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Agenda Federal
Federalismo siglo XXI
En el marco del XXI Congreso de Aapresid se desarrolló el 6º Coloquio Quo Vadis Argentina. Con diferentes visiones, construir una Agenda Federal fue el centro del debate.
La responsabilidad de los medios de comunicación En el panel “Federalismo y Subsidiariedad”, el periodista Alfredo Leuco abrió su exposición leyendo una carta que describía el federalismo con mirada crítica hacia las instituciones. “En los medios de comunicación también existe la falta de federalismo”. En su presentación resaltó que “el interior sabe de los problemas de Buenos Aires pero Buenos Aires no sabe del interior”. Esto deja ver que “la información intoxica al interior”; todo pasa a ser “una chatarra noticiosa”, que solo podría solucionarse con un cambio educativo”, expresó.
“Los medios podemos ayudar a parir de cambios, la información circula con la misma capacidad de abajo hacia arriba. Por eso, el día que las noticias sean libres, horizontales y federales, la política será una canción” graficó Leuco. Por último, planteó: “Me propongo y les propongo que abramos las cabezas así vamos a poder lograr una patria más federal, y para eso hay que poner manos a la obra, y hacia allá vamos”.
La subsidiaridad en los sistemas de gobierno Abogado y subsecretario de Economía de la Municipalidad de Rosario, Juan Francisco Dogliani, al inicio aclaró que la palabra “subsidiariedad” se aproxima a un concepto “es como el derecho de autodeterminación en la población y presupone cierta autonomía de los órdenes de gobiernos locales. Su actual formulación quedó plasmada en el Artículo 5 (2), modificada por el Tratado de Lisboa (U.E) y se puede identificar como una dogma de administración. Su significado tiende a traducir, en autonomía municipal, federalismo y democracia”. Es más, añadió que el “federalismo representa una descentralización de funciones”.
En el seguimiento de cómo funciona la coparticipación federal, Dogliani dijo “es un ingreso por impuestos a las ganancias o IVA”. Consideró, “el problema no es tributario sino fiscal, como distribuimos”. Y ejemplificó diciendo que es “un cienmilésimo por cada peso, promedio para cada municipio de Santa Fe”.
En éste eje de nutrir el concepto de “Federalismo y Subsidiariedad”, el ex intendente de Rosario Miguel Lifschitz expresó: “Vivimos en un modelo de país en donde la calidad institucional no es un atributo realmente destacado. Por eso, no es de extrañar que el federalismo, un vínculo que debe existir entre el gobierno nacional y gobiernos provinciales, sea tan frágil y esté tan lejos, cuando realmente todos consideramos que no debiera ser así”, resaltó Lifschitz. El federalismo significa también competencia y potestades. “Hubiese sido muy interesante y positivo para desandar el camino, que los recursos del Fondo Sojero, más allá del juicio de valor de la retenciones, por cuanto suma a las arcas pátriales y como distribuye ese 30% en las provincias; podría haberse distribuido con criterios distintos, con una ley de coparticipación de compensación y mayor equidad”, manifestó el funcionario.
A su turno, el presidente de la Unión Vecinal de Vicente López, Javier Eduardo Varani, nombró algunos desafíos para los gobiernos locales y eligió algunas metas para implementar en los municipios: “El reconocimiento municipal, la autonomía, la distribución nacional y la participación ciudadana (con más de 30 años de la recuperación de la democracia); son claves esenciales para la renovación y el alcance de todos los desafíos. Cuando un municipio integra la participación, información y consulta, se acerca más al control de decisiones”, finalizó tomando registro de cómo se puede lograr una Autonomía Municipal.
En los medios de comunicación también existe la falta de federalismo. Alfredo Leuco Vivimos en un modelo de país en donde la calidad institucional no es un atributo realmente destacado. Miguel Lifschitz.
Federalismo y descentralización En este panel, el Dr. Fabio Quetglas, experto en desarrollo territorial, analizó el rol de los gobiernos locales en la nueva arquitectura estatal. En ese sentido esbozó “un gran caudal de procesos innovadores se están acelerando por fuera de la administración pública, procesos que ineludiblemente impactarán en que conocemos como lo público”, pero que estas trasformaciones sociales son significativas en tanto produzcan una “cultura innovadora”.
Quetglas puntualizó que las organizaciones que lideran procesos innovadores en sus prácticas presentan mayores niveles de invención, ámbitos sociales más tolerantes, son respetuosos de los propios principios organizativos, con menores brechas de conocimiento interno, y fundamentalmente con entornos normativos estables”. “La administración pública que tenemos hoy está impregnada de un espíritu industrialista, propio de otra época”. “Se trata de una matriz de difícil supervivencia en el mundo de revolución informacional en que vivimos, basado en lógicas colaborativas, asociativas e innovadoras, un mundo que va de la división de funciones a la convergencia funcional”, sentenció Quetglas.
