Revista Red de Innovadores - Aapresid Nº 140

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Monitoreo y control. Claves para dejarlas fuera de juego.



CONTENIDO 02

Editorial

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20 Veces Sí Ac: producción sustentable de Argentina para el mundo

Compartiendo Experiencia Erosión hídrica: ¿cómo afecta el ambiente?

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Compartiendo Experiencia Cómo convertir un cultivo de cobertura en nuestro mejor aliado

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Actualidad del Sector Girasol: se mantiene el área proyectada en 1,45 millones de has.

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Rem ¿Monitoreamos o miramos malezas?

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Rem Borrerias y Gomphrenas: dos que vienen creciendo

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Regionales ¡Se agrandó la familia!

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Testimonial Crecido en Aapresid

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Regionales La Regional Pigüé habla de ganadería

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Por el mundo APS: defendiendo los intereses del productor

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Regionales Renovando los aires en busca de nuevas ideas

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Maquinaria al Día Revivimos lo mejor del Farm Progress Show 2015

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Agricultura Certificada Remanso inquieto

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Rotando Novedades Los 5 momentos Aapresid en el 2015

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Sistema Chacras Tiempo de balances para la Chacra Bragado-Chivilcoy

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Agenda


Sigamos evolucionando El camino recorrido hasta hoy muestra el compromiso de Aapresid con los desafíos por venir. En 2015 diseñamos un plan de acción profundizando la misión Aapresid y llamando a los decisores políticos, instituciones y a la sociedad toda a involucrarnos para transitar el fortalecimiento de la agroindustria como base para la construcción de una Argentina para todos. También celebramos junto a FAO el Año Internacional de los Suelos, con el honor de pertenecer a una organización de vanguardia en materia de cuidado de este recurso.

Editor Responsable: Ing. Agr. María Beatriz “Pilu” Giraudo Redacción y Edición: Lic. Victoria Cappiello Colaboración: R. Belda, Ing. M. Bertolotto, Ing. M. Boffelli, Ing. F. Cappiello, Ing. L. Casco, Ing. G. Covernton, Ing. T. Coyos, S. Gasparini, Ing. A. Madias, Ing. M. Marzetti, Ing. S. Nocelli, Ing. S. Nocera, G. Ponte, Ing. L. Ventroni

De cara a los avances logrados en los Objetivos de Desarrollo del Milenio y su complementariedad con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU que son una apelación a los gobiernos, pero también un firme llamado a las empresas y a la población para que nos comprometamos con la sustentabilidad. Y el llamado de atención del Papa Francisco en LAUDATO SI acerca de reconocer que la Tierra es nuestra casa común alentando a hacernos preguntas de fondo para que nuestras preocupaciones ecológicas puedan resolverse, valorando nuestra capacidad de intervenir positivamente, afianzamos nuestra misión de “custodia de la naturaleza” y consolidamos el desarrollo de las BPAs. Lo hacemos a través de Sistema Chacras, que profundiza la investigación aplicada, y del Programa Rem, que promueve un enfoque sistémico sobre la problemática de malezas. Con Agricultura Certificada que no sólo sigue creciendo en el país sino que forma parte hoy de una plataforma de consulta para la CEE (Standard Maps) como uno de los estándares de certificación más exigentes del mundo. Renovando el desafío de encontrarnos con la sociedad y generar confianza a través de Aula Aapresid y de nuestra participación en la “Mesa Nacional de Diálogo para la Agricultura Sustentable”. A través de Prospectiva y su mirada hacia el futuro como faro de referencia tecnológica, enriquecidos por la territorialidad y protagonismo de las 37 Regionales distribuidas por todo el país y en el sur de Brasil. De la mano de GCAN (Global Conservation Agriculture Network) y la OMA (Organización Mundial de Agricultores) pudimos compartir toda esta capacidad de acción e innovación en la COP21, cumbre mundial de Cambio Climático.

Desarrollo de Recursos (Nexo): Ing. A. Clot, M. Morán.

El nuevo gobierno electo evidencia una gran esperanza, y refuerza nuestra voluntad de ponernos a disposición del Estado como colaboradores estratégicos en el desarrollo integral de la Nación.

Diseño y Diagramación: concepto3.com.ar

Trabajemos JUNTOS para que, por primera vez en la historia del planeta, entreguemos a las próximas generaciones mejores suelos que los que recibimos.


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Ac: producción sustentable de Argentina para el mundo Habiendo recorrido un camino de más de 8 años, Agricultura Certificada se consagra como marca país y se gana un lugar en el escenario internacional.

Agricultura Certificada hacia la globalización Por: José Luis Tedesco, Director Adjunto Agricultura Certificada. En el marco del XXIII Congreso Aapresid el multimillonario empresario, filántropo y productor agropecuario Howard Buffet, expresó: “Argentina tiene un proceso de certificación. Me encantaría tener uno así en Estados Unidos. El gobierno tiene que entender la importancia de este proceso y recompensarlo. Ustedes están haciendo algo en este país que el mundo tiene que entender”. Buffet hacía referencia al sistema de Siembra Directa y a su estándar de certificación Ac; porque si bien sabemos que la siembra directa como práctica simple es superadora respecto de la labranza, también es cierto que por sí misma no puede garantizar sustentabilidad. Desarrollado por Santiago Lorenzatti, junto a Sebastián Senesi y demás colaboradores, Ac lleva recorrido un camino de más de siete años. Recientemente, en uno de sus tantos viajes por el globo como portadora del mensaje de Aapresid acerca del Ecoprogreso y de

El Ing. Agr. Jose Luis Tedesco es socio de Aapresid y Director Adjunto del Programa Agricultura Certificada.

las producciones agropecuarias sustentables, nuestra incansable Presidente María Beatriz “Pilu” Giraudo tomó contacto con Alexander Döring, Secretario General de FEFAC. Esta cámara nuclea a 24 asociaciones nacionales de 23 países miembros de la UE, representantes de empresas productoras de alimentos forrajeros. La misma 3


compra 150 millones de toneladas por año de diversos commodities, como harina de soja, cereales, etc. y Argentina es uno de sus proveedores de harina de soja. Luego de ese primer contacto Alexander Döring visitó nuestra institución en dos oportunidades, una de ellas durante el Congreso Aapresid en la que junto a Mariano Boffelli Gerente del Programa Agricultura Certificada coordinamos un nuevo encuentro con productores certificados y nuestra Comisión Directiva. Así, durante septiembre, recibimos en persona al Presidente de FEFAC Ruud Tijssens, quien trajo la propuesta de sumar los protocolos de Ac a la plataforma de Standards Map (www.standardsmap. org). Esta plataforma, impulsada por FEFAC, permite comparar unos 180 estándares disponibles. Luego de cumplida la ardua tarea de cargar los protocolos en la plataforma, Alexander Döring manifestó: “estamos totalmente preparados para promover Ac en toda la Industria Europea de Alimentos, como un robusto programa que reúne todas nuestras recomendaciones para la producción de soja responsable”. Desde Aapresid celebramos este nuevo hito marcado por la difusión de Ac a nivel internacional a través de la plataforma de FEFAC, donde surge como standard de máxima exigencia a nivel global. Esta es una excelente noticia, no sólo para nuestra institución sino también para Argentina y para el mundo productivo más allá de nuestra frontera, que comienza a conocer un standard capaz de satisfacer los aspectos necesarios para lograr sustentabilidad. Actualmente, desde el programa Ac continuamos apostando al trabajo en equipo, en distintos frentes y a distintos niveles, desde lo local a lo global; con los gobier-

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nos provinciales y nacional, en proyectos que buscan generar incentivos y beneficios fiscales para quienes asumen la responsabilidad de producir sustentablemente, y comunicando a la sociedad de manera categórica a través de la certificación. Fuera de nuestras fronteras estamos avanzando en el reconocimiento del standard Ac por parte del Retailers’ Soy Group (RSG), cuyos requerimientos mínimos están basados en el de RTRS. Esto también representa una posibilidad de lograr mayor visibilidad, y de difundir Ac entre sus socios. Nuestro standard lleva recorrido un camino muy importante, y más importantes aún son las oportunidades y posibilidades que se abren a partir del posicionamiento de todas sus variantes: Ac, Ac grupal, Certificación de BPA y para Contratistas. Ante ellas, y de cara al futuro, debemos trabajar arduamente en la masificación de la adopción de estas propuestas de acuerdo al perfil productivo, como así también en líneas de investigación que nos permitan parametrizar Ac en el contexto de mitigación de los efectos del calentamiento global, a través de la reducción de emisiones y la fijación de gases de efecto invernadero. Agricultura Certificada (Ac) es la denominación que Aapresid eligió para su nuevo gran desafío: el de difundir y propiciar la utilización de un sistema de gestión de calidad específico para esquemas de producción en siembra directa. Ac es un paso más en la evolución natural de la siembra directa. Es una invitación a que cada empresa agropecuaria transite por un camino de mejora continua, alineando objetivos productivos y ambientales, en el corto y largo plazo.


Agricultura certificada: el futuro llegó hace rato. Por: Santiago Lorenzatti y Sebastián Senesi.

La implementación de un sistema de gestión de calidad ambiental y productiva implica no sólo realizar una agricultura precisa, rentable y sustentable – como muchos de los miembros de Aapresid ya vienen realizando- sino también describir y monitorear las acciones y conductas productivas de manera de poder demostrar que vamos por el buen camino. La meta final es alinear los objetivos, muchas veces contrapuestos, de producir más y simultáneamente conservar -o incluso mejorar- el ambiente.

El Ing. Agr. y Msc. Santiago Lorenzatti es socio de Aapresid, Miembro de Comisión Directiva y Director Adjunto del programa Prospectiva Aapresid.

La Ac consta de dos elementos constitutivos básicos: un manual de Buenas Prácticas Agrícolas (BPAs); y el uso, medición y regis-

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Ing. Agr y Msc. Sebastián Senesi es Director de la Maestría en Agronegocios y Alimentos de la UBA.

tro de indicadores de gestión ambiental con foco en el recurso suelo. Aapresid es el actor que mantiene vigente y actualizado el protocolo de BPAs y la medición de indicadores, tomando de la ciencia los avances que ocurran en este sentido y que puedan ser implementados a campo. Sin embargo, la certificación es desarrollada por una tercera parte (entidad certificadora), lo cual le da credibilidad y transparencia al sistema. El uso cotidiano de Ac permite a los productores tomar decisiones agronómicas con mayor sustento científico, conociendo de antemano el posible impacto de una decisión sobre la calidad de los recursos naturales involucrados. Es continuar por el camino de una agricultura sustentable, pero con mayor exigencia y rigor a la hora de la toma de decisiones. Es una profesionalización de la agricultura de la mano de la ciencia y de la experiencia de los productores. Es un esquema dinámico y flexible que promueve la incorporación de los avances científicos en la materia y la experiencia práctica de su implementación. No es una meta a alcanzar sino una invitación a transitar un proceso de mejora continua, pues su visión se enfoca en lograr una agricultura sustentable, ambiental, social, energética y económicamente. Desde los inicios mismos de Aapresid, quienes lideraron la implementación de la siembra directa comenzaron a experimentar que más allá de los beneficios agronómicos y económicos que veían en sus campos, había consecuencias positivas para el ambiente en su conjunto. Era evidente que la menor erosión, el uso eficiente del agua, la menor emisión de dióxido de carbono al ambiente y el aumento de la materia orgánica eran hechos que iban

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mucho más allá que el simple beneficio para la empresa agropecuaria. Comenzaba así a vislumbrarse el concepto de externalidad positiva de la siembra directa sobre el ambiente. Así los congresos, revistas, y jornadas a campo comenzaron a cubrir temas como cambio climático, bonos de carbono y su comercio, demanda y producción de alimentos, biotecnología, ecología y ordenamiento territorial. En síntesis, un abordaje profundo de la relación “producción/ambiente” con una mirada amplia, inclusiva e integradora; eje conceptual del accionar mismo de Aapresid. En este devenir la institución conoció a intelectuales y académicos de la talla de Norman Borlaug, Francesco Di Castri, Otto Solbrig, Klauss Amman, Ronald Reicosky, Guy Sorman, Rattan Lal, Chuck Rice, entre otros; quienes fueron enriqueciendo esta visión. Localmente, la figura de Héctor “Negro” Ordoñez, desde su rol de Director de la Maestría de Agronegocios y Alimentos de la UBA, fue decisiva. Ordoñez condujo la tesis de maestría de Santiago, cuyo foco fue el desarrollo y estudio de factibilidad de implementar Agricultura Certificada. Durante dos años se fue ajustando el contenido técnico base de Ac desde el staff de


