, es decir solo con balances positivos de P. A modo de ejemplo, en un suelo sobre el que se siembre un maíz con rendimiento objetivo de 10 ton/ha y P Bray de 12 ppm, la estimación para estabilizar un nivel de P-Bray de 19 ppm sería la siguiente: Exportación de P = 3 kg P/ton * 10 t/ha maíz = 30 kg P/ha

nivel objetivo. En el ejemplo, al dividir la necesidad para subir de 12 a 19 ppm en cuatro años, implicaría unos 5.6 kg P por año por sobre lo extraído por el cultivo del año (equivalentes a 25 kg/ha de fosfato monoamónico). Esos 5.6 kg P por año, provienen de dividir aquellos 22.4 kg P en 4 años. Cabe acotar que en el sur de la región pampeana, las cantidades de fertilizante necesarias son algo mayores debido a la mayor retención de P de los suelos (Rubio et al., 2008). Figura 3

Relación entre P-Bray y el balance acumulado de P para los tratamientos fertilizados en cinco localidades de la región pampeana del norte. La función ajustada fue estadísticamente significativa (p<0.001). Fuente: Sucunza et al. (2018).

Necesidad de P para subir de 12 a 19 ppm P Bray = (19 ppm -12 ppm) * 3.2 kg P/ppm = 22.4 kg P/ha Total P a aplicar = 30 kg P + 22.4 kg P = 52.4 kg P/ha Si usamos como fertilizante al fosfato monoamónico (con 52% P2O5; 23% P como elemento), estos 52.4 kg P equivalen a unos 228 kg/ha de fosfato monoamónico. Excepto que la cantidad de P a subir sea pequeña, se recomienda subir el P-Bray del suelo en tres o cuatro campañas, simplemente aplicando el P removido por los cultivos más una fracción del P requerido para llegar al

Agradecimientos Al Conicet, a la Universidad de Buenos Aires y a ANPCyT, por el apoyo financiero. Agradecemos a CREA Sur de Santa Fe y a sus miembros por su valiosa ayuda, y a Nutrien e IPNI. Bibliografía

Bell, M.J.; P.W. Moody; G.C. Anderson; y W. Strong. 2013. Soil phosphorus—crop response calibration relationships and criteria for oilseeds, grain legumes and summer cereal crops grown in Australia. Crop and Pasture Science 64:499–513. Bray, R.H., 1954. A nutrient mobility concept of soil plant relationships. Soil Sci. 78, 9-22. Colomb, B., Debaeke, P., Jouany, C., Nolot, J.M., 2007. Phosphorus management in low input stockless cropping systems: crop and soil responses to contrasting P regimes in a 36-year experiment in southern France. Eur. J. Agron. 26,154–165. Correndo A. 2018. Variables asociadas a la respuesta a la fertilización con nitrógeno y fósforo en maíz y soja en Región Pampeana. Tesis Magister Scientiae. Facultad Agronomía. UBA. Domínguez J, G Rubio. 2019. Agriculture. . p. 209-238. In: Rubio G, Lavado RS, Pereyra FX (eds) The Soils of Argentina. World Soils Book Series. Springer Int. Publ. Echeverría, H.E., H.R. Sainz Rozas y P.A. Barbieri. 2014. Maíz y sorgo. En: En: H.E. Echeverría y F.O. García (eds.) Fertilidad de suelos y fertilización de cultivos. Ediciones INTA, pp. 435-478. Mallarino, A.P., Sawyer, J. E., Barnhart, S.K, 2013. A General Guide for Crop Nutrient and Limestone Recommendations I Iowa. Extension and Outreach Publications. Book 82. Rubio, G., Gutiérrez Boem, F.H., Cabello, M.J., 2008. Estimating Available Soil Phosphorus Increases after Phosphorus Additions in Mollisols. Soil Sci. Soc. Am. J. 72, 1721-1727. Sucunza, FA, FH Gutiérrez Boem, FO Garcia. M Boxler, G Rubio. 2018. Long-term phosphorus fertilization of wheat, soybean and maize on Mollisols: Soil test trends, critical levels and balances. European Journal of Agronomy. 96:87-95.

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Evaluar enfermedades transmitidas mediante un insecto vector, bajo condiciones naturales, tiene como limitante que no siempre la presión de la enfermedad es la misma en los ambientes seleccionados. Palabras Claves: Enfermedades; Dalbulus maidis; Síntomas; Evaluación.

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INTA EEA Quimilí, RP 6 Km 14, (3740) Quimili, Santiago del Estero. 2 Consultor privado. 3 Instituto de Patología Vegetal (IPAVE – CIAP-INTA). 1

¿Cómo evaluar el comportamiento de germoplasmas de maíz frente a Spiroplasma kunkelii bajo infección natural de Dalbulus maidis?

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Autores: Druetta, M.1; Uhart, S.2; Giménez Pecci, M.P.3


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Spiroplasma kunkelii (“Corn stunt spiroplasma”, CSS) es un patógeno que solo se transmite desde una planta enferma a una sana mediante su insecto vector (principalmente Dalbulus maidis). Por ello, para la evaluación a campo del comportamiento de híbridos de maíz frente a la enfermedad es fundamental tener presente aspectos básicos de la dinámica poblacional del insecto: • La frecuencia de individuos infectivos de D. maidis en una población es relativamente baja (Carloni, 2010). Por este motivo, los materiales a evaluar se deben exponer a un ambiente de alta presión del vector para que exista mayor probabilidad de alimentación de chicharritas con capacidad de inocular el patógeno. • El maíz es el único hospedante natural del CSS en Argentina, y junto con el vector, son los únicos reservorios posibles. Por ello, para evaluaciones a campo se debe generar un ambiente que permita a las poblaciones del vector, que hayan sobrevivido el periodo desfavorable, comenzar a multiplicarse anticipadamente y de esta manera aumentar la presión de inóculo de la enfermedad (Figura 1). A nivel región, esto se consigue en ambientes en los que se efectúen siembras de maíz en primavera, donde

la ventana de siembra sea amplia (primeros días de diciembre hasta principios de febrero) o donde sean frecuentes las siembras muy tardías (finales de enero – primera semana de febrero). A nivel lote, se puede generar un ambiente favorable mediante siembras escalonadas y dilatadas en el tiempo, así como a través de la presencia de gramíneas u otros cultivos donde el vector pueda refugiarse en invierno (ej. alfalfa, vicia). El éxito de experimentos en condiciones de infección natural se basa en asegurar un ambiente favorable para la expresión de la enfermedad. Determinación de la calidad del sitio seleccionado para evaluar híbridos de maíz frente a CSS Para determinar la calidad de los sitios seleccionados, se sugiere emplear la metodología propuesta por Dagoberto y Valbuena (2012), entendiéndose como calidad a un ambiente de alta presión de inóculo. • En cada sitio experimental, se debe contar con materiales de conocida susceptibilidad a CSS: la calidad del ambiente en cuanto a presión de la enfermedad debe ser corroborada con híbridos susceptibles que lleguen a una nota alta de Figura 1

Dinámica poblacional de Dalbulus maidis en función de la disponibilidad de maíz.


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Identificación de plantas enfermas con CSS mediante sintomatología Los síntomas pueden aparecer desde las etapas vegetativas hasta las reproductivas. En las condiciones que se presentan en Argentina, generalmente se manifiestan en el periodo de posfloración, especialmente R4 en adelante. El reconocimiento a campo resulta dificultoso debido a que la expresión de los síntomas depende de múltiples factores tales como las condiciones ambientales (principalmente elevadas temperaturas), cultivar seleccionado, presencia conjunta con otros patógenos,

presión del inóculo y estado fenológico del cultivo al momento de la infección. Caro y col. (2006) trabajaron experimentalmente con una escala de 0-10 grados de síntomas (GS), ajustándola en 2008 a 4 GS (0-3): • GS 0: sin síntomas. • GS 1: clorosis leve en toda la planta o en hojas superiores. Sin efecto sobre el rendimiento. • GS 2: planta con altura de 5 a 20% menor que planta sana y/o con macollaje, borde rojizo y/o necrótico en hojas generalmente inferiores. • GS 3: presencia de 2 o más de los siguientes síntomas: veteado amarillo/rojizo de hojas generalmente superiores, borde de hoja recortado, estrías cloróticas típicas, multiespigas, acortamiento de entrenudos superiores, planta achaparrada con disminución de altura mayor al 20% que la planta sana y muerte prematura. Las estrías cloróticas son el síntoma característico de la enfermedad. Comienzan a desarrollarse desde la base

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incidencia y de severidad. Caso contrario, la presión puede ser insuficiente para evaluar. Se aconseja ensayos con por lo menos 3 repeticiones de cada híbrido a evaluar. De no ser posible esto y de utilizarse un diseño en franjas sin repeticiones, se debe intercalar un material susceptible a CSS cada 2 a 4 híbridos participantes del ensayo.


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de la hoja, observándose las mismas en infecciones muy tempranas y en ambientes con elevada temperatura (Figura 2). Si la planta no las presenta, se recomienda considerarla “posiblemente infectada”, aun cuando corresponda clasificarla como GS3. Ante la ausencia del síntoma característico de CSS, la confirmación de la presencia de la enfermedad debe realizarse mediante diagnóstico en laboratorio. El diagnóstico serológico o molecular permite distinguir los síntomas del spiroplasma de aquellos producidos por alteraciones fisiológicas o por virosis que producen síntomas similares. Evaluación del efecto del CSS sobre el rendimiento y sus componentes Para determinar el efecto del CSS sobre el rendimiento de un cultivar, se sugiere emplear la metodología propuesta por Virla y col. (2004): • En cada híbrido a evaluar, seleccionar 30 pares de plantas. Cada par, consiste en una

• •

• •

planta sintomática y otra sin síntomas de la enfermedad. Las plantas del par (sintomática y asintomática), deben estar lo más próximas posible una de otra. Las plantas sintomáticas y asintomáticas deberían tener una competencia completa a su alrededor (no deben faltar las plantas vecinas en torno a las mismas). Rotular las plantas seleccionadas y registrar los síntomas observados. Seleccionar los pares de plantas en posfloración R4 (grano pastoso) o R5 (grano dentado), que es cuando los síntomas de CSS se manifiestan con mayor intensidad. Tomar la hoja sintomática o la penúltima hoja de cada par de plantas seleccionado, colocar en bolsa plástica, identificar correctamente cada hoja del par, acondicionar inmediatamente en ambiente fresco (4°C) y enviar a laboratorio

Figura 2

Síntomas de Corn stunt spiroplasma.


por serología, correctamente identificadas, para la determinación de producción individual. Evaluación de la incidencia de CSS en cada unidad experimental (parcela) • Para determinar el nivel de incidencia de CSS en cada germoplasma participante del ensayo, colectar una muestra de 50 hojas al azar (tomar la anteúltima hoja), en estado fenológico R4 (grano pastoso). En función del tamaño de las parcelas experimentales, se debe definir la mejor manera de tomar las muestras (caminar en línea recta, hacer el recorrido en zig- zag, etc.). • Rotular el muestreo y acondicionar para su envío a laboratorio, manteniendo la cadena de frío.

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para confirmar presencia o ausencia de la enfermedad mediante diagnóstico serológico (DAS-ELISA), manteniendo la cadena de frío. Para determinar si S. kunkelii es el único patógeno que está afectando a la planta, se debe efectuar un panel de antisueros por lo menos para los siguientes virus: High Plains wheat mosaic virus (HPV MoV, syn. High Plains virus -HPV, syn. Maize red stripe virus -MRSV), Maize chlorotic mottle virus (MCMV), Maize dwarf mosaic virus (MDMV), Sugarcane mosaic virus (SCMV) y Wheat streak mosaic virus (WSMV). Otros patógenos a determinar serían Mal de Río Cuarto virus (MRCV), Maize rayado fino virus (MRFV) y Maize bushy stunt phytoplasma (MBSP). A madurez fisiológica (R6), cosechar las espigas de cada par de plantas seleccionado y analizado

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Bibliografía Carloni E., (2010). M Sc. Tesis. Facultad de Ciencias Agropecuarias. Universidad Nacional de Córdoba. Caro L., I.G. Laguna, M.P. Giménez Pecci, (2008). 1° Congreso Argentino de Fitopatología, Córdoba, 28-30 de mayo. Libro de Resúmenes: 327. Caro L., P. Carpane, E. Carloni, M. Santa, I.G. Laguna, M.P. Giménez Pecci, (2006). XII Jornadas Fitosanitarias Argentinas, Catamarca, 28-30 junio. Actas: 304-305. Carpane P, I.G. Laguna, E. Virla, S. Paradell, L. Murúa, M.P. Giménez Pecci, (2006). Maydica 51 (3): 461-468. Carpane P.D., M.P. Giménez Pecci, et al., (2012). Ediciones INTA, Buenos Aires, pp. 57-70. Dagoberto, E.L., H.R. Valbuena, (2012). Ediciones INTA, Buenos Aires, pp. 169-178. Virla, E.G., C.G. Díaz, P. Carpane, I.G. Laguna, J. Ramallo, L. Gerónimo Gómez, M.P. Giménez Pecci, (2004). Boletín de Sanidad Vegetal-Plagas (Madrid) 30: 257-267. Virla, E.G., S.L. Paradell, P.A. Diez, (2003). Boletín de Sanidad Vegetal-Plagas –29: pp. 17-25.

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Autor: Massoni, F.1 EEA INTA Rafaela. Correo: massoni.federico@inta.gob.ar Original enviado (22/04/19) RCA FCA UNER. 1

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Daños de la “oruga cogollera” (Spodoptera frugiperda) y su impacto en el rendimiento en maíces convencional y Bt sembrados en fechas tempranas en el centro de Santa Fe Frente a pronósticos climáticos desfavorables para el desarrollo de S. frugiperda, la siembra de maíces convencionales permitiría reducir la presión de selección sobre las toxinas Bt, eficaces para siembras tardías.

Palabras Claves: Híbridos; Maíz; Daño; Oruga Cogollera; Fechas de Siembra.


