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Sustentabilidad

Educar al Hombre, Cultivar la Tierra

Jorge Galo Medina Torres

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Agradecimientos En el crisol de la vida encontramos toda la diversidad de momentos y estados mentales que van desde aquellos imperceptibles cual sustancia etérea, pasando por los líquidos que fluyen de manera incesante, hasta los más sólidos, que parecen no apartarse de uno. Todos están incluidos en la elaboración de la presente obra; desde las experiencias más agradables y significativas hasta aquellas que se comparten con angustia y desgaste. Siempre es deseable tenerlo en cuenta para no perder la perspectiva y mantener el equilibrio correcto. El genotipo heredado de nuestros ancestros, el fenotipo adquirido en el arroyo de la vida, la instrucción doméstica y escolar, y la influencia del medio se suman y se funden en una mezcla irreconocible. Individualidad y diversidad aparecen y desaparecen. Somos el resultado de muchas fuerzas y factores, de gente cercana y no tan cercana con quienes convivimos, o que indirectamente ejercen un influjo a través de su actuación política, histriónica, heroica, ejemplar; de personas que conocimos a través de su obra escrita, de la música creada o de los inventos que usamos; e inclusive de aquellas de las cuales nuestra vida depende al transportarnos sanos y salvos por tierra, mar o aire. Tengo un testimonio de gratitud para mis nietos Jorge Gahlo, Mia, Jorge Cesar y Anapaula por refrescar mi capacidad de asombro y a quienes deseo hayan heredado sólo lo mejor. A mis hijos Gaysi, Jorge Galo y Silvia Lizbeth, que siempre me sorprenden con cosas nuevas y mejores. A mi esposa Silvia, que ha compartido con gran ecuanimidad todos mis sueños y angustias. A mi madre y hermanos que invariablemente están al pendiente de mis derroteros. A mi familia ampliada de tíos, sobrinos, primos, consuegros y cuñados. A mis compañeros de la Universidad, que empujan y jalan, que retan y alertan. A los cientos de compañeros y colegas con quienes he compartido tareas en el servicio público. A los autores y participantes de los proyectos que aquí se mencionan. A los amigos en que uno encuentra respaldo, oídos y consejos honestos. A mis editores que desenredan y ordenan mis ideas arrebatadas y confusas y que enredan y desordenan las más coherentes. A los jóvenes de edad y mente. A mis padrinos espirituales. A los que sueñan, escriben, actúan, hablan y creen en la sustentabilidad.

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En especial a mi Alma Mater, que aún vibra con la porra ‘Arda Troya y en combate muera Marte’ y que nos refresca la conciencia día a día con su inmortal lema ‘Alma Terra Mater’, ‘Tierra es la Madre que Alimenta’

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Dedicatoria Toda historia humana digna de emular y de elogiar es aquella que comparte con entereza, sabiduría y ecuanimidad, y trata por igual, a dos obsecuentes y manipuladores personajes: Triunfo y Desastre. Este libro está dedicado a todos ellos, –sean hazañas deportivas, logros intelectuales o acciones filantrópicas– quienes por encima de penurias, con humildad en los éxitos, y con actitud perseverante han teñido con matiz indeleble el polícromo lienzo de la vida. Soy un fanático de las biografías vibrantes, heroicas, vívidas, paradigmáticas, que enseñan y cuyas acciones perduran el paso de los tiempos. Un hombre de esos alcances, al morir hace apenas 100 años deja en su testamento el desiderátum de crear una escuela de agricultura. De oficio agricultor, conocedor y con estudios realizados en Europa y los Estados Unidos, éste hombre tuvo la valiosa oportunidad de aprender el valor de la ciencia y la tecnología aplicada al cultivo de la tierra. Adelantado a su tiempo, fue un hombre a quien le venía como anillo al dedo la frase del Nobel Norman Bourlaug: "Para producir hay que dejar las oficinas, salir al campo y ensuciarse las manos ya que es el único lenguaje que entienden las plantas y animales”. Y no sólo dejó oficinas y pisó el surco, sino que depuso todo un legado visionario para la humanidad. Me refiero a Don José Antonio Narro Rodríguez, en cuyo honor se llama a nuestra Alma Mater, Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, institución que hoy constituye el más elevado reconocimiento a su sueño y visión de crear una escuela para el campo. Vincular educación y campo, en una época en que el olor a pólvora revolucionaria aún prevalecía en el ambiente, habla de su profunda convicción acerca del cometido que tiene la educación para el progreso social; y de la prioridad que tiene en el desarrollo social el brindarles alimentos de calidad mediante profesionistas formados para hacer producir la tierra. Su herencia representa la lucha más inteligente que un hombre puede hacer para combatir a dos de los más perniciosos adversarios de la humanidad: la ignorancia y la inopia. Su decisión se significa por considerar a la alimentación el primer elemento para el desarrollo de un pueblo. A la sustentabilidad de ese desarrollo le corresponde conjuntar los otros aspectos indispensables para acometer a plenitud la responsabilidad social del desarrollo, como lo son la educación, el empleo, la salud, la paz y seguridad, el combate a la pobreza, la inversión productiva, la activación de la economía y el aprovechamiento tecnificado de los 5


recursos naturales. Don Antonio Narro es un modelo a seguir por aquellos que aspiran a dejar huella, a impactar la vida de otros y a contribuir a construir un mundo mejor, más justo y habitable. Otro gran hombre, Ingeniero Agrónomo, Doctor, Genetista, Fitopatólogo, humanista, padre de la agricultura moderna y de la revolución verde, quien al cumplir 91 años, fue informado que él era personalmente responsable de salvar las vidas de 2000 millones de personas. Él fue el responsable del mejoramiento genético del trigo y maíz para climas áridos. Pero por increíble que parezca esta historia y todos los créditos que ha recibido, entre otros el Premio Nobel de la Paz, creo que él no fue la persona que salvo a los 2000 millones de gente. La persona fue un hombre llamado Henry Wallace, Vice Presidente de los Estados Unidos en el mandato del Presidente Roosevelt y que había ocupado previamente la Secretaría de Agricultura. Con el poder investido en su Vice Presidencia, Wallace creó un Centro Experimental y de Investigación en México para el mejoramiento genético del maíz y trigo y contrató a un joven para hacerse cargo de ella; que si bien recibió el Premio Nobel, en verdad fue Wallace con iniciativa el que es responsable de salvar a más de 2000 millones de almas de las hambrunas. Pero, vayamos despacio...tal vez no haya sido Wallace el responsable de ello, el que debe cargar con ese crédito. Me parece que fue George Washington Carver, sí, el de los cacahuates, el responsable. Este hombre, cuando tenía 19 años estudiaba lechería con un profesor de la Universidad Estatal de Iowa, quien permitía a su pequeño hijo de 6 años a que hiciera exploraciones botánicas durante los fines de semana, bajo la tutela de aquel joven y brillante estudiante. George, lo hizo de tal forma que modeló la vida de aquel niño –llamado Henry Wallace– y le inculcó la visión del futuro y de lo que se podría hacer con las plantas para ayudar a la humanidad. A pesar de que a George Washington Carver se le conoce más por sus trabajos con los cacahuates, el camote o batata y los huertos de la 'victoria', el trabajo de fines de semana con el pequeño Wallace tal vez sea lo que más significó en la vida de millones de personas. Pero, tal vez no sea el propio George el que merezca esa distinción. Creo que tiene que ser un agricultor de Diamond, Missouri. En ese lugar existía un agricultor llamado Moisés casado con Susana, que aunque vivían en un estado de esclavos, no creían en la esclavitud. Por ello, los famosos guerrilleros llamados los Quantrill's Raiders, atacaron su rancho, quemaron su granero, mataron a varios trabajadores y secuestraron a una mujer llamada Margarita que no dejo que se llevaran a su hijo llamado George. Puesto que Margarita era la mejor amiga de Susana, 6


Moisés se puso a negociar con los bandidos para que Margarita y el bebé George fueran puestos en libertad. Una noche fría, se realizó el intercambio de un caballo negro por lo que los bandidos entregaron en un saco. Ahí dentro, se encontraba casi congelado y desnudo el bebé, al cual metió dentro de su ropa, lo calentó con el vapor de su boca y se lo llevó de regreso a casa, haciendo la promesa en esa noche helada, de que lo cuidaría y educaría en honor a su madre Margarita, la cual él sabía ya estaba muerta. En esa noche, el agricultor le dio su nombre al bebé y de esa manera Moisés y Susana criaron y educaron al niño George Washington. Esta bella y verídica historia es la de ‘Norman Borlaug’; narrada por Andy Andrews –La Maleta, 2009– para ilustrar un principio de vida, además de referirse a un hombre que estuvo muy cerca de los agrónomos mexicanos y en particular de muchos egresados de la UAAAN, ilustra como el crédito que un hombre recibe en su vida, de influir en la vida de millones de seres humanos, tiene un relación en línea hacía el pasado, en el que se va descubriendo los hombres o mujeres en cuyos gigantescos hombros se van edificando las circunstancias que hacen a un hombre en el presente. De la misma manera, esa lección se aplica hacía el futuro y queda por verse, cuánto tiempo pasará para que alguien toque las vidas de millones de personas. Todo se inicia con la más pequeña y modesta de las acciones, tal vez en este momento en que estás leyendo estas líneas, quizá mañana, pasado mañana, el mes que entra o el año siguiente. Todo cuenta, todo importa, todo tiempo vale, por ello, seamos como Norman Borlaug, no descansemos mucho, el tiempo es oro y tenemos mucho que hacer por delante. El Dr. Borlaug en marzo de 2009, realizó el último viaje a su «hogar», a su querida Obregón, Sonora, en el Valle del Yaqui de México, tal vez con el deseo de decir adiós a sus compañeros mexicanos, ya que unos meses más tarde fallecería. Muchas de sus frases que siempre invitan a la acción se encuentran enmarcadas en muchas oficinas de agrónomos de México y del mundo.

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Índice Capítulo

Tema

Página

Preludio El Despertar de un Letargo

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Introducción Más allá de la Utopía: Desiderátum

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Primera Parte Educación y Campo en el Crisol

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Origen Identidad Desempeño Quehacer Deber Ser Valores Formar Personas y Profesionales Competentes

30 31 34 35 35 35 36

Un nuevo plan de desarrollo institucional

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Educar para la vida

37

El futuro de las personas y de la sociedad

37

Entender los cambios en el tiempo

38

Justicia y equidad

38

Eliminar la marginación

38

Responsabilidad social

38

Excelencia, Innovación y Anticipación Nueva Declaración de Principios Nuevas Formas de Enfrentar los Problemas

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¿Qué deseo para mis maestros?

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¿Qué deseo para mis alumnos?

41

¿Qué deseo para mis trabajadores?

41

¿Qué quiero ser?

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¿Cómo lograrlo?

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En la Ruta de la Sustentabilidad 9

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Segunda Parte Edificar un Futuro Sustentable Nacimiento de la Universidad Federal Alcances de la Nueva Legislación Restructuración Orgánica Plan de Desarrollo Institucional Programa de Desarrollo Humano y Bienestar Integral

51 54 56 58 62 63

Educación para el Desarrollo Humano

65

Taller de Autoconocimiento Profundo

68

Agenda para la Sustentabilidad

Tercera Parte Mejorar Autoexigencia y Desempeño

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75

Acreditación de Programas Educativos Nuevo Ámbito Científico, Tecnológico y Humanístico Proyecto Maestro de Maíces Mexicanos Plan Rector de Desarrollo Urbano Patronato Universitario Unidad de Transparencia

78 82 86 89 90 91

Cuarta Parte Cultivar las Simientes de la Sustentabilidad

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Educación: Labrar al Ser Humano Completo Ciencia: Un Pilar Eficaz para el Desarrollo Vinculación: Maridaje Academia-Sociedad Liderazgo: Currículum para la Sustentabilidad

96 100 110 117

Desenlace Al Despertar, la Sustentabilidad Estaba Ahí

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Quinta Parte Lectura de las Fuentes Seminales

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Literatura Citada

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“Soy hombre: duro poco y es enorme la noche. Pero miro hacia arriba: las estrellas escriben. Sin entender comprendo: también soy escritura y en este mismo instante alguien me deletrea” Octavio Paz

“Tú enseñas ciencia muy bien yo me ocupo de forjar los instrumentos para su adquisición... No es asunto tuyo enseñarles las diversas ciencias, sino proporcionarles la afición a ellos y los métodos de aprenderlos cuando esta afición madure. Este es sin duda un principio fundamental de toda buena educación” Emilio Rousseau

“El hombre es como dios cuando sueña y como un mendigo cuando reflexiona” F. Hölderlin

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Preludio El Despertar de un Letargo

Gestión y gestación se funden cual hermanas siamesas, cuando en la lucha por darle mayor sentido a la vida, uno se rencuentra con debilidades escondidas y fortalezas invisibles. A la gestión, referida al desempeño como rector de mi alma mater, le siguió la gestación, entendida como mi renacimiento en un ser humano renovado y diferente. Esta es la historia en que ambas se reúnen en un testimonio, que da cuenta de una existencia que borda en lo que Jean Paul Sarte definió como ‘Vivir es Elegir’. Al elegir uno se compromete y, con esa decisión, cierra muchas otras opciones. De ahí que en el proceso de aprendizaje humano, la asignatura más difícil de aprobar sea la de ‘Tomar Decisiones’. Y es aún más arduo porque la maestra que la dicta es muy rigurosa, ya que primero te pone el examen y luego te da la lección. Pero sin duda, la historia de un fragmento de mi vida, bien pudiera ubicarse, guardando la debida proporción, dentro de una de las lecciones de vida que Benjamín Franklin enumeró: “O bien escribe algo que valga la pena leer o haz algo que valga la pena escribir”. De la lectura de esta obra, que hoy se somete al docto juicio de los lectores, se desprenderá que tan bien asimilamos esa lección. En sentido figurado y propio, todos hablamos, todos exponemos un punto de vista, una historia, un relato, una acción, una visión, un sueño o una propuesta. Sin embargo, todas las expresiones que aquí se juntan, apenas serían capaces de describir parcialmente las miríadas de componentes que Johnson y Scholes (2001) definen como red cultural y que permite identificar el paradigma de la universidad, ataviado de historias, símbolos, estructuras de poder, estructura de la organización, sistemas de control, rituales y rutinas. En todo caso, la pretensión es más modesta y esboza algunas líneas para esclarecer y entender algo mejor la cultura universitaria y llegar comprender más a detalle aquellos factores políticos, simbólicos y estructurales indispensables para abordar los cambios estratégicos que transformen su ser y quehacer. El testimonio que aquí queda impreso, es de reconocimiento y gratitud a mi Alma Mater. En él van entrelazados pensamientos y sentimientos de respeto, admiración y emoción. Pero además de testimonio es una forma de testamento; muchos han dejado 13


como el mayor de sus legados, su obra escrita, que puede aportar alguna luz acerca de nuestra naturaleza, de los temas que nos acompañan en la existencia. Los hombres somos temporales, las letras permanecen, se quedan con nosotros, por éstas, aquellos nunca mueren. Solamente muere lo que nace y en una interminable sucesión, nuestras acciones crean y se recrean; ellas definen a las personas, dan vida a ideas, entierran lo obsoleto, develan fibras recónditas, revelan el carácter y personalidad de una persona. Desde el primer nacimiento, el biológico, los genes nos moldean ciertos caracteres y heredan algunas manifestaciones físicas e intelectuales, que a alguna de ellas la instrucción y el entorno se encargaran de darles el toque final. Y luego tenemos una visita inesperada, que nos impone el traje de nuestro segundo renacer, el social. En él despertamos a la vida, le encontramos sentido a la belleza, al trabajo, a la diversión, a la reflexión y a la creación. En esa etapa, la curva de nuestros biorritmos, cargados de energía –física, intelectual y emocional– se encuentran en el zenit, y pareciera que nunca decae y que se mantiene en la cima, Posteriormente, ocurre el nacer espiritual, etapa en la que encontramos mayor sentido a la vida, se agudiza nuestra sensibilidad a lo misterioso y caminamos hacia el encuentro de una vida más plena. Se pudiera considerar que de esta etapa no hay otra salida que la del fallecimiento; sin embargo surge un encuentro más, una gestación adicional en la que no sólo se suman las anteriores, sino que algunas se invierten. Esta gestación total, te permite ver el mundo de otra manera, es un cambio en la perspectiva y en la forma de entenderse a uno mismo y a los demás; el juego de la vida el juego de la vida fluye y se manifiesta a plenitud, y todo lo que se hace parece un recreo divertido y emocionante. Al proceso simbólico de muerte y resurrección Carl Jung lo llama ‘Egocidio’ (Saint-Aymour, 2007); y reafirma el significado de encontrar el sentido de nuestra vida, la dignificación y la renovación, para lo cual hay que vencerse a uno mismo, a nuestra sombra; esto es, renacer. Es un paso de un alto impacto emocional, como suele ocurrir en la relación con las personas más cercanas, la familia, la pareja, la vocación o la profesión. Cuando se me pregunta acerca de mi experiencia en la Rectoría, suelo contestar sin titubeos, que representa uno de los períodos de mayor desgaste emocional de mi vida. ¿Es la gestión producto de la gestación o a la inversa? Al igual que la incógnita del huevo y la gallina, ¿Quién fue primero?, no importa tanto el descifrarla, puesto que no dejaría de ser un ejercicio intelectual. Por ello, la aparición de la gestación antes o después de la gestión, podría no tener mayor importancia, que la de satisfacer la 14


curiosidad innata del hombre. Lo importante es reconocerla como un estado cercano al fluir, al flotar, en el que vemos lo que antes permanecía oculto, inadvertido. Ahora, somos capaces de ver por debajo del pavimento, de liberar el pensamiento y buscar nuevos significados en el servir, el dar y el recibir. Con la intuición acentuada, existe algo parecido a la iluminación, por medio del cual se inicia la transformación interna de uno mismo. Una etapa así aparece en la vida de todos los seres humanos, aunque muchas veces no nos demos cuenta de ello. Desaparecen las envidias y el egoísmo y despunta la solidaridad y el buscar el bien de los demás. Es un viaje como el que describe León Felipe: “Voy con las riendas tensas y refrenando el vuelo porque no es lo que importa llegar solo ni pronto, sino llegar con todos y a tiempo”. El viaje por el sendero de la Rectoría, se recorre por un carril muy angosto, en el que guardar la ecuanimidad es tarea delicada; hay que mantener el equilibrio entre lo que se hace (el qué hacer y el por qué) y la capacidad que se tiene para hacerlo (el cómo). Esta tarea la describe Covey (2004) a manera de fábula: “…Esopo cuenta que un pobre granjero descubrió un día que su gallina había puesto un reluciente huevo de oro. Primero pensó que debía tratarse de algún tipo de fraude. Pero cuando iba a deshacerse del huevo, lo pensó por segunda vez, y se lo llevó para comprobar su valor. ¡El huevo era de oro puro! El granjero no podía creer en su buena suerte. Más incrédulo aún se sintió al repetirse la experiencia. Día tras día, se despertaba y corría hacia su gallina para encontrar otro huevo de oro. Llegó a ser fabulosamente rico; todo parecía demasiado bonito como para que fuera cierto. Pero, junto con su creciente riqueza llegaron la impaciencia y la codicia. Incapaz de esperar día tras día los huevos de oro, el granjero decidió matar a la gallina para obtenerlos todos de una vez. Pero al abrir el ave, la encontró vacía. Allí no había huevos de oro, y ya no habría modo de conseguir ninguno más. El granjero había matado a la gallina que los producía…” Este paradigma de la efectividad de Covey, en realidad no sólo guarda el principio de ser eficaz y ser eficiente; se refiere además, al necesario equilibrio entre el corto plazo y el largo plazo. En el afán de conseguir y ver resultados, descuidamos el proceso, el medio o el entorno inmediato en que ellos se producen. Y a la inversa, cuando sólo cuidamos de los medios, en muy poco contribuimos a la producción o desempeño institucional. 15


Escribir, además de soñar, es hablar en voz alta. Hacer, además de crear, es darle voz a nuestras ideas y proyectos. Por ello en la memoria actual, ’Sustentabilidad: Educar al Hombre, Cultivar la Tierra’, se encuentra una forma de testimonio oral que se ordena en cinco partes. En la primera, la Alma Mater habla de su origen, evolución y expectativas, pretendiendo que sus palabras también representen el sentir o hagan eco en muchas otras universidades. En la segunda parte, la narración se encamina a resaltar diversos acontecimientos clave del nacimiento como universidad federal, y del esfuerzo que realicé como Rector para dotarla de una estructura acorde a la nueva legislación, fortalecer los valores humanos y encaminarla al logro de la sustentabilidad como prioridad de la universidad y sociedad. En la tercera parte, le sigue un diálogo mediante el cual, y a manera de muestra, se da cuenta lo que piensan y lo que hacen los universitarios. De su talento, creatividad, entusiasmo y pasión, depende no sólo la formación de miles de jóvenes sino la generación de conocimientos y la apropiación de la ciencia para ponerla al servicio de todos. Después, en la cuarta parte, la palabra la toma el imaginario de la sociedad, la cual habla de la necesidad de continuar por la senda de la sustentabilidad, mediante la acción social y en la que la participación decidida de la universidad será crítica para apuntalar su razón de ser; y desde ahí, incidir en el desarrollo del país, en la construcción del futuro y en los cambios necesarios para tener el país que merecemos. Hacer de toda nuestra tierra –la terra– un hábitat sustentable, es un desiderátum por la existencia indisoluble del lazo Campo-Universidad. Vínculo similar al del papel y la nube que bellamente describe el monje budista Thich Nhat Hanh: “Si eres poeta, verás claramente que hay una nube circundando esta hoja de papel. Claro, pues sin una nube no habría agua y sin agua los árboles no pueden crecer y sin árboles no podemos hacer papel de esta manera, la nube está aquí, en esta página, entonces comprendemos que la existencia de esta página depende de una nube. Papel y nube están unidos, íntegramente relacionados” Nunca será excesivo insistir en que aquí radica un tema central de esta memoria, la idea central de que detrás de cada obra, acción, idea, pensamiento, actitud, conducta, iniciativa, palabra, u omisión, hay un bagaje educativo –formal o informal—que las sustenta. El poder transformador de la educación se refleja en todo lo que el hombre ha construido o, muchas veces, destruido. La gran obra humana subyace en la educación, por lo cual en esta cuarta parte, se revisa lo concerniente a la educación en sí, el influjo

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de la ciencia en el desarrollo, la vinculación academia-campo y el diseño curricular del liderazgo para la sustentabilidad. Finalmente, en la quinta parte, la palabra impresa de la literatura también se expresa, mediante la enumeración de diversas obras de cuya consulta se puede ampliar, verificar, contrastar y hasta discrepar de lo que aquí se habla y propone.

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Introducción Más allá de la Utopía: Desiderátum

“Ella está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para qué sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar.” Fernado Birri (Contado por Eduardo Galeano)

Ideas, palabras y acciones son parte de un circuito que determina la diferencia entre el pensar hacer algo y hacerlo. Conocida es la leyenda de aquellas cinco ranitas sentadas sobre un tronco, de las cuales cuatro deciden saltar. ¿Cuántas quedan? Aún cinco, porque hay una sutil diferencia entre 'decidir' y 'hacer'. Hechos, no palabras es un lema que hasta el mismo Esopo resalta y que por conocido se olvida o subestima. G. K. Chesterton lo expresa de manera aleccionadora: “Todo buen pensamiento que no se convierte en palabra es un pensamiento imperfecto y toda buena palabra que no se vuelve acción es una palabra estéril” Sin duda, en el derrotero de las ideas y pensamientos, muchas se quedan en el camino, al no encontrar condiciones propicias para germinar. Otras tantas, después de aparecen, se marchitan y mueren por falta de atención; sin embargo, las menos, sobreviven, crecen y se propagan. Una idea seminal fue la creación de la Universidad, que ha permitido ennoblecer el espíritu humano, extender las alas del conocimiento y elevar las condiciones de vida. Otra lo es la semilla de la Sustentabilidad, cual paradigma latente e incipiente, está fabricando vigorosas raíces, para emerger con fuerza tal que nada ni nadie podrá detener su florecimiento y perpetuación.