Aapresid en interacción con académicos y entidades de investigación, para finalmente en 2008, en el marco del Congreso Aapresid, lanzar Agricultura Certificada. Hoy ya es una realidad con más de 30.000 hectáreas certificadas y más de 100 establecimientos en camino de lograrlo. En consecuencia “no hay un dueño de Agricultura Certificada. Es la evolución de ideas colectivas basadas en experiencias compartidas y acciones comunes. Es una muestra de construcción social de conocimiento, basado en la fuerza y el valor de las ideas, y el coraje para implementarlas. Es como la siembra directa misma; es su evolución; es Aapresid”. La implementación de Ac permite al productor agropecuario acceder a mejores herramientas para una gestión agronómica profesional, a través del registro ordenado de información y del análisis de indicadores de calidad edáfica y de eficiencia. Este es el verdadero y genuino aporte de Aapresid a la producción: brindar una herramienta que permita aumentar la eficiencia de los sistemas productivos, habilitando a un camino de mejora continua con reducción de costos y mejora de la rentabilidad. Entender que este es el verdadero valor agregado y la causa principal de adopción, es la llave para aprovechar al máximo la aplicación de Ac. Eso no quita que en simultáneo, al tener un proceso descripto, monitoreado y certificado, el productor pueda mostrar al resto de la sociedad cómo son los procesos de producción de alimentos y su impacto sobre el ambiente. Se crea así la oportunidad de capturar el valor de la externalidad positiva que Ac ejerce sobre el mismo. Este segundo escalón de agregado de valor sólo será viable en la medida que contemos con una

masa crítica de productores y hectáreas bajo Ac, y que seamos efectivos en poder mostrar nuestra verdad al resto de la sociedad. Ac ofrece a la cadena de valor la posibilidad de contar con los productores como parte importante y confiable de la producción sustentable. Los productores están interesados en cumplir con los estándares voluntarios porque pueden ser complementarios con sus objetivos estratégicos: mejorar la gestión interna posibilitando rentas relacionales en los negocios, cumplir con las mandatarias obligatorias, diferenciar sus productos o servicios y generar una marca, una identificación por parte de los consumidores que reduzca los efectos negativos del orden social o ambiental. Es decir que con Ac gana el productor, gana el consumidor, gana la sociedad. Aapresid y Ac son una marca. Una marca genera una relación de confianza entre vendedor y comprador, valoriza la relación entre la partes, genera valor, valor que no es sólo económico sino también ambiental y social. Ac cuida la rentabilidad del productor, al “hacer” una gestión productiva más eficiente y eficaz. Cuida el medio ambiente, mejorando los parámetros intrínsecos del suelo, preservando la biodiversidad y el agua. Cuida a la sociedad en su conjunto, asegurándole la producción de alimentos sin perjuicios para ellos. En estas redes vemos interacciones complejas entre compradores y vendedores, lo que a menudo crea dependencia mutua y altos niveles de especificidad de los activos. Esto puede ser gestionado a través de la reputación o de lazos familiares y étnicos. Muchos autores han resaltado el papel de la proximidad espacial en el soporte de los vínculos

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de las cadenas de valor relacionales, pero la confianza y la reputación pueden funcionar bien en redes espacialmente dispersas, en las que las relaciones se construyen a lo largo del tiempo o se basan en grupos familiares y sociales dispersos. Eso es lo que Ac genera entre lo rural y lo urbano. La producción y el consumo sostenibles constituyen un tema de interés creciente entre los consumidores globales. La presión en aumento de las organizaciones de la sociedad civil y las modernas tecnologías de comunicación han aumentado el grado de conciencia y la presión pública sobre el sector privado para aumentar su responsabilidad en la cadena de distribución y asegurar su contribución al mejoramiento de las condiciones ambientales y sociales dentro de la misma. Productores, consumidores y representantes de la industria se encuentran en foros para establecer criterios e indicadores de certificación de sustentabilidad. En este sentido, y más allá del reconocimiento en el orden local y regional de la marca, Ac ha sido incluida recientemente en una mega plataforma “Standards Maps” (www.standardsmap.org) en colaboración con de la Federación Europea de Alimentos Forrajeros, lo que le permite estar catalogada mundialmente como un fuerte estándar de certificación de sustentabilidad en la producción agrícola. El tan buscado proceso de internacionalización de Ac llegó. Agricultura Certificada es un compromiso que Aapresid asume para contribuir al aumento del bienestar de la sociedad local y global, en la resolución del conflicto Productividad vs. Ambiente. Es una oportunidad para capturar el valor diferencial de la siembra directa, nuestra siembra directa. Necesitamos líderes que la implementen, la sigan poniendo a prueba y la retroalimenten. Es la hora de volver a ser pioneros. ¡¿Contamos con vos?!

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La evolución de la siembra directa Por: Julián Baldunciel “Ac es el camino hacia una marca país y hacia nuevas ventajas comparativas en el mercado mundial de alimentos”, asegura Julián Baldunciel, Socio Aapresid y Presidente de la Regional Montecristo.

Conocí el sistema de Agricultura Certificada en un viaje de análisis y capacitación, junto al Presidente honorario Jorge Romagnolli y Santiago Lorenzatti, y me atrapó desde el primer momento, porque durante el diseño de Ac estas personas reafirmaron su capacidad de creación y pensamiento lateral, su visión de largo plazo y poder de superación, una vez instalado el sistema de Siembra Directa en el país. Es la evolución de la siembra directa, el no conformarse con mejoras continuas, la búsqueda de colocar a nuestra Argentina en los primeros podios del mundo. Mostrando prácticas de avanzada, confirmando que nuestras materias primas se originan con altos estándares de calidad, sustentabilidad y salubridad. Inicialmente no pude ingresar por razones económicas, ya que si bien la adaptación de procesos y procedimientos no era significativa, la sequía del año 2009 condicionó todo tipo de inversiones. Hoy, la ayuda de Solidaridad nos permite ingresar al sistema, por lo que siento un enorme placer y motivación. Placer porque podemos desde aquí plantear un sistema mejora continua. Lo escrito se puede analizar, gestionar,


evaluar y mejorar. Motivado porque quiero colaborar para que todos los agricultores argentinos puedan ingresar al sistema, de manera individual o colectiva. También vamos a certificar independientemente las Buenas Practicas Agrícolas para proveedores de servicios de siembra, pulverización y cosechas. Invitamos a los proveedores de servicios del agro a certificar sus prácticas y de esta forma jerarquizar, aún más, su tremenda capacidad de innovación. Asimismo queremos acompañar el proceso de contención y transparencia enla aplicación de prácticas que la sociedad nos está solicitando. Mi vida profesional me formó en la comercialización de bienes y servicios. Cuando llegué a la actividad agrícola ganadera sentí que perdí la capacidad de vender productos, sin posibilidad de darle ventajas

comparativas. Agricultura Certificada nos permitirá, tanto a mi empresa como a todos los que nos sumemos, VENDER productos, MOSTRAR procesos y COMPARAR prácticas que le den certidumbre a nuestros clientes, los consumidores. Las compañías de la industria alimenticia están mirando este proceso ya que sus productos necesitan, cada vez más, mostrar sustento en sus orígenes y procesos iniciales. Ac ofrece la posibilidad a conquistar mercados nuevos y sumar valor a nuestras exportaciones. Es el camino hacia una MARCA PAIS, hacia nuevas ventajas COMPARATIVAS en el mercado mundial de alimentos y hacia convertirnos en líderes, movilizando un país entero, socialmente inclusivo y económicamente viable.

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Rem

¿Monitoreamos o miramos malezas? Lo que hagamos en el campo hoy será clave para esta campaña y las siguientes. El monitoreo tiene como finalidad conocer la situación de malezas (diagnóstico) con el fin de tomar la decisión de aplicar las medidas de prevención, erradicación o control pertinentes. Los elementos que se brindan en las próximas secciones resultan centrales para obtener éxito, no sólo en la maximización del rendimiento del cultivo actual sino también de los futuros, en un marco de sustentabilidad. Los problemas que pueden causar las malezas superan con creces al ciclo de los cultivos anuales, ya que las mismas son un problema del lote y no del cultivo del año. A diferencia de lo que ocurre con las plagas y enfermedades, las malezas van a permanecer en el lote aún cuando no sembremos ningún cultivo o rotemos con uno diferente al actual.

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El criterio de “umbrales” no es útil en el caso de las malezas. En muchos casos el umbral debe ser cero, para evitar infestaciones que luego serán muy costosas, tanto desde el punto de vista económico como ambiental.

Método de monitoreo Consta de un trabajo previo al monitoreo en el lote y el trabajo de monitoreo en sí. En el primer paso, se debe definir un calendario anual de monitoreo con fechas relativamente constates en el año, lo que permitirá luego comparar los resultados obtenidos entre años. Este calendario dependerá de la zona, los cultivos y las malezas más importantes presentes en el lote. Como orientación, mí-


nimamente es necesario realizar monitoreos durante el barbecho (la cantidad de veces dependerá de su duración), al inicio del cultivo (hasta el cierre del entresurco) y antes de la cosecha. Paralelamente es necesario un monitoreo previo y posterior a cada aplicación de herbicida, con el fin de evaluar la eficacia de la aplicación y determinar posibles escapes por falla de la aplicación o posibles casos de resistencia. También debe definirse un listado de las malezas más problemáticas de la zona lo que permite, por un lado, una mejor planificación del calendario de monitoreo (ya que determina fechas claves para detectar emergencias o rebrotes), así como una más efectiva tarea en el campo, porque permiti-

rá tener presente “qué cosas no se pueden escapar” y dar la orden de control dirigido ante los primeros focos visualizados. En cuanto al trabajo de monitoreo en sí, el primer paso es identificar perfectamente el campo con sus coordenadas claramente señaladas y, de ser necesario, “zonificar” el relevamiento (por ejemplo, dividiendo “loma” de “media loma” ó “bajo”). Es necesario hacer el monitoreo en 3 sectores bien definidos: cerca de los alambrados o bordes, en la entrada de la cosechadora y en el interior de lote. Los 2 primeros sectores se monitorean con el fin de detectar tempranamente posibles ingresos de malezas al lote. El mismo se hará recorriéndolos en su totalidad y anotando la presencia

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de malezas potencialmente problemáticas que no se encuentren en el interior del lote, y que podrían por lo tanto necesitar un tratamiento específico. El monitoreo en el sector 3 se hará siguiendo una “W”. Se tomarán 10 “puntos” o sitios de muestreo para un lote de una superficie promedio de 15 a 50 hectáreas. El aumento o disminución en el número de puntos, para lotes de mayor o menor tamaño respectivamente, quedará a criterio de quien realice el monitoreo. La observación entre estaciones es fundamental para detectar posibles pequeños manchones o plantas aisladas de malezas que, aunque en baja frecuencia, ameriten un tratamiento específico, por ejemplo matas aisladas de Sorgo de Alepo resistente. Cada una las muestras o sitios de muestreo es un círculo de aproximadamente 1.7 m de radio (10 m2) teniendo como centro al observador. En cada una deberán anotarse las especies presentes y, una vez terminadas las 10 estaciones, registrarse la densidad (estimada por el Indicador Poblacional de Abundancia o IPA) y tamaño (estimado por el Indicador Poblacional de Estado Fenológico, IPEF) de cada especie (Tablas 1, 2 y 3).

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Deberá prestarse especial atención a la hora de diferenciar nuevos nacimientos de fallas en la aplicación anterior, situación que también deberá registrarse. Teniendo en cuenta el nivel de malezas, integrando el estado del cultivo y el ambiente, se determinará luego el nivel de alerta. Así, el nivel verde indica que hasta el momento no deben tomarse medidas, el nivel amarillo indica que se está cerca del umbral de tratamiento y que debe monitorearse en un plazo no mayor a una semana. Por último, el nivel rojo indica que debe procederse de inmediato a la pulverización u otra acción. Guardar estos registros es fundamental para una mejor planificación de la próxima campaña. En ese camino, ya existen aplicaciones para celulares y tablets que facilitan la carga de datos, así como su análisis posterior y la posibilidad de compartir la información. Para más información, el “Protocolo para Diagnóstico de Malezas en Cultivos Extensivos”, elaborado por Rem, CREA, AAPPCE, especialistas de INTA y universidades, puede descargarse desde la web: www.aapresid.org.ar/rem/wp-content/ uploads/sites/3/2014/10/Protocolo-deMonitoreo-Final.pdf


Tabla 1. Planilla de monitoreo. Nombre científico, Código Bayer, Ciclo de Vida, una celda destinada a registrar la presencia de cada especie (tildar) en cada estación de muestreo, y otra a para indicar el IPA y IPEF de cada especie al finalizar el monitoreo. Los espacios adicionales permiten anotar especies no listadas.

Tabla 2. IPA (Indicador Poblacional de Abundancia). Estimación visual.

Tabla 3. IPEF (Indicador Poblacional de Estado Fenológico). Estimación visual.

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Rem

Borrerias y Gomphrenas: dos que vienen creciendo Ya está disponible la última publicación de la Red de conocimiento en malezas resistentes (Rem) referida al manejo y control de estos géneros en plena expansión.

Esta útlima publicación prsentada por la Rem está dedicada a Borrerias y Gomphrenas, dos géneros dentro del grupo de malezas tolerantes a glifosato que vienen incrementando fuertemente la superficie afectada en nuestro país. Muy complejas en su manejo, estas malezas se limitaban años atrás a zonas muy puntuales, pero en la actualidad afectan una parte significaticativa del área agrícola que va desde San Luis, Córdoba, Entre Ríos, centro y norte de Santa Fe hasta NEA y NOA. Si bien el nivel de infestación no es parejo en todas las zonas, existen lotes muy comprometidos, sobre todo en las regiones del norte del país y Córdoba.