A modo de cierre de su disertación, Quetglas deja flotando en el aire un interrogante: “cómo reformateamos nuestra administración pública, porque es impensable que actuales los mercados integrados convivan con Estados cerrados”. En aplauso del auditorio fue inmediato.
En segundo turno, Jorge Ávila (Universidad del CEMA) revisó la pirámide de la coparticipación desde la experiencia internacional. El análisis partió de la base de reconocer la tremenda complejidad, económica y fundamentalmente política, de poner en discusión una modificación en las relaciones fiscales en la Argentina. Un desafío similar al de “cambiar los cimientos de una torre sin que la estructura se desmorone”, graficó el disertante. das a la hora de exponer su conclusión: “por razones de eficiencia económica es deseable y necesario hacer que la organización fiscal Argentina se acerque a la imagen de un territorio con pequeñas repúblicas provinciales”.
El Dr. Alberto Porto, miembro de la Universidad de La Plata, presentó un trabajo titulado “Federalismo Fiscal: el caso Argentino”. “Existe un abuso e ineficiencia de la Nación en materia tributaria, pero también ocurre en municipios y provincias”, criticó el disertante. Después, Porto destacó los beneficios fiscales y no fiscales de la descentralización tributaria a nivel económico, político, social y administrativo.
Luego tomó la palabra el Lic. Juan José Llach, prestigioso economista, profesor e investigador del IAE - Universidad Austral, quien brindó un anticipo de su próximo libro. “Aún no tiene título definitivo, pero me arriesgo por el siguiente: `Federales y Unitarios en el Siglo XXI’”, rió el autor.
Llach retomó la idea del contexto nacional de desequilibrio en materia de recaudación tributaria y distribución de recursos descripto previamente por Porto. Sin embargo, apelando a un juego de palabras profundizó el planteo: “el federalismo menos federal, es el caso argentino”. Y agregó: “la extracción de recursos no coparticipables en nuestro país principalmente se ha enfocado sobre el sector productivo, las consecuencias son gravísimas porque no es posible planificar y crecer. En consecuencia, si no conocemos con qué recurso contamos, caemos en el mal del eterno cortoplacismo”.
“¿Por qué la Argentina es decadente?”, preguntó el Dr. Antonio M. Hernández (profesor de Der. Const. y Der. Público Prov. y Mun. de la UNC y Dir. del Inst. de Federalismo de la Acad. Nac. de Der. y Cs Soc. de Córdoba) a un auditorio que siguió su exposición como si se tratara de una clase académica, repasando la historia, el presente y las visiones de futuro.
Entre los principales planteos, el profesor argumentó: “Argentina se caracteriza por una cultura de la constitución y de la legalidad sumamente débil. Hoy, a 30 años de vida democrática, aparece una cultura democrática de baja calidad, fuertemente delegativa en las figuras del poder ejecutivo en todos sus niveles de gobierno”.
Hernández cerró su exposición planteando la distancia que advierte entre la norma y la práctica: “En Argentina se incumplen muchas de las ideas fuerzas escritas en la Constitución Nacional y nuestra realidad se parece más a la de un país unitario”, concluyó.
¿Cómo reformateamos nuestra administración pública?, porque es impensable que los actuales mercados integrados convivan con Estados cerrados. Fabio Quetglas
En Argentina se incumplen muchas de las ideas fuerzas escritas en la Constitución Nacional y nuestra realidad se parece más a la de un país unitario. Antonio M. Hernández
El Senador Radical Ernesto Sans discutió el concepto de Estado Federal, expuso la visión desde el año 1994. Sans subrayó la importancia de contar con un modelo educativo exitoso, y agregó “Estamos octavos en los índices de evaluaciones en donde antes estábamos segundos”. El senador habló de las diferencias de la escuela contenedora y la escuela productora de contenidos. También mencionó el problema de la salud y drama del autoabastecimiento energético.
El federalismo bajo la óptica religiosa Para pensar en una Argentina grande, representantes de diferentes credos dieron su visión.
