La importancia del girasol en las economías regionales del país
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BIOECONOMÍA
La oportunidad del girasol
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MANEJO DE CULTIVOS
Girasoles al sol: fechas de siembras y rendimientos en Santa Fe
MANEJO DE PLAGAS
El girasol tiene con qué defenderse de las enfermedades
IA²: Inteligencia Artificial para una Agricultura Inteligente
INSTITUCIONAL
Aapresid se mete en el mundo del streaming con “Levantando la perdiz”
MANEJO DE CULTIVOS
Girasoles al sol: fechas de siembras y rendimientos en Santa Fe
El girasol no se va
MANEJO DE PLAGAS
El girasol tiene con qué defenderse de las enfermedades
PRODUCCIONES ALTERNATIVAS
La mostaza, el condimento ideal para tu lote
GANADERÍA
Carne a pasto: el oro verde de Argentina
TENDENCIAS Y DESAFÍOS GLOBALES
Reglamento europeo sobre productos libres de deforestación: impactos para el productor
BIOECONOMÍA
La oportunidad del girasol
La búsqueda del mejor híbrido
¿Qué le falta al girasol para florecer con más fuerza?
CONGRESO AAPRESID
Congreso Aapresid 2024: un adelanto de las charlas que marcarán la agenda
SD - SOCIO DESTACADO
La agrónoma que va tras sus convicciones con determinación y empuje
EDITORIAL
La importancia del girasol en las economías regionales del país
La producción de girasol en Argentina se ha consolidado como una economía regional de la cual dependen miles de productores, en su mayoría pequeños y medianos, asentados en las regiones agrícolas más marginales del país, como la provincia de Chaco, el norte de Santa Fe, el este de La Pampa y el sudoeste de Buenos Aires. Más allá de los productores, gran parte de la actividad económica de estas regiones gira en torno al desarrollo de este cultivo.
La nobleza del girasol ante situaciones de estrés hídrico y su estabilidad de rendimientos lo posicionan como la única alternativa agrícola en algunos casos o la más segura en otros, in-
cluso frente a la soja. Además, desde el punto de vista financiero, el cultivo aporta ingresos en una época del año en la que ninguna otra actividad agropecuaria lo hace. El girasol expande la frontera agrícola ya que se puede sembrar en los ambientes más desfavorables, donde otros cultivos no tienen posibilidades. En estos ambientes, la opción de los productores no es agrícola, sino ganadera, con planteos de baja eficiencia y muy baja productividad.
La coyuntura internacional y las proyecciones para los próximos años indican que es tiempo de revitalizar la cadena de valor en Argentina con miras al crecimiento exportador. Para po-
der lograr este cometido, resulta prioritario cuidar su rentabilidad, dado que es un cultivo fundamental para distintas economías regionales.
En este sentido, es necesario estar atentos al contexto actual del comercio internacional.
Con una demanda global de aceite de girasol en constante crecimiento y un virtual estancamiento productivo de Ucrania (el máximo exportador mundial del cultivo), las oportunidades que se abren para el negocio del girasol en Argentina son inmensas.
A diferencia de lo que sucede en nuestro país, en Ucrania, nuestro principal competidor, el sector posee grandes ventajas. El país de la región del Mar Negro tiene un trato comercial preferencial con la Unión Europea, el mayor importador del aceite de girasol. Las ventajas geográficas, como la cercanía de Ucrania a los principales mercados de consumo, generan importantes diferenciales en los costos de fletes.
Argentina tiene capacidad para cubrir el 16% del incremento proyectado en la demanda mundial de grano de girasol, estimado en 5,13 millones de toneladas para los próximos cinco
años, según informes de ASAGIR. Sin embargo, para lograr este objetivo, es necesario que el cultivo gane mayor terreno en el área agrícola, una tendencia que se ha venido reflejando en los últimos cinco años.
Con respecto a la industria, nuestro país cuenta con capacidad para procesar alrededor de 5 millones de toneladas (Mt) anuales, pero el volumen efectivamente industrializado apenas ha superado las 3 Mt en los últimos años. Mayores incentivos a la producción podrían ayudar a una mejor utilización de la capacidad existente y generar el desarrollo de proyectos de inversión para modernizar las plantas existentes y mejorar la competitividad de Argentina respecto a los principales exportadores, buscando recuperar el terreno perdido en este mercado.
Todas estas consideraciones muestran la necesidad de cuidar y fomentar un cultivo tan importante como el girasol para Argentina.
Jorge Gambale
Productor agropecuario
Regional Aapresid Mar del Plata - J.M. Fangio
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IA : Inteligencia Artificial para una Agricultura Inteligente
La integración de la inteligencia artificial (IA) en la agricultura está revolucionando la forma en que cultivamos y gestionamos nuestros alimentos. Desde drones que monitorean los campos hasta algoritmos que optimizan el uso de recursos y predicen enfermedades en los cultivos, la IA acompaña la transformación hacia una agricultura más eficiente.
Por: Dr. Hugo Permingeat
Comité de Prospectiva Tecnológica de Aapresid
Lejos de ser un simple software, la inteligencia artificial (IA) representa un paradigma innovador capaz de imitar el razonamiento lógico, aprender de manera autónoma y resolver problemas complejos con una precisión sin precedentes. Esta tecnología viene permeando todos los ámbitos de la vida cotidiana y empresarial, y el sector agrícola no es la excepción. En este ámbito, la IA se presenta como un aliado invaluable para los productores, prometiendo “agregar valor real” a sus operaciones y guiando a la sociedad hacia la “cuarta revolución industrial” o “agricultura 4.0”, a través de métodos agrícolas inteligentes y herramientas de toma de decisiones basadas en datos.
La agricultura de precisión (AP) es una de estas “estrategias basadas en datos” que busca me-
jorar los planes de gestión del suelo y los recursos, así como la gestión de cultivos y ganado. La AP integra la tecnología de la información en la maquinaria y la gestión agrícola, utilizando innovaciones como satélites, drones, sensores y sistemas de IA para ayudar a los productores a tomar decisiones oportunas y específicas de cada sitio. En términos generales, la AP desempeña cuatro funciones principales: navegación independiente dentro del campo, detección de cambios en el lote, mapeo y presentación de informes de los datos recopilados, y sugerencias sobre zonas de manejo (Gardezi y col., 2024).
Las aplicaciones de aprendizaje automático permiten a los productores pronosticar y predecir el momento óptimo para sembrar, cosechar y comercializar sus cultivos. Los sistemas basados en IA pueden aumentar la rentabilidad de
las explotaciones agrícolas y reducir el impacto ambiental negativo. Sin embargo, también se han observado varios efectos disruptivos de la AP habilitada por IA. Muchos productores están preocupados por la propiedad y el uso compartido de los datos agrícolas, cómo se almacenará y asegurará la información sobre sus prácticas agrícolas y cómo se compartirán los beneficios de la AP entre los productores y las corporaciones de tecnología agrícola (agritech). Es importante que los productores puedan confiar en los proveedores de IA y en que estas tecnologías lograrán los objetivos de sostenibilidad ambiental y económica previstos (Gardezi y col., 2024).
Desde un enfoque más técnico e integrado, Alkhafaji y col. (2024) discuten los desafíos de implementar la IA en la agricultura y que son considerados cruciales para el avance del sector (ver infografía).
Desafíos de implementación de la IA en la agricultura
Aspectos cruciales para el avance del sector
Calidad y costo de los dispositivos
La asequibilidad y calidad de los dispositivos y sensores son preocupaciones importantes para los pequeños productores. La confiabilidad de los sistemas de Internet de las cosas, o IoT, por sus siglas en inglés, es primordial, ya que cualquier falla operativa puede afectar significativamente las prácticas agrícolas.
La capacidad de la IA para analizar conjuntos de datos complejos y la funcionalidad de la internet de las cosas (IoT) para el monitoreo y control en tiempo real son fundamentales para abordar los desafíos de la agricultura moderna. Estas tecnologías ofrecen oportunidades notables para mejorar la eficiencia, la productividad y la sostenibilidad en las prácticas agrícolas.
De cara al futuro, las perspectivas de la IA y la IoT en la agricultura son prometedoras. Se espera que los avances en tecnología reduzcan los costos y mejoren la accesibilidad y uso de estos sistemas. Las iniciativas educativas y los programas de capacitación pueden cerrar la brecha de conocimiento, permitiendo que más productores adopten y se beneficien de estas tecnologías. Las intervenciones políticas y los
esfuerzos de colaboración entre diversas partes interesadas desempeñarán un papel crucial para abordar los desafíos y aprovechar todo el potencial de la IA y la IoT en la agricultura (Alkhafaji y col., 2024).
En el ámbito de la investigación y el desarrollo, existe un amplio margen para la innovación en algoritmos de IA y dispositivos de IoT adaptados a las necesidades agrícolas. El desarrollo de tecnologías más sólidas, resistentes a la intemperie y fáciles de usar impulsará aún más su adopción. Además, la integración de la IA y la IoT con otras tecnologías emergentes podría conducir a prácticas agrícolas más seguras y eficientes. Si bien existen desafíos que superar, el futuro de la IA y la IoT en la agricultura es muy auspicioso. Estas tecnologías están desti-
En resumen, el uso de la IA en la agricultura de precisión representa un giro radical hacia la toma de decisiones informada. A través de tecnologías como el aprendizaje automático y el análisis de datos, los productores pueden opti-
REFERENCIAS
Consulte las referencias ingresando a www.aapresid.org.ar/blog/revista-aapresid-n-231 nadas a revolucionar el sector, haciendo que la agricultura sea más eficiente, sostenible y productiva. El camino por delante es de aprendizaje, adaptación e innovación continuos, con el potencial de tener un impacto significativo en la seguridad alimentaria mundial y la sostenibilidad ambiental (Majeed y col., 2024).
mizar la asignación de recursos, monitorear los cultivos en tiempo real, facilitar una cosecha eficiente y predecir el rendimiento con precisión. Esta sinergia no sólo mejora la productividad sino que también promueve prácticas sostenibles, cruciales para el futuro de la agricultura. A pesar de los desafíos, la evolución continua de las aplicaciones de IA en la agricultura de precisión promete prácticas agrícolas resilientes y eficientes que permiten a los productores tomar decisiones informadas y satisfacer las crecientes demandas de un entorno agrícola dinámico y en constante cambio (Son y col., 2024).
Reglamento europeo sobre productos libres de deforestación: preparativos e impacto para el productor
A partir del 30 de diciembre de 2024, Argentina deberá cumplir con el “Reglamento sobre productos libres de deforestación” de la Unión Europea para exportar soja, carne bovina y derivados. Conocé cómo la plataforma VISEC facilitará el cumplimiento de esta normativa y qué impacto tendrá en los productores.
NOS ACOMPAÑAN
¿Qué es el “Reglamento sobre productos libres de deforestación” o “EUDR”?
El 31 de mayo de 2023, el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea publicaron la Regulación UE 2023/1115. Este reglamento establece normas para la introducción y comercialización en el mercado interno de la UE, así como para la exportación desde UE de productos que contengan, se hayan alimentado o elaborado con materias primas como ganado bovino, cacao, café, palma aceitera, caucho, soja y madera.
Los objetivos de la EUDR son: a) reducir al mínimo la contribución de la Unión a la deforestación y degradación forestal en todo el mundo; b) reducir la contribución de la Unión a las emisiones de gases de efecto invernadero y la pérdida de biodiversidad.
Las instituciones acordaron fijar como límite (fecha de corte) el 31 de diciembre de 2020, permitiendo únicamente la comercialización en la UE productos producidos en tierras que no hayan sido deforestadas o degradadas después de esa fecha. Además, la EUDR introduce nuevas obligaciones en materia de trazabilidad, cadena de custodia e información de geolocalización en las cadenas de valor de los productos afectados. Los operadores tienen un período de 18 meses desde su aprobación para adaptarse a estas exigencias, lo que requiere que los países socios de la UE aceleren sus procesos de diseño, desarrollo e implementación de estos requisitos que entrarán en vigor a partir del 30 de diciembre de 2024.
Esta medida adoptada por la UE impacta directamente en el comercio internacional de determinados productos, especialmente la soja. Argentina es el primer exportador mundial de harina de soja (FADA, 2022) y los bienes agroindustriales representan aproximadamente el 60% de las exportaciones totales del país. En 2022, el 20% del comercio exterior de harina de soja tuvo por destino la UE, lo que en conjunto lo convierte en el principal comprador del primer producto de exportación de nuestro país.
¿Cómo se prepara Argentina para cumplir con la normativa?
Considerando la actual oferta exportable del país y la relevancia de la Unión Europea como destino para las cadenas de la soja y la carne bovina, el sector privado argentino diseñó una solución tecnológica que intenta responder a esta normativa. VISEC es una plataforma de sustentabilidad ambiental y social, diseñada para cumplir con las demandas nacionales e internacionales emergentes, que reúne a diversos actores de las cadenas de valor. Surgida en 2019 con el impulso de CIARA/CEC, The Nature Conservancy, Peterson Consultancy y Tropical Forest Alliance, hoy en día constituyen un secretariado técnico permanente. VISEC cuenta
con la cofinanciación del Land Innovation Fund (LIF) y AL-INVEST Verde, programa financiado por la Unión Europea.
En agosto de 2023, el Consorcio de Exportadores de Carnes de Argentina (Consorcio ABC) ingresó formalmente a VISEC, extendiendo la cobertura de la plataforma a la producción de carne bovina destinada a la exportación a la UE. De esta manera, VISEC ahora cuenta con dos módulos (Soja y Carne), adaptados a las necesidades específicas de las cadenas de valor de estos productos, posicionándose, al momento, como la única alternativa disponible en Argentina para cumplir con las exigencias de la regulación europea.
Todas las operaciones de comercialización y exportación en Argentina vía VISEC no tendrán costo para los productores, y serán auditadas por terceras partes con reconocimiento internacional. Esto significa que todas las partes intervinientes en el flujo de negocio (acopios, fábricas y puertos) estarán habilitadas en el Sistema VISEC, asegurando la trazabilidad de la mercadería en cada etapa del proceso.
Para garantizar la trazabilidad de la soja, se utilizarán instrumentos fundamentales como el punto de origen (coordenadas de geolocalización de la unidad productiva) y la carta de porte electrónica (CPE, en el caso de la soja). La CPE, obligatoria a nivel nacional, certifica la legalidad de la producción y acompaña el transporte terrestre de los productos o subproductos obtenidos del procesamiento, manipulación o acondiciona-
miento de los granos y sus derivados. Todas las cartas de porte intervinientes en el proceso serán registradas en el Sistema VISEC y vinculadas con su correspondiente punto de origen.
Además, VISEC permitirá un monitoreo eficientemente del flujo de la soja a nivel nacional mediante un sistema de Monitoreo, Reporte y Verificación (MRV) desarrollado por la Bolsa de Comercio de Rosario. Esta plataforma proveerá a los operadores la información, documentos y datos necesarios para cumplir con los requisitos de Diligencia Debida exigidos por la EUDR. Una vez completadas las verificaciones según el protocolo correspondiente, se emitirá el Certificado de Verificación VISEC (CVV) como prueba de que los productos exportados están cubiertos por la documentación indicada y cumplen con los requisitos de la EUDR.
La EUDR entrará en vigor a partir del 30 de diciembre de 2024.
Las exportaciones argentinas afectadas por la normativa incluyen soja, carne bovina y derivados.
