octubre-diciembre 2020
Hemisferio izquierdo Economía: ¿Error de cálculo?
Cosas que pasan La cenicienta de la iglesia
Aire fresco
Repatriación: Al límite por el coronavirus
Traje pañales extra absorbentes.
Conexión 2.0 Año 15 - Nº 57 Octubre-Diciembre de 2020 Director: Pablo Ale. Diseño: Giannina Osorio / Mauro Perasso. Ilustraciones: Shutterstock / Mauro Perasso / Hugo Primucci. Pruebas: Jael Jerez / Pablo M. Claverie. Gerente general: Gabriel Cesano. Gerente financiero: Henrry Mendizábal. Director editorial: Marcos Blanco. Gerente de Tecnología y Procesos: Sixto Minetto. Gerente de Producción: Julio Ciuffardi. Gerente de Logística: Claudio Menna. Gerente de Educación: Isaac Goncalvez. Gerente comercial: Benjamín Contreras.
yo, una viandita como para la semana.
Conexión 2.0 es una publicación del departamento del Ministerio Joven de la División Sudamericana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Editada e impresa trimestralmente para la División Sudamericana por su propietaria, la Asociación Casa Editora Sudamericana, en talleres propios de Gral. José de San Martín 4555, B1604CDG Florida Oeste, Buenos Aires, Rep. Argentina. Domicilio legal: Uriarte 2429, C1425FNI Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Correo electrónico: revistaconexion20@aces.com.ar Web: conexion20.editorialaces.com
chupete...
lo van a necesitar.
REGISTRO NACIONAL DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL: RL-2019-14872160-APN-DNDA#MJ Suc. Florida (B) y Central (B) IMPRESO EN LA ARGENTINA CORREO ARGENTINO FRANQUEO A PAGAR CUENTA Nº 10272
Prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación (texto, imágenes y diseño), su manipulación informática y transmisión ya sea electrónica, mecánica, por fotocopia u otros medios, sin permiso previo del editor. -111314-
si los sabios de oriente hubieran sido mujeres
s.
Bitácora de viaje: Ciudad de Panamá Te invitamos a recorrer su casco histórico, su costanera, sus calles y su canal, una obra de ingeniería impresionante. ¡Vamos a viajar con la imaginación aunque hoy no podamos hacerlo físicamente!
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o
r.
Nota de tapa Natalia nos cuenta sus experiencias como misionera en diferentes lugares del mundo y cómo eso la ayudó para aprender y entender muchas cosas de la vida.
8 En pareja: Un producto de alta calidad ¿Alguna vez te preguntaste por qué nadie se fija en ti? Tres consejos imperdibles para mejorar nuestra vida y nuestras relaciones con los demás.
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Actor principal: Reina vs. reina
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Apasionantes intrigas palaciegas en la Inglaterra del siglo XVI. Dos mujeres se disputan el poder y cualquier decisión que tomen puede afectar no solo sus vidas, sino el destino de todo un pueblo.
Editorial 5
Actor principal
Dio COVID
Reina vs. reina
Hemisferio izquierdo
6
Economía
Nota de tapa
Aire fresco
8
En paz Ya pasó el invierno
Checklist 15
Remedios naturales
Cómo identificar una “fake news”
Dos soluciones ideales
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La cenicienta de la iglesia
Héroes bíblicos
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Parte 4: La misión
Bitácora de viaje Ciudad de Panamá
Orientados 42
Juegos Olímpicos
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Preguntas existenciales
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¿Dónde está Dios?
Un producto de alta calidad
Microrrelatos: Infección
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Sídney 2000
¿Dulce espera?
En pareja
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Vocaciones en tiempos de coronavirus
Rut, una mujer valiente
Semillas al viento
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Repatriación
Aprender en misión
Cosas que pasan
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Curiosidatos 48 ¿En qué parte del mundo se produce más plástico? ¿Qué resolución en píxeles tiene el ojo humano?
Viñeta 50
Editorial
DIO COVID “El mayor día de nuestra vida es cuando tomamos la responsabilidad de nuestras actitudes y acciones. Ese es el día en que realmente crecemos” (John Maxwell).
M
e encanta el tenis. Me confieso admirador del gran Roger Federer, pero hoy el número uno del ranking es el serbio Novak “Nole” Djokovic. Meses atrás, Nole fue noticia por un comportamiento inapropiado. En medio de la pandemia de la COVID-19 organizó el llamado “Adria Tour”, una serie de partidos de tenis que se jugaría en distintas ciudades balcánicas entre el 12 de junio y el 5 de julio. La organización de este evento no cumplió con ninguno de los protocolos de prevención contra el coronavirus. Como resultado de estas irresponsabilidades, tanto Nole como otros tenistas y personas de su entorno fueron infectados. El torneo fue cancelado. ¿Qué podemos aprender de esto? 1. Las buenas intenciones no alcanzan: Nole afirmó que el objetivo de este torneo era recaudar fondos para ayudar a tenistas necesitados. ¿Recuerdas el dicho popular que expresa: “El camino al infierno está lleno de buenas intenciones”? No basta con decidir hacer algo bueno. Hay que hacerlo. No te olvides de 1 Juan 3:18: “Hijitos míos, que nuestro amor no sea solamente de palabra, sino que se demuestre con hechos”. 2. Las acciones traen reacciones: Nole manifestó que nunca quiso provocar daños. Todo lo que decidimos hacer trae consecuencias para bien
o para mal. ¿Recuerdas el refrán que dice: “No puedes revolcarte en el barro y salir limpio”? Dios nos dio la libertad de elegir, pero esa libertad implica también hacerse cargo de esa elección. No dejes de leer Eclesiastés 11:9: “Déjate llevar por los impulsos de tu corazón y por todo lo que ves, pero recuerda que de todo ello Dios te pedirá cuenta”. 3. No uses los errores de los demás para justificar los tuyos: Tras enterarse de esto, Nick Kyrgios (otro tenista muy polémico por sus exabruptos) opinó que no lo critiquen más a él luego de esto. Si alguien hace las cosas mal no puedes utilizar eso como defensa para lo que tú haces de manera incorrecta. Recuerda Mateo 7:3: “¿Por qué te pones a mirar la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no te fijas en el tronco que tú tienes en el tuyo?” 4. Madura: Andrea Gaudenzi, presidente de la ATP, dijo que lo que sucedió fue como la conducta de niños inmaduros. Es tiempo de crecer y de tomar las decisiones correctas. No olvides el consejo de San Pablo: “Por eso debemos mantenernos limpios de todo lo que pueda mancharnos, tanto en el cuerpo como en el espíritu; y en el temor de Dios procuremos alcanzar una completa santidad” (1 Cor. 7:1). Pablo Ale, pastor, periodista y director de Conexión 2.0 5
Hemisferio izquierdo
ECONOMÍA
L
as matemáticas estimulan, entre otras cosas, el uso eficiente de recursos tales como tiempo, esfuerzo, espacio y materiales. La economía incluye, obviamente, la eficiencia en la producción de resultados. La claridad de expresión es parte de la economía. Escoger la alternativa más efectiva implica valores tales como simplicidad, conciencia y claridad. Recordemos el consejo bíblico: “Supongamos que alguno de ustedes quiere construir una torre. ¿Acaso no se sienta primero a calcular el costo, para ver si tiene suficiente dinero para terminarla?” (Luc. 14:28).
PAGO POR SUPERFICIE Los habitantes de un edificio deciden comprar el edificio. Pondrán el dinero entre todos de modo que cada uno pague una cantidad proporcional al tamaño de su piso. Por ejemplo, una persona que viva en un piso que mida la quinta parte de la superficie total de todos los pisos, deberá pagar la quinta parte del precio total del edificio. 1. Para cada una de las siguientes afirmaciones, encierra en un círculo la palabra “Correcto” o la palabra “Incorrecto”. La persona que vive en el piso más grande pagará más dinero por cada metro cuadrado de su piso que la persona que vive en el piso más pequeño.
CORRECTO
INCORRECTO
Si se conocen las superficies de dos pisos y el precio de uno de ellos, entonces se puede calcular el precio del otro.
CORRECTO
INCORRECTO
Si se conoce el precio del edificio y cuánto pagará cada propietario, entonces se puede calcular la superficie total de todos los pisos.
CORRECTO 6
INCORRECTO
Si el precio total del edificio se redujera en un 10 %, cada uno de los propietarios pagaría un 10 % menos.
CORRECTO
INCORRECTO
2. Hay tres pisos en el edificio. El mayor de ellos, el piso 1, tiene una superficie total de 95 m2. Los pisos 2 y 3 tienen superficies de 85 m2 y 70 m2, respectivamente. El precio de venta del edificio es de US$ 300.000. ¿Cuánto deberá pagar el propietario del piso 2? ................................................................... 3. El edificio tiene 5 pisos y el metro cuadrado cuesta US$ 1.500. Si el precio de venta del edificio es de US$ 345.000, ¿cuáles podrían ser las medidas de cada piso, sabiendo que al menos hay tres medidas diferentes? ................................................................... Silvia Vasconcellos, profesora de Matemáticas y asesora pedagógica de Nivel Medio en la ACES.
Soluciones: Pago por superficie: 1. Incorrecto; Correcto; Incorrecto; Correcto. 2. US$ 102.000. 3. Los pisos deberían medir 44, 45, 46, 47 y 48 metros cuadrados respectivamente.
N
APRENDER E
N Ó I S I M
En nuestros últimos dos destinos del año, descubriremos que ser misionero es mucho más que ir a un lugar lejano para ayudar a otros.
Natalia Jonas es profesora y traductora de Inglés y editora en la ACES. Fue misionera en Tailandia y en Líbano.
N
o sé cuándo surgió en mi mente la idea de ser misionera. Sé que fue durante mi adolescencia, en algún momento. Terminé mis carreras universitarias y ni siquiera esperé a la ceremonia de graduación. Me embarqué en la primera de dos grandes aventuras misioneras que me cambiaron y transformaron muchas perspectivas que yo tenía de la vida.
