REVISTA 031

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República N.O 31

ABRIL-JUNIO, 1991

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PASADO, PRESENTE Y FUTURO DE LA ASOCIACION COLEGIAL DE ESCRITORES DE ESPAÑA

SUMARIO ALBERTI,A LPERl, BADOSA, BARBERO, BARRAL. BENITEZ. BRAVO-VI LLASANTE ,' CO L/N/l S, CO RREDOR-MATfI EOS , COZAR, DlAZ-PLAJA, DIOSDADO, PERNAN DEZ-SANTO S. PERRES , C/1LLECO, CARC IA-PAVON. CROSSO. CUERRA gARRIDO, DE CUZMAN , HER NAN DEZ.. LAFO URCA DE , LERA , LOPEZ CORCE, MARSILLACH, MERINO, MISE RA CII S, MOLLA, MONTE IW, OLMO. PALOM INO. PA NIKER. PARDO, PE lv I/ LE, IWD IVr; UEZ ACUILERA , ANZ VILLANUEVA, SA L/S/1CHS, SOL/S, SO REL. SO RIANO, SUE IRO. ZAMORA VICENTE .



de las Letras

República

REVISTA DE LA ASOCIACION COLEGIAL DE ESCRITORES N.O31 - ABRIL-JUNIO, 1991

SUMARIO EDITORIAL. 3

Raúl Guerra Garrido. Un aventurero individualista y solitario. 5 HISTORIA DE UNA ASOCIACION. 7 Andrés Sorel. 7 Ramón Hernández. 27 Juan Mollá. 29 Gregorio Gallego. ¿Qué es la ACE? 33 Eduardo de Guzmán. La libertad amenazada. 37 Angel C. de Lera. Crónica de una lucha. 40 Eduardo Galán. El teatro español en democracia. 44 Antonio Onetti. Estrenar en los noventa. 49 BIOGRAFIAS. 53 Rafael Alberti. 55 Víctor Alperi. 58 Enrique Badosa. 60 Teresa Barbero. 62 Carlos Barral. 64 Esther Benítez. 66 Carmen Bravo·Villasante. 68 Antonio Colinas. 71 Carmen Conde. 73 José Corredor·Matheos. 75 Rafael de Cózar. 77 Guillermo Díaz·Plaja. 80 Ana Diosdado. 82 Antonio Ferres. 85 Jesús Fernández Santos. 88

Director: Andrés SOREL Consejo de Dirección: Raúl GUERRA GARRIDO Isaac MONTERO Carmen BRAVO-VILLASANTE Gregorio GALLEGO J uan MOLLA Santos SANZ VILLANUEVA Confecciona: AngelPATON R e dacción y distribución: ASOCIACION COLEGIAL Sagasta, 28, 5.º - 28004 Madrid DE ESCRITORES Teléf. 446 70 47 - Fax 446 29 61

Los trabajos e informaciones publicados en REPUBLICA DE LAS LETRAS pueden ser reproducidos libremen te siempre que se cite su procedencia.


SUMARIO

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Gregorio Gallego. 90 Francisco García Pavón. 93 Raúl Guerra Garrido. 95 Ramón Hernández. 98 Alfonso Grosso. 101 Eduardo de Guzmán. 103 Agustín Lafourcade. 106 . Angel María de Lera. 108 Jacinto López Gorge. 111 Adolfo Marsillach. 114 José María Merino. 116 Pau Miserachs i Sala. 118 . Jua.Q Moll;!.. 120 Isaac Montero. 122 Lauro Olmo. 124 Angel Palorilino. 128 . Salvador Pániker. 130 J esús Pardo. 132 Meliano Peraile. 136 Cesáreo'GonzáÍez Aguilera. 138 Mercede's Salisachs. 141 Santos' Sanz' Villanúeva .. 143 , . RalliQn SalÍs. 147 '. ~~ Ai¡tdr~s SoréL14~ ,' ;, , El~na Soriano. 151 . . ,. Da~ el Sueiro. 194 ~ " Alonso Zamora Vicente. 156

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PRINCIPALES ACTOS ORG:ANlzAnOS POR LA ACE. 159 JORNADAS ANUALES ORGANIZADAS POR LA ACE y LA FÁCULTAD DE FlLOLOGIA DE LA U.C.M. 170 ACTOS ORGANIZADOS POR LA ACE CON OTRAS ENTIDADES CULTURALES. 175 RELACION DE A$PCIADOS, 181

JUNTA DIRECTIVA' DE LA A,C.E. "'! ' )",

. Presidente: Raúl GUERRA GARRIDO Vicepresidentes: Isaac MONTERO 'Elena SORIANO Secretario General : And rés SOREL Vicesecretario: Carmen BRAVQ-VILLASANTE

Tesorero: Gfegorio GAl~GO Vocales: Meliano PERAl LE Jesús PARDO

Teresa BARBERO Pau MISERACHS

Santos SANZ VILLANUEVA Jacinto LOPEZ GORGE

Consejeros: José María MERINO

Lauro OLMO Adolfo MARSILLACH

Asesor Jurídico: Juan MOLLA

Antonio COLINAS Cesáreo RODRIGUEZ AGUILERA

PRESIDENTES SECCIONES AUTONOMAS Asturias: Víctor ALPERI

Catalunya: José Luis GIMENEZ FRONTIN Traductores: Esther BENITEZ

Angel María DE LERA Jesús FERNANDEZ SANTOS

Andalucía : Rafael DE CaZAR

Autores de Teatro: Lauro OLMO SOCIOS DE HONOR Daniel SUEIRO

Francisco GARCIA PAVO N Eduardo DE GUZMAN


Editorial

l presente número de RE P UBLI CA DE LAS LETRAS quiere dar testimonio de una aventura: la de asociar a los escritores para luchar por sus derechos. Una aventura que comenzó en tiempos de Franco y que sólo a su muerte pudo concluir en el reconocimiento legal. La historia de esta Asociación Colegial de Escritores de España es la que se recoge en las siguientes páginas, una historia de la que falta su principal protagonista, Angel María de Lera, en la que otros de sus compañeros han ido quedando en el camino, pero a los que, desde estas páginas, ofrecemos nuestro testimonio de reconocimiento.

E

La Asociación quiere ser transparente, en sus fines y en las personas que han impulsado su desarrollo. Por eso, y no por otros motivos , se ofrecen las biografías de las mujeres y hombres que a lo largo de estos casi catorce años de vida impulsaron su crecimiento. Todos fueron elegidos en Asambleas y contribuyeron con su generosa y desprendida actuación a su funcionamiento. Hoy la Asociación se abre a nuevas perspectivas que igualmente se especifican en este número, al tiempo que busca una acomodación de sus Estatutos a la realidad actual , que pasa por la impulsión de las Secciones Autónomas y la descentralización de sus funciones , para que sea más viva su presencia y se cumplan mejor sus fines en todos los territorios del Estado español.


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EDITORIAL

Quiere seguir operando sobre las Leyes para igualar, al menos, a los escritores españoles con los europeos, en todo lo que a derechos se refiere. Propiedad Intelectual, Seguridad Social, participación en los beneficios que directa o indirectamente genera el libro, son fines precisos que se contemplan para el futuro inmediato de la misma. Y al tiempo continuar desarrollando una actividad cultural que contribuya al conocimiento y expansión de la literatura española, tanto en nuestro país como en todo el mundo. Esta revista, pues, no quiere sino dejar huella de una historia y abrir cauces para su profundización. Se hizo en vísperas de la Feria del Libro de Frankfurt de 1991, dedicada precisamente a España. Y se cerró en Madrid en el verano de este mismo año. ANDRESSOREL


RAÚL GUERRA GARRIDO

Un aventurero individualista y solitario os escritores oriundos de la torre de marfil no pueden comprender la existe n cia d e la s A s oci a ciones d e E scritores porque su egotismo no es creativo sino simplemente narcisista y la más mínima mácula, posibi lidad ex istente en cuanto se baja al campo de batalla, estropea la nitidez de su imagen en el agua del arroyo. El resto de los escritores, «la vida de un escritor es un continuo estado de guerra», no rehuyen el combate pues si no hay por qué luchar de qué se va a escribir. El homb re feliz no necesita ni de camisa ni de pluma. El escritor es un aventurero rabiosamente individualista en el reino de las palabras, en lo que a su propia obra se refi ere, pero que d e siempre ha sido solidario en el reino de los hechos, en la batalla por la d efen sa d e la s lib ertad es, comenzand o p or la lib ertad de expresión; y con tan dual conducta desm onta la fala cia que proviene o de la interesada turris eburnea (no molestemos al amo) o de la mal interpretación del compromiso sartriano (sometámo nos al intelectual orgánico): se debe ser individualista en la creación de la propia obra y se puede ser solidario junto con el resto de los escritores en la d efensa de las libertad es y ¿por qué no? en la de los derechos de autor. La lucha por la libertad es siempre la reivindicación de un derecho, a lo cual sólo se oponen aquellos que prefieren ceder sus derechos con tal de mantener sus privilegios. De la superación de la aparente antinomía, individualismo versus solidaridad, surge la Asociación Colegial de Escritores de España cuya aventura se narra en el presente número de R epública de las Letras. Desde diciembre de 1984 tengo el honor de ser presidente de la ACE. En esa misma fecha escribí una carta a todos los asociados cuyo texto aquí reproduzco:

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R ecién e l e gido p resi d e n te d e l a As o ci a ci ón se an est a s mi s p r im era s p alabras d e a grad ecimiento a los mie mb r os que apoyaron la candidatu r a , a l os q u e la v otaron y a todos s in exc ep c ión,

mu y es p ec ialment e de agrade c ido r e c uerdo a nue stro inolv idable An g e l María de Le ra s in e l c ual la ACE no existiría. Vamos a continuar s u labor en defens a de l a Mutualidad que por tan difíc iles circunstancias atraviesa y e n sacar adelante una Ley de la Propiedad Intelectual que recoja nuestr as le gítimas reivindicaciones, y vamos también , si las fuer zas y v ue s tro apoyo no nos fallan, a imprimir un aire más dinámico, conforme a los tiempos que cor ren, a nues t r a s nuev as act ividades. Quere mos estar pres entes con pode r d e cisorio en t odos los puntos del espectro s o c iopolítico n a cional en donde se decida algo s obre el libro español, y también queremos potencia r nuestra presencia en e l extranjero en tres direcciones básicas : Lat inoa m é ric a , Estados Unidos y Europa . Mi objetivo último es t ransformar la real y tópica frase d e Larra «En España escribir es llorar », en esta otra: «En España escribir es una profesión». Para ello, insistiré siempre, c u e nto con t odos y cada uno de vosotros. Nuestra organización i n terna sufrirá una aguda descentraliza ción a fin de que la a y uda solicitada sea una realidad más y no s e desperdici e una sola idea práctic a por c ulpa de la r u t ina burocrátic a. Que do a v u e str o ser v i c io des d e ho y mis mo.

Han pasado casi siete años, quizá demasiados pues no es mi criterio el que las personas se perpetúen en los cargos, y con independencia de los objetivos cumplidos e incumplidos m i filo sofía sig ue siend o básicamente la misma: conseguir un entramado socioeconómico y cultural que permita al escritor, al que valga y tenga intención de ello, profesionalizar su ofi cio de escribir. Porque existen aventureros individualistas y so lidari os, la a ve n t ura d e la A sociación Colegial de Escritores sig ue.


Angel María de Lera, fundador de la ACE, con los Reyes de España


DENEGADA LA INSCRIPCIÓN DE LA ASOCIACIÓN COLEGIAL DE ESCRITORES

Historia de una Asociación Andrés Sorel . ' , .1

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B.{\.JO EL fR4NQUISM9

desarr.oqan los primeros intentos para cr~ar una Asopiación de ~scritores. La lucha por.la libertad de expres,ión aparece como tarea dominante para la mayor parte de ellos. Los enfrentamientos con la censura y la propia policía represiva del Régim~n hará imposible legalizar una formación ' , que agrupe a lo,s escritores. El Congreso de ;Escritores de San Sebastián es el primer hito e~ este intento de formar una voluntad colectiva de los .c readores cuya obra se realiza en la soledad y la diferencia. El Club de Amigos 4,e la U nesco de Madrid'" dI:) gra.n vida cultural y política estos años, ofrece su 'salón de actos p'ara que en él disCfutamos los escritores esta necesidad de unión. En 1967, Angel María de Lera, que entonceS dirigía el "Mirador Literario» d¡l "ABC», publica una serie de trabajos que recogen este sentir. E l director del Instituto Nacional del Libro Español , Guillermo Díaz-Plaja, le escribe con fecha 22 de septiembre la siguiente carta:

Querido Angel María: Tu artículo de "ABC" es estupendo, como siempre. Hay que ir evidentemente a una asociación de escritores que, independientemente de los problemas económicos, constituya la entidad representativa de nuestros quehaceres profesionales. Creo que debería ser una agrupación libre, despolitizada y orientada a reunir iniciativas de tipo cultural de toda clase. Si como esperamos el INLE cuenta en breve con un buen edificio, un rincón del mismo podría albergar la secretaría. Si entiendes que ha de dársele todavía una independencia mayor, buscaríamos otra solución. Lo urgente es que nos reunamos -por ejemplo, a primeros de octubre- para constituir un pen club español, que está haciendo ya mucha falta. Un abrazo cordial,

(Del diario «EL PAIS», l-VII-77) El Ministerio de Gobernación h a denegado , la solicitud de inscripción de la Asociación Colegial de Escr.itores" que ¡Jreconiza y preside Angel María de Lera, Según la 'Dota· que l a ,iasoc iaci ón aeab¡¡. dEl hacer ,p,ú blica, la resolución del Ministerio de 'ra Gobérn~ción se basa en 'que esta ' as'ociación constituye un colegio profesion¡¡.l .o ,u n' si,ndica to de tr:abajadores por cuenta ajena y sometidos a legisli ción lahoral. A la objeción, la asociación h a contestado con p.n recurso de repqsición e n e l que se estima que los escritores no son trabaj a dores por cuenta ajena (y no están, por tanto, .someti do s a legislación Jílboral) ni se puede i:on~iderar su asociaci6n como un colegio profesional, pues para los colegios es nece's ario un , título académico que no es ni necesario ni s uficiente para ser escritor. El recurso de la asociación -según la Il'\encionada nota- aña d e que l a disposición 'denegatoria supone un a discriminación intolerable para con los escritores y que , además , está en contradicción con e l espíritu d e lib ertad d e asociación propio de la democracia, y puntualiza que se basa en leyes y disposiciones franquistas , en vías de desaparición, como son e l Fuero de los Españoles, la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento y la Ley Sindical.


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ANDRÉS SOREL

Durante un tiempo continúan las reuniones que se enfrentan cada vez más a las dificu-lta-d-es-poHtica-s de-l Régimen , que desconfía absolutamente de todo lo que suene a libertad y a asociación , máxime si éstas son preconizadas por escritores , considerados en su mayor parte enemigos consustanciales del franquismo . Lera sigue luchando en uno y otro frente -el de la oposición y el del propio Régimen- por crear una Mutualidad de Escritores y una Casa del Escritor, realizando diversos intentos con autoridades y entidades privadas .

n LA PRIMERA ASOCIACIÓN

EllO de noviembre de 1976 se constituye de forma provisional la Asociación de Escritores. Recogemos información dada el 11 de noviembre de dicho año en el vespertino «Informaciones»:

Ayer quedó constituida en Madrid la Asociación de Escritores, cuyo olijetivo es "fomentar la vida intelectual y la acción de extensión cultural en España», así como "defender la dignidad social que corresponde a sus asociados, ampararlos en el ejercicio de sus funciones, defenderlos con arreglo a los derechos que les reconozcan las leyes y propugnar las reivindicaciones derivadas de su actividad profesional». La Junta directiva provisional está compuesta por don Angel María de Lera, presidente; don FranCisco García Pavón, vicepresidente; don Gregario Gallego, secretario; don Ramón Hernández, tesorero, y como vocales: don Angel Palomino, don Daniel Sueiro, don Agustín Lafourcade, don Eduardo de Guzmán, don Ramón Salís y don Juan Mollá. La Asociación, provisionalmente, tiene su domicilio social en Santiago Rusiñol, 8, Madrid-3, donde los escritores que lo deseen pueden enviar sus adhesiones. Gregario Gallego, secretario de la Asociación, considera que todavía es pronto para hablar de cómo se va a llevar a cabo lo que propugnan los estatutos. Sobre esta cuestión, ha señalado a "INFORMACIONES»: "En primer lugar, la Asociación ha sido constituida formalmente. Hemos dado el primer paso. Cuando haya un importante número de escritores asociados convocaremos una asamblea, de donde saldrá el plan de trabajo. Mientras tanto, es prematuro hablar de esto. Según los medios con que cuente la Asociación, se podrá intentar solucionar algunos de los muchos males que aquejan a nuestra cultura. Y esto es trabajo que nos compete a nosotros los escritores y no a los editores, que van siempre en busca del negocio. » ¿Es posible reunir a escritores que siempre han tenido fama de individualistas ? "Reconozco que los escritores somos gente nómada, no aficionados a encuadrarse. Unos están muy bien situados. Otros di sfrutan de ricas prebendas. En otros predomina la atonía. Con todo, creo que habrá un número suficiente de escritores que se darán cuenta de que la fun ción social del escritor en la sociedad es tan importante como su trabajo creador o de investigación. En la sociedad moderna ninguna colectividad debe rehuír la colaboración. Nuestras vedettes, nuestras lumbreras, seguirán con su política, pues les va muy bien. Pero éstos no son los únicos. Hay escritores que trabajan en fav or de sus semejantes. Hacia éstos se dirige la Asociación.»


HISTORIA DE UNA ASOCIACIÓN

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ID LA ACTUAL ACE

31 de marzo de 1978. Se celebra la Asamblea constitutiva de la Asociación Colegial de Escritores de España. De su acta fundacional estresacamos los siguientes puntos:

A las once y cuarto de la mañana del viernes 31 de marzo de 1978, en el salón de actos del Instituto Nacional del Libro Español y con asistencia de ochenta de sus afiliados, da comienzo la primera asamblea --extraordinaria y constituyente- de la Asociación Colegial de Escritores. Ocupan la mesa presidencial los miembros de la Comisión Provisional gestora de la entidad, en nombre de los cuales su presidente, Angel María de Lera, explica los trabajos realizados hasta este momento. Tras señalar que la Asociación Colegial de Escritores se propone la defensa de los intereses morales y materiales de una profesión que, a diferencia de todas las demás, ha estado y continúa estando desunida y desamparada, precisa que la Asociación trató de constituirse hace más de diez años --en 1967, concretamente- y no fue autorizada por los organismos oficiales de la administración; que en 1975, cuando la situación política había experimentado cierta modificación, lo intentó nuevamente y por dos veces le fueron rechazados sus estatutos, alegando que deberíamos p ertenecer a la organización sindical verticalista, condición que, naturalmente, no aceptamos. Sólo en 1977, una vez disuelta la OS y sustituida por una AISS -que nadie sabe lo que es- fuimos legalizados y pudimos comenzar a actuar. Se procede seguidamente a la designación de la mesa que ha de presidir la votación quedando integrada por un presidente -Díaz-Plaja- y cuatro secretarios -Sorel, Gallego, R . Hernández y Castro-o En la votación participan en total 78 asociados y tras verificarse el correspondiente escrutinio, se anuncian los resultados. Son los siguientes: Presidente, Angel María de L era, con 74 votos; vicepresidente, Francisco García Pav'ón, con 68 sufragios y Guillermo Díaz-Plaja, con 66; secretario, Eduardo de Guzmán, con 72; tesorero, Ramón Hernández, con 75, y vocales, Carmen Conde, con 68; Antonio Ferres, con 34; Alfonso Grosso, con 46; Agustín Lafourcade, con 59; Juan Mollá, con 67 y Andrés Sorel, con 73. También obtuvieron votos: 7, Angel Palomino para vocal de Letras, pese a retirar su candidatura y pedir que quienes pensaran votarle lo hicieran por Carmen Conde; 18 votos Gregario Gallego y Salustiano Masó, para vocales de Filosofía; 27, Daniel Sueiro, para vocal de Historia, y 11 Francisco García Ruescas, para la vocalía de Ciencias. 15 de mayo de 1978. Se crea el Boletín Informativo de la ACE. En su primer número, un editorial que firma Andrés Sorel dice, entre otras cosas: «En el presente número de la Asociación Colegial de Escritores damos fe de vida. Nuestros fines aparecen sumariamente establecidos. El resumen de lo que fue Primera Asamblea Constituyente, da idea no sólo del desarrollo democrático de la misma, sino del camino que de cara a un futuro inmediato pensamos seguir ... ... La Asociación es absolutamente independiente de partidos o grupos políticos. Su fin es, como se indica en los estatutos, la defensa material y moral del escritor. De ahí que junto a los derechos específicos del mismo en la industria cultural defienda una absoluta e imprescindible libertad de expresión, consustancial para todo escritor en cualquier circunstancia histórica ... .. .Esperamos la colaboración de todos. Vivimos tiempos nuevos . Hora es de salir de la marginación, aislamiento, desunión en que hasta ahora nos habíamos o nos habían


Angel MarĂ­a de Lera fue el principal impulsor de la ACE. En estas fotografĂ­as aparece junto a los escritores Alberti y Borges.


HISTORIA DE UNA ASOCIACIÓN

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enclaustrado. También nuestra voz es necesaria para la Espafta democrática que todos ambicionamos .» La ACE se domicilia en una pequeña oficina que le' cede el INLE y queda conformada en su primera Junta Directiva de la siguiente forma : Presidente : Angel María de Lera. Vicepresidentes: Guillermo Díaz-Plaja, Barcelona; Francisco García-Pavón, Madrid . Secretario: Eduardo de Guzmán. Tesorero: Ramón Hernández . Vocales: Carmen Conde , Antonio Ferres, Alfonso Grosso, Agustín Lafourcade. Régimen Interior: Juan Mollá. Relaciones: Andrés Sorel. Define sus objetivos y fines con unos puntos mínimos que son dados a conocer a todos los escritores y que reproducimos a continuación: a ) Fomentar la vida intelectual y la acción de extensión cultural en España. b ) Defender la dignidad social que corresponda a sus asociados , ampararlos en el ejercicio de sus funciones, defenderlos asimismo con arreglo a los derechos que les reconozcan las leyes y propugnar las revindicaciones derivadas de su actividad profesional. c) Representar a los escritores en todos aquellos organismos oficiales cuyas decisiones afectan a los derechos morales y económicos de los escritores, especialmente en el Instituto Nacional del Libro Español. d) Redactar los dictámenes e informes que les sean solicitados o encomendados por el Estado y entidades públicas o privadas. e) Realizar los fines benéficos y de previsión social a través de la Mutualidad Laboral de Escritores de Libros. f) Establecer y mantener relaciones de solidaridad y cooperación con todas las entidades análogas, tanto nacionales como extranjeras. g) Vigilar el cumplimiento de las normas y los acuerdos a que deberán someterse sus asociados y ejercitar las demás funciones que le sean confiadas por disposición de la Ley o por delega- . ción de las autoridades administrativas o académicas. 1) Redactar, de acuerdo con los editores, un contrato de edición tipo, en el que queden explícitamente las partes contratantes, de acuerdo con la Ley del Libro. 2) Participar en la comisión que estudie y prepare el proyecto de Reglamento de la Ley del Libro, donde se han de definir, entre otros extremos de máxima importancia para los escritores, el sistema oficial de control de ediciones y el modo de protección especial del Estado a los Libros de autores españoles. 3) Formar parte de todos aquellos organismos oficiales, patronatos o consejos, de carácter cultural, que existen actualmente o que puedan crearse en el futuro. 4) Llegar a un entendimiento con los organismos superiores de radio y televisión españolas a los efectos de conseguir una más amplia participación de obras de autores españoles en los espacios destinados a la difusión y representación de obras literarias. 5) Establecer un mínimo de honorarios por conferencias, prólogos e intervenciones de los escritores en los programas de radio y televisión. 6 ) Entrar a formar parte del IN LE (Instituto Nacional del Libro Español) en paridad con los demás gremios -editores, libreros , distribuidores y gráficos- en él integrados. 7) Crear un fondo de subvenciones para los siguientes fines: a) Seguridad Social para todos los escritores que careciesen de ella. b) Sostenimiento de una asesoría jurídica. c) Ayuda a los escritores en forma de préstamos para obras de investigación y creación, becas, bolsas de viaje, premios, subsidios y mejora de pensiones, en las condiciones, términos y cuantía que se estableciesen reglamentariamente. d) Actos culturales y congresos. e) Edición de un boletín para mantener una comunicación constante entre todos los escritores españoles, con la Universidad, con centros culturales y asociaciones profesionales españoles o extranjeros.


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ANDRÉS SOREL IV LASSECCIONESAUTÓNO~

Para desarrollar y potenciar la ACE en los distintos territorios del Estado español se crean las Secciones Autónomas, que permiten un mayor grado de independencia y la organización de su propia vida asociativa y sus actos culturales. Cierto es que unas tendrán más vida que otras, pero el espíritu y la finalidad que desde la Junta Directiva anima a su funcionamiento es el mismo. El 17 de junio de 1980 se celebran las elecciones para la Junta Rectora de la Sección Autónoma de Cataluña con el siguiente resultado: Presidente: Joaquín Marco, y para otros cargos los siguientes escritores: José Luis Giménez Frontín, Carlos Barral , Josep María Carandell, Salvador Pániker, Enrique Badosa, Carlos de Arce y Rodolfo Vinacua. En abril de 1981 se forma la Sección Autónoma de Asturias cuya presidencia recae en : Víctor Alperi. Por último en Sevilla, el 3 de abril de 1987, se celebran en la Fundación Antonio Machado, y bajo la presidencia de Pedro Piñero, presidente de la misma, elecciones a la Junta Directiva de la ACE en Andalucía. Cuenta ésta con 91 asociados de los que votan 42, siendo elegido presidente Rafael de Cózar y para otros cargos José Antonio Fortes, Jesús Díaz , Antonio Zoido, Fernando Alvarez Palacios, José Baena, Juan Linares y Joaquín Márquez . En noviembre de 1983 se crea la Sección Autónoma de Traductores cuya presidencia recae en Esther Benítez. A la hora de definir sus objetivos la propia Esther Benítez y Clara Janés en su trabajo "Los Traductores se integran en la ACE» dice: La existencia - ya real desde el día 16 de noviembre de una Sección Autónoma de Traductores de Libros dentro de la ACE, supone el logro de una aspiración legítima por parte de todos los que ejercemos este oficio, a saber, el reconocimiento del valor de creación que tiene nuestro trabajo. Si en otro? lugares, como Suecia o los países del Este, hace tiempo los traductores se integraron con naturalidad en las asociaciones de escritores, en España no se ha logrado hasta ahora, y ha sucedido, sin duda alguna, gracias a que actualmente, tras una lucha incesante por parte de la Asociación Profesional Española de Traductores e Intérpretes, empieza a valorarse la labor de traducción. En los países mencionados es tradicional considerar al que ejerce este oficio como mediador de importancia: en sus manos está la cultura, lo que los otros pueblos recibirán de la suya, lo que del extranjero vendrá a engrosar el propio caudal. Por otra parte la pluralidad de idiomas que con frecuencia conviven en un mismo país constituye un estímulo, pues pone en evidencia riquezas diversas y hace que se multipliquen al verterse entre sí. En España fue precisamente en un momento en que convivían tres culturas -la musulmana, la cristiana y la judía- cuando se creó la Escuela de Traductores de Toledo cuya labor dejó profunda huella en Europa. Subrayemos por último que el 23 de abril de 1990 se forma como sección autónoma de la ACE la Asociación de Autores de Teatro, que elige la siguiente Junta: Presidente de Honor: Antonio Buero Vallejo. Presidente Ejecutivo: Lauro Olmo. Vocales: Fermín Cabal, Ana Diosdado, Jesús Campos, Domingo Miras, Eduardo Ladrón de Guevara. Tesorero: Manuel GÓmez . Secretario General: Alberto Miralles. Buero Vallejo escribe el siguiente texto: Acaba de constituirse la Asociación de Autores de Teatro en el seno de la Asociación Colegial de Escritores, con lo que se aprueba, al menos, que el autor teatral no es, según se insinúa a menudo, figura extinguida. Y ello trae consigo, con suficiente evidencia, que tampoco el texto dramático es forma extinguida. Pues ¿qué haríamos los autores de teatro sino textos para el teatro? Concebirlos, perfilarlos, ensayarlos, incluso dirigirlos o interpretarlos a veces; convertirlos, cuando a tanto llega el talento, en hitos luminosos de la literatura además de serlo de la escena, son tareas propias de los autores, por muy propias que sean también muchas de ellas, de los respectivos especialistas. Pero el texto representable, pilar esencial de la compleja realidad escénica, sigue corriendo a cargo de los a utores vivos, los cuales deben reafirmar su presencia frente a los intentos de minimizarlos y arbitrar las solidarias defensas a que les fuerza


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la crisis general del teatro y de la cultura. Para ello, la AAT refresca de nuevo en los autores tenaces esperanzas. Desde la Presidencia de Honor que han querido otorgarme y para la que no me atrevo a exhibir otro título que el de una pugna personal de cuarenta años largos, yo saludo a todos y deseo a la recién nacida Asociación los fructíferos logros que, en bien del teatro, merecen aquellos que saben escribirlo.

V EVOLUCIÓN DE LA ACE

18 de diciembre de 1980. En el Círculo de Bellas Artes se celebra una Asamblea General extraordinaria que aprueba la elaboración de unos nuevos estatutos. Con tal motivo dimite la Junta Directiva eligiéndose una nueva, cuya presidencia sigue ostentando Angel María de Lera. Ante la nueva Ley de Propiedad Intelectual que se anuncia y para contrarrestar la influencia de los editores en la misma y luchar por una mayor presencia de los derechos .d el escritor en su articulado, se solicita una entrevista al Ministro de Cultura, cargo que detenta entonces el socialista Javier Solana. Por parte de la ACE asisten Angel María de Lera, Francisco García Pavón, Ramón Hernández, Andrés Sorel, Juan Mollá, Raúl Guerra Garrido y Angel García Ronda. La ACE obtiene la promesa de que estará representada en la Comisión que elabore la nueva Ley de Propiedad Intelectual.

Miembros de la ACE: Lera, García Pavón, Ramón Hernández, Guerra Garrido, A. Sorel, con Javier Solana, Ministro de Cultura


Lera hasta su muerte, tan sentida en la ACE, sigui贸 luchando en defensa de los derechos del escritor. En la fotograf铆a superior, aparece en un encuentro con Tierno Galv谩n. En la inferior, en el homenaje que se le tribut贸 en el Casino de Madrid


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El 23 de julio de 1984 muere el gran impulsor de la ACE Angel María de Lera, asumiendo interinamente la presidencia Ramón Hernández. El 8 de noviembre y aduciendo motivos de índole personal dimite éste, designándose Presidente en funciones a Esther Benítez, que desempeñará el cargo hasta el día 17 de diciembre de 1984. La Junta acuerda con fecha 13 de noviembre de 1984 agradecer a Ramón Hernández su valiosa y constante aportación a la ACE, desde su fundación y a través de los cargos directivos de Secretario, Tesorero, Secretario General y presidente en funciones que ha . venido desempeñando hasta dicha fecha . El nuevo Presidente elegido en diciembre de 1984 es Raúl Guerra Garrido. Una de las prestaciones fundamentales que la ACE crea es la del Servicio Jurídico, cuya organización queda en 1985 estructurada de la siguiente forma: En cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 26 .2 de los Estatutos de la ACE y de los Acuerdos tomados por Asamblea General y Junta Directiva, se organiza la Asesoría Jurídica de acuerdo con las siguientes normas: . 1.º El Asesor Jurídico elegido por los asociados como Vocal de la Junta Directiva y miembro de su Comisión Ejecutiva Permanente; dirigirá la Asesoría Jurídica de la Asociación; informará a la Junta Directiva y a la Comisión Ejecutiva Permanente sobre las cuestiones que se someten a su dictamen; redactará los documentos, propuestas, normativas y comunicaciones que incidan en la órbita jurídica; asistirá en nombre de la Asociación a cuantas reuniones puedan afectar al Derecho de Autor y realizará las gestiones propias de su especialidad. 2.ª Bajo su dirección funcionará un Consultorio Jurídico, gratuito para los socios, cuyo servicio estará a cargo de un Abogado en ejercicio que evacuará consultas en la sede de la Asociación, un día a la semana, de 5 a 8 de la tarde. 3.ª Este servicio jurídico dará derecho a todos los socios, que estén al corriente en el pago de sus cuotas, a acudir a dicho consultorio, o dirigirse a él por correspondencia o por teléfono, para solicitar asesoramiento en todas las cuestiones propias de la profesión de escritor, así como a obtener la intervención del Letrado encargado del Consultorio en gestiones amistosas con editoriales o con autores, para conseguir soluciones extrajudiciales. 4.ª Cuando un socio decida ejercitar una acción judicial estarán a su cargo las costas, incluso las propias de los honorarios del Letrado, aunque puedan ser recuperadas las sumas en cuestión, si la parte adversa es condenada en costas y las abona. 5.ª En las reclamaciones de un socio contra otro socio la Asesoría Jurídica actuará como amigable componedor o árbitro en su caso. 6.ª El Asesor Jurídico Vocal de la Junta Directiva no percibe remuneración alguna por sus funciones como tal. 7.ª El Letrado encargado del Consultorio y Servicios Jurídicos percibirá una asignación mensual por su asesoramiento, cartas y gestiones extrajudiciales para defender los derechos de los asociados.


ANDRÉS SOREL

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CONGRESOS EN ESPAÑA 1.er Congreso

Hasta el momento cuatro han sido los Congresos de Escritores celebrados por nuestra Asociación. El primero tuvo lugar en la ciudad de Almería entre los días 16 y 19 de febrero de 1979.

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Participaron en el Congreso 167 escritores y las ponencias se agruparon en los siguientes temas: A) Problemática del escritor joven y la nueva creación. B) Literatura y sociedad. C) Didáctica y enseñanza de la literatura. La crítica literaria. D) Sobre asociacionismo y problemática profesional del escritor. Hubo resoluciones sobre el derecho de autor y el Dominio Público, defensa del libro y del autor español, defensa de la libertad de expresión, sobre la problemática del escritor joven, sobre la enseñanza en sus distintos niveles y otras de diversa índole. Tanto las ponencias como las resoluciones fueron publicadas en 1979 en un libro.


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RELACIÓN DE ESCRITORES INSCRITOS AL I CONGRESO DE ESCRITORES DE ESPAÑA l. Antonio Martínez Menchén. 2. Francisco García Pavón. 3. Angel María de Lera. 4. Alfonso Grosso. 5. Andrés Sorel. • 6. Antonio Ferres. 7. Antonio Buero Vallejo. 8. Eliseo Bayo. 9. Rafael Sánchez Segura. 10. José María Vaz de Soto. 11. Francisco Días Velázquez. 12. Antonio Rodríguez Almodóvar. 13. Pedro Piñero. 14. Rogelio Reyes Cano. 15. Rafael de Cózar. 16. Pablo del Barco. 17. Julio de la Rosa. 18. Manuel Barrios. 19. Abelardo Linares. 20. Pablo Antoñana. 2l. Ramiro Pinilla. 22. Jorge G. Aranguren. 23. Carlos Aurteneche. 24. Angel García Ronda. 25. Rafael Castellano. 26. Raúl Guerra Garrido. 27. Francisco García Ruescas. 28. José F. Marhuerda Martínez. 29. José Quintana. 30. Carlos Meneses. 3l. Antonio Fuentes. 32. José Manuel Caballero Bonald. 33. Apuleyo Soto. 34. Eduardo Tijeras. 35. Joaquín Marco. 36. Ramón Hernández. 37. Juan Mollá. 38. Julia García Héctor. 39. Agustín Lafourcade. 40. Eduardo de Guzmán. 4l. Celso Emilio Ferreiro. 42. Fernando Millán. 43. Dolores Medio. 44. Carlos M. Rama. 45. Francisco Vélez Nieto. 46. Fernando Alvarez Palacios. 47. María Luisa Sanz. 48. José Luis Fernández Trujillos. 49. Manuel Urbano. 50. Jesús Fernández Palacios. 5l. Fernando Vizcaíno Casas. 52. Xavier Benguerel.

53. 54. 55. 56. 57. 58. 59. 60. 6l. 62. 63. 64. 65. 66. 67. 68. 69. 70. 71. 72. 73. 74. 75. 76.

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78. 79. 80. 8l. 82. 83. 84. 85. 86. 87. 88. 89. 90. 9l. 92. 93. 94. 95. 96. 97. 98. 99. 100. 10l. 102. 103. 104. 105. 106. 107. 108. 109.

José María Bernáldez. Enrique Cerdán Tato. José Luis Cancho. Germán Sánchez Espeso. Ramón Carnicero Antonio Gamoneda. Carmen de Villalobos. Carlos Alvarez. José Antonio Fortes. Alvaro Salvador. Antonio Pereira. Manuel Villar Raso. Enrique Azcoaga. Manuel Lacarta. Pablo Corbalán. Ana Pérez Humanes. Enrique Domínguez Millán. Acacia Uceta. Juan Antonio Hormigón. Gregorio Gallego. Fanny Rubio. José María Varela. Mario Lacruz. Esther Zarraluki. Pedro Zarraluki. Bartolomé Nicolau. José María Carandell. José Luis Giménez Frontín. José Luis Castillo Puche. Aurora de Albornoz. Leopoldo Azancot. José Luis Cano. Félix Grande. Manuel Andújar. Carmen Conde. Antonio Beneyto. Lauro Olmo. Jesús Izcaray. Livia Castillo. Rosa María Pereda. Marcos Ricardo Bamatán. Alfonso Sastre. José Luis Abellán. Víctor Alperi. Jesús Torbado. Miguel Veyrat. Julio Vélez. David Viñas. Emilio Romero. Mercedes Salisachs. Miguel Rubio. Guillermo Díaz Plaja. J. Gerardo Manrique de Lara. Rafael Flórez. Carmen Bravo Villasante. Teresa Barbero. Joaquín Fernández.

110. l1l. 112. 113. 114. 115. 116. 117. 118. 119. 120. 12l. 122. 123. 124. 125. 126. 127. 128. 129. 130. 13l. 132. 133. 134. 135. 136. 137. 138. 139. 140. 14l. 142. 143. 144. 145. 146. 147. 148. 149. 150. 15l. 152. 153. 154. 155. 156. 157. 158. 159. 160. 16l. 162. 163. 164. 165. 166. 167.

José Gutiérrez Ravé. Isabel Ibáñez Losada. Manuel Lozano. Pilar López Cárdenas. Marta Portal. María Luisa Martínez Abad. Manuel Olmedo. José López Martínez. Fernando Ortiz. Alonso Zamora Vicente. Francisco Ayala. José Ramón Ripoll. José Olivares Rodríguez. Juan A. de Zunzunegui. Félix Maraña. José Artigas. Julio López. José Antonio Vizcaíno. Julio Rodríguez Puértolas. Orlando Hernández. Josep M. Llompart. Jaume Fuster. Josep Piera. Oriol Py de Cabanyes. AlexBroch. María Antonia Olivero Josep María Castellet. Pureza Canelo. Daniel Sueiro. Claudio Rodríguez. Diego Jesús Jiménez. Sebastián Bautista de la Torre. Lourdes Ortiz. Aquilino Duque. Daniel Moyano. Eduardo Galeano. Justo Jorge Padrón. Rafael Borrás. E . Fernández Bonilla. Adelaida las Santas. Pilar Enciso. Manuel Mur Oti. José María Prieto. Angel M.OOrtiz Alfau. Carlos de Arce. José Infante. Guillermo Pascual. Gregorio Cerrillo. Jacinto López Gorge. Manuel Estevan. Antonio Blanch. Víctor Claudín. Francisco López Barrios. Dámaso Santos. Julio Ollero. Antonio Gracia. Laureano Albán. Josep Sarret.


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ANDRÉS SOREL

2.!! Congreso

El Segundo Congreso de Escritores de España se celebró en la ciudad de Sigüenza del 12 al 15 de noviembre de 1981. Participaron 100 escritores y se debatieron 42 ponencias. El Congreso rechazó por unanimidad el borrador o texto del anteproyecto de nueva Ley de Propiedad Intelectual del Ministerio de Cultura y ofreció una alternativa básica a dicha ley con unos principios fundamentales que dominaban aspectos como el del Dominio Público, el Contrato de Edición General, el Control de Tirada, etc. De hecho a raíz del Congreso el Ministerio retiró el anteproyecto que había trascendido a la prensa y en la nueva comisión se integró el asesor jurídico de la ACE, Juan Mol1á. 3. er Congreso

El Tercer Congreso de Escritores de España se celebró en Madrid del 29 de noviembre al 1 de diciembre de 1985 bajo el lema de: «Escribir: vocación y profesión». Asistieron 100 escritores y delegados de Chile, Suecia, Francia, Polonia, URSS, República Federal Alemana, Portugal, Italia y representantes de las asociaciones de escritores en lengua catalana, gallega y en euskera. Por parte del Ministerio de Cultura el Director General del Libro, Juari Manuel Velasco, y el que ocupaba entonces el Centro de las Letras Españolas, Francisco Rico. Los temas debatidos se refirieron a: La nueva Ley de Propiedad Intelectual, el escritor y el asociacionismo, el escritor y sus derechos, el escritor y las instituciones políticas y profesionales y el escritor y los medios de comunicación.

Componentes de la mesa «El escritor y los medios de comunicación»: Gregorio Bartolomé, Manuel Hidalgo, Antonio Núñez, Manuel Andújar, Andrés Sorel, Jesús Pardo, Robert Saladrigas, Meliano Peraile, Rafael Conte, Andrés Aberasturi y J. L. Giménez Frontín


Julio Caro Baroja se dirige a los congresistas

En los pasillos, sigue el Congreso ...


Carlos Barral, Luis Romero, Lafourcade, Frontín, en uno de los debates

Francisco Ayala, Adelaida las Santas durante una exposición

Andújar y Montero, antes de íntervenir


HISTORIA DE UNA ASOCIACIÓN

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Juan Manuel Velasco Rami, Director General del Libro y Bibliotecas, prestó un indudable apoyo a la realización de nuestro IV Congreso. Junto con el Director del Centro de las Letras, Jesús Moreno, se comprometió a buscar salida a los problemas sociales de los escritores 4. 2 Congreso

Digamos por último que del 29 de noviembre al 2 de diciembre de 1990 se celebró en Madrid el IV Congreso de Escritores de España bajo el lema: «El Escritor: su estatuto social en el desarrollo de la cultura". Se inauguró el jueves 29 de noviembre, con asistencia de un centenar de escritores -algunos más se incorporarían en días sucesivos- y presencia de representantes del Ministerio de Cultura: el Director General del Libro y Bibliotecas, Juan Manuel Velasco , el Director del Centro de las Letras Españolas, Jesús Moreno, Adolfo García Ortega de la Dirección General del Libro. Por parte de la Secretaría General Técnica participaría Esteban de la Puente. En cuanto al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social intervendría Rogelio Cabezalí Corrales, Subdirector General de Recursos Económicos de la Tesorería General de la Seguridad Social. En el debate sobre la Competencia de las Comunidades Autónomas en el desarrollo y aplicación reglamentarias de la Ley de Propiedad Intelectual, intervinieron: Carmen Pérez Alfonso, Asesora Jurídica de Fomento y Promoción Cultural de la Junta de Andalucía. Xavier Senín Fernández, Subdirector General de Cultura de la Xunta de Galicia. Magdalena Vinet Gener, Jefe de Servicio de Bibliotecas y del Libro de la Comunidad Autónoma de Madrid. Guillem-Jordi Graells, de la Junta de Gobierno de la Institució de les Lletres Catalanes por la Generalitat de Cataluña. Eduardo Calvo Cabello, del Ministerio de Cultura.


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ANDRÉS SOREL

Se celebraron seis debates generales con amplios coloquios en los que participaron casi todos los Congresistas. Un número especial de «República de las Letras» publicó tanto las ponencias como las resoluciones del Congreso. Dada la importancia de la resolución referida al Fondo Social de Ayuda a los Escritores, la recogemos en este informe.

VII FONDO SOCIAL DE APOYO A LOS ESCRITORES

Fines: a ) Pago de las cuotas de la Seguridad Social a aquellos escritores que carezcan de recursos. b) Pago de un complemento a aquellos escritores que no dispongan de otros recurso¡: que la prestación mínima de la Seguridad Social. c)Apoyo en caso de enfermedad a los escritores sin recursos propios. d) Mantenimiento de una Casa del Escritor que facilite la creación literaria y los contactos entre escritores. e) Ayudas a la creación literaria y a la programación de actividades culturales. Recursos: a ) Fondos obtenidos por la parte proporcional del «canon» de reprografía a través de las correspondientes Sociedades de Gestión de Derechos. b) Fondos obtenidos por la remuneración de los préstamos públicos en bibliotecas. c) Una cantidad anual pactada con la Federación de Gremios de Editores de España por la utilización de obras de dominio público. d) Cualquier otro fondo proveniente de entidades, privadas o públicas, o de personas físicas. Estudio y asignación de las ayudas: Una comisión tripartita formada por la Asociación Colegial de Escritores, la Federación de Gremios de Editores y el Ministerio de Cultura quedaría encargada de decidir sobre la concesión de las ayudas. Gestiones a realizar para la puesta en pie del «Fondo»: La Junta Directiva de la ACE gestionará ante los organismos públicos e instituciones privadas todo aquello que facilite la puesta en pie del Fondo. Muy especialmente esas gestiones se orientarán: * Con el Ministerio de Cultura: para el urgente desarrollo de una normativa sobre el canon de préstamo público en bibliotecas y la activación del cobro del «canon» por reprografía. * Con la Federación de Gremios de Editores: para estudiar y establecer una cantidad anual por el uso de obras en dominio público. * Con los partidos políticos e instituciones públicas y privadas: para informarles sobre la creación de este «Fondo Social" y demandar su apoyo a las me~das pertinentes.


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vm OTRAS REUNIONES

En octubre de 1983 se celebró el 1 Encuentro Hispano-Israelí de Escritores. Tuvo lugar en los Recintos Feriales de la Casa de Campo de Madrid, asistieron por parte israelí: JACOB BESER, Director del Semanario Literario «Diario 77»; UZI CHAVIT, Poeta, Jefe del Departamento de Literatura Hebrea de la Universidad Hebrea de Jerusalem; MOSHE DOR, Poeta y editor del Suplemento literario del vespertino «Maariv»; AVIVA DORON, profesora de Literatura Hebrea de la Universidad de Tel-Aviv; SHAMAI GOLAN, Escritor y Presidente de la Asociación de Escritores de Israel; GABRIEL MOKET, Editor de la revista literaria «Ajohav»; ASHER RAICH, Escritor, Poeta y editor de la Revista Literaria «Mosnaim»; HAIM RESAJ Redactor Adjunto de la Revista «Masnaim»; ISAR SMILANKY Escritor y Profesor en las Universidades de Tel-Aviv y Jerusalem; ODED SVERDLIK. Poeta y Traductor literario; EREZ VITON, Director de la Revista «Hapirion» y los escritores españoles: LEOPOLDO AZANCOT; ANTONIO BUERO VALLEJO; CARMEN CONDE; ANA DIOSDADO; JESUS FERNANDEZ SANTOS; GREGORIO GALLEGO; JOSE GARCIA NIETO; FRANCISCO GARCIA PAVON; RAMON HERNANDEZ; ANGEL MARIA DE LERA; JUAN MOLLA; ANDRES SOREL y ANTONIO TOVAR.

En 1987 Y coincidiendo con el V Salón del Libro la ACE organizó juntamente con el Instituto Británico y la Federación de Gremios de Editores de España, el ,,1 Encuentro de Escritores Españoles y Británicos de Novela Policíaca» en el que participaron los siguientes autores:

Por parte británica: - P. D. James - David Serafin - Julian Symons - James Melville - H. R. Keating

Por parte española: - Javier Coma - Juan Madrid - Andreu Martín - Ferrán Torrent - J ulián Ibáñez -Juan Tebar - Raúl Guerra Garrido - Manuel Vázquez Montalbán

Para debatir los temas: La literatura en los Estados de pluralidad de lenguas y las influencias y cooperación entre la literatura soviética y española, se celebró el 1 Encuentro de Escritores entre la Unión Soviética y España.


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ANDRÉS SOREL

Por parte de la URSS intervinieron los siguientes escritores: Sr. SUROTSEVYUfU IVANOVICH: Crítico. Historiador Literario. Sr. ZAMOISKIY LOLIY PETROVICH: Corresponsal de «Literaturnaya Gazeta» en España, Italia, Francia, Autor de Ensayos críticos. Sra. SINIANSKAYA LYUDMILA PETROVNA: Traductora Literaria. Sr. KOZMIN MATISLAV BORISOVICH: Redactor principal del órgano teórico de la Unión de Escritores de la URSS. «Las cuestiones de la literatura». Sr. ABASHIDZE IRAKZLIY BISSARINOVIH: Poeta. Miembro del Presidium de la Academia de Ciencias de Georgia. Sr. VLADIMIR S. TURMARKIN: Representante de la Sociedad de Derechos de Autor de la URSS en España. En noviembre de 1988 y bajo el enunciado de: «La Literatura en los países de pluralidad de lengua», tuvo lugar el 1 Encuentro de Escritores de Finlandia y España. Por parte de Finlandia participaron: - CLAS ZILLIACUS, Profesor de Literatura en la Universidad de Turku. - JOHAN BARGUM. Ha escrito relatos, novelas, obras de teatro y textos para cabaret. - ANJA HARVILAHTI, especializada en literatura y asuntos culturales. - MARJA-LEENA RAUTAUN, Secretaria General del Centro de Información de la Literatura Finlandesa. - URSULA OJANEN, Lectora de Lengua y Literatura finlandesas en la UAM.

Subrayemos por último que en febrero de 1989 se celebró en Sevilla el Congreso de Escritores Españoles e Hispanoamericanos con el siguiente temario: A) Influencias de las culturas y de las literaturas españolas en América. B) Influencias de la cultura de los pueblos americanos en España. C) Presente y futuro del idioma castellano en los distintos pueblos que lo utilizan, incluidos los Estados Unidos, Filipinas, Guinea Ecuatorial y Sáhara. Junto a un centenar de escritores españoles participaron autores de: Argentina, Bolivia, Cuba, Chile, Ecuador, Perú, Paraguay, M;éxico, Uruguay y Venezuela, e invitados de: Portugal, Guinea Ecuatorial y Unión Soviética.


H I STORIA D E U N A

ASOC I ACIÓN

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IX LA ACE y EUROPA

En 1984, en el mes de julio, la ACE participó en el VI Congreso de Escritores de Europa que se celebró en Londres. Y en 1987 organizó el VIII Congreso de Escritores de Europa que tuvo lugar en las ciudades de Segovia y Madrid. Desde entonces la ACE participa activamente en todas las reuniones que las Asociaciones de Escritores de Europa celebran para debatir temas como los de: Dominio Público, Modelos de Contrato de Edición, Ley de Préstamos Bibliotecarios, Defensas de las lenguas minoritarias, el IVA y el sistema de precios fijos en los libros, censura y represión sobre los escritores, etcétera. Actualmente Juan Mollá es miembro del secretariado de dicho Congreso de Escritores de Europa. Este representa colectivamente a las asociaciones de escritores y a los escritores de toda Europa y en él se encuentran representados 26 países. Labor fun damental del Congreso es proteger los derechos de autor de su s miembros y lograr una legislación común que unifique criterios a este respecto. El X Congreso de Escritores Europeos, último de los celebrados hasta el momento, ha tenido lugar en la República Federal Alemana en junio de 199 1, y ha sido el tema del Dominio Público el eje fundamental del mismo.

EL XI CONGRESO DE ESCRITORES DE EUROPA SE CELEBRARA EN ESPAÑA EN MAYO DE 1992 Dominio Público, Ley de Préstamos Bibliotecarios y Compensación por el uso de la reprografía, temas de debate Hacia una unificación de la Legislación referente al escritor en Europa


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ANDRÉS SOREL X OTROS TEMAS DE INTERÉs

La Seguridad Social Uno de los problemas fundamentales de la Asociación durante bastante tiempo fue resolver las deudas de los escritores vinculados a la Seguridad Social una vez disuelta la Mutualidad de Escritores de Libros. Reuniones con el Ministro de Trabajo, dan Joaquín Almunia, con el Secretario General de la Seguridad Social, don Luis García de BIas, y con el Director General del Régimen Jurídico de la Seguridad Social, José Antonio Panizo, se mantuvieron por parte de la ACE y de los máximos responsables del libro del Ministerio de Cultura, a lo largo de los años 1985 y 1986. En los acuerdos alcanzados, y hasta tanto se consiga por parte de la ACE un fondo social de ayuda a todos los escritores necesitados, subrayamos los siguientes resultados: . 1.º) Condonación de la deuda pendiente previo estudio de cada caso individual. 2.º) Posibilidad de darse de baja sin más condicionantes que manifestar tal voluntad. 3.º) Continuidad para los que así lo deseen en la Seguridad Social como trabajadores autónomos.

Contrato de Edición Tipo El 29 de junio de 1989 se firmó un Protocolo de Acuerdo entre la Federación de Gremios de Editores de España, la Asociación Colegial de Escritores, y la Asociació d'Escriptors en Llengua Catalana sobre modelos orientativos de contratos de edición. Dicho protocolo, que se recomienda sea tenido en cuenta a la hora de formalizar los contratos de edición, fue publicado de manera íntegra en el boletín informativo de octubre de 1989, en el que recordábamos a su vez a todos nuestros asociados, la obligación que tienen los editores de enviar un doble certificado -de ellos y del impresor- detallando el número de ejemplares de tirada de cada edición de los libros publicados.

Derechos de Autor y Rentas Irregulares En febrero de este año 1989 se aprobó igualmente por la Asamblea General de la Asociación la gestión realizada por el Presidente de la ACE cerca del Ministro de Economía y Hacienda que reproducimos: "Por la presente, y para los escritores españoles, solicito la consideración de "rentas irregulares" a los ingresos en concepto de derechos de autor que por su dilación en el tiempo así pueden considerarse, a fin de poderlos tributar a Hacienda en años consecutivos. Quedo a tu disposición para cuantas aclaraciones consideres necesarias.» Firmaba, Raúl Guerra Garrido

CEDRO Subrayamos por último el convenio firmado el 20 de marzo de 1990 entre la Asociación Colegial de Escritores y la Entidad de Gestión "Centro Español de Derechos Reprográficos» (CEDRO). Por este convenio se otorgaron a la ACE 4 Vocalías y una Vicepresidencia de la Junta Directiva de dicha entidad. Dicho convenio fue aprobado en la Asamblea General de la ACE.


ESTATUTOS DE LA ASOCIACIÓN

Historia de una Asociación

COLEGIAL DE ESCRITORES (ACE)

Ramón Hernández

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unqu, no ",ogid. l. O,damoión d, O""ho, d,l Hombre y del Ciudadano de 1789, la necesidad de asociarse y la libertad del hombre para ello nos remite a la antigüedad delos emporoi griegos y los collegia romanos, las guildas germánicas y los gremios españoles, estos últimos de compleja estructura y origen religioso, semejantes a las cofradías y con escasa o nula significación económica. No obstante, todos ellos tienen de común el ser, el entramado natural de la ciudadanía productiva, por ende, de la democracia, uno de cuyos pilares es el Sindicato. Entidad ésta en un principio destinada a servir los intereses del mundo obrero -denominación indeseable en nuestra opinión, y hoy, afortunadamente, llamada a ser un elemento fundamental para que la Sociedad en su conjunto no sea un reflejo de aquellas que propiciaron las asociaciones de beneficios mutuos, cuyos miembros eran los esclavos y libertos de la Antigua Roma. Esclavitud y libertad que, aún enmascarados con el carnaval de las palabras sustitutivas, todavía perduran en todas las sociedades de hombres y mujeres y en cualquier profesión. Así las cosas, el escritor, híbrido por autonomasia entre el forzado de la pluma y el espíritu aleve del idealista poeta -alimentado de aire-, ha venido ganándose el pan y, a veces, la inmortalidad, atado al duro banco de su creación literaria, recibiendo el parco y coyuntural salario del editor -cuando lo hay-, pluriempleándose en los más antagónicos quehaceres y viéndose burlado por los que, endémicamente, le han escamoteado siempre sus «derechos» de autor. Se ha dicho, por ello, que «escribir es llorar», al margen de la vanitas vanitatis casi siempre insatisfecha y, lo que es peor, la secular persecución de los poderes públicos, y las oligarquías que han visto en el escritor a uno de los enemigos a batir. Razones todas ellas por las que, en España, un grupo de escritores encabezados por Angel M.ª de Lera fundaron la Asociación Colegial de Escritores, después de haber dado a luz la Mutualidad de Escritores hoy integrada en la Seguridad Social-o Unos pocos colegas, arrastrados por la indomable fe y voluntad de Lera dieron vida a la ACE con el único bagaje de su inquebrantable deseo de ser, iniciando su singladura por un proceloso mar neno de arrecifes de hostilidad, insolidaridad e indiferencia. Unos, viendo en aquel proyecto, no la Ramón Hernández fue Secretario General de la ACE, entre otros cargos ostentados desde su Fundación. Intimo colaborador de Angel M.· de Lera, asumió la Presidencia, interinamente, a la muerte de éste.

CAPITULO 1 NATURALEZA Y FINES DE LA ASOCIACION

Articulo 1.0 ·Con el nombre de ASOCIACION COLEGIAL DE ESCRITORES se constituye una entidad asociativa, libre e independiente. para escritores españoles, encaminada a los fines que se enuncian en el artículo 2.2 de los presentes Estatutos. Podrán pertenecer también a la Asociación, COD los mismos derechos y deberes que los escritores españoles, los hispanoamericanos residentes en Es paña. Se señala como domicilio provisional de la Asociación el número 8 de la calle Santiago RusIDol , piso primero, en Madrid. Artículo 2. o FINES.-Son fines esenciales de la Asociación Colegial de Escritores: A) Fomentar la vida intelectual y la acción de extensión de las culturas españolas. B) Defender la ctignidad social que corresponda a sus asociados, ampararlos en el ejercicio de sus funciones, defenderlos, asimismo, con arreglo a los derechos que les reconozcan las leyes y propugnar las reivindicaciones derivadas de su actividad profesional. C) Representar a los escritores en todos aquellos organismos oficiales cuyas decisiones afectan a los derechos morales y económicos de los escritores. D) Redactar los ctictámenes e informes que le sean solicitados o encomendados por el Estado y entidades públicas o privadas. E) Defender la libertad de expresión. F) Propiciar la solución armónica de cuantas divergencias puedan surgir entre sus socios y entre éstos y las editoriales de sus obras, o la misma Asociación Colegial de Escritores, mediante la amigable composición o incluso el arbitraje. G) Realizar los fines benéficos y de previsión social a través de la Mutualidad Laboral de Escri· tores de Libros. R) Establecer y mantener rela· ciones de solidaridad y cooperación con todas las entidades análogas, tanto nacionales como extranjeras. 1) Vigilar el cumplimiento de las normas y los acuerdos a que deberán someterse sus asociados y ejercitar las demás funciones que le sean confiadas por disposición de la ley o por delegación de las autoridades administrativas o académicas.


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r CAPITULO II DE LOS SOCIOS

Artíc ulo 3. o Pod r á ser socio quien acredite la publicación de un libro , a l menos, en calidad de nutor único o en colaboración con otro u otros autores, siempre que en este último caso su a portación a la obra pueda considerarse sustanciaJ; posea la nacionalida d española o la de cualquie r pa ís hi spanoamericano. si reside en España y sea mayor de dieciocho años. A rtículo 4. o La a dmis ión de nu evos socios corres ponde 8 la Junta Directiva de la Asociación y 8 las J untas Rectoras, de acuerdo con los siguientes requisitos: A) La solicitu d se form a li za por escrito en el que se consignará : nombre y apellidos del solici· ta nte, fecha y lugar de su nacimiento, residencia, estado, y un breve res um en de su activida d como esc rito r, con ex presión de las obras publicadas. B) La solicit ud será expuesta en la ta b li ll a d e a nuncios por es pac io de OCH O DIAS , pa r a mejo r info rm ación de los socios, transcurrido el cual, la Jun ta Directiva se pronunciar á, por mayoría d e votos, y co muni ca r á s u decisión al aspirante, acompañada, en caso afirmativo, de la tarjeta de socio. Artículo 5.0 La afili ación a la Asociación Colegial de Escritores será absolu tamente libre y voluntaria. Articulo 6.o La cuota social la fij a rá la J unta Directi va, ada ptándola a las circunstancias económicas de cada momento. Articulo 7.0 DERECHOS DE LOS SOCIOS.-Los derechos de los socios son los que se exponen a continuación: 1. o A s e r d efe ndid os por la Asociación en todos aq uellos casos que lo solicitaren a los fin es del a parta do B) del a rtículo 2.0 de los presentes Estatutos y ser, asimismo, representados por ella medi ante acta notari al ante terceros en lo r eferen te a cesión, en aj enación o reivindicación de los derechos de autor o de la propiedad intelectual, y en todos los contenciosos der ivados de esos actos, si así lo deseasen. 2.0 A ser electores y elegibles para todos los cargos d.irectivos de la Asociación, a fonn ar parte de sus co mis ion es y as istir con vo z y voto a las Asa mbleas Generales, siempre que se ha llaren en el pleno disfru te de sus derechos como asociados. 3.0 Cada socio tendrá derecho a un solo voto. El del Presidente será decisorio en caso de empate. 4.0 A recurrir ante la Asamblea General contra los acuerdos y decisiones de la Junta Directiva cuando los crean lesivos para sus intereses personaJes o para los intereses generales de la Asociación. 5.0 A pa rticipar en todos los beneficios morales y materia les que la Asociación obtuviere para sus asociados.

RAMÓN HERNÁNDEZ

institución lógica en todo colectivo de trabajadores, sino el gendarme que podía poner coto a sus tropelías y abusos de poder, se atrincheraron en el sofisma y la barricada burocrática; otros, más prosaicos, afilaron las uñas del engaño y la simulación enemiga; otros, paradógicamente, eran escritores que creían poblar los tronos del Olimpo, despreciando a los «colegiados» e imputándoles medianía, escaso valor y condición de rebaño, afirmando, además, que el genio carece de iguales y le es ajena la condición reivindicativa cuando, solo en las alturas, el genio sobrevuela el mar de la general medianía proclive a la unión . Todos se equivocaban y la realidad --el tiempo sobre todo-- vino a confirmar que ese cuerpo social integrado en nuestr a Asociación, no era ni enemigo ni gregario y que en él, cabían también los genios, para los cuales la ACE , debería tener instalados una serie de tronos y previsto un chambelán de honores. Apoyos e indiferencias que h a n dado lugar a una Asociación Colegial consolida da y , al mismo tiempo, en nada autosatisfecha respecto a sus logros, sean éstos de carácter material o moral . Respecto a los primeros, no puede haber r eposo en tratar de elevar al máximo la condición del escritor como ciudadano y como uno de los a portes básicos a la Sociedad, pues su labor, sea ésta científica o literaria, trasciende siempre los estrechos cánones de la oferta y la demanda, convirtiéndose, ipso {acto, en parte del patrimonio cultural del país, generador a su vez de una riqueza mul tipolar y permanente, compendiada en la leyenda de su diagrama: S cripta manent, lo escrito perman ece. Y en cuanto a logros morales la ACE, fiel a su línea fundacional, ha mantenido una encomiable vocación de difusora de la Cultura, llevando a muchos ámbitos de la nación el mensaje de sus miembros, su testimonio escrito o hablado, el ejemplo de muchos de ellos que, con su vida y su obra , confirmaron y confirman a diario que aquellos principios alumbrados en la Antigüedad por la Hélade, tales como la ética y la estética, íntimamente ensamblados, continúan siendo pilares indispensables en el edificio del Humanismo y de la Ciencia que el Hombre estará siempre obligado a construir.


Artíc ulo 8. o DEBERES DE. LOS SOCIOS.-Los deberes de

La ACE y la Ley de Propiedad Intelectual

los socios serán los siguientes: 1. Desempeñar desinteresadamente los cargos en los órganos directivos y en las Comis ion es perm anentes o extraord inari as para los que fueren nombrados o elegidos. 2. Facilitar a la Asociación los datos personales o profesionales que se les solicitaren en orden al cu~mpl imiento de los fin es de la misma.