La plataforma VISEC, compuesta por los módulos Soja y Carne, es la solución disponible en Argentina para cumplir con las exigencias europeas.
Las operaciones de producción y exportación vía VISEC en Argentina no implicarán costos para los productores.
La carga de información en el sistema está a cargo del operador comercial.
Se está implementando un plan de sensibilización y capacitación (virtual y presencial) liderado por Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA) a nivel nacional.
¿Qué necesita saber el productor?
Sobre este contenido
Este contenido fue producido por el equipo de comunicaciones de VISEC. Cuenta con el soporte de Tropical Forest Alliance (TFA) y Solidaridad, en el marco del proyecto de diálogos inclusivos del programa “Agricultura Sostenible para Ecosistemas Forestales” (SAFE), financiado por la Sociedad Alemana de Cooperación Internacional (GIZ).
Más información sobre el funcionamiento y alcance de VISEC en www.visec.com.ar
Más información sobre el trabajo de Solidaridad en www.solidaridadlatam.org
Aapresid se mete en el mundo del streaming con
El primer streaming del agro se hizo realidad. Aapresid lanzó el capítulo inaugural de “Levantado la perdiz” con una temática candente: ganadería y cambio climático. El debate convocó a destacados referentes argentinos para debatir sobre el tema y derribar algunos mitos.
Por: Sofía Colalongo
Prospectiva - Aapresid
El nuevo proyecto de streaming de Aapresid promete meterse en la agenda de los medios, ofreciendo una perspectiva transversal de la agricultura. “Levantando la perdiz” apuesta a conectar con nuevas audiencias y sectores de la sociedad, abordando diversas temáticas sin perder el enfoque técnico y el conocimiento de los que más saben, pero con el dinamismo característico del formato de streaming. La conducción
estará a cargo de la periodista Carola Urdangarin, quien acompañará todas las emisiones del programa y aportará frescura a cada episodio.
En su primer capítulo, el programa se adentró en la discusión sobre la relación entre ganadería y cambio climático. Los invitados, Darío Co-
Desmitificando culpas y acusaciones
“La ganadería contamina y es el principal responsable del cambio climático”, fue el primer mito que se puso sobre la mesa. ¿Por qué siempre que se habla de calentamiento global se señala a la ganadería como uno de los principales responsables? Es sabido que los rumiantes generan metano como parte de sus procesos biológicos naturales. Este gas es uno de los principales gases de efecto invernadero, con un potencial de calentamiento global mucho mayor al del CO2, el estándar para medir este tipo de gases.
“Menos vacas o una menor producción ganadera, podría significar menos emisiones de metano”, señaló Rodrigo Walsh. “Pero hay que considerar que existen otras fuentes significa-
lombatto, ingeniero agrónomo especializado en ganadería; Eugenia Brusca, economista del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA); y Juan Rodrigo Walsh, abogado y asesor de la Subsecretaría de Ambiente de la Nación, debatieron si esta relación es un mito o una realidad.
tivas de emisión”, agregó. “Según el Sistema de Monitoreo Satelital de Gases de Efecto Invernadero (GEI), la fuente de emisión más importante de Argentina es el relleno sanitario de norte tres en el conurbano bonaerense, y a nivel global contribuye entre un 5% y 6%”.
La primera reacción suele ser “dejen de criar vacas”, pero desde el punto de vista de los productores, la solución está en mejorar la eficiencia y la calidad de la producción. En lugar de reducir la cría de animales, se trata de reducir la intensidad de la emisión. A diferencia de los países del norte, que utilizan sistemas de feedlot, Argentina prefiere sistemas de producción más naturales que tienen un impacto diferente y menos negativo.
El experto en ganadería, Darío Colombatto, también aportó su expertise al tema: “Los bovinos producen metano como consecuencia de la fermentación de las fibras. Son los únicos animales que, gracias a una simbiosis con microbios, logran transformar la fibra de un pasto en proteínas, y finalmente en un bife de carne”. Es importante remarcar el valor biológico de este proceso, donde el metano aparece como una consecuencia natural, pero con buenas prácticas en el sector pastoril, la cría y la terminación, se puede mitigar su impacto.
Para ponerlo en perspectiva, “Argentina emite el 0.57% de los gases totales de efecto invernadero del mundo”. Pero la clave está en cómo se mide ese impacto. El metano, en equivalente al CO2, tiene aproximadamente 28 veces más poder calorífico, pero ¿cuál es la diferencia? El metano permanece en la atmósfera sólo entre 10 y 12 años, mientras que el CO2 dura 100 años. Por lo tanto, aunque el metano tiene un alto poder de calentamiento, su impacto a largo plazo es menor. “¿Hay que actuar para reducir sus emisiones? Sin dudas que sí, y es lo que se está haciendo”, afirmó Darío.
Desde el punto de vista del consumidor, ¿estos números afectan su decisión de comer o no carne? Según la investigadora del IPCVA, Eugenia Brusca, al consumidor argentino no le influye en su elección de carne vacuna. “Hoy en día, en el consumo de carne vacuna en relación al medioambiente, el tema del metano queda muy atrás”. En comparación, para el consumidor europeo estos temas son primordiales, por lo que el instituto considera importante analizar los comportamientos de estos países, ya que son los principales destinos de exportación de las carnes argentinas.
Continuando con la explicación, Colombatto agregó: “Es nuestro negocio como ganaderos disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, logrando transformar más kilos de
carne por cada unidad de metano producida, a través de diferentes prácticas”.
El metano es parte del ciclo biológico: “El novillo que consume pasto, como resultado de su fermentación ruminal, eructa metano. Este gas va a la atmósfera, donde dura entre 10 y 12 años y se oxida a dióxido de carbono, el cual es absorbido por las plantas en el proceso de fotosíntesis, que luego son nuevamente consumidas por el animal”.
Sobre cómo reducir las emisiones de este gas, Darío señaló: “Mejorando la eficiencia de la captura del CO2 a través de un suelo más cubierto en forma verde todo el año y optimizando el método de pastoreo, podríamos, llevándolo a un extremo, ‘enfriar el planeta’. Produzcamos mejor, con el suelo cubierto”.
¿Es posible alimentar a toda la humanidad sin producir carne animal?
Se puede diseñar una dieta que excluya totalmente de proteínas animales, incluyendo algunos suplementos, pero solo el 1% de la población podría acceder debido a sus altos costos. Además, todavía no se tienen resultados concluyentes sobre el impacto de la falta de consumo de carne en el desarrollo de niños pequeños.
Otro punto importante sobre este mito tiene que ver con el suelo. El 86% de las tierras que pueden ser trabajadas no son aptas para
la agricultura, es por eso que se destinan solo para la ganadería.
En Argentina, solo el 6% de la población no consume carne, y este número se mantuvo constante desde hace 8 años. ¿Por qué? Según investigaciones del IPCVA, se debe al bienestar animal, con la mirada puesta en el tipo de crianza que se le dio a esos animales y no tanto en el impacto ambiental.
Tercer mito: Todos los suelos son aptos para la agricultura, por lo que podríamos reemplazar los suelos ganaderos por suelos agrícolas.
La respuesta, según Juan Rodrigo Walsh, de la Subsecretaría de Ambiente de la Nación, está en la rotación y la combinación. ¿Cómo integrar el manejo de la ganadería con el manejo de bosques, por ejemplo, en Chaco y Santiago del Estero? Generando sinergias, se puede mejorar la producción de carne y otros servicios ecosistémicos mientras se preserva el bosque. Todo depende de las condiciones de cada zona.
Siguiendo con esta idea, Darío refuerza la importancia de la rotación. “La rotación y el manejo de cultivos por ambiente ya se está haciendo
en muchas zonas, pero todavía falta que más establecimientos lo adopten. Esto es clave para ordenar la hectárea de la mejor manera posible. La búsqueda de balances y sinergias, es esencial para ver el sistema completo”.
Instituciones que nos acompañan
¿Contamina por igual todo tipo de producción ganadera?
Colombatto responde: “En ganadería, hablando del índice del metano, el feedlot en proporción a lo que consume y produce el animal, genera un mayor impacto por hectárea. Pero individualmente, la vaca en una sierra, comiendo pasto de mala calidad y gestando cada dos años, tiene un mayor impacto”. En este sentido, el modelo más eficiente es el de cría y recría pastoril, que acorta el tiempo de producción de 6 a 8 meses, reduciendo así la emisión total de metano por cabeza.
¿Cuál es la huella hídrica de la producción de carne?
En una breve línea, Juan la define como “el consumo de agua a lo largo de todo el ciclo productivo de un bien”, por lo que esta huella está presente en todos los bienes que se producen. “La huella hídrica de un kilo de carne es mucho mayor que en otros productos”, pero esto se debe evaluar en relación con el manejo de la eficiencia y la sustentabilidad de cada sistema productivo.
Al cierre del primer capítulo, los invitados coincidieron en que “la sostenibilidad y la innovación son clave para un futuro equitativo para todos. La sostenibilidad ambiental y el bienestar animal están intrínsecamente contemplados en la agenda del productor; además, un animal que emite menos GEI por kilogramo producido es más eficiente para todos”.
No te pierdas la primera transmisión de “Levantando la perdiz” en los canales oficiales de Aapresid en Youtube y Spotify y suscribite para no perderte los próximos capítulos.
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La oportunidad del girasol
Si bien la campaña 2023/2024 de girasol en Argentina no fue del todo favorable, se vislumbra una oportunidad para la próxima campaña. Los pronósticos de un año Niña moderado, sumado a la problemática de la chicharrita en el maíz, podría incentivar a los productores a una mayor siembra de girasol.
Por Jorge Ingaramo.
económico
Asesor
de la Asociación Argentina de Girasol.
¿Hay una oportunidad para el girasol? Sí, pero en la próxima campaña. La campaña que concluyó en mayo, cuyos subproductos industriales se están vendiendo ahora en los mercados internacionales a buenos precios, desafortunadamente tuvo inconvenientes. Los dos principales devienen de cuestiones climáticas:
a) Se sembró menos. Por las razones que se exponen al detallar la campaña local 2023/2024, se sembraron 350.000 hectáreas menos que la intención,
b) El rinde fue de apenas 20,2 qq/ha, inferior al esperado de aproximadamente 22 qq/ha.
Esto afectó principalmente a las regiones del Sudeste y Sudoeste de Buenos Aires, que representan el 48% de la siembra efectivamente concretada. También tuvieron rindes bajos el resto de las principales zonas girasoleras, fundamentalmente el NEA, con apenas 14,7 qq/ha.
El productor enfrentó la campaña 2023/2024 con una alta intención de siembra. Esto se debió al buen resultado obtenido en la anterior, gracias a los elevados precios internacionales surgidos de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022. Ambos países representaban el 58% de la producción mundial de grano de girasol y casi el 80% de las exportaciones de su aceite. Son conocidas las implicancias de los diferentes corredores de salida de grano desde Ucrania al mundo, principalmente vía Turquía y la Unión Europea. A raíz de la destrucción de la infraestructura ucraniana, el grano o el aceite debió salir mediante una logística carísima que incrementó los valores de seguros y fletes. Esto fue consistente con la subida del precio del petróleo promovida por Putin y que todavía afecta a la economía mundial.
Las razones de la probable oportunidad
La economía mundial no se encuentra floreciente. Los principales países enfrentan inflaciones más elevadas que lo deseado y difíciles de controlar. Esto mantiene altas las tasas de interés, con escasa expectativa de disminución. Actualmente, el bono norteamericano a diez años rinde el 4,24%. La relación Dólar-Euro revela la nueva fortaleza del Dólar, especialmente después de las elecciones parlamentarias europeas. Mientras tanto, el petróleo WTI cerró el 18 de junio en 82 dólares por barril.
Es conocido el efecto negativo que tienen la fortaleza del Dólar y la mayor tasa de interés en los precios de las commodities en Chicago. Sin ir más lejos, el cierre del 13 de junio de 2024 para la soja y el maíz refleja bajas interanuales
del 14,2% y del 24,1% en los precios, con escasas perspectivas de una reversión sostenida.
El elevado precio del petróleo transforma a los principales graneles de aceites vegetales, excepto el de girasol, en materia prima para la producción de biocombustibles. Esto es altamente rentable, sobre todo considerando que un valor de entre 50 y 55 dólares por barril resulta atractivo.
El recuadro 1 refleja claramente los precios actuales CIF Rotterdam para el aceite de girasol, en torno a U$S 1.050 por tonelada. Estos precios son un 10% superiores a los valores pre conflicto y casi un 14% con respecto a la media de hace un año.
PRECIOS CIF DEL ACEITE DE GIRASOL CRUDO EN ROTTERDAM
Promedio campañas terminadas en 2012 a 2021: U$S 952/tn (USDA). La invasión rusa a Ucrania fue en febrero de 2022.
Media de la campaña 2021/2022, de fuertes caídas en las producciones de Ucrania, Rusia y la UE: U$S 1.676/tn. Suba del 76% con respecto a la media pre bélica.
Precio CIF del 12 de junio de 2024: U$S/tn 1.050; con una suba del 10,3% en relación al valor pre conflicto y del 13,7% con respecto a la media de junio de 2023.
Recuadro 1. Precios actuales CIF Rotterdam para el aceite de girasol.
El recuadro 2 revela las proyecciones recientes del USDA para la producción mundial de grano de girasol en 2024/2025, que crecería muy poco y se mantendría en valores inferiores (-2,5%) a la campaña 2021/2022, previa a la invasión rusa, que constituyó un máximo históri-
co. Tanto en Ucrania como en Rusia, que en este momento están en la etapa de siembra, y en el caso de Rusia con dificultades climáticas, las producciones esperadas se modificarían muy poco (eran 58,2% en conjunto antes del conflicto).
Recuadro 2. Proyecciones productivas.
PROYECCIONES DE LAS PRODUCCIONES DE GRANO DE GIRASOL
2024-2025
Producción mundial
+ 1,1% → De 54,86 Mt a 55,43 Mt
2,5% inferior al máximo de 56,86 Mt en la campaña 2021/22.
Producción de Rusia
-0,6% → De 17,1 Mt a 17 Mt
Alcanzó un valor máximo de 17,1 Mt en la campaña 2023/24
Producción de Ucrania
+1,4% → De 14,5 Mt a 14,7 Mt
Un 16% inferior al máximo histórico de 17,5 Mt en la campaña 2021/22
Producción conjunta de Rusia y Ucrania
+0.3% → De 31,6 Mt a 31,7 Mt
Su máximo en 2021/22 fue de 33,07 Mt (hoy sería 4,1% inferior)
Participación de Ucrania y Rusia en la producción mundial
Bajaría al 57,2% (era 58,2% antes del conflicto)
Producción de la Unión Europea
+ 9% → De 10 Mt a 10,9 Mt
Producción de Argentina - Campaña 23/24
-21,7% → De 4,6 Mt a 3,6 Mt
*Fuente USDA, excepto para los datos de la producción argentina, que son de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
El recuadro 3 refleja los cambios esperados en el comercio mundial de aceite crudo de girasol. Se observa una recuperación en las ventas ucranianas y una caída en la participación de Recuadro 3.
Argentina, que vende en la actual campaña del hemisferio Norte, el producido industrial del ciclo 2023/2024.