Tailandia Ayudar a los que más tienen Llegué a Tailandia con poca información, mucha expectativa y la intención de “cambiar el mundo”. Iba a enseñar inglés a una escuela de idiomas, en la ciudad de Ubon Ratchathani, la ciudad con mayor proporción de wats (templos budistas) por habitante. La coordinadora de la escuela de idiomas era Carla, una estadounidense con la sonrisa más grande que hayas visto y el corazón igual de enorme. Pero las primeras semanas no fueron fáciles. Aprendí a manejar mi bicicleta por el lado izquierdo de las calles, comencé a acostumbrarme al calor abrazador de la zona y descubrí que mai pet, la frase clave que me habían enseñado para pedir comida sin picante, no funcionaba. Pasaron meses antes de que alguien me enseñara que mai pet significa “solo un poquito de picante” (uno o dos chiles nomás), y que si no quería nada de picante tenía que decir mai sai prick. El idioma tailandés es, en cierto aspecto, similar al chino. Se escribe con
“dibujitos” y tiene cinco tonos (o sea, que la entonación modifica totalmente el significado de las palabras). Aprendí los números para poder comprar frutas y alimentos en los mercados. Aprendí a dejar el calzado afuera de las casas, las aulas, la iglesia. Aprendí que “enseñar inglés” implicaba tanto ser la niñera de un bebé de un año y medio como enseñarle a un grupo de niños de nueve años, y perfeccionar la gramática inglesa de un abogado de setenta años. Y también aprendí que ser misionera no es solo ayudar a quienes tienen menos (recursos, oportunidades y conocimiento). También significa ayudar a quienes tienen más. Entre mis alumnos estaban los hijos de los comerciantes más acaudalados de la ciudad. Entre ellos controlaban el 70 % de los negocios y comercios de Ubon. Y ellos también necesitaban de Jesús. La mayoría de las personas son budistas. Nunca escucharon hablar de Jesús ni de la Biblia. En cada clase incorporábamos el cristianismo de diversas maneras: con un juego de la memoria bíblico, con un dibujo de David o Daniel para colorear o leyendo las historias más conocidas de la Biblia. Todas las clases terminaban con una oración. Era una oración básica que los alumnos repetían. Pero después de algunos meses, ellos esperaban la oración y la podían repetir de memoria. Un día estaba coloreando con mi alumno Ohm, de cinco años. De repente, me miró y me dijo: “Teacher, anoche oré a Dios. Solo le conté sobre mi día”, mientras seguía coloreando. Me emocioné. Tan simple y tan profundo. Bam es una alumna a la que le enseñé durante toda mi estadía en Tailandia. Tenía catorce años. Al principio fue difícil enseñarle porque ella era muy reservada. Pero después de varios meses logramos una linda amistad y mucha confianza. Un miércoles me preguntó si esa noche había reunión en la iglesia. –Sí –le dije–, todos los miércoles tenemos una reunión. –¿Y las personas que van tienen que ser cristianas? –me preguntó. –No –le dije–, cualquier persona puede ir. –¿Y qué hacen? –Cantamos, oramos, y alguien habla un ratito sobre un tema para que todos pensemos . La charla fue larga, y me preguntó qué significaba la cruz, por qué Jesús tuvo que morir, si se puede seguir dos religiones al mismo tiempo, si es posible cambiar de religión, qué creemos los adventistas, y muchas cosas más. Yo respondí sus preguntas de la manera más simple que pude y tratando de utilizar conceptos que ella conocía. Pero lo que quedó en mi corazón es cómo los chicos buscan y se interesan
por encontrar algo que llene su corazón. Todos necesitamos de Dios, aun cuando no lo sepamos. Y otra gran lección que aprendí de Bam es lo mucho que influyó la amistad que teníamos. Esta conversación ocurrió luego de más de ocho meses de vernos. No hay dudas de que ser cordial y formar amistades sinceras es una de las mejores maneras de construir puentes para compartir a Jesús.
Líbano Ayudar a los que están aprendiendo
De Tailandia, Dios abrió las puertas para que me mude a Beirut, Líbano. Ese sería mi hogar por los siguientes casi tres años. Otra vez experimenté un cambio de cultura drástico: nuevo idioma, nueva comida, nueva forma de trabajo... En Middle East University (MEU) [Universidad del Medio Oriente] servía como preceptora del hogar de chicas, coordinadora de huéspedes y profesora de inglés. Mi misión era totalmente diferente y, al mismo tiempo, igual. Ya no estaba casi en contacto con personas que nunca habían oído sobre Jesús. Me dedicaba a alumnos de entre 17 y 30 años, en su mayoría cristianos. Muchos de ellos eran egipcios adventistas que venían a la única universidad adventista de la zona con el fin de prepararse para servir a Dios. Ahora, me tocaba guiar a quienes estaban aprendiendo. Los veía en el comedor, en los cultos, en el aula, en el campus, en la cancha de fútbol y en los dormitorios. Yo organizaba sus festejos sorpresa de cumpleaños, y ellos organizaron el mío. Algunos días me agradecían por mi ayuda; otros días se enojaban conmigo porque no les daba permiso para quedarse hasta más tarde en el parque. Me desafiaron y me emocionaron. Y ellos me enseñaron a enseñar mejor.
Ayudar a los que ayudaron En todo Líbano había cuatro iglesias adventistas. Una de ellas está ubicada en Bishmizzine, un pueblo al norte de Beirut. Allí había funcionado un colegio adventista, que llevaba años cerrado. Pero la pequeña iglesia seguía en pie, con servicios todos sábados. La membresía era de unas seis a ocho personas; y el promedio etario era de setenta años. 10
Y, ya ni recuerdo cómo, surgió el proyecto de ir con un grupo de alumnos del internado a apoyar a esa iglesia cada tanto. El conductor, diez alumnos y un par de voluntarios subíamos a una combi y viajábamos unas horas. Algunos dirigían las alabanzas, del himnario en árabe, por supuesto. Otro leía la historia misionera. Un par de alumnos juntaban las ofrendas; y alguno de los voluntarios predicaba. Después, el almuerzo a la canasta. Eran unos pocos adultos mayores, pero preparaban comida como para un batallón. Al estilo libanés; porque hambre nunca vas a pasar. Compartían lo que tenían; y su actitud gritaba que para ellos era un privilegio hacerlo. Se habían pasado la vida entera ayudando, en medio de conflictos internos y externos, de conflictos armados e ideológicos. Pasando necesidades y escondiéndose de los aviones bombarderos. Pero eran conscientes de que
su misión no había terminado. Nosotros pensábamos que íbamos a ayudarlos; a alegrarles los sábados con nuestra juventud... y lo hacíamos. Pero ellos me enseñaron la generosidad extrema, la alegría en medio de las dificultades. Me enseñaron que la misión no termina nunca. Cambia de forma, cambia de destinatario, cambia de escenario, pero no termina.
Ayudar a los que ayudan Una vez al año, MEU recibía la visita del Friendship Team, un grupo de alumnos de la Universidad Andrews liderados por el Pr. Glenn Russell, quien había vivido en Beirut durante su niñez. Ellos venían a realizar algún proyecto de ayuda comunitaria, a aprender sobre otras realidades y a llevar adelante una de las dos semanas de oración de la Universidad. Como coordinadora de huéspedes, parte de mi trabajo era preparar las habitaciones donde ellos estarían durante su estadía, ir a buscarlos al aeropuerto, responder sus miles de preguntas, presentarlos a los alumnos, ser de nexo para conseguir cualquier cosa que ellos necesitaran y acompañarlos en sus salidas. Durante esas dos semanas del año, me tocaba ayudar a los que venían a ayudar. Y eso amplió una vez más mi perspectiva sobre la misión. Porque aunque ellos venían a hablar sobre Jesús y a apoyar a los alumnos en su de11
sarrollo de una amistad con Dios, cada miembro del Friendship Team también estaba en una búsqueda personal de mayor cercanía con Dios. Varias veces, durante los tres años en que viví en el Líbano, Glenn me pidió que compartiera parte de mis experiencias con los voluntarios que él traía. Glenn buscaba enfrentar a sus alumnos con el concepto de que todos estamos en la misma búsqued y todos tenemos que aprender de quien tenemos a nuestro lado. Puede ser un budista, un musulmán o un cristiano. Puede ser un alumno, un misionero o un pastor. Sea quien sea, tiene algo para enseñarte. Glenn cumplió su cometido año tras año. Y no les enseñó solo a los alumnos con quienes viajaba desde los Estados Unidos hasta el Líbano. También me lo enseñó a mí, una misionera argentina; a Allana, una periodista brasilera; a Rahil, una alumna egipcia; y a decenas más.
Ayudar a los que menos conocen Mientras vivía en el Líbano, tuve la oportunidad de viajar un poco y visité Jordania. Allí la iglesia había organizado un retiro espiritual para jóvenes. La primera gran diferencia que noté fue que no era solo para jóvenes adventistas, sino para todos los jóvenes cristianos evangélicos. Asistieron cerca de sesenta jóvenes y solo quince eran adventistas. Me habían pedido que ayudara con las actividades sociales y recreativas, que incluían desde juegos para conocernos más entre todos hasta juegos bíblicos, torneos deportivos y juegos “de fogata”. Todo se desarrolló en árabe, así que tuve que utilizar todo mi poco conocimiento del idioma, y contar con la ayuda de un intérprete. Durante las reuniones, yo escuchaba. No quería cargar a los intérpretes, así que intentaba concentrarme para escuchar los textos bíblicos. Honestamente, no esperaba aprender demasiado. Había ido para ayudar, ofrecer mi amistad, guiarlos en actividades sociales, y sonreír mucho. Pero me esperaba una sorpresa de esas que te cambian de por vida. Sí, así de grande. Llegó el momento de la dinámica de oración. Estaba sentada al fondo, contra la pared. No estaba con el grupo. Se dividieron en grupos para orar. Oraron. A los diez o quince minutos, iban terminando las oraciones grupales, 12
y se acercaban a alguno de los pastores para que orara con ellos. Cuando terminaba ese momento, se desarmaba el grupo y se volvían a armar en grupos diferentes para seguir orando. Acudían a algún otro de los pastores para que orara por ellos. Se desarmaba el grupo y se juntaban de a dos o tres para seguir orando. Pasaron unas dos horas de oraciones grupales espontáneas. Entonces, uno de los pastores tomó un micrófono y terminó con una oración desde el frente. Me quedé pensando en esto por días. ¿Cómo es que les era tan natural orar? ¿Cómo podían orar por horas, así? Y, la pregunta más dura de todas: ¿Por qué me sorprendía tanto? En Jordania aprendí a ver la oración de otra manera. Aprendí que cuando de oración se trata, no necesitamos seguir la agenda del retiro espiritual. Que cuando los jóvenes se reúnen espontáneamente para orar y clamarle a Dios que cambie sus vidas, todo lo demás pierde importancia. Y aprendí que es muy especial hablar con nuestro Padre en grupos.