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Un brillante cielo en la madrugada de octubre de 1982 era testigo del portavoz de una noticia sombría; se anunciaban los resultados adversos de una extenuante jornada en la que un joven profesor, junto a un numeroso contingente de estudiantes, profesores y trabajadores había participado con gran entusiasmo y dedicación. Pasarían 24 años para que en el mismo mes, la radiante luna de una fresca madrugada iluminaba el balcón de ´La Gloria’, cuyas puertas se abrían para declarar victorioso al ahora más experimentado profesor. Las arenas del tiempo dejaron sus huellas y marinaron con el mejor y más suculento manojo de especias a nuestro hombre; haciéndole merecedor, más temprano que tarde, al refrán de las abuelas “recaudo hace cocina, no Catarina”; ciertamente, la vida lo había preparado con los mejores ingredientes para emprender la añorada y largamente esperada gestión. En lo más profundo de su ser él llamaba a esa mezcla de intuición, corazonadas y razonamientos que guiaron inicialmente sus acciones y decisiones “la euforia de la victoria”. El nombre del centenario edificio fundador de la Universidad, que evocaba gratos recuerdos, nunca dejaría de advertirle que toda gloria es fugaz ‘Sic transit gloria mundi’. Singular es el mundo universitario, marca rumbos, define vidas, trasciende los límites del aula. Profesores y alumnos conviven diariamente, dentro y fuera del aula, y de sus interacciones emanan cambios en actitudes y en la formación de aptitudes. A partir de ellos se edifican las altitudes que seremos capaces de escalar en todos los ámbitos de la vida –personal, familiar, profesional, laboral– y que nos licencian para imaginar panoramas y escenarios insospechados. Los afanes académicos a los que se dedican interminables horas de estudio, servicio social, enseñanza, investigación, vinculación y tantas otras tareas; son actividades que palidecen cuando se asume una mayor responsabilidad como la es el conducir y representar a la Universidad. A partir de aquella mañana, la vida entera del profesor cambiaría. Ahora el flujo de adrenalina era más vigoroso. Al enfrentar los sucesos cotidianos de la vida interna y las circunstancias y actores externos, todos sus sentidos se someterían a prueba. Su actuación, transparente al escrutinio de propios y extraños, pasaría por ‘Momentos de la Verdad’, –termino popularizado por Karl Alprecht y acuñado por el sueco Jan Carlzon–, calificando su capacidad de desempeño y otorgándole a la vez una extraordinaria oportunidad para aprender, cambiar, aportar y crear. Aunque se encontraba en su elemento, su alma mater, a decir verdad, su estancia en la Universidad ya no sería evaluada por calificaciones sino por resultados. 20


La historia de una persona o una institución es esencial para entender el presente y para concebir el futuro, pero no se puede rehacer sin memoria. ’Sustentabilidad: Educar al Hombre, Cultivar la Tierra’, es a la vez memoria, cuerpo, alma y sueño. ¿Cómo osar el separar los sentimientos de los pensamientos? ¿La forma del contenido? ¿Los actores de los autores? ¿El alfa del omega? La memoria no intenta ser completa, ni el cuerpo pretende estar en óptima condición, como el alma misma tampoco permanece intacta, ni los sueños siempre se cumplen. Como una gigantesca trenza, todo estaba conectado –las personas, las instituciones, las circunstancias históricas, el entorno– y explica los cómos y los porqués del palpitar de la Universidad. Su ejercicio en el rectorado de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, si bien constituye el eje central de lo que aquí se expone; intenta, además, acercarse de manera muy incipiente al estilo de Eduardo Galeano “Delirar, Soñar en Voz Alta”. Se narra, acaso, asumiendo, como reza el último libro de Eliseo Mendoza Berrueto, que existe la “Memoria de las Palabras”. O es quizá, un intento de conversar bajo la sombra de “El Árbol de los Recuerdos”, a la manera del agrónomo y Doctor Fidel Márquez. O tal vez, en un arrebato de inspiración, imaginar que mediante la palabra existe el poder para transformar todo, como de exquisita forma lo escribe Beatriz Paredes en “Acaso, la Palabra”. Lo más probable es que lo relatado obedezca a lo que Robert Cecil Day –Lewis, poeta irlandés, atinadamente señalaba: "No escribo para ser entendido, escribo para comprender". Esto es, apreciar de una manera más objetiva, mediante la escritura, a la institución en que se formó, en la que compartió innumerables experiencias estudiantiles y magisteriales y a la que serviría con grandes desafíos y expectativas. Mediante la palabra escrita, se regeneran circunstancias, se reafirman posiciones, se cuestionan decisiones, se comprende mejor el sentido del deber y la responsabilidad. Se llega a entender por qué todo intento de profundizar en la brecha del cambio, trastoca el estatus, la zona de confort, la cómoda mecedora de lo convencional y, en su lugar, se abre una caja de pandora, que hace dudar si las resistencias son reales, imaginarias, fanfarronadas, alardeo o constituyen un reto genuino a la autoridad. En esas circunstancias le embargaba una sensación similar a la pregunta que se hace en el libro de Sheridan (2008) ‘la receta de Pandora’: “si la solución es el problema, ¿de qué lado te colocas?”; y si en verdad, lo que se te comenta o refuta, ¿en realidad es sólo un distractor de una acción contraria?; o sí, en el juego de las negociaciones de un problema ¿hay intenciones perversas ocultas? A toda acción se opone una reacción, que en su caso 21


daban la apariencia de una sucesión interminable similar a las muñequitas rusas o Matrioskas, que al abrir una se encuentra otra y así repetidamente. Con el estudio de la parábola de Blanchard et al (2003), ‘Cierre las brechas’; creía haberse preparado para dar el salto de pasar del estado en que se encontraba la Universidad al inició de su gestión, al paraje donde pensaba que debería estar al final de la misma. En ese entonces empezaba a aclarársele lo que bien expresara el Fraile Carmelita del siglo XVI, San Juan de la Cruz, que “Para llegar donde no estamos tendremos que avanzar por donde no vamos”. Esto significaba el atreverse a buscar caminos no andados o menos trillados al iniciar proyectos nuevos y explorar desde planos distintos a lo tradicional y a lo familiar. Sin embargo, el cambio parece ser una de las materias más difíciles que imparte con recursos inimitables la universidad; ya que primero te aplica la prueba y después te dicta la lección. Ningún cambio se puede hacer sólo; es necesario persuadir, convencer, demostrar, argumentar y perseverar. Las inercias y prácticas anquilosadas, válidas en otros tiempos, son enemigas del cambio. Lo novedoso no tiene lugar porque –ahora lo entiende mejor–, para aprender hay que desaprender muchas cosas. Nunca es tarde para aprender; y más si se desea ayudar a alguien o algo, hay que preguntar primero ¿Qué quieren? ¿Qué necesitan? Si las ramas viejas y lignificadas no se podan, los brotes nuevos no retoñan o su crecimiento es muy débil. Un hábito, al igual que los gatos, tiene muchas vidas y forma parte de la manera como vemos y percibimos al mundo; y cual viejo vestido, sólo el tiempo y circunstancias harán que se mude por otro (Medina y Lira, 2012). Cuando te acostumbras a vivir en la llanura, no es fácil encaminarte hacia las alturas y vivir en la montaña. Al acometer la redacción de la presente memoria, un tenue haz de luz iluminó la comprensión del profesor y le hizo recapacitar que en el ejercicio del servicio público, muchas veces lo más importante no es el final del viaje, sino el recorrido; que al no existir caminos, hay que desenmarañar, despejar y hacer camino al andar. Del testimonio de su jornada entendemos lo mucho que tuvo que estudiar, sintetizar aprender y aprehender conceptos disímiles; y que en todo esfuerzo por cerrar brechas, lo primero que hay que cerrar son las brechas propias. Ante las dificultades y obstáculos que se van presentando, no apreciamos con la objetividad deseada, las soluciones correctas, las mejores salidas. La obviedad genera ceguera. No somos capaces de ver ni de hacer lo que atinadamente Godin (2007) aconseja para salir del ‘abismo’ de los problemas: renunciar a las cosas correctas, en el momento correcto. 22


Y hablando de renuncias y resistencias, su caso personal describe lo que a menudo se dice en la jerga del cambio, del liderazgo y de la transformación personal: lo difícil no es ser, sino llegar a ser. Esperó casi un cuarto de siglo para lograr saltar del ‘abismo’ y acceder al cargo. En ese lapso renunció a muchas cosas, resistió muchas tentaciones, y a veces sus debilidades parecían más fuertes que las supuestas fortalezas que creía tener. El gran abismo de ese largo caminar, lleno de trampas y oasis, de vendavales y empinados despeñaderos, pantanos y desiertos, de canto de sirenas; fue siempre acompañado por una sólida y perseverante actitud de cumplir metas y largas horas de trabajo, de dar un extra a lo que se le pedía; de estar alerta para reconocer ‘callejones sin salida’ y ‘precipicios’; y como en el futbol, las patadas que se reciben siempre ayudan a prepararte mejor, a reconocer y valorar el juego limpio. Qué razón tenía Buckminster Fuller al afirmar “Nunca cambias las cosas luchando contra la realidad existente. Para cambiar algo, construye un modelo nuevo que convierta al modelo existente en obsoleto” Con todo y ello, estaba plenamente convencido de que las personas pueden cambiar sus enraizados patrones de cómo piensan, sienten y actúan. ¡Al escribir se recrean sueños! En Agosto de 1967, recién cumplía 16 años, traspasó el arco para ingresar al majestuoso campus de la Universidad. Ante él se abría la posibilidad de obtener un título profesional y al término de la carrera, salir con gran prisa, como el Quijote, pues pensaba que al mundo le urgía su presencia por los tantos “…agravios que… deshacer, tuertos que enderezar, sinrazones que emendar, y abusos que mejorar y deudas que satisfacer…”. Seguramente, innumerables y novedosos horizontes estaban a la espera de su humilde persona. Nada más alejado de su pensamiento en ese día, estaba el hecho de permanecer en la ‘escuela’ más allá del tiempo requerido por sus estudios. Cuatro y media décadas han transcurrido desde entonces y por más anzuelos que el destino le ha arrojado para alejarle de ella, la carnada no fue lo suficientemente atractiva para lograrlo. Durante éste período –además de terminar sus estudios de posgrado en la Universidad de Arizona y en la Universidad Estatal de Colorado– incursionó en diversos puestos del servicio público federal y estatal, fue electo diputado federal, presidente de la asociación nacional de los egresados de la universidad, del Colegio estatal de Ingenieros Agrónomos, de la Confederación Nacional Agronómica y del Comité Estatal de su Partido Político. Pero el apremio de una impresionante fuerza, adictiva, envolvente, mágica y atrayente, le regresaba y mantenía unido a la Universidad. Sin duda parte del encanto fueron los maravillosos años que disfrutó en el internado de la entonces escuela, y además de las clases, vivió con pasión 23


muchas actividades: el futbol –soccer y americano–, Capitán I de la Oficialía de Alumnos, su participación en la estudiantil Rondalla de Saltillo y presidente de su generación de alumnos. Por tres años su formación teórica se combinó con la práctica en el Rancho Los Ángeles, propiedad de la Universidad, en el que junto con las tareas propias de un predio ganadero, estudió el hábitat, ecología y manejo del perrito de las praderas, y que presentaría en su examen profesional como tesis. A esa experiencia práctica se sumaría sus incursiones y puesta en marcha de un sinnúmero de ensayos y experimentos en el Campo Experimental Forestal ‘La Sauceda’, el cual dirigía su Presidente de Tesis, Ing. M.C. José Ángel De La Cruz Campa. Desde entonces han transcurrido tres cuartas partes de su vida relacionada a la institución. No puede pensar en otros momentos, que ésta etapa como la de mayor impacto y significado en su vida personal, familiar, profesional y política. Ahí se fueron sucediendo distintos roles como estudiante, profesor-investigador, jefe de departamento, consejero universitario, subdirector, vicerrector de investigación, coordinador de división. Finalmente llegó el singular momento de ocupar el puesto de Rector, en el que sus enormes retos y dificultades, empequeñecen con la grandiosa satisfacción de haber servido con entrega y entusiasmo. Esta memoria es un ejercicio de imaginación, tal vez un poco a la manera de Oscar Wilde “la imaginación es una cualidad dada al hombre para compensarle por lo que no es”; y otro poco a la manera de Albert Einstein “…la imaginación es más importante que el conocimiento…” ’Sustentabilidad: Educar al Hombre, Cultivar la Tierra’, aspira a erguirse en la relatoría de un esfuerzo para aportar una propuesta para situar a la sociedad en equilibrio con su medio; un estado de desarrollo altamente deseable, posible de alcanzar. Es la visión del futuro a partir de un presente que podemos transformar para asegurar la vida humana futura más digna, de más calidad y mayor prosperidad. Una aspiración así concebida, habla de una sociedad en convivencia armónica en sus aspectos políticos, económicos, ecológicos, sociales y humanos. Al considerar a la educación la palanca para la transformación social, y asimismo, la acción social el único camino para alcanzar la sustentabilidad; le corresponde a las universidades el hacer de ésta su forma de vida, y en consecuencia, gestionarla para todos los seres humanos. Es el apropiarse de una acción social que nadie puede sustituir y de una tarea que nadie más puede cumplir mejor. Esta es la utopía convertida en desiderátum que, sin la menor sombra de duda, la sociedad está esperando de la universidad de nuestros tiempos. Esta es la tesis que 24


subyace en lo que aquí se narra; la fe inquebrantable en el poder transformador de la universidad, el poder de catalizar cambios indispensables para mejorar las condiciones de vida; el poder para trabajar al servicio de la sociedad, el poder de la educación como palanca de acción social; el poder de los educadores y de los educandos para disminuir pobreza, desigualdad, miseria y la exclusión social de buena parte de la población, fortalecer la democracia, e iluminar el oscurantismo; en suma, el poder que todos juntos tenemos para la transformación de todo un país. Ante un planeta en vilo, amenazado, en peligro, herido de muerte, ¿no sería ésta una misión trascendental de la verdadera universidad? Varias lunas han transcurrido y un deseo vehemente, un implacable sueño y una persistente esperanza acosan al profesor, al evocar aquella madrugada otoñal frente a la ‘Gloria’ en que el ambiente festivo, alegre, grandioso, de júbilo, interrumpía el silencio de la noche. Deseo-sueño-esperanza forman un ciclo que conspira para que a la manera de un poderoso conjuro, ese otoño bullicioso, bajo el influjo del efecto mariposa, se ensanche por todas las estaciones y por todos los rincones del país y mundo; para que desaparezcan las tantas y tantas primaveras que el hombre, por ignorancia, por perversidad, o por ambas, ha silenciado en nombre del progreso y de una mejor vida; para que surja un hombre capaz de producir sin destruir y con justicia, de hacer rentables los bienes producidos, de rehacer en el campo nuevos tiempos sustentables, de poner en la mesa de todos, alimentos suficientes en calidad y cantidad; en fin, de un hombre que borre todo vestigio de utopía ilusoria y la transforme en un desiderátum, cuyo ropaje sea objetivo, realista y alcanzable. El hombre tiene que despertar de su letargo y renunciar a destruir la base misma de su sustento, ya que hasta ahora, consciente o inconsciente, al serruchar con arrebatado entusiasmo la rama donde está sentado, sigue empecinado en construir, como lo señala Carlos Fuentes, un ‘…infierno en la tierra…’ bajo el falso supuesto de que con ello podrá ‘…asegurar la necesidad de un cielo que nos compense del horror de nuestras vidas…’ Lo mejor que se puede hacer ante ese dilema es seguir la máxima cristiana que aconseja dar… “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. De ninguna manera se descarta la existencia de una gran sabiduría superior e invisible, de la cual Carl Gustav Jung da testimonio en la frase que cinceló en piedra sobre el dintel de la puerta de entrada a su casa, en Küsnacht, Suiza: ‘Invocado o no invocado, Dios está presente’. 25


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Primera Parte Educaci贸n y Campo en el Crisol

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"Hay pocas cosas terrenas más hermosas que una universidad...un lugar donde aquellos que odian la ignorancia pueden luchar por el conocimiento, donde aquellos que perciben la verdad pueden luchar para que otros la vean" John Edward Masefield

El legado de Don Antonio Narro Rodríguez para la educación y el campo, suscrito hace poco más de 100 años, partió del firme deseo de: “Formar cerebros de productores, hombres y mujeres que se dediquen al cultivo de la tierra a plena ciencia y conciencia, instruidos, educados, cultos y con los conocimientos científicos y tecnológicos para obtener de su labor todo el provecho, y para que el empirismo y la rutina no aten las alas de su espíritu. Que el exceso de lecturas y teorías y la falta de prácticas no sean causa de idealismos hermosos pero infecundos”. Hoy ese anhelo es superado en la realidad, al transformarse en Universidad Federal. Más que nunca, la educación superior tiene cómo una de sus más altas prioridades el contribuir a disminuir las desigualdades sociales y territoriales. Para ello, las universidades aún están en la búsqueda de las fórmulas más eficaces para vincularse fuera del aula. México tiene fines generales y requerimientos particulares, que cobran sentido en una gran diversidad de realidades. Por tanto, es fundamental lograr que las realidades educativas estén asociadas a las realidades humanas, en sus manifestaciones ecológicas, ambientales, tecnológicas, sociales y económicas, vistas como un todo. Esta es la jornada –entendida como viaje, esfuerzo y destino– que hay que recorrer para ascender al escabroso pináculo de la sustentabilidad.

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Origen Siempre he tenido los mismos apellidos: Antonio Narro, pero mi nombre propio ha cambiado con el tiempo. En 1923, cuando nací, mi nombre era Escuela Regional de Agricultura. De hecho mi gestación se inició hace ya 100 años, cuando el agricultor y filántropo Saltillense, Don Antonio Narro, dicta un 10 de julio de 1912 su testamento en el que destina parte de su fortuna personal, la Hacienda de Buenavista y otras propiedades, muebles y semovientes para la creación de una escuela de agricultura. Después, en 1938 me llamaron Escuela Superior de Agricultura, hasta que un 4 de marzo de 1975 me bautizaron con el nombre que actualmente tengo: Universidad Autónoma Agraria. En este año cumplo 90 años. Aún soy muy joven si consideramos que las primeras universidades en el mundo: París, Oxford, Cambridge, Padua y Praga nacieron en los siglos XII y XIII; aquí, en México, la UNAM vio la luz en 1551. El primer egresado titulado fue el Ing. Raymundo del Bosque, quien presentó su tesis profesional sobre maíz, en 1928. Hasta junio de 1975 todos se graduaban como ingenieros agrónomos; la primera generación con tres especialidades concluyó sus estudios en diciembre de ese año. El posgrado se inició en septiembre de 1971. La primera generación de maestros en ciencias egresó en 1973, mientras que el primer doctorado se otorgó en Fitomejoramiento, en 1976, fue el Ing Agr., M.C. Roberto Cárdenas V. el primero en recibir el grado de doctorado. Como puedes ver, mi vida como Universidad apenas cuenta con 38 años, y en este lapso (1975-2013) se han graduado más alumnos de licenciatura y de posgrado, que en todos los años anteriores (1923-1975). Mi conversión de Escuela a Universidad se produjo por un decreto del Congreso del Estado de Coahuila; más recientemente, el 14 de diciembre de 2005 la Cámara de Diputados y el 7 de marzo de 2006 la Cámara de Senadores me convirtieron en parte de la administración pública federal, con lo que adquiero rango nacional. Mi acta de nacimiento como Universidad Federal es del miércoles 26 de abril de 2006, que está publicada en el Diario Oficial de la Federación, 1ª sección pp 55-59. 30


Identidad De mí dependen alrededor de cinco mil alumnos; a ellos les imparten clases alrededor de cerca 615 profesores investigadores, y a todos nos apoyan cerca de 960 trabajadores académicos. En mi seno se imparten 40 carreras de licenciatura, especialidades y posgrados. Del total de programas, el 100% de los programas de licenciatura están acreditados y de los de posgrado, el 90% son de reconocida excelencia por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). Tengo como sede la ex-hacienda de Buenavista, municipio de Saltillo, y tres unidades regionales: la Unidad Laguna en Torreón, la Unidad Norte en Zaragoza, ambas en Coahuila de Zaragoza y la Unidad de Cintalapa, Chiapas. A mi seno llegan estudiantes de más de localidades que se ubican en alrededor de 700 municipios de las treinta y dos entidades federativas del país. De Coahuila son una quinta parte, mientras que el resto proviene, en orden de importancia, de Chiapas, Veracruz, Guanajuato, Oaxaca, Hidalgo, Morelos, Veracruz, Durango, San Luis Potosí, Tamaulipas, Michoacán, Campeche, Puebla, Nayarit, entre otros. Tengo una estación de radio para difundir lo que realiza la comunidad universitaria; cuento con 16 campos experimentales, ranchos agrícolas y pecuarios y tres unidades productivas. En equipamiento académico cuento con aulas, laboratorios, cuartos fríos, cubículos para profesores y estudiantes, invernaderos, comedor universitario, cafetería, internado, residencia femenil externa, biblioteca central. Para que mis alumnos hagan deporte, tengo gimnasios techados, pistas de atletismo, campos de fútbol americano, fútbol soccer, béisbol y softbol, cancha de tenis, lienzo charro y de rodeo, canchas de baloncesto y voleibol al aire libre, gimnasio de físico-culturismo, ring móvil de box. En mi carácter autónomo, ostento variados tipos de autoridad: el máximo órgano de gobierno son el Consejo Universitario y el Consejo Directivo; las autoridades centrales de orden ejecutivo son: el rector, el secretario general, del cual dependen el director general académico y el administrativo, el director de la unidad de planeación y el de la contraloría, los coordinadores de las divisiones académicas, los jefes de departamento 31


académico, los jefes de programas institucionales, las academias departamentales y las de programa. Parecen demasiados jefes para tan pocos subalternos, pero la verdad es que cumplen muy diversas funciones. Algunos de ellos son electos, otros designados y otros más son honoríficos. A la fecha, conservo el mismo esquema de organización académico y administrativo adoptado en junio de 1975, el sistema departamental, mediante el cual las disciplinas se agrupan por actividades y permite el desarrollo pleno de la investigación. La departamentalización favorece la cooperación interdisciplinaria que impulsa el nivel académico y la atención personalizada de los estudiantes. Además, este esquema permite optimizar el uso de los espacios físicos, planta docente y recursos financieros; y evita la duplicidad de esfuerzos ya que los departamentos ofrecen materias para todas las carreras. También, es propicia esta modalidad de organización para implantar esquemas rígidos, flexibles y sistema de créditos, programas de licenciatura, especialidad y de posgrado. Mi Lema y Escudo Alma Terra Mater es mi lema y su significado trasciende el ahora y nos profetiza el ineludible vínculo de la humanidad con los recursos de la tierra: ‘La Tierra es la Madre que Alimenta’. Ya los indígenas mexicanos lo habían expresado en el maravilloso proverbio Náhuatl: “Tlalticpac Toquichtin Tiez”, esto es, ‘La tierra será como sean los hombres’. Al destruir la tierra, el hombre capa toda posibilidad de producir los alimentos en la cantidad y calidad requeridos por una población en continuo crecimiento. Este lema forma parte de mi heráldica en el que se representan varios elementos: el águila mexicana que sostiene en sus garras espigas de trigo las cuales simbolizan la vida y los alimentos; el búho, que por su capacidad de ver en la noche, se le atribuye la sabiduría, y que posado en un arado, significa los conocimientos aplicados a la agricultura; las nubes como fuente de agua que hace florecer la tierra, y la luna en cuarto menguante, que simboliza la abundancia. Si unimos lema y escudo, se infiere el concepto de la sustentabilidad, que se refiere a la integración de la ecología, la economía y el ecosistema con el hombre. 32


Aplicado a la tierra, el concepto de sustentabilidad encuentra que las variables más difíciles de entender no los son las económicas, sino las de índole ecológica, y entender las relaciones entre los organismos vivos y el medio físico ha sido el reto fundamental de la humanidad, que hoy enfrenta el desafío de cuidar el hábitat que preservará su descendencia, mismo que exige la comprensión y aplicación de millones de probadas soluciones, alcanzadas por organismos bien adaptados tras millones de años de evolución, en los que la vida ha edificado condiciones para dar continuidad a la creación de vida. En lo doméstico aplicaría: ‘Universidad sustentable; Universidad perdurable’. Los términos ecología y economía tienen la misma raíz griega ‘oikos’ que significa casa; por lo cual a la economía le corresponde la administración de la casa mientras que la ecología se ocupa del estudio y conocimiento de la casa. Y ambas disciplinas se desarrollan dentro del ecosistema, que también deriva de la raíz oikos y que significa la organización –estructura y funcionamiento– de la casa. Al incluir al hombre como integrante, residente y administrador de esa casa, aumenta en complejidad la aplicación del concepto de la sustentabilidad, ya que para que cualquier esquema sea sustentable, debe de ser socialmente justo, económicamente productivo y rentable, y ecológicamente sustentado; de forma tal que no se atente contra la base misma que genera la riqueza y que la constituyen los recursos naturales. Por ello, la sustentabilidad tiene como fin último el generar estabilidad y prosperidad duraderas, lo que implica pensar acerca de nuestras acciones y conductas en un contexto más amplio, global y holístico; en el que se reconozca que todas las decisiones que tomemos, tienen un efecto en el futuro, pero que es posible prevenir y evitar los daños negativos y minimizar los impactos no deseables en las salud humana y de la tierra. Esta es la visión que nos heredó Don Antonio Narro, quien a un siglo de distancia, inicia mi gestación pensando en el binomio educación-alimentación. Ese es mi origen y destino, que he venido adecuando a las circunstancias cambiantes del país y mundo. En su deseo, concretado en el testamento respectivo y en todos los arreglos legales y económicos previos a mi nacimiento, prevalece la idea de educar al hombre para perfeccionar el cultivo de la tierra. En su sentido más amplio, la sustentabilidad es el cultivo de una mentalidad preparada cuidadosa y rigurosamente mediante la educación. A ello se refiere Gardner (2005) al considerar que la universidad debe de formar a sus estudiantes en actitudes de servicio a la sociedad y dotarlos de habilidades en conocimiento técnico-científicos, en 5 campos: 1) mente disciplinada, 2) mente sintética, 33


3) mente creativa, 4) mente respetuosa y 5) mente ética. De esta forma se desplegaría todo el potencial de las inteligencias y capacidades múltiples del individuo.

Desempeño Me toca formar a uno de cada diez alumnos que, en el ámbito nacional, cursan carreras agropecuarias. A este propósito se dedican alrededor de 185 profesores con doctorado, 250 con maestría en ciencias, 180 con estudios de licenciatura y 150 técnicos académicos. De ellos, cerca de 60, pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores. Como una gran porción de mis alumnos provienen de clases medias y bajas, les doy beca a más de la mitad de los alumnos de licenciatura y posgrado. Como resultado de mi compromiso con el desarrollo de la ciencia y la tecnología de mi país, en mi seno se están llevando a cabo cientos de proyectos de investigación, en los cuales participan alumnos de licenciatura y de posgrado, que además de elaborar sus tesis, se entrenan en la disciplina de la investigación. Con el afán de transferir los resultados de las investigaciones que mis profesores realizan y de ser factor para mejorar la calidad de vida de las comunidades rurales, en mi seno se están implementando casi un centenar de proyectos de desarrollo, en los que se involucran activamente los alumnos, para fortalecer su compromiso con la comunidad y favorecer su integración a ella. Producto de mi interés por vincularme con el exterior, mis profesores investigadores conducen proyectos especiales con fondos concurrentes, a través de los cuales presto servicios profesionales a organizaciones de naturaleza diversa que demandan mi intervención. Por otro lado, en mi interior se están operando múltiples convenios con instituciones

productivas,

culturales,

educativas

y

de

servicio,

nacionales

e

internacionales. Estos acuerdos los coordinan mis profesores y en ellos participan los alumnos, lo que enriquece su formación profesional y los acerca más al mundo en el que habrán de laborar.

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Quehacer Mi razón de ser, el propósito para el cual fui creada, el papel central que me toca desempeñar es educar, investigar y transferir conocimientos y tecnologías para la sociedad en lo general, y para los productores rurales en lo particular. Para lograrlo, mi misión es formar seres humanos con valores, que amen su profesión y su país; que tengan la capacidad de integrarse a la sociedad y de contribuir al desarrollo sustentable nacional. Por eso nunca dejaré de insistir en la necesidad de capacitar permanentemente a todo el personal, y de actualizar, de manera continua, todos mis programas académicos, para que se adecuen a la realidad cambiante, sean de calidad y excelencia, e innovadores y competitivos. Quiero que mis egresados sean seres humanos, profesionales de primer nivel al servicio de la sociedad.

Deber ser ¿Cómo lograr mi razón de ser? La estrategia que tengo, es comparable a la de los sueños e ideales que tienen las personas; la visualización de cómo me quiero ver en el futuro. Mi deseo es convertirme en una institución de educación superior de excelencia académica, reconocida como líder nacional y mundial en la formación de personas y profesionistas certificados; en una institución con plena vinculación con la sociedad, con un cuerpo académico y con todos mis programas docentes acreditados; en una institución con una organización y administración ágil, moderna, eficiente y transparente, al servicio de lo académico, con alumnos, profesores investigadores y trabajadores que compartan y practiquen los más altos valores morales, y que estén totalmente comprometidos con mi desarrollo.

Valores Sin duda, en mi seno, la máxima: “…La actitud, más que la aptitud, determina la altitud…” está vigente en nuestros días, por tanto, de la comunidad universitaria, formada por alumnos y profesores, con el apoyo de los trabajadores manuales y administrativos, surge lo que me define como universidad.

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Los valores constituyen las suposiciones críticas, actitudes y creencias que comparten todos quienes forman parte de mí, y se dan en el flujo cotidiano de las actividades necesarias para lograr mi razón de ser. Ya cuento con un código de ética y en él se resaltan los valores que debemos de compartir y que deben de guiar nuestra conducta. Son fundamentales los de orden moral, la responsabilidad, la honestidad, la limpieza, el orden, el respeto a la naturaleza (ambiente) y, por supuesto, el respeto al derecho de los demás. No vivimos aislados. Formamos parte de la sociedad, y por lo tanto, mi verdadera obligación es formar y desarrollar a la persona como tal; al ser humano a partir de sus emociones, pasiones, sueños, aspiraciones, razones, como miembro de la sociedad.

Formar Personas y Profesionales Competentes

“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.” Albert Einstein

Mis futuros egresados deben desarrollar habilidades que les permitan adaptarse al mundo social y laboral que les espera. Por eso se imparten en mi seno, materias enfocadas formar emprendedores con responsabilidad social y actitud de liderazgo; innovadores, creativos, para que se sitúen eficazmente dentro de la competencia profesional y laboral a que se enfrentarán en el futuro, en el ámbito nacional e internacional. Actualmente, ninguna carrera por sí sola tiene un diseño curricular que permita a los futuros profesionales integrar, dentro de su perfil académico, un paquete de herramientas, principios, estrategias y valores para enfrentar con éxito los retos que les demandará el futuro inmediato, ya sea en la investigación científica, en el desarrollo tecnológico, en la docencia, en el desarrollo empresarial, en el servicio público o privado. 36


El desarrollo de habilidades y actitudes positivas para emprender una exitosa carrera profesional en el mundo real, complejo y competido que les tocará vivir, es un reto de la universidad que se traduce en una prioridad y compromiso para mantener una posición vanguardista en la educación superior y en el posgrado.