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Introducción El maíz Bt fue introducido para brindar tolerancia a los principales lepidópteros plaga del cultivo (ArgenBio, 2019). La “oruga cogollera” (Spodoptera frugiperda) es más importante debido a que sus larvas pueden actuar como cortadoras, defoliadoras, barrenadoras, afectar flores y granos (Willink et al., 1993). En la región pampeana, los perjuicios ocurren principalmente a partir de diciembre en maíces tardíos. Los niveles de daño consisten en pequeñas lesiones circulares en el cogollo y expansión de hojas, pocas lesiones alargadas de hasta 1,3 cm (daño tres en la escala de Davis) (Davis et al., 1992), presencia de larvas y desoves. En cuanto al momento de aplicación, en convencional: 20% de plantas con daño, refugio: 20% de plantas con daño hasta V6, y materiales Bt: recomendación de acuerdo a la empresa semillera (ASA, 2016; IRAC, 2018). En la zona centro de la provincia de Santa Fe, durante los últimos años se observaron elevadas poblaciones de S. frugiperda en maíces de siembras tardías. En Rafaela, en 2016/17, los híbridos Bt a excepción de Vip3 superaron el umbral de daño (UD)=20% de plantas con daño ≥ Davis 3 (Massoni et al., 2017). En maíces tempranos no se observaron daños relevantes. Sin embargo, la mayor proporción de híbridos disponibles incluyen eventos de protección simples y/o apilados independientemente de la época de siembra. Debido al incremento de los niveles de tolerancia de los lepidópteros blanco a las toxinas Bt, se plantea la hipótesis de que los híbridos de maíz sembrados en fechas tempranas, durante septiembre y octubre, son levemente afectados por S. frugiperda y no se justificaría el uso de la tecnología Bt. Esto disminuiría

la presión de selección, mitigaría el surgimiento de biotipos resistentes y reduciría los costos productivos. En maíces sembrados en fechas tempranas, existirían mínimas diferencias en el porcentaje de daño en plantas entre un híbrido Bt y su isolínea No-Bt, aunque no provocarían diferencias significativas en los rendimientos. Las bajas densidades de S. frugiperda residentes en la zona centro de Santa Fe durante la primavera, afectarían levemente a maíces de siembras tempranas, sin alcanzar los umbrales perjudiciales. El objetivo fue evaluar el daño de larvas de S. frugiperda y su impacto en el rendimiento entre un maíz convencional No-Bt (RR) y Bt (PW, PWU) sembrados en fechas tempranas en el centro de Santa Fe. Materiales y métodos El experimento se realizó entre septiembre de 2018 y marzo de 2019, en la EEA Rafaela, del INTA sobre un suelo Argiudol típico (31º12’09.96” S 61º30’14.45” O). Se sembró el híbrido DS 510 con distintas tecnologías. El diseño experimental fue bloques completos aleatorizados, con tres tratamientos (T) y tres repeticiones (Tabla 1). Los tratamientos se sembraron en siembra directa en cuatro fechas de siembra (FS): FS1: 17/09/2018; FS2: 28/09/2018; FS3: 05/10/2018 y FS4: 19/10/2018. El manejo de malezas consistió en una aplicación en preemergencia de glifosato 66,2% (2 l/ha), atrazina 90% (2 kg/ha), s-metolacloro (1,3 l/ha) y aceite vegetal (0,5 l/ha); y otra en post-emergencia (V5) de foramsulfuron 30% + iodosulfuron 2% (120 gr/ha), sulfato de amonio (2 kg/ha) y aceite mineral (1,6 l/ha). La unidad experimental fue la parcela de 41,6 m2 compuestas por 8 surcos a 0,52 m de espaciamiento, por 10 m de largo. La densidad de siembra fue de 80.000 plantas/ha. Tabla 1

Tratamientos considerados en el experimento, con sus tecnologías y proteínas. Tratamientos

Tecnología

Proteínas

T1

Roundup Ready (RR)

Testigo No-Bt convencional + epsps

T2

PowerCore (PW)

Cry1F+Cry1A105+Cry2Ab2 +pat+epsps

T3

PowerCore Ultra (PWU)

Cry1F+Cry1A105+Cry2Ab2+Vip3Aa +pat+epsps


Resultados y discusión En la Figura 1 se presentan los registros pluviométricos correspondientes a los meses en los que se desarrolló el ensayo. Entre septiembre de 2018 y febrero de 2019 se registró un 30,2% superior de precipitaciones respecto a la serie histórica (1930-2017). Las temperaturas

Debido al ciclo anual de S. frugiperda, al tratarse de una especie migratoria y de estación estival, podría pensarse que si bien las larvas afectan principalmente a maíces sembrados en fechas tardías, aquellas poblaciones locales residentes, que hubieran sobrevivido al invierno en el suelo en forma de pupa, darían origen a la primera generación de larvas que dañen maíces de primavera. Sin embargo, al considerar las condiciones meteorológicas invernales del centro de Santa Fe en 2018, donde ocurrieron 17 heladas agronómicas en superficie y 12 heladas a 0,05 m de profundidad, muy por encima del promedio de los últimos diez años (http:// rafaela.inta.gov.ar/agromet), podrían haber afectado la supervivencia de las pupas y consecuentemente explicaría los escasos daños observados en las cuatro fechas evaluadas (Figura 2). Existieron diferencias estadísticas significativas en el porcentaje de plantas con daño ≥ Davis 3º entre los Figura 1

Temperaturas y precipitaciones durante el período experimental y su respectiva serie histórica. Estación Agrometeorológica, EEA Rafaela del INTA.

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medias mensuales en dicho período superaron en 3,6% a la serie de referencia. Estas condiciones ambientales favorecieron el desarrollo del cultivo de maíz.

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La fertilización consistió en una aplicación de N en forma de urea con una dosis de 70 kg/ha a la siembra y al costado del surco, y otra al voleo en V5. La estimación de plantas dañadas por larvas de S. frugiperda se realizó con la Escala de Davis (Davis et al., 1992). Se analizaron 360 plantas por parcela entre los estados fenológicos de V6 y V8, según la escala de Ritchie & Hanway (1982). Se consideraron dañadas a aquellas en las que se registró un valor ≥ 3 en la escala mencionada. Se evaluó el rendimiento y peso de mil granos, sobre una muestra compuesta por dos surcos de cinco metros lineales por parcela. Se ajustó la humedad al 14,5%. Se realizó el análisis de la varianza a través del software estadístico Infostat® 2019 (Di Rienzo et al., 2019) y las diferencias entre medias se compararon con el test LSD Fisher con un 5% de significancia.


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tratamientos en la primera, segunda y cuarta fecha de siembra (FS1º p=0,0304; FS2º p=0,0014; FS4º p=0,0179), mientras que en la tercera fecha no se encontraron diferencias (p=0,0784). El convencional No-Bt (RR) presentó diferencias con respecto a los Bt (PW y PWU), que no fueron perjudicados. Los porcentajes de daño en el testigo fueron bajos, menores al 6%, aunque resultaron similares en la primera, segunda y última fecha de siembra y considerablemente inferiores en la tercera (Figura 2). Esto último podría explicarse por la ocurrencia de abundantes lluvias que acumularon 231 mm durante tres días consecutivos a partir del 11/11/2018 y pudo haber afectado a la población de larvas (Figura

1). Si bien existieron leves diferencias en el porcentaje de daño foliar causado por S. frugiperda entre materiales Bt y su isolínea No-Bt, ninguno de los tratamientos alcanzó los UD preestablecidos. En el rendimiento no existieron diferencias estadísticas significativas entre los tratamientos en las cuatro fechas evaluadas (FS1º p=0,5178; FS2º p=0,1738; FS3º p=0,8817; FS4 p=0,6015) (Figura 3). Tampoco existieron diferencias en el peso de mil granos. Se acepta la hipótesis de que los híbridos de siembras tempranas, son levemente afectados por S. frugiperda y no justificaría el uso de la tecnología Bt.

Figura 2

Porcentajes de daño ≥ a 3 de la Escala de Davis observado en el tratamiento Testigo (RR) durante las cuatro fechas de siembra.


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Figura 3

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Rendimiento promedio en kg/ha de los tres tratamientos evaluados durante las cuatro fechas de siembra.

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Conclusiones • En condiciones ambientales con registros de heladas, precipitaciones y temperaturas medias por encima de los promedios históricos, los maíces convencionales No-Bt sembrados en septiembre y octubre, constituyen una alternativa productiva de bajo riesgo de daño por S. frugiperda. Al considerar el manejo cultural de plagas como estrategia para mitigar su impacto, frente a pronósticos climáticos desfavorables para el desarrollo de S. frugiperda, la siembra de maíces convencionales sería una alternativa que reduciría la presión de selección sobre las toxinas Bt, eficaces para siembras tardías. Asimismo, retrasaría el proceso de resistencia con menores costos productivos.

Bibliografía A.S.A. (2016). Preguntas y respuestas sobre cultivos Bt y manejo de resistencia de insectos. Programa MRI-ASA. 1º edición. DAVIS, F.; Ng, S. S. and WILLIAMS, W. P. (1992). Visual rating scale for screening whorl stage corn resistance to fall armyworm. Tech. Bull. 186, Mississippi Agric. Forest. Exper. Sta. 9 pp. DI RIENZO J.A., CASANOVES F., BALZARINI M.G., GONZALEZ L., TABLADA M., ROBLEDO C.W. InfoStat versión (2019). Grupo InfoStat, FCA, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. URL http:// www.infostat.com.ar MASSONI, F.A.; TROSSERO M.A. y J.E. FRANA. (2017). Monitoreo del daño del “gusano cogollero” (Spodoptera frugiperda) en híbridos de maíz MG, VT3P, PW, Vip3. Campaña 2016/17. Publicación Miscelánea Nº135. Información técnica de cultivos de verano. Campaña 2017-2018. EEA INTA Rafaela, INTA Ediciones, Octubre de 2017, pp. 70-77 RITCHIE, S. and J.J. HANWAY. (1982). How a corn plant develops. Iowa State Univ. Technol. Spec. Rep., 48 p. WILLINK, E.; OSORES, V.M; COSTILLA, M.A. (1993). Daños, pérdidas y niveles de daño económico por Spodoptera frugiperda (Lepidoptera: Noctuidae) en maíz. Revista Industrial Agrícola. Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, Tucumán, 70 (1-2): 49-52. http://www.argenbio.org/ Accedido en marzo de 2019. http://irac-argentina.org/ Accedido en marzo de 2018. http://rafaela.inta.gov.ar/agromet (Estación Agrometeorológica Rafaela, Santa Fe).

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Efecto del fungicida foliar sobre la Roya común del maíz bajo diferentes condiciones de fertilización nitrogenada El objetivo de esta investigación fue evaluar la performance de un fungicida foliar para el control de la roya común en maíz.

Palabras Claves: Patometría; Enfermedad; Rendimiento.

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Docentes e investigadores de Fitopatología de la UNNOBA– Pergamino, Buenos Aires. Contacto: miguellavillapergamino@gmail.com; ajivancovich@comunidad.unnoba.edu.ar 1

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Autores: Lavilla, M.1; Ivancovich, A.1;


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Introducción La roya común del maíz es causada por Puccinia sorghi Schw. Este patógeno es biotrófico, pertenece al orden Pucciniales y provoca pérdidas de rendimiento considerables en el cultivo de maíz. Produce uredinios de color cobrizo y telios de color negro (Figura 1). En las hojas, los uredinios pueden coalescer y, bajo condiciones favorables, formar grandes áreas necróticas (Dudienas et al., 2013). Las condiciones predisponentes para esta enfermedad son largos períodos de temperaturas entre 16° C - 23° C y humedad relativa del aire superior al 90% (Agrios, 2005). Entre los aspectos epifitiológicos de la interacción planta (maíz) – patógeno (P. sorghi), se debe estudiar el efecto de los nutrientes y en particular del nitrógeno (N). El N es el cuarto elemento más abundante en las plantas y es esencial en la producción de aminoácidos, de enzimas, de hormonas, de fitoalexinas, de compuestos fenólicos entre otros componentes celulares (Taiz & Zaiger, 2013). El N está relacionado con el aumento de las enfermedades foliares en los diferentes cultivos, siendo el nutriente más reportado en favorecer el progreso de las enfermedades en plantas (Caldwell et al., 2002). El objetivo de esta investigación fue evaluar la performance de un fungicida foliar para el control de la roya común en maíz.

Materiales y métodos En el campo experimental de la Escuela de Ciencias Agrarias Naturales y Ambientales (ECANA) de la Universidad Nacional del Noroeste de la provincia de Buenos Aires (UNNOBA) ubicado en la localidad de Pergamino, Buenos Aires, en el año 2018 se sembró maíz de primera (DK 7270 VT3PRO), el 14 de septiembre, con un distanciamiento entre hileras de 52 cm, una densidad de siembra de 8 pl m-2, una profundidad de siembra de 4 cm y fertilizado con 100 kg ha-1 de súper fosfato simple. El diseño experimental utilizado tuvo distribución factorial de cuatro tratamientos, con cuatro repeticiones, y cada parcela presentó una dimensión de 3 m de ancho por 6 m de largo. Los tratamientos realizados se detallan en la Tabla 1. El fungicida foliar (FF) utilizado fue una mezcla de azoxistrobina más cyproconazole, aplicado en el estado fenológico R1 (Ritchie & Hanway, 1982), cuando la roya común (RC) del maíz alcanzó el umbral de daño económico (UDE: 50% de incidencia y 5% de severidad). La aplicación del FF se realizó con una mochila de presión constante de CO2, empleando un volumen de 130 l ha-1 y una presión de 5 bares el día 15 de diciembre a las 18 hs con una humedad relativa del 60% y a una temperatura de 27° C. Figura 1

Síntomas de la roya común del maíz causada por Puccinia sorghi. A. uredinio; B. urediniospora; C. telio; D. teliospora.


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Tabla 1

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Tratamientos con fungicida foliar bajo diferentes ambientes nitrogenados.

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Dosis de fungicida foliar (ml ha-1)

Dosis de nitrógeno (kg ha-1)

0

0

0

200

500

0

500

200

El fertilizante utilizado para cubrir los requerimientos de N fue urea (46-0-0) y se aplicó en forma manual en V2 (Ritchie & Hanway, 1982). Evaluación de la roya común del maíz El diagnóstico de enfermedades y su evolución temporal en cada tratamiento se determinó utilizando los parámetros incidencia (I), definida como el número de plantas con síntomas de la enfermedad dividido el número de plantas total evaluadas por 100; y la severidad (S), que es el porcentaje de hoja afectada por la enfermedad dividida el área total evaluada por 100. La intensidad de la enfermedad (IE) se calculó como el producto de la I y la S dividido 100. Las evaluaciones de la IE se realizaron una vez por semana durante 12 semanas a partir del 1 de noviembre de 2018 hasta el 23 de enero de 2019. Los resultados de la IE fueron analizados utilizando el área bajo la curva de progreso de las enfermedades (ABCPE). Este parámetro es una representación gráfica de la intensidad de la enfermedad en función del tiempo que permite resumir en un solo valor el total de la misma y caracterizarla a lo largo del ciclo. Este valor fue calculado según el modelo de integración trapezoidal (Campbell & Madden, 1990), de acuerdo a la fórmula:

ABCPE =

Ʃ

Yi + Yi-1 2

* (I i-1-I 1)

Donde Yi es la intensidad de la enfermedad y t es el período de evaluación en días después de la siembra o cualquier otra escala que se desee usar en función del tiempo. En este caso, las unidades serán porcentaje (%) y días. Este método de análisis epifitiológico considera la variación de la enfermedad en el tiempo.