La participación de las ventas ucranianas crecería del 40,4 al 42,8% (solía superar el 50%)
La participación de las ventas rusas subiría del 30,7 al 32,5%
La participación argentina caería del 7 al 5,6% (de 1 Mt a 0,75 Mt)
Fuente: USDA, Junio 2024 (cambios pronosticados para la campaña 2024/2025 del hemisferio Norte). La comercialización argentina en dicha campaña del hemisferio Norte corresponde a la producción derivada de la campaña 2023/2024.
El recuadro 4 muestra la dinámica del mercado mundial de grano y aceite de girasol en relación a los restantes aceites vegetales. Se destaca que se esperan menores exportaciones tanto de grano como de aceite de girasol, lo cual quebraría una tendencia muy significativa que venía trayendo este mercado. Ya se sabe que el girasol se exporta poco como grano tal cual. Antes del conflicto, el consumo mundial de aceite de girasol y sus ventas externas crecían al 3,4% y al 5,6% anual acumulativo. Esto estaba por encima del crecimiento
poblacional, del consumo total del resto de los aceites e incluso, en el caso de las exportaciones, por encima del consumo no alimentario de aceites vegetales, es decir, biocombustibles (72,1% versus 49,3% de crecimiento según se muestra en la primera columna, en negrita). Se observa que durante el conflicto bélico (segunda columna), también la exportación de aceite de girasol creció más que el consumo de aceites como biocombustibles (27,9% versus 16,3%). Esta relación se revierte al observar las mismas variables en la tercera columna.
CAMBIOS EN EL COMERCIO MUNDIAL DE ACEITE CRUDO DE GIRASOL
En síntesis, se inicia una campaña con escasas producciones tanto de girasol como de su aceite, precios elevados y consecuente menor comercio. La continuación de la guerra y su futuro incierto, suponen un sobrecosto para cualquier comprador, dado que los países en conflicto son muy relevantes como abastecedores del comercio mundial. Nosotros somos el único proveedor significativo del hemisferio sur.
Recuadro 4. Dinámica del comercio mundial de aceite de girasol. Comparación de las campañas 2021/22-2011/12 (10 años) antes de la invasión a Ucrania. Comparación entre campaña 2023/2024 versus 2021/2022, previo a la invasión.
CONCEPTO
Área mundial cosechada oleaginosas (no incluye plantaciones perennes)al 42,8% (solía superar el 50%)
CAMPAÑAS 2021/222011/12
*Pronósticos USDA (Junio 2025) para la campaña 2024/2025 en el hemisferio Norte. Tasas de crecimiento en porcentajes.
Otra forma de ver el estímulo externo para la oportunidad es la siguiente: la relación stock/ consumo para todas las semillas oleaginosas subirá (USDA) de 23,5% a 25,7%. Mientras tanto, para el girasol caerá de 5,4% a 4,8%. Mediante los mecanismos de corredores y el desestímulo a la producción a raíz de la guerra, se digirió el stock final de 7,58 millones de toneladas (Mt) de grano de girasol en abril de 2022 hasta alcanzar un valor esperado de 2,49 Mt en abril de 2025. Por su parte, la misma relación para los nueve principales aceites caerá de 14,5% a 13,3%, mientras que para el aceite de girasol lo hará de 13,0% a 12,3%. .
Un desestímulo local lo constituye la incertidumbre generada por el Dólar Blend de exportación. Este asegura un valor del Dólar vinculado en un 80% al tipo de cambio oficial (afectado por un crawling-peg de sólo el 2% mensual) y en un 20% (incierto) a su liquidación a los dólares financieros. También resta resolver definiti-
vamente el problema de los pagos de importaciones, a raíz de la escasez de reservas líquidas netas disponibles. Los llamados Dólar agro o Dólar soja, que rigieron durante la comercialización externa en 2023, proveyeron un estímulo que no alcanzó a compensar la fuerte caída de los precios internacionales producida por el under-shooting posterior a la sobrerreacción inicial motivada por el conflicto de la invasión de Rusia a Ucrania. Pese a ello, el productor decidió sembrar en 2023 un 10% más.
Finalmente, se estima que probablemente el país enfrente un año climático Niña moderado, que se establecería como tal en el último trimestre de 2024. Dada la resistencia del girasol a la seca, puede ser más apto en algunas regiones. Adicionalmente, los productores de maíz de segunda están muy afectados por el fenómeno todavía no resuelto del spiroplasma. Por consiguiente, pueden ver como alternativa una mayor siembra de girasol.
Los productores de maíz de segunda están muy afectados por el fenómeno todavía no resuelto del spiroplasma. Por consiguiente, pueden ver como alternativa una mayor siembra de girasol.
La campaña local 2023/2024
Según la Bolsa de Cereales:
La cosecha de la campaña 2023/2024 concluyó en mayo. La intención inicial de siembra fue de 2,2 millones de hectáreas (un incremento esperado del 10%), pero finalmente se sembraron 1,85 millones de hectáreas. Cerca de 350.000 hectáreas no se pudieron sembrar por falta de humedad durante la estrecha ventana de siembra, especialmente en el NEA y el Centro-Norte de Santa Fe, además de otros problemas como heladas y vientos huracanados. La diferencia entre la intención y la concreción en el NEA fue de 66.400 hectáreas (32% de la intención) y en el Centro-Norte de Santa Fe fue más grave aún: 164.900 hectáreas (39,8% de la intención). Ambas regiones representan el 66% de las 350.000 hectáreas no sembradas a nivel nacional.
El total nacional de las hectáreas cosechadas fue de 1.781.000, con una pérdida del 3,7% (69.000 hectáreas). El rinde obtenido fue de apenas 20,2 qq/ha, prácticamente similar al de la campaña anterior y levemente inferior a la media de 2018-2023, que fue de 21 qq/ha 21. La producción final alcanzó los 3,6 millones de toneladas, reflejando una caída interanual del 21,7 % (4,6 Mt en la campaña anterior).
En cinco de las seis principales subregiones girasoleras, el rinde por hectárea fue inferior al
de la campaña pasada, y en las seis más importantes fue menor que la media de 2018-2023.
Los rindes fueron:
A. Norte de La Pampa – Oeste de Buenos Aires: 23 qq/ha en 2023/24 y 24,5 para la media de 2018-2023.
B. Centro de Buenos Aires: 21,3 qq/ha y 23,1 respectivamente.
C. Sudeste de Buenos Aires: 21,1 qq/ha y 21,8, respectivamente.
D. Sudoeste de Buenos Aires – Sur de La Pampa: 17,6 qq/ha y 20 qq/ha. Estas dos últimas subregiones representan el 48% del área nacional.
También fueron bajos los rindes en el Centro-Norte de Santa Fe, con 19,1 qq/ha (promedio de 20,2 qq/ha en 2018-2023) y en el NEA, con 14,7 qq/ha (versus 17,0 qq/ha).
Aunque el entusiasmo inicial por la brusca subida de precios derivada de la invasión rusa a Ucrania había pasado al momento de la siembra de 2023 (con Rusia vendiendo a precios muy bajos a India y China para financiar el conflicto), hubo un creciente interés por el girasol. Esto se expresó en regiones como el Sur de
Córdoba, el Centro-Este de Entre Ríos y principalmente en el Centro de Buenos Aires. En los tres casos se lograron buenos rindes finales de 23,2 qq/ha, 25,1 qq/ha y 21,3 qq/ha, todos superiores a la media nacional.
Por último, la Cuenca del Salado obtuvo un rendimiento de 26,1 qq/ha, pero lamentablemente con una concreción de área un 41,7% inferior a la intención. San Luis, que aumentó la intención en un 7,5%, tuvo rindes de 17,4 qq/ha.
El complejo girasol, noveno en exportaciones argentinas en dólares
Según un informe del INDEC sobre Complejos Exportadores, en 2023 el complejo girasol se posicionó como el noveno en un ranking de casi cuarenta complejos, aportando ventas externas por MU$S 1.415, con una caída interanual del 25,2% debido a la retracción de precios luego del overshooting posterior a la invasión rusa a Ucrania. Su participación se mantuvo en el 2,1% de las exportaciones argentinas y superó a complejos como el de cebada, lácteo, siderúrgico o farmacéutico, entre otros.
En 2022, el complejo experimentó su mejor momento al posicionarse como el octavo exportador con MU$S 1.891 en ventas, reflejando un aumento interanual del 41,8% en dólares, y una participación en las exportaciones totales argentinas que superaba con creces el 1,4% registrado en 2019.
La composición del complejo en 2023 mostró que el 74,9% de las exportaciones correspondieron a aceite de girasol en crudo, el 18,4% a harinas y pellets y el 6,7% a grano. Para el caso particular del aceite crudo de girasol, se registró una disminución del 25,4% en valor, atribuida a cantidades menores (-29,1%) que no fueron compensadas por los mejores precios medios anuales (+5,3%). Esto se debió a que Argentina exporta en contraestación con el hemisferio Norte, y las ventas de nuestra producción coincidieron con el período en que Rusia estaba finalizando sus ventas externas post invasión (necesitando financiamiento).
Entre los principales destinos de las exportaciones del complejo, se destacaron India (MU$S 523), la Unión Europea (MU$S 198), el “Resto de ALADI”, donde entramos con ventajas arancelarias, especialmente en aceites refinados y envasados (MU$S 191), el USMCA (MU$S 141, con una participación de Estados Unidos del 29,0%), y el Mercosur (MU$S 80, con una participación de Brasil del 49,6%).
Girasoles al sol: fechas de siembras y rendimientos en Santa Fe
Un estudio en el centro de Santa Fe revela que retrasar la siembra de girasol puede reducir el rendimiento hasta un 68% y el contenido de aceite hasta un 23%. Esto se debe principalmente a la menor radiación solar incidente durante el llenado de granos.
Por Sebastián Zuil
INTA EEA Rafaela Facultad de Ciencias Agrarias, UNL, Esperanza
El rendimiento que se obtiene a campo está definido por la elección del genotipo y la capacidad del cultivo para interceptar la radiación solar incidente y asimilar el CO2 atmosférico, así como por las condiciones nutricionales, hídricas y las interacciones bióticas (insectos, vertebrados, enfermedades, malezas, etc.) durante el ciclo del cultivo (Van Ittersum y Rabbinge, 1997).
En un sistema de producción de granos eficiente, uno de los objetivos fundamentales es maximizar el rendimiento mediante la expresión fenotípica de los caracteres de interés. Esto depende de los efectos atribuibles al ambiente (A), al genotipo (G) y a la interacción entre el genotipo y el ambiente (GxA). Esta última es la principal causa de las diferencias entre los genotipos y está asociada al comportamiento diferencial que presentan bajo diferentes condiciones de desarrollo y años de evaluación (Peréz-Ruiz et al., 2015).
En Argentina, la fecha de siembra de girasol varía ampliamente. En el norte (Chaco, se siembra desde julio, mientras que en el sur de Buenos Aires, la siembra se realiza hasta noviembre. La fecha de siembra determina el ambiente fototermal que el cultivo explorará durante su ciclo, especialmente en el período crítico para la determinación del número de granos y el rendimiento.
En la zona norte, las siembras muy tempranas de girasol pueden enfrentar inconvenientes con heladas tardías (Zuil y Boero, 2023) y condiciones predisponentes para enfermedades importantes como el enanismo de girasol (Plasmopara halstedii, Zuil, 2018). Por otro lado, los retrasos en la siembra pueden exponer al cultivo a temperaturas más altas y estresantes (Rondanini et al., 2006). También, la menor disponibilidad de agua durante el período crítico y las reducciones en la cantidad y/o calidad de la radiación solar incidente pueden afectar el desarrollo del cultivo.
La elección de la fecha de siembra en el centro norte de Argentina está muy asociada a la ocurrencia de precipitaciones invernales. Estas precipitaciones permiten la recarga de agua útil en los primeros centímetros del perfil de suelo. Sin embargo, en los últimos años, la frecuencia de precipitaciones adecuadas para implantar el cultivo disminuyó, lo que generó reducciones en la superficie sembrada.
Por este motivo, surgió la necesidad de explorar diferentes fechas de siembra y evaluar el comportamiento del cultivo bajo distintas condiciones ambientales. Según una revisión de información de la zona norte de Santa Fe, este tipo de ensayos (diferentes genotipos en fechas de siembra) se realizaban en la década del 60 y 70. Los últimos registros son de principios de los años 80, por lo que no se cuenta con información actualizada.
Los objetivos de este trabajo son: i) determinar el comportamiento productivo y de calidad del girasol en diferentes fechas de siembra y ii) evaluar las condiciones ambientales que afectaron el rendimiento.
La elección de la fecha de siembra en el centro norte de Argentina está muy asociada a la ocurrencia de precipitaciones invernales.
Materiales y métodos
El experimento se realizó en el campo experimental de la EEA Rafaela del INTA (31º 12’ S; 61º 29’ O), durante las campañas 2023-24, en condiciones de secano (Tabla 1). Se utilizaron cinco genotipos de comportamiento contrastantes, empleados como testigos en la Red Nacional de Evaluación de Híbridos de Girasol. Las fechas de siembra durante la campaña 2023/24 fueron el 27/10/2023, el 05/12/2023 y el 18/01/2024.
La siembra se realizó en sistema de directa, sobre rastrojo de soja y se suplementó con 69 kg N ha-1, fertilizado con urea en el estado de V6V8 (Schneiter y Miller, 1981). Las unidades experimentales fueron microparcelas de 4 surcos de 5 m de largo, distanciados a 0.52 m entre sí, con una densidad teórica de 50.000 plantas ha-1 y se distribuyeron en bloques completos al azar con 3 repeticiones.
*AU acumulada a 2 metros de profundidad.
Serie de suelo Rafaela (RAF 09 2w(P) - 16)
Tipo de suelo Argiudol típico
Antecesor Soja
Tabla 1. Análisis químico del suelo al momento de la siembra de los ensayos de materia orgánica (MO, %), fósforo (mg kg-1), nitrógeno total (NT, %), nitrógeno de nitratos (N-NO3, mg kg-1), pH, agua útil a los 2 metros de profundidad (mm), serie y tipo de suelo y cultivo antecesor para cada campaña y fecha de siembra.
El cultivo se mantuvo libre de malezas, insectos y enfermedades durante todo su ciclo mediante control químico cuando fue necesario. Luego de finalizada la floración, todas las plantas se cubrieron con bolsas de poliamidas para preve-
nir el daño por aves. Se registraron los estados fenológicos de emergencia, floración (R1), inicio de formación de granos (R5) y madurez comercial (R8) utilizando la escala morfológica de Schneiter y Miller (1981).
Se determinó la altura de planta a floración y la inclinación de capítulo (Zuil, 2014). Se cosecharon manualmente 5.2 m2, se trillaron las muestras con una cosechadora experimental (Wintersteiger Classic) y se determinó el rendimiento en granos (expresado en kg ha-1), corregido al 11% de humedad.
El porcentaje de aceite se determinó a través de resonancia magnética nuclear (RMN, Spinlock) en el laboratorio de calidad de granos de INTA EEA Reconquista. En las fechas de octubre y enero, se evaluaron tres plantas por parcela para determinar la superficie de capítulo (en cm2). Se trillaron manualmente y se calculó el rendimiento por planta, el número y peso de granos para establecer relaciones entre las variables.
El rendimiento, sus componentes y el porcentaje de aceite se analizaron estadísticamente mediante ANOVA utilizando el software Infostat versión 2020 (Di Rienzo et al., 2020). Las medias se compararon con la prueba de comparaciones múltiples LSD con un nivel de probabilidad del 5% (p<0,05).