Un nuevo plan de desarrollo institucional Un plan de desarrollo institucional mide, tradicionalmente, el crecimiento cuantitativo, no el cualitativo: ¿Quién desea estudiar?, ¿Cuál es el mercado de trabajo?, ¿Cómo se desempeña el egresado en el mercado de trabajo?, ¿En qué trabaja?, ¿Cuál es su nivel salarial y de satisfacción laboral? Este plan, sin embargo, debe aspirar a rediseñar una nueva estrategia que replantee mi misión, mi visión y los escenarios. Definir la etapa o época en que he vivido como universidad (1975-2012) no es suficiente para descubrir lo que he realizado. Es necesario enumerar lo que no he hecho, lo que he intentado sin éxito, lo que no he abordado para descubrir lo que me separa de ser una institución educativa conservadora, de una auténtica universidad del siglo XXI, del nuevo milenio. ¿Qué me hace diferente del resto de universidades en el país y el mundo? Para saberlo, es necesario que se aborde mi estudio y se planteé una nueva propuesta de cambio desde la perspectiva de lo que los profesores, los alumnos y los trabajadores han hecho bien en el pasado, para proyectarlo hacia lo que pueden hacer mejor en el futuro.

Educar para la vida La educación, en su sentido más amplio, va más allá de las formalidades escolares y considera múltiples aspectos que tienen que ver con la formación del profesional capaz, comprometido y responsable con su propio crecimiento y con la propia sociedad. Educar, en su más amplio sentido, es reto, responsabilidad y tarea por hacer. ¿De qué trata la educación, si no del futuro de los sujetos y de la sociedad? El siguiente bosquejo, se basa en el ensayo de Frigerio (2003): El futuro de las personas y de la sociedad Una de mis mayores responsabilidades como universidad es el destino que seguirán mis egresados en particular y la sociedad en general. ¿La formación que les doy hacia dónde los conduce? ¿Van en el camino correcto? 37


Entender los cambios en el tiempo Una de mis tareas primordiales como institución educativa, es la búsqueda de un mejor y posible mundo del mañana, a partir de una formación profesional integral basada en los más altos estándares técnico-científicos, pero con alto contenido humano. Justicia y equidad Es necesario entender que la educación tiene que ver, primero y fundamentalmente, con la justicia y la equidad. Como universidad tengo la obligación de abrir oportunidades para que, quienes buscan ser mejores, no queden marginados de una vida más digna y de calidad, por no tener acceso a la educación. Eliminar la marginación Educar es, en última instancia, liberar de la opresión, de la humillación, de la exclusión, de la pobreza, de la vulnerabilidad, de la marginación. En palabras llanas y sencillas: es la encomienda que tengo de otorgar certificado para que todos tengan “parte” y todos formen “parte.” Responsabilidad social Ante todo, mi responsabilidad como universidad ante la sociedad, de la cual formo parte, es contribuir a difundir la cultura, realizar investigaciones, organizar e impartir el conocimiento universal y, finalmente, aportar profesionales que coadyuven a su transformación y renovación.

Excelencia, Innovación y Anticipación Este trío de factores conforman la clave para la sobrevivencia y prosperidad de cualquier organización en el siglo XXI; sin lugar a dudas, esta aseveración es aún más pertinente para las instituciones educativas (Barker, 1995) La excelencia no sólo me dará la ventaja competitiva en estos días, sino que será el pase de entrada, el boleto indispensable para estar en el escenario dónde ocurren los cambios y se gestan las instituciones del futuro. 38


La anticipación es responder a las necesidades futuras, previniendo problemas e identificando oportunidades para el crecimiento; es reconocer, mediante la investigación estratégica, las tendencias futuras. Y, ¿sabes una cosa?, la mejor manera de comprender y anticipar el futuro, es entender y explicar nuestra realidad. Tratándose de mí, mi realidad es un agregado de muchos paradigmas, que en su conjunto me indican cómo actuar de acuerdo al modelo de universidad que aspiro ser. Finalmente, la innovación representa la oportunidad de que me convierta en una institución de servicio altamente competitiva, preferida, prestigiada y líder en el país y en Latinoamérica. Es la llama permanente del cambio indispensable para mantenerme en el liderato de la educación superior.

Nueva Declaración de Principios

“La grandeza de las personas, de las organizaciones y de las naciones radica en la adecuada definición de sus principios y en la determinación con que éstos se honren” Benjamin Franklin

Para estar acorde a las nuevas condiciones del país y mundo, requiero replantearme los principios que me sustentan, como base para abordar los cambios institucionales a que me tengo que someter. El siguiente diagrama (figura 1), indicativo más no exhaustivo, apunta en esa dirección.

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Figura 1. Visión de la Universidad

Nuevas Formas de Enfrentar los Problemas Crear nuevas maneras de hacer las cosas por parte de los profesores, alumnos y trabajadores, resulta atractivo, aún para mí que soy una universidad joven. Salirse de lo tradicional no es fácil e implica una nueva actitud. La investigación (o indagación) apreciativa nos puede ayudar en este asunto: Método Tradicional

Investigación Apreciativa

1) Necesidad de identificar problemas palpables 1) Apreciar a valorar lo mejor de que ya ‘existe’ 2) Análisis de causas

2) Considerar ‘lo que podría ser’

3) Análisis de posibles soluciones

3) Discutir ‘lo que debería de ser’

4) Tomar la iniciativa (tratamiento)

4) Innovar ‘lo que será’

En la que la suposición básica del método tradicional es que las organizaciones son problemas que necesitan ser resueltos; mientras que el de la investigación apreciativa es que las organizaciones son un rompecabezas para armar (Hammond, 1998) 40


¿Qué deseo para mis maestros? La oportunidad de trascender en su función académica integral. Primeramente, como docentes, al transitar de la enseñanza tradicional a la de aprendizaje significativo, donde el alumno deje de ser un depósito pasivo de información y conocimientos y se transforme en sujeto participativo y reflexivo. Los académicos deberán enfocarse mayormente a las experiencias prácticas y su vinculación con la realidad; a la investigación técnica y científica, básica y aplicada, humanista y tecnológica, que involucre a estudiantes de posgrado y licenciatura, pero que se divulgue en congresos, simposios, talleres, revistas científicas, libros, tesis de licenciatura y de posgrado. En cuanto al desarrollo y la vinculación, los profesores deberán buscar la aplicación de los resultados de la investigación y experimentación, evaluarán modelos de desarrollo sustentable y se vincularán con el aparato productivo para incidir positivamente en el mejoramiento de la calidad de vida. ¿Qué deseo para mis alumnos? Su desarrollo como personas y como futuros profesionales, lo que demanda de una visión más equilibrada en su formación. Además de que dominen los aspectos técnicos de sus carreras, los nuevos retos del mundo actual les exigen su integración social (educación para la vida) con herramientas relativas al liderazgo, comunicación, informática, idiomas, y una cultura emprendedora y contemporánea. El estudiante de la Narro debe ser altamente competitivo respecto a cualquiera de los egresados de carreras similares en Ibero América; seguros de sí mismos, con alta autoestima y con actitudes de trabajo creativo y en equipo. ¿Qué deseo para mis trabajadores? Al ser integrantes de la universidad, los trabajadores no académicos cumplen con roles muy diversos, de reconocida importancia para la vida universitaria. El clima laboral que medie entre autoridades y sindicatos, deberá hacer explícito este reconocimiento, fortaleciendo los estímulos, las cooperativas, los sistemas de ahorro, seguridad, salud y crecimiento personal y familiar. Ningún trabajador, por modesta que sea su actividad, debe de estar marginado de los planes y políticas de la Universidad.

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¿Qué quiero ser? Convertirme en una universidad humanista, globalizada, competitiva, innovadora, vinculada, integradora y sustentable acorde con las exigencias del siglo XXI. Una universidad con un sólido programa de educación continua, que responda a las más variadas demandas de la sociedad y que permita ampliar su prestigio y presencia local, regional y nacional. Atender, de manera prioritaria, los retos de impartir educación virtual que me ubiquen en la vanguardia de las tecnologías de la información. Una universidad con una firme estrategia de vinculación, en su concepción más amplia, que rebase lo referente a los convenios con otras organizaciones, universidades y empresas; que fomente su relación institucional con la Asociación Nacional de Egresados; que favorezca la bolsa de trabajo, la movilidad estudiantil y la de profesores, la capacitación de productores, el desarrollo de programas de desarrollo rural sustentable con los distintos niveles de gobierno; y que impulse su relación con los organismos internacionales de fomento económico, ambiental, social y humano. Desplegar para todas las carreras un currículo para el desarrollo profesional, integrado a los criterios generales universitarios y a los particulares de cada área profesional. Ser reconocida como universidad líder en el trinomio: excelencia-calidadadaptación, que en su conjunto me ubiquen como una institución con plenas ventajas competitivas, de permanencia y adecuación de sus tareas en un mundo en constante cambio. Una universidad con el 100% de sus carreras y posgrados acreditados, en constante y permanente actualización y con un mejoramiento continuo de métodos, procedimientos, currículo y sistemas. En la más profunda de mis aspiraciones está el promover un genuino desarrollo humano de todos: alumnos, profesores, trabajadores y sociedad en general. Mi historia, con 90 años a cuestas, me permite aspirar legítimamente a este deseo.

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Finalmente, estoy inmersa en la nueva sociedad del conocimiento, a la cual debo y deseo contribuir; no deseo permanecer como espectador, sino como actor en el mundo de posibilidades que me abre la ciencia, la tecnología y las humanidades. Sólo así haré efectivo el sueño de Don Antonio Narro. ¿Cómo lograrlo? No es difícil si se cumplen entre otras, con las siguientes condiciones: Clima laboral Que exista un ambiente laboral dinámico y de concordia entre los diferentes actores que tienen la responsabilidad de dinamizar las diversas actividades que se llevan a cabo en mi seno, para que así se formen mejores profesionales, según mí responsabilidad como institución de educación agrícola superior. Atmósfera académica Que la comunidad universitaria viva en un ambiente de trabajo armónico y de excelencia, para que en la docencia, en la investigación y en el desarrollo se incremente la productividad, y por ende se eleve la calidad de mis egresados. Idiomas Que los alumnos tengan la oportunidad de aprender una segunda lengua, especialmente el inglés, para que tenga oportunidad de acceder a la información más valiosa y de ampliar sus posibilidades de formación profesional en el extranjero. Informática Que tanto alumnos como profesores puedan acceder a las herramientas más avanzadas de esta disciplina, para que tengan oportunidad de actualizarse y de interactuar sin contratiempos en un mundo cada vez más globalizado. Centros

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Que sean los espacios donde los profesores investigadores desarrollen investigaciones de alta calidad para resolver problemas concretos, y donde se impartan cursos hacia al exterior para atender necesidades explicitas de quienes lo demanden. Institutos Que generen, a través de la investigación, paquetes tecnológicos que ofrezcan soluciones encaminadas a resolver la problemática de la producción del campo mexicano, y que se conviertan en los espacios que contribuyan a formar, con rigor, los futuros investigadores y profesionales que servirán al sector rural del país. Cultura emprendedora Que los alumnos aprendan a desplegar todo su potencial personal y profesional, gracias al desarrollo de su propia creatividad, para que puedan generar sus proyectos productivos con un sentido de innovación y sensibilidad social, para su desempeño profesional futuro. Cultura humanista Que la formación de los alumnos sea integral, pero sustentada en valores que los hagan mejores como seres humanos, para que sirvan y se comprometan con la sociedad de donde proceden y a la cual se deben. Titulación Que se diversifiquen las vías de titulación y se fortalezcan las ya existentes, para que los alumnos que concluyan sus estudios, tengan opciones suficientes para finiquitar su ciclo de universitarios y puedan ejercer su profesión sin restricciones ni contratiempos. Liderazgo Que los alumnos amplíen su visión del mundo y de la sociedad, para que sean capaces de desplegar toda su fuerza transformadora y creativa a través del ejercicio responsable de sus potencialidades, a favor no sólo de sus logros personales, sino de los de los demás.

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Participación Que se fomente la participación de los alumnos en todo tipo de actividades académicas, culturales y deportivas, para que interactúen entre ellos y aprendan a hacerlo con desenvoltura y prestancia en entornos externos, para que se favorezca su formación integral. Planeación-evaluación Que la planeación de mediano y largo plazo sean parte esencial del desarrollo futuro universitario, para prever con claridad el rumbo que habré de seguir como institución; que la cultura de la evaluación sea parte esencial de mi vida como institución, porque sólo así seré capaz de analizar el rumbo que sigo y podré corregir cuando así se requiera. Innovación Que la comunidad universitaria sea un ente abierto, dispuesto a evolucionar y adecuarse permanentemente a los cambios que demanda el mundo actual, cada vez más globalizado, para que pueda aportar ideas y proyectos transformadores a la sociedad. Habilidades laborales Que los alumnos adquieran, a lo largo de su formación, las habilidades de trabajo inherentes a su profesión y las propias de una persona comprometida con su comunidad, necesarias para que se desempeñe con éxito en el medio laboral al cual deban insertarse.

En la Ruta de la Sustentabilidad “... vivir, trabajar y comportarse de tal forma que sustente la integridad del ecosistema local, regional o planetario del cual depende toda la vida...” Guy Dauncey Mis antecedentes respecto a esta filosofía de vida y a este enfoque ante los problemas del hombre y la naturaleza, y a la necesidad de incorporarla al perfil académico de los 45


futuros egresados, se encuentra desde mi propio origen y reforzada en mi nacimiento como universidad estatal en 1975. A partir de entonces propicié un enfoque que armonizara la bipolaridad entre ecología pura, en un extremo, y la agronomía en el otro. La ecología de la transformación, como se denomina a esta escuela de pensamiento, centra su acción en el ecosistema, del cual el hombre es juez y parte, jugador y espectador. De esta manera se visualiza al desarrollo rural como un proceso de cambio, holístico, en el que interactúan el hombre (actitudes, valores, tradiciones, costumbres, aptitudes), la naturaleza (recursos naturales renovables y no), los aspectos sociales (organizaciones formales y no) y elementos económicos (recursos financieros, mercado, cadenas de valores, competencia, rentabilidad globalización). La respuesta a las necesidades materiales y espirituales de la sociedad, descansa en el sistema educativo en general, y en las instituciones de educación superior en particular. En la actualidad, Csikszentmihalyi (2003) aborda este problema y afirma que sólo hay dos categorías de personas que están llamadas a cumplir con esta encomienda: los científicos, que aportan las condiciones para una vida más saludable y longeva, y para control de la materia viva e inerte; y los hombres más emprendedores de nuestra sociedad, que aportan una vida más cómoda, llevadera y emocionante dirigiendo de la manera más eficiente la producción y consumo mediante las fuerza del mercado. El caldo de cultivo de ambos grupos de individuos se encuentra en la universidad, en el que se han formado, creado y recreado las bases científicas para la generación del conocimiento, de tecnologías, de modelos de desarrollo y estrategias de gestión de organizaciones. No cabe duda que la mayoría de la gente está de acuerdo en que las condiciones actuales de vida, con todo el cúmulo de satisfactores que surgieron en el pasado, tiene su origen en el conocimiento generado en las instituciones educativas y de investigación. La incertidumbre, real, crítica y amenazadora hace posible que estos estándares sean sustentables y perduren indefinidamente. Para cambiar al país, primero debo cambiar yo. Este es el verdadero reto al que deben de enfrentarse profesores y alumnos, autoridades y trabajadores, unidos todos en torno a mí, su Alma Mater; en el siguiente diagrama (figura 2) se muestran las interrelaciones e interacciones necesarias para convertirme en universidad sustentable:

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Figura 2. Plan Universidad Sustentable ¿Es aplicable la sustentabilidad para todas las circunstancias, lugares y países? Si y no, ya que para que sea un movimiento genuino, debe de mantenerse apegada a ciertos principios universales y sólo si se cumple con ello, entonces pasar a considerar las características culturales, los recursos naturales disponibles, la condición educativa, nutricional y de salud de la población y el estado de la economía. Y por encima de todo, la decisión política de hacer de la sustentabilidad una forma de vida para todos. Han transcurrido un poco más de 50 años de la denuncia de Raquel Carson de una práctica nociva, insustentable en la agricultura, mediante la publicación de su libro ‘Primavera Silenciosa’; y desde entonces, nos hemos comportado muy apegados a lo que Martin Niemöller, aquel ministro luterano que fue aprisionado por oponerse a Adolfo Hitler, y que racionalizando por qué no había denunciado sus atrocidades en las distintas situaciones que se le presentaron, finalmente se preguntó, ‘cuando me toque a mí, ¿Quien me podrá defender?’ Vamos por la vida subestimando lo que pasa a nuestro alrededor, bajo el argumento o autoengaño de que mientras les afecte a otros, a mi no debe de preocuparme. Es argumento se auto-refuerza con expresiones tales como, ‘eso solo le 47


pasa a los pobres’, ‘eso a mí no me toca’ ‘es para los indígenas’, ’eso sucede solo en Haití, áfrica, y el tercer mundo’; de no cambiar de rumbo, habremos de preguntarnos ¿y ahora, quién nos podrá defender? ¿Hemos logrado dejar atrás la primavera acallada y ver el surgimiento de una más bulliciosa? Hemos concentrando mucha más atención –horas intelecto, dinero, tiempo, esfuerzo– en revisar y estudiar los detalles, las partes (enfoque merológico) que en la totalidad o sistema (enfoque holístico) y perdemos así perspectiva de lo que es importante: “... es preferible tener una idea aproximada de todo el sistema, que tener una idea precisa de una parte insignificante del sistema...” (Holling y Golberg, 1971); El problema no es el entender detalladamente los componentes, sino de la incapacidad de verlos y tratarlos como un todo. El educador holista Gallegos (1995), nos señala que La sustentabilidad se basa en seis principios concernientes al mundo natural: •

El mundo es nuestro hogar, es un lugar adecuado para vivir.

El mundo es la madre tierra, la fuente de la vida y la salud.

El mundo es un compañero, se percibe como el más grande y gratificante amigo.

El mundo es un sanador, es el último ambiente terapéutico.

El mundo es un maestro, es fuente de conocimiento, es un lugar donde uno puede aprender.

El mundo es como uno es, es una extensión de nosotros mismos, su historia es parte de nuestra historia.

Partiendo es estos principios, enseguida pasaríamos al análisis del paradigma de la institución, organización, región o entidad a fin de diseñar la estrategia para poner en marcha una exitosa agenda para la sustentabilidad. Una buena guía, actualizada y en proceso de validación se encuentra en el trabajo realizado por Garza y Medina 2010. Diseñada originalmente para las universidades e instituciones de educación superior, la metodología es aplicable a otro tipo de instituciones y nivel de gobierno. La sustentabilidad implica inducir un cambio de actitud y de pensamiento, por lo que hay que diferenciar claramente lo que es el capital tangible (alumnos, académicos, administrativos, aulas, laboratorios, invernaderos, auditorios, biblioteca, computadoras, etc.), y el intangible (el intelecto, el conocimiento, la información, los valores, etc.). Por 48


otro lado existen grupos de personas ubicados en diferentes jerarquías (Rector, directores, subdirectores, jefes de departamento, maestros, alumnos, personal de mantenimiento, vigilantes, veladores, etc.) y ámbitos de desempeño (finanzas, administración, compras, planeación, académicos de diferentes áreas de enseñanza, y alumnos de diferentes especialidades y niveles). En ese contexto y considerando a la Universidad como un ecosistema, los elementos que la componen (tangibles como: edificios, áreas verdes, actores, vehículos, etc. e intangibles como: actitudes, enseñanza, valores, etc.), deben mantener un cierto nivel de equilibrio, con una dinámica sistémica en su comportamiento de interrelación. Las cinco etapas consideradas para la instrumentación de la agenda de sustentabilidad se indican en figura 3.

Figura 3. Etapas para la implementación de la Agenda para la Sustentabilidad (Garza y Medina, 2010). 49


La institución se concibe como un sistema con cuatro subsistemas: institucional, económico, social y ambiental. Y para cada subsistema, se identifican 34 estrategias de acuerdo a la declaración de UNESCO de la educación para el desarrollo sustentable. Asimismo hay 27 elementos identificados para el conjunto de subsistemas, dentro de los cuales se determinaron alrededor de 800 reactivos (225 reactivos institucionales, 60 reactivos económicos, 195 reactivos sociales y 312 reactivos ambientales) que, una vez aplicados a la institución permitirán tener un panorama general del estado en que se encuentra la institución con respecto a la puesta en marcha de una agenda por la sustentabilidad. La construcción de la cultura de la sustentabilidad es tarea de todos. A la universidad le toca asumir un papel estratégico como agente de movilización social. En ella se fermentan los cambios que la sociedad asimila como propios para conducir al país a estadios superiores de bienestar, crecimiento y desarrollo. En la universidad se edifican los cimientos del talento creativo e innovador, portador del virus del liderazgo esencial para la transformación del país.

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Segunda Parte Edificar un Futuro Sustentable

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“…Yo no vengo a trabajar por la Universidad, sino a pedir a la Universidad que trabaje por el Pueblo…” José Vasconcelos

La compleja realidad obliga una nueva y fresca actitud hacia la vida que asegure la posibilidad de la existencia humana. Impostergable y prioritaria aspiración es preparar a los ciudadanos para concientizarlos del impacto negativo que ejercen sobre el entorno y de las severas condiciones de vida que generan, del papel de la naturaleza en la sustentación de la vida, y de involucrarse en la consecución de la salud del planeta. Estamos atrapados entre dos visiones del mundo: una ya agonizante y la otra, luchando por nacer. En este designio, es imprescindible la participación ciudadana, para asumir la responsabilidad de procurar en nuestra vida cotidiana, en el aula, en el hogar o en el trabajo, un estilo de vida sustentable, acorde con la naturaleza que nos guía. Esta actitud sustentable contemporánea no está reñida con la modernidad ni con el progreso; como tampoco lo está con los medios del desarrollo. Es la concepción inteligente, razonada y con bases científicas, de que la acción social comprometida con el desarrollo y aplicada a todo esfuerzo y actividad humanos, constituye el único camino para alcanzar la sustentabilidad.

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Nacimiento de la Universidad Federal La Universidad fue creada en el año1975 por un decreto emitido por el H. Congreso del Estado de Coahuila, sin embargo el subsidio federal representaba el 99% del presupuesto de la Institución. Esta situación presupuestal se empieza a cuestionar desde el año de 1996 y se agrava en el año 2001 cuando la Secretaría de Hacienda emite un dictamen por el cual dejaba de tratarla como un Órgano Administrativo Desconcentrado del Gobierno Federal y su presupuesto adquiere forma de subsidio sin ningún compromiso para otorgarle ampliaciones presupuestales, regularizar servicios personales y actualizar su plantilla y prestaciones; todo ello sustentado en que la Universidad había sido creada por un decreto estatal (Sánchez G y López Barbosa, 2008). Por ello el H. Consejo Universitario ordena a la Comisión Legislativa, que presidía el Dr. Jorge Galo Medina T., la elaboración de un proyecto de nueva Ley Orgánica para convertir a la Universidad en Organismo Público Descentralizado del Gobierno Federal. En marzo de 2006, esta Comisión le presenta informe al Rector, destacándose los siguientes aspectos: •

El 25 de abril de 2005, el C. Rector sometió a la consideración de esta Comisión, Proyecto de Ley Orgánica de la UAAAN.

El 9 de mayo de 2005, la Comisión Legislativa presentó al H. Consejo Universitario informe, en el que se propone el procedimiento de auscultación de la Comunidad Universitaria, para efectos de las reformas y adiciones a la Ley Orgánica vigente, los siguientes asuntos: a)

La necesidad de una nueva Ley Orgánica

b)

La modificación de las autoridades de la Universidad, y particularmente la inclusión de un Consejo Directivo

c)

La elección del Rector

d)

La reelección del Rector

e)

Apertura a otras áreas del conocimiento

En la sesión del H. Consejo Universitario iniciada el 9 de mayo de 2005, se aprobó la celebración de auscultación a la comunidad universitaria, con el procedimiento correspondiente, misma que se llevó a cabo el 13 de mayo de 2005. 54


Con los resultados de la auscultación debidamente notariados y con base en el análisis realizado en el seno de la Comisión Legislativa, se sometió al H. Consejo Universitario el 26 de mayo de 2005, el dictamen del Proyecto de Ley Orgánica de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro. En esa misma fecha, el pleno del H. Consejo Universitario aprobó de manera unánime el dictamen presentado. Con lo anterior, se autorizó al Rector de la Universidad y a las autoridades correspondientes, realizar las gestiones y trámites para que el Honorable Congreso de la Unión procediera a la aprobación de una nueva Ley Orgánica.

El 14 de diciembre de 2005, en la Sesión Ordinaria de la Cámara de Diputados se aprobó el dictamen con proyecto de decreto que expide la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, mediante el cual la UAAAN se constituye en Organismo Público Descentralizado de la Administración Pública Federal. De esta manera se asegura su acceso a mejores oportunidades de crecimiento, consolidación y desarrollo, y se le dota del marco jurídico indispensable para continuar su ascenso como Institución de calidad y excelencia académica. Es de resaltar que quedan debidamente salvaguardadas las relaciones laborales con los empleados, con base en el Artículo 123, apartado A, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y a la Ley Federal de Trabajo.

Finalmente, el 7 de marzo de 2006, en Sesión Ordinaria de la Cámara de Senadores, se aprobó por unanimidad del pleno, el dictamen de las Comisiones Unidad de Educación y Cultura; de Agricultura y Ganadería y de Estudios Legislativos, segunda, el Proyecto de Decreto de Ley Orgánica de la UAAAN. Con esta aprobación se da cumplimiento, para los efectos constitucionales y legales procedentes, a la normatividad de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos. En forma simultánea al proceso legislativo, el H. Consejo Universitario había instruido

a la Comisión Legislativa para que se elaborara el nuevo Estatuto Universitario, que en sesión celebrada el 27 de octubre de 2005 es aprobado. El Congreso del Estado de Coahuila de Zaragoza en su sesión del 4 de abril aprobó por unanimidad la iniciativa de decreto de Abrogación de la Ley Orgánica de la Universidad Agraria Antonio Narro, que le fuera presentada el 8 de marzo del mismo año y ordena su publicación en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado, el 7 de abril del 55


mismo año. Finalmente, el 26 de abril de 2006, se publica en el Diario Oficial de la Federación la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, con la cual, adquiere carácter de organismo público descentralizado de la federación.