Primeramente, Martha de Antueno, directora de la Confraternidad Argentina Judeo Cristiana, destacó la importancia de una opción de vida. “En el momento en que vos haces de esto una opción de vida, y los objetivos de la Confraternidad se hacen tuyos, el camino se va haciendo solo. Si hace 30 años hubiésemos dicho que el judaísmo iba a festejar su Pascua judía en la Basílica de San Francisco, como ocurrió en el año 2009, no lo hubiese creído nadie. Las iglesias se han abierto”. Eso demuestra que el dialogo y el cese de la confrontación puede lograrse. “Porque rezar juntos, judíos y cristianos, al Dios de todos, antes era impensable”.
También destacó que el Papa Bergoglio es una persona que realmente adhiere mucho a la apertura, muestra un gran respeto por lo que es el judaísmo, por las tradiciones y que “siempre que le hemos pedido colaboración ha participado”.
En tanto, el sacerdote de la arquidiócesis y doctor en filosofía, Pablo Sudar, se explayó sobre la cultura de la postmodernidad. Habló de la cultura de fragmentación de la subjetividad y de la comunicación con todos sus matices. “La comunicación no hace a la verdad, sí, la verdad debe hacer a la comunicación. Se debe plantear esto en la cultura desde todas las religiones y credos”. A su turno, la referente de una parroquia evangélica del barrio La Boca, Mariel Pons, Licenciada en Teología y Pastora de la Iglesia Evangélica Metodista, insistió en “no olvidarse de aquellos que no tienen tierra”.
La expositora se basó en su visión sobre los caminos recorridos, y en el valor fundamental que han tenido las iglesias en el aporte al diálogo. “No debemos devastar la palabra política, porque nosotros lo hemos hecho de esa manera. Hacemos política todo el tiempo. Es el arte de transformar”, sostuvo.
Y por último habló y trajo su visión del mundo en la tierra: “Estamos en un lugar en donde plantamos semillas permanentemente, debemos ser en solidaridad y pensar en poner al que está al lado antes que nada”.
Daniel Dolinsky, de la comunidad israelita de Rosario, habló de la necesidad de pensar la Argentina, porque “nos buscan en cualquier país del mundo en las condiciones más adversas”.
Repasó que los antagonismos que no son buenos tienen muchísimo tiempo. “En las religiones hemos dado un salto cualitativo y desgraciadamente en los políticos esto no ha sucedido. La construcción de consenso, la cultura del diálogo. Es que a la fractura hay que ponerle un yeso. Debemos entender que la fractura duele, y no hacer un gesto de ese dolor. Es el signo de este tiempo que nos toca vivir”.
El referente de la comunidad israelita marcó el escenario del diálogo, de escuchar al otro. “Tenemos que ver la capacidad de ver en el otro lo que me pasa a sí mismo. Y desde ese lugar, recién poder mirar el mundo. Es prioridad ponernos en el lugar del otro. Tenemos que estar dispuestos a dar primero. Convivir con el que piensa diferente, estar dispuestos a aceptarnos en la diferencia. Yo me aferraría a personas que siguen ideas, que se aferren a eso. Hoy a ellos se les dice militantes, pero sigo prefiriendo aferrarme a las ideas. Aunque no lo podamos ver, estoy convencido”, señaló.
“El desafío, será seguir encontrando camino, tratemos de salir adelante. No perdamos la esperanza y hagamos de esto una Argentina grande”, dijo Dolinsky. Reflexiones finales Para cerrar el 6° Coloquio Quo Vadis, Alfredo Leuco realizó apreciaciones sobre el estado, la gobernabilidad, la ética y la actividad política. En esa línea disparó “Nadie puede ser libre e independiente si no dice lo que se piensa. No al unicato, no al aislamiento exclusivo y castigador”. “No al clientelismo, no a la corrupción ni al amiguismo. Sí a la ayuda social para fortalecer la cultura del esfuerzo”, enfatizó.
El periodista expuso una visión superadora del federalismo, quizás la propuesta sea realizar la demostración de dos variables: la inversión en las políticas de estado, seguridad jurídica y las mejoras en las economías regionales para detener el destierro, las migraciones internas que generan las desapariciones.
“¿Qué le pasa a las plantas cuando se trasplantan sin cuidados?” preguntó, y seguidamente contestó “Se quedan sin raíces. Se secan y mueren. Nuestros hermanos, lejos de la madre tierra y la madre biológica pasan por lo mismo”. “Que el destierro no dinamite las culturas porque es amor al terruño y amor a lo propio. Cuando se le devuelva al amor y los recursos a los pueblos del interior se abrirán más puentes que trincheras. Más hermandad que odio”, concluyó Leuco.
Tenemos que ver la capacidad de ver en el otro lo que me pasa a sí mismo. Y desde ese lugar, recién poder mirar el mundo. Daniel Dolinsky