Perspectivas Pero, entonces, ¿ir a ayudar no es el punto central de ser un misionero? Si me preguntas a mí, te respondo: “No”. Cuando decides dedicarle tu vida al Señor para ser misionero, el punto central no es ayudar: es aprender. Porque solo cuando estés dispuesto a aprender de todas las personas que te rodeen, estarás capacitado para enseñar. Constantemente limito a Dios. Lo pongo dentro de una cajita en mi mente. Pero Dios quiere que lo conozca cada vez mejor y que conozca diferentes aspectos de él. Quiere que lo conozca como Salvador y como Amigo. Como Creador y como Padre. Quiere mostrarme su gran poder y su ternura incomparable. Ser misionero es entregar tu vida entera a Dios y entonces, abrir grandes los ojos y los oídos para aprender, día a día, a conocerlo mejor, mientras ayudas donde él te muestre. ¿Te animas? Te aseguro que no te vas a arrepentir.
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TÚ TAMBIÉN PUEDES SER VOLUNTARIO Si te interesa participar de alguna misión en el Amazonas, puedes contactarte con el ministerio Salva Vidas Amazonia. Con ellos podrás sumarte a misiones abiertas que tienen durante todo el año. Visita: http://www.salvavidasamazonia.org/ También puedes comunicarte con el ISAM y sumarte a nuestra Misión Amazonas 3.0, que se realizará durante 2020.
PASO A PASO
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a.adventistas. Ingresa a: sv
(puede ser a
corto
los requisitos Toma nota de proyecto. aplicar a ese
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a
ecto en el map o). o a largo plaz
Busca un proy
para
Checklist
CÓMO IDENTIFICAR UNA FAKE NEWS ¡Cuidado! No todo lo que circula en las redes es cierto.
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eguramente las escuchaste y te alegraste por estas noticias que aparecieron en las redes entre marzo y junio, cuando la COVID-19 empezaba a hacer estragos en el mundo: los niños son inmunes al coronavirus, y comer ajo y tomar baños calientes son la solución al virus. Falso. O tal vez leíste otras y te preocupaste en extremo: Google y Apple instalaron una app secreta en tu celular para controlarte en relación con la COVID-19. Falso. Una mala noticia no solo puede afectarte psicológicamente. También puede causarte otro tipo de males. En Irán, las autoridades dijeron que cientos de personas habían muerto por intoxicación luego de rumores virales sobre los efectos curativos del alcohol. En el Reino Unido, más de 70 postes telefónicos fueron destrozados debido a los rumores falsos de que la tecnología de telefonía móvil 5G es de alguna manera la culpable del virus. Definitivamente, una mala información puede arruinar tu vida. Las noticias falsas, conocidas también como fake news, suelen ser difundidas por las redes con un solo objetivo: crear desinformación. Se diseñan y emiten con la intención deliberada de engañar, inducir a error,
manipular decisiones personales, desprestigiar o enaltecer a una institución, entidad o persona.
CHECKLIST PARA DETECTAR UNA FAKE NEWS: • Lee la noticia entera, no solo el titular. • Averigua la fuente. Cuando una noticia es cierta, citará fuentes seguras y documentos oficiales. • Revisa si tiene autor. • Si tiene, investiga en Google el medio donde trabaja o quién es él. • Si no tiene, desconfía. • Busca la noticia en Google. Si es verdadera, otros medios confiables la van a reproducir. • Busca los datos que se citan. ¿Son verificables? • Verifica la fecha de publicación de la noticia. • Si hay una imagen en la noticia, haz una búsqueda en Google. Una fake news suele usar fotos de noticias pasadas. ¿Y ENTONCES? • Tómate un tiempo y piensa. No compartas la noticia de inmediato. • Desconfía. Las noticias inventadas se hacen para causar atracción. • Desarrolla el hábito de investigar. 15
Cosas que pasan
LA CENICIENTA DE LA IGLESIA Un antiguo cuento nos brinda una clave para nuestra vida espiritual.
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eguramente conocerás la famosa historia de Cenicienta. Según este clásico de la literatura, su papá decide casarse en segundas nupcias con una mujer que ya tenía dos hijas. En el cuento se describe a esta señora como soberbia y arrogante, con hijas antipáticas. Desde un primer momento, tanto las hermanas como la madrasta de Cenicienta no tuvieron una buena relación con ella. Y, para colmo de males, estas diferencias se acentuaron cuando el padre de Cenicienta falleció. Desde entonces, ella se convirtió
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en la hija despreciada y abandonada de la familia, encerrada en la cocina y dedicada a las tareas más esforzadas que nadie quiere realizar en el hogar. Leonard Ravenhill, en su libro ¿Por qué no llega el avivamiento, declaró lo siguiente: “La cenicienta de la iglesia es la oración. Esta criada del Señor es despreciada y desechada porque no se adorna con las joyas del intelectualismo, ni las brillantes sedas de la filosofía, ni con la impresionante tiara de la psicología. Lleva los delantales de honesta sinceridad y humildad. No teme arrodillarse”. Aunque no es el propósito de este artículo mostrar una estadística de cuántos minutos al día en promedio ora un cristiano, no hace falta ser muy inteligente para darse cuenta de que no es una práctica que se realice con la intensidad que se necesita. Aunque sabemos que necesitamos orar, enseñamos a orar y hemos escuchado muchos sermones sobre el tema, la oración se ha convertido, paradójicamente, en una “cenicienta”; es decir, una actividad despreciada por los cristianos. En relación con este tema, Elena de White afirma:
“¡Qué extraño que oremos tan poco! Dios está pronto y dispuesto a oír la oración sincera del más humilde de sus hijos y, sin embargo, hay de nuestra parte mucha cavilación para presentar nuestras necesidades delante de Dios. ¿Qué pueden pensar los ángeles del cielo de los pobres y desvalidos seres humanos, que están sujetos a la tentación, cuando el gran Dios lleno de infinito amor se compadece de ellos y está pronto para darles más de lo que pueden pedir o pensar y que, sin embargo, oran tan poco y tienen tan poca fe?” (El camino a Cristo, pp. 80, 81).
FALTA DE TIEMPO VERSUS PRIORIDADES La falta de tiempo es una realidad que nos afecta a todos y sin duda es uno de los grandes enemigos de la oración. Cada vez tenemos más requerimientos, y esto nos obliga a entrar en un ritmo frenético que usualmente nos lleva a descuidar la oración privada. Sin embargo, vemos que Jesús –aunque vivió en una época con otros ritmos– mantenía una intensa y profunda vida de oración (¡y nadie puede animarse a decir que está más ocupado que Jesús!). La Biblia dice que Jesús no tenía dónde reposar su cabeza, la gente lo procuraba constantemente en busca de un milagro o simplemente porque querían escuchar su palabra. Eso lo obligaba a tener que ocupar las horas de la noche o bien temprano en la mañana para poder estar en comunión con su Padre. Por lo tanto, el problema no radica tanto en la falta
de tiempo sino en las prioridades de nuestra vida. Melody Mason, en su libro Atrévete a pedir más, declara: “Los grandes hombres de la Tierra hoy en día son los que oran. Y no me refiero a aquellos que hablan acerca de la oración [...] me refiero a aquellos que realmente dedican tiempo a orar. Ellos no tienen tiempo. Deben tomarlo de alguna otra actividad. Esa otra actividad es importante, muy importante y demandante, pero aun así es menos importante y demandante que la oración. Hay personas que se ponen la oración en primer lugar y agrupan todos los otros asuntos de su agenda en torno a la oración y después de esta. Tales personas son las que más están haciendo por Dios hoy en cuanto a la ganancia de almas, resolución de problemas y reavivamiento de las iglesias”. Para Jesús, la oración era la ocupación clave de su vida. ¿Significa lo mismo para ti? ¿Es la oración el asunto más importante de tu vida? ¿Armas tu agenda diaria en función de ella? En la iglesia siempre hablamos sobre reavivamiento y reforma, pero déjame decirte algo: No existe reavivamiento sin oración. Por eso, si sientes que tu cristianismo es chato y sin sentido, si verdaderamente desea vivir un reavivamiento, ten en cuenta que solo a través de la oración constante, profunda y sincera podrás experimentarlo. Recuerda que el único secreto de la oración es orar en secreto. Fernando Iriarte, Lic. en Teología y pastor de jóvenes en la Iglesia Adventista de Florida, Bs. As.
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Esta es una historia épica: miseria, crisis, muerte, desarraigos y destinos cruzados. Una viuda judía en tierras extranjeras está desesperada ante la pérdida de su esposo y sus dos hijos. El hambre azota y el futuro es desolador. En este contexto decide volver a su tierra. Pero no lo hará sola. Rut, una de sus nueras, está dispuesta a volver con ella. Con fe y valor le dice: “A dondequiera que tú fueres, iré yo [...]. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios“ (Rut 1:16). Entonces, se abre un nuevo horizonte de esperanza. Lee el libro de Rut para conocer más sobre ella.
HOZ Con gran esfuerzo y trabajo en el campo, Rut, la moabita, impresiona a todos y vive una historia de amor, casándose con Booz. Se convertirá en la bisabuela del gran rey David.
FÍSICO SABIDURÍA CARISMA FE
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Dibújalo Un juego bíblico para identificar palabras a partir de lo que cada participante pueda dibujar en un minuto. Tiene cinco categorías diferentes de palabras para descubrir, con distintos niveles de dificultad. Un juego para sacar toda la creatividad.
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Semillas al viento
¿DULCE ESPERA?