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Existen algunos aspectos de estas malezas que contribuyen a su predominio. Entre ellos se destaca su elevada tolerancia no sólo a glifosato sino también a herbicidas de contacto, lo cual obliga, cuando la maleza excede el estado de plántula, a recurrir a tratamientos de “doble golpe” como única alternativa posible (aplicaciones secuenciales separadas 7-10 días) y de resultados no siempre satisfactorios. Otro factor que ha contribuido a que estos géneros presenten un crecimiento tan marcado ha sido su tolerancia a niveles considerables de estrés y su capacidad de adaptación a climas muy variables, así como a suelos de distintos pH.


Esta guía presentada por la Rem sigue la línea de anteriores publicaciones de manejo de malezas problema divulgadas por el Programa, y pretende cubrir los aspectos relacionados al reconocimiento y diferenciación de las principales especies que comprenden estos géneros: Borreria spinosa, Borreria verticillata, Gomphrena pulchella, Gomphrena perennis y Gomphrena martiana.

También se incluyen en esta publicación aspectos de biología que hacen al manejo de estas especies, como requerimientos para la germinación, fecundidad, capacidad de rebrote, etc. Por último la guía se enfoca en las posibilidades de control químico, teniendo en cuenta que, para estas especies, la eficacia de los herbicidas disminuye significativamente a medida que la planta aumenta su tamaño, origina rebrotes o transita condiciones de estrés.

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Regionales

Calle San Martín, Colonia Caroya

¡Se agrandó la familia! Aapresid sigue sumando productores y técnicos en todo el país. Damos la bienvenida a la nueva Regional Colonia Caroya. La flamante Regional cordobesa reúne a productores y técnicos de las zonas de Colonia Caroya y Jesús María. Liderados por la Ing. Agr. Evelyn Mazzucco, hoy en el rol de ATR, el grupo decidió hacer realidad una intención que venía gestándose desde hace tiempo.

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Con Dario Rossi (Nuevosol S.A.) como Presidente y Eliana Peressini (Edgar Zamora) como Tesorera, este puñado de productores a la cabeza de sistemas mixtos y de profesionales a la vanguardia de las innovaciones agro-ecológicas, decidió hacer frente a los desafíos que interpelan a la producción primaria, en una región donde la ganadería cobra un protagonismo fuerte.


ยกBienvenida Regional Colonia Caroya a la familia Aapresid! Forman parte de este grupo Alberto Micoli, de la empresa Tte. El ร guila, Edgar Zamora, de la empresa Edgar Zamora, Marina Taborda, Luis Uanini, Juliรกn Peressini y Leonardo Rossi, de la empresa Nuevosol S.A.

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Regionales

La Regional Pigüé habla de ganadería La última UPA liderada por esta regional del sudoeste bonaerense tuvo como eje la discusión de estrategias ganaderas en el contexto actual.

El pasado jueves 19 de noviembre la Regional Pigüé reunió, en el Salón de Eventos de la Cooperativa La Alianza, a más de 60 personas entre productores y técnicos de la zona con un único objetivo: hablar de ganadería. Para ello invitaron al Ing. Agr. Darío Colombatto, PhD en Nutrición Animal, Profesor en el Depto. de Producción Animal de la FAUBA e Investigador Adj. de CONICET, quien se refirió no sólo a la situación actual de la ganadería en nuestro país, perspectivas y posibilidades de inversión, sino también a estrategias de suplementación y rentabilidad. Panorama ganadero actual y perspectivas. La fuerte caída que sufrió el stock ganadero a nivel nacional, estimada en casi 10 millones de cabezas en el período comprendido entre 2007 y 2011, tuvo como principales causas las trabas a las exportaciones impuestas por el gobierno y el desvío de tierras tradicionalmente ganaderas hacia la agricultura, proceso posible gracias a la aplicación de tecnologías como la siembra directa. El 93% de la producción nacional se destina al mercado interno, exportándose sólo 18 Red de INNOVADORES

el 7% restante, a su vez conformado en un 50% por menudencias y vísceras (mondongo, corazón y tendones principalmente). El cierre de las exportaciones se tradujo en una disminución de las categorías pesadas (novillos de más de 450 kg) debido a la preferencia del mercado local por animales más livianos, que incrementaron su proporción en el stock. Un aspecto positivo de esta tendencia fue el acortamiento de la invernada, cuya duración pasó de 18 a 12 meses. Esta reducción también se vio favorecida por la inclusión del feed-lot como sistema de engorde, en el cual la eficiencia de conversión alimenticia es mayor que en los sistemas a campo. Como contraparte, la disminución del stock de las categorías novillo y novillito, que funcionaban como una suerte de “reserva” en el mercado, provocó una menor capacidad para amortiguar los cambios en la demanda, cuestión que se traslada inevitablemente a los precios. Otro efecto negativo de este fenómeno fue la mayor inclusión de vacas en la faena, lo que disminuyó el número de madres a nivel nacional.


Colombatto remarcó la necesidad de aumentar las exportaciones en pos de favorecer la ganadería, explicando que para ello debería disminuirse el consumo interno, pasando de 65 kg/persona/año a 55kg/ persona/año. Si bien esta baja parece considerable, el especialista señala que no constituye el verdadero problema, que radica hoy en la muy mala distribución de la producción en el mercado interno, donde mientras un estrato de población consume cerca de 90 kg de carne por año, otros apenas rozan los 20 kg/año.

producto muy valorado a nivel internacional. Por último, la excelente genética animal y los recursos disponibles que permiten explotarla, así como la voluntad de los productores, son aspectos a remarcar. Por otro lado, la enorme cantidad de integrantes a lo largo de la cadena de procesamiento y venta de carne se traduce en un aumento de la capacidad ociosa, y por lo

Refiriéndose a la situación actual y perspectivas de Argentina en el mercado mundial de la carne, Colombatto destacó como aspecto positivo la firmeza de la demanda de alimentos a nivel global -explicada por el crecimiento demográfico-, dentro de la cual la carne tiene un rol importante. También indicó la importancia de la “marca país”, que hace de la carne argentina un

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tanto en subas en el precio difíciles de eliminar. Los altos costos de producción que golpean el margen bruto, la pérdida de confiabilidad por parte de países compradores – producto de malas decisiones tomadas en el pasado -, sumados al tiempo que se requiere hoy para reponer el stock perdido, son otros de los factores negativos que impactan sobre el sector. Claves para incursionar en la ganadería Colombatto comentó los aspectos básicos que un productor debe tener en cuenta si desea embarcarse en la actividad ganadera. Lo primero a considerar son las grandes inversiones en capital que este tipo de explotaciones exige. Las mismas van desde alambrados, aguadas y demás instalaciones hasta la compra de vientres como madres o terneros para engorde, en el caso de optarse exclusivamente por invernada. Otro aspecto importante es la asignación de los recursos disponibles para la producción de buenos niveles de pasturas, sean estas artificiales o naturales mejoradas. Finalmente deberá elegirse el método de engorde, que puede ser a campo o a corral, y en caso de optarse por este último, deberá definirse además si la alimentación será en autoconsumo (consumo ad libitum) o diaria. Efectos de la suplementación durante las distintas etapas de engorde. Durante la etapa de pastoreo, las claves de la suplementación residen en priorizar las actividades a realizar, plantear objetivos claros y alcanzables y definir una estrategia adecuada. Otro aspecto importante en esta etapa es asegurar una elevada producción de pasto de buena calidad, de forma que cada animal coma, a igual tasa de bocado, más y mejor pasto. Definido lo anterior, los efectos que producirá la suplementación en una dieta pas20 Red de INNOVADORES

toril, dependerán de la calidad del forraje ofrecido. Con forrajes de buena calidad se produce lo que se denomina sustitución por suplementación, es decir, el animal deja de comer forraje para comer suplemento, lo que puede aprovecharse para aumentar la carga por hectárea. Por el contrario, cuando el forraje es de baja calidad se producen dos efectos. En una primera instancia se da un fenómeno de “adición por estímulo”, por el cual el consumo de suplemento estimula al animal a consumir más forraje, generando una mayor ganancia de peso diaria. Pero cuando la cantidad de suplemento supera cierto nivel, este proceso alcanza su límite y el consumo de forraje cae notablemente, lo que impacta sobre la ganancia de peso diaria. Durante la recría, la suplementación cumple un rol crucial, puesto que se trata de una etapa de desarrollo muy importante en la vida del animal. La buena alimentación post-destete es fundamental para asegurar una buena performance y una buena calidad de carne. La desnutrición post-destete genera efectos irreversibles en la vida del animal, por lo que nunca debe descuidarse el estado nutricional durante la recría, ya sea se trate de animales destinados a engorde y faena, como de hembras reservadas a la producción de terneros. En la etapa de terminación, el maíz es el principal componente de las raciones de suplementación, ya que aporta un alto nivel de energía a la dieta. El maíz es utilizado como patrón de comparación para determinar el valor nutritivo de los demás suple-


mentos. Así, por ejemplo, la cebada tiene un 88% del valor nutritivo del maíz, el trigo aproximadamente un 85% (con mayores probabilidades de generar acidosis), la avena entera un 80% (aportando también fibra a la dieta) y el sorgo entre el 80%, 85% y 92% del valor nutritivo del maíz, según sea alto o bajo en taninos, o sorgo blanco respectivamente. Cabe aclarar que el aporte de energía a la dieta se debe al contenido de almidón que presenta cada uno de los cereales antes mencionados. Otro aspecto importante es el tamaño del grano, puesto que el mismo se relaciona inversamente con la velocidad de fermentación y por lo tanto con el riesgo de acidosis. A mayor tamaño de grano la fermentación del alimento en el rumen es más costosa y prolongada, disminuyendo así la probabilidad de sufrir esta patología. Una alternativa frente al suministro diario de suplemento es la utilización de sistemas de autoconsumo, que permiten que los animales se alimenten ad libitum. Dichos sistemas simplifican el proceso disminuyendo las labores diarias necesarias. Otra ventaja que presentan sobre la suplementación diaria es que el tiempo de consumo por animal es más constante.

Un aspecto fundamental a la hora de llevar a cabo un plan de suplementación es realizar la correspondiente adaptación a cualquier nueva dieta. El aporte de granos genera un desequilibrio metabólico en el sistema digestivo del animal, por lo que debe adaptarse con suficiente tiempo para disminuir los riesgos de acidosis. Otra forma de evitar esta patología es a través del aporte de fibra en la dieta. El suministro de henos favorece la rumia y con ello la producción de grandes volúmenes de saliva, que amortigua (buffer) los procesos de acidificación. La rentabilidad de los sistemas ganaderos Finalmente, Colombatto se refirió a la rentabilidad de los sistemas ganaderos, destacando cuatro aspectos fundamentales a tener en cuenta en este sentido. En primer lugar debe considerarse el precio de venta, y en relación a este, la posibilidad de vender durante los meses de febrero, marzo y/o abril, cuando los precios históricos mensuales expresan su mayor valor y estabilidad (especialmente en febrero). En segundo lugar deberá pensarse en el precio de compra de los animales. Lo más económico es sin dudas el ciclo completo, tomando terneros para engordar en el mismo sistema. Pero cuando esto no sea posible debe serse muy cauteloso respecto del precio de compra, ya que el mismo tiene un rol decisivo en el éxito del ciclo productivo. Luego, habrá que evaluar el índice de conversión, que explica cuan eficientes son los animales en transformar un kilogramo de alimento en carne o, dicho de otra manera, cuántos kilogramos de alimento son necesarios consumir para producir un kilogramo de carne. Finalmente habrá que considerar el precio del grano. Este factor se encuentra último en la escala de valores de la rentabilidad puesto que, si bien impacta sobre los costos de producción, la magnitud de su incidencia es mucho menor de lo que normalmente se cree. 21


Agricultura Certificada

Remanso

inquieto

Lejos del conformismo, El Remanso de Roggero S.A se embarcó en el camino de la mejora continua. Tras meses de activo trabajo y de grandes cambios, la firma muestra orgullosa su sello Ac. Luego de un arduo trabajo junto su facilitadora María Laura Droffa, David “Bachi” Roggero logró la doble certificación AC y RTRS de su establecimiento Los Retoños. Así, el titular de la firma El Remanso de Roggero S.A. se suma hoy a la larga lista de empresas certificadas en el marco del Proyecto ACR8, iniciado en 2013 con la co-financiación de IDH y el apoyo de Solidaridad. 22 Red de INNOVADORES


“Con el pecho inflado”. Luego de muchos meses de trabajo, Bachi muestra orgulloso los resultados de la reciente certificación AC de su establecimiento Los Retoños. Los Retoños se ubica en las cercanías de Vicuña Mackenna, una zona caracterizada por un promedio de 850-900 mm anuales y por suelos haplustoles enticos, con más del 70 % de arena y muy susceptibles a la erosión eólica. Se trata de un campo propio que se trabaja bajo siembra directa continua desde el año 1996-97, en la gran mayoría de sus lotes. Sobre los objetivos que lo condujeron a sumarse a Ac, el 4to Vocal de la Comisión Directiva y miembro del Comité Ejecutivo extendido de Aapresid destaca “la necesidad de empezar a recorrer el camino por el que el mundo conducirá - tarde o temprano - a los productores de materias primas. Ese camino está marcado por nuevas exigencias que buscan brindar a los consumidores la posibilidad de conocer quién produjo la materia prima, dónde y bajo qué condiciones”.