Evaluación del rendimiento, sus componentes y el peso hectolítrico Cuando los granos de maíz presentaron una humedad igual al 14,5%, evaluada con un humedimetro Delver Hd-1021 previamente calibrado, se realizó la cosecha en forma manual abarcando una superficie de 1 m de ancho por 1 m de largo por cada tratamiento. Se evaluó el rendimiento (R) (kg ha-1) y sus componentes: el número granos m-2 (NG) y el peso de mil granos (PMG) en gramos. El peso hectolítrico (PH) en kg hl-1 fue evaluado con un humedimetro Delver Hd-1021, previamente calibrado. Estudio estadístico Con los datos obtenidos, se realizó un análisis de la varianza (ANAVA), con la comprobación de supuestos teóricos correspondientes. Las comparaciones de medias fueron realizadas a través de la prueba de diferencia mínima significativa restringida de Fisher (nivel de significancia: 0,05). Los análisis estadísticos se realizaron con los software InfoStat (Di Rienzo et al., 2011) y StatSoft (StatSoft Inc., 2005). Resultados y discusión El fungicida foliar y las dosis de N tuvieron un efecto independiente (p>0,05) para las variables analizadas en esta experiencia. El NG, el PMG y el PH tuvieron valores significativamente inferiores (p≤0,05) en los ambientes de 0 kg ha-1 de N y sin la aplicación de FF (Tabla 2). La deficiencia de N redujo el R en granos afectando tanto el NG como el PMG. En ambientes pobres en N, se incrementa el aborto de flores y, por consiguiente, se desarrollan menos NG por espiga. La restricción de N reduce los valores del PMG y del PH debido a una menor tasa y la duración efectiva del llenado de los granos (Andrade et al., 1996). La RC del maíz afecta la translocación de los fotoasimilados hacia la espiga, reduciendo el NG, el PMG y el PH. La RC del maíz redujo el R en 371 kg ha-1; donde en los tratamientos sin FF, el R fue de 9095 kg ha-1. Mientras que en los tratamientos con FF el rendimiento promedio fue de 9466 kg ha-1 (Tabla 2). Los ambientes con menor contenido de N tuvieron R significativamente menores


Área bajo la curva de progreso de la intensidad de la enfermedad (roya común del maíz) (ABCPIE) en función a la aplicación del fungicida foliar (FF) y de la dosis de nitrógeno (DN). FF(ml ha-1)

ABCPIE

0

408A 301 B

500 DN (kg ha )

ABCPIE

0

340A

200

370 B

-1

Tabla 2

Efecto de la aplicación del fungicida foliar (FF) y de la dosis de nitrógeno (DN) en kg ha-1 sobre el número de granos m-2 (NG), el peso de mil granos (PMG), el peso hectolítrico (PH) y el rendimiento (R) en kg ha-1. FF(ml ha-1)

NG

PMG (g)

PH (kg/Hl)

R (kg ha-1)

0

3116A

293A

70A

9095A

500

3243 B

310 B

74 B

9466 B

DN (kg ha-1)

NG

PMG (g)

PH (kg/Hl)

R (kg ha-1)

0

2809A

290A

70A

8201A

200

3549 B

313 B

74 B

10360 B

Conclusiones • El fungicida foliar y las dosis de N son factores independientes (p>0,05) y deben ser considerados para el manejo integrado de la RC del maíz. • El R de maíz se redujo en 371 kg ha-1 por la RC del maíz. • L as deficiencias de N en el cultivo de maíz afectaron el R en maíz, explicado principalmente por el NG y por el PMG. • El ABCPIE de la RC maíz disminuyó con el uso de FF y aumentó en la dosis de 200 kg ha-1 de N.

Bibliografía

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Encuentre el presente trabajo en www.aapresid.org.ar - PUBLICACIONES

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Los valores del ABCPIE fueron de 301 en los tratamientos con FF y de 408 en los sin FF (Tabla 3). En los ambientes con buen contenido de N, los valores del ABCPIE fueron significativamente mayores (p≤0,05) que los de ambientes con menor contenido de N (370 y 340, respectivamente). La RC del maíz es un organismo biotrófico y puede presentar una mayor tasa de desarrollo en hospedantes vigorosos. En tal sentido, Pereira & Pereira (2017) determinaron que los valores mayores del ABCPE de la severidad de la RC del maíz se observaron en las dosis de 157 kg ha-1 de N.

Tabla 3

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(p≤0,05) que los ambientes con buena disponibilidad de N (8201 kg ha-1 y 10360 kg ha-1, respectivamente) (Tabla 2).


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INTA. EEA Oliveros. Asesor privado. 3 COTECNA Inspection. 4 INTA. Instituto Tecnología Alimentos - CIA. 5 INTA. Instituto de Clima y Agua – CIRN. Contacto: ferraguti.facundo@inta.gob.ar 1

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Maíz tardío: Calidad comercial, inocuidad y determinación del momento óptimo de cosecha

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Autores: Ferraguti, F.1; Tamagnone, M.2; Baldani, L.2; Barberis, F.3; Cristos, D.4; Moschini, R.5.

Un estudio que evalúa las implicancias aparejadas al secado a campo del maíz en fecha tardía.

Palabras Claves: Maíz Tardío; Micotoxinas; Secado de Grano; Calidad Comercial.


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Introducción Hace más de una década, la inclusión de maíces de siembra tardía en la rotación ha ido en aumento en toda la región maicera argentina. Las siembras de fecha tardía permiten reducir los riesgos climáticos del cultivo de maíz, ya que tienen más probabilidad de tener un balance de agua favorable y menores chances de sufrir golpes de calor durante el período crítico y llenado de granos (Maddoni, 2012). Si bien desde la oferta ambiental las fechas tardías tienen un menor potencial de rendimiento, el piso es mayor y en muchas regiones el rendimiento obtenido iguala o supera al de fechas tempranas. Las siembras tardías exponen al cultivo a mayor presión de insectos y en algunos casos coinciden estadíos susceptibles con picos poblacionales de la plaga. Tal es el caso de la “oruga cogollera” (Spodoptera frugiperda) y la “isoca de la espiga” (Helicoverpa zea) (Gamundi y Perotti, 2014). En el caso de Spodoptera, existe preocupación por una mayor frecuencia de cultivos que necesitaron aplicaciones y un aumento en el número de las mismas, aún en cultivos con eventos genéticamente modificados en los que se esperaba menor nivel de daño. En el caso de Helicoverpa, el control químico tiene una eficiencia errática y muchas veces el daño ocasionado a la espiga no justifica su implementación, por lo que la elección del híbrido es un aspecto crucial para minimizar el impacto de la plaga (Balbi y Flores 2015). No obstante, las galerías generadas en el ápice de la espiga son una fuente de ingreso de humedad y propicia la proliferación de hongos micotoxigénicos como Fusarium spp. (Munkvold et al., 1997). Un aspecto que frecuentemente se señala como desventaja de las siembras tardías es el excesivo tiempo que el cultivo permanece en el campo hasta que la humedad del grano se considera propicia para cosecha. El objetivo principal de esta práctica es minimizar la pérdida económica que representa recurrir al acondicionamiento de la mercadería y el impacto sobre el flete. Sin embargo, en estudios recientes (Ferraguti et al., 2016), se pudo comprobar que esta interpretación no siempre es correcta, sobre todo si se tiene en cuenta el aumento de descuentos por el rubro granos dañados (Norma XII, ex SAGYP) y los costos

de aplicación a la población de malezas que crece y se desarrolla durante el secado del grano. Si bien existe margen para la discusión e interpretación de resultados, lo más alarmante de este trabajo fue la evidencia de que esta estrategia de secado implicó un alto grado de contaminación con micotoxinas. A continuación se discuten algunos puntos a tener en cuenta para definir el momento de cosecha óptimo de un maíz de fecha tardía. Los rangos de valores que se indican corresponden a experiencias realizadas en la EEA INTA Oliveros desde la campaña 2014/15 a la actual, donde se han abordado varios aspectos como fechas de siembra, comportamiento sanitario de híbridos y evaluaciones de abundancia y diversidad de especies de malezas. La metodología se puede consultar en el trabajo citado anteriormente. Dinámica del secado de grano a campo La Figura 1 muestra las etapas del secado del grano a campo para un maíz de siembra tardía. Si bien existe variabilidad entre híbridos, la acumulación de materia seca cesa en el grano cuando la humedad es cercana Figura 1

Esquema de secado del grano en condiciones de campo. MF (madurez fisiológica), PI (punto de inflexión de la tasa de secado) %H°pi (humedad del grano al PI), Tpi (tiempo desde MF al PI), Te (tiempo desde MF a humedad de entrega). Los vectores indican esquemáticamente la dirección y el grado de variabilidad de los puntos MF y PI.


A partir de MF, la tasa de secado depende exclusivamente de la humedad del grano, la temperatura y la humedad relativa durante el otoño. Si las condiciones son favorables, se pueden registrar tasas de secado entre 0.5 - 0.7% diarias. A medida que el secado del grano progresa, las temperaturas son progresivamente más bajas y la humedad relativa aumenta. De esta manera, se observa una ralentización de las tasas de secado y que se da a partir de un punto de inflexión (Pi) que está determinado por una combinación de factores inherentes al híbrido (morfología de espiga, chalas y grano) y las condiciones ambientales. Aún para un mismo híbrido, el tiempo (Tpi) y la humedad del grano (H°pi) en la que se da este Pi pueden variar interanualmente o por efecto de la fecha de siembra. Desde Pi en adelante, la nueva tasa es menor a la tasa inicial, entre 0.2 y 0.06% diaria según promedios interanuales para un set de híbridos representativos del área de la EEA INTA Oliveros.

Con los precios actuales (maíz = 155 U$S/Tn), los gastos representan un 15.6% de la cotización cuando se cosecha “seco”; y en caso de mercadería con 19.5% de humedad, los gastos ascienden al 29,5%. La estrategia de esperar hasta que el grano esté “seco” tiene justificación económica ya que supone un ahorro de gastos de acondicionamiento y flete que se reflejan en un ~6% más de margen bruto con respecto a la cosecha en H°Pi (19,5%), aún teniendo en cuenta los descuentos por calidad y un coeficiente de reducción de rendimiento (0.98) atribuido a vuelco de plantas y caída de espigas.

Calidad comercial A medida que transcurre más tiempo entre MF y Te (Figura 1), la calidad del grano se ve más afectada y aumentan los descuentos por el rubro “granos dañados”. En nuestras experiencias, los valores de granos dañados en Te se ubicaron en un rango entre 1.68 a 12.1%. En algunos casos puntuales correspondió adicionalmente descuentos de 0.50% por granos amohosados. La tasa promedio de aumento del rubro dañados desde MF a Te fue de 0.018 a 0.11% dañados/día. La mayoría de las muestras correspondieron a Grado 3, principalmente por bajo peso hectolítrico (PH), aunque algunos híbridos de alto PH y bajo porcentaje de granos dañados lograron sostener el Grado 2 que tenían en el momento del Pi. En un 7% de los casos la mercadería estuvo fuera de estándar por superar la tolerancia de granos dañados. Análisis económico Para el análisis económico se simularon sucesivas cosechas con la humedad del grano entre una H°Pi alta

Un aspecto que no siempre es tenido en cuenta a la hora de las comparaciones entre fechas de cosecha en maíces de fecha tardía es la influencia de la práctica sobre las malezas otoño-invernales. Esperar hasta el grano “seco” aumenta la abundancia y diversidad de malezas. El control es dificultoso ya que la aplicación debe alcanzar efectivamente a individuos debajo del rastrojo que en general se han rusticado por frío y sequía (Papa et al., 2010), por lo que es normal que las aplicaciones fallen y se deba recurrir a principios activos más costosos y/o aumentar el número de aplicaciones. Contemplando variaciones en las estrategias de control en búsqueda de mayor probabilidad de éxito (diferentes principios activos y número de aplicaciones), la diferencia de margen bruto entre cosechar “seco” vs H°Pi cambia a 2.2% cuando los controles son eficientes e incluso llega a invertirse la relación (-1.46%) cuando es necesario repetir aplicaciones (Figura 2). Contaminación con micotoxinas Se estima que anualmente el 25% de los cultivos es afectado por los 3 principales géneros de hongos micotoxigénicos: Aspergillus, Fusarium y Penicillium. La proyección es que ante un escenario de cambio climático, la presencia de micotoxinas aumente e implique progresivamente un riesgo mayor para la salud de los animales y humanos que las consumen.

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(19.5%) y la humedad de entrega (14.5%, grano “seco”). Se contemplaron los gastos de secado, la merma física, el costo del flete (flete corto 30 Km + 120 Km de flete largo) y los gastos de comercialización. Se asumió un paso por planta acondicionadora y posterior entrega en Puerto Gral. San Martín (Santa Fe).

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a 30%. En este momento se considera que el cultivo alcanzó la madurez fisiológica (MF). El tiempo en días que tarda un híbrido en llegar a MF puede variar por la disponibilidad de asimilados, la temperatura media o la ocurrencia de eventos de temperaturas extremas como heladas.


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Debido a las características ambientales de la región maicera argentina, la ocurrencia de podredumbres de espiga (aparejado a la presencia de micotoxinas) es de naturaleza endémica (Presello et al., 2007). Martinez & Moschini (2014) demostraron a través de un modelo predictivo de fumonisinas que las siembras tardías son más propensas a contenidos altos de fumonisinas. Recientemente, Moschini et al., 2018, estudiaron para maíz el efecto de las condiciones meteorológicas en precosecha sobre el contenido de fumonisinas. Señalan la existencia de una ventana de alto riesgo alrededor de floración, donde la ocurrencia de períodos de sequías y golpes de calor seguidos de períodos de lluvia y alta humedad relativa afectan la morfología de la espiga y chalas y pueden predisponer una segunda ventana de riesgo para alrededor de MF.

Figura 2

Efectos de la duración del secado sobre el margen bruto y la concentración de micotoxinas. MF (madurez fisiológica), PI (punto de inflexión de la tasa de secado) %H°pi (humedad del grano al PI), Tpi (tiempo desde MF al PI), Te tiempo desde MF a humedad de entrega) DON (concentración de deoxinivalenol), FUM (concentración de fumonisinas totales).