Juan Mollá

E l l O d, '",,. d, 1979 c=plia

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3. Colaborar con la Asociación en cuantas cuestiones así 10 exij a el cumplimiento de sus fin es. 4. Acatar lo establecido en los presentes Estatutos y cumplir los acuerdos de la Jun ta Directiva y

de la Asamblea General.

",lo la prim,,, Ley d,

Propiedad Intelectual espa ñola, que se forjó con la participación activa -como protagonistas o al menos como aceptados antagonistas- de los escritores más destacados de aquel momento, como Pedro A. de Alarcón, Núñez de Arce, Emilio Castelar y tantos otros. Al conocer este Anteproyecto -que suponía un retroceso de los derechos de los autores respecto a la vieja Ley-la ACE se movilizó vigorosamente entrando en frente común por primera vez con la SGAE. Enviamos enérgicos comunicados al Ministro de Cultura, al J efe del Gobierno y a los medios de comunicación , bajo la valiente dirección de Angel M.ª Lera, fundador y Presidente de la ACE. Con este espíritu organizamos el 11 Congreso de Escritores que se celebró en Sigüenza, en noviembre de 1981. lo inauguró Angel María de Lera acompañado del Maestro Moreno Torroba, Presidente de la SGAE , quien nos dirigió una arenga apasionada encendiendo desde el principio el aire del Congreso. Mi ponencia «Ante el Anteproyecto de Ley de propiedad Intelectual» -continuación y consecuencia de la de Almería- recogía todos los reproches, las propuestas, las incitaciones de la ACE elaboradas colectivamente. El tono del encuentro lo marcan las últimas palabras de esta Ponencia: «Hay que aceptar este reto y conquistar la primera trinchera, que es una Ley de Propiedad Intelectual justa y eficaz. Y hay que esforzarse en la lucha más allá de esa trinchera, hacia las fronteras de la plena dignidad de nuestra profesión, mediante el apoyo de todos y cada uno de los escritores en la defensa de los derechos comunes.» En contraste, en la Comisión nombrada en la parafernalia del Centenario, de enero de 1979, para redactar un Anteproyecto de nueva Ley de propiedad Intelectual, no aparecía ningún escritor. La ACE, que por entonces apenas había cumplido un año de vida legal, organizó su I Congreso de Escritores bajo el signo de esa conyuntura. Se celebró en Aguadulce, Almería, los días 16 a 19 de febrero.

Juan Moll á es Asesor Jurídico de la ACE y ha participado en las negociaciones sobre Legislación de Propiedad In telectual en España y en Europa

5. Satisfacer la cuota ordinaria y aqu ell as otras de carácte r extraordina ri o qu e acordasen la Jun ta Directiva o la Asa mblea Genera l para fin es ta mbi én extr ao rd ina rios y des tin a das exclusivamente a los mismos. A rtículo 9.0 DE LAS SANCJONES.-Serán causa de amonestación: A) La negligencia en el cumplimiento de las obligaciones co ntraíd as con la Asociación .

Bl La morosidad en el pago de las cuotas. Podrán ser motivos de expulsión, a juicio de los órganos rectores de la Asociación: a) Las acc iones y om isiones que dañaren grave mente los intereses morales y materiales de la Asociación. b) Promover desorden grave en las Asambleas Generales o en las reuniones de la Junta Directiva e impedir el normal desa rrollo de las mis mas o bien desoye nd o o resistiendo injustificadamente la a uto rida d del Presi dente en la dirección de los debates.

cl El débito a la Asociación de t res mensualidades consecuti vas sin causa que 10 justifique y previo el apercibimiento de la Junta Directiva. Artículo 10.0 E n todo caso, para la im ppsici ón de sanciones se in coa rá un e xp e di e nte, prev io acuerdo de la Junta Directiva o de

la Rectora de la Sección a que el expedientado perteneciera, la que designará un Instructor de entre sus miembros, el cua l ll eva.r á a cabo cuantas pruebas y actuaciones co nsidere necesarias para el esclarec imi ento de los hechos y formulará, consecuentemente, un pliego de cargos que será comunicado a l ex pedi entado por correo ce rtifi cado co n ac use de recibo, concediéndosele un plazo de quince días, en el que se le pondrán de ma ni fiesto las a ct uac iones del expediente para contestar a dichos cargos. P resenta do el pliego de descargo o t ranscurrid o el plazo indicado sin que haya sido presentado, el Instructor redactará una propuesta de resolución que será sometida a la Junta Rectora, que podrá aprobarla o modificarla.


JUAN MOLLÁ

30 El acuerdo de la Junta Rectora será notificado al expedientado por correo certificado con acuse de recibo. En el caso de que la sanción impuesta sea la de expul-

sión de la Asociac ión. el expedie nta do podrá recurrir a la Asamblea General en el plazo de quince días. La Asamblea GeneTal , en s u inm ediata reunión extraordin aria, resolverá por mayoría, confirmando o dejando sin efecto la sanción, después de oír el informe de la Junta respectiva y la defensa que pueda hacer el socio sancionado.

CAPITULO m DE LA ORGANlZACION DE LA ASOCIACION Articulo 11 . 0 La Asociación Colegial de Escritores tendrá su ámbito extendido a todo el territorio español.

No obstante, en aquellas áreas geográfica s o culturales donde exista un número superior a 25 socios en los que se cumplan las condiciones que exige la norma 6.'

del amculo 17.' se podrá constituir una Sección Autónoma, si así se acuerda por mayoría absoluta de todos ellos en Asamblea convocada al efecto, con asistencia de un Delegado de la Junta Directiva de la Asociación, quien dará cuenta de sus resultados a la misma en informe que pasará a formar parte del de la Presidencia en la Asamblea General inmediata. Artículo 12. o DE LAS SECCIONES AUTONOMAS.-l. Cada S ección Autó noma tendrá una Junta Rectora propia, compuesta, como mínimo, por un Presidente, un Secretario y un Tesorero, elegidos en su totalidad cada tres años, entre los socios de la misma. 2. Se rá co mpetenc ia de la Junta Rectora de cada Sección: a} Ostentar la representación de los socios residentes en s u territorio ante los órganos generales de la Asociación, as í como ante los organis mos propios del mismo territorio. b) Cumplir y hacer cumplir en e l te rri torio los Estatutos y acuerdos de los órganos generales de la Asociación. c) Organizar activ idades de carácter cultural en su ámbito. d) Realizar, por delegación de los órganos generales en su caso, cuantas gestiones y actividades de la Asociación se refie ran a materias, personas, entidades y lugares propios del territorio respectivo. e} Presentar propuestas, informes y peticiones a los órga nos generales de la Asociación. O Administrar los fondos concertados con la Junta Directiva General. g) Admitir nuevos socios. 3. Contra los acuerdos de la Junta Rectora cabrá recurso ante la Junta Directiva y. en su caso, ante la Asamblea General.

Inolvidable el largo viaje en autobús durante la primera noche, desde el Aeropuerto de Barajas al Hotel Aguadulce, a causa de una huelga de pilotos que amenazó con desbaratar la apretada agenda del Congreso. La ponencia en torno a las aspiraciones de los autores de cara a una nueva Ley de Propiedad Intelectual, despertó el entusiasmo de los asistentes, que interrumpieron repetidas veces la exposición con encendidos aplausos que no eran simples elogios, sino auténticas manifestaciones de una actitud colectiva de compromiso, decisión y fuerza. La bandera quedó alzada, y las propuestas para la reforma de la Ley fueron el punto de partida de una pugna que perdura desde entonces: Exigencia de que la ACE interviniera en la redacción de la nueva Ley, control de tirada, contrato de edición, dominio público, derechos morales, creación de un Fondo de Ayuda al Escritor, fueron los puntales básicos de las propuestas aprobadas por el Congreso y elevadas a Conclusiones. Reparemos que, doce años después, seguimos girando en torno a los mismos ejes. Las Conclusiones fueron presentadas a los poderes públicos , desde el Rey en audiencia personal, hasta el Director General del Libro. Parecieron caer en el vacío. Ni un sólo escritor formó parte de las sucesivas Comisiones nombradas para redactar el Anteproyecto. En abril de 1981, un grupo de cuatro técnicos elaboró un Anteproyecto que llegó al nivel de los Subsecretarios para su posterior remisión al Consejo de Ministros . «El que no ponga todo su esfuerzo en esta lucha, el que no se comprometa en este empeño, que no vuelva a pasear sus lamentos de despacho en despacho y de tertulia en tertulia; que no se atreva nunca más a repetir, como hasta ahora, que en España escribir es llorar.» La entusiasta aclamación de todos los congresistas, puestos en pie, selló la decisión unánime de la ACE. El Ministro de Cultura envió un telegrama al Congreso recogiendo velas y asegurando que el discutido Anteproyecto quedaba en mero borrador de trabajo. El Gobierno lo retiró poco después y a partir de entonces, en la siguiente Comisión y en el Grupo de Trabajo encargado de la redacción de un nuevo Anteproyecto, ya me integré yo para defender los derechos e intereses de los escritores. La ACE desarrolló en este nuevo período una intensísima campaña en que intervinieron eficaz y firmemente numerosos escritores. Se celebraron sucesivos Encuentros en Asturias, Extremadura, Andalucía y Cataluña, en los años 1983 y 1984, donde nuestras iniciales posiciones se vieron reforzadas por el creciente consenso de todos los miembros de las Secciones Autónomas. En el Grupo de Trabajo que elaboró el nuevo Borrador conseguimos que se introdujeran la casi totalidad de nuestras aspiraciones, incluso un control de tirada objetivo y el dominio público de pago, por lo que tanto había batallado Angel maría de Lera . Pero el Ministerio de Cultura lo modificó ampliamente, reduciendo nuestros logros. Entonces, la revista «República de las Letras» lanzó un número monográfico titulado «Los escritores y la Ley de Propiedad Intelectual>, en la primavera de 1985. En él expusimos nuestras obje-


LA ACE y LA LEY DE PROPIEDAD INTELECTUAL ciones al nuevo texto del Borrador, que reducía a 50 años la duración de la propiedad intelectual «post mortem», eliminaba el dominio público de pago, admitía la «cita» de la totalidad de una obra, ampliaba la remuneración por «tanto alzado» en detrimento del principio de la participación proporcional del autor en los ingresos por venta, suspendía el control de tirada hasta posteriores normas reglamentarias y ampliaba el plazo máximo del contrato de edición, entre otras concesiones a los editores. El Anteproyecto pasó a las Cortes y de nuevo se movilizó la ACE para conseguir que los diferentes Grupos Parlamentarios presentaran Enmiendas que recogieron la práctica totalidad de nuestras reivindicaciones. Muchas de ellas fueron aceptadas, en mayor o menor medida, por el Parlamento. En noviembre de 1985, celebramos el nI congreso de Escritores dedicado más plenamente que ninguno de los anteriores a la Nueva Ley de propiedad Intelectual, donde incitamos de nuevo a todos los escritores a participar activamente en la tarea histórica de conseguir que los objetivos por los que la ACE llevaba trabajndo durante tantos años , acabaran prevaleciendo y se plasmaran en normas positivas. Y al fin, en noviembre de 1987, se promulgó la nueva Ley, que sin duda representa un gran avance en nuestra normativa sobre el derecho de autor, aunque todavía no recoge o no perfila bastante alguna s de nuestras legítimas pretensiones. De nuevo, "República de las Letras» sacó un número excepcional, el nº 20, dedicado monográficamente a la Ley de Propiedad Intelectual; un volumen de importante contenido doctrinal y de opinión.

Juan Mollá, junto a Raúl Guerra Garrido y Antonio Delgado, en una intervención sobre la Ley de Propiedad Intelectual

31

4. El Presidente de cada Junta Rectora de Sección será miembro nato de la Jun ta Directiva de la Asociación Colegial de Escritores a nivel estatal, con el título de Vicepresidente. 5. Cada Sección de la Asociación Colegial de Escritores Jl!ldrá organiza r au tónom a men te' s us propias actividades. 6. El régimen económico administrativo de cada Sección Autónoma se determ ina rá mediante conci ert o en t r e la mis m a y la Junta Directiva de la Asociación. 7. Cada Sección podrá establecer BU propio Reglamento de régimen interior acorde con los presentes Estatutos. Su órgano máximo de expresión y decisión será la Asamblea de Sección, que podrá reunirse cua ndo sea convoca da por la Junta Rectora o a petición de un tercio de SUB miembros. . Articulo 13.0 DE LA ORGANIZACION CE NTRALIZADA.Todo el resto del territorio español donde no se hayan establecido Secciones Autón omas cons tituirá una unidad con sede central en Madrid, cuyos órgan os rectores y servicios serán los correspondientes generales de la Asociación. No obstante, en las demarcacion es o prov inci as dond e l os socios no alcancen el número de 25, podrán establecerse Delegados elegidos por los socios residen tes en dichos territorios, co n la misión de representar a éstos a nte los órganos gener ales correspondientes, así como de realizar en dichos territorios las actividades y acuerdos establecidos po r la Asociación Colegial de Escritores. Articulo 14. 0 DE LOS ORGANO S RECTORES GE NE RALES.-Los órganos rectores generales de la Asociación Colegial de Escritores serán la Junta Directiva y la Asamblea General. Artículo 15. 0 DE LA JUN TA DIRECTIVA DE LA ASOC IACION.-La Junta Directiva estará constituida por los siguientes miembros: a) Un Presidente. b) Dos Vicepresidentes Generales. c) Un Vicepresidente por cada una de las Secciones Autónomas. d) Un Secretario General. e) Un Vicesecretario General. n Un Tesorero. g) Un Asesor Jurídi co. h ) Un Vocal por cada un a de las actividades que se relacionan a continuación: -Régimen interior y organización. - Relaciones con los medios de comuni cación. -Relaciones con asoéiaciones de esc ritores, n ac iona les y ext ranjeras. - Publicaciones. - Actividades cul tural es. -Asuntos sociales. i) Cinco Consejeros. Artículo 16. 0 DE LA COMISION EJECUTIVA PERMANENTE.-l. La Comisión Ejecuti-


32 va Permanente estará compuesta por el Presidente; un Vicepresidente General, que des ignará la

Junta Directiva entre los dos Vicepresidentes Generales de la misma; el Secretario General; el Vicesecretario General; el Tesorero; el

Vocal de Régimen Interior y Organización; y el Asesor Jurídico. 2 . A la Comisión Ej ec ut iva Permanente corresponderá cumplir y hacer cumplir los acuerdos de la Jun ta Directiva y de la Asamblea General, en nombre y represen tación de la Asociación Colegia l de Escri tores , y tom ar aquell as decisiones que exij an las circunstancias para la realización de s u s fin es, de l as qu e d ará cue nta e n l a próxim a re unión plenaria de la Junta Directiva .

Articulo 17.0 ELECCION DE CARGOS.- Todos los ca rgos de la Jun ta Directiva , exce pto lo s Vicepres id entes procedentes de las Secciones Au tónomas , serán

elegidos por la Asamblea General de la Asociación, con arreglo a las siguientes normas: 1.' La con vocatoria de las eleccion es se comunicará a todos los socios con dos meses de antela-

ción a la fecha de la Asamblea General en qu e aqu éll as haya n de realizarse. 2.' La presentación de las candi daturas se hará ante el Secretario General de la Jun ta Directiva , quien deberá extender y fi rmar el co mprobante de haberlas recibido. Inmedi atam ente, la candid at ur a se rá ex pu esta e n l a tablilla de anuncios de la Asociación hasta el día mismo en que se

celebre la Asamblea General. Por otra parte , tanto los candi dato s como sus proponentes podrán utiliz a r cua ntos me dios legíti mos estén a su alcance para la difusión de sus preten siones, siempre qu e no i mp li qu e n coacc ió n e n cualesquiera de sus formas. 3.!! Ca da can didatu ra deberá se r presentada con la firm a, al menos, de diez socios en pleno di sfrute de sus derechos como tales. 4.' Qu ince días antes de la celebració n de la Asamblea Genera l te rm ina rá e l pla zo impr orrogable de presentación de candid aturas y ese mi s mo día se

expond rá en la tab lilla de anuncios el censo general de votantes de la Asociación. 5.' Las alegaciones e im pugnaciones que deseen presenta r los socios por sup uestas i rregu la ridades en el proceso e lectora l deberán ser fo rmuladas antes de procederse a la votación, en cuyo caso la Asa mblea Ge neral decidirá por mayoría de votos si ha o no lugar a la invali da ción de los hechos denwlciados y a la anulación de sus consecue ncias. Una vez rea li zado y co mprobado públicamente el resultado del escrutinio, éste será inapelable. 6. 9 Solamente podrán votar los socios que se hallaren al co rriente en sus pagos a la Asociación y no hubiesen incurrido en las sanciones previ stas en el artículo 9.11 durante los seis meses anteriores a la fecha de la celebración de la

Asamblea.

JUAN MOLLÁ Andrés Sorel iniciaba el Editorial diciendo: «Una vieja Ley ha muerto_ Una nueva Ley ha de cumplirse. Queda todavía mucho por andar. Seguiremos luchando. Desde sus inicios, esta Asociación Colegial de Escritores de España -y es justo que en estos momentos recordemos a Angel María de Lera, que fue sin duda uno de los mayores impulsores de esta lucha- ha venido combatiendo, ante autoridades ministeriales, ante empresas editoras, por los derechos de los escritores. Lo seguirá haciendo_" Estas palabras reflejan exactamente nuestra posición ante la n,ueva Ley_ Después, hemos continuado presentes en los órganos creados para el desarrollo de algunos puntos abiertos de la misma, especialmente en la «Comisión de la Propiedad Intelectual», que ha de dar contenido a su artículo 25: el que nos reconoce el derecho a percibir una remuneración compensatoria por la reprografía de las obras escritas. Intensas reuniones de trabajo en el Pleno y en sus diversas Subcomisiones nos han absorbido durante el último año, sin que todavía nuestros esfuerzos hayan cuajado -por la actitud obstruccionista de las empresas obligadas al pago-- en una fórmula definitiva y obligatoria que representaría una importante fuente de ingresos para el Fondo de Ayuda al Escritor, creado en nuestro IV Congreso. Participamos también en la Comisión de seguimiento de la puesta en práctica de la Ley, en especial del Control de Tirada y del Contrato de Edición. Hemos exigido en el mismo Congreso último la implantación del Canon sobre el alquiler de Libros en Bibliotecas Públicas. Nos hemos instalado precautoriamente e n la única Sociedad de Gestión creada hasta ahora para la exigencia, administración y reparto del canon sobre reprografía. Y del mismo modo continuaremos presentes en todos los frentes donde se defiendan los derechos de autor de los escritores españoles, bien pa ra la correcta y eficaz aplicación de la Ley en lo que nos beneficie, bien para intentar corregirla por las vías h ábiles, en aquello en que la consideramos in satisfactoria. Sin olvidar el frente de la solidaridad europea, en la oportunidad de la inminente unificación del Der echo de Autor en Europa, con nuestra presión a nte los órganos directivos comunitarios y en el seno de la Uni ón de Escritores Europeos, de cuya redu cida Comisión Organizadora form amos par te. Creemos, pues, que la ACE ha sido fiel al espíritu y al compromiso de los escritores españoles que en el Siglo XIX consiguieron una Ley de Propiedad Intelectual que fue muy meritoria para su tiempo y por eso pudo sobrevivir hasta nuestros días. E n las vís peras del Siglo XXI, podemos ofrecer a quienes nos sigan una antorcha encendida.


¿Qué es la ACE? Gregorio Gallego

L a hi,toria d, la A"ciación Col,gial d, Emit"" " ,1 resultado de muchas tentativas y gestiones frustradas . Desde hace muchos años vengo dando testimonio 'de los contratiempos que ha sufrido nuestra Asociación desde que en 1964 Angel M.ª de Lera nos convocó en sus casa a media docena de escritores para exponernos su idea como una necesidad imperativa para salir de la inercia que permitía a los editores hacer mangas y capirotes de nuestros derechos. La verdad es que en aquella reunión la mayoría nos mostramos escépticos en conseguir lo que Lera pretendía, pero su entusiasmo y dinamismo hizo posible que nos comprometiéramos a seguirle en su proyecto. Su idea era constituir una sociedad de escritores que pusiera un poco de orden en la relación de los escritores de libros con los editores que los comercializaban y difundían. Por otra parte, también resultaba indispensable buscar fórmulas de ayuda y solidaridad para el numeroso grupo de autores que al final de su vida activa vivían precariamente, y algunos en la más completa miseria, por carecer de recursos propios y no contar con asistencia de la Seguridad Social. Sin exageración, puedo decir que el principal motivo que le impulsó a Lera, y a los que le acompañábamos en su intención asociativa, fue el de conseguir protección para los escritores que malvivían de su trabajo. En 1965 fuimos invitados por un alto funcionario de la CNS., que obedecía órdenes superiores, a formular la solicitud de la creación de un sindicato de escritores de libros bajo la disciplina del sindicalismo vertical, con plena garantía de plantear nuestras reivindicaciones en el marco de la legislación vigente. La propuesta fue desestimada con la vacilación de algunos compañeros, que consideraban la propuesta como un medio de poder conseguir lo que pretendíamos, pero la mayoría estimamos que no encajaba en nuestro planteamiento democrático. Por parte de Lera hubo otras muchas tentativas. Recuerdo que en 1967 nos convocó a una reunión bastante numerosa en el Club de Amigos de la Unesco para llevar la propuesta a Fraga, Ministro a la sazón de Información y Turismo. Alguien le había informado que estaba muy predispuesto a favorecer nuestro proyecto de asociación, pero al final todo quedó reducido a crear una sección en la Sociedad General de Autores Españoles (SGAE) para los escritores de libros, una sección dirigida por García Serrano, sin ningún obje-

Gregario Gallego, uno de los fundadores de la ACE, ha desempeñado diversos cargos en la Junta Directiva, siendo en la actualidad Tesorero de la misma.

7.' Cada socio podrá emitir su voto de presente o por carta certi· /lcada dirigida al Presidente. El voto se expresará mediante una Bola papeleta correspondiente a la candidatura preferida por el votante de entre 188 presentadas en el plazo y condiciones que establecen estos Estatutos. Será potestativo del votante borrar aquel o aquell os nombres propuestos en la misma a los que no desee otorgar su voto, pudiendo en ese caso sustituirlos por cualesquiera otros de los que aparezcan en las demás candidaturas válidas y optan tes a los mismos cargos que los eliminados. En ningún caso podrá delegarse el voto de elección en otra persona. 8.' La mesa electoral estará compuesta por el Presidente y cuatro Vocales que elegirá la Asamblea General, más el Secretario General de la Junta Directiva. 9.' Antes de que cada papeleta sea depositada en la urna por el Presidente de la mesa electoral, los vocales de la misma comprobarán si el votante se encuentra incluido en el censo electoral de la Asociación, operación que se rei>&" tirá con las papeletas enviadas por correo certificado. Terminada la votación, el Presidente de la mesa procederá a la lectura en voz alta de cada papeleta, y el Secretario General, auxiliado por los Vocales de la misma, a atribuir un voto a cada uno de los designados en ella para el cargo que en la misma se mencione. Una vez efectuado el escrutinio, el Presidente de la mesa proclamará candidatos triunfantes a los que hubieren s um ado más votos para cada cargo, de todo lo cual levantará Acta el Secretario General, que será firmada, junto con él, por el Pres idente y los Vocales de la mesa electoral, y de la que se trasladará copia a la de la reunión de la Asamblea General, en el Libro de Actas co rr.espondiente. Si hubiere duda sobre la validez de algún voto, serán los miembros de la mesa electoral quienes decidirán inapelablemente sobre el caso, y si surgiere empate, el Presidente con su voto decisorio. Inmediatamente después de la proclamación de los candidatos elegidos se constituirá la nueva Junta Directiva, cuyos miembros tomarán posesión de sus cargos en e l mismo acto, con el que se dará por terminado el Orden del Día de la Asamblea General. lO }! Los cargos de la Junt a Dí.rectiva durarán cuatro años y serán reelegibles sus titulares. Se renovarán por turnos cada dos años. En el primer turno se renovarán un Vicepresidente General, el Vicesecretario General, el Tesorero, el Vocal de Relaciones con los medios de comunicac ión, e l Vocal de Actividades Culturales, el Vocal de Asuntos Sociales y los dos Consejeros de más edad. En e l segundo turno, la renovación alcanzará a los restantes cargos. Si por imposibilidad física, incompatibilidad, dimisión o cualquier otra causa se produjeran


34 vacantes en los cargos de la Junta Directiva, ésta podrá, por mayoría de votas, designar el sustituta o sustitutos que desempeñará las funciones correspondientes hasta

la próxima convocatoria de elecciones, en cuyo turno se incluirán

todos los cargos que hubieran quedado vacantes, además de los señalados en el párrafo anterior.

Articulo 18. 0 SERAN FUNCIONES DE LA JUNTA DIRECTIVA: a) Regir las actividades de la Asociación con arreglo a los Esta-

tutos Y los acuerdos de la Asamblea General. b) Presentar a la Asamblea Genera! los presupuestos de gastos e ingresos para el siguiente ejercicio.

c) Convocar la Asamblea General, con carácter ordinario o extraordinario, por acuerdo propio o 8 instancia de un número de socios

no inferior a! 30 por 100 del censo. d) Confeccionar el censo de los socios en activo.

e) Defender a los socios en el desempeño de su función de escritores. O Repres entar a los socios con

arreglo a lo dispuesto en el párrafo primero del artículo 7.2 de los presentes Estatutos . g) Observar y hacer observar los Estatutos, sus propios acuerdos

y los de la Asamblea General, en orden al cumplimiento de sus fines y a! desarrollo de la actividad específica de los escritores, partiendo de la inviolable libertad de éstos en la ejecución de sus obras. h) Pronunci arse en las cues tiones de censo y afili ación, y en las rec1amaciones a que ello diera lu-

gar. i) Imponer las sanciones discipli.narias . j) Aco rd ar la constitución de Com is iones pa ra e l es tudi o , investigac ión y gestión de cua lquier as u.nto de la co mpetencia de l a Ju nta Direct iva, prev i o acuerdo de la mi s ma por mayoría , pudie nd o fo rm a r pa rte de dichas Comisiones todos los asociados. k) Cons tituir en su seno la Comisión Ejecutiva Permanente. l) Orga n iza r los servic ios administrativos de la Asociación, nombrando y destituyendo el personal auxiliar necesario, y formali za r y reso lve r los contratos correspondientes.

Artícul o 19.0 La Ju nta Di rectiva actuará en form a colegiada, decidirá por mayoría de votos y asum.irá solid ariam ente la responsabilidad de s us acuerdos. Articulo 20.o Contra los acuerdos y dec is i ones de la Ju nta Directiva sólo cabe el resurso de

alzada ante la Asam blea General, órgano soberano de la Asociación.

Articulo 21.0 DEL PRESIDENTE .-El Presidente ostentará la representación legal de la Asociación, deberá ejecutar y hacer ejecutar los acuerdos adoptados por

la Asa mbl ea Gen er a l, por la Jun ta Directi va y la Comis ión Ejecuti va Perm an en te, presidir-

las, dirigir sus debates y decidir con su voto de calidad los posibles empates en las votaciones.

GREGORIO GALLEGO tivo preciso en nuestras reivindicaciones y contrario a los intereses de los editores. En estas condiciones nuestro ingreso en la SGAE resultó un fracaso más, pues en la primera asamblea que tuvimos, bajo la presidencia de García Serrano, que actuaba como funcionario del Régimen, la mayoría de los escritores quedamos al margen del corsé que nos imponía el señor Fraga. Resulta paradójico, y muy propio de un sistema tan rico en prevenciones, contradicciones y recelos, que la primera concesión que . hicieron los mandarines que nos gobernaban fuera la constitución de la Mutualidad de Escritores de Libros en 1971. Sin duda el principal mérito de esta conquista corresponde a Lera. Fue él quien un día tras otro, tanto a través de las páginas del «ABC» como en intervenciones públicas en todos los medios que le facilitaban la palabra, se mantuvo firme y obstinado en la defensa de los derechos de los escritores de libros. Como viejo sindicalista tenía las ideas muy claras en este sentido. Pero tuvieron que concurrir circunstancias muy especiale,s , y bregar muy duramente con los editores y funcionarios del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, para sacar adelante la Mutualidad. Para que los editores accedieran a financiar la seguridad social de los escritores tuvimos que renunciar al control de tirada, previsto en la Ley del Libro, y a nuestra pretensión de que abonaran un modesto canon a cuenta de la edición de obras de dominio público. A partir de la constitución de la Mutualidad, la idea asociativa cobró nuevos vuelos y nuestra presión se hizo más intensa para alcanzar la meta que nos proponíamos. En este sentido encontramos grandes facilidades en el equipo dirigente del Instituto del Libro Español (INLE) para celebrar allí algunas reuniones en sus locales de la calle Rusiño!. Y allí fue donde se constituyó oficialmente la ACE en noviembre de 1976, obteniendo un despacho y una máquina de escribir para iniciar nuestras actividades constitutivas con carácter provisional hasta la aprobación de los Estatutos que nos permitieran salir a la luz pública y convocar a los escritores de toda España a sumarse a nuestra iniciativa. Con la Mutualidad de Escritores de Libros, presidida por Lera, y el respaldo semioficial del INLE, sólo nos faltaba que el Ministerio del Interior nos diera el respaldo oficial para empezar a desarrollar nuestro programa de reivindicaciones. Sin embargo, tampoco fue fácil conseguir nuestra legalización . Dos años duraron las gestiones para que los Estatutos fueran aprobados, a pesar de que la democracia ya había adquirido carta de naturaleza. En este período ya veníamos funcionando con más de cien socios y cierto prestigio en los organismos oficiales y medios de comunicación. La primera asamblea de la ACE se celebró en marzo de 1978. Fue un acto brillante y prometedor por la concurrencia de muchos escritores decididos a colaborar en la tarea. La Junta Directiva fue renovada de acuerdo con los E statutos aprobados, y entre los elegidos, Andrés Sorel se incorporó como Secretario de Organización, con la propuesta de que se encargara de preparar y programar el primer Congreso de la ACE para explorar y debatir los problemas más apremiantes de los escritores españoles en relación con la nueva situación democrática. El Congreso se celebró en Almería del 16 al 19 de febrero de 1979. Fue todo lo amplio que cabía esperar y


QUÉ ES LA ACE las ponencias y reivindicaciones que se presentaron forman el cuerpo de doctrina de nuestra Asociación. En este Congreso quedó la ACE consagrada como la única entidad profesional de los escritores de libros en el ámbito nacional. Después surgieron otras asociaciones de escritores circunscritas a las diferentes lenguas que se hablan y escriben en España con el mismo carácter profesional que la nuestra. Con todas ellas mantenemos buenas relaciones, pero sería conveniente estrechar lazos orgánicos para potenciar nuestra capacidad de representación en todo lo que se refiere a la defensa de los intereses morales y materiales de los escritores, sin perder autonomía en los aspectos que conciernen a la estructura política de nuestra sociedad. En el II Congreso de Escritores de España, celebrado en Sigüenza del 12-15 de noviembre de 1981 decíamos algo que conviene repetir a estas alturas: «Con todo, sería demasiado presuntuoso por nuestra parte creer que hemos ganado la batalla asociativa. Nada más lejos de la realidad. Es cierto que la ACE ha ganado en número. El escaso centenar que nos integramos en sus comienzos, se ha multiplicado por seis (en 1991 somos más de 1.500 afiliados), y justamente su espectro asociativo es tan diverso y plural como la sociedad española de nuestros días. En este sentido se puede decir que es la única entidad verdaderamente representativa de los escritores españoles de lengua castellana, y que mantiene su aspiración de convertirse en la representación activa de los escritores de todas las lenguas que se hablan en el viejo solar hispano. No en balde somos conscientes de que el escritor encuentra su expresión más profunda en su peculiar lenguaje, por lo que nuestros colegas de Cataluña, Euskadi, Galicia y demás regiones españolas pueden estar seguros de que los escritores de lengua castellana no somos rivales ni opuestos, sino compañeros en la defensa de los intereses profesionales y defensores incondicionales de la libertad de expresión en sus múltiples variantes lingüísticas, ideológicas y estilísticas. Porque sólo en la medida que la ACE se sitúe por encima de los particularismos, englobándolos respetuosamente en el acervo cultural común, puede aspirar a unir a los escritores españoles de todas las lenguas en un instrumento eficiente que, al mismo tiempo, que promueva y estimule la actividad cultural, se enfrente con los manipuladores del culturalismo ideológico y los poderosos especuladores del mercantilismo editorial». Consolidada la ACE en los cuatro congresos celebrados hasta la fecha, el último celebrado en Madrid en noviembre-diciembre de 1990, conviene reflexionar en la trayectoria seguida en estos catorce años de existencia real y doce de existencia legal. Sin duda, hemos conseguido lo más importante: una asociación de escritores de libros con fuerza suficiente para ser tenida en cuenta tanto por los editores como por los organismos oficiales de la cultura. Entre los resultados más importantes conseguidos en estos años figura la Ley de Propiedad Intelectual, mejor que la anterior y más adecuada a nuestro tiempo, lo cual tenemos que agradecérselo a la perseverancia de nuestro asesor jurídico, Juan Mollá, pero no lo suficientemente buena, porque siguen predominando los intereses de los editores. Todavía es pronto para juzgar su desarrollo, ya que en la práctica queda al arbitrio de los editores el control de tirada, la aplicación generosa de los comtratos de edición y la parte que

35 Resolverá en todos los casos no previstos en estos Estatutos y en aquellos que requieran una inmediata intervención, dando cuenta

lo antes posible a la Junta Directiva y sometiéndose a su decisión.

Otras funciones del Presidente son:

a) Convocar a la Junta Directiva dos veces al año por 10 menos y cuantas veces lo estime perti-

nente. b) Convocar a la Comisión Ejecutiva Permanente cuando lo crea oportuno.

e) Convocar la Asamblea General anualmente, durante el pri-

mer trimestre de cada año, con carácter ordinario, y con carácter

extraordinario cuantas veces lo . crea necesario o 10 soliciten los asociados en número

DO

inferior

al 30 por 100 del censo general de la Asociación.

d) Presentar ante la Asamblea General el Informe o Memoria anual explicativa de las activida-

des de la Asociación. e) Autorizar con su firma los movimientos de fondos, talones bancarios, estados de cuentas, documentos de crédito, escrituras de adquisición o venta de bienes propios de la Asociación o de ace¡r tación de donaciones y s ubvenciones a favor de la Asociación por parte del Estado, de Corporacio-

nes Públicas y privadas y de personas naturales, junto con las del Secretario General y el Tesorero.

Artículo 22. o LOS V1CEPRESIDENTES GENERALES.-Los Vicepresidentes Generales sustituirán al Presidente en sus enfermedades y ausencias, y también por delegación, siendo sus facultades y obligaciones, en dichos ca s os, las mismas que la s del Presidente. El orden de prelación de los Vicepresidentes se determinará en función de la antigüedad en la Asociación. Los Vicepresidentes natos, por ser Presidentes de las Juntas Rectoras de Sección, serán los representantes

de éstas ante la Junta Directiva, canalizando todas las relaciones, problemas y actividades relacionadas con el territorio respectivo.

Artículo 23° DEL SECRETARIO GENERAL.-Serán funciones propias del Secretario General: 1. La coordinación de todas las actividades propias de la Asociación, en armonía con los acuerdos tomados por la Junta Directiva y

la Asamblea General, planificando las actividades de las diferentes vocalías, al objeto de que sean cump lid os adec uad amente lo s fines específicos de la entidad. 2 . La cumplimentación y cus-

todia de los libros de Actas, Registro de Socios y de entrada y salida de documentos.

3. Dar cuenta a la Junta Directiva de todas las comunicaciones y rec la maciones recibi das , así como de las iniciativas tomadas J)9r la propia Secretaría General cuando procediese. 4 . Firmar los carnets de socios y todas las comunicaciones de s u competencia y las de ri vadas de acuerdos de la Junta Directiva o de la Asambl ea General, con el


36 visto bueno del Presidente cuando corresponda.

5. Tramitar las solicitudes que los socios presenten.

6. La ordenación administrativa de la entidad, el control de empleados auxiliares y la adopción de las medidas necesarias para el adecuado funcionamiento de aquélla. 7. Firmar las convocatorias de la Junta Directiva y de la Asamblea General, que siempre deberán despacharse con la anticipación de cinco días, al menos, para las primeras y de UD mes para las segundas, y si en el Orden del Día de la convocatoria de la Asamblea General figurase la elección reglamentaria de los miembros de la Junta Directiva, la fecha de su expedición se anticipará en dos meses a la de la reunión.

Artículo 24. o DEL VICESECRETARIO GENERAL.-El Vicesecretario Gene ral suplirá al Secretario General en sus ausencias y colaborará con é l en las funciones propias de su cargo.

Artículo 25° DEL TESO RE RO.-El Tesorero llevará los libros de contabilidad que la ley exija para el perfecto control y administración de los bienes de la Asociación , y rendirá cuenta mensual a la Junta Directiva de la situación económica de la Asociación y de cuantas vicisitudes hayan tenido lugar desde la fecha de la última reunión. Asimismo, autorizará co n su firma, junto a las del Presidente y del Secretario General, todos aquellos documentos que afecten al patrimonio de la Asociación, excepto las cuentas corrientes bancarias y los talones de extracción de fondos de las mismas, para cuyas operaciones bastarán las firmas del Presidente y del Tesorero. ArUculo 26-" DE LOS VOCALE S.-A cada uno de los Vocales le corresponde dirigir los asuntos de su competencia y presidir la Comisión que pueda constituirse para la más eficaz gestión de los mismos, siendo protestativo de la Junta Directiva atribuir y delimitar las funciones de cada uno de ellos en caso de confusión o de actividades no previstas. Al Asesor Jurídico incumbe específicamente dirigir la Asesona Jurídica de la Asociación e informar a la Junta Directiva y a la Comisión Ejecutiva Permanente sobre las cuestiones que se sometan a su dictamen, redactar los documentos y realizar las gestiones propias de su especialidad. Articulo 27. o DE LOS CONSEJEROS.-Se atribuye a los Consejeros la facultad de asistir a la Junta Directiva coo sus iniciativas, experiencia y buen criterio. ArUculo 28. 0 DE LA ASAMBLEA GENERAL.-La Asamblea General se compone de todos los asociados inscritos en el censo electoral que se hallaren al corriente de sus obligaciones con la Asociación. Articulo 29. o La Asamblea General Ordinaria se reunirá anualmente en el primer trimes-

GREGORIO GALLEGO corresponde a los escritores en el canon sobre la reprografía. Pero también hemos perdido algo tan importante como la Seguridad Social por cuenta de los editores. Desde 1984 en que fue suprimida la Mutualidad de Escritores de Libros, hemos venido bregando por conseguir que se respetara nuestra situación especial, que disfrutábamos desde 1971, pero todo ha sido inútil_ No obstante, este tema sigue vigente para nosotros y no vamos a desistir del empeño hasta encontrar una fórmula que nos permita afrontarlo con posibilidades reales. La más inmediata sería obtener recursos para crear el Fondo Social de Ayuda al Escritor a cuenta del canon de reprografía, el pago del uso bibliotecario, que ya figura en algunos países de Europa, o el tributo por la explotación de las obras de dominio público. Finalmente, queremos recordar a los escritores 'que siguen embelesados en su egolatría y vanidad las palabras pronunciadas por Angel M.ª de Lera en nuestro Congreso de Sigüenza: «Se ha dicho y sostenido que el escritor es o debe comportarse como un ser .solitario, sin más ligaduras ni compromisos que los que le imponga su propia conciencia. Esto es un ideal bajo cuyas banderas nos alistaríamos gustosamente todos. Pero, por desgracia, no sólo resulta una utopía irrealizable, sino que el escritor, en la práctica, se ve condicionado por exigencias sociales irresistibles. Porqu e el escritor no vive dentro de una campana neumática, sino en una comunidad de intereses de toda índole, organizados en grupos operativos de presión y dominación, grupos compactos y disciplinados como batallones. Es la nuestra una sociedad donde imperan la competencia en el sentido de contienda y porfía, y la ley de la oferta y la demanda. En estas condiciones, el andar a solas por el campo donde se libran esas sordas batallas entre unos y otros es una temeridad cuyo resultado no puede ser otro que la propia inmolación, el ser víctima de todos».


tre de cada año, previa la corres-

pondiente convocatoria a todos socios, con un mes de anticipación y señalamiento del Orden del Día, fecha y lugar de la celebración del acto. ArtEculo 30.0 En cada reunión de la Asamblea General Ordina108

La libertad amenazada

e

Eduardo de Guzmán

onfo,m, ,u"d, ,¡,mp" oon 1.. poo.. 00'" qu' h,,,n

más agradable la existencia -salud, mocedad, fortuna o suerteno apreciamos debidamente la libertad hasta que no la perdemos. Mientras disfrutamos de ella, la consideramos de un valor secundario; simplemente como un derecho natural y obligado que no necesitamos esforzarnos por conservar. Sólo cuando carecemos de ella descubrimos de pronto toda su trascendencia y comprendemos que los pueblos la defiendan con uñas y dientes. También nos damos cuenta que las libertades democráticas no son nunca un regalo altruista y generoso, sino producto de una larga lucha por alcanzarlas. La ausencia de opresiones, imprescindible para que una vida sea digna de ser vivida, tiene un precio elevado en dolores; cada paso adelante cuesta esfuerzos y trabajos. En esa larga etapa de cambio y mejora ha habido periodos liberales y progresistas fruto directo de los cuales ha sido las siete constituciones que han regido en nuestro país; también hemos padecido nueve dictaduras de mucho mayor duración y cercanía; hasta el punto de que en los noventa años transcurridos de la actual centuria, los españoles lloramos más de sesenta sometidos a una ferrea mordaza que nos privó de las libertades que las leyes reconocen y proclaman y de las que nos privan los dictadorzuelos de turno. Si como afirma un gran poeta «no existe mayor dolor que recordar el tiempo feliz en la miseria", acaso pueda servirnos de eficaz lenitivo recordar en esta etapa de libertades recobradas, la miseria esclavizadora padecida en lustros interminables, tan cercana en el tiempo que muchos hubimos de ·sufrirla. Aludimos, claro está, a un período cuyas espesas tinieblas comenzaron a disiparse quince años atrás y que ahora se nos antoja· una monstruosa pesadilla. Tan mosntruosa que si muchos prefieren olvidarla por completo, una mayoría no sólo se niega a admitir que haya sido, sino incluso que haya podido ser. Esta realidad nacional, que de manera tan honda nos afecta a todos, basta y sobra para que comprendamos, no sin cierto legítimo orgullo, lo que va de ayer a hoy y todo el camino recorrido en un breve espacio de tiempo. Y, sobre todas las cosas, para que las generaciones más jóvenes se den cuenta del abismo existente entre las dificiles condiciones de vida con que quienes les precedieron hubieron de afrontar y las relativas facilidades con que ellos pueden disfrutar de la vida y abrirse camino hacia un futuro mejor.

Eduardo de Guzmán, uno de los fundadores de la ACE. recientemente fallecido, es miembro de Honor de la misma.

ria se comenzará por la lectura y, en su caso, la aprobación del Acta de la reunión anterior, pasándose

después a la lectura de la Meml>ria anual que hará el Presidente. Leída, discutida y aprobada, en su caso, la Memoria, se entrará en la discusión de los asuntos que figuran en el Orden del Día y se finalizará con los ruegos y pre-

guntas. ArtEculo 31. o El Orden del Día se formulará con los temas que, previo estudio, proponga la Junta Directiva, más todos aquellos que eleven a la Junta Directiva los asociados con cinco días de antelación a la celebración de la

Asamblea General. Artículo 32. o Si hubiera que elgir cargos de la Junta Directiva, se actuará con arreglo a las nonnas establecidas en el artículo 17. 0 de los presentes Estatutos. ArtEculo 33.0 Para que tengan validez los acuerdos de la Asamblea General bastará que las prl>posiciones obtengan el 50 por 100 más uno de los votos emitidos de presente o por delegación en cualesquiera de los socios asistentes mediante carta acreditativa. En todo caso, para determinar la validez de los votos emitidos en una u otra forma se estará a lo dispuesto en la norma 6.' del artículo 17.' Artículo 34.o para que pueda constituirse la Asamblea General , tanto de carácter ordinario como extraordinario, será precisa la asistencia de la mitad más uno de los socios inscritos en el censo de la AsOciación, en primera convocatoria. En segunda convocatoria podrá constituirse válidamente la Asamblea Ge neral, cualquiera que sea el número de los socios asistentes a la misma. Articulo 35.O Las votaciones podrán efectuarse a brazo alzado o por el sistema de papeleta. El primero de ambos métodos será el normal u ordinario, pero se recurrirá obligatoriamente al segundo s i lo solicitaren veinte socios asistentes como mínimo. CAPITULO N DEL PATRIMONIO DE LA ABOCIACION ArUculo 36.' La Asociación Colegial de Escritores no cuenta al fundarse con más patrimonio que el que puedan constituir la8 cuotas de s us asociados. No obstante, podrá aceptar subvenciones o donaciones a su favor, tanto de entidades públicas como privadas o de personas naturales, por acuerdo de la Junta Directiva, ratificado después por la Asamblea General.


EDUARDO DE GUZMÁN

38 CAPITULO V DE LA DlSOLUCION DE LA ASOCIACION Articulo 37. · El ac uerdo de disolución de la Asociación Colegial de Escritores deberá tomarse en Asamblea General Extraordinaria, convocada a este fin únicamente y precisará los votos de la mayoría absoluta de sus socios de

pleno derecho. Acordada la disolución, se procederá a liquidar la entidad y el saldo que resultare,

después de satisfacer todas las obligaciones pendientes, en unión de los bienes y de cuanto constituya su haber social, será distribuido en la forma que se acuerde en dicha Asamblea General Extraordinaria. Madrid, 1980

La posibilidad de reunirnos pacificamente para hablar de todo lo humano y lo divino; de asociarnos pa¡'a defender nuestras aspiraciones ideológicas y nuestros intereses profesionales; la de manifestarnos públicamente en calles y plazas sin temor a los palos de la policía ni a las,Pistola¡¡ de los asesinos asalariados, y, muy esencialmente, la seguridad de poder elegir libremente, sin cortapisas ni impresiones ajenas, a nuestros representantes en las organizaciones o instituciones locales, regionales o nacionales. Esto nos parece hoy tan lógico y natural en la España de 1991 que no podemos imaginar siquiera que haya quienes pretendan negarnos todos los derechos y se llamen perseguidos en cuanto carecen de la posibilidad de perseguir impunemente a los demás. Nada de este puede extrañarnos cuando llevamos siglos acostumbrados a que se nos niegue toda libertad por quienes se consideran capaces por voluntad divina de oprimir y explotar al resto de los ciudadanos. No debemos olvidar que quinientos años atrás, cuando la imprenta llega a la Europa occidental, una pragmática de los Reyes Católicos fechada en 1480 organiza, controla y regula el nuevo método de difusión cultural y, con el pretexto de salvaguardar nuestras almas, encomienda la explotación y vigilancia de las prensas al cardenal Tomás de Torquemada, inquisidor mayor de España y confesor de los monarcas, que han quedado como modelo arquetípico de intransigencia, opresión y torturas; que los discípulos del gran inquisidor han seguido su mismo camino cinco siglos; que hace más de trescientos años que un espíritu agudo y mordaz afirmaba que en España no se puede decir lo que se siente «porque siempre se ha de sentir lo que se dice,,; que hace ciento cincuenta que Larra sostenia que «escribir en Madrid es llorar» y que incluso durante la prolongada dictadura franquista se hizo popular entre sus corifeos el prudente consejo de «el que escribe se proscribe». Esa rotunda negativa de toda libertad de expresión ha costado una lista interminable de nuestros más preclaros ingenios que hubieron de pagar con detenciones, interrogatorios, palos, torturas, exilios, cárceles y muertes su funesta manía de pensar. Una lista que pudiera encabezar en plena Edad media el Arcipreste de Hita y terminar en el siglo XX con Miguel Hernández y en la que aparecen, entre otros muchos, Cervantes, Mateo Alemán , Fray Luis de león , Lope , Quevedo, Aranda, Floridablanca, Jovellanos, Muñoz Torrero , Martínez de la Ro sa, Espronceda, Salmerón, Ganivet, Costa, Unamuno, Madariega, Larca, Casals, Picasso o Juan Gris. El simple hecho de poder formar libremente una Asociación Colegial de Escritores y defender a la luz del día los intereses morales y materiales de cuantos tienen su forma de vida en el cultivo de las bellas letras es algo tan normal que resulta difícil admitir que hace unos años constituyera delito castigado con largos años de presidio. Y sin embargo fue actividad castigada severamente por los códigos vigentes, incluso con el aditamento de palizas que debieran escarmentar a quienes pudieran recaer en tan peligrosa tentación. Sólo para lección de quienes no tuvieron que padecer tiempos de tan aguda miseria intelectual y política, no estará de más recordar que, hace treinta años, echar los cimientos de la actual Asociación y esbozar los trabajos preparatorios de la misma costó no pocos dolores a quienes en la segunda mitad del siglo en curso iniciaron su


LA LIBERTAD AMENAZADA

trabajo clandestino para conseguirlo -en lógica continuidad de otras clandestinidades pagadas a un precio todavía mayor-+-. Puedó evocar este tiempo de tienieblas con legítimo orgullo; no' prete'ndiendo ninguna medalla -que a mis años parecería ridículo infantilismo- porque no hice más que colaborar modestamente con quienes entonces desempeñaron el protagonismo y casi todos cuales han desaparecido ya, desgraciadamente. Quisiera, modestamente, que esta evocación constituya un since- ' ro homenaje a los compañeros desaparecidos -valgan como ejemplo los nombres de Angel María de Lera, Francia García Pavón, Jesús Fernández Santos, Daniel Suerio y Carlos Barral- para que, pese a que la libertad parece hoy plenamente asegurada, no descuidemos un solo instante la vigilancia y nos opongamos con todo vigor a cualquier tentativa presente o futura contra la proclamación universal de los derechos humanos y en defensa de la libertad de expresión -aire para las almas y los cuerpos de los escritores- negados sistemáticamente desde el siglo XV por Torquemada hasta el :xx por el coronel Eyrnach, su último y más reciente discípulo opresor . .)b e

Angel María de Lera entregando el Premio a Rafael Alberti en presencia de Jaime Salinas

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ANGEL C. DE LERA *

Crónica de una lucha

F

laca es mi memoria de, la de entonces, mi adolescencia pero, entre mis . recuerdos, surgen los principios de lo que , años más tarde, se llamó Asociación Colegial de Escritores. Corría el año 1965 y yo acababa de cambiar el pantalón corto por el largo y mi padre, Angel María, recibía el encargo, por parte del diario madrileño «ABC", de llevar a cabo la realización del «Mirador Literario: suplemento semanal de crítica e información", el cual, desde un primer momento, debía ser algo más que un escaparate de librería o una galería de autores; algo cuya misión se complementara con una exposición informativa de aquellos puntos de fricción , intereses y problemáticas, nuevas y antiguas, cuyas manifestaciones conformaban el ámbito literiario dirigido al público especializado o no. Nunca, desde cuando dio comienzo en sus andares literarios, se le babía oído hablar o pronunciarse sobre el conjunto de partes que aúnan escritor, editor y librero. Pero no es extraño, debido a su antigua praxis política, que acabara haciendo de aquellas hojas semanales en huecograbado el cartel expositor de los entramados de la tramoya de ese sistema de producción iniciado cuando el escritor rellena unas cuantas páginas (la cantidad depende del género al uso, por supuesto) y acabado cuando alguien, interesado en la escritura, las adquiere (puestas en tipografía y encuadernadas ) en algún comercio d el ramo. y desde los primeros números de la publicación semanal comenzaron a apuntar todos aquellos problemas que atañían al mundo literiario y al de su creación. Poco a poco se fueron corporizando ideas, tangibilizándose propuestas y clarificándose posturas. Pasión, sin querer exagerar con el término, desató aquella polémica contenida y sostenida a través de las páginas del «ABC" (polémica que, en realidad, no fue tal, pues todos los puntos

· Periodis ta e hijo del fundador de la ACE, Angel Maria de Lera.

de divergencia fueron encontrándose en lo más sustancial). Pasión la cual unió, por primera vez en la historia del anárquico mundo literario, todas o casi todas las aspiraciones de los escritores , quienes, por vez primera, podían verse reflejados e integrados en una sociedad como profesionales y no como competidores olímpicos en pos de una gloria representada por una «flor natural" o de~ honor de haber sido considerado digno de figurar en los fondos de alguna editorial como ejemplo para venideros. Releyendo las ya un poco amarillentas bojas de aquel suplemento, coleccionado en tomos anuales y conservados en la biblioteca que fuera de mi padre, saltan a mis ojos temas resueltos muchos años más tarde (casi veinte) con la promulgación de la nueva Ley de Propiedad Intelectual (contratos de edición y actualización de situaciones legales, entre otros). Otros temas, como la determinación del dominio público , precio fijo, control de tirada .. ., también fueron expuestos en aquella ventana que era un mirador con ánimo de buscar soluciones todavía no encontradas. Es curioso cómo entonces cierto editor, quien patrocina el mayor premio literario español, era decisivo partidario de los controles numerados de edición. Esta es, quizá, una más de las incongruencias de la Administración española quien, todavía, tibiamente, intenta ofrecer una solución múltiple a cuestiones largamente arrastradas por mesas de despachos y maduradas en los cajones de las mismas. Un ejemplo claro lo tenemos cuando la creación del Montepío o Mutualidad de Escritores, ocurrida oficialmente en 1970 tras haber sido acordada inter partes dos años antes y llevado a cabo el estudio de viabilidad el año anterior. Claro , se podría argüir , entonces la Administración era franquista, siendo pública y notoria la reticencia con la cual se llevaba a cabo la absorción, por parte de la sociedad oficial, de ideas de talante progresista. P ero lo cierto es que aquella idea, largamente debatida, acogida con entusiasmo y acunada con ilusión por mi padre , vio la


CRÓNICA DE UNA LUCHA

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«luz verde». Fueron tiempos de sonrisas y de incomprensión y se abrieron puertas inimagialegrías. De triunfos apenas contenidos. ¡Por nables. Es cierto que su primer impulso fue la fin se quedaba vacuo y sin sentido el tópico de creación de una Asociación de Escritores de la Larra s obre las lágrimas de los escritores cual habla en sus escritos de 1966 con los españoles! Estos tenían, desde aquel momenmismos principios en los cuales se asentó la to, el reconocimiento del Estado como parte creación de la Colegial en 1977. Pero la dinádel entorno productivo de una nación. Ya no mica de aquel entonces y, ¿por qué no?, la eran simples soñadores exponiendo sus sue- prudencia política, materializarían uno de los ños a través de la palabra escrita. Habían fines últimos perseguidos. Es decir: la política logrado, como tales , el prestigio social y la de entonces aconsejaba la no creación de la sociedad les brindaba los parabienes y benefi- Asociación Colegial por ver, quizá y probablecios negados, únicamente, a los marginados. . mente, un grupo de presión con amplio ámbiAquella Mutualidad presentaba algunas to de repercusión y peligroso por su inteligensorpresas, debido al carácter fascista de la cia, paralelo, a su vez, a los movimientos asodictadura militar que gobernaba este país. ciacionistas de la Europa democrática (en Por un lado, se dotaba de Seguridad Social a Alemania la Asociación de Escritores se todo a quel que demostrara, según los pará- funda en 1969, por ejemplo). Pero la realidad metros al uso, su profesión de escritor, con lo aconsejaba una cordura con respecto a la cual se ponía (el Estado franquista) a la cabe- situación social del escritor. Por ello Angel za en cuanto al proteccionismo social referido María, lejos de empecinamientos utópicos, vio a los creadores literarios, no existiendo ninmucho más efectiva la vía de la Mutualidad gún caso parecido en la Europa situada al porque, de esta forma, alejaba toda sospecha norte de los Pirineos. La segunda consistía en de activismo político y desde el interior del nombrar como Presidente (aunque sólo fuera cargo honorífico) de aquella Mutualidad a un antiguo perseguido político por el Régimen del General Franco: nueve años en las cárceles de la posguerra civil es pañola por ser Comisario Político fiel a la legalidad democrática de la II República. Bien es cierto que aquello, personalmente, me chocó. Aunque había adquirido la condición de universitario y, por lo tanto, estaba abierto a toda corriente intelectual cuyo estudio crítico, se sup one , se aborda en dicho nivel, siempre y por tradición familiar había tenido una encendida a nimadversión hacia todo aquello que oliera a fascismo y, concretam ente , a franquismo por haber conocido vivencialmente situaciones donde el pasado político había inclinado la balanza a favor o en contra según se hubiera pertenecido al bando de los vencedores o de los perdedores en la Guerra Civil, enrrabiándome a causa de la no justificación racional de la decisión (siempre he tenido complejo de «hijo de rojo»). En Angel María volvió a surgir el a ntiguo espíritu de lucha en favor de la sociedad de los oprimidos y explotados. Aquel logro no era un mero· fin, solamente un medio para rescatar la dignidad de uno de los tesoros de nuestra historia (los escritores) Angel María de Lera y Francisco García Pavón a nte cuya presencia cayeron murallas de


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ANGEL C . DE LERA

sistema veía más palpable la posibilidad de lograr fines. Esto ya no era una revolución (siempre mal vista por los centros de poder y nunca realmente aceptada por mi padre), era una evolución social no beligerante con los intereses entonces vigentes. ¿Por qué los obreros de la España de entonces podían tener residencias para sus vacaciones? ¿Por qué los profesores universitarios gozaban de Colegios Mayores propios para su retiro intelectual? En la VRSS , entonces, ya existían residencias para escritores a cargo del Estado. Ello le animó a intentar conseguir, al amparo de la Mutualidadd y buscando la integración en el sistema sindical del momento, Casas para Jubilados y Casas de Creación donde los escritores convivieran en pequeñas urbanizaciones donde, mediante una pequeña aportación económica, pudieran retirarse a escribir. Los primeros serían hogares con rango de Colegio Mayor a fin de que pudieran vivir aquellos compañeros de oficio quienes estuvieran solos. Pronto su llamamiento es atendido desde varios puntos de la península, todos ellos con el nexo común de tener un clima envidiable y de estar envueltos por la tranquilidad necesaria necesitada por todo creador. Valencia, Canarias y Aguilas (Murcia) fueron los lugares donde fue recogido el proyecto. Incluso en Aguilas se hizo una cesión de terrenos para estos fines y para una residencia cuyo nombre era «Antonio Machado». Pero los negros nubarrones del franquismo más acérrimo se cernieron sobre nuestra sociedad cerrando cualquier aperturismo y estos proyectos, como tantos otros, fueron olvidados en lo más recóndito de los archivos oficiales y nunca más fueron desempolvados. Todo quedó olvidado salvo la Mutualidad de Escritores obrando a guisa de cuña con unos derechos adquiridos y, por entonces, inamovibles. Se había atravesado el Rubicón o, por lo menos, era lo que se llegó a estimar en aquellos momentos relegando para otra ocasión, cuando los vientos fueran más favorables, el planteamiento de nuevas conquistas. Algunos años más tarde, realmente pocos, murió el dictador español y nuestro país se vio sacudido por la nueva situación. Floreció el asociacionismo, no dentro del franquismo como antes, porque lo trajo la democracia como condición inalienable para la conviven-

cia civil y entonces es cuando nace, en 1977, la Asociación Colegial de Escritores cuyas líneas maestras había dibujado en 1968 en su Mirador Literario antes del Congreso de Escritores conocido como «el de San Sebastián». Esta Asociación surgió como una imperante necesidad ya que, efectivamente, empezaba una nueva etapa en nuestro país y la Mutualidad se había quedado pequeña y escuetamente ceñida a su función. Los escritores tenían voz colegiada y potente, primero, por el logro anteriormente obtenido y, segundo, por ser la voz de la conciencia del pueblo, de la sociedad. Siguió la colaboración con los estamentos de la oficialidad cultural en la medida posible (no olvidemos que la VCD , partido gobernante, era como una cáscara de nuez agitada en un mar embravecido por las pasiones desatadas de las familias franquistas bastante reticentes a perder sus posiciones hegemónicas) y, en poco tiempo, los escritores se volvieron a aglutinar en torno a la figura de Angel María quizá con la confianza de tener en su cabeza jerárquica la figura indomable y tesonera de quien, contra toda predicción, les había hecho acreedores de los derechos de clases pasivas. Como militante político de izquierdas que fue en la II República, esperaba con ansiedad el día en que las llamadas izquierdas volvieran a adquirir el poder, históricamente legítimo, por entender el resto de las reivindicaciones para «sus escritores», a partir de aquel momento, como tierra conquistada. Pronto se henchió de orgullo cuando «su Asociación», como él la denominaba, pareció tomar un protagonismo propugnado por la fuerza de la razón de aquellos a quien representaba. Pero la decepción llegó bajo la forma de una ducha de agua helada, del agua más helada que uno pueda llegar a imaginarse. El ministro de Cultura de aquel entonces, del primer gobierno socialista, se había manifestado a favor de la redacción de una nueva Ley de Propiedad Intelectual. Por aquél entonces, Angel María había accedido a la condición de militante de base del PSOE al entender que el mayor servicio que un viejo militante republicano podía rendir a su país políticamente era integrarse en la corriente mayoritaria para, así, evitar otro desastre como el traído por una dictadura militar. Por su simple condición social (ser Angel María


CRÓNICA DE UNA LUCHA de Lera y, además, Presidente de la Asociación Colegial de Escritores y militante del PSOE) y por su condición de ser un, si no el mayor, entendido en lo referente a la problemática del escritor, logró, tras muchos tiras y aflojas, acceder a una entrevista personal con dicho ministro. Angel María, durante la entrevista, intentó exponerle las reivindicaciones tanto tiempo pendientes , pero fue interrumpido por el señor ministro quien le espetó, entre otras cosas: "Me estás enfadando, Angel». Mi padre se sintió desazonado y se calló más por educación que por ira contenida. Otro gran revés sufrido por mi padre y, por lo tanto, por la Asociación Colegial de Escritores, fue la desaparición, por los mismos tiempos, de la Mutualidad de Escritores. El dicho de escribir en España es llorar se trastocaba en algo más grave: escribir en España era dar un paso estigio donde el escritor y su destino quedaban a merced

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del libre mercado y, algunos, de la venta de sus bibliotecas particulares. Pero el Estado, esta vez, fue sensible ante los razonamientos de la Colegial y la situación se palió en parte. Angel María, ya entonces, se hallaba aquejado por un cáncer fulminante y murió con la ilusión puesta en dos cosas: una, que la nueva Ley de Propiedad Intelectual , a cuyo texto definitivo no tuvo acceso de conocimiento , protegiera a «sus escritores» de los imprevistos avatares en la vida (muchos de los cuales había sufrido en sus carnes ) y que la Asociación Colegial de Escritores tuviera la fuerza necesaria ) cuando él faltara, para afrontar las nuevas situaciones en las que se encontraba comprometida. El retraso en la promulgación de la nueva Ley de Propiedad Intelelctualle evitó sentirse una vez más traicionado por aquellos quienes, por relevo generacional, luchaban por los ideales sucumbidos un 18 de julio.