La certificación surgió para Bachi como una oportunidad no sólo de hacer cada proceso y registro más eficientes, sino también de transitar un proceso de mejora continua en lo ambiental, lo económico-productivo y lo empresarial, gracias al sistema de gestión de calidad. “Cualquier productor puede contarle a la sociedad de manera verbal la forma en que produce. Con la implementación de Ac, lo verbal queda plasmado en documentos formales que detallan el cómo, el quién y el cuándo de cada etapa del proceso productivo. Así, Ac debiera ser vista como una excelente herramienta para llevar tranquilidad a la sociedad respecto de cómo producimos”, explica.

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En el camino de las buenas prácticas. En términos de rotaciones, el sistema está integrado por gramíneas y leguminosas. Respecto de las primeras, el maíz y el trigo son los elegidos como cultivos de cosecha, mientras que el centeno se incorpora como cultivo de cobertura para intensificar la rotación. Si bien hoy por hoy la soja es la leguminosa de cosecha “por excelencia”, se está trabajando en la incorporación de vicia a la rotación como cultivo invernal de cobertura. Al respecto, Bachi explica que “las gramíneas en los suelos de la zona son fundamentales para sostener el balance de carbono y la cobertura superficial, puesto que el clima reinante determina altas tasas de mineralización. Este aumento de la intensidad se debió también a una cuestión de rentabilidad, concretamente a la búsqueda de alternativas - como el centeno de cobertura– al cultivo de trigo, el cual se ha vuelto económicamente inviable en las últimas campañas”. Respecto del Manejo Integrado de Plagas o MIP, los Roggero establecen en primer lugar prácticas culturales como el atraso o adelanto de la fecha de siembra, el uso de cultivos OGMs y los monitoreos sistemáticos. Estas estrategias permiten adelantarse al avance del ciclo de las plagas y enfermedades, minimizando la cantidad de aplicaciones y las dosis necesarias. Lo anterior, sumado al uso de aquellos productos de menor toxicidad, son herramientas importantes para reducir el impacto de las aplicaciones sobre el medioambiente. A la hora de aplicar, siempre se contraponen las condicion es climáticas reinantes y pronosticadas a futuro, además de prestar especial atención a la fauna benéfica que en algunos casos puede determinar una no aplicación.

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En términos de malezas, la zona viene lidiando con algunos casos de resistencia en Amaranthus, Sorgo de Alepo, Chloris y Pappophorum. Como estrategias de manejo, además del ajuste de las fechas de siembra, Bachi prioriza el uso de cultivos de cobertura y la adecuada rotación, tanto de cultivos como de principios activos. “Cuando se habla de malezas resistentes debe mantenerse una visión de sistema; esto significa que no sólo debe pensarse en el herbicida que se aplicará en cada caso, sino también en cómo se planificará la continuidad de la rotación. Esto es fundamental si no queremos sufrir dolores de cabeza más adelante o recurrir a nuevos principios activos y mayores dosis”, advierte Bachi. Respecto del uso eficiente y responsable de fitosanitarios, el foco está puesto en respetar todas las medidas de seguridad, especialmente el uso de los EPP (Equipo de Protección Personal), el tratamiento y la disposición final de envases. Asimismo se hace mucho hincapié en la técnica de pulverización, que se realiza con maquinaria propia, buscando la máxima eficiencia en cada situación. El mantenimiento y chequeo del pulverizador son permanentes, así como la capacitación y habilitación formal del personal a cargo. La receta fitosanitaria para cada aplicación es confeccionada por un asesor fitosanitario. “La definición del uso del EPP como requisito para trabajar, así como las capacitaciones en el tema han sido muy bien recibidas por el personal, que es consciente de la seguridad que estos brindan”, resume el productor. Si bien las buenas prácticas son trabajadas en todos sus ejes gracias a la implementación de AC, la fertilización estratégica es todavía una cuenta pendiente. “Lamentablemente estamos en deuda con el sistema respecto de la reposición de nutrientes, que no es suficiente para devolver al suelo lo


que le extraemos. Esto se debe mayormente a la coyuntura económico/política actual, a la que se suma una limitación de tipo ambiental, por estar el campo en una zona marginal”, explica Bachi. Así, las decisiones de fertilización se toman en base a una planificación económica y al pronóstico meteorológico de corto y mediano plazo. “Deseamos que la situación se modifique y favorezca esta práctica tan necesaria para la sustentabilidad de los sistemas”, concluye. En orden de medir el impacto de la implementación de Ac sobre la sustentabilidad de los sistemas de producción en sus ejes ambiental, social y productivo, el programa define una serie de indicadores. Al respecto, Bachi explica que “si bien las mediciones son recientes, lo cual impide analizar una evolución, los puntos a evaluar están claros: desde lo agronómico se prioriza la medición de cobertura y niveles de materia orgánica;

desde lo empresarial el cumplimiento en el uso de los EPP y la ausencia de accidentes laborales, mientras que en lo ambiental buscamos aumentar la proporción de productos banda azul y verde en las aplicaciones”. En el eje social, Roggero se muestra entusiasmado con la forma en que la comunidad en general percibió la incorporación de Ac. “Al explicarles sobre la implementación del sistema, cada una de las partes involucradas se mostró gratamente sorprendida, y es por eso que tenemos que continuar contagiando a los productores para que se sumen a esta propuesta que, indefectiblemente, lleva tranquilidad a la sociedad”, asegura. Desde Aapresid felicitamos a Bachi por su gran trabajo, a María Laura por su asesoramiento y a Diana Gaglietti, de la firma Schutter, responsable de la Auditoría.

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Sistema Chacras

Tiempo de balances para la Chacra

Bragado-Chivilcoy

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Un repaso por los aciertos, errores, aprendizajes y nuevos desafíos de la mano de su GTD Ignacio Alzueta.

En este último tiempo el grupo que conforma la Chacra Bragado-Chivilcoy ha aprendido mucho en lo relativo a los cultivos de cobertura (CC) y al manejo de malezas, entre muchas otras cuestiones. Asimismo ha descubierto nuevas incógnitas que delimitan el camino a seguir en el futuro. Ignacio Alzueta, Gerente Técnico de Desarrollo (GTD) de la Chacra, nos cuenta sobre la experiencia. 26 Red de INNOVADORES

Auspicia


El origen de la Chacra Bragado-Chivilcoy El proyecto surge de una iniciativa de empresas y asesores miembros de la Regional Aapresid homónima, con la finalidad de acortar la “brecha productiva” entre los rendimientos alcanzables y los logrados en el promedio de los lotes de producción. El área de influencia de la Regional y de la Chacra abarca los Partidos de General Viamonte, Bragado, Alberti, Chivilcoy, Chacabuco y 25 de Mayo, todos de la provincia de Buenos Aires. La misma está conformada por 14 miembros.

Cultivos de cobertura: lecciones aprendidas.

En relación a los CC, Alzueta remarca varios aspectos, tanto positivos como negativos, que han contribuido al aprendizaje del grupo. Entre lo positivo el GTD destaca los muy buenos niveles de cobertura y producción de materia seca que han logrado obtener, aún con fechas de siembra bastante más tardías que las comúnmente utilizadas. Si bien las siembras debieron retrasarse por excesos hídricos hacia finales de julio y principios de agosto durante las últimas dos campañas (en lugar de marzo/ abril como fuera planificado), se alcanzaron aportes de carbono similares a los de cultivos invernales de cosecha como trigo o cebada.

Otro punto a destacar fue la experiencia de la consociación de especies gramíneas y leguminosas como vicia con centeno o avena, mezclas que brindaron un plus de productividad respecto a la producción de cada uno de estos cultivos en forma individual. Por otro lado se observó, gracias al aporte de N de CC basados en vicia (20-30 kg/ha de N), una reducción en los costos de los cultivos inmediatamente posteriores en la rotación. De hecho, algunos de los miembros de la Chacra han experimentado aportes sobre trigos realizados en el invierno siguiente. Por último, se encontró en los CC una excelente herramienta para la supresión de malezas, puesto que redujeron notablemente el stand de malezas invernales y primaverales y al mismo tiempo debilitaron

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plántulas emergidas de aquellas especies más problemáticas, como rama negra, permitiendo un mejor control químico de los barbechos estivales. Como aspecto negativo, se presentaron algunos problemas de implantación en maíz y soja. En el primer caso hubo una mayor variabilidad espacial y temporal en el establecimiento del cultivo, mientras que en la leguminosa se vio una disminución en el logro. Cabe destacar además el efecto de los CC en la disminución de la capacidad operativa a la siembra ya que retrasan en algunas horas el inicio de la jornada -por la mayor humedad de suelo-, respecto de los lotes provenientes de barbecho. Otro punto negativo es el aumento de los costos sin un retorno directo de estos cultivos. Dependiendo de las especies y del manejo, estos pueden ser de entre 500 y 1000 $/ha. Frente a cada respuesta, nuevos interrogantes

Según Alzueta, la Chacra tiene todavía algunas incógnitas a resolver. Por ejemplo, sería interesante estudiar qué sucede en años de menor oferta hídrica, años promedios o secos en términos de productividad de los CC y de sus efectos sobre cultivos posteriores. Por otro lado, sería bueno probar de qué manera se pueden reducir los costos de implantación y manejo de estos cultivos, ya sea con siembras al voleo, manejo de la fertilización, densidad, etc. Por último, podrían evaluarse diferentes manejos, como fechas de siembra anticipadas a la cosecha del cultivo anterior (por ejemplo con siembras aéreas) y diferentes densidades de siembra.

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Contribuciones de la Chacra en manejo de malezas La experiencia de la Chacra en el tema malezas se enmarca en un plan de largo plazo definido junto al Programa Rem y la FAUBA, orientado a desarrollar un censo zonal de las principales malezas y evaluar cómo diferentes estrategias de manejo afectan su frecuencia de aparición y abundancia. En este sentido, las principales estrategias analizadas fueron los CC, la intensificación de cultivos (mayor número de cultivos por campaña) y el incremento del uso de insumos (principalmente nutrientes), reportándose diferencias en la supresión de malezas y en el control de las especies más difíciles. Volviendo sobre las alianzas institucionales, Alzueta destaca que “la acción conjunta con la Rem y la FAUBA (Facultad de Agronomía

de Buenos Aires) en diversos proyectos, incluyó en este último caso la generación de un espacio para 6 estudiantes de grado y 1 de postgrado, que desarrollan su trabajo final de carrera o tesis en la temática”. ¿Rendimiento o sustentabilidad? Al respecto, el GTD explica que “si bien el principal objetivo de la Chacra es trabajar sobre las brechas existentes, apuntando a la maximización de la producción y a la estabilidad de los rindes, ningún proyecto es posible sino busca implícitamente la sustentabilidad del sistema (ambiental, económica y social). Por lo tanto ambos conceptos están siempre en el centro de nuestros objetivos”.

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Compartiendo experiencia

Erosión hídrica: ¿cómo afecta el ambiente? El primer paso para controlar este peligroso proceso es conocer los factores que lo determinan. Por: Geronimo Ponte – Pasantías Aapresid. La erosión hídrica es un proceso que se caracteriza por la desagregación de las partículas primarias y de los agregados de la masa del suelo, producto del impacto de la gota de lluvia o de la abrasión, y su transporte por salpicado o escurrimiento del agua (Denoia, 2014). Según Denoia (2014), el impacto de la gota de lluvia sobre la superficie del suelo constituye el punto de partida del proceso ero-

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sivo, que continúa con el transporte de las partículas del material desprendido hacia la parte baja del terreno y finaliza cuando dicho material queda depositado en sectores bajos o es tomado por vías de escurrimiento y transportado nuevamente. De esta forma, el proceso erosivo puede dividirse en dos fases. La primera de ellas es la fase de desagregación, que se caracteriza por el rompimiento de los agregados o desprendimiento de las partículas del suelo producto del impacto de las gotas de lluvia y el transporte de las mismas por salpicado.


Las distintas etapas del proceso de erosión hídrica. Fuente: Cátedra de Manejo de Tierras, Facultad de Ciencias Agrarias, UNR. 2012

Luego del rompimiento de los agregados, el próximo paso involucra un proceso de reordenamiento de las partículas de suelo y la consecuente reducción de poros. Por último, se produce una compactación y formación de sellos superficiales, reduciendo drásticamente la infiltración. A medida que se disminuye la capacidad de infiltración del suelo, se produce una lámina de agua superficial que contiene en suspensión partículas de suelo provenientes de la des-

trucción de agregados (Denoia, 2011). La cantidad de material transportado por salpicadura se da en los primeros instantes de comenzada la lluvia (2 a 3 minutos), cuando la superficie se halla cubierta por una película de agua. De continuar la lluvia, la lámina de agua aumenta en espesor y el impacto de las gotas no se da directamente sobre el suelo, por lo que la cantidad de partículas removidas tras cada impacto disminuye (Denoia, 2011).