C
uando hablamos de esperar, generalmente usamos adjetivos negativos. ¿Lo notaste? Decimos que la espera es “agonizante”, “dolorosa” y francamente “insoportable”. Hay una gran excepción: la dulce espera. Cuando una mujer está embarazada, hablamos de la dulce espera. Una de mis mejores amigas, Kim, acaba de dar a luz a su primer hijo, Taj. Como ella vive en Australia, me mantuvo al tanto por Internet, enviándome fotos que documentaban el crecimiento de su pancita. ¡Fue un proceso emocionante! Una mujer embarazada espera con ilusión, anticipando el día en que pueda sostener a su bebé en brazos. Hay vómitos, pies hinchados y noches sin dormir bien, pero a todo esto lo llamamos “dulce espera” porque vale la pena. ¡Imagina si pudiéramos vivir la vida espiritual de esta manera! Todos estamos esperando algo: el cumplimiento de un sueño, un hijo, la realización de un llamado. Considera la vida de José (Gén. 37), Ana (1 Sam. 1) o David (1 Sam. 16). Ellos esperaron un largo tiempo antes de ver el cumplimiento de las promesas de Dios. Sin embargo, su espera no fue tiempo perdido, sino tiempo invertido. Mientras esperamos, nuestro carácter se desarrolla imperceptiblemente, como crecen las raíces bajo la tierra, como se forma un pequeño cuerpo en la oscuridad del vientre. Nuestra sociedad prioriza la rapidez y la eficiencia. Sin embargo, como Dios
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es eterno, él no está apurado. “Dios casi nunca toma la ruta más corta entre el punto A y el punto B”, escribe el pastor John Piper. “Su propósito es santificar al viajero, no acelerarlo entre A y B”. Dios está mucho más interesado en transformar nuestro carácter que en guiarnos por la ruta más directa hacia nuestros sueños. En su infinita sabiduría, Dios puede bendecirnos a través de las aparentes ineficiencias del viaje y el zigzaguear de la ruta. Considera a María y a Marta: en su momento de necesidad más grande pidieron a Jesús que las ayudara. El Salvador se demoró, y Lázaro falleció. Sin embargo, la espera trajo una bendición mayor, un regalo más grande de lo que María y Marta podían imaginar (Juan 11:6-44; Efe. 3:20).
“EL SEÑOR PARECIERA USAR CONTINUAMENTE LA ESPERA COMO UNA HERRAMIENTA PARA DARNOS LO MEJOR DE SUS REGALOS”, ESCRIBE CATHERINE MARSHALL. Tal vez, si recordamos esto podremos vivir la espera con más dulzura y menos desesperación. Esperar es hacer flexiones de pecho con los músculos de la fe; es crecer. Esperar es hacer nuestra parte y confiar en que Dios hará la suya. Esperar es incómodo, como tratar de encontrar una posición para
dormir durante el último trimestre del embarazo. Sin embargo, también puede ser dulce. ¿Por qué? Dulce porque esperar nos da la oportunidad para desarrollar nuestra comunión con Dios. Dulce por su presencia y compañía, aun en los días más difíciles. Si hoy te toca esperar, recuerda las palabras del salmista: “Yo cuento con el Señor; sí, cuento con él; en su pa-
labra he puesto mi esperanza [...]. Oh Israel, espera en el Señor; porque en el Señor hay amor inagotable” (Sal. 130:5, 7, NTV).
Vanesa Pizzuto, Lic. en Comunicación y escritora. Es argentina, pero vive y trabaja en Londres, Inglaterra. 23
En pareja
En esta última entrega de la serie, Fer y Naty destacan tres consejos para que nuestra búsqueda sea efectiva.
P
or nuestro tipo de trabajo, junto con Naty nos encontramos colaborando con empresas que venden tanto de forma física como digital diversos productos y servicios. Conversamos con diferentes dueños de empresas de varios países, y si hay algo que los nuclea a todos es esto: un producto malo no se vende. Algunos jóvenes solteros me dicen: “No encuentro a nadie”. Yo les respondo: “¿Qué estás haciendo para merecer a alguien o para que alguien se fije en ti?” Así como nadie va a comprar un producto de baja calidad, es muy probable que nadie se fije en una persona por la cual no se sienta atraída. Es simple. Ahora, surge la pregunta: “¿Cómo hago para que alguien se fije en mí?”
CONSEJO NÚMERO 1 Hay muchas respuestas, pero la principal tiene que ver con una cosa: el carácter. Aquí Elena de White es clara cuando habla acerca de este tema, de hecho, hay dos libros muy interesantes sobre esto: Mente, carácter y personalidad, 24
tomos 1 y 2. Recomiendo ampliamente la lectura de ambos. Fíjate lo que dice en una de sus citas (le está hablando a su hijo): “Ud. no cree que para perfeccionar un carácter cristiano hay que considerar lo que se refiere a la fidelidad en las cosas pequeñas [...]. Ud., mi querido hijo, debe adiestrarse para ser fiel en las cosas pequeñas. No puede agradar a Dios a menos que lo haga. No puede obtener amor y afecto a menos que haga las cosas como se le piden, con buena disposición y con placer”. Ahora, te haría bien preguntarte: ¿Soy atento? ¿Es agradable entablar una conversación conmigo? ¿Soy graciosa? ¿Soy respetuoso con mi familia y las personas más cercanas? ¿Soy transparente en mis emociones? ¿Aplico la honestidad a todo lo que hago? Responderte estas preguntas te ayudará a darte cuenta de algunas cosas importantes. Si no puedes autorresponderte, puedes preguntarles a ellos, tu familia más cercana, y tener una respuesta sincera del lado de ellos. Otra reflexión importante aquí es sobre ser fiel en lo poco. Lo mínimo.
Jesús ya lo había dicho en la Biblia. ¿Esto tiene sentido? Claro que sí. Fíjate: si no te preocupas ahora por tu estudio o por las pequeñas responsabilidades que tienes, ¿cómo podrás ocuparte de mantener un hogar? ¿Podrás darle un futuro digno a tu novia? ¿Estarás segura de brindarle lo mejor de ti a tu futuro esposo? Por eso, atiende con responsabilidad y diligencia tus deberes como hijo, estudiante, miembro del coro, consejera del club o directora de algún departamento de la Iglesia. Estoy seguro de que cumplir con eficiencia estos deberes hará de ti un gran hombre y una gran mujer.
CONSEJO NÚMERO DOS Aquí va otro consejo: Esfuérzate en ser inteligente. Leyendo, más que nada la palabra de Dios, siendo bueno en las cosas que te gustan. Orando y permaneciendo en compañía de Dios a cada paso. Y ahora te preguntarás: “¿Qué tiene que ver la inteligencia?” Mira lo que dice nuestro amigo Salomón, quien de inteligencia sabía bastante: “Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, y la ciencia fuere grata a tu alma, la discreción te guardará; te preservará la inteligencia, para librarte del mal camino, [...] serás librado de la mujer [u hombre] extraña[o], de la ajena que halaga con sus palabras, la cual abandona al compañero de su juventud y se olvida del pacto de su Dios” (Prov. 2:10-12, 16-18). Interesante, ¿o no? Creo que a nadie le gusta ser abandonado por alguien, y menos cuando hablamos de amor. Bueno, ser inteligente, entre otras cosas, te ayudará a elegir bien.
Además, un secreto: ser inteligente es atractivo; claro, sin irte al otro extremo, que sería portarte como un “sabelotodo”.
CONSEJO NÚMERO 3 Es simple: construye buenos hábitos. ¿Cómo cuáles? El cuidado personal, la buena lectura, una autoestima saludable, el ejercicio, el trabajo, la puntualidad, la honestidad, el orden y la colaboración, entre otros. Pero ¿cómo lo hago? Fácil. Otro sabio proverbio te lo explica: “La única seguridad para el alma consiste en pensar rectamente, pues del hombre se dice: ‘Cuales son sus pensamientos íntimos, tal es él’ (Prov. 23:7). [...] Si queremos podemos apartarnos de todo lo vulgar e inferior y elevarnos hasta un nivel superior, donde seremos respetados por los hombres y amados por DIOS” (Elena de White, El ministerio de curación, p. 392) Es decir, que todo lo que pienso luego se transforma en hábitos. Claramente, si lo único que consumo es Netflix, novelas, libros de ciencia ficción, videojuegos y cosas que no edifican mis buenos hábitos, será muy difícil poder llegar a tener buenos pensamientos, lo cual me llevará a cosechar malos hábitos. Fue un placer acompañarte durante este año. Preocúpate por el interior y exterior de tu “producto”, y estoy seguro de que Dios te bendecirá con una persona idónea para ti.
Fernando Liernur, diseñador gráfico y especialista en Marketing Digital.