En nuestras experiencias a campo, con inoculación natural, exploramos la probabilidad de que la prolongación del período de secado de grano durante el otoño-invierno brinde condiciones favorables a la colonización de hongos (sobre todo en las heridas causadas por Helicoverpa) o continúe la producción de micotoxinas en granos colonizados previamente en los períodos mencionados. En las campañas estudiadas, las micotoxinas más relevantes fueron vomitoxina (deoxinivalenol/DON) y fumonisinas (Fb1+Fb2). En concordancia con trabajos anteriores (Chulze et al. 1996), se observó que, aunque con variabilidad en los valores, a medida que se demora la cosecha, los niveles de micotoxinas son comparativamente mayores en las cosechas tardías que en Tpi. Esperar hasta Te, significó un aumento en la concentración de DON de 9.6 ppm a un alarmante 110 ppm, mientras que en el caso de las fumonisinas totales el rango estuvo entre la ausencia de detección y 10.2 ppm (Figura 2). Micotoxinas y producción animal El impacto económico en la producción animal está asociado a diferentes factores. En primer lugar, los granos de maíz colonizados completamente por hongos pierden valor como alimento. O’Keeffe, 2003 determinó una reducción de la concentración de aceite (-62.5%), proteínas (-6.7%) y de la energía metabolizable (-4.6%) en granos amohosados.

Dependiendo de la especie y la categoría del individuo que se alimenta, la presencia de micotoxinas puede provocar una caída en el consumo, una reducción de la ganancia de peso, el aumento de la incidencia de enfermedades debido a la inmunodepresión, el daño a órganos vitales y la interferencia con la capacidad reproductiva. Es frecuente que en las espigas de maíz coexistan más de un patógeno y sus respectivas micotoxinas. El resultado es un impacto negativamente sinérgico en la salud y productividad animal en comparación con los efectos individuales. (Smith y Seddon, 1998).


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Consideraciones finales •

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Los resultados expuestos corresponden a tan sólo tres campañas analizadas en una misma localidad, por lo que deben interpretarse con cautela. No obstante, forman parte de un cuerpo de evidencias que sustenta la preocupación por las implicancias aparejadas al secado a campo del maíz en fecha tardía. Los beneficios del secado a campo se reducen si se tienen en cuenta los gastos extra para el control de malezas y sobre todo si el grano es destinado para producción animal propia. A su vez, supone un riesgo para la salud de la población que ingiere en forma directa el grano o indirectamente a través de productos de animales que consumieron granos contaminados (CAST, 2003). La cosecha del grano en H°Pi es una opción de compromiso que disminuye el impacto negativo de las micotoxinas, reduce riesgos por vuelco o quebrado, permite un control temprano y más barato de las malezas invernales y no implica necesariamente reducción del resultado económico. Actualmente existe una demanda global de granos más sanos e inocuos, por lo que las regulaciones de los países compradores influyen sobre la forma en que los países que quieran exportar deberán producir (Ricca et al., 2014). Una vez que el grano se contaminó con micotoxinas, es muy difícil neutralizarlas o eliminarlas ya que son muy termoestables (toleran +90° C), son resistentes a la aplicación de compuestos químicos y la inactivación física (secuestrantes) o biológica (enzimas) tiene aplicaciones prácticas reducidas. La forma más práctica de combatirlas es a nivel de campo tratando de minimizar su generación en pre cosecha y evitar la contaminación en las siguientes etapas de la cadena de producción.

Agradecimientos Los autores desean expresar su agradecimiento a los Ings. Agr. Estefanía Algido Coletti, Guillermo Allo, Nahuel Damiani, Paulina Bandeo, Franco Herranz, Franco Lazzatti y a las estudiantes avanzadas de Ciencias Agrarias de la UNR Antonela Bettinsoli y Eliana Pérez por su esmerada colaboración en los muestreos y determinaciones realizadas en marco de estos años de trabajo. Un especial agradecimiento a los Sres Ariel Insaurralde, Edgardo Gómez y Diego Uliassi, personal de la EEA INTA OIiveros que día a día demuestran seriedad y compromiso en sus tareas.

Bibliografía

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EEA INTA Pergamino, INTA. *Contacto: roskopf.ruben@inta.gob.ar

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Velocidad de avance de la cosechadora y su relación con el funcionamiento del cabezal maicero

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Autores: Roskopf, R.*,1; Elisei, J.1.

Se evaluaron las pérdidas de granos en la cosecha de maíz en función de la velocidad lineal de los rolos espigadores y la velocidad de avance de la cosechadora.

Palabras Claves: Pérdidas; Cosecha de Maíz; Rolos Espigadores; Cosechadoras.


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Introducción En la cosecha de maíz, en promedio el 72% de las pérdidas son de cabezal y el 28% restante pertenecen al sistema de trilla, separación y limpieza de la cosechadora (Bragachini et al., 2006). Estos porcentajes pueden ser modificados ante diferentes condiciones de la cosecha del cultivo de maíz. El mal estado del cultivo, por vuelco o quebrado, obliga al operario a disminuir notoriamente la velocidad de avance de la cosechadora. Por otro lado, en muchos casos, la velocidad de avance del equipo es alta, con menores controles y regulaciones, debido a que la cosecha de maíz se retrasa como consecuencia de la priorización de la cosecha de cultivos de soja con variedades de grupos de madurez corto (IV o menores). Ambas operaciones se realizan manteniendo constante la velocidad de funcionamiento del cabezal produciéndose la descoordinación entre la velocidad lineal de los rolos espigadores y la velocidad de avance de la cosechadora. Al momento de la venta, la mayoría de los cabezales maiceros son entregados para trabajar eficientemente en el rango de velocidad de avance de la cosechadora de 1,4 a 2,1 m/s. Si se trabaja a velocidades mayores o menores, es necesario modificar la combinación de engranajes en el cabezal, o accionar el comando electrohidráulico desde la cabina de la cosechadora, de manera que funcione coordinado con la velocidad de avance de la cosechadora. El objetivo del presente trabajo fue cuantificar las pérdidas de granos en la cosecha de maíz en función de distintas relaciones entre la velocidad lineal de los rolos espigadores y la velocidad de avance de la cosechadora. Materiales y métodos El experimento agrícola se desarrolló en un lote cercano a la localidad de Cañada de Gómez, provincia de Santa Fe, donde el rendimiento promedio del cultivo de maíz fue de 8.000 kg/ha. La cosechadora utilizada fue una New Holland modelo TC 59 año 2004, con un motor de 161.7 kW. El cabezal maicero tenía ocho líneas separadas a 0,7 m, con rolos espigadores del tipo desencontrados de 0,09 m de diámetro, con una velocidad angular de 950 revoluciones

por minuto (rpm) y lineal de 4,47 m/s. Además, poseía control de apertura de placas espigadoras. El sistema de trilla estaba compuesto por un cilindro de barras con un largo de 1.556 m y diámetro de 0.603 m regulado para que funcione a la velocidad angular de 700 rpm, cóncavo no forrado de nueve barras y un separador centrífugo. El sistema de separación y limpieza de la cosechadora presentaba seis sacapajas con un área total de separación de 12.5 m2. Se realizó un diseño completamente aleatorizado con tres repeticiones. Los tratamientos fueron tres relaciones entre la velocidad lineal de los rolos espigadores y la velocidad de avance de la cosechadora como se muestra en la Tabla 1. La unidad experimental tenía 84 m2. Tabla 1

Descripción de los tres tratamientos del experimento agrícola.

Para las mediciones de pérdidas de cosecha en las unidades experimentales se utilizó el método indicado por el INTA. Primero se midieron las pérdidas de precosecha y luego por cosechadora, utilizando 4 aros ciegos de 56 cm de diámetro, arrojados durante el paso de la máquina. Además, luego de su paso se recogieron las espigas caídas (si las hubiera) a consecuencia del voleo producido por el cabezal. De esta forma se obtuvo separadamente las pérdidas por cabezal (diferenciando entre espigas y desgrane a consecuencia de los rolos) y de cola. Los efectos de los tratamientos en las pérdidas de cosecha se analizaron mediante ANOVA con el programa estadístico InfoStat (Di Rienzo, 2010), efectuándose la comparación de medias a través del test de diferencias mínimas significativas (LSD; p<0,05). Cuando no se cumplió con los supuestos del ANOVA (homogeneidad de la varianza, independencia


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y normalidad de los residuos) se realizó el análisis mediante la transformación logarítmica de la variable respuesta. Resultados y discusión Las pérdidas de espigas fueron significativamente mayores en el tratamiento 1 con respecto al 2 (Tabla 2). Por un lado, las cadenas alzadoras funcionan descoordinadas de la velocidad de avance de la máquina, traccionando rápidamente las plantas en dirección a la cosechadora, provocando un enérgico movimiento y pudiendo causar que algunas espigas débilmente unidas se desprendan y caigan fuera de la zona de captación del cabezal. Por otro lado, los rolos espigadores separan las espigas de la planta en la parte inicial de los mismos predisponiendo a la caída de las espigas por delante del cabezal. Tabla 2

Efectos de los tratamientos sobre las pérdidas de cabezal y cola de la cosechadora de maíz.

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Letras diferentes en la misma columna indican diferencias significativas entre tratamientos (p<0,05).

(1)

Si bien el tratamiento 3 no se diferencia significativamente del tratamiento 2 en lo que respecta a pérdidas de espigas en el cabezal, muestra un incremento. Esto podría estar explicado por la alta velocidad de avance de la máquina, haciendo que el cabezal trabaje saturado, pechando las plantas hacia adelante y haciendo caer alguna espiga. Esto evidencia que para el tipo y diseño de rolos empleados en el presente experimento, el funcionamiento de los rolos es óptimo y las pérdidas son menores cuando la velocidad de los mismos es 2,92 veces mayor que la velocidad de la cosechadora (tratamiento 2). Además, estos resultados confirman la necesidad de contar con un variador de cabezal mecánico o inteligente que permita adaptar la velocidad de funcionamiento del cabezal a la velocidad de avance de la máquina. Particularmente en aquellos casos en que el maíz se encuentre volcado o de alto rendimiento, el cabezal debe acompañar la velocidad de la máquina, logrando que el espigado se produzca a la mitad del recorrido de los rolos espigadores (Figura 1). En los tratamientos 1 y 2 las pérdidas totales (cabezal + cola) son menores a la tolerancia máxima (156 kg/ ha) establecida por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Mientras que en el tratamiento 3, las pérdidas totales de 281,3 kg/ha superan en más Figura 1

Espigado en la parte media de los rolos espigadores


y salen despedidos por la cola de la cosechadora. Esto es consistente a lo reportado por González y Elisei (2009), que al evaluar los niveles de pérdidas sobre dos cosechadoras, una con sistema de trilla axial (a) y la otra con sistema convencional (b), mencionan que a medida que aumenta la velocidad de cosecha y el índice de alimentación grano, también lo hacen las pérdidas de grano por la cola.

Conclusiones • Las menores pérdidas de grano del cabezal para las condiciones del presente experimento ocurrieron en la relación óptima (2,92) de velocidad del cabezal/velocidad de avance de la cosechadora.

123 Maíz 2019

• La incorporación de equipamiento que permita mantener en forma automática y constante dicha relación permitiría disminuir las pérdidas de cabezal. Esto es relevante ante condiciones de cosecha de cultivos de maíz que requieran cambios importantes en la velocidad de avance.

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de tres veces las registradas en el tratamiento 2 (86,7 kg/ha) y son mayores a la tolerancia máxima. En el tratamiento 3, cuya velocidad de avance es 2.22 m/s, la mayor fuente de origen es por cola y se debe al alto índice de alimentación (cantidad de grano y no grano que ingresa a la máquina por hora). En este caso, se produce la saturación del sistema de separación y limpieza con lo que muchos granos no tienen posibilidades de colar (principalmente por el sacapajas)

Agradecimientos Se agradece la colaboración de los señores Gustavo y Mariano Bolatti quienes aportaron la cosechadora y colaboraron en la realización del presente trabajo de experimentación.

Bibliografía

Bragachini, M; Peiretti, J. 2006. “Eficiencia de cosecha en el cultivo de maíz” Actualización Técnica nº 25. 16 p. Inta Manfredi. González, N; Elisei, J. 2009a. “Efecto del índice de alimentación grano sobre las pérdidas de cola en la cosechadora Massey Ferguson 9790 en el cultivo de maíz. X Congreso de Ingeniería Rural y II del Mercosur. Septiembre de 2009. Rosario. Argentina. González, N; Elisei, J. 2009b. “Efecto del índice de alimentación grano sobre las pérdidas de cola en la cosechadora Don Roque 170 en el cultivo de maíz. X Congreso de Ingeniería Rural y II del Mercosur. Septiembre de 2009. Rosario. Argentina. Di Rienzo, J. A.; Casanoves, F.; Balzarini, M.G.; González, l.; Tablada, M.; Robledo, C.W. 2010. Grupo InfoStat, FCA, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.

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Autor: Peiretti, J. Mecanización agrícola – INTA EEA Salta Contacto: peiretti.jose@inta.gob.ar

El secreto de la cosecha del maíz

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Aún no se toma real dimensión del impacto económico que significan las pérdidas de cosecha en el 100% de los lotes de nuestro país. Una buena regulación del cabezal maicero es clave para empezar a ganar el partido.

Palabras Claves: Cosechadora; Maíz; Pérdidas; Ajustes.


Figura 1

La correcta separación entre placas espigadoras en el cabezal maicero es clave para trabajar con un bajo nivel de pérdidas.

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Por ser el cultivo que más carbono captura, porque se puede rotar con soja y por su masa radicular que brinda estructura al suelo, el maíz es un cultivo muy importante dentro de los esquemas de rotación en sistemas en Siembra Directa. En la provincia de Salta está comprobado su efecto positivo sobre el rendimiento de la soja, al incluirlo en el esquema de rotación junto con la oleaginosa. Sin embargo, hay que tener muy en claro que cosechar maíz con eficiencia es clave en la unidad productiva, dado que la cosecha incide y repercute directamente en la rentabilidad de este cultivo. Al momento de efectuar la cosecha, muchos productores no tienen en cuenta la real influencia de una cosecha eficiente sobre el número final del negocio y descuidan o dejan en mano de terceros la responsabilidad de cuidar el resultado de dicha tarea. Al incluir en la ecuación valores promedios de rendimiento, costos fijos, directos e indirectos, y valores promedio de pérdidas en maíz, se puede llegar a un resultado que va desde el 25% al 50% del margen neto del maíz. Este valor solo se pone en riesgo durante el periodo de trabajo de la máquina cosechadora, cuya presión se intensifica en zonas productivas como la salteña, donde parámetros como el costo del flete o la presión climática y de plagas son más graves que en la pampa húmeda. Al analizar esta situación, la pregunta que surge es: ¿quiénes están dispuestos a poner en riesgo este rango del margen neto de sus ganancias por efectuar una mala cosecha, con la posibilidad de perder un valor tan alto de su negocio? La respuesta seguramente obedece a que aún no se toma real dimensión del impacto económico que significan las pérdidas de cosecha en el 100% de los lotes de nuestro país. La cosecha de maíz en tres puntos El punto principal a tener en cuenta es el trabajo del cabezal maicero. Dentro del mismo, una correcta separación de las placas espigadoras, no separadas de más, será fundamental para evitar que la base de las espigas toquen los rolos espigadores y se aumenten las pérdidas por cabezal. De la misma forma, placas espigadoras demasiado cerradas, provocan el corte de las plantas y el aumento de las pérdidas por cola de la máquina cosechadora (Figura 1).