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Escurrimiento superficial de agua y transporte de partículas en suspensión.

La segunda fase es la de transporte, la cual se caracteriza por el desprendimiento de las partículas del suelo por abrasión, y el transporte de las mismas por escurrimiento. Esta etapa se inicia una vez que hay material desagregado y se ha formado la lámina de agua en la superficie. El agua se desplaza pendiente abajo, arrastrando consigo material en suspensión. Existe un límite definido para la cantidad de sedimentos que puede ser transportada en suspensión. Cuando se ha alcanzado este límite, el agua no puede llevar más materiales sin acelerar la velocidad o aumentar la profundidad. Cualquier disminución en estas variables determinará la sedimentación. Ambas fases de la erosión están influenciadas estrechamente por la cobertura que posea el suelo. La cubierta - ya sea viva, como un cultivo, o muerta, como un rastrojo - funciona como una protección, tanto frente al impacto de las gotas de lluvia como al escurrimiento del excedente hídrico que no logró penetrar en el perfil del suelo y que escurre pendiente abajo (Denoia, 2011). ¿Cómo afecta la erosión hídrica el ambiente? Como se dijo anteriormente, la erosión hídrica produce la desagregación de las partículas del suelo afectando directamente la estructura del mismo. El problema principal radica en que el horizonte más vulnerado por este proceso es el superficial, el cual presenta los mayores niveles de nutrien-

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La erosión hídrica afecta la dinámica del agua en el suelo.

tes y materia orgánica. En otras palabras, la erosión degrada el horizonte más importante que presenta el suelo. Un factor que se ve influenciado por este proceso es el de dinámica hídrica del suelo. Al deteriorar la estructura del mismo se dificulta el ingreso de agua al perfil, lo cual disminuye la cantidad de agua útil disponible para los cultivos. La formación de costras y sellos superficiales aumentan la cantidad de agua que escurre superficialmente pendiente abajo y, por ende, potencian el proceso de erosión durante la fase 2. ¿Cómo se puede medir la erosión hídrica a campo? Hay distintas formas de medir a campo la pérdida de suelo por erosión. Una forma práctica implica comparar la profundidad del horizonte superficial del área que está sufriendo erosión hídrica con la profundidad del horizonte superficial de otro sector que se considere no afectado por dicho proceso. Dicho sector, que puede encontrarse dentro del mismo campo o en las cercanías, no debe estar influenciado por la actividad agrícola y debe corresponder a una zona elevada (puede ser en una tapera o alguna parte alta del lote donde por algún motivo no se realiza agricultura).


Cabe destacar que no debe elegirse como perfil de referencia aquel que se encuentre debajo de los alambrados, puesto que allí es donde al frenar el agua de escurrimiento decantan parte de los sedimentos en suspensión, lo que eleva la profundidad del horizonte superficial y conduce a una sobreestimación del grado de erosión. También se puede estimar el nivel de erosión midiendo en forma periódica la altura entre la superficie del suelo y una marca utilizada como referencia inicial. Este método consiste en enterrar una varilla en el lote que está siendo sometido a la erosión y medir en forma periódica la altura que hay entre la superficie del suelo y la marca que hicimos sobre la estaca. De esta manera uno puede ver la evolución de la erosión en el tiempo. Otra forma de estimar a campo el grado de erosión es, en caso de presentar surcos hondos o cárcavas, midiendo el volumen

de tierra removidos por la erosión. Mediante esta técnica además se puede conocer el volumen de tierra necesario en caso de que se desee rellenar (Denoia, 2011). Algunas alternativas para contrarrestar el efecto de la erosión Cultivos cortando la pendiente principal Esta práctica se realiza fundamentalmente cuando el terreno presenta una pendiente suave y uniforme. Consiste en realizar la siembra de un cultivo en dirección perpendicular al sentido de la pendiente principal del terreno. El objetivo es reducir la velocidad del escurrimiento superficial del agua a través de la rugosidad creada por los cultivos. La eficacia de esta práctica está asociada al sistema de labranzas adoptado y a la rotación de cultivos (Denoia, 2007).

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Cultivos en contorno o siguiendo una curva de nivel Consiste en la adaptación del sentido de siembra y de las labores a una o varias líneas de gradiente cero (Curvas de nivel). Al igual que la alternativa anterior, a través de esta práctica se busca reducir la velocidad del escurrimiento superficial y así disminuir la cantidad de suelo removido por erosión. Para su uso, hace falta el marcado de una o varias líneas guías que sirvan de referencia para realizar tanto las labores como la siembra. Hay que prestar especial atención en aquellos suelos con baja capacidad de infiltración, en los que se hace necesario dar una pequeña pendiente (0,2% – 0,4%), para facilitar la eliminación de los excedentes hídricos (Denoia, 2007). Cultivo en fajas Consiste en la alternancia de cultivos de diferente ciclo y/o densidad de siembra de manera tal de descomponer la pendiente principal en tramos de menor longitud. La diferencia de ciclo tiene como finalidad contar con sectores del lote con cobertura en distintos momentos del año. Las fajas se disponen siguiendo una línea de bajo gradiente (hasta 0,4%), dependiendo de la capacidad de infiltración del suelo, para que los excedentes hídricos - en el caso de ésta sea baja – escurran y no generen encharcamiento. El ancho de las fajas depende del gradiente de la pendiente del terreno. A mayor gradiente, mayor es el número y menor es el ancho de cada faja

Lote sistematizado con terrazas.

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Tabla 1: Ancho de las fajas para diferentes valores de pendiente.

Pendiente (%)

Ancho de la faja Ancho de la faja empastada (m) cultivable (m)

Hasta 1

8

48

Hasta 3

12

36

Hasta 6

12

24

Mayores de 6

20

20

Esta herramienta se adapta muy bien a sistemas de producción mixtos o a aquellos donde se emplean cultivos densos (trigo, cebada, arveja, etc.) y otros de escarda (maíz, soja, sorgo, etc.). El objetivo, al igual que las prácticas anteriores, es disminuir la velocidad del agua de escurrimiento a través del obstáculo que representan las fajas de los distintos cultivos (Denoia, 2007). Terrazas Las terrazas son camellones o lomos de tierra que se construyen para disminuir la velocidad del agua de escurrimiento y aumentar la infiltración de la misma en el perfil (terrazas de absorción), o bien para que el escurrimiento superficial sea interceptado y derivado a velocidades no erosivas hacia canales de derivación y posteriormente hacia zonas acondicionadas para recibirlos (terrazas de derivación). Además de derivar los excedentes hídricos, las terrazas tienen como objetivo disminuir la velocidad del escurrimiento a través del acortamiento de la longitud de la pendiente. Con esto se crean condiciones para aumentar la tasa de infiltración, a la vez que se disminuye la pérdida de suelo (Denoia, 2007).

Vista aérea de campos con terrazas. Según la pendiente del terreno se determina la distancia entre los camellones.


Conclusiones Se estima que en los últimos 30 años la degradación por erosión hídrica en la Pampa húmeda alcanzó el 36 % de la superficie. Al respecto, el director del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA, Roberto Casas, estimó que “los procesos erosivos generan al país una pérdida anual de producción superior a los 2.000 millones de dólares”, y especificó que “por cada centímetro de suelo perdido, el rendimiento de maíz disminuye alrededor de 250 kilogramos por hectárea; el de trigo 150 kg/ha y el de la soja 100 kg/ha”. Según Julia Capurro, especialista del INTA en la temática, la inclusión de cultivos de cobertura resulta fundamental debido a que su masa vegetal impide el impacto di-

recto de la gota de lluvia sobre el suelo y reduce la velocidad de escurrimiento superficial del agua. Además, “las raíces favorecen la agregación, la aireación del suelo y, luego de su descomposición, dejan conductos que facilitan el ingreso del agua a capas más profundas”. Para Capurro, es prioritario en los actuales sistemas productivos, tratar de disminuir la erosión hídrica, a través del manejo de los escurrimientos superficiales. “Esto nos permitió medir cuánto nos pueden ayudar los cultivos de cobertura a reducir al mínimo las pérdidas de suelo y disminuir los escurrimientos superficiales, aumentando la infiltración de agua en el perfil”, afirmó la especialista (INTA, 2015).

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Desde Aapresid se está trabajando arduamente sobre este tema, promoviendo las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), las cuales son claves para el manejo de la erosión hídrica. Dentro de éstas, las de mayor impacto sobre los procesos erosivos son la siembra directa, la rotación cultivos y la nutrición balanceada. El programa Agricultura Certificada certifica los campos que cumplen con estas BPA y el Programa Sistema Chacras trabaja adaptando las BPA en ambientes y sistemas de producción específicos. Leandro Ventroni, gerente técnico del Programa Sistema Chacras comentó que “uno de los desafíos que demandan los productores es acortar la brecha entre los rendimientos que se pueden alcanzar (en relación a las características del ambiente y suelo) y los que realmente posee el productor. Entre las alternativas evaluadas podemos citar el aumento de cultivos utilizados en una rotación con una fuerte participación de gramíneas (maíz, sorgo, trigo y cereales de invierno como cobertura), pero sin olvidar las leguminosas (soja, girasol, vicia, arveja, etc.). Esta estrategia nos lleva a tener cultivos “vivos” durante la mayor parte del año, contrarrestando la erosión hídrica y brindando un fuerte efecto positivo sobre el aporte de carbono y nitrógeno al sistema, así como un aumento en la eficiencia de uso del agua y de la radiación”. En la actualidad, este programa está en la búsqueda de alternativas productivas para cada ambiente y sistema de producción. Así, existen Chacras tanto en el corazón de la Región Pampeana (Pergamino, Chivilcoy, Justiniano Posse) como fuera de la misma (San Luis, Santiago del Estero, Valle Medio de Rio Negro). El desafío es poder encontrar alternativas productivas sustentables que proporcionen: alta productividad, rentabilidad, estabilidad productiva y financiera, pero cuidando el impacto sobre el

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ambiente y la sociedad. Una de las claves para disminuir la erosión hídrica es poder entender la oferta ambiental en la cual el productor debe producir y adaptar el sistema de producción a esa oferta, en lugar de tratar de adaptar el ambiente al sistema de producción. En ese camino, el programa también trabaja en Sistemas Integrados de Producción (SIP), que proponen integrar actividades (ej. agricultura-ganadería) a fin de crear sinergias emergentes de gran impacto sobre la sustentabilidad del sistema de producción, con efectos positivos en la salud del suelo (propiedades físicas, químicas y biológicas), en la producción, en la estabilidad productivita y económica-financiera de la empresa, todo esto con un menor impacto sobre el ambiente y la sociedad. Por otro lado, las Regionales de Aapresid trabajan fuertemente en la transferencia de las BPA al resto de productores y con fuerte compromiso hacia la sociedad. Aapresid entiende que el escuchar y dialogar con la sociedad es clave para acercarnos a sistemas de producción más sustentables. Así lo expresa la misión de la institución, que propone “impulsar sistemas de producción sustentables de alimentos, fibras y energía, a través de la innovación, la ciencia y gestión de conocimiento en red”. Podemos quedarnos tranquilos que la institución trabaja - y lo seguirá haciendo - para contrarrestar la erosión hídrica y eólica.

Fuentes Apunte sobre erosión hídrica, Cátedra de Manejo de Tierras, FCA, UNR. Año 2013. INTA 2015. “Solo el 22% de la superficie con cultivos de cobertura”. Consultado el 24 de Noviembre de 2015 en: www.on24.com.ar/agro/11004/soloel-22-de-la-superficie-con-cultivos-decobertura

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Compartiendo experiencia

Cómo convertir un cultivo de cobertura en nuestro mejor aliado ¿Para qué, cómo y cuándo usamos un cultivo de cobertura y cuál es el mejor momento para su interrupción? Lo que hay que saber para maximizar los beneficios de esta herramienta. Por definición un cultivo de cobertura (CC) es “una cobertura vegetal viva, temporal o permanente, que cubre el suelo y que se cultiva en asociación con otras plantas”. Los términos “cultivos de cobertura” y “abono verde” se han usado en el pasado como sinónimos; sin embargo, los cultivos de cobertura están caracterizados por funciones más amplias y multi-propósitos, los cuales incluyen la supresión de malezas, la conservación del suelo y del agua, el control de plagas y enfermedades, la alimentación humana y animal.

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Por: Santiago Gasparini - Pasantias Aapresid.

Los cultivos de cobertura no son una tecnología nueva. El uso de la Mucuna, una leguminosa tropical, ha sido registrado desde el siglo XVII en Java, Bali y Sumatra, para recuperar los suelos degradados. Incluso los griegos y los romanos han practicado la rotación de cultivos. Plinio, escritor, científico, naturalista y militar italiano, menciona el cultivo de lupinos (Lupinus albus) y arveja (Vicia sativa) como abonos verdes y supresores de malezas (Pound, 1997).