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Microrrelatos
INFECCIÓN PARTE 4: LA MISIÓN
U
na densa niebla me rodeaba. Traté de disiparla, pero era imposible. Entonces fue cuando escuché un débil susurro que llamaba mi nombre. Parecía un pedido desesperado de auxilio de alguien al que ya no le quedaban muchas fuerzas. Mi visión se fue aclarando hasta que pude distinguir la figura de un joven de mi edad recostado sobre el suelo. Su mirada perdida y llena de dolor me resultaba conocida de algún lado. No me costó recordar de dónde lo conocía, porque cuando supe que era aquel a quien había visto en el “cuarto especial de desinfección”, la niebla se disipó un poco más y pude ver el rostro airado de Max. Desperté sobresaltado y me senté en la camilla. Ver a Uriel me trajo tranquilidad. –Debe de haber sido un sueño terrible –dijo Uriel. –Lo extraño es que ya es la tercera vez que tengo el mismo sueño –respondí aún absorto en mis pensamientos. Miré mi brazo y me di cuenta de que estaba nuevamente conectado a la bolsa de sangre. –¡Listo! ¡Quedó como nueva! –exclamó Uriel con satisfacción. Casi como ignorando su comentario, le respondí:
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–¿Es necesario que esté tanto tiempo conectado a esta cosa? ¿No existe alguna cura definitiva y menos dolorosa? Uriel me miró en silencio y luego señaló la camiseta que acababa de colgar en la soga. –Pasa lo mismo que con la ropa. Por más que seas una persona limpia y trates de ensuciarte lo menos posible, tiene que ser lavada una y otra vez. La infección, Christian, no es una gripe o una enfermedad común, sino una condición con la cual los seres humanos nacen. Obviamente, este no fue el plan del Creador, ni de Miguel, ni del Consolador. La infección afecta a la humanidad desde que el hombre decidió escuchar los consejos engañosos del Falsificador en lugar de obedecer a Dios. La muerte parecía el destino irreversible de la raza creada, pero se puso en marcha un plan de rescate como nunca hubo en toda la historia. Miguel ofreció su sangre por la de cada humano que naciera sobre la Tierra, pero cada hombre es libre de decidir si quiere recibir la sangre o hundirse más en los efectos de la infección. Lo doloroso del proceso de la transfusión no es la aguja, sino el orgullo. Para aceptar la cura hay que sacrificar el ego y la autosuficiencia. El Mensajero abrió el Libro y lo dejó sobre mis manos, mientras me pedía
que leyera en voz alta: “Ya no vivo yo, sino que ahora él vive en mí”. –Ese es el secreto, ¡es el único secreto! La sangre simboliza la vida. Lo que Miguel hizo fue donar su vida, y aquellos que la vivan serán poco a poco desinfectados, hasta el día en que el Falsificador y sus Rebeldes no puedan causar más estragos en el universo. Las horas transcurrieron. Mientras continuaba recuperándome de los golpes, Uriel me enseñaba más sobre la importancia del Libro y sobre lo que decía. A medida que más conversábamos, más deseos tenía de conocer en persona a Aquel de quien Uriel me hablaba constantemente. De a poco comenzaba a percibir que mi vida tenía un sentido. –Uriel, pregunté, si estamos en una guerra, ¿cómo podemos hacerle frente al Falsificador y sus Rebeldes? Con una sonrisa en su rostro, Uriel nuevamente me llevó a la fuente de todas las respuestas: el Libro. –Christian –dijo Uriel– no hay nada que lastime más al bando contrario que cuando una persona acepta la sangre del Dador universal. Por mi mente volvieron a cruzar las imágenes del sueño que se me había presentado reiteradas veces. –Yo sé de un joven que necesita conocer el Libro. Lo vi cuando conocí a Max. Recuerdo su mirada perdida, sin esperanza. El problema es que no sé su nombre ni cómo localizarlo. En ese momento pudimos escuchar llantos y gritos provenientes de la calle, acompañados por sirenas. Rápidamente subimos las escaleras con Uriel y salimos del sótano. Una mujer lloraba sin poder pronunciar una sola palabra.
En su mano tenía la foto de su hijo y una nota que él había escrito despidiéndose para siempre. Pude reconocer al muchacho, ¡era aquel del cual le estaba contando a Uriel! Pensé que habíamos llegado demasiado tarde, hasta que la madre exclamó en llanto: –¿Dónde está mi hijo? En ese momento comprendí que aún teníamos tiempo de rescatarlo. Comenzamos a correr junto con Uriel. A medida que avanzábamos, otros Mensajeros aparecieron y se unieron a nosotros. Seguimos corriendo sobre las vías abandonadas de un ferrocarril mientras nos acercábamos al puente que cruzaba por encima del arroyo. A la distancia pude distinguirlo. Estaba parado en el borde del puente a punto de dejarse caer al vacío. Corrimos con más fuerzas aún. Los Rebeldes intentaron frenarnos el paso, pero Uriel y sus compañeros los pasaron literalmente por encima. Cuando alcanzamos el puente, uno de los Mensajeros me tomó del brazo y me dijo: –Es tu turno. Con un último esfuerzo me lancé sobre el joven y lo abracé. El corazón me latía fuertemente. Lo único que pude decir fue: –Ya estás a salvo, amigo, ya estás a salvo. Lo que dice el Libro: Gálatas 2:20; Juan 16:33; Mateo 28:20; 2 Corintios 10:4. Martín L. Mammana, estudiante de Teología en la Universidad Adventista del Plata. 27
NOVEDAD
Escape de Babilonia Una noche, Joseph Kidder fue golpeado casi hasta la muerte, arrojado a la calle inconsciente y expulsado de la familia para siempre, todo por su nueva fe. Y así comenzó su largo viaje desde la Babilonia de su vida secular en Irak hasta el asombroso amor de Dios y la importancia de rendirse a su plan. No conocía las muchas luchas y sacrificios que aún esperaban, pero la oración, su fe en las Escrituras y el apoyo de su nueva familia de la iglesia lo llevarían a una vida de ministerio y servicio.
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Bitácora de viaje
Ciudad de Panamá
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HOY: CIUDAD DE PANAMÁ
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l vuelo llegó a Panamá de noche, lo que me suscitó un gran desafío. Una vez hecho todo el visado, un agente de transporte de una empresa oficial ofreció llevarme hasta la ciudad. Al llegar al hotel, agradecí a Dios por sus cuidados. En las estaciones de subte, puedes comprar una tarjeta para viajar en subte o en bus. La ciudad es bastante caótica. Las avenidas centrales siempre están muy congestionadas y el tránsito es bastante desordenado. Por este motivo, algunos aconsejan viajar en Uber. El primer lugar que visité fue el casco histórico. Emplazado en una penín-
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sula de la ciudad, es bien reconocido por sus calles empedradas, antiguos conventos y buena gastronomía. Relativamente cerca se encuentra el mercado, lugar donde se comercian distintos productos marinos. A través de la cinta costera, se puede hacer un paseo desde el casco histórico hasta el litoral. Después de recorrerla, me dirigí a Panamá viejo. Este sitio histórico queda a las afueras de la ciudad y se puede llegar por medio del transporte público. Son las ruinas de lo que fue la primera ciudad de Panamá. En sus inmediaciones, cuenta con un museo que explica, entre otras cosas, los ataques del pirata Morgan,
quien intentó saquear la ciudad, con suficiente resistencia. Al siguiente día, bien temprano en la mañana, fui a visitar el famoso Canal de Panamá. Llegué por medio del transporte público, y –por llegar en ese horario– tuve la oportunidad de ver pasar por las esclusas de los barcos cargueros. La parada de buses está enfrente de Albrook Mall, y el recorrido tarda aproximadamente una hora y media. Una vez en el sitio, puedes acceder al museo y al canal, comprando los tickets de ingreso. El Canal de Panamá, emblema de la tan deseada unión entre el Pacífico y el Atlántico, es una magnífica y cos-
tosa obra de ingeniería. Hace mucho tiempo, se hizo una gran “obra de ingeniería” incomparable, majestuosa como no hubo ni habrá otra. Dios envió a su Hijo para unir, religar, relacionar nuevamente a Dios con el hombre. Grande amor el de nuestro Dios; por eso: “Bienaventurado aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en Jehová su Dios” (Salmo 146:5). Analía Giannini, docente de Ciencias Naturales, nutricionista, escritora y viajera incansable.
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Actor principal
REINA VS. REINA Conoce más sobre los intrincados vaivenes entre dos primas: María Estuardo e Isabel Tudor.
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iglo XVI, Europa: la Iglesia Católica pierde terreno ante la Reforma Protestante de Martín Lutero. Sin embargo, la pureza original de la religión se diluye en jugadas políticas, coronas que cambian de bando según su conveniencia con fines tan variados como conservar la alianza con la poderosa Iglesia romana o divorciarse de una reina avejentada y legitimar “religiosamente” un segundo matrimonio. Inglaterra y Escocia, lejos de ser ajenas a estos vaivenes, cobran un interesante protagonismo, con un hecho histórico pocas veces visto: el enfrentamiento político y religioso de dos mujeres poderosas. Gran Bretaña arde. Tras la muerte del controversial Enrique VIII, llega al trono de Inglaterra su hija, Isabel. Mientras que en el norte de la isla (Es-
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cocia) otra mujer ostenta la corona: María Estuardo. Las cosas no son tan simples. La historia es larga y compleja. Basta con decir que en un determinado momento, María –obligada a abdicar– huye de Escocia y se refugia en Inglaterra. Pero allí es una amenaza: es heredera legítima de la corona inglesa, y sus antiguos reclamos al trono la convierten en un peligro latente. Así que, desde su llegada, es mantenida prisionera durante 18 años por su prima, la reina Isabel. El autor alemán Friedrich Schiller puso en escena la historia del enfrentamiento entre estas dos mujeres en su obra teatral María Estuardo. María fue acusada de orquestar, desde su encierro, un atentado contra Isabel, con el fin de hacerse con el trono in-
glés. Fue juzgada por los nobles en un proceso poco transparente, encontrada culpable y sentenciada a morir decapitada. Pero para la reina inglesa, la decisión de condenar o indultar no resultará fácil; lo que decida conllevaría un riesgo para su corona. Por momentos parece imponerse la compasión; otras veces vence el odio; otras, el miedo. Cualquier decisión traerá consecuencias desagradables: si deja con vida a María, su trono se verá siempre amenazado. Si la ejecuta, quedará manchada como reina parcial e injusta. Se le ocurre, entonces, una idea que resolvería su conflicto: administrar veneno a María en prisión, a fin de que muera en circunstancias confusas. La persona ideal para cumplir con el encargo es el viejo carcelero, Amias Pauleto, súbdito leal de su Majestad. Sin embargo, la lealtad a la reina no prevalece sobre sus principios. Pauleto no se presta a un juego injusto. En el complejo escenario intervienen aliados secretos de María, que prometen liberarla. Mientras, los consejeros de Isabel persiguen sus propios intereses. La traición está siempre latente. Se produce, entonces, el encuentro entre las dos reinas: Isabel se presenta, en toda su majestad, dispuesta a humillar a su rival. María está obligada por las circunstancias a someterse. Isabel abusa de las palabras, ofende innecesariamente a la reina escocesa y esta, exasperada, deja de lado la prudencia y responde a la misma altura, tratando de hipócrita a la mujer en cuya mano está su vida. La suerte
está echada. Isabel, ganada por la ira, firma la sentencia de muerte. Pero, consciente de las consecuencias, no da órdenes claras acerca de qué hacer con el documento; deja librados los acontecimientos a la interpretación de sus secretarios y consejeros. En su afán por quedar libre de consecuencias, intenta no decidir. Pretende delegar su responsabilidad en otros, a los que puede manipular e inculpar. Sin embargo, la verdad finalmente sale a luz. Inexorablemente, la posteridad la juzga. ¿Quién es justo y quién, culpable? ¿Quién es el ganador y quién, el perdedor? ¿Vale la vida más que la verdad? ¿Vale el objetivo final más que los principios? La fidelidad a las creencias religiosas ¿legitima cualquier accionar? ¿Es correcto respetar las creencias ajenas, aun cuando yo tengo la convicción de que son un error? ¿Hasta qué punto puedo imponer a otros mi fe? ¿Hasta dónde utilizo el nombre de Cristo para obtener o no mi propio beneficio? La posteridad juzga, pero no siempre resuelve los conflictos. Muchos de ellos deben ser resueltos por cada conciencia, en soledad, frente a Dios, el verdadero Juez. “Así es, todo lo demás no vale nada cuando se le compara con el infinito valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él, he desechado todo lo demás y lo considero basura a fin de ganar a Cristo” (Fil. 3:8, NTV).