Alcances de la Nueva Legislación Con la nueva Ley Orgánica, la Universidad inicia una nueva etapa en su transformación, que integra a la rica experiencia histórica educativa de la que es depositaria, los frutos de los esfuerzos de mejoramiento de la institución, y de otras universidades del país con sus respectivos procesos de reforma. Por otra parte, si bien el Gobierno Federal es quien ha venido otorgándole recursos para su crecimiento y desarrollo en diferentes tiempos a lo largo de su historia, e ininterrumpidamente desde 1971 a la fecha; la Ley Orgánica expedida por la H. Congreso de la Unión, reconoce jurídicamente que la Universidad es una institución federal, cuyo presupuesto formará parte del Programa de Egresos de la Federación que apruebe la H. Cámara de Diputados. Lo anterior permitirá potencializar las fortalezas de la Universidad, con profesores e investigadores ampliamente calificados, posgrados de excelencia, carreras de licenciatura con altos estándares de calidad y certificados por los organismos correspondientes, amplia estructura académica y de investigación; y cumplir con su misión de contribuir al desarrollo y bienestar de la sociedad, particularmente la del medio rural. Es de destacarse que además de los cambios auscultados, la Comisión Legislativa, amplió los objetivos señalados en su artículo 3º, y que quedaron plasmados en la nueva ley orgánica 2006, como se señala comparativamente en el Cuadro 1. Se puede apreciar el compromiso por la sustentabilidad, atendiendo sus vertientes tecnológicas, sociales, económicas y ecológicas, y enfocar las áreas de investigación, cultura, ciencia y tecnología hacia los fines del desarrollo sustentable. Este planteamiento es afín con el artículo 25 de la Constitución mexicana que a la letra dice: “…corresponde al estado la rectoría del desarrollo nacional para garantizar que este sea integral y sustentable…” La nueva legislación –ley orgánica y estatuto universitario– se estrenó con la decisión por parte del H. Consejo Universitario para designar al primer Consejo Directivo; posteriormente, este órgano colegiado formularía la convocatoria para la elección de 56


Rector y Director Regional de la Unidad Laguna, para el período 2006-2010. Las primeras autoridades electas bajo las nuevas reglas, resultaron ser, respectivamente, el Dr. Jorge Galo Medina T. y Dr. Rafael Rodríguez M. La jornada electoral fue innovadora, eliminando la segunda vuelta, incorporando al Consejo Directivo en la selección de un máximo de tres aspirantes a la rectoría; pero el anuncio del resultado de la misma, fue tradicional, en el balcón de ‘La Gloria’, en la madrugada del miércoles 25 de octubre de 2006. Cuadro 1. Modificaciones al artículo 3 de la Ley Orgánica de la UAAAN al alcanzar rango federal Artículo

Ley orgánica 1989

Ley orgánica 2006

3

I. Impartir educación superior en el campo de las ciencias agrarias y sus afines para formar profesionistas con juicio crítico, humanista, democrático y nacionalista, capaces de contribuir a la solución de los problemas del medio rural;

I. Impartir educación y formar recursos humanos en las diferentes áreas y niveles, en el campo de las ciencias agrarias y en otras que la sociedad requiera, buscando que desarrollen el juicio crítico, la vocación humanista, los valores democráticos y los principios nacionalistas, y que resulten capaces de contribuir a la solución de los problemas del país en general y de su medio rural, en particular;

II. Realizar investigación en las áreas científicas de su competencia que favorezcan al desarrollo social y económico, integral, armónico e independiente tanto de la república y sus regiones como del estado; y

II. Realizar investigación en las áreas de su competencia, cuyos resultados favorezcan al desarrollo sustentable –tecnológico, social, económico y ecológico del país–, atendiendo a las especificidades regionales; y

III. Preservar, promover y acrecentar la cultura, la ciencia y la tecnología, en un proceso de intercambio sistemático con la sociedad, para contribuir al desarrollo rural de manera integral.

III. Preservar, promover, investigar y acrecentar la cultura, la ciencia y la tecnología en general, y en forma particular, las que se relacionan directamente con su naturaleza y misión de servicio, dentro de un proceso de intercambio sistemático con la sociedad, para contribuir al desarrollo sustentable.

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Restructuración Orgánica Para adecuar la gestión y mejorar la organización académica y administrativa de acuerdo a la nueva situación jurídica de la Universidad, en Diciembre de 2006 el H. Consejo Universitario aprobó una nueva estructura de la Administración Central Esta propuesta descansa sobre dos componentes básicos: la descentralización económica y administrativa, y el fortalecimiento de actividades estratégicas (vinculación y educación a distancia) y de las unidades básicas de gestión. La descentralización se orientó a perfeccionar los niveles de la autonomía académica y administrativa, mediante la transferencia de las decisiones hacia las Unidades, de modo que estas asumieran la responsabilidad sobre sus propios planes estratégicos de desarrollo y el de la Universidad en pleno, pero con un nivel de centralización que defina claramente el papel de la Rectoría. Los principales cambios propuestos fueron: •

El rol de la Rectoría se estructura, centra y define principalmente mediante la concreción y el cumplimiento de los siguientes objetivos: estimular y promover las diferentes iniciativas que surjan de los diferentes ámbitos de las Unidades Regionales, representadas por las Autoridades, las Coordinaciones y los Departamentos Académicos, así como de los demás órganos y cuerpos colegiados, dentro del criterio de compromiso compartido que permita elevación de los niveles de eficiencia, modernización, competencia y gobernabilidad institucional.

Creación del Secretariado Técnico de la Rectoría, sustituyendo la actual Coordinación de Asesores y fortaleciendo las funciones de comunicación social, tanto al exterior como al interior, para promover, transformar e incentivar, mediante la participación y definición de funciones, los órganos de asesoramiento, del nivel central, para que coadyuven a la innovación y la instrumentación de las actividades y estrategias, que permitan consolidar y potenciar el proceso de cambio, tomando en cuenta un horizonte temporal de mediano plazo.

Promoción de la participación en los ámbitos de gestión de las unidades operacionales, principalmente en el nivel central, con la finalidad de establecer un compromiso compartido en la gestión de planes y programas.

Consolidación de la estructura en las diferentes Direcciones, a fin de dirigir, coordinar, supervisar, y controlar las funciones señaladas en la Ley Orgánica, para que al nivel 58


central favorezcan los procesos de formulación, seguimiento y evaluación de las políticas y planes institucionales, requeridos para viabilizar e impulsar las directrices de la reforma orgánica y funcional para elevar los niveles desarrollo institucional. •

Considerando que las actuales oficinas universitarias han estado tratando asuntos coyunturales, se propone que las Direcciones pasen a tratar asuntos permanentes, en su calidad de organismos normativos y consultivos y de apoyo de la Rectoría, quienes serán las encargadas de facilitar el cumplimiento de la gestión de los objetivos estratégicos institucionales. Para tal fin se integrarán las Direcciones Universitarias entre sí y verticalmente con las Unidades Regionales en su instancia respectiva.

Conservación a nivel central de la Contraloría General a fin de llevar a cabo el control de los actos administrativos mediante examen, comprobación, revisión e informe de la exactitud y oportunidad con que las diversas dependencias u órganos de administración y de operación hubieren producido.

Creación de la Subdirección de Evaluación y Efectividad Institucional, dependiente de la Unidad de Planeación y Evaluación para el análisis del cumplimiento de los objetivos institucionales, en la medida de su productividad y en relación con la asignación de los recursos.

Transformación del actual Departamento Jurídico en la Oficina del Abogado General de la Universidad, con la responsabilidad de emitir informes y dictámenes sobre los contratos y convenios que deban ser aprobados por el Rector, atender los expedientes, prestar asesoramiento legal a las Unidades Regionales y a los órganos de Administración, así como orientar, conducir, y atender los procesos judiciales y administrativos en las que intervenga la Universidad,

Las Unidades Regionales se encargarán de los Servicios Generales.

Creación de las entidades encargadas de la promoción y desarrollo de la educación continúa y a distancia.

Transformación

de

la

actual

Subdirección

de

Postgrado

en

Dirección,

responsabilizando a la actual Dirección de Docencia de la atención a los alumnos del nivel Licenciatura. •

Fortalecimiento de las funciones de gestión en la Dirección de Investigación.

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Transformación de la actual Dirección de Comunicación en Dirección de Vinculación con el objetivo de atender adecuadamente las actividades de interrelación con los diversos sectores de la sociedad.

Fortalecimiento y ordenación de la administración de los recursos humanos de la institución a través de la creación de la Dirección respectiva a nivel central y de oficinas de enlace en las unidades regionales.

Creación del Departamento de Desarrollo Estudiantil en cada Unidad Regional, para favorecer actividades estudiantiles y otras de asesoría, tutoría, etc.

Fortalecimiento de las actividades de movilidad estudiantil e intercambio, a través de la creación del Departamento de Movilidad Estudiantil en la Dirección General Académica.

Consolidación del Patronato Universitario, en los términos establecidos en la Ley Orgánica vigente, con la misión de conseguir recursos para el financiamiento y acrecentar el patrimonio de la Universidad. Para ello el Patronato se integrará por: Un Secretario Ejecutivo. Además podrá constituir las asociaciones civiles necesarias para la administración de cierto tipo de proyectos y recursos, que así lo requieran.

El H. Consejo Universitario aprobó la iniciativa de restructuración el 6 de diciembre de 2006 con las siguientes disposiciones: Primera: Una vez presentada la propuesta por el Rector al H. Consejo Universitario y aprobado por éste, la definición de las funciones de las unidades de las Direcciones Universitarias y Regionales, en el nuevo Manual General de Organización, deberán de completarse en un plazo no mayor de 120 días naturales, contados a partir de la fecha de aprobación de la misma. Segunda: A propuesta del Rector, se designarán a las comisiones para el reordenamiento del personal, para elaborar la propuesta final, su plan operativo y su proyecto de presupuesto, a más tardar en el mes de abril de 2007. 60


Tercera: Se elaborará una propuesta de Reforma al Estatuto Universitario en un plazo no mayor a 90 días hábiles. Cuarta: Las nuevas Unidades de Gestión, procurarán la adecuación de sus actuales Reglamentos y manuales de procedimientos, así como los de sus Unidades Operativas al nuevo Estatuto, en un plazo no mayor de seis meses, contados a partir de la aprobación del nuevo estatuto. Quinta: Se conformará una Comisión Especial presidida por el Director General Académico para evaluar la política y los planes de desarrollo de cada uno de los actuales Centros e Institutos, así como su ubicación definitiva. Sexta: Se conformará una Comisión de Seguimiento del Proceso de Restructuración, cuyos miembros serán designados por el H. Consejo Universitario y el Rector, de manera paritaria, misma que evaluará la instrumentación de la propuesta, autorizará la implementación de las nuevas áreas conforme a la disposición de recursos, realizará los ajustes pertinentes y verificará el cumplimiento de los acuerdos. Séptima: En el caso de la Unidad Regional Saltillo, el Director Regional será designado por el Rector para el período 2006-2010. Octava: La implementación de las nuevas unidades, estará condicionada a la gestión y autorización de los recursos necesarios para su operación, previo dictamen de autorización de la Comisión de Seguimiento.

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Plan de Desarrollo Institucional En cumplimiento de lo dispuesto en el Capítulo VII, Artículo 20, Fracción IX de la Ley Orgánica en vigor, y de las disposiciones correspondientes del Estatuto Universitario vigente, y para dar debido cumplimiento al nuevo marco jurídico universitario, se presentó a la consideración de nuestra máxima autoridad, el H. Consejo Universitario, el Plan de Desarrollo Institucional 2007-2012. Este documento es el resultado del esfuerzo y compromiso de los miembros de la comunidad universitaria que, a través de las diferentes instancias y dependencias involucradas en el proceso de su elaboración, en un proceso incluyente de participación abierta, aportaron su visión, necesidades y aspiraciones, para en conjunto hacer posible la integración de esta obra que para el desarrollo de esta institución es de importancia capital. El Plan de Desarrollo Institucional constituye una herramienta fundamental e imprescindible para fijar con precisión los objetivos y metas del quehacer de la institución en el contexto de la educación superior contemporánea en que se encuentra inmersa. La alineación de sus objetivos, ejes y estrategias con los propuestos en el Plan Nacional de Desarrollo ha sido cuidadosamente analizada y observada demostrando una vez más el compromiso de la institución con las políticas y estrategias que concurren al desarrollo nacional. Hoy, más que nunca en su historia, la Universidad encuentra regulada por una serie de disposiciones y restricciones de orden presupuestal que la obligan a pugnar por una mayor eficiencia tanto en su desempeño académico como en su quehacer administrativo. Por ello, es compatible con el Plan Nacional de Desarrollo, instrumento rector de todas las acciones para que, en la medida en que los planteamientos reflejen las prioridades nacionales, la Institución se vea más fortalecida y consolidada. Uno de los postulados fundamentales que subyacen en el Plan Nacional de Desarrollo es que la educación para el cambio constituye el eje fundamental del desarrollo social, cultural, científico, tecnológico, económico y político de la nación y éste es el motor principal de nuestras acciones.

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Una educación pertinente, de calidad, y de vanguardia es un ideal al que aspiran todas las instituciones de educación superior del país. La incorporación de las más recientes tecnologías de información y comunicación al desempeño de las funciones universitarias de ‘docencia, investigación y vinculación’ constituye uno de los principales retos para la actualización de las instituciones de educación superior, pues la utilización de los medios electrónicos y el aprovechamiento para fines pedagógicos de materiales multimedia, recursos didácticos, redes sociales, y una gran diversidad de recursos que ofrece la red mundial de comunicación son un imperativo que no sólo habrá de incidir en la calidad, la pertinencia, y la prestación equitativa de sus servicios, sino que posibilitará la respuesta ágil y expedita a la necesidad de otorgar la formación profesional que requieren los egresados, de conformidad con los requerimientos del nuevo entorno tecnológico en que se desenvuelve la sociedad actual. El Plan es una guía que deberá orientar todas las acciones, y que además permita comprobar el rumbo y medir el alcance de metas.

Programa de Desarrollo Humano y Bienestar Integral

"El tesoro más preciado, la misión verdadera de la institución universitaria, consiste en proveer a los hombres un sentido de la vida" Raúl Rangel Frías

Entre las conclusiones del Informe de la UNESCO sobre la Educación para el Siglo XXI, resalta que la educación durante toda la vida se presenta como una de las llaves de acceso al siglo XXI. Esta noción va más allá de la distinción tradicional entre educación básica y educación permanente, y responde al reto de un mundo que cambia rápidamente. Pero esta afirmación no es nueva, puesto que en anteriores informes sobre educación ya se destacaba la necesidad de volver a la escuela para poder afrontar las novedades que surgen en la vida privada y en la vida profesional. Esta necesidad persiste, incluso se ha acentuado, y la única forma de satisfacerla es que todos aprendamos a aprender. 63


Pero además surge otra obligación que, tras el profundo cambio de los marcos tradicionales de la existencia, nos exige comprender mejor al otro, comprender mejor el mundo. Exigencias de entendimiento mutuo, de diálogo pacífico y, por qué no, de armonía, aquello de lo cual, precisamente, más carece nuestra sociedad. Se piensa en una educación que genere y sea la base de este espíritu nuevo, lo que no quiere decir que haya descuidado los otros tres pilares de la educación que, de alguna forma, proporcionan los elementos básicos para aprender a vivir juntos. Lo primero, ‘aprender a conocer’. Pero, teniendo en cuenta los rápidos cambios derivados de los avances de la ciencia y las nuevas formas de la actividad económica y social, conviene compaginar una cultura general suficientemente amplia con la posibilidad de estudiar a fondo un número reducido de materias. Esta cultura general sirve de pasaporte para una educación permanente, en la medida en que supone un aliciente y sienta además las bases para aprender durante toda la vida. También, ‘aprender a hacer’. Conviene no limitarse a conseguir el aprendizaje de un oficio y, en un sentido más amplio, adquirir una competencia que permita hacer frente a numerosas situaciones, algunas imprevisibles, y que facilite el trabajo en equipo, dimensión demasiado olvidada en los métodos de enseñanza actuales. En numerosos casos esta competencia y estas calificaciones se hacen más accesibles si alumnos y estudiantes cuentan con la posibilidad de evaluarse y de enriquecerse participando en actividades profesionales o sociales de forma paralela a sus estudios, lo que justifica el lugar más relevante que deberían ocupar las distintas posibilidades de alternancia entre la escuela y el trabajo. Por último, y sobre todo, ‘aprender a ser’. Este era el tema dominante del informe Edgar Faure publicado en 1972 bajo los auspicios de la UNESCO. Sus recomendaciones conservan una gran actualidad, puesto que el siglo XXI exigirá una mayor autonomía y capacidad de juicio junto con el fortalecimiento de la responsabilidad personal en la realización del destino colectivo. Y también, no dejar sin explorar ninguno de los talentos que, como tesoros, están enterrados en el fondo de cada persona: la memoria, el raciocinio, la imaginación, las aptitudes físicas, el sentido de la estética, la facilidad para comunicarse con los demás, el carisma natural del dirigente, etc. Todo ello viene a confirmar la necesidad de comprenderse mejor a uno mismo. 64


Educación para el Desarrollo Humano En el Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD), el desarrollo humano es el proceso de ampliación de las opciones de la gente, aumentando sus funciones y capacidades. De esta manera el desarrollo humano refleja además los resultados de esas funciones y capacidades en cuanto se relacionan con los seres humanos. Representa un proceso, a la vez que un fin. En todos los niveles del desarrollo las tres capacidades esenciales consisten en que la gente viva una vida larga y saludable, tenga conocimientos y acceso a recursos necesarios para un nivel de vida decoroso. Pero el ámbito del desarrollo humano va mucho más allá: otras esferas de opciones que la gente considera en alta medida incluyen la participación, la seguridad, la sostenibilidad, las garantías de los derechos humanos, todas necesarias para gozar de respeto por sí mismo, potenciación y una sensación de pertenecer a una comunidad. En definitiva, el desarrollo humano es el desarrollo de la gente, para la gente y por la gente. Una de las principales funciones de la educación es la de lograr que la humanidad sea capaz de dirigir cabalmente su propio desarrollo; debe lograr que cada persona se responsabilice de su destino a fin de contribuir al progreso de la sociedad en la que vive, fundando el desarrollo en la participación responsable de las personas y las comunidades. Sin embargo, para que ese desarrollo sea más efectivo se requiere que se facilite a todos el “pasaporte para la vida” que le permita comprenderse mejor así mismo, entender a los demás y participar en la obra colectiva y la vida en sociedad. Al tener como objetivo un desarrollo fundado en la participación responsable en la educación se debe alentar: • La iniciativa • El Trabajo en equipo • Las sinergias • El autoempleo y, • El espíritu emprendedor.

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El proceso de desarrollo “debe permitir, antes que nada, despertar todo el potencial de quién es a la vez primer protagonista y destinatario último: el ser humano, el que vive hoy, pero además el que vivirá mañana sobre la tierra” (UNESCO, 1994). El Programa de Desarrollo Humano y Bienestar Integral (PDHBI) tiene como objetivos: •

Propiciar en los alumnos el desarrollo humano integral a partir de la promoción de la salud, los valores, los principios humanistas y el sentido de autorrealización.

Generar y fortalecer el desarrollo integral del individuo (bio-psico-social) como una alternativa para fomentar una cultura de prevención.

Propiciar el incremento de las habilidades sociales y académicas de los alumnos, fortaleciendo el desarrollo eficaz de las actividades educativas (aprender a ser, aprender a hacer, aprender a aprender, aprender para la vida, aprender a convivir)

Establecer y coordinar redes de colaboración intra e interinstitucionales que contribuyan al fortalecimiento de la calidad educativa.

Consolidar un equipo profesional multidisciplinario que favorezca el ofrecimiento de estrategias a los alumnos a fin de que se apropien de actitudes que les permitan adquirir habilidades y conductas que les faciliten construir un proyecto de vida saludable y el desarrollo de las potencialidades humanas.

Bajo el título de ‘Epidemia en la Narro’, el Programa de Desarrollo Humano y Bienestar Integral (PDHBI), difundió su filosofía, con base en un artículo de Gloria E. Henao P. que publicó Carlos Devis1: ¡Cuidado! Una epidemia se está expandiendo con increíble rapidez por todo La Narro. La OMPF* ha confirmado que esta epidemia contaminará a miles de alumnos, profesores y trabajadores durante los próximos meses. Te enviamos este mensaje porque muy probablemente sus síntomas ya se están manifestando en ti, y creemos

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http://listas.enplenitud.com/lista/clubcolombia/archivo/indice/2841/msg/3352/ 66


necesario ponerte al tanto de su naturaleza. Por favor compruébalos: 1. Tendencia a dejarse llevar por la intuición y por lo que verdaderamente se quiere, en vez de actuar motivado por la presión de los miedos del pasado, o por ideas limitantes acerca de sí mismo. 2. Total desinterés en juzgar a otros o juzgarse a sí mismo de cualquier manera que genere conflicto o separación. 3. Total incapacidad para preocuparse (este es uno de los síntomas más preocupantes). 4. Completa aceptación de los demás y renuncia definitiva a tratar de cambiar a otros. 5. Un deseo intenso de cambiar en miras a mejorar cada día en todos los sentidos. 6. Ataques, repetidos y totalmente sorpresivos, de risa, combinados con una extraña y permanente sensación de gratitud y armonía para con todos los cercanos. 7. Incontrolable tendencia a sentirse de nuevo como un niño, juguetón, abierto y sencillo. 8. Tendencia a ser soñador, a ilusionarse sin razón y con entusiasmo. 9. Pérdida repentina de la arrogancia y mala memoria en el sector cerebral en el que los resentimientos y el dolor son almacenados. Pssst: (te doy una pista…..): Se autodenominan ‘Aves Libres’ A todos los maestros, trabajadores y alumnos de la Narro: Si quieres seguir viviendo asustado, bajo un sentimiento perpetuo de crisis, de conflicto o conformismo, evita a toda costa contacto con las personas que presentan estos síntomas. Si ya padeces algunos de los síntomas, lamentamos informarte que son irreversibles y que nunca podrás recobrarte plenamente. Advierte a tus cercanos para que se mantengan lejos de estas aves libres, ya que son altamente contagiosas. •

Las precauciones que te recomendamos (para seguir viviendo como hasta ahora) son las siguientes:

Lee todas las noticias sensacionalistas que puedas.

Ve televisión todo el día, especialmente los boletines especiales de noticias.

Habla constantemente de las cosas terribles que van a pasar y exagera lo más que puedas. 67


No hagas inversiones, ni piense en nada que pueda significar progreso; piensa que el mundo se va a acabar mañana.

Concéntrate en los problemas, en lo desagradable, en las enfermedades y en la muerte; conviértete en un especialista en dolor.

No permitas que tu estado de salud se libre de flagelos tales como dolores de espalda, problemas digestivos, dolores de cabeza, alta o baja tensión, y un alto nivel de azúcar en la sangre.

Quéjate todo el tiempo y no reconozcas nada positivo.

No leas los libros positivos ni te juntes con personas positivas.

Rogamos que nos reporten todos los contagiados (tercer piso del ‘Edificio Principal’). Recordatorio: Una vacuna de actitud positiva siempre es importante para mantenerse saludable. * OMPF: Organización Mundial de Personas Felices.

Taller de Autoconocimiento Profundo El eje central del Programa de Desarrollo Humano y Bienestar Integral (PDHBI) es el Taller de Autoconocimiento Profundo (TAP), cuyos objetivos son (Álvarez, 2009): •

El participante alcanzará una mayor comprensión de la raíz de los problemas con que se enfrenta diariamente.

El participante encontrara una clara idea de sí mismo, de sus deseos y problemas.

El participante identificará y expresará sentimientos.

El participante poseerá nuevas herramientas para enfrentar de mejor forma los problemas en su medio ambiente y cuidar de sí mismo.

El participante obtendrá información referente a los defectos de carácter individual y respuesta a cómo enfrentarlos.

El participante encontrara una conciencia acerca de las cosas con las que vive diariamente y recibirá herramientas para concentrarse en su presente. En su origen, el Programa fue conceptualizado dentro del enfoque de Universidad

Humanista, vinculada, sustentable, globalizada, integrada, innovadora y competitiva. Se 68


fundamenta en la filosofía de que el estudiante además de prepararse competitivamente, con los mayores estándares de calidad y excelencia en la carrera que ha escogido, también reciba herramientas que lo preparen para la vida. La gente tiene hambre de alcanzar el tipo de éxito asociado a la idea de la Superación y Realización Personal. Este concepto significa la preparación del individuo para participar en el juego de la vida, de la mejor manera posible, sin otro limite que el que se auto-imponga. Conlleva a disfrutar de la vida, sin más premio que el juego mismo. Esto significa, contrario a lo comúnmente aceptado de que no tenemos que demostrar a nadie que somos superiores. El TAP descansa en la idea de que el estudiante o trabajador realice un examen muy objetivo, honesto y serio acerca de si mismo. Ya la cultura y pensamiento griegos desde sus inicios reconocían ésta importante tarea del hombre al inscribir en el gran Templo de Delfos la frase “nosce te ipsum”. El sencillo ejercicio de conocerse a uno mismo, nos permite aprender nuestras limitaciones –para superarlas–, nuestra ignorancia –para combatirla– y nuestra capacidad de dominarnos a nosotros mismos –para autogobernarnos–. De nuestro conocimiento propio depende la posibilidad de cuidarnos –cuerpo, mente, alma–, de cultivarnos y gestionar nuestro mejoramiento. El gran filósofo griego Sócrates fue un poco más allá, al afirmar y dejar como legado moderno su famosa frase, que interpretada en la realidad objetiva, significa que nunca dejaremos de aprender, que el conocimiento es ilimitado, y lo que hoy conocemos como verdadero, mañana ya no lo será. ¡Sólo sé que no sé nada! El desarrollo humano, que tiene que ver con las cargas emocionales, las historias familiares de las personas, su incursión en la vida social (sexo, drogas, alcohol), su autoestima, sus valores y principios. Este programa de desarrollo humano y bienestar integral –dirigido principalmente a estudiantes, pero abierto a profesores y trabajadores administrativos– ha incursionado en un rol no muy aceptado o experimentado en las universidades y que es el de atender necesidades –no físicas ni materiales– del ser humano relativas a su carácter, su personalidad, sus adicciones, sus conflictos afectivos, espirituales o del "alma". La formación integral que pregonamos para los futuros egresados de las diversas carreras, nos exige que pensemos seriamente en ese currículum invisible de la hoja de 69


vida de los estudiantes. Greenspan (2004), pone los puntos sobre las íes al afirmar: "...todos tenemos historias sobre nuestro sufrimiento. Casi todas son historias narcisistas, narraciones en las que el yo es el foco exclusivo..." Existen en nuestro interior marcas que limitan el quehacer cotidiano, sea en el trabajo, en la escuela o en la familia. Este programa está llamado a atender ese segmento tan importante de nuestro crecimiento personal y sacar esas historias ‘invisibles’, ‘escondidas’ de nuestro yo, que hacen que nos separemos de la realidad, que nos aislemos de los demás, y que nos llevan a situaciones o trastornos enfermizos de sufrimiento, resentimiento, aislamiento. El Rabino Kushner (2006) nos advierte: "... la verdadera medida de la personalidad de un individuo lo da su comportamiento cuando las cosas van mal... no ser como otro...sino... ser nosotros mismos, lo mejor de nosotros mismos, aún cuando la vida no resulta ser lo que esperábamos...." Esta es la asignatura pendiente por la que tendrán que examinarse las universidades, en el siglo XXI, que ante todo deben ser el crisol en que se humanice el desarrollo, mediante el crecimiento y superación del ser humano.