ASOCIACIÓN DEAUfORES DE TEATRO - (Sección Autónoma de la ACE)

El teatro español en democracia Eduardo Galán 1. POLÍTICA Y TEATRO

A

1 Sobre el teatro de esta época pueden consultarse los estudios que a conti nuación se citan: AUTORES VARIOS, Reflexiones sobre el tea tro español, edición de lGaus Portl, Niemeyer, 1986; AUTORES VARIOS, Nueuas tendencias escénicas. La escritura teatral a debate (Ponencias y coloquios del encuentro de aulores teat rales), Madrid , Cent ro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas, 1985; Fermín CABAL y José Luis ALONSO DE SANTOS, Teat ro español de los ochenta, Madrid, Taurus, 1985; EQUIP O RESEÑA, Doce años de cultura española (1976- / 988), Madrid, Ediciones Encuentro, 1989; Juan Ignacio FERRERAS, El teatro en el siglo XX (Desde 1939), Madrid, Taurus, 1988; Patricia O'CONNOR, Dramaturga s esp añolas de hoy, Madrid, ed. Fundamentos, 1988; César OLIVA, El teatro español desde 1936, Mad r id , ed . Alhambra, 1989.

nali,.,

,1 "atm ",pañol d,l adual p'riodo d,mo"átl" (1977-1990) (1 ) sin con siderar la evolución política de nuestro país durante estos años podría conducirnos a conclusiones erróneas y parciales. Desde la muerte del general Franco en 1975, la sociedad española se h a despojado de viejos fantasmas , de antiguas mordazas, de molestas censuras y el Estado ha modernizado sus estructuras socio económicas. La consolidación del sistema democrático ha influido de manera decisiva en el desarrollo del arte escénico, que poco a poco es tá superando la grave crisis que asoló la escena durante la década de los 70 y principios de los 80. La década de los 80, teatralmente hablando, ha respondido a la política diseñada por el Partido Socialista Obrero Español y que José Manuel Garrido Guzmán puso en marcha desde su puesto de director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y Musicales (INAEM) h asta que en julio de 1989 se hizo cargo de la subsecretaría del Ministerio de Cultura, siendo entonces sustituido por Adolfo Marsillach, quien dimitió en septiembre- de 1990. Esta política teatral del PSOE se ha caracterizado por los siguientes aspectos: U Desarrollo de una red de Centros Nacionales y Autonómicos, que sirvieran de estímulo y progreso a la producción teatral. 2.g La creación de un circuito de salas teatrales (restauración de antiguos teatros en colaboración con el Ministerio de Obras Públicas y creación de nuevos espacios escénicos), que facilitasen el «rodaje» de los espectáculos por las diferentes localidades de nuestro territorio; no obstante, el cierre de teatros de una larga tradición (por ejemplo, el Martín o el Espronceda en Madrid) y la escasa creación de nu evas salas en una ciudad como Madrid hacen que la mayoría de las compañías profesionales encu entren gravísimos problemas para poder presentar sus trabajos. 3.g El incremento de las partidas presupuestarias destinadas al mundo de las tablas, que desde los 547 millones destinados en 1982 han ascendido hasta los once mil millones de 1990 (más del 70% de esta cifra se dedica al apartado de Música); estas partidas económicas se emplean fundamentalmente en una política de subvenciones y concertaciones que están condicionando el funcionamiento del teatro comercial. Y 4.g , la potenciación de los Festivales de Teatro. Estas parecen ser, en mi opinión, las líneas fundamentales de actuación ministerial del Partido Socialista. Analicemos con detenimiento algunos aspectos de la situación, ya que incide de forma palpable en la creación teatral y está siendo responsable de la manida pero falsa crisis de autor es teatrales que desde ciertas tribunas


EL TEATRO ESPAÑOL EN DEMO CRACIA viene predicándose con tintes claramente demagógicos. El teatro del autor español cont emporáneo puede resultar incómodo para ciertos grupos: por un lado, para el director de escena (para un tipo peculiar de director de escena que quiere tocar y retocar el texto a su antojo, no importándole en absoluto los criterios artísticos e ideológicos del autor; por ello, un clásico o un autor muerto" resultan más amables, en su pleno sentido semántico, es decir, más dignos de ser amados); por otro lado, ciertos sectores políticos dirigentes que no desean un teatro que cuestione la realidad presente. Si en 1978 la UCD fundaba el Centro Dramático Nacional (CDN), con sede en el Teatro María Guerrero, en 1984 el PSOE creaba el Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas (CNNTE) con la intención de recoger la herencia del teatro independiente y aglutinar en su seno los movimientos escénicos de vanguardia, a la vez que se ha visto obligado a acoger a los jóvenes autores y directores carentes de locales comerciales para contrastar sus creaciones con el público. Desde su fundación, Guillermo Heras dirige el CNNTE. A pesar de las múltiples críticas recibidas, Heras es inaccesible al desaliento. Continúa trabajando con coherencia y entusiasmo, porque en la sala Olimpia (sede del CNNTE) se investiga y se experimenta, independientemente del éxito o del fracaso. Es este tal vez el valor que debe reconocérsele. Es más fácil triunfar con un texto clásico (ejemplo de cultura y de veneración desde las instituciones oficiales a los centros de enseñanza) y en un centro nacional (CDN o Compañía Nacional de Teatro Clásico) o municipal (Teatro Español, Centro Cultural de la Villa), que alcanzar el beneplácito popular y de la crítica cuando se arriesga con montajes de autores españoles actuales y, generalmente, desde una perspectiva estética moderna (2). Por la Sala Olimpia han desfilado jóvenes autores que tal vez puedan llegar a ser figuras consolidadas en el 2000: Paloma Pedrero, Alfonso Plou, Ernesto Caballero, Marisa Ares, Ignacio del Moral y otros muchos. El 14 de enero de 1986 se fundaba la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC) y se encomendaba su dirección a Adolfo Marsillach. La CNTC estructura sus actividades en torno a dos presupuestos básicos: la estabilidad actoral de la propia Compañía y el sistema de repertorio, que lleva a programar un turno rotativo de los espectáculos presentados. Desde su fundación se han estrenado die z espect áculos diferentes : sei s dirigido s por Adol fo Marsillach (E l médico de su honra, Los locos de Valencia, Antes que todo es m i dama, L a Celestina, El burlador de Sevilla y El vergonzoso en palacio), dos por el desaparecido José Luis Alonso (E l alcalde de Zalamea y La dama duende), uno por Josefma Molina (No puede ser... el guardar una mujer), y uno por Miguel Narros (El caballero de Olmedo). Este trabajo de la CNTC ha significado, por un lado, un revulsivo para el teatro clásico, propiciando el interés popular por estas representaciones. Por otro, h a suscitado una fuerte polémica en torno al modo de representar a los clásicos (3 ). Recientemente se ha afirmado desde diferentes tribunas de opinión que el teatro actual se h a convertido en un teatro oficializado. Apenas se producen espectáculos que no lleven el sello de la Administración, bien porque se representan en teatros oficiales, bien porque la sala está concertada, o bien porque la Compañía recibe un apoyo económico en forma de subvención. Esta política

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En una entrevista que le hice para l a r evista ESTRENO, Guillermo Heras jus tificaba el carácter minoritario de las propuestas del CNNTE : «Conozco bien todos los espacios alternativos del nuevo teatro de Europa. Todos estos espacios tienen pocos espectadores en relación con el otro teatro, porque el teatro que alU se hace es selectivo en el sentido de que el espectador acude no p or el prestigio de los autores ni por los montajes de un d irector conocido. E l p úbl ico de la Sala Olimp ia es select ivo, elige venir a este tip o de espectáculos (...) y ten en cuenta que el fraeo· so estético es una necesid ad de los creado r es, Me explico: si hablamos de fracaso por la escasa existencia d e espectadores, ningún teatro del mundo hubiera existido jamás, El teatro experimental es siempre minoritario. E l tea t r o exp erime ntal es, en d efinitiva, una p lataforma p or la que de diez grup os, de diez autores, de diez exp eriencia s, segu ramente sólo pueda salvarse una o, a lo sumo, dos. porque realmente es un laboratorio tea2

1

tra l. EL CNNTE no p uede ser un teatro institucionalizado en el peor sentido d el té r mino, Tiene que ser un espaci o al b orde de la tra ngres i ón, ,, (ESTRENO, Vo l. XV, n .' 2 , otoño 1989, pág. 26). 3 Luciano Gat'cía Lorenzo, invest iga dor d el CSIC , r es u me In cuestión al escdbir: «Y es que si para unos la misión de la CNTC es llevar a las tablas una obra clásica a la ma nera clási ca y nunca olvidando que el artista es Lop e o Calderón, para otros entre los cuales estálLlos p ropios responsables de la Co mpañiadebe haber liber tad suficiell.te con el fin de ofrecer un espectdculo que tenga a Lope, Calderón o Tirso como autores de unos textos que otros a r tistas de hoy interpretan y llevan a las tablas. pasando por los que op inan que es el público actual, falto de refe· rencia s al sistema de pensamiento y a la cultura del p asado, el que cond iciona la situación y obliga a establecer unas relaciones especiales para que la comu- ' nicación llegue a hacerse reali· dad." (De la recupe rac ión de 108 clásicos . En PAPELES PARA LA LIBERTAD , YA , pág. 8, 2 de ellero de 1990).


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4 Yo Hoy. En REFLEXIONES SOBRE EL NUEVO TEATRO, ed ición de Klaus Pürtl, Niemayer, 1986, pág. 15.

Festivales, claridad y penumbra . .•Boletín informativo de la Fundación Juan March lOt , mayo-1989, págs. 3-14. 5

6 Ver las opiniones vertidas en el Segundo congreso de la ADE, Madrid , Publicaciones de l a Asociación de Dire cto res de Escena, 1990. Este congreso se celebró en Gijón entre el 14 y el 16 de abril de 1989 y en él se planteaba la condición jurídica y profesional del director de escena: ¿existe algún derecbo legal que permita al director reclamar la propiedad intelectual de una puesta en escena? También se planteó lo referente a un posible porcentaje de taquilla en calidad de autores del espectáculo teatral.

EDUARDO GALÁN de subvenciones ha generado una transformación de la realidad estética y dramática en los años 80, consistente en el abandono del riesgo artístico y en el predominio de espectáculos avalados por un nombre de «prestigio» (el del autor, el del director o el del primer actor). Esta falta de estímulo está incidiendo negativamente en el panorama teatral español, que tiene que soportar en las carteleras el déficit de textos propios en beneficio de los éxitos de Londres, Broadway o los siempre seguros clásicos . La crítica expresada en contra de la política de subvenciones se ha formulado, habitualmente, desde postulados ideológicos. Se le ha reprochado el ser una forma de censura encubierta, tal y como denuncia el autor teatral José Martín Recuerda: "El dramaturgo que ayer 'escribía con símbolos inconformistas de la España de Franco, hoy sigue escribiendo con los mismos símbolos inconformistas en contra del gobierno de Felipe González, y si la censura franquista era terrible, hoy sigue siendo más terrible aún, porque no hay empresarios particulares. El empresario es la administración socialista. Esta administración eleva a los altares aquellas obras anodinas y aquellos dramaturgos totalmente anodinos, miméticos o epígonos benaventinos, que en nada perjudican al sistema político de la democracia española>, (4J. Con la democracia, el teatro español intentó ponerse a la altura de Europa. Para ello, uno de los caminos elegidos fue el de la proliferación de los Festivales Internacionales de Teatro. Si bien es cierto que en la época de Franco ya se celebraban estos certámenes, su carácter restringido y la censura dominante acallaban el eco de su difusión. En un artículo esclarecedor, el crítico teatral José Monleón analiza la realidad actual de los Festivales en la España democrática. En su opinión, existen dos grandes tipos de festivales: ,(1) Los nacidos de un objetivo básicamente burocráticos, creados a la mayor gloria del poder y alimentados por la idea coyuntural del éxito y la simple consideración cuantitativa del número de espectáculos y de espectadores. 2) Los que asumen la dimensión de acontecimiento extraordinario, de fiesta única, sin caer en los fastos de la retórica oficiaZ" (6) . Dada la complejidad de la estructura teatral en nuestro país, los diferentes colectivos han ido organizándose en asociaciones profesionales para mejor defender sus intereses. Desde hace años viene funcionando la Unión de Actores. En 1987 las autoras teatrales funda- · ron la Asociación de Dramaturgas Españolas con el fin de apoyar el teatro escrito por la mujer. De reciente creación es la Asociación de Directores de Escena, que viene publicando textos teatrales de autores extranjeros y en cuyos congresos reivindican la autoría del hecho teatral en un intento de dominar la escena en todas sus vertiente (O'. En 1990 se fundó la Asociación de Autores de Teatro, cuyo presidente de honor es Antonio Buero Vallejo, su presidente ejecutivo es Lauro Olmo y su secretario general, Alberto Miralles. Esta Asociación constituye una Sección Autónoma dentro de la Asociación Colegial de Escritores. La Asociación nace como necesidad de defensa ante los reiterados ataques a la figura del autor teatral, ante la insistencia con que algunos repiten que «no hay autores teatrales» y ante el lugar al que es relegado el autor en muchas noticias informativas referentes a espectáculos teatrales. Y como escribe Alberto Miralles, "el desprecio y la ignorancia hacia el autor se evidencia y concreta en el Consejo Superior de Teatro, en el que hay críticos, actores y tramoyistas, pero


EL TEATRO ESPAÑOL EN DEMOCRACIA

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ni un solo autor, ya que Alonso Millán está en calidad de presidente de la SGAE. En ese mismo sentido hay múltiples revistas, boletines, comunicados, incluso de la propia Administración, que junto al título de una obra no ponen el nombre de quien la ha escrito» (7). y es que los problemas del autor teatral en la España democrática son enormes. Por un lado, el injusto desprestigio a que nos estamos viendo sometidos desde la Administración y desde otros colectivos del hecho teatral (aquellos que prefieren dirigir o producir textos clásicos o extranjeros porque afirman que no hay obras de calidad entre los autores españoles vivos. La próxima vez que un director de escena haga esta afirmación debería contestársele que los textos de autor español vivo requieren la diracción de un buen director ... extranjero, porque aquí no hay directores); lo que provoca una dificil situación para estrenar en un teatro comercial u oficial y con un buen reparto. Por otro lado, la penosa situación económica con la que debe enfrentarse el autor teatral: en muchas ocasiones, los derechos de autor tardan más de un año (cuando se hacen efectivos) en pagarse a la Sociedad General de Autores, que cada vez se ve obligada a poner más demandas y abrir expedientes contra Centros Culturales y Ayuntamientos morosos. Muchos son los que viven del teatro (productores, directores, actores, escenógrafos, técnicos, tramoyistas ... ), pero muy pocos autores pueden sobrevivir de la renta producida por sus textos teatrales. Podría el autor teatral refugiarse en los Premios Teatrales, pero los hay que se declaran desiertos y los hay que recogen cláusulas verdaderamente dramáticas (el último Lope de Vega, ya no supone su representación el Teatro Español y el último -y único hasta ahora- Premio de la Comunidad de Madrid conoció dos ganadores que deberían haber obtenido una ayuda para el montaje -nada para los autores-, pero por extraños problemas administrativos no se pudo hacer efectiva). 2. CONSECUENCIAS ARTÍSTICAS La democracia ha servido, entre otras cosas, para recuperar el teatro de Federico García Lorca y, en menor medida, el de Valle Inclán. Del primero se ha representado prácticamente todo su teatro. Los esp ectáculos más célebres de Lorca han sido Así que pase n cinco años (dirigido por Miguel Narros ), La casa de Bernarda Alba (dirigido por José Carlos Plaza), El público y Comedia sin título (dirigidas ambas piezas por Lluis Pasqual). De Valle s e han llevado a escena Luces d e bohemia (por Lluis Pasqual) , Voces de gesta ..( por Emilio Hernández) y, cuando se publique este artículo, se ·habrá estrenado en el CDN la trilogía de Las comedias bárbaras (dirigidas por José Carlos Plaza). Con la desaparición de la ceosÚTa, se favoreció la puesta en escena de textos de algunos autores exiliados durante el franquismo (caso de Alberti o de Fernando Arrabal) y, a duras penas, se rescataron algunos textos prohibidos durante el franquismo . Por otra parte, proliferaron espectáculos de escasa calidad que buscaban el éxito a través de la explotación del desnudo femenino y del vodevil más zafio y vulgar. No faltaron los textos que, apoyándose en la libertad de expresión, se permitieron el lujo de descalificar y parodiar el sistema democrático. Pero ni el desnudo fácil ni los textos oportunistas consiguieron arraigar en las carteleras.

Asociación de autores de teatro. E n República de las letras (Revista de la Asociación Colegial de Escritores). Madrid, diciembre 1990, n.' 29, págs. 53·58. 7

8 En un art ículo e l ac tor J osé M.I Pou anali zaba la supre macía del director de escena e indicaba que durante los años 80 el actor había «pe rdido es pac io», fund a me nta lm e nte por «la directocracia imperan te en la escena española en ese mismo

período de tiempo (... ) Entiendo por directocracia el dominio tot a l y a bso lut o de alg unos d irecto res que, cada día más, p ie nsan en sí m ismos co m o autores únicos del espectáculo, a imagen de lo que uiene ocurriendo en el cine desde la déca da de los 60. Consultemos perió· d icos, progra mas, carteleras: los espectáculos teatrales de la década que ter m ina ha n sido, por


EDUARDO GALÁN

48 encima de cualquier otra consideraci6n, espectáculos de directores en p rimer lugar; tal vez, también, de escenógrafos; un poco, pero mucho meno s, de autores». El p ríncipe destroDado. En PAPELES PARA LA LmERTAD, en . YA», Madrid, 2 de enero de 1990. apenas e xiste bibliografía de consulta en torno a los más jóvenes autores teatrales. La crítica teatral Cristina Ferreiro, en un artículo esclarecedor, les agrupa e n la que d e nomina Joven generac ión democrática de los 80 (ver PAPELES PARA LA LlliERTAD, En YA, Madrid, 2 d e ene r o d e 1990): .Nacidos entre 1957 y 19/j5, estos autores han a dquirido una formación política, artística intelectual sustancialmente distinta de sus predecesores. Todos ellos se iniciaron en la creatividad teatral en situación de libertad, sin censuras ni mordazas que les coartara n la libre expresión de sus idea y vi veucías. La época de Franco es tan sólo un recuerdo de in{ancia o adolescencia .Y no les condicionó ni sus vidas ni sus objetivos artísticos. Estamos, pues, ante un grupo de autores que desarrolla su trabajo creati· va en la cotidianeidad d.emocrática, ante la que podríamos llamar Jo ven gen e ra-ción democ rática d e 108 80. 1<1 Más adelante , Crist in a Ferreiro propone algunas notas en común del teatro de estos autores: «El primer rasgo común de esta generación e,r; el de la concepción del au lor tea tral como un contador de his· torios lea /rales, más preocupados por consegu ir la. diversión, la emoci6n, el asombro del público que por lucha r contra (antasmas que 110 sean ~so St - los Interiores de cada cual. En segu /Ido lugar refleja n en algunos de sus tex tos la realidad social cotidiana Los temas tratados por estos aulores en sus obras se pueden reducir a su esencia y quedar enmarcados en tres líneas fundamentales: el hombre, la sociedad y las relaciones del individuo con el medio social (... ).~ La Revista PR IM ER ACTO publicaba recientemente una separata (del n. v 233) en la que se reproducía el coloqu io de la primera jornada de l 1 Encuentro de Autores jóve nes o rgani za do por e l Instituto del Teatro de Asturias, celebrado en Gijón del 19 a l 21 de enero de 1990 y que gi raba e n torno al tema: La escritura teat ra l en Españ a hoy. Constituye este un interesantísi mo documento para conocer las preocupaciones y la fonn a de pensar de la -hoy- más joven ge neración de autores teatrales. Sobre la obra de l joven escritor catalán Sergi Belbel, que actual· mente triunfa en Cataluña , puede cons ultarse mi a rt íc ul o 9

r.. .)

Sergi Belbel, artífice de la reno· vación escé nica (PRIMER ACTO, marzo·ab r il 1990, n. ' 233, págs. 82·88).

Conviene destacar que los pujantes grupos de teatro independiente de finales del franquismo (Tábano, TEI, Goliardos, etc.) no consiguieron sobrevivir en los años 80, con excepciones fundamentalmente en Cataluña (Dagoll Dagom, Els Joglars ... ). Algunos de sus miembros más relevantes accedieron al teatro comercial (caso de José Luis Alonso de Santos o de Fermín Cabal) y/o al teatro oficial (caso de los directores Miguel Narros , Guillermo Reras o José Carlos Plaza). Otros, como Angel Facio o Cosme Cortázar, continúan su andadura con sus compañías estables. Todos estos hechos reseñados han desencadenado una serie de consecuencias artísticas . Entre las negativas sobresalen las siguientes: primero, un alejamiento de la vida y realidad social del espectador; segundo, una inversión desproporcionada que prima los grandes espectáculos y se olvida del teatro joven; tercero, un arrinconamiento de la iniciativa privada, que vive de las subvenciones y se refugia en un conservadurismo estético alarmante; y cuarto, una des protección absoluta del teatro de autor español vivo. Estas circunstancias políticas, sociales y económicas han desencadenado una transformación de la conciencia del autor teatr al que se manifiesta en la necesidad de reducir al máximo el número de los personajes y de limitar la acción dramática a un solo espacio escénico para abaratar al máximo el coste de una producción dramática. Desde un punto de vista estético, el teatro español de estos años de democracia se ha caracterizado: primero, por estar influido por el teatro norteamericano y europeo en las puestas en escena (inspirándose en Strelher, Scaparro, Brook, Ronconi, Kantor, Wajda, Bergman ... ); segundo, por la sobrevaloración de los aspectos formal es, lo que ha conducido en ocasiones al desarrollo de espectáculos esteticistas, en los que priman los elementos escenográficos y coreográficos sobre los elementos textuales y de interpretación; tercero, por la supremacía técnica y artística del director de escena, que se considera el autor del espectáculo e intenta relegar al autor del texto y al actor a una segundo plano ,.,; cuarto, por el regreso, en algunos ámbitos, al teatro de texto; quin to, por el predominio de un teatro acrítico, lo que favorece el auge de los clásicos y contemporáneos extranjeros frente al ostracismo al que se condena a los autores españoles vivos; sexto, por la recuperación de la comedia en todas sus variantes; y séptimo, por la coincidencia en escena de cinco grupos generacionales del teatro español: los procedentes del drama social (Antonio Buero Vallejo, Lauro Olmo, Alfonso Sastre, Antonio Gala -aunque pronto deriva hacia un teatro simbolista-, López Aranda, Martín Recuerda, y Rodríguez Méndez, entre otros); los procedentes del teatro simbólico y experimental y los llamados nuevos autores (Riaza, Ruibal, Nieva, Arrabal, Martínez Mediero, Romero Esteo, Miralles, García Pintado, Quiles, Bellido y Benet y Jornet, entre otros); los que triunfaron fundamentalmente en la comedia (Alonso Millán y Salom, entre otros); los procedentes del teatro independiente y aquellos que comenzaron a presentarse con éxito en los teatros comerciales en la época de la transición (Alonso de Santos, Cabal, Sanchis Sinisterra, Fernán Gómez, Junyent, Amestoy, Miras, Medina, Vallejo, Ana Diosdado, Campos y Marsillach, entre otros); y el grupo de los más' jóvenes que irrumpen en plena democracia (Caballero, Pedrero, Onetti, Del Moral, Reina, Belbel, Márquez, Murillo, Armada, y García May, entre otros) (9) .


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Estrenar en los noventa uando oigo decir a los personajes de Valle Inclán que « . .. en España es un delito el talento»> que « •• .las letras son colorín> pingajo y hambre»> y hasta preguntarse por « •• .la bomba que destripe el terrón maldito de España» sin que un sólo espectador se remueva en el patio de butacas siento que un escalofrío me recorre el espinazo. En la España democrática de los noventa escribir para el teatro no es un delito> es más bien una sucesión de problemas comparable a los trabajos de Hércules que sólo el sentido del humor y una vocación de hierro parecen superar. Los muertos, ya se sabe, no molestan y son muy agradecidos, pero me pregunto si a don Ramón le agradará verse embalsamado por la cultura que le rinde homenaje o si por el contrario estará rumiando tales improperios que no le volvieran a estrenar hasta el próximo cincuentenario. Al autor de nuestro tiempo, al que conserva la ilusión, la mesa camilla le da claustrofobia; escritor y hombre de teatro a la vez, necesita participar del hecho teatral, del aliento del actor, sin necesidad de intermediarios ni traductores que le indiquen cómo debió escribir la obra o le cuenten el cuento del texto-pretexto. El autor español vivo quiere subir al escenario y tomar la palabra para dialogar con el público y fIrmar al pie. Si tiene talento, está en su derecho. Sin embargo, la realidad es otra: políticos, directores y empresarios se reparten el tinglado y no desean que el autor les monte una escena en plena merienda. De esta forma estrenar en España es como plantar árboles en la luna. Tres son los caminos que puede recorrer el autor con su obra bajo el brazo si desea acceder al escenario y al público. La primera puerta franquea el despacho del empresario comercial. Primera pregunta: ¿es usted un intelectual? Responda que no a voz en grito y cuéntele las maravillas de su comedia (con un drama lo tiene crudo) y lo bien que estaría el famoso fulanito> estrella de la tele, en el papel protagonista. Si consigue

C

convencerle puede considerarse un hombre afortunado y puede que la taquilla le haga olvidar cualquier prejuicio, si lo hubiere. Pero el negocio es el negocio, el público manda y si su obra no se adapta a los moldes establecidos olvídese del montaje. Nadie arriesga su dinero sin garantías. Si su teatro no resulta abiertamente comercial puede probar con la Administración. En los últimos años han aparecido centros dramáticos por todo el Estado regentados por lo más granado de la materia gris próxima al poder. La pregunta se repite. ¿Es usted un intelectual? Piénselo bien y diga que sí, que su teatro es tan intelectual que sólo lo entiende usted. Pase al departamento correspondiente y jure que su teatro se ennoblece de no gustar, que expresa la incompresión y la soledad del hombre tan atinadamente que casi no necesita público que lo vea ni actores que lo interpreten. Ojalá tenga suerte y entre el año de Lorca, el siglo de Valle, el homenaje al anciano de la tribu y el ciclo de genios de la dramaturgia forastera encuentre un huequito para su obra; naturalmente habrá que efectuar algunos cambios muy interesantes para potenciar el espectáculo que quiere crear el señor director. El berrinche puede ser de infarto, pero se estrena en un gran teatro, con mucho presupuesto, yeso seduce a cualquiera. La sorpresa viene luego , cuando el autor percibe una miseria de derechos por unas pocas funciones mientras a su alrededor se despliega una parafernalia estéril y vergonzante, lista para ser enlatada y almacenada antes de que coja polvo. Después de todo, ya ha estrenado. ¿Qué más quiere? Que se vea. Fracasados ambos intentos por exceso o por defeco sólo le queda encomendarse a San Antonio para que le encuentre un novio con muchos ceros o colocarse en la cola de las subvenciones (solo, la forma más ruinosa, o en compañía de otros). Si su obra obtiene algún tipo de subvención, concertación, coproducción y etcétera podrá, con toneladas de amor artesano, ponerla en pie , en equilibrio a l


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menos, en precario, pero puede que hasta disfrute a fondo de su creación, que sea bien recibido en los ensayos, que interprete algún personaje si es actor o que dirija el montaje ampliando el ámbito de su autoría y arrojando la mesa camilla por la ventana de una vez por todas. Así se estrena, en Móstoles o en Villa Robledo, pero se estrena; si es necesario se fleta un autobús y se corteja con una copa a los iniciados que no quieran perderse una oportunidad tal vez irrepetible. Más tarde puede que su euforia se difumine ante las perspectivas de gira. Las programaciones territoriales suelen medir el aforo en votos y cada vez son más limitadas. Nueva pregunta: ¿es usted rentable políticamente? ¿Se ha planteado si hay, va a haber o ha habido algún tipo de elecciones en varios meses a la redonda? Si no es capaz de contestar a estas preguntas adecuadamente su teatro puede contraer el mal de la fugacidad y cuando menos se lo espere no conservará de él más que un vídeo casero de aquella noche memorable. Si ha sido lo basante listo para vender su espectáculo , enhorabuena, viajará por los lugares más insospechados (ayuntamientos , centros culturales y otros indocumentados capaces de dejarle fuera de combate si intenta recaudar sus derechos de autor), y se sentirá muy satisfecho formando parte del proletariado teatral. Pero si no hay bolos, peor, no hay compañía, y si no hay compañía la maquinaria le devolverá inexorablemente a la mesa camilla, donde podrá seguir preguntándose por los siglos de los siglos si es usted útil, intelectual o rentable. Aún le quedan los premios, que a veces le permitirán acceder a alguna de las categorías anteriores , las ayudas del Estado (el Ministerio de Cultura dedica este año ocho millones de pesetas a la creación de textos teatrales frente a los sesenta reservados para guiones cinematográficos) y algunas publicaciones de tirada corta y más corta distribu-

ció n que divulgarán su obra en la medida de lo posible. Ante tales supuestos cabe preguntarse si el autor es verdaderamente útil en esta sociedad mercantilista y, en tal caso, para quién. Yo afirmo que es útil y necesario para que el teatro vuelvl!. a ser un hecho vivo como lo ha sido en otras épocas, azote de conciencias, espejo de la realidad, vehículo de expresión en carne y verbo, para que el espectador salga de la sala habiendo disfrutado de una experiencia contemporánea y personal, para que el teatro deje de ser cultura de museo y vuelva a ser arte y rebeldía, para que las nuevas generaciones entiendan por qué le gustaba tanto el teatro a su abuelita. Decía Bertolt Brech que para escribir teatro había que tener algo que decir, saber contarlo, contarlo efectivamente y procurar transmitirlo al mayor número de personas posible. Los dos primeros puntos son responsabilidad exclusiva del autor y allá cada cual con su estética y sus' pretensiones, toda " legítimas, pero si hay obras que llevar a escena, y las hay, muchas, los otros puntos dependen en la actualidad y por desgracia de los organismos del Estado. Son los administradores públicos los que tienen en sus manos los in strumentos para modificar la situación; hay que acabar con el despilfarro, evitar el cierre de teatros, abrir salas dedicadas a la escritura española actual, producir sus textos de modo preferente y con los medios necesarios en los teatros públicos y potenciar con subvenciones la puesta en escena de autores vivos en el sector privado, coordinar la distribución de estos espectáculos y apoyar decididamente a los autores y compañías jóvenes. A la vista de las cifras que maneja la administración tales consideraciones son absolutamente posibles siempre que se replanteen criterios y haya voluntad política. Inviértase en autores que compartan con el público la realidad actual y tal vez el teatro deje de ser una momia del museo arqueológico enterrado bajo espesas capas de cultura de salón.


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«El País». 22 de mayo de 1981

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" BIOGRAFIAS

Se incluye a todos los escritores que, de una forma u otra, han pertenecido a la Junta Directiva de la ACE. Solamente faltan aquellos que no contestaron



ALBERTI, Rafael

• Nació: Puerto d e Santa María (Cádiz), 1902. Premios: Nacional de Literatura, 1925. Lenin de la Paz. Cervantes, 1983. POESlA (Selección)

Marinero en Tierra, 1923 (1." ed.), y Alianza, 1983. La amante, 1925 (1." ed.). El alba del alhelí, 1926 (1." ed.). Cal y Canto, 1927 (1." e d.), y Alianza, 1981. Sobre los ángeles, 1929 (1." ed.), y Alianza, 1982. Sermones y moradas, 1930 (2." ed.). Poesías Completas, Buenos Aires, 1961. Poesía (1924-1967), Aguilar, 1977. Retornos de lo vivo lejano, 1946, Seix Barral, 1979. Coplas de Juan Panadero, Bruguera, 1987 (3." ed.). Roma, peligro para caminantes, 1964-1967, México, 1968, y Seix Barral, 1977. Poemas anteriores a Marinero en tierra, 1969, Seix Barral, 1978. Los ocho nombres de Picasso y No digo más de lo que no digo, 1966 y 1970, Barcelona, 1970. El poeta en la calle, París, 1970. Seix Barral, 1979. Abierto a todas horas, Seix Barral, 1979. Antología poética, Alianza, 1983. ENSAYO A la pintura, 1948.

La arboleda perdida. Memorias, Buenos Aires, 1959, y Seix Barral, 1982 y 1983. Prosas encontradas, 1924-1942, Ayuso, 1970. Prosas, Alianza, 1980.

TEATRO

Fermín Galán, 1931. El hombre deshabitado, 1931. El adefesio, Cuad. para el Diálogo, 1976 (5." ed.). La amante, Alianza, 1984. Noche de guerra en el Museo del Prado, Cuad. para el Diálogo, 1975. Fue consejero de la ACE en su primera etapa.

RJ\PAI3L

A1.DIlRTI

MARI'NE R O E'N l'IERRA

BIBLIOTBCA .... 'NUIlVA

• Tú fuiste, tú, -B. K.-, el ángel mudo, el silencioso, de ojos vacunos, tristes, de mis años aquellos ... Te buscaba en las tardes, en esas horas de goce juvenil en las penumbras, de los cines de barrio ... Esta noche te he visto, callado, melancólico, impasible, ángel mío de entonces, tan distante, pero tan puro y grácil, tan sonámbulo, tan bello, sí, tan solo, como siempre.


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RAFAEL ALBERTI

24 ¿Ama la paz? ¡Qué emoción ver a la luz de la luna los campos de la aviación! 25 ¡Qué delicia de paisaje! Nada más bello a la luna que un campo de aterrizaje. 26

¿Vio alguna vez más humanos y amistosos sentimientos

que los norteamericanos? 27

¡Qué blancos, qué insinuantes y dulcemente mezclados

de fortalezas volantes!

de Rafael Alberti Versos largos, versos largos, caminos interminables, pies y pulmones cansados. Me basta una sola línea para la risa o el llanto. y hasta me sobra esa línea para el llanto. Cu ando una lágrima corre, la dejo correr en blanco.

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con textos <t. Jos. MOllle6n uJ éLAonlo


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RAFAEL ALBERTI

A1~kfoloño, ÚeAUA 1/eh~ ÚlJ:J OeM~ fUAln1u..t ~a. dJ"~f!.I'raAt eó'he11aJ'ráe etll e/JfWY!!aJ.> Mt1Mi1lM ... A1 ej-UllíaJr{Gl-, 'h1M-7 ~e..9ad' m~atntt~ ~ rt eff"ah ~ €htCO"l'tlYOJY yOcto c0-n:0 WY\ ~o~ ~IAL coid-o v ~"

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ALPERI, Víctor

• Nació: Mieres (Asturias), 14 julio 1930. Premios: Selecciones Plaza y Janés, 1963, por

Dentro del río. NARRATIVA

Como el viento, Aguijar, 1957. Sinfonía asturiana, Destino, 1962 (en colaboración con Juan Mollá).

Dentro del río, Plaza y Janés, 1963. Viaje retablo de titeres nuevos, Bullón, 1964. Anselmo el pescador, Alfaguara, 1963. La batalla de aquel general, Alfaguara, 1966, y Plaza y Janés, 1984.

El rostro del escándalo, Planeta, 1969. Los hierros de una cárcel, Cunillera, 1972. Una historia de guerra, Destino, 1972 (1.0 ed.), y Plaza y Janés, 1978.

.

Alá bendice Marruecos, Noega, 1982. Flores para los muertos, Noega, 1984. Romance con bomba atómica, Endyrnión, 1987. ENSAYO

Ruta y Leyendas de Oviedo, El Ventanal, 1959. Los Papas del siglo XX; Plaza y Janés, 1966. El Papa peregrino, Richard Grandio, 1968. Asturias vista por los asturianos, Ayalga, 1976. Oviedo, Zuazua, 1978. Gijón, Zuazua, 1979. Dos pintoras asturianas: Julia Alcayde. Carolina del Castillo, Banco Herrero, 1978. Avila muere, Santiago Sueiras, 1981. Cartas de amor de una monja portuguesa, Fundación Dolores Medio, 1987.

Carlos Bousoño, en la poesía de nuestro tiempo, Fundación Dolores Medio (en colaboración con Juan Mollá), 1987, y Alsa 1987 (última edición). Actualmente es Presidente de la Sección Autónoma de la ACE en Asturias

• Don Lope, ciego de pena, de desengaños y de amarguras sin cuento , se pasaba las noches en el saloncito rojo sacando cuentas en libretas misteriosas. Se sentaba en un rincón, al lado de la pintura demoniaca que años atrás había pintado un amigo s uyo, gran artista que más tarde inmortalizaría en un libro célebre Carlos Malbeire Dias, el famoso

autor de Pasión de María de Céu. La pintura demoniaca estaba situada alIado mismo de la otra escenografía pictórica que representaba a la tía de don Lope, Luisa Felipe, llena de diamantes y esmeraldas, dando de comer a un tierno cervatillo en un jardín umbroso. Eran otros tiempos y don Lope no comprendía que su momento estaba cumplido , ido para siempre. Otras aventuras desgraciadas comenzaban para las nuevas generaciones . Don Manuel Lude~ de Lugo, el político más inteligente del momento, no salía de su asombro y así se lo confesaba muchas tardes a don Lope, mientras tomaban café endulzado con palo de canela, en el pequeño cenador del jardín oriental. Don Lope , mi dueño , el que mandó realizar las hermosas pinturas sobre mis paredes y engalanar mis balcones con crespones de Samarcanda y de India, embelleciendo todas las estancias con lámparas y con la mirada perdida en los magnolias. Don Manuel, que tenía todos l os títulos del mundo, tres veces profesor en la Universidad de Coimbra y cinco veces Embajador en Inglaterra y Francia le hablaba casi al oído sobre la negra suerte del gran Portugal, de los portugu eses y de su s muchas colonias . Don Lope salía de una sombra para meterse en otra, no comprendía bajo ningún concepto lo que estaba pasando en la católica Portugal y así lo comentaba muchas veces, también, con el Patriarca de Lisboa, un santo varón que deseaba dar toda su fortuna y su propia vida por el bien de los mendicantes.


VÍCTOR ALPERI Pero Don Lope no sabía lo peor, pues de lo contrario su fatigado corazón no lograría sobreponerse. La propia condesa María Adelaida Carreira, su esposa, estaba del lado de los liberales y se carteaba con el rey-emperador, y su nieta preferida, Sofía, tenía dos amantes al mismo tiempo, Luis Manuel Copo de Oliveira y Celso Ferreira, que formaban parte del grupo que luchaba en pro de don Pedro. Don Manuel de Lugo aconsejaba al viejo conde en muchos momentos difíciles y le decía, una y otra vez, que dejase de pensar en todo aquello, que los jóvenes miguelistas ~riunfarían al final. Estaban mejor preparados que los pedreiros, gente sin cultura, sin formación y sin familia. Unos cualquiera sacados del pueblo ; a lgunos, incluso, habían pasado por las cárceles por causas políticas. La culpa de todo ello lo tenía la Revolución francesa, el malclito Napoleón y muchos liberales españoles que estaban refugiados en aquella santa ciudad de Lisboa.

VICTOR. ALPER.I

LA BATALLA DE AQUEL GENERAL

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Víctor

ALPERI I)ORADO PALACIO DE LISBOA

-Don Pedro estaba muy bien en Brasil repetía una y otra vez don Lope-. En su querido país americano .. Y nosotros tan tranquilos aquí. Sus palabras , sus gestos , sus silencios y miradas tristes, no las olvidaré nunca. Algunas veces, cuando estaba solo en el salón donde trabajaba por las tardes, se ponía en pie y reclinaba la cabeza contra uno de mis muros. Siento el latido de su corazón, el frío sudor de su frente y sus manos, de perfecto caballero, tocando mis piedras pintadas o tapizadas. Cuando pienso en él, en mi señor; el agua helada del invierno parece que corre por todas mis grietas y que un viento lejano, proclamador de muertes y de guerras, está llegando de nuevo a la sagrada tierra de Portugal. -Don Pedro estaba muy bien en el Brasil ... Don Lope, mi señor, mi amigo, mi caballero. Pocas personas como tú han pisado mis suelos y tocado mis paredes. La condesa María Adelaida estaba confundida, lo sé bien, y murió llena de desconsuelo pensando en don Miguel y en algunos de sus partidarios, los mejores portugueses del siglo.

ALFAGUARA LI1J,RARIA (De Dorado Palacio de Lisboa, novela)


BADOSA, Enrique

• Nació: Barcelona, 16 de marzo 1927. Premios: De Poesía Francisco de Quevedo, 1986, concedído por el Ayuntamiento de Madrid al libro inédíto Epigramas Confidenciales. POESIA

Más allá del viento, Adonais, 1956. Tiempo de esperar, tiempo de esperanza, Adonaís, 1959. Baladas para la paz, Trimer, 1963, y Santander, 1970. Arte poética, 1968. En román paladino, 1970. Historias en Venecia, Plaza y Janés, 1971-1978. Poesía, 1956·1971, Selecciones de Poesía Española, 1973 (l." ed.), y 1977 (2." ed.). Dad este escrito a las llamas, Ocnos, 1976. Mapa de Grecia, Selecciones de Poesía Española, 1~79 (l." ed.), y 1980 (2." ed., rotativa). Cuadernos de las Insulas extrañas, Gules , Prometeo, 1982. Cuadernos de barlovento, Plaza y Janés, 1986. ENSAYO

Primero hablemos de Júpiter. Papeles de Son Armadans, 1958. Razones para el lector, Plaza y Janés, 1964. La libertad del escritor, Plaza y Janés, 1968.

• EnrIque Badosa

MAPA DE

GRECIA SELECCIONES DE POESIA ESPAÑOLA

CASTALIA

LA fuente de Castalia. Mediodía . Ni oráculos ni tiempos venideros. El sol profundizaba precipicios por entre el crepitar de las cigarras. Había en el espacio una plomada roja. Exhausto de entusiasmo y solemnidades, me senté junto al árbol que acompaña a la fuente . Aquel sabor del agua lo recuerdo. Cerca, como surgido de no sé ... , el súbito guardián del hontanar. Se tocaba con gorra de marino, como buen capitán de manantiales seguro de su mando sobre tanta belleza. Su rostro era una arruga cubriendo una mirada. Abrió el hatillo parco y extendió poco a poco las aceitunas negras, de hueso puntiagudo, y el trozo de qué pan y de qué trigo. Para la sed, el agua. Me miró natural, y con la mano me condujo los ojos a sus frugalidades. No dijo nada más. Nunca el griego fue lengua tan hermosa. (De Mapa de Grecia, 1979 )


ENRIQUE BADOSA

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11

NUESTRO ser y existir no está muy claro en el mundo social y laboral. En buena relación de efecto a causa, el escritor es ente de ficción. y siempre el más fictio es el poeta.

ENRIQUE BADOSA EPIGRAMAS CONFIDENCIALES

III

SEGUN el plebiscito no plebeyo tú pareces más joven. Pero no te hagas ilusión alguna. Nadie te dice que parezcas joven.

PREMIO FR,:\NCISCO DE QUEVEDO 1986

XXXII

AL mandarle tus libros a un poeta fR1lloso, . y que sea también un buen poeta, con lápiz muy discreto, pero firme, señala algunos versos. Lo más probable es que él no se percate, y tú alcances tal vez algún prestigio, cuando los eruditos eruditen.

XLV

SI puedes recordar bellas ciudades, noches de amor y de amistad y libros, y no sabes vivir, no me interesas.

(De Epigramas Confidenciales, 1989 )


BARBERO, Teresa

• Nació: Avil a, 17 febrero 1935. Profesión: Documentalista. Premios: Sésamo. Dolores Medio. Casino de Mieres. NARRATIVA

Una manera de vivir, Volvo, 1965. El último verano en el espejo, Destino, 1967. Un tiempo irremediablemente falso, Sala, 1973. La larga noche de un 'aniversa ri o, Ibérico Europea de Ediciones, 1982 . ... Y no ser ás juzgado, Noega, 1984. Reencuentro, Casino d e Mieres, 1986. POESlA

En las manos de Albertina, Asociación de Escritores y Artistas, 1985. Presencia ajena, Col. Melibea. Muchacha en el exilio, Alrededor d e l a m esa, 1956. ENSAYO

Gabriel Miró, Epesa, 1974. Las figuras fem eninas en la obra de Gabriel Miró, Instituto d e Estudios Alicantinos, 1975. Actualmente ocupa una Vocalía en la Jun ta Directiva d e la ACE. .

EN LAS MANOS DE ALBERTINA Si se ponía terco en sus presagios se le erizaba la piel de todo el cuerpo y surcaban su pecho latigazos de miedo. Porque pensaba, en medio de la fiebre, qué manos femeninas tocarían la ninfa prisionera desde la frente al pubis, qué dedos blancos le recorrerían los pechos sonrosados en la alta cúspide que tanto había besado; qué cálida cadera se curvaría lasciva para que su adorada la rozase. Veía reflejada en el ancho biombo de colores las bacantes bellísimas semidesnudas, plenas de aire y lluvia, con los largos cabellos empapados y cínicas sonrisas rondándoles los labios apasionadamente.


TERESA BARBERO

Las puntas de las lenguas insinuantes, antes de que las voces susurrasen el nombre de su amada -ide su amada!se deslizaban sobre tersos labios.

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teresa harbero

La escena se mutaba : ancha la luna perforaba el bosque, y en medio de la bruma flotaban ninfas de reír sonoro que extendían sus brazos y derramaban pétalos de rosas que llenaban el bosque y el biombo de un olor que, al enfermo, le resultaba hediondo. Eran sueños, tal vez, pero la noche estaba convirtiendo la alcoba, el biombo, el espejo, el escritorio, el búcaro con flores , en el odioso reino de Gomarra. Más luego, en la mañana paseando bajo el sol

un tiempo irremediablemente t~llso

- la amada protegida por la sombrilla malva llevando entre los pechos un ramo de violetas-, los sueños olvidados volvían a asaltarle, y en el fondo de todos los deslumbrantes ojos de las mujeres, con las que lentamente se cruzaban, veía reflejada la imagen repetida mil veces de Albertina. Intuía, aterrado, que el reino de Bilitis nacía en todas partes y en todos los momentos de su vida impotente. Exhausto, desvalido, se dejaba arrastrar por tristezas feroces.

PRESENCIA AJENA xxv

rOLECCION MELlHEA Tal.. ~·'ra de la Reín, 1988

A su lado, Albertina, pecadora inocente, sonreía al espejo de los ojos voraces que en medio del paseo, bajo el sol de París, desnudaban de encajes y de sedas su cuerpo.


BARRAL, Carlos

• Nació: Barcelona, 2 junio 1928. Murió en 1990. Premios: Lit. castellana Ciudad d e Barcelona, 1978. Comillas 1988. NARRATIVA

Penúltimos castigos, Seix-Barral, 1983. POESlA

Las aguas reiteradas, Laye, 1952. Metropolitano, Cantalapiedra, 1957, y Ambito, 1976. 19 figuras de mi historia civil, Barcelona, 1961. Figuraciones y fuga, Seix-Barral, 1966. Usuras y figuraciones, Inventario Prov., 1973, y Lumen, 1978. Lecciones de cosas, Edicions 62, 1986. ENSAYO

Años de penitencia, Alizanza, 1975, y Alianza, 1982 (4." edición) Los años sin excusa, Barral, 1978, y Alianza, 1982. Catalunya des del mar, Edicions 62, 1982. Memorias (obra completa, 2 vols.), Alianza, 1982. Mil novecientos ochenta, vela de armas, Dif. Int., 1983. Cuando las horas veloces, Memorias, 1989. Fue Consejero de la ACE.

-Faetón es el mito del mundo. Es el mito que más me interesa. Es un mito más completo que el de Prometeo. A través de él se establece en la cultura europea una relación entre el hecho de vivir y el transcurso del tiempo. Todas las versiones que a partir de la de Ovidio se dan posteriormente no me interesan porque están teñidas de legitimidad cristiana. Ovidio es el mayor poeta latino y el mayor mitógrafo de toda la historia y da una explicación total del universo. Lo que Ovidio intuye es la relación entre el tiempo del vivir, el tiempo humano y el tiempo puro. Yeso es lo que a mi me obsesiona.


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CARLOS BARRAL

ERROR DEL EQUINOCIO En la torre agrietada a la alcándara humosa lunáticas lechuzas que llegaban tarde a los deseos del sol titubeante. Bajo el manto de piedra, al tamaño de un astro la elocuente rodilla de la diosa iniciaba, por fin, aquel paso alarmante. (Poema del libro inédito ExtrauI()sl

SOL DE INVIERNO Almuerzo de domingo en el tibio balcón encristalado Cestas, servilletas a cuadros, termos de café. Venían los viejos pescadores, los amigos del pueblo. -Mire Usted cómo ha subido el mar esta semana-o En efecto, las proas casi rozando los portales, cascos descoloridos entre dunas, jarcia vieja en los mástiles antiguos. -Decadencia del arrastre a la vela-, decían. Y ellos: -Malos tiempos. Antes bastaban unos años para fletar un bou una familia. Ahora los del puerto, con potentes motores, como escobas que rebañan los fondos ... Yo miraba sus manos casi grises, con las uñas ' de pájaro, liando un cigarrillo, y luego hacia la playa.

Las horas azuladas cada vez más oscuras se pegaban al cristal. De plomo pesadísimo la sombra de las olas se aproximaba en el vacío. Un ruido de cuevas sordas y hojarasca y viento y cada vez más frío . Cerraban los portones por guardar el calor y por saberse juntos contra la insidia del invierno. Eran nuestros amigos. El cariño que les tenían les hacía reír, los ayudaba en su papel de pintorescos. Bajaban con nosotros cuando el último rayo de sol. La arena salitrosa (no había acera entonces) crujía en los vestidos exageradamente protectores. y ellos con sus tabardos y sus gorras nos escoltaban a la esquina próxima donde estaba aguardando el automóvil anguloso y solemne como un acorazado. (De 19 figuras de mi historia ciuil)


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BENITEZ, Esther

• PASSE ET MANQUE

Nació: El Ferrol (La Coruña), 15 abril 1937. Profesión: Traductora. Premios: Fray Luis de León (Nacional de traducción de 1978), por Nuestros antepasados, de Italo Cal vino. Lista de Honor de ffiBY, por Los amigue tes del pequeño Nicolás, de SempéGoscinny. NARRATIVA

Más de 100 títulos, en traducción de autores como Boccaccio, Manzoni, Pavese, Calvino, Moravia, Savinio, Buzzatti, Passolini, Maupasant, Rochefouncault y Zola. Presidenta de la Sección Traductores de la ACE.

Autónoma

de

En la traducción, como en la ruleta, el éxito no estriba en acertar siempre el número exacto donde la bolita se detiene . El juego y el azar de la traducción perfecta consisten en compensar las veces que nos pasamos con las que no llegamos, lo ganado con lo perdido. Como inicial aguja de marear, se me ocurre un decálogo práctico, basado en la experiencia de muchos años. 1 - Leer el texto a fondo, tomando notas. Esto, que parece una perogrullada, está lejos de serlo. Conozco colegas que empiezan por la página 1 y enjaretan, expeditivos, su versión hasta llegar al fmal. II - Hojear otras cosas del mismo escritoro refrescar viejas lecturas-; tampoco está de más algún ensayo serio sobre el libro en cuestión o, más en general, sobre su autor. III - Hacer una lectura de algún texto castellano contemporáneo del traducido, anotando giros y expresiones aprovechables. Si tuviera que traducir El difunto Matías Pascal (1904), de Pirandello, me echaría un vistazo rápido a La lucha por la vida ( 1904), de Baraja; o me releería a la Pardo Bazán si debiera enfrentarme con un Zola; eso permite establecer paralelismos o hallar ciertas soluciones que, sin caer en el pastiche, imprimen un toque de época muy logrado. IV - Ya metidos en harina con la traducción, ir estableciendo un glosario con los giros , expresiones o vocablos más frecuentes, para traducirlos siempre de la misma manera. No huir de las reiteraciones cuando éstas aparecen en el original; la insistencia en determinadas cláusulas forma también parte del estilo. V - ¡Ojo a la toponimia y a la onomástica! En la mayoría de las lenguas cultas existe una vieja tradición de «nacionalizar» los nombres de lugares y personas. Nada más ridículo que ver en una traducción del inglés la ciudad de Leghorn (que recuerda las famosas gallinitas homónimas), referida a la italiana Livorno, llamada desde antiguo, en castellano, Liorp.a. VI - Atención a las fechas. Es facilísimo bailar los números. Leérselas hasta dos veces en el original y en nuestra versión.


ESTHER BENÍTEZ

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A.

MANZONI y

LOS NOVIOS Prólogo, r 'raducdúr> y 'Iotas Bsthee ;lenítez

VII - Cuidado con las retraducciones. En un texto suelen aparecer citas explícitas de escritores de otras lenguas. Remover Roma con Santiago para encontrar esas citas, por mínimas que sean, en traducción directa y fiable. Dentro de la cita, resulta especialmente peligrosa la «cita encubierta», cuando nada la señala como tal. Por ejemplo, en El aire de un crimen, de Juan Benet (págs. 175-6), encontré el siguiente diálogo : «¿Qué clase de encerrona es ésta? ¿Dónde está la salida ? -Para este capitán atado por la muerte- dijo el doctor. El capitán miró al doctor, algo sorprendido: La piedra es una frente donde los s ueños gimen- dijo Fayón. El capitán miró a Fayón y retiró el pie del zócalo. - La piedra es una espalda para llevar el tiempo- dijo el doctor. El capitán miró al doctor. Trató de decir algo. -Doctor ... -Yo quiero ver aquí los hombres de voz duradijo Fayón . -Aquí quiero yo verlos. Delante de la piedra- dijo el doctor. [... ] - Ya se acabó. La lluvia penetra por su boca- dijo Fayón, antes de que [el capitán] diera media vuelta». El pobre traductor que no se diera cuenta de que el diálogo encubre una larga cita del Llanto por Ignacio Sánchez Mejías y

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no lo sustituyera por la traducción «canónica» y conocida de este texto en su lengua materna, quedaría totalmente pillado en el nonsense creado por esa intrusión. VIII - Atreverse a inventar soluciones, dentro del respeto máximo al sentido; no rebajar nunca el tono del original; no desechar la palabra anticuada o altisonante si el original la emplea. ¿Por qué no vamos a emplear casticismos como equivalencia de otros casticismos? IX - E s tar alerta contra la «ignorancia invencible », la de creer que sabemos . Consultas al autor o a expertos, diccionarios y más diccionarios, hasta que se nos canse la mano de pasar páginas y de afinar un significado. X - Ultima y fundamental recomendación: amar los dos textos , el ajeno y el propio, y dominar a fondo las dos lenguas, la de partida y la de llegada. Sin eso , todo lo anterior huelga.


BRAVO-VILLASANTE, Carmen

• Nació: Madrid. Premios: De Biografías Aedos, 1956, por Vida de Bettina Brentano. Premio Fray Luis de León de traducción, 1976, por Los elixires del diablo, de E.T.A. Hoffmann. Premio Amade, 1977, de la Association Mondiale des Amis de L'Enfance. Nacional de Literatura de Investigación en 1980. ENSAYO

La mujer vestida de hombre en el teatro español del siglo de Oro, Rev. Occidente, 1955, y SGEL, 1977 (2." edición). Biografía y Literatura, Plaza y Janés, 1969. Pepita Jiménez, mujer actual, Fund. Univ. Esp., 1976. Historia de la literatura infantil española, Rev. Occid., 1959, y Ese. Española, 1985 (última ed.). Antología de la literatura infantil en l engua española, Doncel, 1962, y Ese. Española, 1986 (última ed.). Antologia de la literatura infantil iberoamericana, Doncel, 1977, y última ed., 1951. Everest, 1987. Historia' de la literatura infantil universal, Doncel, 1971. Antología de la literatura infantil universal, Doncel, 1971. Vida y muerte del Doncel, CVS, 1973, y Emil. Escolar, 1983. ¿Qué leen nuestros hijos?, Mag. Español, 1975. Una, dola, tele, catola. El libro del folklore infan· til, Miñón, 1977, y Miñón, 1980 (2" ed.). Literatura in fantil universal, Almena, 1978; y Alianza, 1987 (última ed.). Adivina, adivinanza. El libro del folklore infantil, Schroedel, 1978; y Didascalia, 1984 (3." ed.). Colección de libros infantiles de Carmen Bravo· Villasante, Artes Gráficas Iberoamericanas, 1979. Las tres naranjas del amor y otros cuentos espa· ñoles, Noguer, 1980. Dos siglos de libro infantil, CAM, 1980. La hermosura del mundo y otros cuentos españo· les, Noguer, 1981. El libro de las adivinanzas, Miñón, 1985. Diccionario de Autores de la Literatura Infantil Mundial, Ese. Española, 1985.

Veinticinco mujeres a trav és de sus cartas, Almena, 1975. Biografías románticas. Pusckin, J.J. de Olañeta, 1985. POESIA

42 poemas de amor, Almarabú, 1984. BIOGRAFIAS

Vida de Bettina Brentano, Aedos, 1957. Biografía de don Juan Valera, Aedos, 1950, y Mag. Español. Emilia Pardo Bazán. Vida y obra, Rev. Occidente, 1962. Emilia Pardo Bazán. Correspondencia con Galdós, Mag. Español, 1973. Una vida romántica. La Avellaneda, EDHSA, 1967. Galdós visto por sí mismo, Mag. Español, 1970. Vida de un poeta: Heinrich von Kleist, Prensa Española, 1971. El alucinante mundo de E.T.A. Hoffman , Nostromo, 1973.

Actual Vicesecretaria de la ACE . .


CARMEN BRAVO- VILLASANTE

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LEYENDO EL WERTHER Para leer el Werther hay que haber amado. De otro modo pudiera parecer ridículo o incomprensible. Unicamente quien haya recorrido el intrincado mapa de las pasiones se reconoce en Werther y reconoce su propio dolor. Nunca han sido mejor descritas que en este libro las penas del amor, la terrible opresión del que ama sin esperanza y vaga por el campo o por las calles deses peradamente. Sólo quien haya sentido estas penas podrá comprenderlas. El Werther va dedica do a los enamorados, a aquellas almas que sienten el mismo ímpetu que él, para que saquen consuelo de su pasión. El autor nos pide a los lectores que dediquemos al jover Werther admiración, amor y nuestras lágrimas. Un corazón sensible, un corazón ardiente, un corazón inquieto y oprimido, desbordante de pasión, se nos revela con toda su espléndida belleza en las páginas de un diario que comienza en el mes de mayo, en toda la plenitud primaveral. El joven héroe -porque es un héroe del sentimiento- todavía llora la muerte de su amiga cuando conoce a Carlota y se enamora de ella. Así le sucedía a Romeo

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cuando conoció a Julieta, apenas convalecía de un amor perdido. Esto quiere decirnos que hay una especial predisposición al amor en algunas naturalezas humanas . Una gran capacidad de amar, una especie de estado permanente de enamoramiento da lugar al nacimiento de una gran pasión. En el Romanticismo, cuando se escribió este libro, tales naturalezas ardientes eran consideradas como seres superiores, como «almas bellas», ennoblecidas por el sentimiento. Una nueva sensibilidad enriquecía a l hombre frente a los excesos del cerebralismo filosófico y de una sabiduría paralizadora. Cuando Werther exclama : «¡Ay, lo que yo sé, todos pueden saberlo! ... ¡Sólo mi corazó n es mío! », está ploclamando un individualismo cordial. Frente al ser que piensa, el ser que ama. La teoría de la superioridad del hombre apasionado es puramente romántica. El que ama, nos dirá Goethe, se siente casi un dios en su influyente plenitud, y todo cobra sentido a través del amor. La infinita pasión, la vehemencia del temperamento enriquece al ser humano. «¿Qué es para nuestro corazón el mundo sin amor?", escribe Werther en su diario, y vuelve a repetir al amigo confidente: «Es cierto,


CARMEN B RA VO - VILLAS ANTE

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sin embargo , que en el mundo no hay cosa que más necesite el hombre que el amor». De ahí que Werther sea una figura desmesurada, que ha estado muy próxima a la felicidad y que se encuentra de pronto, criatura solitaria, sumergida en el dolor. Cuando Werther y Carlota , en aquella maravillosa entrevista final , la cumbre de todo el libro, con apasionada turbación, tratando de conservar la serenidad, se confiesan sin palabras su pasión , es ya demasiado tarde. Si beben ardiente vída de sus labios y el fuego de sus abrazos hace que desaparezca ante ellos el mundo, el alma acongojada tiene que renunciar. Tremenda emoción la de esta sola vez. La romántica tormenta pasional ha estallado; en miradas espléndidas, fulgurantes, miradas que penetran hasta lo más hondo del corazón. :1:

***

Al atractivo de la historia personal que encierran «Las penas del joven Werther» se une el encanto de la poesía, de la música y de la Naturaleza. Werther y Carlota empiezan a amarse con el recuerdo de un gran poeta, Klopstock, en una tarde irisada de llu-

vía, y terminan exaltados con la lectura de los cantos de Ossian, iluminados por la nocturna luz lunar. Las melodías preferida s embellecen los momento~ más líricos del sentimiento. Carlota al piano, tocando aquella música perturbadora , hace resonar las más íntimas vibraciones musicales del alma de Werther. La música y la literatura, en correspondencia con el sentimiento, dan a la pasión amorosa una fascinación difícilmente superable . Cuanto más hermoso todo, si el protagonista dice, al ver amarillear el otoño, qUE' el otoño está en él , y que el torrente de sus penas encuentra equivalencia en el torrente de las montañas, y el sol, la luna y las estrellas se ciernen sobre su cabeza mientras nubes apresuradas pasan por el cielo, igual que los veloces pensamientos sobre su frente . «El afán de ver la Naturaleza en el arte llegó a hacerse a mi una pasión», dice Goethe. Si es verdad , como sigue afirmando el poeta, que la mayor dicha está en el anhelo, y que el verdadero anhelo sólo puede aspirar hacia algo inasequible, entonces Werther es el hombre representativo del sentimiento de Sehnsucht (anhelo). Su mirada hacia lo alto ansía perderse en la plenitud de lo infinito.


COLINAS, Antonio

• POESIA

Poemas de la tierra y de la sangre, León, 1969. Preludios a una noche total, 1969, Adonais. Truenos y flautas en un templo, Caja de Guipúzcoa, 1972.

Sepu l cro e n Tarquinia, León, Diputación Provincial, 1975, Lumen, 1976, El Bardo, 109.

Astrolabio, Madrid, A. Corazón, 1979, Visor de Poesía, 103.

En lo oscuro, Rota, Cu adernos de Cera, 1981. Sepulcro en Tarquinia (poema), con 6 dibujos de Montserrat Ramoneda, Barcelona, Gal ería Amagatotis, 1982. Poesía, 1967-1980, V isor, 1982, Visor de Poesía, 149 (2." ed. corregida y aumentada, Poesía 19671981, Madrid, Visor, 1984, Visor de Poesía, 193). Noche más allá de la noche, Visor, 1983, Visor de Poesía, 161. La viña salvaje, Córdoba, Antorcha de Paja, 1985. Diapasón infinito, con 2 litografías, 1 grabado y una serigrafía de Perejaume, Tallers Chardon y Yamamoto, Barcelona, 1986. Di ecioc ho poemas, Ibiza, Caja de Ahorros de Baleares, 1986. Material de lectura, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1987. Jardín de Orfeo, Madrid, Visor, 1988, Visor de Poesía, 217. Libro de las noches abiertas, con portada y 16 ilustraciones de Mario Arlati, Milano, Peter Pfeiffer, 1989. NOVELA

Pere A lemany: la mlÍsica de los signos, Barcelona, Un año en el Sur (Para una Educación estética), Madrid, Trieste, 1985, Biblioteca de a utores españoles, 29. Larga carta a Francesca, Barcelona, Seix Barral, 1986 (2." ed., 1989). OTRAS OBRAS

Leopardi, Gijón, Júcar, 1974 (2." e d_, 1985). Viaje a los monasterios de España, Barcelona,

Ambit, 1989.

Ibiza, la nave de piedra, Lunwerg, Barcelona, 1991. Actuahnente Consejero de la ACE .

Planeta, 1976.

Vicente Aleixandre y su obra, Barcelona, Dopesa, 1977, Conocer; Barcelona, Barcanova, 1982, El autor y s u obra. Poetas italianos contemporáneos, Madrid, Editora Nacional, 1978 . . Poesía y prosa d e G. L e opardi (ed. de los Cantos,

Diálogos, Pensamientos y Diario del primer amor), Madrid, Alfaguara, 1979, Clásicos Alfaguara.

GIACOMO CASANOVA ACEPTA EL CARGO DE BIBLIOTECARIO QUE LE OFRECE, EN BOHEMIA, EL CONDE DE WALDSTEIN

Orillas del Orbigo, León, Ed. del Teleno, 1980; 2." ed., Madrid, CSIC, 1989, Breviarios de la calle del Pez. La llamada d e los árboles, Barcelona, Elfos, 1988, Miniaturas selectas.

Hacia el infinito naufragio (Una biografía de Giacomo Leopardi), Barcelona, Tusquets, 1988, Andanzas, 79.

El sentido primero de la palabra poética, Madri~éxico,

FCE, 1989, Sombras del origen.