¿Por qué incluir cultivos de cobertura? La depresión de napas, la fijación de nitrógeno atmosférico, el control de la erosión, las mejoras en los niveles de materia orgánica, en la eficiencia del uso del agua y en las condiciones físicas del suelo, la captura de nitratos y el control de malezas son algunos de los objetivos a alcanzar con la inclusión de estos cultivos. La falta de rotación y el uso continuo de cultivos estivales (preferentemente leguminosas) se traducen en una pobre cobertura del suelo, causando un calentamiento del mismo y el consecuente crecimiento de malezas provenientes del banco de semillas.

Entre los factores que hay que intentar controlar con los cultivos de cobertura en relación al manejo de malezas está la atenuación de señales para la germinación, la interferencia física para el crecimiento de las mismas y la retención de humedad en el suelo. Pero primeramente debe saberse cuáles las especies de malezas presentes en el sistema productivo y considerarse la relación carbono/nitrógeno (C/N). Por ejemplo, si sembramos vicia en unsistema infestado con sorgo de Alepo, la primera entregará el nitrógeno rápidamente - debido a su baja relación C/N -, lo que favorecerá el crecimiento explosivo de la gramínea. En un suelo descubierto y fácilmente anegable “llueve en el pluviómetro”, pero no en el perfil. Mediante el uso de

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Mayor captación del agua Relación transpiración/evaporación

Mayor captación del agua En un suelo descubierto y anegable “llueve en el pluviómetro” pero no en el perfil. cultivos de cobertura podremos captar más agua en el suelo, y si bien no nos permitirá ‘salvar’ un maíz en sequía, no ofrecerá un margen de humedad adicional de 15-20 días para poder esperar una lluvia. Es decir, estos cultivos mejoran la captación y provisión de agua. En sistemas bajo riego, los cultivos de cobertura aumentan la eficiencia de cada milímetro regado, evitando la rápida evaporación y postergando el siguiente riego. Otro de los objetivos a lograr con los cultivos de cobertura es el cumplimiento de los planes de siembra. Lo que hacen estos cultivos es ‘independizarnos’ de la espera de una lluvia, consiguiendo así sembrar en la fecha que cada productor se propuso previamente (Quiroga, 2015). Además, tienen efecto sobre los nutrientes. La Tabla 1 - donde se representa la lixiviación de nutrientes en un barbecho largo vs. un cultivo de cobertura - muestra la gran importancia que tiene esta herramienta en los ciclos de algunos nutrientes.

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Relación transpiración/evaporación

Los CC permiten una mayor captación y provisión de agua.

Tabla 1. Lixiviación de nutrientes entre barbecho largo vs. cultivos de cobertura. Fuente: A. Quiroga (XXIII Congreso Aapresid 2015). LIXIVIACION (KG N) BARBECHO LARGO CULTIVO DE COBERTTURA 0-20 cm

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20-60 cm

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Otra de las cuestiones a tener en cuenta es la ‘aplicación de tecnología’ sobre el CC. La fertilización de un centeno puede adelantar, en 70-80 días, la generación debió mas a respecto del mismo cultivo de cobertura sin fertilizar. Esto significa que podría acortarse en dos meses el ciclo del cultivo y lograr al mismo tiempo una mayor cantidad de materia seca.


¿Cuándo finalizar un CC? Para decidir el momento de finalización del ciclo del cultivo de cobertura, primero debemos preguntarnos cuál o cuáles son los problemas a resolver. Por ejemplo, si el objetivo es bajar la temperatura y capturar nitrógeno, debiera optarse por cortar el ciclo a fines de julio. Si se busca recuperar condiciones físicas de suelo habrá que terminar el ciclo en agosto, ya que en julio la relación C/N sería demasiado baja. Si se quiere en cambio drenar una napa de baja profundidad, cortar el ciclo en julio o agosto no será suficiente, debiendo dejarse el cultivo por lo menos hasta septiembre (Quiroga, 2015).

El rolado del CC provoca una interferencia física para las malezas, controlando la germinación de las especies anuales.

Un método eficiente para cortar el ciclo del cultivo de cobertura es el rolado en floración de forma perpendicular a su siembra. El beneficio que trae este procedimiento es el ‘sellado’ del suelo. Es decir, el rolado provoca una interferencia física para las malezas, controlando la germinación de las especies anuales. La siembra del cultivo estival siguiente debe realizarse en el mismo sentido en que fue hecho el rolado. Al respecto, no debe dudarse de la habilidad de esta herramienta para terminar el ciclo de un CC, puesto que las cuchillas planas del rolo abren grietas en los tallos de las plantas, provocando un progresivo secado de las mismas. El único requisito necesario es la presencia de, al menos, 3 o 4 días soleados luego de realizar el control mecánico. Si bien puede haber un posterior rebrote, la magnitud del mismo no logra afectar significativamente el rendimiento del cultivo siguiente (Baigorria, 2015). Haciendo hincapié en las malezas, los cultivos de cobertura ofrecen un mayor control de las mismas. Por un lado, la interferencia física mencionada disminuye la germinación de plántulas, pero además, se producen efectos de competencia por agua, luz y nutrientes que deben ser tenidos en cuenta a la hora de manejar el CC.

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En un barbecho, la rama negra se expande rápidamente, (izq.) mientras que en un suelo cubierto con vicia el efecto en el control de la maleza es notable (der.).

En un trabajo realizado en el INTA Marcos Juárez, se verificó que el momento de implantación de los cultivos de cobertura es un factor clave para el éxito en el control de malezas. Los mejores resultados se vieron cuando estos cultivos se sembraron inmediatamente luego de la cosecha gruesa (abril/mayo). Resulta clave remarcar que el cultivo de cobertura puede neutralizar el efecto de las malezas sin la necesidad de aplicar herbicidas, evitando así los costos de la intervención y la posibilidad de una futura tolerancia o resistencia por el uso repetido de determinados productos. Así, frente a la problemática actual de las aplicaciones periurbanas, los cultivos de cobertura invernales interrumpidos mediante el rolado se transforman en una herramienta muy viable (Belluccini, 2012). Otro estudio realizado por profesionales del INTA concluyó que en los agroecosistemas simplificados que predominan hoy en la Pampa ondulada, algunas especies utilizadas como cultivos de cobertura sirven para mejorar la eficiencia en el uso de agua durante los largos períodos de barbecho y para reciclar el N dentro del sistema

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suelo/planta. Además, bajo las condiciones edafoclimáticas de la región, los CC pueden producir biomasa sin necesidad de fuentes externas nitrogenadas. Por otro lado, a través de la captura de N potencialmente lixiviable y de su posterior entrega al cultivo principal (mediante la descomposición de sus residuos), los CC permitieron obtener rendimientos similares o mayores al del testigo sin CC, pudiendo reducir la necesidad de fuentes externas nitrogenadas en maíz. Asimismo, se verificó que el uso de vicia (Vicia sativa) como CC no tendría efectos depresores sobre el rendimiento del maíz, transformándose, en suelos de textura franco-arenosa del centro-oeste de Buenos Aires, en una alternativa interesante para reducir la dosis de fertilizantes nitrogenados. Cuando vicia se dejó desarrollar hasta floración se encontró mayor proporción de biomasa aérea y N retenido, lo que resultó en mayores contenidos de N disponible a floración en el cultivo de maíz (Fuente: “Contribuciones de los cultivos de cobertura a la sostenibilidad de los sistemas de producción”; C. Álvarez, A. Quiroga, D. Santos, M. Bodrero). En función de lo expuesto, y basándonos en el lema ‘siempre verde’, deberíamos sin duda repreguntarnos: ¿los cultivos de cobertura son un gasto o una inversión?

Bibliografía Álvarez C., Quiroga A., Santos D., Bodrero M. (2013). “Contribuciones de los cultivos de cobertura a la sostenibilidad de los sistemas de producción”. Argentina. Ediciones INTA. Baigorria, T. (2015). “Uso de cultivos de cobertura para el control de malezas”. Material consultado el 16 de octubre de 2015 en: www.congresoaapresid.org.ar/videos/ Belluccini, P. (2012). “Cultivos de cobertura en el control de malezas”. Material consultado el 21 de octubre de 2015 en: www.youtube.com/ watch?v=U6TidfLq4fU Pound, B. (1997). “Cultivos de cobertura para la Agricultura Sostenible en América Latina”, p. 98. Material consultado el 16 de octubre de 2015 en: www.fao.org/ag/aGA/AGAP/FRG/AGROFOR1/pound7.pdf Quiroga, A. (2015). “Panel de cultivos de cobertura”. Material consultado el 16 de octubre de 2015 en: www.congresoaapresid.org.ar/videos/


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Actualidad del sector

Girasol:

se mantiene el área proyectada en 1,45 millones de has. El panorama nacional e internacional para la oleaginosa de la mano del Lic. Jorge Ingaramo, Asesor económico de Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR).

La Bolsa de Cereales mantiene la intención de siembra de girasol en un 11,5% por encima de la campaña anterior. Más del 60% del área ya se encuentra implantada y los cultivos tienen buenas condiciones de humedad y desarrollo. Los precios internacionales del aceite de girasol están declinando. Se registran todavía elevadísimas primas con respecto a aceites competidores, lo cual estaría reflejando la escasez relativa del nuestro. El avance de la siembra. El aumento en las temperaturas del suelo y las oportunas precipitaciones de las últimas semanas, ofrecen óptimas condiciones

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para la siembra de girasol en el sur del país. Según el Informe de la Bolsa de Cereales del jueves 11 de noviembre, se encuentra implantado el 60,8% de una superficie total proyectada en 1,45 millones has. (unas 150.000 hectáreas más que en la campaña anterior). Ya se han incorporado 880.000 hectáreas, gracias a un avance inter-semanal de 10,9 puntos porcentuales. La persistencia de clima frío, que se extendió hasta hace pocos días, motivó un atraso en la siembra de 7,5 puntos porcentuales. En la Región NEA (Chaco) los cultivos transitan la etapa de floración con adecuada humedad, aunque los lotes incorporados tardíamente se encuentran más retrasados por las bajas temperaturas del mes de octubre. Recientes precipitaciones favorecieron a la región. La sanidad es óptima en general y sólo se relevaron ataques de isoca medidora en Villa Ángela (Chaco).


En el centro-norte de Santa Fe el cultivo transita la etapa crítica de botón floral, bajo condiciones de sanidad y humedad óptimas. Pese a ello, puntualmente en Avellaneda y Reconquista, se registran excesos hídricos y presencia de mildew. El estado en general es muy bueno, aunque hay menor desarrollo en los lotes incorporados al final de la ventana de siembra, como consecuencia de las citadas bajas temperaturas. En las regiones oeste de Buenos Aires – norte de La Pampa y centro de Buenos Aires, los cuadros más avanzados se encuentran diferenciando entre dos y cuatro hojas, mientras que los implantados en último término están en condición de emergencia. La humedad es adecuada y se registraron ataques de oruga cortadora. Los avances de siembra son del 40 y del 60% para las citadas regiones, respectivamente. En el sudeste de Buenos Aires dicho avance es del 45%. La siembra se realiza con muy buenas condiciones de humedad y sanidad y con una mayor participación en la superficie de materiales de tipo alto oleico. Durante la semana pasada se registraron heladas en gran parte de la región, sin que se produjeran daños en los cuadros emergidos. En el sudoeste de Buenos Aires – sur de La Pampa el cultivo transita la etapa de diferenciación foliar, en condiciones hídricas regulares. El avance de la siembra es del 40%. Finalmente, en San Luis y la Cuenca del Salado la implantación es del 65%.

Informe del USDA de noviembre. Comparando las estimaciones de USDA para noviembre respecto del informe del mes de octubre, surgen algunas modificaciones. Si bien la producción total de las siete principales semillas oleaginosas se mantiene estable, hay un incremento en las cosechas esperadas de canola y soja, mientras se reduce en 840.000 toneladas la producción de girasol (2% de caída). El crushing total será similar pero crecerá en 1 MT la molienda de soja y disminuirá en 0,8 MT la de girasol. Por último, las existencias finales caen en 2,15 MT a raíz de la baja en 2,28 MT en el stock de soja, mientras se mantiene – o más bien disminuye levemente- el de girasol. El USDA re-estima a la baja la producción argentina esperada de girasol (de 3,2 a 2,8 MT), mientras mantiene las de Ucrania y Rusia y ajusta a la baja en 150.000 toneladas la oferta de la Unión Europea. Como consecuencia de ello, la producción mundial sería de algo menos de 39,7 MT, cuando la estimación de octubre era de 40,5 MT (2,1% de merma). A raíz de una molienda similar a la estimada el mes anterior y de la relativa estabilidad en la oferta de aceite de palma, la producción total de los nueve principales aceites no se modifica, aunque hay una leve suba en la oferta del aceite de soja y una merma de 0,3 MT en la de girasol. El mayor valor relativo de este último produce una leve caída en el consumo total que no altera en lo sustantivo los datos agregados de demanda. Hay un incremento de casi 1 MT en las exportaciones totales, que responde principalmente a las ventas de aceite de palma, abastecidas con una disminución de sus existencias. Los stocks finales de los nueve principales aceites caen en 340.000 toneladas. 45


Precios y mercados. Comparando ahora las mismas estadísticas respecto de la campaña 2014/15, es posible asimismo identificar ciertas diferencias. La producción mundial de las siete principales oleaginosas caerá 1%, mientras que el consumo subirá 1,9%. Las exportaciones se mantendrán estables y los stocks crecerán en 2,8%, con lo que la relación stocks/ consumo subirá del 20,9 al 21,0%. Por su parte la producción de semilla de girasol caerá 0,7% y el consumo subirá 0,5%. Las exportaciones mermarán 25,8% y se digerirán stocks por el equivalente al 20% de las existencias. La relación stock consumo bajará del 6,8 a 5,4%. Asimismo, el USDA prevé una suba del 0,3% en la producción conjunta de nuestros tres principales competidores del Hemisferio Norte (Ucrania aumentará la oferta en un 10% y Rusia en un 5,3%, mientras que caerá un 13,2% la producción de la Unión Europea). La producción mundial de los nueve principales aceites crecerá en un 1,9%, en tanto que el consumo lo hará en un 3,9%. El comercio se incrementará 2,2% y se licuarán 3,9% los stocks. La relación stock consumo caerá del 11,2 al 10,3%. Para el caso del aceite de girasol la producción se mantendrá constante, al igual que el consumo y las exportaciones. Sin embargo habrá una caída de los stocks del 16,6%. Por ende, la relación stocks/consumo disminuirá del 10,6 al 9,0%. La Argentina exportará 0,5 MT de aceite de girasol (igual que en 2014/15), manteniendo el 6,8% de participación en el comercio mundial. Las existencias finales bajarán de 0,4 a 0,315 MT.