Agenda para la Sustentabilidad El martes 23 de Octubre de 2007, se da a conocer el compromiso trascendental de transitar hacia la Sustentabilidad Universitaria. No solo como una respuesta a la demanda global y nacional, sino a la demanda y responsabilidad de los propios universitarios. El mecanismo diseñando para lograrlo es instrumentar una Agenda para la Sustentabilidad Universitaria, con la misión de: “Promover un cambio de actitud en la comunidad universitaria, que permita tener un equilibrio entre los factores ecológicos, sociales, económicos, humanos y académicos, en el entorno universitario y sus áreas de influencia con la participación de todos los actores de la universidad centrando su quehacer en la capacitación, investigación, vinculación, cultura, deporte y responsabilidad social”. La visión del programa: 70


“Hacer

que

la

Universidad

Autónoma

Agraria

Antonio

Narro

sea

reconocida

nacionalmente como una institución pública líder en la aplicación de políticas de sustentabilidad, y ser un factor de cambio en el medio agronómico del país”. Los objetivos a alcanzar son muy claros: • Integrar la dimensión ambiental y del Desarrollo Sustentable, en todo el quehacer de la Universidad, con la participación de toda la comunidad universitaria: estudiantes, académicos, de confianza y administrativos. • Incorporar la perspectiva ambiental a los currículos de licenciatura, y postgrado. • Articular los programas académicos especializados que realizan las diferentes áreas de la Universidad, en materia de medio ambiente y desarrollo sustentable. • Fortalecer las investigaciones y estudios aplicados en el tema de la sustentabilidad • Desarrollar estrategias que permitan la convivencia y el derecho de todos los universitarios a una vida saludable y productiva, en armonía con su entorno. • Establecer la Responsabilidad Social Universitaria (RSU), como una razón de ser de la Universidad. • Respetar y promover el patrimonio cultural (etnias, música, gastronomía, etc.), como un valor agregado de la universidad. La importancia de alcanzar este ideal no es solamente por su relevancia para nuestros estudiantes, académicos, administrativos y egresados, sino para dar respuesta a los grandes retos ambientales como el sobre calentamiento global, el crecimiento de la población, los recursos naturales limitados, y la pérdida de biodiversidad. Como una de las mejores universidades del país y por su carácter agrario, se asume la responsabilidad de ser líder en políticas sobre el cuidado al medio ambiente, en la práctica y en la educación, siendo un ejemplo para otras universidades. En ese contexto, se da inicio a un gran compromiso para buscar la transición hacia la sustentabilidad, con la implementación de ‘La Agenda para la Sustentabilidad’ Universitaria. Para lograrlo se requiere de la participación de todos sus universitarios. Es imperativo cerrar brechas, cambiar paradigmas, dejar atrás hábitos y costumbres y buscar nuevos derroteros, con base en las fortalezas propias. 71


El mayor capital son los alumnos y los académicos comprometidos, al igual que los trabajadores administrativos. No se empieza de cero, ya que desde hace varios meses, brigadas de estudiantes y autoridades se dieron la tarea de transformar la imagen del campus. Se han eliminado árboles muertos, recolectado basura, escombro y madera. Se ha iniciado una vigilancia por cuidar el agua corrigiendo las muchas fugas. Se han limpiado las cisternas y los tinacos y arreglado los bebederos, para que puedan utilizarse. Se compraron nuevas unidades vehiculares teniendo en mente la reposición para eliminar los viejos vehículos alto grado de contaminación. De esta manera reducimos considerablemente las emisiones a la atmósfera por la mala combustión y el alto consumo de lubricantes y otros materiales altamente tóxicos. Se ha iniciado una intensa etapa de sensibilización a los estudiantes de nuevo ingreso impartiendo un Taller de Educación Ambiental, “Hacia la Sustentabilidad Universitaria”. Y se trabaja con todos los alumnos que así lo deseen de semestres avanzados. Se busca establecer una gran campaña de ahorro de energía y agua. Con la Comisión Federal de Electricidad, se gestiona concretar un convenio que nos permita disminuir el consumo hasta en un 40 % del actual. Se establecen también campañas para ahorrar papel en las oficinas; tener control sobre las baterías usadas y los teléfonos celulares y los cartuchos de las impresoras; Se ha iniciado un campaña de limpieza colocando inicialmente 100 botes de basura en lugares estratégicos, y si se requieren más, se colocaran los que sean necesarios para mantener el campus limpio. Existe un gran capital con la pluralidad de alumnos de diferentes estados y una gran riqueza con la presencia de alumnos de 21 culturas en el campus Saltillo y 18 culturas en la Unidad Laguna, que dan un total en la Universidad de 26 culturas diferentes. Esa diversidad cultural, de pensamiento y de cosmovisión, ofrece fortaleza como mexicanos que no se debe desaprovechar. Son muy pocas las universidades en el país si es que las hay, que tengan tanta diversidad étnica. Es preciso capitalizar esa gran riqueza para incrementar nuestro acervo cultural sobre el país. Se lucha también por el respeto a las mujeres con programas de equidad de género y de respeto a las minorías cualquiera que estas sean. 72


Con la instrumentación de la agenda, se pretende establecer la ‘transversalidad’ en los programas curriculares y el desarrollo de la investigación y vinculación para tratar, disminuir, atenuar y eliminar los impactos negativos de diversos proyectos insustentables. Se incrementarán las acciones de Responsabilidad Social Universitaria, buscando el acercamiento hacia las comunidades vecinas. Con los estudiantes y académicos, para aportar mayor ayuda tanto en las áreas urbanas como rurales. Para medir el avance que se vaya teniendo hacia la sustentabilidad, se construirán indicadores los cuales serán monitoreados por el Comité Operativo de Seguimiento, integrado por personal administrativo, académicos, estudiantes y representantes de los sindicatos; los cuales emitirán un reporte periódico del progreso que se vaya teniendo con relación a las líneas de acción de la Agenda. Se invito a todos los actores, a transitar juntos hacia un cambio de paradigmas lo cual no es ni fácil ni rápido, pero si nos proponemos lo podemos lograr, por lo que se les pidió paciencia, pero todo el apoyo y colaboración hasta concretarlo. Con la instrumentación de la Agenda para la Sustentabilidad, se cumple con una demanda de la sociedad, porque no sólo se educa a futuros profesionistas, sino que se participa activamente en la búsqueda de soluciones para los problemas sociales, económicos y medioambientales contemporáneos, al tiempo en que se genera una mejor forma de vida, propiciando una relación positiva y sana entre los seres humanos, la sociedad y el medio ambiente. La sustentabilidad es una visión del futuro que queremos, es la posibilidad de transformar el entorno para una vida más digna, de más calidad y de mayor prosperidad.

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Tercera Parte Mejorar Autoexigencia y Desempe単o

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“…queda al lector la última palabra, la mención omitida, la visión ampliada, el recuerdo detallado…testigo, protagonista u observador de este tiempo, le queda sobre todo la reflexión sobre que estamos dispuestos a realizar para engrandecer a México en el presente y en el porvenir” Benjamín González Roara

En el campo universitario, el cambio en las actitudes del ser humano es un proceso a largo plazo, sobre todo si se tiene como genuino propósito el modificar la realidad. Como ente social, el profesor-investigador tiene una identidad histórica que lo une al pasado, una identidad cultural de costumbres y tradiciones que lo ubica en el presente, y una identidad visionaria con sueños, aspiraciones, recreaciones y re-imaginaciones que, convertidos en proyectos y propuestas con metas, lo posiciona en el futuro. Esta identidad tridimensional –histórica, cultural y visionaria– debe ser la base de toda iniciativa para el desarrollo. En consecuencia, es indispensable contar con talento humano capaz, además del diseño y puesta en marcha de los proyectos, de movilizar a los distintos actores involucrados,

sean

éstos

estudiantes,

técnicos,

productores

o

empresarios. En el liderazgo de los académicos se sustenta el éxito de las faenas universitarias que trascienden dentro y fuera de sus muros.

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Acreditación de Programas Educativos La Acreditación Académica es el mejor ejemplo de política universitaria. Producto de evaluaciones externas rigurosas, se reconoce el valor de la Universidad, que es el producto del talento y trabajo de todos los Universitarios. Esfuerzo que trasciende en la buena calidad, excelencia, pertinencia y productividad de los programas académicos. La calidad educativa descansa en dos supuestos: Primero. Que para poder transmitir calidad es necesario reconocerla, y Segundo. Que para poder reconocerla es necesario tenerla. La búsqueda de ser mejor, debe ser moderada por la solidaridad con los demás, el espíritu de cooperación y el sentido común. Calidad no es inventar extravagancias o contar con aulas llenas de equipos electrónicos, ni de auditorios saturados de Premios Nobel; sino contar en esencia, con aulas llenas de Alma. Ortega y Gasset definía Calidad como la capacidad de exigirnos más. Por tanto, una educación de calidad es la que forma un hábito de autoexigencia, sin caer en el perfeccionismo enfermizo o en el narcisismo destructivo. Por ello, coincidimos con Latapí (2007) en la aclaración de alguna confusiones al respecto: a) No confundir la calidad con el aprendizaje de conocimientos, ya que la educación no es sólo conocimiento; b) No comparar instituciones ignorando las diferencias entre contextos o las circunstancias de los estudiantes, a veces abismalmente distintas y c) No confundir la calidad educativa con el “éxito” en el mundo laboral, definido éste por referencia a los valores del sistema económico. Con un modelo departamental, todas las carreras tienen un jefe de programa, en todas las carreras participan más de un departamento académico, una o más coordinaciones académicas, uno o varios directores de función, muchos profesores investigadores, muchos técnicos académicos y personal administrativo y de apoyo. Así, el jefe del programa es la mecha y todo el resto es el aceite (o la cera): bajo el principio físico de la vela, en realidad lo que arde es la cera. Y en las lámparas de aceite, el principio es el mismo: ¡tiene que arder el aceite, no la mecha, pues sin aceite, la mecha desaparecería! Esto significa que la acreditación es un proceso en el que el jefe del programa es la mecha o la luz que se ve, que lleva la responsabilidad de que todo funcione; pero lo que verdaderamente arde son todos los que participan y hacen posible 78


que funcione todo. Este principio de la física, aplicado al entorno en que se dan las acreditaciones, es importante recordarlo siempre. Las primeras acciones para iniciar la evaluación de la educación superior en México fueron realizadas en la década de los setenta del siglo XX como parte de programas de gobierno e iniciativas de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES). Con la creación de la Comisión Nacional de la Evaluación de la Educación Superior (CONAEVA), en 1989, se inician los procesos de autoevaluación en las Universidades Públicas, posteriormente, en 1991 se integran los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), con el objetivo de promover la evaluación externa e interinstitucional. En el año 2000 se funda el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (COPAES), siendo este consejo la única estancia validada por la Secretaria de Educación Pública (SEP) para conferir reconocimiento oficial a los organismos acreditadores de los programas educativos de educación superior en el país. Con una clara visión de la necesidad de incorporarse a estos procesos de evaluación, la Universidad a través de los sus autoridades y de la comunidad magisterial, asume con gran responsabilidad el reto de autoevaluarse, considerando los criterios de los CIEES, y realizar los cambios pertinentes para elevar y asegurar la calidad de sus programas docentes y seguir a la vanguardia como una de las mejores Instituciones de Educación Agrícola Superior. La UAAAN oferta actualmente 21 programas docentes a nivel licenciatura, de ellos, se ofrecen 13 en la Saltillo, 7 en la Unidad Regional Laguna y 1 en el Centro Académico Regional de Chiapas. De estos programas que se ofrecen, 20 han sido evaluados por los CIEES y acreditados por el COPAES, a través de organismos reconocidos por la Secretaría de Educación Pública. El Programa Docente que se ofrece en Chiapas, se considera como acreditable, ya que se crea a partir del año 2008, y para ser evaluado es necesario que egrese la primera generación. Así mismo, datos publicados por CIEES en noviembre de 2006, señalan que 12 programas docentes de la Universidad, fueron clasificados en el nivel 1 de su padrón como acreditables.

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Es significativo señalar que antes del inicio de la administración 2006-2010, la Universidad había logrado acreditar ante los organismos nacionales antes mencionados, ocho de sus Programas Docentes. Al término de esa Administración, en noviembre de 2010, todos los Programas Docentes estaban acreditados, lo cual representa que la totalidad de la matrícula, que se encuentra inscrita en programas de calidad. Así mismo es importante mencionar que los Programas Docentes Ingeniero Mecánico Agrícola, Ingeniero Agrónomo Parasitólogo e Ingeniero Agrónomo en Producción recibieron el Refrendo de Acreditación por cinco años más. Fundamentado en la política nacional educativa de “Aumentar la cobertura de la educación superior y diversificar la oferta educativa”, y de acuerdo a lo establecido por la Ley Orgánica de la Universidad y lo contemplado en el Plan de Desarrollo Institucional (PDI), el Rector gestionó y realizó las acciones necesarias ante las autoridades gubernamentales del Estado de Chiapas, así como de los productores de esa región, para lograr el establecimiento del Centro Académico Regional Chiapas. La Dirección de Licenciatura, a través de sus instancias correspondientes y personal de Chiapas elaboró y revisó el Plan de Estudios de un nuevo Programa Educativo: Ingeniero en Ciencias Agrarias, el cual integra cuatro áreas menores: Silvícola, Gestión del Agua, Hortofrutícola y Producción, todos estos aspectos representa una nueva opción educativa para los estudiantes que desean formarse en la institución. El Programa Docente se inició el día siete de Octubre del año 2008 con la presencia de 102 alumnos seleccionados mediante examen del Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior, a. c. (CENEVAL.) y para el 2010 estaban inscritos 254 alumnos. Es importante señalar que el programa docente señalado cuenta con su plan de desarrollo, la conformación curricular y el proyecto de formación de profesores. De esta forma, la Universidad contribuye en el fortalecimiento la educación superior en nuestro país, cumpliendo con el compromiso social de apoyar la ampliación de la matrícula en programas reconocidos por su buena calidad y que, además, se caractericen por ser académicamente pertinentes y tener capacidad de crecimiento. Al considerar la necesidad de fortalecer la formación práctica de los alumnos, replantear el contenido de los Programas Docentes, así como su pertinencia, y el perfil de egreso en concordancia con el ámbito científico-técnico revisado y actualizado, y vincular los procesos de formación a los requerimientos del mundo laboral, la Dirección de 80


Licenciatura implementa, a partir del mes de junio del año 2007, para todos los Programas Docentes de la Universidad, el Programa de Prácticas Profesionales. Con el objetivo general de ese Programa, de “Generar en los alumnos una experiencia que facilite su aprendizaje, aplicando la ética, conocimientos, habilidades y actitudes adquiridos en las aulas, que les permitan ingresar al ámbito laboral una vez que concluyan sus estudios universitarios”. Los resultados obtenidos son incuestionables, y sus beneficios son muy satisfactorios: Para los Alumnos: •

Adquieren experiencia en el campo laboral y desarrollan habilidades aplicadas a proyectos específicos.

Ponen en práctica sus conocimientos universitarios adquiridos.

Acrecientan la contribución curricular al inicio de su desarrollo profesional.

Desarrollan sus habilidades de inicio y cimentación de relaciones personales en el plano profesional.

Para la Entidad Receptora: •

Oportunidad de desarrollar proyectos y actividades que han sido retrasadas debido a la falta de recursos humanos especializados.

Desarrollo de proyectos y actividades que los alumnos con potencial brinden

Apoyo a la identificación, formación y desarrollo de personal capacitado para áreas

contribuciones importantes debido a la actualidad de sus conocimientos. específicas de la ‘Entidad Receptora’, debido a que existe la opción de tomar en cuenta a los alumnos practicantes como prospectos cuando sean requeridas posiciones de trabajo. •

Flexibilidad que se adapta a las necesidades y políticas internas de cada ‘Entidad Receptora’.

Para la Universidad •

Fortalece los procesos de vinculación con el sector productivo público y privado.

Acrecientan el prestigio y liderazgo de la misma.

Acrecientan la oportunidad de empleo para los alumnos al final de sus estudios.

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Sin duda, las Prácticas Profesionales, han sido un detonador muy importante para los egresados de los diferentes Programas Docentes que oferta la Universidad, de tal forma que la vinculación institucional se ha incrementado notablemente, ya que cada Programa Docente cuenta con un padrón de empresas de diferente índole donde los alumnos realizan sus prácticas profesionales y al egresar existen grandes posibilidades de ser contratados por las empresas. Es de subrayarse que los egresados de los diferentes Programas Docentes ofertados durante 2008-2010, que cursaron la materia de Prácticas Profesionales, cerca del 70% han sido seleccionados y contratados por las ‘Entidades Receptoras’ donde realizaron su estadía de prácticas. Con la totalidad de carreras universitarias acreditadas por los organismos externos evaluadores, el programa institucional de tutorías, la participación de un centenar de profesores investigadores en el perfil del Programa de Mejoramiento del Profesorado (PROMEP), y la propuesta de un modelo educativo basado en competencias, puesto en marcha con la carrera Ingeniero en Ciencias Agraria en Chiapas, se edifica el pilar de la excelencia académica de la Universidad y se cumple con un objetivo básico de la política de la educación superior (Cepeda, 2010).

Nuevo Ámbito Científico, Tecnológico y Humanístico Entre los retos más apremiantes que enfrenta hoy la Universidad, está el de contar con una estrategia expedita, oportuna y adecuada para encarar los cambios que impone la dinámica actual del desarrollo nacional, así como sus implicaciones en los cambios en el contexto global en el que se inserta e interactúa nuestro país y, consecuentemente, sus instituciones. Para hacer frente a éste y otros retos, el H. Consejo Universitario dotó a la Universidad del Plan de Desarrollo Institucional (PDI), que es un instrumento orientador que concreta el ámbito de actuación en lo científico, tecnológico y humanístico. En los tres primeros objetivos del PDI y sus respectivas estrategias se precisan claramente los alcances de una gestión universitaria contemporánea, como compromiso con el desarrollo nacional: 82


1. Posicionar la Universidad para que asuma plenamente su carácter nacional y consolide su estructura orgánica y su normatividad, transformándose en un sistema de mayor cobertura, más abierto, diversificado, flexible, articulado y de la alta calidad que el desarrollo de México demanda. Sus estrategias son: la promoción de la Universidad en el ámbito nacional e internacional y adecuación de su estructura orgánica y su normatividad. 2. Reorientar las actividades en materia de investigación y de postgrado a través de la apertura de nuevas líneas de investigación y programas educativos. La estrategia es la realización de un ‘foro temático’ sobre nuevos campos y líneas de investigación y educación. 3. Replantear el contenido de sus programas académicos y el perfil de egreso en concordancia con el ámbito científico-técnico revisado y actualizado, con la misión y visión renovadas, con los objetivos de desarrollo de sus departamentos y divisiones académicas, y las áreas prioritarias de aplicación del conocimiento para el desarrollo del país. Las estrategias específicas son: la realización bianual de foros temáticos sobre vigencia y pertinencia de las carreras actuales y futuras, y la pertinencia de la investigación y vinculación institucionales. La estrategia única del segundo de estos objetivos, fue desarrollada plenamente en el mes de septiembre del 2008, con la participación de distinguidos ponentes universitarios y de otras instituciones afines con las que colabora y se relaciona la Institución. Los conceptos vertidos por los participantes en este Foro habrán de servir de base y directiva para la reorientación de los lineamientos del ejercicio universitario en sus vertientes fundamentales de docencia, investigación y vinculación, y en los contenidos de sus programas no sólo académicos, sino también de aquellos referentes a la estructura y funcionamiento de la Universidad. Los resultados más destacados del Foro se enuncian a continuación (Capó y Muñoz, 2010): • Se identificaron nuevas líneas para programas académicos que permitirán reorientar, con mayor calidad y pertinencia, las actividades institucionales sustantivas.

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• Se estableció la necesidad de actualizar los programas académicos y los perfiles de los egresados en concordancia con el Nuevo Ámbito Científico, Tecnológico y Humanístico, y con la Misión y Visión Ampliada de la Universidad; así como con los objetivos de sus entidades y dependencias académicas, y con las áreas prioritarias y estratégicas establecidos en el Plan Nacional de Desarrollo en el Plan Sectorial de Educación y el PDI, vigentes. • Se coincidió en que la conformación y consolidación de los Cuerpos Académicos debe responder al Nuevo Ámbito Institucional. Esto es una formalidad impostergable, prevista ya en el PDI y debe ser atendida de inmediato no sólo porque forma parte de la visión de la Universidad, sino por su importancia estratégica para los objetivos institucionales. • Se consideró necesario apoyar la transición del personal académico hacia niveles de mayor calificación y mejor adecuación a las necesidades del Nuevo Ámbito Institucional, situación también prevista en el PDI y que las conclusiones del Foro sólo han corroborado. • Se estableció la necesidad de redoblar su compromiso con los sectores público, privado y social, mediante propuestas sustentables cuya viabilidad sea debidamente sustentada y su impacto corroborado. • Se definió como prioritario que la pertinencia de los programas académicos institucionales se manifieste no solamente en el mejor desarrollo de las aptitudes y capacidades de los alumnos sino en la puesta al día de la oferta educativa, tanto en los niveles de licenciatura y postgrado como en los programas y proyectos de Investigación. Esto implica, inclusive, un replanteamiento del modelo educativo de la Universidad. En este sentido es el PDI el que señala la necesidad de establecer sistemas de incentivos al ingreso, promoción y permanencia del personal académico con la formación y experiencia que responda a los requerimientos del Nuevo Ámbito Institucional. De las conclusiones del foro deriva el que las estrategias de investigación universitarias deberán enfocarse a las siguientes áreas: • Efectos del cambio climático en la producción agropecuaria y forestal. • Aprovechamiento y conservación de recursos naturales renovables. • Manejo, recuperación y aprovechamiento de los recursos de las zonas áridas. 84


• Inventario y restauración de recursos genéticos; conservar y restaurar la biodiversidad. • Producción intensiva de cultivos y agricultura protegida. • Procesos de innovación y diversificación en la producción de alimentos y aditivos bioenergéticos, industriales, alimentarios, cosmetológicos, agrobiotecnológicos y otros. • Aplicaciones biotecnológicas en agricultura y ganadería para dar valor agregado a sus productos (inocuidad, bioenergía). • Teleinformática, automatismo y uso de sensores remotos en manejo de recursos naturales. • Agua: manejo de cuencas, manejo de agua en cultivos para su uso eficiente, tratamiento y calidad del agua, uso urbano, cultivos resistentes a sequía. • Utilización de metodologías para el uso eficiente de la energía en el medio rural. Por otro lado debe ser un acuerdo con relación a la preparación actual de los profesionistas de las Ciencias Agrarias y otras socialmente necesarias que se imparten en la Universidad, estos deben adquirir conocimiento suficiente en algunas áreas como: • Ciencias Genómicas y Proteómicas. • Biología Molecular y Nuevas Técnicas Biotecnológicas integradas en equipos interdisciplinarios. • La interacción genotipo-ambiente y sus repercusiones sobre las respuestas de las plantas a distintos niveles de los factores del ambiente. • El efecto del calentamiento global y el incremento de los niveles de CO2 sobre la productividad de los cultivos. • Metodologías para el estudio y entendimiento de los sistemas de producción en el campo. • Aplicación de soluciones a los problemas del campo mexicano. En cuanto a la diversificación de la oferta educativa se plantea: • Carreras y modalidades curriculares innovadoras, salidas laterales y conexiones para facilitar las rutas académicas a estudiantes.

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• Planes de estudio con base en saberes y competencias profesionales, genéricas y transversales. Programas técnico profesionales y oferta (demanda) transfronteriza. • Uso de las tecnologías de información y comunicación, formación en solución de problemas reales y prácticos y aprendizaje para toda la vida. • Programas escolarizados, abiertos y a distancia para la actualización y especialización, por especie y por productos.

Proyecto Maestro de Maíces Mexicanos

"De nuestros miedos nacen nuestros corajes, y en nuestras dudas viven nuestras certezas. Los sueños anuncian otra realidad posible, y los delirios otra razón. En los extravíos nos esperan los hallazgos porque es preciso perderse para volver a encontrarse” Eduardo Galeano

Es del dominio común, que México es centro de origen y diversidad del maíz en el mundo. En el estado de Puebla se han encontrado los vestigios más antiguos. A pesar de esto, en nuestro país carecíamos de estrategias por parte del Estado y de la sociedad para su preservación y multiplicación. Por lo anterior y con una visión nacional, que inicia en Puebla, el Proyecto Maestro de Maíces Mexicanos (PMMM), se orienta de manera estratégica al desarrollo de una mayor viabilidad y calidad de vida de las comunidades productoras, sustentada en la conservación y puesta en valor de la riqueza genética de los maíces mexicanos, en áreas definidas y especialmente protegidas, en beneficio directo de aquellos que los han preservado. 86


De manera precisa el PMMM surge de la visión de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM) en alianza estratégica con la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, el gobierno del Estado de Puebla, el Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad del CINVESTAV y el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural y la Soberanía Alimentaria de la Cámara de Diputados (CEDRSA). El Proyecto Maestro de Maíces Mexicanos con un equipo interdisciplinario, elaboró el concepto integral para el estado de Puebla, que logró rescatar en el 2008, 15 razas de maíz y 186 criollos con potencial para ser explotados en el circuito de comercialización. Los custodios (campesinos productores) que resguardan estos maíces, se han organizado en 38 Asociaciones Agrícolas Locales, todas ellas debidamente constituidas y que cuentan con asesoría especializada, y tienen ya una identidad como productores conservadores de los maíces mexicanos. El compromiso social de los investigadores, cómo integrantes del equipo técnico del PMMM, la confianza que los productores de razas y criollos han depositado en ellos y la respuesta de las instituciones académicas y de investigadores aliados, han hecho posible resultados tales, que los hicieron merecedores del Premio Especial al Conocimiento, Conservación y Aprovechamiento a la Biodiversidad de Agrobio México. Ello es un reconocimiento de un camino ejemplar a seguir y multiplicar para la conservación de la gran biodiversidad que existe en la república mexicana. Con ello, la Universidad hace dos aportaciones inéditas en el país; que hacen del PMMM, un proyecto original, novedoso, social, de rostro humano y con un gran soporte técnico científico: 1) Proteger, preservar y conservar la diversidad genética de la maravilla milenaria del maíz; y 2) Incidir directamente en la calidad de vida del campesino y las comunidades cuya economía reside en el maíz. En los hechos, el PMMM es un paradigma de la sustentabilidad, concepto tan trillado, tan mencionado y hasta alterado en su sentido original, pero que ahora cobra vida. Pone en práctica los principios universales de la sustentabilidad, que integra en un 87


sólo proyecto, la línea base triple: Sociedad (Hombre y comunidad)-Economía (ingresos y tecnología)-Ecología (maíz y medio). Pero además, por sus alcances y metodología, es uno de los proyectos de vinculación más importantes de la Universidad. El maíz es un grano asociado íntimamente a la historia y cultura del pueblo mexicano. El PMMM, nace con una visión nacional e integral, e inicia como un proceso que incluye los aspectos siguientes: •

La conservación de las razas y criollos en los centros de origen.

El desarrollo de bancos de germoplasma in-situ y ex-situ.

La delimitación de áreas especialmente protegidas.

El acceso a recursos tecnológicos y financieros.

El mejoramiento de la calidad y los rendimientos de las parcelas.

Investigación de las potencialidades alimenticias, bioquímicas e industriales de los maíces.

La creación de productos, empresas y estrategias de comercialización en beneficio directo de los productores.

El desarrollo de la capacidad de gestión de los custodios para mejorar su entorno y su incorporación al mercado. Este proyecto galardonado por Agrobio en 2009; ubica a la Universidad en la

cúspide de las prioridades nacionales al aportar un caso exitoso de sustentabilidad en un proyecto que incluye y trata por igual los aspectos sociales, económicos y ecológicos. Como parte integral del proyecto, en 2010 se inauguró la primera etapa del Banco Nacional de Germoplasma de los productores de Maíz en las instalaciones universitarias, que alberga un sistema de conservación, almacenamiento y caracterización para las semillas de diversas razas del grano. Tiene capacidad para almacenar 450 metros cúbicos, que equivale a 100 mil muestras, a las que se le realizarán pruebas de pureza, germinación y sanidad. Si como dice John Stuart Mill, "Como fuerza social, un individuo con una idea vale por noventa y nueve con un solo interés"; entonces un grupo de investigadores que comparte una idea y la ponen en práctica, vale por 99 grupos de individuos movidos sólo por un interés, ponerla en marcha. Este es el valor de las ideas, cuando transformadas en palabras son a su vez, puestas en acción. 88


Plan Rector de Desarrollo Urbano ¿Por qué es necesario el establecer un Plan Rector de Desarrollo Urbano de la Universidad? Porque posibilita el establecer mediante la planeación urbana, el aprovechamiento racional de los espacios, el uso sustentable de su medio físico-ambiental, el establecimiento de planes y políticas universitarias de mantenimiento y mejora de la infraestructura, el desarrollo de programas de construcción con estrategias de vinculación gubernamental e interinstitucional y la integración urbana y social de la Universidad con la ciudad. Y fundamentalmente adoptar de inmediato, estrategias que conformen un programa integral de recuperación y mantenimiento del espacio universitario que incida favorablemente en su sustentabilidad física–ambiental. Se busca que sea un plan de desarrollo urbano y mantenimiento de la infraestructura universitaria a partir de la perspectiva de integralidad como de la sustentabilidad física, espacial y ambiental. La visión del plan consiste en crear una infraestructura universitaria que sea capaz de incorporar los adelantos científicos y tecnológicos para la instalación y uso de equipos diversos. Esto significa la creación de edificios e instalaciones inteligentes que no únicamente sean funcionales y espaciosos, sino eficientemente sustentables en su servicio. Dentro de sus objetivos contempla, ordenar bajo un esquema rector de largo plazo, el crecimiento de la infraestructura universitaria, a fin de satisfacer, además de las necesidades de nuevas y funcionales instalaciones, planear la construcción, rehabilitación y/o adecuación, el mantenimiento y ampliación de los espacios para que se contemple su gestión y apoyo presupuestario en los instrumentos de la administración pública federal De la superficie del territorio de la Universidad que asciende a 3,084.78 hectáreas, el área correspondiente al del Plan Rector de Desarrollo Urbano es de 354.65 hectáreas (11.45%) El Plan Director de Desarrollo Urbano de Saltillo señala las vertientes de influencia para el desarrollo sustentable de dicha zona, en materia de infraestructura, equipamiento urbano, mobiliario urbano, vialidades y áreas naturales de protección ecológica principalmente.