El cultivo se mantuvo libre de malezas, insectos y enfermedades durante todo su ciclo mediante control químico cuando fue necesario.
Resultados
La campaña 2023-24 en la zona centro de Santa Fe estuvo caracterizada por un periodo de altas temperaturas de 15 días a fines de enero y principios de febrero. Durante este periodo de altas temperaturas, no ocurrieron precipita-
ciones. Sin embargo, los contenidos de agua precipitada, sumados al agua útil acumulada en el suelo a momento de siembra, generaron una adecuada distribución de precipitaciones para todas las fechas de siembra (Figura 1)
Figura 1. Condiciones ambientales diarias de a) temperatura (T° med y amplitud térmica en °C), b) precipitaciones diarias (mm), c) radiación solar incidente (Mj m-2 día-1) y d) déficit de presión de vapor (DPV, en mPa) durante la campaña 2023-24 en la localidad de Rafaela, provincia de Santa Fe. Inserto en la figura a y b) se describe la fenología promedio de cada fecha de siembra. Datos provenientes de la estación meteorológica de INTA Rafaela.
Cuando se analizan resultados de diferentes fechas de siembra, es clave considerar la duración de las etapas fenológicas a lo largo del ciclo del cultivo debido al efecto fotoperiódico (Tabla 2). Para todos los genotipos analizados, se observa que, con atrasos en la fecha de siembra, el ciclo del cultivo se reduce. Este
efecto de reducción de ciclo se detectó en todas las subetapas analizadas (siembra a R1, R1 a R5 y R5 a R8). Es importante considerar dicha reducción ya que impactó en los diferentes componentes de rendimiento del cultivo debido a que los días se acortan.
Por otro lado, al ser una campaña con buena distribución de precipitaciones, las plantas tuvieron un crecimiento vigoroso, con alturas de entre 178 y 210 cm e inclinación de capítulo entre 25 y 45 cm.
Tabla 2. Días desde siembra a estado estrella (S-R1), estrella a floración (R1-R5), floración a madurez fisiológica (R5-R8), altura de plantas en madurez, inclinación de capítulo (Inc.) y peso de granos (mg) correspondiente a cada fecha de siembra y genotipo durante la campaña 2023-24 en la localidad de Rafaela, provincia de Santa Fe. Letras diferentes indican diferencias significativas.
En cuanto al rendimiento en grano, la primera fecha de siembra estuvo en el rango entre 3500 y 5100 kg ha-1 (Figura 2). La fecha de siembra de diciembre mostró una disminución de rendimiento, comparada con la primera, del orden del 5%, mientras que la tercera fecha tuvo una reducción del 68%. El retraso de la fecha de siembra entre fines de octubre y principios de diciembre provocó una reducción de rendimiento diaria de 5 kg ha-1 día-1, mientras que el
retraso de la fecha de diciembre a enero fue de 65 kg ha-1 día-1. Esto indica que, en cuanto a rendimiento físico, el ambiente explicó el 96.5% de la variabilidad de los datos y los efectos genotípicos, la interacción genotipo*ambiente y el efecto de las repeticiones (0.9%, 2.1%, 0.4%, respectivamente) fueron menores.
En cuanto al porcentaje de aceite, la primera fecha de siembra estuvo en el rango entre 45% y 57% (Figura 2). La fecha de siembra de diciembre tuvo una disminución, comparada con la primera, del orden de 6%, mientras que la tercera fecha tuvo una reducción de 23%. Es
importante resaltar que, con el retraso de la fecha de siembra de fines de octubre a principios de diciembre, en el genotipo de baja concentración de aceite (H2), el porcentaje de aceite fue menor al 42% (umbral de bonificación establecido por la norma de comercialización). Asimismo, en la fecha de siembra de enero, todos los genotipos estuvieron por debajo de la norma. Esto indica que el genotipo explicó el 86% de la variabilidad de los datos y los efectos del ambiente, la interacción genotipo*ambiente y el efecto de las repeticiones (6.3%, 6.2%, 1.5%, respectivamente) fueron menores.
Figura 2. Rendimiento físico de granos (a, en kg ha-1) y aceite (c, en %) en función de los genotipos evaluados en tres fechas de siembra durante la campaña 2023-24 en la localidad de Rafaela, provincia de Santa Fe; y b) composición de varianzas para rendimiento físico y aceite (b y d, respectivamente) del análisis estadístico de los datos. Línea segmentada en c) corresponde al umbral de bonificación de aceite de 42%. Líneas verticales sobre las columnas corresponden al error estándar de los datos. FS, G, G*A y R representan el efecto de fechas de siembra, genotipo, interacción genotipo por ambiente y repeticiones, respectivamente.
Las reducciones detectadas en rendimiento físico y el porcentaje de aceite se explicaron principalmente por ambientes de menor calidad en cuanto a heliofanía y radiación solar incidente durante el llenado de granos (Figura 3). En la fecha de siembra de enero, el llenado de granos ocurrió en un momento donde la radiación solar incidente es baja (los días se acortan), sumado a un periodo de 15 días de precipitaciones y días nublados. Esto provocó reducciones en la capacidad de las plantas para fijar y llenar los granos, lo que explica los bajos rendimientos y concentraciones de aceite.
Figura 3. Rendimiento físico de granos (a, en kg ha-1) y aceite (c, en %) en función de la heliofanía diaria (h) promedio y la radiación solar incidente PAR (Mj m-2) acumulada durante el llenado de granos correspondiente a la campaña 202324 en la localidad de Rafaela, provincia de Santa Fe.
Al analizar el tamaño de capítulo por planta (Figura 4), se encontró que la fecha tardía tuvo capítulos más chicos, con menor número de granos por unidad de superficie de receptáculo. Se encontró una alta correlación entre la superficie de capítulo con el rendimiento y el número de granos por planta. Es posible que aumen-
tos en la densidad de plantas en las fechas de siembra tardías incrementen el rendimiento, ya que permitirían incrementar la superficie de capítulo por unidad de superficie de suelo, aumentar el número de granos por planta y, así, aumentar el rendimiento.
Figura 4. Rendimiento físico de granos (a y b, en g planta-1) y número de granos por planta (c y d) en función de la superficie de capítulo (a y c, cm2) y la superficie de capítulo por unidad de superficie de suelo (d y d, cm2 m2) correspondiente a la primera y tercera fecha de siembra (círculos llenos y vacíos, respectivamente) durante la campaña 2023-24 en la localidad de Rafaela, provincia de Santa Fe.
Consideraciones finales
Retrasos en la fecha de siembra de girasol generaron reducciones en el rendimiento en la zona central de Santa Fe. No obstante, las mayores reducciones se encontraron con fechas ultra tardías de enero.
Los menores rendimientos estuvieron asociados a la menor calidad ambiental en términos de radiación solar incidente.
Es necesario continuar explorando, en fechas de siembra tardías, las prácticas de manejo del cultivo para i) ajustar los genotipos mejor adaptados o de mejor comportamiento productivo, ii) ajustar las densidades de siembra y iii) mejorar nutrición de cultivo.
REFERENCIAS
Consulte las referencias ingresando a www.aapresid.org.ar/blog/revista-aapresid-n-231
El girasol no se va
El girasol continúa presente en los planes de siembra en el sudeste bonaerense, aportando buenos rindes y estabilidad en los cultivos de fina sucesivos. Desde la Regional MDQ-Juan Manuel Fangio destacan que es clave implementar BPAs, fertilizar y aprovechar el valor genético de los híbridos disponibles.
Por Hugo González Abba
Regional MDQ-Juan Manuel Fangio
El girasol es uno de los cultivos más importantes de la regional Aapresid MDQ-Juan Manuel Fangio, cubriendo alrededor de 24 mil de 94 mil hectáreas agrícolas en 2024. Su presencia en la rotación varía por zonas: desde máximos de 45% en la zona costera sur (Mar del Plata, Miramar), 24% en Madariaga y cuenca, hasta 10% en la zona más serrana de Balcarce y Lobería.
En el sudeste bonaerense, el cultivo girasol combina tres atributos: potencial, estabilidad de rinde e inserción en la rotación agrícola. Los rendimientos regionales superan en 20-30% a los promedios nacionales (Figura 1). Si bien los rindes de la última campaña fueron de 2434 kg/ ha (11% menos que las últimas 4 campañas y 16% menos que la campaña anterior) (Figura 2), el girasol mantiene una posición preferencial en la planificación agrícola de los productores Fangio.
Figura 1. Porcentaje de la superficie en rotación con girasol por zona para la regional de Aapresid MDQ-Juan Manuel Fangio. 94 mil hectáreas agrícolas. Datos relevados campaña 23-24 (Socios Aapresid MDQ-Juan Manuel Fangio, 2024).
Figura 2. Rendimiento (kg/ha) de las últimas 5 campañas para el país, sudeste de Buenos Aires, y (A, B) regional Aapresid MDQ-Juan Manuel Fangio. Elaboración con información de PAS girasol 23-24 y Análisis de campaña regional Aapresid MDQ-Juan Manuel Fangio (n= 45351 hectáreas, 862 lotes).
El girasol es un cultivo percibido como estable en el sudeste de Buenos Aires, con una variación interanual del rendimiento del 7%, menor que la del maíz tardío (14%) y la soja (12%). La soja de primera, menos adoptada en la regional, solo cuenta con tres campañas de datos. La comparación entre girasol y maíz es la menos justa debido a sus diferencias en rendimiento, balance de carbono, gastos de cultivo, rentabilidad y momento de liberación de lotes para el próximo cultivo de fina.
Los cultivos de fina (trigo y cebada) y el doble cultivo fina-soja de segunda, explican una importante parte del resultado de una empresa agrícola típica del sudeste de Buenos Aires. Los rendimientos de fina y su estabilidad se ven
afectados por el cultivo antecesor. El trigo con antecesor girasol puede rendir hasta 1000 kg/ha más que con antecesores maíz o soja (Figura 3), con pisos de rendimientos más altos (5800 kg/ ha para girasol frente a 4200 kg/ha para maíz y 4800 kg/ha para soja). Esta diferencia justifica la prominente participación del girasol como antecesor en los planteos de fina (Figura 3).
Figura 3. Coeficiente de variación de rendimiento para maíz temprano (n=311 lotes), girasol (n=862 lotes), soja (n=245 lotes) y maíz tardío (n=101 lotes). Fuente: Regional Aapresid MDQ-Juan Manuel Fangio.
El manejo y las oportunidades
Los trabajos de girasol comienzan en el otoño tardío y comienzos del invierno, dependiendo del antecesor, que suele ser maíz, soja o trigo en nuestra regional. El antecesor afecta el control de malezas y la acumulación de agua hasta la siembra del cultivo (barbecho). Las malezas más frecuentes son las crucíferas (Nabo y Nabón), seguidas por rama negra (Conyza sp) y Yuyo colorado (Amaranthus sp), presentes en distintas etapas del cultivo (Figura 4).
En función de las problemáticas, se van ajustando las mezclas de herbicidas, que incluyen glifosato, hormonales, graminicidas (DIM/FOP), PDS (flurocloridona y diflufenican), PPO (sulfentrazone, carfentrazone y fluroxypyr) y clo-
roacetamidas. A medida que nos acercamos al cultivo, predomina el uso de ALS, mayormente imazapir, debido a la tolerancia de casi el 100% de los girasoles a las imidazolinonas.
Desafortunadamente, estas herramientas se repiten año a año con el riesgo de promover nuevas resistencias. La buena noticia es que las compañías están trabajando en el desarrollo de nuevas soluciones químicas y traits. La rotación de principios activos, cultivos y la inclusión de cultivos de servicios y la fertilización pueden mejorar significativamente la performance de girasol.
Figura 4. Malezas primarias relevadas por lote para diferentes momentos de manejo (a) y principales mezclas de sitios de acción utilizadas para cada momento (b) del cultivo de girasol. Elaborado en base a datos de producción Regional MDQ-JMF, 344 lotes de producción, tres últimas campañas.
En simultáneo al cuidado del lote para la siembra, se planifica la fertilización del cultivo. Los niveles de fertilidad se aseguran para maximizar el rendimiento y mantener los niveles de fertilidad de los sistemas. El cálculo de fertili-
zante se basa en el rendimiento objetivo y los nutrientes en el suelo, evaluados mediante muestreo y análisis. Por ejemplo, para un rendimiento medio de 3000 kg/ha un girasol necesitará 120-130 kg de N/1000 kg (Tovar Hernandez
et al., 2021). Los sistemas de siembra directa pueden suplir estos niveles de nitrógeno, pero siempre es recomendable realizar análisis de suelo. En cuanto al fósforo, la mayoría de los lotes están entre 0 y 20 ppm, lo que sugiere trabajar en la construcción de fertilidad y no descuidar los niveles críticos para maximizar rendimiento de girasol y el resto de los cultivos.
Las siembras de girasol en la regional se realizan desde principios de octubre hasta la primera semana de noviembre, con una fecha modal en la segunda semana de octubre. Los mayores niveles de rendimiento y contenido de materia grasa se alcanzan a principios de octubre, cuando el cultivo maximiza su captura de recursos. Los márgenes para mejorar esta práctica dependen de la escala y la capacidad de trabajo de las empresas, pero seguro es un punto para reforzar, ya que siguen apareciendo lotes demorados con pérdidas importantes (Rodriguez et al., 2023).
La densidad media y más frecuente es de 50 y 60 mil plantas/ ha a cosecha. La densidad de girasol es menos planificable que la de maíz y parece tener un impacto menor en la determinación del rendimiento.
En términos zonales, los rendimientos de esta campaña variaron entre 700 y 3400 kg/ha, con una media de 2434 kg/ha (Figura 5) Los mejores rendimientos se concentraron en las zonas cercanas a la costa (Costa y Madariaga), mientras que hacia el interior los rendimientos fueron menores. Si bien los rendimientos no se asociaron con las lluvias de enero, las temperaturas mayores a la media y los “golpes de calor” afectaron al cultivo.
Figura 5. Rendimientos medios en la zona de influencia de la regional de Aapresid MDQ-Juan Manuel Fangio. Campaña 23/24. 106 lotes, 6600 hectáreas.
El híbrido cosechado y su background genético también es relevante, especialmente por el rendimiento en kilos de grano y contenido de aceite. Si bien el contenido de aceite es importante, el rendimiento hoy explica la mayor parte
de las decisiones de siembra. Desde hace cinco campañas, tres marcas dominan la superficie en la regional, principalmente por su rendimiento (Figura 6).
Figura 6. Participación de diferentes marcas de híbridos en porcentaje de la superficie (a), rendimiento (b) y contenido de aceite de girasol (c) en la regional MDQ-Juan Manuel Fangio (n= 45351 hectáreas, 862 lotes). Gráficos b, y c corresponden a la campaña 23/24.
El tipo de girasol sembrado (oleico vs. linoleico) varía según la zona. La zona de Madariaga-Maipú tiene mayor participación del segmento alto oleico debido a la cercanía a los puntos de entrega. En el resto de las zonas predomina el girasol linoleico. Independientemente del tipo de girasol, el avance genético permite obtener un grano con contenidos de aceite equivalentes a un girasol linoleico, lo cual es una ventaja en caso de limitaciones para comercializar el girasol como oleico.
Las opciones de híbridos y tipos de girasol son amplias, lo cual es positivo y puede mejorar con mayor oferta genética. La diversidad de marcas actuó como buffer en la siembra 2022 cuando hubo limitaciones significativas en la
oferta de semillas a nivel país. Sin embargo, las inclemencias climáticas y nuevos desafíos sanitarios como phomopsis pueden limitar la disponibilidad de híbridos.