Maíz 2019

125

A continuación, se enumeran tres puntos importantes a tener en cuenta al momento de controlar el trabajo de una máquina cosechadora de maíz: 1. Las pérdidas provocadas por una excesiva separación de las placas espigadoras siempre hay que buscarlas en la línea del surco, escondidas entre la chala del maíz, ya que en general no están desparramadas en el entresurco. 2. Cuando se observa trabajar a una cosechadora, por su cola tiene que salir solo marlo y chala. Si salen restos de planta entera, por ejemplo caña, es síntoma de una mala regulación del cabezal. A su vez, lo que sale por la cola de la cosechadora tiene que estar lo más intacto


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posible, es decir, los marlos tienen que salir sin granos adheridos, pero enteros (Figura 2). 3. En el surco tiene que quedar el tallo del maíz, adherido al suelo y lo más entero posible. Si se encuentran tocones cortados o plantas arrancadas, son síntomas de mala regulación del cabezal maicero y de la velocidad de avance de la máquina.

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126

Para disminuir pérdidas durante la cosecha de maíz, el cultivo debe presentar uniformidad de diámetro de tallo y espiga, tener una caña sin daño de insectos y enfermedades, ausencia de vuelco y, en lo posible, una uniforme maduración. Esto último afecta más a la calidad de trilla, y por ende, a la calidad de grano entregado a la tolva de la cosechadora. Una vez maduro el cultivo y con la cosechadora en el lote, trabajar por debajo de las tolerancias de pérdidas, es una tarea sencilla siempre que se cuente con un buen cultivo, un buen cabezal y un excelente operario. En este sentido, el operario debe estar capacitado para poner a punto del cultivo las regulaciones de altura del cabezal, posicionamiento de los puntones alzadores, velocidad

del cabezal y su coordinación con la de avance de la cosechadora, apertura de las chapas cubre rolo (chapas espigadoras), etc. También se deberá adoptar la velocidad de trilla y separación rotor/camisas (o apertura del cóncavo) de acuerdo al diámetro de espiga y al grado de susceptibilidad al daño mecánico (genética y humedad de grano); regular la apertura de las zarandas, así como también la velocidad del viento a las condiciones del cultivo, rendimiento, humedad, cantidad de material no grano y peso específico del grano. Recordar que la regulación de la cosechadora, aunque se coseche mismo cultivo y mismo híbrido, se debe reajustar de lote a lote (aunque sean vecinos) y de un momento a otro del día. Y aunque se haya sido repetido muchas veces, la parte de regulación más importante en todas las máquinas agrícolas, es la que se ubica entre el asiento y el volante. El futuro ya llegó… en los cabezales El punto clave que permite empezar ganando el partido en la cosecha de maíz es una buena regulación del Figura 2

Por la cola de la cosechadora tiene que salir solo chala y marlos enteros sin granos enteros. Cualquier diferencia, es sinónimo de problemas en la regulación y pérdidas.


Cabezal maicero de 26 surcos construido en aluminio: Este modelo, configurado con 26 hileras a 52,5 cm (ancho de 13,65 m) colocado en una cosechadora clase 10 de 500 hp de potencia, cosechó a un flujo de 126 toneladas/h en un maíz de 15,4 t/ha de rendimiento, a una velocidad de 6,0 km/h y con una capacidad instantánea de 8,2 ha/h. A esto se lo puede considerar como un récord de capacidad de cosecha (aunque hoy la cosechadora evaluada ya fue superada en un 10% en la potencia máxima por el nuevo modelo).

El cultivo debe cosecharse cuando el grano alcanza la madurez fisiológica. En el caso del maíz, se determina cuando en el punto de inserción del grano con el marlo aparece una punta negra (necrosis de los vasos que conducen la savia). En este período, es coincidente la desaparición de la línea de leche y el contenido de humedad se encuentra próximo al 30%. En este estado, la cantidad de nutrientes del grano es máxima y las condiciones para su preservación son muy buenas. El grano no debe cosecharse antes de madurez fisiológica porque está demasiado húmedo e inmaduro, lo que afectará al rendimiento de materia seca e implicará un importante consumo de potencia tanto del cabezal como del resto de la cosechadora. Además presentará inconvenientes de “empastado” de los órganos de trilla y separación, ocasionando elevadas pérdidas de granos. Asimismo, durante la descarga suelen producirse Figura 3

Cabezal maicero para múltiples distanciamientos y direcciones de origen 100% nacional.

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Cabezal para múltiples distanciamientos y direcciones (origen nacional): Este es un cabezal cuyo distanciamiento entre unidades recolectoras modulares independiente es fijo a 52,5 cm. No obstante, puede trabajar en múltiples distanciamientos entre líneas. Opera a cualquier distancia entre hileras (35 cm, 38 cm, 42 cm, 45 cm, 52 cm, 70 cm, 76 cm, 90 cm) y en cualquier dirección de avance (perpendicular -90º-, o al cruce -45º-), sin necesidad de ajustes, modificaciones o adaptaciones. Este diseño permite que las plantas que ingresan fuera de la línea central de la unidad recolectora lleguen a la misma sin ser cortadas o quebradas, con una inclinación mínima y prácticamente sin ser sacudidas. Esto le permite tener una buena performance en cultivos volcados (Figura 3).

¡Alguien que se acuerde de las vacas!: Cosecha de grano húmedo de maíz para forraje Lo primero es lo primero. El grano húmedo para las vacas y el rastrojo para el suelo. Concepto fundamental de una producción sustentable, sin grises y con límites fijos y no negociables. El animal pastoreando el rastrojo en el campo provoca problemas físicos y de extracción de carbono de los lotes. Esto es ampliamente explicado por los especialistas, por lo que no hay peros y no se debe obviar esta premisa nunca. Dicho esto, vamos al grano… húmedo.

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cabezal maicero. Esta demanda ha sido levantada por la industria y hoy se comprueba al ver algunos productos de avanzada tecnología en esta temática en los campos de la república Argentina, como por ejemplo:


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128

también frecuentes trancados por empastado en zonas críticas, como ser codos de tubo de descarga o compactado del material debajo del protector del sinfín de alimentación del tubo de descarga en el piso de la tolva de granos.

Sistema de trilla: El sistema de trilla debe trabajar a mayor velocidad. Se aconseja de 1.000 a 1.200 RPM para cilindros tradicionales y 900 rpm para rotores axiales. Otra modificación que puede realizarse es el forrado de los espacios libres entre los batidores del cilindro.

Por otra parte, hay que fijarse un tope inferior de humedad del grano a ensilar de 20 a 22%, porque con esos niveles de humedad habrá menos posibilidades de lograr una buena compactación y fermentación. Esto no afecta directamente a la cosechadora, por el contrario, cuanto más seco el grano, más fácil es trillarlo, pero será peor la calidad de la reserva que se logre. Por lo tanto, para corregir posibles desfasajes debajo de éste límite, se aconseja suspender la trilla durante el día y efectuar la labor durante la noche, en especial aprovechando el roció, de forma tal de incorporar unos puntos de humedad por las condiciones del ambiente.

El cóncavo a utilizar es el tipo maicero, con una luz entre alambres de 16 a 18 mm.

En general, dentro de las humedades aconsejadas, no se presentan grandes dificultades, y se deben realizar ciertas regulaciones diferenciales respecto a lo antes visto para grano seco: Cabezal: Debido a que la espiga se halla fuertemente adherida a la planta, es necesario ajustar mejor la luz entre las chapas cubre rolos, respecto a la que se utiliza en condiciones normales de trilla. De ésta manera, se facilita el desprendido de la espiga del resto de la planta. Los rolos espigadores del tipo de cuchillas enfrentadas, se adaptan mejor para este tipo de cosecha, porque consumen menos potencia que los otros diseños. Por el contrario, al final de la campaña, cuando toda la planta está reseca y quebradiza, aumentan la cantidad de tallos cortados que ingresan al sistema de trilla y separación, lo que puede generar inconvenientes.

Se deberá reducir la separación entre el cilindro y el cóncavo, para permitir un ajustado ingreso de las espigas a los órganos de trilla (5 mm menor que el diámetro de la espiga promedio). Limpieza: Trabajar con el mayor caudal posible de aire, orientándolo hacia el primer tercio de la zaranda superior. Si ésta es regulable, deberá tener una apertura entre ¾ y la máxima; mientras que si es fija, se debe utilizar la de mayor tamaño de alvéolo. La zaranda inferior debe ser de máximo tamaño de colado (19 mm), con inclinación que evite en lo posible la retrilla. Al hablar de grano húmedo, un poco de suciedad en el grano cosechado no es grave ya que aporta puntos de humedad y favorece la fermentación. Cuando se observan pérdidas de granos adheridos a trozos de marlo a nivel de sacapajas, a pesar de estar forrado el cilindro, se deberá disminuir la luz cilindro/ cóncavo. Como consecuencia de ello, aparecerá una mayor cantidad de granos partidos y pasarán a la limpieza trozos pequeños de marlo adheridos a los granos. En algunos casos, puede retirarse la zaranda inferior para permitir llevar a la tolva todo el material remanente de limpieza, el cual posee restos de marlos y chalas, y que a finales de campaña de embolsado, pueden aportar unos puntos de humedad, sin afectar en demasía la digestibilidad final.

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En el presente artículo se usó un modelo de simulación para conocer las principales limitaciones hídricas a las que se enfrenta el cultivo de sorgo en algunas de las principales zonas productoras y los rendimientos alcanzables con un manejo estándar. Se demuestra la potencialidad del cultivo, y se discute el impacto de las limitaciones hídricas más comunes sobre decisiones de manejo. Palabras Claves: Sorgo; Estrés Hídrico; Manejo; Rendimiento.

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Facultad de Cs. Agrarias, UNR - Instituto de Investigaciones en Ciencias Agrarias de Rosario (IICAR – CONICET)

Rendimientos potenciales y limitaciones hídricas del cultivo de sorgo en Argentina

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Autores: Carcedo, A.J.P.; Gambín, B.L.


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Introducción El cultivo de sorgo es valorado por los productores por sus bajos costos de producción, su habilidad de tolerar diferentes tipos de estrés abióticos, y su capacidad de producir un gran remanente de biomasa que permite mejorar las cualidades físico-químicas del suelo (Doggett, 1988). En este contexto, al sorgo se lo ubica en lotes de menor índice ambiental y con un planteo productivo en donde se pone al mínimo el uso de insumos, tratando de explotar estas cualidades del cultivo. Este manejo se extiende en toda la región sorguera, sin diferenciar entre ambientes o potenciales interacciones genotipo, ambiente y manejo. En la región pampeana los sistemas productivos son de secano, y por lo tanto están expuestos a la gran variación espacial y temporal de las lluvias. Esta variación puede ser descripta a través de patrones de estrés que se diferencien en momento, duración e intensidad (Hammer et al., 2014; Seyoum et al., 2017). Es sabido

que el momento, la intensidad y la duración del estrés hídrico ocasiona diferentes efectos sobre el crecimiento y desarrollo de los cultivos (Passioura, 1983). Por este motivo conocer dichos patrones y determinar su frecuencia es fundamental a la hora de definir opciones de mejora en genética y manejo (Chapman et al., 2000). Los modelos de simulación de cultivos son una herramienta muy útil para caracterizar ambientes de producción, estimar rendimientos potenciales y conocer el impacto de prácticas de manejo sobre el rendimiento de un cultivo, entre muchos otros usos (Passioura, 1996). En el presente artículo se pretende usar un modelo de simulación para caracterizar las principales limitaciones hídricas y conocer los rendimientos potenciales del cultivo de sorgo. Materiales y métodos Se utilizó el programa de simulación de cultivos APSIMsorgo para explorar los posibles escenarios productivos a través de series climáticas históricas. El modelo ha sido

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Figura 1

Mapa de la región en estudio. Los puntos marcan la ubicación de los sitios representativos seleccionados. Las áreas sombreadas muestran el promedio de superficie sembrada del período 2006-2016.


Por cada campaña simulada se obtuvieron datos simulados de fenología (días a floración y a madurez fisiológica), rendimiento y un índice de estrés hídrico (transpiración relativa) que el modelo de simulación calcula de forma diaria. Los datos de transpiración relativa a través del ciclo para el total de los años se usaron para determinar patrones o tipos de estrés a través de un análisis de cluster. Por último, se realizó un análisis de frecuencias de los patrones definidos. Resultados Los rendimientos promedio variaron entre 3804 a 10368 kg ha-1 entre sitios (Tabla 2), siendo los valores más bajos correspondientes a las localidades ubicadas más al

Se definieron 3 patrones de estrés hídrico, que se diferenciaron principalmente por el momento en que ocurre el estrés y su intensidad: (1) estrés en prefloración que se extiende hasta floración (frecuencia de ocurrencia 39%), (2) estrés leve hacia fin de ciclo (frecuencia de ocurrencia 38%), y (3) estrés que comienza alrededor de floración y se profundiza en el llenado de granos (frecuencia de ocurrencia 23%) (Figura 2). Esto quiere decir que del total de los años analizados, el 39% de las campañas el cultivo sufrió estrés antes de la floración, en el 38% no presento estrés y en el 23% restante presentó Tabla 2

Rendimientos simulados para cada localidad. Localidad

Rendimiento simulado (kg ha-1) Promedio

Mínimo

Máximo

9085

2572

13574

Rafaela

10021

2437

16078

Manfredi

8303

2395

14843

Reconquista

Paraná

9700

1833

12070

Zavalla

10368

2882

16788

Anguil

5618

1076

12694

Tres Arroyos

3804

1339

8402 Tabla 1

Descripción de las localidades. Localidad

Estación meteorológica (lat, long)

Lluvias promedio (mm) (1/09 - 31/03)

Tipo de suelo

Profundidad (cm)

Agua útil (mm)

Reconquista

-29.1, -59.7

956 ± 288

Natracualf vértico

148

168

Rafaela

-31.1, -61.5

778 ± 217

Argiudol ácuico

148

206

Manfredi

-31.8, -63.7

674 ± 145

Haplustol entico

73

95

Paraná

-31.8, -60.5

808 ± 234

Argiudol ácuico

155

201

Zavalla

-33.0, -60.8

752 ±173

Natracualf típico

152

199

Anguil

-36.5, -63.9

584 ± 162

Haplustol entico

95

112

Tres Arroyos

-38.3, -60.2

539 ± 104

Argiudol Petrocálcico

85

99

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Con esta información ambiental se simuló en cada uno de los años un manejo estándar (ciclo intermedio, densidad de 16 pl m-2, ventana de siembra entre el 15 de octubre y el 30 de noviembre después de una lluvia de al menos 15 mm). El genotipo puntualmente simulado correspondió al VDH314 de Advanta Semillas S.A.I.C. Se asumió un 50% de agua útil en el perfil a la siembra y ausencia de limitaciones nutricionales durante todo el ciclo.

oeste y sur de la región. Estas localidades (Tres Arroyos, Anguil y Manfredi) presentan menores precipitaciones y suelos menos profundos comparando al resto de los sitios (Tabla 1). Por otro lado, los rendimientos máximos estuvieron en el rango entre 8402 y 16788 kg ha-1 a través de los sitios (Tabla 2), lo que indica el gran potencial que tiene el sorgo en escenarios sin limitaciones de agua y N.