Elisa Torres, profesora de Literatura en el Instituto Adventista Florida, Argentina.
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Aire fresco
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REPATRIACIÓN Una situación límite en tiempos de coronavirus.
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l 28 de noviembre de 2019, con un grupo de estudiantes de la Universidad Adventista del Plata, emprendimos un viaje hacia Ecuador, a fin de realizar una campaña de colportaje de verano. Todo surgía según lo planeado, hasta que llegó una pandemia que cambiaría nuestros planes. El virus conocido como COVID-19 frenaba la vida cotidiana y ponía al mundo en jaque. Por la globalización, ahora se exponía a una gran parte del planeta a la misma crisis. Ecuador era una excepción hasta que llegó el primer caso de coronavirus. Desde ese día, comenzó una aventura extraordinaria que quiero contarles. Ya el 16 de marzo de 2020 –estando en la ciudad de Esmeraldas–, empezamos a escuchar que se veía venir la cuarentena. Entonces, decidimos viajar a Guayaquil, ya que allá íbamos a estar más cómodos. Luego de ocho horas de viaje, llegamos a nuestro destino. El cambio había llegado. Al día siguiente, el Gobierno ecuatoriano decretó cierre de fronteras y aislamiento obligatorio. La palabra que mejor describía la situación era incertidumbre. Lo único claro era que estábamos varados, sin fecha de retorno; la duda alimentaba nuestros temores. Comencé con los trámites de repatriación a través de la web del Consulado Argentino, consciente de que era la única forma de regresar a casa. Luego de 45 largos días, llegó
la respuesta. Dios había escuchado mis oraciones. El 30 de abril a las 7:30 de la mañana me llevaron al aeropuerto de Guayaquil. Sobre el mediodía partimos hacia Buenos Aires. Fueron nueve horas de vuelo. Aterrizamos y, de inmediato, nos llevaron a la terminal de ómnibus de la ciudad, donde esperé seis horas. Recuerdo que sentía frío, hambre, sueño e inseguridad. Desde allí viaje a Mar Del Plata, por la cercanía a mi ciudad de residencia. Llegamos a un hotel, y me enteré de una cuarentena obligatoria. A todo esto, yo en pleno siglo XXI no tenía celular. Totalmente incomunicado, pasé ocho días encerrado en una habitación, sin ver la luz del sol. Al séptimo día me hicieron un hisopado que dio negativo, por lo que ya podía irme a casa a seguir con el aislamiento. Te cuento mi historia para remarcar algo importante: En todo momento vi la mano de Dios. Vi su mano cuando estuve varado, encerrado y solo. Bajo la sombra de su poder, descansaron mis ansiedades. Nuestro Padre celestial está siempre a nuestro lado. Sentir su abrigo en tiempo de crisis fue mi sostén.
SI HOY TE ESTÁS PREGUNTANDO “¿DÓNDE ESTÁ DIOS?”, DÉJAME DECIRTE QUE ESTÁ ALLÍ, Y ESTÁ ALLÍ PARA AYUDARTE. Marcelo Núñez, estudiante de Teología en la Universidad Adventista del Plata. 35
En paz
YA PASÓ EL INVIERNO ¿Qué experiencia de este complicado 2020 te enseñó y te hizo crecer?
Q
uisiera tomarme el atrevimiento de leer Cantares 2:11 y 12 y aplicar este pasaje a un tema totalmente diferente del que se trata en el libro (es decir, la relación de pareja en un matrimonio, el de Salomón y su esposa la Sulamita). Estos versículos dicen así: “Porque he aquí ha pasado el invierno, se ha mudado, la lluvia se fue; se han mostrado las flores en la tierra, el tiempo de la canción ha venido, y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola” (Cant. 2:11, 12). Ahora, te pido que me acompañes por unos instantes a traer a la memoria las emociones que viviste en algunas de las semanas de la Cuarentena. Quizá te pase que una de las emociones que recuerdas es el miedo.
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¿Miedo a perder a alguien; a no volver a salir; a que todo cambie tanto que no reconozcas tu “normalidad”? Otra emoción tal vez haya sido la tristeza: angustia, ganas de llorar; puede ser por los momentos de soledad, por no ver a tus amigos, a tus familiares, a tu pareja. También puede que hayas experimentado cierta alegría. Sí, así como leíste: alegría por no tener que levantarte tan temprano, alegría por compartir más momentos en familia, alegría por no asistir a clases. Todo esto como simples ejemplos de lo vivido. Lo cierto es que cada persona lo experimentó de manera única, porque cada uno es único. Quizás aquello que para algunos era tristeza para otros haya sido felicidad, y viceversa.
Y, de pronto, como si solo hubiese sido un sueño, nos encontramos en el “tiempo de la canción”. El “invierno” pasó, la “lluvia” se fue, y –como cada año– acá nos encontramos. Pero, este año fue diferente... cada emoción, cada sentimiento y pensamiento estuvieron rodeados de convivencia, una convivencia de 24 horas, no de algunas horas al día, ¡sino de todo el día! Y, obviamente, esa convivencia no siempre fue “color de rosa”, ¿por qué? Porque somos personas, somos seres llenos de contradicciones, de idas y vueltas, de subes y bajas… así somos, así seguiremos siendo. Lo cierto es que la experiencia de este año nos debe haber dejado alguna enseñanza, algo para crecer. Y, en torno a lo que nos motiva en esta sección –que es aprender a estar “en paz”–, quisiera invitarte a que dejes el “invierno” atrás, dejes la “lluvia” en el pasado y permitas que –como dice en Cantares– “el tiempo de la canción” realmente reine en tu casa, con tus padres, con tus familiares, con tu pareja, con quien sea que vivas. Y, por si acaso regresaran el “invierno y la lluvia”, te dejo un par de consejos para que no te estanques en ellos, sino que permitas a la “tórtola cantar”: 1. Antes de discutir con alguien, pregúntate: ¿Vale la pena? ¿Es más importante el tema que la persona?
2. Detente y considera la importancia de la relación con esa persona y qué pasaría si ella no estuviera a tu lado. 3. Recuerda que cada uno sufre de manera diferente, y eso no significa que no te comprenda; simplemente, es un ser distinto de ti. 4. Valora y alégrate también con lo que tienes en el ahora. 5. Por último, para que el “tiempo de la canción” perdure en tus relaciones, da a Dios el primer lugar; no el segundo, sino el primero. Jimena M. S. Valenzuela, Magíster en Resolución de Conflictos y capellana en el Instituto Adventista de Morón, Buenos Aires, Argentina.
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Remedios naturales
DOS SOLUCIONES IDEALES Terminamos esta sección con dos factores gratuitos que le darán a tu vida un salto de calidad: la templanza y la confianza en Dios.
E
stá considerado como uno de los mayores equilibristas del mundo. Sus acciones avalan semejante título. Se trata del francés Philippe Petit, quien el 7 de agosto de 1974 caminó sin ninguna medida de seguridad o resguardo sobre un alambre tendido entre las Torres Gemelas del World Trade Center, en Nueva York. Durante 45 minutos se paseó ocho veces entre las dos torres (incluso llegó hasta acostarse sobre el alambre) a 409 metros de altura. Si él perdía el equilibro, era hombre muerto. En tu vida pasa lo mismo. No puedes perder el equilibrio. Sí, a veces las situaciones son complicadas y tienes que hacer malabares para poder solucionarlas. Es más fácil ceder,
tambalear y caer que mantenerse en equilibrio. Philippe lo sabía muy bien.
UNA VIDA EQUILIBRADA Aquí entra en juego el séptimo remedio natural: la temperancia. ¿Qué significa esta palabra? Muy simple: es la abstinencia total de todo lo malo y 38
el uso moderado de las cosas buenas. Por eso, este equilibrio debe darse en las áreas física, mental y social. Por ejemplo, es bueno estudiar. ¡Y debes hacerlo! Pero ser temperante implica que no puedes pasar todo el día estudiando. Debes tener momentos de recreación. Por otro lado, tampoco puedes estar 16 horas jugando ni haciendo deportes, así como no es sano que estés todo el tiempo conversando con tus amigos sin prestar atención a tu trabajo. Así mismo, tomar un poco de sol es algo positivo. La luz solar le brinda a tu organismo vitamina D. No obstante, tú bien sabes que sería poco sensato estar ocho horas tomando sol. Esto no solo te desequilibraría en tus horarios,
sino también sería contraproducente para tu piel. Ten en cuenta que la vida no solo es estudiar y trabajar. También necesitas descansar. No sacrifiques tus ocho horas de sueño diarias en pos de otras actividades, por más buenas que
nerse completamente. Hablamos aquí de los alimentos insanos, las drogas, el alcohol, el tabaco, la pornografía, la masturbación y el sexo fuera del matrimonio, entre otras prácticas dañinas. Esto afecta de manera directa tu cuerpo y tu mente y, a veces, produce daños, heridas y enfermedades que son casi irreversibles.