Los precios promedio de octubre para los aceites registraron, en Rotterdam, subas generalizadas de 8,4, 8,3, 4,7 y 2,1% para palma, girasol, canola y soja respectivamente, en relación a los reportados en septiembre. Si la comparación se efectúa con los promedios de octubre de 2014, el nuestro es el único que registra un alza del 1% interanual, mientras que los de palma, soja y canola declinan en 18,5, 11,2 y 4,1%, respectivamente. Al cierre del día 12 de noviembre nuestro aceite cotizó, en Rotterdam, 860 U$S/tn para contratos a diciembre, mostrando una caída del 1,6% respecto a la media de octubre. Para abril – junio 2016, se pautan 850 U$S/tn, cinco dólares menos que hace un mes. En contratos con entrega en diciembre, el aceite de girasol registra primas del 18,9% sobre el de soja y del 10% sobre el de canola. Considerando el momento de ingreso de nuestra producción en el Hemisferio Norte (abril), las primas son del 19,3% y del 10%, respectivamente. Para nuestras exportaciones, que enfrentan claras restricciones de acceso al mercado único de la U.E., la referencia más próxima de precio externo la da el valor FOB de nuestro principal competidor: Ucrania, que representa el 54% del comercio mundial y que además cuenta con una ventaja de localización (respecto a los mayores demandantes), expresada en un diferencial de los costos de flete. Allí cerraron a 800 U$S/tn los contratos de diciembre, y a 770 U$S los de enero/marzo de 2016. Este último valor es, en definitiva, el que –corregido por el diferencial de fletes- condiciona el FOB local de los próximos meses y por ende, la capacidad de pago de la industria al productor de materia prima. El MINAGRI publicó índices FOB de 765 y 665 U$S/tn para los aceites de girasol

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El INDEC publicó, en su Informe de “Intercambio Comercial Argentino”, las exportaciones del complejo para enero/septiembre de 2015. Estas alcanzaron la cifra total de 463 MU$S, con una suba de 34 MU$S respecto a similar período de 2014 (+7,9%). y soja, con caídas interanuales del 9,5 y 12,6%, respectivamente. Los valores ofrecidos a los productores argentinos de girasol el 12 de noviembre, fueron de 1.750 $/ tn para Bahía Blanca y 1.700 $/tn para Necochea (es decir, unos 184 y 179 U$S/tn, respectivamente). Para la nueva cosecha, se ofrecen 200 U$S/tn en ambos puertos, con entrega y pago en marzo. Fábricas de Daireaux informaron 1.700 $/tn en el disponible y 190 U$S/tn para febrero y marzo, mientras que en Junín se pagan 1.800 $/tn (unos 189 U$S/tn).

En aceites, se pasó de 265 a 304 MU$S, mientras que en semillas (grano) de 86 a 58 MU$S. Las ventas de pellets (proteína) crecieron de 78 a 101 MU$S. El MINAGRI publicó que las compras del producto de la campaña local 2014/15 declaradas hasta el 4 de noviembre por parte de la industria alcanzaban las 2,446 MT. Entre ellas, las efectuadas “a fijar” representaban el 23,4% del total, de las cuales el 65,9% ya tenía precio cerrado.

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Testimonial

Crecido en Aapresid El asesor y productor Daniel Volpe nos cuenta sobre el manejo productivo que encara en Entre Ríos y el rol que juega la institución en su actividad. Recibido de ingeniero agrónomo, Daniel Volpe es productor y asesor en la zona de Paraná (Entre Ríos). En esta nota nos cuenta sobre las principales limitantes de los sistemas de producción regionales, las bases de su manejo productivo y el papel de Aapresid en su crecimiento profesional. La región En la zona de Paraná predominan las producciones mixtas orientadas a aprovechar tanto las mejores porciones del perfil (loma, media loma y bajos no anegables), para producciones agrícolas o ganaderas intensivas (pasturas con uso de tambo o terminación/ciclo completo), como los montes, bajos y cañadas para actividades ganaderas. Los suelos característicos son los argiudoles y vertisoles, con menor preponderancia de hapludoles típicos y alfisoles. Se trata 48 Red de INNOVADORES

de paisajes de peniplanicie ondulada con pendientes medias a considerables (1,5 a 4%), factor que sumado a la baja permeabilidad hídrica y capacidad de infiltración de los suelos – dadas por la presencia de arcillas expansivas – predisponen a fenómenos de erosión hídrica, una de las principales amenazas para estos sistemas. “Las arcillas expansivas retienen fuertemente el agua almacenada, con una tasa de sesión de la misma que no permite satisfacer las necesidades de los cultivos”, explica Daniel. La importante deficiencia de fósforo (3-4 ppm/Kg), propia de la génesis de las arcillas y del tipo de suelos, es otra de las limitaciones a la productividad natural de los esquemas zonales. Por otro lado se observan algunas dificultades físicas para la realización de labores (siembra, cosecha, etc.) y el resquebrajado del suelo cuando está seco, lo que incrementa la pérdida de humedad.


Los rendimientos promedios rondan en soja los 23 qq/ha, los 55 qq/ha en maíz y los 26 qq/ha en trigo. SD desde el primer día. “Si bien mi familia materna tiene una fuerte tradición productiva, mi vinculación con la actividad comenzó a la par de mis estudios universitarios. Ya como profesional, mi labor estuvo siempre ligada al asesoramiento y a la producción”, recuerda Volpe. La siembra directa se implementa desde el momento en que se decidió terminar con la tercerización de la actividad para tomar las riendas de la producción en 2005, con el objetivo de hacer un correcto uso del suelo. “Los beneficios productivos de la SD son numerosos, pero posiblemente el cuidado del recurso suelo y la estabilización productiva sean dos de los factores de mayor notoriedad”, cuenta Daniel.

La agricultura es la actividad que predomina tanto en la empresa familiar -que cuenta con una superficie propia de pequeña escala-, como en la tarea de asesoramiento de Volpe, la cual se extiende sobre unas 7000 has en la zona centro de Entre Ríos, norte de Santa Fe y sur-este de Santiago del Estero. Los cultivos que componen la rotación son soja, maíz y trigo, con una menor proporción de sorgo y girasol. Daniel explica que “teniendo en cuenta las limitaciones de la zona, la estrategia apunta principalmente a la estabilización de los rendimientos y a la obtención de promedios consolidados, más que a la búsqueda de potenciales”. Así, utiliza GM medios a largos en soja (V a VII, dependiendo la zona), fechas de siembra preferentemente óptimas (noviembre o primeros días de diciembre) y fertilizaciones medias. En el caso de maíz y trigo los

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planteos se orientan en el mismo sentido, con una adecuación del paquete tecnológico según la potencialidad de rendimiento y la rentabilidad del negocio esperadas (teniendo en cuenta lluvias, temperaturas, enfermedades, precio de los granos e insumos y otros factores de producción, etc.). No obstante, Volpe aclara que “siempre hay una distribución de fechas de siembra y ciclos de madurez tal que permita capturar algunos nichos climáticos particulares”. En el caso del manejo de malezas se implementa una estrategia multidisciplinaria que incluye el uso de cultivos de cobertura, rotación y/o combinación de principios activos, uso de herbicidas residuales, ajustes de GM, fechas de siembra, densidades y distanciamientos. “Si bien hacemos todo lo necesario para reducir la incidencia y las necesidades de intervención, las malezas amenazan seriamente el sistema de siembra directa, siendo importante concluir que pese a todos los esfuerzos, la problemática sigue avanzando”, advierte. En el caso de insectos y enfermedades se respeta también una estrategia de manejo integrado, utilizando preferentemente productos banda verde de buena residualidad y de comprobada eficiencia. Al respecto, el técnico destaca que “a diferencia de lo que ocurre con las malezas, los resultados nos indican que estamos haciendo un buen manejo de estas adversidades. En este sentido la recorrida profesional de los lotes es clave para implementar buenas estrategias y para continuar mejorando los distintos aspectos en el manejo de los cultivos”. También está trabajando en agricultura por ambientes, con mapas de rendimiento como base para la toma de muestras de suelo y recomendaciones de fertilización adaptadas a las mismas.

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Su relación con Aapresid Ni bien salido de la universidad Daniel se sumó a la Regional Paraná, primero en el rol de ATR y luego como miembro activo. “Mi vínculo con el grupo vino de la mano de su actual presidente Pablo Guelperin, a quien le debo el hecho de formar parte de Aapresid desde mis inicios. Si bien soy consciente de que los beneficios de pertenecer son muchos, me resultan difíciles de cuantificar, simplemente porque no sé lo que es dedicarse a la producción sin contar con el apoyo y la experiencia que la institución y la Regional me aportan. La creación de vínculos y redes, el trabajo asociativo y la continua comunicación - en un sector caracterizado sociológicamente por el trabajo individual - , son aspectos que valoro”, resume Volpe. La Regional Paraná representa una importante referencia en la zona no sólo por sus jornadas, sino también por la calidad de la información que genera y la referencia que constituyen muchos de sus miembros a nivel zonal. “Sin duda la confianza y la cercanía generada entre sus integrantes, junto con el compromiso hacia los procesos de mejora continua y el deseo de transmitir a la sociedad la realidad del agro argentino y entrerriano, han caracterizado a nuestro grupo en los últimos años”, reflexiona el técnico. En ese camino, la Regional ha creado un fuerte vinculo con diversas instituciones locales de la talla del INTA, la Facultad de Agronomía UNER, el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Entre Ríos, la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, PARANIN (filial local de CONIN) y la Cámara Arbitral de Cereales, entre otras. Crecer en AAPRESID “Los beneficios de pertenecer son difíciles de cuantificar, simplemente porque no sé lo que es dedicarse a la producción sin contar con el apoyo y la experiencia que la institución y la Regional me aportan”, resume Daniel Volpe.


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Por el mundo

APS: defendiendo los intereses del productor La Asociación de Productores de Soja, Oleaginosas y Cereales del Paraguay es un actor clave en el apoyo y la lucha de quienes apuestan ala actividad. Fundada el 19 de septiembre de 1999 por el Ing. Rudolf Hendel, la APS tiene como principal objetivo la lucha por los intereses de los productores de soja, cereales y afines. Se trata de una institución de bien común, sin fines de lucro y de carácter gremial, a la que están asociadas personas físicas y jurídicas que comparten la misma visión, los mismos fines y objetivos, independientemente de su nacionalidad, credo, opinión o afiliación política. El apoyo a la producción, a la conservación del medio ambiente y el intento de potenciar el compromiso social son los ejes principales que guían a este gremio que busca, a través de la influencia sobre políticas públicas y de la articulación eficiente con otras instituciones u organizaciones, garantizar la estabilidad y seguridad en el desarrollo de los trabajos en el campo, motivar la capacidad y unidad de sus asociados y favorecer la competitividad de la cadena productiva.

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La coyuntura de crisis económica y social de Paraguay, que afecta especialmente a la agricultura y a los productores de soja, impulsa a la APS a organizarse e integrar organismos interinstitucionales de toma de decisiones y a conformar mesas de representantes regionales. Dueña de un enorme potencial de crecimiento en número de socios, la entidad constituye un espacio de liderazgo para posicionarse en el desarrollo socioeconómico a nivel país. Así, su vinculación con la cadena del sector productivo más importante del país y la contribución económica para el desarrollo la posicionan como institución referente.