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validado con éxito para la región (Carcedo y Gambin, 2019). Para esto se seleccionaron 7 localidades representativas de producción de sorgo haciendo hincapié en obtener una amplia distribución latitudinal (Tabla 1; Figura 1). De dichas localidades se obtuvieron los datos climáticos históricos (más de 30 años por localidad) provistos por las estaciones meteorológicas de INTA (http://siga2.inta. gov.ar/) y las características de los suelos por las cartas de suelo (http://visor.geointa.inta.gob.ar/).


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deficiencias en la disponibilidad de agua después de floración, cuando el cultivo estaba llenando granos. Tanto el patrón estrés hídrico en pre-floración como el de llenado de granos presentaron valores de transpiración relativa de estrés moderado en floración. Esto indicaría que en ambos casos se vería afectado el momento más crítico de definición del rendimiento. Es destacable que no se encontró un patrón estrés severo, lo que concuerda con las condiciones productivas favorables de la región.

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La distribución de frecuencias de los patrones varió de manera importante entre localidades, es decir, no se pudo identificar patrón predominante para toda la región (Figura 2). Esto dificulta al momento de tomar decisiones de manejo o en programas de mejoramiento debido a la incertidumbre que representa no poder estimar el momento más probable en el que ocurre el déficit hídrico. Para las localidades más al sur (Anguil and Tres Arroyos), el estrés pre-floración fue el más común (69% and 100% de la frecuencia, respectivamente). En cambio, las localidades del noreste (Reconquista, Rafaela and Paraná) presentaron una alta frecuencia de bajo estrés (51%; 52% and 73%, respectivamente). Dentro de los sitios explorados Zavalla y Manfredi fueron más similares al comportamiento regional. Esto último es de interés para un programa de mejoramiento que quiera seleccionar localidades que representen a toda la región. Los años con estrés en llenado, mostraron frecuencias desde 0 hasta

38% entre los diferentes sitios, mostrando menor variación comparado a los otros patrones de estrés hídrico. La Figura 3 describe la frecuencia acumulada de rendimientos para cada patrón de estrés a nivel región y en cada localidad. La frecuencia acumulada nos indica el porcentaje de años que presentaron al menos un determinado valor de rendimiento. A nivel regional y como era esperado, el patrón correspondiente a bajo estrés evidenció los rendimientos más altos, mientras que los rendimientos más bajos se observaron en las campañas correspondientes a patrones de estrés en pre-floración (Figura 3A). Los años con un patrón de estrés durante el llenado llamativamente mostraron valores similares de rendimiento que cuando el estrés fue en pre-floración, lo que va de la mano con que ambos estreses tuvieron impacto en el momento de floración del cultivo. El mínimo de rendimiento que se encontró en los años con estrés leve fue de más de 6000 kg ha-1, mientras que para escenarios productivos con estrés en pre-floración este valor de rendimiento corresponde al 55% de los años y menos del 40% para años con estrés en llenado (Figura 3A). Esto nos indica que la distribución de rendimientos fue afectada por los patrones y que la clasificación de las campañas según el patrón de estrés tiene relevancia a nivel productivo. El comportamiento a nivel regional en general se repite a nivel localidad (Figura 3B a H). Figura 2

Distribución de frecuencias de cada patrón de estrés hídrico para cada localidad y para la región en general.


Figura 3

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Frecuencias acumuladas de rendimiento (en kg ha-1) para las campañas clasificadas dentro de cada patrón de estrés hídrico para la región y para cada localidad.

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La caracterización de ambientes (aquí con énfasis en los patrones hídricos) es información importante a la hora de definir prácticas de manejo y genotipos acordes a diferentes escenarios. Entre ellos, el largo de ciclo y la fecha de siembra aparecen como herramientas claves para los diferentes ambientes definidos. Es probable que ciclos largos de alto potencial de rendimiento sembrados en fechas tempranas sean la mejor opción

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en ambientes de bajo estrés. Ante un estrés en prefloración, genotipos de ciclo largo permitirían escapar a la falta de agua, mientras que si se escogiera un híbrido más corto haríamos coincidir el periodo más crítico del cultivo con el momento de mayor estrés. Atrasos en la fecha de siembra permitirían evadir el estrés en patrones de pre-floración, teniendo en cuenta de ajustar el ciclo de acuerdo a la latitud de la localidad.

Conclusiones • En la ventana de siembra típica de la región y dependiendo del año, el cultivo de sorgo se enfrenta a tres situaciones en términos de agua: ausencia de estrés hídrico, estrés durante la pre-floración y estrés durante post-floración del cultivo. • El estrés en pre-floración es más común en localidades ubicadas al oeste y sur de la región (Manfredi, Anguil, Tres Arroyos) mientras que el estrés leve es más frecuente al norte de la misma (Reconquista y Rafaela). Con excepción de Tres Arroyos, todas las localidades muestras cierta frecuencia de alguno de los patrones de estrés. • Esta caracterización de ambientes es importante a la hora de definir prácticas de manejo y genotipos acordes a diferentes escenarios, siendo la fecha de siembra y el largo de ciclo las prácticas que tendrían alto impacto.

Bibliografía

Carcedo, A.J.P., Gambin B.L., 2019. Sorghum drought and heat stress patterns across the Argentinean temperate central region. Field Crop Res. (en revisión). Chapman, S.C., Cooper, M., Hammer, G.L., Butler, D.G., 2000. Genotype by environment interactions affecting grain sorghum. II. Frequencies of different seasonal patterns of drought stress are related to location effects on hybrid yields. Aus. J. Agric. Res. 51, 209–221. Passioura, J. B., 1983. Roots and drought resistance. Agric Water Manag. 7, 265–280. Passioura, J.B., 1996. Simulation models: science, snake oil, education, or engineering?. Agron. J. 88, 690-694. Doggett, H., 1988. Sorghum. Second edition. Tropical agricultural series. Longman Scientific, Essex, UK. Hammer, G.L., McLean, G., Chapman, S., Zheng, B., Doherty, A., Harrison, M.T., van Oosterom, E., Jordan, D., 2014. Crop design for specific adaptation in variable dryland production environments. Crop Pasture Sci. 65, 614–626. Seyoum, S., Chauhan, Y., Rachaputi, R., Fekybelu, S., Prasanna, B., 2017. Characterising production environments for maize in eastern and southern Africa using the APSIM Model. Agric. For. Meteorol. 247, 445–453.

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Ing. Agr., M.Sc.; Ph.D., Investigadora en Sorgo, Mejoramiento Genético y Patología Vegetal INTA - EEA. Manfredi, Córdoba. Profesora Asoc. Facultad de Ciencias Agropecuaria de la UNC. 1

Variedades e híbridos forrajeros en sorgo

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Autor: Giorda, L.M1

Existe una variedad o híbrido para cada sistema productivo. El manejo del cultivo es fundamental para que exprese todo su potencial.

Palabras Claves: Sorgo; Híbridos; Condiciones Edafoclimáticas; Manejo.

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Introducción Los sorgos forrajeros constituyen una alternativa viable en los distintos sistemas de producción de carne y leche, por su adaptación y mejor respuesta en sistemas productivos de baja sustentabilidad. A esto se suma su capacidad de recuperar estos suelos degradados, de aportar positivamente al balance de carbono y mejorar la calidad física del mismo (Giorda, L.M. 2017). El sorgo con mayor capacidad para soportar estas condiciones edafoclimáticas limitantes ofrece una oferta de forraje más estable frente a una demanda determinada de la ganadería. En términos de energía, asegura volumen y calidad del mismo, favoreciendo el incremento de la productividad ganadera y su intensificación. La complementación de las pasturas y/o silajes de maíz con sorgo juega un rol preponderante. Más aún, al considerar que el sorgo puede utilizarse de diferentes maneras y que existen cultivares para cada utilización que permiten, a través de un correcto manejo y elección del cultivar, la optimización de este cultivo con rentabilidad. El sorgo presenta además una gran variabilidad genética que permite la producción de diferentes tipos de sorgo para cada utilización (ideotipo). En este sentido, se debe elegir el cultivar específico para cada sistema productivo y ambiente. La correcta elección de la variedad junto a un manejo adecuado de la misma, favorecerán la optimización del cultivo con rentabilidad. Pueden sintetizarse los siguientes grupos o “morfotipos” de sorgo (Sorghum spp.) que presentan diferentes características morfológicas de la planta, de utilización y de producción: • Graníferos (Sorghum bicolor (L.) Moench): son de alto índice de cosecha, tallos gruesos, hojas anchas, con muy pobre rebrote y hasta 1,90 m de altura aproximadamente, lo que facilita la cosecha de grano. Incluye los de doble propósito (DP) que son los graníferos de ciclo largo (pueden usarse como grano o forraje). Según la calidad de biomasa y grano, se usan en agroindustria, alimentación humana y animal, en este último caso, fundamentalmente como silaje. • Forrajeros: usados para alimentación animal de distinta manera: pastoreo, diferido y reservautilizando la planta entera (biomasa), panoja o

grano. También pueden usarse para bioenergía, en caso de materiales de más alta productividad de biomasa y en proceso húmedos para biogás (silaje para biodigestores), En forma directa o como cosustrato (sileros). Se menciona: ◦◦ Sileros: son de tipo granífero de tallos grueso, hojas anchas con altura ≥ 2 m y con mayor productividad en materia seca por hectárea. En general (según genotipo), baja capacidad de macollaje y recuperación luego del corte en relación a los tipo Sudan y Sorgo x Sudan. ◦◦ Sudan: (“sudan grass”) Sorghum bicolor (L.) Moench notho subsp. drummondii (Steud.) de Wet ex Davidse (sinonimia: Sorghum sudanense (Piper) Stapf). Se caracteriza por presentar tallos finos y panoja laxa, alta capacidad de rebrote, con cariopse cubierto totalmente por las glumas, hojas más angostas, alta capacidad de macollaje y en general con un crecimiento más rápido después del pastoreo o corte. Se utiliza como pastoreo directo y es excelente para heno. ◦◦ Sorgo x Sudan (Sorghum bicolor (L.) Moench) x S. sudanense (Piper) Stapf: son híbridos de línea androestéril (simple o híbrida) tipo granifera, por línea parental restauradora (“R”) sudan, con tallos finos o más gruesos según densidad de siembra, con altura > 2 m, menor capacidad de macollaje que los sudanes y de mayor rendimiento potencial. Puede ser usado como pastoreo directo, silaje (según manejo, ambiente y necesidades de utilización) y eventualmente como heno (con alta densidad de siembra para permitir tallos finos que facilita el secado). Ambos tipos de sorgo (graníferos y forrajeros), se desarrollan con o sin contenido de azúcar en tallo y/o característica BMR (menor contenido de lignina y mayor digestibilidad), y presentan distintos color de planta y grano, ya que son caracteres independientes. • Azucarados: se refiere a genotipos que acumulan azúcares solubles, fundamentalmente en el tallo (1723 oBrix), muy bajo índice de cosecha, tallos más gruesos que los graníferos y sileros, y altura mayor a 3 m, pudiendo llegar a 5-6 m según ambiente y fertilización. Se originan de un grupo taxonómico diferente a los anteriores y se han desarrollado fundamentalmente para su uso en bioenergía,


Más allá de este agrupamiento, dentro de los diferentes morfotipos existe una gran variación entre híbridos. Por este motivo, es importante que la decisión de selección del material se base en distintos aspectos como calidad y productividad de biomasa/grano según su destino de utilización específica y proceso, sistema de producción y ambiente, considerando ideotipos que se adapten mejor a cada situación. Sorgos forrajeros Sudan e híbridos de Sorgo x Sudan, BMR El sorgo forrajero es una importante fuente de forraje anual que utiliza el agua de manera más eficiente, produce una mayor biomasa y proporciona un rendimiento aceptable o mayor bajo condiciones de deficiencias hídricas o limitaciones edafoclimáticas. Constituyen otro recurso de importancia que facilita la oferta de forraje, favoreciendo el incremento de la productividad ganadera

Este tipo de sorgo forrajero (Figura 1) ha sido mejorado genéticamente, lo que permitió incrementar la calidad de forraje y la productividad de materia seca digestible por hectárea. Se han incorporado características como nervadura marrón (BMR) -menor contenido de lignina-, contenido de azúcar en tallo, ciclo vegetativo de mayor longitud (maduración tardía), alta capacidad de macollaje y rebrote, resistencia a vuelco físico de la caña, tolerancia a factores edafoclimáticos limitantes (sequía o exceso de precipitaciones, suelos salinos sódicos y/o alcalinos) y alta productividad, entre otros. Está bien documentado que la mutación asociada con el carácter nervadura marrón (BMR) resulta en una menor concentración de lignina (menor fibra) en hojas y tallos, con aumento en la digestibilidad y palatabilidad. Las proporciones dependen del gen mutado introducido, de la base genética y del ambiente, factores que interactúan en la expresión de la productividad (forraje/ grano) y digestibilidad. La lignina se encuentra en la pared celular de las plantas y cumple un rol beneficioso en las estrategias adaptativas de las mismas, pero ejerce un impacto negativo en la utilización de la biomasa en algunos aspectos agronómicos y/o agroindustriales. Es un compuesto fenólico que se une a la celulosa y hemicelulosa haciéndolos indigeribles. El contenido de lignina aumenta a medida que la planta madura, y si es demasiado alto, la digestibilidad de la pared celular se ve reducida. En general los tipos de sorgo Sudan e híbridos de sorgo x Sudan, con característica BMR, promueven una mejor respuesta del animal, mayor aumento de peso en bovinos y mayor producción de leche por tonelada de alimento consumido en comparación con los tipos isogénicos (de idéntica base genética) no-BMR. No obstante, la literatura es variada respecto al efecto de los distintos mutantes BMR en la producción de biomasa y/grano. Se ha reportado que cultivares BMR rindieron menos en la mayoría de los años y que esta disminución fue mayor

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y su intensificación en distintos ambientes, empleado como complemento o en forma directa. Este tipo de uso permite a los productores una mayor flexibilidad en el manejo de sus recursos forrajeros.