El cultivo se mantuvo libre de malezas, insectos y enfermedades durante todo su ciclo mediante control químico cuando fue necesario.
Phomopsis (Diaporthe helianthi) o cancro de tallo es una de las grandes condicionantes prevalentes en el cultivo, debilitando debilitando los tallos (Figura 7), reduciendo el número de granos, y su peso, causando caídas en el rendimiento (Corró Molas et al., 2019; Zambelli et al., 2021). La genética muestra diferencias en la tolerancia a la enfermedad, visible en la incidencia y severidad de las plantas afectadas.
La Red Temática de Girasol, Aapresid y otras instituciones trabajan para identificar diferencias entre materiales frente a cancro de tallo, lo que permite elegir mejor la genética. El 100% de los programas de mejoramiento genético a nivel nacional han incluido la tolerancia (no hay resistencia) a la enfermedad como criterio de avance de híbridos, lo que representa una oportunidad para toda la cadena.
Figura 7. Planta afectada por phomopsis, cancro de tallo. Lote de producción, fecha de siembra 23 de octubre 2023, 52 mil plantas/ha. Mar del Sud, General Alvarado, Buenos Aires. Campaña 23/24.
Resumiendo
El girasol es estratégico en nuestros sistemas ya que aporta rendimiento y estabilidad para el cultivo de fina o doble cultivo fina/soja de segunda/maíz sucesor. Aunque el manejo está estabilizado, siempre se puede mejorar. El manejo químico y agronómico de las malezas presenta una gran oportunidad, combinando nuevos modos de acción, cultivos de servicios y alguna innovación en “traits” de tolerancia a herbicidas que no sean del grupo de los ALS.
La inversión en fertilización también marca una oportunidad. La construcción de fertilidad no solo beneficia al cultivo, sino también a la competencia contra las malezas y la sustentabilidad del sistema de producción.
Figura 7. Planta afectada por phomopsis, cancro de tallo. Lote de producción, fecha de siembra 23 de octubre 2023, 52 mil plantas/ha. Mar del Sud, General Alvarado, Buenos Aires. Campaña 23/24.
La selección de ambiente, genética y manejo es esencial. Debemos combinar el mejor híbrido en el mejor ambiente y sembrado correctamente. Positivamente, la oferta genética en cantidad y calidad tiende a incrementarse y homogeneizarse, siendo más competitiva en rendimiento y aceite. Las diferencias genéticas son aún más sensibles para la tolerancia a phomopsis y hoy es la mejor estrategia de protección sanitaria.
Por estas razones, el girasol sigue firme en los planes de siembra en sistemas sustentables del sudeste de Buenos Aires.
REFERENCIAS
Consulte las referencias ingresando a www.aapresid.org.ar/blog/revista-aapresid-n-231
La búsqueda del mejor híbrido
Las industrias semilleras no descansan en la carrera por el desarrollo de mejores híbridos de girasol. El caso de Nuseed y su búsqueda de variedades superiores.
Por Pablo Vergani
La industria semillera está en constante búsqueda de híbridos de girasol superiores. En este artículo, exploraremos el proceso detrás de la creación de estas variedades y cómo la investigación en mejoramiento genético está impulsando la innovación. Comenzaremos analizando las tres líneas parentales clave, que forman la base para la producción de semillas híbridas, que combinan lo mejor de ambos grupos heteróticos en términos de rendimiento, comportamiento a enfermedades y calidad del aceite.
Luego, profundizaremos en las estrategias de selección utilizadas para mejorar características como el rendimiento de aceite, la resistencia a enfermedades y la posición del capítulo. Desde el avance de generaciones en inverna-
Sunflower Breeding Lead LAS, Nuseed S.A.
deros hasta el uso de marcadores moleculares, descubriremos cómo se acelera el progreso genético en la creación de nuevas líneas.
Desarrollo de líneas parentales
La creación de nuevos híbridos simples de girasol comienza con el desarrollo de tres líneas parentales: Línea B o mantenedora, Línea A o CMS (del inglés Cytoplasmic Male Sterility) y la Línea R o restauradora de la fertilidad. La línea A es genéticamente idéntica a la línea B, con la diferencia de ser androestéril, lo que significa que el órgano masculino de la flor hermafrodita no produce polen, aunque el órgano femenino permanece fértil y puede ser fecundado. La línea B se utiliza para mantener la producción de semillas de la línea A, proporcionando polen y permitiendo la perpetuidad de la androesterilidad. La semilla híbrida es el resultado del cruzamiento de las líneas A (androesteril) y la línea R (restauradora de la fertilidad).
En resumen, dos líneas intervienen en la producción de las semillas híbridas de girasol (A y R), y la línea (B) se utiliza para incrementar a la línea A. De esta forma, el sistema de androesterilidad y restauración de la fertilidad define dos grupos heteróticos principales, A/B y R.
El desarrollo de nuevas líneas parentales implica, en primer lugar, la generación de poblaciones de cría con variabilidad genética. De estas poblaciones se seleccionan individuos en función de los objetivos de mejoramiento, que incluyen: rendimiento de aceite por unidad de
superficie cultivada (aceite/ha), determinado por el rendimiento de granos y el contenido de aceite de los granos; comportamiento frente a estreses abióticos y bióticos. Entre los estreses abióticos se incluyen el vuelco de raíz y el quebrado de tallos, mientras que entre los bióticos se destacan enfermedades como el enanismo por Downy mildew, marchitamiento por Verticillium, cancro del tallo y pudrición seca del capítulo por Phomopsis/Diaporthe, pudrición húmeda del capítulo por Sclerotinia, roya negra del girasol, entre otras.
Estrategias de mejoramiento genético
El mejoramiento para la resistencia y la tolerancia a enfermedades se aborda mediante la selección asistida por marcadores moleculares y por la selección de la resistencia en infecciones naturales y artificiales. La posición del capítulo en madurez fisiológica es otra característica deseable que contribuye a evitar el consumo de granos por aves. Además, se incorpora resistencia genética a herbicidas de la familia de las Imidazolinonas, como Clearfield® y Clearfield Plus® para el manejo de malezas.
Durante las siguientes instancias, se continúa seleccionando familias e individuos dentro de las familias hasta lograr, por autofecundación, una nueva línea endocriada aproximadamente en la generación F7. La evaluación de la aptitud combinatoria general forma parte del proceso de selección de la nueva línea, lo que permite evaluar su desempeño en combinación con líneas del grupo heterótico opuesto.
El uso de invernaderos, cámaras de crecimiento y siembras en contraestación, sumado al uso de la técnica de rescate de embriones inmaduros, permiten avanzar más de una generación por año calendario, disminuyendo así el tiempo de desarrollo de una nueva línea e incrementando la ganancia genética. Además, el uso de herramientas de soporte al mejoramiento como la selección asistida por marcadores moleculares para la introgresión de caracteres de herencia simple, y la predicción de valores de cría de caracteres cuantitativos (como rendimiento y contenido de aceite) a través del genotipificado por secuenciación o selección y predicción genómica, potencian la tasa de progreso genético.
Evaluación de híbridos
Una vez desarrolladas las nuevas líneas, se combina con líneas élite del programa para formar nuevos híbridos experimentales. El programa de evaluación de híbridos comprende una red de ensayos multiambientales en varias localidades y campañas, con el objetivo de medir el desempeño de estos en los ambientes target donde el futuro producto comercial será cultivado.
Esta red de evaluación utiliza diseños estadísticos apropiados para optimizar la calidad de la información generada y, consecuentemente, la precisión de la selección. La misma se extiende a través de las tres regiones en las que se cultiva girasol en Argentina: norte (provincias de Chaco y Centro-Norte de Santa Fe), centro (oeste de la provincia de Buenos Aires, este de La Pampa) y sur (sudeste de Buenos Aires).
Esta red de evaluación utiliza diseños estadísticos apropiados para optimizar la calidad de la información generada y, consecuentemente, la precisión de la selección.
De la experimentación a la comercialización
Similar a una pirámide invertida, al inicio del circuito de evaluación se evalúan cientos de miles de genotipos, con el objetivo de descartar los de menor performance para avanzar con los destacados. Conforme se avanza en los niveles de evaluación, se reduce el número de materiales y se incrementa el número de localidades para explorar una mayora diversidad de ambientes.
Después de cuatro campañas de evaluación en ensayos de microparcelas y franjas, se obtiene la información suficiente para avanzar del producto experimental al comercial. Así, se incrementan las líneas parentales y se produce la semilla híbrida.
¿Qué le falta al girasol para florecer con más fuerza?
La estabilidad de rendimiento en ambientes más restrictivos convierten al girasol en un cultivo por excelencia. Sin embargo, el área sembrada está estancada. Para conocer de cerca las estrategias que elevan el potencial de rendimiento y los desafíos que enfrenta esta oleaginosa, conversamos con distintas Regionales de Aapresid.
Por Ing. Agr. María
Eugenia Magnelli
Para Prospectiva Aapresid
Lo primero que se piensa al hablar de girasol es que se trata de un cultivo muy noble: presenta bajos requerimientos hídricos y, si bien es poco tolerante al anegamiento y necesita buen drenaje, en general es poco exigente en cuanto a tipos de suelo. Estas características marcan la diferencia entre obtener una cosecha o no, en comparación con otros cultivos de grano estivales sembrados en la misma zona. Su gran estabilidad de rendimiento en ambientes más restrictivos desde el punto de vista edafoclimático, lo convierten en un excelente candidato dentro de la rotación y, además, representa un gran aporte a la biodiversidad de nuestros sistemas.
Todos estos aspectos son muy positivos. No obstante, la superficie de siembra de girasol viene retraída en los últimos años en comparación con la media histórica. ¿Cuánto influyen las cuestiones de manejo agronómico, la disponibilidad de tecnología y los precios de mercado en esta variable? Para responder a este interrogante, conocer los desafíos que enfrenta la oleaginosa y las perspectivas para la próxima campaña, conversamos con los socios de Aapresid Alfonso Gonzalez (Regional Aapresid Trenque Lauquen), Mariano Insausti (Regional Aapresid Cuenca del Salado), Ernesto Jauregui (Regional Aapresid Guaminí Carhué) y Felipe Kleine (Regional Aapresid Bahía Blanca “Ricardo Ochoa”).
Las ventajas de sembrar girasol
En un consenso absoluto, nuestros socios regionales coincidieron en que la estabilidad de rendimiento de girasol es la primera razón que justifica la siembra del cultivo en zonas semiáridas.
En cuanto a sus características agronómicas, Ernesto Jauregui resalta: “Su raíz pivotante y la gran exploración radicular del perfil en nuestros suelos arenosos logra profundizar hasta los 2,5 a 3 m, incrementando su capacidad de captación de agua”. Abonando esta idea, Alfonso Gonzalez añade: “Se adapta muy bien a suelos arenosos (algunos sitios superan el 70% de arena) y al bajo régimen hídrico que suele predominar en la región. El girasol logra estabilidad, mientras que a otros cultivos les cuesta desarrollarse bien”.
Por su parte, Felipe Kleine subrayó la importancia del cultivo en la rotación. Al respecto, Gonzalez agrega: “El girasol permite tener el grano cosechado entre fines de febrero y principios de marzo, un mes antes que otros cultivos. Además, es el mejor antecesor para los cultivos
de invierno (trigo y cebada), verdeos de invierno (avena, centeno, triticale) o para pasturas, ya que da una ventana de tiempo para acumular agua en el perfil. Esto es muy importante, porque los establecimientos predominantes en la región son agrícolas/ganaderos”.
Adhiriendo a lo anterior, Mariano Insausti destaca un punto que inclina la balanza hacia la siembra de girasol, y que son los menores costos de logística. En su caso, utilizan fletes cortos (distancias que no superan los 70/80 km) ya que entregan el grano a una empresa aceitera cercana (SEDA, en la localidad de Lezama, provincia de Buenos Aires).
Los grandes desafíos del girasol
Retos de manejo: achicar las brechas de rendimiento
Uno de los grandes retos en el manejo de girasol es subir los techos de producción. Según Ernesto Jauregui, los rendimientos han dado un salto la última década, principalmente debido a la mejora genética en híbridos (mayor estabilidad, mayor sanidad y contenido de aceite) y a cambios culturales agronómicos. Sin embargo, Alfonso Gonzalez señala el desafío de achicar la brecha productiva entre lo teórico y lo real, lo que indica que aún queda mucho por hacer. Los rendimientos van desde los 2000 kg/ha a 3500 kg/ha, dependiendo el potencial del lote. El porcentaje de aceite está muy ligado a la genética del híbrido: híbridos con buena bonificación, logran % de aceite de 53 a 55%, por ejemplo.
Retomando, Jauregui acota: “El primer eslabón del éxito es plantear el girasol como un cultivo relevante en nuestros sistemas, elevando el nivel tecnológico y de insumos. Tenemos que cambiar el enfoque y no relegar el girasol únicamente a lotes de bajo potencial. Debemos entender que tiene sus propios requerimientos nutricionales y sanitarios”.
Uno de los grandes retos en el manejo de girasol es subir los techos de producción.
Factores que potencian el rendimiento de girasol:
Correcta elección de fecha de siembra
Es crucial seguir las recomendaciones para cada zona; fechas más tempranas o más tardías van en detrimento del rendimiento de girasol.
Tal como apunta González, para el centro oeste de la provincia de Buenos Aires y centro este de La Pampa, las fechas de siembra van del 1 al 25 de octubre, siendo las mejores del 8 al 15 de octubre. En ese momento se logran temperaturas del suelo entre 13 y 15 °C, condiciones en las que el cultivo logra una mayor y más uniforme emergencia; además, la floración ocurre antes de enero (el mes más crudo, con menor humedad relativa y viento).
En la zona de Tornquist, Kleine explica que las fechas de siembra en la región van desde fines de octubre hasta el 20 de noviembre; y se eligen principalmente porque en los últimos años el cultivo se comportó muy bien, con rindes aceptables y sin pérdida de materia grasa. En este sentido, Jáuregui acota: “En los últimos años, en el partido bonaerense de Adolfo Alsina (junto al límite con la provincia de La Pampa), se están realizando varias pruebas para sembrar el cultivo a fines de noviembre, simulando un maíz tardío, con resultados más estables en los ambientes más restrictivos y de menor potencial”.
Nutrición del cultivo
La fertilización del cultivo para potenciar el rendimiento y la reposición de nutrientes sin dudas es una materia pendiente. “En nuestros ensayos y en la red de girasol de Aapresid en la zona, estamos obteniendo resultados positivos con la fertilización nitrogenada, sobre todo con maíz como antecesor. Con la soja como antecesor, los resultados son más erráticos”, suma el representante de la Regional Aapresid Guaminí Carhué.
Manejo por ambientes
Hablando de densidad y fertilización variable, Jauregui señala: “En las lomas de baja productividad apuntamos a 25 mil plantas/ha y 80 kgN/ ha; en el otro extremo, en los bajos con napa, la estrategia es alcanzar las 45 mil plantas/ha y 120 kgN/ha. El rendimiento promedio varía de 1800 kg/ha en los ambientes inferiores a 3200 kg/ha en los superiores. Bajar la densidad (35 mil plantas logradas) y aumentar el coeficiente de logro (superior al 90%), permitió optimizar el planteo productivo”.