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Patronato Universitario El patronato universitario es una entidad orgánica de apoyo a la rectoría, contemplada en la Ley Orgánica y el Estatuto de la Universidad. Corresponde al Patronato procurar los ingresos necesarios para el financiamiento de la misma; organizar planes para arbitrar fondos a la Universidad; autorizar la adquisición de los bienes que se requieran para las actividades de la Institución; y acrecentar su patrimonio. La misión para la cual fue creado es obtener recursos económicos y materiales adicionales a los subsidios del gobierno para apoyar programas y proyectos de la Universidad y acrecentar su patrimonio (Granados, 2010) Tiene como objetivos específicos el promover la obtención de recursos financieros y de otra naturaleza patrimonial; conservar y acrecentar el patrimonio de la Universidad utilizando todos los medios legales, financieros y administrativos a su alcance; y coadyuvar a fortalecer la imagen institucional, de modo que ésta mantenga sus niveles de excelencia y se conozcan ampliamente sus logros, adquirir, arrendar o poseer los bienes necesarios para la realización de sus fines sociales; suscribir, endosar, negociar títulos de crédito, y efectuar cualquier operación financiera haciendo las inversiones que juzgue convenientes; tramitar y recibir donativos y celebrar toda clase de eventos permitidos sin propósitos de lucro para el desarrollo de sus funciones; celebrar los actos, contratos o convenios relacionados con los fines del Patronato que tiendan al beneficio de la Universidad . El Patronato está regido por los siguientes principios: •

Es una entidad orgánica establecida en favor de las causas y objetivos de la Universidad, por lo que estará ajeno a toda actividad política y religiosa; no diseñará ni ejecutará proyectos académicos; enlace y coordinación adicional entre éste y los sectores público, social y privado, en un ambiente de mutuo respeto y corresponsabilidad.

El patrimonio y recursos que obtenga se destinarán a cualquier actividad del quehacer

universitario

preponderantemente

que

establezca

económico;

deberá

transparencia de su administración. 90

la

Rectoría; demostrar

no

tendrá

carácter

permanentemente

la


Unidad de Transparencia Para la plena vigencia del derecho a la información consagrado en el Artículo 6° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en cumplimiento a lo establecido en la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental (IFAI), el 10 de junio de 2008 se expidió el Acuerdo correspondiente a esa materia que forma parte de la normatividad universitaria vigente. La Universidad, al firmar este convenio de colaboración se convierte en la primera Universidad pública federal en incorporarse al sistema INFOMEX para atender a los ciudadanos en sus peticiones de información. Esto se realiza, considerando las facultades que le corresponden a la Universidad como organismo constitucional autónomo y con el propósito de fortalecer y consolidar la cultura de la transparencia y acceso a la información pública gubernamental. La Universidad manifiesta su voluntad de transparentar todo su accionar, toma la delantera de las instituciones federales de educación superior en materia de transparencia y de acceso a la información pública. En convenio con el IFAI, se busca transparentar y facilitar la circulación de la información, y que la información también sea accesible a la sociedad, además de lo referente a los asuntos sobre el quehacer de la Institución, también se busca que esta sea clara y pertinente para facilitar el proceso de enseñanza aprendizaje, así como para las actividades de investigación y de vinculación. El convenio de colaboración con el IFAI es una forma de vincularse con la sociedad al facilitarle a la gente el acceso efectivo a la información pública en su ámbito de competencia, y mostrarse como una institución vanguardista, moderna y comprometida con la honestidad y la rendición de cuentas. Por lo anterior, cualquier persona o su representante legal podrá presentar, ante la Unidad de Enlace de la Universidad, una solicitud de acceso a la información mediante escrito libre o en los formatos autorizados por el IFAI, en términos del artículo 40 de la Ley, y tal Unidad de Enlace está obligada a proporcionarla sin condicionar su solicitud a que se motive o justifique su utilización.

91


Asimismo, todo miembro de la comunidad universitaria tiene derecho de obtener su información personal contenida en los archivos, registros o expedientes de las diversas entidades y dependencias universitarias. Además, el acceso público a la información será gratuito en tanto no se requiera la reproducción de ésta. Los costos de reproducción correrán por cuenta del solicitante. En todo caso, las tarifas cobradas por la institución deberán incluir únicamente los costos de reproducción. Por último, la Universidad está obligada a brindar a la persona que lo requiera, información sobre el funcionamiento y las actividades que desarrolla, exceptuando únicamente la información de carácter confidencial o reservado y aquellos considerados como datos de carácter personal. La Institución está obligada a poner a disposición de los universitarios y del público en general la información actualizada respecto de los temas y documentos que su reglamento respectivo le autoriza. La Unidad de Enlace para el Acceso a la Información Pública Gubernamental de la Universidad que se crea, tiene, entre otras, las siguientes atribuciones:

Recabar y difundir la información a que se refiere el reglamento correspondiente, además de propiciar su actualización periódica.

Recibir y dar trámite a las solicitudes de acceso a la información.

Auxiliar a los interesados en la elaboración de solicitudes de información.

Realizar los trámites internos necesarios para obtener y entregar la información solicitada, además de efectuar las notificaciones a los interesados.

Llevar un registro de las solicitudes de acceso a la información, sus resultados y, en su caso, costos.

La rendición de cuentas y la transparencia de sus acciones es un camino de un sólo sentido, del cual jamás se regresará, por el bien de la propia Institución y de la sociedad mexicana.

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Cuarta Parte Cultivar las Simientes de la Sustentabilidad

93


94


La sustentabilidad, como visión del mundo que queremos, representa la posibilidad de transformar nuestro entorno para una vida más digna, de más calidad, de mayor prosperidad. Tenemos los cimientos para conquistar esa escarpada y elevada cumbre de la sustentabilidad. No es utópico imaginarnos a la sustentabilidad como una grandiosa posibilidad humana que revierta y repare los daños que hemos causado al planeta tierra. Que la actitud de cero impacto sea la pauta más que la meta, que borre la huella humana de la destrucción. Siendo la pobreza en todas sus manifestaciones el más pernicioso de nuestros males, conviene recordar las palabras de Earl Shorris: “Las humanidades proporcionan la educación más práctica. Las humanidades nos enseñan razonadamente, a empezar, a tratar con las novedades que nos asaltan a atrevernos. Sí los pobres de múltiples generaciones aspiran a salir de la pobreza, se requerirá una nueva manera de pensar-reflexionar." Mensaje al que hay que agregarle, ‘y una nueva manera de actuar’.

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Educación: Labrar al Ser Humano Completo “En primer lugar, la educación no es una propiedad individual, sino que pertenece, por su esencia, a la comunidad. El carácter de la comunidad se imprime en sus miembros individuales y es, en el hombre, en una medida muy superior que en los animales, fuente de toda acción y toda conducta. En parte alguna adquiere mayor fuerza el influjo de la comunidad sobre sus miembros que en el esfuerzo constante para educar a cada nueva generación de acuerdo con su propio sentido”. Werner Jaeger Paideia Actualmente, no se vive en una época de cambio, sino un cambio de época, en la que los paradigmas para desterrar la pobreza e incrementar las oportunidades de empleo y el bienestar social, económico, humano y ecológico de la población mexicana, están supeditados a la educación. La declaración de las Naciones Unidas de la Década de Educación para el Desarrollo Sustentable 2005-2014, reconoce que las Universidades en la actualidad: 1)

Son una mina de oro intelectual con vastos recursos humanos en todas las áreas del aprendizaje humano;

2)

Tienen años de experiencia en la educación y entrenamiento de los líderes del mañana;

3)

Han desarrollado habilidades (especialización experta) en todos los campos de la investigación, ciencia y tecnología, de las ciencias naturales, humanas y sociales 96


4)

Realizan investigaciones que trasciende la visión disciplinaria e investigación transdisciplinaria

que

las

faculta

para

desarrollar

e

impartir

educación

multidisciplinaria y orientada éticamente al desarrollo sustentable; 5)

Tienen el reconocimiento y respeto suficiente para promover los pilares del desarrollo sustentable –desarrollo social, económico y ambiental– y contribuir a orientar la opinión pública y políticas nacionales, así como humanizar la globalización. La declaración de la II Reunión de Ministros de Educación de América Latina, el

Caribe y la Unión Europea señala que “...la Educación Superior es un bien público y una responsabilidad pública, que favorece y condiciona el progreso en el conocimiento, en el desarrollo, y consecuentemente el bienestar social...”; y puntualiza que “...la Educación Superior debe contribuir con sus medios a reducir la desigualdad social, la discriminación y la pobreza...” Cualquier institución educativa que aspire a transformarse en una institución sustentable, de alcance mundial, debe de responder a lo siguiente: Si bien nos debe de importar mucho el preguntarnos qué clase de mundo le dejaremos a nuestros jóvenes; de mayor magnitud, urgencia, pertinencia e importancia debe ser el plantearnos qué clase de jóvenes le dejaremos al mundo. El paradigma emergente de la economía del conocimiento, surgido de los impresionantes avances y desarrollos de las tecnologías de información, de la globalización, y cuyo sustento esencial lo es la educación; hace indispensable e imperativo que las instituciones de educación superior replanteen su misión y visión, para elevar su calidad y excelencia académica y formar a los profesionistas a la altura del siglo XXI. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los "trabajadores del conocimiento" ya representan ocho de cada diez nuevos empleos. Por tanto, el mundo laboral y la generación de riqueza –como única opción a la eliminación de la pobreza– dependerán del conocimiento en el presente milenio. El futuro de la nación, más que en su fuerza de trabajo, recursos naturales o capital económico, descansará en los activos intangibles del conocimiento. En materia de educación del ser humano, todo nuevo traje que se va tejiendo como remplazo de aquel desgastado vestido de las prácticas docentes, es como una inmensa espiral ascendente e interminable, que abre eventualmente nuevos horizontes. 97


Si pudiéramos imponer un único y sencillo cambio en la institución en la que laboramos, que se pusiera en práctica a partir de mañana y que por sí mismo llevara a un mejor futuro, ¿cuál sería? El desarrollar una mejor capacidad de aprender de los demás, es un buen principio para solucionar las limitantes de los sistemas de aprendizaje actuales. De las situaciones o escenarios para el futuro del mundo que propone Kelly (2006), el referente al del surgimiento es el que responde positivamente a la pregunta de si el liderazgo e innovación serán la fuente primordialmente ascendente, en un mundo democrático donde el poder se desplaza del centro, de abajo hacia arriba, y ampliamente compartido como nunca jamás. Reconoce además, que para resolver nuestros complejos problemas actuales, ya no son apropiados los modelos tradicionales de poder y liderazgo; ahora es el tiempo de la conexión en redes, de las organizaciones no gubernamentales y de la participación ciudadana creciente. El verdadero reto de la educación del presente y futuro próximo es desactivar los focos rojos encendidos. En toda institución acecha un enemigo, terrible e implacable, que es la familiaridad, la zona de confort, lo convencional, lo tradicional, lo conocido. Muy apropiado y oportuno el gran pensamiento del Nobel George Bernard Shaw: “El hombre razonable se adapta al mundo; el irrazonable persiste en tratar de adaptar al mundo a sí mismo. Por lo tanto, todo el progreso depende del hombre que no es razonable” En particular, las instituciones educativas, hay que reconocerlo, están repletas de hombres razonables. Por ello, las palabras expresadas por Sallenave (1985) son demoledoras: "...La inercia del espíritu humano y su resistencia al cambio no se manifiestan, como se podría creer, en las masas ignorantes –fácilmente convencidas con solo apelar a su imaginación–, sino en los profesionistas que viven de la tradición y del monopolio de la enseñanza. Toda innovación es una doble amenaza para las mediocridades académicas: pone en peligro su autoridad de oráculo y evoca la horrenda posibilidad de ver derrumbarse todo un edificio intelectual laboriosamente construido...". El Profesor Jack Vincent Matson en la Universidad de Houston impartía una clase que denominó “Fracaso 101” ; con la cual fue reconocido en los EU al ser el ganador de la presea Zell/Lurie y beca para la enseñanza de la innovación ofrecidas por la Universidad de Michigan. Basado en sus experiencias, el Dr. Matson escribió en 1996 un libro titulado “Innovate or Die!”; que constituye su guía personal para hacer de las personas, el ser humano innovador al que todos podríamos convertirnos: “…La innovación es un camino para prepararnos y sobresalir en el siglo 21…” Y esa es la disyuntiva, sin salidas laterales, 98


atajos o escapes de emergencia: o nos innovamos o nos extinguimos, como personas o como instituciones. No hay alternativa: la innovación es el único camino que tenemos para asegurar nuestra sobrevivencia institucional, ya no se diga competitividad, pertinencia o efectividad. Las preocupaciones del Latapí (2007), expresadas al recibir el Doctorado Honoris Causa por la Universidad Autónoma Metropolitana sirven de marco para reencauzar el trabajo universitario y son éstas: 1) La excelencia institucional, en oposición al proceso sucesivo de mejoramiento y la disposición indeleble a superarse siempre. Ninguna filosofía educativa ha sido lo suficientemente ilusa como para pretender hacer mujeres y hombres perfectos o excelentes; 2) La calidad educativa definida por la eficacia, eficiencia, relevancia y equidad. Es inicuo persuadir a los estudiantes con una filosofía de éxito a partir de la cual aspiren al puesto más alto, al mejor salario y al usufructo de más cosas; es una equivocación pedagógica llevarlos a la competencia despiadada con sus compañeros porque deben ser “ganadores”. Es utópico considerar al ascenso social individual en oposición a la fuerza material y simbólica del deseo de cambio colectivo; lo deseable es inyectarle una actitud de autoexigencia perenne; 3) El paradigma de la “sociedad del conocimiento” para normar las transformaciones institucionales. Ante la globalización ineludible, hay que priorizar la provisión del conocimiento que requiere el país para su desarrollo. Ello implica especificar que ese conocimiento es el necesario para conquistar los mercados, o sea el conocimiento práctico, aplicado, el vinculado a la economía, el que produce innovaciones rentables y asegura el éxito en la competencia. Un modelo educativo por competencias promueve la avaricia, la avidez por maximizar ganancias. Promueve el estudio de los factores de la producción sobre el entendimiento de principios y leyes que subyacen en los fenómenos bajo estudio; la misión ineludible de las universidades es promover todo tipo de conocimientos y que “…incluya la universalidad de los saberes humanos, y advertimos contra la trampa de convertir a las universidades en fábricas de inventos prácticos; aquellas son creaciones del homo sapiens, no las reduzcamos a talleres del homo faber…” y 4) Romper las barreras del conocimiento racional, ya que el educar va más allá de lo racional; si somos conscientes de que toda ciencia es provisional y que sus verdades no rebasan la validez de sus métodos, Latapí expresa: “Saber que no se sabe conlleva perplejidades que rebasan el plano de la razón y conducen a otras dimensiones de la conciencia: el verdadero científico se sorprende de que, siendo el hombre parte de la naturaleza, pueda pensar la totalidad de esa naturaleza; de que estando destinado a morir, pueda imaginarse trascender, y de 99


que estando sumido en el mal, pueda aspirar a una reconciliación definitiva. El asombro es una apertura de nuestro espíritu hacia formas no-racionales de conocimiento, un puente salvador entre la pequeña verdad científica y verdades quizá absolutas a las que hoy sólo aspiramos”. Al viejo adagio oriental que instruye que a un hombre hambriento no hay que darle un pescado sino enseñarle a pescar; hay que actualizarlo con la idea de formar a los maestros de pescadores. En el verdadero profesor encontramos al formador, tutor y guía que saca lo mejor de los estudiantes, para que éstos superen sus limitaciones y terminen con sus miedos; que los ayuda a crecer y desarrollarse para dar lo mejor de sí mismos y que canaliza positivamente todas sus iniciativas.

Ciencia: Pilar Eficaz para el Desarrollo

“Todos somos pioneros y descubridores de un nuevo mundo, en el que nos necesitamos los unos de los otros. Depende de nosotros el viajar hacia adelante en búsqueda de nuevas prácticas y nuevas ideas que nos permitan crear vidas y organizaciones dignas de ser habitadas por los humanos” Margaret Wheatley

En la célebres tesis de Karl Marx sobre Feuerbach, sobresale por su vigencia en el mundo contemporáneo la que rescribió y editó Friedrich Engels, la número 11: “Los filósofos, hasta el momento, no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, ahora de lo que se trata es de transformarlo". Este pensamiento no niega la necesidad de la filosofía ni de su necesaria orientación a interpretar al mundo; si no se apropia de la necesidad de que a la tarea de interpretación hay que sumarle la tarea de la transformación. Este es el terreno propiamente de la ciencia, que en su esencia debe 100


estar dirigida a mejorar las condiciones del mundo para servir mejor a la humanidad; así como mejorar las condiciones del hombre para servir mejor a nuestro mundo. Sólo nos restan dos opciones, el bando que lucha por transformar el mundo y el bando que lo hace por conservarlo como está. Una forma de transformar el mundo es mediante la educación. La universidad con fundamento en su misión, realiza investigación científica y tecnológica encaminada a la formación de recursos humanos de calidad técnica y humanista que contribuyan a la transformación de la sociedad en general y en particular en aquella que aún sufre de carencias e injusticias. La investigación de vanguardia universitaria ha de trascender para ampliar las fronteras del conocimiento, generando nuevos modelos de investigación que aseguran la calidad, innovación y pertinencia demandadas por la sociedad a fin de lograr un desarrollo humano sustentable. Es preciso entonces, practicar el debate y la autocrítica; como lo demandara el genial Carlos Monsiváis, al recibir el grado de Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Nuevo León: “… si en las universidades públicas no hay debate, difícilmente lo habrá en otra parte… con sus errores, limitaciones y urgencia de autocrítica, las universidades públicas han sido y seguirán siendo uno de nuestros estímulos primordiales…” Reconocer que para cambiar, es necesario aprender de los demás, de las experiencias de éxito y de fracaso, de las iniciativas fallidas, los inicios erróneos, los falsos comienzos e inciertos. Esta es una gran innovación que cabe resaltar. En el debate sobre una frase de Eugenio D’ Ors que a la letra dice: “Todo lo que no es tradición es plagio”; se refrenda el pensamiento de que todo lo que hacemos, pensamos, escribimos o hablamos se basa en algo que aprendimos anteriormente, y es nuestro deber ético el reconocerlo para avanzar, crear, recrear o innovar. Ninguna generación parte de cero; previo a ella, hay todo un cúmulo de logros, de conquistas tanto materiales como espirituales, que requieren ser interpretados, reconocidos y valorados en el presente para que a partir de ellos, explorar sus posibilidades y limitaciones. Ya hace mucho tiempo, Francis Bacon lo había expresado sabiamente “Los viejos tiempos fueron la juventud del mundo”; esto es, lo viejo nunca acaba de morir, y lo nuevo nunca termina de nacer. Este ejercicio de valoración conlleva los tres principios establecidos por Patler (2004) para que toda innovación pueda adecuarse a la situación actual: 101


1)

Acabar con los viejos hábitos,

2)

Abrir nuevos caminos y

3)

Romper moldes Es a esto a lo que Judt (2010) nos llama la atención, al señalar “…nosotros

sabemos que algo está mal y hay muchas cosas que no nos gustan. Pero ¿en qué podemos creer? ¿Qué debemos hacer?...Como ciudadanos de una sociedad libre, tenemos el deber de mirar críticamente a nuestro mundo. Si pensamos que algo está mal, debemos actuar en congruencia con ese conocimiento…” En la vida, somos los señores o señoras de nuestro destino; pero el tiempo es implacable, como lo atribuye Lane (2012) a Jeff Dworken: “…la vida de anaquel de los líderes no es ilimitada…” Por tanto, he encontrado que la mejor manera de hacer las cosas correctas, en el tiempo correcto y en el lugar correcto es, estar dentro del ‘elemento’, como lo ha acuñado Robinson (2009), esa zona donde convergen las cosas que más amamos hacer y las cosas en las que más somos buenos. En este territorio es donde para poder dar lo mejor de nosotros y de todos, tenemos que ceñirnos a un entendimiento más fecundo de la capacidad humana. Navegar en ese territorio sólo es posible mediante las alas de la ciencia, de la investigación, de la imaginación y de la inventiva humana. A veces un poco de escepticismo es necesario, para alejarnos de posiciones inocentes o utópicas, llenas de un idealismo poco práctico en sus alcances. Quizá, no al extremo de Fodor (2007) que señala las limitantes de la ciencia: “…Al menos, en una cosa hay acuerdo casi general: no podemos esperar mucha ayuda de la ciencia. La ciencia trata hechos, no normas; podría decirnos como somos, pero no puede decirnos que está mal con lo que somos…” En el otro extremo están aquellos que abogan por una total reconciliación del conocimiento humano y de los valores humanos (Harris, 2010). Esto nos trae a la discusión el eterno tema de la neutralidad de la ciencia, en la que la supuesta división entre hechos y valores no tiene sustento en al menos tres aspectos: 1) lo que conocemos como maximizar el bienestar de las criaturas conscientes se reduce en algún punto a la interacción del cerebro y el mundo real, 2) la idea del conocimiento subjetivo conlleva en sí valores asociados, ya que todo esfuerzo por discutir los hechos se basa en principios que hemos valorados con antelación y 3) la creencia en hechos y la creencia en valores

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surgen de procesos similares en el cerebro, ya que es un sistema común para juzgar lo verdadero y lo falso en ambos dominios. Para algunos, parece existir una abrumadora evidencia de que lo que llamamos modernidad tiene un juicio pendiente con la historia del desarrollo humano en lo que se refiere a la disminución de la inocencia, de la autoridad moral, de la maldad o benevolencia innata de la naturaleza humana, de las fuerzas que conducen la historia y de la valuación moral de la ciencia, razón, emociones y tradiciones, comunidad y naturaleza (Pinker, 2011); esta concepción de la transformación de la vida humana por la ciencia, la tecnología y la razón con sus atenuantes en la pérdida de costumbres, fe, comunidad, autoridad tradicional y apego a la naturaleza, está asociada con un rechazo a lo moderno y el nostálgico regreso a un supuesto mejor pasado. Esta visión pesimista y apocalíptica del mundo actual, tiene su contraparte. Uno de los defensores más contundentes de la prosperidad moderna es Ridley (2010). De manera brillante y gran profundidad histórica él argumenta que la historia crucial de la humanidad proviene del incremento acumulativo del conocimiento que nos ha permitido consumir más y más diversas cosas. En tanto que ha permitido el acabado de la división del trabajo y estimulado la división del tiempo, la innovación ha cambiado el mundo. Sin embargo, el tema principal en la historia de la evolución humana hacia mejores escenarios y condiciones de vida, tiene que ver con la metástasis del intercambio, la especialización y la invención y la creación del tiempo. Hay muchas razones, por arriba de todo pesimismo romántico, para atrevernos a ser racionalmente optimistas. ¿Será el destino más deseable para la ciencia y la tecnología el crear productos y servicios útiles al hombre, a la sociedad y al ambiente? ¿Nos hemos dado cuenta, tal y como lo plantean y afirman Campos y Ramos (2001), que “…la ciencia es un forma de comprender lo que nos sucede, de entender lo que nos rodea, y de buscar lo que anhelamos…”? ¿Hasta dónde la sociedad está consciente del alcance de la ciencia, sus aspectos positivos, sus riesgos y sus limitantes? ¿Cómo creer y confiar en una ciencia financiada, tal y como lo describe Robert (2010) que sólo atiende los dictados del capitalismo y no, en el caso del campo, a los comunes, comunidad, commons, wastes, open fields, usi civici, mir, ejidos, Allmende, Marknutzungen, Almeinde, Algme, Allmaenning, alminding, talvera, tourniére, communaux, alepetl, ogemeentegronden?