UNA VIDA CON PROPÓSITO Cuenta una antigua leyenda que un hombre se acercó a un negocio que tenía un cartel en la puerta que decía “El almacén del diablo”. Intrigado, entró para ver de qué se trataba. La sorpresa fue enorme. En los escaparates de la tienda se vendían todos los males. –En esta cajita tenemos la ira –dijo el empleado del lugar–. Vale quinientos dólares porque puede causar mucho dolor –remarcó. Y luego, siguió con las ofertas: –En esta cajita está la mentira. Vale solo mil dólares y el daño que produce es demoledor. Luego tenemos el adulterio. Vale dos mil dólares. Destruir la familia es clave para causar mal en la sociedad.
estas sean. Moderación y equilibrio son las claves para tener una vida de templanza. Ahora pasemos a las actividades que, definidamente, son malas. En relación con ellas, la temperancia no implica ser moderados, sino abste-
Asombrado, el hombre preguntó por una pequeña cajita roja, que estaba en una vitrina especial, cerrada con un candado dorado. –¿Y eso? –preguntó. –Ah, mire. Aquí está la desesperanza, explicó el empleado. Vale 10 mil dólares. 39
–¿Tan cara? –expresó confundido. –Sí –dijo el encargado del lugar–, porque una persona que ha perdido la esperanza lo ha perdido todo. Esta historia irreal ilustra una gran verdad: no podemos vivir sin esperanza. Para vivir mejor y disfrutar de una salud integral es preciso creer que Dios existe, confiar en él y tener una relación diaria con él. Además, ir a la iglesia, congregarse y formar parte de una comunidad religiosa nos ayudará a tener una salud espiritual más fuerte. Dios te creó con un propósito: vivir para siempre con total felicidad. Así fue en el Jardín del Edén. La entrada del pecado trastocó los planes divinos; pero el Creador, que tiene hacia nosotros un amor ilimitado, diseñó un plan para salvarnos: envió a Jesús, su propio hijo, para morir en la cruz. Como si esto fuera poco, él prometió venir
a buscarnos a fin de estar por toda la eternidad con él. Qué lindo es vivir sabiendo nuestro origen: Dios nos creó con sus manos (Gén. 1; 2). Qué lindo es vivir sabiendo nuestro futuro: Dios quiere que estemos con él en el cielo (Juan 14:1-3). Teniendo en cuenta todo esto, nuestro presente puede estar lleno de esperanza. Dice Tito 2:13 (versión DHH) que debemos alegrarnos mientras llega el feliz cumplimiento de nuestra esperanza: el regreso glorioso de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. No esperes más. Comienza desde hoy a orar y a leer la Biblia diariamente, a congregarte cada sábado en la iglesia y a contarle a otros acerca del gran amor de Dios. ¡Tu vida será más plena en este mundo y estarás listo para ir al cielo!
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Los puedes obtener hoy mismo a fin de tener una mejor calidad de vida. A GUA (8 vasos al día). D ESCANSO (8 horas por día). E JERCICIO FÍSICO (30 minutos a 1 hora por día). L UZ SOLAR (15 minutos por día en horarios adecuados). A IRE PURO (10 respiraciones profundas por día). N UTRICIÓN (dieta con abundantes verduras y frutas). T EMPERANCIA (equilibrio en todo). E SPERANZA (en Dios, nuestro Creador y Redentor).
HISTORIA MISIONERA
Los amo, Kirsten En esta historia verídica y fascinante experimentarás el mundo interior de una joven de veinte años que se reía, cocinaba, corría y sobre todo, amaba a su Señor: Kirsten, quien en la mañana del 19 de noviembre de 2009 fue asesinada mientras corría en la isla de Yap, donde trabajaba como estudiante misionera. La noticia conmocionó al pueblo y devastó a su familia y amigos en los Estados Unidos. Es una historia de redención, frente a una tragedia incomprensible, de una joven cristiana que amó mucho y era muy amada, de la terrible pérdida de una mártir de veinte años en zapatillas. A través de sus páginas, compartirás el anhelo de sus allegados del día en que finalmente se enjugará toda lágrima. 7867
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Orientados
VOCACIONES EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS ¿Qué quieres ser?
S
in duda alguna, este año fue especial y nos cambió la vida a todos. Un virus reconfiguró nuestra sociedad, y tal vez también a ti, que estabas pensando qué carrera elegir cuando finalice tu enseñanza media. Más allá de la COVID-19, la vida continúa y tú debes seguir adelante en esos los proyectos. Pro eso, te dejo algunas recomendaciones que te ayudarán: 1. Más que una decisión puntual, la elección de tu profesión es un proceso. Por lo tanto, enfócate en los gustos y las actividades que más te ha gustado realizar, estudiar y participar. Esto ayuda a bajar la ansiedad y a no tomar una decisión apresurada. 2. Define un área de interés. Si aún no tienes una decisión tomada sobre qué carrera estudiar, lo mejor es definir un área general de interés, independientemente de si te fue bien o mal. Esto ayuda a acotar las posibles alternativas y sirve para ver mejores opciones. 3. ¿Y qué pasa si tengo dos caminos? ¿Cuál de los dos debo elegir? Muchas veces nos puede producir ansiedad recordar que la elección de la carrera profesional es una elección de por vida. Por lo tanto, hay que verla
como una elección que responde a quién soy en la actualidad, no mañana. En estas disyuntivas, sugiero que te hagas la pregunta más importante: ¿Cuál de estas carreras es la que me hace más feliz y me completa como persona? 4. En la mayoría de los casos, son los padres quienes financian los estudios universitarios de los hijos. Sin embargo, esto no debería ser un factor para que ellos elijan la carrera de sus hijos. El rol de los adultos es brindar contención y seguridad emocional para que el estudiante pueda tomar la mejor decisión, pero también entregar la confianza por si es necesario cambiar en el camino, con la seguridad de que no va a decepcionar a su entorno. ¡Estoy muy segura de que Dios está al control de todo! Permítele ser el autor de tus sueños, patrocinador de tus planes y financiador de tus metas, porque el Señor te dice, parafraseando el Salmo 32:8: “Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir (incluye tu carrera profesional); yo te daré consejos y velaré por ti”. Junelly Paz Guerrero, Lic. en Psicología, Universidad Peruana Unión.
Juegos Olímpicos
Los llamados “juegos del milenio” se llevaron a cabo en la extensa y lejana isla de Australia y fueron calificados como uno de los mejores de toda la historia.
L
os Juegos de la XXVII Olimpiada se celebraron en Sídney, Australia, entre el 15 de septiembre y el 1° de octubre de 2000. Participaron 10.651 atletas (6.582 hombres y 4.069 mujeres) de 199 países que compitieron en 28 deportes y 300 especialidades. La ciudad australiana también recibió a una gran cantidad de voluntarios y periodistas de todo el mundo que cubrieron estos juegos calificados –por el entonces presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch– como “los mejores de la historia”. ¿A qué se debe tal designación? Más que nada se basa en el éxito de organización y en las impecables instalaciones deportivas; pero también se relaciona con la gran popularidad de los deportes en general entre los habitantes del país oceánico.
UN COMIENZO ESPECIAL Durante la Ceremonia de Apertura, la atleta Cathy Freeman se convirtió en la primera nativa en encender la llama olímpica y la segunda mujer en hacerlo, después de la mexicana Enriqueta Basilio. Cathy es especialista en pruebas de velocidad, además, fue campeona olímpica en Sídney: se llevó el oro en los 400 metros llanos. Cabe destacar, por otro lado, que ya había participado en los Juegos Olímpicos (JJ. OO.) de Barcelona 1992, siendo la primera atleta aborigen en participar en un evento así. En relación con el encendido, vale mencionar que la unión entre el fuego y el agua se convirtió en la estrella de la ceremonia de inauguración. Cuando Cathy encendió el pebetero, estaba rodeada de ambos elementos naturales. Un aro de fuego la rodeó y luego, mediante un moderno sistema tecnológico, el pebetero se elevó por 43
sobre su cabeza para luego desplazarse sobre una rampa cubierta de agua hasta lo alto del estadio. Un inicio impresionante.
MEDALLAS DE IDA Y VUELTA La velocista norteamericana Marion Jones llegó a esta Olimpiada con el objetivo de intentar ganar cinco medallas de oro. Lamentablemente no lo consiguió, pero tuvo una destacada participación: ganó tres medallas de oro y dos de bronce. Semejantes hazañas la convirtieron en la gran figura del atletismo en estos Juegos. Sin embargo, Marion confesó en octubre de 2007 que había tomado sustancias no autorizadas en Sídney, las cuales incrementaron su rendimiento. Por esto fue sancionada y declarada culpable. Así, se le retiraron las cinco medallas que había conseguido y sus marcas fueron anuladas. Más allá de este triste hecho, en el otro extremo, Sídney 2000 nos dejó otros dos hechos destacados. Uno se trata de la alemana Birgit Fischer, quien ganó dos preseas de oro en piragüismo para convertirse en la primera mujer que contaba en su palmarés con siete medallas de oro conseguidas en cinco ediciones distintas de los Juegos Olímpicos (Moscú 1980, Seúl 1088, Barcelona 1992, Atlanta 1996 y Sídney 2000). Ella aumentaría su cosecha olímpica al obtener un oro más en Atenas 2004. Es decir, ¡ganó ocho medallas de oro en seis JJ. OO. diferentes! El otro se trata del británico Steven Redgrave, quien también pasó a la his44
toria olímpica por ser el primer palista que ganaba el oro en las pruebas de remo disputadas en cinco Olimpiadas consecutivas. Además, es preciso destacar a la atleta colombiana María Isabel Urrutia, quien ganó la primera medalla de oro en la historia de Colombia en halterofilia (levantamiento de pesas). Lo mismo pasó con Soraya Jiménez quien ganó la medalla de oro representando a México en la misma disciplina.
CUANDO LO IMPORTANTE ES LLEGAR Sin duda, uno de los momentos más recordados (y risueños) de estos JJ. OO. fue ver nadar en soledad a Eric Moussambani, el representante de Guinea Ecuatorial en la prueba de 100 metros libres. Eric había aprendido a nadar solo ocho meses antes de la competencia y practicaba en una pileta de 20 metros de un hotel. En Sídney por primera vez vio una piscina olímpica. Tardó 1 minuto y 52 segundos para completar los 100 metros, más del doble que sus competidores más rápidos e incluso superior a la plusmarca mundial de 200 metros. Llegó a la meta sin patear y apenas dando brazadas. Incluso parecía que se estaba ahogando. “Los últimos 15 metros fueron muy difíciles”, reconoció al llegar. El público también lo percibió así y comenzó a alentarlo para que terminara el recorrido. En los meses posteriores, Eric se convirtió en un héroe popular y fue invitado a programas de televisión y otros eventos.
