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Empresa familiar

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Maquinando OTRA TIERRA

Las maquinarias tuvieron un especio muy importante en este congreso, desde una sala de talleres exclusiva a una muestra estática de “fierros”

Maquinas no… herramientas Guillermo Marrón, consultor privado en Maquinaria Agrícola y Docente Cátedra Maquinaria Agrícola, Universidad Nacional del Sur, destacó la importancia de concebir los “fierros” como herramientas y no como máquinas: “muchas veces perdemos de vista este concepto, y estamos muy preocupados porque no se atore, la turbo, por la cadena, por el tiempo, y perdemos de vista que una sembradora es una herramienta para sembrar”.

“La sembradora empieza atrás de la cuchilla”, fue la frase dónde Guillermo remarcó la importancia de esta pieza.

La cuchilla define varias elementos que tiene que ver con la implantación y que tiene que ver con la máquina tales como: “desarrollo radicular, rendimiento del abresurcos y desgaste de lo que siembra” detalló Guillermo. Costos invisibles En horas de la mañana y de la noche, un cultivo de soja se trilla con 14% de humedad que, durante el resto del día, promedia el 12 o 13%. Este dato parecería trivial si no fuera porque esa variación genera una carga del motor en la cosechadora que se traslada a gastos de combustible. Así, un punto más o menos de humedad puede representar un 15% de diferencia en la rentabilidad.

Y es que existen factores poco atendidos que afectan los valores de labores como siembras, cosechas y pulverizaciones, capaces de representar hasta el 35% de las utilidades reales.

“Hay costos que se ven y hay costos que no se ven”, dijo Andres Méndez (INTA Manfredi) al presentar un trabajo realizado por el INTA, el Ministerio de Agricultura de la Nación y la Federación Argentina de Contratistas de Maquinaria Agrícola (Facma), que asumió el desafío de establecer con claridad los precios de las labores vinculadas con este sector.

En la Argentina, alrededor de 20.000 contratistas siembran y cosechan aproximadamente el 80% de la producción nacional de granos. “Muchas veces se cree que el único costo es el de la maquinaria agrícola y no se tienen en cuenta todos los demás, que realmente son muy importantes, porque representan entre el 30 y el 35% del costo final”, aseguró el técnico, quien añadió: “¿Por qué no se trabaja sobre un porcentaje de lo que rinde el campo? Porque el contratista no tiene que asumir el riesgo de la pérdida de un campo menos rentable por un mal manejo”. la maquinaria, sus reparaciones y mantenimiento, pero además los tractores, tolvas, casillas, galpones, personal. Facma incluyó a todos esos factores en una máquina tipo de 280 caballos de fuerza y obtuvo los costos visibles, los invisibles, la utilidad y su comparación con el rendimiento.

“La cuchilla es clave”, resaltó el especialista Guillermo Marrón. ¿Por qué no se trabaja sobre un porcentaje de lo que rinde el campo? Porque el contratista no tiene que asumir el riesgo de la pérdida de un campo menos rentable por un mal manejo”, aseguró Mendez

“La tarifa entonces tiene que incluir los costos que se ven, los que no se ven y luego la ganancia, que por lo general es del 20% y eso define la ganancia real del contratista, que no tiene nada que ver con los costos”, indicó.

Uno de los costos más visibles, dijo Méndez, es el gasoil: es fácil saber cuántos litros se gastan por hectárea. Pero el gasto de las cubiertas o reparaciones de la máquina por abolladuras, por ejemplo, no suele tenerse en cuenta.

Sin embargo, ¿cómo se establece una promedio de costos? En el caso de la siembra y la cosecha, los precios se definen por hectárea y varían según el cultivo, el tipo de máquina y sus características, aunque también hay más variables.

“Si vos le preguntas hoy a un contratista, te va a decir que trabaja por el 8% de la cosecha”, dijo Méndez y explicó que esa situación tiene una gran variabilidad: “En lotes con alto rendimiento, un 8% puede ser muy bueno, pero en un ambiente de bajo rendimiento, eso muchas veces no llega ni a cubrir el costo de las amortizaciones”. Ir por los resultados Ricardo Martinez Peck, consultor en maquinaria agrícola, sostuvo: “los resultados en la cosecha muchas veces están más asociados a la persona que está en la cosechadora, su habilidad y su interés por hacer las cosas bien, que con las marcas comerciales”. Pudo presentan un pantallazo general sobre: plataformas, sistemas de trilla (conviven ambos, dando muy buenos resultados), limpieza y separación (dónde a su criterio cada vez vamos peor), distribución de residuos de las máquinas actuales utilizadas en los sistemas producción. La cosecha es tiempo de resultados, no tiene que haber colores ni marcas que uno crea que son peores o mejores. Ricardo Martinez Peck

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