Con Karsten Friedrichsen al frente de la Comisión Directiva, la APS colabora de manera permanente con sus asociados en la capacitación sobre aspectos impositivos, ambientales, técnicos, productivos, y mercantiles, de forma tal de brindar al productor la mayor información posible sobre las amenazas, tendencias y oportunidades que enfrenta diariamente. Actualidad El sector productivo regional sufre problemas financieros a causa de la fuerte devaluación de los precios internacionales de los commodities. Frente a esta realidad, la APS activó incansablemente ante el Banco Central del Paraguay- órgano rector de las políticas financieras del país - para lograr que los productores aquejados por fuertes compromisos tengan flexibilidad en la reestructuración de sus deudas, con el firme propósito de que no abandonen la actividad y puedan continuar dentro un círculo productivo competitivo. Fruto de estas gestiones, la banca matriz difundió en las últimas semanas importantes resoluciones en favor de los productores agrícolas para la refinanciación de las deudas vencidas. Desarrollo del cultivo Desde hace varios años la siembra de soja en Paraguay arranca desde principios de septiembre, en muchos casos con materiales de ciclo corto a medio que son cosechados a principios de enero o a finales de diciembre inclusive. Esta estrategia se explica por el ánimo del productor de adelantar la siembra de la oleaginosa de segunda o zafriña o maíz de entrezafra. La campaña sojera 2015/16 tiene vertientes importantes a ser analizadas. En términos climáticos, luego de un inicio de mucha incertidumbre por falta de humedad en emergencia, la incursión del fenómeno climático El Niño trajo consigo precipitaciones que

contribuyeron al normal desarrollo de las parcelas. Sin embargo, las incesantes lluvias se traducen hoy en fuertes presiones de enfermedades como roya asiática (Phakopsora pachyrhizi). El inconveniente se centra en la imposibilidad de controlar esta adversidad por falta de piso en los lotes. Asimismo, en áreas con escasa cobertura se observaron fenómenos de arrastre de semillas y de erosión, incluso en campos ya emergidos. Por otro lado, la situación financiera del productor no es buena. A la baja cotización de la soja a nivel internacional y al incremento de hasta un 20% en el precio de los fertilizantes, se suman las deudas acumuladas de zafras anteriores debido a problemas climáticos. Tal escenario obligó al productor, que apuesta sus fichas en el país, a reducir o limitar directamente la aplicación de fertilizantes en los cultivos de soja, situación que sin duda pasaría factura a la productividad de la oleaginosa al final de la campaña. Según técnicos de campo de varias empresas proveedoras de insumos, el punto de equilibrio en esta zafra estaría en los 2.600 kilos por hectárea en campos propios y en los 3.500 kilos en aquellos alquilados. La producción de la oleaginosa depende del desarrollo climático durante los meses de diciembre y enero. Si bien las cifras aún no han sido proyectadas, referentes del sector hablan de que el área estaría rondando las 3,2 millones de hectáreas. En el lanzamiento de la campaña de soja 2015/16, el Ministerio de Agricultura y Ganadería estimó la cosecha paraguaya en 10 millones de toneladas. Sin embargo, a medida que fue avanzando la zafra, la reducción de la utilización de abono hace suponer que la cifra sería inferior a la predicha.

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Maquinaria al día

Revivimos lo mejor del Farm Progress Show 2015 Últimas tecnologías en maquinaria y agricultura de precisión en la 62° edición de la feria de maquinaria más importante de EEUU. La edición 2015 de la muestra de maquinaria agrícola más reconocida a nivel mundial, convocó entre los días 1 y 3 de septiembre en Decatur (Illinois), a más de 400.000 personas. Con 30 has de predio y 800 empresas participantes, la feria expuso tecnologías de última generación en maquinarias y demás segmentos de la actividad. También hubo lugar para stands comerciales de empresas de repuestos y agropartes. Agricultura de precisión Por Juan Pablo Vélez, Diego Villarroel, Fernando Scaramuzza y Mario Bragachini, E.E.A INTA Manfredi. En lo que respecta a agricultura de precisión, se vio una fuerte tendencia hacia la interconectividad de la actividad agrícola y el control total de la maquinaria. Esas parecen ser las dos líneas que, pertenecientes al área de software y mecanización respectivamente, son comunes en los desarrollos. Las empresas y productores se adaptan muy rápidamente a los cambios propuestos a nivel mundial en la producción agropecuaria de avanzada. Hay herramientas que se superan año tras año en lo que respecta a agricultura de 54 Red de INNOVADORES

Argentina dijo “presente” Bajo la coordinación de la Fundación Cideter y en el marco de un programa de inserción en el mercado norteamericano, Argentina participó por primera vez del Farm Progress Show. El Stand Argentino contó con la participación de ocho empresas nacionales, en su gran mayoría productoras de agropartes, aunque también algunas fabricantes de equipos. El mercado norteamericano representa el 8% del total de las agropartes vendidas por nuestro país al resto del mundo. Desde Cideter destacan que a partir de 2008 las ventas de productos locales aumentaron en un 127% y que dicho volumen está constituido en su mayoría por pequeñas y medianas empresas. Por otro lado, a raíz de un convenio de cooperación de Expoagro con el Farm Progress Show, Argentina contó con un “Meeting point” pensado como centro de encuentros y reuniones de empresas. La mega muestra se convirtió así en un excelente ámbito de negocios para nuestros empresarios.

precisión, y la oportunidad de mejorar las prácticas agronómicas con nueva tecnología es notable. Las empresas deciden vertiginosamente sus cambios basándose en un pensamiento muy simple: los productores compran resultados. Mejor precisión, más eficiencia y mayor rentabilidad, todo lo demás en el medio es ruido. Este el motivo que moviliza a las empresas proveedoras de servicios y equipamientos a ofrecer soluciones, y a los agricultores a cambiar de


tecnología rápidamente y sin cuestionarse demasiado. Parece ser que esta proactividad genera competitividad entre los mismos productores y frente al mercado global. El principio de la interconectividad no sólo implica poder comandar y controlar todas las herramientas a nuestra disposición, sino también generar grandes caudales de información para ser enviados a las llamadas “nubes de datos”, donde la misma se pone a disposición de las personas que la necesitan y pueden utilizarla. Esto significaría un potencial enorme en la mejora de la eficiencia del trabajo a campo. Sin embargo todavía existe mucho camino por recorrer, principalmente en lo que respecta a la compatibilidad entre plataformas, un problema constante. Si bien todas las empresas trabajan juntas en esta área, la evolución es individual. Por otra parte, para que el “big data” alcance su esplendor es necesaria una coherencia subyacente. Lo más importante en cuanto a la generación de información es el relevamiento climático. A través de una gran cantidad estaciones meteorológicas que los mismos productores instalan en sus establecimientos con el fin de obtener datos precisos, se colabora indirectamente con una enorme red de inteligencia colectiva, que permite relevar información climática fundamental para la toma de decisiones. Empresas como John Deere adquiriendo Field Connect, Monsanto adquiriendo Climate Corporation y Trimble haciendo lo mismo con Rain Wave, son algunos de los ejemplos que marcan la relevancia que se da hoy al clima como parte del servicio para la toma de decisiones. A su vez, estas prestaciones pueden mejorar sustancialmente el desempeño del material genético, dado que el gran desafío de las empresas que venden semillas es acercarse al potencial de rendimiento de los materiales que poseen.

Empresas más pequeñas de asesoramiento y servicios como Farmers Edge, MyDTN, SST Sofware, Precision Hawk, Beck´s, apuestan a los sistemas de alarmas y previsión del clima, como así también a la recopilación de datos históricos de precipitaciones acumuladas y distribución, radiación, temperatura, entre otros. También relevan las condiciones atmosféricas y el trabajo de la pulverizadora, permitiendo alertar inmediatamente en caso de aplicaciones bajo situaciones no propicias. Esta información es a su vez cruzada con datos de rendimiento topográficos y con toda información georreferenciada para predecir el potencial de rinde, modelar la dinámica del agua y, por supuesto, anticiparse a la repuesta por fertilización. Sembradoras Por Juan Pablo Vélez, Diego Villarroel, Fernando Scaramuzza y Mario Bragachini, E.E.A INTA Manfredi. La tendencia en sembradoras es el control automático total, que a través de diferentes dispositivos permite vigilar y ajustar de manera precisa e individual la presión de los barre rastrojos y del cuerpo de siembra sobre las ruedas limitadoras, evitando así excesos de presión. Esto es relevante tanto en las condiciones de EEUU, donde la remoción deja el suelo mullido y propenso a la compactación, como en las de nuestro país donde, por el contrario, las zonas compactadas - por huella o de forma natural exigen reacción y automatismo para adaptar la profundidad de siembra. El dispositivo que se impone es el fabricado por la empresa Dawn, que logró desarrollar un sistema mixto que actúa en función de las condiciones de dureza del suelo – medidas con un sensor ubicado en el tope de la rueda limitadora – y al mismo tiempo amor55


Sistema de acción, amortiguador mixto y tanque de almacenamiento de N

Sistema estabilizador de rueda tapadora diseñado por John Deere como parte de su cuerpo de siembra Exact Emege

Sistema de medición de presión para el tope de la rueda limitadora

Delivering de semillas Precision Planting, en conjunto con el motor eléctrico Vdrive y el distribuidor Vset, ha incorporado el SpeedTube que sustituye por completo al tubo tradicional de semillas. A través de una cinta transportadora, la simiente es trasladada desde la placa del distribuidor hasta pocos centímetros del fondo del surco, mejorando la distribución de la misma. Estos sistemas eliminan cualquier efecto indeseado producto del lanzamiento que, al depender de la forma de la semiente y del punto de succión de la misma, puede ser muy variable en semillas irregulares como la del maíz. Respecto de la caída, este sistema elimina el rebote de la semilla en el caño de bajada, producto de las irregularidades en el lanzamiento y de las vibraciones (acentuadas por las altas velocidades de trabajo). Por otro lado, el aterrizaje de la semilla es mucho más preciso, ya que la misma se arroja en contra de la velocidad de avance, evitando rebotes y rodamientos en el fondo del surco. Con el mismo principio de acompañar a la semilla hasta el fondo del surco, John Deere ha desarrollo un nuevo sistema de cepillo. A diferencia de una cinta transportadora con cangilones, esta firma propone un cepillo que inmoviliza a la semilla poniéndola entre sus cerdas y la acompaña hacia abajo, arrojándola muy cerca del surco.

Sistema controlador de presión de los barre rastrojos de la marca Precision Planting.

tigua el movimiento del cuerpo de siembra a través de un contenedor de nitrógeno. El sistema está siendo incorporado por empresas como Ag Leader, John Deere y Kinze. Estos desarrollos, junto con los sistemas de dosificación de semilla como el Brush Belt Delivery System de John Deere y el SpeedTube de Precision Planting, obedecen a la premisa de sembrar más rápido, puesto que alegan alcanzar velocidades de 13.8 Km/h. 56 Red de INNOVADORES

Sistema SpeedTube de Precision Planting.

Brush Belt Delivery System de John Deere.


dor y doble motor eléctrico en el mismo surco de siembra, que permiten sembrar híbridos o variedades diferentes en lotes cuya heterogeneidad justifica cambiar de material según el potencial de rinde de cada ambiente. Doble distribuidor en el mismo surco de siembra.

Las nuevas sembradoras presentadas por Kinze, Case, John Deere, Precision Planting, Ag Leader entre otras, permiten sembrar en curvas de nivel con una mayor precisión ya que, a diferencia de las sembradoras con tren cinemático - donde los distribuidores están unidos en el ancho de la máquina -, cuentan con motores eléctricos que permiten regular la densidad de siembra en cada cuerpo de manera independiente. Asimismo se presentaron en forma comercial equipos dotados con doble distribui-

Se mostraron además avances en el sistema hidráulico, que trabaja mucho más rápido en la acción de copiado y sin aplicar altas presiones en la línea de siembra. Megatractores Los chasis articulados y los sistemas de oruga se presentaron como una combinación que maximiza la capacidad de tracción, con una adecuada distribución de los pesos y gran versatilidad para las operaciones, respondiendo así a las consignas que marcan el norte en los tractores de alta potencia a nivel mundial.

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Rotando novedades

Mayo 2015 XIII EAR Encuentro Anual de Regionales, seguimos creciendo y consolidando el corazón de Aapresid

Agosto 2015 XXIII Congreso BIOSAPIENS, la era del suelo. Seguimos rompiendo récords.

Agosto 2015 Aapresid derribando mitos. Importantes inundaciones en regiones productivas de nuestro país fueron la causa de erróneas acusaciones sobre la Siembra Directa y fue el momento de Aapresid para aclarar dudas. 58 Red de INNOVADORES


Noviembre 2015 La AC de Aapresid en la plataforma para consumidores de la Comunidad Económica Europea como uno de los standards más exigentes de calidad a nivel global

Diciembre 2015 La presentación de la agricultura basada en los sistemas de siembra directa en COP21 (Conferencia del Cambio Climático) como parte de la solución al cambio climático.

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¡Para agendar!

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Viernes, de 08:30 a 16:00 Hs. Establecimiento Los Puestos Margarita, Ruta 91 Km 24.

2da. Jornada de actualización agrícola y ganadera de la Regional Aapresid Saladillo Un abordaje sobre las últimas tendencias para los sistemas productivos de la Cuenca del Salado.

60 Red de INNOVADORES

FEBRERO

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