En cuanto a la elección de híbridos, Gonzalez remarca: “Para lograr altos rindes y porcentaje de aceite, la estrategia es sembrar híbridos de punta con genética nueva en lotes de alto potencial En ambientes de menor calidad o más restrictivos, se resigna un poco la bonificación en aceite, eligiendo híbridos más estables en rendimiento”.
Control de malezas
En este punto, existen diferentes estrategias complementarias. Por un lado, se está buscando el estrechamiento entre surcos. “La siembra a 70 cm pasa a 52 cm y, en algunos casos, ya se están sembrando a 35 cm. Esto mejora la competencia del cultivo frente a las malezas”, subraya Alfonso. Otra tendencia general es usar híbridos con tolerancia a herbicidas de la familia de las imidazolinonas (Clearfield o CL) para tener los lotes lo más limpios posible de malezas. “Hay híbridos no CL que funcionan muy bien en cuanto a potencial de rendimiento, estos se usan en lotes muy limpios o en parcelas que van a pasturas, donde no es recomendable aplicar imidazolinonas por períodos de 4 a 5 meses”, aclara Alfonso.
Para Mariano Insausti, la estrategia mantener los lotes limpios de malezas con un barbecho largo de junio, barbecho corto de mediados de agosto, un pre emergente y usando siempre tecnologías CL
Yendo a casos prácticos, Ernesto apunta: “El 100% de nuestra área sembrada (unas 3000 hectáreas) es con la tecnología Clearfield para el manejo de malezas y, si es necesario, tenemos la alternativa de aplicar un post emergente junto al graminicida (Cletodim es compatible con el CL; por el contrario, Haloxifop genera una pérdida de eficiencia muy alta en el control de malezas).
Sanidad del cultivo
Cada área fotosintética que se pierde, significa menores fotoasimilados disponibles para construir rendimiento. Por lo tanto, es clave no despegar la vista de las enfermedades, monitorear y actuar en consecuencia. Recurrir a la tecnología de híbridos y sembrar materiales tolerantes a enfermedades es primordial. “Phomopsis es una enfermedad que, cuando se presenta en la zona, genera importantes mermas del rendimiento”, advierte el ingeniero de la Regional Aapresid Trenque Lauquen. En esa línea, Jauregui agrega: “En los ambientes de mediana a alta productividad, llevamos cuatro campañas usando fungicida + bioestimulante en R1. Creemos que hay un plus al aplicar en ese momento, protegiendo a la planta de Phoma y Alternaria, y brindándole, a través del bioestimulante, una mejor defensa ante el periodo de estrés térmico e hídrico que tenemos en la zona a fines de diciembre y enero”.
Si bien se ha avanzado en nuevas tecnologías, Felipe Kleine plantea la necesidad de darle una vuelta de tuerca al mejoramiento genético o a la aparición de moléculas innovadoras que controlen las enfermedades que se están llevando buena parte del rinde.
Condiciones de mercado y comercialización: la pata floja del girasol
Otro gran desafío que enfrenta el girasol es la complejidad comercial. “Sería interesante contar con un mercado de futuros más claro y transparente”, dice Insausti. A ello, Gonzales agrega: “Es fundamental poder encontrar durante todo el año precios orientativos de los granos para tomar cobertura; de lo contrario, uno siembra o compra los insumos medio a ciegas”.
El destino de la producción va a la industria, donde normalmente se convierte en aceite comestible. Si bien suele haber bonificaciones de precio para los alto oleicos, las estrategias comerciales son escasas, siendo un mercado oligopólico manejado por 4 o 5 empresas. Según Alfonso, la clave es buscar un precio donde la renta sea aceptable y, automáticamente, realizar la venta del mismo, intentando entregar los granos al acopio o industria más cercana al origen.
Para Kleine, hoy no se ven negocios muy interesantes con los precios de mercado del girasol. “La relación insumo-producto no es muy favorable; de todos modos, uno puede hacer negocios con los insumos sin tasa a cosecha, permitiendo captar algún mejor precio que mejore esa relación”.
“Mejorar las condiciones de mercado y comercialización para que todo sea más transparente es crucial para plasmar números concretos y que dejen de ser algo teórico en el Excel”, insiste Jauregui. En particular, señala que están volcando el 100% de la producción a girasol sustentable, a través de la certificación de las buenas prácticas agrícolas y sustentables que están desarrollando. Estos granos se destinan a la producción de aceite para la industria alimenticia con la certificación pertinente.
El girasol se vuelve a ilusionar
Para la campaña de cultivos estivales que se avecina, los meteorólogos vaticinan que estará marcada por el fenómeno de La Niña. Este escenario, sumado a los problemas recientes en el maíz debido al spiroplasma y a los precios a futuro que podrían ser favorables, ofrece perspectivas alentadoras para incrementar la superficie de siembra de girasol.
Aunque todavía falta bastante para que el panorama se defina, tenemos tiempo para repensar las estrategias de manejo, el uso de la tecnología de insumos y de procesos, a fin que el girasol vuelva a florecer con más fuerza.
Los pronósticos de fenómeno Niña, los problemas de maíz por spiroplasma y precios con tendencia favorable, ofrecen perspectivas alentadoras para incrementar la superficie de siembra de girasol.
Agradecimientos:
Agradecemos a Alfonso Gonzalez, Mariano Insausti, Ernesto Jauregui y Felipe Kleine por sus valiosos aportes en esta nota.
El girasol tiene con qué defenderse de las enfermedades
El resurgimiento de enfermedades foliares y del tallo durante la última campaña puso en jaque a productores y asesores. Sin embargo, el uso de fungicidas y bioestimulantes se presenta como una solución efectiva para lograr un cultivo más sano y rendidor.
Por Ing. Agr. (Esp) Margarita Sillon¹ y Ing. Agr.Mgtr.
Centro de Sanidad Sillon & Asoc, investigación y desarrollo
El cultivo de girasol ha sido el sostén de muchos productores durante el largo período de estrés hídrico de 2019 a 2023, especialmente ante los bajos rendimientos de la soja en muchas áreas de Santa Fe y Chaco. Por esta razón, la superficie sembrada con girasol ha aumentado año tras año.
Con la llegada de una mayor carga pluviométrica debido a la tendencia reciente hacia un año Niño, han reaparecido enfermedades foliares y del tallo en girasol que productores y asesores prácticamente habían olvidado. Cuando se observaron los síntomas en el campo, ya era tarde para pensar en un control. Las experiencias de la última campaña agrícola indican que se podrían haber logrado mayores rendimientos adoptando ciertas prácticas de protección vegetal.
Estos problemas sanitarios son causados, en su mayoría, por hongos patógenos, de los denominados “necrotróficos” porque sobreviven en el rastrojo. Estos hongos, en su progreso sobre el hospedante, generan lesiones de tejido muerto (tejido necrótico) que reducen el área fotosintéticamente activa de la planta, aceleran la senescencia de hojas y dificultan el llenado uniforme de los granos. Un caso diferente pero con consecuencias similares es la roya negra, causada por el hongo biotrofo Puccinia helianthi.
Desde 2004, se han profundizado en la región los estudios sobre el manejo de enfermedades del girasol con fungicidas foliares, que permitan lograr resultados acordes a las condiciones ambientales del Litoral, que difieren significativamente de la zona tradicional girasolera -el sudeste bonaerense- en cuanto a temperatura y humedad. Esto ha derivado en ajustes importantes en los momentos de aplicación de los fungicidas (Sillon et al., 2008, premio Top Ciencia Internacional).
En estos 20 años, nuestro equipo de Sillon & Asociados, junto con grupos de productores integrados en Aapresid y CREA, ha avanzado en estudios epidemiológicos que demostraron la posibilidad de intervenir con éxito en el control de las enfermedades conocidas como “de fin de ciclo”: Phoma macdonaldii (tallo negro), Septoria helianthi (manchas en hojas), Alternaria helianthi (manchas en hojas, tallo y capítulo) y la ya mencionada Puccinia helianthi (roya negra o verdadera).
Manchas foliares
Las manchas foliares corresponden a dos patógenos que generalmente se encuentran juntos infectando las hojas, y deben tratarse como un conjunto ya que el daño que ocasionan es el mismo: la disminución del área foliar, como se observa en los testigos de los ensayos de este año 2024 (Foto 1).
1) Mancha por Alternaria helianthi: Este hongo provoca lesiones necróticas angulares, rodeadas de halo clorótico, que al progresar adquieren un aspecto de círculos concéntricos. Las infecciones iniciales se observan en hojas inferiores, pero el hongo puede ocasionar varios ciclos secundarios a partir de las primeras lesiones, y la enfermedad “asciende” en la planta. En los tallos, las manchas toman aspecto de líneas negras que, en ataques severos, coalescen y ennegrecen el tallo.
2) Manchas por Septoria helianthi: Estas lesiones en las hojas son de color pardo-grisáceo, con un pequeño halo amarillento, que se aclaran con el envejecimiento de las hojas. La infección avanza desde las hojas inferiores hacia las superiores, y en casos severos puede producir su marchitamiento. Con menos frecuencia, se pueden presentar síntomas en el tallo y en el capítulo (Ivancovich, 2016).
La roya negra o verdadera, ocasionada por Puccinia helianthi puede confundir al asesor con puntos necróticos en el haz de las hojas.
Foto 1. Infección de Alternaria helianthi y Septoria helianthi en conjunto. Centro de Santa Fe, febrero 2024.
La roya negra o verdadera, ocasionada por Puccinia helianthi puede confundir al asesor con puntos necróticos en el haz de las hojas. Sin embargo, lo determinante en su diagnóstico son las pústulas de color pardo-oscuro o herrumbre en las hojas, formadas por uredosporas, un signo característico de la enfermedad. En ataques severos, esta enfermedad puede afectar el tallo, pecíolos y brácteas del capítulo. Durante el período 2022-2023 se registraron infecciones importantes en algunos híbridos (Foto 2).
Roya negra o verdadera
Foto 2. Pústulas herrumbrosas de roya negra del girasol en testigos. Centro de Sanidad Sillon & Asoc, ensayos 2022-2023.
Mancha negra del tallo (MNT)
La enfermedad conocida como MNT (mancha negra del tallo) es ocasionada por el hongo Phoma macdonaldii. Se reconoce a campo por lesiones ovaladas oscuras en el punto de inserción del pecíolo en el tallo, que generalmente no exceden los 8-10 cm de longitud. Estas lesiones tienen un aspecto brillante y son superficiales, llegando a rodear el tallo (Foto 3).
Foto 3. Detalle de lesión de mancha negra del tallo causada por Phoma Macdonaldii en cultivos de Santa Fe, enero 2024.
Estrategias de aplicación de fungicidas
Una de las conclusiones a las que llegamos con nuestros trabajos regionales fue determinar la ventana óptima de aplicación de fungicidas, para obtener las mayores eficacias de control. Esta ventana se encuentra entre R1 (botón floral) y R3, es decir, antes de que la inflorescencia comience a abrirse.
En los últimos años, se han desarrollado nuevas estrategias mediante la combinación de moléculas y la incorporación de bioinsumos, caminos que todavía deben explorarse con mayor profundidad.
Durante la campaña 2022-23 y 2023-24, llevamos adelante una red de ensayos de aplicación de fungicidas, evaluando la incidencia y
severidad de lesiones de Alternaria, Septoria, Roya y Phoma. Estos ensayos incluyeron tratamientos con triazoles, estrobilurinas, carboxamidas y bioestimulantes.
Las eficacias de control variaron de 52% a 86% en el caso de la intensidad (incidencia*severidad) de manchas foliares, y de 70% a 90% para roya negra. El control de estas enfermedades foliares permitió a los cultivos sostener un área foliar sana hasta 20 días más que en el testigo, como se puede observar en la foto de uno de los ensayos, en la localidad santafesina de Esperanza (Foto 4)
Foto 4. Vista panorámica del ensayo de control de enfermedades. Derecha: testigo sin fungicida. Centro de Sanidad Sillon & Asoc, Esperanza, Santa Fe, enero 2024.
A su vez el uso de los fungicidas foliares tuvo un impacto en el número y tamaño de las lesiones de Phoma macdonaldii, logrando un control que varió entre el 55% y el 84%, según la
zona, el híbrido, las condiciones ambientales y los tratamientos. Esto mejoró la estabilidad y robustez de los tallos para sostener capítulos de buen tamaño (Foto 5).
exploratorios 2024.
Todos estos controles, analizados individualmente, llevaron a lograr productividades positivas en el 95% de los lotes, con incrementos promedio del 10% al 16%, con mínimos de 4% y máximos de 32%, dependiendo de los lotes y los tratamientos utilizados, siempre respetando
la ventana de aplicación entre R1 y R3. El gráfico 1 muestra los resultados de rendimientos, promedio de 5 ensayos a campo, para el área centro y norte de Santa Fe, donde se observa una mejora en la productividad al incorporar bioestimulantes a la protección química.
Foto 5. Sanidad del tallo ante la protección química en R3. Centro de Sanidad Sillon & Asoc, ensayos
Gráfico 1. Rendimientos (kg/ha) promedio de 5 ensayos en girasol, en campaña 2023-2024 con protección de enfermedades. REF. TE: triazol+estrobilurina / TC: triazol+carboxamida / TEC: triazol+estrobilurina+carboxamida / FQ+BIO: combinación de fungicidas químicos y bioestimulantes.
Conclusiones finales
Podemos afirmar, entonces, que el uso de fungicidas y bioestimulantes en el cultivo de girasol es una alternativa efectiva para sostener la sanidad del cultivo y achicar la brecha entre el rendimiento potencial y el logrado a campo.
A medida que se continúen y profundicen las mejoras en genética, se amplíen los conocimientos sobre bioinsumos, se combinen moléculas con distintos mecanismos de acción y no se abandonen las buenas prácticas agrícolas de manejo (rotaciones, fechas de siembra, etc), estaremos favoreciendo la productividad de un cultivo que gana espacio día a día.
Congreso Aapresid 2024: un adelanto de las charlas que marcarán la agenda
El XXXII Congreso Aapresid está a la vuelta de la esquina y las expectativas están en su punto más alto. En esta nota, te adelantamos detalles sobre dos charlas que darán que hablar.
La espera está por terminar: el XXXII Congreso Aapresid, edición Amarok VW con la fuerza de Expoagro, se prepara para ser un evento repleto de conocimiento, intercambios y novedades. Del 7 al 9 de agosto, el Predio Ferial La Rural en Buenos Aires será el epicentro de este encuentro, que reunirá a más de 250 referentes nacionales e internacionales para discutir y posicionar contenido prospectivo de interés para el agro.
En la antesala del Congreso, cuyo lema de este año es “Todo está conectado”, los disertantes comienzan a revelar detalles de sus charlas. En esta oportunidad, hablamos con Paulo Carvalho, especialista brasileño en modelos integrados agrícola-ganaderos, quien forma parte de la grilla de disertantes internacionales; y con la especialista en suelos Elke Noellemeyer, quien participará del panel “Costos ocultos del cambio climático” junto con la climatóloga estadounidense Judith Curry.
Integración agrícola-ganadera: ¿qué se necesita para una verdadera transición?
Adelantando su paso por el Congreso Aapresid en CABA, el especialista brasileño Paulo Carvalho, de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, comparte algunas de las claves para responder esta pregunta y cómo hacer para lograr una verdadera integración entre agricultura y ganadería.