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Colosal tarea es la de pretender hacer que la ciencia sea percibida por la gente como algo cercano a sus problemas, a sus necesidades, a su espacio vital. Más aún, es la pretensión de que toda ciencia sea impulsada por el anhelo humano de servicio; de ser útiles a la humanidad, que le ayude a ser más feliz, a crear un mundo cuyas mañanas sean más radiantes y mejores. Como individuos tenemos percepciones distintas de la realidad, que es sólo una (Medina y Lira, 2012); estamos condicionados por nuestra mentes, por nuestros sentidos, por la cultura y por las circunstancias. Circunnavegamos entre dos corrientes, una tradicionalista y otra iconoclasta, en la que predominan y se mantiene una tensión que a veces raya en la incomodidad, respectivamente el pensamiento divergente y el pensamiento convergente (Kuhn, 1982). Y nos sumergimos en un mar de impasividad, en el que pareciera que no hay nada nuevo bajo el sol, como lo pronosticara hace más de tres mil años el rey Salomón. Las grandes resistencias o temores al cambio confirman en gran medida su profecía. Lo que sucede es que confundimos moda con tendencias, lo esencial con lo nimio, lo real con lo aparente. Naisbitt (2007) se propuso presentarnos de manera ordenada y anotada un conjunto de ideas acerca de cómo procesamos la información que recibimos, y que archivadas en nuestro cerebro, nos orientan y guían para tomar decisiones, para mantenernos en una dirección determinada y para asegurarnos que lleguemos a buen fin. A ellas las denominó mentalidades, un total de once, de las cuales coincido con él en dos como las más cardinales: una, la de ‘comprender el poder de no tener que tener la razón’, y que nos impide aprender cosas diferentes y entender mejor lo que nos rodea, que nos impide crecer, corregirnos y cuestionarnos permanentemente; y la otra, la de ‘no adelantarse tanto del desfile, de modo que se pueda pensar que no está en él’, y que nos advierte que el adelantarnos demasiado en algo, nos hace caer en la especulación, en el terreno de la adivinación. Si combinamos y aplicamos tan sólo estas dos mentalidades, en el contexto de la ciencia y su relación con el servicio a la sociedad, caemos en la cuenta de que muchas veces es preferible ser un pesimista moderado que un optimista irresponsable, que en nuestros afanes por hacer que la gente se apropie de la ciencia, es común alejarnos más aún de ese propósito y lograr los resultados contrarios; y también el no caer en la tentación de la ‘soberbia del intelecto’, en el que los practicantes de la ciencia, se consideren seres superiores, aparatados de la humildad que debe darte el conocimiento convertido en sabiduría y a los que hay que rendir pleitesía. La ciencia es tan importante como para que se la dejemos sólo a los científicos. Nadie es tan importante como para 104


subestimar a los menos educados ni nadie tan modesto o ignorante como para no entender a los grandes sabios. Todos somos necesarios, más no indispensables, por lo que para ubicar las cosas en su dimensión correcta, Pepe Cervera, autor del blog rtve.es (Retiario. Blog de Ciencia), apunta: “Se dice que las cabinas de los futuros aviones de pasajeros estarán diseñadas para un piloto y un perro. La misión del piloto será dar de comer al perro, y la del perro morder al piloto si intenta tocar algún control”.2 Si bien, en este comentario humorístico se contrasta el efecto de la automatización, producto de los avances tecnológicos, con la cada vez más disminuida intervención del hombre; en nuestro contexto, da idea de que no siempre es deseable el considerarnos tan importantes. Una buena dosis de humildad, sencillez y comunicación más popular son cualidades indispensables en el propósito de socializar la ciencia, sus logros y alcances para beneficio del hombre. Una extraordinaria guía para no perder la perspectiva y el equilibrio en la vida, se nos da en un fragmento del libro de Ann Beattle, “Picturing Will”, citado por Peters (1992): “…Hazlo todo bien, todo el tiempo, y tu hijo será un hombre de bien. Nada lo impedirá, excepto la suerte, la herencia, el azar y el signo astro-lógico bajo el que nació, su orden en el nacimiento, su primer encuentro con el mal, la muchacha que lo deje plantado a pesar de sus excelentes cualidades, la guerra que esté en marcha cuando sea joven, las drogas que quizá pruebe una o muchas veces, los amigos que tenga, las calificaciones en la escuela, lo bien que aguante las bromas sobre sus defectos, lo ambicioso que se vuelva, qué tan bajo caiga, la evidencia circunstancial, la perspectiva irónica, los peligros inesperados, la dificultad para triunfar por encima de las circunstancias, las mala compañías y los animales con rabia …” Este pasaje, nos habla de un problema que cada vez aumenta en importancia; el riesgo asociado a sobrestimar nuestra habilidad en influir en los resultados. Por mucho tiempo el paradigma dominante de la ciencia fue el de causa-efecto, en contraste con el mundo real más probabilístico. Asumimos tener control de las cosas y hechos cuando en verdad es un asunto mucho más aleatorio. Hurgando en el terreno sicológico de la teoría de la atribución, las personas tienden a buscar los motivos de su comportamiento; y en este caso, los buenos resultados los atribuimos al trabajo intenso y habilidades, mientras

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http://blog.rtve.es/retiario/2009/10/cabinas-con-un-piloto-y-un-perro.html 105


que los resultados malos, los cargamos a la mala suerte, o sucesos no anticipados o imprevistos. Esto en gran medida explica como la arrogancia u orgullo de la ciencia, que se recluye en torres de marfil, contribuye a alejarla de la simpatía popular. Ello no demerita, sin embargo, las grandes contribuciones de la ciencia practicada en las universidades, que tiene detrás de ellos, la gran competencia existente entre estas, y que las ha constituido en universidades de investigación de vanguardia, de excelencia. Para 2012, los premios nobel de química, física, economía y medicina se asignaron a profesores investigadores de las universidades de Kioto, Cambridge, Harvard, Stanford y Colegio de Francia. Ante un mundo insustentable, cuyas principales manifestaciones son la pobreza, enfermedad, hambre, devastación de bosques, contaminación, violencia, crimen; la humanidad ha llegado a un gigantesco umbral, con tres ramificaciones (Hartmann, 2009): 1) el umbral ambiental, que está llegando a su capacidad de mantenernos, 2) el umbral económico, en el cual el libre mercado ha sido apropiado, manejado y exprimido por una minoría que lo ha quebrado de muy diversas formas y 3) un umbral humano-demográfico, cuyo crecimiento lo hace vulnerable al ataque fatal de cualquier plaga o enfermedad. Y a este estado hemos llegado, debido predominantemente a cuatro errores, que de no reconocerse oportuna y adecuadamente, harán que esta crisis profundice más aún. El error de creer que el hombre está separado de la naturaleza, asunto que creíamos ya habíamos superado y que se origina en nuestra tradición cristiana occidental. El error de creer toda abstracción está separado de nosotros y tiene tintes de divinidad, como es el caso del libre mercado, al que le atribuimos propiedades de auto-regulación. El error de creer que el hombre debe de gobernar el mundo y que la mujer es sólo una propiedad de él, tema que pensaríamos también ya superado y mantiene a la mujer en un segundo plano en el escenario global. Y el error de creer que la mejor manera de influir en la gente es mediante el miedo en lugar de las poderosas herramientas del amor, la compasión o el apoyo. ¿Estamos en esta posición debido a nuestra cultura, forma de pensar, de percibir el mundo, nuestra educación, o a los paradigmas de cómo nos vemos y porque somos como somos? Morin (2008) atribuye la situación total del hombre a la educación y enseñanza, que vistos como una dualidad que se complementa, para otorgarnos una cultura capaz de hacernos entender nuestra condición humana y ayudarnos a vivir mejor. El propone que toda solución responsable y viable a nuestros problemas debe partir del reconocimiento 106


de tres desafíos primordiales, a saber, el de la globalidad, el de la complejidad y el del crecimiento exponencial y fragmentado de los saberes. Y de este trío de retos, surgen en cadena otros tres desafíos interdependientes. El cultural, que separa lo humanístico de lo científico. La desunión de ambos bloques culturales ha sido bellamente expresada por Delattre (1978) “... Es inútil saber que hacer sin tener idea de cómo hacer las cosas...igualmente, no tiene sentido saber cómo hacer las cosas sin tener alguna idea de lo que es importante hacer..” Una disyuntiva que ha acompañado al hombre en el último siglo. El Sociológico, que se forma con el bucle información-conocimiento-pensamiento, y que con el crecimiento desmedido de la información en todas las actividades del hombre, es vital para convertir a esta en conocimiento, y que corresponde a los se denomina organización del saber, en el cual el pensamiento juega el papel estelar. Y el cívico, que se refiere a la pérdida del derecho al conocimiento por parte del ciudadano, y que conduce al debilitamiento de la responsabilidad y de la solidaridad. Al ser desposeído del saber, el ciudadano se relega de las decisiones y la democracia también se debilita. Es un aislamiento del ciudadano, que no se involucra con las soluciones a su alcance y espera que los especialistas, los expertos las resuelvan. Si a esto le agregamos, la ‘Nueva Soledad’ a la que hemos llegado por la inundación tecnológica del internet, redes, blogs, webs, el asunto cobra dimensiones inimaginables y paradójicas, al convivir con una ‘soledad comunicada’ e impersonal (Barrera, 2012). Por ende, la propuesta de Edgar Morin es la de una reforma de la enseñanza –“no programática sino paradigmática”– que lleve a la reforma del pensamiento y la de una reforma del pensamiento que encamine a la reforma de la enseñanza; esto es, la gran reforma para organizar el conocimiento. Y para no quedarse tan sólo en el diagnóstico, o propuesta de una enseñanza educativa, Morín (2001) aborda el problema de cuáles son los temas esenciales y que por ignorados deben de enseñarse en el siglo XXI, los siete saberes necesarios: I.

Una educación que cure la ceguera del conocimiento. Todo conocimiento conlleva al riesgo del error y la ilusión y que la educación del futuro debe contar siempre con esa posibilidad. El conocimiento humano es frágil y está expuesto a alucinaciones, a errores de percepción, a perturbaciones, a la influencia de la propia cultura, a la selección meramente sociológica de nuestras ideas, etc. Se podría pensar por ejemplo, que despojando de afecto todo conocimiento eliminamos el riesgo de 107


error. Es cierto que el odio, la amistad o el amor pueden enceguecernos, pero también es cierto que el desarrollo de la inteligencia es inseparable de la afectividad y ésta puede oscurecer el conocimiento pero a la vez, fortalecerlo. II.

Una educación que garantice el conocimiento pertinente. Ante el aluvión de información es necesario discernir cuál es la información clave. Ante el número ingente de problemas es necesario diferenciar los que son problemas clave. Pero, ¿cómo seleccionar la información, los problemas y los significados pertinentes? Sin duda, desvelando el contexto, lo global, lo multidimensional y la interacción compleja. Como consecuencia, la educación debe promover una “inteligencia general” apta para referirse al contexto, a lo global, a lo multidimensional y a la interacción compleja de los elementos. Esta inteligencia general se construye a partir de los conocimientos existentes y de la crítica de los mismos.

III.

Enseñar la condición humana. Debemos reconocer nuestro doble arraigamiento en el cosmos físico y en la esfera viviente, al igual que nuestro desarraigamiento propiamente humano. Estamos a la vez dentro y fuera de la naturaleza. La educación del futuro deberá velar porque la idea de unidad de la especie humana no borre la de su diversidad, y que la de su diversidad no borre la de la unidad. También la educación debería mostrar e ilustrar el destino con las múltiples facetas del ser humano, ya sea específico, individual, social o histórico, todos los destinos están entrelazados y son inseparables. Cuidado especial habrá de darse al estudio de la complejidad humana.

IV.

Enseñar la identidad terrenal. La historia humana comenzó con una dispersión de todos los humanos hacia regiones que permanecieron durante milenios aisladas, produciendo una enorme diversidad de lenguas, religiones y culturas. En los tiempos modernos se ha producido la revolución tecnológica que permite volver a relacionar estas culturas, volver a unir lo disperso. Es necesario introducir en la educación una noción mundial más poderosa que el desarrollo económico: el desarrollo intelectual, afectivo y moral a escala terrestre.

V.

Enfrentar las incertidumbres. Todas las sociedades creen que la perpetuación de sus modelos se producirá en forma natural. Los siglos pasados siempre creyeron que el futuro se conformaría de acuerdo con sus creencias e instituciones. La educación debe hacer suyo el principio de incertidumbre, tan válido para la 108


evolución social como la formulación del mismo por Heisenberg para la Física. Pero la incertidumbre no versa sólo sobre el futuro. Existe también la incertidumbre sobre la validez del conocimiento. Y existe, sobre todo, la incertidumbre derivada de las propias decisiones. Una vez que se toma una decisión, empieza a funcionar el concepto ecología de la acción, es decir, se desencadena una serie de acciones y reacciones que afectan al sistema global y que no se puede predecir. Nos hemos educado aceptablemente bien en un sistema de certezas, pero la educación para la incertidumbre es deficiente. VI.

Enseñar la comprensión. La comprensión se ha tornado una necesidad crucial para los humanos. Por eso la educación tiene que abordarla de manera directa y en los dos sentidos: 1) la comprensión interpersonal e intergrupal y 2) la comprensión a escala planetaria. Morín constató que comunicación no implica comprensión. Esta última siempre está amenazada por la incomprensión de los códigos éticos de los demás, de sus ritos y costumbres, de sus opciones políticas. A veces confrontamos cosmovisiones incompatibles. Los grandes enemigos de la comprensión son el egoísmo, el etnocentrismo y el sociocentrismo. Enseñar la comprensión significa enseñar a no reducir el ser humano a una o varias de sus cualidades que son múltiples y complejas. Por ejemplo, impide la comprensión marcar a determinados grupos sólo con una etiqueta: sucios, ladrones, intolerables. Positivamente, Morín ve las posibilidades de mejorar la comprensión mediante: a) la apertura empática hacia los demás y b) la tolerancia hacia las ideas y formas diferentes, mientras no atenten a la dignidad humana.

VII.

La ética del género humano. En el bucle individuo-sociedad surge el deber ético de enseñar la democracia. Ésta implica consensos y aceptación de reglas democráticas. Pero también necesita diversidades y antagonismos. El contenido ético de la democracia afecta a todos esos niveles. El respecto a la diversidad significa que la democracia no se identifica con la dictadura de la mayoría. ¿Serían estos los saberes que las universidades del siglo XXI deben de adoptar

para reformar la enseñanza educativa y fortalecer la actividad científica que el mundo necesita?

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Vinculación: Maridaje Academia-Sociedad “Así como la tierra es la madre que alimenta (Alma Terra Mater), la vinculación es el alma de la sociedad que nutre el quehacer de la universidad” Silvia Mendoza G. y Jorge Galo Medina T. Existe, actualmente, una amplia brecha en la vinculación de las universidades y su entorno. Ello significa la impertinencia de los programas educativos para resolver problemas; la insuficiencia de la investigación científica que se lleva a cabo; y una formación profesional alejada de la necesaria actitud emprendedora, creativa, competitiva, sustentable, vinculada, innovadora y de compromiso social. La desvinculación de la oferta técnico-profesional de las universidades con las organizaciones de productores, empresas y sociedad, se refleja en el incipiente impacto de la investigación científica y tecnológica para crear, innovar y adoptar tecnologías adecuadas para la transformación. (Medina, Mendoza y Hernández, 2010). La vinculación tiene una estrecha relación con la misión estratégica de la Universidad y se troca en un componente esencial de las funciones fundamentales de la misma. Parte primordial del deber ser de la institución, descansa en diversas tareas de vinculación de la Universidad, a través de la ejecución de acciones y proyectos de alta calidad y de beneficio mutuo con los sectores social, público y productivo. Mediante ellas, se proporcionan servicios profesionales, incluyendo la gestión de tecnología, para lograr el desarrollo sustentable –tecnológico, social, económico y ecológico– del país (Granados, 2010). En la vinculación se forja mucho del mejoramiento académico, especialmente la formación de recursos humanos, la actualización o pertinencia del currículum de las carreras y programas docentes que se imparten, la innovación en los métodos enseñanza-aprendizaje y la consolidación de la base técnico-científica de la investigación.

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Las acciones de vinculación de las universidades son prioritarias, ya que la sociedad demanda que éstas no sean únicamente formadoras de cuadros técnicos profesionales, sino que también contribuyan al desarrollo nacional con aportaciones efectivas a la solución de problemas. La vinculación así percibida se puede constituir en una función sustantiva adicional al trinomio tradicional docencia-investigación-extensión (Escamilla y Mendoza, 2003). Con vehemencia lo expresa López, 2011 “…La educación humanística exige también una vinculación congruente con el cambio de actitud que necesita la población de productores y consumidores…” La misión universitaria en términos de la vinculación es colaborar con el desarrollo para el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales y mejorar la calidad de vida de la población en general, a través de la generación y transferencia de tecnología eficiente y de la prestación de servicios oportunos y de alta calidad. Ninguna universidad cumplirá plenamente su misión fundamental si no se apropia de la vinculación y la establece orgánica y estructuralmente como una función universitaria; con las variantes y condiciones que cada institución educativa establezca para su realización. Y que, adicionalmente, ésta función sea reconocida por la comunidad universitaria y responda a las necesidades del entorno. Por tanto, el sentido social universitario está íntimamente ligado a su labor de vinculación. Las esferas de la vinculación universitaria se expanden se reorganizan y se recomponen. Tienen un origen y un fin en los ejes de tiempo y espacio; pero el proceso vinculatorio no perece; evoluciona a la manera de una espiral ascendente sin fin. Implica una asociación interminable de extensiones de la universidad desde la cultura hasta la innovación tecnológica; desde el aula hasta la práctica profesional; desde la academia hasta la empresa. Tanto vincula un espacio de educación continua, como el egresado en sus funciones laborales y ciudadanas. Pero hay que reconocer que la misión universitaria va más allá de su relación con el entorno social y económico (Mendoza y Medina, 2009). El debate contemporáneo aún persiste en cuanto a los fines de la universidad. Por un lado su misión de formación cultural, humanista y científica; y por otra, la formación profesional dictada por la necesidad de aplicar el conocimiento al mundo laboral. Esto es, el fin humanista versus el 111


fin utilitario. Al respecto, la Profesora Margarita Peya Gascóns (2011), de la Universidad de Barcelona argumenta: “…la universidad no es una empresa de formación. Una universidad reducida a empresa no sirve a los ideales de verdad y desarrollo de la cultura y a la formación de pensadores. Si fuera así, se limitaría a producir profesionales medianamente útiles a la sociedad. La universidad es una institución académica que…ha de tener en cuenta las necesidades y las demandas del mercado laboral, pero al tratarse de una institución de rango académico superior, esta formación no es suficiente. Se espera que a la par que el estudiante adquiere competencias sobre la propia profesión, se forme también en los valores estrechamente ligados a la formación universitaria, como son la búsqueda de la verdad; la honestidad como valor que conduce al conocimiento y a las limitaciones del saber, la acción y las propias carencias; la solidaridad que equivale al compromiso con la sociedad; el respeto a la vida y a los demás como factor de cohesión social y también el respeto a la naturaleza como conciencia ecológica; la responsabilidad como asunción de compromisos; la justicia como medio de procurar la mejor distribución e igualdad de oportunidades; la integridad como ejemplo de rectitud; la libertad como autodeterminación y elección de alternativas…Por tanto, la universidad como portadora de valores es creadora de una cultura en la que, además del conocimiento técnico, deben imperar el humanismo, la investigación, la innovación y la transferencia, entre otros aspectos…” Sánchez y Caballero (2003), consideran que uno de los retos mayúsculos en la vinculación de las universidades con los sectores productivos y sociales, es el cómo garantizar su apego a la norma constitucional emanada de la fracción VII del artículo 3º, que claramente establece la autonomía, el autogobierno, las libertades de cátedra, investigación y de examen y discusión de las ideas de las mismas. Con todo y ello, señalan: “…No puede dejar de mencionarse que el papel de las instituciones de educación superior en la sociedad, no se limita a la preparación profesional de los alumnos que ingresan a las mismas, sino que incluye muchos otros aspectos que inciden en otras formas sobre las sociedades a las que sirven… es también responsabilidad de las instituciones académicas generar soluciones para los problemas contemporáneos, así como constituirse en difusores de pensamiento crítico que contribuya al bienestar de la sociedad…”

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Al participar en el coloquio “Vinculación, Función Sustantiva en las Instituciones de Educación Superior; Presente y Futuro”, de la Universidad Tecnológica del Centro de Veracruz (UTCV), el Dr. Giacomo Gould Bei, investigador de la Universidad Autónoma de Baja California reiteró que “…Las universidades, los tecnológicos y los politécnicos deben ver a la vinculación como uno de sus proyectos más relevantes y no sólo como una extensión de la enseñanza… que la vinculación sea una función sustantiva de la universidad…hay un ‘desvínculo’ entre la oferta académica y las necesidades de la sociedad…” En la universidad tienen cabida, sin excluirse mutuamente, la tradicional formación humanista y la coyuntural formación para servir al mercado. En su investigación acerca de los vínculos entre el conocimiento y la productividad, y que de manera directa impacta en la formación universitaria, De Mendoça Silva (2011) concluye: “…la universidad debe equilibrar la formación profesional con la humanística, pues de no ser así acabará convirtiéndose en un sector más del proceso educativo, con la función de aportar la mano de obra que éste necesita…” El que los estudiantes se formen integralmente, significa recibir educación de calidad y excelencia para su formación en el trabajo y preparación para la vida ciudadana; es decir, formar: “…personas equilibradas, libres, responsables, emocionalmente inteligentes,

intelectualmente

capacitadas,

moralmente

fortalecidas,

mentalmente

preparadas para vivir plenamente. Esta es la asignatura pendiente por la que tendrán que examinarse las universidades, en el siglo XXI, pues hoy en día parecen olvidar que, ante todo, deben ser el crisol en que se humanice el desarrollo general basado en el desarrollo, crecimiento y superación del ser humano…” (Medina, 2009) La posibilidad de formalizar la vinculación universitaria se da sólo en la medida que exista un mínimo nivel de desarrollo de la investigación. Dicho de otro modo, no puede haber una real vinculación, si no existe materia prima de intercambio que, en este caso, sería precisamente los resultados de la investigación; pero además, estos resultados deberían de poseer un cierto grado de desarrollo y aplicabilidad. Algunas diferencias del orden conceptual serían las posiciones divergentes entre los teóricos; hay quienes consideran que la vinculación tiene un contenido básicamente económico,

mientras

que

otros

consideran 113

que

dicha

actividad

se

resuelve


exclusivamente mediante un acercamiento físico con la sociedad, enfoque fuertemente asociado a una visión asistencial. La visión fisicalista considera que la vinculación se verifica, casi de manera exclusiva, en la medida en que se acortan las distancias materiales (físicas), entre universidad y sociedad, de modo que desde este punto de vista, casi cualquier cosa es susceptible de ser reconocida como vinculación: desde la instalación de una oficina de consultoría técnica, un despacho de asesoría legal o un consultorio dental en alguna colonia pobre, hasta la creación de un departamento de recepción de solicitudes de productores o la elaboración de programas de educación a distancia. Esta visión prospera cuando se desea reivindicar el carácter popular de la educación ya que se fortalecen las orientaciones de asistencia a sectores sociales desprotegidos; con el modelo anterior suele confundirse la extensión universitaria con vinculación. “Esta visión podría considerarse como la más tradicional y la que ha creado mayores equívocos sobre el entendimiento de la vinculación, no obstante, aún es frecuente encontrarla como parte de las acciones que se asignan a las oficinas de vinculación, confundiéndolas con áreas de simple extensión universitaria.” (Campos y Sánchez, 2005) En la visión economicista se concibe que a través de la venta de productos y servicios universitarios se allegarán jugosas cifras de recursos económicos para las universidades. Otra perspectiva es la productivista, no totalmente reconocida, que entiende a la vinculación como válida sólo si la realiza el sector productivo de la economía y más específicamente la estructura industrial. Esta es la perspectiva más polémica ya que se asocia a una práctica muy común en las universidades. La vinculación en el contexto de la educación y la producción se ha utilizado para identificar de manera estricta un conjunto de actividades y servicios que las instituciones de investigación y educación superior realizan para atender problemas tecnológicos del sector productivo. En este sentido la vinculación sería un proceso de transferencia de tecnologías que puede implicar el establecimiento de puentes entre la investigación científica y el desarrollo tecnológico para atender problemas del entorno (Granados, 2010; Casas y Luna, 1997). El concepto de vinculación se consolida con la promoción dentro y fuera de la universidad, de la conexión entre científicos y técnicos académicos, en que se tiende un puente más estructurado y organizado entre la universidad y el sector productivo, así 114


como con iniciativas cuyo fin sea la actividad de transferencia realizadas por conducto de los propios investigadores y en los casos que así lo ameriten creando pequeñas unidades de transferencia de tecnología al interior de cada dependencia. Por lo anterior la vinculación es una actividad que requiere ser vista de manera holística, como una nueva función de las universidades, ya que hasta ahora son sólo tres las acciones sustantivas: la docencia, la investigación y la extensión; de tal forma es más que necesario ampliar este horizonte de funciones hacia la vinculación. Al entenderla como una nueva función y no como parte de la extensión universitaria el concepto adquiere más amplitud, considerándose como un verdadero eje estructurador de la planeación académica, esto es, que las funciones de docencia e investigación universitarias encuentren mecanismos y formas de articulación de manera más estrecha y efectiva con la sociedad y la economía salvando el carácter asistencial que hasta antes prevalecía. Este cambio significa el establecimiento de un nuevo contrato social entre la academia y la sociedad, además de requerir un amplio y fuerte apoyo gubernamental, de acuerdo con el papel que se le ha asignado a la investigación en el nuevo modelo económico. La adopción de este nuevo contrato y su traducción e instrumentación variará, obviamente, de una institución a otra y dependerá en gran medida de la respuesta y el sostén de las políticas nacionales e internacionales. Esta nueva concepción contribuiría a que las universidades redireccionen sus objetivos y visiones a futuro, sus planteamientos serían más factibles reconociendo el papel que le corresponde desempeñar a la universidad en la sociedad, identificándola como la institución por excelencia, interesada en participar en la solución de las problemáticas que enfrentan los ciudadanos. La vinculación de las universidades con los sectores productivos contribuye positivamente en la formación y actualización de alumnos y académicos; en la solución de problemas a nivel local, regional y nacional; en la formación pedagógica de la planta docente; en la innovación y mejora de los procesos que tienen lugar en ambas partes, así como en la inserción efectiva en la vida cultural y comunitaria (ANUIES, 2000).

115


Por lo tanto, la vinculación universitaria además de un fenómeno educativo y científico-tecnológico es un fenómeno social y humano ya que es una actividad transformadora e integradora que forma parte del proceso de cambio; que amplía su posicionamiento y reconocimiento social. Sólo bajo tales condiciones la sociedad asumirá a la educación como un asunto que le compete directamente; estará organizada y participará activa y responsablemente, aportando opiniones que nutran la toma de decisiones en los diferentes ámbitos educativos, lo cual, al mismo tiempo permitirá a la educación superior posicionarse como elemento fundamental del desarrollo (SEP, 2001). Se propone cómo como prioritario para la vinculación de las universidades con el desarrollo del país, las siguientes orientaciones: •

Aprehender y aprender las interacciones ambiente-hombre que se producen en los sistemas socio-ecológicos a través de las distintas escalas espaciales y temporales. La resiliencia de un sistema, junto con la adaptabilidad y su capacidad de transformación, son capacidades socio-ecológicas de los sistemas productivos. La construcción de resiliencia o elasticidad requiere mejorar los procesos sociales, ecológicos y económicos que le permiten reorganizarse después de una crisis

Uno de los aspectos más relevantes en cuanto a los valores, es la necesidad de integrar las diferentes formas del conocimiento. Además del estudio de cultura y valores de los productores, es importante considerar la cultura y valores de la misma comunidad de investigadores. Esta decide qué observar y estudiar, y qué tipos de información se considera como conocimiento legítimo. Para atender a los desafíos complejos del desarrollo sustentable, se requiere de la interacción de ambas comunidades; tenemos que reconocer que mucho de las habilidades relevantes con bases locales se encuentran afuera de la comunidad de investigación formal. En otras palabras, los que experimentan y desarrollan soluciones para los problemas de sustentabilidad en el “laboratorio de vida” deben incorporarse, como un importante complemento a la ciencia y tecnología formal e institucional para el campo.

Es de la mayor relevancia el vincular el conocimiento con la acción, donde se rescaten dos aspectos fundamentales: 1) la necesidad de construir capacidades institucionales y 2) la creación de espacios para el diálogo y la vinculación estratégica. 116


¿Es posible considerar a la vinculación un paradigma emergente que dé lugar a una cuarta función universitaria?