Escuchadme, Señor, tengo los miembros . [tristes. Con la Revolución Francesa van muriendo mis escasos amigos. Miradme, h e recorrido los países del mundo, las cárceles del mundo, los lechos, los jarq,ines, los mares, los [conventos,


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ANTONIO COLINAS NOVALIS Oh Noche, cuánto tiempo sin verte tan [copiosa en astros y en luciérnagas, tan ebria de [perfumes. Después de muchos años te conozco en tus [fuegos azules, en tus bosques de castaños y pinos. Te conozco en la furia de los perros que [ladran y en las húmedas fresas que brotan de lo [oscuro. Te sospecho repleta de cascadas y parras. Cuánto tiempo he callado, cuánto tiempo he [perdido, cuánto tiempo he soñado mirando con los ojos arrasados de lágrimas, como ahora, tu [hermosura. Noche mía, no cruces en vano este planeta. Deteneos, esferas, y que arrecie la música. Noche, Noche dulcísima, pues que aún he de [volver al mundo de los hombres, deja caer un astro, clava un arpón ardiente entre mis ojos tristes o déjame reinar en ti como una luna.

y he visto que no aceptan mi buena voluntad. Fui abad entre los muros de Roma y era [hermoso ser soldado en las noches ardientes de Corfú. A veces he sonado un poco el violín y vos sabéis, Señor, cómo trema Venecia con la música y arden las islas y las cúpulas. Escuchadme, Señor, de Madrid a Moscú he viajado en vano, me persiguen los lobos del Santo Oficio, llevo un huracán de lenguas detrás de mi persona, de lenguas venenosas. y yo sólo deseo salvar mi claridad, sonreír a la luz de cada nuevo día, mostrar mi firme horror a todo lo que muere. Señor, aquí me quedo en vuestra biblioteca, traduzco a Homero, escribo de mis días de [entonces, sueño con los serrallos azules de Estambul. Dos poemas de S epulcro de Tarquinia (1975)

AntonioColill/Js LARGA CARl;1 AfR4NCESCA


CONDE, Carmen

• Nació: Cartagena (Murcia), 15 agosto 1907. Premios: Elisenda Moneada, Internacional de Poesía. Nacional de Poesía por Obra poética, 1929·1966. Ateneo d e Sevilla de novela, 1980. En 1978 fue elegida miembro de la Real Academia de la Lengua Española. NARRATIVA

En manos del silencio, José Janés, 1950. Cobre, El Grifón, 1953. Las oscuras raíces, Garbo, 1953. La Rambla, Narraciones y Cuentos, 1978. Creció espesa la yerba, Planeta, 1979. Soy la madre, Planeta, 1980. La calle de los balcones azules, Plaza y Janés, 1986. POESIA

Ansia de la Gracia, Adonais, 1945. Mi fin en el viento, Adonais, 1947. Mujer sin Edén, Jura, 1947, y Torremozas, 1985 (4.· edición).

Sea la luz, Mensaje, 1947. numinada tierra, 1951. Vivientes de los siglos, 1954. Los monólogos de la hija, 1959. En un mundo de fugitivos, Losada, 1960. Derribado Arcángel, Rev. Occidente, 1960. Poemas del Mar Menor, Univ. Murcia, 1962. Obra poetica, Bib. Nueva, 1967. A este lado de la eternidad, Bib. nueva, 1970. Corrisión, Bib. Nueva, 1971. Cita con la vida, Bib. Nueva, 1976. Días por la Tierra, Antología, Editora Nacional, 1977.

El tiempo es un río lentisimo de fuego, Ediciones 29,1978.

La noche oscura del cuerpo, Bib. Nueva, 1980. Desde nunca, Ediciones 29, 1982. Derramen su sangre en las sombras, Torremozas,

Durant"e varias legislaturas fue Consejera d e la ACE.

1983.

Del obligado dolor, Almarabú, 1984. Brocal y poemas a María, Bib. Nueva, 1984. Cráter, Bib. Nueva, 1985. Hermosos días en China, Torremozas, 1985. Antología, Espasa Calpe, 1985. ENSAYO

Cartas a Katherine Mansfield, Doncel, 1948. Mi libro de El Escorial (Meditaciones). Univ. Valladolid, 1949.

Acompañando a Francisca Sánchez, Managua, 1964.

Al encuentro de Santa Teresa, Hoja de Laurel, 1979.

Por el camino, viendo sus orillas. Memorias (3 vols.) Plaza y Janés, 1986.

Memoria puesta en olvido. Antología personal, Torremozas, 1987.

Biografias de Gabriela Mistral, Ramón Menéndez Pidal, Epesa.

ANGELES MUSICOS TODOS saben tañer un instrumento, y no silban a la flautas de oro puro leves silbos, que serían tan celestes por ser suyos, de los ángeles. Van con arpas, con violines; con violas jovencitas, con guitarras y con cítaras. En sus coros de mancebos melanc61icos, todos callan su sonrisa .. . El Señor de los bosques de luceros aparece por encima de los ángeles.


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CA RMEN CON DE y retablos suntuosos sobresalen

de los grupos contenidos por un lienzo. Allá arriba, en un á ngulo, curvos coros de guitarras, de violas -nunca fl autas- se extasían ... ¡Cuánta y dulce, cómo canta esta música celeste desligada de la Tierra! Nadie escucha. Todos miran. Por las selvas de los astros, por el bosque de [luceros se pasea la cabeza de Jehová. y los ramos musicales crecen chicos, se agigantan, poderosos de silencio, corpulentos. Todos dicen una estrella en su violín, ¡una salve de tormentas en violines! Yen las arpas cruje el viento de la noche ... , ¡nunca flautas!

1946

~

Se sonríe sin oírles ; nunca escuch a, nunca [atiende a los á ngeles, que, música -no de flau tas- le regalan ... (Ni la Virgen, transparente [de ternura; ni su hijo ; ni lo s Santos [más humildes) Ello s tocan su s sonatas inaudibles , en los [óleos de colores extasiados; en las tablas asombradas , en los muros que desconchan ya los siglos ... ¡Cómo miran a lo lejos de los años, cómo sueñan que su música desvele a los eternos! Nadie oye. Todos pasan. En armónicos escorzos se deslíen las figuras inmortales. Los donantes, a las plantas del Señor balan [dulzura.

Ia)eltil...


CORREDOR-MATHEOS, José

• Nació: Alcázar de San J u an (Ciu dad Real), 14 de julio 1929. Premios: Boscán, poesía , 1961. Nacional de Traducción entre lenguas españolas, 1984. POESIA

Ocasión donde amarte, Col. Atzavara, 1953. Ahora mismo, Adonais, 1960. Poema para un nuevo libro, Inst. Est. Hispán., 1962. Libro provisional, Isla de los Ratones, 1967. Carta a Li-Po, Ocnos, 1975. Metamorfosis Ponf-Kafha, Polígrafa, 1978. Poesía, 1951-1975, P laza y Janés, 1981. y tu poema empieza, Endyrnión, 1987. ENSAYO

Cerámica popular española, b lume, 1970, y 1982 (4." edición). Joan Miró, Min . Ed. y Ciencia, 1972, y 1975 (2." ed.). S ubirachs, ed. Polígrafa, 1975. La pintur a en el siglo XX (en coL), Salvat, 1975. Arranz-Bravo·Bartolozzi, Ibérico E uropea, 1977. Cerámica p op u la r catalana, e dic ions 62, 1978. Vida y obra de Benj a m ín Pa lencia, Es pasa-Calp e, 1979. Gu inovart, el arte en libertad, Polígrafa , 1981. La Joguina a Cata lunya, Edic ions 62, 1981. Po esía c ata lana c onte mporá nea, Antolog ía, E s pas a -Calpe , 1983. A rquitectura Indu strial en Cataluña, 1732-1929 (en coL), Caj a Barce lona, 1984. Libro blanco d e l di se ño y la arte s anía, Generalita t, 1985. A rtesanía de España, Lunwerg, 1985. Tamayo, Polígrafa, 1987. Fue Presidente de l a S e cción Autónoma de l a ACE en Catal uña.

• E ste silencio, ¿dónde, donde lo oí yo antes? ¿Un día ya lejano, cuando salía el sol y era todo muy tierno, recién nacido el mundo? Dos perros juegan , vedlos, empapa dos de luz: único sol, que nunca se h a de poner del todo. E ste sol que ahora soy, con el que estoy mirando las cosas una a una,

h asta sentir que toco entraña viva, brillando sin memoria, ignorante de todo : de la noche que nunca ha de venir, del día que resbala en las piedras y queda en el olvido para siempr e.

:;: : : * ::: Cierro los ojos: sube, de la hierba mojada, indefinible aroma de la infancia, olor de agua sola , de tierra na da más. Abro luego los ojos, por saber qué h a pasado, qué gobier na ahora el mundo, qué esperanza de paz h abrá, cuando la lluvia se h aya filtrado ya bajo la tierra,


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JOSÉ CORREDOR - MATHEOS reine la sequedad y todos los perfumes se encierren en su pomo para siempre.

**** Ha limpiado la lluvia lo que impedía al pino, el ciprés, la morera y el sauce darnos su olor. El agua ha refrescado el aire y ha dejado el paisaje transparente. Sólo tres, cuatro pájaros se atreven a volar. El cielo es casi gris, casi azul, y se abre lentamente. El sol ¿qué sol? asiste detrás, detrás del mundo, al nuevo despertar. Ha limpiado la lluvia todo el polvo que dejaron los días, y los montes, el valle, las casas y los árboles son distintos, son otros, dejando ver el rostro del vacío, una nada que brilla, recién lavada, pura, tras la lluvia. Que el verso transparente deje ver este mundo tal cual es: sin color ni sonido. Que un aroma finísimo revele los nombres de las cosas, su latido, sus límites. Que el verso incandescente rebote entre las piedras, despértandote: ¿de qué, por qué, a dónde? Que el verso aún no escrito esparza sus cenizas en el aire de un mundo que no existe. En septiembre, el otoño da pasos indecisos. Se suavizan los rojos, los azules,

y se esparcen los grises con la niebla. En septiembre, el otoño vierte un dulce veneno que tú ansías beber. Nace un sutil temor a que la vida sea inacabable, a que septiembre sea un sueño ya soñado mil veces, que recuerdas a medias, y el otoño, la esperanza, perdida, de morir, borrada por la lluvia.

**** ¿Hay inmortalidad que pueda compararse a este saberse polvo? ¿Por qué quedar prendido entre las cosas, por qué quedar perdido entre cenizas? Ser mortal es gozar las cosas que no son. Piensa en que ya no estás, y borra toda huella de tus pasos.

JOje COJ lutO¡.1.

uUJtU.\

19,1-197'

SELECCIONES DE POESIA ESPAÑOLA

.


.,

COZAR, Rafael de

• Nació: Tetuán, 10 abril 1951. Profesión: Profesor Literatura Universidad Sevilla. NARRATIVA

El motín de la residencia, Padilla, 1978. POESIA

Sinfonía núm. 1 en negro de Cózar, Sevilla, 1980. Entre Chinatown y River Side New York, Lautaro, 1987. Qadish: muestra de poesía gaditana, FMC, 1980. ENSAYO

Formas difíciles de ingenio literario, Fac. Fil., 1983. Cuerda andaluza de pícaros, murcios y embauca· dores, Aula Culto Andaluza, 1985. Polvo serán, poesía erótíca actual, El Carro de Nieve, 1988. Es el actual presidente de la Sección Autónoma de la ACE en Andalucía .

• ELSEGUIDOR Todo empezó porque estaba harto de trabajo, casi toda la noche encima de la máquina de escribir, retomando una y otra vez el tema, ya no rendía, confundiendo nombres, fechas, café tras café y bailando las notas en el techo. Me levantaba. Luego el pasillo de arriba a abajo y vuelta al sillón, para volver a levantarme. Decidí que estaba amaneciendo, pero pegaba aún ese frío húmedo que se te cuelga en esta ciudad a través de las venas hasta los huesos, por mucho que diga el termómetro. Una buena ducha, el último criminal café y de dos en dos, los escalones a la calle , sin rumbo fijo . Empecé a seguir a aquella joven madre de la mano de su hijo, camino, seguro, del colegio. Ella se dejaba llevar, dos, tres calles, con el sueño todavía prendido en el rostro , y a pesar de ello, con todo el mundo aún por resolver en la mirada, sin duda su mundo de

aquella mañana, o los mundos del futuro que otorga la maternidad. El Chico, de cuatro a cinco años, debía tener asuntos pendientes de enorme importancia, por el modo en que tiraba de su amable carga y recordé que no hacía tanto que los papeles fueron inversos en mi caso. De una bocacalle surgió una chica prototipo ejecutivo. Sustituí obviamente el sentido de marcha. Tal vez mi intéres por la contraportada femenina me venga del hábito seguidor que empezaba a fraguar en mi conciencia. Chaqueta y falda, ademán decidido, escondía en el rápido baibén de sus caderas un disimulado acento de ternura. Imaginé que al fin de la jornada tendría al compañero en delantal, con la mesa puesta «comotehaÍdoeldia» «vengohechapolvo\, «estoyrodeadadeineptos» «cariño, trabajas demasiado». Entrada al banco. La espero . Telefónica. Gestos de estar arre-


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RAF A EL DE CÓZAR

dar un giro a mi vida. No m ás de dieciocho años, y ni siquiera aspecto de colegial. El proyecto de falda deja ver las m agníficas columnas de tin tado marfil. ¿E n qué a dmira ble parrilla tostaron el cobre de esa piel? No es alta, pero nunca h e visto crítica mejor proporcio n ada. No está lejano el aroma a tiza y pupitre, pero asoma ya la conciencia clara de una a dorable mad urez. La suave camiseta traduce al p atio de bu tacas las cintas del sujetador, del mismo modo que la falda confiesa el blanco del triángulo de la cárcel de las dunas amenazando su fuga. Y todo ello en la ca dencia de este cal or que empieza ya a notarse y que obliga a una mayor ligereza en el vestu ario. En una esquina, con un breve short blanco y una tímidas tirantas por camisa, tras la correspondiente foto de la catedral, comenzó a desplazarse el nuevo monumento, extensa y diosa a la vez. Se le h abían quedado, a través del diafragma de la máquina , dos botones de cielo en los ojos, contrastando con las madejas nocturnas de la cabeza. Seguí siguiendo calle

glando, como antes, el mundo, o al menos, la infraestru ctura económica, y lu ego Correos, paqu etes inte·r nacio n ales. Me pongo e n la misma cola. Percibo' ahora su olor, el nido de seda en su nuca, la electricidad de sus asuntos. Mirada al tendido y otra chica qu e se e nc a mina a la p u erta . Edad: 23 año s . Estudiante y, sin duda, extranjera, de Boston por más señas . Lo digo por el tipo, el traje y el ademán de New Engla nd . Tal vez dejó allí padres preocupados por su márch a al tercer m u n d o, te ni e ndo como t i e n e Francia o Inglaterra. Tal vez h ay ya aquí algún joven de rizado moren o ron dándole la r ubia cabellera. El vaquero no es el h abitu al de la h abitual descompostu ra. Va quero caro de cu alquier quint a avenida, y a mí que me avien e el deseo de convertirme en su sastre permanente. En este caso, la oblicuidad de mi punto de arranque me permitió verle brevem ente el dulce rostro de a zulada muñeca, pero mi condición de seguidor me vuelve a r emitir a la trastienda y acepto gustoso mi destino. Sin embargo el t uerto es rey en país de ciegos y el escaso metraje de una falda vuelve a

r .

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V~ol"o c')c,cán. ..

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RA F AE L DE CÓZAR

tras call e la fotocopia de la Giralda, provocando efectivamente el giro de todos los transeuntes. Pero la ventaja del seguidor es que no es espectador de paso sino penitente en procesión, mientras uno lo quiera. En este caso la imaginación h:illo'fealidad el sueño que se persigue y la vi completamente desnuda, como sólo se ve en los sueños. Pero la profesión de seguidor exige también apertura a todos los caminos y otro hubo que, siendo opuesto en edad, no lo era en dignidad y gobierno. Rondaría los cuarenta años, aspecto de elegante dejadez propia también de una clara conciencia. Le asomaba una inteligente maduración de sus lecturas y, tal vez, un resto de elegida soledad. La mujer adquiere entonces la dulzura de la mejor entrega, porque es la entrega de la participación. Deja de ser castillo que se presta al asalto y se convierte en ciudad con la que compartir. Y esta era efectivamente de esas ciudades con solera que uno se detiene sin tiempo a contemplar, que uno aprende a conocer perdiéndose en sus calles más oscuras. La seg].lí durante varias calles. En este caso debió ~e , presentirme, pero nada hizo. Concedió tam- : bién el placer del misterio no desvelado y entró en su casa. !I E m pezaba a atardece r como el otoño. Varias mujeres h e podido segu ir a ntes del anoch ecer. Alguna de ellas, con la seguridad que ofrecen anteriores in fi delida des, y, en otros casos, con el temor que hace aflorar la falta de las mismas. Me quedaba siempre, por razón de la marcha, en el epílogo del conocimiento, que no es, en definiti va, distinto del prólogo. Alguna sin embargo creí in t uirla en toda su dimensión. Tal vez aquella joven , demasiado joven, que se volvió para pedir me ayuda a cambio incluso de alguna indeterminada recompensa , o, ya casi de noche, la franca oferta que me proponía ser perseguidor perseguido si se llegaba a un económico concierto. Ha llegado ya el invierno cuando arribo a la puerta de mi casa. Compruebo que apenas me tiene el bastón en pie. Hace toda una vida que salí, dejando inacabado aquél juvenil trabajo que ya ni recuerdo. Ha sido suficiente lo que he visto y perseguido. No me quedan fuerzas para subir la escalera y decido que mi dulce casapuerta es un perfecto lugar donde morir, con mi memoria a cuestas.

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DIAZ-PLAJA, Guillermo

Nació en Manresa (Barcelona) en 1909. Murió en Barcelona, en 1984. Profesión: Catedrático de Literatura. Desempeñó los cargos de Director del Instituto del Teatro y Director del INLE. Premios: Nacional de Literatura 1935 por su libro Introducción al estudio del romanticismo espa· ñol. Nacional de Literatura 1965 por su libro El arco bajo las estrellas. Fue consejero de la ACE en su primera etapa.

OBRA Primer cuaderno de sonetos (Colección Isla, Cádiz, 1941). - Elegías de Granada (Fantasía, Madrid, 1945) - Vacación de estío (Adonais . Rialp, Madrid, 1946). - Segundo cuaderno de sonetos (Barcelona, 1950). - Vencedor de mi muerte (prólogo de Paul Claudel, Insula, Madrid, 1952). - Los adioses (Tercer cuaderno de sonetos, 1962). - El arco bajo las estrellas (1965). - Belén lírico para este año conciliar (1965). - La soledad caminante (Poemas del Norte de América, Librería anticuaria El Guadalborce, Málaga, 1966). - Zoo (1966) . - Poesía junta (Editorial Losada, Madrid, 1968). - América vibra en mí (La encina y e l Mar, Madrid, 1969). - Poesía en 30 años (Se l ecciones de Poesía Española, Plaza & Janés, 1972). - Poemas en el mar de Grecia (Colección Alamo, Salamanca, 1973). - Atlas lírico (Plaza & Janés, Barcelona, 1978). En prosa:

Introducción al estudio del romanticismo español (1936). -Rubén Darío (1927) . -La ventana de papel (1939). - Modernismo frente a Noventa y Ocho (1951). - Juan Ramón Jiménez en su poesía (1950). -Los monstruos y otras literaturas (1967), entre otros muchos. - La dimensión culturalista en la poesía castellana del siglo XX (Madrid, 1967). -España, un modo de ser (Teide, Barcelona, 1972).

IX

Mi corazón vuelve a pensar en Cuba. Un ritmo de sonrisas habaneras me balancea el corazón de nuevo. Si, yo me acuerdo bien, aquí me surgen manos amigas, músicas graciosas que acunan mi ser-niño; lento y dulce suena el son de Guantánamo y Santiago. Se llena de luz cálida el recuerdo del cromo tropical donde las palmas lanzan su vegetal cohete empenachado; oigo el rumor feliz del barrio antiguo sobre el hondo sopor de las hamacas que inunda el humo azul de los vegueros; y pienso en Cuba, flor, sueño, machete. y me recuesto en aquella playa suavísima donde Santo Domingo exhala su perfume, . del verde intenso en sus praderías bajo la sombra de la iglesia antigua donde duerme su paz, por fin, el Almirante.


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GUILLERMO DÍAZ-PLAJA

y hay un relámpago de mi memoria para el milagro nórdico y extraño en el que Cura¡;ao se disfraza de Amsterdam y se expresa en mezclado papeamiento: para el jirón verdeazul de las Bahamas salpicado de las guerreras rojas de los rubios soldados de Inglaterra. (De América vibra en mí)

BECQUER

Madrid, 22 de diciembre de 1870 Hace, Gustavo Adolfo, tanto frío al salir del café esta madrugada ... Sientes, bajo la niebla, el alma helada, yerta la fe y el corazón vacío. La fiebre ya. Las sombras se desatan, cabalgan, lloran, piden sepultura. -Sevilla al sol, Moncayo en nieve puracrisantemo y ciprés, ojos que matan.

DESPIERTO ALTA ciudad de mi perdido sueño, isla olvidada, incierto escalofrío que te deslizas con rumor sombrío y que te pierdes como azor sin dueño; ¿recogerás mi corazón pequeño cuando te busque en el rincón vacío? Alta ciudad, isla olvidada, río, corté el camino de mi antiguo ensueño. Mis ojos miran ya, gusta mi boca, se despertó mi oído, palpo, huelo, y es la verdad más dura que la roca. El alma tiene una prisión de hielo. Mira, gusta, olfatea, escucha y toca la soledad exacta de su duelo. (De Primer cuaderno de sonetos, 1941 )

EL PADRE fluía su vida con la lenta majestad de un río; como un río era bienhechor y cristalino. Recto como su espada, como su estirpe limpio, vertical como un árbol y dulce como un niño. Creyó en Dios y en los suyos, no ambicionó torcer su destino. Se marchó dulcemente ... No dejó más que amigos.

Nadie, Bécquer. Acaso un ángel ciego con una arpa de oro. Acaso alguna golondrina ya muerta. Sólo hay fuego -amor, amor, amor- bajo tu luna, violonchelo de amor desvencijado, «donde habita el olvido», derribado. (Del libro Los adroses)


DIOSDADO, Ana

• Nació: Buenos Aires, 1943.

NARRATIVA En cualquier lugar, no importa cuándo, Planeta. Campanas que aturden, PI aten a, 1969. Los ochenta son nuestros, Plaza y Janés, 1986.

ENSAYO Usted también podrá disfrutar de ella, MN, 1975. El teatro por dentro, Salvat, 1981.

TEATRO Olvida los tambores, Escelicer, 1972. Anillos de oro (obra completa), Espasa-Calpe, 1985. Fue miembro de la Junta Directiva .

a acción sucede en un buen piso antiguo, de oscuro parqué y puertas solidas, un piso grande, con mirador. Hay plantas en el mirador, de esas plantas un poco mustias y un poco raras, qué ya sólo quedan en los viejos buenos pisos un poco rancios. Plantas puntiagudas y empolvadas, más grises que verdes. Hay muebles significativos, como un aparador con vitrina, lleno de esas porcelanas en las que nunca se atrevió nadie a tomar el té. Un aparador ciclópeo, torneado, historiado, con un águila tallada en la madera de su parte superior, como en el frontispicio de algún imponente monumento público. Quizá también un tresillo, de respaldos a juego con el aparador, en cuyos asientos es imposible apoltronarse, en los que la postura es forzosamente, si no elegante, desde luego digna, muy digna. Junto a una de las puertas, que se supone lleva al vestíbulo, suele haber una imponente armadura, y aquí y allá, tapices, platos, y ornamentos de artesanía y abolengo españoles. Nada de esto tiene aspecto real. Está distorsionado, como en una caricatura, como en un gran cómic barroco.

L

Al empezar a representación, CARMEN y BALBINA está n haciendo limpieza en el salón. BALBINA es una hermosa vieja, de las que parecen siempre recién frotadas con estropajo. CARMEN es una mujer de cincuenta años, que conserva cierto encanto, pero que se ha

abandonado un poco. Viste de luto, está metida en faena y, como mujer que pisa poco la calle, lleva el pelo recogido sin coquetería, para estar cómoda. No va pintada, y usa unas gafas de media luna con larga, larguísima cadena de oro, que le cuelga de las orejas como el tocado de la Dama de Elche.


ANA DIOSDADO La armadura aparece cómodamente sentada de cintura para abajo y, de cintura para arriba, dividida en fragmentos -cabeza, extremidades superiores, guanteletes, lanza-, que ambas mujeres frotan con unción, mientras se levanta el telón, o entran las luces, o comoquiera que empiece la representación. Mientras esto sucede, oímos la voz de la propia CARMEN, un poco distorsionada a través de la grabación de un disco de 78 revoluciones, cantando la siguiente estrofa, al son de la música de «Lilí Marlén»: «¡Que gloriosos tiempos de imperial sabor, que gloriosos tiempos, Señor , Señor, Señor ... Ya nada será igual después, ya nada será igual jamás. ¡Ya nada será igual! ¡Ya nada será igual!» Al terminar la canción, CARMEN acude a levantar la aguja de un fonógrafo antiguo, de los de trompa. Limpia amorosamente el disco y lo guarda en su funda, mientras Balbina comenta: BALBINA: La voz de u sté es mucho más bonita ahora que entonces . CARMEN: ¿Cómo lo sabe si nunca me ha oído cantar? BALBINA: Pero la oigo hablar. Y le digo que su voz es mucho más bonita en vivo. CARMEN: ¿Es qué ahí estoy muerta? BALBINA: ¡Se dice así, en vivo! Lo que pasa es que no está usté al día. ¡Siempre aquí metida, sin ver a nadie!. .. ¿Qué amigos le he conocido yo, ni qué vida social, ni qué ir a ningún sitio? CARMEN: A mi difunto, no le gustaba la palabra «social» BALBINA: ¡Como esa manía de ahora de traer curas a casa! ... Eso son cosas del señor. Seguro que se lo pidió antes de morirse. El silencio de CARMEN le da la razón. BALBINA: ¿Lo ve? ¡Hasta después de muerto quiere tenerla atada! CARMEN: (RECONVINIENDO LA SIN MUCHA CONVICCION) Balbina ... BALBINA:.Bueno, allá usté ... ¿Ya la partida de doña Adela, cuándo piensa volver? CARMEN: Más adelante. A mi difunto no le gustaba doña Adela. Según él, las pitonisas son agentes del diablo.

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BALBINA: Su difunto veía agentes por todas partes. CARMEN: Balbina ... BALBINA: Y no me extraña que no le gustara doña Adela. Si nos cuentan el futuro que nos espera, nos hacemos menos manejables en el presente. CARMEN: Balbina ... BALBINA: Algunos hombres son muy déspotas, y lo que es el suyo, se llevaba la palma. CARMEN: ¡Mujer, tenga usted respeto , que aún no se ha enfriado el pobre! BALBINA: ¿Que no se ha enfriado en todo este tiempo? ¿Y con aquel pedazo de losa encima? ¡Debe de estar hecho un carámbano, gracias a Dios! CARMEN:. ¡Balbina, respeto! BALBINA: Sí, señora, todo el que usté quiera. Pero si le digo mi verdad, no hay derecho a que una mujer como usted se siga pudriendo en este mausoleo ... ¿Qué años tiene, cincuenta?

USTED T AMBlEN PODRA DISFRUTAR DE ELLA DI"

ANA OIOSDAOO


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ANA DIOSDADO

CARMEN: Justos . BALBINA: La flor de la vida. CARMEN: ¡La flor de la vida! Mi vida ha pasado ya. ¡Y la suya también, hágase a la idea! Todas esas locuras que pretende h acer, no le van a devolver los veinte años. BALBINA: Ni falta que h ace. ¡Pues sí que fueron lucidos mis veinte años! ¡En plena guerra, ya ve u sted! CARMEN: Eso sí, si le pilló la guerra nuestra ... BALBINA: Será suya. Lo que es yo, no la quiero para nada ... ¿Por qué no se lo vuelve a poner? CARMEN: ¿El qué? BALBINA: El vestido de actuar ... ¿No se lo ha probado nunca desde entonces, ni para el señor? CARMEN: ¡Huy, el señor! ¡Bueno se hubiera puesto de saber que lo guardaba!

BALBINA: Pues lo del disco sí lo sabía. CARMEN: Como que fue un regalo suyo. Para que tuviera un recuerdo, un desahogo. Siempre decía que había que darle a la gente desahogos. El fútbol , los toros , est e disco ... Era muy bueno, el pobrecillo. Muy suyo, pero muy bueno. BALBINA: ¡Hala, póngasele, señora! CARMEN: Iba a estar yo mona, así, sin arreglar, y con estos pelos. BALBINA: Se pinta un poquito. ¡Como cuando la llevaba el señor a ver a la guardia mora! CARMEN: Pobrecillo, siempre pen3ando en distraerme. BALBINA: ... Dios le haya perdonado. CARMEN: ¿Qué murmura? BALBINA: Que no somos nadie El teléfono, aparato enorme, muy historiado , con mucho dorado y mucho negro , muy imperial también , empieza a sonar.


FERRES, Antonio

• Nació: Madrid, 3 d e marzo d e 1924. Pt'emios: S ésamo, 1954, por Cine de barrio, cuen· too Ciudad de Barce lona, 1964, por Con la s mano s vacía s, novela . En 1990 gan ó en Canarias un importante pre mio d e novela. NARRATIVA

La piqueta, Destino, 1959, y Emilio Es colar, 1981. Los vencidos, Feltrine lli, 1963, y Ebro, 1965. Cine de Barrio. Con las mano s v a c ía s, S e ix Barral, 1964, y Pl an e ta, 1983. Tierra d e olivos (viaje), Seix Barr al, 1964. En el segundo h emisfer io, Seix Barral, 1970. Ocho, siete, seis, Barral, 1973. A l regr eso de l Boirás, Ca s uz, 1975. E l coli brí con s u larga lengua (cu e ntos), ZYX, 1977. Los años triunfales, Albia, 1978. El gran g ozo, Planeta, 1980. Cuentos, Alianza, 1983. La vorág in e automátic a , L e gasa , 1983, y Orígenes, 1987. ENSAYO

Caminando por las Hurdes (en colaboración con A. L. Salinas) (viaj e), Se ix Barral, 1960. Mirada sobre Madrid (viaj e) , Edicions 62, 1967. Narrativa española del último exilio (en colaboración con J. Ot"tega), Gordons Press, 1974.

EL EXILIO DEL PARQUE

Fue miembro d e la Junta Directiva d e la ACE.

a R aúl Hemández Viveros ya todos mis amigos de México .

Había t erminado la guerra que destruyó el parque. Por to do lo que abarcaba la mirada , kilómetros y kilóm e tros , sólo qu e daban esqueletos de árboles qu emados , mon tones negros de carbón de leña en el su elo. Lo vi des de los a ltos de la Mo ncloa, cogido de la mano de mi madre. «Acu érdate bien de que estamos en los altos de la Moncloa, donde el cu adro de Goya de los h ombres pasados por las armas, y acu érdate de cómo han dejado el parqu e d el Oeste , aquél bosqu e d on d e tú jugabas de chico. » Me lo dijo ella el día qu e nos íbamos a H u esca . Y lu ego cruzamos a Francia. Y en seguida a México. Me lo dijo mi m adre, en tonces, y he tenido siempre present e esos dos pa rques, el quem a do y el de mi infancia, lleno de ,verdes árboles en medio de est a ciuda d tan seca. «¡Viva la libertad y la España democrática!» «¿Qué dicen ustedes?»


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ANTONIO FERRES

«Que viva la libertad y la España libre y democrática. Que todos los exiliados pueden volver cuando gusten, por orden del Rey... «¿Saben cómo es ahora el Parque del Oeste en Madrid? ¿Si es que existe todavía? .. «El Parque del Oeste está repoblado y luce igual que entonces.. -me dijeron. Por eso he vuelto. He vuelto y me he acercado a ver el Parque. He llegado corriendo y he asomado los ojos desde los altos de la Moncloa. Se me empañaban los cristales de las gafas y no lograba ver nada en claro. Por eso tuve que apretar el paso y acercarme más y más. Todavía un poco más hasta llegar a la cresta de esa pendiente. He deslizado mi vista desde la pendiente, ladera abajo, sintiendo un gran ahogo, un vértigo indefinible . Creo que ha sido en el sitio exacto donde me planté de niño con mi madre, para observar. «Hijos de la chingada» -me dan ganas de decirles, como hablan los mexicanos. Me da gana de gritarlo, y siento mucha rabia, un odio infinito contra todo el mundo. No, ya sé que nunca jamás nadie va a poder regresar a aquél Parque del Oeste. Nadie va a poder volver. Ni en cientos de años. Ni en miles de años seguramente. Me doy perfecta cuenta de esto. No es verdad que el parque esté igual que era. Me doy perfecta cuenta de que es otro parque, mientras bajo por la ladera y en seguida subo por una senda entre árboles pequeños, árboles que no son nada en comparación con el apretado y gigantesco bosque que entonces crecía acá. Vuelvo cada día. Entonces, durante mi infancia había aquí árboles inmensos y umbrías veredas misteriosas que olían a heno y a tierra mojada. Estoy ya llegando al cerro donde ahora hay unos bancos de madera. Veo a un viejo sentado en la otra punta de uno de los bancos. No hay misterio ninguno en este sitio de ahora, con arbustos raquíticos que aplasta el sol. Voy de prisa, aguantándome la respiración, acercándome a donde se sienta el viejo. Tengo ganas de decirle a alguien que miente quien diga que este parque es igual que el antiguo. Me parece mentira que nadie proteste de cosas así. Además el espacio de bosque era no cabe duda mucho m ás extenso, debía de seguir por la parte de la ciudad donde ahora hay casas, edificios y edificios, ocupar alguno

de esos barrios comerciales. Los chicos corríamos entre arbustos, riachuelos y prados . Recuerdo también que había cuevas profundas en las que sentíamos frío y donde se oían nacer los manantiales. Nos perdíamos en el bosque persiguiendo mariposas azules que ahora no he visto . No es éste el Parque del Oeste que yo conocí y nadie se ha preocupado en revivirlo. Ni ganas tenían seguramente de revivirlo, sólo de burlarse . Parece imposible que cuando dicen que está repoblado y vuelto a la vida aquel Parque del Oeste , nadie se ponga a gritar y a escupir la verdad. «No sólo los árboles del antiguo Parque eran centenarios, sino que se apretaban unos junto a otros h asta cubrir el cielo. Y había aquí arroyos con cascadas, frondosos sauces y nogales y grutas con fuentes escondidas» -le digo a voces al viejo que se sienta medio adormilado en la otra punta del banco. «¿Está usted seguro de lo que dice? Yo casi tengo su edad y no me acuerdo de que fuera así, tal vez un poco más grandes los árboles, pero nada más» -dice. «Viví muchos años en México, pero me acuerdo perfectamente de cómo era el Parque del Oeste». «Yo soy asturiano. Por mi tierra sí hay algunos bosques tan frondosos como el que usted dice. A lo mejor se refiere u sted a otra parte de España menos seca. » «Estoy refiriéndome al bosque que había aquí, en este mismo sitio que ahora pisamos usted y yo .. -digo secamente. Se calla mucho rato. Noto que se pone a disimular, con la cabeza ladeada, como si estuviera distraído en alguna cosa. A ratos me parece que tiene verdadero gesto de viejo. Durante unos minutos lo veo arañar con la garrota el arenoso suelo amarill ento, el mismo suelo que yo pisé de chico. Según está sentado, abre las piernas, y traza rayas en la tierra que yo ocupé cerca de mi madre. Este sí que es el mismo suelo que busca el calor de mis pies. Andaba yo en cuclillas y la arena era igual. Esta arena. Eso sí que no h ay quién me lo quite. Y así sé de seguro que estoy en aquel sitio. Aquel lugar, pero desolado, deshecho. Y yo mismo desolado, transmitiendo mi a ngustia hasta entonces. Iba yo a gatas y agarrándome en la misma arena. El cielo, arriba, era como de agua, agua entre tupidas ramas de gigantescos árboles que


ANTONIO FERRES servían de refugio a miles de pájaros . Los caminos amarillos tenían el mismo tacto de tierra en mis rodillas. Me raspaban hasta hacerme sangre. Como las rayas que traza el viejo hipócritamente con la garrota, sin mirarme a la cara. Serpenteaban los caminos entre frondas de matorra:les y arbustos y flores olorosas. Eran maravillosos laberintos que nada se parecían a estas calles abiertas que cruzan entre las mustias arboledas y las colinas desnudas de cielo inmenso y nubes desgarradas huyendo siempre desesperadamente. Me parece que estamos aquí expues-

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tos a todas las miradas. Me parece que hasta podría mirarme mi madre desde lo alto, podría clavar en mí sus ojos jóvenes, mientras a lo mejor yo me arrodillaba y me dedicaba también a arañar el suelo con las manos, con las uñas heridas, como el viejo con su garrota. «Si ha vivido usted en México puede que se confunda con alguna de esas selvas espesas del trópico .. -dice él, sin moverse. <<Viejo cabrón fascista .. -digo entre dientes, para que no me entienda, para que no se dé cuenta tampoco de cómo le odio.

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FERNÁNDEZ SANTOS, Jesús

• Nació: Madrid, 9 noviembre 1926. Murió en 1987. Premios: Gabriel Miró, 1957, por En la hoguera. De la Crítica, 1958, por Cabeza rapada, y 1969, por El hombre de los Santos. Nada!, Ciudad de Barcelona, 1970, por Libro de la memoria de las cosas. Fastenratb, 1978, por La que no tiene nombre. Nacional de Literatura, 1980, por Extramuros. Planeta, 1982, por Jaque a la dama. Ateneo de Sevilla, 1985, por El griego. NARRATIVA

Los bravos, Castalia, 1954, y Destino, 1983. En la hoguera, Arión, 1957, y Magisterio Esp., 1976. Cabeza rapada, Seix Barral, 1958, y Argos Vergara, 1982. Laberintos, Seix Barra!, 1964 y 1982. El hombre de los Santos, Destino, 1969, y Bruguera, 1981. Las catedrales, Seix Barra!, 1970. Libro de la memoria de la!1 cosas, Destino, 1971 y 1982. Paraíso encerrado, Destino, 1973. La que no tiene nombre, Destino, 1977, y Austra!, 1982. Cuentos completos, Alianza, 1978. Extramuros, Argos Vergara, 1978, y Seix Barral, 1984. A orillas de una vieja dama, Alianza, 1979. Cabrera, Plaza y Janés, 1981. El reino de los niños, Debate, 1981 y 1983. Las puertas del Edén, Austra!, 1981. Jaque a la dama, Planeta, 1982 y 1985. Losjinetes del alba, Seix Barra!, 1984. El griego, Planeta, 1985. Viaje en eljardín, Anaya, 1986. Historia de la dama, Plaza y Janés, 1986. Balada de amor y soledad, Planeta, 1987. ENSAYO

Europa y algo más, Destino, 1977. Palabras en libertad, Ariel, 1982. El rostro del país, El País, 1987. Fundador y miembro de la Junta Directiva en su primera etapa.

1 - BAJO LA VAGA LUZ del alba, el caballo se detuvo. Su breve alzada le hacía parecer más pesado, dejándole apenas asomar la cabeza sobre el bosque de piornos y jara. Quizás por ello nadie oyó tampoco su leve trote, casi tan suave como el sedal castaño de sus crines. Sólo abajo , frente a las Caldas, junto a la carretera, donde el agua corría cálida y reposada, el joven celador, atento al ir y venir de la manada, se asomó a la ventana de la alcoba esperando el rosario de sombras que tras aquella primera no tardaría en aparecer . Como siempre, acertó. Allí llegaba, empujada por el duro estiaje que, una vez agotados los altos manantiales, hacía bajar a los animales hasta las húmedas orillas del río. Ahora debía buscar en aquel mar de grupas escuálidas el hierro del ama, reunir los que pudiera hallar y devolver a la sierra lo que en cierto modo era también suyo. Aún soñoliento recordaba las historias que el hermano del ama solía contar en sus visi-


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JESÚS FERNÁNDEZ-SANTOS

tas desde la capital para matar en breves plazos el calor del verano, enzarzado en partidas de brisca con el médico o el capellán que acudía en los días festivos. En su opinión, los caballos del monte no bajaban huyendo de la sed o el hambre, sino obligados por el aguijón de invisibles jinetes que eran tres sobre todo: vida, pasión y muerte. El primero, cubierto con un blanco airón, el segundo, de rojo terciopelo; el postrero, sin rostro ni color, blandía el puño amenazando al cielo. Así se los imaginaba el celador también cada vez que la cólera del viento traía su rumor como de lejana marejada. Más allá del monte se abría paso la brisa cálida o helada recorriendo caminos labrados a lo largo de siglos por el ímpetu bravo de las aguas. Un día, tiempo atrás, el valle entero, desde la ermita del santero vecina de las nubes hasta los caseríos bajos, hirvió en busca de escondidos tesoros, en un sonar constante de picos y azadones. Fue suficiente que la reja de un arado sacara a la luz lo que en tiempos debieron de ser collar y diadema de una reina , para que todos, chicos y grandes, buscaran su parte de botín a fuerza de cavar tierras propias y ajenas. El valle entero se llenó de sueños de cortejos reales, de oro y plata, de espadas y puñales , y aun los mismos caballos parecieron crecer de la cruz a los cascos. La gente del valle intentó penetrar en la montaña, abrirse paso a golpes de pasión como en el cuerpo de una antigua amante, mas la caliza resistió bajo sus sábanas de helechos cerrándoles el paso de su oscura veta. Cuando el eco de los golpes cesó definitivamente, volvieron el silencio y la humedad a las secretas galerías; mas, como predicaba el santero anterior, el hombre sin codicia no se tiene por hombre y un nuevo modo de medrar vino a anidar al pie de aquellas paredes. Fue quizás alguna res curada en sus manantiales cuando ya se le daba por perdida, aquel fluir de nieve lo que sirvió de medicina. El caso es que de nuevo volvió la fe a la montaña, aunque esta vez sólo beneficiara a una familia. Rodeando el manantial se alzó una primitiva fonda de dos pisos con comedor y alcobas y un complicado mecanismo de tubos y calderas gracias al cual se conseguía dar presión al agua para llenar los baños o lanzarla sobre el cuerpo de los enfermos a teridos. En el vecino Arrabal se contrató celadores y

criadas que, una veces a las órdenes de una gobernanta y otras del ama en persona, mantenían la casa en orden o ayudaban al médico cuando era preciso vestir o desnudar aquellos cuerpos ya poblados de grietas y de canas. Apenas el paciente se apeaba del coche con el polvo aún cubriéndole la ropa, escuchaba el doctor su confesión, síntomas y dolores, para después tomarle la tensión y aplicarle tratamiento adecuado. Se le asignaba una habitación en el mismo edificio o en las casas fronteras desde una de las cuales el joven celador atisbaba ahora a los caballos. Dentro en las habitaciones de las Caldas, en bañeras ya comidas en parte por el óxido, desde muy temprano, las curas comenzaban. Era preciso darle presión al agua, ayudar a los débiles, rociar con chorros de manguera su s piernas y doloridos brazos, obligarles a beber, sorbo tras sorbo, aquel zumo a la vez turbio y amargo. (Capítulo de Los jinetes del alba)

Lo jinet

" - - - - -Seix Barral

del alba

Biblioteca Breve- - - - - '


GALLEGO, Gregorio

• GREGORIO GALLEGO es un escritor de vocación temprana que por las circunstancias de España y su peripecia personal empezó a publicar tarde, ya que su concepción libertaria de la vida le enfrentó con las corrientes absolutistas predominantes en nuestro país durante cuarenta años. Más de la mitad de este tiempo lo pasó privado de libertad y cuando la recobró en 1963, tuvo que trabajar en proyectos editoriales ajenos a su vocación de novelista. Toda su obra literaria es una tentativa de recuperar la memoria de un período silenciado intencionadamente por los que rehuyen enfrentarse a una realidad dramática que sobrevive en la conciencia de los que la sufrieron. Hasta ahora han salido a la luz pública las siguientes novelas: El hachazo, Premio Guipúzcoa 1965, prohibida por la censura y editada en México; La maraña, Editorial Alfaguara 1966; La otra vertiente, Premio Ciudad de !rún 1972; Los Caínes, Editora Nacional 1973; Madrid, corazón que se desangra ..., libro de memorias publicado por G. del Toro 1976; El ardiente verano, Premio Asturias de Novela 1984; Asalto a la ciudad, Editorial Argos-Vergara 1984; Hombres en la cárcel, Ediciones Libertarias 1990; En la Editorial Hernando han aparecido sus biografías : Kennedy, Goya, Benjamín Franklin y Cristóbal Colón, reeditadas en 1983 por Ediciones Urbión. Márgara - Cr ónica de la clandestinidad y Fuga de pasiones. Es Tesorero d e la ACE.

Aquella noche, mientras los demás permanecían desvelados cuchicheando de la «paz honro sa» y de su s consecuencias, Petra se encerró en su habitación rodeada de velas, lamparillas y estampas de santos para r ezar por su hijos, por los hijos de sus hijos y por los hijos de todas las madres de España que se habían enganchado como tigres carniceros, sin pensar que eran hermanos, que la tierra era de todos y que todos debían hacerla fructificar ahuyentando a los egoístas y codiciosos que la querían para sí. .. Hora tras hora ensartó padrenuestros, avemarías, credos y un sinfín de oraciones a cada uno de los santos que conocía para que todos en el cielo intercedieran por la paz, la reconciliación y el amor de los hijos de esta tierra de Dios que durante casi tres años habían sido arrebatados por los demonios y cegados por sus pasiones. De vez en cuando intercalaba en sus oraciones, con obsesiva angustia, los nombres de sus hijos, que no habían cometido más pecado que querer la justicia y la igualdad para todos los que trabajan ... «Ya sé que mi Luis es vio-


GREGORIO GALLEGO lento y arrebatado, y que con las mujeres se ha propasado muchas veces, aunque yo más bien pienso que son las muy tunas las que me lo han engatusado, porque ya ves, desde que conoció a la bendita Lucía , tu sierva, no levanta los ojos por no ofender. Bendícele, Señor, para que pueda ver a sus hijos crecer y multiplicarse como tú nos mandaste ... Padre nuestro , que estás en los cielos ... ¿Y qué puedo decirte de mi Carlitos que tú no sepas? Dicen que es vicioso y libertino, pero te juro que no es verdad. Yo pienso que es débil a las pasiones del cuerpo, y como es tan joven y tiene esa fuerza que tú le diste, a veces quizá peque más de la cuenta, pero es bueno como el pan y si peca más que otros es porque le gusta ser más que nadie y presumir de campeón ... Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores ... ¿Qué será de mi Javi, Dios mío? Mi ama, doña Casilda, dice que es el peor de todos, porque sabe lo que se ,dice y lo que se hace, y en vez de ponerse a tu servicio, como ella quería, te negó y dice que la justicia es de los hombres y que a los hombres corresponde impedir que unos se alimenten del sudor de otros. Perdónale, señor, porque si no cree en ti, sí cree en la justicia y en el amor de los hombres, que es lo que tu hijo predicó. Y algunas veces hasta te pone como ejemplo cuando dice que en nuestro mundo hay demasiados ricos Zabulones que oprimen a los pobres Lázaros ... " -Madre ... _Il amó Adela con los nudillos en la puerta cerrada por dentro. -¿Qué quieres? -Que Luis y Carlitos se marchan ... -Que se marchen. -¿Pero no se va a despedir u sted de ellos ... ? Probablemente ya no vuelvan más ... Adela permaneció casi un minuto con la cara pegada a la puerta sin obtener respuesta, en vista de lo cual regresó gimoteando al salón para reunirse con sus hermanos ... «Madre no quiere salir. Cada día está más loca con sus rezos y sus santos.» Luis abrazó a su hermana en silencio y Carlitos lanzó una blasfemia que desorbitó las pupilas de Lucía ... Las palabras se quedaban entre dientes ... «Nos volveremos a ver muy pronto", decía Luis a su mujer. Y Carlitos a su hermana: «Cuida mucho a madre. Como le pase algo a madre." «¿Y Javi? ¿Por qué no habrá venido

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Javi ... ?", gemía entJ:ecortadamente Adela ... En los últimos minutos el salón se fue llenando de vecinas gimoteantes y lloronas, hablando todas a la vez y sin escucharse mutuamente, de sus maridos e hijos que se hallaban en diversos frentes. La confusión y el tumulto eran tales, que cuando Adela y Lucía se dieron cuenta, Luis y Carlitos habían desaparecido. Y todo por dar oídos y replicar a la chismosa de la Rosenda, que murmuraba que los Revilla era los que menos tenían que preocuparse de «la paz honrosa del éoronel Casado y su puta madre, porque alguna tajada debían haber sacado del chanchullo, como todos los mandamases que tenían aviones y coches para correr ... " Cuando Adela se dio cuenta de la desaparición de sus hermanos, corrió al balcón por si les veía todavía, pero lo que vio en los balcones de una casa de enfrente fue una enorme bandera rojigualda que la dejó sin resuello. Lucía y las mujeres que la seguían, la vieron vacilar y llevarse las manos al abultado vientre. Desde el balcón la trasladaron a la cama medio desmayada ... «Va a malparir", murmuraban las comadres. Y hubo parto , pero no malparto. Media hora después daba a luz un niño que llegaba al mundo llorando rabiosamente.


GREGaRIO GALLEGO

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Mientras Adela paría, y la mayoría de las mujeres comadreaban en la habitación de la parturienta, Juanito, el mayor de los hijos de la Rosenda, llegó diciendo que el portero había cerrado las puertas del palacete y no dejaba salir a nadie . Su madre, que había sido verdulera y era de talante aborrascado y peleón, bajó a ver lo que sucedía. En efecto, la puerta del jardín, que era por la que entraban y salían, estaba atrancada por fuera . Rosenda golpeó furiosamente y llamó a grito pelado al portero-jardinero, que vivía en un pabellón aparte. Primero le llamó respetuosamente «señor Pedro», pero como el aludido no respondiera , empezó con los calificativos: «lameculos», «perro del imperio», «ojobiroque»... «Grita lo que quieras , arpía, tarasca roja , pero de ahí no sale ni una rata hasta que no os den vuestro merecido por incendiarios y ladrones», fue la respuesta que obtuvo después de desgañitarse. Por la calle pasaban grupos de jovenzuelos

Gregorio Gallego CRÓ

MÁRGARA

lCA DE LA CLANDESTINID AD

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flameando banderas rojinegras, cantando «volverán banderas victoriosas al grito alegre de la paz», y los balcones se llenaban de banderas rojigualdas, mantones de manila y toda clase de colgaduras con símbolos religiosos y políticos para recibir a los vencedores. El día soleado adquiría un tono de fiesta a medida que pasaban las horas. La Rosenda no hacía más que decir, que no tenían perdón los que habían permitido que en Madrid quedaran tantos fascistas camuflados ... A las doce las cancelas del jardín se abrieron para dar paso a un «Rolls Royce» cubierto de polvo. Del interior descendió una señora abrigada en pieles con cara de «perro pachón». Algunas mujeres, que observaban asustadas desde las ventanas, reconocieron en ella a la dama del retrato que presidía el salón de gala. Era la duquesa de Castillares, de la que tanto habían oído hablar en los meses en que habían vivido evacuados en su palacete, y de la que habían oído contar tantas anécdotas de piedad como brutales reacciones de despotismo. La mujer e ntró como un viento huracanado en su casa seguida del portero-jardinero, ya uniformado. el chófer y un señor con aire clerical y aspecto de momia en el que Juanito creyó reconocer a don Jacinto, el bibliotecario, que un día desapareció y Pedro dijo que lo h abía n «paseado ». Concentrada .v sever a. la duquesa paseó sus impertinentes por la veintena de personas , entre mujeres y niños, que se distribuían las habitaciones del palacete. Las únicas palabras que le oyeron pronunciar fueron «chusma» y «peste roja». Después de pasar revista a todos, excepto a Petra, que no consintió abrir la puerta de su habitación, ordenó que les encerraran a todos en la carbonera y pusieran el palacio e n condiciones de ser habitado para cuando ella regresara. Lucía, muy respetuosamente, se dirigió a la duquesa para decirle que su cuñada ac~baba de dar a luz hacía un par de horas, y su suegra, la que se mantenía encerrada en la habitación, estaba un poco trastornada de la cabeza. Pero la soberbia dama la llamó insolente y gritó: «Todos a la carbonera, he dicho. Luego veremos lo que hacemos con esta horda de desalmados ... » Y desapareció con la misma celeridad con que se había presentado.

Tres de cuatro soles ~L

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(D e Asalto a la ciudad)


" " GARCIA PAVON, Francisco

• Nació: T ome lloso (Ciuda d R eal), 24 sep tiemb re 1919. Murió el 19 de marzo d e 1989. Profesión: Catedrático de Literatura Dramática. Premios: De la Crítica, 1968, p or El reinado de Witiza, cuentos. Nadal, 1969, por Las hermanas coloradas. Hucha de Oro de c u entos, 1975, por Confidencias, 1916. Antonio Machado de cuentos, 1978, por El tren que no conduce nadie. NARRATIVA

El reinado de Witiza. Las hermanas coloradas, Destino, 1970. Confidencias. El tren que no conduce nadie. Otra vez domingo, Sedmay, 1979. Eljardín de las Boinas, Latina, 1980. El (!aso mudo y otras historias de Plinio, Alce, 1980. . El hospital de los dormidos, Cátedra, 1981. Antología d e cuentistas españoles, 11, Gredos, 1983. Mis páginas preferidas, Gredos, 1983. Cuentos de amor vagamente, Destino, 1985. Todas las obras están reeditadas en Destino bajo el título Colección Destinolibro. TEATRO

Teatro social en España, Taurus, 1962. Textos y escenarios, Plaza y Janés, 1971. Ocupó diversos cargos directivos en la ACE .

UNA MAÑANA DE OTOÑO Manuel González alias Plinio , Jefe de la G.M.T. -o sea: La Gua rdia Municipal de Tomelloso CC. Real)- según costumbre, se . tiró de la cama a las ocho en punto de la mañana. El hombre, tan ajustados tenía los ejes del reloj a los de su cerebro, que apenas sonaba en la torre de la villa el primero de los ocho golpes matinales, sentía flojera en los párpados, desenredaba las pestañas y recibía la claridad con la vagorosa sensación de arribar a la vida por primera vez. Hacia el cuarto campanazo recuperaba del todo la conciencia de su ser, historia, familia y cometido. Y al octavo -como la mañana que cuento- ya estaba sentado ~n el borde del lecho rascándose la nu ca y mirando con fijeza el costurero guarnecido de conchas y caracolas que posaba sobre el mármol de la cómoda desde toda la vida de Dios.


FRANCISCO GARCÍA PAVÓN

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Mientras se atezaba , desnudo de medio cuerpo para arriba, la Gregoria, su mujer le entró en el cuarto de aseo el uniforme gris de verano bien planchado y los zapatos negros a punto de charol. Concluido el atavío, ceñido el correaje con la pistola de reglamento -ya que como jefe estaba dispensado de llevar porra- y encajada la gorra de plato sin el menor ladeo ni concesión graciosa, salió al patio encalado, con pozo, parra, higuera y tiestos arrimados a la cinta. Echó una ojeada al. cielo indiferente, que aquella mañana, bajo sus azules claridades, permitía flotar unas nubículas rebolotudas, blancas, de juguete. (De Las

Hermanas Coloradas)

Las Hermanas Coloradas


GUERRA GARRIDO, Raúl

• Nació: Madrid, 4 abril 1935. Premios: De novela: Ciudad de Oviedo, 1972. Ateneo de Santander, 1976. Nadal, 1976. De cuentos: Ciudad de San Sebastián, 1968. Ciudad de Nueva York, 1971. De artículos pel"Íodísticos: León Felipe, 1981. NARRATIVA

Cacereño, Alfaguara, 1969, y Plaza y Janés, 1974. ¡Ay!, Richard Grandío, 1972, y Plaza y Janés, 1974. Hipótesis, Destíno, 1975, y Destinolibro, 1988. Lectura insólita del Capital, Destino, 1977, y Destinolibro, 1982. Pluma de pavo real, tambor de piel de perro, Grijalbo, 1977. Copenhague no existe, Destino, 1979, y Orbis, 1986. La costumbre de morir, Cátedra, 1981, y Círculo de Lectores, 1985. Escrito en un dólar, Planeta, 1983, y Círculo de Lectores, 1985. El año del wolfran, Planeta, 1985, y Círculo de Lectores, 1986. La mar es mala mujer, Mondadori, 1987. La carta, Plaza y Janés, 1989. Micrófono oculto (c u e ntos) , Ed i ciones Vascas, 1981. Actualmente es Presidente de la ACE .

Fotógrafo: RICARDO lRlARTE

LA CARTA (fragmento) No es una barricada dura, de ésas con hil' rros como lanzas, n eumáticos ardiendo y autobu ses cruzados; tampoco hay manifestantes mesiánicos, fu era de sí, con las mismas ganas de dar con un chivo expiatorio como de convertirse en víctimas propiciatorias, por eso confiamos en que alguien se decida a pasar, si se decide uno los demás le seguiremos a diez kilómetros/hora pero inconten ibles. Salvo causa de fuerza mayor. Comienza a llover, es una lluvia de gotas mansas, diminutas, espaciadas , lo cual no i mpide qu e terminen cubriendo los cristales y difuminando el paisaje. Al atravesar los haces de luz relampa guean nerviosas como luciérnagas de nuestra impaciencia. Ninguna otra manifestación se hace ostensible, ni siquiera el rucido de los


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RAÚL GUERRA GARRIDO I claxons, si el atasco lo hubiera producido un accidente o un control de cualquier otro tipo ahora estaríamos sumidos en el estruendo de mil iracundos decibelios. Contra la luz de los faros restallan luciérnagas de impotencia. La verdad es que no me preocupa el retraso, lo de celebrarlo por todo lo alto fue idea de Edurne; quizá, además de por lo mío, para comprobar cómo resiste el nuevo piso el impacto de una Eugenio Nadal fiesta, por matar dos pájaros con un vino. No estoy de demasiado buen genio y cuanto más breve sea mi estancia en el dichoso guateque mejor para mí, comprendo que es ley rle vida, pero una cosa es que procure encajarlo con dignidad y otra que lo conmemore. La fuerza de las cosas radica a partes iguales en su contumancia y en nuestra mansedumbre, de ahí la peregrina idea de que una barricada divide a los ciudadanos en indignos e indignados. La lluvia suele abreviar estos trámites y, en efecto, un coche parece decidirse; es el Toyota de la pareja con suicidas urgencias, por una vez s u prisa también será útil a los dem ás. Maniobra hasta encararse en primera fila con los t'a blones, tras ellos parece irse organizando la caravana. Apenas sus ruedas han hollado el salvable obstáculo cuando un objeto contundente rebota sobre su capó y otro le triza el parabrisas. Del rojo bólido desciende airado un joven de barba y atuendo deportivo, no diviso muy bien la escena pero no es difícil de intuir, gesticula, se le aproximan las amenazantes formas adolescentes con cualquier cosa abultando sus jeans y los insultos degeneran en un intercambio de golpes; son varios y le van a dar una paliza . Se aborta el amago móvil de la caravana y nadie abandona el volante que ocupa sus manos cómplices como no sea para conectar la radio; fijar vista y atención en el dial es una buena coartada para no enterarse de lo que ocurre, tan buena como rebuscar algún objeto en la alfombrilla o los asientos traseros. Con descender todos de los vehículos y repartir unos cuantos sopapos asunto concluido, puede que incluso bastara con el ademán de descender, pero nadie lo hace. Ni me muevo ni me avergüenzo yeso es algo que incrementa mi mal sabor de boca, llegaré tarde a casa y con un humor de perros. Llueve. Le están dando una soberana paliza y la reacción no se hace esperar. Es un suicida, nadie tiene el tiempo libre necesario como para enfrascarse en una pelea, o, lo que es

Lectura de "El remlo 1976


RAÚL GUERRA GARRIDO

peor, convertirse en testigo de un gilipollas. Giran los volantes, hay un fulgor de intermitencias, y en medio de un no desdeñable atasco cada cual procura enfilar la variante para, dosificando el riesgo de la marcha en dirección contraria , alcanzar la autopista que le conduzca sano y salvo hasta su dulce hogar. Evito el choque con la furgoneta de un servicio a domicilio pero no con la siguiente, la de un taller mecánico; el impacto no pasará de una simple abolladura, calculo para no terminar de enfurecerme conmigo mismo . Por la misma razón , por distraerme del agobio, filosofo sobre el problema demográfico, el bucle serpentea entre los decrépitos rascacielos suburbiales de Altza y los residenciales del Parque de Bibedieta, no se necesita un gran esfuerzo para provocar el caos en tal desorden establecido. Todas esas colmenas de la inmigración comenzaron a construirse el año en que llegué a la provincia, me descorazona el cálculo de cuantos han pasado desde entonces y me concentro en la ruta. Le están dando una soberana paliza y allí le dejarnos, solo en contra de los elementos. Arrecia la lluvia y la circulación por la variante se hace más peligrosa que en ocasiones anteriores, rodamos en fila india , a cámara lentísima, pegados al arcén de la izquierda, deslumbrados por las sorprendidas luces largas de quienes, al contrario que nosotros, abandonan la ciudad .

RAUL

GUERRA GARRIDO

COPENHAGUE N I

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HERNANDEZ, Ramon

• Nació: Madrid, 22 enero 1935. Profesión: Ingeniero Agrícola del Estado. Premios: Internacional Aguilas, por La ira de la noche, 1970. Hispanoamericano Villa de Madrid, por Eterna Memoria, 1974. Casino de Mieres, por Los amantes del Sol Poniente. NARRATIVA

El buey en el matadero, Prometeo, 1966. Palabras en el muro, Seix Barral, 1969 y 1984. La ira de la noche, Linosa, 1970. El tirano inmóvil, Seix Barral, 1970. Invitado a morir, Planeta, 1972, y Argos Vergara, 1978. Eterna memoria, Planeta, 1975, y Argos Ve rgara, 1982. Algo está ocurriendo aquí, Argos Vergara, 1976. Pido la muerte al R ey, Argos Vergara, 1979. Fábula de la ciudad, Alce, 1979. Presentimiento de lobos, Espasa-Calpe, 1979. Angel María de Lera, Ministerio de Cultura, 1981. Bajo palio, Argos Vergara, 1983. Los amantes del Sol Poniente, Mieres, 1983. El ayer p erdido, Seix Barral, 1986. Sola en el Paraíso, Plaza y Janés, 1987. Golgothá, Seix Barral, 1989. Fue Presidente en funciones a la muerte de Angel María de Lera. Ha sido Tesorero, Secretario General de la ACE y es miembro fundador de la misma.

-PASE, no se quede ahí, aproxímese -dijo el anciano Pontífice Boris, desde el fondo de la estancia, hundido en un almohadillado sillón del que emergía, envuelta en aterciopelados sobretodos y toquillas, su frágil humanidad, en la que destacaban las manos cadavéricas, y el rostro afilado y pálido, sojuzgado por el imperio de su gris mirada insomne, absorta y febril. Avanzó Panthera hasta cerca del Papa y se detuvo mirándole fijamente a los ojos, con serena frialdad. Detrás del sillón, en el ángulo de la habitación, veíase otra estancia, sin duda el dormitorio del Pontífice, por donde, fugazmente, Isaí vio cruzar la sombra de una monja. - y dígame, ¿es usted de veras ruso? -preguntó Don Boa, sin dejar de escrutar meticulosamente al visitante, mientras se frotaba con gesto mecánico una mano con otra. Tenía apoyados los pies, calzados con acolchadas zapatillas de piel de oso, sobre un escabel también almohadillado. A su derecha,


RAMÓN HERNÁNDEZ

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sobre una mesa metálica con tablero de cristal, veíanse algunos libros, unas gafas y varios frascos de medicamentos . Olía a vapor de eucalipto y a alcohol, y una espesa atmósfera de enfermedad convaleciente lo impregnaba todo. Apoyados en las paredes se destacaban unos sencillos muebles, la mayoría estanterías con libros y objetos de cerámica y plata. Enmarcadas fotografias de personalidades de la política mundial eran el único signo oficial de la estancia donde Su Santidad, a partir de la medianoche, recibía en privado a familiares y amigos íntimos, sobre todo a aquellos que contribuían de algún modo a hacerle olvidar la constante presencia de la Muerte abajo, en el patio de San Dámaso. - No le oí bien -dijo el Papa-o ¿Es cierto que cura usted el insomnio? P ero Isaí Judá permanecía en silencio, dudando en marcharse de allí para perderse de nuevo en su desierto de alacrán y sirocco, d e víbora y de chacal. Inmó vil ante el Pontífice, ofrecía al anciano su figura desnuda como el aire de la noche, la túnica blanca que le arrebataron lo s soldado s romanos jugándosela a los dados, las sandalias de piel

an1ón Hernándc7

Golgothá No""la

Setx Banal

it Biblioteca Breve

de camello que protegían sus pies heridos con los clavos del suplicio. -Perdonen -dijo la monja, una mujer de edad madura, recatada y sonriente, que traía un termómetro en la mano-o Disculpe Su Santidad -añadió dirigiéndose al Papa-, pero es la hora de tomarle la temperatura. -No sé por qué razón le obsesiona saber si tengo o no fiebre -protestó el Papa al tiempo que se introducía el termómetro debajo de la axila derecha, después de quitarse el sobretodo y desabrochar algunos botones de su sotana con ayuda de la Sor-o Lo que yo necesito es dormir. Sonó a lo lejos una campana y sobre el palacio Vaticano pasó una aeronave, que dejó en el ámbito de l a estancia un vibrante rumor. Recogió la monja el termómetro, acomodó otra vez al anciano en su sillón y, del mismo modo silencioso que había entrado , abandonó la habitación cerrando la puerta.