Según Carvalho, la especialización y la simplificación de los sistemas generó pérdidas en la diversidad, empobrecimiento y pérdida de salud de los suelos, y grandes ineficiencias en el manejo de nutrientes como el nitrógeno y el fósforo. Para hacer frente a esta situación, destaca la necesidad de evolucionar a modelos más
complejos, que restauren los ciclos naturales de recursos y mejoren la salud del suelo. “No hay muchos caminos distintos de la integración para lograr esto de forma rentable”, entiende.
Pero, ¿por dónde empezar? El especialista brasileño señala que son varios los frentes a abordar, ya que la especialización no solo se observa en los lotes, sino también en la academia, la investigación y hasta el mundo de los agronegocios. Para Carvalho, la verdadera integración debe venir desde el Estado, con políticas y apoyo institucional, y desde los lotes, con productores y asesores traccionando la transición desde el campo.
Un ejemplo exitoso de este enfoque viene de Brasil, donde los sistemas integrados fueron declarados de interés nacional en 2010, por su conexión con la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero y la sustentabilidad. “Cuando la estrategia se constituye en un interés político se facilita la asignación de recursos para fomentar su adopción”, explica Carvalho.
En paralelo, también se dio un impulso desde abajo, con una creciente comunidad de productores y asesores interesados en transicionar hacia modelos integrados. Y agrega: “Hoy Brasil cuenta con alrededor de 18 millones de
Agricultura sustentable y cambio climático
El panel “Costos ocultos del cambio climático” contará con la participación de la Ing. Agr. Elke Noellemeyer, especialista en suelos y directora del grupo AGSUS -Agroecosistemas sustentables- de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de La Pampa; y de Judith Curry, climatóloga estadounidense. Las disertantes abordarán los desafíos y oportunidades que plantea el cambio climático, en particular para la producción argentina.
Según la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, el número y la duración de los períodos de sequía han aumentado un 29% desde el 2000 y, podrían afectar a más de tres cuartas partes de la población mundial hacia 2050.
hectáreas de sistemas integrados, y cada año la cifra crece 1 millón más”.
En este camino, Cavalho menciona otro desafío: contar con asesores o técnicos extensionistas con un perfil más generalista, y menos especializado. “Los asesores y extensionistas capaces de desarrollar, planificar y manejar sistemas agrícola-ganaderos verdaderamente integrados, deben tener el perfil de un superhéroe”, expresa Carvalho, un poco en broma y un poco en serio, refiriéndose a tres “superpoderes” concretos: visión técnica sistémica, coordinación para co-crear soluciones con los productores, y habilidades blandas.
Sin embargo, se debe tener en cuenta que este tipo de proyecciones y pronósticos de la comunidad internacional en materia de cambio
climático, tienen un margen de seguridad del 50% de error. “Son estimaciones a una escala espacial de tiempo y de continentes con una mirada a 50 años”, señala Noellemeyer y recomienda adoptarlos como posibles tendencias y escenarios futuros, no certezas.
Desde AGSUS, desarrollaron dos protocolos que permiten certificar suelos y el buen manejo de los mismos. Se trata de protocolos basados en ciencia, de acuerdo a los requerimientos de normativas internacionales, con criterio único y teniendo en cuenta las realidades de Argentina.
“Como país tenemos mucho diferencial, por lo que debemos posicionar nuestra realidad”, asegura la especialista. En este sentido, afirma que Argentina enfrenta un escenario estratégicamente positivo: “En nuestro país hay profesionales muy formados y con experiencia, y productores que buscan hacer las cosas bien”.
Explorá, descubrí y conectá con el Congreso Aapresid
El Congreso Aapresid es un evento de referencia internacional que lleva más de tres décadas conectando innovación, tecnología y conocimiento con el propósito de impulsar sistemas productivos cada vez más sustentables.
La edición 2024 reunirá a más de 250 destacados disertantes y ofrecerá más de 160 char-
las que abordarán diversos ejes temáticos, incluyendo agricultura regenerativa, agtech y digitalización, bioeconomía, comunicación y educación, biotecnología, manejo del agua, manejo de cultivos, maquinaria, políticas públicas, Quo Vadis, salud del suelo y cambio climático y sistemas integrados.
Para saber más sobre el congreso, las charlas, los disertantes y mucho más, ingresá en https://congreso.aapresid. org.ar. o escaneá el código QR.
La mostaza, el condimento ideal para tu lote
Lejos de ser solo un acompañamiento para hamburguesas o sandwiches, la mostaza también beneficia al suelo.
Cultivada como cobertura invernal, ayuda a controlar malezas, mejora la estructura del suelo y es ideal para su rotación con soja de segunda.
Por: Ing. Agr. Antonella Fiore
Prospectiva - Aapresid
El nombre “mostaza” proviene del latín “mustum ardens”, que significa “mosto ardiente”. Este término describe la sensación picante -ardiente- que se experimenta al mezclar semillas de mostaza machacadas con mosto. Antiguamente, en toda Europa se cultivaba una variedad muy sabrosa y picante conocida como "mostaza negra" (Brassica nigra). Sin embargo, debido a las dificultades de su recolección (sólo puede ser cosechada a mano), su cultivo se ha visto muy limitado. Actualmente, la variedad más cultivada es la mostaza parda (Brassica juncea), siendo Canadá uno de los mayores productores y exportadores de semillas.
En Argentina, la principal zona de producción de mostaza es el sudeste de la provincia de Buenos Aires, donde se cultiva principalmente la mostaza blanca (Sinapis alba). La superficie sembrada en nuestro país ha oscilado en aproximadamente 300 hectáreas en los últimos años.
Esta brasicácea es una planta anual herbácea de poca altura aproximada -entre 60 y 120 cm-. Tiene un tallo erecto, simple, glabro, cilíndrico y áspero al tacto debido a la vellosidad. Sus hojas son alternas, pecioladas, de forma ovalada con márgenes dentados. Las inflorescencias se presentan en forma de racimos terminales erectos, donde se disponen las flores hermafroditas de la planta. Mientras que las semillas son muy diminutas, esféricas y de color amarillo rojizo.
La mostaza puede utilizarse como un cultivo alternativo invernal en zonas templadas.
Parcela de multiplicación de semilla básica de mostaza Delfina INTA en la Estación Experimental Agropecuaria San Pedro (Créditos: INTA San Pedro)
Sobre los requisitos de la mostaza para crecer y producir semillas, podemos destacar los siguientes:
La mostaza blanca prefiere climas fríos aunque es capaz de adaptarse a todo tipo de temperaturas.
Suele crecer a pleno sol o semisombra, en ambientes poco húmedos y frescos durante el verano.
Requiere suelos húmedos y con buen drenaje.
Tiene un sistema de raíces ramificado y muy desarrollado que le permite aprovechar muy bien los nutrientes del suelo.
Prefiere suelos calcáreos, de consistencia media, franco o arenoso que retengan humedad.
El suelo debe ser neutro y básico con pH superior a 6.
Los suelos con pH inferior a 5,4 afectan negativamente el desarrollo de la planta.
En cuanto a la fertilización, la mostaza blanca requiere nitrógeno para un crecimiento vigoroso y un aumento del área foliar, lo que repercute en su rendimiento si se mantiene en toda la temporada de crecimiento. El fósforo es otro elemento esencial que se requiere durante la formación de la semilla y al inicio del ciclo del cultivo, mientras que el potasio se absorbe principalmente antes de la floración.
La mostaza puede utilizarse como un cultivo alternativo invernal en zonas templadas. La
fecha de siembra óptima (según zonas de producción) se ubica en el periodo comprendido entre principios de mayo y principios de agosto. De hecho en la provincia de Buenos Aires, se acostumbra a sembrar en el mes de mayo.
Con respecto a la cosecha, se lleva a cabo aproximadamente a los 160 días. Un indicador clave para determinar el momento óptimo de cosecha es cuando las semillas están sueltas dentro del fruto y la planta produce un “ruido de sonajero”.
La mostaza como cultivo de servicio en los sistemas de producción
En una experiencia realizada por INTA Chacabuco, se sistematizaron recomendaciones para la implantación de este cultivo multipropósito.
La mostaza blanca, específicamente la variedad Delfina INTA (Sinapis Alba L.), es la única variedad nacional inscripta en el INASE y se adapta
bien a las condiciones agroecológicas de la región pampeana. Se utiliza como cultivo de servicio antes de la implantación de soja de segunda.
Un trabajo publicado por INTA Pergamino, la Agencia de Extensión Rural Chacabuco en articulación con especialistas de INTA San Pedro, describe las experiencias de manejo con el objetivo de promover su uso en la región.
Además de servir como cobertura para controlar malezas, mejorar la estructura del suelo, facilitar la infiltración de agua y controlar patógenos del suelo, la mostaza proporciona semillas que se utilizan para diversos fines comerciales, ya sea como granos molidos, salsa, aceite o conservas. La mostaza es apta para su rotación con soja de segunda, con un rendimiento promedio que varía entre 800 y 1200 kg/ha.
La mostaza como especia y aromática
Las propiedades aromáticas de la mostaza y su uso como especia se deben a su contenido de glucosinolatos, que son los precursores de un grupo de compuestos aromáticos que forman el aceite esencial. Durante el procesamiento, cuando las semillas de mostaza se trituran y mezclan con un medio líquido, la enzima mirosinasa hidroliza los glucosinolatos, transformándolos en isotiocianatos, los cuales son res ponsables del característico sabor picante de los productos derivados de estas semillas.
A partir de las semillas de mostaza se obtienen diversos productos derivados:
Se obtiene triturando semillas enteras de mostaza blanca.
Usos:
. Agente higroscópico: absorbe y retiene la humedad.
Espesante: Espesa salsas, cremas y aderezos.
Relleno económico: Se utiliza para aumentar el volúmen de productos alimenticios.
. Aderezos para carnes: Aporta sabor
Polvo fino que se obtiene a partir de las semillas de mostaza blanca, marrón, negra o una mezcla de éstas, tras desechar el salvado.
Usos:
Ingrediente en condimentos: Aporta sabor, textura y propiedades emulsionantes a mayonesas, ensaladas, salsas tipo barbacoa, adobos y productos cárnicos procesados.
. Se comercializa directamente al consumidor o se utiliza en la industria alimenticia.
Mostaza molida
Harina de mostaza
Conocido también como mostaza de mesa o simplemente mostaza, es una salsa o pasta suave compuesta por mostaza molida y/o harina de mostaza, agua, sal, vinagre y aceite. Opcionalmente puede contener sacarosa y diversas especias como pimienta, clavo, cilantro, cúrcuma, jengibre y pimentón.
Usos:
. Aderezo para sándwiches, hamburguesas, etc.
. Ingrediente en salsas y aderezos.
Uso culinario: No es común en la cocina occidental, pero sí en países como India, donde es el segundo aceite comestible más popular después del aceite de soja.
. Aplicaciones: Se emplea para freír diversos alimentos y para la elaboración de mayonesa (en Suecia).
El salvado de mostaza blanca está siendo investigado por sus posibles aplicaciones en la industria alimenticia.
Propiedades: Estabilizante, espesante, emulsionante, higroscópico y absorción de grasas.
REFERENCIAS
Consulte las referencias ingresando a www.aapresid.org.ar/blog/revista-aapresid-n-231
Condimento de mostaza
Aceite de mostaza
Salvado de mostaza
La agrónoma que va tras sus convicciones con determinación y empuje
Paola Díaz es un ejemplo de lo que se puede lograr cuando se unen compromiso, dedicación y constancia. Desde el escepticismo inicial sobre la elección de estudiar agronomía hasta su rol actual en Aapresid, Paola siempre supo aprovechar las oportunidades que se le presentaron.
Por Lucía Cuffia
Quienes conocen a Paola, saben que es cordobesa, al menos así se presenta ella, aunque vive en Carlos Paz y lo más atinado sería decir que es carlospacense. Lo que no muchos saben es que pasó por varias mudanzas a lo largo de su vida. Desde Bahía Blanca, donde nació, hasta Córdoba, con paradas en Salta, Neuquén y otros destinos, recorrió y creció en distintos lugares del país a raíz del trabajo de su padre, un ingeniero mecánico en la Marina que luego se dedicó a la industria del petróleo y gas.
Ficha personal
Nombre: Paola Mariela Díaz
Profesión/Actividad: Ingeniera agrónoma
Lugar de nacimiento: Nació en Bahía Blanca, pero vivió en Ushuaia, Puerto Belgrano, Neuquén, Tartagal y Carlos Paz, dónde vive actualmente.
Familia: En pareja con Martín
Hobbies: Muy fanática de hacer deportes, jugó muchos años al hockey. Ahora disfruta salir a caminar por la montaña o bicicletear.
“Siempre que me preguntan de dónde soy, es un lío”, reconoce, aunque asegura -y así lo siente- que su lugar es Córdoba. “A los 17 me vine a estudiar a Córdoba y ya tengo casi 48 (los cumple en agosto). Y si bien tuve algunas salidas, siempre quiero volver”.
Su historia está marcada por momentos difíciles, como la experiencia de su padre en el Crucero Belgrano durante la Guerra de Malvinas. Incluso la decisión de estudiar ingeniería agronómica también fue un desafío para Paola, ya que no venía de familia de productores y era un mundo tradicionalmente ocupado por hombres.
A pesar de las adversidades, siempre supo encontrar su camino. Su determinación y compromiso la llevaron a superar obstáculos y alcanzar metas que al día de hoy la siguen sorprendiendo. Es socia de Aapresid desde hace más de 10 años, donde todos los días aprende algo nuevo. “Aapresid superó todas mis expectativas y siempre voy a estar agradecida por eso”, dice.
“El barco de papá”
El padre de Paola, Ricardo, es ingeniero mecánico e ingresó a trabajar en la Marina el mismo año que nació Paola. Durante la Guerra de Malvinas, en 1982, era jefe de máquinas del Crucero General Belgrano y allí estaba cuando el barco fue impactado por dos torpedos y se hundió.
“Yo tenía 6 años en ese momento. Mi mamá trató de alejarnos de las noticias hasta tanto no saber si mi papá estaba vivo o no. En un momento estábamos con mi hermano mirando dibujitos en la tele, cuando dijeron que habían hundido el barco, y me acuerdo que empezamos a decir ‘el
barco de papá, el barco de papá’. No fue nada fácil tampoco para ella, pero mi mamá siempre fue uno de los pilares más fuertes”.
Ricardo sobrevivió al ataque y todavía le cuesta hablar del tema; en ese sentido, Paola lo recuerda como un momento muy difícil que les tocó pasar como familia.
"Aapresid superó todas mis expectativas y siempre voy a estar agradecida por eso"
La decisión de estudiar agronomía, su llegada a Córdoba “porque era el centro del país” y su primer trabajo en un pueblo de 1000 habitantes
Desde chica, siempre supo que quería estudiar Agronomía. "Cuando tenía 10 u 11 años ya decía que iba a ser ingeniera agrónoma, aunque antes había querido ser bióloga marina". En ese momento, sus padres no le creían, porque decían “que no tenían campo y que era una carrera tradicionalmente de hombres”.
Contra todo pronóstico, Paola se mantuvo firme en su decisión y un test vocacional en 5to año del secundario confirmó su elección en un 99%. Si bien su papá seguía un poco escéptico, la que se puso firme fue su mamá. “Ella fue la que me acompañó a inscribirme y ahí empecé”, cuenta.
La elección de Córdoba como ciudad para estudiar fue una cuestión estratégica. “Mis viejos me mandaron a estudiar allí porque era el centro del país.