SIN QUEJAS NI VICTIMIZACIONES “Pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente” (Gén. 50:20).
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uando Soraya Jiménez ingresó a aquel gimnasio, lo hizo con el fin de recuperarse de una lesión que había sufrido en su rodilla jugando al básquet. Sin embargo, cuando un entrenador la vio levantar pesas, la vida de Soraya daría un vuelco impensado. De repente, se encontraba rompiendo récords. A los catorce años, la joven mexicana se abrió paso en este deporte compitiendo en instancias nacionales e internacionales. No obstante, cuando llegó el momento de clasificarse para los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 el Comité Olímpico Mexicano (COM) le denegó su participación. ¿El motivo? La halterofilia era un deporte solo para el género masculino. Fue recién en 1997 cuando se aprobó la participación de las mujeres. Su día de gloria fue el 18 de septiembre de 2000. Soraya hizo historia al convertirse en la primera mujer mexicana en ganar una medalla de oro en los JJ. OO., logrando el primer lugar en la competencia luego acumular un total de 222,5 kg. ¿Puedes entender los propósitos de Dios para tu vida? Cuando las cosas salen bien, no tenemos dudas de que
Dios nos está acompañando. Pero cuando comienzan a tomar rumbos un tanto distintos a los esperados, y hasta opuestos, comenzamos a dudar de Dios. Lo más probable es que en distintas circunstancias de tu vida hayas renegado con él, quejándote por lo que estabas atravesando. ¿Dónde está la fe en aquel momento? Hay una frase que dice: “Dios escribe derecho sobre renglones torcidos”. Cuando Dios permite que atravesemos por situaciones dolorosas, lo hace no porque él lo haya enviado (Sant. 1:13), sino porque conoce que saldremos fortalecidos. A pesar del dolor, Dios es quien dirige un sinnúmero de cuestiones para que se transformen en bendición. Al dejarnos guiar por él ya estamos dando respuestas a muchos porqué. Deja hoy de quejarte de tu circunstancia y pregúntale a Dios cuál es el propósito de tu vida. Quién sabe, quizás estés atravesando todo esto para crecer y salvar a otros en el nombre de Jesús. Por Leo Ottín Pechio, Lic. en Educación Física y Guardavidas profesional. 45
Preguntas existenciales
¿DÓNDE ESTÁ DIOS? Cuestionamientos válidos en medio del dolor.
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uando experimentamos dolor o vemos el sufrimiento en otros, es común que se despierten en nosotros una serie de preguntas acerca de Dios: ¿Dónde está? ¿Podría él haber evitado lo que está pasando? Y, si es así, ¿por qué no lo evitó? Estas no son preguntas fáciles de responder; sin embargo, merecen que las pensemos porque lo que se pone en tela de juicio ante el dolor es el amor de Dios y también su poder. En los evangelios, encontramos que Jesús tuvo que enfrentar dos de estas serias preguntas durante su ministerio: “¿Dónde estabas?” y “¿Por qué lo permitiste?” Ambas se las hicieron cuando murió su amigo Lázaro. El relato es así: Lázaro está enfermo y sus hermanas envían un mensajero que llame a Jesús para que venga y lo sane (Juan 11). Es necesario entender que esta es una familia de fe, que ya ha visto milagros realizados por Cristo y que tenían una relación de profunda amistad con él. Sobre la base de esa confianza que tienen con Jesús, no le piden nada, solo le informan que “aquel a quien amas está enfermo” (Juan 11:3). La fe de ellos es completa. Conocen a Jesús de manera personal. Pero Lázaro muere de todas maneras.
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Después de varios días, Jesús llega a Betania; y las hermanas de Lázaro, Marta y María, salen a su encuentro. Ambas dicen lo mismo, casi a modo de reproche: “Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto” (Juan 11:21, 32). Ante la situación, Jesús no da un discurso. En lugar de eso, Juan nos cuenta que “se estremeció en espíritu y se conmovió”, y deja testimonio de esto en uno de los versículos más cortos de todas las Escrituras: “Jesús lloró” (Juan 11:33, 35). La primera respuesta de Jesús nos demuestra que él no es indiferente al dolor y que, además, tiene un plan. Él sabe que está a punto de resucitar a Lázaro, que sus amigos van a estar felices por eso, y sin embargo llora porque los ama y se conmueve ante su dolor. Elena White escribió: “Tal es la compasión de Cristo que nunca se permite a sí mismo ser un espectador indiferente de cualquier sufrimiento ocasionado a sus hijos. Ni la más leve herida puede ser hecha de palabra, intención o hecho que no toque el corazón de aquel que dio su vida por la humanidad caída […]. Cuando sufre un miembro de este cuerpo, con el cual Cristo está tan misteriosamente conectado, la vibración del dolor es sentida por nuestro Salvador” (El ministerio de la
bondad, p. 26). Por eso, Jesús llora por la muerte de su amigo. Las personas que estaban presentes, viendo sus lágrimas, dijeron entonces: “El que abrió los ojos del ciego, ¿no podía haber evitado que Lázaro muriera?” (Juan 11:37). En otras palabras: Si tenía el poder para evitarlo, ¿por qué lo permitió? Jesús no discute, no se justifica. El Evangelio registra que se conmueve una vez más; y acercándose al sepulcro, lo resucita. Pero, antes de hacerlo, declara: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá. Todo el que vive y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?” (Juan 11:25, 26). Aunque Jesús se conmueve por la muerte de Lázaro y lo resucita, él sabe que esa no es la solución definitiva. Lázaro envejecerá y volverá a morir. La única respuesta definitiva ante el sufrimiento y el dolor humanos es la segunda venida de Cristo. Con sus palabras, Jesús trata de llevar la mirada de las personas hacia ese día. Al resucitar a Lázaro, espera que crean en que tiene el poder para darles vida eterna. ¿Por qué hay que esperar hasta el regreso de Jesús? La Biblia nos presenta que hay un conflicto entre dos poderes: El Reino de Dios, donde todo es paz y amor, sin sufrimiento ni dolor; y el de la muerte, donde esta domina y Satanás es quien la instiga. Lamentablemente, desde la caída de Adán y Eva, este mundo quedó bajo el dominio del enemigo de Dios. Jesús mismo lo llama “el príncipe de este mundo” (Juan 12:31; 14:30; 2 Cor. 4:4; 1 Juan 5:19). Por eso hay enfermedad, dolor y sufrimiento. Pero, no fuimos abandonados sin esperanza. La Biblia
declara que Cristo vino a este mundo, “para destruir por medio de su muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo” (Heb. 2:14). Vino a invitarnos a volver a ser parte de su reinado. Todo su mensaje, durante su ministerio público, giró en torno al Reino; sus parábolas comenzaban generalmente diciendo: “el Reino de los cielos es semejante a…” (Mat. 4:17; 13:24, 31, 44, 47; 18:1; 20:1; 22:2; 25:1, 14; Mar. 1:15; 4:26, 30). Así como Adán y Eva, viviendo bajo el Reino de Dios, eligieron libremente ser parte del gobierno del enemigo, hoy nosotros, que estamos viviendo en este mundo fragmentado por el pecado y el dolor, podemos elegir ser parte del Reino de los cielos. Desde el momento en que aceptamos a Jesús, él reina en nuestra vida y ya somos parte de su Reino. Pablo dice que ya estamos sentados con Cristo en los lugares celestiales (Efe. 2:6); Juan declara que ya tenemos la vida eterna (1 Juan 5:12, 13). Sin embargo, envejecemos, enfermamos, tenemos accidentes y morimos. ¿Por qué? Porque, aunque ya somos parte del Reino, todavía no estamos en su plena manifestación hasta que Cristo venga. Entonces, cuando su Reino se consuma, “Dios enjugará toda lágrima de los ojos […] y no habrá más muerte, ni llanto, ni clamor, ni dolor” (Apoc. 21:4). Por eso, mientras estamos en esta vida, Jesús nos invita a orar cada día diciendo: “Venga a nosotros tu Reino” (Mat. 6:10). Santiago Fornés, Lic. en Teología y capellán en el Instituto Adventista de Mar del Plata, Argentina. 47
#Curiosidatos
#plástico #ecología
¿En qué parte del mundo se produce más plástico? Según un informe de National Geographic, es en el sudeste asiático donde hoy se produce y se utiliza más plástico, hecho que está asfixiando los mares y hace peligrar los ecosistemas. En el mundo, cada minuto se compran un millón de botellas de plástico y, al año, se usan 500.000 millones de bolsas. Ocho millones de toneladas acaban en los océanos cada año, amenazando la vida marina. Unos de doscientos países se comprometen a reducir el uso de plásticos de aquí a 2030.
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#ojos #fotografía
¿Qué resolución en píxeles tiene el ojo humano? Según el Dr. Roger Clark, del Servicio Geológico de los Estados Unidos, el ojo humano captura imágenes a una resolución equivalente a 576 megapíxeles. Esto se debe a que hay alrededor de 6 millones de células sensibles a la luz (conos) en cada retina, y entre 90 y 126 millones de las células responsables de la visión (bastones). ¿Cuántos píxeles tiene la cámara de tu celular? ¿Ocho? ¿Doce? ¡No importa! ¡Tus ojos la superan ampliamente! Cuida de tus ojos y mantenlos siempre enfocados en lo bueno
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POR LA PANDEMIA, NICO YA NO PUEDE SALIR A PREDICAR...
Viñeta
¡POR ESO SE PASA EL DÍA CON LAS REDES SOCIALES! o, “Ellos, saliend en n ro predica ándolos ud ay , s e todas part que las señales palabra con ”. an ab acompañ 0
Marcos 16:2
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la
La realización de descubrir tu propósito y la capacidad de hacer feliz a alguien son el mayor incentivo para los demás. ¡Disfruta de tus logros e inspira al mundo!
pmde.educacionadventista.com
LECTURA DEVOCIONAL 2021
Sin miedo al fracaso Aunque no todos los medimos de la misma manera, los conceptos de “éxito” y “fracaso” nos importan mucho. Este año, a través de siete temáticas que recorren el año completo, el autor busca inspirarnos a confiar en Dios y en su Palabra, y a medir el éxito como él lo mide. Porque la definición de éxito que realmente importa la encontramos en él.
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