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RAMÓN HERNÁNDEZ

-y bien -dijo el Papa, fijando sus pupilas en el rostro de Isaí, al que, por vez primera, veía diferente al resto de los hombres que acudían a su presencia a diario-o ¿Podría decirme qué puedo hacer para, siquiera una noche, conciliar el sueño? Porque usted es médico, ¿no es cierto? Recordaba Panthera su presencia a nte el Sumo Sacer do te Kaiapha y, al igual que entonces, experimentaba la sensación de que el mundo y todo lo que contenía era absurdo. Sin embargo, continuaba torturándole el vértigo del Golgothá, la cárcel de los clavos y la lanzada, la corona de espinas. Sentíase remoto y extraño, traicionado y vendido, exhausto de permanecer preso y encadenado a la superstición y a las imágenes que, como fantasmagóricos demonios, le seguían a todas partes. -He venido a que me devuelvas mi libertad -dijo súbitamente. -¿Cómo ha dicho? -se extrañó el Papa Don Boa. -Quiero que borres mi nombre de tus inscripciones, que destruyas mis imágenes y que te olvides de mí - añadió Panthera-. Basta de patíbulos y hogueras poniéndome de juez. Se incorporó el anciano Profitendieu en el sillón, arrojó de sí los echarpe s y las pelerinas de armiño, avanzando su rostro de ave rapaz hacia el visitante que, en la penumbra de la estancia, parecía transfigurarse en un vago presentimiento, como una sospecha. Aguzó la mirada el decrépito Pontífice y. tambaleándose, se aproximó a Isaí. -¿De qué libertad hablas , cuál es tu nombre , cuáles so n tus imágenes? -in quirió, alzando la vista hacia aquel rostro que gravitaba sobre él desde la altura-o ¿No eres tú el curandero Stepanchikovo? -No -dijo Isaí. -Me dijeron que curabas el insomnio lanzando tus cuchillos a la noche -insistió el

Pontífice, apartándose de Isaí Judá y rodeando la pequeña mesa de cristal. Arrastraba el Papa su s ropajes, manteos, almohadones. Parpadeaba una lámpara dentro de una hornacina, mientras abajo, en el desnudo patio d e San Dámaso , d en tro del landó fúnebre, la Muerte jugaba a los naipes con el cochero anónimo y sin rostro. - ¿Quién eres tú? Vamos, dímelo --exclamó Don Boa con inesperada energía, aferrándose a la túnica de Isaí Judá con sus manos esqueléticas . -Yo soy el que tiene la espada de dos filos -dijo Panthera, tratando inútilmente d e desasirse de las manos crispadas del anciano Profitendieu-. Estuve donde moras en el desierto, sobre el trono de Satán. Consultó su reloj la Muerte en el landó fúnebre. Guardó los naipes el cochero y regresó al pescante. -Se acerca la hora -dijo la Muerte. Inmóviles los caballos blancos, errática la Luna en el cielo de la Ciudad Eterna. Boa Constrictor, atormentado por los remordimientos y las terribles visiones, abrió con desesperada furia la túnica del curandero Stepanchikovo y, horrorizado, vio en el centro del pecho de aquel hombre un corazón atravesado por cuchillos y en el costado la herida de una lanzada. Desorbitados sus ojos de estaño, fulminado por una súbita certeza, cayó a los pies del visitante de la medianoche, angustiado y convulso. -Vámonos ya -ordenó la Parca al cochero del landó. Restalló el látigo y los caballos blancos iniciaron la carrera en la madrugada de plata, mientras las manos del Sumo Pontífice Boris, que yacía agonizante sobre el mármol alfombrado de su estancia secreta y última, se agitaban presas del postrer aliento. (Fragmento de Golgotha)


GROSSO, Alfonso

• Nació: Sevilla, 6 de e nero d e 1928. Premios: De la Crítica, por Guarnición de silla. Alfaguara, por Florido mayo. NARRATIVA

La zanja, Destino, y Orbis (última ed.). Un cielo difícilT1U!nte azul, Seix Barral y EspasaCalpe. Germinal y otros relatos, Seix Barral. El capirote, Seix Barral. Testa de copo, Seix Barral. Por el río abajo (con A. López Salinas), Libr. Globe Par. Albia. lnes Just Comillg, Seix Barral. Guarnición de silla, Edbasa y Espasa-Calpe. Florido mayo, Alfaguara y Planeta. La buena muerte, Planeta. Los invitados, Planeta. El correo de Estambul, Planeta. Toque de queda, Planeta. Otoño indio, Planeta. Con flores a María, Cátedra y Plaza y Janés. Giralda, 1, Planeta. Giralda, 2, Planeta. Giralda, 3, Planeta. El aborto de María, Planeta. El crimen de las estanqueras, Planeta. ENSAYO

Los días iluminados, Lumen. Andalucía, un mundo colonial, Univ. Sevilla. Ocu pó diversos cargos directivos en la ACE.

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En una de las alcobas de la vieja mancebía, la greca añil y oro volvía a resplandecer en el borde de la jofaina de porcelana llena de agua caliente. Cayetana Rosado percibió el vapor en la ingle e, incorporándose, dejó caer con el pesado jarro de estaño un chorro de agua fría sobre la palangana, donde el jabón tornasolaba la superficie bajo la luz agria de la empolvada bombilla pendiente del cielo raso. El hombre, con el que h abía termin ado de hacer el a mor mer cenario, la contempló por ú lti m a vez d esn ud a a l fondo d e la l eve penumbra azulada y, sen tado en el borde de la cama, comenzó a calzarse sus sucias botas de becerro vu elto y estam eña elástica. De pronto, pareció volverle el deseo y su s manos t embla ron al ajustar el contrafu ert e, como arrepentido de h aberse ya calzado. Se puso, no obstante, en pie después de ama rra r las


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ALFONSO GROSSO

cintas de sus largos calzoncillos blancos a los tobillos y se vistió el pantalón de pana tras abotonarse la listada camisa sin cuello antes de echar sobre sus hombros la pelliza afelpada. Cayó de nuevo un chorro de agua fría sobre la palangana con un breve rumor vibrante y sostenido. Tras los visillos de la ventana de la alcoba se desdoraban las lomas de las tierras del Conde-Duque mientras la última luz solar huía tras los olivos, los pinos y los eucaliptos a la altura de la raya fronteriza de Portugal. El hombre, calmosamente, volvió a sentarse al borde de la cama deshecha. La almohada, en un ángulo de noventa grados, se perfilaba oblicua a la cabecera. Al descrubir sus botas polvorientas dejó resbalar con disimulo la colcha de algodón para limpiar con ella las punteras y los empeines. Luego, como temiendo ser descubierto -tras el descolorido biombo adivinó la silueta en cuclillas de Cayetana-, dispuso de nuevo la colcha sobre el espaldar y comenzó a liar un cigarrillo de picadura gibraltareña. Tras encenderlo con su mechero de ruedecilla , impaciente y a punto de abandonar la alcoba, Cayetana apareció de repente ya vestida. Levantándose, dio unos pasos y se aproximó a ella para tomarla del talle . Ella lo rechazó, pero el hombre se acercó aún más, intentando mientras la abrazaba morderla en el hombro izquierdo, a medias desnudo bajo la fina percalina estampada de su bata. -¡Arisca te has vuelto -dijo, casi paternalmente. -¡Ya me conoces el genio! Contigo estoy ya cumplida. Con encamar a otra, estás al cabo de la calle. -Hasta el viernes, Chana. N o quiero tomarte en consideración los desaires. Sabes que te prefiero. -Hasta cuando gustes, rabadán. ¿No me regalas hoy nada? El hombre sacó de la pretina de su citurón un mínimo y mugriento billete y se lo entregó sonriendo. -¡Gracias, trigueño! La greca añil y oro había perdido de nuevo su brillo en la jofaina. Las sombras se difuminaban tras los visillos. El hombre cruzó la alcoba encalada y abrió la puerta. Sus pasos se perdieron primero en el corredor y luego en lo s pel daños de la escalera camino del

zaguán. La tarde había caído sobre los estores del salón cuando el ama lo cruzó presurosa y diligente para abrir la cancela con celosía y dar al cuñado del alcalde las buenas noches, que noche en efecto, aunque aún clara, era ya. En la alcoba, ante el espejito de marco color amaranto del palanganero, Cayetana comenzó a peinarse los cabellos crespos y rizados mientras cantaba: Arrojóme la naranjita con el ramo de verde azahar. Arrojóme la naranjita y volviómela a arrojar. En casual contrapunto, una abeja desorientada golpeaba torpemente la bombilla como si alrededor del globo de luz libara una flor. (De Con flores a María, Ed. Cátedra, 1981)

Alfonso lrolso COliFLORES AliARlA


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DE GUZMAN, Eduardo

• Nació en 1909. Murió en 1991. En 1930 es designado redactor·jefe del diario .. La Tierra». En 1935 pasa a ..La Libertad». En 1937 es nombrado director del periódico madrileño .. Castilla Libre», que publica su último número el 28 de marzo de 1939. Condenado a muerte. Indultado en 1941, pasa en presidio buena parte de su juventud. Entre las obras publicadas por Eduardo de Guzmán figuran Madrid rojo y negro, España entre las dictaduras y la democracia, Aurora de sangre, La muerte de la esperanza, 1930: Historia política de un año decisivo y El año de la victoria, galardonada en 1975 con el premio Internacional de Prensa. Fundador y mie mbro de la Junta Directiva de la ACE hasta s u fallecimiento .

HUMILDE Y SINCERA EXPLICACION PRELIMINAR

Lo único bueno de las guerras es el final. Por largas, crueles y sangrientas que hayan sido, todas concluyen tan felizmente como los cuentos de hadas. En efecto , el triunfo del esforzado paladín que en los relatos infantiles mata al dragón, desencanta a la princesa y se casa con ella, tiene una exacta equivalencia en el triunfo de la verdad, la razón y la justicia con que acaban indefectiblemente las contiendas bélicas. Así ha ocurrido en el pasado, sucede en el presente y seguirá aconteciendo en el futuro por los siglos de los siglos, amén. Toda guerra termina con un alto el fuego , recibido con unánime alborozo por cuantos han estado expuestos a perecer en él. El armisticio cierra definitivamente una época dura y difícil de sacrificios, dolores y muertes, e inicia otra de


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EDUARDO DE GUZMÁN

gozosa tranqúilidad, de fecundo trabajo, de paz y contento generales. Como la historia la escriben siempre los vencedores, es natural, obligado y lógico que recoja y r efleje tan venturosas r ealidades para transmitírselas a la s generaciones venideras como lección ejemplar y mensaje de esperanzas. Cualquiera que sea la suerte que se depare a los vencidos, los vencedores la calificarán siempre de humanitaria, generosa y magnánima. Y las frases no serán sólo palabras en sus labios, sino traducción exacta de un convencimiento íntimo, razonado y profundo. En realidad, lo es la simple supervivencia fisica de quienes, al oponerse por la fuerza de las armas a los designios de la Providencia, incurrieron en los delitos más imperdonables. El verso clásico, tan repetido hace siete lustros, de que «mientras vive el vencido, venciendo está el vencedor», constituye una sublimación poética de ese mismo sentimiento. Como lo constituye la frecuente reproducción de tres cuadros famosos de otras tantas rendiciones Granada. Breda y Bailén-, en que los pintores

nos muestran la caball eresca cortesía de los monarcas y generales hispanos hacia sus enemigos derrotados. Existe abso luta coincidencia -entre nosotros, al menos- en qu e el español, que sabe «quedar como Dios » en el momento azaroso de la pelea, y más aún en el trágico de su propia muerte, no se distingue precisamente por la bondad franciscana de su carácter. Llegan algunos al extremo de atribuirle una espantosa indiferencia frente al sufrimiento ajeno y al derramamiento de la sangre del prójimo. Incluso no faltan quienes, hablando de los tres cuadros a que antes aludimos, señalan que el pincel de Velázquez ennoblece cuanto toca y llega a conferir a un humilde bufón deforme la dignidad de un emperador; que la suerte de los moriscos granadinos rendidos no tuvo nada de envidiable y menos todavía la que corrieron los soldados de Dupont, que un día de julio de 1808 capitularon ante Castaños en las estribaciones de Sierra Morena. Pero, aun admitiendo lo poco o mucho que haya de cierto en esas alegaciones , debemos rechazar el resto como fruto de la leyenda negra que hace siglos se esgrime contra nuestro país. Aocaso convendría recordar a quienes lo dicen, que España no inventó lo s campos de exterminio ni las cámaras de gas; que tampoco sabe nada de genocidios, ingenios nucl eares, bombardeos con na palm que convierten a las víctimas en antorchas humanas, bacterias que propagan las más terribles enfermedades, ni herbicidas que acaban con toda sombra de vida vegetal o animal durante siglos enteros en una comarca determinada. Todo esto, y más, es obra de naciones cristianas y supercivilizadas que se enorgullecen de la educación cívica de sus ciudadanos amantes de los animales, de las plantas y de la naturaleza entera. Claro está que toda esta barbarie se produce siempre durante y a consecuencia de las guerras ' que son, desde sus remotos orígenes, azote, flagelo y vergüenza de la Humanidad. En todos los tiempos , los pueblos han celebrado con alegría el final de las guerras , seguidas invariablemente a través de milenios por etapas de satisfacción sin límites . Pero acaso conviniera que nos fijáramos un poco más y advirtiéramos que esa felicidad alcanza únicamente a los vencedores, que son precisamente quienes cuentan una historia de la que se consideran protagonistas exclusivos.


EDUARDO DE GUZMÁN

En verdad, el destino de los derrotados nunca ha tenido nada de feliz. Por grandes que hayan sido sus errores e incluso sus crímenes, la magnitud de los castigos los supera con creces. En la remota prehistoria, los prisioneros sirven para saciar el hambre de los clanes vencedores; en tiempos más cercanos y civilizados se les deja la vida no sólo para que figuren como obligados comparsas en los desfiles triunfales, sino para que pasen el resto de sus días trabajando como esclavos. Todos los viejos imperios tiene como base sustentadora la esclavitud humana. Durante siglos y siglos los esclavos cultivan los campos, desarrollan las incipientes industrias y levantan, a costa de los muertos que sean, las pirámides egipcias, los jardines babilónicos o las murallas chinas. Si los ciudadanos griegos pueden idear o perfeccionar ciencias, artes y letras , lo deben a los ilotas que mueren laborando a la fuerza para que sus amos dispongan del ocio necesario para pensar, discutir y probar. Por su parte, los romanos imponen su paz al mundo conocido a base de guerras ininterrumpidas para conseguir los esclavos necesarios para que no decaiga el esplendor de la ciudad imperial. Siglos más tarde el triunfo de la revolución industrial se asienta sobre la esclavitud material, efectiva,

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incluso legal, de millones de hombres, mujeres y niños. No; la suerte de los vencidos jamás resulta placentera. Su esclavitud es a lo largo de la historia humana, causa, objetivo y finalidad de contiendas que cuestan ríos de sangre y océanos de lágrimas. Incluso ahora, cuando la esclavitud ha sido oficialmente abolida aunque fuera legal en todo el mundo hasta hace poco más de un siglo y en España concretamente hasta 1873-, las guerras, catastróficas siempre para los derrotados, siguen siendo fuente de males para cuantos en ellas intervienen. Pasa con las guerras, en fin de cuentas, algo semejante a lo que el viejo apólogo oriental dice del hombre a quien los dioses dieron a elegir entre la embriaguez, ofender a su madre y asesinar al anciano vecino. Creyendo elegir lo menos malo, el interesado se entrega a la bebida, pero una vez borracho pega a la madre y asesina al vecino. La gran embriaguez cegadora del mundo sigue siendo la violencia y la guerra. Aun cuando se recurra a ellas por el afán de evitar mayores males, ineluctablemente acaban ocasionando otros cien veces más espantosos que todos los que tratábamos de eludir. (Intoducción del autor a su obra Nosotros, los asesinos)


LAFOURCADE, Agustín

• Nació: Madrid, 10 septiembre 1916. Profesión: Psicólogo. ENSAYO

Le bonheur et la vie, Didie, París, 1947. E la felicitá?, F lorencia, 1955. Le bonheur de chacun, Edition des Artistes, Bruselas, 1958. El hombre, cada cual, Estudios Etnográficos, Oporto, 1959. Refranero y elegidos en formas paralelas, Investigacos do t.ntramar, Lisboa, 1965. El factor humano en la empresa, Nuevo Horizonte, 1965. Psicoanálisis de cada cual, Azaral, 1965. Amor y psicología, Azaral, 1967, y 1969 (2." ed.). Más allá en el amor, Azaral, 1971. Psicología fundamental, Doncel, 1977, y 1980 (2." ed.). La igualdad y la libertad o el mundo de todos y el encuentro de cada uno, Azaral, 1977. Teoría y práctica de psicología fundamental (tri · logía): De cómo todo se compensa, cambia y puede transformarse; La obra o influencia de todos y cada uno; La bomba piscológica como camino de superación, Biblioteca Nueva, 1988. Fue vocal de la Junta Directiva de la ACE

CAMBIO DE MENTALIDAD La Historia no ha terminado, como alguien ha pretendido, aunque sí vamos a pasar de un cierto maniqueísmo de malos y buenos a un hombre nuevo. Estamos a punto de un cambio de mentalidad tan profundo como no ha habido otro desde los orígenes del hombre; o de que entremos en el reconocimiento de que todo se compensa (como también psicológicamente ya puede comprobarse) (1) y, por lo mismo, individual y colectivamente nos complementamos, equiparamos en el fondo, y de hecho nos hermanamos racionalmente también. Y como este reconocimiento paralelo jamás se h abía producido, pasaremos de un mundo a otro, desde el desorbitado egoísmo militante a la convivencia; de un hombre acorralado a una humanidad capaz de superar los grandes desequilibrios o enfrentamientos que nos pueden llevar al exterminio. La mentalidad individual y colectiva, por tanto, toma nuevo rumbo. Pues, pese al supuesto equívoco generalizado de que con nuestros afanes cu brimos fines sectarios,


AGUSTÍN LAFOURCADE

AGUST IN LAFOURCADE

DE COMO TODO SE COMPENSA, CAMBIA YPUEDE TRANSFORMARSE (Teoría y práctica de Psicología Fundamental)

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bre; y, por lo mismo, en la consecuencia del equ ilibrio n ecesario entre individuo y Sociedad. Pero la verdad es que la luz se irá haciendo con la ayuda de todos, en cualquier caso, y el sentido de vida conjunta y participativa, en compensadora equiparación, habrá de hacerse patente cada vez más también, con el apoyo de la comprensión psicológica correspondiente, para que esta gran familia de todos empiece a sentirse de forma resuelta verdaderamente solidaria.

BIBLIOTECA NUEVA

egoístas o felicitarios , se va haciendo manifiesto un planteamiento contrapuesto que, sin reservas ni fingimientos , nos hará comprender que realmente inmersos andamos en una obra perdurable que es de todos y cada uno, y en la que nadie en definitiva es ni saca más ni menos que otro, psicológicamente hablando. Y desde este reconocimiento, precisamente todo se hará superable en el ámbito de una cooperación abierta y compartida. y aunque en el entretanto se vaya a remolque de extravíos, tales como consumismo , droga, seguridad mal entendida, prepotencia, competición desorbitada , o cual quier otro «bien» erróneamente supuesto y más o menos enajenantes y sombríos en el fondo por excluyentes, ello será en razón, por supuesto, a que el señalado reconocimiento, tanto a nivel individual como de conjunto no se ha promovido de forma real y suficiente. Y también, desde luego, porque las partes más representativas y potentes en la alienante pugna actu a l se pasan o no ll egan en la comprensión del hom-

(1) «Psicología fu.Qda menta l", de Agustín Lafourcade . .. Doncel»,

distrib uid a por _Tapia _. CI Cam pon anes, 5. 28013 Madrid . Y recientemente tres to mos de tcTeoría y práctica de psicología fundamental.. del mismo autor con los títulos siguientes: tede como todo se compensa, cambia y puede transformarsclt , tiLa obra o influencia de todos y cada uno» y «La bomba pisco lógica co mo camino de s uperac ión,, _ Publicados por «Biblioteca Nueva Almagro, 38. Teléfono 410 04 36, 28010. Madrid (España). lO ,


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LERA, Angel María de

I

Nació: Baides (Guadalajara), 1912. Murió en Madrid en julio de 1984. Bachiller universitario. Periodista, enviado especial en Alemania. Premios: Alvarez Quintero y Fastenrath, de la Real Academia de la Lengua, Premio Galdós de novela, Premio Planeta 1967 y Ateneo de Sevilla 1973. Traducido a numerosas lenguas. NOVELA

Los olvidados, Aguilar, S. A., Madrid, 1957. Los clarines del miedo, 1958. La boda, 1959, Eds. Destino y Plaza y Janés. Bochorn~ 1960,Aguilar,S. JL Trampas, 1962, mismo editor. Hemos perdido el sol, mismo editor, 1963. Tierra para morir, mismo editor, 1964, Premio Alvarez Quintero. Las últimas banderas, Premio Planeta 1967, 32 ediciones. Se vende un hombre, Ed. Planeta: Los que perdimos, mismo editor. La noche sin riberas, Ed. Argos Vergara, Barcelona. Oscuro amanecer, mismo editor. REPORTAJE y ENSAYO

Con la maleta al hombro, Eds. Nacional y Plaza y Janés, 1965. Por los caminos de la medicina rural, Plaza y Janés, 1966. Los fanáticos, Ed. Linosa. Mi viaje alrededor de la locura, Ed. Planeta. Diálogos sobre la violencia, Ed. Plaza y Janés. La auscultación T1U!diata, Tribuna Médica. Carta abierta a un fanático, Eds. 99. BIOGRAFIA

Angel Pestaña, retrato de un anarquista, Argos Vergara, Barcelona, 1977. De algunas de sus novelas se han hecho versiones cinematográficas.

Componíamos, pues, una especie de familia de doce miembros, procedentes casi todos de la misma expedición. Nuestra condición, transitoria, se definia como la de neófitos; el estado de que proveníamos se llamaba exclavitud; nuestro paso inmediato sería el grado de convictos. Más tarde podríamos ingresar en la Milicia Sagrada y en los ordenes angélicos, y ascender, por la escala de los méritos y de los grados, hasta el más alto consistorio, el que rodeaba al ínclito. Hacíamos vida de comunidad únicamente en la terraza que me hacía recordar, a veces, la de mi casa de Benidorm, siempre en presencia de Demetrio. El programa de nuestras actividades divididas en grupos, reproducido en numerosos carteles que

OTRAS OBRAS

Con ellos llegó la paz. El hombre que volvió del Paraíso, etc. Traducido a numerosos idiomas. Fundador de la ACE .

..


ÁNGEL MARÍA DE LERA casi empapelaban el a partamento, los teníamos permanentemente a la vista.

Plática Meditación Ablución Refacción Paseo Recreo Teatro Gymnansium Apoteosis De la «Apoteosis» volvíamos a la «Plática» en una rotación sin fin. Esta serie que se mordía la cola una y otra vez perduraría hasta que fuésemos promovidos al grado de convictos. A partir de entonces entraríamos a formar parte de la comunidad operante y seríamos destinados a la función o actividad comunitaria para la que hubiéramos demostrado más predisposición o más facultades . Demetrio , arcángel condecorado profusamente, hasta en plata y oro, vestido con túnica y casquete de color azul cielo, y calzado con cáligas plateadas, se comportaba con nosotros paternalmente. Sonreía de continuo y, si alguien se aventuraba a hacerle una pregunta cuya respuesta desconociera o quisiera eludir, se excusaba, encogiéndose de hombros: -No, por ahí, no hermano. No se permiten las preguntas capciosas hermano. Yo le pregunté: -¿C u án do veremos a Dio s, h erm a no Demetrio? Claro, yo tenía oído que el supremo gozo de los bienaventura dos celestiales era la contemplación de la h ermosura de Dios. Por lo cual, desde que llegue a C5A, anhelaba vehemente ser llevado a su presencia. Demetrio meneó levem ente la cabeza y mirándome desde la altura, para mí inaccesible, de su sabiduría, me contestó: -¿Qué argucia es esa para decirme que quieres ver al Inclito? -inclinó él la cabeza y le imitamos todos-o No te impacientes. Ay, ay, ay -sólo le faltó darme unos afectuosos cachetitos en una mejilla-o Lo verás, claro que lo verás. Lo veréis todos . Cuando él lo crea conveniente. Mientras tanto, preparaos

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para ser dignos de la felicidad que él conquisto para vosotros y para todos nosotros con la Redención. Otra de mis mayores preocupaciones en ese momento era el diablo. ¿Andaría también por allí? -¿Y el diablo, hermano Demetrio? Nuestro mentor frunció las cejas, poniéndose en guardia ante lo que, al parecer , constituía una impertinencia por mi parte, como hizo el cura de nuestro colegio cuando le pregunté la razón de que Dios, tan bueno y tan poderoso, permitiera que el diablo nos hiciese tantas jugarretas. Sí. Demetrio y aquel padre, tan diferentes en lo físico, porque el cura era más feo que Picio, seco, en drino , de mano larga y cara de mala lech e, y nuestro mentor, en cambio, hermoso, joven, de mirada buena y siempre con la sonrisa en los labios, se parecían, no obstante, y mucho, como hermanos, en la manera de enseñarnos la doctrina. -Te agradezco que me lo hayas preguntado -me contestó, mostrando una repentina amabilidad-o Así, mi respuesta servirá para todos los que pensaran hacerme la misma pregunta. Pues bien, Lucifer , el jefe de los ángeles rebeldes, fue vencido y expulsado del


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ÁNGEL MARÍA DE LERA

paraíso. El Y sus secuaces, los luciferistas y contrarredentoristas, no dejan, sin embargo, de conspirar contra el Inclito -nueva reverencia general- y, por consiguiente, contra la Redención del vulgo triunfante. Peor para ellos, porque así arrastran su derrota como su propia sombra. Demetrio nos hizo saber, asimismo, que, en C5A, lo que es, es: que el tiempo era único, es decir, sin cambios; que sólo conservábamos la forma, la imagen, la apariencia, en fin, del .cuerpo que tuvimos en la esclavitud, en su fase de máximo esplendor, la juventud, pero que carecíamos de entidad material y que, por lo tanto, las sensaciones que percibiéramos a través de los sentidos no se corresponderían con ninguna función fisiológica. El placer sería, pues, para nosotros, un efecto de autosugestión. Nos dijo:

-Somos hombres y no se nos puede privar de todas las inclinaciones y exigencias de la condición humana. Lo que la Redención se propone es liberarlas de impurezas y que su satisfacción sea posible para todos en la misma medida y no esté reservada a los privilegiados por razón de poder o clase, como sucede en la esclavitud. Ah, eso nos pareció muy bien . Sí, señor. Sacamos también en conclusión que se desconocían los deseos físicos o espirituales provocados por la falta o carencia de algo, real o imaginario, que se necesitase para sentirse feliz , bien porque se supiera de antemano que serían irrealizables, bien porque bastara, por el contrario, ambicionar algún bien posible para obtenerlo sin apenas esfuerzo, o bien por la inexistencia o ignorancia de otros bienes que los poseídos o al alcance de la mano. Esto parece un lío a primera vista, ¿eh? Pues no. En el fondo es una perogrullada. Claro, hombre . ¿A quien se le ocurriría , por ejemplo, darse el gusto de comprar la torre Eiffel o el Capitolio de Washington para entretenerse? ¿Puede apetecernos una fruta desconocida? ¡A que no! ¿Ambicionaba alguien poseer un automóvil antes de que fuese inventado, construido y puesto a la venta? Ni hablar. Pues algo así ocurría en C5A. En suma, que al no existir términos de comparación , nada era mejor ni peor, y sí todo bueno, insuperable. Siempre según Demetrio, la esclavitud de la que veníamos era el estado de suprema infelicidad. Allí, el hombre, todo hombre, se hallaba sometido a otro hombre, sin ninguna posibilidad de liberación, encadenado a una serie incalculable de deseos nunca satisfechos, en lucha permanente con los demás y consigo mismo, en pos de triunfos efímeros, preocupado por un futuro incierto, sin seguridad ni descanso, aguijoneado constanteménte por sentimientos de inferioridad, de culpabilidad y de desquite, y siempre al borde de la desesperación. Y todo ello, ¿para qué? Para morir finalmente en cualquier sitio, a cualquier hora, de cualquier modo. (Fragmento de El hombre que volvió del Paraíso.)


" LOPEZ GORGE, Jacinto

• Nació: Alicante, 3 marzo 1925. Profesión: Periodista. Premios: Nacionales de Periodismo, Africa, 1969. Ciudad de Melilla, 1965, 1966 Y 1970. Ciudad de Talavera, 1968. NARRATIVA

Antología de R elatos Marroquíes, Ubago, 1985. POESIA

La soledad y el recuerdo, Ifach, 1951. Signo de Amor, Mirto y Laurel, 1954. N uevos poemas d e amor, Adonais, 1972. Dios entre la niebla, alamo, 1973. Antología poética, lEA, 1981. ENSAYO

Medio siglo de Po esía amorosa española, Cremades, 1959. Poesía amorosa, alfaguara, 1967. Poesía erótica en la España del siglo XX, Vox, 1978. Actualmente es Vocal de la Junta Directiva de la ACE.

• MARZOK, EL CONTRABANDISTA

A Marzok Ibezzazi lo encontraron muy cerca de la zauía ... Había nevado toda la noche y en el lugar donde lo hallaron eran frecuentes los ventisqueros. Marzok salió de su casa cuando el sol lucía en lo alto. Sobre sus espaldas, a modo de mochilla, llevaba un saco de kif, que sujetaba a los hombros con una cuerda. Era el último viaje de aquel año, ya alcanzado el invierno. Se dirigía a la llamada zona francesa de un Marruecos dividido por el colonialismo. Allí pagaban bien el kil. Y el cultivo y el contrabando de esta planta eran su único sustento. Desde muy pequeño había aprendido este arriesgado oficio de contrabandista. El era de Ibezzazen, un poblado también fronterizo ,


JACINTO LÓPEZ GORGE

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ANTOLOGÍA DE

RELATOS MARROQUÍES h • 1 ENGUA ESPA. -'OLA

cercano a Tagsut. Pero su padre, siendo Marzok casi un niño, se trasladó a Ketama. Y en esta kabila, llenándosele los ojos de inmensidad al contemplar cada día aquellos valles y montañas, con sus cedrales gigantescos, transcurrieron los mejores años de su existencia. Marzok viVÍa en una casucha humilde, con su mujer y sus hijos. Esta choza y un pedazo de tierra escasa fue todo lo que su padre le dejó al morir. Cuando llegaba la primavera, Marzok sembraba cuidadosamente su terreno. La siembra del kif y su régimen de riegos exigen un cuidado especialísimo, y a ello se aplicaba Marzok amorosamente. Si le fallaba la cosecha, todo un año de miseria caería implacable sobre él y los suyos. El kif era casi el único medio de vida de los ketamis. Si no fuera por esta planta, que ellos cultivan, elaboran y venden, morirían todos de hambre. O tendrían que emigrar a otras comarcas. Ketama es una kabila inmensa, con numerosos poblados perdidos en sus valles y laderas

y hasta en las cumbres de sus montes. En Ketama hay agua abundante. Al menos en el invierno y la primavera. Miles de arroyos y regatos serpentean pos sus barrancas. Pero la nieve y el frío derrumban cualquier promesa de sazón. Sólo el kif, en los escasos meses en que los fríos cesan, promete y da cosecha abundante. Por eso se tolera su cultivo. Como se tolera también el del tabaco. Aquel año la cosecha de kif -al menos la de la parcelita cultivada por Marzok- no había sido copiosa. Poco antes de la recolección un rico comerciante de Greha -el poblado más cercano al suyo- quiso comprarle lo que de allí se aprevechara. Pero Marzok, al igual que en años anteriores, estaba decidido a ser, una vez más, modesto cosechero y contrabandista. El solo, como siempre, recolectaría el kif, lo sometería a todas las operaciones posteriores y prepararía los manojos. Después emprendería el camino una y otra vez hacia la zona francesa. Así hasta que hubiese vendido el último cargamento. Cada mes realizaba dos, tres, a veces cuatro viajes. A pesar de lo penoso del camino, hasta llegar a la frontera todo era tranquili-

JACINTO LOPEZ GORC,r:

DIOS ENTRE LA NIEBLA {195 2 - 1 97 2 }

COLECCION ALAMO SALAMANCA 1973


JACINTO LÓPEZ GORGE

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dad, sosiego ... su poblado distaba seis horas a par. Regresó a su poblado triste y deshecho. pie del más cercano puesto fronterizo. Tenía Era el noveno viaje que hacía y ya apenas si que atravesar a pretados bosques de cedros, quedaba kif en su casa. El invierno estaba descender por amplias, profundísimas ahí. Y las grandes nevadas no tardarían en barrancas, subir por pinas, escarpadas lade- llegar. A pesar de ello, reuniendo en un saco ras .. . y tan penoso camino, con el pesado saco terciado el poco kif que le quedaba, decidió de kif, a modo de mochila, sobre sus espaldas. emprender un último viaje. Mandó aviso al Las cuerdas se le clavaban en los hombros, comprador y al día siguiente, poco antes del por encima de la yilaba. De tarde en tarde mediodía, salió de su choza con el saco a la hacía un alto para descansar. No le preocupa- espalda. ba que le viesen. Tenía la seguridad de que no Era ya noche cerrada cuando Marzok cruzó le prenderían. Ni a él ni a niguno de los keta- la frontera. Comenzó a nevar a media tarde, mis que por cuenta propia o con cargamento pero no quiso regresar a su poblado. ajeno se dedican al contrabando del kif. Significaba mucho para él este viaje. A lo Mientras estuviera en zona española, dentro escaso de la cosecha había que restar la pérde los límites de Ketama, nada le ocurriría. dida del cargamento en el viaje anterior. El Lo malo sería luego, al pisar la raya fronteri- invierno se presentaba duro, corno todos los za. En la zona francesa, corno en las otras años. Y con lo poco obtenido en éste tenían kabilas de la española, sí se persigue a los que vivir él y su familia hasta el verano. Por contrabandistas de kif. Por eso esperaba a eso Marzok no se volvía. Precisaba vender, que la luz del día se extinguiese ... fuera corno fuera, este último cargamento. La Con las primeras horas de la noche, ampanieve alcanzaba ya un par de palmos . El frío rado en la oscuridad, cruzaba la frontera. . era intenso. Y los copos, cada vez más abunEntonces había que proceder con cautela. Y dantes, caían despaciosamente, tachonando caminar, caminar sin descanso antes de que de blancas luces la oscuridad ... las luces matutinas le delatasen. El punto de ::: * * destino era, en algunos viajes, una vieja za uía, donde esperaba un contrabandista a Lo encontraron muy cerca de la zauía ... sueldo que rápidamente cargaba sobre un Había nevado toda la noche ... En el lugar mulo el saco de Marzok y desaparecía corno donde lo hallaron eran frecuentes los ventisalma que lleva el diablo. Después llegaba el queros ... Apareció enterrado en la nieve, asocomprador, corno si nada tuviese que ver con mando una mano congelada, ennegrecida, sobre la inmensa blancura ... Lo desenterrael contrabando. Y tras un rato de charla al calor de la zauía, y algún va¡¡o de té, entrega- ron enseguida ... Sobre sus espaldas, a modo ba a Marzok una cantidad no muy considera- de mochila, llevaba un saco de kif, que sujetaba a los hombros con una cuerda ... ble, que éste siempre recibía con satisfacción. Sólo nueve viajes había hecho Marzok Telazta de Ketama, invierno de 1953 aquel año. En uno estuvo a punto de que le cogieran . A él no lograron prenderle , pero (De Antología de relatos marroquíes) tuvo que abandonar el saco para poder esca-


MARSILLACH, Adolfo

• Nació: Barcelona, 1928. Profesión: Escritor, actor y director de cine y teatro, abogado, ha sido director del Teatro Español de Madrid , del Centro Dramático Nacional, Director General del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música. Además de su intenso trabajo como actor y director teatral ha realizado distintos guiones y dirigido distintas obras y series para TVE. Como autor teatral ha estrenado: Yo m e bajo en la próxima, ¿y usted?, en 1981; Cinematógrafo Nacional, en 1984. Premios: Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de 1962 por su trabajo como actor; en 1964 el premio de Cinematografía y Teatro por su labor como director de obras teatrales. Actualmente Consejero d e la ACE .

• CON UNA CIERTA INQUIETUD , EVIDENTEMENTE

YO ME BAJO EN LA PROXIMA, ¿Y USTED? DE ADOLFO MARSILLACH

Hoy, día 14 de enero de 1990, en mi habitación del Hotel Hilton de Nueva York, a las siete de la mañana, cuando la luz imprecisa del amanecer -ojo: no hacer literatura fácil-, se abre paso hasta mis párpados runchados de pasajero con seis horas de descuento, decido escribir este libro de impresiones con una cierta inquietud. Anoche lJegué aquí en un viaje oficial (<<porque - el 92 - está cerca - y - hay - que - desperezar - el - papeleo ») y estuve viendo una obra de W. Somerset Maugham en el Ambassador Theater de la calle 49, justo al lado de la Broadway Avenue, allá donde las hamburguesas, los mitos y la pornografía se mezclan en un apresurado revolcón. No, no se puede despachar esta ciudad con «una comedia romántica» de Maugham, a estas alturas . Las obras del viejo W. Somerset sólo se deben ver en Londres y en un acto de anglofilia desesperada no siempre justificable. Nueva York no está para estos suicidios literarios, aunque el público de ayer aplaudió un decorado espantoso de esos que, si los hacemos en Madrid, nos corren a gorrazos calle arriba, camino de la Puerta de Alcalá y de Ana Belén.


ADOLFO MARSILLACH Bueno . El caso es que en la función de Somerset Maugham «salían» Rex Harrison y Stewart Granger. «¡My God!». ¿Cómo es posible que el intolerante profesor Higgins de «Pygmalión» y el apuestísimo espadachín de «Scaramouche» se hayan convertido en estas dos venerables cacatúas? ¿Por qué > por qué están ahí, sobre un escenario, arrastrando penosamente sus herrumbrosos esqueletos y sus dentaduras postizas a través de las cuales se escapa un inglés tan doliente como su lumbago? ¿Necesitan dólares, libras, francos suizos , marcos alemanes o aceitosas pesetas para pasar una temporadita en Torremolinos? ¿O simplemente siguen siendo a ctores porque no lo saben evitar, de igual modo que no se evitan esas necesidades depredadoras de levantarse, limpiarse los dientes y apretarse, sin convicción , una espinilla? ¿Pertenezco yo a un oficio tan gloriosamente miserable o tan miserablemente glorioso? ¿Soy yo también una cacatúa parlante, a ctuante e insistente? Me miro al espejo y descubro -horrorizado- que quizás. Y entonces voy y empiezo estas memorias o lo que sean. Con una cierta inquietud; como ya he confesado, me parece. Nueva York es tan alto -o casi- como una prima mía que quiso ser guardia civil y que al final no lo consiguió por no sé qué inconvenientes del Reglamento. Si Nueva York no hubiese crecido tanto, tampoco se p:¡rrecería a otra ciudad. En ningún otro sitio del mundo siento yo esta palpitación perpleja de no saber si la vida está empezando o acabándose. Nueva York es alegre, triste, grande, pequeña, magnífica y deplorable , tierna y terrible, «lovely» y odiosa; igual que un actor de provincias que sale a escena con la bragueta desabrochada: se le mira tanto la entrepierna, que uno acaba desentendiéndose del texto. Debajo del puente de Brooklyn hay un café desde el que Nueva York se dibuja en una

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escenografía de teatro. Si se tiene la suerte de llegar a última hora de la tarde, cuando cae el sol; el espectáculo es fantástico. Las luces de los rascacielos se van encendiendo como si un buen iluminador de Broadway lo hubiese dispuesto así. Dan ganas de quemarse el culo en esta brasa excitante y de atravesarse la mano en la aguja rojiza del Empire State Building. Todas las grandes ciudades tienen un punto teatral: París es Moliére, Londres es Shakespeare, Berlín es Brecht, Viena es Mozart y Madrid es Lope. Nueva York es, irremediablemente, Arthur Miller. Y no sólo por ese tópico confuso de Willy Loman , Marilyn Monroe y John Huston, sino porque es una ciudad que escribe seco, duro, con la única poesía .del sonido de las teclas sobre la má quina. Es difícil sentirse poeta en Nueva York, a pesar de García Lorca. O tal vez por eso. Para los americanos tipo Walt Whitman es más sencillo, pero a mí me resulta imposible poetizar el vaho de las alcantarillas, la agresividad de los plásticos, la impertinencia de los neones, el desparpajo de los taxis y el balanceo de las putas de mi hotel que me observan a ver si yo me creo que acaba de descubrirse la vacuna contra el Sida. En cambio, sí puedo teatralizar esta ciudad. Nueva York está llena de historias. Las hay en los orientales de Chinatown, en los rabinos de las sinagogas, en los italianos, en los puertorriqueños, en los clientes de la Blue Note del Village, en los negros de Harlem y en esa pareja de refinadísimos homosexuales que salen de Rizzoli cogidos del brazo. Nueva York desagua su sexo por los inodoros de los cuartos de baño: es un semen marrón en el que viajan todas las razas, todos los pueblos, todas la angustias y todas las frustaciones. Hacer el amor en Nueva York es aportar un pequeño óbolo a la confusión del Universo, un despreciable tributo a la humedad delatora de las toallas.


MERINO, José María

• Nacido en La Coruña en 1941, vivió en León durante su infancia y adolescencia. Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense, reside en Madrid. Escribió inicialmente poesía. Sus libros de este género han sido reunidos bajo el título Cumpleaños lejos de casa (1988). Ha publicado las novelas Novela de Andrés Choz (1976), El caldero de oro (1982) y La orilla OSCIlra (1985), así como la trilogía, editada en una colección para jóvenes, constituida por El oro de los sueños (1986), La tierra del tiempo pel·dido (1987) y Las lágrimas del sol (1988). También ha publicado los libros de relatos Cuentos del reino secreto (1983), Artrópodos y Hadanes (1986) y El viajero perdido (1989). Actualmente se encuentra en prensa su novela El centro del aire. Ha publicado obra miscelánea en colaboración con otros autores. Ganó el Premio Novelas y Cuentos en 1976 y fue galardonado con el Premio de la Crítica en 1985. Actualmente Consejero de la ACE.

Voy a hablarles de un soporte muy práctico, que no es magnético ni tiene que ver con la informática. Aquí tenemos una unidad. Como pueden comprobar, se trata de un objeto rectangular, tal es su forma más común, producto de la fabricación múltiple de unidades similares, constituido por un conjunto de láminas flexibles, protegidas por dos láminas exteriores más consistentes, una anterior y la otra posterior, unidas entre sí por uno de los bordes o costados mediante un gozne firme pero plegadizo, que permite que las láminas giren, moviéndose fácilmente de derecha a izquierda y de izquierda a derecha. La apertura hasta un ángulo de poco más de noventa grados es la ordinaria para el manejo portátil del objeto, pero cuando se apoya sobre una superficie, una mesa, un atril, las láminas se abren hasta ciento ochenta grados. En su manipulación, bastante sencilla, se suelen usar todos los dedos de la mano izquierda y principalmente el pulgar, índice y corazón de la derecha, salvo en el caso de las personas zurdas, como es obvio. El soporte contiene por lo general letra impresa mediante distintos procedimientos, aunque es posible incorporar a él imágenes estáticas, con todos sus colores. La información conteni da e n el soporte comienza a ser 'facilitada a partir del momento en que, una vez abierto con las manos, va corriendo sobre sus líneas, con el fin específico de la lectura, la mirada del usuario. El pro-


JOSÉ MARÍA MERINO

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ceso se interrumpe de forma automática al cerrar el objeto, reuniendo sus láminas, o al apartar la mirada de lo impreso, La lectura se realiza pues de manera directa, sin intermediarios de ningún tipo, lo qu~ elimina la necesidad de sistemas «hardware», con el consiguiente ahOlTO , Tampoco precisa para su fu ncionamiento conexión con la red de energía eléctrica, sin que esto quiera decir que deba alimentarse mediante pilas, baterías autónomas u otro tipo de suministrador energético, lo que le hace especialmente apto para ser usado en cualquier lugar; a la orilla del mar, en un lugar apartado, o en medio del océano, sobre un velero o dentro de un avión; en un inesperado claro de la selva o en el atardecer del desierto; en el corazón del valle perdido,

(El

0/'0

de los sueiios, ed, a lemana)

en la cumbre de la montaña de difícil acceso o en el banco de un parque, Solamente precisa cierta iluminación, adaptándose con la misma eficacia a la solro: que a la luz eléctrica o a la de los quinqués y las velas , naturalmente, mientras el u s uario , sosteniendo el propio soporte entre las manos, a dopta la postura corporal que prefiera: sentarse, tumbarse, permanecer de pie, Es fácilmente transportable y bastante resistente a agentes externos, tales como la oxidación; su material sopor't a bien la fatiga, el desgaste y los virus, aunque es sensible al fuego y a la agresión de determinados insectos, Les diré, por último, que este soporte h a acreditado su utilidad, al menos en la cultura europea, desde el año de gracia de mil cuatrocientos cincuenta y dos hasta la fecha, y que a lo largo de estos cinco siglos y pico se- ha adaptado sin problemas graves a las sucesivas transformacione's mecá nicas e industriales necesarias para su fabricación, (Fragmento de El centro del aire)


MISERACHS 1 SALA, Pau

• Asesor Jurídico de la Sección Autónoma de Cataluña.

ALGUNOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES EN DERECHO DE AUTOR 1. El derecho de autor es un derecho exclusivo de propiedad oponible a todos, salvo las excepciopes y limitaciones que la Ley concede. 2. El derecho de autor nace por el solo hecho de la creación de obras originales de cualesquiera de las clases literaria, artística o científica. 3. La protección se concede sin necesidad de formalidad alguna cualesquiera que sean el género, la forma, el mérito o el destino de la obra. 4. El derecho de autor es doble: comprende derechos morales y derechos patrimoniales o pecuniarios. 5. La finalidad del derecho de autor es distinta de la propiedad del soporte material. 6. Los convenios internacionales instituyeron el principio de asimilación nacional para la protección de las obras y autores extranjeros.

Un derecho exclusivo El derecho de autor, también llamado en España Propiedad Intelectual, consiste pues en el conjunto de facultades que la ley reconoce al autor titular sobre su obra, creada, en curso de creación, publicada o sin publicar, para reproducirla, publicarla, exhibirla, representarla, ejecutarla, ' modificarla, revisarla , destruirla, transformarla o adaptarla, autori-

zar a terceros tales actos o prohibirlos, retirarla del convenio así como para defender la autenticidad de la obra y oponerse a cualquier alteración, modificación o mutilación de la misma, reproducción ilícita, imitación fraudulenta , suplantación de su personalidad o explotación usurpatoria de su obra. El derecho patrimonial de autor protege en España, pues, las obras creadas, publicadas o no, a condición de que las mismas sean originales, es decir, producto del ingenio y elaboración intelectual del autor y sean lícitas, es decir, no sean constitutivas de infracción de derecho de otro autor (plagio, reproducción ilícita) y no atentar contra la moral o el orden público.

Protección internacional: Es un hecho internacionalmente reconocido que el objeto de la creación intelectual trasciende de los límites territoriales del paú¡ del autor. Las obras del ingenio así consideradas producen el efecto de favorecer tanto al conocimiento histórico, científico y cultural entre los pueblos como su progreso en todos los órdenes y el mantenimiento de la ley. Las creaciones intelectuales que la palabra, la música y la imagen, en tanto que vehículos de intercomunicación, permiten difundir universalmente a través de los diversos medios


PAU MISERACRS I SALA técnicos, son pues bienes culturales que la's legislaciones interiores de los diferente s Estados reconocen , garantizan y protegen en sus aspectos morales y patrimoniales en favor del autor. Pero la actividad creadora de los autores no es hoy posible protegerla únicamente bajo la sola ley nacional. Menos aún, cuando la obra, expresada en forma tangible, o su representación o ejecucción, se difunde más allá de las fronteras del país en que se ha editado, producido o emitido. El invento de la imprenta primero, y de la cinematografía, la radio y la teledifusión, la grabación sonora y las nuevas tecnologías después, junto al formidable desarrollo del comercio internacional, que posibilitan la publicación o difusión simultánea de un a obra en diversos países, prueban definitivamente que el objeto de la creación intelectual trasciende en los límites territoriales del país del autor, pues la cultura y el comercio ignoran la existencia de las fronteras nacionales. La protección jurídica internacional de estos bienes culturales es así absolutamente nece-

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DICCIONARIO INTERNACIONAL DEL DERECHO DE AUTOR PAU MISERACHS I SALA

Prólogo do ALBERTO BERCOVITZ CatMiréUco de Derecho M.,until

• Reciprocidad • Convenios mundiales. española en el • Legislaciones derecho internacional nacionales. de autor•• • Duración de los derechos patrimoniales • Convenios bilaterales. en cada país. • Convenios europeos.

EDICIONES FAUsí

PAU MISERACHS I SALA

Todos los aspectos legales sobre

saria para hacer frente con medios eficaces, no sólo a la reproducción y comercialización no autorizadas de los mismos, sino también para evitar su falsificación e imitación fraudulenta. Hacer frente a la piratería

LA PROPIEDAD INTELECTUAL

La piratería de las obras intelectuales ha existido siempre desde la invención de la imprenta, y los tratados bilaterales celebrados en la segunda mitad del siglo XIX entre diversos países europeos fueron el prim er paso para la internacionalización de la protección de los bienes culturales contra las reproducciones ilícitas, el comercio de éstas. El impulso definitivo se debe a la Asociación Literaria y Artística Internacional, funda da en 1878 por Víctor Rugo, que promovió en 1883 la conferencia de los nueve Estados que el 9 de septiembre de 1886 firmaron en Berna una Convención Internacional para la protección de las obras literarias y artísticas, estableciendo la Primera Unión de Estados para la protección de los derechos de los autores sobre sus obras literarias y artísticas.


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MOLLA, Juan

• Nació: Paterna (Valencia), 21 agosto 1928. Profesión: Abogado. Premios: 'Selecciones Lengua Española Plaza y . Janés, 1963, por Segunda compañía. NARRATIVA

Segunda compañía, Plaza 'y Janés, 1963. El solar, Alfaguara, 1965. fuera de juego, Alfaguara, 1967. Cuarenta vueltas al sol, Cunillera, 1975. La caracola herida, Noega, 1982. Sueño de sombra (en colaboración), Puerta del . Sol, 1960. Agua India (en colaboración), Cultura Clásica y Moderna,1961. . Cristo habló en la montaña (en colaboración), Destino, 1962. (

POESIA

Pie del silencio. Canto al Cares, El Ventanal, 1958 y 1979 (2." ed.). País de la lluvia, El Toro de Granito, 1967. Milenios, Arbolé, 1980. Memoria de papeles amarillos, Arbolé, 1982. Sombra, medida de la luz, Endymión, 1985. Antología poética, Endymión, 1986. ENSAYO

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EL MIEDO

Carlos Bousoño en la poesía de nuestro tiempo (en colaboración), Alsa, 1987. Actualmente es Asesor Juridico de la ACE.

JUA"l" MOLLÁ

FUERA

DE JUEGO

¿Quién es capaz de despertar las sombras de su propio crepúsculo secreto? ¿Quién es capaz de hundir las manos hasta el corazón de su silencio? ¿Quién es capaz de revelar su turbio amor con la tiniebla, cuerpo a cuerpo; h acer frente a las voces que nos retan desde el fondo del miedo; enfrentarse ante el dios inexorable y reclamarle su misterio y gritar a la sima de su vientre las sílabas del eco y escuchar las palabras juzgadoras del coro del estruendo; abrir los ojos a la luz terrible que se esconde en lo negro? ¿Quién es capaz de abáildonar su máscara y mostrar el desnudo rostro ciego?

EL POZO Algo se te cayó, cuando eras' niño, dentro del viejo pozo.


JUAN MOLLÁ Te asomaste al brocal. Nada veías sino los culandrillos y la cuerda que iba a hundirse en lo negro del abismo redondo; sino la boca abierta del dragón, de la sierpe rumorosa del agua agazapada en la caverna vertical que horadaba la tierra, con las voces del eco, hasta el negro infinito. Quizá tu cuerpo vaciló. Caíste pozo abajo en silencio para hundirte interminablemente hacia lo oscuro. Algo se te cayó, cuando eras niño, y aún te espera en la hondura. No en vano tantas veces con inquietud te asomas y miras largamente sin recordar. Un día descenderás, seguro, a recobrarlo. VIAJE AL CENTRO DE UN DIAMANTE Por cascadas radiantes, claridades adentro, orillando espejismos y relámpagos, precipicios azules y láminas de nácar, estallidos de hielo, cielos rotos, espejos de la Luna y de la nieve. Por las escalinatas de palacios de vidrio como estrellas desmoronándose, de castillos de cuarzo como universos, mares cristalizados con navíos de jarcias y baupreses y velámenes cuajados en la sal, íbais llegando al centro del diamante.

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vidas enteras sucediéndose, ardidas en la ebriedad del viaje, acumulando memoria, olvido y sueños, tantos ojos gastados, tanto goce y tantas esperanzas sin retorno. El viaje inacabable y el centro al fin, la meta, agujero sin fondo del fulgor, pupila revelada, vértice de la luz, profundo golpe del corazón abierto para siempre. Transparencias de abismos, transparencias de muros insalvables como espesos cendales de sol vivo, aire de luz tallada en tenues prismas, facetas infinitas de la tarde, del éxtasis sin fin, del sol comido, comulgado, debido, como cáliz colmado, inagotable. y el silencio, el silencio, el silencio como un clamor creciendo sin medida, un clamor que se apaga eternamente. Medida de la Luz es el silencio.

O la sombra.

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ENDYMION - - - - - ' 1 Juan Mollá

SOMBRA, MEDIDA DE LA LUZ

Después de tantos años luz, de tantos vericuetos celestes, laberintos y absortas ciudades encantadas, traspasando infinitos umbrales y paredes, descendiendo, ascendiendo, penetrando, a través de fragores y de incendios, astros evanescentes, abismos siderales, vislumbres de fugaces arcoiris, lentos caleidoscopios; después de tantos años luz, tan hondo instante. Por planos inclinados del asombro y el vértigo, tantos años aliento contenido,

L -_

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Editorial Ayuso - - -.....


MONTERO, Isaac

• Nació: 11 noviemb re 1936. Premios: Sésam o de Cuentos, 1957. Sésamo d e Novela Corta, 1964. NARRATIVA

Una cuestión privada, Aulas, 1965. Al final de la primavera, Alfaguara, 1966. Los días de amor, guerra y omnipotencia de D avid el Callado, Plaza y Janés, 1972. Documentos Secretos 1, A1-Borak, 1972. Arboles y ropa de vestir (Documentos Secretos 11), Los libros de la Frontera, 1974. Necesidad de un nombre propio (Documentos Secretos m), AkaI, 1978. Arte Real, Alfaguara, 1979. Alrededor de un día de abril, Laia, 1981. Pájaro en una tormenta, GrijaIbo, 1984. Juegos de luz, Mondadori, 1988. Isaac Montero es actualmente Vicepresidente de la ACE.

• Pero no esperabas vértelo vestido de mujer. Tenía un comecome, me pa recía raro, pero pillarlo vestido con la ropa interior de la tita, no , sí pensé que igual se había subido una chavala el muy cabronazo, no porque las nenas del barrio fueran fáciles , además, qué coño, éramos unos pibes llenos de granos, lo que pasa es que a esa edad sólo piensas en lo mismo, ¿dónde está el dire?, te preguntan, éStaI-á joruenClo, piensas tú, de verdad, luego dices que ha ido a cumplir con el sacrosanto sacramento de la penitencia, pero pensarlo vaya si lo piensas, a lo mejor, qué coño a lo mejor, a lo peor, yo me engullí los tres pisos de una tacada imaginando que igual le pillaba poniéndole la mano encima a la Juani, la hija de la portera, de la Juani decíamos que se le habían caído las bragas el día de las primera comunión, era de ésas que van a todo, meticonas pero serviciales, ¿comprendes?, a ver si agarras esto, le decías cuando la pillabas tendiendo la ropa en la azotea, y vaya si agarraba, calladita y mirando para la puerta, la muy zorra, sólo que vaya usted a saber, pobre Juani, tan monstruo, lo que pasa es que


ISAAC MONTERO a esa edad tienes la carne de nardo y lo que andas buscando es otra mano encima, y da igual que sea de mujer o de monjita o de jubilado ... O sea que subí despendolado, con una sensación rara, ya digo, y entré en el piso como un furtivo, con la cartera del colegio, modosito, dispuesto a abrir la boca y saludar, ¿qué pasó, tú?, ¿por qué no esperaste?, seguramente darle un susto, sí, pero no, o quizá sí, no sé, tío, pero en plan cuatrero, metí el llavín en la cerradura como mandan los cánones, me colé de puntillas en el vestíbulo y nada de llamarle a voces, era un piso enorme, había primero el vestíbulo con dos marinas y luego un recibidor muy cuco y señorial, con muebles remordimiento español, en el vestíbulo mismo, a mano derecha, ya estaba la puerta del despacho del tito Alfredo, luego venía el cuarto de estar que daba al recibidor, luego había un arco con una cortina de teatro, rica y recamada, que era donde arrancaba un pasillo enorme, pero había pronto un recodo y antes del recodo , también a mano derecha, estaba la alcoba de los titos, bueno , pues entre la cortina y el recodo me deslicé con sigilo, qué coño, nada de sigilo, artero como el predador, y no había ni ruido, ni murmullos, ni quejas ni gritos de socorro ahogado, un silencio venerando y tras la puerta entreabierta, una muchacha en combinación mirándose al espejo. Viste una mujer apeticible, dices. No, no, verás, él estaba muy delgado entonces, además andábamos por esa época en que no acabas de dominar el cuerpo y encima de los granos tienes la sensación de que hay otro tío dentro, no es que seas desgarbado, es que tienes a alguien de visita, curioso, ¿verdad?, por eso él se movía con tanta dulzura, había dejado salir a pasear a la mujer, sobre todo cuando se echó en la cama, los titos no se privaban de nada y tenían una colcha de seda, colores delicados, tenues, un rosa pálido, como envejecido, y él terminó tumbándose allí, encogido, y enseguida abierto, dejándose llevar de la languidez, en esa postura en que ellas se tumban, tan tiernas, como nos gusta mirarlas, ¿verdad?, el culo en pompa, parece que le hacen fu al aire, ¿verdad? , que les calienta un sol muy lej ano, que se harán agua 'si las aprietas , pues así se tumbó él, como dejándose ir~en agua tibia, como si flotara,

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abriéndose como una flor más de la colcha de seda, una mano caída al borde l~cama, encogido y de repente, hala, desmadejada, la cabeza perdida en la almohada, un poco doblada por la cintura, una de las piernas adelantada, medio encima de la otra, y así estuvo hasta que comenzó a acariciarse entre los muslos, igual que lo hacen ellas en los pornos, con esa calma y esa dulzura que parece que no podrán acabar nunca, una pierna por a llá, otra mano e,n el pecho como si quisiera dárselo al que se arrime, la cabeza ni se sabe y ya está, abierta como una rosa que no para de perfumar. Has dicho doblada por la cintura, abierta como una rosa, veías una mujer. No sé lo que veía ni sé porqué lo cuento. Se/iales de humo (novela). Mondadori, Madrid, 1988


OLMO, Lauro

• Nació: Barco de Valdeorras (Orense), 1922. Premios: Leopoldo Alas, 1955, por Doce cuentos y uno más. Elisenda de Monteada, 1963, por El gran sapo. Valle Inclán, 1961, Larra, 1962. Nacional de Teatro, 1962. Alvarez Quintero de la Real Academia, 1963, por su obra teatral La camisa. «Dorin» de teatro a la mejor labor de creación, 1983-1984, por su obra Pablo Iglesias. Alvarez Quintero, 1988, de la Real Academia, por Pablo Iglesias. NARRATIVA

Cuno, Literatura de Juglaría, 1954, y Círculo d e Amigos de la Historia, 1977 (última ed.). Doce cuentos y uno más, Rocas, 1956. La peseta del hermano mayor, Rocas, 1958. Golfos de bien, Plaza y Janés, 1968, y 1980 (última ed.). Ayer, 27 de octubre, Destino, 1958. El gran sapo, Garbo, 1964, y Círculo Amigos d e la Historia, 1977 (última ed.). Pick, el búho, Anaya, 1987. POESIA

Del aire, Col. Neblí, 1954. ENSAYO

Isidro Parra: los Anchos, Rayuela, 1979. TEATRO

La camisa, Arión, 1963, y Cátedra, 1984 (3." ed.). La p echuga de la sardina, Escelicer, 1967 (1." ed.), y Plaza y Janés, 1986 (3." ed.). El cuerpo, Escelicer, 1966, y Taurus, 1970. El cuarto poder, Cátedra, 1984. Mare-Nostrurn, O Castro, 1982, y Plaza y Janés, . 1986 (última ed.). Historia de un pechicidio, Escelicer, 1974. English Spoken, Ed. Escelicer, 1969, y EspasaCalpe, 1986 (3." ed.). La condecoración, Preyson, 1985. José García, Espasa-Calpe, 1986 (3." ed.). Pablo Iglesia s, O Castro, 1984, y Antonio Machado, 1986. Lajerga Nacional. La señorita Elvira, Plaza y Janés, 1986 (3." ed.). TEATRO INFANTlL (en colaboración con su mujer, Pilar Enciso).

Asamblea General y dos piezas más. Univ. Int. Menéndez Pelayo, 1981. Teatro Infantil 1 y Teatro Infantil Il, Antonio Machado, 1987. Consejero y Presidente de la Sección Autónoma de Autores de Teatro.

EL SEGUNDO TERRON (cuento) Yo me llamo Tomás, y el primer apellido de mi padre es García. Mi padre es alto y viste con mucha pulcritud. Económicamente no nos va mal. Don Tomás, mi padre, siempre tuvo tres ideas fijas y sobre ellas elaboró un sistema de fras es que le han traído, sin grandes preocupaciones, a los cincuenta y cinco años. Mi padre, naturalmente, es un señor amable, correcto, que besa la mano con una gentileza extraordinaria y que sabe darle a su espinazo, cuando se dobla, la suficiente gracia para que las gentes rehuyan la posibilidad de un quebrantamiento. . Mi padre se casó bien . Con una Ordóñez.