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pero pueden usarse en alimentación animal como corte o pastoreo, con un manejo según sistema de producción. • Fotosensitivos: no florecen en las latitudes >25o, aproximadamente, de la región sorguera argentina (en condiciones de campo, continúa el crecimiento vegetativo hasta que la longitud del día sea 12 hs, 20 min). Seis genes de maduración fueron identificados, siendo los Ma5 y Ma6 los más sensibles al fotoperíodo (Morgan et al., 2002). A pesar de que la demora en la floración (170 a 190 días) favorece el mantenimiento de la calidad del forraje, la baja digestibilidad en general y el alto contenido de fibra limitó/limita su aplicación. Sin embargo, han sido mejorados para alimentación animal al incorporarles las características BMR y/o azúcar en tallo, que les da mayor digestibilidad y palatabilidad. La velocidad de rebrote es menor que los sorgos tipo Sudan. Pueden tener o no la característica BMR y azúcar en tallo. Se usan principalmente para pastoreo y corte. Se están mejorando para su uso en bioenergía, incluso adaptándolos como biomasa lignocelulósica (mayor contenido de fibra y otras características agroindustriales específicas), en cuyo caso se incluye en cultivos energéticos. • Energéticos: tipos de sorgos mejorados genéticamente para su uso como biomasa lignocelulósica, para su conversión específica en biocombustibles (biogás, bioetanol según proceso).


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bajo condiciones de estrés hídrico y térmico (Pedersen, 2005, A. L.; Oliver et al., 2005).

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En Argentina, ensayos realizados por Giorda y Ortiz (2012) mostraron que las variedades de sorgo BMR, presentaron en general menor contenido de lignina y mayor digestibilidad que los sorgos isogénicos no-BMR, aunque una menor productividad expresada en MS (Kg/ ha). A su vez, materiales con alto índice de cosecha y calidad de grano, aún sin tener la característica BMR, resultaron también en elevados valores de MS y Digestibilidad. La producción de biomasa (Kg MS/ha) en las isolíneas BMR N609-BMR6 y N610-BMR12 disminuyó significativamente (p< 0.05) respecto a la línea original RTx430 (wild type) siendo la N609 BMR6 la más afectada. La mayor digestibilidad de la biomasa correspondió a N610- BMR12 (isolínea de RTx430). A su vez, se observó una disminución significativa en la productividad de biomasa de las isolíneas BMR N603, N604, respecto a BTx623. Estos resultados coinciden con los indicados por Yerka et al., (2015) quienes evaluaron los mismos híbridos no-BMR con su correspondiente isolínea

híbrida BMR, mediante pastoreo y posterior toma de rendimiento de grano. Se observó un 6% de disminución en el BMR respecto al híbrido común, sin diferencia entre ambos en el contenido de la fibra detergente neutro, pero con mayor digestibilidad in vitro en el híbrido BMR que incluyó RTx430 BMR. Observaciones similares fueron indicados también por Schwartz et al., (2008). En evaluaciones realizadas en el Criadero de Sorgo, EEA INTA Manfredi (Córdoba) estos efectos negativos sobre productividad de biomasa no fueron uniformes entre híbridos forrajeros experimentales desarrollados con distintas bases genéticas por Giorda, L.M. (comunicación personal), usando los mutantes BMR6 y BMR12. Esto indicaría la importancia de la base genética sobre la interacción con los genes mutados BMR y la necesidad de seleccionar combinaciones heteróticas. Estos resultados coinciden con los observados por distintos autores quienes indicaron que la reducción de los rendimientos de grano y forraje de algunos híbridos de sorgo BMR han sido superados a través del mejoramiento genético, lo que incluyó la introgresión de los alelos de BMR en variedades mejoradas y el uso de Figura 1

Incremento y ensayo de parcela de CALU INTA, sorgo Sudan no-BMR. Criadero INTA EEA. Manfredi, Córdoba. Foto: Giorda,L.M.


Los sorgos Sudan o tipo Sudan están mejor adaptados, en general, para la producción de heno y responden de manera más favorable a los sistemas intensivos de pastoreo rotacional. A su vez, los híbridos de sorgo x Sudan, se adaptan mejor al silaje (según variedad y manejo); también al pastoreo directo aunque el rebrote o la recuperación rápida es menor que en los sudanes (por el aporte genético del granífero y su proporción), no así en la productividad de su biomasa. Estos conceptos son generales y la respuesta va a depender del fondo genético de cada material que hace a la calidad de la biomasa y grano, asociada a otros factores y al ciclo: los más precoces tienden a crecer y rebrotar más rápido y este crecimiento podría determinar una menor producción final y un deterioro más precoz de la calidad forrajera, fundamentalmente en los materiales de mayor contenido de lignina. Esto último va a depender del gen BMR introducido y su efecto en la disminución de la lignina. Con el objetivo de continuar evaluando los nuevos desarrollos forrajeros bajo las condiciones ambientales de Manfredi, además de otras localidades, y a su vez observar la respuesta de los mismos a distintos manejos en densidad y momento de corte, se implantaron en el Criadero de la EEA INTA Manfredi distintos ensayos. Se

Se implantaron en diferentes fechas de siembra (17/11/17; 07/12/17; 15/01/18; 25/01/18) en un diseño de bloques al azar con 3 repeticiones, siendo la unidad experimental 6 surcos de 5 m por 0,70 o 0,35 cm, según el ensayo (Figura 2). La implantación se hizo sin fertilizantes y sin riego, en un terreno con antecesor soja realizada en siembra directa. Se hizo un barbecho químico aplicando 3 litros/ha de glifosato al 60.8%. En postemergencia, se aplicó 1,5 l/ha atrazina al 50%. Para el control de insectos de planta y panoja se utilizó cipermetrina a razón de 1,5 l/ha. El suelo en el que fue implantado el ensayo corresponde a un Haplustol Típico, Serie Oncativo, de textura franco limosa, de estructura débil, con planchado superficial. El pH es de 6,5 en la capa arable con un contenido de materia orgánica del 2% y bien provisto de nutrientes (N, P y K). Se tomaron datos agronómicos, de fenología y sanidad, además de azúcar en tallos y productividad de biomasa en materia verde y seca. Las muestras para evaluar la calidad de la biomasa aún se están procesando. Según el ensayo planteado, se hicieron cortes en estado vegetativo, lechoso o madurez y uno o dos cortes de los rebrotes, dependiendo de la fecha de siembra, hasta la primera helada. La emergencia tuvo lugar entre 5 a 7 días de la siembra. Se sintetizan a continuación algunos de los ensayos realizados con la metodología correspondiente. Ensayo 1 Se implantaron el 17/11/17 las variedades Sudan Calu INTA (no-BMR), Corel BMR INTA, los híbridos sorgo x Sudan Kuntur INTA Pemán (no BMR) y Paru BMR INTA en parcelas de 0,35 y 0,70, respetando las aleatorizaciones

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Los tipos Sudan e híbridos de Sorgo x Sudan representan morfotipos distintos dentro del género Sorghum y poseen diferentes modos de utilización principal. Estos pueden ser de dos o tres líneas, empleando líneas androestériles (línea parental “hembra”) simples o híbridas constituidas por variedades graníferas y/o tipo azucarado, cruzadas por línea recuperadora de fertilidad (“R”) Sudán o tipo Sudan. Estas diferentes combinaciones genéticas, que a su vez pueden tener el mismo o diferente mutante BMR introgresado en cada línea (ie. BMR6 o BMR12), junto con el manejo del cultivo e interacción ambiental, van a influir en las características agronómicas del forraje, productividad, calidad y respuesta animal.

emplearon 4 nuevas líneas y variedades Sudan BMR seleccionadas de ensayos anteriores y 3 nuevos híbridos experimentales BMR sorgo x Sudan con dos testigos comerciales no-BMR, Kuntur INTA Pemán y la variedad Calu INTA Sudan. El manejo de estos ensayos no necesariamente responde a las condiciones óptimas que deberían aplicarse, sino que justamente se implantaron para investigar la respuesta a situaciones distintas y/o extremas a las mismas y analizar el potencial que expresan. Además, se propuso evaluar su uso como silaje y pastoreo directo/heno.

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heterosis en híbridos (Oliver et al., 2005b; Sattler et al., 2010a). Se destaca que la presencia del síntoma de color marrón en la nervadura central de la hoja y base del tallo no es garantía del efecto sobre la disminución de lignina.


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correspondientes. Se realizaron cortes el 6/02/18 (74 días de emergencia en estado lechoso/pastoso) y el 22/05 (85 días del 1er. corte en floración/lechoso). No se detectaron diferencias significativas (p≤0.05) en MV ni MS entre los dos híbridos tanto a 35 como a 70. Los mayores valores corresponden a la mayor densidad de plantas obtenidas al acercar surcos (39 tn/ha de MS promedio de ambos híbridos a 35 cm vs 28,3 t/ha en surcos a 70 cm; significativo a p≤0.05). La altura del híbrido no-BMR es mayor (2,70 m) respecto a Paru BMR INTA con 2,40 promedio. Los rebrotes no variaron de manera significativa en altura para ambos híbridos, siendo 1,45 m a 35 cm y 1,60 m en surcos a 70 cm. Resultados similares se observaron para las variedades sudan Corel BMR INTA y Calu INTA no-BMR, implantadas a 35 cm entre surcos, con mayores valores para la primera variedad (25.3 t/h de MS vs 19.6 t/h, respectivamente; p≤0.10) Es importante destacar que a pesar de tener 40 a 50 cm menor de altura, el híbrido BMR tiene un rendimiento similar o mayor al no-BMR, ofreciendo mayor calidad de

biomasa y grano. Otra característica importante es que no se observó vuelco en las últimas dos campañas, una con exceso de lluvias y otra con déficit, manteniéndose vigoroso y verde hasta las primeras heladas. Similar situación se dio entre las variedades Sudan BMR. En cuanto al híbrido Paru BMR INTA en las dos densidades (70 cm y 35 cm) con distintas fechas implantadas: 17/11/17; 7/12/18 y 25/01/18 para 70 cm (Figura 4) y 17/11/17 y 15/01/18 para 35 cm (Figura 5), con dos cortes; se destacan los altos valores de MV y MS observados en los dos casos en las distintas fechas, pero significativamente mayores para la siembra a 35 cm con mayor densidad (Figura 5) (38,6 t/ha a 17,6 t/ha de MS) respecto a las de 70 cm (28,26 a 14,06) (Figura 4). Como dato adicional, se destaca la posibilidad de uso no sólo como pastoreo directo o heno sino también como silaje, a densidades menores, considerando que en siembra del 17/11/17 se obtuvo a cosecha (14/06/18) un rendimiento de grano (14% humedad) de 5.1 t/h, en siembras a 70 cm (26 pl/m2) y 9.8 t/ha de rendimiento de grano a 35 cm (promedio de 45 pl/m2).

Figura 2

Ensayos de variedades e híbridos forrajeros implantados el 17/11/17 en el Criadero de la EEA INTA Manfredi, Córdoba. Foto: Giorda,L.M.


Figura 3

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Rendimiento de materia seca acumulada (MS) en toneladas por hectárea (t/ha) de dos cortes al 06/02/18 y 22/05/18, de híbridos forrajeros sorgo x Sudan Paru BMR INTA y Kuntur INTA y dos variedades sudanes BMR, Corel BMR INTA y no BMR Calu INTA, en fecha de siembras del 17/11/17 de ensayos a 35 cm y 70 cm entre surcos implantados en el Criadero EEA INTA Manfredi. Campaña 2017/18.

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Figura 4

Rendimiento de materia seca (MS) en toneladas por hectárea (t/ha) del híbrido forrajero, sorgo x Sudan Paru BMR INTA, valores comparativos en siembras de ensayos a 70 cm con tres fechas de siembra del 17/11/17, 07/12/18 y 25/01/18. Criadero EEA INTA Manfredi. Campaña 2017/18.


Figura 5

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Rendimiento de materia verde (MV) y materia seca (MS) en toneladas por hectárea (t/ha) del híbrido forrajero sorgo x Sudan PARU BMR INTA implantado en dos fecha de siembras: 17/11/17 y 15/01/18, con cortes del 06/02, 01/03 y 22/05, en ensayos a 35 cm en el Criadero EEA INTA Manfredi. Campaña 2017/18.

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Comentarios finales • La utilización del sorgo a través de este tipo de variedades sudan/tipo Sudán e híbridos sorgo x Sudan, es otro recurso de importancia que facilita la oferta de forraje como pastoreo directo/heno, silaje y diferido según sistema de producción, necesidades y manejo del cultivo, fundamentalmente densidad y fecha de siembra (además de los aspectos de fertilización e implantación). El uso de altas densidades favorece una rápida cobertura, compitiendo con la maleza y favoreciendo el mantenimiento del stock de plantas ante el pastoreo o corte. • Asimismo, no debe olvidarse el manejo del rodeo y de estos materiales y otros tipos de sorgos cuando se pastorean por la posible producción de HCN en caso de plantas sometidas a estrés hídricos o heladas, favorecido por altas dosis de N. Los materiales forrajeros presentes en el mercado argentino, tienen un alto potencial de rendimiento (grano y/o biomasa), por lo que con un correcto manejo agronómico, sumado al manejo del rodeo, se puede obtener una mejor respuesta y lograr una mayor rentabilidad con sistemas productivos sustentables.

Encuentre el presente trabajo en www.aapresid.org.ar - PUBLICACIONES


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Autor: Departamento de Investigación y Desarrollo. PROFERTIL S.A.

eNeTOTAL Plus. Mayor Eficiencia de N en el Maíz del SE Bs. As.


El nitrógeno (N) es el nutriente que se utiliza con mayor frecuencia al momento de fertilizar el cultivo de maíz. La principal razón del uso frecuente de este nutriente, es la relación positiva costo/beneficio, producto de la elevada respuesta productiva que presenta el cultivo (T. Coyos, 2015). Las mejores estrategias de nutrición son las que integran las mejores prácticas de manejo para la fertilización, Dosis, Momento, Forma de aplicación y Fuentes que eficientizan el uso del nutriente como el eNeTOTAL Plus.