Estaba la posibilidad de que ellos sigan viviendo en Tartagal o en Neuquén, por lo que Córdoba sería un punto intermedio para estar más cerca”.
En la universidad no solo le fue bien académicamente -nunca rindió mal un exámen-, sino que le encantaba lo que estaba estudiando, a pesar de que rondaba la incertidumbre de qué haría una vez recibida. "Cuando me recibí fue duro porque salí y no tenía trabajo. Había intentado ir por el lado de la ganadería que me gustaba, pero en ese momento no era fácil ingresar en ese ámbito sin el título de veterinaria", confiesa.
Tratando de hacerse un lugar, se subió a un colectivo y salió a repartir CV por Córdoba y pueblos cercanos, haciendo frente a rechazos por “no tener experiencia y no ser conocida en el sector”, hasta que finalmente encontró una oportunidad.
Con sus compañeros de la Regional Río Segundo de Aapresid.
Un amigo justo estaba dejando su puesto en una agronomía familiar de Tránsito, un pueblo a 90 km de Córdoba, y el dueño de la empresa le dio una oportunidad de tres meses. “Y me terminé quedando 9 años”, cuenta Paola.
Mientras trabajaba, también cursó un posgrado en Protección Vegetal, y después de nueve años sintió que había llegado a su techo y que necesitaba seguir creciendo. A los tres meses, la llaman para trabajar en una empresa multinacional de soluciones e insumos para el campo, y estuvo un tiempo viviendo en Rosario, antes de volver a Córdoba.
Actualmente y desde hace más de tres años, Paola trabaja en UPL en el área de Desarrollo de Mercados y recientemente comenzó a cola-
borar técnicamente con el equipo de Sustentabilidad, en el área de Servicios Ecosistémicos, una nueva oportunidad que le permitirá seguir creciendo dentro de la empresa. Su jefe y compañero de trabajo, Santiago Barberis -a quien Paola reconoce por su apoyo constante-, también es socio Aapresid y miembro de la Regional Pergamino.
“A veces pienso que podría haberme quedado en un lugar haciendo lo mismo, pero siempre tuve ese impulso de querer ir por más, y todavía sigo con esas mismas ganas”, asegura. "A mis viejos siempre les agradezco porque me enseñaron a ir por mis convicciones y a no tener miedo de enfrentar las situaciones".
Junto a su compañero Nicolás Bronzovich, con quien compartió la dirección de Prospectiva.
Aapresid y todo lo que vino después
A Paola siempre le gustó capacitarse y aprender cosas nuevas. Además del posgrado de Protección Vegetal, hizo la especialidad de Ingeniería Ambiental. Pero llegó un momento en que quería aprender de otra manera, más allá de lo académico. Así fue como en 2014 llegó a la Regional Río Segundo de Aapresid gracias a dos compañeros del posgrado. "Pensaba que me iban a rechazar por no ser productora, pero me dijeron ‘acá no tenemos ese requisito, podés entrar’, y ese fue el punto de partida”, recuerda.
Sin querer queriendo, Paola entró a Aapresid con ganas de aprender de todo ese mundo de la siembra directa desde adentro, desde el día a día del productor con sus dificultades y logros, para poder entenderlo y ver cómo podía ayudar.
Al poco tiempo de ingresar en la regional, la nombraron presidenta. "Fue un gran desafío que me dio también visibilidad dentro de la institución”. Así Paola se fue involucrando cada vez más, participando en reuniones y colaborando en distintos proyectos.
"Fue un gran desafío que me dio también visibilidad dentro de la institución"
Después de 10 años, asegura: “Aapresid me enseñó tanto, no solo en lo técnico, sino en lo personal. Es increíble cómo acá podés decir hasta las cosas más incómodas, siempre que sea con respeto, y son bienvenidas. En mi regional, se ríen porque siempre digo lo que pienso, pero trato de hacerlo entre humor, y eso se valora”.
Después de ser presidenta de la regional, Paola formó parte de uno de los equipos de pensamiento prospectivo, específicamente el equipo de agroecología, ambiente y producción, del que fue coordinadora.
En un momento, recibió un llamado de Nicolás Bronzovich, que era el director de Prospectiva y estaba trabajando en Ghana (África del Oeste), que la tomó por sorpresa. “Me llamó para convocarme para que fuera subdirectora de Prospectiva. Me sorprendió porque yo no lo conocía mucho, pero me dijo que Pilu Giraudo me había recomendado. Y bueno, acepté y ahí empecé”.
Paola reconoce la influencia fundamental de Martín, su pareja desde hace más de cinco años, quien siempre la alentó y es un apoyo incondicional: "Él siempre me empuja y me anima a dar lo mejor de mí".
Con Martín, su pareja y compañero de varias salidas a la montaña.
Con Nico Bronzovich se hicieron muy amigos y construyeron un vínculo muy sólido en sus roles dentro de Prospectiva. “Fue increíble el vínculo que hicimos; nos decimos todo y nos respetamos mucho. Cuando se fue y me tocó asumir la dirección, me sentí muy preparada gracias a todo lo que había aprendido al lado de él”.
En ese momento, Paola decide convocar a Carolina Meiller, como co-directora. “Ella participaba en el equipo Congreso y veía que tenía el perfil adecuado, pero me preguntaba si aceptaría la invitación, y finalmente dijo que sí. Caro es una persona muy abierta, con la que puedo charlar, confiar, y nos cuidamos mutuamente”, añade.
Hoy también es parte de la Comisión Directiva de Aapresid, y lo siente como un verdadero reconocimiento a su trayectoria y compromiso con la institución.
"Siempre me pregunto cómo logré que confiaran en mí. Me siento muy querida y escuchada. Años atrás me preguntaba cómo iba a hacer para meterme entre productores, y ahora estoy en esta situación, ni yo me lo puedo creer como hice para llegar hasta acá. Es cierto que soy muy responsable y me esfuerzo mucho para tener criterio para tomar decisiones y llevar adelante distintos proyectos. Aapresid sin dudas superó todas mis expectativas y siempre voy a estar agradecida por eso”, dice.
C Paola con su papá Ricardo y su mamá Stella.
Carne a pasto: el oro verde de Argentina
La ganadería a pasto argentina es reconocida por su calidad, sostenibilidad y bienestar animal. Un repaso por los desafíos y oportunidades para mejorar la eficiencia y sostenibilidad de su producción.
Por: Dr. Ing. Agr. José Martín Jáuregui
Profesor Adjunto- Cátedra Forrajes (FCA - UNL).
La ganadería argentina, con su larga tradición de producción de carne a pasto, es un símbolo nacional y un cimiento fundamental de la economía del país. Esta práctica ancestral, que aprovecha los abundantes recursos forrajeros naturales e implantados de Argentina, no solo produce una carne de calidad excepcional, sino que también juega un papel clave en la sostenibilidad ambiental y el desarrollo rural.
La primera imagen que viene a la mente cuando se menciona la ganadería argentina es la de una vaca pastando en la extensa llanura pampeana. Esta escena no es solo una postal pintoresca, sino que representa una realidad pro-
ductiva que ha sido esencial para la cultura y la economía argentina durante generaciones. La producción de carne vacuna en Argentina es mucho más que una simple actividad económica: es parte del tejido social y cultural del país. No solo provee sustento a más de 400.000 familias, sino que también es el motor económico de numerosos pueblos del interior y una fuente vital de divisas internacionales a través de la exportación.
A pesar de la modernización del sector ganadero y la adopción de métodos intensivos como los feedlots, la producción de carne "a pasto" sigue siendo un distintivo de la ganadería argentina. Esta forma de producción, que aprovecha recursos indigestibles para el ser humano y que se ubica generalmente en campos no aptos para la agricultura, ofrece múltiples ventajas que posicionan al país en un lugar privilegiado en el mercado global de la carne.
Beneficios de la carne a pasto
La carne producida a pasto ofrece beneficios nutricionales significativos, que la hacen particularmente atractiva para aquellos consumidores preocupados por su salud, un segmento en crecimiento en los mercados globales. Su perfil de ácidos grasos es más saludable, con mayor contenido de ácidos grasos omega-3 y menor cantidad de grasas saturadas. Además, presenta una mejor proporción de ácidos grasos omega-6 a omega-3 y mayores niveles de antioxidantes como la vitamina E y el betacaroteno.
La producción de carne a pasto no solo ofrece beneficios nutricionales, sino que también juega un papel crucial en la mitigación del cambio climático y la preservación del medioambiente. Los pastizales bien gestionados actúan como sumideros de carbono, capturando y almacenando este elemento en el suelo. Según estudios recientes, los sistemas de pastoreo bien manejados pueden secuestrar entre 0.12 y 0.86 toneladas de carbono por hectárea al año. Este potencial de secuestro de carbono coloca a la ganadería pastoril en una posición privilegiada para combatir el cambio climático.
Además del secuestro de carbono, los sistemas de pastoreo bien manejados ofrecen otros beneficios ambientales. Contribuyen a la biodiversidad del suelo, mejoran la retención de agua y nutrientes, y ayudan a prevenir la erosión. La diversidad de especies en los pastizales también juega un papel importante en la resiliencia frente al cambio climático. Los pastizales con una mezcla diversa de especies, incluyendo gramíneas y leguminosas, son más resistentes a las sequías y fluctuaciones de temperatura en comparación con los pastizales de una sola especie.
En el contexto argentino, la vasta extensión de pastizales naturales ofrece una oportunidad única para implementar estas prácticas de manejo sostenibles a gran escala.
Los pastizales bien gestionados actúan como sumideros de carbono, capturando y almacenando este elemento en el suelo.
En cuanto al bienestar animal, la percepción social de los sistemas pastoriles es generalmente superior a la de los sistemas confinados. Los animales pueden expresar comportamientos naturales, lo que se asocia con un mayor bienestar. Los sistemas a pasto suelen resultar en menores niveles de estrés para los animales y una menor incidencia de enfermedades, gracias al espacio abierto y la dieta natural.
¿Cuánto pasto hay en las dietas?
Cuando se menciona la eficiencia de conversión de los rumiantes, se los suele ubicar muy mal en la tabla de posiciones. Un novillo necesita comer unos 6-7 kg de grano para producir 1 kg de carne, mientras que un pollo lo hace con solo 2 kg y un pez con solo 1 kg. Esta comparación deja mal parada a la ganadería, pero no es justa ni considera el ciclo productivo completo de un novillo. De hecho, durante gran parte de su vida productiva, desde su concepción hasta su faena, la base alimenticia de un novillo es el pasto.
Según el exhaustivo estudio realizado por Arrieta (2020), la dieta promedio de un novillo en Argentina consiste en un 92% de forraje y solo un 8% de grano. Esta realidad no solo refuerza la calidad de la carne argentina, sino que también la posiciona favorablemente en términos de sostenibilidad y bienestar animal.
Foto 1. A la izquierda se observa un trozo de carne terminada a pasto, con grasa de color más amarillento y menor cantidad total de grasa (especialmente intramuscular). A la derecha se observa el mismo corte pero con mayor proporción de grano en la dieta, con mayor cantidad de grasa intramuscular.
Oportunidades
La producción de carne a pasto representa una oportunidad única para Argentina en el mercado local y mundial. Hay una creciente demanda de productos cárnicos producidos de manera sostenible y ética, especialmente en mercados desarrollados donde los consumidores están dispuestos a pagar un precio adicional por carne producida a pasto, certificada como sostenible y con altos estándares de bienestar animal.
Además, la carne argentina es reconocida mundialmente por su sabor y calidad, lo que
Desafíos
La producción de carne a pasto también enfrenta desafíos. Mantener la productividad y rentabilidad frente a sistemas más intensivos es uno de los principales retos. Para abordar esto, se implementan estrategias como mejoras en los sistemas de pastoreo, mejoras genéticas en razas adaptadas al pastoreo eficiente y tecnologías de precisión para optimizar el manejo de pasturas.
permite al país capitalizar esta ventaja competitiva para crear una marca país fuerte. Esto abre las puertas a nichos de mercado de alto valor en países desarrollados y permite a Argentina diversificar sus mercados de exportación, reduciendo la dependencia de mercados tradicionales que solo buscan “carne” sin diferenciar. Acceder a mercados premium requiere cumplir con estrictas normativas y obtener certificaciones. Para facilitar este proceso, se están desarrollando programas de capacitación para productores, creando sistemas de trazabilidad robustos y fomentando la colaboración entre el sector público y privado.
La producción de carne a pasto representa una oportunidad única para Argentina en el mercado local y mundial.
La variabilidad climática es otro desafío importante, ya que la producción a pasto es muy vulnerable a las condiciones meteorológicas. Para mitigar este riesgo, se diversifican las especies forrajeras para aumentar la resiliencia, se implementa la siembra de especies por ambiente, se combinan el estrato arbóreo
con ganadería y también se promueve el uso de reservas y la suplementación estratégica en períodos críticos. Asimismo, el uso estratégico de grano y suplementos en las etapas finales del animal puede hacer más eficiente este proceso y acelerar el engorde, generalmente costoso y más complejo de lograr a pasto.
Foto 2. Lote de novillos en pastoreo cerca de Arroyo Malo (Departamento Paysandú, Uruguay).
La incorporación de tecnología es crucial para modernizar y hacer más eficiente la producción ganadera a pasto. Algunas de las tecnologías que ya están en uso incluyen el monitoreo satelital del recurso forrajero para evaluar su disponibilidad, el uso de drones para monitorear el ganado, dispositivos como collares de comportamiento animal que permiten detectar eventos de salud, sistemas de trazabilidad
electrónica del ganado, balanzas de pesaje al paso sin intervención humana y “virtual fencing” (alambrados virtuales).
Es importante destacar que todas estas tecnologías de insumos requieren la aplicación previa de tecnologías de proceso básicas (por ejemplo, definir momentos de ingreso y salida de un recurso forrajero), las cuales requieren recursos humanos capacitados y motivados.
requiere intervención
permite obtener pesadas diarias de los animales.
Foto 3. Novillos atravesando una balanza de pesaje al paso en Gobernador Mansilla (Entre Ríos). Este tipo de balanza no
humana y
Conclusiones
Argentina tiene el potencial de consolidarse como líder mundial en la producción de carne sostenible y de alta calidad, si se aprovechan adecuadamente las oportunidades y se abordan los desafíos.
La ganadería a pasto puede ser un pilar del desarrollo económico y social en las zonas rurales, contribuyendo a la conservación de ecosistemas y la mitigación del cambio climático.
La inversión continua en investigación y desarrollo puede llevar a nuevas técnicas que mejoren aún más la eficiencia y sostenibilidad de la producción.
La producción de carne a pasto es mucho más que una tradición en Argentina: es un activo estratégico que posiciona al país de manera única en el mercado global.
La carne a pasto argentina, con sus beneficios en términos de calidad, sostenibilidad y bienestar animal, tiene el potencial de satisfacer las demandas de consumidores cada vez más exigentes y conscientes.
Para capitalizar plenamente este potencial, es crucial que Argentina continúe invirtiendo en innovación, sostenibilidad y calidad. Al hacerlo, se asegurará el futuro de una industria vital para la economía del país y se contribuirá a un sistema alimentario global más sostenible y ético.
La carne a pasto no es solo el pasado y el presente de Argentina; con el enfoque adecuado, puede ser el futuro dorado -o mejor dicho, verde- de la ganadería argentina en el escenario mundial.