LAURO OLMO Yo, Tomás García y Ordoñez, confieso que mi madre, como mujer, quiero decir en su aspecto físico, no vale gran cosa. Es bajita, y a pesar de los esfuerzos realizados para conseguir cierta dignidad estética, sigue gorda, con sus carnes ya flácidas , decadentes ya. Mi madre, y sostengo firme y duramente lo que vaya decir, cometió una gran equivocación en su vida. Sólo una: casarse con don Tomás García. Porque los ojos de mi madre son honrados y miran con una gran sinceridad. Pero cuando Luisita Ordóñez tenía veinte años, le hablaron de esta forma: «¡Tú, para mí, eres alta, esbelta. Y en tus labios, tan cálidos, leo la promesa de mi felicidad! ¿Quieres casarte conmigo? Yo ... » Y Luisita Ordóñez , harta d e verse fea, creyó todo lo que Tomás García le dijo. Mi padre pronto ocupó un alto cargo político. Y tampoco tardó mucho en ganarse la estimación de las gentes situadas. Siempre h a sido un hombre organizado , y no creo que

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Lauro Olmo

GOLFOS DE BIEN

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exista alguien que pueda señalar una falta, un fallo en lo que hasta ahora ha hecho. Sistemáticamente, don Tomás García, casado con una Ordóñez, es un ser perfecto. Cumple como marido, y yo, como hijo, no tengo nada que reprocharle. Mi madre y yo somos dos piezas que encajamos, exactas, en el sistema. De los éxitos de don Tomás García, quizá sea éste el más señalado. Así opinaba Tomás García y Ordóñez, hijo de don Tomás García, o sea: yo, hasta hace exactamente dos horas y media. Porque hoy, estando sentados a la mesa mi padre, mi madre, y yo, ocurrió algo increíble. Algo que vino a desarticular la sistematización de todos nuestros actos. Acababan de servirnos el café . Mi padre cogió un terrón de azúcar, y con mucho cuidado lo echó, suavemente, en su taza. Esta operación, como todas las suyas, le salió perfecta. Pero mi padre es un señor de dos terrones, y al ir a echar el segundo, éste se le escapó y


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LAURO OLMO

cayó de golpe dentro del líquido. Entonces, y de modo repentino, mi padre exclamó: -¡Coño! Nos quedamos pálidos. Sobre la corbata de don Tomás García, casado con una Ordóñez, habían caído tres gotas: tres manchas de café. Pero esto no era nada comparado con la tremenda exclamación. Mi padre se levantó, muy despacio, y en sus ojos se rompió la firmeza. Y un cansancio apareció de pronto, se apoderó de él, y le hizo viejo. y nada importó ya que se le cayera la servilleta al suelo, y que cuando mi madre, con las primeras lágrimas en sus ojos, le preguntó que qué le pasaba, contestase desvaídamente: -¡Déjame en paz, mujer! Nada importaba ya. El sistema había sido roto de un modo inesperado, brutal, necesario. El alambre, el prodigioso alambre que hasta las tres de la tarde del día diecisiete de octubre del año mil novecientos cincuenta y cinco sostuvo nuestra vida, se había quebrado, fatalmente, como se quiebran todas las cosas que el

hombre crea al margen del corazón. Mi madre, una Ordóñez, descubrió esto demasiado tarde. Sólo Tomás García y Ordóñez, su hijo, o sea: yo, vislumbró de repente un mundo nuevo. Y ahora el vacío que se echó sobre mi padre, hace exactamente dos horas y media, me pesa y tiene a la sangre martilleando violentamente mi corazón. Esta pobre víscera mía que se me ha llenado de cosas, de humildes deseos. Porque cuando don Tomás García, Subsecretario del Ministerio X, aquel hombre alto y que vestía con tanta pulcritud , se levantó, repentinamente cansado, exactamente a las tres de la tarde del día de hoy, y subió las escaleras que conducían a sus habitaciones, yo, Tomás García y Ordóñez, o sea: su hijo, intuí la detonación que poco después acababa con su vida. y no miento si, con toda sinceridad, os aseguro que estas lágrimas que me van cayendo, son lágrimas liberadoras. Lo único que de verdad me duele, es el fracaso de mi madre: una Ordóñez


REPÚBLICA DE LAS LETRAS ÚLTIMOS NÚMEROS PUBLICADOS: 13.

Los ESCRITORES y LA LEY DE PROPIEDAD INTELECTUAL.

14.

ESCRIBIR: VOCACION Y PROFESION.

15.

Los ESCRITORES Y LA ENSEÑANZA DE LA LITERATURA.

1. Extra.

LA GUERRA CIVIL. CULTURA Y LITERATURA.

16.

LA EDICION EN ESPAÑA.

17.

LA CRITICA LITERARIA.

2. Extra. LITERATURA FINLANDESA. 18.

ÚLTIMAS TENDENCIAS DE LA LITERATURA ESPAÑOLA (1).

19.

ÚLTIMAS TENDENCIAS DE LA LITERATURA ESPAÑOLA

20.

LEY DE PROPIEDAD INTELECTUAL.

21.

PORTUGAL Y ESPAÑA: DOS SOCIEDADES, DOS TRANSICIONES, DOS LITERATURAS.

22.

LA SITUACION DE LAS LETRAS ESPAÑOLAS: LA NOVELA. EL CUENTO.

3. Extra.

(2).

LITERATURA NEERLANDESA.

23.

LA SITUACION DE LAS LETRAS ESPAÑOLAS: LA POESIA. EL TEATRO.

24.

MEDIO SIGLO DE LITERATURA ESPAÑOLA (1).

25.

MEDIO SIGLO DE LITERATURA ESPAÑOLA

4. Extra.

(2).

LITERATURA SUECA.

26. 1492-1992: 500 AÑos

DE HISTORIA.

27.

TRADUCCION Y CREACION LITERARIA.

28.

PERESTROIKA Y LITERATURA.

29.

EL ESCRITOR: SU ESTATUTO SOCIAL Y SU PAPEL EN EL DESARROLLO DE LA CULTURA.

30.

ESCRITORES Y TELEVISION.

31.

LA AVENTURA DE ASOCIARSE. PASADO, PRESENTE Y FUTURO DE LA ACE.

Próximo número: LA RUTA DEL NORTE. LITERATURA NORUEGA.

e/. Sagasta, 28, 5.° Teléfono 4467047 . Fax 4462961. 28004 Madrid

REPÚBLICA DE LAS LETRAS. ACE.


~

PALOMINO, Angel

• Nació: Toledo, 2 agosto 1919. Profesión: Militar. Directol· de Empresas. Premios: Nacional Miguel d e Cervantes, 1971, por Torremolinos Gran Hotel. Alfaguara, 1971, por Torremolinos Gran Hotel . Club Internacional de Prensa, 1968, por Zamora y Gomorra. Círculo Mercantil AImería, 1980, por Los que se quedaron. Leopoldo Alas, 1970, por Suspense en el Cañaveral. Hucha de Oro, 1972, por e l cuento Informe a la Superioridad. La Felguera, 1970, por e l cuento Detrás de un aligustre o un evónimo. NARRATIVA

Mientras velas las armas, Cremades, 1949. Detrás de un aligustre o un evónimo. El César de papel, Cremades, 1959, y Planeta, 1978 (2." edición). Zamora y Gomorra, Plaza y Janés, 1968, y Planeta, 1980 (10." ed.). Suspense en el Cañaveral, Roca, 1970, y Plaza y Janés, 1975 (5." ed.). . Torremolinos Gran Hotel, Alfaguara, 1971, y Planeta, 1980 (14." ed.). Memorias de un intelectual antifranquista, Alfaguara, 1972, y Planeta, 1978, (5." ed.). Un jaguar y una rubia, Planeta, 1972. Informe a la Superioridad, CECA, 1972, Y Dyrsa, 1983 (3." ed.). Los mejores cuentos, Novelas y Cuentos, 1973. El milagro turístico, Plaza y Janés, 1972. Madrid, Costa Fleming, Planeta, 1973, y Planeta, 1983 (18." ed.). Tú y tu primo Paco, Planeta, 1974, y Planeta, 1974 (6." edición). Todo incluido, Planeta, 1975. Divorcio para una virgen rota, Planeta, 1977. Plan Marshall para cincuenta minutos, EspasaCalpe, 1978. Las otras violaciones, Planeta, 1979. Los que se quedaron, Planeta, 1980, y 1981 (3." ed.). La chica de Mahón, Acervo, 1982. Adiós a los vaqueros, Planeta, 1983, y 1984 (3 ." ed.). El pecado de Paquita, Planeta, 1985. Quiero un hijo de Julio, Planeta, 1986. La Luna no se llama Pérez, Cremades, 1955, y Planeta, 1978 (2." ed.). La Luna se llama Pérez, Planeta, 1978. ENSAYO

Carta abierta a una sueca, Ediciones 99, 1974. Mis cartas a Su Majestad, Planeta, 1981. Ocupó una vocalía en la Junta Directiva de la ACE.

La ciudad iluminada se ha desterrado, desprendido de la Tierra; está realizando un despegue suave, lentísimo. Desde cualquiera de las alturas que la rodean, Toledo parece embalsada en el espacio, es un zodíaco, un concierto de constelaciones en expansión. Navega hacia occidente San Juan de los Reyes -de los reyes Fernando e Ysabel-, con un crepitar ferruginoso de grilletes que los cautivos liberados de galeras dejaron como exvotos en su fachada sobre la puerta que mira de reojo a los cigarrales y de frente , por encima de la Puerta del Cambrón, a la Vega del Cristo que fue testigo de doña Inés de


ÁNGE,L PALOM I NO

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Vargas. La Ca tedral asciende sobre sí misma; por la vertical , bus ca un hueco e n la Vía Láctea con la torre-proa de plata calada, afiligrana da . La lu z de los focos, al traspasarla desde los cuatro puntos cardinales, se h a ce crisol entre los encajes del gótico y adelgaza la piedra que es, en la noche, cristal. Na vegan hacia Oriente las cua tro torres del Alcázar; hacia la Osa Mayor, el Hospital de Afuer a, y se asoma n al espa cio buscando derrotero, la torre de San Romá n y las gemel as de San Ildefonso. Cerca, inmóvil, ojo de la galaxia, la cúpula de San Marcos no n avega porqu e le sacaron los ángeles, los santos y las velas, y es ah ora com o un barco a ncla do esperando amo que decida los n uevos rumbos o el desguace. Hacen bronce del silencio las campanadas de la median och e, se derraman los cuartos y las horas sobre los teja dos, resbalan por Pozo Amargo, por la calle del Angel, se h acen cascada en l a esca l erilla del Mirader o y caen a plomo en el vacío porque la ciudad está aún suspendida muy por encima del Tajo que espejea su abrazo alrededor de la negra nada que

ZamoravanB:bmino Gomorra

han dejado las murallas, los palacios y los templos al elevarse. Con la última campanada, una mano municipal y anónima acciona el gran interruptor y borra del espacio las naves iluminadas, las constelaciones góticas, la galaxia de Domenico el loco, el primero en elevarla ingrávida, desprendida de la Castilla violácea, granítica, au stera y tacit uTna .· En la nu eva oscur idad todo vuelve a ser real, terreno. Queda ahora el caserío punteado de luces, solitarias bombillas enj aula das en faroles de hierro, hiladas mercuriales que definen insólitas rectas subur ban as, algún. rojizo reverbero publicitario y un cuadricula do de ventan as y balcones con la sombra chinesca del señor que pasa, la prenda colgada o la persiana a m edio cer ra r . Queda el silen cio que es, en Toledo, un vacío sonoro arbitrario, inconstante, silencio de trinchera, de armas cargadas y dedos en el gatillo. (De la novela Quiero un hijo de Julio)


,

.

P ANlKER, Salvador

• Nació: Barcelona, 1 marzo 1927. Profesión: Filósofo e ingeniero. Premios: Club Internacional de Prensa, 1969, por

Conversaciones en Madrid. ENSAYO

Conversaciones en Cataluña, Kairós, 1966, y Kairós, 1971 (7." ed.).

Los signos y las cosas, Kairós, 1969. Conversaciones en Madrid, Kairós, 1969, y Kairós, 1971 (11." ed.).

La dificultad de ser español, Kairós, 1979. Aproximación al origen, Kairós, 1982, y Kairós, 1985 (4.' ed.) .

Primer testamento, Seix Barral, 1985, y 1986 (3." ed.).

Ensayos retroprogresivos, Kairós, 1987. Segunda memoria, Seix Barral, 1988. Fue miembro de la Junta Directiva de la ACE Cataluña.

• Fotograffa: JORO! ESTEVA

No sé si volveré a la India. He quedado como extenuado, humillado, saturado. No se capta la India en dos meses. Ni en dos años. La India se capta en un instante. O no se capta. De modo que cien viajes más no cambiarán la idea que ya tengo, esa tumultuosa instantánea. Lo uno y lo múltiple en inverosÍmil convivencia. La insolente unión de los opuestos: sensualidad/ascetismo, mansedumbre/violencia, dharma/liberación . El lujo supremo: la anarquía. Una anarquía que es la otra faz del orden sociocósmico. La vacuidad (sunyata) bajo la proliferación inacaIJable de las formas. Los infinitos disfraces de Brahma. El olor. Siempre el olor de la India. La corrupción física y moral. La alegría gratuita sobre un fondo incosciente de nihilismo. La confusión, la ausencia de intimidad, el grite-


SALVADOR PÁNIKER río de los templos. Y, como contraste, el sur: los orígenes prevédicos del culto a Shiva, la matriz religiosa primordial, la aldea. Creo que este país, o como quiera llamarse a este espacio, es estrictamente diferente de cualquier otro país o espacio de la tierra. El choque psicosensorial es inmediato: tal vez sean los cientos de millones de karmas que te alcanzan, la paradoja de ese conglomerado inmenso donde nadie se siente sólo aunque a nadie le importe un rábano la suerte del vecino, porque todo es lo mismo, porque hay como una pasta única por debajo de la escandalosa diversidad y colorido, un permanente reciclaje de las cosas: nada acaba ni comienza, aquí un niño, allá un cadáver, todo dando vueltas, alimento y excremento, vida y muerte, rueda cósmica, risa de Shiva, las mil caras de cualquier minucia . Tienes la impresión de que ca da indio, en su graciosa , casi chistosa espontaneidad, conoce y disimula un lúcido secreto : que todo da igual, que todo es una broma de Brahma, que el caos ya es orden,

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que el orden ya es caos, que bien, que bueno, que sí, que nada. No sé si volveré a la India, digo. Tampoco sé qué he sacado en limpio, o en sucio, de este viaje; tal vez esto: que sin ser yo de ninguna parte, Oriente me pertenece, o yo pertenezco a Oriente; que mi tierra es el sudoeste de la India, estado de kerala, antes Malabar, donde dicen que estuvo el paraíso; que soy hijo de un hombre al que, cuando niño, cuidaban los elefantes; que soy hermano tardío de estos seres dulces, indefensos, irascibles , resignados, antiquísimos. Este es el vuelo Bombay-Cairo-ZurichFrankfurt, un vuelo largo, un vuelo tranquilo y grato, nocturno y relajador, final de una pesadilla. Mi vecino requiere los servicios de una azafata con s ari: desea un whisky. Yo deseo una azafata con sari. Encargo un Rémy Martin. De nuevo la euforia del gran jet. Me siento bien, perfectamente fatigado. (Fragmento del libro Segunda memoria)


PARDO, Jesús

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Nació: Santander, 5 mayo 1927.

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NARRATIVA

Ahora es preciso morir, Seix Barral, 1982. Ramas secas del pasado, Seix Barral, 1984. Cantidades discretas, Alfaguara, 1986. Operación Barbarossa, Alfaguara, 1987. POESIA

Presente vindicativo estrictamente epidérmico, Vox, 1977. Faz en las fauc es del tiempo, Endyrnión, 1983. Actualmente ocupa una vocalía en la Junta Directiva de la ACE .

JUDAS Fyrst Julian: Hwen karet deg? Stemmen: Mesteren (El Príncipe Juliano: ¿Quién te elegió? La voz: El Maestro. ) Ibsen: Kaiser og Galilaeer (Emperador y Galileo). Estaba obsesionado, dándole siempre vueltas a lo mismo. Desde la enfermedad de su padre se había quedado arrumbado en una empresa, que, aunque no lo pareciera, seguía siendo una empresa familiar. Con sólo cerrar los ojos veía de nuevo la escena, recoloreada, quizás, por la memoria falsificadora, pero fiel en lo esencial: La sala grande del consejo, larga y estrecha, noble zócalo de madera obscura, tan altas las ventanas como el techo mismo, abiertas aquel día para que respirase por ellas la primavera.


JESÚS PARDO Su padre terminó de h ablar y miró a los presentes con ojos inquisitivos. Uno a uno: con la mirada , con breves movimientos de cabeza, todos iban diciéndole que no tenían nada que obj etar. Y cuando le ll egó a él su turno, su padre y él se miraron. Se levantó: - Querría decir unas palabras. Su padre asintió, seco, y él entonces expuso lo que tenía que exponer : l a venta de las acciones a Velasco era un error táctico y estratégico. Se le agotaban los argumentos a ntes incluso de exponerlos, porque , en el fondo, él habría querido decir otra s;osa: «Padre, no me abandones, no dejes entrar en nuestra empresa a un extraño que se quedará con ella cuando tú faltes". Esto, evidentemente, no lo podía decir: después de todo allí había accionistas que poco '0 nada tenían que ver con la familia. Cuando terminó de hablar, se sentó, deprimido: no había dicho nada; no h abía estado convincente, ni coherente siquiera. Su pa dre, frío, sometió la cuestión a votación inmediata: todas las manos se levantaron a favor de Velasco, y él, entonces se sintió muy solo, mientras el viejo, inmóvil, esperaba a votar sobre seguro. El bloque de acciones del viejo decidiría la cuestión, con todos los votos en contra de su hijo, el viejo remató la derrota de éste levantando también la mano. Yeso fue la puntilla. El se levantó y se fue, dando un portazo. y a ho ra, durante la enfermedad de s u padre, esta escena persistía en su memoria mental y visual: le daba vueltas como un tío vivo rechinante o un disco muy rayado. Fue al apara dor y se sirvió un whisky doble, o triple, para ver si así conseguía, aunque sólo fuese un momento, quitársela de delante. - La única solución es acabar con el viejo - le dijo a su mujer, antes de dormirse-, la cuestión es cómo. Ella le miró en silencio, y él apagó la luz bruscamente. Con la obscuridad entró Judas en su cuerpo, y con Judas entró en él la obscuridad. Un hombre pequeño, enjuto y cetrino, facciones atezadas y escuetas y cabellera y barba negrísimas, largas y tupidas, le llamaba al cerebro con prisa de que le abriera; él le abrió desde su sueño negro, sin preguntarle lo que quería. Y así, entre dos negrores, se hizo en él la luz:

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«Soy yo, Judas, vengo a descansar contigo de mis fatigas ». «¿Qué tienes?». «Una fatiga infinita, de zorro acosado por los perros. Nada hice, pero nadie me quiere recibir. Tú me recibes, ¿verdad? » «Sí, ¿por qué no?». «No fui yo quien le mató». Judas h ablaba a borbotones, con la violencia de la suspicacia cotidiana, eternamente enconada: «El mismo me obligó a ello, me dio el demonio en un pedazo de pan mojado en vino, y en cuanto lo tuve en mí me senti perdido, y él, al dármelo, me miró inten samente, diciéndome con ojos tan decidores . como su voz misma: "Lo que quieres h acer, hazlo pronto"; yo no quería traicionarle, pero el demonio, que ya estaba en mi vientre, comunicaba con él a través de mis nervios y de mis ojos, y yo era VÍctima de ambos: de dios y del demonio, que se hablaban a través de mí, y me levanté y corrí a hacer los que los dos me mandaban, pero yo no quería .. .»


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JESÚS PARDO

Judas, sudoroso, desapareció en la obscuridad que le había traído, llevándosela consigo y dejándosela también a él. Y de ambas obscuridades seguía haciéndose luz. El despertó, con súbita violencia, sacudiendo a su mujer del hondo sueño en que estaba sumida. Se pasó la mano por la frente. -¿Qué tienes? -le preguntó ella. -No, nada. Judas no le volvió a visitar. Buscó interpretaciones de aquella escena. Sueño, sin duda, pero también más que sueño. Un amigo erudito le prestó un libro de un historiador inglés, donde encontró una que le interesó: «San Juan", decía el libro, «fue más allá. Jesús no sólo sabía que le iban a traicionar, él mismo preparó la traición. Hasta el comienzo de la última cena, el demonio no h abía conseguido poner en la mente de Judas la idea de la traición, pero fue Jesús para hacer que se cumplieran las escrituras y glorificarse por médio del sacrificio voluntario, quien dijo a los doce que uno de ellos le iba a traicionar, y dio un pedazo de pan a Judas, denunciándole así a los otros". Y, más adelante: «Satanás no entró en Judas hasta después de tomar el pan de manos de Jesús, y ese pan

fue el arma, no de Satanás, sino de Judas mismo, que había puesto a Satanás en el pan, y, por tanto, también en Judas, a fin de que se realizase la profecía que quería el mesías traicionado por quién había comido su pan ..." El dejó el libro y tomó otro sorbo de whisky. El whisky, su compañero inseparable desde la enfermedad de su padre, como el báculo del cojo o el tacatá del tullido. Se dijo que todo aquello, por supuesto, no pasaba de imaginaciones mágico-históricas, juegos de ingenio posiblemente. De pronto, como quien ve súbitamente la luz, pensó que también él podía poner el demonio en alguien, y , sin duda, con mejores resultados que J esús, cuyos planes de forzar a dios a acudir en su ayuda habían fallado. Los suyos, en cambio , no iban a fallar. Estuvo un rato pensándolo. - Es preciso que papá no se cure -le dijo a su mujer durante la sobremesa-, me ha dicho el médico que le operan en cosa de días, y que, entretanto, su naturaleza resiste bien. Las posibilidades de que se cure son grandes. -Vaya, -contestó ella, pensativa. Ambos callaron unos segundos. -Ya sabes -prosiguió él- que nuestra posición en el consejo es ahora muy débil. Desde que papá me dejó en evidencia ante todos, votando contra mí, y entró Velasco en la empresa, estamos arrumbados. Sólo con las acciones de papá podríamos contratacar, y ya sabes que él, en vida, no las suelta. Ella le miraba más y más sorprendida. El prosiguió: -La vida humana es muy frágil. Fíjate en papá: encerrado en un pulmón de acero. Con cortarle la corriente se le puede causar un daño irremediable. Inquietante, ¿verdad? Ella seguía en silencio. Luego, por la noche, le dijo: -El enchufe está en el cuarto mismo, pero es imposible quitarlo sin que se vea quién fue. -Il y a toujours la maniere -recitó él, apagando la luz. No quería ver el rostro de su mujer. Se durmió pensando en las consecuencias de la acción de su padre: él , hasta que su padre votó en contra suya, había sido jefe virtual del consejo de administración, y ahora era el último de la cola; Velasco lo dirigía todo, y tenía las acciones de su padre ante la ausencia forzosa de éste. -Tú todavía no estás maduro - le había


JESÚS PARDO dicho su padre a modo de explicación, cortando así su protesta antes de que pudiera formularla-, trabaja y fíjate, acabarás madurando. El viejo murió al día siguiente de un parón cardíaco que los médicos no se explicaban. La autopsia no reveló nada extraño, y uno de ellos dijo que el corazón parecía, de pronto, más gastado que la última vez que lo había examinado. En el entierro él saludo efusivamente a Velasco, a quien ya consideraba lacayo suyo. Velasco también estuvo muy cordial. Los dos se miraron, midiendo sus fuerzas , como dos púgiles en víspera de lucha . Su mujer, alegando indisposición, no había ido al entierro. El aplomo con que, al principio, escuchaba la lectura del testamento, fue desintegrándose, pulverizándose párrafo a párrafo, frase a frase, hasta trocarse en sorda desesperación: El viejo dejaba todas sus acciones a Velasco , aunque tendría que pagárselas «de manera inmediata, en metálico y a su precio en bolsa". El se levantó y se fue, sin esperar al final, procurando no mostrar lo que sentía ni siquiera con un portazo. El viejo, poco antes de caer enfermo, le había hecho una promesa firme: - No te preocupes -fueron sus palabras-, a mi muerte tendrás amplia oportunidad de imponerte en el mundo de los negocios, que es muy complicado. Lo esencial es que te foguees bien antes de lanzarte a dirigir una empresa como la nuestra. Analizándolas en el ascensor, él se dijo que aquellas palabras no eran la promesa de dejarle sus acciones que él había interpretado: prometían dejarle algo con que ejercitarse para llegar a dirigir «una empresa como la nuestra», no necesariamente «nuestra empresa". El ascensor volvió a subir, llevándose sus esperanzas al vigésimo piso. En cierto modo habría preferido morir. Su mujer y él llevaban años evitando hablarse de la muerte del viejo, sus conversaciones sobrevolaban ese tema en alas de lugares comunes, más ligeros que el aire. Alguna vez que estuvo a punto de preguntárselo , la

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mirada de ella le previno a tiempo: como si viera venir sus intenciones, las paraba a larga distancia con un SOS urgente, salvándose así los dos de algo sabido, pero inmencionable. «Hay cosas", se decía él, leyéndolas en los ojos de su mujer, «tanto más claras cuanto menos explícitas". Su mujer acabó refugiándose también en la bebida. Un día su coche se desvió de la carretera y se estrelló contra un árbol, matándola instantáneamente y dejándole a él en la incertidumbre de si habría sido un accidente, precipitado, quizás, por la insuficiencia del alcohol como refugio eficaz contra recuerdos. Mejor refugio que la muerte, sin duda alguna, no hay. El comenzó a verse, con espanto, como una cosa vieja que sólo a sí misma revela su vejez, y sin otra perspectiva que una larga sucesión de años puntuados por viajes, suavizados, todo lo más, por el whisky. Comenzó a llamar a Judas, pero en vano. Acabó refugiándose en la religión, buen puntal contra la melancolía, el miedo, los nervios, la soledad hermética, el tiempo interminable. Un día, hojeando la «Divina Comedia", dio con unos versos que le retrotrajeron a tiempos pasados: Mucho vicio y desafuero del diablo oí en Bolonia, y ya sabía . que es padre del embuste y trapacero Se dijo, leyéndolos, que quizás no hubiera sido Judas, sino el malo mismo quien, con palabras ya borrosas en su memoria envejecida y lenta, le había lanzado a una decisión, en último término, estéril. Analizándolas, le parecían, más que palabras, sensaciones captadas por su cerebro como tic tacs del telégrafo. «Falsificar la personalidad", reflexionó, «es cosa muy propia de quien, como el demonio, cambió la suya antes del comienzo de los tiempos, trocándose, por soberbia, de señor de la luz en señor de las tinieblas". Esta inane explicación le pareció más satisfactoria que nin~a de las muchas se daba constantemente desde la muerte del viejo.


PERAILE, Meliano

• Nació: Villanueva d e la Jara (Cuenca), 6 de enero 1922. Profesión: Profesor d e Lengua y Literatura. Premios: La Hora, 1958. Familia Española, 1962. García Pavón, 1963 . Ignacio Aldecoa, 1975. SEREM, 1977. Hucha de Oro, 1979. Sara Navarro, 1983. Casino de Mieres, 1987. NARRATIVA

Tiempo probable, Alfaguara, 1965. Cuentos clandestinos, Azur, 1970. [nsula Ibérica (relatos), Azur, 1972. Matrícula libre (relatos), Doncel, 1976. Episodios nazionales'[ (relatos), Azur, 1978. Molino de tiempo (relatos), Olcades, 1981. Episodios nazionales [[ (relatos), Azur, 1983. Una alma sola ni canta ni llora (relatos) , Libertatias, 1984.

Fuentes fugitivas, Casino de Mieres, 1987. El Chuchos y el payaso volador (cuentos), Anaya, 1988. POESIA

Las agoní~s, El Tal" de barro, 1970. Vocal de la actual Junta Directiva de la ACE.

Entra por los resquicios del portón del pasillo de celdas el jaleo de la cena de los guardianes; por los huecos sin puerta de las celdas abiertas al pasillo, se cuela el vino de la cepa de los ejecutores y se mezcla con la saliva que tragan los sentenciados. La alta, remota bombilla del pasillo, única luz del calabozo, se pierde en el trayecto del techo a las baldosas . Por las noches , se desvanecían las lindes entre un ladrillo y otro; una piadosa oscuridad borraba del rostro de cada ladrillo los picotazos de la viruela secular. Por las rendijas del portón de celdas , cerrado a tranca y cerrojos, viene la jarana del cuerpo de guardia, incesante, sin pausa, desde los entremeses a los postres. Los altos ventanuco s del calabozo h an dejado de escuchar el latir de las calles del pueblo, ya del silencio. - Ni se lo sospech a n nuestras familias, ni se lo malician que van a amanecer huérfanos y viudas. - Mejor, así no se pasan la noche agonizando con nosotros. -¡Que te crees tú que somos los únicos sabedore s del momento de la escabechina! Marquitos nos lo ha comunicao a nosotros;


MELIANO PERAILE Lucio, el esbirro, a su novia; Rolindés, el say,in número treinta, a su apaño; y así sucesivaml'nte. A estas horas lo sabe el pueblo. Además, que la muerte se huele. Mi mujer, mis hijos, los tuyos, se lo han olido. Y si no, como alguno de los sentenciados quede vivo en la refriega, ha de ver cuando lo carguen en el camión, ha de ver a nuestra gente retorcerse el alma y morderse los puños al paso del camión de la canll'. -¿Y por qué nos asesinan? ¿Qué ganan con matarnos? -Curarse el miedo. Se recelan que, s i no nos vendimian, un día los pondremos a ell o" a mascar tierra. - Pues yo creía que iba a ser peor. Una ' ·ez que te tragas el trago ... Si no fuera por los hijo" ... -Van a seguir viviendo. Y ma ñana va a salir el soL Se murió Cristo y apenas se empañó el día. Se había muerto Dios y el mundo seguía su marcha. Na die deja un hueco. -Nosotros, no; pero otros vendrán a aju 5tarles las cuentas.

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llwlino detiell'pO ~

Meliano Puaile ..

-jY a mí, qué! Los que vengan a sentarles las costuras vendrán con sus pasos y con sus pasos se irán a dormir con sus mujeres. ¿Qué placer o sustancia vaya sacar de la justicia de mis compañeros ni qué gusto va a sentir mi cal con las mujeres que pasan por encima, por mucha justicia o flores que echen sobr e mi memoria? -jEl hombre es un animal hombrívoro! El murciélago del calabozo habilitado en el convento de las monjas carmelitas se arroja por los invisibles toboganes del pasillo, ondula sin cesar la mortal amarillez que gotea la alta y débil bombill a, pasa a toda ala ante los descuajados, carcomidos postigos de las celdas, frena a fondo a un lado del portón macizo que encierra y en cerraja al pasillo, vuelve a frenar in extremis a un lado de la otra punta de la galería. Las dos altas ventanas, las dos altas orej as del calabozo no oyen nada hace rato. Los fusileros de guardia, fusileros de madrugada, deben ... (Fragm ento de La última luz)


RODRÍGUEZ AGUILERA, Cesáreo

• Nació: Quesada (Jaén), 18 mayo 1916. Profesión: Jurista Político. NARRATIVA

Relatos y viajes, Lumen, 1972. De un lugar a otro, Lumen, 1973. POESIA

Sahara de la vida, Col. Al Verde Olivo, 1948. 7 Poemas, La Isla de los Ratones. La realidad y otras alucinaciones, Ambito Literario, 1979. Antología breve, Plaza y Janés, 1986. ENSAYO

Antología española de arte contemporáneo, Barna, 1955. Zabaleta, el hombre, el pueblo, la obra, Direc. Gral. Bellas Artes, 1961. La pintura realista de Cardona Torradell, Xifré, 1963. La pintura de Aguilar Alcuaz, Xifré, 1963. Rafols Casamada, La isla de los Ratones, 1964. Jordi, Xifré, 1965. Antonio Machado en Baeza, A. P ., 1968. Picasso 85, Labor, 1968, y 1972 (2.· ed.). Guinovart, Direc. Gral. Bellas Artes, 1971, y 1976 (2.· edición). Crónica de Arte contemporáneo, Ariel, 1971. Zabaleta, Direc. Gral. Bellas Artes, 1971, y 1976 (2ft edición). Cardona Torrandell, Direc. Gral. Bellas Artes. Joan Brotat, Direc. Gral. Bellas Artes, 1974. Picassos de Barcelona, Polígrafa, 1974. Zabaleta íntimo, Biosca, 1975. Cuixart, Barcelona, 1976. Aguilar Moré, Danae, 1976. Ismael de la Serna, Polígrafa, 1977. Ripollés, Enebro, 1978. Coll Bardolet, Ambit, 1980. Salvador Dalí, Nauta, 1980, y 1985 (2ft ed.). L'Art cataló- contemporani, Del Cotal, 1982. Pixot, Ambit Serneis, 1986. Arte moderno en Cataluña, Examen de qué cosa es arte y qué cosa modernidad, Planeta, 1986. Actualmente es Consejero de la Junta Directiva de la ACE.

CRONICA DE LA REALIDAD Ayuna un día para evitar el hambre del mundo. He vuelto sobre mis pasos y he leído la pancarta por segunda vez. He sonreído y he entrado en El Bodegón. Hubiera debido pedir un vaso de tinto, pero he pedido un whisky. Toda esta rusticidad y esta media luz es demasiado artificiosa, pero necesito silencio y el silencio que necesito me pide la media luz. Es cierto que me hablan y escucho, que me entero y contesto, pero todo es ahora diferente. Percibo el sin sentido de las cosas, el peso de la soledad. Es un modo de ver y analizar que no quisiera, pero que no puedo quitarme. Todo y todos son así. En todo y en todos está la zozobra, el temor, la indignación.


CESÁREO RODRÍGUEZ AGUILERA No ha sido la visita al cementerio, donde Miguel Hernández (1910-1942) se encuentra herméticamente encajonado; tampoco el relato del bueno de Vicente sobre su petición de ayuda a los poetas (seis u ocho, la cosa no daba para más) para salvarlo de la fosa común; ni aún siquiera el pálpito de aquella mujer tímida, temblorosa, sonrosada aún, que nos hablaba de él como de un hombre vivo, porque de no ser así ella no viviría. Hubiera besado a Josefma y hubiera llorado con ella, pero se quedó todo dentro. Tal vez porque había otras muchas cosas. Ahora todo me envuelve como una larga manta, como una liana inacabable. Quiero evitar las razones inmediatas, quiero evitar mis justificaciones, quiero analizarme, tal vez juzgarme. No se puede ser juez más que de uno mismo. ¿Ha sido usted acusado y juzgado alguna vez? De pronto un ser querido, el más querido, se alza y nos grita acusaciones atroces. Uno es esto, lo otro y lo otro. Si fuera cierto resultaría una espléndida expiación. Lo malo es su falsedad, su error. De nada vale l a réplica. Todo duele o se

c. Rodríguez-Aguilera

pudre. Sólo nos acusa así quien nos debe; quien por eso es hijo nuestro, en parte, en buena parte. Sólo los hijos pueden apuñalarnos así. Son nuevas contradicciones. No sé cómo arrojarlas fuera de mí. Quisiera liberarme de esta cárcel antes de acostumbrarme a ella. A la otra, a la grande, y a otras muchas, más o menos pequeñas, ya estoy habituado, pero ésta es más nueva, más inesperada, más absurda. Lo peor de todo es que puedo acabar creyendo en mi propia culpa. No en el sentido de un merecimiento, sino como falta de previsión, de lucidez, a causa de un estado de cretinismo. La ciudad es joven y radiante. En ella tengo amigos también radiantes y jóvenes, pero nada vale hoy. Hemos venido a conceder unos premios de pintura. Había el camino fácil del respeto a la jerarquía. El escalafón, la antigüedad nos señalaban los primeros puestos. Pero hemos preferido la audacia. Hemos premiado la ingenuidad, la emoción, el entusiasmo. En ningún caso esto es lógico; ni aunque estos jóvenes fueran (lo que ya sería demasiado pedir) unos nuevos Rafael o Picasso, o subRafel o sub-Picasso. Ha habido raptos histéri-


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CESÁREO RODRÍGUEZ AGUILERA

cos, pero la cosa ha resultado justa y divertida. Lo malo es que ya no volveremos. Ya no volveremos a hacer esa cosa imposible que es juzgar a los demás. Y tal vez no vuelva más al Bodegón, que sigue silencioso. Han entrado algunas parejas. Frente a mí, una bella y triste muchacha rubia, vestida de negro, escucha, o parece escuchar, la cháchara viril y apasionada de su compañera. He tenido oportunidad de meter baza en su diálogo, pero he preferido el aislamiento. Sobre todo porque la rubia triste vestida de negro perturbó mis recuerdos al entrar. No es posible que los años y los acontecimientos borren a J acqueline, la J acqueline del norte de Africa. Hay cosas que es mejor no describirlas, porque no hay aproximación posible. La despedida insólita del marido, en cambio, la veo viva y reciente. Fue una cena solemne, eufórica, a primera vista al menos, dentro de la más perfecta naturalidad. Velas, criados de uniforme, vajilla de oro. El severo personaje podía llevar dentro un aristócrata decadente, un burgués actualizado o un criminal. Yo presentía mil cosas, pero sobre todo esto último. A la hora del café sacó su maleta, me entregó la llave de la casa y me dijo despidiéndose: suya es, como Jacqueline. Aquello fue la cumbre y también el precipicio. Todo, en cambio, siguió sus posteriores etapas inevitables con la misma grandeza. Hoyes la única nostalgia válida. Pero ni eso vale ahora. Este horror del mal gusto, de la violencia, de la estupidez, de la miseria, lo corroe todo, lo cambia todo. Podría hablar claro, gritar, pero entonces haría de mi contradicción una problemática, la proyectaría a] exterior, sal-

dría fuera de mí y tendría amigos y enemigos, partidarios y oponentes. Hay que extirparla a solas y en silencio. No es cuestión de comprender, de perdonar, de olvidar. Es un lavado de cerebro; del mío, naturalmente. Ya sé que están ahí el alcohol, el erotismo y sus parientes; incluso los barbitúricos. Pero no es eso. O mejor, ya ha sido todo eso yeso no es nada. Tampoco es la esperanza. En fin, lo que pasa es que ya no hay opio válido. Aunque no puedo negar que a veces me hicieron gracia , me hicieron reír y cantar (¡pobre!), y llorar (sí, sí, hasta llorar, ¡qué risa!), y temblar. Aquellos salones de doña Emilia Marienbad; con sus largos silencios; con mujeres de amplias colas y pequeños pechos desnudos; con sus caricias susurrantes. Es que hace mucho frío, sabe usted, y venimos aquí a calentarnos. Hijitos, hijitos, no malgastéis vuestros espermas. Os esperan las vorágines, en el reino del más allá. Pero no os confundáis; quiero decir aquí al lado. ¿Dónde? No sé dónde voy, ni quién me lleva. Al menos aquí, al Bodegón, he sido yo, mi voluntad, mi poder de mando sobre mí mismo quien me ha traído. ¿Está usted seguro? Hay que llenar por completo los huecos de todos los días de mañana. Y reírse, como un niño tonto o como rrQ viejo clown, de las cadenas y de las heridas, del ruido y del silencio. Me voy del Bodegón. Dejo allí a la rubia triste, vestida de negro, y a su amiga viril y apasionada. Espero que esta máquina mental no tarde mucho en oxidarse, se pare luego, se esfume y no deje ni rastro. Hay románticos que piensan otras cosas.


SALISACHS, Mercedes

• Nació: 18 septiembre 1916. Premios: Ciudad de Barcelona, 1956, por Una mujer llega al pueblo. Planeta, 1975, por La gangrena. Hucha de Oro, 1983, por Feliz Navidad, Sr. Ballesteros. Ateneo de Sevilla, por El volumen de la ausencia, 1983. N ARRATIVA

Primera mañana, última mañana, Luis de Caralt, 1955, y Planeta, 1984 (3." ed.). Carretera intermedia, Luis de Caralt, 1956, y Planeta, 1969 (3." ed.). Más allá d e los raíles, Luis de Caralt, 1957, y Círculo Amigos de la Historia, 1977. Adam Helicóptero, AHR, 1957. Una mujer llega al pueblo, Planeta, 1957, y Planeta, 1987 (lO,o ed.). Pasos conocidos (relatos), Pareja y Borrás, 1957. Vendimia interrumpida, Planeta, 1960, y Argos Vergara, 1982 (4.0 ed.). L a estación de las hojas amarillas, Planeta, 1963, y Argos Vergara, 1982 (7." ed.). El declive y la cuesta, Planeta, 1966, y 1966 (2." ed.). La última aventura, P laneta, 1967, y Planeta, 1986 (5.0 edición). Adagio confidencial, Planeta, 1973, y Planeta, 1987 (10." ed.). La gangrena, Planeta, 1975. Viaje a Sodoma, Planeta, 1977, y Planeta, 1985 (5." edición). El proyecto, Argos Vergara, 1979, y Argos Vergara, 1982 (9." ed.). Derribos, Argos Vergara, 1981, y Plaza y Janés, 1986 (4.0 ed.). La sinfonía de las moscas, Planeta, 1982, y Planeta, 1983 (4." ed.). Feliz Navidad. S r . Ballesteros, Conf. Cajas de Ahorros, 1983. El volumen de la ausencia, Planeta, 1983, y Planeta, 1986 (6." ed.). . La danza de los salmones, Planeta, 1985. E NSAYO

El gran libro de la decoración, Nauta, 1969, y Nauta, 1976 (7." e d .). F ue Consejera de la ACE en varias legislatu ras.

Fotografía : CAPELLA

Un sosiego grande invadía toda la comarca y los sonidos, de puro nítidos, tenían resonancias como de túnel; incluso podía escucharse las escasas y galvanizadas olas rompiéndose débiles contra las orillas. Ni siquiera se moVÍan los flecos de las cortinas mosqueras, tal era la escasez de viento. Inertes y mustias no llegaban a impedir que los insectos se metieran en las casas en busca de frescor. En días así había que andarse con tiento porque las moscas lo invadían todo y contra ellas no había entonces más armas que las palas metálicas, siempre moteadas por algún residuo de ala, o las tirillas de papel azucarado, que se colgaban de las lámparas (el «Flit» se inventó más tarde) , y era poco menos que


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MERCEDES SALISACHS

imposible evitar que se instalaran en frutas y tasajos mal dejados en algún lugar de la cocina. Un simple descuido podía acabar con cualquier alimento: eso si no caían ahítas y atontadas dentro de un doll de agua potable, o en alguna jarra de vino mal tapada. (Extracto del capítulo La voz de Marquina, de la obra Derribos)


SANZ VILLANUEVA, Santos

• Nació: Soria, 1948. Profesión: Profesor de Complutense de Madrid.

la

Universidad

Premios: De ensayo Fastenrath de la Real Academia Española, por Historia de la novela social española. ENSAYO

Tendencias de la novela española actual, Edicusa, 1972. Teoría de la novela (en colaboración), SGEL, 1976. Lectura de Juan Goytisolo, Víctor Pozanco, 1977. Historia de la novela social española (1942·1975) (2 vols.), 1986 (2" ed.). La generación del 27 (en colaboración), Fidias, 1984. el Siglo XX. Literatura actual, vol. 6/2. Historia de la Literatura Española, Ariel, 1984, y 1985 (2" ed.). Narrativa en el exilio. El exilio español de 1939 (vol. IV), Taurus, 1977. La prosa narrativa desde 1936, en Historia de la Literatura Espaiiola, Taurus, 1980. La novela, en Historia y crítica de la literatura española, Crítica, 1981. La novela hasta 1936, La novela desde 1936 e Historia de la literatura española e hispanoamericana, Orgaz, 1981. La narrativa de José Ramón Arana, en Entre la cruz y la espada, Gredos, 1984. La novelística de José María Castillo·Navarro, en III Ciclo de temas lorquinos, Caja de Aborros de Alicante, 1985. Fernández Flórez y la novelística coetánea, en Wenceslao Fernández Flórez (1885-1985), Ayuntamiento de La Coruña, 1985. Literatura contemporánea en Castilla y León, Junta de Castilla y León, 1986. Madariaga, novelista, Ayuntamiento de La Coruña, 1987. La literatura durante la Segunda República en España. Nuestro siglo. Segunda República, 1931-1936, Plaza y Janés, 1987. Vocal de la actual Junta Directora en la ACE.

PRÓLOGO Esta Literatura actual [... ] es una descripción bastante sintética -a pesar de su extensión- de la creación literaria española en castellano a partir de 1936, fecha que puede considerarse como un jalón promimente en la periodización histórica, política y cultural de nuestro país. Con mínimas excepciones, las referencias llegan hasta los últimos meses de 1983. tan dilatado período ofrece resistencias al tratar de presentarlo dentro de un panorama orgánico, pero hallamos curiosas coincidencias estéticas (desde la temática hasta la técnica, por no hablar de la actitud moral .de los escritores) que sirven de valioso apoyo al crítico que quiere poner un mínimo de orden en la selva de títulos que se editan en este casi medio siglo de literatura española. Esas coincidencias constituyen la espina dorsal que vertebra cada uno de los capítulos que, con un criterio tradiciona l, práctico y de universa~ aceptación, se centran en los géneros convencionales (novela, teatro y poesía), a los que precede un recorrido por el marco históricocultural en el que se inserta la creación artística. Esos movimientos de relativa homogeneidad estética guardan estrecha relación con


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SANTOS SANZ VILLANUEVA

fenómenos generacionales, a los cuales acudo con cierta frecuencia. Ya sé que hoy cunde un notable descrédito de estos procedimientos, bien merecido por culpa de la aplicación mecánica de unos rígidos principios teóricos. sin embargo, creo que los criterios generacionales, planteados con flexibilidad y prudencia , describen con bastante propiedad los movimientos culturales y se observará en las páginas siguientes cómo coinciden actitudes éticas y principios literarios en gentes de edades próximas, que han tenido semejante formación y han tenido parecidas inquietudes. Hay en cualquier tiempo -más allá de lo peculiar que distingue a cada escritor- una cosmovisión que permite -o exige- relacionar obras diferentes, y ello es particularmente cierto en nuestra historia reciente, en la que intereses extraartísticos han permeado siempre la labor del creador. De esta manera, se puede presentar un panorama estructurado que no sea un simple centón de datos o una nómina canónica de prestigios ya acrisolados.

En efecto, mi propósito ha sido aunar en una explicación comprehensiva lo genérico y lo particular, los movimientos literarios y los individuos que en ellos militan (siempre quedará, sin embargo, como fenómeno marginal la singularidad que se sustrae a las tendencias más comunes). Se observa, además, que en este período que ya abusivamente denominamos postguerra se da una notable adecuación entre lo que son proyectos estéticos colectivos y la práctica individual de cada escritor. Así se explica el tono mimético o reiterativo que por momentos -en épocas cuyos perfiles cronológicos resultan bastante bien delimitables- adquiere nuestra literatura desde la contienda civil. Y no se piense sólo en imposiciones extraliterarias más o menos formuladas -la precisa prá-ctica realista conocida como social, por ejemplo- sino también en tendencias que, curiosamente, reivindicaban la libertad -es el caso de algunas corrientes vanguardistas-o No era fácil, sin embargo, encontrar el tono de exposición que permitiera dar cuenta razonada de lo general y de lo particular, pues se podía caer fácilmente en una inmoderada acentuación de cualquiera de ambos extremos. Si no me engaño, creo haber hallado ese punto de equilibrio en que se describen los rasgos comunes y, a la vez, se preserva la individualidad de cada creador. Otros peligros acechan constantemente al autor de un libro como el presente. Doy por supuesto el más inquietante, para mí, de todos: la limitación de espacio, tan inevitable [ ... ]. No menos espinoso era el asunto de equilibrar información y valoración. Tal vez ésta se ha preterido en alguna ocasión en favor de aquélla, mas es una servidumbre, aceptada, de este tipo de obras. Desde luego, no podía convertir esta Literatura actual en un repertorio de datos ni, tampoco, en una relación de juicios personales. De nuevo, he tratado de hallar el equilibrio idóneo que me permitiera conjugar documentación y enjuiciamiento. Los datos son abundantes, pero tampoco escasean las opiniones, menos explicitadas, sin embargo, de lo que hubiera querido por mor de la razonable extensión que debía dar a mi escrito. Confío en que el curioso lector apreciará el ingente esfu erzo de lectura y síntesis que estas páginas suponen . Temo, no obstante, no


SANTOS SANZ VILLANUEVA complacer ni a tirios ni a troyanos. Para algunos, sobrarán autores; para otros, a pesar del abultado índice final, todavía faltará alguno. [ ... ] Temo , también, que a quienes menos satisfará es a los propios escritores, que suelen medir lo que de ellos se dice por el baremo de lo que les gustaría escuchar o por criterios de cantidad (el número de adjetivos que ha merecido tal competidor o las tres líneas más que se le han dedicado a otro). Quienes escribimos sobre temas recientes siempre corremos la aventura de padecer la irritación de los creadores, peligro ignorado por quienes se dedican a épocas pretéritas. Si la exactitud informativa ha sido un designio permanente de mi trabajo, junto a él siempre he colocado la meta primordial de lograr un máximo de objetividad y de imparcialidad. Aquél quizá sea una desiderata utópica, pues no creo que exista la medida exacta que permita eliminar la presencia del yo del crítico (el gusto personal, una determinada formación, la mayor estima de algunos modos artísticos ... ), aunque sí contamos con instrumentos de análisis (más pomposamente, una metodología científico-crítica) que oponen cautelosas barreras a la irrupción de la pura subjetividad. Al fin y al cabo, todos aspiramos a convertir la crítica literaria en una disciplina científica, en la medida en que esto sea posible y conscientes siempre de la inviabilidad de poner puertas al campo. Sería presuntuoso suponer que todos los juicios de valor que se hacen resultarán acertados al cabo del tiempo; siempre son razonados -y confío que razonables-, a unque la argumentación no se hall e en cada caso del todo explícita en el texto. La imparcialidad no es una categoría crítica sino moral, y de ella sí que respondo al ciento por ciento. Este libro no comulga con escuelas (el autor no cree que exista una sola que almacene toda la verdad) ni con capillas (el auténtico azote de la crítica literaria española). el oficio de estudioso de la literatura ofrece tan magras sinecuras que la mayor recompensa a la que uno puede aspirar es a la satisfacción de acabar sus días sin renunciar a la opinión propia. Juicios equivocados los habrá, qué duda cabe, pero no he escrito nada que no piense (y, por si acaso, aclararé que he pensado lo que he escrito). Decía CLARIN que en España no había crítica literaria sino sociedades de bombos

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mutuos. La situación no ha cambiado mucho un siglo después, pero no merece la pena insistir contra esos raquitismos de nuestra vida cultural tantas veces y tan inútilmente denostados. En cambio, me parece oportuno un breve comentario sobre un sector de la crítica, de notable influjo y pocas veces aludido. Hoy, afortunadamente, han desaparecido las prevenciones que los círculos universitarios tenían sobre el estudio académico de autores vivos o de fenómenos de la actualidad artística. Una reacción pendular ha sustituido al anterior menosprecio y cada día nuestros estudiantes y estudiosos muestran mayor inclinación a la literatura del momento presente. Seríamos ciegos de ignorar el criterio de supuesta mayor facilidad que les lleva a ello. El fenómeno, además, tiene especiales dimensiones en medios del hispanismo extranjero. Vaya por delante el reconocimiento de la enorme labor que centenares de entusiastas estudiosos llevan a cabo allende nuestras

estudios

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SANTOS SANZ VILLANUEVA

fronteras, más meritoria, incluso, que la que se realiza en nuestro propio país. Sin embargo, conviene llamar la atención sobre el deslumbramiento que con frecuencia patentizan frente a cualquier mediano escritor al que pronto procuran entronizar como si de un clásico se tratara. La balumba de monografías hipergenerosas y, sobre todo, acríticas que surcan las páginas de las revistas del hispanismo occidental y oriental produce grandes distorsiones en la valoración de un escritor, con grave perjuicio para éste , que se cree aupado a cimas que sólo podrá conseguir con un mayor esfuerzo. Un librito de poemas, un texto teatral lleno tan sólo de buenas intenciones o una correcta novela son demasiado poco para lanzar las campanas al vuelo. Creo que debe pedírsele al hispanismo -y, en general, a la crítica universitaria- una mayor severidad en sus análisis de la litera-

tura actual. De ser cierto 10 que por esas revistas se lee, estaríamos en una permanente Edad de Oro de nuestras letras. En fin, hora es de poner punto final a este exordio. La enorme amplitud de la materia tratada en este volumen me permite sospechar que en él pueda descubrirse algún olvido involuntario. Dispuesto estoy a enmendar cuantos se hallen. Siempre me ha resultado simpático el lema heráldico de Jorge Manrique, «ni miento ni me arrepiento" , pero, menos soberbio que el caballero castellano, mi ánimo está abierto a rectificar cuanto sea preciso. Por ello, acogeré con la mejor disposición toda sugerencia -que no injerencia- que reciba para mejorar en posteriores salidas -si las hubiere- el presente libro. Madrid, julio, 1984.

Historia de la literatura española 6/2

Literatura actual Santos Sanz Villanueva

Ariel


,

SOLIS, Ramón

• Nació: Cádiz, 1 de marzo d e 1923. Murió en enero de 1978. Profesión: Doctor en Ciencias Políticas. Dirigió La Estafeta Literaria. ENTRE OTRAS OBRAS

Un siglo llama a la puerta. Los que no tienen paz. Ajena como la yerba. El canto de la gallina. ENSAYO

El Cádiz de las Cortes. Premios: Fastenreth y Miguel de Cervantes. F u e directivo de la ACE .

EL

CANTO DE LA

GALUNA

A poco de comenzar la pelea, las apuestas señalaban una clara predilección por el gallo calcuta. Un gallo colorado, de pecho robusto y patas vigorosas; un gallo fuerte que peleaba de cara, encogiendo bien el cuello y catapultando su cabeza de cresta de loro con tanta rapidez como eficacia. El otro era un gallo

más viejo, giro de color y con muchas peleas en su historial. -Es un gallo «peleao», Por lo menos tiene diez victorias -me había dicho Martas. En realidad, yo, en aquel entonces, poco podía opinar por mí mismo. Era la primera vez que presenciaba una riña de gallos. Martas había sido mi iniciador. Nadie como él para informarme y orientarme en la técnica de tales combates. A Manolo Martas no sólo le gustaban los gallos y su pelea, sino que había encontrado en ellos la solución económica de su vida. Le conocí de manera circunstancial. Cuando me dio su tarjeta y l eí en ella- «Manuel Martas, Exportador de gallos de pelea». Esto me hizo sentir gran interés por su persona. ' En verdad, resultaba sugestivo conocer a un individuo con profesión tan rara. Charlamos de la exportación de gallos, de los beneficios que le reportaba y de un sinfín de cosas, más bien relacionadas con su trabajo que con los gallos propiamente dichos. Posteriormente, casi al año, tuve que recurrir a la experiencia de mi amigo. Una revista americana me había encargado lID reportaje extenso sobre la cría de ga llos de pelea en España . De no haber conocido a Manolo Martas, hubiera tenido que renunciar al encargo, pero su tarjeta me hizo recordarle e ir en su busca. (D e El Canto de la Gallina)


SOREL, Andrés

• Nació: Segovia. NARRATIVA

Crónicas de amor y muerte en 10 ciudades del mundo, Relatos, 1973. (Agotado). Free on Board Carolina (Como la enfermedad, como la muerte). Novela, Ed. Centro, Ed. Nacional, 1974. (Agotado). Discurso de la política y el sexo. Novela. Ed. Z\'X, 1978. (Agotado). El perro castellano. Novela. Ed. Legasa, 1978. (Agotado). Crónica de un regreso. Novela. Ed. Libertarias, 1982. Concierto en Sevilla. Novela. Ed. Cátedra, 1982. Babilonia. La puerta del cielo. Novela, Exadra, 1990. ENSAYO

Guerrilla española del siglo XX. Ed. Ebro. París, 1970. (Agotado). 4.' Mundo: Emigración española en Europa. Ed. Z\'X, 1974. (Agotador. Introducción a Cuba. Ed . ZYX, 4.' ed., 1974. (Agotado). Guía popular de Antonio Machado. Ed. ZYX, 3." ed., 1975 (Agotado). Castilla como agonía. Ed. Centro. Ed. Nacional, 1975. (Agotado). Miguel Hernández. Escritor y poeta de la revolu· ción. Ed. Z\'X, 1977 (Agotado). Yo, García Lorca. Ed. Z\'X, 1977. (Agotado). Miseria de nuestra cultura. Queimada Ed. 1980. (Agotado). Castilla como Agonía. Castilla como esperanza. Ed. Ambito, 1975. Liberación. Desolación de la Utopía. Ed. Libertarias, 1987. Dolores lbarruri. Memoria humana. Ed. Exadra, 1989,2.' ed. Actual Secretario General de la ACE.

MAS MISERIA DE NUESTRA CULTURA Las huelgas duran un día. Las concertaciones un año. En el tiempo devorador y cansino encadenaron -políticos, líderes sindicalessus discursos. Antaño eran oráculos sus palabras. Todo oráculo es terrible, pero ayuda en los sueños. ¿No son oráculos «La odisea», los «Sonetos», de Shakespeare, «El castillo», de Kafka? De vez en vez algún artículo envuelto en las brumas de la negación crítica no s habla de la vida real. De vez en vez, entre tanta frivolidad, acomodación, discursos inocuos, hueros ... En domingo se proluoe la blasfemia. Repasemos los artículos de los domingos, eso que algunos -hasta en las palabras nos colonizan- designan literatura «lighb>. Y uno no piensa en los eternos arribistas> ayer insultadores> hoy acomodados. No piensa en ellos, pues no puede doler lo que no tiene vida, sino en los otros, quienes en un pasado - ¡ay que remoto!- fueron entrañables, críti-


ANDRÉS SOREL

'5 Sotel e t\1ldt

cos compañeros de utopía que hoy guardan silencio. La rebelión ha pasado a ser soledad cuando ya nadie habla del cambio, del hombre o la sociedad, pues aquél fue deglutido y vomitado por quienes hoy mendigan voces y hábitos de civilizaciones que no tienen pasado y crecen demasiado aprisa, sin detenerse a pensar dónde caminan y cuál es el espantoso precio de la senda elegida, y al tiempo secuestran nuestra voz, nuestra razón de ser. La bomba atómica hace mucho que ha estallado: por eso nuestros ojos, cegados, no contemplan el futuro. ¿Rebeldía? Como escribe Al-Bayati: «Un rebelde sin revolución parece un payaso que salta lejos del suelo, contra la ley de la gravedad, pero al que la tierra atrae hasta quebrar sus fuerzas sin provecho a lguno. » Soledad porque, seguimos al iraquí: «el artista revolucionario es el creador y artifice de la revolución, y el político profesional es su ladró n y asesino». Los que no se ocultan, impotentes, avergonzados, quieren aparecer en la foto . En la fiesta del Rey, en la pasarela de moda. ¿Y la realidad social, cultural? preguntan los ingenuos . Son éstos quienes no olvidan que, parafraseando a Cioran, la cultura y el discurso intelectual deben hurgar

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siempre en las heridas, provocarlas incluso, han de ser un peligro. El problema no es envejecer, sino rechazar el concepto · de envejecim i ento. Como Arguedas, como Hemingway, pegándose un tiro. Como Baudelaire, Malcom Lowry, agotando las fuerzas físicas hasta el estallido de las mentales. Como el «Che» Guevara soñando y combatiendo por una Humanidad'y sociedad diferentes en los montes imperializados de Bolivia. Todo menos acomodarse a la esperanza de una limosnera jubilación. En las soledades y los destierros, en los exilos y los silencios se encuentran los creadores. Hay multitudes vivas en zocos abiertos a las sombras de la muralla que bordea la ciudad. Y hay minorías muertas en desfiles de moda cuyo tema de conversación es la triste historia de alguien que intenta emular a los atracadores de camisa blanca, ignorando que siempre será su víctima o lacayo. El aliento de las viejas voces del ágora despierta nuestra sensibi-


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ANDRÉS SOREL

lidad. El putrefacto h edor desprendido de los desaparecer". Hablamos de «perestroika", y apagados ecos de los otros nos aturde . Cada libertad para denunciar, con justicia, el estamañana nos despertamos arrancando uno de linismo, pero ¿ha pensado alguien aquí en los tenues hilos que a la vida nos sujetan, desrealizar nuestra «perestroika" particular y tejiendo la miserable y maravillosa madeja referirse a los tiempos no menos oscuros y sombríos en que fueron protagonistas? Tal que a la muerte nos conduce. Y lo hacemos postrándonos ante el altar del conformismo y vez , recapacito, sea mejor no hacerlo. la tradición para comulgar con la mediocri- Quedarnos mejor hablando simplemente de la dad, con la apatía. Cada mañana, ignorando ,miseria de nuestra cultura. Y no dando posiya cómo se grita, cómo se maldice, cómo se bilidades a quienes hoy son demócratas , lucha. Pesa tanto esta carga de siglos que modernos, siempre institucionales, de que un habla de sumisión, esclavitud, discriminación, día vuelvan a escupir sobre nuestras tumbas. envilecimientos ... Cada mañana, hablando de Vayamos todos juntos, y yo el primero, por la historia para silenciar la verdadera historia. senda de la ordenada manifestación. Y si Militares, religiosos, banqueros, han de bailar logramos aumentar los salarios en otros dos ellos también el rigodón de la farsa para que taumatúrgicos puntos, busquemos otra fecha ésta sea creíble. Hablar de puntos en la econo- -no importa que transcurra otro año- para mía para silenciar sus viejos problemas, hasta movilizarnos y protestar contra las medidas en el lenguaje. . que, al elevarse por encima de esos dos puntos el coste de la vida, anularían nuestra traComo dijo Foucault: «En nuestros días, el bajada , trompeteada victoria. Y que una hecho de que la filosofía esté siempre y todabuena jubilación amortigüe el cansancio de vía en vías de terminar y el hecho de que en nuestros huesos - antes de que muera el ella, pero más aún fuera de ella y contra ella, cuerpo ya se ha muerto el hombre- y nuestanto en la literatura como en la reflexión fortra mente, cuando lleguen esos grises últimos mal, se plantee la cuestión del lenguaje, prue- días de nuestra vida. Para ellos nos preparaban sin duda que el hombre está en vías de mos. Así sea.


SORIANO, Elena

• Nació: Fuentidueña del Tajo, Madrid. NARRATIVA

Caza menor, Calleja, 1951, y Plaza y Janés, 1987 (3." edición). La playa de los locos, Calleja, 1955, y Argos Vergara, 1984 (2." ed.). Espejismos, Calleja, 1955. Medea 55, Calleja, 1955, y Plaza y Janés, 1985 (2." edición). Mujer y hombre (Trilogía completa de los tres títulos anteriores), Plaza y Janés, 1986. Testimonio materno, Plaza y Janés, 1985, y Plaza y Janés, 1986 (7." ed.), 1991 edición bolsillo. La vida pequeña, Cuentos de ayer y de hoy, 1990. ENSAYO

Defensa de la literatura, apuntes para un ensayo interminable, El Urogallo, 1970 y 1974. En 1969 fundó la revista El Urogallo, que dirigió hasta su desaparición en 1975. Actualmente es Vicepresidenta de la ACE .