Existen datos de pérdidas de N por volatilización de fuentes amoniacales en el SE de la Pcia. de Bs. As, los cuales varían según las condiciones agroclimáticas. Ensayos realizados en el cultivo de maíz por el Ing. Sainz Rozas (INTA Balcarce), demostraron que cuando las aplicaciones de N se realizan en el estadio V6, las pérdidas de N se incrementaron significativamente respecto de aplicaciones a la siembra, diferencia explicada por el incremento en la temperatura del suelo (Sainz Rozas et al., 1997). En base a estos datos, desde el departamento de I&D de Profertil, se llevaron a cabo ensayos de Maíz (tardío y de 2da, con y sin riego) en distintas localidades del SE de la Pcia Bs. As, durante 3 campañas agrícolas (201516, 2016-17 y 2017-18), los cuales fueron conducidos por el Ing. J. Gonzalez Montaner. El objetivo de los mismos fue evaluar la eficiencia de uso del N y rendimiento (kg/ha) del cultivo de maíz, bajo distintas estrategias de fertilización nitrogenada con dos fuentes (Urea y eNeTOTAL/eNeTOTAL Plus*). *2008-2016 eNeTOTAL solo NBPT como inhibidor / 2016actualidad eNeTOTAL Plus NBPT + NPPT como inhibidor.

eNeTOTAL Plus es una fuente nitrogenada (46%N) que cuenta con Limus (BASF), el cual permite reducir la

En este artículo presentamos los resultados de los mismos.

» Datos de los lotes Campaña

2015-16

2016-17

2017-18

Localidad

Campo

Hibrido

Siembra

Fecha Sbra

Fecha Fertiliz.

N-NO3 0-60 cm (kg/ha)

Pieres

Los Nogales con Riego

Sursem 566

Tardío

25-nov

11-ene

106,5

Arroyo de los Huesos

San Rufino

Illinois 550

2da

26-dic

11-ene

51,1

Arroyo de los Huesos

San Rufino

DM 2738

Tardío

07-nov

12-ene

76,6

Cascallares

El Roble

DM 2738

Tardío

05-nov

09-ene

52,4

Arroyo de los Huesos

San Rufino

DM 2738

Tardío

24-nov

03-ene

N. Olivera - La Dulce

La Barranca

DM 2738

Tardío

23-dic

02-feb

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El maíz es un cultivo exigente, que en ciclos húmedos encuentra su limitación al rendimiento en factores nutricionales. Por otra parte, la búsqueda constante de mejoras productivas y rendimientos máximos permite identificar las profundas interacciones entre nutrición y manejo, así como entre diferentes nutrientes (G. Ferraris 2019).

pérdida de N por volatilización, gracias a su novedoso inhibidor de la ureasa que contiene dos ingredientes activos, que aseguran la mayor EUN por parte del cultivo, además de ofrecer estabilidad en la formulación y permitir el almacenamiento del producto por más de 200 días.

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» Introducción En la Región Sudeste de la provincia de Bs As el cultivo de maiz es uno de los cultivos de gruesa de mayor importancia. En la campaña 2018-19 se sembraron 230.000 has., cerca del 4% del área sembrada a nivel nacional (6,0 millones de has, un 3% superior a la campaña anterior). Las condiciones fueron excelentes, las cuales permiten mantener una proyección de producción en 48 millones de Tn (Bolsa de Cereales de Bs. As).


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Ubicación de los ensayos

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» Resultados En esta campaña los rendimientos del cultivo de maiz tardío y de 2da fueron muy elevados, y esto se observó en todos los tratamientos de fertilización, con un promedio de 11.084 kg/ha. Como se observan en los Gráficos 1 y 2, en las localidades de Arroyo de los Huesos (San Rufino) y Pieres (Los Nogales) hubo una importante respuesta a la fertilización nitrogenada con diferencias que superaron los 3000 kg/ha en las dosis más altas con la fuente de N más eficiente el eNeTOTAL. Como se observa en el Gráfico 2, en las localidades de Arroyos de los Huesos (San Rufino) y Cascallares (El Roble) en la campaña 2016-17, se encontraron importantes respuestas a la fertilización nitrogenada y entre fuentes de N. Siendo la fuente eNeTOTAL la de mayor eficiencia de uso del mismo, con respuestas promedios de más de 60%. Es importante resaltar que las lluvias en los 7 días posteriores a la fertilización fueron de 0 mm y 20 mm para San Rufino y El Roble respectivamente.

En esta última campaña las lluvias fueron regionalmente escasas, particularmente desde mitad de diciembre hasta comienzos de enero. Dentro de los sitios de ensayo se observó un marcado gradiente de lluvias, acumulando desde noviembre a marzo 265 mm en La Barranca y 305 mm en San Rufino. Y bajo estas condiciones vuelve a comprobarse la eficiencia de uso del eNeTOTAL Plus como fuente de N, como se observa en el Gráfico 3. Cuando comparamos el rendimiento relativo (% RR) al máximo de cada sitio en función del N total (N-NO3 suelo + N fertilizante), se observa que el logro de igual rendimiento al 90% del RR, se logra con una menor dosis de N cuando aplicamos eNeTOTAL/eNeTOTAL Plus respecto a Urea con diferencias que varían entre 25 a 100 kg N/ha dependiendo la campaña agrícola. También observamos que con aumentos de dosis de N, solo con la fuente más eficiente logramos llegar a los máximos rindes potenciales (Gráfico 4).


Gráfico 1

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Rendimiento del cultivo de Maiz (kg/ha) bajo distintas estrategias de fertilización nitrogenada con dos fuentes de N (Urea y eNeTOTAL). Los Nogales y San Rufino. Campaña 2015-16

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Ensayo en Los Nogales - Pieres

140 kgN/ha Urea

140 kgN/ha eNeTOTAL


Gráfico 2

Empresas Socias

Rendimiento del cultivo de Maíz (kg/ha) bajo distintas estrategias de fertilización nitrogenada con dos fuentes de N (Urea y eNeTOTAL). San Rufino y El Roble. Campaña 2016-17

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Ensayo en El Roble - Cascallares

Gráfico 3

Rendimiento del cultivo de Maíz (kg/ha) bajo distintas estrategias de fertilización nitrogenada con dos fuentes de N (Urea y eNeTOTAL Plus). San Rufino y La Barranca. Campaña 2017-18

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90 kgN/ha eNeTOTAL

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90 kgN/ha Urea


Gráfico 4

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Rendimiento Relativo (%) del cultivo de maíz al máximo de cada sitio de ensayo, en función del N-NO3 total (N suelo + N fertilizante) para las 3 campañas agrícolas.

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Consideraciones finales

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• En todas las campañas y localidades evaluadas se observó una importante respuesta del cultivo de maíz tardío o de 2da a la fuente eNeTOTAL/eNeTOTAL Plus. Esta conducta es debido a un aprovechamiento más eficiente del N hacia la absorción y conversión en rendimiento. • Comprobamos nuevamente la alta eficiencia de esta fuente, donde logramos el máximo aprovechamiento del Nitrógeno aplicado en superficie, asegurando un mayor rendimiento del cultivo de maíz.

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Profertil recomienda consultar a su asesor de confianza y evaluar el uso de mezclas a medida que faciliten la incorporación del P, el N y el S necesario (Proterra S) y complementar en siembra o en re-fertilización con N (Urea y eNeTOTAL Plus). www.profertilnutrientes.com.ar/red-distribucion


Empresas Socias Maíz 2019

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Autor: *Ing. Agr. Alejandro Iturbe – Ing. Agr./MBA Cristian Manuel Riguero “Coordinador de Desarrollo Técnico y de Mercado”: Ing. Agr. Alejandro Iturbe aiturbe@sipcam.com.ar +54 9 341 2 555 200 “Gerente de Marketing y Desarrollo”: Contacto: Ing. Agr. Cristian Manuel Riguero criguero@sipcam.com.ar +54 9 341 6 295 924 Sipcam Argentina S.R.L.

Control Pre-emergente de malezas en Maíz: eficacia de control y residualidad de Terbyne comparado con los testigos químicos del mercado


Desde hace 34 años, en Sipcam venimos trabajando puntualmente en reducir la lixiviación de activos en

Las principales ventajas de Terbyne® son su altísima selectividad en el cultivo de maíz (puede aplicarse hasta en post-emergencia del cultivo sin efectos fitotóxicos), la contundencia de control en malezas difíciles (Yuyo colorado, Parietaria, Rama Negra, Cerraja), y su poder residual insuperable. Terbyne combinado con S-Metolaclor, Metolaclor o Acetoclor logra controlar todo el espectro de malezas presentes en el cultivo de maíz (Hoja Ancha + Hoja Angosta), y es un herbicida flexible, ya que en caso de que el maíz sea destruido por granizo, permite la resiembra con el cultivo de soja sin problemas. Tabla 1

Potencial de lixiviación de algunos herbicidas utilizados en maíz.

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el suelo, combinando activos con menor potencial de lixiviación que se formulan bajo determinadas especificaciones y componentes que ayudan no sólo a reducir al máximo la lixiviación –aumento de adherencia a las partículas de suelo y no al rastrojo-, sino que además aumentan notablemente la residualidad de los herbicidas en el suelo. Esto es debido a una mayor permanencia del activo en el banco de semillas de malezas presente en el suelo. En esa línea de trabajo, nace Terbyne, cuyo activo en Terbyx-H con Lixiv Technology Control, un herbicida residual para el control de malezas difíciles Registrado para usarse en Barbecho Químico a Soja y Maíz, y también para ser utilizado como Pre-emergente del Cultivo de Maíz, segmento en el cual nos fijaremos en el siguiente artículo técnico.

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El esquema tradicional de control de malezas en maíz que venimos utilizando la mayoría de los productores en la Argentina, está a la vista de todos que viene siendo hackeado, no sólo por la aparición de malezas más tolerantes y resistentes, sino que además, el cambio de las condiciones medioambientales sumado al nivel de actividad de los microorganismos, están jugando un rol fundamental en el comportamiento de los herbicidas residuales en el suelo, disminuyendo su acción en el tiempo de control (menor residualidad). En éste último punto, el incremento de las lluvias está provocando una lixiviación rápida de los herbicidas (depende de la textura del suelo y de las características físico-químicas del activo utilizado. Ver tabla N°1: Potencial de lixiviación de algunos herbicidas utilizados en maíz), que sumado al incremento de la temperatura ambiente, aumenta la velocidad de degradación de los herbicidas causada por los microorganismos del suelo del poco herbicida que queda disponible en el banco de semillas luego de ser lixiviado, dando como resultado final una residualidad de control más corta, que no alcanza a cubrir el período crítico de control de malezas que tiene cada cultivo, lo que conlleva a la necesidad de controles químicos de repaso, lo que además de no ser del todo eficaces como uno espera, incrementan notablemente los costos de producción y el pisado de los cultivos.


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Recomendaciones de Uso: -Dosis de Uso: 1,3 kg/ha de Terbyne® + 1,3 lts/ha S-Metaloclor en Pre-emergencia de las malezas.

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Aclaraciones Importantes Terbyne® debe aplicarse inmediatamente después de la siembra del cultivo y antes de la emergencia de las malezas. Si las precipitaciones son escasas, el herbicida no es activado, por lo que se producirán nacimientos de malezas. Éstas deben controlarse con el uso de una rastra rotativa liviana o mediante la aplicación de un herbicida post-emergente selectivo para maíz. Si al momento de la aplicación hay malezas emergiendo (1 a 2 hojas), se recomienda agregar 0,3 lt/ha de Mesotrione al 50% más Aceite Mineral al 1% del caldo, los que ayudarán a controlar principalmente Amaranthus sp. y gramíneas en ese estado. Terbyne® no controla satisfactoriamente malezas nacidas cuando no es aplicado con los productos recomendados para tal fin. Se recomienda aplicar las dosis mayores en suelos pesados, cuando haya mayor presión de malezas o se quiera obtener el máximo poder residual. Las dosis menores son aplicadas en suelos livianos. Terbyne® se

caracteriza por su alta residualidad en los primeros 5 cm de suelo, la cual es directamente proporcional a la dosis empleada. Lluvias extremadamente fuertes después de una aplicación pueden dar lugar a un menor nivel de control, por movimiento del herbicida por fuera de la zona de germinación de las malezas. -Ensayos a Campo en Pre-emergencia de Maíz: Cómo uno de los herbicidas pre-emergentes más usados durante años en la Argentina, así como en el resto de los países productores del cultivo de maíz, ha sido y sigue siendo la Atrazina, la primera comparación de Terbyne realizada en el país fue versus dicho activo, tal como lo vemos en el Gráfico a continuación. En el mismo podemos concluir, que 1,3 kg/ha de Terbyne logra a los 56 Días Después de Aplicado, un control casí del 90% de Amaranthus spp (89% de Control), versus un 61% de control alcanzado por 1,25 kg/ha de Atrazina 90%. Dicha ventaja de un 33% superior de control, prácticamente se mantiene aún duplicando la dosis utilizada de Atrazina 90%, es decir que aplicando 2,44 kg/ha de este último activo, el control alcanzado, apenas es del 72%, es decir un 22% inferior a Terbyne. Esta desventaja de atrazina,


implica que necesariamente se realice un control post-emergente de Amaranthus spp. con herbicidas específicos para dicha maleza, con las complicaciones que conlleva, no sólo logísticas sino en lo que respecta a incremento de costos y fitotoxicidad que puede llegar a provocarse dentro del cultivo de maíz (principalmente causada por hormonales y herbicidas HPPD).

Pruebas a Campo sobre el control de Yuyo Colorado, Echinocloa colona, Eleusine indica, Digitaria sanguinalis y Urocloa platyphyllia por efecto Residual de herbicidas aplicados en Pre-emergencia del cultivo y de las malezas, en distintos suelos de la Argentina y con distintos regímenes de precipitaciones.

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-Provincia de Buenos Aires:

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-Provincia de Santa Fe:

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-Provincia de CĂłrdoba:

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Noreste Argentino (NEA):

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*Ensayo finalizado a los 45 días después de aplicado por Inundaciones.


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Noroeste Argentino (NOA):

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Conclusiones • En estas breves páginas tratamos de mostrar desde las características técnicas e intrínsecas de este nuevo herbicida introducido comercialmente en esta campaña, hasta los resultados obtenidos a campo en las principales provincias y zonas maiceras del país comparados con los testigos comerciales presentes en el mercado, con el objetivo principal de comunicar en términos de eficacia y residualidad, su consistencia ante distintos tipos de suelos, distintas condiciones ambientales y distintas fechas de siembra, lo que lo hace un herbicida que se diferencia del resto cubriendo totalmente los baches en control y residualidad que dejan los herbicidas existentes con las malezas más importantes que afectan el cultivo de maíz, como son Yuyo Colorado, Echinocloa, Digitaria, Eleusine y Urocloa.




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