Liderazgo: Currículum para la Sustentabilidad

“Quizá sólo haga falta la voz de una persona más para que la paz llegue al mundo” Joseph Jaworski

La humanidad se encuentra en un momento decisivo de la historia. Enfrenta la perpetuación de las disparidades, el agravamiento de la pobreza, el hambre, las enfermedades y el analfabetismo y el continuo empeoramiento de los ecosistemas de los que depende su bienestar. No obstante, si se integran las preocupaciones relativas al medio ambiente y al desarrollo y se les presta más atención, se podrán satisfacer las necesidades básicas, elevar el nivel de vida de todos, conseguir una mejor protección y gestión de los ecosistemas y lograr un futuro más seguro y más próspero. Ninguna nación puede alcanzar estos objetivos por sí sola, pero sí todos juntos en una asociación mundial para un desarrollo sostenible. La Universidad ha de asumir la responsabilidad de proteger el medio ambiente y los recursos naturales. El desarrollo humano sustentable debe de ser una política imperante en todas las universidades. Al definir el concepto de sustentabilidad, la Comisión Brundtland de las Naciones Unidas estableció varias dimensiones entre las cuales destacan: a) La económica, que significa que el desarrollo crea empleos y oportunidades económicas y que es viable el hacerlo; b) La social, que exige que el desarrollo mejore la salud y bienestar de la región, respetando de manera simultánea sus rasgos culturales únicos, y que es deseable el 117


realizarlo; y c) La ecológica, que significa preservar y mejorar el ecosistema, local y globalmente, y que es posible el hacerlo realidad. De acuerdo con esta perspectiva, sólo en la interacción de las tres dimensiones ocurre la verdadera sustentabilidad:

Figura 4. Dimensiones del concepto de sustentabilidad ¿Qué clase de liderazgo se necesita para cambiar actitudes en la comunidad universitaria, a fin de que integren en su forma de vida los factores ecológicos, sociales, económicos y académicos, tanto en el entorno universitario como en su entorno personal, centrando

su

quehacer

en

la

capacitación,

investigación,

cultura,

deporte

y

responsabilidad social? Esto es, modificar el modelo tradicional de funcionamiento de la universidad, en el que Los universitarios giran libremente, alrededor del espacio universitario; a un modelo ideal de universidad, en el que ahora los universitarios se integran en una estructura sólida, con objetivos comunes. La sustentabilidad es un cambio de paradigmas. La sustentabilidad no se refiere únicamente a agregar cosas a las estructuras y los planes de estudios existentes, sino implica un cambio en el conocimiento fundamental de cultura, en el pensamiento y en las prácticas educativas. ¿Qué es la sustentabilidad universitaria? Es una comunidad que enfrenta sus responsabilidades locales y globales, para proteger los ecosistemas y 118


propiciar el bienestar de sus integrantes y su área de influencia. Orienta activamente el conocimiento generado, para enfrentar los desafíos ecológicos y sociales en el presente como en el futuro (Garza y Medina, 2010). Uno de los grandes desafíos del mundo contemporáneo es, junto con el llamado “desarrollo sustentable”, la transformación del conocimiento en riqueza. La pregunta entonces es ¿Cómo establecer patrones de producción y de consumo que tengan en cuenta las demandas de poblaciones en aumento en todos los rincones del País, preservando la calidad de vida y el equilibrio del medio ambiente en el planeta? La preocupación por la sustentabilidad ha ocupado un lugar importante en la agenda global desde hace varias décadas, colocando sobre la mesa, la necesidad de orientar los esfuerzos de ciencia y tecnología para atender los desafíos del reto global por la sustentabilidad. Pero, ¿Cómo pueden contribuir más efectivamente la ciencia y tecnología al logro de las metas de la sociedad en el tema del desarrollo sustentable del campo de México? Ningún esfuerzo para incrementar los umbrales actuales de la producción sustentable que beneficie a los sectores más pobres del mundo rural será posible sin nuevas alianzas entre las empresas, la sociedad civil, las organizaciones de productores, el gobierno y las universidades. Un tema por demás sobresaliente es el de la naturaleza del liderazgo indispensable para llevar a cabo los cambios que se requieren. Esto significa que tenemos que replantear la manera en que concebimos y entendemos el liderazgo para asegurar acciones coherentes que reduzcan el desorden, la incertidumbre y la ambigüedad que nos ha invadido. A ello se refiere el mismo Kelly (2006) como las paradojas el liderazgo, y que tienen que ver con la manera en que los líderes visualizan su relación con el mundo, con otros y consigo mismos. La importancia de ellas reside en la relación que tienen con el desarrollo de actitudes y aptitudes mediante la educación. Un liderazgo capaz de impulsar, abogar y defender los principios de la sustentabilidad, descansa en esas tres poderosas paradojas, que en conjunto permite delinear el perfil de los líderes en los tiempos actuales. La primera tiene que ver con la relación líder-entorno, para lo cual deberán contar con una visión holística, que sin dejar de ver el bosque, reconozcan a los árboles individuales; y que compartan una actitud de aprendizaje de por vida, que les capacite a mantenerse bien informados acerca de lo global y de lo particular. La segunda 119


se refiere a la interacción del líder con quienes desea influir y persuadir, para lo cual debe mostrarse equilibrado y pragmático, con valores y creencias firmes, llenos de energía y en todo momento estar al servicio de los demás. Y la última que es la relación del líder consigo mismo, y que significa el desarrollo de fortalezas relacionadas con la tenacidad y perseverancia en situaciones difíciles, la habilidad de delegar y discernir, no perder la moral, y una auténtica humildad para solicitar ayuda, para actuar con firmeza sin herir susceptibilidades. Otras cualidades propuestas para el Líder Creativo e Innovador que plantea Escorcia (2012), son: saber crear oportunidades, saber decir “no lo sé”, ser visionario, desarrollador de talento, prosperar en la paradoja, hacer, ensayar y repetir, saber esperar y ser optimista. Pero sobre todo, se requiere de un liderazgo con profunda honestidad intelectual para contrarrestar a los ambientalistas radicales y conservacionistas que manipulan las evidencias científicas, tal y como lo ha puesto en evidencia Lomborg (2001). Situación que recientemente ha desenmascarado y denunciado Nickson (2012), quien de manera clara y valiente describe como en nombre de la conservación y de la sustentabilidad, los activistas ambientales, algunas organizaciones no gubernamentales y burócratas de la conservación, cual si fueran dioses verdes, en realidad están acabando con los recursos naturales en los Estados Unidos y otras partes. Ella expone con abundantes ejemplos como está sucediendo una disminución en la riqueza de los productores rurales, en la riqueza de la tierra y en la salud de la tierra. Inclusive plantea el mal uso que se da a los resultados de supuestas investigaciones, que denomina mala ciencia, mediante los cuales se atemoriza a los ciudadanos de los daños supuestos de la destrucción ambiental, por parte de las prácticas tradicionales de manejo de los recursos, que ahora requieren pasar al estado de tierras públicas. Todo ello bajo la suposición sin fundamento científico de que el no uso del recurso es un buen uso. Y esto no es nuevo en el área de manejo de los recursos naturales renovables; Allan Savory (1988) desde hace más de 30 años advertía del verdadero significado de la ‘desertificación’ del planeta, y que provenía de nuestra ignorancia, y falta de humildad para reconocer las causas reales del deterioro de la tierra. Por ello, debe de formarse, educarse y prepararse un líder a prueba de verdades a medias, blindado con principios sólidos y ética profesional. Un líder que asuma con objetividad y responsabilidad los principios de la sustentabilidad, que responden a la idea de que tanto necesita el hombre de la naturaleza, como ésta del hombre; que ambos deben de tratarse juntos –con todas las implicaciones sociales, económicas y políticas–, 120


de visualizarse y percibirse como un todo, de manera holística. A conclusiones similares arribaron Nava et al (1979) quienes al fundamentar la propuesta de un enfoque en que hombre y naturaleza sean visto como una unidad, señalaron: “…Es frecuente que se observe con sorpresa el fracaso de medidas llevadas a cabo traspasando las fronteras de la universal legalidad de los procesos que rigen a la naturaleza, a lo cual se le atribuye las explicaciones más inverosímiles. Se llega incluso a interpretar tales fracasos como una equivocación de la naturaleza…” Un líder armado con una mentalidad holística, sólo puede educarse en las universidades; y éstas deben asumir más temprano que tarde esta inaplazable tarea. La formulación de políticas públicas sustentables es un tema tan serio que no puede dejarse sólo en las manos de los políticos. Hay que formar un ejército de líderes de la sustentabilidad despojados de la visión mercantilista y capitalista de priorizar por arriba de todo, la economía; con una buena dosis de sentido humanístico, de sensibilidad social, y amplios conocimientos de los principios ecológicos y físicos que determinan el uso que debe darse a los recursos. Un líder debe estar bien preparado en el arte de la comunicación para convertirse en lo que Pink (2012) ha bautizado como el ‘vender sin estar en ventas’; esto es, persona capaz de persuadir, convencer e influir a otras personas a realizar cosas de manera distinta. Un líder dedicará una importante proporción de su tiempo a motivar a otras personas. Un líder para la sustentabilidad tiene que estar preparado para reconocer los nuevos paradigmas del entorno y que acechan. Estar atento de aquellos que por su utilidad, pueden ser positivos al desarrollo. Shirky (2008), uno de los más talentosos observadores, de la cultura, del poder transformador de las nuevas formas de interacción social que hoy permiten las tecnologías, plantea los términos en que la sociedad moderna está cambiando. Él ha estudiado los efectos de las redes, en particular donde se traslapan las redes sociales y las redes tecnológicas, dando lugar a una nueva arquitectura de participación social. Las mismas instituciones de ayer y hoy continuarán existiendo, pero sus formas tradicionales de operar serán diferentes. Veremos formas novedosas de acción social. ¿Qué y cuándo cambiará?, es una pregunta que los líderes habrán de hacer muy a menudo. Se espera que los cambios ocurran fuera de los protocolos administrativos y burocráticos actuales; los mismos que limitan o limitaron la efectividad o desarrollo de la sociedad misma. Ésta forma inédita de agrupamiento de la gente que 121


desea llevar a cabo algo, está sucediendo por todas partes; no es exclusiva de un grupo o región del mundo en particular. Y al hacerse sin respaldo institucional de ninguna suerte, es un gran cambio, un gran reto, más que un mejoramiento de la sociedad contemporánea. A éste fenómeno, Clay Shirky le denomina el poder de la organización sin organizaciones –también llamado organizando la desorganización– y afirma que cuando piensa en tecnologías, su tiempo y energía los usa más para ‘escardar’ que para ‘plantar’; o sea, le dedica más tiempo a eliminar lo irrelevante que a aprender algo novedoso. Esto es particularmente cierto para los que han nacido antes de que las herramientas de las redes sociales estuvieran disponibles para todos. La generación que se está formando en el aula universitaria, están asimilando toda una nueva legión de herramientas sin tener que borrar la cantidad de datos irrelevantes que los mayores de edad han aprendido. Este aprendizaje y adopción de nuevas herramientas sociales ubica al humano en el umbral de la era actual u Holoceno y la siguiente qué bien se podría llamar –por el brutal impacto de las tecnologías humanas en el ambiente– la era del Antropoceno. Una tecnología, por sí misma, hace posible pero no induce el cambio social. Éste se da cuando el comportamiento, la apropiación que se hace de la misma es generalizado o ubicuo. Un líder completo de este tiempo requerirá dominar procedimientos, instrucciones y programas (Software) y de equipo e infraestructura (Hardware), pero sobre todas las cosas, será indispensable una sólida mentalidad, de cultura y formación (Mindware). Por ello el impacto real de una tecnología se da no cuando está disponible sino cuando se hace ubicua. Todos hemos crecido en un mundo de recursos limitados e instituciones jerárquicas; estamos en un continuo reaprendizaje de las nuevas reglas al adoptar tecnologías novedosas y romper con las antiguas. Para los que vienen detrás de nosotros, jóvenes y niños, y que forman parte de éstas tecnologías, las nuevas reglas no serán ya reglas nuevas. Hasta entonces empezaremos por fin a ver cumplidas las promesas de estas tecnologías. Parecería muy aventurado y paradójico el expresar que en abono a la visión de sustentabilidad que debe de ser auspiciada por la universidad, hay un principio unificador 122


de la relación sociedad-tecnología que aporta el profesor y consultor Shirky, al aseverar que sólo cuando la sociedad adopta nuevas conductas se sientan las bases para arribar a una revolución tecnológica. Ello confirma lo expresado por Robinson (2011) "Las grandes revoluciones de la historia humana han sido fruto muchas veces de ideas nuevas, de nuevas formas de ver la realidad que han hecho añicos las viejas certezas. Es el proceso fundamental del cambio cultural". Ninguna tecnología, por promisoria que sea, prosperará en el mundo del mañana si no se apalanca en el triple basamento de la sustentabilidad, sociedad-ecología-economía. Y debe estar bajo el dominio del liderazgo contemporáneo. Porque la sustentabilidad es el “… dilema inevitable de nuestro tiempo, un tema de estudio y reflexión, y un reto a la acción; es un asunto científico y moral, un tema esencial de significado vital para la humanidad, es en su totalidad…la sustentabilidad del espíritu humano, así como del ambiente…” (Cullingford, 2004). Entendida así la sustentabilidad, ¿Qué tan comprometidas están las universidades con, para y por la sustentabilidad? ¿Tendrán las universidades el liderazgo fundamental para asumir esta responsabilidad? ¿Estamos en el umbral de tal desiderátum? ¿O será sólo una Utopía? Hoy, en los cimientos de la sustentabilidad edificados por el hombre descansa el optimismo y esperanza para aseverar que se está traspasando el umbral de la utopía al desiderátum. Estamos ciertos que no sólo es posible diseñar, construir y vivir en un nuevo orden; sino que es indispensable hacerlo; e imprescindible será también que el conocimiento sustentable se trueque en cultura sustentable. Es posible, si cambiamos nuestra actitud y relación con el planeta, desterrar el desalentador escenario de una ‘ausencia de futuro’ (López y Sánchez, 2009). Los cambios reales en la sociedad no se dan por el hecho de que ésta adopte nuevos conocimientos, herramientas o tecnologías; suceden sólo cuando la sociedad adopta nuevas conductas. El fermento del cambio está en su mejor sazón. Tiempo atrás Víctor Hugo nos aconsejaba acerca de los momentos cruciales para todo cambio: “No hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo” Para ello, pongamos en práctica lo apuntado por Sir Ken Robinson "No permitas que te roben las ideas, regálalas"

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Desenlace Al Despertar, la Sustentabilidad Estaba Ahí Hemos llegado al final de una jornada, en la que espero, estemos todos juntos y a tiempo. Jornada que también espero que todos hayan fortalecido su convicción más que su conveniencia, de la importancia y prioridad de mantener y acrecentar a la gallina de los huevos de oro –sea la familia, el trabajo, la universidad o el país–; en equilibrio con el deseo humano de obtener o conseguir resultados. Es indispensable mantener un sólido balance entre los medios y los fines; entre el corto y el largo plazo; entre lo urgente y lo prioritario; entre los sustentable y lo insustentable; entre principios y valores; entre la intención de hacer y el hacerlo. No todo lo eficaz es eficiente, no todo movimiento es siempre proporcional a la fuerza usada para realizarlo. Conocida es la frase ¿aplastarías una mariposa con una rueda?, que da a entender claramente que muchas veces ocurre lo que lleva por título una de la obras de Shakespeare ‘mucho ruido y pocas nueces’; que nos revela los resultados mínimos obtenidos de hechos exagerados, o las promesas incumplidas y apariencias engañosas. Muchas acciones que a pesar de consumar un gran alboroto o revolución, al final no ofrecen resultados reales ni positivos, y por el contrario el mucho ruido al final produce poco útil, puro artificio. Similar a lo que sucede con aquellos pequeños ratoncillos que en su jaula yace una rueda, en la cual se ponen a correr a diario, sin llegar a ninguna parte y que por más que se esfuerzan por llegar más lejos, siguen en el mismo lugar. Ello es equivalente, aunque en un contexto diferente, a lo que sido denominado por Kiyosaki y Lechter (2004). "La carrera de la rata". Usando ésta analogía, la sustentabilidad marca la diferencia entre una nación rica y una nación pobre. Y ello implica romper con los patrones o hábitos culturales, transitar de lo insustentable a lo sustentable, cuya base común es la educación; pero realizada esta bajo esquemas no tradicionales. Esto es salirse o alejarse de la ‘Era de la Información’, en que la educación se centra en las habilidades derivadas de las capacidades lógicas, lineales y computacionales y están bajo el dominio del hemisferio izquierdo del cerebro. Y de manera alterna apropiarse e ingresar a la pista de alta velocidad (en contraste con la pista de la ‘carrera de la rata’) que se denomina la ‘Era Conceptual’ (Pink, 2006), en 125


la que son necesarias nuevas capacidades, tales como la creatividad, la empatía y la visión global, y cuyo dominio reside en el hemisferio derecho del cerebro. El sistema educativo presente debe transformarse, para enfocarse en las habilidades relacionadas con el hemisferio derecho. Seguir insistiendo en mejorar las aptitudes relativas al hemisferio izquierdo sin poner mayor atención en las del derecho, es caer en un esquema educativo insustentable. La educación del siglo y milenio actuales debe de propiciar el desarrollo de una mente más equilibrada y útil. De no hacerlo, la gran mayoría de los jóvenes que hoy cursan estudios superiores, estarán en el umbral de la línea de salida de pista de la carrera de la rata, engrosando sus filas. De no hacerlo, los universitarios serán gradualmente menos valorados, con salarios que no compensan los estudios realizados después de la carrera e incluyendo ésta, con mayores índices de desempleo, y en el que los títulos y diplomas irán perdiendo el prestigio social que disfrutaban antaño. . ¿Cuáles fueron los méritos de Roger Walcott Sperry para obtener el Premio Nobel en Medicina en 1981? Sus investigaciones, desde 1950, acerca de las funciones de los hemisferios cerebrales. Por ello, el trabajo de Pink es una gran metáfora educativa para nuestro tiempo. La opción sustentable para las escuelas, colegios y universidades será el tomar acciones que fomenten la creatividad de niños y jóvenes, que alienten capacidad de conocer y que los estimule a sacar y usar su talento. No es despreciable de ninguna forma lo que la atención y el desarrollo del lado izquierdo del cerebro han hecho para crear una sociedad rica y materialmente abundante. Al nuevo invitado de la educación –el hemisferio cerebral derecho– hay que acogerlo para hacer frente al futuro que ya nos alcanzó. La propuesta de Pink es que la educación contemporánea se integre con el dominio de seis aptitudes, destrezas o sentidos para conseguir la mente completa y equilibrada de la ‘Era Conceptual’: Diseño (no sólo la funcionalidad), narración (para complementar los argumentos), sinfonía (con un enfoque en la síntesis), empatía (que complemente el pensamiento lógico), juego (y no tanta seriedad) y significado (además de la acumulación material). Estas nuevas habilidades que ahora interesan más, son atributos fundamentalmente humanos; y siempre han sido parte de lo que significa ser humano. Durante unas cuantas generaciones dentro de la ‘Era de la Información’ esa musculatura cerebral se diezmó. Aun y cuando la ‘Era Conceptual’ está en sus albores, el reto actual y futuro es acondicionar la nueva mente; hacer que esas habilidades de ‘concepto elevado’ y de ‘toque elevado’, como las nombra Daniel Pink, ingresen a la pista de carrera rápida y de mente flexible o abierta. Esta es la ruta única y viable para transitar 126


hacia el desiderátum de cultivar al campo y educar al cultivador en el crisol llamado ‘sustentabilidad’; en el que las debilidades se convierten en retos, las fortalezas se transforman en la posibilidad de caer en el conformismo, las amenazas son sólo peligros temporales y las oportunidades no es otra cosa que ventanas de crecimiento. La sustentabilidad más que una meta o propósito es una norma; es fines y medios, implica valores y principios. No tiene que ver con filosofía, doctrinas o visiones. Tampoco es receta, dogma o moda pasajera. Ni mucho menos es un nivel de vida, sino que va más allá de un estilo de vida, hacia un modo de vida cuyo centro es el ser humano, en el que cohabitan la justicia, la producción, la rentabilidad, la protección de los recursos naturales, la disminución de la pobreza y la desigualdad social. Para muchos representa un terreno desconocido, no aceptable por nuestro arraigo a lo familiar, a lo que conocemos. Es un llamado a la acción y participación de la sociedad para de manera integrada: aprovechar y conservar los recursos naturales, reconocer los límites físicos que hacen imposible el crecimiento infinito, priorizar el logro de objetivos sociales, satisfaciendo las necesidades actuales y futuras, y tener como base la solidaridad intra- e intergeneracional (Garza y Medina, 2010). Alcanzar la cima de la sustentabilidad requiere superar políticas públicas sostenidas por el afán de lucro en que han caído muchos países en cuanto a sus sistemas educativos, que han descartado incautamente el desarrollo de otras habilidades, basadas en las humanidades y artes. Esta son las referentes al pensamiento crítico, el trascender las lealtades locales y enfocar los problemas globales como un ciudadano del mundo, las de imaginar con empatía los apuros del prójimo; en fin, aquellas relativas a formar seres humanos completos que piensen por sí mismos, critiquen lo tradicional y sean capaces de entender los logros y sufrimientos de otras personas (Nussbaum, 2010) Si le concedemos la razón a Ortega y Gasset (1987) de que una época se define no solamente por lo que en ella se ha hecho sino por lo que ha dejado de hacerse, lo que no ha sido posible hacer en ella; estaríamos presenciando una nueva época en los albores de la sustentabilidad. Al igual que en el ocaso de los hombres, de lo que nos podemos arrepentir será de lo que no pudimos, no quisimos o no nos atrevimos a hacer. ¿Por qué será tan difícil caminar por la ruta de la sustentabilidad? ¿Pasará lo mismo que con los cinturones de seguridad del automóvil, que fabricados para nuestro beneficio, nos tienen que imponer multas para usarlos? ¿Será como esos remedios homeopáticos que curan un mal con el mismo mal?; o, ¿Será necesario caer en las garras de la 127


insustentabilidad con todos sus malestares y daños para que eliminemos de raíz todo lo que nos impide emprender la carrera por senderos sustentables? Estoy convencido de que una respuesta muy aproximada es que requerimos un cambio mental, como el que nos sugiere Bob Proctor en la narración de la historia de un joven que se mudó al desierto y que decidió que quería tener un agradable césped verde, para lo cual compro varios litros de pintura verde y pintó todo el frente de su casa con un verde brillante. Al preguntársele por qué lo hacía el respondía: ‘Porque todo mundo lo sabe, no puedes cultivar pasto en el desierto’ Sus vecinos se reían de él a escondidas y pasado algunos meses el joven volvía a pintar el patio de su casa y cada vez que alguien le hacia la misma pregunta el contestaba ‘Porque todo mundo lo sabe, no puedes cultivar pasto en el desierto’. Finalmente un vecino se apiadó del joven y le preguntó ¿cuál es el deporte número uno en Las Vegas? El jovencito lo medito un rato y contestó ‘Golf’ y ‘¿Dónde está Las Vegas?’ ‘En el desierto’ ‘¿Entonces por qué nunca has cultivado césped?’ ‘Porque no se puede cultivar…..’ Y el joven hizo una pausa ‘¿…pasto en el desierto?’ Esta anécdota nos habla de nuestro sistema de creencias, que no es muy lógico y que muchas veces contradice la lógica y trabaja en nuestra contra al retarlo. Todo lo que se requiere es un cambio de perspectiva, un cambio que nos sumerja en el arroyo de la consciencia como lo ha sugerido el pensamiento sufí. A pesar del flujo constante y permanente de la vida, nos aferramos a seguir siendo los mismos, a no cambiar, a nadar contra la corriente. A pesar de esos esfuerzos siempre permanece lo esencial de uno, de la vida. Muy a propósito nos llega la historia que nos narra Osho (2005), una historia magnífica que nos ayudará a entender mejor –eso espero— todo lo relacionado con la sustentabilidad y su relación con la vida; y verla como la única posibilidad que tenemos, sin otra opción o elección: «Un arroyo, desde su nacimiento en las lejanas montañas, después de atravesar todo tipo de paisajes, alcanzó por fin las arenas del desierto. Igual que había cruzado todas las demás barreras, el arroyo trató también de cruzar esta, pero se encontró que en cuanto se adentraba en la arena, sus aguas desaparecían. Sin embargo, estaba convencido de que su destino era cruzar ese desierto, y de que a la vez no había manera de cruzarlo. Entonces una voz oculta, que salía del mismo desierto, le susurró: “El viento cruza el desierto, e igualmente puede hacerlo el arroyo”.

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El arroyo objetó que estaba arremetiendo contra la arena, pero que sólo estaba siendo absorbido; que el viento podía volar y de que gracias a esto podía atravesar el desierto. “Arremetiendo de tu manera habitual no podrás atravesarlo. Desaparecerás o te convertirás en una marisma. Debes dejar que el viento te lleve a tu destino.” “¿Pero cómo puede esto suceder?”. “Dejando que el viento te absorba”. Esta idea no era aceptable para el arroyo. Después de todo, nunca antes había sido absorbido. No quería perder su individualidad, y una vez que la hubiese perdido, ¿cómo iba a saber que podría volver a recuperarla? “El viento”, dijo la arena, “cumple esa función. Evapora el agua, la transporta a través del desierto, y después la vuelve a dejar caer. Al caer en forma de lluvia, el agua se vuelve a convertir en un río”. “¿Cómo puedo saber que esto es verdad?” “Así es, y si no me crees, no podrás convertirte más que en un cenagal, e incluso eso te costará muchos, muchos años; e indudablemente no es lo mismo que un arroyo”. “¿Pero, no puedo seguir siendo el mismo arroyo que soy hoy?” “No puedes seguir así en ningún de los casos”, dijo el susurro. “Tu parte esencial es transportada y vuelve a formar un arroyo. Tú recibes el nombre que tienes, incluso hoy, porque no sabes que parte de ti es la esencial.” Cuando el arroyo escucho esto, comenzó a resonar un cierto eco en sus pensamientos. Débilmente, recordó un estado en el cual él — ¿o era una parte de él?— había sido sostenido en los brazos del viento. También recordó —¿lo recordó?— que esto era lo que realmente había que hacer, aunque no necesariamente lo más obvio. Y el arroyo hizo ascender su vapor hacia los acogedores brazos del viento, que suavemente y con facilidad le llevaron hacia arriba y a lo lejos, dejándole caer suavemente en cuanto alcanzó la cima de la montaña, muchos, muchos kilómetros más allá. 129


Y como había abrigado sus dudas, el arroyo fue capaz de recordar y grabar con más fuerza en su mente los detalles de la experiencia. Él reflexionó. “Sí, ahora he conocido mi verdadera identidad”. El arroyo estaba aprendiendo. Pero las arenas susurraron: “Nosotras lo sabemos, porque lo vemos suceder un día tras otro y porque nosotras, las arenas, nos extendemos desde la orilla del río por todo el camino hasta la montaña”. Y por eso se dice que el camino por el que el arroyo de la vida tiene que continuar su viaje, está escrito en las arenas. » La Universidad no sólo debe ser un lugar dónde los jóvenes encuentran ayuda para navegar el territorio que los conduzca de un ser adolescente a un ser adulto; debe de guiarlos sin restricción a cruzar ese terreno pantanoso en busca de su autoconocimiento, y ayudarles a desarrollar ciertas cualidades de la mente y del corazón que los haga ciudadanos pensantes y reflexivos. Se distingue por ser, además, un lugar en el que se transmite el conocimiento pasado para que el estudiante pueda usarlo como un recurso para apoyar su futuro.

Y cada vez de

mayor trascendencia, es el lugar donde se

conduce una gama de investigaciones para crear conocimientos nuevos que le permitan a la humanidad no quedarse atrapada en el pasado. Una lista resumida de esas cualidades necesarias para el desarrollo del ciudadano futuro,

ha sido formulada por Delbanco

(2012) e incluyen: 1) insatisfacción escéptica del presente, con base en un sentido del pasado 2) habilidad para conectar entre fenómenos aparentemente distintos, 3) apreciación del mundo natural, ampliada por el conocimiento de la ciencia y las artes, 4) disposición a imaginar experiencias desde perspectivas distintas a las de uno, y 5) sentido de responsabilidad ética. En la medida en que se cumpla con este cometido, la Universidad se convertirá en el vehículo para transportar al ciudadano a un mundo sustentable. Equipados con una nueva mentalidad, lo podemos transformar todo, empezando por nosotros mismos. Es un camino lleno de riesgos, sí, pero es el único que tenemos. No hay atajos. En el vehículo de la sustentabilidad no hay pasajeros. Todos somos conductores

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Quinta Parte Lectura de las Fuentes Seminales

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Desiderátum. m. Objeto de un vivo o constante deseo. Lo más digno de ser apreciado en su línea. TheFreeDictionary.com Utopía o Utopia.f (Del gr. Ƞ‫ޓ‬, no, y IJ޸ʌȠȢ, lugar: lugar que no existe) Plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable en el momento de su formulación. Real Academia Española ‘Educar es cultivar a un tiempo el conocimiento de lo verdadero, la voluntad de lo bueno y la sensibilidad de lo bello’ Salvador Polo De Medina

Mucho de lo que se narra, proviene de la memoria, de los recuerdos, del imaginario del autor y también de la consulta a otros autores; esta última se

realiza

bajo

restricciones

múltiples:

tiempo,

acceso,

idioma,

interpretación subjetiva, hechos no verificados o información sesgada. Sin embargo, para los lectores son importantes las citas consultadas porque mediante su estudio se amplían los saberes, se contrastan datos, se transforma la información en mejor entendimiento, en conocimiento y se agudiza el pensamiento.

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