• Fotografia : CARRY MANGINO

«Nunca he pensado que mis cosas personales tuvieran interés para los demás, ni me he creído lo bastante importante para llevar diarios o memorias dignas de publicación, como ahora hacen tantas gentes "famosas". Más bien creo, como Pascal , que "hablar del YO siempre es odioso, a menos que lo justifique una gran desgracia". La mía lo es, sin duda, y quizá explique mi necesidad biológica de anotar todo lo que me pasa, pero solamente referido a mi hijo, porque casi es todo lo único que me pasa desde su muerte. (. .. ) Fundamentalment.e, pues, ésta es la biografía de mi hijo , que sería insignificante si no representara la de su generación. Hacerla pública tiene otra justificación más importante que mi desahogo personal. Por la misma época en que lo inicié por escrito, también recomencé a leer: al principio, nada más que


152

ELENA SORIANO

periódicos y, en éstos, sólo determinados textos que alnIfanlllÍ,rten-ctón por su mayor o menor relación con mi propia tragedia. Así me di cuenta de que tales referencias eran cada vez más frecuentes y comprendí que mi dolor no era mío sino nuestro , es decir, común a muchas madres tan anónimas como yo misma. (. .. ) Entonces, poco a poco, mi egoísmo, sin dejar de serlo, se expandió a otro sentimiento altruista: la solidaridad con mis compañeras de desgracia. Y en mi conciencia fue creciendo, cada vez más fu erte, un imperativo moral: hablar alto y claro, dar público testimonio de mi sufrimiento, como espejo y ejemplo de un sufrimiento muy extendido, que debiera convertirse en protesta universal. Pens é que si yo también callaba , como la mayoría de las madres, sería una encubridora y una cómplice más en el ominoso delito. E sta idea se hizo obsesiva y supe que ya no podría escribir nada en mi vida si no escribía antes esta historia verdadera. Hacerlo así es lo único que me ha salvado de la locura o el suicidio. (... ) Quisiera explicar y explicarme mi proceso mental desde la pura expansión sentimental a la proyección racional e intencionada al exterior que he dicho. Dicen , escriben que antaño las únicas relaciones de la mujer con el mundo eran emotivas y que ahora, en ca mbio , más bien son intelectuales, políticas, sociales, «como las de los hombres», según algunos, en detrimento de los caracteres especificamente femeninos. En mi circunstancia actual, no h e podido menos de preguntarme cuáles son mis verdader as relaciones con el mundo actual a partir de la muerte de mi hijo: ¿Sólo poseída por el pathos materno he escrito las presentes páginas? ¿No son más que un reflejo condicionado de mi dolor? Aunque así fuera, ¿tendrán por ello menos valor que tantos y tantos informes 'gélidos de especialistas masculinos, es decir, supuestamente exentos de ese sentimiento sublimado que llaman amor materno? (. .. ) Yo misma, hace muchos años, cuando mis dos hijos eran muy niños y no constituían para mí ningún motivo de preocupación inmediata, publiqué varios artículos sobre la problemática juvenil, por entonces, incipiente en el mundo occidental. (. .. ) Ni que decir tiene que mi planteamiento resul tó insólito y prematuro en la España de aquellos años, cerra-

da a todo viento exterior y autosatisfecha de su clima asfixiante y que , por tanto, pa só prácticamente inadvertido. La sociedad, en general, ignoraba por completo los fenómenos socioculturales del mundo exterior, entre ellos, los juveniles precedentes a la revolucionaria década de lo s sesenta. No faltó, por entonces, algún ilustre santón oficial de la cultura que procla mó a E spaña felizmente libre de tal lepra, con palabra literal que transcribo de la prensa de la época. Pero ahora, aquí ya nadie niega nuestro propio «problema juvenil» y las mismas gentes que antes se reían o se irritaban ante su mero planteamiento son ahora las que más se rasgan las vestiduras y consideran que el «poder paidocrático» está creciendo desmesuradame nte , generando , como· todos los crecimientos antinaturales, criaturas monstruosas: niños gánsteres, delincuentes, drogadictos , t erroristas, gays y demás muchachada marginal , perturbadora del orden establecido en mayor grado y medida que en cual quier tiempo pasado lo fue cada nueva generación (. .. ) Y resulta una tremenda ironía de mi suerte que cuando yo también era joven todavía, percibí con mucho adelanto un

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ELENA SORIANO

peligro difuso, pero como simple espectadora objetiva del mundo en torno: y ahora me ha .,ocado conocerlo a fondo, como desventurada coprotagonista. Es para creer en el fenómeno llamado premonición, y pensar que aquellos 3scritos míos no eran mera especulación lite-aria gratuita sino intuición, presagio , en mma, oscuro pálpito de mi instinto materno . ...) Quede patente, pues, que estas páginas 'e stán inspiradas tanto por mi pensar como por mi sentir y que este libro debe considerarse

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tan intelectual como sentimental. No niego que mi primer motor fuera el sentimiento hasta, más concretamente, el resentimiento; el rencor. No sé que diferencia semántica y filosófica hay entre resentimiento y rencor. Creo que sus efectos son distintos, aunque pueden coincidir: el resentimiento duele y el rencor promueve a la venganza. (.. .) El resentimiento procede del sentimiento como el vinagre del vino: es un sentimiento agriado, torcido por elementos alterantes de su pureza prístina; y el rencor es la efervescencia corrosiva de la rebeldía contra el sufrimiento injusto. Si yo estoy resentida y muestro rencor, tengo hartas razones. No obstante, insisto en subrayar que mi egoísta impulso primordial se ha convertido en acción altruista, si consigue de algún modo ayudar a otras personas que sufran mi misma desgracia o su amenaza. «Todo lo individual es humano, todo lo social es divino", dice un pensador árabe y yo voy de lo uno a lo otro en esta páginas, con ánimo de identificarlos. Se ha dicho muchas veces y de formas distintas que cada hombre es todos los hombres, que todos somos culpables o inocentes por todo, que un solo ser humano, siendo único e irrepetible, encarna a la Humanidad entera. La condición humana total fue burlada, menospreciada, atropellada y asesinada en mi hijo, con su voluntaria participación en el holocausto. Por eso, yo ofrezo públicamente su ser, diciendo: "Ecce horno"; he aquí el típico y tópico ''héroe de nuestro tiempo", éste es el "mal del siglo" en que vivimos; así son día a día vulnerados impunemente los famosos "derechos humanos" tan exaltados retóricamente por los fariseos ... " (De: Explicación necesaria que prologa la obra Testimonio materno, 1985 )


SUEIRO, Daniel

• Nació: Ribasar (La Coruña), 1931. Murió en septiembre de 1986. Profesión: Periodista. Estudios de Derecho. Pl-emios: de la revista .. Juventud", de cuentos; Café Gijón, de novela corta; Premio Nacional de Literatura 1960; .. Hucha de Oro", de cuentos, 1976. NOVELA

La criba, Seix Barral, Barcelona, 1961. La noche más caliente, Plaza Janés, Barcelona, 2 eds.

Solo de moto, Ed. Alfaguara, Madrid, 1967. Corte de corteza, mismo editor, 1969. Estos son tus hermanos, Ed. Era, México, 1965, 2.ed., Zero, Madrid, 1977. RELATO

La rebusca y otras desgracias, Ed. Rocas , Barcelona, 1958.

Los conspiradores, Ed. Taurus, Madrid, 1964. Toda la semana, Ed. Rocas, 1964. El cuidado de las manos, Eds. del Centro, Madrid, 1974.

Servicio de navaja, Sedmay Eds., Madrid, 1977. OTRAS OBRAS

El arte de matar, Ed. Alfaguara, 1968. La pena de muerte: ceremonial, historia, procedimientos, l." ed., Alianza Editorial, Madrid, 1974; Círculo de Lectores, 1975.

Los verdugos españoles, Alfaguara, 1971. La verdadera historia del Valle de Los Caídos, Sedmay Eds., 1976.

Historia del franquismo, mismo editor, 2 eds. Numerosos guiones para TV. Fue uno de los primeros fundadores de la ACE, en la que ocupó cargos dírectivos .

A MODO DE AUTOBIOGRAFÍA, Y TAMBIÉN DE AUTOCRÍTICA Lo primero que se les ocurre a mis editores -a los que publican esta novela , ahora" y antes a otros que también quisieron hacerlo, así como a algunos lectores y amigos-, a la hora de presentar Estos son tus hermanos o de hablar de ella, es definirla como «novel a prohibida en España». Ello es natural , pero fmalmente creo que resulta algo irrelevante, y hasta puede resultar literariamente peligroso, o, cuando menos, insuficiente. Puesto que


DANIEL SUEIRO

155

Y, sin embargo, es bien cierto que esta novela fue prohibida. No una sola vez, sino varias, aunque seguramente por las mismas personas, que tal vez sigan esperando en sus oficinas a que acudamos una vez más a ellas en solicitud de un nuevo permiso de edición, para negárnoslo también ahora; o dárnoslo, lo que sería aún peor. Qué importa que fueran cambiando los ministros, el nombre del departamento de censura, los modales de los burócratas, si permanecía, y tal vez permanezca aún, el espíritu coactivo, la prepotencia dominadora, la imposición envuelta en paternalismo, una distribución de los papeles basada en la razón de la fuerza más que en la fuerza de la razón. Pero yo ya no me acuerdo de quiénes eran, cómo se llamaban, dónde estaban, y si yo ni quienes los conocimos bien y los padecimos los hemos olvidado, quién va a mencionarlos mañana por sus nombres. Sencillamente no eran, .0 eran menos que nosotros, y desde luego menos que nuestras obras. No vale la pena ocuparse más de ellos.

ni la novela fue escrita para ser prohibida ni se hizo ni quiso hacerse en ningún momento de tal prohibición causa de prestigio o valor añadido. 0, lo que es lo mismo: la falta de respuesta acerca de las razones o motivos por los que fue prohibida, o no fue autorizada, la publicación de esta novela durante largos años, si es que el lector actual se plantea esta cuestión, sencillamente acomete la lectura del libro impulsado por ese único pretexto, es hoy la misma falta de respuesta que entonces tuvo el autor.

DANIEL

SUEIRO El Valle de los Caídos

Los secretos de eri dimM.uista .,rr


ZAMORA VICENTE, Alonso

• Nació: Madrid, 1 de febrero 1916. Profesión: Catedrático Universidad de Madrid. Premios: Nacional de Crítica y Ensayo Miguel de Unamuno, 1969, por La realidad esperpéntica, Nacional de Novela, 1980, por Mesa, sobremesa. NARRATIVA

La realidad esperpéntica. Primeras hojas, Insula, 1955, y Selecciones Austral, 1985 (2." ed.). Smith y Ramírez, S. A., Castalia, 1957, y Círculo de Lectores, 1986, (2." ed.). A traque barraque, Alfaguara, 1972. Un balcón a la plaza, Alfaguara, 1965 y Copenhague, 1987 (2." ed.). El mundo puede ser nuestro, Ediciones Centro, 1976. Desorganización, Austral, 1975. Sin levantar cabeza, Novelas y Cuentos, 1977. Mesa, sobremesa, Novelas y Cuentos, 1980. Tute de difuntos, La Isla de los Ratones, 1982. Estampas de la calle, Ediamérica, 1983. Vegas Bajas, Espasa-Calpe, 1987. Fue consejero de la ACE .

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Las cosas se calmaron una miajita en ese punto y acabamos la primaria sin mayores calamidades. Pero vino el bachillerato. Y se inscribió, como casi todos los muchachuelos de su tiempo, en una agrupación juvenil, que gritaba multitud de entusiasmos en prosa y en verso, salía al campo los domingos y ayudaba a los campesinos a acarrear la yerba recién segada, tan rebién que huele, o a sacar las vacas al prado los días de descanso forzado, o sea, cuando los legítimos propietarios (hay mucha gente con esa manía, la de ser propietarios) estaban en la cárcel por malversación o simplemente por mal adoctrinamiento. Bueno, pues esa agrupación juvenil organizaba un desfile por la ciudad, por el bulevar grande, o en la carballeda abajo, para celebrar el aniversario de su fundación, un día con muchas campanas y cohetes, gran comida , tíos vivos , norias, rifas, aparatos para probar la fuerza, discursos políticos de los concejales y tejemanejes parecidos. No h ubo manera de que el rapaz desfilara como una persona normal. Siempre cojeaba, se agachaba, daba unas sacudidas hacia el santo suelo que h asta las


ALONSO ZAMORA VICENTE paredes temblaban. Un verdadero escándalo. Médicos , psicólogos, una patética entrevista con el confesor, bronquitis con los profesores. Na da. Hasta que, por fin, dimos con el motivo de aquel desbarajuste. Teníamos una criada que había pasado un proceso de polio bastante regula rcillo . Era hij a de un electricista pror uso y enemigo de los Esteites, y por eso la enfermedad la mordió subterránea y tozuda. En fin, nos enteramos de que el zagal había aprendido a desfilar con la criada, en la terraza, marcaba el paso la doméstica con los niños cuando pasaban los soldados camino del relevo de la guardia en el Palacio del Gobernador. Cuando dimos con la causa, que el psicólogo calificó de ejemplo flagrante de instinto imitativoretroactivogilipollinoinsuperable con ramificaciones traumáticas, no conseguimos ya curarl e. Claro, eso es, la que yo digo, una ceporrez aprendida. Cualquier manera de marcar el paso rítmicamente tenía que ser dando unas cojonás de espanto. No, no, ya ve, la gente se acostumbró ante lo irremediable. Le decían: «¡Rafita, haz el soldado ... !" Y Rafita cojeaba cada día con más elegancia y mayor profundidad y más aquilatada precisión . Ya le tengo dicho y repetido que es listísimo, vaya si lo es. Total, que llegó a los quince años con tortuera de un ojo y renguera significativa y argumental en cualquiera de las dos piernas. El psicólogo se emocionaba hasta lloriquear, venga jipíos y más jipíos, cuando le observaba. Una delicia, ¿se empapa ... ? Cuando ya pudimos dejarle salir solito por la s noches se aficionó a l as pe lícula s del Oeste, que eran la s qu e h abía a troche y moche por los cines del barrio . A la tardecita, se lucía con una pistola, tirando al aire por todas las esquinas, y simulando una muerte súbita por un desalmado ataqu e traidor en inglés. Una noch e de enero, que, como su propio nombre indica, es malísima para civilizar bestias se empeñó en domesticar una ilusoria yegua ruana. Y la yegu a, poco obediente, le atizó un h ermo so revolcón. Al leva nta r se, tenía un hombro cuatro o seis centímetros más alto que el otro. Otra vez médicos, psicólogos, revisión de las cotizaciones en multitud de entidades, gimnasio de la Seguridad Social, la intemerata. Que si quieres arroz, Catalina. Dictamen de distonía hombrona, o sea: sublevación de las paletillas , ¿me comprende? Y va mos almacenando gaitas. Con razón h ay

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ALONSO ZAMORA VICENTE

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voces sIn rostro prólogo de Emilia de Zuleta

que decir con los clásicos: Bien vengas, mal , si vienes sólo. Rafaelito acabó por familiarizarse con su s a dornos natura les o adquiridos. A cada cita, recuerdo, o metedura de pata sobre el mundo fartwestiano, ¡hala!, sacudida del hombro hacia el cielo. Y con qué genio, oiga. Es que hubo desgracias, usted me contará. Supóngase, por un 'momento, hágame el favor: Va delante de u sted, por la acera , un señor que cojea, bueno, pero nada más. Y de pronto, da una sacudida tremenda y el hombro derecho se va al entresuelo izquierda, letra A. Una perdición. Pues así hemos estado la vida entera. ¿Que alguien quería ver subir un hombro a los balcones? Pagaba tanto o cuanto y se graduaba la ascensión. Las a puestas eran muy rentables , palabra. Ha habido algún médico que, para curarle, recomendó la boda con una india sioux, o vestirle una temporada de Jhon Wayne. El gobierno ese de Reagan se brindó a regalarle las vestiduras del actor, que de la india no quedaban ni las trenzas. Menos mal que todo acabó en agua de cerrajas: figurese por un momento si se cura y nos quedamos sin el parné, vamos, sin los monises. ¡Si le pongo las manos encima ... ! (cuento inédito de prólÓma a pa ri ción )


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PRINCIPALES ACTOS ORGANIZADOS PORLAACE (Año 1979)

Participantes

Diciembre El Escritor y su obra. Mesas redondas sobre Novela, Teatro y Poesía

Francisco García Pavón

Francisco Ayala

Ateneo

Alfonso Grosso, Andrés Sorel A.M. de Lera, Carlos Barral, J. María Carandell, R. Rubio, Angel Palomino, Acacia Uceta, Raúl Guerra Garrido, Jesús Fernández Santos, Rafael Montesinos, Antonio Pereira, Agustín Lafourcade, Antonio Ferres, Mercedes Salisachs, Juan Mollá, R. Hernández, Manuel Rios Ruiz, Lourdes Ortiz, Víctor Alperi, Dolores Medio, Carlos Alvarez, Francisco García Pavón, Manuel Andújar, Jesús Torbado, Enrique Cerdán Tato, Manuel Villar Raso, Aquilino Duque, José M@Vaz de Soto, Dámaso Alonso, J . L. Castillo Puche, Salustiano Masó, Jesús Izcaray, Ana María Moix, Antonio M. Menchén, Lauro Olmo, J.L. Cano, Raúl Torres, Jorge Cela, Manuel Ferrand, Francisco Ayala, Leopoldo Azancot, Concha Zardoya, J.J. Millás, Ramón Carnicer,


160

PRINCIPALES ACTOS ORGANIZADOS POR LA ACE

Participantes

Gonzalo Torrente Ballester

Eladio Cabañero

M. Ric. Barnatán, Antonio Tovar, J . María Bernáldez, Angel Basanta, Rafael Conte, Rosa Chacel, José López Martínez, Carmen Martín Gaite, Florencio M. Ruiz, Dámaso Santos, Francisco Yndurain, Gonzalo Torrente Ballester J. Emilio Aragonés, Miguel Bilbatua, Pablo Corbalán, Ana Diosdado, Basilio Gassent, Manuel Gómez Ortiz, Eduardo de Guzman, Lorenzo López Sancho, Antonio Valencia, Leopoldo de Luis, Eladio Cabañero, Gabriel Celaya , José García Nieto, Félix Grande, José Hierro, Manuel Lacarta, Jacinto López Gorgé, Carlos Vélez, Rosa Mª Pereda, Víctor Claudín, Rafael Pérez Estrada, J . Ramón Masoliver.


PRINCIPALES ACTOS ORGANIZADOS POR LA ACE

(Año 1982)

«EL AUTOR Y LA POLITICA CULTURAL» ~

Thma

Llwll:

7/6

El autor ante la nueva ley de propiedad intelectual

Círculo de Antonio Delgado Bellas Artes Pedro García Ramos Juan Mollá M: Angel M.ª de Lera

8/6

La cultura y el poder en España, ayer y hoy

Círculo de Armando López Salinas Bellas Artes Andrés Sorel M: Isaac Montero

9/6

Marginados, heterodoxos y rebeldes

Círculo de Manuel Vicent Bellas Artes Fernando Savater M: Luis Carandell

10/6

Derechos de autor y cambio social

Círculo de Teddy Bautista Bellas Artes Angel Mª de Lera M: Juan Mollá

13/6

Crítica y didáctica literarias

Círculo de Fanny Rubio Bellas Artes Antonio Martínez·Menchén M: Ramón Hernández

14/6

Premios literarios y difusión del libro

Círculo de Jesús Torbado Bellas Artes Francisco García Pavón M: Leopoldo Azancot

15/6

Problemas del teatro en la España de hoy

Ricardo López Aranda Círculo de Bellas Artes Fermín Cabal M: Ana Diosdado

16/6

Descentralización Cultural

Joaquín Marco Círculo de Bellas Artes J.J. Armas Marcelo Raúl Guerra Garrido M: Víctor Alperi

M = moderador

Participantes

161


162

PRINCIPALES ACTOS O R GAN I ZA D OS POR LA ACE

Sección Autónoma de Cataluña (1983) Participan tes

~

Tema

1lw!I

10/5

Poesía y Política

Asociación J oaquín Marco de la Prensa Manuel Vázqu ez Montalbán

12/5

Literatura y Viajes

Asociación José María Carandell de la Prensa Ramón Carnicer

17/5

El antifascismo internacional/ La Paz de Franco

Asociación Rafael Abella de la Prensa Eduardo Pons Prades

19/5

Vallejo y España

Asociación Moreno Durán de la Prensa Alvarez Florez

24/5

Diálogo sobre Poesía

Asociación Enrique Badosa de la Prensa Jaime Gil de Biedma

El escritor y el editor

Asociación Salvador' Pániker de la Prensa Beatriz de Moura

Jaime Gil de Biedma


PRINCIPALES ACTOS ORGANIZADOS POR LA ACE

(Años 1984-1990) ~

Tema

1:!wll:

Pªr.ti!<il!i!nt~~

13-2-84

Aula Abierta

Rosa Chacel

27-2-84

Aula Abierta

12-3-84

Aula Abierta

27-3-84

Aula Abierta

9-4-84

Aula Abierta

30-4-84

Aula Abierta

Salón de Actos de laACE Salón de Actos de laACE Salón de Actos de laACE Salón de Actos de laACE Salón de Actos de laACE Salón de Actos de laACE

17-5-84

Presentación del libro de Meliano Peraile: UNA ALMA SOLA NI CANTA NI LLORA.

Salón de Actos de laACE

Antonio Gala Carlos Sahagún Meliano Peraile

17-6-84

Presentación de los libros: El Ardiente Verano, de: Gregorio Gallego. Premio Asturias

Salón de Actos de la ACE

Andrés Sorel Dolores Medio

Concha Zardoya Meliano Peraile Juan Genovés Andrés Sorel Antonio Hernández

La Verdadera Historia de la Isla del Tesoro, de: Oscar Muñiz 24-9-84

Presentación de la revista: BUSTARVIEJO

Salón de Actos de laACE

Juan Mollá Andrés Sorel Ramón Tamames Manuel Vicent

10-10-84

La tierra de Alvar González

Salón de Actos de laACE

Cantado por: Paco Curto

14-10-84

Conferencia homenaje a : MIGUEL HERNANDEZ ANTONIO MACHADO FEDERICO GARCIA LORCA

Salón de Actos de laACE

Concha Zardoya Leopoldo de Luis Andrés Sorel

29-10-84

Homenaje a : ANGEL MARIA DE LERA

Ateneo de Madrid

~elina

Gatell Ramón Hernández Andrés Sorel Lauro Olmo Juan Mollá Leopoldo de Luis Antonio Tovar

163


164

PRINC IPALE S ACTOS ORGANIZADOS POR LA ACE

~

Thma

Llwu:

Participantes

15-4-85

Rosalía de Castro vista por cuatro escritoras, cien años después

Salón de Actos de laACE

Aurora de Albornoz Angelina Gatell Antonina Rodrigo Elena Soriano

22-4-85

Debate sobre la literatura infantil hoy

Salón de Actos de la ACE

Antonio Martínez-Menchén Lauro Olmo Felicidad Orquín

29-4-85

Literatura y Música

Salón de Actos de la ACE

Llorens Barber Daniel Moyana Andrés Sorel

6-5-85

Poesía Actual

Salón de Actos de laACE

Rafael de Cózar Leopoldo de Luis Acacia Uceta

13-5-85

Narrativa Actual

Salón de Actos de laACE

Teresa Barbero José Antonio Forte Gregario Gallego Meliano Peraile

20-5-85

Debate sobre la Ley de Propiedad Intelectual

Salón de Actos de laACE

José Luis Giménez Frontín Raúl Guerra Garrido Juan Mollá Luis Romero

27-5-85

Los Premios Literarios

Salón de Actos de la ACE

Víctor Alperi Dolores Medio Luis Jiménez Martas Rodrigo Rubio

23-11-85

Los Géneros Literarios: El Lugar del Cuento entre ellos

Salón de Actos de laACE

Carmen Bravo-Villasante Ricardo Domenech Meliano Peraile

30-11-85

Cuentistas españoles Actuales

Salón de Actos de laACE

Lauro Olmo Antonio Pereira Manuel Pilares

14-12-85

El cuento ante el lector y la Crítica

Salón de Actos de laACE

Víctor Alperi Teresa Barbero Jorge Ferrer-Vidal

5-12-85

Biblioteca y Centro Documental de Temas y Autores Jiennenses

Biblioteca Nacional

Andrés Sorel Cristóbal López Carvajal Manuel Andújar

15-1-86

Presentación del libro de Salón de Actos Cuentos: PERROS, Y PERROS ... , de la ACE de Candido Sanz Vera

Lauro Olmo y el autor


PRINC IPALE S ACTOS ORGANIZADOS POR LA ACE ~

ThmB

Llwn:

f¡u:ii~inlilnt!illi

10-2-86

Lectura dramática de: ALGUIEN GRANDE VA A NACER, de: Alfredo Castellón

Salón de Actos de laACE

Alfredo Castellón

18-2-86

Recital Poético

Salón de Actos de laACE

Felisa Granda «LA SANTAOLAYA»

25-2-86

Presentación del libro: «Memoria» de Santiago Alvarez

Salón de Actos de la ACE

Santiago Alvarez Lauro Olmo

18-3-86

Presentación de la Novela: REENCUENTRO de: Teresa Barbero

Salón de Actos de la ACE

Meliano Peraile

21-5-86

Producción Editorial del Instituto de Cultura de la Diputación de Jaén

Salón de Actos de laAC

Agustín Colodro Ortuño Andrés Sorel Manuel Andújar Antonio Martínez-Menchén Fa=yRubio

29-5-86

Charla Coloquio sobre LITERATURA CUBANA CONTEMPORANEA

Salón de Actos de la ACE

Pablo Armando Fernández Lisandro Otero Luis Suardiaz Miguel Barnet Abel Prieto

8-6-86

Mesa Redonda: LOS ESCRITORES y EL I.V.A.

Salón de Actos del Ateneo

Andrés Sorel Kalikatres Un representante del Mº de Cultura Un representante del Mº de Hacienda Pepe Siles

10-6-86

Presentación de la obra: «CAMINO DE BULGARIA» a cargo de su autora

Salón de Actos de laACE

Carmen de la Torre Vivero

24-11-86

Presentación de la Poesía de MANUELPACHECO

Salón de Actos de la ACE

Gregorio González Perlado El Autor

17-2-87

Presentación del libro: Viaje de Amor a Al-Andalus de Antonio Holgado Sabio

Salón de Actos de laACE

Meliano Peraile Antonio Holgado Sabio

23-2-87

Presentación del libro: LAS ELECCIONES GENERALES y AUTONOMICAS DE JUNIO DE 1986 EN ANDALUCIA de: Enrique Soria

Salón de Actos de laACE

Javier Tusell Enrique Soria

165


166

PRINCIPALE S ACTOS ORGANIZADOS POR LA ACE

~

Tema

~

Participantes

5-3-87

Presentación del libro: NADA, ESTE ES EL MUNDO de: Nicolás del Hierro

Salón de Actos de laACE

Meliano Peraile Nicolás del Hierro

9-4-87

Monográfico de la revista: CRUZ ROJA. «Los escritores ante los Derechos Humanos»

Asamblea Suprema Cruz Roja Española

Leocadio Marín Andrés Sorel Rafael Canogar Raúl Guerra Garrido Juan Francisco Polo Juan Lozano

Clausura del VIII Congreso de de Europa

Centro Cultural de la Villa de Madrid

11-5-87

Número monográfico de la Revista «República de las, Letras», dedicada a la literatura de Finlandia.

Biblioteca Nacional.Fonoteca

29-2-88

Presentación del n 220 de «República de las Letras» dedicado a la LEY DE PROPIEDAD INTELECTUAL

Salón de Actos de laACE

11-3-88

Presentación de la Novela : FUENTES FUGITIVAS de: Meliano Peraile

Biblioteca Nacional

10-5-87

Escritor~s

Andrés Sorel Ursula Ojanen y Joaquín Fernández Johan Bargun Jarkko Laine MaIja-Leena Rautalin Carolus Lassila

José Mª de Areilza Florencio Martínez Ruiz Víctor Alperi Meliano Peraile

14-4-88

Homenaje a CESAR VALLEJO (En el 50 aniversario de su muerte)

Salón de Actos de laACE

Carlos Meneses Fernando Quiñones

15-4-88

Homenaje a CESAR VALLEJO (En el 50 aniversario de su muerte)

Salón de Actos de la ACE

FannyRubio Gonzalo Santonja

20-4-88

Presentación del Libro de: Encarna León «EL VUELO DE LA SED»

Salón de Actos de la ACE

Miguel Fernández

9-5-88

La Situación de las Letras Españolas: LA NOVELA

Salón de Actos de laACE

Francisco Ayala Juan García Hortelano


PRINCIPALES ACTOS ORGANIZADOS POR LA ACE ~

Imnil

l&oJ.:

fw:ti.!;:iDi!nt!;.l~

10-5-88

La situación de las Letras Españolas: LA NOVELA

Salón de Actos de laACE

Jesús Pardo Raúl Guerra Garrido José M~ Merino Isaac Montero

16-5-88

La situación de las Letras Españolas: LA NOVELA

Salón de Actos de laACE

Manuel Andújar Luis Mateo Díez Enrique Murillo

17-5-88

La situación de las Letras Españolas: LA NOVELA

Salón de Actos de laACE

Juan Cruz Ramón Hernández José M! Vaz de Soto

23-5-88

La Situación de las Letras Españolas: EL CUENTO

Salón de Actos de la ACE

Alfonso Martínez-Mena Ana M! Navales Meliano Peraile

24-5-88

La situación de las Letras Españolas: EL CUENTO

Salón de Actos de laACE

Jorge Ferrer Vidal-Turrul Antonio Ferres Antonio Martínez Menchén

30-5-88

La situación de las Letras Españolas: EL CUENTO

Salón de Actos de la ACE

Fernando Quiñones Rodrigo Rubio Elena Soriano

31-5-88

La situación de las Letras Españolas: EL CUENTO

Salón de Actos de laACE

Víctor Alperi Angel Palomino Soledad Puertolas

9-6-88

Presentación del Libro: FRAGMENTOS DE EPICA de Francisco Gómez Porro

Salón de Actos de laACE

Lauro Olmo Raúl Carbonell Francisco Gómez Porro

21-11-88

La Situación de las Letras Españolas: LAPOESIA

Salón de Actos de la ACE

José Corredor Matheos José Antonio Rey Ana Rossetti

22-11-88

Encuentro de Escritores de Finlandia y España

Salón de Actos de laACE

23-11-88

Encuentro de Escritores de Finlandia y España

Salón de Actos de laACE

Clas Zilliacus Johan Bargum Marja-Leena Rautali Anja Harvilahti Ursula Ojanen

28-11-88

La Situación de las Letras Españolas: LAPOESIA

Salón de Actos de laACE

Carlos Alvarez Antonio Gamoneda Juan Mollá

167


168

PRINCIPALES ACTOS ORGANIZADOS POR LA ACE

~

Tema

L1uuu:

Participantes

29-11-88

La situación de las Letras Españolas: LAPOESIA

Salón de Actos de la ACE

Rafael de Cózar Antonio Hernández Clara Janés

30-11-88

La situación de las Letras Españolas: LAPOESIA

Salón de Actos de la ACE

Luis López Alvarez Pureza Canelo José Luis Giménez-Frontín Manuel Mantero

12-12-88

La Situación de las Letras Españolas: EL TEATRO

Salón de Actos de laACE

Fermín Cabal Lauro Olmo Mª Josep Ragué

13-12-88

La situación de las Letras Españolas: EL TEATRO

Salón de Actos de la ACE

José Luis Alonso de Santos José Monleón

15-12-88

Salón de Actos Homenaje a cinco Fundadores de la ACE: Angel María de Lera de la ACE Jesús Fernández Santos Daniel Sueiro Francisco García Pavón Eduardo de Guzmán

Rafael Conte Gregorio Gallego Isaac Montero Andrés Sorel

12-1-89

Coloquio en torno al libro de Poemas: LA RAMA de: Pedro Antonio Urbina

Salón de Actos de laACE

José Antonio Millán Alba Tomás Fernández del Pino José Miguel Nieto Pedro Antonio Urbina

6-2-89

Presentación del libro: de Carlos Etxeba: YELMO y ESPADA

Salón de Actos de la ACE

Ramón Esteban Ferrero Jesús Fernández Carlos Etxeba

18-2-89

Coloquio sobre la política cultural en Polonia

Salón de Actos de laACE

Andrzej Wasilewski

7-4-89

Presentación del libro: POEMAS AL VIENTO de: Francisco Sánchez Ortega

Salón de Actos de laACE

Mª Teresa Sempere Jaén Manuel Rodríguez Maciá

20-4-89

Presentación de la trilogía Salón de Actos de Agustín Lafourcade de laACE «TEORIA Y PRACTICA DE PSICOLOGIA FUNDAMENTAL"

Carlos Gurmendez Agustín Lafourcade

3-5-89

Presentación del libro: Salón de Actos A LA MUJER DEL RIO ANCHO de la ACE de: Eduardo Bernabéu

Eugenio Suárez Galván Andrés García Madrid Meliano Peraile Eduardo Bernabéu


PRINCIPALES ACTOS ORGANIZADOS POR LA ACE ~

:fimn

Ll!o!:

Participantes

16-5-89

Recital poético de: ALFREDO GOMEZ GIL

Salón de Actos de laACE

Carlos Alvarez

30-5-89

Presentación de la novela de: MANUEL LAMANA «Otros Hombres»

Centro Cultural de la Villa

Javier Pradera Nicolás Sánchez Albornoz Manuel Lamana

14-2-90

Presentación de la Novela GARIBALDI ESTA CANSADO de: Angel García Ronda

Biblioteca Nacional

Enrique Múgica Herzog

6-3-90

Presentación del número monográfico de la Revista República de las Letras LITERATURA SUECA

Embajada de Suecia

Francisco J. Uriz Excmo.Sr. Ulf Hj ertonsson

17-4-90

Presentación del libro : HOMBRES EN LA CARCEL de: Gregorio Gallego

Ateneo de Madrid

Eduardo de Guzmán Lauro Olmo Andrés Sorel

26-4-90

«EL VIEJO MUNDO ... Y OTRA Salón de Actos VEZ EL MAR» (Recuerdos de de laACE viajes y de teatro) de Carlos Miguel Suárez Radillo

3-5-90

Santiago Alvarez «ENSAYOS HISTORICOPOLITICOS»

Salón de Actos de laACE

El autor

24-5-90

Conferencia del Hispanista Checoslovaco VLADIMIR OLERINY «TRADUCTOR Y SOCIEDAD»

Salón de Actos de la ACE

Vladirmir Oleriny

30-5-90

Un encuentro con la Poesía Noruega en España

Centro Cultural de la Villa de Madrid Sala II

31-5-90

Eduardo Bernabéu Terroba «SUEÑOS> FORJA Y LEGAMO"

Salón de Actos de la ACE

Antonio D.Olano Melanio Peraile Eduardo Bernabéu

11-12-90

LIBRO DEL MAL AMOR de: Etelvina Estrada

Salón de Actos

Rafael Soto Verges

Juan Pérez Carmona

169


JORNADAS ANUALES ORGANIZADAS CONJUNTAMENTE POR LA AsOCIACION COLEGIAL DE ESCRITORES DE ESPAÑA y LA FACULTAD DE FILOLOGIA DE LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE

Año 1985 CULTURA Y LITERATURA DIEZ AÑos DESPUES DE FRANCO (1975-1985) 1. CULTURA Y PENSAMIENTO

Elias Díaz, Carlos París, Jos é Luis Sampedro. 2. CREACION, DIFUSION y COMUNICACION Andrés Sorel, Manuel Vázquez Montalbán y Jesús Ibáñez. 3. EVOLUCION DE LA NARRATIVA Darío Villanueva, Juan García Hortelano, José Manuel Caballero Bonald. 4. LAS ESCRITORAS DE LA LITERATURA DE HOY Carmen Ri era, Ana María Moix y Montserrat Roig. 5. LA EVOLUCION DE LA POESIA EN LOS ULTIMOS DIEZ AÑos Fanny Rubio, Antonio Hernández y Juan Mollá.

6. LA EVOLUCION DEL TEATRO Andrés Amorós, Lluis Pasqual y La ura Olmo. 7. LA LITERATURA QUE VIENE José María Merino, Antonio MartínezMenchén y Luis Mateo Díez. Año 1986 LA GUERRA CIVIL: CULTURA y LITERATURA 1. FORMAS POETICAS POPULARES EN

LA GUERRA Miguel García Posada (Ponente ), Luis Rosales, Leopoldo de Luis.

2. PRODUCCION LITERARIA DURANTE LA GUERRA Aurora de Albornoz (Ponente), Carmen Conde, José Luis Moreno-Ruiz.

3. LA REPRESION CULTURAL Andrés Sorel (Ponente), Manuel Andújar, José Esteban.

4. TEORIA CULTURAL EN LA GUERRA Gonzalo Santonja (Ponente), Eduardo de Guzmán, Ernesto Giménez-Caballero. 5. VISIONES DE LA GUERRA Rafael Conte (Ponente), Gregorio Gallego, José Fernández Castro, Dolores Medio. 6. VIVENCIAS INFANTILES DE LA CONTIENDA Santos Sanz Villanueva (Ponente), Juan García Hortelano, Jesús Fernández Santos. 7. EL ECO DE LA GUERRA Fernando Valls (Ponente), Pilar Cibreiro, Julio Llamazares.

8. COLOQUIO GENERAL Todos los escritores participantes en los debates del ciclo. Año 1987 ULTIMAS TENDENCIAS DE LA LITERATURA ESPAÑOLA 1. ¿UN LECTOR COSMOPOLITA?

Andrés Amorós, Jo sé Antonio Fortes , Gonzalo Santonja. 2. ¿COLONIZACION LITERARIA? José M. Caballero Bonald, Jesús Pardo , Andrés Sorel. 3. ¿UNA LENGUA MAS POBRE? Julio Llamazares, Jesús Sánchez Lobato, Alonso Zamora Vicente. 4. ¿NUESTRA REALIDAD AUSENTE? Juan García Hortelano, Isaac Montero , Domingo Ynduráin. 5. ¿SUBJETIVIDAD O GENEROS? Luis Mateo Díez, Santos Sanz Villanueva, Manuel Vázquez Montalbán.


JORNADAS ANUALES ORGANIZADAS CON JUNTAMENTE ... 6. ¿CLASICISMO O VANGUARDIA? Félix Grande, Fanny Rubio, Luis Antonio de Villena. 7. ¿ENSAYO, CIENCIA O CREATIVIDAD? Carlos París, Luis Racionero, Eugenio Trías. 8. LITERATURA Y SOCIEDAD. ¿COINCIDENCIA O DISFUNCION? Guillermo Carnero , José María Merino , Lourdes Ortíz. 9. DEBATE «ULTIMAS TENDENCIAS DE LA LITERATURA ESPAÑOLA" Todos los escritores y profesores que han tomado parte anteriormente en el ciclo. Año 1988 PORTUGAL Y ESPAÑA: DOS SOCIEDADES, DOS TRANSICIONES, DOS LITERATURAS

1. TRAS LA REVOLUCION DE LOS CLAVELES Y LA MUERTE DE FRANCO Ponente: JULIO RODRIGUEZ PUERTO LAS Intervienen: JOSE SARAMAGO , URBANO TAVARES RODRIGUES , JOSE LUIS GIMENEZ FRONTIN , RAUL GUERRA GARRIDO. 2. EL COMPROMISO POLITICO Ponente: ANDRES SOREL Intervienen: BAPTISTA-BASTOS, JOAO DE MELO , JOSE LUIS SAMPEDRO, MANUEL VAZQUEZ MONTALBAN. 3. EL PESO DE LA SOCIEDAD RURAL Ponente: JOSE ANTONIO FORTES Intervienen: JOSE CARDOSO PIRES, LIDIA JORGE, J. M. CABALLERO BONALD, JOSE JIMENEZ LOZANO. 4. EL PAISAJE URBANO Ponente: CARLOS CASARES Intervienen: ANTONIO LOBO ANTUNES , EGITO

171

GON<;:ALVES, JUAN GARCIA HORTELANO, JESUS PARDO. 5. PESSOA Y LA GENERACION DEL 27 Ponente: PILAR VAZQUEZ CUESTA Intervienen: AGUSTINA BESSA-LUIS, DAVID MORAO FERRERIRA, CARLOS BOUSOÑO , JOSE AGUSTIN GOYTISOLO. 6. LA POESIA ACTUAL Ponente: CESAR ANTONIO MOLINA Intervienen: MARIA DE GLORIA PEDRAO, JOSE MANUEL MENDES, ANTONIO HERNANDEZ, JESUS MUNARRIZ. 7. LAS ULTIMAS TENDENCIAS Ponente: PABLO DEL BARCO Intervienen: FERNANDO ASSIS PACHECO , JULIO CONRADO, LUIS MATEO DIEZ , LUIS GARCIA MONTERO. 8. PUBLICACIONES LITERARIAS Mesa-redonda Intervienen: CLARA ROCHA, PERFECTO CUADRADO FERNANDEZ, J.A. GABRIEL Y GALAN, VICTOR DE LA CONCHA, MIGUEL RIERA. 9. CULTURA IBERICA Y EUROPEA Ponente: CESAR ALONSO DE LOS RIOS Intervienen: OSCAR LOPES , EDUARDO LOREN<;:O , JOSE MARIA MERINO, ISAAC MONTERO. Año 1989 1939-1989 MEDIO SIGLO DE LITERATURA EN ESPAÑA 1 LA EPOCA FASCISTA

1. CULTURA Y LITERATURA Ponente: JULIO RODRIGUEZ PUERTOLAS Testimonios: Mi experiencia de escritor. F. VIZCAINO CASAS. El humor como defensa. GREGORIO GALLEGO. El exilio interior.


172

JORNADAS ANUALES ORGANIZADAS CON JUNTAMENTE ...

VAS Ponente: ANGELBASANTA Testimonios: Mi experiencia de escritor. C.J. CELA. La familia de Pascual Duarte. J.M. GIRONELLA Los cipreses creen en Dios. LUIS ROMERO. La Noria.

Ponente: CARLOS PARIS Testimonios: Mi experiencia de escritor. ANTONIO MARTINEZ-MENCHEN. Técnicas narrativas. J. M. CABALLERO BONALD. El boom latinoamericano. MANUEL VAZQUEZ MONTALBAN. Literatura y cultura de masas.

3. LA POESIA. TENDENCIA DE LA LIRI-

2. LA NOVELA: DE LA VIDA A LA CREA-

CA Ponente: VICTOR GARCIA DE LA CONCHA Testimonios: Mi experiencia de escritor. LUIS LOPEZ ANCLADA. Indicios de la rosa. CARLOS BOUSOÑO. Subida al amor. JOSE HIERRO. Alegría.

CION AUTONOMA Ponente: SANTOSSANZVILLANUEVA Testimonios: Mi experiencia de escritor. JUAN BENET. Volverás a Región. LUIS GOYTISOLO. Recuento. JUAN GOYTISOLO. Señas de identidad. RAUL GUERRA GARRIDO. Lectura insólita de El Capital.

2. LA NOVELA TENDENCIAS NARRATI-

11 LA LITERATURA DE LA RESISTENCIA 1. CULTURA Y LITERATURA

Ponente: JOSE ANTONIO GOMEZ MARIN Testimonios: Mi experiencia de escritor. MELIANO PERAILE. El cuento. CARLOS EDMUNDO DE ORY. La poesía. LAURO OLMO. El teatro. 2. LA NOVELA. LA NARRATIVA DEL TES-

TIMONIO Ponente: FERNANDO VALLS Testimonios: Mi experiencia de escritor. RAMON CARNICER. Donde las Hurdes se llaman Cabrera. ARMANDO LOPEZ SALINAS. La Mina. RAMON NIETO. La Cala. 3. LA POESIA. LA LIRICA COMO ARMA DE COMBATE Ponente: CARMERIERA Testimonios: Mi experiencia de escritor. GUSTAVO DOMINGUEZ. La obra de Gabriel Celaya. ANGEL CRESPO. El bosque transparente. JOSE A GOYTISOLO. Años decisivos. III REDESCUBRIMIENTO DE LA INTIMIDAD Y DE LA FORMA 1. LA CULTURA EN LOS AÑos 60 y 70

3. LA POESIA: ANTES y DESPUES DE LOS

NOVISIMOS Ponente: GUILLERMO CARNERO Testimonios: Mi experiencia de escritor. ANTONIO HERNANDEZ. El mar es una tarde con campanas. ANTONIO MARTINEZ SARRION. Pautas para conjurados. JESUS MUNARRIZ. Viajes y estancias. IV LA BUSQUEDA DE LA LITERATURA ACTUAL 1. CULTURA Y LITERATURA A PARTIR

DE 1975 Ponente: DOMINGO YNDURAIN Testimonios: Mi experiencia de escritor. AGUSTIN GARCIA CALVO. El lenguaje. LOURDES ORTIZ. La mujer. ANTONIO GAMONEDA La provincia. 2. ULTIMO S TIEMPOS. LA NOVELA Ponente: SANTOS ALONSO Testimonios: Mi experiencia de escritor. LUIS MATEO DIEZ. La fuente de la edad. JUAN GARCIA HORTELANO. Gramática parda. JOSE MARIA MERINO. El caldero de oro.


JORNADAS ANUALES ORGANIZADAS CONJUNTAMENTE.. . 3. ULTIMOS TIEMPOS. LA POESIA Ponente: JOSE LUIS GARCIA MARTIN Testimonios: Mi experiencia de escritor. FRANCISCO BRINES. El otoño de las rosas. LUISA CASTRO. Baleas e baleas. LUIS GARCIA MONTERO. Diario cómplice. V LITERATURA Y SOCIEDAD: CUATRO TEMAS 1. LA CREACION LITERARIA EN EL EXILIO Ponente: FRANCISCO CAUDET Testimonios: Mi experiencia de escritor. MANUEL ANDUJAR. Vísperas. FRANCISCO AYALA. La cabeza del cordero. ROSA CHACEL . Memorias de Leticia Valle. 2. LA CENSURA Ponente: MANUEL L. ABELLAN Testimonios: Mi experiencia de escritor. FRANCISCO CANDEL. La autocensura. ALFONSO SASTRE. El teatro. ANDRES SOREL. La novela. 3. LITERATURA Y NUEVOS MEDIOS DE EXPRESION Ponente: JENARO TALENS Testimonios: Mi experiencia de escritor. J. ANTONIO LABORDETA. Literatura y canción. CESAR ANTONIO MOLINA. Literatura y periodismo. ISAAC MONTERO. Literatura y TV.

173

JOSE MONLEON FANNYRUBIO 2. BLAS DE OTERO Jueves, 18 de mayo ANTONIO CHICHARRO EUGENIO DE NORA CLAUDIO RODRIGUEZ 3. LUIS MARTIN SANTOS Viernes, 19 de mayo CARLOS CASTILLA DEL PINO SALVADOR CLOTAS JOSECARLOSMAINER 4. MIGUEL DELIBES Sábado, 20 de mayo MANUEL ALVAR CESAR ALONSO DE LOS RIOS JOSE JIMENEZ LOZANO

Año 1990 PERESTROIKA y LITERATURA PERESTROIKA y LITERATURA La Sociedad del Año 2000 GUSTAVO VILLAPALOS* FERNANDO MORAN JAVIER GARCIA SANCHEZ YURICHERNICHENKO HELGA KONIGSDORF LITERATURA EN LA URSS JOSE FERNANDEZ LEV ANINSKY YURICHERNICHENKO

4. RECUPERACION DE LAS OTRAS LITERATURAS ESPAÑOLAS Ponente: CARLOS CASARES Testimonios: Mi experiencia de escritor. ROBERT SALADRIGAS. Cataluña. JON .nJARISTI. Euskadi. XOSE LUIS MENDEZ FERRIN. Galicia.

LITERATURA EN LA REPUBLICA DEMOCRATICA ALEMANA

VI HOMENAJES

LITERATURA EN RUMANIA Y BULGARIA

JAIME RETOLAZA JOSE LUIS SAGÜES JOSE LUIS REINA RICHARD PIETRASS HELGA KONIGSDORF

.)

1. RAFAEL ALBERTI Miércoles, 17 de mayo ROBERT MARRAST

EUGENIA POPEANGA .nJAN EDUARDO ZUÑIGA ILEANA MALANCIOIU


174

JORNADAS ANUALES ORGANIZADAS CONJUNTAMENTE ...

DIMITAR SHUMNALIEV SIME0N YANEV LITERATURA EN POLONIA Y HUNGRIA JUAN CARLOS VIDAL JOSE LUIS REINA ADAM ZAGAJEWSKI MIHALYDES

EL COMPROMISO DEL ESCRITOR MANUEL VAZQUEZ MONTALBAN* LOURDES ORTIZ* RICHARD PIETRASS DIMITAR SHUMNALIEV ADAM ZAGAJEWSKI Preside: JUAN PABLO FUSI* LOS PROBLEMAS PROFESIONALES

EL DEBATE ESTE-OESTE JORGE SEMPRUN* ALFONSO SASTRE ANDRES SOREL LEV ANINSKY ILEANA MALANCIOIU . LAS VANGUARDIAS LITERARIAS LUIS GARCIA MONTERO CARLOS PARIS IVANSTRTKA SIMEON YANEV

Encuentro entre participantes de los Países del Este y escritores de la A. C. E. Preside: RAUL GUERRA GARRIDO LITERATURA EN CHECOSLOVAQUIA CLARAJANES IVANSTRTKA Moderación y coordinación: ANDRES SOREL Asociación Colegial de Escritores JOSE LUIS SAGÜES Facultad de Filología


ACTOS ORGANIZADOS POR LA AsOCIACION COLEGIAL DE ESCRITORES DE ESPAÑA CON OTRAS ENTIDADES CULTURALES

ESCRITORES ANTE EL QUINTO CENTENARIO En colaboración con la Sociedad Estatal Quinto Centenario Participantes Abril 1989

Escritores ante el Quinto Centenario

Taller de Debates

Carlos Contramaestre (Venezuela) BIas Matamoro (Argentina) Carlos Meneses (Perú) Martha Mercader (Argentina) Cristina Peri Rossi (Uruguay) Pedro Shimose (Bolivia) César Alonso de los Ríos Felipe Mellizo Isaac Montero Fernando Quiñones Andrés Sorel Elena Soriano

Literatura Hispanoamericana en España Literatura Española en Hispanoamérica

Alfredo Bryce Echenique (Perú) Daniel Moyano (Argentina) Manuel Andújar José M. Caballero Bonald

Presente y Futuro de la Lengua Castellana

Salvador Garmendia (Venezuela) Horacio Vázquez Ríal (Argentina) José María Merino José María Vaz de Soto

PRIMERAS JORNADAS «ESCRITORES Y TELEVISION» En colaboración con la Dirección de Relaciones Exteriores de TVE 'Noviembre 1989

1. PROGRAMAS DE T.V. SOBRE LIBROS Y LITERATURA

Ponente Análisis

CARMERIERA MAURICIO CASCAVILLA. Programas Libros RAI Experiencias CARLOS VELEZ (Crítica y entrevista en los programas de libros) MANUEL SERRANO (Política televisiva en los programas de libros)

Ponente Análisis

RAMON GOMEZ REDONDO ROLAND NEIL: APOSTROPHES Experiencias JAVIER MARIAS (Crítica y entrevista en los programas de libros) VICENTE PARRA (.política televisiva en los programas de libros)

MESA REDONDA Rubén Caba Gregorio Gallego Antonio Hernández


ACTOS ORGANIZADOS POR LA ACE y OTROS ...

176

2. INFLUENCIAS DE LA LITERATURA EN T.v. y DE LA T.v. EN LITERATURA Ponente Análisis

ROMAN GUBERN ALVARO DEL AMO El tratamiento de la literatura en T.V. Experiencias MIGUEL RUBIO (Elementos audiovisuales en la literatura) CARLOS PARIS (T.V. y la formación de una nueva sensibilidad en el público)

Ponente Análisis

FELIX DE AZUA JAVIER SADABA El tratamiento de la literatura en T.V. Experiencias MIGUEL BILBATUA (Elementos audiovisuales en la literatura) FELIPE MELLIZO (T.V. Y la formación de una nueva sensibilidad en el público)

MESA REDONDA Jesús Pardo Cristina Peri Rossi Javier Tomeo

3. SERIES ORIGINALES PARA T.V. HECHAS POR ESCRITORES Ponentes

MANUEL VAZQUEZ MONTALBAN Análisis FRANCISCO J . URIZ El mundo de Ingmar Bergman MERCEDES JUSTE La Tierra de Egdar Reitz Experiencias ANTONIO MARTINEZ MENCHEN (Tiempo y espacio en las series originales) GONZALO VALLEJO (Imposiciones de la industria y de la audiencia en las series originales)

JAIME DE ARMIÑAN JUAN MADRID La narrativa de Steven Bochco Experiencias LOLA SALVADOR (Tiempo y espacio en las series originales) JUAN ANTONIO BARDEM (Imposiciones de la industria y de la audiencia en las series originales) Ponente Análisis

MESA REDONDA Narciso Ibáñez Serrador Jesús Pardo Meliano Peraile Horacio Vázquez Ríal


ACTOS ORGANItADOS POR LA ACE y OTROS ...

177

4. ADAPTACIONES DE OBRAS LITERARIAS REALIZADAS POR T.V. Ponente Análisis

ARTURO AZUELA SANTOSSANZ VILLANUEVA (Adaptaciones populares) Experiencias ISAAC MONTERO (Géneros literarios. Personajes y ambientes) MARIOCAMUS (Trasladar o adaptar: el guión televisivo)

Ponente Análisis

JOSE LUIS CUERDA CHARLES STURRIDGE Retorno a Bridshead Experiencias GONZALO SUAREZ (Géneros literarios. Personajes y ambientes) MANUEL PEREZ ESTREMERA . (Trasladar o adaptar: el guión televisivo)

MESA REDONDA Manuel Andújar Rafael de Cózar Pedro Gil Paradela José Luis Guarner Raúl Guerra Garrido Carmen Riera Elena Soriano 'I{!

5. LENGUA ESPAÑOLA, LITERATURAS IBEROAMERICANAS Y SU PROYECCION EN LA T.V. MUNDIAL. Ponente URBANO TAVARES Análisis EDUARDO SOTILLOS Experiencias JOSE MARIA MERINO (Lengua común: factores culturales de integración) CARLOS GORTARI (El dominio audiovisual estadounidense)

DANIEL MOYANO ROSITAPERU Directora de Univisión. USA. Experiencias J.M. CABALLERO BONALD (Lengua común: factores culturales de integración) MIGUEL LI'ITIN (El dominio audiovisual estadounidense)

Ponente Análisis

MESA REDONDA Leopoldo Castilla Armando López Salinas Juan Mollá Alberto Moneada DEBATE GENERAL Presentan los resúmenes de las mesas para intervenir debates: ISAAC MONTERO CARLOS GORTARI Coordinación y moderación: ANDRES SOREL.

Participan en los debates: SALVADOR AGUSTI JOSE CORREDOR MATHEOS PILAR ENCISO JOSE MARIA GONZALEZ SINDE FELIX GRANDE MANUEL GUTIERREZ ARAGON LUISMEGINO LAURO OLMO PEDRO SHIMOSE DARlO VILLANUEVA


ACTOS ORGANIZADOS POR LA ACE y OTROS ... LA TRADUCCION LITERARIA En colaboración con la Escuela Oficial de Idiomas Noviembre-diciembre 1989

Miguel SAENZ «Thomas Bernhard o la traducción desesperada de una literatura de la desesperación» Julián MARIAS «La sombra de la creación». Carlos GARCIA GUAL «La traducción de los textos clásicos». Teresa GALLEGO e Isabel REVERTE «Traducciones de juegos de palabras. Pilar VAZQUEZ CUESTA «La traducción literaria del portugués». MESA REDONDA: «La labor del traductor».

Esther BENITEZ «Dos versiones de un mismo texto: Alberto Moravia». Juan 1. PRECIADO «La traducción del chino». Lourdes ORTIZ «Escribir y traducir». ClaraJANES «Lo traducible y lo intraducible en poesía». Eustaquio BARJAU «Traducir poesía: entre la traición y la recreación».

Coordinador: JUAN VICTORIO


ACTOS ORGANIZADOS POR LA ACE y OTROS .. .

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NOVEDADES LITERARIAS EN LAS BIBLIOTECAS PUBLICAS DEL ESTADO

En colaboración con la Dirección General del Libro y Bibliotecas Centro de las Letras Españolas Noviembre 1989-mayo 1990 NOVEDADES LITERARIAS EN LAS BIBLIOTECAS PUBLICAS

MERCEDES ABAD. Felicidades conyugales. Sevilla. Cádiz. MANUEL ANDUJAR. Mágica fecha. Madrid. Oviedo. RAFAEL ARGULLOL. Desciende, río invisible. Castellón. Madrid.

LillS LANDERO. Juegos de la edad tardía. Badajoz. Madrid. LORENZO MARTIN DEL BURGO. El sueño del psicoanalista. Logroño. Madrid. JAVIER MEMBA. Homenaje a Kid Valencia. Logroño. Sta. Cruz de Tenerife. ANTONIO MUÑOZ MOLINA. Diario del Nautilus. Jaén. Sevilla. PREMIO NADAL. Madrid. Alicante.

FRANCISCO CASTAÑO. Fragmentos de un discurso enamorado. Oviedo. Logroño.

JORGE RIECHMANN. Cuadernos de Berlín. Madrid.

RAFAEL CONTE. Yo, Sade. Cádiz. Cáceres. ROSA CHACEL. Estación de ida y vuelta. Guadalajara. Madrid.

JULIAN RIOS . Impresiones de Kitag (la novela pintada). Mondadori. Santa C. de Tenerife. Vitoria.

LUIS MATEO DIEZ. Las horas completas. Guadalajara. Palencia.

PREMIO HERRALDE. MIGUEL SANCHEZOSTIZ. La gran ilusión. Oviedo. Madrid.

FELIPE HERNANDEZ . Alicante. Cádiz.

LUIS A. DE VILLENA. Yo, Miguel Angel. Guadalajara. Madrid.

Naturaleza.


il


RELACIÓN DE ASOCIADOS



RELACIÓN DE ASOCIADOS

1. Angel María DE LERA GARCIA. 2. Francisco GARCIA PA VON. 3. Gregorio GALLEGO GARClA. 4. Ramón ~RNANDEZ. 5. Eduardo DE GUZMAN. 6. Agustín LAFOURCADE. 7. Juan MOLLA. 8. Angel PALOMINO. 9. Ramón SOUS. 10. Daniel SUERO. 11 . Manuel ANDUJAR. 12. Rodrigo RUBlO. 13. Julio MANEGAT. 14. Evaristo ACEVEDO. 15 . José CAROL. 16. Nicolás SALAS. 17. Amalia Sofía OSORIO. 18. Raúl GUERRA GARRIDO. 19. Víctor ANDRESCO. 20. Alberto ALVAREZ DE ClENFUEGOS. 21. José Luis ABELLAN. 22. Francisco GARCIA RUESCAS. 23. Salustiano MASO. 24. José María GONZALEZ RUIZ. 25. Ricardo FERNANDEZ DE LA REGUERA. 26. Susana MARCH. 27 . Carmen CONDE. 28. Sebastián BAUTISTA DE LA TORRE. 29. José Luis CANO. 30. Manuel VlLLAR RASO. 31. Pedro Víctor DEBRIGODE. 32. Manuel QUlROGA CLERIGO. 33. Agustín BARTRA. 34. Antonio BENEYTO. 35. Marcella DE JUAN. 36. Ernesto GlMENEZ CABALLERO. 37. Javier COSTA CLAVELL. 38. Dolores MEDrO ESTRADA. 39. Alfonso lNIESTA CORREDOR. 40. Enrique BADOSA. 41. Concha GUTlERREZ DE MARCO. 42. Juan José ALONSO MlLLAN.

43. 44. 45. 46. 47.

Ana MURIA ROMANL Rafael ABELLA. Ramón GRABALOSA. Aurora DlAZ-PLAJA. Francisco ALVARO GONZALEZ. 48. Rafael BARBERAN. 49. Isaac MONTERO. 50. Sebastián Juan ARBO. 51. José Luis NA VAS. 52. Meliano PERAlLE. 53. Arsenio OLCINA ESTEVE. 54. Federico TORRES YAGÜES. 55. Manuel GARCIA vIÑO. 56. María Reyes LAFFITE. 57. Mariano SANCHEZ DE PALACIOS. 58. Enrique SANCHEZ PASCUAL. 59. Marisa MARTINEZ ABAD. 60. Antonio VERA RAMIREZ. 61. Vicente HERNANDEZ PONCIANO. 62. Juan Antonio ZUNZUNEGUI. 63. Enrique JARNES. 64. Esteban PUJALS. 65. Clotilde MENDEZ SIMON. 66. Emilio ROMERO. 67. Alejandro NUÑEZ ALONSO. 68. Alfredo CASTRO. 69. Mercedes SAUSACHS. 70. José Antonio DE SOBRINO. 71. Pedro SANCHEZ PAREDES. 72. Juan José PLAN S. 73. Juan M. RUIZ. 74. María del Carmen NA VAS SANZ. 75. Emilio GONZALEZ DE HERVAS. 76. José GONZALEZ RODRIGUEZ-BALADO. 77. Antonino GONZALEZ MORALES. 78. María Teresa MARCH. 79. Antonio ClLLERO. 80. Carmen VAZQUEZ-VIGO. 81. Miguel SANCHEZ SAAVEDRA. 82: Juan Emilio ARAGONES.

183

83. José MENDEZ HERRERA. 84. María Dolores PEREZ-LUCAS. 85. Rafael HERRERO MINGORANCE. 86. Carmen DE VILLALOBOS. 87. Eduarda TARGIONI. 88. Restituto SlERRA BRAVO. 89. Joaquín GRAU. 90. María Concepción LINARES MARTlN. 91. Carmen ESPAÑOL. 92. Carmen DE RAFAEL MARES. 93. Cástulo CARRASCO MARTINEZ. 94. Alfonso LOPEZ GRADOLI. 95. Joaquín ENTRAMBASAGUAS. 96. Miguel VIDAL. 98. Fernando VADlLLO ORTIZ DE GUZMAN. 99. José COBOS JIMENEZ. 100. María Concepción SUAREZ DEL OTERO. 101. Iñigo Xavier DE ARANZADL 102. Luis GONZALEZ SANTOS. 103. Carlos.SAN ROMAN. 104. Pedro CABA LANDA. 105. María Luisa SANZ GUITlAN. 106. Fernando VIZCAlNO CASAS. 107. José Luis ARIAS. 108. José Manuel BLECUA. 109. Manuel ARCE LAGO. 110. Rafael MONTESlNOS. 111 . Carlos CASADO ALVAREZ. 112. Antonio MOLlNA SANCHEZ. 113. Lorenzo ANDREO RUBIO. 114. Liboria CASAS REGUErRO. 115. Pascual ENGUIDANOS USACH. 116. José REGUERA REGUERA. 117. Ricardo DE LA ClERVA. 118. Jaime MINlSTRAL MASIA. "11 9. Vicente SOTO. 120. Ramón CARNICER. 121. Alvaro LAIGLESLA. 122. Cecilia GARCLA GUILARTE. 123. Luisa.ALBERCA LORENTE. 124. Rafael AZUAR.


RELACIÓN DE ASOCIAIbOS

184 125. 126. 127. 128. 129. 130. 131 . 132. 133 . 134. 135. 136. 137. 138. 139. 140. 14 1. 142. 143. 144. 145. 146. 147. 148. 149. 150. 151. 152. 153. 154. 155. 156. 157. 158. 159. 160. 16 1. 162. 163. 164. 165 . 166.

Antonio GAMONEDA. 1. R. SAIZ V·IADERO. Pedro Antonio URBINA. Pedro Pablo PADILLA. Angel SAGARDIA. Jesús TOREADO. Antonio SEGADO DEL OLMO. Juana TRULLAS. Angel ZUÑIGA IZQUIERDO. Mariano SAN ILDEFONSO. Manuel HEREDlA Y LOZANO. Prado CASTELLANOS. Irene GARCIA GARCES. Fidel VELA. Miguel TELLEZ. Victoria SAU SANCHEZ. María Luisa MARTI MENASALBAS. Lui s MORENO lETO. Heleno SAÑA. Juan BASSEGODA ONELL. José FERNANDEZ CASTRO. Gu illermo DIA Z PLAJ A. Carmiña VERDEJO. Juan M. MARTINEZ DE DIEGO. José Ignacio DE ARRILLAGA. Isabel FLORES DE LEMUS. José Miguel ALZOLA. Manuel GARCI A BARQUERO. Vicenta CORTES ALO SO. Rafael LAPESA. Manuel GR IM ALT ALONSO. Joaquín DOMINGUEZ MARTIN. Lui s OTERO BRAVO. Gloria FUERTES. Rafael FLOREZ. José Manuel GONZALEZ PARAMO. Soledad GARCIA YNES. Manuel BARBAD rLLO. José DELlS SANCHEZ. Carolina TORAL PEÑA RAN DA. Jesús CASTAÑON. José FERNANDEZ GARC IA.

167. Florentino HERNAN DEZ GIRBAL. 16S. Pedro CRESPO. 169. Gregorio MARAÑON. 170. Jesús FUEYO. 171. Antonio IGUAL UBEDA. 172. Aurora LEZCANO. 173. Alicio GARCITORAL. 174. José María CARRASCAL. 175. Carlos MUÑIZ. 176. Osear MELENDEZ DE ARVAS. 177. Hermenegildo DE LA CORTE. 17S. Juan FERNANDEZ FlGUEROA. 179. Víctor MAlCAS. 180. María Pilar MORALES ROY . IS I. Delfín CARBONELL BASSET. IS2. Alfredo GOMEZ GIL. IS3. Manuel Bartolomé LO PEZ. IS4. Bonifacio SORiA MARCO. 185. Andrés MOLINA PRIETO. 186. Gabriel JULIA ANDREU. 187. Carmen DE LA TORRE. 188. José María VIQUEIRA. 189. Lui s JUNCEDA FERNANDEZ. 190. Manuel BALLESTEROS GA IBR OIS. 191. Rubén CABA. 192. Andrés QU INTAN ILLA BUEY. 193. Esteban PR ADOS DE PALACIOS. 194. Pedro LAIN ENTRALGO. 195. Carlos AREAN. 196. Jorge RUBIO GONZALEZ. 197. Juan BONET. 198. Santiago LOREN . 199. Joaquín Carl os LOPEZLOZANO. 200. Noel CLARASO. 20 1. José QU I TA A. 202. GasparTATOCUMM ING. 203. Luis RIPOLL ARBOS . 204. Antonio MINGOTE. 205. Enrique MENESES. 206. José ALB l. 207. Enrique MIRET MAGDALENA. 208. Mariano SANZ SANZ. 209. Efrén QUINTAN ILLA SA INZ.

2 10. 2 11. 2 12. 2 13. 2 14. 215. 2 16. 2 17. 2 18. 2 19. 220. 221. 222. 223. 224. 225. 226. 227. 228. 229. 230. 23 1. 232. 233. 234. 235 . 236. 237. 238. 239. 240. 24 1. 242. 243. 244. 245. 246. í247. 248. 249.

Eugenio COBO GUZMAN. Carlos IGLES IAS SELGAS. Alfonso DE URQUIJO. José ART IGAS RAMLREZ. Antonio ZOIDO. Manuel VILLAMOR CASARRUB IOS. Agustín DENTONE. Carlos DE LA RICA . José Luis G IMENEZFRONTIN. Josefi na ESCOLANO. Enrique SORDO LAMADRID. César ALLER. J. L. CASTILLO-PUCHE. Francisco MORENO BARO. Féli x ALVAREZ FERRERAS. Campio CA RPIO. Pedro ROCAMORA VALLS . Enriq ue CERDAN TATO. Angel ALCAZAR DE VELASCO. Manuel USEROS CARRETERO. Eutiquio PEÑA RiCA . Fernando GUTIERREZ. Juan Carlos MARTINI MARCHETTI. Juan CANO CANO. Lui s GONZALEZ DEL VALLE. Anton io Ll NAGE CON DE. Antonio COLI NAS. Manuel BETANZOS SANTOS. María Eugeni a RINCON DE DOLC. María Lui sa CERDA LAJOS. José Luis OLAIZOLA. Martín ALONSO PEDRAZ. An toni o FOSSATI CALV I. Laurentino ALEGRE CUETO. Osear CABALLERO. N. Alejandro VIGNATI. Antoni o CAST ILLEJO GARC IA. Alejandro CAMPOS RAM IREZ. Sagrari o TORRES CALDERON. Manuel BARR IOS GUTlERREZ.


RELACIÓN DE ASOCIADOS 250. 25 l. 252. 253. 254. 255 . 256.

Lauro OLMO. Pilar ENCISO. Víctor SALMADOR. Manuel BUÑUEL TALLADA. Leopoldo TORRES AURED. Andrés SOREL. José Antonio GARCIA BLANCO. 257. Alfonso GROSSO. 258. Víctor CLAUDIN. 259. Antonio FERRES. 260. Germán SANCHEZ ESPESO. 26 1. Julio OLLERO. 262. Juan Pablo ORTEGA. 263. Ricardo DOMENECH. 264. Demelrio CASADO. 265. Fanny RUBIO. 266. Gerardo LOPEZ DE AYALA. 267. Anton io MARTINEZ MENCHEN. 268. Angel MERINO. 269. Ana PEREZ HUMANES. 27 1. Armando LOPEZ SALINAS. 272. Carlos ALVAREZ. 273. José María ALVAREZ CRUZ. 274. Raúl TORRES. 275. Antoni o PALAU FERNANDEZ. 276. Julio RODRIG UEZ ARAMBERJ. 277. Víctor ALPER I. 278. José ESTEBAN. 279. Mahmund SAHB. 280. Clara JAN ES. 28 1. Mi guel VEYRAT. 282. Enrique DOMING UEZ MILLAN. 283. Acacia UCETA MALO. 284. Marcos PEREZ MARTINEZ. 285. Mercedes FORMICA. 286. José María VAZ DE SOTO. 287. Fernando ALVAREZ RUIZ. 288. José MARTIN RAMOS. 289. José F. MORATINOS IGLES IAS. 290. Agustín GARCIA ALONSO. 29 1. Guillermo CA RNERO. 292. Consuelo BERGES. 293. Rafael CASTELLANO. 294. José Antoni o GARCIA VIZCAINO.

295. Antonio PEREIRA. 296. José Luis CANCHO BELTRAN. 297. Francisco OLA YA MORALES . 298. Heliodoro LILLO LUTIEROTH. 299. Rafael SANCHEZ SEGURA. 300. Eduardo CASTRO. 30 1. Enrique NACHER. 302. Gabriel TROMPIZ. 303. Juan Antonio MARTINEZ GOMEZ-GORDO. 304. Julio GUTIERREZ SESMA. 305. Carlos MENESES. 306. Agustín CANTO N PERAL. 307. Anton io DE LAZARO y VALDES. 308. José BROTONS. 309. Aquilino DUQUE. 310. Abrahan GUlLLEN. 311 . Ignacio Antonio ACOSTA RUIZ. 312. Ricardo CUADRADO TAPIA. 313. Joan TRIGO 1. LlZARRITURRl. 314. Ju lio RODRIGUEZ PUERTOLAS. 315. Eli sabeth MULDER. 316. Cristi na ORTEGA ALONSO. 317. Enrique SALGADO GOMEZ. 318. Juan An toni o VALLEJONAJERA. 319. Juli a GARCIA HECTOR. 320. José FERNA DEZ TRUJILLO. 32 1. Roberto RIOJ A. 322. Elvi ra REPETIO TALAV ERA. 323 . Mario Angel MARRODAN. 324. Apu leyo SOTO. 325. Alvaro SALV ADOR. 326. Pedro ARBEO SANCHEZ. 327. José María CA RA NDELL. 328. Pablo A TO - ANA. 329. Antoni o BLA CH. 330. Rosa María PEREDA. 33 1. Marcos Ricardo BARNA TA 332. Mercedes SAEZ-ALO SO. 333. Adelaida LAS SANTAS. 334. Pedro PERDOMO AZOPARDO. 335. Felisa SANZ.

185

336. Emilio BARON PALMA. 337. José Antonio DURAN IGLESIAS. 338. Marina ROMERO SERRANO. 339. Jesús IZCARA Y. 340. Fernando ALVAREZ PALACIOS. 34 1. Julio LOPEZ GARCIA. 342. Rafael DE COZAR. 343. Joaquín MARCO. 344. Carlos M. RAMA. 345. José F. MARHUENDA MARTINEZ. 346. Ana María FAGUNDO. 347. Manuel LUEIRO. 348. Manuel MUR OTI. 349. Elena SORIANO. 350. Antonio FUENTES REYES. 35 1. Manuel FERNANDEZ TAPIA. 352. Ernesto MENDEZ LUENGO. 353. Alonso ZAMORA VICE TE. 354. Concha ZARDOY A. 355. Angel GARCIA RONDA. 356. Angusrias GARCIA USON. 357. José Manuel CABALLERO BO ALD. 358. Félix MARA ÑA. 359. Modesto GARCIA CONTRERAS. 360. Consuelo ARMIJO NA VARRO REVERTER. 36 1. Ernestina DE CHAMPOURC IN. 362. Manuel URBANO. 363. Gloria MORENO CASTILLO. 364. Lorenzo CO RTES GUILLE 365. Luis GONZALEZ SIERRA. 366. César GIMENEZ GOÑI. 367. Carla DE ARCE. 368. José Antonio VIDAL SALES. 369. Evaristo ARACE PI ILLA. 370. Bernardo ARR IZA BALAGA. 37 1. Angelina GATELL. 372. Bias DE OTERO. 73. Rosa CHACEL. 374. Osear MUÑ IZ. 375. Carlos BOUSOÑO. 376. José ELGA RR ESTA. 377. María José RAG UE. 378. Rodolfo VINACUA. 379. Homero ALS INA.


186 380. 381 . 382. 383. 384. 385 . 386. 387. 388. 389. 390. 391. 392. 393. 394. 395. 396. 397. 398. 399. 400. 401. 402. 403. 404. 405. 406. 407. 408. 409. 410. 411. 412. 4 13. 414. 415. 416. 417. 418. 419. 420. 42 1. 422.

RELACIÓN DE ASOCIADOS Luis RAC IONERO. Marcelo COVIA . Carlos FO T SURROCA. María Pilar COM IROS. José CORREDOR MATHEOS. Josep IGLESIAS DEL MARQUES. icanor AUCOCHEA MIL LET. Esther TUSQUETS. José RAMIREZ VAZQUEZ. Luchy UÑEZ. Carlos BARRAL. Mario TREJO. Juan MARSE. Ana María MOIX. R. Humberto MORENO DURAN. Román GUBER . Joan LITARCH . Juan Ramón MASOUVER. María Beatriz DE MOURA. Nuria AMAT. Pedro VERGES . Antonio PROMETEO MOYA. Carmen ALCALDE. José Manuel AL VAREZ FLOREZ. Miguel VIDAL SA TOS . María del Carmen SA TOS. Cipriano DAMlA O. Loren DE MALDO ADO. Adolfo Lucas REGUILON. José MARTINEZ DE SO USA. José Miguel MINGUEZ SENDER. Manuel FERRA D BONILLA. José Manuel VILABELLA GUARDIOLA. Pablo DEL BARCO. Xavier MORENO LARA . Luis LEON BARRETO. Charo SANCHEZ BACH[LLER. Félix LOPEZ FERNANDEZ. Félix GRANDE. Jacinto LOPEZGOR<JE. Aurora DE ALBORNOZ. Encarnación ALV AREZ SIMO. Luis FERNANDEZ ROCES.

423. Carlos AURTENEC HE MARCULETA. 424. Luis DE PAOLA. 425. María Jesús OVEJERO ADELA TADO. 426. Francisco CARE AS COLL. 427. Carlos Miguel SUAREZ RADILLO. 428. Juan CUETO. 429. Daniel CORTEZO ALVAREZ. 430. Juan GIL-A LBERT. 431. Eduardo QUILES. 432. Manolita ESPI OSA. 433. Pureza CANELO. 434. Pedro GUIRAO HERNANDEZ. 435. Jul io VELEZ. 436. Ana María MUÑOZ. 437. Josefina LOPEZ DE SERANTES. 438. Ramón GIL NOVALES . 439. Emilio MIRO GONZALEZ. 440. Pablo CHAURIT. 441. Manuel LACARTA. 442. Joan Vicent HER A DEZ MAS. 443. atacha MOLINA TRIGUERO. 444. César BALLESTER FERNANDEZ. 445. Jesús FERNANDEZ SA TOS. 446. Asunción GARCIA MARTINEZ. 447. Miguel ESTEVE DEL VALLE. 448. Juan José MILLAS. 449. Mi guel RODftIGUEZ GUTIERREZ. 450. Manuel RIOS RUIZ. 45 1. Leopo ldo AZANCOT . . 452. Luciano CASTAÑON. 453. Dámaso ALO SO. 454. Rafael ALBERT!. 455. María Dolores AL VAREZ RODRIGUEZ. 456. Jorge CELA TRULOCK. 457. Luis MATEO DrEZ. 458. Ana María NA VALES. 459. Antonio PORPETTA. 460. José María MERINO. 461. Francisco AYALA.

462. 463. 464. 465. 466. 467. 468. 469. 470. 47 1. 472. 473. 474. 475. 476. 477. 478. 479. 480. 48 1. 482. 483. 484. 485 . 486. 487. 488. 489. 490. 491. 492. 493. 494. 495. 496. 497. 498. 499. 500. 50 1. 502. 503. 504. 505.

José GARC IA NIETO. Francisco URRESTARAZU. Pedro César CERRILLO. Enrique PAEZ MAÑA. Demetria DE LA ROSA SANCHEZ. Faustino PEREZ DE CAMA RA. Dámaso SA TOS. Francisco URlZ. Carmen BRAVO VILLASANTE. Manuel LAMANA. Juan CA RRERAS GARC IA. Luis MARTL EZ ROS. Angel LOSADA. Alejandro GONZALO CELORR IO. Alberto COUSTE. Miguel DELIBES. Magdalena ALPERI. José ASENJO SEDANO. José Carlos BELTRAN. José María GO ZALEZ FERNANDEZ. Balta ar PORCEL. Manuel GARClA FERRA DO. Cristin a LACASA BEGUE. Ignacio SANZ MARTrN. Antonio IR URETA BEITLA. Manuel VICE T. Enrique AZCOAGA. José Luis MORENO-RU IZ. Jose María BUSCA ISUS I. David BA YON BRAGA. Gonzalo MO LI NA GARC IA. Gloria CALVO NA VA. HécLOr SANCHEZ VAZQUEZ. José ROD RI GUEZ CHAVES . Angel SOPEÑA IB AÑEZ. Francisco BONAL GARCIA. Juan Pedro APAR ICIO. Luis RAMIREZ. Ana 1. ALVAREZ-D IOSDADO GISBERT. José Ramón BLANCO FERNANDEZ. Sara SUAREZ SOLIS. Torcllato LUCA DE TENA. LOllrdes ORTIZ. Manuel GOMEZ ORTIZ.


RELACIÓN DE ASOCIADOS 506. Pedro DE LORENZO. 507. Jesús GARCIA PERDICES. 508. Julián CARRASCO BELlNCHON. 509. Carmen RESINO. 5 10. Ricardo ALVAREZ GARCIA. 5 11 . Víctor CORCO BA. 5 12. Nekane DOM INGUEZ MUNARRIZ. 513. Antonio GOMEZ GARCIA. 514. Juan José GO ZALEZ MAR IN. 5 I5. María RUBIRA LOPEZ. 516. Francisco Javier VALLlN TOYOS. 517. Miguel DE LOS GALANES. 5 18. María José ESTRADA. 519. Fernando POBLET. 520. Mikel ORRANTIA. 52 1. Eduardo MENDEZ RIESTRA. 522. Fernando Mateo BELTRAN FERNANDEZ. 523. Soledad CANO. 524. Jesús FERNANDEZ PALACIOS. 525 . Anton io JlM ENEZ MILLAN. 526. Rafael SOLER. 527. Miguel Angel DI EGUEZ. 528. Jaime GIL DE BIEDMA. 529. Antonio HOLGADO SABIO. 530. Rafael MARTINEZ NADAL. 53 1. Pedro PIÑERO. 532. Celso GARClA DIAZPEYROUX. 533. José Luis GONZALEZ DE RIVERA. 534. Fernando ALONSO ALONSO. 535. Francisco TRIN IDAD. 536. Manuel PEREDA DE LA REGUERA. 537. Avelino FALERO ORTIZ. 538. Santiago AL VAREZ. 539. Luis GARCIA LECHA. 540. Fernando AR IAS RAMON. 54 1. Juan FERRERO CARRASCO. 542. Gemma VIDAL SANTOS. 543. Ana ROSSElTl. 544. Ricardo LOPEZ ARANDA. 545. Faustino FERNADEZ ALVAREZ. 546. Esteban GRECfET ALLER.

547. José Luis MEDIA VILLA RUIZ. 548. Francisco CARANTOÑA. 549. José BENITO ALlQ UE. 550. Gala REBES. 55 l. María Elvira MUÑ1Z MARTlN. 552. Víctor BOTAS GONZALEZLONGORIA. 553. Ricardo J. BARCELO SICILIA. 554. José María MARA VALL. 555. Rosa ROMA. 556. Antonio MOLINOS BUISAN. 557. Enrique DE VICENTE MARTlN. 558. Rafael MARIN. 559. Salvador PANlKER. 560. Mauricio W ACQUEZ. 56 1. Gaspar REY GRIFE. 562. Jean OSIRJS . . 563 . Manuel SERRAT. 564. Consuelo AL VAREZ SIERRA. 565. María Teresa PULIDO. 566. Enrique MARTINEZ FARfÑAS . 567. José María MOREfRO. 568. Emi li o SOLA. 569. Jose María AREVALO FERNANDEZ. 570. Teresa BARBERO. 57 1. Joaquín FERNA DEZ BERNALDO DE QUIROS. 572. Augusto HAUPOLD GA Y. 573. Antonio MERINO. 574. Antonina RODRIGO. 575. Eduardo PONS PRADES. 576. Soledad CA YERO. 577. Agustín SALGADO CALVO. 578. Ramón ElROA GARC lA. 579. Angeles O. GARCIAMADRID. 580. Pedro UGALDE. 581. Juan Antonio FER ANDEZ DE LA LLA A. 582. Manuel SALADO PEREZ. 583. Francisco GONZALEZ OREJAS. 584. Melquiades CABAL GONZALEZ. 585 . Rosendo TELLO.

187

586. Senén Guillermo MOLLEDA VALDES. 587. Ricardo Luis AR IAS BLA CO. 588. Gabriel AM lAMA SAN PEDRO. 589. Luisa LLAGOSTERA. 590. José An tonio SAA VEDRA. 591. María José GONZALEZ HAB A SANCHEZ-BENDITO. 592. Adolfo Gustavo PEREZ. 593. Francisco Javier PARRA ALVAREZ. 594. Jesús LlZANO LIZA O. 595. Jaime GARClA REYERO. 596. Manuel GARCIA DEL OSO. 597. Julio MATlAS LACARRA. 598. Octavio UÑA. 599. Andrés AMOROS. 600. Javier DEL AMO. 60 l. Oscar Luis TUÑON GONZALEZ. 602. Leopoldo DE LUIS. 603. María del Carmen DE YBARRA. 604. Mauro FERNANDEZ ALONSO. 605. Chatono CONTRERAS. 606. Domingo MIRAS. 607. Roberto DAVLLA CAZORLA. 608. Federico BERMUDEZCAÑETE. 609. Alvaro CUSTODIO. 610. Jerónimo LOPEZ MOZO. 611 . Eduardo ZEPEDA ENRJQUEZ. 612. Eduardo LADRON DE GUEVARA. 613. Ignacio AMESTOY. 614. Juan POLO BARRENA. 615. Fermín CABAL. 617. José Luis ALONSO DE SA TOS. 618. Carlos MUÑ IZ. 619. Andrés RUIZ LOPEZ. 620. José Luis MIRANDA ROLDAN. 62 1. José Agustín GOYTISOLO. 622. Arturo RUIBAL. 623. Encarna FONTANET. 624. Luis MATILLA. 625. Luis MARA - ON.


188

RELACIÓN DE ASOCIADOS

626. 627. 628. 629.

665. Ernesto PARRA. 666. Rafael FLOREZ. 667. José Manuel BRIONES GONZALEZ. 668. Jorge FERRER-VIDAL TURULL. 669. Juan Antonio CABEZAS. 670. Alfonso CANALES. 67 1. Gabriel CELA YA. 672. Luis ALONSO LUENGO. 673. Manuel ALONSO ALCALDE. 674. Jorge USCATESCU. 675 . Angel ALVAREZPANDO. 676. Angel GONZALEZ CASTILLEJO. 677. José POVEDA PEREZ. 678. Fernando DE TOROGARLAND. 679. José Antonio REY DEL CORRAL. 680. Concha ALOS. 68 1. Miguel LESMA CASTAN. 682. José María GARRIDO. 683. Luis MOLINA SANTAOLALLA. 684. José Antonio GARCIA BLAZQUEZ. 685. Luis María FERNANDEZ BRIONES. 686. Luis MIRA VILLES RODRIGUEZ. 687. Hermenegildo DE LA CORTE MORA. 688. Leoncio GARCIA JIMENEZ. 689. María Nieves MINGUEZ FONTAN. 690. Carlos ASENJO SEDANO. 691 . Pedro MONTON PUERTO. 692. Antonio Carlos GONZALEZ GONZALEZ. 693. Ismael GONZALEZ DIAZ. 694. Juan RUIZ DE TORRES. 695 . José Luis PRADO NOGUEfRA. 696. Albino SUAREZ CORTINA. 697. Francisco ISLA MORAN. 698. Fernando RODRIGUEZ ESCALONA. 699. Manuel NAVARRO HERNAN. 700. María Dolores RICO OLIVER.

Luis RIAZA. Francisco BENITEZ CASTRO. Alberto MlRALLES. Tomás GOIKOETXEA ARAMBURU. 630. Alfredo CASTELLON. 631. Manuel DOMINGUEZ TAVIRA. 632. Mariano GARCIA LANDA. 633. Luis SUÑEN. 634. Luis JIMENEZ MARTOS. 635. Carlos MELLIZO. 636. Pablo VIRUMBRALES. 637. Miguel BAYON. 638. Angel MENENDEZ MENENDEZ. 639. Gerardo LOPEZ Ay ALA. 640. Santiago Alberto ALONSO. 64 1. Manuel MARTINEZ MEDIERO. 642. Cristóbal ZARAGOZA. 643. Juli a SANZ GADEA. 644. Antonio DE LA YGLESIA GONZALEZ. 645. Marta PORTAL. 646. Ezequiel ANDER-EGG. 647. Juan Eduardo ZUÑIGA. 648. Luis Javier RUlZ SIERRA. 649. Julia CASTILLO. 650. José Luis MARTIN VIGIL. 651. Francisco CAUDET. 652. Timoteo HERRERO HERRERA. 653. Artemio GARCIA FERNANDEZ. 654. César GARCIA RUBIN. 655. Elena FERNANDEZ. 656. Jaime SILES. 657. Antonio OBESO PEREZ DE CALLEJA. 658. Felicidad BLANC. 659. Leopoldo MARIA PANERO. 660. María del Carmen PALLA RES BARQUERO. 66 1. Alfonso GRAIÑO DIAZ. 662. Jesús Manuel MARTINEZ GARCIA. 663. Isabel IRIGARA Y ECHEVARRI. 664. Juan Manuel GONZALEZ CREMONA.

701. Tomás SAL VADOR. 702. Ana María CALERA Y CIMORRA. 703. Armando BANDERA GONZALEZ. 704. María Antonia RAMON MAYOL. 705. José María MORENO GARCIA. 706. Alfredo GIL DEL RIO .. 707 . Ricardo SENABRE. 708. Manuel MUÑOZ HIDALGO. 709. Mercedes SORIANO. 710. José INFANTE. 711. Manuel GARRIDO CHAMORRO. 712. Pedro GONZALEZ GUIBELALDE. 713. José MONTERO PADILLA. 714. Luis VALDERRAMA MADRON. 715. José LOPEZ MARTINEZ. 716. Casto Manuel FERNANDEZ DOMINGUEZ. 717. Pablo Mario DI MASSO. 718. Luis Ricardo ALCANTARA SGARBI. 719. Eduardo YNOUB. 720. Mario LACRUZ. 721. Juan Carlos GENTIL E VITALE. 722. Américo YABAR ZEBALLOS. 723. Nuria ALBO CORRONS. 724. Antonio PELLICER HONRUBIA. 725. Vicente GRANADOS PALOMARES. 726. Luis Ricardo ALONSO . FERNANDEZ. 727. Severino CARDEÑOSÚ ALVAREZ. 728. José María REQUENA. 729. Juan Bautista MARTINEZ GONZALEZ. 730. José Luis MORENOARRONES. 731. Alberto PIQUERO MONTOTO. 732. Alberto VEGA GUTIERREZ. 733. José ALVARO DIAZ HUICl. 734. José Manuel GUINDA CASALES.


R ELACIÓN DE ASOC I ADOS 735. Fernando DIAZ-PLAJA. 736. Pablo CEPEDA CALZADA. 737. Antonio MARTINEZ CEREZO. 738. Luis ALFREDO BEJAR. 739. Manuel MEDINA ALBERCA. 740. Juan Antonio LLOBET COLOM 741. Nelson IRIÑIZ CASAS. 742. AdolfaCASTAÑO. 743. Miguel FERNANDEZ. 744. Virgilio ESPINAR SANCHEZ. 745. Fernando ALMENA Y SANTIAGO. 746. Manuel MOURELLE DE LEM A. 747. Ramiro GRAU MORANCHO. 748. Francisco PUEBLA RABANAL. 749. Víctor ALMlÑANA BONETE. 750. Jos{ORTEGA LOPEZ. 751 . Juan Ignacio HERRERA GARCIA. 752. Luis IZQUIERDO. 753. Horacio VAZQUEZ RIAL. 754. Juan Jesús ARMAS MARCELO. 755. Pedro Luis DE GAL VEZ RUIZ. 756. Ricardo VAZQUEZ-PRADA. 757. Angel GARCIA FERNANDEZ. 758. Fernando LO PEZ SERRANO. 759. Eliseo DE PABLOS. 760. Luzmaría JIMENEZ FARO. 761. Julio LUELMO y LUELMO. 762. María PUNCEL REPARAZ. 763. Angel Gabriel LAS NA VAS PAGAN. 764. Francisco CANDEL. 765 . Antonio TOV AR. 766. Pedro DE LA PEÑA. 767. Benito MADARIAGA DE LA CAMPA. 768. ·José MONLEON. 769. Eduardo ALONSO. 770. José Luis BERNABEV. 771. Enedina TAMARGO FERNANDEZ. 772. Vicente AGUILERA CERNI. 773 . Juan Angel BLASCO CARRASCOSA. 774. Teresa GARCIA GARCIA.

775. Antonio Miguel RODRIGUEZ BORREGO. 776. Manuel GARCIA FERNANDEZ. 777. María Angeles APARICIO HERNANDEZ. 778. Gerardo LOMBARDERO. 779. Gregorio MORALES VILLENA. 780. Roque NIETO PEÑA. 781. María Cristina MARTOS RODRIGUEZ. 782. Nicolás DEL HIERRO. 783. María Carmen ALVAREZQUINTERO. 784. Eduardo TIJERAS. 785. Pedro LAHURASCALA. 786. Alfredo VILLA VERDE orL. 787. Fernan.do BORLAN RODRIGUEZ. 788. Maryse BERTRAND DE MUÑOZ. 789. Juan GARCIA DURAN. 790. Sabina DE LA CRUZ .. 79 1. César LEANTE. 792. Enrique BLANQUE-BEL. 793. José Luis AGUADO PEREZ. 794. Jorge MOTA ARAS. 795. Miguel PEREZ CALDERON. 796. Elicio DOMBRIZ. 797. Luis COZAR LLORENS. 798. Santiago GUBERN GARRIGANOGUES . 799. José Manuel CASTAÑON. 800. Manuel FERNANDEZ ALVAREZ. 801. Luisa VILLAR LIEBANA. 802. Castor BOVEDA. 803. José QUESADA HERRERA. 804. Juan Antonio PEREZ MATEOS. 805. Osear COLLAZOS. 806. Luis BETTONICA. 807. Sergio VILLAR. 808. Marcelo BRODSKY. 809. Pedro Antonio CLEMENTE DEL BARRIO. 810. Fernando VALENZUELA VILLA VERDE. 811. Cándido SANZ VERA. 812. Marciano RIVERA BREÑA.

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189

813. Jaime ALVAREZ BUlZA. 814. José Antonio RAMIREZ LOZANO. 815. José Miguel SANTIAGO CASTELO. 816. Juan José POBLADOR SANTOS. 817. Jesús DELGADO VALHONDO. 818. Tomás MARTIN TAMA YO. 819. José Antonio GABRIEL Y GALAN. 820. Agustín VILLAR LEDESMA. 821. Gregorio GONZALEZ PERLADO. 822. Alfonso MARTINEZ GARRIDO. 823 . Moisés CAYETANO ROSADO. 824. María Rosa VICENTE OLIVAS. 825 . Angel SANCHEZ PASCUAL. 826. Manuel PECELLIN LANCHARRO. 827. José Antonio ZAMBRANO. 828. Bernardo Víctor CARANDE. 829. Lorenzo CORTINA TORAL. 830. José Luis MONTERO DE BURGOS. 83 1. Juan DE LILLO CUADRADO. 832. Francisco GAL VEZ. 833. Martín SAGRERA CAPDEVILA. 834. Darío CAPARROS CRESPON. 835. Isidro GOMEZ ROMERO. 836. Norberto CARRASCO ARAUZ. 837. Sara ESPINOSA VICLE. 838. Germán Leopoldo GARCIA. 839. José María LATORRE. 840. Cesáreo RODR1GUEZ AGUILERA. 84 1. Luis CARA CHAROS. 842. Serafín MA TELLAN VARA. 843. Francisco GARCIA MARQUINA. 844. Jorge URRUTIA. 845. Emilio DURAN VAZQUEZ. 846. Miguel RAMOS CAMACHO. 847. Carlos MANZANO DE FRUTOS.


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RELACIÓN DE ASOCIADOS

848. Juan Antonio SA CHEZ r\1 S. 849. María Dolores Teresa ESCUDERO ANTELO. 850. Joaquín AR AIZ GARCIA. 85 1. José BAE A. 852. Felisa GRANDA MARTI EZ. 853. Arturo SA CHEZ VICE TE. 854. Pío MOA RODRIGUEZ. 855. Rogelio REYES. 856. Joaquín BE ITO DE LUCAS. 857. Medardo MUÑIZ. 858. Juan GARClA RODRlGUEZ. 859. José LARREY MARn EZ. 860. Félix BARROSO GUTIERREZ. 86 1. Eva CALLEJO GARCIA. 862. Norberto LOPEZ GARCIA. 863. Alvaro VAL VERDE BERROCOSO. 864. Carlos PUERTO. 865. Joaquín MARQUEZ. 866. Encarnación HUERTA PALACIOS. 867. Matilde CORTES FER ANDEZ. 868. Vicente BAUTISTA BELDA. 869. Andrés ELHAZAZ MOLINA . 870. Jorge Carlos GRANT PETRELLA. 87 1. Lorenzo GOMIS. 872. Víctor POZANCO. 873. Rafael SANTOS TORROELLA. 874. José Carlos CA TAÑO. 875. Antonio MATEA CALDERON. 876. Mercedes LLORET COMPTE. 877. Pilar GOMEZ BEDATE. 878. Angel CRESPO. 879. José GARCIA SANCHEZ. 880. Juan DE SEGARRA DEVESA. 881. Esther BENLTEZ. 882. Emma CALATAYUD. 883. Ana Isabel ALMENDRAL OPPERMAN. 884. María Luisa BALSEIRO FERNA DEZ. 885. Jorge FIBLA FEITO. 886. Eloy FUENTE HERRERO. 887. María Teresa GALLEGO URRUTIA. 888. Marco Aurelio GALMARINI.

889. 890. 89 1. 892. 893. 894. 895. 896. 897. 898. 899. 900. 90 l. 902. 903. 904. 905. 906. 907. 908. 909. 910. 911. 912. 913. 914. 915. 916. 917. 918. 919. 920. 92 1. 922. 923. 924. 925.

César Armando GOMEZ. José Luis LOPEZ MUÑOZ. José Antonio LLARDENT. Javier MARIAS. Aulerio MARTINEZ BENITO. Jose María MARTINEZ MONASTERIO. Mario MERLINO. Manuel OLASAGASTEGUI GAZTELUME DI. Hugo POOLEY. Carlos RAM1REZ DE DAMPIERRE. María Isabel REVERTE. Vicente ROMANO. Pablo SOLOZABAL. Francisco TORRES OLlVER. Ana María VIGUERA FRANCO. Alberto VILLALBA RODRlGUEZ. Fernando VILLA VERDE LANDA. Neve DE MEVERG lES. Miguel SAENZ DE SAGASET A ILURDOZ. Guillermo H1RATA VAQUERA. Francisco MENO BLANCO. Carlos GARCIA GUAL. Angel SANCHEZ-GIJON. Fernando SANTOS FONTENLA. Jesús FERNANDEZ ZULAJCA. Eustaquio BARJAU RlU. Emilio Germán MUÑIZ DE CASTRO. Jesús AL VIZ. Juan GARC IA GUTIERREZ. Amalia AL VAREZ CIEN FUEGOS. José María BERMEJO. Esteban CO RTIJO PARRALEJO. José Javier GONZALEZ PAZ. Begoña LOPEZ. Carmen LLORCA. Valentí PU1G. Antonio FERNANDEZ MOLlNA.

926. María Socorro TELLADO LOPEZ. 927. Daniel MOLINA VALLS. 928. Antonio Román DIEZ GARCIA. 929. José LOPEZ LEDESMA. 930. Antonio PACHECO. 93 1. García DURAN MUÑOZ. 932. Juan MO TERO LOBO. 933. Angel GO ZALEZ. 934. Bernardo CANGA MEANA. 935. Antonio RUIZ L. DE LERMA. 936. Carlos LLORCA BAUS. 937. Enrique RODRlGUEZ VEGA. 938. Aurelio VELASCO ARROYO. 939. Josep ROSSELLO MUNAR. 940. Jo ep MELLA PERICAS. 941. Francisco MENA CANTERO. 942. José María RODENAS PALLARES. 943. Elena DEL AMO. 944. Vidal Angel GARRIDO GUERRERO. 945. Andrés MIRON CALDERO 946. Buenaventura PORCEL ALCALDE. 947. Manuel DE PINEDO GARC IA. 948. María Luisa DE lRlARTE Y CORTES. 949. Emilio FERNANDEZ ARIAS. 950. Juan PEREZ CREUS. 95 1. Juan GOMEZ CASAS. 952. Manuel CARRASCO VILLADONlGA. 953 . Carmelo ARRIBAS PEREZ. 954. Antonio FERNANDEZ MORENO. 955. Manuel MARTINEZ MED IERO. 956. Elena ANDRES. 957. José María DELGADO ROMERO. 958. Felipe BENITEZ. 959. Juan LINARES JTMENEZ. 960. Gustavo VEGA MANSrLLA. 96 1. Lilian GOLlGORSKY SCHNEIDER. 962. Eduarda MORO LINARES. 963. Jesús GARCIA PEREZBANCES. 964. Mario LUCARDA BLANCH.


RELACIÓN DE ASOCIADOS 965. Juan GALLARDO MUÑOZ. 966. Francisco FERNANDEZ GARCIA. 967. Miguel Angel GONZALEZ RUIZ. 968. Francisca AGU IRRE. 969. Ana Luisa COLL. 970. Víctor MORA PUJ ADAS. 97 1. César ASTOR. 972. Miguel MELGAREJO GUERRERO. 973. Bartolomé SEGURA RAMOS. 974. José MOY A IGLES IAS. 975. María SANZ COLCHON. 976. María EALO DE SAo 977. Angeles MALONDA ARS IS. 978. Angeles AM BER FERNA DEZ-GOMEZ. 979. Manuel BUSTOS RODRIG UEZ. 980. José Jav ier SOTO RUIZ. 98 1. Joaquín GONZALEZ ESTRADA. 982. Ram iro GARCIA GARC IA. 983. Luis ROM AY G. ARI AS. 984. Juliana ESTEBAN VALDEZATE. 985. José Luis NA VAZOGANCEDO. 986. José Carlos GARC IA RODRIGUEZ. 987. José Ramón NAVARRO CA RBALLO. 988. Fernando MORA N. 989. María Rosa JA EN. 990. Luis ARRILLAGA. 99 1. Antonio PEREZ GOMEZ. 992. Juan José FERNANDEZ SANZ. 993. Juli a GONZALEZ BARBA. 994. Victori a DIAZ MORALES. 995 . Mercedes ESTIB ALl Z. 996. Fernando RODR IGUEZIZQU IERDO . 997. Luis ROM ERO. 998. Marta PESSARRODONA. 999. Manuel MARTI NEZ ESTEBAN. 1.000. Juana OÑATE BELMONTE. 1.00 l. Dolores DE LA CAMARA.

1.002. Pedro TORRES CURIEL. 1.003. Antoni o CERR ADA CARRETERO. 1.004. Rolando VERA PORTOCARRERO. 1.005. Alberto PORLAN. 1.006. Juan BRA VO CASTLLLO. 1.007. Ana SOLE FABREGUES. 1.008. Jordi VIRALLO GA I EGUREN. 1.009. Angel VIÑAS. 1.010. lan GffiSON. 1.01 1. Jesús DIAZ. 1.012. Manuel MEDrNA GONZA LEZ. 1.0 13. Francisco BEJARANO. 1.014. Antonio CAZORLA. 1.015. Ramiro PINILLA. 1.0 16. María Begoña GARCIA. 1.017. Manuel PEREZ CASAUX. 1.018. Jesús María BALLAZ ZABALZA. 1.01 9. Manuel FIGUERAS BLANCH. 1.020. Juan VICTORJO. 1.02 1. Manuel LONGARES. 1.022. Juan Miguel HERNAN DEZ IS LA . 1.023 . Gregario CORRALES. 1.024. Enrique SORJA MEDlNA . 1.025. Joaqu ín HERRERA CARRANZA. 1.026. Luis Félix BOSCH FONTABERTA. 1.027. José Manuel DE LA PEZURA PINTO. 1.028. Juan PERUCHO. 1.029. Vinicio LEON MANCHENO. 1.030. Francisco DIAZ VELAZQUEZ. 1.03 1. Ado lfo LOPEZ VIC IANA. 1.032. Antonio zomo. 1.033. Juan DE LOXA. 1.034. Manuel Angel VAZQUEZ MEDEL. 1.035. Antonio RODRIGUEZ ALMODOVAR. 1.036. Hermógenes SAlNZ. 1.037. Juan Antonio GUZMA CA MACHO.

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1.038. Carlos DOM I GO y MILLA. 1.039. José Antonio MORENO JURADO. 1.040. Ramón GARRJGA ALEMANY. 1.041. José María VALVER DE. 1.042. Julio CA RO BAROJA. 1.043. Pío CA RO BAROJ A. 1.044. Gonzalo SANTONJA. 1.045. Eduardo BERNABEU. 1.046. Juan AN DrVIA GOMEZ. 1.047. Juli án MARCOS. 1.048. Secundina ARDIT BEL. 1.049. Arturo MED INA PADILLA. 1.050. José Antoni o DEL MORAL PEREZ. 1.05 1. José Carlos AREVALO DI AZ. 1.052. Soledad ORTEGA SPOTTORNO. 1.053. José Luis SAMPEDRO. 1.054. Sara PEREZ SANCHEZPAVES. 1.055. Aroni YANKO. 1.056. Avelino HERNAN DEZ. 1.057. José MARTIN RECUERDA. 1.058. Pilar JARALZ FRANCO. 1.059. Lola SUARDIAZ. 1.060. Orlando GUTLLEN TAPIA 1.06 1. Francisco SEGUI ALEGRE. 1.062. Diego CAM POY y MIRO. 1.063. Claudia RODRJGUEZ. 1.064. Santos SANZ VILLANUEVA. 1.065. Dionisia GARCIA SANCHEZ. 1.066. José Manuel DE PABLOS COELLO. 1.067. Juan José TELLEZ. 1.068. Angeles GASSET y DE LAS MORENAS. 1.069. Luis Enrique SORRIB ES PERIS. ,, 1.070. Fernardo GARC IARRAMOS DEL CASTILLO. 1.07 1. Luis LEON BAR RETO. 1.072. Rafael SENDER ROMEO. 1.073. Luis GA RCIA GALLO. 1.074. Esther BARTOLOME PONS.


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RELACiÓN DE ASOCIADOS

1.075. José MEMBRlVE MEMBItlVB. 1.076. Josefina PEREZ SACRlSTAN. 1.077. Ricardo MARTIN FUENTES. 1.078. Mohamed CHAKOR. 1.079. Bemd DIETZ. 1.080. José Angel BASANTA FOLGUEIRA. 1.081. Moharnmad TEMSAMANI. 1.082. Julián BURGOS PASCUAL. 1.083. Juan Pedro CASTAÑEDA FEBLES. 1.084. Antonio RAMIREZ HERNANDEZ. 1.085. Isabel VIC'ENTE ESTEBAN. 1.086. Domingo F. FAILDE. 1.087. Manuel VILLAMOR CASA RRUBIOS. 1.088. María del Carmen VILLAR CARRETERO . 1.089. Ri cardo CANO GA VIRlA. 1.090. Nora CA TELLl QUIROGA. 1.09 1. Xosé Lois GARCIA. 1.092. Raúl RUIZ PEREZ. 1.093 . Acacia DOMINGUEZ UCETA. 1.094. Al icia CID. 1.095. Rosario RODRIGUEZ PEREZ. 1.096. Alfonso GIL CARASOL. 1.097. Mahmund SOBH. 1.098. Francisco Javier M1 GUEL GOMEZ. 1.099. Ernesto Mario FREERS GIANE LLO. 1.1 00. José Ed uardo VALENZUELA ULLOA. 1.10 1. Andrés GA RClA MADRID. 1.1 02. Angel GA RCIA ROLDAN. 1.1 03. JoséS ILES . 1.1 04. Pilar PAZ PASAMA R. 1.105. Enrique DE ANTON IO CA RPETANO. 1.1 06. José San tos NA LDA ALBlAC. 1.1 07. Andreas FA BER KA ISER. 1.1 08. Marta Isabel GUASTAV lNO. 1.109. José RIBAS SAMPONS. 1.11 0. CarmeGALA. 1.111 . Carlos-Bolívar GOMEZ GONZALEZ.

1.11 2. Manuel VAZQUEZ MONTALBAN. 1.11 3. José POLO POLO. 1.114. María del Carmen OTERO PIZARRO. 1.115. Jean A. SCHALEKAMP. 1.11 6. Josep GARClA LOPEZ. 1.117. José Javier GA YAN SORO. 1.118. María Dolores SEGARRA SANABRA. 1. 11 9. Luis Carlos DE LA LOMBANA. 1.1 20. L1uis DAUFI MORESO. 1.1 2 1. María Dolores MUNTANE COCO. 1.122. Ramón Andrés GONZALEZ COBOS. 1J 23. Fernando GONZALEZDORlA. 1.124. Dina María SAN EMETERIO. 1.125. Leopoldo FORNES BONAVlA. 1.126. Nelson MARTINEZ DIAZ. 1.1 27. José RVIZ GUIRA DO. 1.1 28. José HERRERO GONZALEZ. 1.1 29. Juan ROBLES FEBRE. 1.130. A. José GONZALEZ VILLAFAÑE. 1.13 1. María Jesús PO LO SANCHEZ. 1.1 32. Juan José DEL SOLAR. 1.1 33. Enrique VILLAGRASA CORTES. 1.1 34. Manuel Antoni o GI L GrRALDO. 1.135. José María DE MENA. 1.136. Rafael SERRA SOLlS. 1.1 37. Miguel HERRAEZSERRA. 1.1 38. Fern ando LEON. 1.1 39. Gabriel BERMUDEZ CASTILLO. 1.140. Soledad GA VIRA GOLPE. 1.1 4 1. CarmenD ECELlS. 1.1 42. Joan MA RTI CASTELL. 1.1 43. Javier TOMEO. 1.144. Monique ALONSO ALONSO. 1.1 45. Alberto MANZANO L1ZAN DRA.

1.146. Boguslaw RYCZKO. 1.147. Lamberto Antonio CANO MARIN. 1.148. Roger VAZQUEZ DE PARGA CHUECA. 1.149. Nuri a LAGO JARAIZ. 1.150. Miguel CUSSO GIRALT. 1.15 l . Fernando CORRIPIO PEREZ. 1.1 52. Rai FERRER. 1.1 53. Jav ier LENTlNI. 1.154. Enrique MURILLO. 1.1 55. PedroCASALS. 1.156. Luis DIEZ TEJ ON. 1. 157. Francisco LOPEZ BARRIOS. 1.158. José Carlos CLEMENTE BALAGUE R. 1. 159. José Antoni o FORTES. 1.160. Jai me RODRIGUEZ FRETRE. 1.1 61. BozenaZABOKLI CKA. 1.1 62. Szmidt SIERY KOW. 1.1 63. César Ped ro GUTDIN I JOU BERT. 1.1 64. J. lgnacio PRECIADO YDOETA. 1.1 65. Julio LAGO. 1.166. Marina TORR ES. 1.1 67. Manuel PENELLA. 1.168. Gracil ia no MA RTIN FUMERO. 1.169. Josep María BALCELLS DOMENECH. 1.1 70. Antón DI ETERl CH ARENAS. 1.1 7 1. Genoveva DIETERl CH. 1.1 72. Joan Manuel GISBERT. 1.173. Joaquín SANCHEZ VALLES. 1.1 74. Juan Luis ROM ERO PECHE. 1.175. Fern ando FERR ERO TOLOSA. 1.1 76. Germán YANKE. 1.177. Angel María ORTIZ ALFAN. 1.1 78. Juan BALDOM A GUA RD IOLA. 1.179. Jordi ROY O AGUA DO. 1.180. Carolina- Dafne ALONSOCO RTES. 1.1 81. Rafael HERNAN DEZ RICO. 1. 182. Antonio BALLESTEROS.


RELACIÓN DE ASOCIADOS 1.183. José María MARTINEZ CACHERO. 1.184. Raimundo LOZANO VELLOSILLO. 1.185. Javier BARRELRO. 1.186. Javier LOPEZ ROSELL. 1.187. Eulimio MART IN GARC IA. 1.188. Miguel Angel ARIAS DE LA CRUZ. 1.1 89. Luis LOPEZ ALVAREZ. 1.190. Carlos ALONSO OTERO. 1.191. Rafael SOTO VERGES. 1.192. Daniel ARBESU SUAREZ. 1.193. Edelmira GARCIA ARAUJO. 1.194. Alejandro BILBAO ECHA VE. 1.195. Rosa KA TZ. 1.196. María José RODELLAR POYO. 1.197. Francisco BOFILL. 1.198. Mariano H1SP ANO GONZALEZ. 1.199. Mauro ZORRrLLA HJERRO. 1.200. Federica Joaquina CANALES RlVED. 1.201. Claudio León SORIANO. 1.202. Jesús PARDO. 1.203. Menene GRAS BALAGUER. 1.204. Francisco GARCIA CARMONA. 1.205. Manuel DE SEABRA. 1.206. Sara BERENGUER. 1.207. Angel OUVER VILLAR. 1.208. José María CALO. 1.209. Luisa ALVAREZ DE TOLEDO. 1.210. Germinal GRACIA mARSo 1.2 11. Mercedes CASANOVA . 1.2 12. Daniel MOYANO. 1.2 13. Juan FARIAS. 1.214. Rosa María ARANDA NICOLAS. 1.215. Manuel 1. RUIZ TORRES. 1.2 16. Gabriel GARClA-BADELL. 1.217. Pilar DE VICENTE-GELLA CAPO. 1.2 18. Juan TORRES J1MENEZ. 1.219. Alejandro CESPEDES. 1.220. Salvador S ERRA CAIRO. 1.22 1. Andrés SANCHEZ PASCUAL.

.

1.222. Juan DIAZ FERNANDEZ. 1.223. Mariano José VAZQUEZ ALONSO. 1.224. José VERONA. 1.225. Mercedes ESCOLANO. 1.226. Martín DIEZ URUEÑA. 1.227. Manuel CIFO GONZALEZ. 1.228. Angel LEIY A. 1.229. Luis Mi guel RABANAL RABANAL. 1.230. Gabriel CARRETlE GONZALEZ. 1.23 1. Ricardo BLASCO ROMERO. 1.232. Pau MJSERACHS. 1.233. Bruno Felipe MONTANE. 1.234. Encarna LEON VILLA VERDE. 1.2.35. José SANCHEZ LUENGO. 1.236. Bernardo MARTl CAÑELLAS. 1.237. Horacio GONZALEZ TREJO. 1.238. Margarita Elena CA VANDOLl MENENDEZ. 1.239. Marcelino TOBAJAS LOPEZ. 1.240. Rolando CAMOZZl. 1.241 . Mario GARCIA-GUILLEN. 1.242. Carmen RAMIREZ GOMEZ. 1.243. Juan FERNANDEZ-BUSTOS Y CABAÑAS. 1.244. Miguel MARIN URlOL. 1.245. José Luis LOPEZ GARCLA. 1.246. Ricardo POCHTAR BROFMAN. 1.247. María Luisa ECHENIQUE. 1.248. José Enrique CUBEDO. 1.249. Antonio LOPEZ-NEBLI. 1.250. Lorenzo BACALE ANDEME. 1.25 1. Celi a María FILlPETTO ISICATO. 1.252. Michael FABER KAISER. 1.253. Iris MENENDEZ SALLES. 1.254. Cristina MAC IA ORlO. 1.255. Carlos Hugo MAMONDE CHAVEZ. 1.256. EIsa LOPEZ RODRlGUEZ. 1.257. José María BARRERA LOPEZ. 1.258. Andréu MARTrN. 1.259. Rosa DIAZ MARTrNEZ.

193

1.260. Juan Jaime MONTO DE LAMA. 1.261. María José NA VARRO MATEO. 1.262. Lyd ia KUPER . 1.263. Miguel COBALEDA COLLADO. 1.264. Ramón ACrN FANLO. 1.265. Baltasar RECIO ESTESO. 1.266. Juan ESLA VA GALAN. 1.267. Raúl MAl CAS. 1.268. Joaquín BUXO MONTESINOS. 1.269. Ramón SERRANO BALASCH. 1.270. Ramón NlETO. 1.271 . Ramón JTMENEZ PEREZ. 1.272. Carlos PEREZ CHACEL. 1.273. María paz DlAZ GARCLA. 1.274. Juan José MENEZO OTERO. 1.275. Juan Manuel ONEGA PACLN. 1.276. Esperanza CIFUENTES. 1.277. Bernadette WANG MA. 1.278. Isabel CARDONA RIOS . 1.279. Vicente CAZCARRA CREMALLE. 1.280. Fernando MARTINEZ LA INEZ. 1.281. FlaviaCOMPANY NAVAU. 1.282. Alfonso CABELLO JTMENEZ. 1.283. Carlos GARRIDO TORRES. 1.284. Antonio GARCIA MIÑOR. 1.285. Pablo SANZ MARTLNEZ. 1.286. Dolores SOLER-ESPIAUBA. 1.287. Antonio VILLACORTA BAÑOS. 1.288. José-León DOMINGUEZ MARTINEZ. 1.289. Ju li COSTA ESTEBA. 1.290. Neus AGUADO. 1.291. Frank HALLER. 1.292. Minika HALLER. 1.293. José María PARREÑO. 1.294. Enrique MONTlEL. 1.295. Emi li ano BUALE BORlKO. 1.296. Pedro J. SOUTO ALLER. 1.297 . Juan TEBAR. 1.298. Carlos SAEZ ECHEVARRJA.


194

RELACIÓN DE ASO C IADOS

1.299. María Teresa CIR UGEDA GALES. 1.300. Víctor CO ILL MARFA. 1.30 l. Montserrat CONILL MARFA. 1.302. María José AU BET. 1.303. José Antoni o VIDAL CASTAÑO. 1.304. María Isabel DE JUA GUYATI. 1.305. Nativ idad GAL VEZ GARCIA. 1.306. Juan Antonio MOLINA FOIX. 1.307. Ana María GUTIERREZ MARTINEZ. 1.308. Alfredo YB ARRA LARA. 1.309. Juan María DE PRADA VICENTE. 1.3 10. María Lourdes FERNADEZ MARTLNEZ. 1.3 11 . Mireia BOFILL ABELLO. 1.3 12. José Eduardo GlORDANO LUCHlN1. 1.3 13. Alberto COSCARELLl GUASCHlNO. 1.3 14. Jesú HILARlO TUNDIDOR. 1.3 15. María Natali a CA LAM Al. 1.3 16. Concha LOPEZ SARASUA. 1.3 17. Teresa GA RULO MUÑOZ. 1.3 18. Francisco CARRASQ UER. 1.319. Juli a OTXOA . 1.320. José Manuel DE PRADA SAMPER. 1.32 1. María Antonia PELAUZY VfÑALS. 1.322. Mercedes MARSA VALDOVINOS. 1.323. Valentín CARRERA GONZA LEZ. 1.324. Fernando MANSILLA IZQUIE RDO. 1.325 . Ramón BODEGAS CAÑAS. 1.326. Manuel FERNANDEZ . MA RTINEZ. 1.327. Yolanda prNA CERVANTES. 1.328. Javier ALBlÑANA SERAIN. 1.329. Francisco SANCHEZ ORTEGA.

1.330. Carlos GALAN LORES. 1.33 1. Carmen GAUGER. 1.332. José Luis CLEMENTE LLORET. 1.333. Manuel RAMIRO VALDERRAMA. 1.334. Carmen SERN A MONTALVO. 1.335. María NOVO VlLLAVERDE. 1.336. Angel GARCIA LO PEZ. 1.337. Miguel-Anxo MURADO LOPEZ. 1.338. Fernando TODA IGLES IA. 1.339. Ignacio FERNAN DEZ LOPEZ. 1.340. Ramón IRl GOYEN. 1.34 1. Carmen GARRlDO GA RCIA. 1.342. Raquel PORRO H1DALGO. 1.343. Juli án GONZALEZ FERNAN DEZ. 1.344. Javier SANCHEZ VA QUERO . 1.345. Manuel VILANOV A RODRIG UEZ. 1.346. José ITMENEZ LOZANO. 1.347. Ju an José SAA VEDRA. 1.348. Víctor LOPEZ VlLLARABLD. 1.349. Justo ALVAREZ MATESA NZ. 1.350. Juli a TR UJlLLO LOPEZ. 1.351 . Jesús Alfonso SA NCHEZ LOB ATO. 1.352. María COFAN. 1.353. José Luis TRlSA N ENCUENTRA. 1.354. Andrew SANDlLANS. 1.356. Sergio MAC IAS. 1.357. César PALM A HUNT. 1.358. Eulogio MUÑOA. 1.359. Agustín FAUS COSTA . 1.360. J. L. MARTLNEZ CA RAZO. 1.36 1. Mari ano SANCHEZ PEREZ. 1.362. Pedro RODRIG UEZ SANTLDRlAN. 1.363 . Miguel JlM ENEZ DE LOS GALANES. 1.364. Fern ando BELTRA N. 1.365. María Dolores CABRA LOREDO.

1.366. Luis RENA RT ESCA LER. 1.367. René PALAC IOS MORE. 1.368. Octavio Fernando ACEVES MELLADO. 1.369. Oli va DE MIG UEL CRESPO. 1.370. Ri cardo VELILLA BARQ UERO . 1.37 1. Gu illermo MORON. 1.372. Manuel LOPEZ LO PEZ. 1.373 . Jacin to LEON IGNAC IO. 1.374. Juan Manuel GONZA LEZ. 1.375 . Antonio NUÑEZ MOLl NA. 1.376. Juli o César VIOR ROD RIGUEZ. 1.377. Leonardo DE ARRlZA BALAGA. 1.378. Antonio GARNICA SILVA. 1.379. María CORNIERO FERNAN DEZ. 1.380. María Antoni a MENlNl . 1.38 1. Mi guel MARTLN EZ- LAGE. 1.382. Javier ALFA YA. 1.383. Bárbara MCS HANE. 1.384. Vicente FERN ANDEZ GONZALEZ. 1.385. Flora ALVAREZ DEL VALLE. 1.386. Javier PEREZ-VlLLAR. 1.387. Juan REY FUENTES. 1.388. Elzbieta BORTKlEWICZ. 1.389. Elena GUEORQ UIEVNA VOLOZHANINA. 1.390. Lñi go SANCHEZ-PA ÑOS. 1.39 1. Glori a PO US BADELLlNO. 1.392. Irene MAYORAL. 1.393 . José María DE DOMINGOARNA U Y ROVIRA. 1.394. Constantino RUIZ GARRIDO. 1.395. Carl os Federico GORB EA BOTIO. 1.396. María Eugenia VOLPE ONTA NILLA. 1.397. Sean GOLDEN. 1.398. Juan TENA. 1.399. Juan José TAMAYO ACOSTA. 1.400. Casiano FLORISTA N SA MAN ES. 1.401. Medardo FRA ILE.


RELACIÓN DE ASOCIADOS 1.402. Victoria BASTOS BASTOS. 1.403. Fernando DE PUELLES. 1.404. Juan-Carl os ARlAS RANEDO. 1.405 . Antonio MONEO FRANCIA. 1.406. Antonio ALAMO. 1.407. Rafael SANCHEZ SOLANA. 1.408. María Teresa DE MIGUEL REBOLES. 1.409. Berna! CA PO GARCIA. 1.4 10. Angel-Luis PUJANTE ALVAREZ CASTELLANOS. 1.4 11. Luisa Fernanda GARR IDO RAMOS. 1.4 12. Ricardo SERNA. 1.413. Alberto MIR ALLES. 1.414. Jul ián L1 AÑO MORAL. 1.415. Ernesto ZARAGOZA PASCUAL. 1.4 16. Nieves GARC IA ORDOÑEZ. 1.4 17. Ramón Buenaventura SANCHEZ PAÑOS. 1.4 18. Jesús LERA TE DE CASTRO. 1.419. Rhyna MOLDES. 1.420. Juan Fra ncisco MART IN arL. 1.421. Susana CONSTANTE. 1.422. Marcelo CO HEN. 1.423. Ernesto DIP AYALA. 1.424. Eduardo LADRON DE GUEVARA. 1.425. Jesús CAMPOS GARCIA. 1.426. José Antonio FERRANDIZ HERNAN DEZ. 1.427. Antonio WANCEULEN FERRER. 1.428. Jesús LARRJBA URRACA. 1.429. Catalina MARTINEZ MUÑOZ. 1.430. Luis César SEGOVIA MARTIN. 1.43 1. Jesús María TORQUEMADA ALVARO. 1.432. Andrés RUIZ LOPEZ. 1.433. Juan Gabriel LOPEZ GU IX. 1.434. Antonio OLA NO. 1.435. Juli a UCEDA VALIENTE. 1.436. Lu is SOLDEV ILA RIBELLES. 1.437. Asu n BALZO LA. 1.438. Antoni o VARO BAENA.

1.439. Teresa MALDONADO. 1.440. José Manuel GOMEZTABANERA GARCIA. 1.441. María José BUXO-DULCE MONTES INOS. 1.442. Esther BARTOLOME PONS. 1.443. Carmen DUZMAN CALLEJON. 1.444. Jaime SALOM. 1.445. Ana Elena PARRONDO RODRIGUEZ. 1.446. Benita JODRA ARCEDlANO. 1.447. Francisco Javier ORONOZ GALDOS. 1.448. Antoni o GO ZALEZGUERRERO. 1.449. José Ramón DIEGO AGU IR RE. 1.450. Ramón GARC IA DOM1NGUEZ. 1.45 1. Teresa NUÑEZ GONZALEZ. 1.452. María HUroOBRO GONZALEZ. 1.453 . AntO;lio ALONSO-CO RTES CONCEJO. 1.454. Loreto BUSQUETS. 1.455. Eduardo GALAN FONT. 1.456. Rosana ACQUARON I. 1.457 . Ana BARRERO Jl MENEZ. 1.458. Angel CAMPOS PAMPANO. 1.459. Beatriz GARClA RlOS. 1.460. María José LLORENS CAMPo 1.461. Alfredo CONDE. 1.462. Magdalena LASALA PEREZ. 1.463 . Miguel MED INA VICARlO. 1.464. Francisco CRES PI N CUESTA. 1.465. Angela PEREZ GOMEZ. 1.466. Rafael HERRERO MARTINEZ. 1.467. Salvador ENR IQUEZ MUÑOZ. 1.468. Pau'icio CHAM IZO. 1.469. Enrique LENZA GONZALEZ. 1.470. Pilar POMBO. 1.47 1. Vicente ARAN DA. 1.472. Pilar JLM ENO BARRERA. 1.473. Germán MERINERO CORTES .

1.474. 1.475. 1.476. 1.477. 1.478. 1.479. 1.480. 1.481. 1.482. 1.483. 1.484. 1.485. 1.486. 1.487. 1.488. 1.489. 1.490. 1.49 1. 1.492. 1.493 . 1.494. 1.495 . 1.496. 1.497. 1.498. 1.499. 1.500. 1.50 1. 1.502. 1.503. 1.504. "-505. 1.506. 1.507. 1.508.

195 Iván TUBAU . Fernando VALLS. Víctor ZALB IDEA . Teófi lo CA LLE MASSA. Luis Manuel OSOR IO GO ICOECHEA. María Luisa LUCA DE TENA. Manuel GOMEZ GARCIA. Miguel SIGNES MENGUAL. Ramón SANCHEZ L1ZARRA LDE. Ignacio DEL MORAL. Adolfo MARS ILLACH. Carlos GALLEGO RIERA. José Francisco PASTORA HERRERO. Mercedes COR RAL CORRAL. Carmen FRANC I VENTOSA. Carlos FORTEA GIL. Ramón REIG. Julián PARRA DOM INGUEZ. Xavier COLOMA FUSTER. Luis OLMO REM IRO. Jesús LOPEZ-PACH ECO. Pi lar MATEOS . Pa loma PEDRERO DIAZCANEJA. Carmen GARCIA GONZALEZ. Rafael GORDON MARCH ITO. Lidia FALCON. José Gerardo MANRIQUE DE LARA . Donina ROMERO HERNANDEZ. Maximino RODRIGUEZ RODRIGUEZ. Eduardo SUAREZ DEL REAL AGU lLERA. Laureano BONET. Manuel VALDES M1Y AR. Angeles CARDONA CASTRO. Manuela OTAÑO LOPEZALEN. Sebasti án J UNYENT RODRIGUEZ.


196

RELACIÓN DE ASOCIADOS

1.509. Javier SANCHEZ ---MENENDez:-

1.510. Genevieve Marie Francine AUD. 1.511. Adela RODERO CARRASCO. 1.512. Cristina GARCIA OHLRlCH . 1.513. Amparo AMOROS . 1.514. Manuel RODRlGUEZ DIAZ. 1.515. Carmen RESINO. 1.516. Rosa Pilar BLANCO SANTOS. 1.517. Julia SEVILLA MUÑOZ. 1.51 8. Francisco CARPIO OLMOS. 1.519. Alfonso LO PEZ MARTIN. 1.520. Teresa BAPTISTA ALMEIDA. 1.52 1. José MARTIN PAÑEDA. 1.522. José Luis CALVO CARILLA. 1.523. Cristina MARTIN RUBIO. 1.524. Bemabé TIERNO JlMENEZ. 1.525. Ana TORRENT RUlZ. 1.526. Rosa CASTILLO cOFIÑO. 1.527. Ana Rosa ALONSO REGIDOR.

1.528. Lourdes PLANA BELLIDO. 1.529. Sebastián QUESADA MARCO. 1.530., María Isabel ROMAN GUTIERREZ. 1.531. Pedro RODRIGUEZ PACHECO. 1.532. Ana Rosa FERNANDEZ ALONSO. 1.533. CRISTINA MARISTANY. 1.534. Carlos BARBACHANO GARCIA. 1.535. María Teresa BUENO GOMEZ. 1.536. Araceli ASTURIANO RAMOS . 1.537 . Nuria VALLS PUJOL. 1.538. Oliver STRUNK. 1.539. Silvia KOMET DAIN. 1.540. María Aurora FERNANDEZ DEL VALLE. 1.541. Antonio ONETTI. 1.542. Daniel GOMEZ y CULLA. 1.543. Ricardo GARCIA SOLANO.

1.544. María Josefa PALOMERO ALVAREZ CLARO. 1.546. José RUB IAL. 1.547. Jul ia GARCIA VERDUGO. 1.548. María Concepción GARCIA LOMAS. 1.549. Mar GARCrLA LOZANO. 1.550. Alicia MARTORELL LINARES. 1.551. Fabián CHUECA CRESPO. 1.552. María de las Nieves lvruÑ1Z MUÑIZ. 1.553. Antonio MARTINEZ BALLESTEROS . 1.554. Manuel PALAZON BLASCO. 1.555. Alfonso VALLEJO. 1.556. Miguel Angel DE RAMON CAVERO. 1.557. Pab lo Luis VIDAL VALDES. 1.558. Miguel SANCHEZ MAZAS FERLOSIO. 1.559. Bladys Eva BENKO ANGULO.



República de las Letras

DE LA ASOCIACION COLEGIAL DE ESCRITORES DE ESPAÑA

DIRECTOR : ANDRES SOREL REDACCION : RAUL GUERRA GARRIDO - I?AAC MONTERO - CARMEN BRAVO-VILLASANTE GREGaRIO GALLEGO - JUAN MOLLA - SANTOS SANZ VILLANUEVA Sagasta, 28, 5.° - 28004 Madrid - Teléf. 446 70 47 Imprime: Gráficas Sánchez. Larra, 19.28004 MADRID Depósito Legal : M-8872-1980


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